Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Construcción Histórica Histórica de México en el Mundo
“Nacer Archiduque, vivir como Emperador y morir siendo
villano”
Maestra: Isabel Lincoln Strange Reséndiz Integrantes del equipo: Aguilar Orduña Carlos Barrón Gómez Gerardo Huerta Cortés Daniel Santos Montes Hazel Vázquez Fernández Sebastián
Grupo: 0011
“Todo aquello terminó sin haber alcanzado el éxito.”
-
Carlota de México, últimas palabras palabras antes antes de morir, 19 de enero de 1927, 1927, Bélgica.
¿Maximiliano y Carlota fueron verdaderamente villanos en México? Introducción ¿Cómo darías la introducción de algo que jamás lograste imaginar? O en el caso de Maximiliano y Carlota, ¿de algo que jamás viste terminado? Consideramos que a la fecha nunca podremos lograr entender la magnitud de tales hechos acontecidos en aquellos tiempos. Tomamos en cuenta la ligereza con la que tomamos a nuestra historia, y con esto no nos referimos a que somos malos por no hacerlo o que no queremos a nuestro país por ello, pero la verdad es que nunca ni siquiera llegaremos a imaginar el sufrimiento de una Carlota deshecha tras paredes a miles de kilómetros de lo que se planeaba o a un Maximiliano tan perdido en desilusión que ni sus ideales lo reconocían... y que la muerte, más que un encierro terminó por ser la liberación de una vida no mal planeada pero si muy inocente al momento de de actuar frente a las armas y querer lograr objetivos objetivos con razón y coherencia
ante una una persona persona que dijo qu que e "No mataba al hombre hombre sino al
pensamiento". Y México, un país emergente, que, si bien empezaba a tener tintes de independencia i ndependencia,, no se logró una estabilidad, ya que en lo que cabe, consideramos que no es no es fácil darle vida a una nación. Entre líneas se narran y se cuentan cosas que, a ciencia cierta nunca tendremos el honor de declarar como verídico o no, tenemos escritos, tratados, palabras y hasta imágenes que tratan de recalcar lo ocurrido a lo largo del tiempo.
Antes de la llegada de Maximiliano (por los años de 1860) el panorama era sin duda desalentador, gris y principalmente confuso. En México habían ocurrido en el territorio nacional una serie de acontecimientos que permitieron la entrada de ideas centralistas y que poco a poco fueron tomando mayor fuerza. Tras la pérdida de los territorios del Norte, Antonio López de Santa Anna trató de regresar al poder de México, pero al ver su falta de aceptación por parte de todo el pueblo, fue derrocado por Ignacio Comonfort, el cual trato de unir al país, pero todo terminó por separarse más de lo que ya estaba. De esta separación nacieron dos partidos, uno llamado Partido Liberal y el otro conocido como el Partido Conservador. En este texto abordaremos en específico antecedentes, pero en especial el paso de Maximiliano de Habsburgo y Carlota a través de México tras la intervención francesa y todo un proceso que da lugar l ugar al llamado “Segundo Imperio en México”.
Por el otro lado tenemos a Juárez, un personaje que sin duda abarcó un amplio lugar en nosotros, ya que fue un personaje principal que estaba en contra de lo que Maximiliano buscaba. Por así decirlo, será nuestro antagonista debido a la falta de diálogo, humanismo, y serenidad. Aceptamos que la situación de México no era en lo absoluto buena y cualquier indicio de contrariedad a los ideales de cualquier grupo o partido significaba una declaración de guerra, se podría decir que una reacción pacífica no era la reacción esperada, sin embargo, lo que estaba a punto de acontecer en nuestro territorio fue una guerra que por ciertos ideales fue cobrada con muchas vidas. Más que una intervención i ntervención francesa consideramos consideramos que fue una contradicción histórica, ¿por qué?, esto debido a las grandes y bastas oposiciones que se dieron ante este hecho histórico; histórico; comenzando comenzando por la inestabilidad de un estado estado mexicano apenas apenas comenzado, la incoherencia y contradicción de querer traer a un Emperador Emperador con la idea de que toda una nación estaría jubilosa de su llegada, y por supuesto que estuvo jubilosa, quizá no al momento de desembarcar en Veracruz pero si al momento de de llegar a la ciudad de México y sobre todo al ofrecer apoyo a los que menos tenían, pero seamos sinceros y hay que darnos cuenta de la contradicción más grande que
fue el traer a un Maximiliano que no cuadraba del todo bien con los ideales del clero, con los pensamientos centralistas o conservadores, traer a alguien quien no aceptaba ciertos mandatos de la iglesia, que hasta en cierto punto apoyaba las leyes de reforma puestas por los Liberales. De igual forma veremos a una pareja que, si bien no tenían el poder que esperaban en sus tierras natales, que a pesar de las circunstancias que tuvieron que pasar para poder aceptar ser emperador, al final lo hizo con una intención de dar paz, prosperidad y una igualdad que a la fecha asusta a todo conservador que escucha esto de un Emperador. Por otra parte, tendremos a personas comunes y corrientes que, por el deseo de fungir un cargo con honor, respeto y atención al pueblo, decidieron venir dejando atrás todo, dejando por completo lo que tenían, dejando su patria para hacerse parte de otra, personas que como muchos se enamoraron de nuestras tierras y planeaban lo mejor a sus medidas. Personas que si bien no comunes y corrientes, pero sí con sentimientos, sueños, pasiones y mucho corazón dejaron aquí, en estas tierras lo último que les quedaba, el amor, la pertenencia, la cordura, la vida y un sentimiento más patriótico que el de muchos nacidos aquí. Un sentimiento que solo podremos entender si nos mandaran a tierras lejanas y abandonaran a nuestra suerte cayendo en lo que menos se esperaban, una muerte sin respeto y una locura para morir.
