Intertextualidad y paralelismo entre el Popol el Popol Vuh y La Biblia Dra. Otilia Cortez State University of New York, Oswego
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El Popol El Popol Vuh, Vuh, ha sido reconocido no sólo por su valor histórico, sino también por su contenido ético religioso y poético. La versión más antigu antiguaa que conocem conocemos os de esta esta obra obra extraor extraordin dinari ariaa es realme realmente nte una transcripción que debemos al Padre Francisco Ximénez (siglo XVIII). En este ensayo se exploran las similitudes similitudes entre el contenido del Popol Vuh y el de la Biblia judeocristiana. Las coincidencias más notables, cuyo origen sigue siendo objeto de mucha especulación, se advierten entre la primera parte del Popol Vuh y el Génesis, probablemente porque es en estas secciones donde más espacio hay para mitos universales sobre la creación del del univ univer erso so y del del homb hombrre que que lo habi habita ta.. A part partir ir de la inne innega gabl blee inte intert rtex extu tual alid idad ad de los los dos dos text textos os,, se disc discut uten en las las más más prob probab able less explicaciones de la misma. Palabras clave: Popol Vuh, Vuh, Biblia, intertextualidad, paralelismo, literatura indígena, Latinoamérica, pensamiento mágico religioso Resumen:
La
complejidad filosófica-religiosa del pensamiento del pueblo Quiché, reflejada en el Popol el Popol Vuh, así como la forma artística en que aparece escrito este notable testimonio del mundo precolombino le confiere un estimable valor documental e historiográfico que los arqueólogos, historiadores, lingüistas y estudiosos de las humanidades han sabido reconocer. Las ideas cosmogónicas y el aliento épico-religioso de esta obra de los aborígenes de Guatemala resultan de un interés especial debido a la similitud de algunos episodios de la obra quiché con determinados pasajes de la Biblia judeocristiana. Es acerca de esta similitud o intertextualidad sobre la que desarrollo este ensayo, con la finalidad de explorar aspectos en que la cosmogonía maya-quiché refleja una posible influencia del pensamiento cristiano impuesto a los indígenas por los conquistadores y misioneros españoles, presumiblemente no solo como consecuencia indirecta del proceso de conquista y colonización, sino como resultado re sultado de cierto tipo de “camuflaje ideológico” que puede haber tenido lugar en el transcurso de la primera transcripción, o durante el proceso de copia y primera traducción al español que debemos a Fray Francisco Ximénez.
Generalidades sobre el Popol el Popol Vuh
El Popol El Popol Vuh, más específicamente la versión a la que comúnmente se identifica como como “Manus “Manuscri crito to de Chichi Chichicast castena enango ngo,” ,” fue probab probablem lemente ente complet completada ada poco poco después de la conquista española, posiblemente por un indígena alfabetizado, quizás uno uno de los los prime primero ross discí discípul pulos os de los los frail frailes es españ español oles es.. De hech hecho, o, algu algunos nos historiador historiadores, es, entre ellos el guatemalteco guatemalteco J. Antonio Antonio Villacorta, han sugerido que el autor del “Manuscrito de Chichicastenango” fue un indio quiché llamado Diego Reinoso, instruido en la lengua española por el Obispo Francisco Marroquín, quien lo llevó del pueblo de Utatlán Utatlán a Guatemala. Guatemala. El filólogo filólogo Rudolf Schuller también opina que hay base para atribuir la paternidad de la primera versión escrita del Popol del Popol Vuh a Reinoso. Ambos, Villacorta y Schuller, se apoyan principalmente en el hecho de que Reinoso participó en la redacción de otros documentos indígenas, entre ellos el Título de los Señores de Totonicapán. Totonicapán . Sin embargo, dado que este indio quiché siempre avalaba sus escritos con su nombre, la hipótesis de que él fuese el que originalmente dio dio form formaa escr escrit itaa al al Popol Popol Vuhcla Vuhclara rame ment ntee pier pierde de fuer fuerza za puest puestoo que que ning ningún ún docu docume ment ntoo anti antigu guoo hace hace tal tal refe refere renci ncia. a. Hast Hastaa hoy, hoy, a pesar pesar de las opin opinio ione ness mencionadas, debido a que no hay datos históricos convincentes sobre la autoría de la obra, ésta sigue siendo considerada más bien b ien anónima. El original quiché no tiene títul título, o, pero la obra es generalmente generalmente identificada identificada como “Popol Vuh,” “Pol Vuj,” “Libro del Consejo,” “Libro Sagrado,” “Biblia Quiché,” “Libro del Común,” “Libro del pueblo,” o “Libro Nacional de los Quichés.” En la Historia la Historia de la Literatura de Guatemala, Guatemala , de Francisco Arbizúrez y Catalina Barrio, se afirma que el abate Charles Ettienne Brasseur de Bourbourg, lo llama el “Libro de los príncipes,” por la elegancia con que fue escrito, posiblemente por príncipes de la familia real. Se cree que el Popol el Popol Vuh fue un códice y que se formó a través del relato oral de los indios, conservado en la memoria colectiva de los quichés. Animados por los mision misionero eross españo españoles les,, entre entre otros otros por Fray Fray Franci Francisco sco Ximénez Ximénez,, alguno algunoss ind indios ios escribieron los relatos comunales, los que seguramente escucharon en su niñez de labios de sus padres y abuelos. De esta manera tomaron forma escrita muchas historias cuyo contenido sólo existía y se trasmitía en forma oral. Sin embargo, no fue este exactamente el caso del Popol del Popol Vuh, puest Vuh, puestoo que quien lo reconstruyó por escrito en la lengua de los mayas quichés, aunque con el alfabeto latino, dice que lo escribe porque ya no se ve el Popol el Popol Vuh, el Libro Común original, porque “su vista está oculta al investigador y al pensador” ( Popol Popol 21). 21). Por otro lado, Adrían Recinos en su Introducción a la obra, traducida por él mismo del quiché al español, expresa su duda respecto a que este libro haya sido un documento de forma fija y de redacción literaria permanente. Según él, más bien debe suponerse que haya sido un libro de pinturas que los sacerdotes interpretaban ante el pueblo para mantener vivo el recuerdo de los orígenes. De este modo refuerza la opinión del Padre Ximénez y del Padre Sahagún, quienes sugieren que originalmente el Popol Vuh estaba representado pictóricamente (The (The Sacred Book 17). Book 17). [1] El mismo Recinos y otros estudiosos estudiosos e historiador historiadores es como Francisco Francisco Albizúrez y Catalina Barrios han señalado que con toda probabilidad el texto “original” se perdió: Acaso esta obra cumbre de nuestra literatura indígena, cuyo contenido es el origen de la América Central, desapareció en medio de la catástrofe que destruyó el señorío quiché. Es posible que haya sido consumido por las las llam llamas as dura durante nte el incen incendi dioo de Gumar Gumarcaa caah, h, prov provoca ocado do por por los los españoles... (Albizúrez y Barrios, 21) Otros en cambio piensan que el documento se extravió en el afán de ponerlo a salvo de los Españoles.[2] En todo caso, el contenido del del Popol Popol Vuhque Vuh que ahora conocemos llegó a todos nosotros gracias a la transcripción y primera traducción al Castellano que hizo el Padre Francisco Ximénez del manuscrito que encontró en el convento de los Dominicos en el siglo XVIII.
