La relación hombre-mujer en la Biblia C. René Padilla * Es posible que ningún tema que se pueda actualmente plantearle a la teología exija tanto de la hermenéutica bíblica como el que tenemos entre manos. La razón es obvia no ha! manera de evitar que su consideración sea a"ectada por un doble condicionamiento. #or un lado$ el de la larga historia de interpretación bíblica coloreada por el machismo% por otro lado$ el de la lucha por los derechos de la mujer$ promovida por el "eminismo dentro ! "uera de la &glesia. La sexualidad$ en su variante masculina ! su variante "emenina$ "orma parte de la esencia misma del ser humano e inevitablemente in"lu!e en todas las relaciones interpersonales. 'ios no creó seres asexuales o andróginos creó al varón ! a la mujer. ( a uno ! otro los dise)ó de tal manera que en su relación mutua descubrieran el sentido de su propia sexualidad el varón$ el de su masculinidad% la mujer$ el de su "emineidad. in in emba embarg rgo$ o$ abund abundan an las las prueb pruebas as para para demos demostr trar ar qu que$ e$ desde desde tiem tiempo poss inme inmemo moria riale les$ s$ la di"erenciación sexual$ lejos de ser un "actor unitivo en la sociedad$ con demasiada "recuencia ha sido un "actor de división entre hombres ! mujeres. #ara ser m+s precisos$ a lo largo de la historia la relación hombre,mujer ha estado constantemente marcada por el machismo ! la misoginia. ($ tristemente$ éstos se han re"lejado en la interpretación bíblica hasta tal punto que ho! se hace di"ícil creer que la -iblia provee una base "irme para la reivindicación de los derechos de la mujer en la sociedad o para el ministerio de la mujer en la &glesia. -asta citar$ a manera de ejemplo$ las palabras de ertuliano dirigidas a la mujer Eres el portal del diablo$ quien deselló aquel +rbol /prohibido0% "uiste la primera en desertar de la le! divina% eres aquélla que persuadió a aquél a quien el diablo no se atrevió a atacar. 1on cu+nta "acilidad destruiste la imagen de 'ios$ el hombre. 2 causa del castigo que te merecías 3la muerte3 hasta el 4ijo de 'ios tuvo que morir.5 6rente a la discriminación de que la mujer ha sido objeto$ muchas veces supuestamente apo!ada por la ense)anza bíblica$ no es de sorprenderse que el ala radical del movimiento "eminista descarte la -iblia por considerarla 7machista8$ "uente ! origen del sexismo que a"lige a la &glesia ! a la sociedad. i la -iblia presenta a un 'ios masculino que ha dispuesto que el hombre ejerza dominio sobre la mujer$ 9qué puede o"recerle a la mujer que anhela liberarse de las imposiciones de una sociedad machista ! realizarse como persona: ;o se puede considerar el tema de la relación hombre,mujer sin tomar en cuenta este desa"ío que plantea el "eminismo contempor+neo. En resumidas cuentas$ estamos "rente a un problema hermenéutico hermenéutico "undamental "undamental se nos convoca a interpretar la ense)anza bíblica sin permitir que las lecturas machistas tradicionales ni los presupuestos "eministas actuales respecto a la -iblia nos impidan escuchar la #alabra de 'ios. 1on este "in consideraremos consideraremos la relación hombre,mujer hombre,mujer a la luz de -iblia$ primero en el contexto contexto de <énesis <énesis 5=> !$ luego$ en las cartas de #ablo$ especí"icamente en <+latas >?@=?A ! E"esios B ! @.
* 1. Cené #adilla$ doctorado en Estudios -íblicos por la Dniversidad de anchester /&nglaterra0$ es ecretario de #ublicaciones de la 6raternidad eológica eológica Latinoamericana ! #residente de la 6undación Fairós. Griundo del Ecuador$ vive en -uenos 2ires$ en donde ha sido pastor bautista. Es el editor de las revistas Misión ! Boletín Teológico. 4a publicado varios libros ! un sinnúmero de artículos en revistas especializadas. 5 1itado por Hohn tott$ La fe cristiana frente a los desafíos contemporáneos contemporáneos $ Libros 'esa"ío$
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La &magen de 'ios oda la narración de la creación en el capítulo 5 de <énesis est+ caracterizada por una admirable sobriedad. in elaboración ni adorno enumera los actos de la creación por medio de los cuales$ paso a paso$ 'ios prepara el escenario para la vida humana. odo lo que 'ios hace es 7bueno8$ puesto que se adapta cabalmente al propósito divino. ( toda apunta a un clímax que da sentido a cada acto que lo precede la creación del 4ombre /Kadam humanidad0? en el sexto día. ambién los animales /a excepción de los peces ! las aves0 corresponden al sexto día ! eso pone en relieve la solidaridad del 4ombre con el reino animal. ;o por eso la creación del 4ombre deja de ser un acto especial de 'ios$ lo cual se echa de ver en el contraste entre la "orma verbal en el versículo ?M /7#roduzca la tierra seres vivientes80 ! la que aparece en el versículo ?@ /74agamos al 4ombre a nuestra imagen$ con"orme a nuestra semejanza80. 'ios dialoga consigo mismo ! pro!ecta crear al 4ombre como la imagen de sí mismo. Esto coloca a la humanidad en una categoría aparte entre todos los seres creados le da su car+cter distintivamente humano. El 4ombre es por de"inición imago Dei. En la historia de la interpretación bíblica se ha discutido mucho sobre el signi"icado de la expresión 7a nuestra imagen$ con"orme a nuestra semejanza8. La exégesis tradicional$ especialmente en círculos católico,romanos$ en el pasado pretendió construir toda una antropología basada en la distinción entre 7imagen8 /tselem 0 ! 7semejanza8 /demuth 0. 'e acuerdo con ella$ el 4ombre "ue creado$ por un lado$ con una con"ormidad innata con 'ios$ la cual era un don natural !$ por otro$ con una capacidad de desarrollarse ! llegar a ser como 'ios$ la cual era un don sobrenatural.> in embargo$ el uso que se hace de los dos términos en <énesisM no apo!a esta interpretación. 4o! se admite ampliamente que las dos palabras apuntan a una misma realidad que la versión popular Dios llega al hombre expresa en lenguaje sencillo 72hora hagamos al 4ombre. e parecer+ a nosotros8. El texto sugiere que entre todos los seres creados por 'ios$ éste solo 3hombre3 se parece a 'ios$ pero no dice explícitamente en qué consiste la semejanza del hombre con 'ios.B Esto es algo que se tiene que deducir del contexto literario e histórico del texto. Farl -arth@ mantiene que a la de"inición del contenido de la imagen se puede llegar por vía de la exégesis. #ara él la semejanza est+ dada en la di"erenciación sexual que implica tanto la relación como la di"erencia entre el hombre ! la mujer. El ser humano$ entonces$ se parecería a 'ios en que$ gracias a su di"erenciación sexual$ en él se reproduce la relación entre el 7!o8 ! el 7tú8 que est+ presente en el trino 'ios /como sugiere claramente el plural 7hagamos8 en
adam$
que aparece veintiséis veces en los tres primeros capítulos de <énesis$ tiene un sentido ambiguo se re"iere a la humanidad en sentido genérico /! éste es el uso m+s común en el 2ntiguo estamento0 o se usa como nombre propio del primer hombre. En ocho casos de los veintiséis$ Ceina,Nalera traduce el término como nombre propio$ ! en dieciocho casos le da un sentido genérico. En el presente trabajo uso 4ombre /con ma!úscula0 para re"erirme al ser humano en sentido genérico. > #ara un breve recuento de la historia de la interpretación de la imagen de 'ios a partir de los primeros siglos de nuestra era$ véase la obra de . 6licO ! P. 2lszegh!$ !ntropología teológica $ ígueme$ alamanca$ 5AQI$ pp. 5IIss. M En 5?@ se usan tselem ! demuth juntas$ mientras que en 5?Q ! A@ se usa sólo tselem$ ! en B5 sólo demuth. En B> aparecen de nuevo los dos términos aplicados a et$ de quien se dice que "ue engendrado 7a la semejanza ! según la imagen8 de 2d+n. B La -iblia de Herusalén recoge en una nota la tesis de algunos estudiosos según la cual el propósito de 7semejanza8 es atenuar el sentido de 7imagen8 a "in de mostrar que el parecido entre el 4ombre ! su 1reador no es igualdad. #ara una re"utación de esta posición$ véase everino 1roatto$ "l hombre en el m#ndo$ creación % designio$ La 2urora$ -uenos 2ires$ 5AQM$ pp. 5Q?=5Q> ! 5JB n. 5M. 1roatto conclu!e que 7los dos términos se complementan en cuanto establecen una relación de unidad ! RaproximaciónK entre dos seres u objetos8 /p. 5Q>0. @ Kirchliche Dogmatik &&&$ 5$ pp. 5J?=??I.