Antecedentes ¿Quiénes eran Maximiliano y Carlota, y cuáles fueron las causas que lo trajeron a México? Trayector Trayector ia de Maximil Maximil iano y Carlo Carlo ta
Fernando Maximiliano José, quien siempre fue llamado en su familia por el segundo nombre, fue el segundo de cuatro hermanos dentro de la realeza de Austria. Con
quien sostuvo una gran relación de hermanos fue con el mayor, José Fernando, el cual a sus 18 años ya había sido nombrado emperador de Austria y rey de Hungría. 1 Aunque ambos eran realmente muy unidos, eran muy diferentes entre sí. Mientras Maximiliano, que era el hermano menor, fue bastante sentimental, abierto a las personas, encantador en su forma de ser e incluso contaba con más fuerza; su hermano Francisco José era demasiado cerrado, de costumbres metódicas, puntual y un escrupuloso administrador del dinero.2 Gene Smith, nos comparte en su obra Maximiliano y Carlota: La tragedia de los Hamburgo en México la conducta del archiduque: “Maximiliano era mucho más animoso y encantador que su tieso hermano. Era también más fuerte […] aunque tenía unos años menos que Francisco José. Pero llegó el momento en que uno de los hermanos, de dieciséis años de edad, seguía siendo estudiante, y el otro, de dieciocho, se convertía en Su Majestad Imperial el Emperador de Austria.” 3
A partir de esto, podemos notar como Maximiliano era un joven j oven que tenía una faceta menos parecida a la de un dictador, a comparación de su hermano quien ya se estaba moldeando a lo que “el pueblo necesitaba”. Maximiliano era un ser más amable, el cual, si se le hubiera propuesto a él, posiblemente hubiera hecho un trabajo más a favor del pueblo. Mientras tanto, Carlota, quien era la princesa de Bélgica: “Era, según su madre, <
> […] Hablaba bien, pero era <>, caprichosa, temperamental […]La joven infanta era condescendiente y encantadora, pero no se le podía tratar como a una niña. Era adulta, a pesar de sus pocos años. Con el cerebro razonador de una adulta inteligente” […] Era extremadamente exacta y austera consigo misma y los demás” 4
1
Smith, Gene. (1973). Maximiliano y Carlota. Barcelona: Editorial Juventud. pp. 32, 33 pp. 35, 36 3 Ibídem pp. 37 4 Ibídem pp. 59-62 2 Ibídem
Como podemos notar, ella era, de alguna manera, parecida a Maximiliano, sin embargo, su inteligencia era el complemento perfecto perfecto para el archiduque, además de que ella también buscaba un bien para los demás. Sin embargo, ella no sabía que tan importante iba a ser el momento en el que se encontraran. Cuando en uno de los viajes que realizaba Maximiliano le fue aceptado su visita a Bélgica “La hija del rey de los belgas quedó inmediata y totalmente prendada del archiduque austríaco”5, y lo mismo se po día decir de él, quien halló “«completamente
increíble que la joven princesa poseyese en tan tierna edad tantos conocimientos y demostrase ser tan inteligente»”6 Seis meses después del encuentro, Maximiliano al estar tan ilusionados de la princesa Carlota, pidió al rey de Bélgica la mano de Carlota. La petición fue otorgada y se fijó f ijó la boda para el 28 de julio de 1857. 7 Francisco José, aunque quería a Maximiliano, no le gustaba la idea de darle algún puesto de autoridad a su hermano debido a las ideas liberales que tenía. Sin embargo, finalmente decidió nombrarlo virrey de la Italia austriaca, el cual era un puesto demasiado importante. Esto alegró a los nuevos virreyes, pues Maximiliano encontraba una oportunidad para obtener la gloria que deseaba y así poder ayudar a su pueblo y que Carlota, tuviera una oportunidad para practicar las costumbres de una virreina.8 Aquí observamos la primera oportunidad de Maximiliano para demostrar sus habilidades como gobernador, al tener a su cargo la parte de Italia sobre la que Austria tenía control. Además, contaba con la ayuda de Carlota, quien la apoyaría en su gobierno, como Smith comparte en su obra: “No escatimaba ayuda a los pobres […] Inicio obras de desecación de tierras pantanosas y de acometidas de agua de agua, así como de urbanización y embellecimiento de ciudades; dedicó crecientes atenciones a los problemas de
5
Smith, Gene. (1973). Maximiliano y Carlota. Barcelona: Editorial Juventud. pp. 64 pp. 65 7 Ibídem. pp. 65-68 8 Ibídem. pp. 75-76 6 Ibídem.
