HERRAMIENTAS HERRAM IENTAS PARA PARA EL DEBATE
RESTRICCIÓN EXTERNA E INTERNA Ricardo Aronskind - 10 de abril de 2014 - Desgrabación
Quiero tratar de hacer lo más sencilla posible esta exposición para que ustedes se puedan llevar de acá algunas cosas que les permitan decodificar lo que la prensa en general confunde y difunde en forma perversa. El nombre que le pusimos a esta es ta charla es Restricción Externa y Restricción Interna. Yo les voy a traducir lo que quieren decir los economistas cuando dicen Restricción dicen Restricción Externa. Es Externa. Es una expresión que viene de hace casi 50 años que se refiere a lo siguiente. ¿Qué era lo que pasaba en la Argentina hace 50 años? Nuestra economía crecía, crecía, crecía pero como la industria era básicamente una industria orientada al mercado interno, por lo tanto, gastaba muchos dólares en importaciones. El campo argentino en esa época era un campo bastante estancado que no alcanzaba a traer las suficientes divisas en relación a lo que se gastaba en la industria. Lo que pasaba cada tanto es que las reservas del Banco Central prácticamente se evaporaban y ahí el gobierno que fuera tenía que devaluar. ¿Por qué tenía que devaluar? Porque tenía que tratar que la industria se pinchara un poco –encarecía las importaciones industriales– declinara su actividad económica,
A lo que la industria necesitaba para poder funcionar, se le agregaron los servicios de deuda externa y la remisión de utilidades de las empresas multinacionales radicadas en la Argentina declinara el consumo para reducir las importaciones y que, de vuelta, empezara a haber reservas en el Banco Central.
¿Por qué son importantes las reservas en el Banco Central? porque Central? porque el Central suministra divisas para que la industria pueda importar impor tar las cosas para funcionar. ¿Por ¿Por qué? Porque tenemos una industria altamente dependiente de insumos, repuestos, maquinaria y hasta combustible importado. O sea, es una industria muy dependiente
de cosas que vienen del exterior ex terior,, por lo tanto, cuanto más crece la industria más dólares gasta. Ese era el problema que teníamos hace 50 años. Ahí surgió la idea de la Restricción Interna que quería decir qué lindo que es crecer, qué bueno que crezca la industria pero en un momento te encontrás con el problema de la falta de dólares y tenés que enfriar la industria, tenés que pararla o bajar el nivel de actividad económica para recomponer reservas. Ese mundo de la Argentina de los años 60 y 70 era un mundo facilísimo para lo que vino después. Porque después vino el neoliberalismo con el golpe del 76 y después con el gobierno menemista y el de la Alianza nos enchufaron dos problemas adicionales. En esa época el único problema era que la industria crecía. No era una industria exportadora, era una industria que sobre todo importaba cosas, nos traía el problema que era que el campo no traía las suficientes divisas. Lo que vino después con el neoliberalismo fueron dos cosas nuevas. La dictadura militar nos endeudó; la deuda externa pasó de 8.000 a 46.000 millones de dólares lo que generó un problema que vivió el gobierno alfonsinista y estamos viviendo ahora que es pagar los intereses de la deuda externa. Entonces no es que solamente se nos iban dólares por las importaciones industriales sino que la novedad es que también se empiezan a ir dólares por la deuda externa que nos dejó el Proceso. Pero con el menemismo vino otra adicional. Ustedes recuerdan que hubo un fuerte proceso de privatizaciones, más privatizaciones, más que privatizaciones privatizaciones fueron extran jerizaciones jerizac iones porque se terminó vendiendo vendiendo todo al capital extranjero, lo público. Pero lo que no se cuenta de la historia económica argentina –quizás porque al empresariado nuestro lo debería cubrir de vergüenza–, es que gran parte del empresariado argentino vendió sus
empresas al capital extranjero. O sea, tenés un proceso de extranjerización masiva de la economía en los 90 no sólo en el sector público sino también parte del sector privado que genera una nueva novedad en materia externa.
