CARÁCTER.
INTRODUCCIÓN El carácter es la expresión que idiomáticamente alude a aquello que individualiza, de modo que puede clasificarse como aquellos componentes que expresan de una manera mas individualizada y distintiva del modo de ser y comportarse de una persona en particular. El Carácter significa marca( significa marca(grabado), grabado), sugiere una cosa profunda y fija, talvez innata, una estructura básica. La psicología La psicología americana tiene preferencia por el medio, su orientación behaviorista le invita a destacar el papel del movimiento exterior, de la acción la acción visible. La psicología europea, por el contrario, tiende a subrayar lo que hay de innato en la naturaleza del hombre, hombre, lo que esta profundamente grabado en él y es relativamente inmutable. El carácter es un componente que se ve fuertemente influido por el ambiente, la ambiente, la cultura, cultura, la la educación, el educación, el entorno social y familiar, el núcleo de amistades o de trabajo, etc. trabajo, etc. Uno de los factores esenciales del carácter es la voluntad unida al temple, como la expresión del autodominio sobre los propios comportamientos, especialmente en las decisiones que importan ejerce libertad, ejerce libertad, pero pero a la vez se condicionan por el deber, la responsabilidad, y responsabilidad, y el respeto a limites sociales o morales Este trabajo esta orientado a estudiar y lograr clasificar los diferentes tipos de carácter y las relacione s que se dan entre ellos. CARÁCTER El carácter ha tratado de ser definido a lo largo de todos estos años pero una de los conceptos mas acertados es el definido por Santos (2004), "el carácter es el sello que nos identifica y diferencia de nuestros semejantes, producto del aprendizaje del aprendizaje social.", Esto nos hace pensar que somos personas únicas que poseemos un conjunto de reacciones y hábitos de comportamiento de comportamiento único que a lo largo de nuestras vidas hemos adquirido. El carácter probablemente no se manifieste de una forma total y definitiva, si no que pase por un proceso un proceso evolutivo que se desarrolla hasta llegar a su completa expresión en el final de la adolescencia. la adolescencia. TEMPERAMENTO Antes que nada debemos dejar en claro que carácter no es lo mismo que temperamento temperamento según Gaitán (2006,2), "el temperamento es la base biológica del carácter y esta determinado por el proceso fisiológico y factores genéticos que inciden en las manifestaciones conductuales." Hoy en día se dice que ciertas características del temperamento se deben a procesos fisiológicos del sistema linfático, también debido a la acción endocrina de ciertas hormonas. El hormonas. El temperamento tiene, por tanto, un porcentaje genético nada despreciable.
También se acepta, de forma general, que los efectos intensos y permanentes del entorno pueden llegar a influir de forma importante en la formación del temperamento de cada individuo. Tipos de Temperamento Como señala Berne (2006 citado en falta autor, 2006) , suele hacer una referencia al proceso de desarrollo del embrión humano, a partir de la diferenciación inicial de tres capas de tejidos; la primera, interna, que origina los sistemas internos digestivo y respiratorio, la segunda que origina el esqueleto, sistema muscular y circulatorio, y la tercera, externa, que origina el sistema nervioso. Según esto él describe temperamentos que se asocian a la actividad digestiva, muscular o intelectual, dependiendo del desarrollo dominante de alguna de las capas:
El temperamento endomorfo— interno, que presenta una tendencia a la obesidad, de contextura blanda y redonda, tórax y abdomen prominentes; rostro ancho, cuello corto, brazos y músculos robustos, con manos y pies pequeños. Este prototipo de "gordo bueno", debería tener un carácter tranquilo, albergar sentimientos simples y fácilmente accesibles; ser una personalidad amable a la que guste despertar afecto y aprobación, que disfrute de la compañía de amigos en torno a una mesa bien servida. El temperamento mesomorfo — central, de complexión equilibrada, musculosa, con extremidades fuertes y alargadas, tórax bien formado predominando sobre un abdomen firme y no voluminoso. El cráneo de tendencia prismática, sobre hombros anchos, provisto de una mandíbula huesuda y cuadrada; su cuerpo de piel gruesa, resistente a los rigores de la intemperie. Este fornido y atlético individuo, habrá de ser activo y emprendedor, desplegará su energía física en el deporte o en otras actividades de índole predominantemente física, se sentirá atraído por la aventura, el reto de los riesgos. Tendrá tendencia a la búsqueda de poder y autoridad sobre otros, será seguro de sí, osado y tendrá muy pocas inhibiciones. Disfrutará esencialmente de las actividades, querrá destacarse y ser líder. El temperamento ectomorfo — externo, de complexión decididamente alargada, huesos delgados y músculos no muy desarrollados, piernas largas, hombros caídos, vientre hundido, tórax estrecho. Su rostro, de conformación oval, el cuello largo, los brazos extensos, la piel delgada y pálida. Son individuos cuya inquietud es más intelectual que física, no son afectos a grandes movimientos o actividades, tienden a la introspección, aborrecen y tratan de eludir las dificultades.
