ASTRONOMÍA Y CREACIÓN CURSO PARA PROFESORES DE RELIGIÓN SANTIAGO DE COMPOSTELA - 9 ABRIL 2011 Resumen: Tenie Teniendo ndo en cuenta cuenta el campo campo de aplicac aplicació ión n y la metodol metodolog ogía ía propia propia de los diversos modos de conocer la realidad total (métodos científico, filosófico y teológico), se puede esperar que cada punto punto de vista nos dé una una imagen parcial, parcial, especialmente especialmente al tratar del ser humano en toda su complejidad. complejidad. Si se respetan los límites de cada forma de conocer, no es lógico temer contradiccion contradicciones es entre sus diversas maneras de presentar presentar sus resultados resultados por el contrario, contrario, datos datos de un nivel inferior inferior de!er"n de!er"n ser tenidos tenidos en cuenta cuenta para el raciocin raciocinio io de niveles superiores. #sto es posi!le y necesario cuando ha!lamos de una posi!le inferencia del concepto de $reación a partir de los datos de la $osmología moderna, cuyo desarrollo en los %ltimos cien a&os ha su!rayado la finitud espacio'temporal del niverso y su din"mica evolutiv evolutiva a desde desde la primera ran #*plosión #*plosión hasta la aparición aparición de la vida y del +om!re +om!re en nuestro planeta. planeta.
Manuel Mª Carreira Vérez, S.J.
La racion racionali alidad dad human humana a se manif manifies iesta ta en la búsqu búsqued eda a de Verda Verdad, d, ellez elleza a ! ien, ien, tres tres cate"or#as que im$lican %nteli"encia ! Voluntad libre, los atributos de la &ersona. 'esde el $rimer balbuceo de un ni(o que a$rende a hablar, su necesidad de conocer se e)$resa en el constante constante *+ué *+ué es- ! *+&or *+&or qué-, $re"unt $re"untas as que se refieren refieren a cosas, a $ersonas, $ersonas, a modos de actuar, a normas que se le im$onen. / es el acer0o de res$uestas, desde aquellos $rimeros momentos ! a lo lar"o de toda la 0ida, lo que constitu!e la herencia cultural que se transmite de "eneraci1n en "eneraci1n, en un $roceso que no tiene $aralelo en nin"ún otro ser 0i0iente del mundo material. 2n el modo de hablar actual, en que en un cam$us uni0ersitario se contra$onen las Ciencias a las 3umanidades, la $alabra *Ciencia ha adquirido un si"nificado m4s restrin"ido que el que se le daba en si"los $asados. 5o es !a todo conocimiento razonado $or causas l1"icas, sino que se utiliza casi e)clusi0amente $ara desi"nar el estudio de la actividad de la materia, materia , tal como se nos $resenta como al"o ob6eti0o ! de caracter#sticas com$robables $or cualquier estudioso de cualquier cultura. 2s la ísica en un sentido am$lio, que inclu!e la 7stronom#a, 8eolo"#a, u#mica, iolo"#a, ! sus múlti$les inter9relaciones. La ciencia nace de buscar res$uestas a múlti$les cuestiones $re"untas9 ! lue"o a0anza cuando se cuestionan esas res$uestas ante situaciones donde !a no $arecen totalmente satisfactorias. 2n $alabras de 2instein 2instein,, toda ciencia ciencia $resu$on $resu$one e una doble *fe: que el mundo e*iste o!jetivamente, con independencia independencia de mis preferencias psicológicas psicológicas o culturales, y que es cognosci!le, porque no es a!surdo.
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&ensamien &ens amiento to Cient#fico Cient#f ico ! Metodolo" Meto dolo"#a #a
ni0erso, con la consecuencia im$ortant#sima de que el modo de $roceder constante se enuncia como una *Le! de la 5aturaleza, inmutable ! uni0ersal, $orque no es una im$osici1n e)terna sino la constataci1n de lo que la materia hace en unas determinadas circunstancias. 2l ?)#"eno ! el 3idr1"eno en las mismas condiciones de $resi1n ! tem$eratura, aqu# ! en cualquier lu"ar lu"ar del cosmos, siem$re formar4n formar4n la molécula de a"ua. a"ua. 5o tienen libre albedr#o albedr#o ni *es$ontaneidad *es$ontaneidad $ara actuar de otra manera. 2sto si"nifica que no se admiten como 04lidas @#sicas distintas se"ún los condicionamientos culturales a lo lar"o de la historia. historia. 5i se da 0alor de credibilidad credibilidad cient#fica a su$uestos su$uestos datos e)$erimentales que no $ueden ser obtenidos i"ualmente $or otros cient#ficos usando los mism mismos os méto método doss ! mate materi rial ales es del del in0e in0est sti" i"ad ador or que que los los $ubl $ublic ica. a. Sola Solame ment nte e en $lan $lan humor# humor#sti stico co se $rese $resenta ntan n tales tales casos casos en la /evista /evista de /esulta /esultados dos no'repro no'reproduci duci!les !les,, que a$arece como tal en 2stados >nidos. 2l $rinci$io de 5o9Contradicci1n es el m4s b4sico del $ensar racional: ante una cuesti1n $ro$u $ro$uest esta a en términ términos os inequ inequ#0o #0oco cos, s, desde desde el mismo mismo $unto $unto de 0ista 0ista ! $ara $ara un momen momento to concreto, no es $osible que 0al"an i"ualmente como res$uesta el S% ! el 5?. 5i ha! término medio entre ambos. ambos. Lo contrario define al a!surdo, a!surdo, cu!a e)clusi1n es el modo t#$ico de lle0ar a término una demostraci1n filos1fica o matem4tica, no s1lo cient#fica. La idea, tan e)tendida ho!, de que todas las o$iniones 0alen lo mismo, de que todo es *relati0o, es incom$atible con la ciencia ! con toda racionalidad. 5i 0i0e nadie de acuerdo con ella: se quiere siem$re encon encontra trarr el dia"n dia"n1st 1stico ico médic médico o del me6or me6or es$ec es$ecial ialist ista, a, el c4lcul c4lculo o correc correcto to de un buen buen in"eniero, la res$uesta le"al del me6or abo"ado. &or eso 2instein, !a citado, e)i"#a $ara hacer Ciencia la con0icci1n de que el >ni0erso es co"noscible $orque no es absurdo. 3istoriadores de la Ciencia han hecho notar la falta de 0erdadero conocimiento cient#fico en las "randes culturas del ?riente: China, Ja$1n, la %ndia.
