Capacidad de intercambio catiónico La capacidad de intercambio catiónico (CIC) es la capacidad que tiene un suelo para retener y liberar iones positivos, gracias a su contenido en arcillas y materia orgánica. Las arcillas están cargadas negativamente, por lo que suelos con mayores concentraciones de arcillas exhiben capacidades de intercambio catiónico mayores. A mayor contenido de materia orgánica en un suelo aumenta su CIC. Capacidad de intercambio catiónico[editar] La capacidad de intercambio catiónico (CIC) es la propiedad de un sólido para adsorber cationes de la fase líquida, intercambiándolos por una cantidad equivalente de otros cationes. En el sistema sólido-líquido se establece un equilibrio dinámico entre los cationes de la solución y los absorbidos en los puntos activos de la superficie.1 De forma similar se puede definir una capacidad de intercambio aniónico (CIA) para medir los equilibrios de adsorción de aniones. También puede ser definida como las cargas negativas por unidad de cantidad de coloide que es neutralizada por cationes de intercambio. El valor de la CIC varía con las condiciones de medida (pH, relación suelo/agua, concentración de sales...) por lo que se mide en condiciones normalizadas siguiendo la norma UNE-EN ISO 11260:2011.2 El método consiste en saturar la superficie del suelo con bario y, posteriormente, añadir una cantidad conocida de magnesio que se intercambie con el bario de forma cuantitativa. La medida del magnesio que queda en disolución permite calcular el valor de la CIC.3 La capacidad de intercambio, generalmente, se expresa en términos de centimoles de carga positiva por kg de suelo. La denominación mili equivalente por 100 gramos o meq/100 g no sigue las normas actuales de la IUPAC, si bien se sigue empleando y, a efectos prácticos, ambas unidades tienen el mismo valor numérico. Un peso equivalente es igual al peso atómico dividido entre la valencia: ejemplo
elemento; peso atómico valencia peso equivalente
Ca
40,08
2
20,04
Mg
24,31
2
12,16
K
39,1
1
39,1
Na
22,99
1
22,99
En el laboratorio la CIC se mide en términos de la suma de las concentraciones en partes por millón (ppm) de los cationes desplazados, estos valores son convertidos a meq/100 g de la forma siguiente: meq/100 g= ppm del catión /(peso equivalente x 10) A continuación se indican los números de los pesos usados para lo conversión de cationes a valores de miliequivalentes: conversiòn de cationes a valores miliequivalentes
200 ppm Ca
1 meq Ca/100 g coloide
120 ppm Mg
1 meq Mg/100 g coloide
390 ppm K
1 meq K/100 g coloide
10 ppm H
1 meq H/100 g coloide
230 ppm Na
1 meq Na/100 g coloide
Los excesos de sales, sales libres o compuestos alcalinos que no forman parte del complejo de intercambio catiónico, pero que aparecen en los resultados de las pruebas, alteraran los resultados de la CIC. Capacidad de intercambio catiónico en los suelos[editar] Los cationes de mayor importancia con relación al crecimiento de las plantas son el calcio (Ca), magnesio (Mg), potasio (K), amonio (NH4+), sodio (Na) e hidrógeno (H). Los primeros cuatro son nutrientes y se encuentran involucrados directamente con el crecimiento de las plantas. El sodio y el hidrógeno tienen un pronunciado efecto en la disponibilidad de los nutrientes y la humedad. En los suelos ácidos, una gran parte de los cationes son hidrógeno y aluminio en diversas formas. También contribuyen a la CIC las clases, cantidades y combinaciones de los minerales arcillosos y las cantidades de materia orgánica y su estado de descomposición. Los cationes no son retenidos con las mismas energías de enlace. Los sitios de intercambio de la materia orgánica, solo enlazan en forma débil a los cationes. Las arcillas con gran capacidad de intercambio tienden a enlazar los cationes bivalentes como el Ca++ y el Mg++, con más energía que el K+. Esta característica puede afectar la disponibilidad de los nutrientes. Los suelos con arcillas caoliníticas tienen una menor energía de enlace y, por lo tanto, para un nivel analítico determinado o un porcentaje de saturación de un elemento se mostrará una disponibilidad relativa mayor. Si la CIC está neutralizada principalmente por calcio, magnesio, potasio y sodio, se dice que está saturada de bases. Sin embargo, si los cultivos o el lixiviado han removido la
mayor parte de los cationes básicos, el suelo está bajo saturación de bases o alto en saturación ácida. Las cantidades totales de cationes ácidos relativas a la CIC son una medida de la saturación ácida. Ésta también es una medida de las necesidades de encalado de un suelo (aplicar cal). ¿Qué es la conductividad eléctrica (CE) del suelo? La CE mide la capacidad del suelo para conducir corriente eléctrica al aprovechar la propiedad de las sales en la conducción de esta; por lo tanto, la CE mide la concentración de sales solubles presentes en la solución del suelo.Su valor es más alto cuanto más fácil se mueva dicha corriente a través del mismo suelo por una concentración más elevada de sales.