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<. 1. -erOouSer Q ha objetado la ambigTedad en que cae -arth al usar a la pareja humana como el modelo de la relación interpersonal /la relación entre el 7!o8 ! el 7tú80 ! a la vez poner én"asis en la di"erencia sexual entre el hombre ! la mujer /la di"erenciación sexual0 como el contenido mismo de la imagen. 2unque no se puede negar que ha! una conexión entre la imagen de 'ios ! la capacidad que tiene el ser humano de relacionarse con el prójimo$ el texto no da pie a la interpretación según la cual la 7analogía de la relación8 agota el sentido de la imago Dei. La investigación del signi"icado que tenían las im+genes antiguamente en el edio Griente ha arrojado resultados positivos para la interpretación de <énesis 5?@=?J. La conclusión es que según la 7ideología real8 di"undida en el mundo antiguo$ especialmente en Egipto$ el re! es la imagen de 'ios ! como tal lo representa ante sus súbditos.J La imagen del re!$ por otro lado$ representa a éste en la tierra conquistada.A Estas ideas no est+n lejos del texto bíblico el 4ombre es la imagen de 'ios porque lo representa ! est+ investido de su autoridad. La "igura de la imagen cobra aún m+s "uerza cuando se toma en cuenta que la expresión aparece en un contexto en el cual se destaca la trascendencia de 'ios. El 'ios a quien se parece el 4ombre es el 'ios que crea el universo ! los seres vivientes por medio de su palabra$ pero luego hace una imagen de sí mismo ! la coloca en el mundo como su representante% es el 1reador que implanta en el 4ombre su propia creatividad ! lo hace su propio lugarteniente$ le encomienda la ma!ordomía de su creación. #ara la ideología real oriental sólo el re! representa a 'ios% para la revelación bíblica el 4ombre /! consecuentemente todos los hombres ! todas las mujeres0 es la imagen del 1reador en el mundo. 2sí$ pues$ el signi"icado esencial de la descripción del 4ombre como la imago Dei es el car+cter representativo que el 4ombre tiene respecto a 'ios. Esta interpretación que se desprende del contexto histórico del pasaje bíblico es rati"icada por la conexión que el texto establece entre la intención divina respecto a la creación del ser humano en <énesis 5?@ /74agamos al 4ombre a nuestra imagen$ con"orme a nuestra semejanza% ! se&oree...80 ! la narración misma de la creación en <énesis 5?Q=?J /7( creó 'ios al hombre a su imagen... !... dijo 6ructi"icad ! multiplicaos% llenad la tierra$ ! sojuzgadla$ ! se)oread...80. 2l 4ombre como su imagen 3su representante3 le da la "acultad de reproducirse ! le encomienda la ma!ordomía del mundo.5I La tarea humana "undamental es el gobierno de la realidad creada$ en representación de 'ios ! bajo su autoridad. Uste es el 7mandato cultural8$ en cu!o cumplimiento el ser humano mani"iesta que en e"ecto es imago Dei. El 4ombre completo 3el 4ombre como ser som+tico ! espiritual3 se asemeja a 'ios porque a él le ha sido encomendada la ma!ordomía de la creación. ( allí radica la base de la responsabilidad humana en el uso ! cuidado de los recursos naturales$ ! en el desarrollo cientí"ico ! tecnológico. En relación con nuestro tema cabe destacar$ sin embargo$ que <énesis 5?@=?J no deja lugar a dudas acerca de la di"erenciación sexual entre el hombre ! la mujer$ la identidad de los dos miembros del binomio como imago Dei$ ! su común vocación en el mundo. Las tres verdades "undamentales para la relación hombre,mujer quedan comprimidas en pocas palabras. En primer lugar$ el 4ombre a quien 'ios crea no es asexual ni andrógino sino el ser humano varón ! el ser humano hembra. La di"erenciación entre la sexualidad masculina ! la sexualidad "emenina no es$ pues$ resultado de la caída$ sino un elemento constitutivo de la creación arquetípica. 1uando 'ios creó al 4ombre a su imagen$ 7varón ! hembra los creó8 /v. ?Qb0. En segundo lugar$ tanto el hombre como la mujer son creados a imagen ! semejanza de 'ios. 'e su semejanza con 'ios derivan los dos su dignidad humana. La imago Dei est+ en la esencia misma de su ser de tal modo que ni aún el pecado puede destruirla /c". A0. 1uando 'ios creó al Q Man: the Image of God$ Eerdmans$ . J 1". everino 1roatto$ op. cit .$ pp. 5Q>=5QB. A 1". '. H. 2. 1lines$ 7he &mage o"
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Dios $
1erteza$ -uenos
4ombre como varón ! hembra$ 7a imagen de 'ios los creó8 /v. ?Qa0. El mismo pensamiento es con"irmado de nuevo m+s adelante$ en <énesis B5=? 7El día en que creó 'ios al 4ombre$ a semejanza de 'ios lo hizo. Narón ! hembra los creó% ! los bendijo$ ! llamó el nombre de ellos 2d+n V4ombreW$ el día en que "ueron creados8. i el varón ! la hembra 3según la -iblia3 se asemejan a 'ios$ nos parece demasiado aventurado a"irmar que el 'ios de la -iblia "uera concebido como un 'ios masculino. 1omo ha demostrado ar! 4a!ter en su excelente estudio exegético intitulado The (e) "*e in Christ $ el género masculino del vocabulario bíblico relativo a 'ios no signi"ica que éste "uera pensado como una deidad masculina. #or lo menos en el caso del 2ntiguo estamento 3dice 4a!ter3 tal vocabulario re"leja una sociedad dominada por el hombre pero a la vez muestra que$ en un mundo cu!o pensamiento religioso ponía én"asis en la actividad sexual entre dioses ! diosas$ &srael se es"orzó por separar a la #ersona de 'ios de toda esa trama de mitos ! ritos vinculados a la sexualidad. #ara esta estudiosa$ la "rase clave para entender el concepto hebreo de la sexualidad en 'ios es su 7trascendencia de toda sexualidad8. egún el 2ntiguo estamento$ 'ios trasciende la distinción varónXhembra. La sexualidad es creación de 'ios% por lo tanto$ es buena intrínsecamente. in embargo$ sigue siendo parte de la creación ! no debe ser con"undida con el 1reador$ que est+ mu! por encima de lo creado.55 En todo caso$ si se quisiera insistir en a"irmar la presencia de sexualidad en 'ios$ el solo hecho de que el 4ombre ha!a sido creado como varón ! mujer sugiere que sería m+s bíblico decir que en 'ios se integran la masculinidad ! la "emineidad en per"ecta armonía% que él incorpora ! a la vez trasciende la di"erenciación sexual humana creada por él. En tercer lugar$ tanto al hombre como a la mujer les son dadas la tarea de reproducirse ! la ma!ordomía de la creación. 'esde el comienzo mismo de la creación el 4ombre es varón ! hembra llamados a compartir una común vocación de representar a 'ios en el mundo. 2 ambos los bendijo ! les dijo 76ructi"icad ! multiplicaos% llenad la tierra$ ! sojuzgadla$ ! se)oread...8 /v. ?J0. ;o ha! la menor sugerencia aquí de que el varón tenga ma!or responsabilidad por la ma!ordomía de la creación ! la hembra ma!or responsabilidad por la reproducción. 1omo imagen de 'ios$ ambos comparten una común humanidad ! una común vocación en el mundo. 2penas se puede exagerar la importancia que el reconocimiento de la m#+er /! no sólo el hombre0 como la imagen de 'ios tiene para la relación hombre,mujer. 2un ho! la sociedad en general est+ organizada de acuerdo con pautas dictadas por un machismo que resulta en una triste negación de la vocación humana de la mujer. 4a! la idea de que a ésta le corresponde cumplir el mandato de "ructi"icar ! multiplicarse$ puesto que est+ hecha para ser madre ! esposa$ mientras que el mandato cultural est+ reservado para el hombre. Usta es una tergiversación de la ense)anza bíblica$ tergiversación de la cual se desprende la reducción de la mujer a un estado de in"erioridad respecto al hombre$ inclusive en la &glesia. En 2mérica Latina el problema cobra dimensiones de tragedia. ;o se toma en cuenta que tanto en el caso de la hembra como en el del varón$ por encima del sexo est+ su común humanidad ! que su realización como ser humano depende del cumplimiento de su vocación como imagen de 'ios. 'esde una perspectiva bíblica$ no se puede de"inir el rol de la mujer exclusivamente en términos de matrimonio ! maternidad "ísica. iene que de"inirse sobre la base del mandato de 'ios el mandato a ejercer el dominio sobre la creación$ bajo la soberanía de 'ios ! en estrecha colaboración con el hombre. +s importante que la "emineidad de la mujer es su humanidad. #or eso$ la primera preocupación de la mujer no puede ser casarse ! tener hijos. i a veces lo es$ eso se debe a que la mujer a través de los siglos ha internalizado una imagen de sí misma que le ha sido impuesta por el sexo masculino. La tarea prioritaria de la mujer se deriva directamente del hecho de haber sido creada a
55 ar! 4a!ter$ The New Eve in Christ: The Use and A!se of the "ile in the Deate ao!t #omen in the Ch!rch $ Eerdmans$ J.