educación […] El virrey y la virreina sonreían amablemente siempre; les encantaba Venecia y sentían amor por Monza” 9.
No es difícil observar que, para él, el principal objetivo era la satisfacción del pueblo, pues sus obras se veían en pro de este sector de la población. Desde este punto podíamos observar cómo el virrey tenía un gran afecto a hacer el bien, y no solamente él, pues Carlota también apoyaba los proyectos en los que él se encontraba. Sin embargo, tanto la desaprobación del pueblo hacia los virreyes, como los conflictos entre el virrey y su hermano, el emperador austriaco, quien ordenaba que los súbditos fueran tratados con rudeza y a lo que Maximiliano se negaba rotundamente, fueron la causa de que Maximiliano fuera relevado de sus deberes como Virrey; por lo que no le quedó más opción que regresar a Miramar junto con Carlota, donde ambos empezaron a pasar el tiempo en su soledad.10 Es bastante deprimente el observar cómo, Maximiliano, un gobernante que buscaba el bien común, no fue apreciado ni por su pueblo, la gente a la que apoyaba, ni por su hermano, quien tenía un punto de vista distinto en cuanto al gobernar. Sin embargo, un punto importante, es cuando se explican los sentimientos de Carlota, en los que comprendemos que su intención era simplemente lograr la felicidad tanto del pueblo, como la de ellos: “Ella se sentía convencida de que el destino de ambos era gobernar, y declaraba que la misión de él era regir un pueblo, y la de ella ayudarle, y que la Providencia los había designado para que hiciesen la felicidad de la gente. Llegaría un día –expresaba –expresaba la archiduquesa- en que florecerían de nuevo aquellos dones que tan brevemente se mostraron en Italia.” 11
Méxic Méxic o en ruin as
Mientras tanto, México atravesaba por una situación bastante caótica, donde existía una enorme crisis económica y un descontento popular del pueblo, debido a las constantes guerras que se habían llevado a cabo a partir de los años desde la independencia. 9 Smith,
Gene. (1973). Maximiliano y Carlota. Barcelona: Editorial Juventud. P. 78 Ibídem. pp. 80, 81 11 Ibídem. pp. 87 10
“Entre los años de 1861 y 1867, fuimos víctimas de un doble proceso intervencionista”12, esto debido a la decisión mexicana de suspender el pago de la
deuda exterior con Europa que dio origen a la alianza del gobierno francés, inglés y español para realizar una intervención simultánea a México, que a su vez contó con la participación del sector conservador, quienes apoyaban el movimiento.13 Benito Juárez, quien estaba a cargo del gobierno de la nación en ese tiempo, al conocer las peticiones de los países europeos, concretó únicamente las deudas de Inglaterra y España, pues consideraba que las deudas francesas eran “Imprudentes e injustas”.14
Por lo que Francia, “a principios de marzo de 1862, llegaron a Veracruz, en considerable número […] seguramente con el propósito de fortalecer su situación en México para realizar la invasión”. 15 Los franceses, lograban de una forma bastante
efectiva el retroceso de las fuerzas de Benito Juárez, quien el 31 de mayo de 1863 se vio obligado a salir de la ciudad, solamente para ser suplantado por el general Bruno Aguilar, quien desconoció a Juárez y entregó la ciudad a los invasores.16 Los únicos conformes eran los conservadores c onservadores mexicanos, mexicanos, quienes “veían satisfechos sus viejos propósitos de implantar un gobierno monárquico en su país”, pues el
gobierno aprobaba un documento en el que México adoptada como forma de gobierno la monarquía moderada hereditaria.17 Para cumplir con este decreto, se envió una comisión a Europa para tratar con Maximiliano y ofrecerle el trono, a lo que este aceptó bajo la condición de obtener la aprobación del pueblo de México, la cual fue obtenida por el gobierno bajo mentiras.18
12
Bolaños, R. (1995). “La intervención europea: la intervención francesa y el imperio de Maximiliano”.