Figura 1. Progresión del daño por la salinidad del suelo en plantas de fresa. Una planta sana a la derecha y plantas fuertemente afectadas hacia la izquierda. Foto: Koike.
Las unidades utilizadas para medir la CE son dS/m (decisiemens por metro). Esta medida es equivalente a la que anteriormente se utilizaba: mmhos/cm. Salinidad en los suelos agrícolas La salinidad a menudo se confunde con sodicidad del suelo, pero son dos cosas completamente distintas, ya que estos suelos tienen diferencias significativas en sus propiedades químicas como se aprecia en el Cuadro 1. Cuadro 1. Clasificación de suelos afectados por sales de acuerdo a sus propiedades químicas. Fuentes: Havlin, 2013. Grupo de suelo CEe Porcentaje de sodio intercambiable (PSI) pH del suelo Salino
>4
<15
<8.5
Sódico
<4
>15
>8.5
Salino-sódico
>4
>15
<8.5
En un suelo salino se acumulan cationes como sodio (Na+), potasio (K+), calcio (Ca+2) y magnesio (Mg+2), así como los aniones cloro (Cl-), sulfato (SO4-2), bicarbonato HCO3-) y carbonato (CO3-2). Por otro lado, los suelos sódicos cuentan con altos contenidos de Na, pero no de las demás sales anteriormente enlistadas. Manejo. Los suelos salinos son manejados con lavado, mientras que a los suelos sódicos se les aplican mejoradores a base de calcio (yeso agrícola) o formadores de calcio (azufre, ácido sulfúrico, polisulfuro de calcio o amonio) y posteriormente la aplicación de láminas de riego para eliminar el sulfato de sodio excesivo de la solución de suelo, mejorando las características físicas que se afectaban por la presencia de sodio (Castellanos, 2000). Por otro lado, a los suelos salinosódicos se les aplican primero Figura 2. El requerimiento de lavado puede ir de un 5 a 10 % más de agua, adicional a la mejoradores de suelo, como los lámina de riego. Foto: Intagri. enunciados anteriormente, y después se aplican láminas de lavado. Origen. Los procesos que originan la salinidad de los suelos pueden ser los siguientes:
Meteorización de rocas o materiales parentales. Mantos freáticos elevados que no impiden el movimiento vertical del agua. Calidad pobre del agua de riego (contenido alto de sales).
Mal manejo del riego, donde la lámina de drenaje es insuficiente para el lavado de sales. Ex vasos de lagos o lagunas sometidos a evaporación por largos períodos. Aplicación excesiva de fertilizantes, abonos animales o compostas.
Métodos para medir la salinidad. La salinidad del suelo se mide a través de dos métodos: 1) conductividad eléctrica en el extracto de saturación (CE e); 2) conductividad eléctrica en extracto 1:2, es decir, que por cada unidad de suelo se agregan dos de agua. El último método se caracteriza por ser práctico y sencillo. Muchos de los reportes están referidos en CEe. En el cuadro 2 se tiene la equivalencia entre los valores de ambos métodos.
