Biblioteca M.A.O. Mis Archivos HrlO Pertenece a: Víctor Fco. Carrasco Ferrada
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EDITORIAL
ffi§- TAROT,
UN JUEGO PARA LA NUEVA ERA
E acepta con frecuencia, probablemente sea un tópico entre tantos, que los sacerdotes hayan tenido en las sociedades creyentes una función terapeútica. Habrían sido algo así como "medicos" del alma, antes que nada, y algunas veces también del cuerpo. Con el declive de su influencia en el mundo moderno aquella función social habría sido heredada en parte, y según los casos, por la psiquiatría. Ambas figuras, el sacerdote y el psiquiatra tendrían, sin embargo, algo en común: los dos recibirían "enfermosn' en busca de ayuda, ignorantes, en la mayoría de los casos, de las causas que las provocaban y de sus propios destinos, En cambio, quien se acerca al Tarot y lo consulta, en su sentido más cualificado y verdadero, sabe o intuye cuál es su propio camino en la vida o, al menos, cree saberlo. Sólo necesita confirmarlo en sus deseos, afanes o tendencias. El Tarot adquiere, así, su sentido original: un juego que desarrolla la propia intuición, y que para nada es una práctica adivinatoria más, una técnica devaluada. Razón tenía Jung al calificarlo como "conjunto de arquetipos del inconsciente colectivo". Con é1, con su ayuda, se lleva a cabo la apertura de una mente clausurada o semi-abiefta. Esta reflexión nos lleva a situarnos ante la esencia del hombre que nace de la Nueva Era. Liberado de toda dependencia institucional, el nuevo ser que encara el futuro no pretende doblegarse ante maestros, iglesias o dogmas, sino que pretende, ante todo, escribir o delinear su propia senda existencial por sí mismo, esto es, descubrirse sin doblegarse ante nada ni ante nadie. Esa es la razón por la que el Tarot, a salvo de sus erróneas comprensiones, podrá llegar a ser un útil instrumento que aligere el despertar de lo que viene. ¿Una quimera? Ya veremos hacia dónde nos lleva esta "formidable máquina de imaginar".
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Surante una reciente rucda de prensa internacional en la que intervino U,!AS mm, el astronauta Charles M. Duke -que tomé parte en la misión Apolo XVI* negó categéricamente y de forma pública que ál o alguno de sus compañeros del Proyecto Apolo norteamericano hubieran visto algún OVNI durante *us misiones. El pasado 19 de Julio, en el centro cultural 'Washington lrving" de Madrid 1ue depende directamente de la Embajada de los Estados Unidos en nuestro país-, se dió cita un nutrido grupo de periodisias de diversos medios comunicación especializados para participar en una rueda de prensa vía satélite en la que
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comparecieron el militar norteamericano en la reserva y astronauta de la misión Apolo XVl, Charles M. Duke, y el doctor Wesley T. Huntress, Administrador Asociado para Ciencia Espacial de la NASA. El propósito que perseguía aquella reunión era bien claro: conmemorar el vigesimoquinto aniversario de la llegada
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del hombre a la Luna y revisar los planes de futuro que la NASA acaricia respecto de los futuros vuelos espaciales a nuestro gatélite. Periodistas desde Lisboa, Praga y, por su-
puesto, Madrid, formularon toda una serie de preguntas de desigual interés a aquellos dos anfifiones. Desaforiunadamente, la falta de tiempo y lo reducido de aquelcoloquio lmpidíó, por la propia naturaleza del acto, profundizar en cuestiones que, sin duda, podrían haber resultado esenciales a la hora de llenar cierlas lagunas histórlcas de los vuelos tripulados a Ia Luna. A pesar de todo, MAS ALLA estuvo allí y tuvo ocasión de actualizar una ya añeja polémica.