romano, en que la racionalidad ! el orden eran 0alores su$remos, donde lue"o el Cristianismo a(ade la con0icci1n de un 'ios sa$ient#simo que hizo buena a la materia ! la dot1 de le!es que $ermiten estudiarla ! describirla l1"icamente. 2l tercer $rinci$io, el de Eaz1n Suficiente, determina la metodolo"#a a se"uir en toda ciencia. 7nte un hecho indudable, un $roceso que ocurre en nuestra e)$eriencia, sea s1lo de obser0aci1n o un e)$erimento, no basta decir cómo ocurre, sino que debemos $re"untarnos por qué ocurre. 5o 0ale cualquier res$uesta, ni menos aún9 el *$orque s#, e0asi0o irracional que no satisface ni a un ni(o de tres a(os. Lo que se aduce como res$uesta debe constituir una raz1n suficiente $or tener una cone)i1n l1"ica con el resultado final que se intenta e)$licar, sea !a conocida tal relaci1n o se $ro$on"a como una teor#a coherente con el conocimiento cient#fico del momento, aunque lo desarrolle tal 0ez en una direcci1n insos$echada. &or falta de tal cone)i1n no tiene crédito al"uno como ciencia la 7strolo"#a, con sus su$uestos influ6os misteriosos de los astros sobre el com$ortamiento ! la 0ida del 3ombre. &or un sim$le c4lculo matem4tico se demostr1 hace un si"lo que el Sol no debe su brillo a la combusti1n qu#mica Adel carb1n, $or e6em$lo !a que se habr#a a"otado su combustible en menos tiem$o que la duraci1n de las ci0ilizaciones humanas. La única raz1n suficiente $ara la lon"e0idad el Sol se encontr1 al descubrirse la ener"#a nuclear. 'ebemos ser e)i"entes cuando a nuestras $re"untas se res$onde con un *$orque s# camuflado de *7zar. 2l azar no es una fuerza f#sica, ni $uede medirse en un e)$erimento ni $uede $robarse que influ!e en un $roceso, ni $uede introducirse en una ecuaci1n, aunque se utilice el c4lculo de $robabilidades cuando no $uede $redecirse un resultado concreto. 2l único uso le"#timo de ese término es $ara indicar que intentamos establecer una relaci1n entre hechos que no tienen relación alguna, $ero que ocurren tal 0ez simult4neamente en un lu"ar concreto. Me encuentro a un conocido, tras a(os sin contacto, al ir a tomar el tren a una estaci1n ! hora en que el ami"o lle"a inde$endientemente de un 0ia6e que no tiene nada que 0er con el m#o. 2s un encuentro $or azar, $ero ambos tenemos ra0ones independientes $ara estar all# en ese momento. Como tal coincidencia no es $re0isible, e)$resamos la falta de cone)i1n con esa $alabra, que no tiene contenido e)$licati0o sino que niega que ha!a una e)$licaci1n. 2s un *$orque s# disfrazado. Lo mismo 0ale cuando se $re"unta $or qué un ra!o c1smico de una ener"#a concreta im$acta un cromosoma determinado en una célula 0i0iente, causando una mutaci1n "enética, o cuando un meteorito elimina una forma de 0ida en un ambiente es$ec#fico. 2n Ciencia se buscan razones e)$licati0as de la m4)ima a$licabilidad a los di0ersos ni0eles de la naturaleza material. 2n el último si"lo se ha lle"ado a la con0icci1n de que toda la acti0idad de la materia se realiza de cuatro maneras, cuatro interacciones o fuer0as, ! s1lo cuatro: dos de alcance ilimitado Ala "ra0itatoria ! la electroma"nética ! dos de alcance m#nimo, la nuclear fuerte ! la nuclear débil.
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/ aqu# es, finalmente, donde debemos $oner el test m4s e)i"ente de la Ciencia tal como ho! se entiende: solamente tiene carta de ciudadan#a cient#fica aquello que al menos en principio $uede ser com$robado e)$erimentalmente. 2s $osible que falte la tecnolo"#a o los recursos econ1micos $ara hacerlo, $ero tiene que ser conceptualmente posi!le la com$robaci1n e)$erimental. >na muestra de tal modo de $ensar es que nin"ún a0ance te1rico, $or atra!ente que sea, se $remia con un 5obel hasta que sus $redicciones se someten a la 0erificaci1n directa en un e)$erimento de indudable fuerza $robati0a ! que tiene una cone)i1n l1"ica con las ideas $ro$uestas. &or tal criterio, es solamente ciencia ficci1n el hablar de *otros >ni0ersos, que se definen como hi$otéticas realidades materiales sin interacción alguna con el universo o!serva!le. 2sto es as# tanto si los su$uestos uni0ersos deben coe)istir con el único que $odemos conocer como si deben a$arecer misteriosamente como una consecuencia necesaria de su $osibilidad matem4tica Aen la Mec4nica Cu4ntica o $or el eterno recicla6e de sistemas f#sicos en e0oluci1n. 2s i"ualmente a9cient#fico el afirmar como real cualquier $ar4metro de 0alor infinito, $ues nin"ún instrumento $uede medir nada $or encima de un *techo de res$uesta que de$ende de las caracter#sticas finitas de sus com$onentes. 5i siquiera es $osible un c4lculo matem4tico si ha! un factor infinito en una f1rmula, ! se toma como indicaci1n de error conce$tual el que una teor#a lle0e a la $redicci1n de infinitos reales de cualquier ti$o. Solamente a$arece el infinito como un l#mite inalcanzable $ara un $roceso cu!o final l1"ico no $uede $redecirse, como ser#a el caso en la sim$le suma de números enteros o en un cola$so "ra0itatorio de suficiente masa en un a"u6ero ne"ro. 5i 0ale decir que tal estado s1lo se alcanzar#a en un tiem$o infinito, !a que nunca ser#a $osible decir que se ha lo"rado !a. >n e6em$lo en sentido o$uesto lo tenemos si se afirma que al comienzo del >ni0erso Aen el tiem$o cero del i" an" la materia ten#a densidad ! tem$eratura infinitas: si comenzamos con esos 0alores, resulta im$osible obtener nin"ún 0alor finito tras un tiem$o arbitrariamente determinado, $ues el infinito no $uede disminuir ni $or di0isi1n ni $or sustracci1n. L#mites de la Ciencia @inalmente, conocida !a la metodolo"#a cient#fica ! su cam$o de a$licaci1n, nos damos cuenta de sus limitaciones esenciales. La Ciencia no $uede hablar de lo que no $uede medir ni e)$erimentar. 5o $uede decir nada del 6uicio ético de una acci1n, ni del 0alor literario de una $oes#a, ni de la calidad art#stica de un cuadro.