De las 500 empresas más grandes de la Argentina, más del 70% son de capital extranjero que tienen que remitir utilidades a sus casas matrices. Esto funciona
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así, el mundo es así. Las multinacionales mandan utilidades a sus casas matrices. Esto quiere decir que ahora a lo que la industria nece-
sitaba para poder funcionar, se le agregaron los servicios de deuda externa y la remisión de utilidades de las empresas multinacionales radicadas en la Argentina. Eso antes de que empiece este Gobierno. Se armó un terrible problema estructural vinculado a las características de la economía argentina con las cuales se encuentra el Gobierno kirschnerista. Al mismo tiempo, se encuentra con dos fenómenos que nos aliviaron bastante la vida en la década pasada. Uno fue que los precios internacionales de los bienes que la Argentina exporta, sobre todo las commodities agropecuarias, tuvieron un precio bueno durante todo el período. Y el tema también de que el complejo sojero empezó a batir records sistemáticos de aumento de la produc-
Ese empresario que desde hace 11 años es apoyado, respaldado, protegió por el Gobierno nacional a la primera de cambio, actúa como una manada y descarga sobre el pueblo argentino un golpe inflacionario ción. Se transformó en una especie de máquina de producir más soja a precios internacionales buenos y eso nos alivió enormemente la situación de toda la herencia nefasta que nos había dejado el neoliberalismo más la estructura complicada que tiene la industria argentina que es una industria muy importadora. Así se logró ir piloteando la cosa y hasta se logró acumular una masa de reservas muy importante, más de 50.000 millones de dólares en los mejores momentos. Esto empezó a cambiar en el año 2008 a partir del momento en que el campo tiene el conflicto con el Gobierno y se produce la crisis internacional.
La crisis internacional generó lo siguiente: en todos los países periféricos se empiezan a fugar capitales hacia los países centrales y sobre todo hacia EEUU. No es un problema con Cristina sino que de Brasil también se van, de Chile, de Venezuela, de Colombia, etc. Empieza lo que los economistas llamamos fuga de capitales en el sentido de que se empiezan a ir fondos financieros de la Argentina, hasta 30000 millones de dólares, y como la Argentina estaba muy sólida no se desmoronó el Gobierno. Eso con el tiempo empezó a horadar las reservas. La otra cuestión es que uno de los defectos de la política económica del kirchnerismo es que recibió una in-
dustria que estaba muy mal, muy golpeada, al borde de la quiebra en algunos sectores. La revivió, la engordó así como estaba. Con esa herencia de deterioro industrial de 25 años de neoliberalismo, el Gobierno empieza a dar créditos, subsidios, apoyo, protección, etc. para que reviva la misma industria que tenía los mismos problemas de siempre desde hace 50 años. No es una nueva industria eximia que tiene una competitividad internacional. Es esa industria que teníamos y que encima venía deshilachada por el proceso de destrucción productiva que tuvimos con el neoliberalismo. El kirchnerismo hace crecer la industria vigorosamente, y por eso se generan los puestos de em-
pleo que se generan, pero que de vuelta gasta dólares. Me parece que debieron pensarse cambios cualitativos dentro de la industria y no solamente en-
gordarla sino que había que haberle hecho sacar un poco de músculo. Esto lo digo como producto de conversaciones con especialistas en industria argentina que me dicen... “mirá, se salvó la industria, creció, vende más, etc. pero es la misma industria, no pienses que hubo una mejora sustancial”. En los últimos años se empezó a hablar de sustitución de importaciones que significa que en vez de traer cosas de afuera las podemos producir acá, lo que nos aliviaría efectivamente el gasto de dólares pero muy poco de eso pasó. Entonces tenemos una industria altamente gastadora de divisas, fundamentalmente en los sectores que insumen muchas divisas como son el sector automotriz y el sector de electrónica de Tierra del Fuego donde se van miles de millones de dólares. Yo banco con todo al Gobierno nacional y más aún en este momento por los enemigos que tiene. Lo digo para también decir que hay que trabajar lo que hasta ahora no se hizo y es mejorar la industria que tenemos. Al Gobierno se le genera otro problema, que también es herencia del neoliberalismo, con la situación de Repsol YPF. Y es el tema energético nacional. Los españoles agarran YPF superavitaria en materia de comercio exterior y la transforman en una empresa importadora. La ordeñan como si fuera una vaca y ahí van en camino a la destrucción total de la empresa. Yo creo que el Gobierno se mete algo tarde, habría que haberse metido antes y no dejar que los españoles hicieran el destrozo que hicieron. Lo mismo con los ferrocarriles, se tardó. El kirchnerismo no tiene una ideología netamente estatizante. En Repsol YPF habría que haber actuado antes porque la situación actual de los problemas cambiarios de Argentina tiene que ver con el agujero que le hizo la gestión española a YPF. Es decir, dejaron de invertir en prospección y explotación y se dedicaron a exportar y a las utilidades extraordinarias repartirlas.