DIFERENCIA ENTRE CARÁCTER Y TEMPERAMENTO
Según La Escuela de la Fe (2006), Con frecuencia se confunden los términos temperamento y carácter. La diferencia es que El temperamento es el conjunto de las inclinaciones íntimas que brotan de la constitución fisiológica de los individuos, El carácter, en cambio, es el conjunto de las disposiciones psicológicas que nacen del temperamento, modificado por la educación y el trabajo de la voluntad y consolidado por el hábito.
COMPONENTES DE LA ESTRUCTURA DEL CARÁCTER Y TIPOS DE CARÁCTER Según Santos (2004) los tres componentes de la estructura del carácter son la emotividad, la actividad, y la resonancia o respuestas ante las impresiones que nos manifiesta como primarios o secundarios. Al combinar los componentes aparecen ocho tipos caracterológicos: La emotividad — consistente en la mayor (primaria) o menor (secundaria) repercusión emocional del sujeto ante un acontecimiento. La actividad — consistente en la mayor (primaria) o menor (secundaria) inclinación del sujeto a responder a un estímulo mediante la acción. En donde tenemos que las personas que poseen los rasgos indicados como primarios son personas variables y volubles, así como los que presentan la forma secundaria son constantes y organizados. Emotivo, Activo y Primario: Colérico. Emotivo, Activo y Secundario: Apasionado. No Emotivo, Activo y Primario: Sanguíneo. No Emotivo, Activo y Secundario: Flemático. Emotivo, No Activo y Primario: Nervioso. Emotivo, No Activo y Secundario: Sentimental. No Emotivo, No Activo y Primario: Amorfo. No Emotivo, No Activo y Secundario: Apático. Los diferentes tipos de carácter manifestados en las personas dependen entonces, de la presencia o ausencia en el carácter de los tres componentes principales dados por el autor. Surgen en este escenario tres grupos: Las personas bloqueadas por sus imposibilidades, los que son manipulados por sus circunstancias; los que articulan y contra juegan en la búsqueda de oportunidades.
CLASIFICACIÓN DEL CARÁCTER El carácter de una persona influye mucho en el estudio, en el trabajo y en la vida diaria, o lo facilita o lo dificulta. Es importante que las personas conozcan su carácter. Que conozcan sus puntos fuertes y débiles, para que puedan saber qué pueden esperar de ellos. Y también, cómo deben ayudarse y estimularse en la vida. Los Tipos de Carácter El nervioso: El tipo de carácter nervioso cambia continuamente de intereses y de ocupación. Este tipo de carácter se entusiasma con lo nuevo, pero este sólo busca de ello lo que es práctico, le falta orden, disciplina y perseverancia en las cosas. Tiene una voluntad débil, es inestable, sociable, cariñoso y extrovertido. En cuanto a su inteligencia, le cuesta la comprensión, la memorización y el razonamiento lógico de las cosas. Es perezoso, distraído. Trabaja solamente cuando la tarea coincide con sus intereses momentáneos.
El sentimental: Es muy sensible, tímido, pesimista. El busca el aislamiento y la soledad. Es rencoroso, difícil de reconciliar. Se desmoraliza rápidamente. Es inseguro. En el trabajo es lento e indeciso. En cuanto a su inteligencia: es reflexivo, se centra en los objetos es muy abstraído. Le gusta hacer las cosas bien, pero se desalienta pronto ante las dificultades. Tiene problemas para adaptarse a cosas nuevas. El Colérico: Siempre vive ocupado en cosas. Es un atrevido para hacer cosas nuevas. Debido a sus arrebatos, improvisa, se precipita, despilfarra energía y cae en la dispersión. Abandona las cosas cuando aparece algún peligro. Es un extrovertido. En cuanto a su inteligencia: le gustan las cosas concretas, inmediatas, y técnicas. Comprende con rapidez y es bueno para improvisar. Se tensiona fácilmente. No le gusta sintetizar las cosas. Posee una escasa capacidad para adquirir nuevos conocimientos. Es poco disciplinado en su trabajo. Le gusta el trabajo en equipo individual. Cambia frecuentemente de actividad y no termina lo que empezó. El Apasionado: Posee una gran memoria e imaginación. Tiene una gran capacidad de trabajo. Vive siempre ocupado. Tiene afición al estudio y le gusta todo tipo de tareas. Prefiere trabajar sólo. Estudia de forma ordenada y metódica. Se destaca en lectura, historia, redacción y matemáticas. Le interesa lo social, lo religioso y político. El sanguíneo: Es muy poco sensible. Sólo le mueven los resultados a corto plazo. Tiene tendencia a mentir para conseguir lo que quiere. Es cerebral. Piensa todo fríamente. Es optimista, social y extrovertido. Es curioso. Le gusta tocar todo. Se adapta bien a cualquier ambiente. Aunque es trabajador, se deja llevar por la superficialidad y la chapucería. El Flemático: Es reposado y tranquilo. Es reflexivo y callado Es muy ordenado. Le gusta trabajar solo. Es puntual y se preocupa por la exactitud de todas las cosas. La inteligencia del flemático es lenta, pero profunda. Tiene una buena aptitud para comprender lo esencial de las cosas. Es dócil y metódico. El amorfo: Es perezoso. Su vida es dormir y comer. Es poco original, se deja llevar por el ambiente. Es despilfarrador, impuntual y carece de entusiasmo. Es social y extrovertido. Razona con
mucha lentitud y analiza las cosas de forma superficial. Huye de cualquier esfuerzo. Suele aplazar las tareas. Es torpe y desordenado. El Apático: Es cerrado en sí mismo. Es melancólico. Es irreconocible y testarudo. Es perezoso. Rutinario. Pasivo e indiferente. Carece de estimulo y actividad. Es un pobre de ideas. Es apático y poco interesado en actividades. Todos estos rasgos caracterológicos son puntos de referencia. No podemos etiquetar la personalidad de las personas, como si cada uno de ellos no evolucionara con el tiempo o no tuviera nada propio. No se puede confundir lo psicológico con lo moral clasificando a las personas en "buenos" y "malos". Con sabiduría podemos ayudarlos a crecer positivamente en sus características personales.