humana, ! no es $osible introducirla con un número en un c4lculo matem4tico. 2n iolo"#a es im$osible hablar de un 1r"ano sin referencia a una funci1n es$ec#fica, sin la cual la estructura material carecer#a de sentido. 2l o6o, el coraz1n, el o#do, se definen $or su finalidad, que solamente $uede inferirse a $artir de la adecuaci1n $ara un fin que determina los com$onentes del 1r"ano ! su modo de funcionar. ni0erso, de la totalidad de las estructuras materiales desde el 4tomo a la m4)ima escala c1smica. +ni0erso e)iste, sin m4s. 2l raciocinio f#sico, tanto a $artir de la teor#a de 5eHton como de la 7strof#sica moderna ! la Eelati0idad 8eneralizada, lle0a necesariamente a ne"ar la infinitud es$acio9tem$oral del >ni0erso: con una masa infinita alrededor de cada $unto del es$acio, todos los $untos tendr4n un $otencial "ra0itatorio infinito ! no $odr4n darse fuerzas "ra0itatorias netas. / en un tiem$o infinito todas las estrellas habr#an a"otado sus combustible nuclear, de6ando sin res$uesta el $or qué toda0#a brillan muchas estrellas. 3a! que ele"ir entre un único hecho de creaci1n en el $asado o la creaci1n continua de nue0a materia estelar durante un tiem$o infinito. 2n ambos casos, la creaci1n en sentido estricto la a$arici1n de una realidad que no e)ist#a $re0iamente en forma al"una9 tiene que $ostularse como la única raz1n suficiente que e)$lica que aún ha!a estrellas 0isibles en enorme cantidad. La necesidad de un >ni0erso en el que la materia tiene las $ro$iedades adecuadas $ara que la 0ida $ueda desarrollarse ! alcanzar el ni0el de seres racionales, al menos en nuestro $laneta, ha lle0ado a cient#ficos a $re"untarse qué consecuencias tendr#an $osibles 0ariaciones de los $ar4metros f#sicos conocidos. >n ! otra 0ez se conclu!e que aun cambios m#nimos en la intensidad de las cuatro fuerzas, las masas de las $art#culas elementales, la masa de la ni0erso tu0o que ser *a6ustado desde su $rimer momento $ara que $rodu6ese un entorno adecuado al menos en un lu"ar dentro del es$acio inmenso. ni0erso actual. Si se $re"unta acerca de qué hubo antes del i" an", la ciencia res$onde que no hu!o antes, $orque el tiem$o es un atributo de la materia ! estamos hablando de la a$arici1n súbita de la materia en su totalidad . 2l Creador no $uede ser sim$lemente otra causa f#sica, actuando incluso se"ún le!es de e0oluci1n que im$lican es$acio ! tiem$o. Como I
ser inmaterial es$iritual9 debemos atribuirle solamente las acti0idades $ro$ias de un ser $ersonal, la %nteli"encia ! la Voluntad libre. &ero la inteli"encia se muestra en actuar $or un fin, con medios adecuados que se eli"en libremente, ! esto im$lica como conclusi1n ob0ia que el >ni0erso fue creado $ara que e)istan personas, $orque al Creador no $uede entretenerle 0er que se queman estrellas durante al"ún tiem$o, ni el 0er que unos robots or"4nicos animales sin inteli"encia9 se mue0en sobre al"ún $laneta también durante tiem$os limitados. La Ciencia nunca $odr4 $robar que tal Creador e)iste o no, $uesto que nin"ún e)$erimento es id1neo $ara hacerlo, $ero nuestro raciocinio a $artir de la contin"encia ! las limitaciones de todo lo que es materia es una base suficiente $ara inferir, con certeza l1"ica, que tal Creador es la %nica ra0ón suficiente posi!le de que haya algo en lugar de nada , ! de que ese algo sea adecuado $ara la e)istencia humana. 2l Creador, libre de l#mites tem$orales, tu0o que conocer con absoluta certeza todo lo que cada $art#cula at1mica hace durante toda la e0oluci1n del >ni0erso: $ara una mente infinita no $uede haber nada desconocido. 5o ha! lu"ar $ara azar cuando todo est4 $resente claramente en un único 73?E7, ! el a"ente que *ech1 a andar el uni0erso le dio las condiciones iniciales necesarias ! suficientes $ara obtener sus fines, sin $osibilidad de i"norancia o error $or raz1n de al"ún $roceso im$re0isto. 2l >ni0erso ! el 3ombre 2s ahora necesario analizar lo que es $eculiar del ser humano, definido como 7nimal Eacional: debemos buscar la raz1n suficiente del $ensamiento abstracto Aque $ermite hacer Ciencia ! de la acti0idad libre Abase de la $ersona como su6eto de derechos ! deberes. / todo intento de e)$licar tal acti0idad fracasa si solamente hablamos de las cuatro fuerzas que definen a la materia, como !a queda indicado. &or tanto es l1"icamente ine0itable el ace$tar una causa no9material, el es$#ritu humano, que no $uede $ro0enir de la materia $or nin"ún ti$o de reacci1n f#sico9qu#mica ni $or e0oluci1n "enética, siem$re limitada a 0ariaciones de estructuras materiales. 2l doble ni0el inne"able de funciones biol1"icas ! racionales e)i"e as# una doble raz1n suficiente materia ! es$#ritu9 sin que ello im$lique un dualismo de uni1n accidental ! $asa6era, sino m4s bien una misteriosa inte"raci1n de ambos elementos en un /? que es el único su6eto de todas esas o$eraciones. / si esto no es totalmente com$rensible, no debe sor$rendernos, $ues ni la materia misma es totalmente com$rensible en la descri$ci1n que de ella hace la Ciencia con su doble base de Eelati0idad 8eneral ! Mec4nica Cu4ntica, conce$tualmente incom$atibles aunque com$robadas ambas en múlti$les e)$erimentos ! obser0aciones. La realidad humana $ermite ace$tar que el >ni0erso no es finalmente absurdo aunque la Ciencia nos ase"ure que su e0oluci1n futura lle0ar4 irremediablemente a la destrucci1n de todas sus estructuras: se a$a"ar4n las estrellas, la 0ida or"4nica ser4 im$osible, ! el estado final ser4 de 0ac#o, oscuridad ! fr#o. Sin otro $or0enir que el que desa$arezcan todas las $art#culas en una ener"#a diluida que ir4 a$ro)im4ndose m4s ! m4s al cero absoluto de tem$eratura, el cient#fico materialista tiene que confesar que *cuanto m4s conocemos el >ni0erso, m4s absurdo $arece Aeinber". 5i se e0ita tal conclusi1n con los esfuerzos anti9 cient#ficos de $ostular un recicla6e sin base al"una en los datos e)$erimentales: re$etir un absurdo no lo 6ustifica, sino que lo subra!a.