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Esto no lo hizo el Gobierno nacional pero lo dejó hacer, y me parece que con muchas cosas lo que le pasa al Gobierno nacional es que le terminan explotando los cambios que no se hicieron en este tiempo. No cambiaste cosas, no te creas que eso gratis, eso también implica un terrible desgaste. En el caso de YPF no solamente un desgaste sino también un peligro de que explote el propio modelo económico. La gestión Galuccio está haciendo muchas cosas bien, lo que implica que YPF se está transformando, está creciendo la producción, pero milagros tampoco se pueden hacer. Si se hubiera agarrado dos años antes YPF la producción estaría más alta y, por lo tanto, el agujero energético, lo que nos cuesta traer la energía del exterior para mantener la actividad económica probablemente sería menor. Este es un nuevo problema adicional, el desequilibrio comercial que generó YPF Repsol. Y si yo tuviera que agregar otro elemento adicional de errores de la propia política oficial diría que hay un fracaso parcial del Gobierno en controlar la inflación. Lo de Moreno fue un sistemático arreglo con los súper, arreglos para que te hagan trampa y volver a arreglar y vuelta a la trampa. El Gobierno decide para parar la inflación usar el dólar como mecanismo de frenar las expectativas inflacionarias. Eso se hace en el 2010-2011. Al dólar se lo mueve a una velocidad menor que la tasa de inflación y eso va a generar una percepción social en parte real: el dólar está barato. Entre otras cosas se expresa en el auge del turismo argentino hacia todos los destinos del planeta en un país que crecía, tenía mayores ingresos y tenían posibilidades de viajar. Entonces ahí se arma un cóctel entre el tema turístico y el tema energético, la fuga de capitales, el gasto gigantesco de divisas por parte de la industria. Toda la masa de dólares que se necesita para pagar todo esto empie-
za a superar los dólares que se consiguen por el comercio exterior. Se generan muchos dólares U$ 80000 millones propios de las exportaciones. Lo que pasa es que la otra cuenta empezó a superar esa cantidad y ahí empieza la caída de la reservas. Por suerte veníamos cayendo desde muy arriba desde 50.000 millones. Y aquí quiero introducir el final trágico de la gestión Alfonsín, que lamento muy profundamente, porque me parece que no era merecida. Hay un elemento fundamental, ustedes saben que el gobierno terminó con una hiperinflación que generó una situación de caos social imparable y el gobierno decide irse antes para evitar que las cosas pasen a mayores, le pasó la gestión a Menem –neoliberalismo–. En ese final de gobierno alfonsinista hay un elemento que es poco conocido o poco debatido por la opinión pública argentina y que me parece que es fundamental. El gobierno venía con poquísimas reservas internacionales, entre 1.000 y 2.000 millones de dólares, venía mane-
jando la situación con mucha dificultad pero la manejaba hasta que le arman la corrida cambiaria que es la combinación de dos cosas. Primero los exportadores
dejan de vender dólares –no entra un solo dólar por exportaciones– a comienzos de 1989. Segundo, ponen loca a la gente desde los medios de comunicación diciendo que el dólar se va a ir al demonio, “Andá y comprá dólares que siempre es barato en relación a lo que va a valer en el futuro”. La combinación de una oferta de dólares cero y una demanda de dólares infinita de toda la población argentina tratando de agarrar dólares para “salvarse”, es letal porque lleva el valor del dólar a cualquier valor, termina en 650 australes por dólar, empezó a 17 australes por dólares.