en Historia Patria. México: McGraw-hill. p. 401 13 Ibídem. p. 402 14 Ibídem. p. 404 15
Bolaños, R. (1995). “La intervención europea: la intervención francesa y el imperio de Maximiliano”. en Historia Patria. México: McGraw-hill. p. 406
16 Ibídem. 17
p. 410
Ibídem. Ibídem. p. 411
18
Finalmente, el 10 de abril de 1984 en Miramar, Maximiliano al saber que su condición había sido cumplida, firmó el tratado de Miramar, donde se comprometía a pagar los daños de la guerra y del sostenimiento del ejército en Francia. Además, también se comprometía a seguir su política liberal, aunque muchos de los involucrados no conocieran esta cláusula19. Finalmente, “Maximiliano se colocaba en muy difíciles condiciones, pues se le obligaba a renunciar a todos sus derechos a la corona austríaca, a sus rentas y a su fortuna personal”.20
En impresionante observar como el país se encontraba en una situación bastante problemática, pero no era ese el problema más grave, el problema más grave, era el hecho de que la gran mayoría de los políticos no mostraba un interés por las necesidades del gobierno. Simplemente era una pelea entre las distintas fuerzas políticas, en las que los que recibían todas las consecuencias, era el pueblo. Bajo esas circunstancias ¿realmente era algo malo la llegada de Maximiliano? Un gobernador que realmente buscara el interés del pueblo era lo que México necesitaba, una reina capaz de darle apoyo al rey en las situaciones que fueran necesarias era algo de lo que el pueblo tenía una enorme necesidad. Sin duda, solamente el pensar, en que Maximiliano aceptó a renunciar a todo su derecho y sus riquezas con tal de gobernar un país que terminaría amando hasta su muerte, nos provoca pr ovoca el reflexionar el hecho de que Maximiliano realmente podía de ser de ayuda para el país.
Maximiliano, Carlota y el Segundo Imperio Mexicano Bienvenido Bienvenido a tierras desconocidas “Siempre y en cada circunstancia de la vida estaré presto a realizar todos los servicios,
por duros que sean, en honor de Austria y del poder de mi Casa. En el caso presente”.21 Con frases como ésta es que se veía que Maximiliano tenía una
motivación real para ocupar la corona, a pesar de las distintas circunstancias
19
Bolaños, R. (1995). “La intervención europea: la intervención francesa y el imperio de Maximiliano”.
en Historia Patria. México: McGraw-hill. p. 411 Ibídem. p. 413 21 Smith, Gene. (1973). Maximiliano y Carlota. Barcelona: Editorial Juventud. p. 146. 20
alrededor de la propuesta y de que si Carlota estaba influenciando demasiado a Maximiliano en su decisión.22 Pero finalmente aceptó. El trono de México les fue ofrecido a Maximiliano y Carlota el 10 de abril de 1864, cuando un grupo de emigrados mexicanos llegó a Miramar, Italia, a hacer el acto oficial. Ellos estaban vestidos de la manera más apegada a la realeza, utilizaron sus vestimentas austriacas y los símbolos correspondientes. Otro aspecto a resaltar es que el discurso por parte de Gutiérrez de Estrada (el encargado de la comitiva mexicana) fue pronunciado en francés, y la respuesta de Maximiliano fue en español. Entonces, ese día, Maximiliano se había vuelto emperador de México. 23 A su llegada a México, Maximiliano lució sorprendido ya que no hubo eco por tal acontecimiento, acontecimiento, es decir, el puerto de Veracruz lucía totalmente desierto en cuanto a adornos y al cálido recibimiento que esperaban. Hasta fueron reprochados con que “habían llegado demasiado pronto”.24 “Los conservadores, que tanto habían trabajado en dotar de una monarquía a México,
veían en el emperador Maximiliano, un hijo de la Iglesia que devolvería a ésta todo lo que los liberales le habían quitado: las enormes posesiones que representaban la mitad de la riqueza del país”.25 Es claro las intenciones que tenían los conservadores
respecto a traer a Maximiliano y a Carlota a México como parte del Segundo Imperio, sin embargo, a la larga les resultó contraproducente contraproducente ya que en el ejercicio del poder, Maximiliano no resultó lo que se esperaba. Que el Emperador pusiera en su gabinete a varios liberales moderados, y que se haya negado a anular las leyes de Reforma de Juárez, son pruebas de que el pensamiento liberal y progresista de Maximiliano era diferente a lo que se buscó con su llegada.
22
En el documental Maximiliano y Carlota: El Poder y la Alcoba, realizado por Clío TV, se mencionan estos factores en su decisión. 23 Smith, Gene. (1973). Maximiliano y Carlota. Barcelona: Editorial Juventud. p. 165 24 Ibídem. 25 Ibídem.