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Solamente la di"nidad del hombre como ser dotado de es$#ritu $ermite sal0ar a la materia de la futilidad, como dice S. &ablo. Lo que no es materia no tiene que $erecer aunque se cum$lan las le!es de la ni0erso ha cum$lido su cometido haciendo $osible nuestra e)istencia, que es la única raz1n suficiente de que un Creador le ha!a dado el ser: un a"ente inteli"ente ! libre $ersonal9 solamente encontrar4 una raz1n de crear en la $osibilidad de tener relaciones $ersonales con otros seres también inteli"entes ! libres, como *im4"enes ! seme6anzas del Creador se"ún las $alabras del 8énesis, destinados a $artici$ar de su modo de e)istir sin l#mite al"uno es$acio9tem$oral. >na &ers$ecti0a ni0erso obser0able, al mismo tiem$o que le $ermite coo$erar con el Creador $ara desarrollar su obra. 5ada $uede aducirse en contra de esta conce$ci1n filos1fico9teol1"ica desde el $unto de 0ista de la ciencia m4s moderna, sino al contrario: cuanto m4s conocemos al uni0erso, m4s necesitamos de esa manera de entenderlo.
EL GNESIS EN TRMINOS DE LA CIENCIA MODERNA
2l deseo de saber dónde estamos, de dónde venimos, a dónde vamos es $arte de nuestra búsqueda incesante de Verdad ! 2n esta serie de $re"untas $uede darse también una concatenaci1n l1"ica ! tem$oral, que del $resente inquiere acerca de una e)$licaci1n antecedente, de un estadio siem$re $re0io ! m4s remoto, en una a$arente serie interminable de causas cada 0ez m4s le6anas en el tiem$o. / como tal $roceso es inconcebible l1"icamente como infinito, finalmente tenemos que $re"untar $or un ori"en antes del cual no hay 4antes5, con la a$arente $arado6a de decir que el tiem$o mismo necesita haber tenido un comienzo. N
2n las filosof#as ! mitolo"#as de todos los $ueblos cu!as conce$ciones cosmol1"ico9 teol1"icas conocemos, se e0ita el $roceso sin fin, de causas ! estados $re0ios, a$elando a un elemento b4sico, eterno ! e)istente $or s# mismo, que es de orden material. 2s la
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Situación inicial Si bien la traducci1n m4s frecuente de las $alabras iniciales: * #n el principio creó 6ios el $ielo y la TierraB nos $resenta !a la idea de creaci1n que entendemos ba6o la luz de 0einte si"los de
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2SC<>E7C%Q5 RS%C7: los tres $rimeros d#as 2rimer día8 lu0 y ritmo diario La $rimera eta$a l1"ica de la labor de estructuraci1n que se nos describe es el hacer que ha!a luz, $ues nadie $iensa en traba6ar a oscuras. 5o se conoce la naturaleza f#sica de la luz ni se habla de $rocesos que $uedan $roducirla usando un combustible, ni se asocia necesariamente con la e)istencia de astros luminosos. La luz es una realidad $re0ia a ellos ! comienza a e)istir $or un mandato escueto de 'ios: *3a!a luz, ! hubo luz. Con la ale"r#a del artista que contem$la su obra, *0io 'ios que la luz era buena, ! la se$ar1 de las tinieblas. 7s# comienza el ordenado ciclo de d#a ! noche, base del 0i0ir normal del 3ombre en las latitudes en que se escrib#a este relato. +a transcurrido el día primero. 5uestra ciencia del si"lo ha lle"ado, laboriosamente, a descubrir la luz $rimera, antes del Sol ! las estrellas, en un *&rinci$io que $odr#amos describir como ca1tico, rebosante de ener"#a incre#blemente densa ! $otente, ca$az de sintetizar $art#culas ! 4tomos de hidr1"eno ! helio en los $rimeros DT minutos de e)istencia del >ni0erso. Contra todo $re6uicio que e)i"#a un >ni0erso eterno, es la Ciencia la que nos obli"a a ace$tar un comienzo antes del cual 4no hu!o antes5 . &ero esa materia inicial, dotada de $ro$iedades e)tremadamente bien a6ustadas Aen al"unos casos hasta con la $recisi1n de IT decimales, se e)$ande 0erti"inosamente en un *$rimer d#a c1smico en que a la luz del i" an" si"ue la oscuridad de un cielo sin estrellas durante millones de a(os. ni0erso *finito $ero ilimitado, en e)$ansi1n o en contracci1n en lu"ar del >ni0erso est4tico, inmutable ! eterno ace$tado sin cr#tica $or la casi totalidad de los astr1nomos de hace un si"lo. &odemos decir *sin cr#tica $orque se de6aban a un lado las ob6eciones ob0ias: un >ni0erso infinito con infinita masa en todas direcciones, tendr#a $otencial "ra0itatorio infinito en todos sus $untos, ne"ando la $osibilidad de fuerzas "ra0itatorias netas. / un >ni0erso eterno s1lo contendr#a cad40eres de estrellas, $ues todas habr#an a"otado sus combustibles. S1lo una estricta *creaci1n continua de nue0a materia $odr#a resol0er la se"unda ob6eci1n, como se $ro$uso en la década de ;OIT $or 3o!le, ondi ! 8old. &ero el descubrimiento de la radiaci1n de fondo el rescoldo del i" an"9 en ;OKI $or &enzias ! ilson A&remio 5obel $or ese descubrimiento ! de cuasares solamente e)istentes en edades mu! $rimiti0as, a0alaron la consecuencia l1"ica de la e)$ansi1n descubierta $or 3ubble ! anunciada en ;ODO: el >ni0erso comenz1 en un estado de alt#sima densidad ! tem$eratura. / sus condiciones iniciales, con los $ar4metros de $art#culas ! fuerzas, im$onen una e0oluci1n hasta el $resente, desde aquel *caos $rimordial hasta la estructura ma6estuosa que ho! estudiamos con nuestros instrumentos de la tecnolo"#a es$acial.