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imagen ! semejanza de 'ios. u lugar en el mundo no depende únicamente del género sino de su vocación% no de la biología sino del mandato de 'ios.5? in embargo$ esto no niega la di"erenciación sexual hombre,mujer. El 4ombre que 'ios creó a su imagen se da en la historia necesariamente como varón o hembra. El sexo masculino ! el sexo "emenino "ueron creados por 'ios$ ! la di"erenciación sexual ! la complementariedad de los sexos "orman parte de la estructura misma de la historia humana. ;i el varón ni la mujer puede cumplir la vocación del 4ombre sin el aporte el otro. (erra$ por lo tanto$ quien piensa que para luchar por la reivindicación de los derechos de la mujer es necesario rechazar la maternidad o negar las di"erencias que existen entre ella ! el hombre. El es"uerzo por eliminar las di"erencias sólo puede conducir a una situación arti"icial$ con el peligro de que la mujer termine por concebir su liberación en términos de una imagen de la 7mujer liberada8 que le impone /Yotra vezZ0 el hombre.5> El camino de la liberación de la mujer no est+ en la negación de los atributos de su "emineidad$ inclu!endo su capacidad maternal$ sino en la integración plena de la mujer como m#+er en un pro!ecto de vida que dé expresión a su vocación humana. 2l 4ombre como imago Dei 'ios le ha encomendado la ma!ordomía del mundo. El hombre ! la mujer por igual se realizan como seres humanos en la medida en que ejercen esa su vocación en obediencia a 'ios ! en estrecha colaboración mutua.
La mujer$ 7a!uda idónea8 del hombre En el capítulo 5 de <énesis el én"asis est+ en los orígenes del cosmos ! el lugar que el 4ombre ocupa en él en su calidad de imagen de 'ios. En el capítulo ?$ en cambio$ el én"asis se desplaza del cosmos a la humanidad. El rico simbolismo de la narración comunica con "uerza la vinculación del ser humano con la naturaleza /el hombre es hecho del polvo de la tierra0 ! con 'ios$ de quien recibe el aliento de vida /v. Q0. El capítulo ? reitera así las a"irmaciones b+sicas que aparecen en el capítulo 5 en cuanto al 4ombre que éste guarda continuidad con la creación /"ue hecho el sexto día0 ! que mantiene una relación especial con 'ios /es su imagen0. i en el capítulo 5 se presenta al 4ombre como la culminación de toda la obra creadora de 'ios$ en el capítulo ? se ausculta la naturaleza de la relación entre los dos integrantes de la pareja humana. 2quí apenas podemos anotar los én"asis principales que surgen del an+lisis del texto. Lo primero que se debe notar es que la creación de la mujer en este contexto responde a la necesidad que el hombre tiene de compa)erismo /50. En contraste$ en el capítulo ? se asevera que$ después de hacer al hombre ! colocarlo en el huerto del Edén$ 'ios dijo 7no es bueno que el hombre esté solo8 /v. 5J0. La in"erencia es clara el hombre no "ue creado para la 5? Dna de las consecuencias pr+cticas de esta manera de ver a la mujer es que entre las condiciones indispensables para que ésta "orme un hogar "eliz sobresale que como ser h#mano ha!a alcanzado un grado de madurez psicológica que le permita vivir plenamente aunque nunca llegue a casarse. Lo mismo$ por supuesto$ se aplica al hombre. Hacques Leclercq est+ en lo correcto cuando a"irma que 7ser+ un matrimonio "eliz aquel que una a dos jóvenes capaces de desenvolverse cada uno por sí mismo8 / La m#+er, ho% % ma&ana$ ígueme$ alamanca$ 5A@J$ p. 55B0. 5> 2quí radica el problema de mucho de lo que quisiera pasar por de"ensa de los derechos de la mujer en el movimiento "eminista. egún se)ala Enrique E. 6abbri$ 7es toda la in"raestructura de la sociedad de consumo ! bienestar puramente material la que est+ implícitamente interesada en negar que el desarrollo ! plenitud de la mujer pasa por su realización maternal$ "ísica o puramente espiritual$ pero siempre humana... Esta sociedad teme a la mujer verdadera$ plenamente realizada por su espíritu maternal$ ! por eso la rebaja$ la ironiza$ la desprecia como !a sin cabida en este mundo de la Rnueva moralK8 /7La mujer joven presente ! "uturo8$ Criterio 5B@A$ 5I de abril de 5A@A$ p. ?IA0. 5M egún everino 1roatto$ éste es 7el único relato independiente de la creación de la mujer en todo el 2ntiguo Griente8 /Crear % amar en libertad $ La 2urora$ -uenos 2ires$ 5AJ@$ p. AM0.