Cuadro 2. Relación entre CEe y conductividad eléctrica en extracto 1:2, para suelos de diversas texturas del centro de México. Fuente: Agrolab, 1999. CE en suelo: agua (1:2)
CEe
<0.15
<0.4
0.15-0.5
0.4-1.2
0.5-1.0
1.2-2.4
1.0-1.5
2.4-3.8
1.5-2.0
3.8-5.5
2.0-2.5
5.5-7.9
>2.5
>7.9
¿Para qué sirve conocer la CE en los suelos? Determinar la CE es fundamental para tomar las decisiones de manejo del suelo, si es necesario algún mejorador del suelo o no, y para determinar la fracción de lavado que se adicionará. También conocer este parámetro del suelo facilita determinar el cultivo y variedad a establecer de acuerdo a su tolerancia a los niveles de salinidad presentes en el suelo. El sistema de cultivo, ya sea surcos o en melgas, de igual forma se puede determinar al conocer la salinidad del suelo, e incluso el manejo del agua en los sistemas de riego y ubicación de la cinta de riego por goteo, cuando así sea el caso. La importancia del contenido de sales a través del valor de CE, permite tomar la decisión de utilizar el suelo para fines agrícolas o no hacerlo (Cuadro 3), dependiendo del sistema de riego. Parcelas que cuentan con sistemas de fertirrigación ayudan a manejar la salinidad de manera localizada, pues mediante este sistema pueden mover las sales fuera del bulbo de humedad, donde está ubicada la mayor parte del sistema radical de las plantas, logrando un impacto menos negativo sobre el cultivo. El riego por goteo, es entonces aquel que permite una mayor versatilidad para el manejo de las sales del suelo. Cuadro 3. Clasificación de los suelos en base a su CE e y el efecto general sobre los cultivos. Fuente: Castellanos, 2000. CEe
Condiciones de salinidad y efecto sobre las plantas
<1
Suelo libre de sales. No existe restricción para ningún cultivo.
1-2
Suelo muy bajo en sales. Algunos cultivos muy sensibles pueden ver restringidos sus rendimientos.
2-4
Suelo moderadamente salino. Los rendimientos sensibles pueden verse afectados en su rendimiento.
4-8
Suelo salino. El rendimiento de casi todos los cultivos se ve afectado por esta condición de salinidad.
de
cultivos
816
Suelo altamente salino. Solo los cultivos muy resistentes a la salinidad pueden crecer en estos suelos.
>16
Suelo extremadamente salino. Prácticamente ningún cultivo convencional puede crecer económicamente en estos suelos.
La conductividad eléctrica y su influencia sobre los cultivos Síntomas y daños por salinidad en los cultivos. La salinidad disminuye el crecimiento de los cultivos al ocasionar una disminución en la disponibilidad de agua, llegando a presentar síntomas similares a los provocados por una sequía, aún cuando se tengan niveles suficientes de humedad en el suelo. Los síntomas varían con los estados fenológicos de los cultivos, los cuales son más severos en las etapas iniciales de crecimiento de los cultivos, sobre todo durante la germinación de semilla. Otros de los síntomas que se aprecian en los cultivos por altas concentraciones de sales son el retraso en el crecimiento y/o la presencia de distintas decoloraciones dependiendo de la especie, principalmente la coloración verde-azulada de la planta. La apariencia azulosa es resultado de una cubierta cerosa con un espesor poco Los síntomas varían con los estados fenológicos de los cultivos, los cuales son más severos en las etapas iniciales de crecimiento de los cultivos, sobre todo durante la germinación de semilla. Otros de los síntomas que se aprecian en los cultivos por altas concentraciones de sales son el retraso en el crecimiento y/o la presencia de distintas decoloraciones dependiendo de la especie, principalmente la coloración verde-azulada de la planta. La apariencia azulosa es resultado de una cubierta cerosa con un espesor poco común sobre la hoja y el color verde más intenso debido a una concentración de clorofila por unidad de superficie del follaje. En ocasiones, se generan clorosis en el follaje por el alto contenido de sales, asociado al uso de aguas de riego con alto contenido de bicarbonatos. - See more at: https://www.intagri.com/articulos/suelos/la-conductividadelectrica-del-suelo-en-el-desarrollo-de-los-cultivos#sthash.S1Zo9Bc6.dpuf