Valores de la obra
Aunque Albizúrez y Barrios consideran que el Popol el Popol Vuh es una obra “preñada de valor estético,” ellos mismos señalan que no se la puede considerar por entero como una pieza literaria debido a que no se conoce la versión original y a que el texto en referencia ha sido recreado a base de la memoria, e influido probablemente por la cultura hispano-cristiana (36-37). Y en verdad, el hecho de contar únicamente con una traducción limita en gran medida el reconocimiento de los valores literarios originales de la obra. Sin embargo, el revestimiento de atributos poéticos en muchos de los pasajes en que se advierte una visión de la realidad nutrida de intuición, de imaginación y de sentimiento, nos permite valorar la trascendencia estética de la obra. Del mismo modo es posible apreciar las concepciones éticas que quedan manifiestas en los valores, tradiciones y normas, en el realce de la solidaridad y la meditación, y en el rechazo al envanecimiento por causa de la riqueza y el poder; tal es el caso de Cabracán, quien fue castigado por Hunahpú e Ixbalanqué debido a su soberbia. Parte del reconocimiento del valor de esta obra es el hecho de considerarla como un claro antecedente de novelas hispanoamericanas de nuestro siglo. Ramón L. Acevedo opina que es prácticamente imposible una comprensión cabal de las novelas como Hombres de Maíz, Mulata de Tal y Malandrón de Miguel Angel Asturias, Asturias, Llega Llegaron ron del mar del del guatem guatemalte alteco co Mario Mario Monfor Monforte, te, El El Árbo Árboll de los los Pañuelos del hondureño Julio Escoto, o Mayapán de la también hondureña Argentina Díaz Solano. De hecho es común hacer referencia al Popol al Popol Vuh como monumento central de la literatura indígena y como base de la estética del realismo mágico de Asturias. Por otro lado, Rafael Girard hace énfasis en el valor historiográfico de esta obra quiché, el cual “resalta no sólo de su propio texto, descriptivo de la historia del hombre maya-quiché a través del tiempo, sino también en la mención expresa del escriba indígena que, a guisa de introducción, manifiesta: ‘Este es el origen, el principio de la antigua historia quiché; aquí escribiremos la historia antigua, el principio, el origen de la gente quiché y todo lo que hizo [toda la historia] el pueblo quiché’” ( Esoterismo,12). Esoterismo,12). De manera que es en el propio texto del Popol del Popol Vuh en donde los mayas quichés dejan definida su propia concepción de historia y por lo cual el padre Ximénez, interpretando el sentir del pueblo quiché, intituló su versión española “Historia del origen de los indios de esta provincia de Guatemala” Para el mismo Girard, en el Popol Vuh no hay que buscar una parte mítica y otra histórica, porque sus relatos míticos son al mismo tiempo históricos conformando así una mitohistoria. (12)
Intertextualidad y paralelismo entre el Popol Vuh y la Biblia
Las siguientes consideraciones sobre el concepto de “intertextualidad” son de interés para la discusión que sigue. Marchese y Forradelas han sugerido definirlo, siguiendo a M. Arrivé, como “el conjunto de las relaciones que se ponen de manifiesto en el interior de un texto determinado,” las cuales lo acercan “tanto a otros del mismo autor como a modelos literarios explícitos o implícitos a los que se puede hacer referencia” (217). En este sentido es especialmente relevante el uso que le da al término Julia Kristeva, para quien “todo texto se construye como un mosaico de citas, todo texto es absorción y transformación de otro texto”. Y por su parte, Barthes ha propuesto que todo texto sea leído como un “intertexto” puesto que “otros textos están presentes en él, en estratos variables, bajo formas más o menos reconocibles; los textos de la cultura anterior y los de la cultura que lo rodean; todo texto es un tejido nuevo de citas anteriores” (citado en Marchese y Forradelas 217). Todo texto, entonces, puede verse como el resultado de las relaciones explícitas o implícitas con otros textos. De señalar esas relaciones entre los textos del Popol Popol Vuh y
la Biblia es que nos encargaremos en adelante. Asimismo, en el desarrollo de este trabajo se señalarán ciertos aspectos de paralelismo entre la Biblia y el Popol el Popol Vuh. Vuh. Sobre este concepto, Roman Jakobson, ha sugerido que “son las unidades semánticas de distintas capacidad las que organizan en primer lugar las estructuras paralelas [...] el paralelismo de unidades unidas por similaridad, contraste o contigüidad influye activamente en la composición de la intriga, en la caracterización de los sujetos y objetos objetos de la acción, en el enfilado tema de la acción” (112). Aunque Aunque el paralelismo paralelismo que deseamos examinar atañe más a las unidades semánticas compartidas por dos textos, textos, la observación observación de Jakobson nos parece igualmente igualmente válida para este caso. Por lo tanto, en lo que sigue nos encargaremos de señalar tanto el paralelismo conceptual como las relaciones de intertextualidad entre los textos del Popol del Popol Vuh y la Biblia. Comenzaré por señalar que en el manuscrito del Popol del Popol Vuh no incluye divisiones en partes ni capítulos. Sin embargo, algunos traductores y estudiosos, entre ellos Brasseur de Bourbourg y Adrián Recinos, acostumbran dividir la obra en cuatro partes. De acuerdo con este criterio, la primera división temática consta de once capítulos y se inicia con la descripción del estado de cosas antes de la Creación: Todo estaba en suspenso, todo en calma, en silencio; todo inmóvil, callado, y vacía la extensión del cielo... No había todavía un hombre, ni un animal, pájaros, peces cangrejos, árboles, piedras, cuevas, barrancas, hierbas ni bosques; sólo el cielo existía... Solamente había inmovilidad y silencio en la obscuridad, en la noche. Sólo el Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz, los progenitores, estaban en el agua rodeados de claridad. ( Popol 