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soledad sino para la comunión$ para la comunicación con el otro. odo individualismo /el én"asis unilateral en la realización o la libertad individual0 queda descartado en el origen mismo de la historia. #ero el compa)erismo que requiere el hombre no pueden proveerlo los animales a quienes él nombra /v. 5A0 ! con los cuales mantiene una di"erencia esencial como ser humano que él es. #or eso 'ios crea a la mujer como 7a!uda idónea8 /’ezer kenegdo 0 del hombre /vv. 5J$ ?I0. uchos intérpretes han querido encontrar en la narración de la creación de la mujer base para a"irmar que la -iblia ense)a la in"erioridad del sexo "emenino ! la superioridad del masculino. om+s de 2quino$ por ejemplo$ dejó de lado las perspectivas que da <énesis 5 respecto a la relación hombre, mujer ! dedujo de <énesis ? que 7la mujer ha sido hecha para a!udar al hombre$ pero solamente en la reproducción8.5B La misma lectura machista del texto aparece en tiempos modernos en autores como . -. 1larO quien dice que <énesis describe el lugar de la mujer en el matrimonio como 7una a!udante del hombre en la tarea de establecer un hogar ! una "amilia8.5@ 1aben aquí dos observaciones. En primer lugar$ nada en el texto sugiere que la mujer sería 7a!uda idónea8 del hombre exclusivamente en la reproducción. i ese "uera el caso$ <énesis ? entraría en contradicción con <énesis 5$ donde$ como hemos visto$ el hombre ! la mujer$ como imago Dei$ reciben de 'ios una común vocación que inclu!e la procreación ! la ma!ordomía de la creación. En segundo lugar$ de la descripción de la mujer como 7a!uda idónea8 del hombre no puede deducirse que el hombre sea jer+rquicamente superior a ella ! la mujer jer+rquicamente in"erior a él. El sentido de ’ezer kenegdo aquí no es de 7a!udante subordinada8$ como si la mujer hubiese sido hecha para ser una esclava doméstica puesta al servicio del hombre. 'e las veintiún veces que aparece el término ’ezer en el 2ntiguo estamento$ quince sirven para describir a 'ios como 7a!uda8 de personas en situaciones de necesidad. La connotación del término se re"leja$ por ejemplo$ en el almo 55B$ donde dice 7Gh &srael$ con"ía en Hehov+% él es tu a!uda ! tu escudo. 1asa de 2arón$ con"iad en Hehov+% él es vuestra a!uda ! vuestro escudo. Los que teméis a Hehov+$ con"iad en Hehov+% él es vuestra a!uda ! vuestro escudo8 /vv. A$ 5I$ 550. En <énesis ?5J ! ?I se describe a la mujer como 7a!uda idónea8 o 7a!uda que le corresponda8 /1roatto0 al hombre porque ella est+ en condiciones de liberarlo a éste de su soledad$ ! esto por dos razones /50 #orque$ en contraste con los animales$ entre los cuales 7para 2d+n no se halló a!uda idónea para él8 /v. ?I0$ ella$ ! ella sola$ es igual a él como el varón$ ella se parece a 'ios$ ! comparte con el varón su humanidad.5Q /?0 #orque es mujer 3una persona de sexo "emenino3 !$ por lo tanto$ distinta de él. La descripción de la mujer como ’ezer kenegdo no apunta a la in"erioridad de la mujer respecto al hombre sino a la relación mutua de dos personas que se complementan entre sí. #or eso$ a la mujer que 'ios le hace ! le presenta como compa)era$ el hombre la reconoce como hueso de sus huesos ! carne de su carne ! le da$ no un nombre cualquiera /como en el caso de los animales$ sobre los cuales ejerce dominio0$ sino el su!o propio 7Usta ser+ llamada Ishah /varona0 porque del Ish /varón0 "ue tomada8 /v. ?>0. La igualdad ! la distinción de la mujer con re"erencia al varón est+n en la base misma del matrimonio. on los "actores que hacen posible la complementación mutua de la cual la pareja humana deriva su sentido. La di"erenciación sexual no encuentra su justi"icativo en la reproducción$ sino en la unión de dos seres que se complementan entre sí. Esto explica cómo es posible que <énesis ? se re"iera 5B -#ma teológica &a.A?.5. 5@ 1itado por ar! 4a!ter$ op. cit .$ p. 5I5. 5Q 7Lo primero que llama la atención al observador super"icial es que las mujeres no son como los hombres... #ero lo "undamental es que las mujeres se parecen a los hombres m+s que a cualquier otra cosa en el mundo. on seres humanos8 /'oroth! a!ers$ Are #omen $!man%& &nter,Narsit! #ress$ 'oSners Q0.
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a la pareja humana ! aluda al acto sexual sin mencionar la procreación en el contexto del matrimonio la mujer vale porque como ser humano de sexo "emenino ella sola est+ en condiciones de completar al hombre. Esta complementación mutua entre el hombre ! la mujer es su"iciente de por sí para explicar la existencia de la di"erenciación sexual. 1omo escribe Gtto #iper 2l darle al hombre una mujer$ ! no otro hombre$ para que lo acompa)e$ 'ios indica que la di"erenciación sexual tiene signi"icado aparte de la procreación$ ! que el compa)erismo entre el esposo ! la esposa debe ser considerado como la m+s grande bendición de la vida.5J 2sí$ pues$ la relación hombre,mujer no puede de"inirse en términos de una di"erenciación jer+rquica entre un ser superior ! un ser in"erior$ sino en términos de una di"erenciación "uncional entre dos seres humanos en pie de igualdad. egún la ense)anza bíblica$ la intención central de 'ios en la creación de la pareja "ue que entre el hombre ! la mujer se estableciera un compa)erismo íntimo$ una dependencia mutua basada en la naturaleza complementaria de los cón!uges. La complementariedad de los sexos no puede reducirse a lo biológico abarca la totalidad de la persona$ tanto del varón como de la mujer$ ! comunica a todas sus relaciones mutuas una dimensión sexual. #orque el hombre ! la mujer son ig#ales$ !a que ambos "ueron creados a imagen ! semejanza de 'ios ! comparten una común vocación en el mundo$ deben respetarse ! amarse mutuamente. #orque son diferentes$ pueden ejercer "unciones distintivas$ sin negar o usurpar el rol del otro$ o pretender realizarse en total independencia del otro$ !a que el hombre descubre su identidad masculina "rente a la mujer$ ! la mujer descubre su identidad "emenina "rente al hombre. 2ún m+s "undamental que la "unción de la mujer en la relación matrimonial es la vocación que ella tiene como imagen de 'ios. in embargo$ "unción ! vocación no son ideas antitéticas. Es obvio que para la mujer casada el pro!ecto de vida en el cual cumple su vocación de imagen de 'ios tiene que incluir$ por lo menos en parte$ el rol de esposa ! de madre. El casarse no es condición ineludible para que la mujer se realice como ser humano% pero si la mujer se casa con sentido de vocación$ en el matrimonio ! la maternidad encuentra un medio de servicio a 'ios ! de realización personal. Entiéndase bien no estamos aquí abogando por la reclusión de la mujer al hogar o negando que ha!a otras maneras$ aparte del matrimonio ! la maternidad$ por medio de las cuales la mujer puede realizarse como persona. Lo que negamos es que la reivindicación de los derechos de la mujer pase por el menosprecio del rol de la mujer como esposa ! como madre o por el desconocimiento de las di"erencias "uncionales entre el hombre ! la mujer. La igualdad entre el hombre ! la mujer no signi"ica que los dos son idénticos es m+s bien una igualdad en el contexto de la complementariedad mutua$ una complementariedad que se extiende m+s all+ de lo meramente "isiológico$ a lo psicológico. En el marco de la interpretación bíblica de la sexualidad humana se puede entender el verdadero signi"icado del acto sexual. i la sexualidad est+ enraizada en la creación misma como algo que orienta ante todo a la complementación mutua del hombre ! la mujer$ la unión carnal tiene que entenderse como un acto en el cual los cón!uges dan expresión al hecho de haber sido creados el uno para el otro ! experimentan esa íntima comunión que de"ine el propósito de su sexualidad. En otras palabras$ el acto sexual tiene una "unción esencialmente #niti*a. #or medio de él el hombre ! la mujer alcanzan la unidad "ísica ! psicológica a la cual se re"iere la m+s b+sica de todas las a"irmaciones bíblicas relativas al sexo 7los dos ser+n una sola carne8 /50. En la providencia de 'ios$ el acto "ísico viene a ser la expresión de sentimientos tan pro"undos que no pueden ser expresados con palabras el signo exterior ! visible de una gracia espiritual. La unión es m+s que una experiencia "ísica% es también una experiencia emocional pro"unda ! conmovedora$ tal que ambos participantes quedan comprometidos en la totalidad de su ser.5A Esto no niega la relación entre el acto sexual ! la procreación. implemente a"irma que según la -iblia el deseo sexual no se orienta hacia el "ruto de la unión con!ugal$ sino hacia la unión misma$ a 5J The "ilical 'iew of (e) and Marriage $ 1harles cribnerKs ons$ ;ueva (orO$ 5A@I$ p. >I. 5A tuart -arton -abbage$ Dios creó el seo$ 1erteza$ -uenos 2ires$ p. ?>. Q