El salto impresionante en la tasa de ganancia en dólares en los meses de diciembre y enero fue absolutamente injustificable desde el punto de vista de los costos La escapada del dólar fue lo que generó la hiperinflación. No es que la gente tenía tanta plata en el bolsillo que hacía subir los precios. La hiper del 89 es que los comerciantes, los empresarios, los industriales pe-
gan los precios al dólar, y como el dólar se fue al demonio, los precios se van junto con el dólar. Esa es la hiper del 89. Eso para el empresario argentino, para los exportadores, fue una lección extraordinaria: “tenemos la sartén por el mando, tenemos la forma de poner de rodillas a un gobierno democrático, echarlo eventualmente y condicionar al próximo gobierno porque somos los que tenemos los dólares necesarios para la corrida cambiaria, por lo tanto para que pasen las remarcaciones enloquecidas de los precios.” Esta es la síntesis de 1989. La clase dominante argentina que tiene esa experiencia histórica metida en la cabeza está esperando al kirchnerismo a la vuelta de la esquina para hacerle otro tanto. Con 50.000 millones de dólares en el Banco Central no le podían hacer absolutamente nada; ahora están en 27.000 millones y están esperando que bajen más. Entre tanto, se entretienen con otra cosa que es generar remarcaciones de precios absolutamente injustificadas, vergonzosas. Yo lamento que este gobierno no tenga más fuerza política para reprimir esa situación mucho más seriamente de lo que lo está haciendo. Precios Cuidados es insuficiente. Para mi, la carga dramática es el comportamiento del empresariado argentino: este es un gobierno que hace
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11 años viene sosteniendo a la industria local, nacional, extranjera, pequeña, mediana, toda la industria está haciendo subsidiada, apoyada, estimulada, protegida. Hasta de Uruguay el gobierno protege a los empresarios argentinos. Moreno se pelea con Uruguay porque hubo algún empresario argentino que protestó porque los uruguayos le estaban invadiendo el mercado. Ese empresario que desde hace 11 años es apoyado, respaldado, protegió por el Gobierno nacional a la primera de cambio, actúa como una manada y descarga sobre el pueblo argentino un golpe inflacionario. Hay que discutir cuál es la relación con el empresariado, qué clase de empresariado estamos alimentando. Un empresariado que no tiene ninguna vinculación con el pueblo argentino. El pueblo argentino lo está bancando para que crezca, y cuál es el compromiso social de esta gente. Hasta entiendo que trasladen mayores costos a los pre-
Por ahora me parece que el gobierno ha elegido avanzar por la línea más cauta para tratar de resolver varios conflictos heredados: fondos buitres, Club de París, los juicios del CIADI, YPF Repsol cios pero lo que han hecho es otra cosa. El salto impresionante en la tasa de ganancia en dólares en los meses de diciembre y enero fue absolutamente injustificable desde el punto de vista de los costos. Es otra cuestión de la que estamos hablando, una avivada masiva y descomunal a costa del bolsillo del pueblo argentino y a costa del mercado interno que se achica cuando subís los precios y los salarios no suben en la misma proporción. Pero sobre todo, esto es un elemento de desgaste político que a mi me parece interesante tenerlo en consideración.