Inclusive, tuvo un gran problema con la Iglesia porque no aceptó sus demandas y hasta rompió relaciones con el representante del Papa.26 El Imperio de Maximiliano tenía una extrema tibiez política, al punto que pensaba que podía aliarse con sus enemigos. Esto, aunado con que a la postre se retiraría el ejército francés por los problemas entre Francia y Prusia, resultó en el decaimiento del Imperio y después en su desaparición. 27 En sí, podemos decir que nunca estuvo bien fortalecido el Imperio de Maximiliano ya que nunca siguió algunos preceptos políticos que le permitieran consolidar su poder ya que, por el contrario, permitió que el gobierno de Juárez se levantara y pudiera reafirmarse como el grupo dominador en México. En la intimidad
En cuanto a Maximiliano y Carlota como personajes, hay mucho que decir. Para empezar, su relación entre ellos era disfuncional, ya que no estaba sustentado en el amor, sino que estaban juntos por razones meramente políticas. De hecho, entre ellos no existía aquella relación marital como al principio de conocerse. Ambos dormían en habitaciones separadas separadas y no se les veía que recurrieran al acto sexual de la manera en que lo hacían otros nobles de la época.28 De ahí partió la crisis para buscar un potencial heredero al trono. Una versión dice que Maximiliano buscó a un nieto de Agustín de Iturbide para heredarle la corona, sin embargo, el potencial heredero falleció a temprana edad y antes de que se requiriera que ocupara el trono.29
26
Portal Académico (Sf) Segundo Imperio Mexicano. Recuperado: 16 de septiembre de 2016. http://portalacademico.cch.unam.mx/alumno/historiademexico1/unidad5/contextomundial/segundoimp eriomexicano 27 Ibídem 28 La relación entre Maximiliano y Carlota es tratada en el documental Maximiliano y Carlota: El Poder y la Alcoba 29 Ibídem
Hogar, dulce hogar
El Castillo de Chapultepec es otro elemento vital del periodo de vigencia del Segundo Imperio, ya que fue la residencia oficial de la pareja de Emperadores. A pesar de que los cimientos del recinto datan de la época virreinal, sufrió algunos cambios de consideración ordenados por Maximiliano y Carlota. En 1864 fue cuando adoptó su figura como residencia real y a la postre de las modificaciones hechas por arquitectos austriacos, ingleses, franceses, belgas y mexicanos, como Julius Hofmann, E. Suban, Carl Kaiser, Carlos Schaffer, Eleuterio Méndez y Ramón Rodríguez Arangoity. Después comenzaron a llegar muebles, pianos, tibores, vajillas de porcelana y de plata Christofle, óleos con los retratos de la pareja imperial, tapices, relojes de mesa, mantelería, cristalería, y demás artefactos de Europa. Cuando el Imperio cayó en 1867, el edificio quedó abandonado hasta 1872.30 En sí, pensamos que la figura política de Maximiliano y Carlota ha sido juzgada para mal de manera indiscriminada, pero que en realidad sus ideales no distaban mucho de los que son puestos en la Historia oficial como héroes nacionales, tal como Benito Juárez, y en general, su legado aún puede observarse con algunos elementos como el Castillo de Chapultepec.
La condena del emperador La última bala
¿Qué cosas pasan por la cabeza de alguien que sabe que todo está perdido, que su tiempo de vida está contado y que sus sueños se empiezan a derrumbar poco a poco? Seguramente la mayoría de personas pensaría en la forma de huir y poder salvaguardar su persona. En el caso de Maximiliano, decide mantenerse firme y seguir luchando hasta el final. Así que se marcha a una de las pocas ciudades donde se seguía manteniendo una lealtad hacia el imperio, esta ciudad es Querétaro. En este lugar logra resistir po r un aproximado de 70 días. Pero pensemos en las condiciones de Maximiliano y su
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INAH. (Sf) Historia de Chapultepec. Recuperado: 18 de septiembre de 2016. http://mnh.inah.gob.mx/historia/historia.html
ejército durante estos días. Vivían en unas condiciones deplorables, sin mucha comida, con la insalubridad de la ciudad por parte de todos los muertos (tanto personas como animales) de guerra. Maximiliano se enfermó gravemente y su médico de confianza lo único que lograba hacer era calmar esos dolores. Poco a poco se iba perdiendo la batalla, pero Maximiliano aún seguía de pie. Nosotros pensamos que fue tan grande el amor a la patria mexicana, tantos eran sus deseos de poder cambiar la situación del país que por eso se mantenía de pie. Algo que muchos mexicanos de nacimiento no sentían. Maximiliano, a pesar de que Juárez lo consideraba como un invasor extranjero que no logró nada por el país, era una persona mucho más consciente y que verdaderamente buscaba un cambio sobre la realidad mexicana. «El 15 de mayo de 1867, poco después de las seis de la mañana, las fuerzas imperiales se ven profundamente debilitadas por el ejército republicano, el sitio a la ciudad de Querétaro ha durado 72 días, las bajas han sido numerosas y las traiciones aún más. El emperador Maximiliano se dirige rápidamente al cerro de las Campanas, el cual es bombardeado una y otra vez por soldados republicanos al mando del general Mariano Escobedo; es entonces cuando Maximiliano da la orden de izar una bandera blanca en señal de rendición.»31 El triunfo de esta batalla por parte de los republicanos se pudo lograr con mayor rapidez gracias a que el coronel Miguel López traicionó a Maximiliano y les dijo a los republicanos la forma de entrar a Querétaro. Algo curioso en esto es que muchos investigadores consideran que «A Maximiliano no lo traicionó Miguel López, su compadre rubio de ojos azules, sino él mismo, porque por que si aún se pone en duda el que Max enviará a López para pactar con Escobedo, es un hecho que, ya prisionero en Querétaro, más de una vez expresó Maximiliano sus deseos de llegar a un trato con Benito Juárez para que lo dejara salir del país. La muerte, lo salvó de esa última traición»32. Ya es aquí donde donde Maximiliano le entrega entrega su espada al general general Mariano Escobedo en símbolo de rendición. 31 Tejada,