ese 7conocerse8 mutuo que hace del hombre ! la mujer 7una sola carne8. El signi"icado de la sexualidad no debe de"inirse a partir de sus consecuencias /los hijos0 sino a partir de su causa /el hombre ! la mujer "ueron creados con la capacidad de complementarse mutuamente0. 2ntes del 7"ructi"icad ! multiplicaos8 de <énesis 5?J est+ el 7varón ! hembra los creó8 de <énesis 5?Q. La primera responsabilidad de los esposos no es la transmisión de la vida sino la entrega mutua en amor$ la aceptación gozosa de la sexualidad propia ! de la sexualidad del cón!uge. Limitar la sexualidad a la "unción biológica de la reproducción$ o poner a ésta por encima de la relación entre los cón!uges$ es vaciarla de su sentido personal ! colocar a la pareja humana en el mismo nivel que los animales. #recisamente la pérdida de la perspectiva bíblica del sexo como algo que est+ en la esencia misma del 4ombre hecho a la imagen de 'ios "ue lo que condujo a algunos pensadores cristianos antiguos a de"inir la sexualidad humana exclusivamente en términos de la reproducción.?I egún an 2gustín$ por ejemplo$ el acto con!ugal es un acto 7bestial8 ! vergonzoso% lo único que lo justi"ica como 7mal necesario8 es la exigencia de la preservación de la raza. egún om+s de 2quino las relaciones sexuales pertenecen al orden genérico 3a aquello que el hombre tiene en común con los animales3 ! se ajusta$ por lo tanto$ a las le!es propias de su naturaleza biológica. La raíz de tales ideas no est+ en la revelación bíblica$ sino en conceptos importados del paganismo$ particularmente de la "iloso"ía estoica ! la neopitagórica. Lamentablemente este en"oque$ auspiciado por siglos por la &glesia 1atólica Comana$?5 ha ejercido tanta in"luencia en nuestra cultura que para mucha gente en nuestro medio el acto sexual en el contexto del matrimonio requiere siempre como justi"icativo la necesidad de transmitir la vida. Drge el redescubrimiento del propósito unitivo de la sexualidad humana. El acto sexual entre el hombre ! la mujer es la consumación de una unión personal ! deja en los cón!uges una huella imborrable. #ara el ser humano$ en contraste de lo que es para los animales$ el acto sexual establece entre los cón!uges un vínculo caracterizado por una dependencia mutua que marca a los dos permanentemente. En palabras de #iper$ 7una experiencia sexual no es sólo existencial$ relacionada al ego del individuo$ sino que también da como resultado una conexión crítica con el cón!uge8.?? ;o puede ser una experiencia pasajera$ de cu!os e"ectos los participantes puedan desembarazarse a gusto. En el propósito de 'ios cumple la "unción de unirlos en #na sola carne. 'e ese propósito unitivo de la sexualidad humana se deriva la a"irmación de la "idelidad como un elemento "undamental del matrimonio. 'esde la perspectiva cristiana$ dado el car+cter de la unión sexual$ ésta sólo puede consumarse dentro del marco de la promesa de "idelidad por parte del hombre ! la mujer. 6uera de ese marco el coito pierde su dimensión humana 3se 7animaliza83 puesto que no reconoce el verdadero propósito de la sexualidad humana. En el an+lisis "inal$ "rente a la cuestión de la 7exclusividad8 ! la durabilidad del matrimonio sólo ha! dos alternativas o se concibe el acto sexual como una experiencia que envuelve toda la persona ! por lo tanto une a los cón!uges permanentemente en un matrimonio 7homogéneo8$ o se lo concibe como una experiencia genital incidental que no implica ninguna obligación duradera para los que participan en ella. Hesús rati"icó la primera alternativa cuando condenó el divorcio apelando a la naturaleza exclusiva de la unión que se establece en el acto sexual /t. 5A>=A0. 1uando el matrimonio se rige de acuerdo con el propósito unitivo de la sexualidad$ el valor de la mujer no depende de su capacidad para ser madre$ para 7dar hijos al esposo8. 'epende m+s bien del hecho de ser mujer !$ como tal$ no una posesión del esposo$ sino su 7a!uda idónea8$ la única persona ?I Néase '. ullivan$ 7La historia del pensamiento católico sobre la anticonceptividad8$ [illiam -irmingham$ ed.$ #hat Modern Catholics Think ao!t "irth Control $ he ;eS 2merican Librar!$ ;ueva (orO$ 5A@M$ pp. ?J=Q>. ?5 Este en"oque es el presupuesto de mucha de la ense)anza católico,romana que guarda conexión con el e)or. #or ejemplo$ la relativa al dogma de la inmaculada concepción$ la virginidad de aría después del nacimiento de Hesús$ el celibato ! el control de la natalidad. ?? Gtto #iper$ op. cit.$ p. ?A.
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con la cual puede actualizar la relación de la primera pareja 7( estaban ambos desnudos$ 2d+n ! su mujer$ ! no se avergonzaban8 /
El hombre ! la mujer en <énesis > La intención original de 'ios para la relación hombre,mujer "ue la mutua complementariedad. 'os seres ontológicamente iguales ! "uncionalmente distintos "ueron colocados "rente a "rente con una vocación común como imago Dei en el mundo. 9#or qué$ entonces$ la mujer experimenta con tanta "recuencia una absoluta disociación entre la vocación humana ! la "unción que est+ llamada a cumplir en relación con el hombre: e han ensa!ado muchas respuestas. La ma!oría de las veces la discusión se ha polarizado entre los de"ensores de un "eminismo que quisiera echar por la borda todo rasgo de "emineidad que distingue a la mujer$ a "in de comprobar la igualdad con el hombre$ ! los de"ensores de un machismo que proclama la superioridad indiscutible del hombre. La raíz del problema desde la perspectiva bíblica est+ en la división que se introdujo entre el hombre ! la mujer como consecuencia de la caída /<énesis >0. Los capítulos 5 ! ? de <énesis muestran que la relación hombre,mujer$ de acuerdo con el propósito de 'ios$ sería complementaria pero no intercambiable$ unitiva pero no uni"orme$ recíproca pero no idéntica para los dos sexos. La vocación de la mujer no dependería de la biología pero tampoco la desconocería. 7ientras sean sólo las mujeres ! no los hombres los que dan a luz ! amamantan a los hijos$ el +mbito de las mueres seguir+ siendo esencialmente di"erente del de los hombres8.?> El problema es que$ como muestra la narración de la caída en <énesis >$ el pecado ha trans"ormado la di"erenciación sexual /sin la cual no sería posible la complementación mutua entre el hombre ! la mujer0 en una tr+gica polarización entre los sexos. e)ala 1roatto$ 7desde el punto de vista narrativo$ el programa de (avé tejido paso a paso en el capítulo ? se desvía por la "uerza de un antiprograma sugerido por un personaje nuevo$ la serpiente8.?M Dna primera se)al de la separación entre el hombre ! la mujer$ consecuencia del pecado$ es la vergTenza que los dos sienten uno "rente al otro al darse cuenta de que est+n desnudos /v. Q0. La desnudez inocente de <énesis ??B /7( estaban ambos desnudos$ 2d+n ! su mujer$ ! no se avergonzaban80 se torna en una desnudez sospechosa indicativa de una ruptura de la intimidad mutua ! de la comunión con 'ios. \ueda comprobado que la promesa de la serpiente$ 7seréis como 'ios8 /B0$ ha sido espuria en vez de conocer 7el bien ! el mal8$ el hombre ! la mujer conocen su propia alienación$ de 'ios ! del prójimo. La alienación entre el hombre ! la mujer vuelve a mani"estarse elocuentemente en la disculpa que el hombre o"rece a 'ios por su pecado 7La mujer que me diste por compa)era me dio del +rbol$ ! comí8 /5?0. &ndirectamente$ 'ios queda implicado en la desobediencia de 2d+n por haber hecho a la mujer ! habérsela traído / sugiere que el 7comer8 del hombre$ no el de la mujer$ es el epicentro de <énesis ? ! >$ lo cual 7responsabiliza al hombre como principal$ aunque no ?> Emil -runner$ *ove and Marriage $ 1ollins$ Londres$ 5AQI$ p. ??>. ?M Crear % amar en libertad $ p. AA. La serpiente es$ 7entre otras cosas$ el símbolo del R"uera del hombreK en la cuestión del origen del mal8 / ibíd .$ p. 5I>0. Lo que la caracteriza es que es astuta /v. 50 ! enga)adora /v. 5>b0. 1on el tiempo$ el machismo de muchos teólogos usar+ los mismos cali"icativos para re"erirse a la mujer. ?B 1". 4a!ter$ op. cit .$ pp. 5I>=5IM% 1roatto$ Crear % amar en libertad $ p. ?I>.