91) Popol 91) Aunque expresados en distinto orden y con diferentes palabras, podemos apreciar aquí un evidente paralelo semántico y explícita intertextualidad con el primer capítulo del Génesis de la Biblia judeo-cristiana. Nótense los siguientes versículos: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la Faz de las aguas” (Gén.1.1-2). La idea del estado de cosas antes de la creación es la misma y refleja la vacuidad de un universo donde solo existen los dioses y Dios en las aguas y sobre la faz de las aguas, respectivamente. Sin embargo vale la pena señalar que la posición de los dioses del Popol Vuh en el momento de la creación es diferente de la posición del espí espíri ritu tu de Dios Dios al mo mome ment ntoo de inic inicia iarl rla. a. El espí espíri ritu tu del del Dios Dios bíbl bíblic icoo se movía sobre la faz de las aguas, quizá para indicar su supremacía; en el Popol Popol Vuh en cambio, los dioses estaban en el agua, rodeados de claridad. La posición de los últimos parece definir su ubicación al mismo nivel de las aguas, no por encima de ellas. Otra diferencia importante es el estado de las cosas antes del acto de la creación. En la Biblia se menciona una situación de caos, a diferencia de la situación de calma y quietud quietud en el texto maya. Es importante importante señalar estas diferencias diferencias porque son elementos que habríamos de tomar en cuenta al considerar considerar la posible posible influencia influencia del padre Ximénez al copiar y/o traducir el material.. Otro paralelo por semejanza se nota en la creación del universo. Obsérvese el siguiente fragmento: ¡Hágase así! ¡Que se llene el vacío! ¡Que esta agua se retire y desocupe (el espacio)!, Que surja la tierra y que se afirme!...¡Que aclare, que amanezca en el cielo y en la tierra!... Así fue en verdad como se hizo la creación de la tierra: - ¡Tierra!, dijeron y al a l instante fue hecha.( Popol 91) Popol 91) Patricia Henríquez, en su ensayo “Oralidad y teatralidad en el Popol Vuh,” afirma que “el Popol Vuh comienza con la creación de una atmósfera en consonancia con la situación que se desarrollará: el génesis del universo. La descripción inicial busca la grandiosidad y la belleza, propias del arte del espectáculo...” (50). Esta valoración podría aplicarse también al texto bíblico, con un tono imperativo y un tipo de expresión similar en los dos primeros capítulos del Génesis: “Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.” (Gén.1.6)
Al respecto, muy acertada nos parece la observación de José Ignacio González Faus, quien tanto en la concepción del acto de la Creación del universo como en la del hombre, encuentra en el Popo el Popoll Vuh y en la Biblia la Biblia aspectos que obedecen a una lógica ambiental y cultural de sus respectivos pueblos. Referente al acto de la creación González Faus establece un acercamiento entre los textos, mencionando como punto común la prioridad de las aguas. Para él, este aspecto en el Génesis parece parece haber sido importado importado del mundo mesopotámico, mesopotámico, a diferencia diferencia del Popol del Popol Vuh, Vuh, en el que probablemente fue motivada por su geografía ambiental. Según Rafael Girard, la diferencia fundamental consiste en que la creación del universo en el texto indígena se inicia “con la fijación de los límites y dimensiones del cosmos distribuidos en dos planos cuadrangulares superpuestos: cielo-tierra, cuyos lados, ángulos, distancias y puntos básicos quedaron determinados de una vez y para siempre” (24). Otra diferencia muy importante es que la visión quiché de la creación del universo involucra a una pluralidad divina: el Creador, el Formador y los Progenitores; en cambio en la Biblia la obra es esencialmente realizada por un sólo demiurgo. En otro ámbito incluido en las dos narrativas, las respectivas historias de la creaci creación ón del hombre hombre present presentan an not notabl ables es simili similitud tudes es así como como contra contraste stess muy interesantes. Básicamente en los dos textos el barro se menciona como materia prima [3]; sin embargo en la historia quiché, los resultados de este primer intento no son satisfactorios, debido a que las creaturas así formadas no eran capaces de exaltar o alabar a sus creadores. Por esta razón, fueron necesarias dos tentativas adicionales, creándose primero un hombre de palo y finalmente uno de maíz. En relación con la materia de la que el hombre fue creado González Gonzále z Faus afirma: El hombre es creado de maíz, no de barro como en el Génesis. La lógica subyacente parece ser que el hombre se alimenta sobre todo de maíz: luego, ¡De eso debe estar hecha su carne!. [...] La lógica que domina en el Génesis 2 no es esa, sino la de la poquedad del hombre: fue hecho de barro porque es tierra (adaniah); y por eso su castigo consistirá simplemente en que “vuelvas al polvo del que naciste” (Gén. 3, 19) Dos acentos diferentes y dos lógicas complementarias. Por su parte, al comentar las fallidas fallidas tentativas iniciales de crear al hombre según el PopolVuh el PopolVuh,, Margaret Mclear hace un señalamiento que dentro de este contexto es de especial interés por el significado ético que ella le atribuye: As it turns out the stories do not point out to the failure of the gods to make man, but the imposibility for man to be exclusively a glob of mud, a piece of wood, or a mere brute. In others words, the stories explain what man is not to be. (39) La interpretación de McClear trae a luz un tipo de intertextualidad que quizás no sea tan explícita explícita como en los casos anteriores. anteriores. Según la teleología teleología del Popol del Popol Vuh, Vuh, el el hombre debe ser sensible, con corazón y alma suficientemente generosos como para ser agradecidos y amorosos con sus creadores y sus semejantes. De ahí que los muñecos de palo fueran destruidos, por no ser sensibles, por no tener corazón y por lo tanto no ser obedientes. En la