CONCLUSION
El carácter como sello que nos identifica juega un papel muy importante en cualquier área que nos desenvolvamos, es reto de cada persona abrir la puerta del cambio para transformar un carácter disfuncional a uno funcional, para poder ser mejores personas en nuestras vidas, y obtener mejores resultados en cualquier proyecto que desarrollemos.
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TEMPERAMENTO. INTRODUCCIÓN Es muy probable que la mayoría de las personas, en algún momento de su vida, se hayan preguntado por qué en determinadas circunstancias actuaron como lo hicieron, cuando otras personas, en circunstancias similares, lo hicieron de manera distinta. Quizás cuestionen o admiren la conducta desenvuelta o las actitudes de sus padres, hermanos, profesores, amigos o personalidades célebres de la historia o de la pantalla de cine y televisión. Reconocen en los demás actitudes naturales que ellos quisieran alcanzar pero que, por más que se esfuerzan no lo pueden lograr, o por lo menos no al mismo nivel. Así mismo, ven como ciertas cosas, para ellos fáciles de hacer, se les dificulta a otros de una manera inusitada. En ocasiones las personas quisieran ser distintas a como son, sienten que el trabajo que desempeñan no los motiva o que las actividades que para los demás son fabulosas, para ellos son aburridas o sin sentido. ¿A qué se debe esto? ¿Pueden estas situaciones ser cambiadas? Desde los inicios de la humanidad estas cuestiones han tratado de ser explicadas y estudiadas. Para muchos la influencia de los astros en la forma de ser de las personas ha sido, y es, un factor decisivo en el comportamiento de los seres humanos. Otros, a través de han buscado explicaciones con mayores fundamentos lógicos y precisos. Tales son los casos de Hipócrates y Kretschmer. Hoy por hoy, aun cuando se crea que el problema ya ha sido ampliamente estudiado y resuelto, existen muchos puntos de vista no muy claros e incluso antagónicos al respecto. Para algunos sectores de la psicología, los factores externos que afectan al individuo durante su formación son decisivos. Para otros, en cambio, la carga genética de la persona es la que marca en definitiva la conducta del individuo durante su vida. ¿QUÉ ES EL TEMPERAMENTO? El temperamento es aquella combinación de actos de intro y extroversión que se dan en una persona de manera única y que conforman su personalidad. Íntimamente relacionado con la psicología de cada individuo, el temperamento es adquirido genéticamente y es por esto que también se relaciona con todas las sensaciones, emociones y los sentimientos compr ensibles a nivel físico y orgánico. Si bien muchas veces el término ‘temperamento’ es utilizado de igual manera que para significar ‘carácter’, tal situación es incorrecta ya
que este último es el que se adquiere a través del aprendizaje. Temperamento proviene de la palabra latina temperamentum , que significa medida o porción. Normalmente, el temperamento se relaciona con un estrato donde el instinto tiene lugar, por lo cual se convierte en aquella porción de nuestra personalidad que es menos conciente y razonable. El temperamento de una persona es en muchas ocasiones presentado como un conjunto de sensaciones, pensamientos e impulsos que moldean la personalidad y que no tienen una explicación del todo lógica. Es además, el producto de actividades nerviosas y endocrinas que el individuo no conoce ni controla concientemente. Es por esto que el temperamento también se relaciona con numerosas expresiones afectivas y pasionales ya que las mismas tienen que ver con un basamento puramente orgánico.