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primer$ transgresor del mandamiento8.?@ i es así$ este autor tiene razón en juzgar que 7la imagen tradicional de la mujer RtentadoraK es una lectura subrepticia in"iltrada en el texto8.?Q 1on esto parece concordar el apóstol #ablo$ para quien la desobediencia arquetípica$ por la cual el pecado ! la muerte entraron al mundo$ la cometió el hombre /Co. B5?0. La "ractura de la relación hombre,mujer causada por el pecado se re"leja$ adem+s$ en el doble su"rimiento a que la mujer se ve sujeta después de la caída el su"rimiento del parto /7con dolor dar+s a luz tus hijos8$ v. 5@b0 ! el su"rimiento de la dominación sexual que sobre ella ejerce su marido /7tu deseo ser+ para tu marido$ ! él se ense)orear+ de ti8$ v. 5@c0. 1abe anotar que lo que aquí tenemos no es prescriptivo sino descriptivo se trata del reconocimiento de una triste realidad que se desprende de la desobediencia a 'ios$ a saber$ que como madre ! como esposa$ la mujer su"re. 9'ónde queda la complementariedad con el hombre$ para la cual "ue creada: El cuadro de la relación hombre,mujer en esta situación se completa con el nombre que el hombre da a la mujer después de la caída 7( llamó 2d+n el nombre de su mujer$ Eva /de jaSS+$ 7viviente8 o 7dadora de vida8 madre0$ por cuanto ella era madre de todos los vivientes8 /v. ?I0. Nale observar que el nombre que ahora la mujer recibe del hombre la de"ine como un medio para alcanzar un "in /los hijos0% alude a la maternidad sin hacer re"erencia a la complementariedad con el hombre para la cual la mujer "uera creada. Ella deja de ser la compa)era con quien él comparte toda su vida$ su 7a!uda idónea8$ Ishah$ hueso de sus huesos ! carne de su carne$ ! pasa a ser valorada por su capacidad de engendrar hijos. En adelante$ esa cosi"icación de la mujer por parte del hombre ser+ característica de la actitud de éste hacia ella. La mujer$ por su parte$ estar+ escindida entre su deseo de darse a su esposo ! el temor de perder su libertad. Los e"ectos de la caída aparecen así en el matrimonio con toda la carga de tragedia resultante del pecado. 7La primera división en la humanidad no "ue entre se)or ! esclavo$ oligarca ! proletario$ sino entre el varón ! la mujer8.?J En "orma curiosa$ el único otro pasaje de <énesis en que se menciona a Eva por nombre es M5. En e"ecto$ aunque es obvio que la expulsión del huerto de Edén descrita en >??=?M a"ecta al hombre ! a la mujer juntos$ en este pasaje se usa !dam en sentido genérico para re"erirse a los dos$ lo cual mantiene visible al varón a riesgo de sumir a la mujer en el olvido. La humanidad queda instalada en un mundo caído$ androcéntrico. ;o es de sorprenderse que toda la historia que se narra en el 2ntiguo estamento a partir del capítulo M de <énesis sea un drama en que predominan los hombres. Esto no niega$ por supuesto$ la importancia de mujeres excepcionales como 'ébora$ 2na$ 2bigail$ ;oemí ! Cuth$ cu!a presencia en el 2ntiguo estamento nos recuerda que cuando 'ios creó al 4ombre$ 7a imagen de 'ios lo creo% varón ! hembra los creó8 /
En el Ceino de 'ios$ 7no ha! varón ni mujer8 ?@ 1roatto$ Crear % amar en libertad $ p. 5@J. ?Q /bíd .$ p. ?IB. ar! 4a!ter$ por su parte$ sostiene que la razón por la cual <énesis > establece una relación entre la serpiente ! la mujer es la estrecha conexión entre la serpiente ! el culto a la "ertilidad$ caracterizado por la pr+ctica de la prostitución ! de ritos licenciosos. 7-ien puede ser que el papel que se le da a la serpiente ha!a querido destacar que la "ascinación del culto a la "ertilidad$ lejos de generar vida$ conducía a la muerte. #restar atención a la voz de la serpiente$ seguir las atracciones enga)osas de la religión de la naturaleza$ era desobedecer a (ahSeh$ el 1reador ! vivi"icador8 / op. cit.$ p. 5IM0. #ara esta autora$ el rechazo del culto a la 'iosa en el 2ntiguo estamento obedece igualmente a la sospecha hacia el culto a la "ertilidad$ común en el edio Griente$ ! no "ue una mera expresión del machismo característico del pensamiento hebreo / op. cit.$ pp. 5Q=5J0. ?J -eatriz elano de 1ouch$ La m#+er % la iglesia$ El Escudo$ -uenos 2ires$ 5AQ?$ p. ??.
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La encarnación se)ala el advenimiento de una nueva era. Es la era del Ceino de 'ios$ hecho presente en la persona de Hesucristo. Es la era del ;uevo 4ombre$ el segundo 2d+n por medio del cual 'ios quiere restaurar el propósito inicial de la creación. La obra de Hesucristo$ cumplida en su muerte ! resurrección$ se dirige a la totalidad de la existencia humana. ;o tiene que ver exclusivamente con la salvación del alma$ ni se limita al aspecto religioso de la vida. oca al ser humano$ hombre o mujer$ aquí ! ahora$ en el centro mismo de su personalidad ! trans"orma todas sus relaciones. e orienta a la restauración de la imagen de 'ios en el 4ombre.?A Usta es la convicción que hace posible que el apóstol #ablo proclame la desaparición de las divisiones entre los seres humanos en el contexto de la nueva era 7(a no ha! judío ni griego% no ha! esclavo ni libre% no ha! varón ni mujer% porque todos vosotros sois uno en 1risto Hesús8 /<+. >?J0. La idea central es clara la unidad de la humanidad$ basada en la creación pero a"ectada por el pecado$ ha sido restaurada por Hesucristo% por lo tanto$ !a no tienen vigencia las divisiones raciales$ sociales o sexuales que colocan a unos en rango de superioridad ! a otros en rango de in"erioridad. El antecedente m+s importante para esta 71arta agna de la humanidad8$ como denomina HeSett>I a <+latas >?J$ es la actitud de Hesús hacia todas las personas que en su propia sociedad judía eran víctimas de discriminación ! menosprecio$ entre ellas las mujeres. 2quí no ha! espacio para elaborar el tema. -aste decir que en su trato con las mujeres Hesús se atrevió a romper los c+nones de su propia cultura ! a reconocer la dignidad humana del sexo "emenino de manera sorprendente. ;o exagera tott cuando a"irma que 7sin alharacas ni publicidad$ Hesús acabó con la maldición de la caída$ devolvió a la mujer la nobleza que había perdido parcialmente$ ! restitu!ó en la nueva comunidad de su Ceino la bendición original de la igualdad sexual8.>5 &ndudablemente$ #ablo capta el espíritu revolucionario de Hesús en cuanto a la relación hombre, mujer cuando en <+latas >?J propone una igualdad de los sexos que contrasta notablemente con las actitudes de menosprecio hacia la mujer tan en boga en su tiempo. Leído a la luz de la narración de <énesis 5$ este pasaje muestra que en Hesucristo ha irrumpido en la historia una nueva humanidad en la cual es restaurada la imago Dei. En el 4ombre que 'ios creó a su imagen$ según <énesis 5?Q$ no había separación entre hombre ! mujer 7( creó 'ios al 4ombre a su imagen... varón ! hembra los creó8. En el ;uevo 4ombre$ según <+latas >?J$ 'ios ha reconstituido esa unidad esencial de los sexos 7;o ha! varón ni mujer8. La base de la unidad es 1risto en él 3en virtud de su incorporación en el segundo 2d+n3 los cre!entes$ judíos o gentiles$ esclavos o libres$ varones o mujeres$ "orman una 7personalidad corporativa8 en la cual desaparecen las divisiones. 4o!$ veinte siglos después de que #ablo escribiera esas palabras$ la uni"icación de los sexos /como la uni"icación de las razas ! las clases sociales0 realizada en Hesucristo est+ todavía por plasmarse en la historia. 2 pesar de la 7revolución de la mujer8$ cali"icada por Hacques Leclercq como 7el acontecimiento m+s importante de nuestro siglo8$>? en muchos lugares del mundo /inclu!endo a la 2mérica Latina0 la mujer sigue siendo considerada como un ser in"erior al hombre. 6recuentemente$ la &glesia misma sirve como rémora en lo que ata)e a la conquista de la igualdad de derechos para la mujer. 2 partir de la obra uni"icadora de Hesucristo$ los cristianos deberíamos ser los primeros en comprender que la construcción humana del "uturo no puede ser tarea exclusiva de los hombres requiere el aporte de hombres ! mujeres por igual. ;i siquiera podemos con"ormarnos con una mera igualdad de derechos en el campo social$ económico ! político. enemos que ir m+s all+$ hacia la meta de una sociedad en la cual hombres ! mujeres luchemos juntos por la justicia$ la paz ! la integridad de la creación. ?A 1". Horge 2. León$ La com#nicación del "*angelio en el m#ndo act#al $ #leroma$ -uenos 2ires$ 5AQM$ cap. &&$ pp. >5ss. >I #aul F. HeSett$ "l hombre como *arón % hembra$ 1aribe$ iami$ 5AQB$ p. 5BI. >5 Hohn tott$ op. cit.$ p. ?JQ. >? 0p. cit.$ p. 5M.