I. (1998). El fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo . Recuperado: 15 de septiembre de 2016. http://www.diputados.gob.mx/sedia/biblio/virtual/bicentena/fusil_max/03_fusil_maxi1.pdf 32 Del Paso, F. (1981). El hombre que traicionó a Maximiliano . Recuperado: 15 de septiembre de 2016. http://www.proceso.com.mx/131702/el-hombre-que-traiciono-a-maximiliano
El sueño acabó
En el momento que cae prisionero, Maximiliano sabe que su vida ya depende de alguien más y a pesar de eso, se demuestra firme y que sin importar la decisión que se llegase a tomar, él la aceptaría, es más, consideraba la muerte como una manera de aliviar todas sus agonías. En el convento de las Capuchinas fue donde se mantuvo prisionero a Maximiliano y el general Escobedo fue el que se encargó de la celebración del congreso de guerra en el “Teatro de la república” (en aquella época se conocía como el teatro de Iturbide)
para juzgar a Maximiliano y a sus generales Tomás Mejía y Miguel Miramón. «Los jueces marciales fueron siete militares del ejército republicano con el grado de capitanes: el presidente del jurado fue Rafael Platón Sánchez, y los integrantes del consejo de guerra: Ignacio Jurado, Emilio Lojero, José Ramírez, Juan Rueda y Auza, Lucas Villagrana y José Verástegui.»33. Maximiliano para evitar toda la humillación que se le daría en aquel tribunal, nunca llegó al Teatro Iturbide argumentando estar indispuesto indispuesto por su enfermedad. Y es algo razonable dando la razón de que, en su juicio, sería atacado por los republicanos. La ley con la que es juzgado a Maximiliano es la decretada por el presidente Juárez (dos años antes de la llegada de Maximiliano). En esta ley se condena a todo atentado contra la independencia y la seguridad de la nación y que solo la puede decretar la autoridad militar competente, no se puede recurrir al indulto en estos delitos y que el ataque a la república mexicana será condenado con la pena de muerte.34 Es así como el sueño de Maximiliano termina, aunque se puede pensar que en realidad nunca atacó a la república mexicana ya que como bien se ha dicho antes, él logró muchas cosas buenas, impulso un poco al país, no era en realidad el villano,
33
Tejada, I. (1998). El fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo (p. 20). Recuperado el 15 de septiembre de 2016. http://www.diputados.gob.mx/sedia/biblio/virtual/bicentena/fusil_max/03_fusil_maxi1.pdf 34 Tejada, I. (1998). El fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo . Recuperado: 15 de septiembre de 2016. http://www.diputados.gob.mx/sedia/biblio/virtual/bicentena/fusil_max/03_fusil_maxi1.pdf
buscaba una mejor forma para vivir. Y si, aunque se tiene que admitir que lo que buscaba en México era replicar los modelos europeos, su pensamiento era liberal. El 14 de junio de 1867 se termina el juicio donde declaran culpable a Maximiliano, él se entera hasta dos días después de esto. Fue cuando llegaron las últimas súplicas de indulto al presidente Juárez y este lo único que hizo fue dar prórroga de dos días para que Maximiliano y sus generales arreglaran todos los asuntos personales que tenían para la ejecución35. Ya estarás con Dios, queri do emperador
«A las cuatro de la mañana del 19 de junio, el sacerdote Manuel Soria y Breña se presentó en la celda de Maximiliano, le encontró despierto, vestido y aseado de su rostro y cabello. Ambos se dispusieron a iniciar conforme a los cánones de la Iglesia católica el rito de confesión»36 Después de confesarse y de desayunar, Maximiliano y sus generales son llevados en carruajes al cerro de las Campanas, donde su destino los espera. Las personas por curiosidad veían pasar por el camino al que una vez consideraban emperador y que en ese momento era un simple reo más. Aquí pensamos que, esto significaba una victoria por parte de la república ante los invasores extranjeros, el presumir la captura de Maximiliano daba el ánimo de que México en realidad ya era una nación fuerte, capaz de vencer todos los obstáculos. Era el fin de la guerra, la victoria de Benito Juárez. Al llegar al cerro de las Campanas un aproximado de 4 mil soldados se encontraban en formación. Maximiliano exclamó que “Hoy es un excelente día para morir” y a los encargados del fusilamiento, les entregó unas monedas de oro y pidió que de favor no le dispararan en la cara para que su madre pudiera reconocerlo. Así mismo él le cede el lugar de en medio al general Miramón y al final, en los últimos momentos antes de morir dijo firmemente «Voy a morir por una causa justa, la de la
35 Tejada,
I. (1998). El fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo. Recuperado: 15 de septiembre de 2016. http://www.diputados.gob.mx/sedia/biblio/virtual/bicentena/fusil_max/03_fusil_maxi1.pdf 36 Ibídem.