AFOLO XYK UNA MI§IÓT.ü PLA§ADA DE ENIGMAS Y nos explicamos, El Apolo XVI que comandó Charles Duke no fue un vuelo cuatquiera. A diferencia de los anteriores en éste estaba prevista la realización de tres paseos lunares de gran duración y el estreno del primer vehículo tadoterreno sobre [a superficie lunar. Por esta clase de detalles, por tratarse
del penúltimo vuelo de la NASA programado para visitar la Luna y por los ambiciosos objetivos cientÍficos de la misión este vuelo levanté gran expectación entre los medios de comunicación de todo el mundo. Desde España algunos periodistas, entre los que se encontraba el comandante de aviación y presentador de televisién José Antonio Silva, pudieron ver en directo las evoluciones de la misión de Charles Duke, John W. Young y Thomas
K. Mattingly desde el centro de seguimiento -hoy fuera de uso- de Fresnedillas (Madrid). Y allíocunió algo. Algo que alteró el curso normal de la misión, ya que poco después de iniciarse el segundo paseo lunar de Duke y Young -y que les ilevó a casi cuatro kilómetros de su módulo lunar-, éste último astronauta tuvo un pequeño ataque de pánico, comenzando a gritar -siempre según el testimonio de Silva- que allí arriba había alguien a quienes ya habían visto en su paseo anterior. Casi automáticamente los periodistas fueron evacuados de la sala por personal del INTA (filial de la NASA en España) y conducidos a
otra dependencia de las instalaciones de Fresnedillas. Nunca hubo explicación oficra alguna sobre aquel hecho, si bien reciente-
mente Luís Ruiz de Gopegui, directivo del INTA y que en aquella época trabajaba en Fresnedillas, aclaró en un prograrna de :ejevi-
sión que todo aquello fue provocaCo por la súbita colitis de uno de ios dos astronautas del módulo lunar {l),
Pero no fue esta la única anomalía de aquella misión. Retrasos en la llegada del Apolo Wla la Luna, el "escamoteo" de las primeras fotos tomadas soore el satélite argumentando un fallo de las cámaras, así como la cancelación de la mrsión 24 horas antes de lo previsto, nunca fueron explicadas satisfactoriamente por la NASA. ¿Acaso vieron algo los astronautas Young y Duke que les asustase?; y, sobre todo, ¿a quiénes se refirió Young cuando dijo que ya estaban en la Luna de nuevo? ¿A los rusos? ¿A extraterrestres?
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Ni que decir tiene que mucho se ha espe-
culado desde aquel Abril de 1972 hasta nuestros días. Y, sin embargo, en esta reciente rueda de prensa a la que aludíamos líneas atrás tampoco se despejaron las incóg-
nitas. A nuestra pregunta de si en la misión comandada por Charles Duke se filmó o vio algún iipo dé objeto extraño, éste respondió: "He acudido a todas las reuniones de todos /os equrpos Apolo, desde el "Xl" al "XVll", he participado en todas ellas, y no ha habido ningún informe de ninguna tripulación sobre ningún tipo de objeto no identificado. Esto me la han preguntado en todas tas partes det mundo -conlinúa-, es decir, si hemos yisto algún tipo de aberración o anomalía. Y la respuesta es no, no, no. Lamentablemente no hemos vlsfo nada, y que yo sepa ningún otro astronauta americano ha vista ningún objeto que no estuviera catalogado, que no fuera bien conocido. Nunca nos hemos encontrado con algo desconocido". Pero, ¿acaso iiene catalogada la NASA a los OVNls y la respuesta de Duke es "técnicamente" ciefta? Aunque la pregunta pueda parecer absurda -ya que quedó, desafortunadamente, entre las dudas que el tiempo impidió aclarar en aquella rueda de prensa-, desde hace años se sabe que en uno de los manua-
les diseñados por la Fuerza Aérea norteamericana para la formación de astronautas, y titu-
lado lntroductory Space Science (Vol. ll), se consagraba un capÍtulo entero a los 0VNIs y a todas sus derivaciones "pro-extraterrestre" (tipos de naves, humanoides, etc.). Y aunque hoy sigamos sin conocer su contenido preciso, semejante detalle bien demuestra que la NASA se interesó por los OVNls a alto nivel durante la carrera espacial, quizá estimulado por experiencias -que Duke, dicho sea de paso, parece ignorar u oculta descaradamentecomo las dá los pilotos de pruebas y astronautas de ta NASA Joseph A. Walker, Hobert White o James McDivitt a primeros de los años sesenta.
Sin olvidarnos, claro está, de que tanto Charles Duke como sus compañeros astronautas aún están sometidos a la obediencia militar y a guardar reserva sobre temas clasificados "secretos" como los OVNls, baio la responsabilidad de incunir en un delito -como saben nuestros lectores bien informadosfueriemente sancionado en Estados Unidos.