Para el psicólogo venezolano P. L. Díaz García el temperamento es la constitución somática en acción. Es el aspecto emotivo-relaccional de la personalidad. La emotividad motivante está enclavada en lo orgánico. El temperamento es la contribución directa de la química tisular en la vida mental. Otro concepto un poco más enciclopédico indica que se define al temperamento como "la suma total de efectos producidos en la vida psicológica de un individuo por los cambios químicos o metabólicos que constantemente se están verificando en todos los tejidos del cuerpo humano" (McDougall). El temperamento es el clima o medio interno, orgánico, y está en relación estrecha con nuestra vida afectiva. Para el mismo LaHaye "el temperamento es la combinación de rasgos que hemos heredado de nuestros padres. Nadie sabe donde reside. Es el temperamento de la persona el que hace que sea abierta y extrovertida o tímida e introvertida. Como se puede apreciar los diferentes conceptos pueden ser simples o complejos, pero todos concuerdan que el temperamento proviene y reside en el interior del individuo. El otro punto álgido es qué tanto influye en la vida de las personas, ¿es la influencia del temperamento superior a la influencia de la educación y el medio ambiente?. Para el profesor soviético A. Petrovski, la actividad psíquica del hombre es una formación muy compleja. Sus peculiaridades están condicionadas ante todo por la vida y la educación del niño. La memoria lógicoverbal, el pensamiento conceptual, la percepción objetal y otras funciones psíquicas superiores, específicamente humanas, no se fijan ni se transmiten biológicamente por vía hereditaria. Esto crea la posibilidad de reestructurarlas y perfeccionarlas en el proceso del desarrollo histórico. Según el mismo autor, es preciso diferenciar la actividad Psíquica compleja que se forma durante la vida del hombre (pensamiento, lenguaje) y las funciones naturales más elevadas (por ejemplo, la velocidad de formación de los vínculos condicionados y otros) La actividad psíquica incluye entre muchos otros componentes también estas funciones elementales. Así se conoce el vínculo que existe entre la capacidad musical del hombre y la agudeza auditiva, entre el pensamiento matemático y la función de análisis y síntesis espacial. Las propiedades elementales, innatas que suelen denominarse dotes pasan a integrar las funciones psíquicas más complejas que se forman bajo la influencia de las condiciones externas. Si la evolución es normal, determinados dotes son sólo una de las condiciones del desarrollo de la actividad psíquica, la que en ningún modo se reduce a dichas funciones elementales y por eso puede no depender directamente de ellas. Por ende, las funciones fisiológicas más simples, transmitidas por herencia pueden ejercer influencia sobre algunos aspectos del proceso de desarrollo psíquico. Pero su significación no es decisiva. Es un conjunto de muchas condiciones lo que determina el contenido fundamental y los mecanismos de dicho proceso. Entre ellas las principales son las condiciones de enseñanza y educación de los niños. Como se puede observar, una corriente psicológica magnifica la importancia de la educación y los factores exógenos sobre la herencia temperamental. Otras, sin embargo, le atribuyen un factor decisivo Tal es el caso del Doctor Díaz García:
"La morfología constitucional está anclada al genotipo: nada de particular tiene que también lo sea la dinámica temperamental. Fundamentalmente nace, no se hace. Sin embargo, factores peristáticos pueden modificarla notablemente. No perdamos de vista que el hombre es un represor de instintos. Es muy capaz de reprimir su afectividad innata, para cubrirse de la superficial costra temperamental que le exige su ambiente. Recordemos que la extroversión y la introversión son características temperamentales básicas; y que una u otra pueden ser endógenas o exógenas. Psicológicamente, el temperamento es de una enorme importancia nuestra vida común y corriente no está hecha de razón y pensamiento racional, mucho menos de ciencia y técnica científica. Son los afectos, las corazonadas los temores, esperanzas y creencias saturadas de emoción los que nos inducen a decidir y a actuar. El temperamento domina en el individuo; y al mismo tiempo caracteriza el ámbito de las relaciones humanas. No todos somos igualmente sociables; no todos estamos igualmente dispuestos para la acción; hay quienes están proclives al pesimismo; y hay quienes son incorregibles optimistas". Para Tim LaHaye, la carga hereditaria que se trasluce a través del temperamento son de una trascendencia mayor de lo anteriormente expresado: "Humanamente hablando, no hay nada que tenga una influencia más profunda sobre el comportamiento que el temperamento que heredamos. La combinación de los genes de los padres en el momento de la concepción que determinó nuestro temperamento básico nueve meses antes de que respirásemos por nuestra cuenta, es el responsable en buena medida, de nuestras acciones, de nuestras respuestas emocionales y, en mayor o menor grado, de casi todo lo que hacemos. Hoy en día la mayoría de las personas no tienen conciencia alguna de la existencia de esta influencia extremadamente poderosa sobre el comportamiento. En consecuencia, en lugar de cooperar con ella y de valerse de ella, entran en conflicto con este poder interior y con frecuencia intentan hacer de sí mismos algo para lo cual no estaban destinados o dotados en absoluto. Esto no solamente lo limita personalmente sino que afecta a la familia que lo rodea y a menudo arruina otras relaciones interpersonales. Esta es una de las razones que hace que muchas personas se detesten a sí mismas o no puedan "hallarse" a sí mismas". Definitivamente, el hecho de que el temperamento de las personas resida en los genes es algo que todavía está por probarse y, por supuesto, su discusión es algo que está fuera del alcance de este trabajo. Quizás con la nueva información que paulatinamente se vaya obteniendo de la lectura del código genético humano, se pueda en algún momento localizar los genes encargados de transportar dicha información, en caso de ser cierta esta teoría. Pero mientras tanto, se puede poner a disposición de la gente la información sobre esta teoría y servirse de ella como herramienta para un mayor conocimiento personal y una mejor relación interpersonal y familiar. Por tanto, en los siguientes capítulos se resumirán las características de los cuatro temperamentos básicos repromulgados por el Doctor LaHaye, a fin de que el lector juzgue su exactitud y posiblemente se identifique con alguno o varios de ellos.