Suelo alcalino Los suelos alcalinos son suelos arcillosos con pH elevado (>9), estructura pobre y densa, baja capacidad de infiltración y lenta permeabilidad. Poseen a menudo una capa calcárea compacta a una profundidad de 0.5 - 1 m (en la India llamada kankar). Son difíciles de cultivar para la agricultura. Las propiedades físicas desfavorables de estos suelos se deben mayormente a la presencia de carbonato de sodio, que causa la expansión de la arcilla cuando están húmedos. Su nombre lo derivan del grupo de metales alcalinos al cual pertenece el sodio, que puede originar condiciones básicas. Suelos que son básicos por otras razones no se llaman alcalinos: todos los suelos alcalinos son básicos, pero no todos los suelos básicos son alcalinos. Los suelos alcalinos son el opuesto de los suelos sulfatados ácidos que tienen un pH < 5. Índice [ocultar]
1Causas
2Ocurrencia 3Problemas agrícolas 4Química 5Recuperación del suelo 6Diferencias en semejancias o 6.1Suelos salinos o 6.2Vertisoles 7Referencias
Causas[editar] Los suelos alcalinos pueden nacer naturalmente o por intervención humana. 1. El origen natural se debe a la presencia de minerales que bajo condiciones climáticas se descomponen liberando el carbonato de sodio. 2. La intervención humana consiste en la aplicación de agua de riego con contenido relativamente alto de bicarbonato de sodio, de forma que el carbonato se disuelve.
Ocurrencia[editar] El grado de ocurrencia de los suelos alcalinos no se conoce exactamente,1 pero en Europa oriental y la India septentrional se encuentran millones de hectáreas.
El cultivo de arroz bajo agua
Problemas agrícolas[editar] Los suelos alcalinos no se dejan usar fácilmente en la agricultura. A causa de la baja capacidad de infiltración el agua de lluvia se estanca en la superficie y en épocas secas el riego apenas es aplicable. Por esto, la agricultura se restringe a arrozales o al cultivo de gramíneas resistentes a excesos de agua.
Química[editar] La alcalinidad concurre con la presencia de carbonato de sodio o soda (Na2CO3) en el suelo,2 sea como consecuencia de la descomposición natural de los minerales del suelo, o sea como resultado de la introducción por riegos o inundaciones. El carbonato de sodio, cuando se disuelve en agua, se disocia en 2Na+ (dos cationes de sodio, siendo iones con carga eléctrica positiva) y CO32- (un anión, con doble carga eléctrica negativa). La soda puede reaccionar con agua (H2O) produciéndose dióxido de carbono, que se escapa como gas carbónico a la atmósfera, e hidróxido de sodio (Na+OH–), que es alcalino y rinde un valor alto del pH (> 9).2
Anotaciones
El agua (H2O) se disocia por una muy pequeña parte en H+ (hidrógeno) y OH– (hidróxido) iones. El catión H+ trae un carga eléctrica positiva (+) y el anión OH– lleva una carga negativa (–). En agua pura y neutra la concentración de H+ iones así como la de OH– iones iguala a 10–7 eq/l , una concentración bien baja. 1 eq (peso equivalente) de iones corresponde a tantos gramos de una sustancia química como corresponde a su peso molecular dividido por la carga eléctrica. El peso molecular de H+ es 1 y el de OH– es 17. Sustancias con el mismo peso equivalente llevan igual carga eléctrica. En agua pura la concentración de iones de H+ y OH–iones es respectivamente 10–7 g/l and 17x10–7 g/l, con igual carga eléctrica por litro. El pH del agua pura, siendo el logaritmo negativo de la concentración del ion H+ en eq/l, es 7. De igual modo el pOH también es 7. Cada unidad de disminución del pH significa una multiplicación de esta concentración con un factor 10. Contrariamente, cada unidad de aumento del pH iguala a una división de la concentración por un factor 10. En agua con sales diluidos, las concentraciones de H+ y OH– pueden cambiar, pero la suma de pH y pOH permanece constante, a saber 14. Un pH de 7 entonces corresponde con un pOH de 7, y un pH de 9 con un pOH de 5. Formalmente es preferible expresar la concentración de los iones H+ en OH– en términos de actividad química, pero esto prácticamente no influye el valor de pH y pOH. Una solución con pH < 6 se llama ácida y con pH >8 básica. La solución con pH < 4 es muy ácida y con pH > 10 muy básica.