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Segundo día8 entorno li!re de agua 2n el relato b#blico tenemos a continuaci1n una manera de describir el se"undo d#a que nos hace sonre#r $or su trasfondo cultural casi infantil. Solamente se ha hablado de una masa in"ente de a"ua, indomable ! estéril, como si fuese una inmensa "ota sin reci$iente ni barreras. 2s necesario abrir un hueco en ese entorno, $ara que $ueda darse una es$ecie de ca0erna con aire ! suelo donde edificar. La e)$eriencia sencilla de llu0ias que $roceden de las alturas, ! de a"uas que afloran en $ozos ! manantiales, su"er#an una di0isi1n entre *a"uas su$eriores e inferiores que e)i"ir#a al"ún ti$o de b10eda se$arando ambas zonas. 2sta es la obra del se"undo d#a: crear el *firmamento, al"o que conten"a a esas a"uas su$eriores siem$re dis$uestas, naturalmente, a caer ! ane"ar los recintos inferiores. ni0erso o del $laneta
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Tercer día8 suelo fértil y vida vegetal 2l tercer d#a nos $resenta !a con un terreno habitable, con tierra firme ! seca. Se$ara 'ios las a"uas, confin4ndolas en sus cuencas oce4nicas, ! como consecuencia tenemos los continentes. 5o conociendo "eolo"#a, el confinar las a"uas se 0e como resultado de una orden di0ina, que restrin"e el 4mbito de los mares se(al4ndoles l#mites 6ur#dicos, m4s que f#sicos. na 0ez hecha la estructura material donde 'ios quiere colocar al 3ombre, em$ieza el traba6o m4s minucioso de dotarla de todas las cosas m4s claramente necesarias $ara la 0ida humana. / lo m4s ob0io es que necesitamos alimento, que solamente $uede encontrarse en ni0eles inferiores de 0ida. Con los datos de la e)$eriencia sensorial sin microsco$ios9 0emos como la forma m4s elemental de 0ida la de ni0el 0e"etati0o. 7s# es l1"ico que 'ios comience creando $lantas en la tierra !a librada de la o$resi1n de un océano ilimitado. Con una nue0a forma de realizar sus fines, 'ios e)i"e a su creaci1n que con sus o$eraciones $ro$ias contribu!a al desarrollo de sus $lanes: * +aga !rotar la tierra hier!a verde, hier!a con semilla y "r!oles frutales, cada uno con su fruto.
ha!a $an, el alimento $or e)celencia. / los 4rboles con fruto, también con semilla que es "arant#a de su $er$etuidad, ofrecen la 0ariedad de utilizaciones que inclu!en el 0ino, el aceite, los d4tiles e hi"os que eran $arte constante de la alimentaci1n de los n1madas ! se"u#an siendo alimento diario de los 6ud#os !a en $ueblos ! "ran6as.
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noche, estaciones ! a(os, con los tiem$os $ara fiestas que toda0#a ho! se determinan $or el ritmo lunar. 2s este *e6ército del cielo el que sir0e a 'ios ! al 3ombre con su orden inmutable, como instrumentos hermosos, $ero sin cate"or#a di0ina en "rado al"uno. 7s# se distancia el relato b#blico de todas las reli"iones que adoran a los astros, como ocurr#a abiertamente en 2"i$to ! en forma m4s o menos 0elada en otros muchos $ueblos de aquel entorno ! de otras culturas de todo el mundo. %ncluso en salmos mu! $osteriores se hace necesario subra!ar el $a$el de sir0ientes del Sol ! la Luna, acusando de i"norancia blasfema a quienes se dedican a obser0ar desde las azoteas los as$ectos cambiantes de los astros, en la astrolo"#a, una caricatura de la ciencia que aún $erdura ho! en los $ueriles hor1sco$os de los medios de comunicaci1n de masas. 2l t#tulo b#blico de 'ios como *el Se(or de los 26ércitos no es una $roclamaci1n belicosa, sino que se refiere $recisamente al *e6ército del cielo, a los astros que se mue0en se"ún sus 1rdenes en un con6unto ordenado ! $erdurable. Con nuestra ciencia moderna hemos conse"uido establecer la situaci1n de la
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/ si estrellas como el Sol tienen un final relati0amente a$acible, $erdiendo sus ca$as e)teriores ! de6ando un cad40er su$erdenso de carbono cristalizado, las de masa mucho ma!or e0olucionan m4s r4$idamente hacia una inestabilidad interna que lle"a al derrumbe casi instant4neo de la ma!or $arte de la masa estelar, que se concentra en una esfera de $ocos Uil1metros de radio. 2l rebote e)$losi0o lanza al es$acio todos los materiales sintetizados en la e0oluci1n $re0ia, ! $ermite en $ocas horas la s#ntesis de los elementos m4s $esados. 7s# se enriqueci1 con *metales Aelementos m4s $esados que el 3elio la nebulosa de la que hace G.ITT millones de a(os se form1 el sistema solar. 5o han sido en 0ano las eta$as c1smicas de duraci1n inima"inable ni es un derroche inútil la e)istencia de tantos astros que $robablemente nunca ser4n 0isitados $or el 3ombre. >na 0ez m4s, es di"na de corearse con entusiasmo la a$robaci1n del Creador al terminar el d#a cuarto: *! 0io 'ios que era bueno el cielo con toda la 0ariedad de astros ! el suelo fértil cubierto de 0i0ientes aunque s1lo en el ni0el m4s inferior, el de la 0ida 0e"etati0a. 9uinto día8 vida animal en entornos sin control humano 2n $aralelo con el se"undo d#a, en que se abre un es$acio habitable dentro de las a"uas, se coloca en el quinto d#a la 0ida animal en los océanos ! la atm1sfera. Con un ritmo de ma!or ra$idez ! 0ariedad creati0a se nos describe una e)$losi1n de 0ida en el a"ua ! en el aire, los dos elementos m4s cambiantes ! al mismo tiem$o9 menos cercanos al 3ombre en cuanto a su ca$acidad de controlar ! utilizar sus recursos. >na 0ez m4s se utilizan las $otencialidades $ro$ias de la materia con una orden dada directamente a las a"uas. *3ier0an de animales las a"uas, con formas tan incre#blemente 0ariadas como alme6as ! ballenas, $1li$os ! $ul$os "i"antes, humildes $escados de r#os ! la"os o monstruos intuidos en las $rofundidades oscuras de los océanos. / como otra e)$losi1n de a"ilidad, hermosura ! 0ariedad fant4stica, el mundo de las a0es, desde los "orriones 9casi in0isibles en su $eque(o tama(o ! color $ol0oriento9 hasta las 4"uilas que nos miran im$40idas desde sus alturas. >n her0idero de 0ida que se $er$etuar4 $or la orden di0ina de fecundidad que es la $rimera !endición no sim$le a$robaci1n9 dada $or el Creador.