Biblia se enfatiza igualmente la obediencia, y los primeros descendientes de Adán fueron destruidos por la misma causa, la falta de sensibilidad a la palabra de Dios. En ambos textos se menciona la muerte de los hombres desobedientes mediante un diluvio, aunque en el pasaje quiché se agregan también otras formas de muerte de los hombres de palo. En los dos casos la muerte es primero que nada una manifestación del castigo divino. Como bien señala González Faus, una importante diferencia entre las dos historias sobre la creación creación del hombre hombre radica en que en el Popol el Popol Vuh, no es un solitario Adán sino cuatro individuos los que reciben el don de la vida. A esta observación habría que agregar, como se indicó anteriormente al hablar de la creación en general, que en el texto indígena la creación creación es una obra de colaboración colaboración entre varios demiurgos, demiurgos, en contraste contraste con la versión versión estrictamente estrictamente judaica de la Biblia, en la que el hombre es la creación creación de un solo Dios. Naturalmente, Naturalmente, la interpretaci interpretación ón cristiana aporta la posible posible
participación de otras personas divinas (Padre, Hijo y Espíritu Santo) [4], aludidas por el uso del plural: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, confor conforme me a nuestr nuestraa semejan semejanza;. za;...” ..” (Génes (Génesis is 2) Esta Esta última última interp interpret retaci ación ón nos permitiría afirmar que en ambos casos la creación del hombre es el resultado de una decisión colectiva. En el caso del Popol Popol Vuh, Vuh, Girard sugiere que los dioses creadores no existen como tales sin la integración integración perfecta perfecta (28, 30). Para él, la integración integración del septemvirato (Tzakol, Bitol, Alom, Cajolom, Tepeu, Gucumatz, y Corazón del cielo o Cabahuil ilustra el concepto monoteísta indígena fundado en la pluralidad dentro de la unidad, el mismo principio principio que rige el organismo organismo comunal donde el individuo no existe, sino en tanto que miembro de su comunidad, como parte integrante y necesaria de un todo. (33) Igual que en la Biblia, en el Popol el Popol Vuh los sucesos obedecen a un plan divino que en opi opinió niónn de Pat Patrici riciaa Hernán Hernández, dez, “deman “demanda da cierto ciertoss requer requerimi imient entos os ritual rituales es y conductuales, tanto a escala individual como colectiva”(2). Hernández agrega que: “la civilización Maya Quiché desciende de los dioses, y sus líderes políticos, sociales y religiosos son los ancestros de toda la comunidad social. De ahí que se requiera de un medi medioo que que mant manten enga ga vivo vivo,, actual actualiz izad adoo y vigo vigori rizan zante te esa esa unió uniónn divi divina na y humana”(2). En el génesis de la humanidad descrita en los dos textos sagrados se observa esa relación entre lo divino y lo humano, entre el creador y lo creado. c reado. La parte segunda del texto indígena, según la división propuesta por Recinos, comprende catorce capítulos; además de ser la más extensa generalmente se la considera “la más novelesca” (Acevedo 28). Así como en el Génesis, aparece aquí la genealogía de los primeros seres vivientes. En la Biblia se detalla la descendencia de Adán, y después del diluvio la de Noé; en el Popol el Popol Vuh se presenta la genealogía de los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué, hijos de Hun-Hunahpú, quien fue a su vez engendrado por Ixpiyacoc e Ixmucané. En esta misma parte encontramos la alusión a los caminos que el hombre tiene opción de seguir en su vida y de lo cuidadoso que debe ser al escoger, pues un error lo puede llevar a la muerte, como le sucedió a HunHunapú y Vucub -Hunapú, quienes escogieron el camino negro: “De estos cuatro caminos uno era rojo, otro negro, otro blanco y otro amarillo. Y el camino negro les habló de esta manera: -yo soy el que debéis de tomar porque yo soy el camino del Señor” (121). Esta situación evoca su contraparte en Génesis 3.1-6, aunque en este otro pasaje no es el árbol del bien y del mal (= el camino negro), sino la serpiente la que promete: “No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.” En realidad, los temas del libre albedrío albedrío y la tentación, emergen en otros pasajes bíblicos. bíblicos. Por ejemplo, ejemplo, en Jeremías Jeremías 6.16, Jehová invita a los hombres a detenerse en los caminos y a preguntar por las sendas antiguas que representan el buen camino. Naturalmente, la invitación incluye el seguimiento del camino del bien. Más familiar quizás es la analogía de las dos sendas o puertas (Mateo 7.13-14) que conducen al bien o al mal: una ancha y otra angosta. La primera nos lleva a la perdición; y la angosta a la vida eterna. En esta misma segunda parte del Popol del Popol Vuh nos encontramos con una referencia a cierto árbol cuya fruta estaba prohibida comer; es imposible imposible no apreciar apreciar su cercanía cercanía temática con el árbol del bien y el mal del Génesis bíblico: A juicio de aquellos, la naturaleza de este árbol era maravillosa, por lo que había sucedido en un instante cuando pusieron entre sus ramas la cabeza de Hun-Hunapú. Y los señores de Xibalbá ordenaron: --¡Que nadie venga a coger de esta fruta! ¡Que nadie venga a ponerse ponerse debajo de este árbol! ( Popol 133) Popol 133) En capítulos posteriores se narra la experiencia de Ixquic, quien es precisamente la hija de uno de los señores de Xibalbá, en términos claramente similares a la primigenia desobediencia de Eva en el Edén bíblico. Ixquic desatiende la orden de su padre de no acercarse al árbol, y tentada por la prohibición va en busca de los frutos, que en realidad son calaveras. Es imposible evadir la similitud con la correspondiente descripción del pecado original en la tradición hebrea, según la cual Eva desobedece la prohibición de comer el fruto del árbol de la ciencia, del bien y del mal (Gen.3.6).