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arido ! mujer 7en el e)or8 i <+latas >?J apunta al capítulo 5 de <énesis$ E"esios B?5=>> apunta al capítulo ?. La misma obra salví"ica que ha hecho posible la uni"icación del hombre ! la mujer como imagen de 'ios también hace posible la restauración del propósito inicial de 'ios para el matrimonio.>> #ablo exhorta a las esposas a 7someterse8 /o 7sujetarse80 a sus maridos 7como al e)or8 /E". B??$ ?M0. #or otro lado$ a los esposos llama a amar a sus esposas 7así como 1risto amó a su iglesia8 /E". B?B$ ?J$ >>0. En la conclusión no deja lugar a dudas en cuanto al signi"icado concreto de la unidad con!ugal establecida en la creación misma de la pareja humana 7cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo% ! la mujer respete a su marido8 /v. >>0. in intentar una discusión exhaustiva de este importante pasaje$ me permito hacer las siguientes re"lexiones 5. La exhortación inicial al sometimiento mutuo /B?50 "orma parte en el original griego de una compleja cl+usula que se inicia con otra exhortación relativa a la plenit#d del "spírit# de Dios en la vida cristiana 7;o os embriaguéis con vino... antes bien$ sed llenos del Espíritu8 /B5J0. Lo que sigue son los resultados de la presencia del Espíritu a0 la alabanza comunitaria /v. 5A0% b0 el agradecimiento a 'ios /v. ?I0$ ! c0 el sometimiento mutuo /v. ?50. Este último resultado a su vez introduce una serie de aplicaciones pr+cticas del principio de sometimiento en las relaciones interpersonales en el seno de la "amilia cristiana entre esposo ! esposa /vv. ??=>>0$ padres e hijos /@5=M0$ amos ! siervos /vv. B=A0. e da por sentado que la conducta pr+ctica que se ajusta a la intención de 'ios para la "amilia /comenzando con la que ata)e a la pareja0 es expresión de la plenitud del Espíritu. El estilo de vida que se demanda de los cristianos es inseparable de la acción de 'ios ! eso lo distingue de todo legalismo. ?. La de"inición de la relación esposo1esposa precede a la re"erencia a los hijos porque en e"ecto los cón!uges se casan entre sí$ no con sus hijos. El matrimonio que permite que la "unción de esposos sea absorbida por la "unción de padres$ labra su propia destrucción. La pareja es el elemento constante de la "amilia ! la unidad de ésta depende de la unidad de aquélla. >. El én"asis est+ en las responsabilidades$ no en los derechos$ de cada uno de los cón!uges. El esposo que hace del llamado a la sumisión de la mujer /vv. ??=?M0 una consigna$ pero pasa por alto el llamado al amor$ dirigido a él /al cual el texto dedica ma!or atención que al anterior$ vv. ?B=>?0$ no ha entendido el propósito del pasaje. La exhortación a la mujer es inseparable de la exhortación al hombre. ( ambas exhortaciones se dan$ no a un hombre ! a una mujer cualesquiera$ extra)os entre sí$ sino a la m#+er casada ! al marido. En otras palabras$ se dan en el contexto de la unidad con!ugal$ de esa unidad en que #n hombre ! #na mujer asumen la responsabilidad de vivir su mutua complementariedad en el matrimonio. La dignidad de ambos sexos sub!ace todo el pasaje. e da por sentado que el hombre ! la mujer participan de la misma humanidad ! pueden$ por lo tanto$ relacionarse entre sí como personas de igual valor ! como agentes morales igualmente responsables. e equivoca HeSett cuando mantiene que las exhortaciones dirigidas a las esposas /B??0$ a los hijos /@50 ! a los esclavos /@B0 re"lejan las limitaciones históricas de #ablo$ explicables a la luz de su "ormación rabínica judía.>M En contraste con >> #or razones de espacio me limito aquí a una breve discusión de este pasaje$ el m+s rico de todo el ;uevo estamento en lo que concierne a la visión cristiana del matrimonio. En una discusión m+s completa habría que incluir también t. 5A>=5? ! 5 #. >5=Q. La problem+tica de la relación hombre,mujer en la iglesia requeriría otro estudio que tome mu! en cuenta 5 1o. 55?=5@ ! 5M>B=>@$ ! 5 i. ?55=5B. #or lo menos algunas de las di"icultades de estos pasajes se resolverían si conociéramos mejor el contexto histórico en los cuales "ueron escritos. 'e todos modos$ no nos parece correcto tratar de de"inir el ministerio de la mujer sobre la estrecha base de estos pasajes altamente controvertibles$ dejando de lado los amplios horizontes de la ense)anza bíblica sobre la mujer ! sobre el ministerio en la &glesia. >M #aul F. HeSett$ op. cit.$ pp. 5MB=5BI.
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las $a!stafeln de los estoicos$ en las cuales se exhortaba a personas investidas de autoridad a llevar una vida ética$ aquí se exhorta primero a las personas subordinadas socialmente$ sin estatus legal o moral en su propia cultura$ ! luego a las personas que las subordinan$ porque se da por sentado que unas ! otras tienen la responsabilidad moral de decidir .>B M. 1omo !a se ha se)alado$ la de"inición de responsabilidades especí"icas en la relación esposaXesposo est+ precedida por una ehortación general 7ometeos unos a otros en el temor de 'ios8 /v. ?50. G sea que la responsabilidad de 7sujeción8 por parte de la esposa ! la de 7amor8 por parte del esposo son las "ormas particulares en que cada uno por su cuenta ha de dar cumplimiento a esa s#misión recíproca que est+ en la base misma de toda relación interpersonal desde el punto de vista cristiano.>@ i es obvio que$ aunque el llamado al amor se dirige al esposo ! no a la esposa$ no por eso ésta queda eximida de amar$ también es obvio que$ aunque el llamado a la sujeción se dirige a la esposa ! no al esposo$ éste no queda eximido de someterse. Las exhortaciones particulares tienen el objeto de de"inir con ma!or precisión la responsabilidad de cada cón!uge$ subra!ando aquello que cada uno tiene que aportar a la relación matrimonial ella$ el respeto que salvaguarda la integridad del amor% él$ el amor que se hace acreedor al respeto. 2sí$ pues$ E"esios B??=>> exhorta a la esposa ! al esposo a vivir en su matrimonio la sumisión de Hesucristo$ cu!a actitud es el modelo de aquello que se requiere éticamente de todos los cre!entes 7;o hagan nada por rivalidad o por orgullo$ sino con humildad$ ! que cada uno considere a los dem+s como mejores que él mismo. ;inguno busque únicamente su propio bien$ sino también el bien de los otros8 /6il. ?>=M$ vp0. 'esde esta perspectiva$ nuestro pasaje de E"esios$ lejos de ser un cl+sico alegato 7machista8 explicable a la luz del condicionamiento del autor por parte de una sociedad acostumbrada a la opresión de la mujer$ presenta el matrimonio en un nuevo marco de re"erencia la unidad entre 1risto ! su &glesia 3en el cual los dos cón!uges$ hombre ! mujer$ se dan ! se reciben mutuamente como personas en un plano de igualdad. La retórica "eminista que est+ en boga ho! en día podr+ usar la exhortación de #ablo a la esposa a sujetarse a su esposo como un ejemplo de la exaltación del sexo masculino en el mundo antiguo. #ero para hacerlo tendr+ que extraerla de su contexto$ en el cual es obvio que la sumisión de la esposa no es m+s que una renuncia voluntaria a su autonomía$ en respuesta al amor que su esposo le brinda ! cu!a medida es nada menos que el amor de 1risto por su &glesia. La radicalidad de la ética cristiana no se detiene con una abstracta 7igualdad de sexos8 exige que el marido$ como 7cabeza de la mujer8 /v. ?>0$>Q sea el primero en abandonar su egoísmo ! se dé a su esposa en amor$ 7así como 1risto >B 1". Hohn 4. (oder$ 2es3s % la realidad política$ 1erteza$ -uenos 2iresX'oSners @ 7El término RsumisiónK no signi"ica$ ciertamente$ resignación. RumisiónK es mucho m+s activo$ mucho m+s voluntario ! de ningún modo "atalista. En el acto de sumisión ha! en juego una voluntad libre. El sentido etimológico de la palabra denota la acción de ponerse a disposición de los dem+s$ de lograr que lo que los dem+s necesitan predomine sobre aquello que nosotros deseamos o necesitamos. 