0olc4nicas abisales, tal 0ez con la a!uda estructural de arcillas o minerales cristalizados, los amino4cidos que $uede sintetizar el ra!o en una atm1sfera adecuada se unieron $ara $roducir la $rimera molécula con ca$acidad de re$roducirse. 2sa 0ida no era 0e"etal que definimos $or la s#ntesis de nue0o material or"4nico sino de$endiente de moléculas !a $resentes en el entorno en que a$arecen las $rimeras células. 2l misterio se cubre con frases que afirman el hecho, $ero no ofrecen una e)$licaci1n satisfactoria. 3ace !a IT a(os que, en Chica"o, >re! ! Miller simularon una $osible atm1sfera $rimiti0a de la
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iolo"#a no $uede dar una raz1n suficiente $ara transformaciones es$ec#ficas aunque deban ocurrir $or cambios "enéticos de a$ariencia fortuita. Eecordemos que el método cient#fico no $uede demostrar e*perimentalmente la ausencia ni la $resencia de un $lan final#stico, ni siquiera cuando analiza un $roducto de la técnica humana. La $re"unta sobre finalidad o la alternati0a a0ar'dise&o inteligente es de orden filos1fico ! debe dirimirse $or consideraciones metaf#sicas, ausentes en la descri$ci1n e0oluti0a que se mantiene dentro del "m!ito de la !iología. 2n ese cam$o s1lo es $osible intentar res$onder al cómo de la e0oluci1n, no a su raz1n de ocurrir como de hecho ocurri1. 2l re"istro f1sil del desarrollo de los 0ertebrados nos $ermite ace$tar como los m4s $rimiti0os a los $eces, se"uidos de los anfibios ! re$tiles que culminaron en la $resencia abrumadora de los dinosaurios durante ;IT millones de a(os. >na "ran cat4strofe ecol1"ica9 casi ciertamente relacionada con un im$acto de un asteroide de unos ;T Uil1metros de di4metro en la $en#nsula del /ucat4n9 termin1 su im$erio hace KI millones de a(os, de6ando como sus descendientes m4s modestos a los re$tiles actuales ! a las a0es. / es en este mundo menos amenazante donde $udo continuar el desarrollo 0ital, que se hace es$ecialmente e0idente en los mam#feros que $roliferan en las tierras continentales. Se*to día8 animales terrestres y vida humana 2l tercer d#a nos hab#a dado tierra seca, cubierta de $lantas. 2l se)to $uebla de animales los continentes, terminando el $roceso de $re$araci1n $ara el 3ombre. &ara el $ueblo a quien se diri"#a el 8énesis, ori"inalmente de 0ida n1mada $astoril, la riqueza consist#a sobre todo en sus "anados: o0e6as ! cabras, 0acas ! bue!es, asnos ! camellos, 0aliosos toda0#a aun en entornos de "ran6as ! ciudades estables. 2stos "anados se mencionan en $rimer lu"ar entre los animales terrestres, aunque se inclu!en también los re$tiles Acient#ficamente anteriores que el n1mada encuentra en el desierto, como la"arti6as o ser$ientes, ! tal 0ez como cocodrilos en 2"i$to o en otras cuencas flu0iales. &orque no $arecen ser útiles al 3ombre, su menci1n como sin darles im$ortancia, $ero reconociendo su $resencia9 $uede indicar su impure0a que les hace inadecuados $ara el consumo humano, ! que $uede estar relacionada con ritos $a"anos en que ser$ientes son s#mbolos de culto a diosas de la fecundidad, o que es un rescoldo des$ecti0o de la re0erencia idol4trica dada en 2"i$to a cocodrilos ! otros animales ausentes en &alestina. Sin otra distinci1n m4s detallada se mencionan todas las otras !estias de la tierra, aun las fieras sal0a6es, $ara de6ar claro que todo ser 0i0iente tiene su ori"en en la $alabra omni$otente de 'ios. La $aleontolo"#a $uede reconstruir $arcialmente el desarrollo de los mam#feros, sobre todo des$ués de la desa$arici1n de los dinosaurios. 5uestro acer0o de f1siles es siem$re mu! incom$leto, $ero $ermite encontrar formas $ro"resi0amente m4s cercanas a las actuales, $or e6em$lo $ara dar lu"ar al caballo, e incluso a los $rimates biol1"icamente m4s $arecidos al 3ombre. 5o es f4cil encontrar formas intermedias ni $rocesos $lausibles $ara ir desde un su$uesto antecesor de la ballena ori"inalmente terrestre ! del tama(o de un asno9 hasta el enorme cet4ceo de ho!, el animal m4s "rande de toda la historia de la 0ida en nuestro $laneta. >n mam#fero que bucea a ma!or $rofundidad que los submarinos nucleares ! que $uede estar sin res$irar durante una hora, con un coraz1n que bombea mil litros de san"re en cada latido ! con una ca$acidad insos$echada de almacenar o)#"eno en una es$esa ca$a de "rasa subcut4nea. Eealmente es necesario reconocer que tal e0oluci1n es un misterio. ;N
na 0ez $re$arado todo el entorno adecuado, el &adre $ro0idente 9que ha hecho el ho"ar $ara sus hi6os9 culmina su obra con un nue0o acto de es$ecial solemnidad. 5o 0a a $ronunciar un *34"ase distante, ni a ordenar que el a"ua o la tierra utilicen sus $otencias innatas $ara dar lu"ar a una forma su$erior de 0ida. Va a tomar una $arte directamente acti0a en la formaci1n del 3ombre, que 0a a ser *%ma"en ! Seme6anza su!a, ser 0i0iente en un "rado de acti0idad $ro$ia del Creador inteli"ente ! libre. &or tanto, *hi6o en una forma es$ecial, $ues un hi6o es una ima"en 0i0iente de su $adre. 2s una forma "ramatical misteriosa la que hace de la $alabra *2lohim 'ios9 un $lural en esa len"ua sem#tica del 8énesis ori"inal, sobre todo cuando es tan ob0ia la insistencia en la unicidad e)clusi0a de 'ios en todo el libro sa"rado.