La expe experi rien encia cia de Ixqui Ixquicc inclu incluye ye otro otross elem element entos os que que dura durant ntee sigl siglos os han han permanecido asociados en la cultura cristiana con personajes sobresalientes en la narración bíblica. Las circunstancias de la desobediencia conducen a una concepción sobrenatural. Una de las calaveras dialoga con la joven, y le dice que extienda la mano para tomar las “frutas.” En este instante la calavera lanzó un chisquete de saliva que fue a caer dire direct ctame ament ntee en la palm palmaa de la mano mano de la donc doncell ella. a. Miró Miróse se ésta ésta rápidamente y con atención la palma de la mano, pero la saliva de la calavera ya no estaba en su mano. --En mi saliva y mi baba te he dado mi descendencia (dijo la voz del árbol) ... ( Popol 134) Popol 134) Meses más tarde, ésta es la respuesta de Ixquic cuando es cuestionada por su padre respecto a su preñez: “--¿De quién es el hijo que tienes en el vientre, hija mía? Y ella contestó: --No tengo hijo, señor padre, aún no he conocido varón” (136). Aunque corresponde a circunstancias más trascendentales, la misma sorpresa se trasluce en el diálogo que transcribe el evangelista Lucas (1.34): “Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? Pues no conozco varón.” Como Como un ejer ejerci cici cioo meram merament entee espe especu cula lati tivo, vo, es váli válido do aven aventu tura rarr algu alguna nass reflexiones sobre la simbología de la intertextualidad que estamos describiendo. De una forma forma un poco poco extrañ extraña, a, las histor historias ias de dos muj mujeres eres extrao extraordi rdinari nariame amente nte relevantes en el texto bíblico, Eva y María, parecen fundirse en Ixquic, quien representa a la vez la desobediencia y la redención. En Ixquic, Eva es la misma María. Si en la historia bíblica la preñez de María obedece a la voluntad de Dios de usarla como medio para hacerse presente en la tierra a través de su hijo y así redimir a la humanidad, en el Popol Vuh, la preñez de Ixquic según la interpretación de Girard “ejemplifica el doble misterio de la concepción humana y de la germinación de las plantas (los gemelos asumen más adelante la función de dioses de maíz), asociándose en esta ocasión, por primera vez, los conceptos inseparables de fecundidad humana y fert fertil ilid idad ad de la tier tierra, ra, típi típicos cos de la cult cultur uraa maya maya-- quic quichés hés”” (Gir (Girar ard, d, Fuente Fuente histórica, 109). En la historia bíblica Jesucristo es Dios encarnado en hombre, y como ente divino se comporta santamente, de modo que su conducta sirve de modelo. Hunapú e Ixbalamqué, los hijos concebidos por Ixquic, engendrados por los Ahpú mediante el chisquete de saliva, representan la continuación generacional de una familia que encarna el bien, la moral, lo correcto, en resumen, lo santo. En la tercera parte (diez capítulos) se describe el tercer y definitivo intento de la creación del hombre, esta vez hecho de maíz. Los nombres de los primeros seres humanos fueron Balam-Quitzé, Balam-Acab, Mahucutah, e Iqui-Balam. Éstos fueron dotados de tanta inteligencia y tanta capacidad que en muchos aspectos eran como sus creadores. creadores. Por ello, como precaución, precaución, los dioses cambiaron cambiaron la naturaleza naturaleza de sus creaturas, echándoles un vaho sobre sus ojos para hacerlos inferiores. ( Popol ( Popol 107) 107) Esta Esta mism mismaa perce percepci pción ón de la incli inclina naci ción ón huma humana na haci haciaa la sober soberbi biaa y el auto auto-engrandecimiento, es la razón por la que Jehová decide confundir las lenguas de los edificadores de Babel: Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre... (Gén.11.4) Ahora, pues, descendamos y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. (Gén. 11.7) Obviamente, la misma aprensión se percibe en la prohibición de comer del fruto del árbol de la ciencia, del bien y del mal (Gén. 2.16-17) 2.16-17) En este respecto, respecto, es válido concluir concluir que al comparar la versión versión bíblica con la versión quiché, se puede observar observar que en ambos el creador y los creadores respectivamente prefieren establecer límites y asegurar su supremacía sobre el género humano. Para finalizar esta aproximación a las coincidencias temáticas entre el texto bíblico y el Popol Vuh, vale la pena echar un vistazo a otras situaciones o episodios que ameritarían un futuro y más detallado examen.