LOS CUATRO TEMPERAMENTOS BÁSICOS
A continuación se hace una breve descripción de los cuatro temperamentos básicos, asomando en cada caso algunas de sus posibilidades profesionales o laborales, así como sus aspectos positivos o negativos. Temperamento sanguíneo Es receptiva por naturaleza, las impresiones externas encuentran fácil entrada en su interior en donde provocan un alud de respuestas. Tiende a tomar decisiones basándose en los sentimientos más que en la reflexión. Es tan comunicativo que, es considerado un súper extrovertido. Tiene una capacidad insólita para disfrutar y por lo general contagia a los demás su espíritu que es amante de la diversión bajo nivel de actividad y fijación de la concentración y una moderada reactividad al medio; es característico de su sistema nervioso una moderada correlación de la actividad a la reactividad; es extrovertido y manifiesta alta flexibilidad a los cambios de ambiente. Características del temperamento sanguíneo
Se trata de una persona cálida, campante, vivaz y que disfruta de la vida. Es receptiva por naturaleza, las impresiones externas encuentran fácil entrada en su interior en donde provocan un alud de respuestas. Tiende a tomar decisiones basándose en los sentimientos más que en la reflexión. Es tan comunicativo que, es considerado un súper extrovertido. Tiene una capacidad insólita para disfrutar y por lo general contagia a los demás su espíritu que es amante de la diversión.
Debilidades del sanguíneo Indisciplinado y falto de voluntad. La tendencia a ser indisciplinado y su voluntad débil puede llegar a destruirlo a menos que sepa vencer estas debilidades. Como son altamente emocionales tienden a ser "manoseadores". La voluntad débil y falda de disciplina hacen que les resulte fácil hacerse deshonestos, falsos y poco dignos de confianza. Tienden a cometer excesos y a aumentar de peso y les resulta sumamente difícil mantener una dieta; en consecuencia es muy normal que un sanguíneo de treinta años de edad pese quince kilos de más y que siga aumentando rápidamente. Inestabilidad emocional. El sanguíneo no sólo es capaz de llorar por cualquier pretexto, sino que la chispa de ira puede transformarse en furioso infierno instantáneamente. Hay algo consolador en su enojo, no guarda rencor. Una vez que ha desatado su furia se olvida de la cuestión. Los demás no, pero él sí. Por eso es que él no tiene úlceras; se las pasa a los demás. Un hábito muy sutil de sanguíneo es hacer referencia a personalidades (proyección), haciendo hincapié en su relación de persona. Inquieto y desorganizado.
Los sanguíneos son tremendamente desorganizados y siempre están en movimiento. Raras veces planifican por anticipado; generalmente aceptan las cosas a medida que se le presentan. Son felices buena parte del tiempo porque raramente vuelven la mirada hacia atrás (y en consecuencia no se benefician de los errores pasados), y raras veces miran hacia delante. Donde quiera que viva o trabaje las cosas se encuentran en un desastroso estado de desarreglo. No consigue las herramientas, y las llaves constituyen su ruina, invariablemente se le pierden. Dado su ego, generalmente es exigente para vestirse, pero si sus amigos vieran la habitación donde se vistió pensarían que alguien ha sido víctima de una explosión. La inseguridad. Aun cuando su personalidad extrovertida lo hace ver como una persona segura de sí misma en realidad es una persona muy insegura. Generalmente el sanguíneo no teme al daño personal y a menudo se arriesga a realizar desmedidas hazañas de osadía y heroísmo. Sus temores giran en tono más bien del fracaso personal, el rechazo o la desaprobación de los demás. Conciencia flexible: ya que el sanguíneo tiene la capacidad de convencer a los demás, con lo cual se granjea la reputación de ser el timador más grande del mundo, no le resulta difícil convencerse de que todo lo que quiere hacer está perfectamente bien. Tiene la tendencia a torcer la verdad o a exagerar. Para el sanguíneo "el fin justifica los medios" y normalmente el fin es el de él. Es por ello que frecuentemente pisotea tranquilamente los derechos de los demás y pocas veces titubea ante la posibilidad de servirse de otros. Temperamento flemático Basado en un tipo de sistema nervioso lento y equilibrado que se caracteriza por tener una baja sensibilidad pero una alta actividad y concentración de la atención; es característico de su sistema nervioso una baja reactividad a los estímulos del medio, y una lenta correlación de la actividad a la reactividad, es introvertido y posee baja flexibilidad a los cambios de ambiente. Es tranquilo, nunca pierde la compostura y casi nunca se enfada. Por su equilibrio, es el más agradable de todos los temperamentos. Trata de no involucrarse demasiado en las actividades de los demás. Por lo general suele ser una persona apática, además de tener una buena verborrea. No busca ser un líder, sin embargo puede llegar a ser un líder muy capaz. Características del temperamento flemático
Es un individuo calmoso, tranquilo, que nunca se descompone y que tiene un punto de ebullición tan elevado que casi nunca se enfada. Generalmente, ese temperamento da personas muy capaces y equilibradas. Es el tipo de persona más fácil de tratar y es por esa naturaleza el más agradable de los temperamentos. El flemático es frío y se toma su tiempo para la toma de decisiones. Prefiere vivir una existencia feliz, placentera y sin estridencias hasta el punto que llega a involucrarse en la vida lo menos que puede.