2 mi modo de ver$ la sumisión no constitu!e ni mucho menos lo opuesto de la liberación$ sino la manera en que la liberación puede ser vivida sin corromperse8 /2ndré 'umas$ Liberación % s#misión en la ética cristiana $ La 2urora$ -uenos 2ires$ 5AQB$ p. ?B0. #ara la consideración de la sumisión como una disciplina cristiana$ véase Cichard H. 6oster$ !laban4a de la disciplina$ -etania$ iami$ 5AJ@$ cap. J$ pp. 5?>=5>A. HeSett / op. cit.$ p. 5MB0 niega que la sujeción a la cual es exhortada la mujer en E". B?? sea la sujeción a que todos los cre!entes son exhortados en B?5. Lo curioso es que en los mejores manuscritos griegos ni siquiera aparece la expresión 7estén sujetas8 en B??$ de modo que el sentido de la exhortación a las mujeres sólo puede entenderse en conexión con la exhortación general en B?5. >Q La tesis según la cual #ablo ense)a que la relación hombre,mujer es jer+rquica$ con el hombre como 7autoridad8 /7je"e8$ 7director8 o 7líder80 sobre la mujer$ da por sentado que ése es el sentido de 7cabeza8 /kefale0 en 5 1o. 55> ! E". B?>. in embargo$ no ha! la menor evidencia de que kefale tuviera esa connotación en griego en el tiempo de #ablo. El término kefale en E". B?> es parte de la met+"ora 7cabezaXcuerpo8 que sirve para subra!ar la unidad del esposo con su esposa ! de 1risto con su &glesia. 1". -erOele! ] 2lvera icOelsen$ 7[hat 'oes Fephale ean in the ;eS estament:8$ 2lvera icOelsen$ ed.$ #omen& A!thorit+ and the "ile$ &nter,Narsit! #ress$ 'oSners
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amó a su iglesia$ ! se entregó a sí mismo por ella8 /v. ?@0% exige que la esposa se ponga a disposición de aquél que est+ llamado a preocuparse por que ella llegue a ser lo que est+ destinada a ser delante de 'ios. El én"asis principal del pasaje recae en el amor,agape 3el amor modelado en la entrega de Hesucristo por su iglesia3 como la din+mica que establece la unidad de la pareja ! en relación a la cual el esposo ha de tomar la iniciativa como 7cabeza8. 9( qué mujer en sus cabales querr+ negar su sujeción ! respeto al hombre que entienda que$ como 7cabeza de la mujer8$ su llamado no es al dominio sino al sacri"icio$ no a la explotación sino al cuidado amoroso: in igualdad entre el hombre ! la mujer no puede haber complementariedad en el matrimonio. in embargo$ la complementariedad no elimina$ sino presupone$ las di"erencias. Los dos seres que est+n llamados a complementarse mutuamente en el matrimonio no son meramente dos seres humanos /! como tales iguales entre sí0$ sino un hombre ! una mujer /! como tales distintos entre sí0. La restauración del propósito de 'ios va m+s all+ del simple reconocimiento de la igualdad de los sexos$ a la a"irmación que en 1risto el hombre ! la mujer establecen una relación que recobra la unidad que estuvo en la intención de 'ios desde el principio. La redención elimina la polarización sexual pero mantiene la di"erenciación de los sexos% corrige la situación de opresión de la mujer descrita en <énesis >5@$ pero respeta la di"erenciación sexual ! las "unciones que le corresponden a cada sexo o que la pareja acuerda dentro del matrimonio. En otras palabras$ lleva a la mujer ! al hombre al descubrimiento de su propia sexualidad ! del sentido que ésta tiene como elemento unitivo de la pareja humana. La di"erenciación sexual entre el hombre ! la mujer no se limita a la "unción que cada uno cumple en el acto sexual se extiende a la "unción que le corresponde a cada uno en todo lo que hace a la vida matrimonial. ;o ha! necesidad de caer en estereotipos>J para admitir con -runner >A que las di"erencias "ísicas entre el hombre ! la mujer re"lejan di"erencias 7en el alma ! el espíritu8$ aunque éstas no sean tan uni"ormes ! penetrantes como aquéllas. La exhortación a la mujer a someterse a su marido como aquél que$ en cumplimiento de su rol de 7cabeza8$ est+ para brindarle su cuidado amoroso$ no obedece a un concepto de la mujer como un ser in"erior$ sino como un ser cu!a naturaleza se adecua mejor a esa "unción en el seno del matrimonio. \ue la opresión de la mujer por parte del hombre a menudo se apo!e en 7la naturaleza "emenina8 es consecuencia directa de la caída expresada en las palabras de 'ios a la mujer 7u deseo ser+ para tu marido$ ! él se ense)orear+ de ti8 /5@0. \ue la mujer vea en el sometimiento a su marido algo compatible con su "emineidad es consecuencia de una aceptación voluntaria del designio de 'ios en la creación$ expresado en las palabras de 'ios 7no es bueno que el hombre esté solo% le haré a!uda idónea para él8 />0. in embargo$ aparte de la di"erencia "uncional entre el hombre ! la mujer$ no ha! esperanza para la sobrevivencia del matrimonio como una comunidad caracterizada por la complementariedad de sus miembros. #orque cuando 'ios los creó$ 7varón ! hembra los creó8 /
#reguntas para la discusión 5.
El autor nos convoca a interpretar la -iblia en este tema 7sin permitir que las posturas machistas tradicionales ni los presupuestos "eministas actuales respecto a la -iblia nos impidan escuchar la #alabra de 'ios8. 9Es posible alcanzar tal neutralidad en tanto que somos "ruto de una cultura >J La re"erencia es a la idea que al hombre lo caracteriza la razón ! a la mujer la intuición% al hombre el coraje ! a la mujer la ternura% al hombre la intrepidez ! a la mujer la cautela. >A 0p. cit.$ p. ???.
5M
?. >.
M. B.
@.
arraigadamente machista ! vivimos en una época de justas ! crecientes reivindicaciones "eministas: i el ideal no es posible$ 9qué es lo aceptable: #adilla nos alerta ante los peligros que existen en el es"uerzo por eliminar las di"erencias entre el hombre ! la mujer. 91u+les son esos peligros: Lo que condujo a los pensadores cristianos antiguos a de"inir la sexualidad humana exclusivamente en términos de la reproducción "ue 7la pérdida de la perspectiva bíblica del sexo como algo que est+ en la esencia misma del 4ombre hecho a imagen de 'ios8. 91ómo han in"luido hasta ho! esas posturas en nuestro legendario ambiente católico: 9\ué es"uerzos han hecho las iglesias evangélicas para contrarrestar esa in"luencia: El pasaje de an #ablo a los E"esios /B?5=@A0 ha sido usado muchas veces ! de muchas maneras para justi"icar la ideología machista predominante en muchos hogares ! para mantener a la mujer en subordinación. 9\ué es lo nuevo ! revelador en el estudio exegético que hace el 'r. #adilla: anto la igualdad como la complementariedad de hombre ! mujer en el matrimonio pueden resumirse en el p+rra"o siguiente 7in igualdad entre el hombre ! la mujer no puede haber complementariedad en el matrimonio. in embargo$ la complementariedad no elimina$ sino presupone$ las di"erencias8. 9\ué implicaciones tiene para la vida hogare)a$ para la iglesia ! para la comunidad: El 'r. #adilla nos invita a /50 7ser los primeros en comprender que la construcción humana del "uturo no puede ser tarea exclusiva de los hombres% requiere el aporte de hombres ! mujeres por igual8$ ! /?0 7a no con"ormarnos con una mera igualdad de derechos en el campo social$ económico ! político. enemos que ir m+s all+$ hacia la meta de una sociedad en la cual hombres ! mujeres luchemos juntos por la justicia$ la paz ! la integridad de la creación8. 9\ué trans"ormaciones se requieren a nivel de la pareja$ la "amilia$ los negocios$ la educación ! la sociedad en general para lograr esto: 91on qué podemos comenzar: 5
5aldonado$ Horge E. 5#ndamentos Bíblico6Teológicos Del Matrimonio 7 La 5amilia $ 2orge ". Maldonado, "d .