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el orden creado que ten"a derecho a arrebatar a un ser humano su di"nidad, su$erior a cualquier consideraci1n utilitaria. La ciencia de ho! no $uede menos de confesar que ha! una diferencia cualitati0a, no s1lo cuantitati0a, entre el 3ombre ! los dem4s seres 0i0ientes del $laneta.
dinosaurios. 5o es correcto el antro$omorfizar a todos los 0i0ientes $ara e)i"irles derechos ! deberes, en una im$l#cita atribuci1n ética que los di0ide en *buenos ! malos. Menos toda0#a es le"#timo el su$oner que animal al"uno ten"a una di"nidad su$erior al 3ombre, sea $ara adorarlo, o $ara ante$oner su bienestar a las necesidades de una $ersona, aunque se quiera dar car4cter humano 9con la idea oriental de reencarnaci1n9 a cualquier forma de 0ida de nuestro entorno. 2l relato de la Creaci1n termina con una base l1"ica que 6ustifica la instituci1n del descanso sa!"tico: es el d#a sé$timo el es$ecialmente bendito ! santificado $or el descanso del Creador. 5o $orque su acti0idad le im$on"a la necesidad de recu$erar fuerzas un sim$le *34"ase es lo que da ori"en a cuanto l quiere9 sino $orque el 3ombre 0a a necesitar ese re$oso a inter0alos re"ulares $ara no 0erse abrumado $or su acti0idad hasta el $unto de de6ar de considerar su relaci1n $ersonal con el Creador. Si los d#as de la semana se toman del entorno cultural en que siete astros se mue0en contra el fondo de las *estrellas fi6as de constelaciones a$arentemente inmutables, en el 8énesis quiere d4rseles un si"nificado m4s $rofundo $or una relaci1n ori"inal aun antes de e)istir los astros9 a lo que se $resenta como acci1n $ro0idente de 'ios $re$arando al mundo entero $ara el hombre. &or eso $uede decir Cristo m4s tarde que 4el +om!re no est" hecho para el S"!ado, sino el S"!ado para el +om!re5, una m4)ima a$licable a toda norma e)terna que $uede con0ertirse en l#mite $ara hacer el bien en todo momento. Segundo relato de la $reación8 centralidad del +om!re 3a! en el si"uiente ca$#tulo otra 0ersi1n del $roceso creati0o en que no se distin"uen d#as ni eta$as, $orque su interés radica en la acti0idad del 3ombre ! su modo de res$onder al Creador que ha hecho todo $ara su bien. 2n este resumen, m4s teol1"ico, 'ios forma $rimero al 3ombre Asin la mu6er del barro, en un mundo 4rido, sin llu0ia ni hierba ni ser 0i0iente al"uno, modelando su cuer$o con sus manos, como un escultor que hace una ima"en humana con maestr#a sublime. 'ios infunde lue"o un *so$lo de 0ida, un aliento que con0ierte a la estatua inerte en ser 0i0iente. 5o ha! alimento $ara ese ser humano aislado, solitario, * por no ha!er llovido =ahvé so!re la tierra ni ha!er +om!re que la la!rase antes de que él e)ista. >na 0ez que e)iste el 3ombre, 'ios $roduce el entorno $aradis#aco donde $uede 0i0ir feliz, *con 4rboles hermosos a la 0ista ! de frutos sabrosos al $aladar, uniendo belleza ! utilidad, culminando en el *4rbol de la 0ida Afuente de inmortalidad ! en el de la *ciencia del ien ! el Mal como $rueba de su fidelidad ! sumisi1n al Creador. 'os modos de com$letar el relato de nuestro ori"en son es$ecialmente si"nificati0os en esta se"unda 0ersi1n: Se afirma que el 3ombre no est4 hecho $ara una e)istencia en soledad: es persona y necesita relaciones personales. &rimeramente, 'ios hace desfilar ante 7d4n a todos los animales del cam$o ! del cielo, formados también del barro des$ués de 7d4n ! él ejerce dominio sobre ellos asi"n4ndoles un nombre adecuado A conociéndolos ! determinando su $roceder, $ues el nombre 9 en el modo de $ensar hebreo9 indica lo que 0a a ser quien lo recibe: recordemos a Cristo dando un nue0o nombre a Sim1n &edro. &ero entre todos los animales no se encuentra nin"uno semejante al 3ombre, $or mu! $arecido que sea su as$ecto f#sico. 7ntes se ha insistido en que el 3ombre est4 hecho a DT
semejan0a de 6ios a $esar de que 'ios no tiene descri$ci1n al"una que indique forma cor$oral9 ! ahora se nie"a la seme6anza a seres que cor$oralmente no $arecen mu! distintos. 2s una forma sencilla, $ero $rofunda, de resaltar de nue0o la di"nidad humana, basada en su racionalidad. 2n se"undo lu"ar, la mu6er no se forma del barro inde$endientemente, sino que es *carne ! hueso del 0ar1n, de la intimidad cercana al coraz1n de 7d4n. 2s esta relaci1n ori"inal la que "arantiza la unidad del "énero humano ! establece también a la mu6er como com$a(era adecuada del 0ar1n 9no como una animal doméstico9 con una mutua atracci1n que ser4 su$erior aun a los lazos de de$endencia res$ecto a los $adres de cada uno. Cristo har4 callar a los que le $re"untan sobre la $r4ctica Mosaica del di0orcio citando la norma b#blica *ser"n dos en una sola carne ! dando claramente la consecuencia del matrimonio indisoluble: *lo que 'ios ha unido, no lo se$are el hombre. Solamente en esta ense(anza de Cristo se mantiene la di"nidad sa"rada de coo$erar con 'ios $ara que ten"an 0ida en un entorno adecuado quienes 0an a ser también *hi6os de 'ios siéndolo de quienes en amor se entre"an mutuamente. La familia es la unidad b4sica de toda estructura $ol#tico9social, ! 