Debilidades del flemático Sin interés, lento y ocioso. La debilidad más evidente del flemático es su aparente falta de empuje o de ambición. Si bien pareciera que siempre hace lo que se espera de él, raras veces hace más de lo necesario. Hace pensar en que tiene un metabolismo bajo, o lento, y con frecuencia se queda dormido en el momento que se sienta. Raramente propicia alguna actividad, y en cambio busca excusas para evitar tener que comprometerse en las actividades de los demás. Incluso su ritmo tiende a disminuir con el paso de los años. El flemático generalmente se levanta temprano, se va a su trabajo o actividad diaria de buen humor, y habiendo cumplido un horario corrido, regresa "completamente agotado". Con frecuencia duerme una larga siesta, tras lo cual se sienta frente al televisor (que maneja a control remoto), y en el curso de la tarde se duerme y se despierta según los programas. Por último, después de las noticias de la noche, su mujer lo despierta y lo ayuda a meterse en la cama, donde se duerme profundamente hasta la mañana siguiente. Y esto todos los días invariablemente. Autoprotección. A nadie le gustan las heridas, y esto resulta particularmente cierto en el caso del flemático. Si bien no es tan sensible como el melancólico, tiene piel bastante delgada y por lo tanto, aprende a protegerse a una edad muy temprana. Es bastante frecuente que aprenda a vivir como una tortuga, erigiendo un duro caparazón protector que lo escude de todo dolor o afrenta externos. Mezquino y avariento. Esta es una característica de las que solo pueden dar fe las personas que viven con un flemático, pues su actitud siempre cortés y correcta para con los demás, hacen que el resto de las personas no se percaten de ella. El flemático cuida cada centavo y actúa como un avaro, excepto cuando se trata de comprar algo para si mismo. Normalmente es el que da las propinas más pequeñas. Terco, terco y terco. Nadie es más terco que el flemático; pero es tan diplomático, hasta en eso, que la gente le puede pasar desapercibido. Casi nunca se enfrenta con otra persona, ni se niega a hacer algo, pero de algún modo se las arregla para eludir la responsabilidad. Ante una situación familiar el flemático jamás grita o discute. Se limita a arrastrar los pies o se planta y se niega a moverse. Indeciso y temeroso. Debajo de la amable superficie del flemático late un corazón sumamente temeroso. Esta tendencia a temer le impide, con frecuencia, aventurarse por su cuenta para sacar el mayor provecho de sus potencialidades. Hemos hecho, un breve recorrido por cada una de las características de los cuatro temperamentos básicos, tomando algunos casos y como estos influyen en la conducta cotidiana de las personas.
Temperamento melancólico Basado en un tipo de sistema nervioso débil, posee una muy alta sensibilidad, un alto nivel de actividad y concentración de la atención, así como una baja reactividad ante los estímulos del medio, y una baja correlación de la actividad a la reactividad; es introvertido y lo caracteriza una baja flexibilidad a los cambios en el ambiente. Es abnegado, perfeccionista y analítico. Es muy sensible emocionalmente. Es propenso a ser introvertido, sin embargo, puede actuar de forma extrovertida. No se lanza a conocer gente, sino deja que la gente venga a él. Sus tendencias perfeccionistas y su conciencia hacen que sea muy fiable, pues no le permiten abandonar a alguien cuando están contando con él. Además de todo, posee un gran carácter que le ayuda a terminar lo que comienza. Pero es difícil convencerlo de iniciar algún proyecto, debido a que siempre está considerando todos los pros y contras en cualquier situación. Características del temperamento melancólico
El melancólico es el más rico y complejo de todos los temperamentos. Suele producir tipos analíticos, abnegados, dotados y perfeccionistas. Es de una naturaleza emocional muy sensible, predispuesta a veces a la depresión. Es el que consigue más disfrute de las artes. Es propenso a la introversión, pero debido al predominio de sus sentimientos, puede adquirir toda una variedad de talantes.