Quisiera plantear los tres escenarios posibles en la Argentina hasta el cambio de gobierno en el 2015. El primer escenario es el que quiere el grupo Clarín, la derecha radical argentina, que pretende la caída prematura del gobierno nacional por una razón muy sencilla. A la caída de Alfonsín agarraron a un líder populista vacío, lo cargaron de neoliberalismo e hicieron lo que hicieron de la Argentina durante 11 años hasta terminar en una catástrofe económica y social. ¿Cómo se hace para des-
montar todas las cosas que logró el kirchnerismo en materia de derechos, avance político, social, cultural, etc.? Bueno tiene que terminar en una crisis catastró-
fica. Esa es la forma de entrar con una aplanadora. La condición para desmontar todo lo que se hizo en es-
tos 10 años es que esto termine pésimamente mal con una situación económica absolutamente desbordada, querer una hiper es una situación de ese tipo. Para generar una hiper vos necesitás que se escape el dólar y que el gobierno no lo pueda controlar y lo que va a pasar inmediatamente es que la manada empresaria argentina empiece a remarcar indefinidamente siguiendo al dólar hasta el infinito. Lo que se está jugando en este momento es si el gobierno lo va a poder controlar o no lo va a poder controlar. Ese es el escenario de catástrofe deseado por
la derecha más radical de la Argentina. Hay un escenario intermedio que es que estemos este año y medio con una situación de inflación, que de acá a 4 meses te digan: “bueno como hubo aumento de precios, el dólar queda desactualizado, queremos una devaluación” y te inventen de vuelta el blue que es un cuento chino que hacen unas cuevas que nadie conoce y no se sabe de dónde sale ese precio. “No, el blue está a $19” y empieza todo un run run de vuelta como el que vivimos en octubre, noviembre y diciembre. Para eso tienen los medios, parte de la opinión pública argentina sigue como una manada detrás de esas cuestiones. Te arman un escenario donde hay una nueva devaluación, y la tiene que hacer el gobierno para no perder reservas y que no le hagan el golpe cambiario, entonces tiene que hacer devaluación. Te viene Monsanto –exportadora de cereales– y te dice “esto es insoportable, el pueblo argentino se muere de hambre” y tenés una situación así el próximo año y medio de desgaste, desgaste y desgaste, con lo que cualquier opción kirchnerista interesante que tenga que ver con continuar este proceso transformador se muere y vos tenés como candidato potencial para la Argentina 2015 o a Massa o a Scioli y se murió toda opción transformadora importante. El tercer escenario es si el gobierno logra con inteligencia, con audacia, etc. -el que tengo en la cabeza es el modelo 2009, es decir, el kirchnerismo arrinconado por la derecha que tuvo una reacción extraordinaria desde el punto de vista político, audaz, valiente como la nacionalización de las AFJP, la Ley de medios y un montón de cosas interesantes y el gobierno termina ganando. Puede pensarse eso también del kirchnerismo, es decir, todavía hay capacidad de gobierno, todavía hay mayoría parlamentaria, todavía hay 27.000 millones de dólares de reserva, hay iniciativa política. Yo no me atrevo a decir nada de lo que va a hacer el gobierno pero tiene cartas para ganar. Y en ese caso, si el gobierno logra poner esta situación bajo control y en-
tra en el 2015 con la situación controlada, con expansión económica mayor y con precios mucho más controlados, el candidato kirchnerista tendría una chance interesante de pelearla en 2015. Son, como ustedes verán, escenarios muy diversos: el escenario catastrófico deseado por Clarín y la derecha; el escenario de desgaste por la oposición me-