independencia y libertad de México, que mi sangre selle las desgracias de este país. ¡VIVA MÉXICO!»37. Así es como acaba la historia del emperador Maximiliano.
38
La locura de Carlota ¿Por qué Carlota perdió la cabeza? ¿Qué tuvo que ocurrir para que una mujer, la cual fue Princesa de Bélgica, Emperatriz de México, ¿Archiduquesa de Austria, entre otros títulos, llegara a tal grado de locura? Carlota, quien parecía tenerlo todo terminó sus últimos días –realmente, sus últimos sesenta años – la mayor parte del tiempo encerrada en sus castillos.
37 Molina,
G. (2013). Muerte y desventura del emperador Maximiliano. Recuperado: 16 de septiembre de 2016. http://archivo.eluniversal.com.mx/notas/930844.html 38 Fusilamiento de Maximiliano. Recuperado: 16 de septiembre de 2016. http://www.memoriapoliticademexico.org/Efemerides/6/19061867.html
“… Hasta el fin de su vida, son otra vez y siempre México y Maximiliano los que la obsesionan. ‘Queremos ‘Queremos ver al emperador’ , repite [Carlota]”.39
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Salid Salid a de Carlota Carlota de su qu erido México
Creemos que Maximiliano de alguna forma intentó proteger a Carlota, ya que él sabía lo que podía pasar, al ver que su imperio podía caer y con él dudoso sobre si seguir o renunciar mandó a Carlota a Veracruz para que tomase un barco y se dirija Europa. “Un día su hombre, político inexperto y simplón, se derrumbó. El imperio acabó. Entre
la lucidez y las tinieblas, ella huyó del país con sus tesoros: vestidos, holanes, perfumes y joyas.”41
Hay varios posibles detonantes de la locura de Carlota. Pero, para nosotros los principales, y de los que más hablan los historiadores, son: uno, la caída del imperio de su esposo Maximiliano y el otro es la negación de ayuda del Papa Pío IX y de Napoleón III. 39
Van Ypersele, L. (2016) Una emperatriz en la noche. Correspondencia desde la locura de la emperatriz Carlota de México, febrero a junio de 1869 . Editorial: Martha Zamora. p. 46.
40
Boda de Carlota de Bélgica y Maximiliano de Habsburgo (27 de julio de 1857) Autor: desconocido. Mateos, M (Sf). Carlota se llevó todo, hasta el mobiliario . Recuperado: 17 de septiembre de 2016. http://www.jornada.unam.mx/2005/08/12/index.php?section=cultura&article=a05n1cul
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Con la caída del Imperio Mexicano, Carlota salió del Castillo de Chapultepec el 8 de julio de 1866, con destino a Europa. Llegó a París el 9 de agosto. Ahí buscó a Napoleón III, y después de insistir logró una entrevista con él. Carlota le solicitaba la ayuda para no retirar a las tropas francesas de México. Napoleón III se negó a aceptar la petición de Carlota. Creemos que Napoleón III decidió retirar las tropas y negar la ayuda porque vio que ya no había mucho por lo cual ‘luchar’, ya que además la guerra
civil en Estados Unidos había terminado y estos otra vez estaban del lado de Juárez, lo cual molestó bastante a Carlota. Al recibir tal respuesta Carlota fue en busca del Papa Pío IX, el cual también le negó la ayuda ya que Maximiliano había decretado separar la religión de la educación, además de no haber cumplido del todo algunos artículos de las Leyes de Reforma. Esto se puede ver de una forma un tanto hipócrita, que, no solo el Papa, también Napoleón III no los hayan apoyado después de haberlos enviado para mantener a Francia ahí. Probablemente Carlota se sintió traicionada e incluso usada. Carlota, Carlota, el inicio d e su locura
Carlota fue educada como una princesa. Fue educada para gobernar y mandar. Pensamos que esto fue el parteaguas de la locura de Carlota, ya que, al ver que estaba perdiendo el Imperio que había construido con su esposo y que Francia le daba la espalda llegó a tal nivel de estrés y ansiedad que tocó fondo. También, hay una teoría donde dicen que “[...] la causa de la locura de Carlota fue debido a la
ingesta de la seta Teyhuinti, se dice que Carlota fue con una herbolaria de la Ciudad de México a la cual le pidió ayuda para poder concebir. Llevaba oculta su identidad con un velo, pero la herbolaria, partidaria de Benito Juárez, la reconoció. r econoció. Al Teyhuinti se le conoce c omo ‘la carne de los dioses’, se emplea en las soluciones diluidas, como un tónico, porque a concentraciones altas puede producir un estado de locura permanente”42, aunque nosotros no coincidimos tanto con esa teoría.