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dento del mundo de la ufologia ha sido Ia y tuezas de escépücos aditud rceunente 3rm4?§ de identificar im.qortaltes Una de las contovercias "clásicas"
casos ds observaciones de OVltlls con el planeta Venus. §emeiante identifiea' ción, m¿íxime en los casos vividos por prcfesionales del ailen suele ser gratuita y malintencionada... Una acción de la que no se libra ni el propio Eiétcito delAire español. Eldoetor llllilty $mih desglosa e§ta poiénli§3 V-ggqtesta {q pasg'u¡ Uábaio anterior publicado en esks páginas y tiHlado "Pilotos y OVNIs: hacia una psicología de la percepción" (MASALIA 53). A la hora de racionalizar ciedos avistamientos complicados, los escépticos en materias ufológicas tienen una fuede tendencia a recunir a las explica-
ciones astronómicas, identificando lo visto como un planeta brillante o una estrella de primera magnitud. Tal argumento es lógico, pues una gran mavoría de los casos inicialmente caracterizados coho OVNIs resultan ser, a fin de cuentas, identificaciones enóneas de obietos astronómicos por observadores sin preparación alguna en semejante materia. En efecto, el hombre de la calle tiene poco interés por lo que sucede en el cielo, especialmente en las ciudades, donde la visibilidad está limitada por el alumbrado urbano. De hecho, esta clase de personas, cuando incidentalmente miran hacia arriba y ven algo que no reconocen, recurren esponiáneamente a designar lo visto como un OVNI. Des-
ral, indica con poca precisión.
Esto no quiere decir que la posibilidad asironó-
mica deba rechazarse sistemáticamente. Por el contrario, se trata de una henamienta muy útil, pero debe ser usada dentro de los parámetros de la situación, sin perder de vista los hechos que caracterizan el incidente. Si el observador está en la superfície de la tierra. con su campo visual intenumpido por edificios u otros obstáculos, un planeta muy brillante en el cielo puede fácilmente crear la ilusión
de movimiento y de seguimiento, especialmente cuando el testigo se encuentra en un vehírculo en movimiento. lncluso la Luna ha sido a menudo causa de terror al no ser reconocida por testigos ya predispuestos por las circunstancias.
TESTIGO§ CUATIFICADOS
de luego esto no determina la identidad de lo observado y cuando los pormenores del avistamiento son examinados por los expertos casi siempre salta a la vista una explicación trivial. Es por tanto prudente empezar el análisis de todo incidente OVN| con un vistazo a las posiciones de los principales planetas para ese lugar y hora. Cuando tal análisis fracasa, aquellos que se empeñan en decir '1es OVN/s n'existent pas" recunen a las estrellas de primera magnitud y -por qué noincluso a las de sEunda. Es en este punto cuando el análisis se descanila y se vuelve metodológicamente deficiente, pues no es necesario tener un conocimiento detallado de astronomía para darse cuenta de que a cualquier hora de la noche, y en cualquier lugar del cielo, será siempre posible encontrar una estrella de primera o segunda magnitud cuyas coordenadas son tales que satisfacen la posición del presunto OVN| que el testigo, en gene-
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Las cosas cambian considerablemente cuando el testigo tiene una visión completa de la bóveda celeste, y más aún cuando es un observador técnicamente competente. Es así que existe toda una categoría de casos en que el uso exclusivo de atri' buciones astronómicas es un serio enor metodológico. lVe refiero a los incidentes en que los testigos
son pilotos -civiles o militares-, especialmente aquellos con miles de horas de vuelo en su haber. Como ya lo destacado el Dr. Richard Haines (1), por toda una serie de razones los pilotos son testigos excepcionales: a) Poseen un alto nivel de entrenamiento y motivación personal para realizar obselaciones cuidadosas. b) Los años de experiencia en vuelo les siruen
de ayuda para evaluar rápidamenie situaciones inesperadas y, a menudo, ambiguas.