La reacción química entre Na2CO3 y H2O se escribe como sigue:3
2Na+ + CO32– + 2H+ + 2OH– => 2Na+ + 2OH– + H2CO3
El ácido H2CO3 (el ácido carbónico) es inestable y se descompone en H2O y CO2 (dióxido de carbono), un gas que se escapa al la atmósfera, lo que explica la alcalinidad restante en la forma de Na+OH– (hidróxido de sodio). No todo el carbonato de sodio sigue la previa reacción química. La parte residual, y por ello la presencia de iones de CO32– origina que el CaCO3 (un sal poco soluble) precipite como una sustancia sólida calcárea inmovilizando los iones de calcio:
2Na+ + CO32– + Ca2+ → 2Na+ + CaCO3 (sólido)
Proceso de intercambio entre la superficie del mineral arcilloso y la humedad del suelo
La presencia excesiva de Na+ en la humedad del suelo y la precipitación de Ca2+ conduce al fenómeno que las partículas de arcilla, teniendo cargas eléctricas negativas en su superficie, adsorben más Na+ en su Zona Difusa de Adsorción ('ZDA, véase la figura), oficialmente llamada capa doble difusa4 ) y, por intercambio, liberan Ca2+, razón por la cual el Porcentaje de Sodio Intercambiable (PSI) aumenta.
El Na+ es más activo, mas móvil, y posee una carga eléctrica más pequeña que Ca2+, lo que explica que el espesor de la zona ZDA crece al medido que se adsorbe mas Na+. El espesor también está influenciado por la cantidad total de iones en el fluido del suelo en el sentido que concentraciones mayores originan contracción de la ZDA. Las partículas de arcilla con un PSI relativamente grande (> 16) y en contacto con humedad del suelo poco salino experimentan una zona ZDA expandida y el suelo se hincha por dispersión.4 Este fenómeno tiene como consecuencia un empeoramiento de la estructura del suelo y especialmente compactamiento y costración de la capa superior. Por ello, la permeabilidad, o sea la conductividad hidráulica, se reduce, así como la capacidad de almacenamiento del agua y a la vez la disponibilidad de agua. La germinación y el rendimiento de los cultivos agrícolas se perjudican. Anotación
En suelos salinos la gran cantidad de iones en la solución del suelo contrarresta la expansión de partículas de arcilla de manera que los suelos salinizados no tienen estructura desfavorable. En principio los suelos alcalinos no son salinos porque los problemas causados por la alcalinidad son más fuertes a medida que la salinidad se reduce.
Los problemas causados por alcalinidad se acentúan más en suelos de textura arcillosa que en los suelos limosos o arenosos. Los suelos arcillosos que contienen montmorillonita son más susceptibles a la alcalinidad que los conteniendo illita porque el primer mineral tiene una mayor superficie específica (la superficie total de las partículas por unidad de volumen]] y por ello una mayor capacidad de intercambio. Anotación
Algunos minerales arcillosos con casi 100% de sodio intercambiable (es decir casi saturado de sodio) se llaman bentonitas y se usan para construir cortinas impermeables en la tierra, por ejemplo por debajo de presas hidráulicas preveniendo filtraciones del agua subterránea.