Debilidades del melancólico Negativo, pesimista y crítico. Las admirables cualidades del perfeccionismo y la escrupulosidad conllevan con frecuencia la sería desventaja del negativismo, el pesimismo y da un espíritu de critica. Normalmente, la primera reacción de un melancólico ante cualquier cosa va a ser negativa o pesimista. Este solo rasgo limita la actuación vocacional del melancólico más que ningún otro. Apenas se le presenta una nueva idea o un proyecto nuevo su habilidad analítica se enciende y comienza a imaginar toda clase de problemas y dificultades que en su opinión podrían surgir al poner el proyecto en práctica. Para la industria esto es una ventaja, porque mediante este rasgo el melancólico puede anticipar los problemas y prepararse para ellos. Pero para él mismo es una desventaja porque le impide largarse por su cuenta y sacar ventaja de su creatividad. Es raro que una persona predominantemente melancólica inicie un nuevo negocio o proyecto por su cuenta; en cambio es fácil que sea utilizado por personas menos dotadas pero de temperamento emprendedor. El melancólico es capaz de experimentar el "arrepentimiento del comprador" antes de comprar la mercancía, y no como los otros que la experimentan tiempo después. Los melancólicos deben luchar constantemente contra su espíritu de critica que proyectan hacía los que lo rodean como hacía si mismo, razón por la cual suele sentirse sumamente disconforme consigo mismo. Egocéntrico, susceptible y quisquilloso.
El melancólico es más egocéntrico que cualquier otro temperamento, pues todo lo interpreta en relación consigo mismo. Si, por ejemplo, se anuncia en su trabajo alguna nueva disposición, inmediatamente reacciona alarmado pensando que es a él al que quieren agarrar. Tiende además a compararse con los otros en apariencia exterior, en talento, en intelecto, sintiéndose invariablemente deficiente porque jamás se le ocurre que se compara con los mejores rasgo del otro y hace a un lado sus puntos débiles. Este rasgo de egocentrismo, juntamente con su carácter sensible, hace que le melancólico sea muy susceptible y quisquilloso por momentos. Se puede ofender a un melancólico con solo mirarlo. Vengativo y propenso a sentirse perseguido. El talentoso cerebro del melancólico puede ser terreno fértil para conceptos creativos y positivos, o la fuente de pensamientos perjudiciales. Aun cuando no es tan expresivo como el sanguíneo o el colérico en su enojo, es perfectamente capaz de alentar un rencor de ebullición lenta y de larga duración que se manifiesta en pensamientos vengativos y en meditaciones de auto persecución. Si se alienta esto por un tiempo suficiente el resultado puede ser el que se transforme en un maniático depresivo o por lo menos que explote de ira, de un modo que resulta enteramente distinto de su naturaleza normalmente suave. Las líneas negativas de pensamiento hacer que le melancólico tome decisiones poco realistas. El noventa y cinco por ciento de las veces su línea de pensamiento vengativa y opresiva saca el problema fuera de toda perspectiva. Temperamental, depresivo, antisocial. Una de las características más prominentes del melancólico se refiere a los vaivenes de ánimo. En algunas ocasiones se siente transportado a tales alturas que obra como si fuese un sanguíneo y en otras, se siente tan deprimido que quisiera deslizarse por debajo de las puertas. A medida que aumenta en años aumentan los momentos de insatisfacción, amargura y depresión, a menos que haya aprendido a auto-controlarse. Legalista y rígido: ningún temperamento es tan susceptible a ser rígido, implacable e intransigente, hasta el punto de ser totalmente irrazonable, como el melancólico. Es el mártir natural de su causa. Es incapaz de falsear la información en los formularios de impuestos o cualquier otro. Es intolerante e impaciente con los que no ven las cosas como las ve él; en consecuencia le resulta difícil formar parte de un equipo y con frecuencia se desenvuelve sólo en el mundo comercial. Impráctico y teórico. El melancólico es un idealista por lo que a veces tiende a ser impráctico y muy teórico por lo que le convendría someter siempre sus proyectos a la prueba de la viabilidad y le conviene asociarse con personas de otro temperamento que se complementen. Temperamento colérico
Está basado en un tipo de sistema nervioso rápido y desequilibrado, posee alta sensibilidad y un nivel de baja actividad y concentración de la atención, aunque tiene alta reactividad a los estímulos del medio y una muy alta correlación también es flexible a los cambios de ambiente. Es rápido, muy activo, práctico en sus decisiones, autosuficiente y sobre todo independiente. Es extrovertido, pero no tanto como la persona de temperamento sanguíneo. Se fija metas y objetivos. Es muy ambicioso. Valora rápida e intuitivamente y no reconoce los posibles tropiezos y obstáculos que puede encontrar en el camino si busca lograr una meta. Características del temperamento colérico
Es caluroso, rápido, activo, práctico, voluntarioso, autosuficiente y muy independiente. Tiende a ser decidido y de firmes opiniones, tanto para él mismo como para otras personas, y tiende a tratar de imponerlas. Es extrovertido, no hasta el punto del sanguíneo. Generalmente, prefiere la actividad. No necesita ser estimulado por su ambiente, sino que más bien lo estimula él con sus inacabables ideas, planes, metas y ambiciones.