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c) Tienen la posibilidad de mantener contacto directo (radio, radar) con el personal en tiena, incrementando la información recogida en una situación anómala. d) Los aviones tienen la habilidad de volar en direcciones y alturas variables, proporcionando a los pilotos una perspectiva diferente de los hechos. e) EI mantenimiento de sus reputaciones personales es de fundamenial importancia para los pilo-
tos, por lo que normalmente han de considerar todas las altemativas antes de aventurar una opinión sobre un objeto desconocido. f) Aviones modemos, especialmente los militares, con instrumentos muy sofisticados, representando una ayuda fundamental para la identificación de cosas que son realmente identificables. Por lo tanto, los informes que han elaborado los pilotos son ricos en detalles y contienen información valiosa para el analista del fenómeno OVNI. Desde luego, y particularmente en el caso de aviones militares, la exisiencia de tales informes no es garantía de que han de ser veftidos al dominio público de inmediato por las autoridades pertinentes, aunque con el coner del tiempo es de esperar que tal será el caso... como ocurrió con los archivos de la Fuerza Aérea norteamericana (Proyecto "Libro Azut'). No debe perderse de vista, sin embargo, que
como todo ser humano un piloto puede cometer erTores, pero su interpretación de los hechos debe ser coásiderada muy seriamente, en especial si el testimonio coincide con el resto de la información existente sobre un incidente. Para evaluar ei relato de un piloto lo más importante es saber su experiencia en años de servicio y horas de vuelo. Y aunque, como ha sucedido con pilotos militares en la guena de Corea, es posible
que militares con solo unos cientos de horas de vuelo en su haber sean confundidos por estratagemas de sus enemigos, es virtualmente imposible que un piloto experimentado no sea capz de reconocer, por ejemplo, el planeta Venus, o pueda confundirlo con un objeto anÓmalo en su entomo inmediato. El crÍtico "escéptico" que sin pensarlo dos veces "explica" un avistamiento de un piloto atnbuyéndolo -pongamos por caso- a Venus, sin siqui+ ra informarse de la experiencia del testigo, no es sólo negligente en sus aclividades sino que insulta gravemente al aviador aJ poner en tela de iuicio su profesionalidad. Esta es una de las razones, quizá la fundamental, por la cual actualmente los pilotos no hablan de sus experiencias en público. Los casos siguen sucediéndose, pero el investigador sólo se entera si tiene la suerte de tener amistad con el piloto involucrado en el incidente OVNI. Y aún en ese caso, el uso que puede hacerse después de la información
está iimitado por voluntad de anonimato u otros condicionamientos impuestos. El lector ya sabe...
WillY Srnith (1i Haines, Richard F., §evis¡dn de §S av¡sfam¡entos aéreos que pÍssenfan sfectos elecfrornagnéücos atmosféncos, "Cuademos de Ufología", 12, 1992.
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§t signifirado de la *aúa, en esie easo, tisne un ccntenido simbólico que Ia mente d*l intérprete debe ju§ar 1r tün§*guir plasmar en !a vida nraterial. Las cartas del Tarot hablan d* actitudeg, no de sucesos concre* tCIs de carácter anecdótic*, inspiran y expanden la visión, per* será Iu*go la mente del iecior ia que haga sul redu*ción a lc **tidiano y entresa* qu* pautas de acsión y meyor 00ñIprensi*n. &. ffit LüS&; Situaci*n d* cornienzo
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cepción de las propias capacidades. üstad* rnental *reativo. Las p*sibilidad*s que la vida nns mu*stra para **nseguir todo aquello qus nos psrmite ser creador*s. tons*iencia sn la aeción" Un estadm d* comi*nao con ciir**nión y v*luntad" Vitaiidacj, destreza y elocuen*ia. 2".