1. En el capítulo tres se describe así la creación de las esposas de los hombres de maíz: Entonces existieron sus esposas y fueron hechas sus mujeres. Dios mismo mismo las las hizo hizo cuid cuidad ados osame ament nte. e. Y así así dura durant ntee el sueñ sueño, o, ll lleg egar aron on,, verd verdad ader eram amen ente te herm hermosa osas, s, sus sus muj mujer eres, es, al lado lado de Balam Balam'Q 'Qui uitz tzé, é, Balam'Acab, Mahucutah e Iqui-Balam. Allí estaban sus mujeres, cuando despertaron despertaron,, y al instante se llenaron llenaron de alegría alegría sus corazones corazones a causa de sus esposas. ( Popol 91) Popol 91) De manera semejante dio mujer Jehová a Adán, mientras éste dormía. En ambos casos la creación de la mujer parece obedecer al designio de proporcionarle al hombre una compañera, para asegurar su reproducción y prolongación de la especie. En ambos textos la mujer es creada después del hombre, lo cual tiende a motivar discusiones sobre las connotaciones sexistas de los dos textos. 2. La confusión de lenguas, aunque por distintas razones, es otra tema común en los los dos dos text textos os.. En el capí capítu tulo lo XI de Géne Génesi siss se narr narraa la for forma en que que los los descendientes de Noé, después de salir de oriente y de haberse establecido en Sinar decidieron edificar “una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo” (v. 4). Habiendo considerado esta iniciativa como una necedad de los hombres, Jehová decidió confundir su lengua y esparcirlos por toda la faz de la tierra. El mismo éxodo y la necesidad de establecerse en una ciudad y la confusión de lenguas son también elementos presentes en el Popol el Popol Vuh. Vuh. 3. Otra semejanza de interés corresponde al milagro de la separación de las aguas, en el caso de la Biblia, para dar paso al pueblo judío, que después de escapar de Egipto iba en busca de la tierra prometida, y en el éxodo del pueblo quiché, que también tuvo que cruzar el mar. A ambos pueblos se los describe en un contexto de aflicción y sufrimientos.[5] 4. La estrella que guió a Balam-Quitzé, Balam-Acab, Muhucutah e Iquí-Balam es descrita de forma similar a la estrella que marcó la ruta de los reyes Magos hacia Belén de Judea, en busca del recién nacido Jesús (Mat. 2.9-11). También los eventos que se describen presentan una notable similitud: Grandemente se alegraron Balam-Quitzé, Balam-Acab, Mahucutah e Iqui-Balam Iqui-Balam cuando vieron la estrella de la mañana. Salió primero con la faz respla resplandec ndecien iente, te, cuando cuando salió salió primer primeroo delant delantee del sol. sol. Ensegu Enseguida ida desenvolvieron el incienso que habían traído desde el oriente y que pensaban quemar y entonces desataron los tres presentes que pensaban ofrecer. ( Popol 211) Popol 211) 5. Dada la naturaleza histórico-religiosa de el Popol-Vuh el Popol-Vuh,, puede decirse que este elemento elemento no podía faltar: En la tercera tercera parte encontramos encontramos varias manifestaciones manifestaciones de alabanzas e invocaciones semejantes a las de los salmos bíblicos: “¡Oh tú, Tzacol, Bitol! ¡Míranos, escúchanos! ¡No nos dejes, no nos desampares, oh Dios que estás en el cielo y en la tierra, Corazón del Cielo, Corazón de la Tierra!” (193). 6. La cuarta y última parte del Popol del Popol Vuh, conformada por doce capítulos, narra la dispersión de los descendientes de los hombres de maíz por el territorio quiché (50). Aquí también se destaca la victoria del dios Tohil, lograda con la mediación de sus sacerdotes y sacrificadores. Como paralelos con los pasajes bíblicos reconocemos sólo algunas invocaciones similares a las de los salmos, del mismo tono que el ejemplo citado anteriormente. Hay pues notable notable evidencia evidencia sobre la relación relación intertextual intertextual y paralelístic paralelísticaa entre los textos de la Biblia judeocristiana y el Popol Vuh, pero es también significativa la existencia de importantes diferencias en las respectivas historias de la creación. Estas diferencias son quizás la clave más importante que tenemos para dar respuesta a la interrogante de si los transcriptores y traductores originales alteraron la versión primi primigen genia ia del Popol Popol Vuh en respue respuesta sta a presio presiones nes ideoló ideológic gicoo pol políti íticas cas de las instit instituci ucione oness domina dominantes ntes en aquell aquellaa época. época. Entre Entre esas esas difere diferenci ncias as imp import ortante antess debemos considerar nuevamente la concepción explícita de una pluralidad divina, junto con elementos símbólicos como el estar los dioses en las aguas y no sobre ellas
en el momento crucial de la creación, o la referencia indirecta a la falibilidad de los creadores. Recuérdese que éstos necesitaron al menos tres intentos hasta la formación de los hombres de maíz, creados para dar sustento sustento a los dioses, en lugar de ser éstos los proveedores de sus creaturas. Todo ello definitivamente contribuye a perfilar a unos unos dio dioses ses depend dependien ientes tes e imp imperf erfect ectos os en muchos muchos aspect aspectos os y sin el caráct carácter er omnipotente omnipotente del Dios bíblico. Puesto que no se trata de diferencias diferencias despreciables despreciables en su valor teológico, parece razonable aceptar que en conjunto alejan la posibilidad de que el Popol Vuh hubiese sido alterado simplemente para adaptarlo a la visión cristiana de los conquistadores.