Recuperación del suelo[editar] Suelos alcalinos se dejan mejorar con cultivos de gramíneas subsolando la materia orgánica ácida y lavando la acidez y el sodio del perfil de modo que el calcio llega a disolverse.5 Un arado profundo sería instrumental en elevar el calcio a la capa superior. Además se puede mejorar el suelo con sustancias acidificantes como la pirita, causante de la acidez en el suelo sulfatado ácido, pero remedio efectivo en el suelo alcalino. Como alternativa, se aplica el yeso o aljez (sulfato de calcio, CaSO4) como fuente de calcio que puede desplazar el sodio de la zona ZDA.5 A fin que este método será exitoso uno debe asegurarse de la posibilidad de un drenaje natural hacia el subsuelo o, en su ausencia, de un sistema artificial de drenaje subterráneo para evacuar el exceso de sodio. Es preciso evitar el riego con agua conteniendo carbonato de sodio. La calidad del agua de riego se describe con dos índices: 1) La Relación de sodio adsorbido (RSA)2 El RSA se calcula como: [Na+] {Na+/23} RSA = ───────────── = ────────────── √[Ca2+/2 + Mg2+/2] √{Ca2+/40 + Mg2+/24}
donde: [ ] significa concentración en mili equivalentes/litro (en breve meq/l), y { } significa concentración en miligramos/litro (en breve mg/l) Aquí se desprende que magnesio (Mg) juega un papel semejante a lo del calcio (Ca) El valor de RSA no debería sobrepasar 20 y por preferencia sería menor de 10. 2) El contenido residual de carbonato de sodio (RCS, meq/l)2 El RCS se calcula como: RCS = [HCO3– + CO32– ] - [Ca2++ Mg2+ ] = {HCO3–/61 + CO32–/30} - {Ca2+/20 + Mg2+/12} La ecuación reconoce la presencia de bicarbonatos, HCO3–, la forma en que los carbonatos se disuelven. El valor de RSA no debería sobrepasar 1 y por preferencia sería menor de 0.5
Diferencias en semejancias[editar] Suelos salinos[editar] La gran mayoría de los suelos salinos abundan de sodio porque el cloruro de sodio (NaCl) es la sal dominante. Sin embargo no tienen el pH muy elevado ni tienen baja capacidad de infiltración. Después de lavar las sales estos suelos normalmente no se convierten en suelos alcalinos porque los iones móviles de Na+ se dejan evacuar fácilmente. Por ello los suelos salinos generalmente no requieren aplicación de yeso para su recuperación.6
Vertisoles[editar] Los vertisoles también son suelos arcillosos expansivos con mo ntmorillonita , pero no tienen un pH muy alto. Contrario a los suelos alcalinos, los vertisoles se contrayen considerablemente en épocas secas formando grietas grandes.
Corrección de un suelo alcalino (pH básico) 17 Octubre, 2012 | Suelos
Se dice que un suelo es alcalino o básico cuando su pH es superior a 7,5. Las causas pueden ser varias: por ser suelos de zonas áridas con escasa pluviometría, por transportar las aguas sustancias alcalinas que se concentran en las zonas más deprimidas del terreno, o bien por la propia naturaleza del suelo (material parental). El principal inconveniente de estos suelos es que presentan un alto contenido en carbonato cálcico, el cual va a impedir que la planta pueda absorber buena parte de los nutrientes del suelo. En consecuencia, si tenemos un suelo básico, por mucho fósforo que este tenga de forma natural, o por mucho hierro (sulfato de hierro) que apliquemos, la planta presentará carencias de fosforo y de hierro, puesto que estos elementos a pesar de estar en el suelo, se encuentran retenidos por el calcio, formando un compuesto insoluble que la planta no puede asimilar. De ahí que en los campos de naranjos de la Comunidad Valenciana, donde los suelos con pH 8 y superiores, son la mayoría, se empleen quelatos de hierro, forma química en la que este elemento no puede ser bloqueado por el calcio y es asimilado por la planta. Remarcar que se emplea para aplicar hierro, no para acidificar o bajar el pH. Así como elevar el pH en un suelo ácido (zonas húmedas del norte de España), es una tarea relativamente simple y duradera mediante el empleo de enmiendas calizas, disminuir el pH es una labor costosa, que se debe realizar de forma continuada para obtener resultados aceptables. Bajando el pH vamos a conseguir que muchos de los elementos que hay en el suelo estén asimilables para la planta, de manera que el coste económico de las enmiendas se recupera con el ahorro en fertilizantes y el aumento de la producción. Si no tienes tiempo de seguir leyendo, la conclusión de este artículo es que la mejor enmienda posible para conseguir bajar el pH es el sulfato de hierro en combinación con un buen aporte de materia orgánica y la supresión de fertilizantes alcalinizantes.