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d* gestacién d* un proyecto. hÁomento de espera en el que el retraimi*nto enriqu*ce por la coneienela
*í*n. fin o*asion*s, excesü d* rnando y
llevarlas a la prá*tica. tr,¡tr*nif*staci*n de ia energía mascuiin* pará c*¡"ltr*lar ias *mo*i*n*s. fie-
pr*senta la figur* del padre, {Jn cará*t*r fuert* y pod*rosa pr*t*c*ión. Firrneza, ar¡t*r'idad, d*rmini* y *nt*-
actitudes átieas, de la tradici*n, la respetabilidad y l* bondad. Frsnti{icex: El constructor de puentes entre los cjiferentes niveles de c*mpren* *ión y consciencia. Situaeion en la qli* §e produce una expansión d* la visión y una conexión con lo Prof*nde"
6, LOS AMANTH§: $iiuación de amor humáno en la que se plant*a la atraccién, el eneuentro y la unién. [\¡lom*nts de elección
entre drs caminos u *B*ione*" T*ndencia que orienta a una pocible asociación. Elecci*n *ntr* seguridad y
pr*gresa" Llamada a tras*ender ml *islsrfi ierlto medíanie un* r*la*ión pasi*nml. trrnhinación equilibrada de {a r*¿ón y lm pasión p** ra un *r**in,lientc nneativ*. Mr¡chas veces eRrrarca estados de indecisión. ?" ffiL &Ánffiü:
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TE: Situa*ión *n l* que $e pon* en juegm
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urrnf.e siete añosde peregrinación por doce países, Vijali ha invocado, medianfe sus rituales y esculturas, la relación sagrada entre hombre y naturaleza.
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Creación. Doce arquetipos qug, según esta cultura, y también según los signos zodiacales, ha de vivenciar el hombre para completarse a sí
mismo como ser humano. Son, en
esencia, doce posiciones desde las cuales mirar al mundo y que Vijali ha ido desarrollando durante su peregrinación por los doce países, recreando cada una de ellas en una escultura y en un ritual para activar la energía de estos moldes fundamentales de la naturaleza humana. Vijali puntualiza que la Rueda, aunque está basada en sus orígenes
en la Rueda Medicinal iroquesa,
apunta hacia una meta más universal a través de la incorporación de los distintos símbolos que ha ido encontrando en su camino: mandalas tibetanos, yantras hindúes... "Para mí -afirma- es importante trascender las ceremonias de los nativos norteamericanos. lntento incorporar los rituales primitivos de cada país para realizar lo que creo es una sintesis moderna del ritual y que llamamos "performance". La Performance es una expresión de mi propio proceso 72
de transformación contemporáneo, mediante la incorporación de un nuevo leqguaje de símbolos y mitos que dan acceso al universo de lo sagrado".
Pñ¡M ER MOVITd¡§ruT§" VIENTO BEL OESTE
En 1987 la Rueda del Mundo comenzó a girar. Fue el inicio de un ca-
mino que avanzaba hacia delante
pero que con cada paso retornaba al origen del cual nació. Una danza circular de cuatro movimientos: del
Oeste al Sur, continuando hacia el Este, subiendo hacia el Norte para retornar al Oeste. Vijalifijó el primer punto de la Rue-
da en Malibú, California y lo llamó "La puerta del Oeste", puerla que se
abrió a las energías de esta dirección a través de un ritual sobre la evolución humana y una escultura que simboliza la armonía entre los principios femeninos y masculinos. Las esculturas que Vijali ha ido creando quedan como una insialación permanente para ser usada Por la comunidad local y continuar conectando los doce puntos de la Rueda del Mundo, un circuito que Permanecerá abierto después de la termi-
ii¡;.
Rueda del Mundo surgió de la crisis personal de Vijali, que abandonó to_das- sus_pose-siones para irs.e a esculpir las piedras del desierto. i¡i:¡¡,,,¿
Familia Mundial en España destacan la fortaleza de Vijali, a la que describen como una fuente inagotable de
energía: "es incansable, anda sobre los campos durante horas, en compunto se la Rueda de El segundo encuentra en la reserva de los lndios pleto silencio, subiendo montaña Séneca, donde dejó como semilla la tras montaña a sus cincuenta Y un escultura "Unidad" y la ceremonia años. Durante el año que Permane"La hacedora de paz". Como señala ció con nosotros se entregó profunVijali: "celebro cada cultura con la damente al arquetipo del Amor y ella que me encuentro e intento mover misma, como Ltna fibra de la misma /os asuntos socla/es profundos de la roca en la que trabaiaba, su "muier gente en un esfuerzo Para resolver preñada", se quedó embarazada. Los médicos lo llamarían embarazo conflictos a través de la parlicipación psicológico, pero nosofros preferien la globalidad de la Rueda". mos el término mágico." Fue en EsEl tercer evento tuvo lugar en España, en la hermosa sierra de Aitana paña donde emergió de esta exPe(Alicante), donde esculPiÓ Y Pintó riencia común una nueva joya Para "Mujer del espacio creñada Por el el collar de la Rueda, la creación de so/" y se realizó un ant guo riiual de una rueda subterránea de "Tesoros los indios Séneca. M embros de esta del espíritu del hombre", ocultos banación del proyecto total.
jo el seno íntimo de la Tierra, a los cuales se accede por mapas que inician en una mágica ruta hasta encontrarlos.