Conclusión
Los pasajes que hemos citado constituyen evidencia de la notable semejanza entre el Popol el Popol Vuh y la Biblia. Son tan transparentes las semejanzas entre los dos relatos que es muy difícil aceptar que se deba a una simple coincidencia, o a la simple existencia de aspectos comunes que marcan el desarrollo de todas las sociedades humanas. Los eventos que en el Popol el Popol Vuh muestran muestran cierto paralelismo paralelismo con ciertos pasajes bíblicos aparecen muchas veces en un orden diferente, pero en otros casos incluso la secuencia es idéntica, como ocurre en el caso de la creación de la mujer, o en el relato de las esposas de los hombres de maíz. Es también demasiado simple proponer que esa fusión de concepciones religiosas sea una infiltración que haya tenido lugar consciente o inconscientemente durante el trabajo de traducción del padre Ximénez, ya que queda muy marcada una fuerte carga de "paganismo" en la obra. Esa conducta de parte del padre Ximénez sería justificable sólo si se considerara en ella una intención conciliadora entre ambas religiones que facilitara la evangelización de los indígenas. Sin embargo esta actitud de apertura religiosa parece imposible dado el sistema riguroso que se implantó en aquella época para hacer desaparecer todo vestigio “pagano.” Pero también es difícil concebir que esta infiltración sea obra de un indio convertido, a menos que él haya querido armonizar armonizar el pasado religioso de su pueblo con el presente del mismo. En todo caso esto no parece muy lógico, puesto que él transcriptor original declara que reconstruyó el texto con la finalidad de preservar su contenido como un testimonio histórico de las creencias de sus antepasados. Una posibilidad que se perfila como más probable es que ese indio transcriptor haya insertado algunos pasajes bíblicos con el propósito de atenuar el matiz “pagano,” y poner el documento a salvo de la mano destructora de los españoles, conservando así lo esencial del relato original. Cualquiera que haya sido la motivación para escribir la versión más antigua que conocemos del Popol Vuh, es innegable la forma en que opera la intertextualidad de los dos textos: a) Si el documento realmente recibió forma escrita por uno o varios nativo nativoss conver conversos, sos, estarí estaríamo amoss ante ante un docume documento nto que revela revela la confir confirmac mación ión temprana de una identidad producto de un sincretismo cultural. b) Si el “espejeo” de la Biblia que se asoma en el Popol el Popol Vuh fue la única manera de ponerlo a salvo de la hostilidad de los conquistadores o una forma de facilitar la evangelización de los quichés, quichés, la intertextualid intertextualidad ad en ese caso revela revela una deliberada manipulación manipulación tanto de los pasajes bíblicos como del original de la obra quiché. c) Si las similitudes ya señaladas señaladas no fueran fueran más que coincidencias coincidencias en la manera de concebir concebir la creación creación del mundo, la intertextualidad que parece existir sería un elemento revelador de la universalidad del pensamiento histórico-religioso. A pesar de todas las incertidumbres, el Popol el Popol Vuh o Biblia de los quichés es una obra de estimable valor histórico, religioso, ético y literario, cuya temática gira en torno a la creación del hombre y a las vicisitudes de los pueblos mayas desde su lugar de origen hasta su establecimiento en las tierras de Guatemala. Allí eventualmente desarrollarían una de las más elevadas civilizaciones precolombinas, y el Popol Vuh es testimonio fehaciente de su potencia intelectual.
Notas:
[1] Abrahan Arias Larreta ofrece una amplia información respecto a este punto: "En "En lo tocan tocante te al reyn reynoo quic quiché hé,, hay hay test testim imon onio io del del auto autorr indí indíge gena na del del Manuscrito de Chichicastenango, quien aseguró que antiguamente existía en su pueblo un gran libro, escrito con auxilio de pinturas, en el cual se describían los acontecimientos históricos y se vaticinaban los hechos futuros” (87). Este dato es corroborado por Alonso de Zorita, quien asegura que logró conocer el sistema político de los quichés “por las pinturas que tenían de sus antigüedades de más de ochocientos años. Y con viejos muy antiguos” ( Breve Breve y Sumaria Relación de los Señores de la Nueva España, 225 - 226). [2] Aunque no se proporcionan los nombres de las personas que confirman esta versió versión, n, Arbizú Arbizúrez rez y Barrio Barrioss la mencio mencionan. nan. Sim Simila ilarr afirmaci afirmación ón aparece aparece en Floresta Literaria de la Américana Indígena de José Alcina Franch (158). [3] El mito de la creación de los cakchiqueles es muy similar al de los quichés, pero no exactamente idéntico a pesar de que ambos grupos son de origen maya. En ambos mitos la creación del hombre implicó varios intentos hasta que los dioses descubrieron el maíz, con cuya masa dieron vida a los hombres (Memorial 50-51). Memorial 50-51). [4] Girard, basándose en las observaciones de Guaman Poma y Julio C. Tello, señala que los autóctonos “sabían que había cielo e infierno, pena, hambre, y castigo. Que había un solo Dios en tres personas (concepto de pluralidad dentro de la unidad): el padre que era justiciero, el hijo caritativo y el hijo menor daba y aumentaba la salud, daba de comer y enviaba agua del cielo para darnos de comer. A esas tres personas denominaban Illapa ( Rayo)” ( Fuente, Fuente, 50) [5] La búsqueda de una tierra prometida es un motivo que se repite en las leyendas de una diversidad de naciones. Entre los incas, por ejemplo, esa misma búsqueda búsqueda de una tierra prometida prometida forma forma parte de la historia historia o “mito” “mito” de sus orígenes. El Inca Garcilaso de la Vega en sus Comentarios Reales da testimonio de esa creencia de su pueblo. Los incas creían que su Padre, el Sol, al ver la forma tan desdichada en que vivían los hombres, se había apiadado de ellos y por eso envió del cielo a la tierra a una pareja de sus hijos para que les diesen preceptos y leyes y les ayudasen a mejorar su estilo de vida. Según relata Garcilaso, el Padre Sol les dio la orden de que partiesen de donde estaban, a orillas de la laguna del Titicaca, y que fuesen donde quisieran y que en cada lugar trataran de hundir en el suelo una varilla de oro de una vara de largo y dos dedos de grueso que les dio por señal para que donde aquella vara se hundiese con un sólo golpe, allí se establecieran por voluntad del Sol su Padre (Anderson Imbert 63). Es muy conocido el relato similar que se registra en las tradiciones Aztecas, sólo que en este caso la señal recibida es distinta: un águila posada en un cactus, devorando una serpiente. Diferencia entre el popo vuh y el genesis En este ensayo primero escribiré un poco, lo esencial de cada libro y al final una comparación, como yo los percibo estos libros. Creación según el popol vuh Primero todo era silencio, había mucha calma. No había nada que estuviera en pie en toda la faz de la tierra, solo existía el mar en reposo y un cielo apacible.