Las principales alternativas para bajar el pH son las siguientes:
Azufre elemental: ampliamente empleado en agricultura, aunque con efectos a largo plazo. En el suelo, el azufre se oxida lentamente a ácido sulfúrico, que neutraliza a los elementos alcalinos. Para disminuir una unidad de pH se necesita alrededor de 1 Kg de azufre por metro cuadrado. La disminución del pH debe realizarse de forma escalonada, no bajando más de 0,5 a 1 unidad de pH por aplicación.
Sulfato de hierro: como el anterior, aporta azufre, pero en forma de sulfato. Es un acidificante a corto plazo y adicionalmente aporta una pequeña cantidad de hierro asimilable. En pre-plantación se aplicará como abonado de fondo, en forma granulada (foto inferior), directamente sobre el terreno. Durante el cultivo se debe aplicar junto con el riego, a intervalos regulares y con una frecuencia que dependerá de las unidades de pH que queramos bajar. Para riego por goteo se emplea en escamas (foto superior), que permite una mejor disolución en el tanque. En riego por inundación se aplica sobre el terreno en gránulos y después se riega. La dosis para bajar 1 unidad de pH es de 4 gramos por litro de agua, aunque depende de factores como la textura del suelo.
Ácidos aplicados al agua de riego. Son los ácidos fosfórico, nítrico y cítrico. Los dos primeros se emplean en agricultura para bajar pH, como fertilizantes, y para prevenir obturaciones en riego localizado, mientras que el ácido cítrico es más empleado por aficionados a la jardinería, al ser menos peligroso.
Fertilizantes nitrogenados de reacción ácida: nitrosulfato amónico, nitrato amónico, fosfato monoamónico o urea. Su empleo es como fertilizante, aunque como efecto secundario acidifican el suelo al contener azufre. Aplicar estas sustancias en exceso puede causar fitotoxicidad a la planta y contaminar el subsuelo, por lo que no se emplean específicamente para bajar el pH, sino como parte de la fertilización.
Materia orgánica: la descomposición de la materia orgánica tiene una reacción ácida. Los restos orgánicos como turba, estiércol, mantillo, acículas de pino, ácidos húmicos y fúlvicos, son acidificantes. La turba rubia por ejemplo, tiene pH 3,5. Cualquiera de ellos se emplea en jardinería, aplicados al hoyo de plantación, mezclados con el suelo en parterres, etc., aunque para plantaciones agrícolas se emplea estiércol, por disponibilidad y por precio. Se aplica como abonado de fondo; en herbáceos un mes antes de la plantación y en árboles, en pleno invierno, antes de la entrada en vegetación. Su empleo fundamental es como abono, al ser el una pieza clave de la fertilización, ya que hace que el suelo retenga más agua y fertilizantes, además de mejorar su estructura. Se aplican 10000-30000 kg/Ha en función del cultivo y del suelo.
En cualquier caso la evolución del pH debe controlarse mensualmente mediante un medidor de acidez y análisis de suelo anuales. Es importante no emplear fertilizantes de reacción alcalina o que contengan calcio, sodio, etc., (sulfato cálcico, sulfato sódico, fosfato bicálcico, nitrato cálcico) ya que van a contrarestar la bajada de pH que perseguimos.
Finalmente y como anécdota, la práctica de tirar hierros oxidados por el campo, como limaduras de hierro, no es recomendable porque aportan cantidades de hierro asimilables para el cultivo despreciables. Ni que decir tiene el uso de clavos oxidados, especialmente por el riesgo que entraña para los trabajadores, o la práctica que todavía hay quien emplea, de martillo en mano clavar clavos oxidados al tronco de los árboles.
Muéstreme los fundamentos ¿Cuáles son nitrógeno, fósforo y potasio? ¿Cómo estos nutrientes ayudan a las plantas? Bueno, vamos a echar un vistazo.
El nitrógeno es utilizado por las plantas para las porciones de crecimiento de la hoja y un buen color de verde . El fósforo es utilizado por las plantas para ayudar a formar nuevas raíces , hacer semillas , frutos y flores . También es utilizado por las plantas para ayudar a combatir la enfermedad. El potasio ayuda a las plantas hacen fuertes tallos y siguen creciendo rápidamente . También se utiliza para ayudar a combatir la enfermedad. Fertilizantes es uno de los muchos jardines "herramientas" que se utiliza en la fabricación de buenas jardines grandes jardines.