El cuarto punto está en ltalia, cerca de Gubbio. AllíVijali convivió durante meses en una comunidad de la zona y fueron casi doscientas personas las que participaron en un hermoso baile de máscaras en el
mismo bosque que frecuentaba
Francisco de Asís. La escultura y el ritual se fundieron en el título de "Voces de bosque de Umbría", en un intento de contrarrestar la destrucción de nuestros hábitats naturales y recordar a la serPiente del paraíso en su papel de la energía kundalini, la energía de transformación necesaria para el cambio de conciencia.
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En la págrna anterior, arriña, fr¡a/l1u*fo a la ofora reaJ¡zada cn Gret¡u. Áh*im, ;unüo n ia cnfoe-r'u Ce .i*rpierurc r:* l;t m$ a r¡r;u
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SEGUNDO MOVIMIENT0: EL TEATRCI DE LA TIERRA
Vijali llama a sus creacciones "e/ Teatro de la Tierra", una síntesis de arte, espiritualidad y activismo pacífico. "A medida que avanzaba -explica- mi percepción de la realidad se iba abriendo; la Rueda me ha hecho expandir los límites de lo que es una esCultura, de
lo que es el arte...
La
gente que me rodeaba en cada País, sus problernas, sus esqeranzas Y sueños para el futuro se han convertido en mi arte." Para localizar el lugar donde debe realizarse la escultura suele permanecer durante meses e incluso años en los países a los que llega, hasta
sentir realmente la energía de esa tierra: "visito algunos lugares y eliio uno que puede ser privado o Público, consigo el permiso y me Pongo a sentir. lnicialmente no tengo idea de qué tipo de escultura voy a crear, nada es predeterminado. Lo que hago tiene que ver con las Personas gue voy conociendo; la resPuesta misma está en la propia búsqueda. Todo depende de la forma y del tiPo de tierra donde estoy, de las montañas, de las piedras". En sus esculturas está escrito lo que la piedra y ella sintieron; muchas veces las cosas ya estaban allíy ella se limita a sacarlas a relucir. "La Tierra misma es la que me da la idea; la naturaleza empieza la escultura y yo la acabo; simplemente, cooPero con ella. Simultáneamente a esfa relación con la materia creo una relación con la gente del lugar y les planteo tres
cuestlones que han srdo báslcas en mi vida y que han sido recogidas en un libro: ¿cúal es nuestra esencia?, ¿cúal es nuestro problema?, ¿cúal es nuestra solución, cómo Podemos sanarnos?." El quinto lugar se encuentra en Grecia, en la isla de Tinos. "Phidousa, la mujer serpiente" fue el ritual que tuvo como anfiteatro el mar Y una cue-
va, que Vijali pintó con el nombre de El laboratorio de Gaia. Una gran ser-
piente esculpida en las rocas de la
orilla quedó como reflejo de los ancianos rituales de sanación de la isla. En este punto, Vijali terminó con su dinero y gracias a'las donaciones de distintos organismos, como la Fundación de la tierra,la venta de pequeñas esculturas y un firme princiPio de austeridad, pudo continuar su viaje hacia el desierto de Egipto, en el sur de la meseta de Gallala, donde esculpiría y realizaria el sexto punto de la Rueda del Mundo: Muier con elsolen su frente y la luna a sus pies.
