SEMINARIO CENTRAL SAN JOSÉ DE LA MONTAÑA
Tema Resumen del Capítulo IV La Parusía, Pascua de la creación. Parte I
Cátedra Escatología
Catedrático Pbro. Reinaldo Sorto
Alumno Lazo Nuila, Ricardo Raael
4º de Teolo!a" Ciclo I San Sal!ador, "# " # de $ebrero $ebrero de %"&'
VI. LA PARUSIA, PASCUA DE LA CREACIÓN Cuando los cristianos proclamamos en el credo no sólo nuestra e, sino tambi(n nuestra esperanza, comenzamos a )acerlo con un artículo situado en el centro mismo del símbolo, *ue reza+ ...desde allí !endr- con gloria a uzgar.../. En este enunciado se nos remite a dos categorías teológicas cardinales+ parusía y juicio, *ue no se tratan de dos nociones adecuadamente distintas, 0a *ue con ellas la e e1presa su con!icción acerca del sentido 2ltimo de la )istoria )umana. El proceso )istórico en el *ue estamos comprometidos culminar- con un acontecimiento sal!ador *ue aectar- a la totalidad de lo real3 a la )umanidad, pero tambi(n al mundo )umanizado.
I#
LOS DATOS DEL N$E%O TESTAMENTO
El !ocabulario con *ue el Nue!o 4estamento alude al acto 5nal de la )istoria es rico 0 !ariado. Esa misma !ariedad, por otra parte, dar- lugar a di!ersas estimaciones teológicas del acontecimiento en sí, por lo *ue parece oportuno precisar, ante todo, la terminología usada, prestando atención al matiz especí5co *ue cada e1presión comporta. &. &aru'!a El )elenismo emplea el !ocablo parousía para reerirse tanto al descenso o maniestación de personas di!inas en la tierra como a las !isitas *ue re0es 0 príncipes )acen a las ciudades sometidas a su imperio. En eecto, la parusía se conecta inmediatamente con el 5n del mundo 0 con el uicio. El te1to de & 4es #,&67&8 es la descripción m-s directa 0 completa de la parusía/3 la inspiración bíblica es e!idente, con la prousión de rasgos típicos de la apocalíptica udía. 9sí pues, 0 sin negar el posible in:uo del )elenismo en la adopción del t(rmino, su signi5cación en los autores del Nue!o 4estamento es original 0 especí5camente cristiana. Esta !enida de Cristo conclu0e 0 consuma la )istoria en cuanto historia de salvación. Por eso se enlaza in!ariablemente con los di!ersos aspectos del reino de ;ios llegado a su plenitud. Es, con toda !erdad, una venida en poder; de a)í *ue entra
(# D!a del Se)or La órmula el día del Se
designa la parusía, 0 sobre su origen no cabe discusión3 )a nacido de la trasposición cristológica de el día de >a)!()/. 4rasposición sumamente signi5cati!a, por cuanto patentiza irreutablemente la continuidad del concepto neotestamentario de parusía con la esperanza escatológica del 9ntiguo 4estamento 0, a la !ez, la no!edad de la esperanza cristiana, centrada a)ora en la 5gura de Cristo. 6. E*i+an!a" a*ocali*'i'" mani+e'taci,n Esta tríada de palabras pertence tambi(n al !ocabulario neotestamentario de la parusía. El t(rmino epiphaneía sustitu0e en las cartas pastorales al de parousía, *ue no se encuentra en ellas. ?sado recuentemente en el )elenismo para reerirse a las maniestaciones de las di!inidades paganas, o a personaes reales *ue se presentan como re!elación de esas di!inidades, ue empleado m-s tarde en el culto imperial @como sucedía con parousía): los emperadores son distinguidos con el título epíphanes, unto a los de se
II# LA &AR$SIA EN LA TRADICI/N ECLESIAL El anuncio de la !enida de Cristo al 5nal de los tiempos se contiene en todas las maniestaciones de la e de la Iglesia Btestimonio de los Padres, liturgia, doctrina del magisterioB, si bien )a0 (pocas en *ue es preciso reconocer una in:e1ión de la esperanza escatológica en la conciencia eclesial. &. La 0*oca *atr!'tica La idach! conser!a el "aranatha c2ltico 0 se cierra con la e!ocación de la !enida del Se
!enida gloriosa/. Para distinguir ambos signi5cados, =ustino es el primero en usar las e1presiones primerasegunda !enida/, o bien !enida sin gloriaen gloria/. La e en la !enida gloriosa de Cristo *ueda registrada en los símbolos desde sus primeras recensiones con la órmula )a de !enir a uzgar/. 4al órmula puede producir la impresión de *ue la parusía est- en unción e1clusi!a del uicio. En realidad, la 0u1taposición venida%juicio, seg2n se !er- m-s adelante, se e1plica desde el sentido bíblico de uicio/ como maniestación de poder, 0 no como acción udicial. Venir a uzgar/ e*ui!ale, pues, a !enir en poder/. Sólo m-s tarde, cuando se perdió esta dimensión triunal de la idea de uicio, se )izo necesario interpolar entre ambos !erbos el inciso con gloria/+ )a de !enir con #loria a uzgar/. %. De la *atr!'tica a nue'tro' d!a' La perspecti!a parusíaca )a sido conser!ada por la Iglesia en sus di!ersas liturgias eucarísticas l8, siguiendo la pauta marcada por el Nue!o 4estamento 0 re:eada 0a, como )emos !isto, en la idach!. 4al impregnación escatológica del acto central de todo el culto cristiano es altamente signi5cati!a, al mostrar el car-cter irrenunciable *ue la Iglesia reconoce de esta suerte a la parusía de su Se
La contraposición primerasegunda !enida/ se recoge en el decreto (d #entes, A+ la acti!idad misionera discurre entre la primera 0 la segunda !enida del Se