Debilidades del colérico El enojo y la hostilidad. El colérico es extremadamente hostil. Algunos aprenden a controlar su ira, pero una erupción de violencia es siempre una posibilidad en ellos. No les lleva mucho tiempo comprobar que los demás generalmente se asustan de sus estallidos de enojo y de que por lo tanto pueden valerse de su ira como un arma para conseguir lo que quieren y generalmente lo que quieren es salirse con la suya. El enojo de los coléricos es enteramente diferente a la de los sanguíneos. La explosión del colérico no es tan fuerte como las del sanguíneo ya que es menos extrovertido, pero puede ser mucho más peligrosa. El colérico puede herir a los demás con toda intención y gozarse de haberlo hecho. La esposa del colérico generalmente le tiene miedo, y éste tiende a aterrorizar a los hijos. El colérico da portazos, golpea la mesa con el puño, usa la bocina del automóvil sin discreción. Cualquier persona o cosa que se le cruce en su camino, que retarde su progreso, o que deje de funcionar en la medida de sus expectativas, no tardará en experimentar la erupción de su cólera. Y a diferencia del sanguíneo, al colérico no se le pasa el enojo fácilmente, sino que por el contrario puede arrastrar su enojo durante un tiempo increíblemente largo. Tal vez sea ésta la razón de que a los cuarenta años de edad muchos coléricos desarrollen úlceras estomacales. Cruel cortante y sarcástico. Nadie pronuncia con su boca comentarios más ácidos que el colérico sarcástico, el cual está preparado con un comentario cortante que es capaz de aniquilar a los que se sienten inseguros y demoler a los menos combativos. Raras veces titubea cuando quiere cantarle
las cosas claras a alguien o hacerlo papilla. En consecuencia, va dejando un reguero de casos psíquicos y de personas heridas por donde pasa. Frío y sin afecto. De todos los temperamentos el colérico es el que evidencia menos afecto y se neutraliza ante la idea de hacer alguna demostración pública de afecto; sin rigidez emocional rara vez le permite derramar lágrimas. Insensible y desconsiderado. Similar a su natural falta de amor es la tendencia del colérico a ser insensible a las necesidades de los demás y desconsiderado acerca de sus sentimientos. Porfiado y terco. La firmeza y la decisión natural del colérico es una característica temperamental que puede ayudarlo en el curso de la vida, pero también puede convertirlo en un hombre porfiado y terco. Como tiene un sentido intuitivo generalmente toma resoluciones rápidamente (sin consideración y análisis adecuados), y una vez que ha tomado una decisión es prácticamente imposible que cambie de parecer. El colérico se muestra neutral en muy pocas cosas y terco en todo. Astuto y dominador. Una de las características del colérico es su inclinación a proceder con astucia a fin de lograr lo que quiere. Raras veces acepta un no como respuesta y con frecuencia recurre a cualquier medio necesario para alcanzar su meta. Si tiene que adulterar las cifras y torcer la verdad, raras veces vacila, porque para él el fin justifica los medios. Cuando necesita un favor, puede transformase casi en un sanguíneo en su capacidad persuasiva, pero en el momento que se le da lo que busca, se olvida de que le conoció. CONCLUSIONES La teoría de los temperamentos no constituye la respuesta definitiva a la cuestión del comportamiento humano, y por ésta y otras razones puede no resultar satisfactoria para todos. Pero de todas las teorías que se han postulado sobre el comportamiento, la que se ha presentado proporciona la explicación más útil. Se podrían mencionar factores adicionales para explicar algunas otras diferencias, pero las mencionadas tendrían que bastar. Otra conclusión a la que se puede llegar después de analizar las características de cada uno de los temperamentos y sus combinaciones, es que no existe un "mejor temperamento", por cuanto todas las combinaciones de ellos encarnan virtudes que hacen una contribución a la humanidad. Lamentablemente, todas tienen debilidades también, y cuando el individuo le da curso a estos últimos, anula, o en el mejor de los casos, limita sus potencialidades. Pareciera también que cuanto más notables son los aspectos fuertes de la persona, tanto mayor peligro revisten sus debilidades potenciales.
Para cada individuo el éxito parece depender de dos factores: (1) encontrar el objetivo apropiado para los puntos fuertes, a fin de poder adquirir la mejor formación de que se dispone, dentro de los medios al alcance, para orientar la vida hacia ese objetivo; y (2) vencer las debilidades características del temperamento antes de que tengan la oportunidad de entorpecer la expresión de las virtudes. Por tanto, de nada vale desear ser distinto a lo que somos. Un introvertido podrá, con dedicación y disciplina, lograr ser menos introvertido, lográndose relacionar satisfactoriamente con su entorno, pero jamás logrará ser un extrovertido como el sanguíneo. Por su parte, el desordenado sanguíneo, podrá, poniendo una dosis extra de concentración, ser menos desordenado de lo que era y así no perder las llaves o el celular con tanta frecuencia, pero jamás podrá adquirir el natural orden del melancólico.
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