lsrael y Palestina compartieron el título del séptimo punto de acupuntura de la Rueda, una zona del mundo con una atmósfera de intensa tensión. En medio de la guerra de 74
los adultos, Vijali volvió su mirada a los niños y fue un grupo de Pequeños israelíes y palestinos los que plantaron El árbol de la paz, rodeado por un círculo de esculturas en las orillas del Mar Muerto. También fueron los niños los que contestaron a las tres cuestiones que Vijali planteaba en todos los países. TERCER MOVIMIENTO: LA PUERTA DEL ESTE
W§e, ryustetta r-díffi g @§ ñirn attq*x, adfu, wtdtm w nfutrd" ar tu i* * Tkw" MM, ex #8 xx b @ pá*re ryFwWr* a W M @ M fw rÑ&& stw Ñru, '&*i*re *a W Íá awa gbge ffi fu eli&a & f*rsw a ww fuw; ei
b
,wd,srwre a e sy*wW e*wM
En lndia, el octavo Punto, nuevos límites se derritieron. "Viví durante unos rneses -explica nuestra protagonista- en una cueva de /os himalayas antes de encontrar el "Lugar". La vida me puso en un tren donde conocí a los Bauls, -músicos populares bengalíes que cantan en /os pueblos y en los trenes con una música muY cercana a la tierra-, Y conecté Profundamente con ellos, invitándome a convivir en su pueblo, del cual me enamoré, un requisito básico que siempre me impongo para emPezar a crear los lugares de la Rueda. Me quedé durante unos rneses hasfa que pude ver qué escultura necesitaba esta comunidad india diferenciada en.casfas. Hacía falta crear algo que les sentase en un círculo Y así surgió el proyecto de construir una casa circular, un lugar común donde los Bauls pudieran practicar su música, los del pueblo fener sus Puias (ceremonias) y los chicos una escuela. El día de la consagración del edificio todos vinieron y se sentaron en un círculo, sin diferencias, para r'ealizar las ofrendas al fuego sagrado que ardía en el interior del templo." Y la rueda, entonces, continuó su andadura hacia el Tíbet: "ml destino fue Shoto Terdrom, donde los monjes budistas viven como ermitaños en uno de /os más sagrados lugares del Tíbet. Allí estuve meditando en una cueva y esculpiendo diariamente al Bodhitsatva del Arcoiris. Para la consagración de esfe noveno Punto enterramos una piedra bendecida por el Dalai Lama y una Porción de tierra de fodos /os paises que llevaba recorridos". China fue el décimo Punto, un País al que llegó sin conocer a nadie; sólo tenía un número de teléfono, gracias al cual fue invitada a la universidad para dar unas conferencias, lo que de"sencadenó que ráPidamente el Gobierno chino se pusiese en contacto con ella para ofrecerle su colaboración en el proyecto de la Rueda. Eligió el Bosque de Xishan, a las afuéras de Kunming, donde habían sido encontrados antiguos templos taoístas. Retorno a la Armonía fue'el nombre del ritual que supuso un encuentro entre distintos músicos Y personajes de la vida cultural china y que fue televisado a nivel nacional. 75
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CLjARTO M0VlMlEh{T0: ENGARGE
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Sólo quedaban dos Puntos Para cerrar el circuito abierlo por la Rueda. El lugar elegido para el undécimo santuario fue donde el oscuro bosque de Siberia se encuentra con el luminoso lago Baikal. "En la ribera de esfe lago esculpí y pinté "Espíritu dentro de la materia". La belleza de esos bosques y lagos, la vitalidad Y el espíritu de sus gentes no ha sido compartido por el mundo; es7ero que la Rueda sirva Para tender un puente." Japón fue el engarce del collar. Una primera escultura y ritual dieron pie al Círculo de respiración de agua.
L,
En la luna llena de Octubre de 1993 tuvo lugar el final de la peregrina-
ción. Vijali nos cuenta emocionada esta última ceremonia: "estaba previsto realizar el último ritual al aire libre, pero no paraba de llover. El sacerdote principal del temPlo nos preguntó sobre el contenido de la ceremonia y le contesté que era una plegaria para la realización de nuestra verdadera naturaleza sin límites. El nos contestó que la lluvia había sido traída por Bensaiten. "La gracia de la Diosa nos ha puesfo iuntos en este camino porque quiere que tú nos reúnas dentro de su santuario", me dijo.