9como afirm1 ante las 5aciones >nidas Juan &ablo %%9 *la sociedad es $ara la $ersona indi0idual, no al re0és. Solamente el ser humano es *ima"en ! seme6anza de 'ios con un destino eterno que le afecta en su $ersona, inde$endientemente de consideraciones $ol#ticas o econ1micas de cualquier ti$o. 5unca es l#cito el reba6ar a nadie al ni0el de *cosa útil $ara el $ro"reso cient#fico ni $ara otros fines que atentan contra sus derechos, dados $or el Creador, no $or entidades artificiales, sean democr4ticas o tir4nicas. 5ada tiene que a$ortar la ciencia a estas consideraciones teol1"icas, $ero s# admite como indudable que la es$ecie humana es una, que todos los miembros de la es$ecie tienen i"ual naturaleza racional ! son i"ualmente su6etos de derechos ! deberes, ! que el 3ombre est4 hecho $ara 0i0ir en sociedad. Ser#a equi0ocado el tomar la $rohibici1n de comer el fruto del 4rbol de la Ciencia del ien ! del Mal como una limitaci1n del deseo de conocer que es $arte de la naturaleza racional, ansiosa siem$re de Verdad, elleza ! ien. 2n el modo de hablar sem#tico, *conocer tiene con frecuencia el si"nificado de *dominar, incluso cuando el 0ar1n *conoce a su es$osa cuando se une con ella $ara la $rocreaci1n. / en ambientes $a"anos de la é$oca ! aun en ritos m4"icos de nuestros d#as9 sim$lemente el conocer el nombre de un a"ente sobrehumano $arece ser la cla0e $ara $oder controlarlo ! e)i"irle fa0ores. 2s este conocer el que se $roh#be a 7d4n ba6o $ena de $erder su inmortalidad, $ues el intentar obtener tal control sobre 'ios ser4 una rebeli1n de inde$endencia en actitud de i"ualdad, no de sumisi1n $ro$ia de la criatura. 5i $uede el 3ombre $or s# mismo eri"irse en norma arbitraria del ien ! el Mal. $onclusión 5o han $erdido 0alor ni actualidad estas $rimeras $4"inas de la iblia, ni tiene un cre!ente moti0o al"uno $ara ocultarlas como si fuesen $ueriles ! $oco adecuadas a nuestro tiem$o. Sus ense(anzas son, en nuestros d#as, tan im$ortantes 9o m4s9 como lo fueron hace miles de a(os en un entorno $astoril $rimiti0o o en las ciudades !a m4s recientes. D;
2l relato $oético de la iblia, que usa conce$tos $re9cient#ficos $ara subra!ar ideas de orden, finalidad, di"nidad humana, amor del Creador, se hace m4s im$resionante toda0#a con los datos de la Cosmolo"#a moderna. Cuanto aqu# se ha descrito es !a $arte del acer0o común de conocimientos que no se basan en una o$ini1n u otra de al"ún autor concreto, ni en teor#as m4s o menos $lausibles ! que est4n aún en fase de elaboraci1n ! búsqueda de $ruebas e)$erimentales. 2sto es lo que he querido $resentar en esta formulaci1n de c1mo entender nuestro entorno, no subra!ando detalles concretos de e)$licaciones nimias de sucesi1n tem$oral e0oluti0a, ni $ara el uni0erso ni $ara los seres 0i0ientes, sino ace$tando lo que es m4s im$ortante: la centralidad del 3ombre en un $lan del Creador, inteli"ente ! libre, de infinita "enerosidad diri"ida a nuestro bien. Ser#a equi0ocado el intentar leer el 8énesis como un libro de Cosmolo"#a o de iolo"#a, $ara lle"ar a e)i"ir que se nie"uen las a$ortaciones de la ciencia en esos cam$os, sea cuando se habla de la e0oluci1n c1smica o de la e0oluci1n 0ital en la < ierra. &ero en un len"ua6e sencillo se dicen "randes 0erdades, que no deben inter$retarse en un concordismo su$erficial, ni tam$oco ol0idarse $or un cientificismo mio$e. 2s $osible 0er lo que cada modo de conocer a$orta a nuestra com$rensi1n de la realidad total del >ni0erso ! del 3ombre, en una s#ntesis mutuamente enriquecedora, donde el centro est4 siem$re en el 7mor de un Creador que no crea $or una decisi1n banal de entretenerse con los fue"os artificiales de millones de soles, ni con el corretear de animales sin conocimiento de su Creador. Si el Creador es $ersonal inteli"ente ! libre9 s1lo el buscar relaciones $ersonales con seres seme6antes $uede dar una raz1n suficiente del acto creati0o. / a eso estamos destinados se"ún la
E" P#$me# C#e%&s'u"( )e A)*n
7l 0er la noche 7d4n, $or 0ez $rimera, ue iba borrando ! a$a"ando el mundo, Cre!1 que al $ar del astro moribundo La creaci1n a"onizaba entera. Mas lue"o, al 0er lumbrera tras lumbrera 'ulce brotar, ! her0ir en un se"undo >ni0erso sin fin, 0uelto en $rofundo &asmo de "ratitud, ora ! es$era. >n sol 0elaba mil: fue nue0o oriente Su ocaso, ! $ronto aquella luz dormida 'es$ert1 al mismo 7d4n, clara ! ful"ente. +&or qué la muerte al 4nimo intimidaSi as# en"a(a la luz tan dulcemente +&or qué no ha de en"a(ar as# la 0idalanco hite
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