Carlota llegó a decir que Napoleón III y su séquito habían tratado de envenenar, envenenar, para así deshacerse de ella. Carlota estuvo un tiempo en el Castillo de Miramar. Conforme su locura avanzaba, su hermano Leopoldo II la hizo traer de Bélgica. Según la 42
Armenta, V. (2010) Carlota, “La Loca” . Recuperado: 21 de septiembre de 2016. http://victorarmenta-elregimenporfirista.blogspot.mx/2010/10/carlota-la-loca.htm l
Condesa Reinach, “se trata de una locura con intervalos lúcidos, en ocasiones largos
y que se manifiestan por medio de fobias, de megalomanía y aberraciones religiosas.”43
En la eterna espera del entorno de Carlota para que esta recupera la cordura, Carlota fue presentando cada vez peores síntomas. Llegó a decir que tenía una hija llamada Carlota Maximiliana44, también decían que dormía con una muñeca, a la cual llamaba Max45, e incluso en demasiadas ocasiones salía a tomar agua de las fuentes de Roma. Nosotros creemos que tal vez si Carlota no hubiera dejado México su locura no hubiera sido tan grande, o habría tardado más en llegar. Si se hubiera quedado aquí, se hubiera enterado mucho antes de la muerte de Maximiliano, ya que fue un gran shock para ella enterarse ya en Europa un día antes de que llegara el cuerpo de su – ya difunto – esposo. También pensamos que de haberse quedado habría aceptado mejor la caída de su imperio, ya que no hubiera pasado tanto estrés buscando la ayuda de nuevo de Francia, podría haber visto todo en México tal como ocurrió y haber salido ya al ver que no quedaba nada por qué quedarse. En el lecho de muerte Carlota dijo: "Recordadle al universo al hermoso extranjero de cabellos rubios. Dios quiera que se nos recuerde con tristeza, pero sin odio". Y, según Luis Weckmann, sus últimas palabras antes de morir fueron: "Todo aquello terminó sin haber alcanzado el éxito".46
Carlota nunca regresó al país que ella adoptó, y murió, triste pero románticamente, pensando que aún era la Emperatriz de México.
43
De Reinach-Foussemagne, H. (2016) Charlotte de Belgique, Imperatrice du Mexique. Editorial: Martha Zamora. 44 Armenta, V. (2010) Carlota, “La Loca” . Recuperado: 21 de septiembre de 2016. http://victorarmenta-elregimenporfirista.blogspot.mx/2010/10/carlota-la-loca.html 45 Ibídem. 46 Desconocido (Sf) Carlota, emperatriz de México . Recuperado: 20 de septiembre de 2016. https://www.mexicodesconocido.com.mx/carlota-emperatriz-de-mexico2.html
Juicio final Al final de cuentas, se puede decir que por todas las cosas que se vivían durante los años de 1860, por las luchas que empobrecieron bastante al país y sobre todo la falta de organización gracias a las oposiciones de ideales, el momento de la llegada de Maximiliano no era la indicada, ya que un solo hombre por mucho ejército o mucho poder que tenga, no podrá resolver los asuntos de un país y menos si es un extranjero cualquiera que se siente capaz de imperar sobre los demás. Aunque en este caso, el intento era un poco más ameno y buscaba lograr paz con una ideología liberal Lo único malo es que Maximiliano que venía a crear un imperio liberal se juntó con las personas equivocadas, intento hacer negociaciones y amistades con personas que lo traicionarían, hasta su propio país le daría la espalda. Y como la historia la hacen los vencedores que en este caso fue Juárez, se le consideró a Maximiliano como un villano en la historia mexicana.
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