Doce piedras esculpidas por Vijali para representar a los doce países
indiaSéneca Tehhennoed Dos Lobos trasmitió a
Y¡let!g!s!!9lsle$velsUpdigirylLv-l-g:lrply!-o-!e cupc*ign*y*or?cig_,ry:lyeJra?:itaP*o_LgocS*:rilolies de la psique humana. 76
de la Rueda fueron colocadas en el centro del templo. El sonido de un gran tambor ceremonial fue tañido por el abad y este gesto marcó el inicio. Después de un recorrido por las cuatro direcciones, Vijali volvió al Este, donde el Sol siemPre resurge, y se sintió vacía, en el punto interno y externo de un nuevo comienzo. El turno de la sacerdotisa dió Paso
al sacerdote, que intervino en la performance (representación) con una ceremonia del fuego de la tradición sintoísta; lo antiguo Y lo nuevo se entretejían en una misma red de significado. El abad terminó diciendo: "La Tierra y el Cosmos han escuchado tu plegaria sincera Y esta será contestada"; y poniendo en las manos de Vijali la piedra bendecida por el Dalai Lama y la tierra de las doce
naciones de la Rueda, la condujo hasta el pequeño santuario para que depositase en su interior los tesoros de peregrinación, donde continuó diciendo: "este es el lugar más sagrado, donde la diosa está manifestada; ni siquiera a nosotros, los sacerdofes, nos está permitida la entrada".
trn ta pástna antarlpr, a la lz,qalsrda, t/lisll frmhe/endp mphm /e pladra; al lado, obra esqulplda en la raca qul reprasenta a 'una mullr can sl sal En la frente y ta luna en sus ples y que se encuaitra an el sur de la mesata da Gallala, en Egipta. A la izqularda, une de sus min6lulares obras; arriba, aasa Pireatar dpd/sede p /Bs be#Is mn iá tndta, aetava eseulture dp Im.e dpss r€€liá#d&$ m 1* larg* dal mando,
Vijali realizó ese día el último gesto de su peregrinación, introduciendo su mano en el Pequeño santuario para reunir en una misma tierra la tierra de todas las naciones. Fue
como llegar al centro mismo de la Rueda: crear una familia de seres que compartiesen el amor Por el planeta, todos Ios Puntos de un mismo círculo unidos y santificados.
Lq ñ§P¡MAK CGruT§NÚA Vijali regresó a los Estados Unidos en Noviembre de 1993, com-
§ §
*
pletamente llena de vida y esperanza, consciente de haber comPletado un círculo y dispuesta a iniciar el siguiente en esta perpetua espiral hacia el definitivo retorno. En estos momentos vive en el desierto de Arizona, en un cañón cortado por un río; allí escribe y recopila las experiencias de todos estos años, las propias y las de aquellos con los que compartió su historia. Vijali también se dedica en estos momentos a la creación de un Centro permanente para la Rueda del Mundo, donde se pueda Producir el encuentro con todos los miembros
a Rueda det Mundo perseguía crear una familia
que mundial se tradujo en una comenzó en 1987 en California y terminó en 1993 !-epp?-gq! -vql -%e-? g -e{pryqqlg !r?pry"i!!4p p g-r IA le Ipy!p !Q! rya e ¡_ol_e !, .e-t-
de la familia Mundial diseminados
por los cuatro continentes, un lugar desde el cual se coordinen las futuras creaciones del Teatro de la Tierra y se establezcan los canales de comunicación entre los doce Pun-
tos. Vijali ya tiene tarea hasta el resto de sus días, y la Rueda, su ejemPlo
vital de cómo ir más allá de cual-
quier límite preconcebido, lo resume con la humildad de siete años de camino: "nadie tiene Por qué rePetir el camino de nadie; cada uno de nosotros, a través de nuestros talenfos particulares, tiene su propio camino para realizar su mandato en el'mundo, para sanar el desequilibrio entre la clase humana y la naturaleza. Sin movernos de donde estamos, fodos nosotros podemos cambiar nuestro medio ambiente, mediante el valor
de un estilo de vida que refleie un
cambio de percepción, una visión de unidad con el mundo. Esfa es la batalla de hoy. La reconquista del reino oerdido."
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Beatriz Cienfuegos 77
palomares. c/ Bravo Murillo,
eueremos formar un grupo de creci- I ^ ¡"t* z"'li¡". z.aozo miento interior a través ¿. rÍ-riái.Lii", i diáogo y los paseos p..il-";;;;;;;'-i;; 1 .e^Lr^"
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