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diocre; y un escenario que es el que yo deseo de un gobierno con mucha iniciativa, quiero que nos vuelva a sorprender con medidas audaces y que por esas medidas audaces se pueda controlar la situación y terminar el partido ganando con algún gol de ventaja. Por ahora me parece que el gobierno ha elegido avanzar por la línea más cauta que es la que está haciendo el Ministro de Economía para tratar de resolver varios conflictos heredados: fondos buitres, Club de París, los juicios del CIADI, YPF Repsol. Todo esto está tratando de resolver porque si lo resuelve a lo largo de este año Argentina vuelve a tener amplio crédito internacional. Cuál es la importancia de eso: como el año 2015 nosotros tenemos varios vencimientos importantes de deuda –heredada por supuesto– esos compromisos se pueden enfrentar simplemente renovando la deuda. Pido para pagar y las reservas no caen, mantengo la gobernabilidad
Me parece que la restauración neoliberal apunta a poner en el 2015 en el Ejecutivo a un tipo que endeude al país y que nos ponga el yugo de nuevo. Eso es el proyecto de la derecha en la Argentina y no me pueden armar otra corrida, no me pueden obligar a devaluar. Tengo la pelota bajo el pie y puedo avanzar cómodamente a una situación mejor desde el punto de vista electoral. Creo que el Gobierno esta tratando de hacer eso, que en materia inflacionaria está trabajando con Precios Cuidados. Creo que hay que quebrar una cadena mafiosa de intermediación con muchas medidas más audaces, pero por ahora el gobierno va por esta línea suave. Hay muchos indicios de que sectores económicos relevantes se están preparando para junio para armar otra corrida, de vuelta con la misma argumentación que conocimos. Lo que puede generar una sensación de desaliento profundo: “¿cómo, no se había terminado?”. Y otra vez el gobierno teniendo que retroceder, poniendo el dólar un poco más alto para defender reservas porque si se queda sin reservas, sos Alfonsín, ahí te guillotinan. Así como ya dije que hay causas objetivas de la restricción Externa como: la industria argentina, el sector energético después de la privatización también hay sectores internos que están jugando para joder. Hay que decir que esto no pasa en Francia, no pasa en EE.UU., en el sentido que hay un mínimo grado de compromiso nacional de la burguesía de esos países.
Si en el 2008 el Wall Street Journal hubiera dicho “todos los bancos norteamericanos se van al carajo”, lo que te generaba era un desastre total en EE.UU. que no lo podía parar ninguna administración. Lo que hubo fue un “hagamos fuerza todos juntos para que este desbarajuste fenomenal no termine en una catástrofe”. En Argentina tenés una clase dominante que patea en contra del país y quiere la catástrofe, quieren que termine mal esto para la contrarrevolución neoliberal. Aparte, desde el punto de vista de la comunidad de negocios internacionales, el caso argentino les hincha terriblemente porque Evo Morales, Nicolás Maduro pueden joder pero otras cosas. En el caso argentino, resolver los problemas económicos sin acudir al financiamiento internacional es la gran clave interpretativa del mundo actual: los que pi-
den créditos son grandes estadistas, los que no endeudan son demonios populistas. Me parece que la restauración neoliberal apunta a poner en el 2015 en el Ejecutivo a un tipo que
endeude al país y que nos ponga el yugo de nuevo –que es la gestión Macri en la Ciudad de Buenos Aires que triplicó la deuda externa de la ciudad–. Eso es el proyecto de la derecha en la Argentina. Se juegan muchas cosas, se juegan muchas cosas en la inflación, se juegan muchas cosas en las reservas. Estamos en un partido que tenemos que entenderlo, porque no se juegan sólo la inflación del 3,4%, 2,8%. Se está jugando un partido mucho más fuerte, yo espero, y apuesto a que el gobierno nacional vuelva a ser audaz, vuelva a ser osado que sepa convocarnos a los que lo queremos y apoyamos a gestas importantes. Entre que me tiren por tener miedo y hacer como Alfonsín que en su último discurso diga “no pude, no supe o no quise”, que me tiren por nacionalizar el comercio exterior. Muchas gracias.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Sevares, Julio (2010) Por qué crecieron los países que crecieron. Buenos Aires, EDHASA. Capital Intelectual.
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