Todo era oscuro, solo Tepeu y Gucumatz, estos fueron llamados progenitores, progenitores, estaban en el agua rodeados de claridad. Ellos son los que disponen de la creación de árboles, bejucos, nacimiento de la vida y del hombre. Se formó el corazón del cielo. Mediante su palabra ellos hicieron emerger la tierra. Dijeron “tierra” y esta fue hecha. Así sucesivamente surgieron el día y la noche, las montanas y valles, brotaron pinares. También se crearon las corrientes de agua y los arroyos corrieron libremente. Luego crearon a los animales, los venados, pájaros, leones, tigres, serpientes, culebras, víboras, víboras, guardianes de los bejucos entre otros. Estos fueron hechos para cuidar a los árboles y a las plantas. Los animales se dispersaron dispersaron y se multiplicaron, pero los creadores les dieron sus moradas respectivas, respectivas, mar, tierra o aire. Luego los creadores les dijeron que hablaran para que alabaran a sus creadores(a creadores(a ellos), pero estos animales no hablaban, solo emitían graznidos, chillaban o cacareaban. Entonces estos creadores los cambiaron de hogar porque no conseguían que los adoraran ni que los veneraran. Hicieron un segundo intento pero estos tampoco hablaron, y por lo tanto fueron condenados a ser comidos y matados. Ante este fracaso de que los animales no los veneraban, ellos se dijeron que tenían que crear antes del amanecer algún ser que los venerara, por lo tanto quisieron hacer al hombre. Para esto tuvieron varios intentos: En este intentaron hacer al hombre de barro, no se podía sostener, no podía andar ni multiplicarse y se deshizo. Luego trataron trataron con madera, lo cual fue un gran avance, ya que hablaban y se multiplicaban, pero estos no tenían memoria(por lo tanto no se acordaban acordaban de su creador), entendimiento, caminaban sin rumbo y andaban a gatas. Estos fueron los primeros que habitaron la faz de la tierra, pero con el diluvio creado por el corazón de cielo estos murieron. Los que se salvaron se escondieron y se convirtieron en Gnomos. De tzite se hizo el hombre, y la mujer de españada , pero estos no pensaban ni hablaban. Fueron aniquilados con resina y fueron desfigurados por las piedras de moler. Esto fue en castigo por no h aber pensado ni en su madre, ni en su padre. Poco faltaba para que el Sol, la Luna y las estrellas aparecieran sobre los creadores cuando descubrieron descubrieron lo que en verdad debía entrar en la carne del Hombre. El Yac, Utiu, Quel y Hoh fueron los que trajeron la comida para la formación del hombre. Esta comida se convirtió en sangre, y así entro el maíz por obra de los progenitores. Los hombres que fueron creados fueron cuatro: Balam-Quitze, Balam-Quitze, Balam-Acab, Balam-Acab, Mahucutah y Iqui-Balam. Iqui-Balam. “Estos son los nombres de nuestras primeras madres y padres.”
Creación según la biblia En el comienzo de todo Dios creó el cielo y la tierra, la que no tenia forma y tenía un mar profundo cubierto de oscuridad, donde solo el espíritu de Dios se movía por sobre el agua. Dios dijo: “Que haya luz !” , y la luz se hizo. Luego llamo a la luz día, y a la oscuridad noche. Después separo las aguas en partes que quedaban sobre la bóveda, y otras que quedaban por debajo, completándose así el segundo día. En el tercer día Dios separó el agua de la tierra, diciendo además que esta tierra debía producir toda clase de plantas. Al ver Dios que estaba todo bien, completo el día. Tomo la bóveda celeste(el cielo) y dijo que hubieran luces en ella para que alumbren la tierra, para así separar el día de la noche. Dios hizo las dos luces, una grande para el día, y una pequeña para la noche. Y como todo se encontraba bien, completo el cuarto día. Del agua sacó toda clase de animales, los monstruos del mar, aves que volaban por sobre toda la tierra. Al ver que todo estaba bien bendijo así a los animales: “Que tengan muchas crías y llenen los mares, y que hayan muchas aves en el mundo”. El quinto día se completo. En el Sexto día Dios creó a todos los tipos de animales, tanto domésticos como salvajes, y los que se arrastran por el suelo. Luego hizo al hombre, el que se parecería a el mismo, y tendría poder sobre todos los otros animales. Luego de crear al hombre y la mujer el les dio la bendición: “Tengan muchos, muchos hijos; llenen el mundo y gobiérnenlo; dominen a los peces y a las aves, y a todos los animales que se arrastran”. Finalmente Dios les entrego todos los frutos y semillas para que les sirvieran de alimento. Como nuevamente dios vio que todo se había hecho bien, completo el día. En el séptimo día, Dios descanso. Dios bendijo este día y lo declaro día sagrado, porque en ese día descanso de todo su trabajo de creación.
Comparación Bueno ambos textos tienen muchas semejanzas ya que ambos empiezan con que solo había océanos tranquilos tranquilos en penumbras, penumbras, si ningún ruido. Lo primero que se hizo en ambas historias fue la separación de la luz y la oscuridad, llamando día a la luz, y noche a la oscuridad, enseguida ambos creadores hacen la tierra, y todos sus elementos, enseguida los animales y por ultimo al hombre. Pero en diferencias si hay muchas que nombrar, como que en el génesis la creación fue en 7 días, mientras que en el popol vuh fue solo en un día, otra cosa que resalta es que los creadores del popol vuh se equivocaron equivocaron en tres
ocasiones en la creación del hombre, mientras que dios no, quizá para no dejar ver un dios imperfecto, porque ya no sería un di os. Otro detalle es que el primer hombre es hecho de barro, pero en el popoh vuh se deshace y en el génesis esta es la creación. Otra cosa fue que el popol vuh se creó al hombre para que recordara a los primeros padres y dioses, y los alabaran a los creadores, mientras que dios solo creo al hombre para que dominara a las demás especies. Y pues lo que veo es que los creadores y dioses de los mayas son mas humanos, ya que cometieron errores y se notan mas “pecadores” mientras que dios es una imagen i magen mas perfecta.