NOTICIARIO
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Con el nombre de los «Anaglifos» describe la ciencia unos curiosos efectos ópticos provocados por unas sombras debidamente proyectadas sobre una pantalla y que producen para el observador el efecto de «relieve», para lo cual es necesario que éste mire a través de unos lentes con cristales cr istales de colores especiales.
Este experimento, que- denomino «Las Sombras en Relieve», es tan sorprendente que puede ser aplicado como un curioso número de ilusionismo. Hace unos doce años
yo lo presenté en una velada mágica con sorprendente éxito. Tanto fue así que a nuestro buen amigo y Socio de Honor, LICHANG, le interesó para su espectáculo y con tal fin le preparé todos los dispositivos para su realización, y bajo el nombre de las «Sombras Agresivas», lo ha ido presen-
tando por buena parte de Europa durante varios años..
Todos sabemos lo que es, «relieve». Relieve equivale a decir que lo vemos «de bulto», o sea, que al observar, por ejemplo,
una calle, apreciamos que este farol está más cerca de nosotros que aquel otro, debido a que gracias al relieve apreciamos las distancias. El teatro es «relieve»; sin embargo, el cine «no es relieve» (excepto las películas especiales que se observan con lentes).
Las Sombras en Relieve poseen la propiedad que además del relieve normal (de la - pantalla para dentro, como el teatro), se obtiene lo que podíamos, llamarle el «ultra relieve», es decir, de la pantalla hacia fuera, o sea, hacia los ojos del espectador, al cual le produce un efecto tan extraordinario que
ve perfectamente cómo la sombra de una
persona abandona la pantalla para posarse en sus propias narices, y con la particulari-
dad que cada espectador recibe el mi ,no efecto independientemente, es decir, que si por ejemplo se trata de una pelota que sale de la pantalla hacia el patio de butacas, tanto el espectador de la primera fila de la derecha como el de la última fila de la izquierda, como el de arriba de todo, todos reciben la misma sensación del pelotazo. El «relieve» tiene como base la visión independiente de cada ojo, es decir, que lo
que ve un ojo no lo ve el otro. Para con-
vencerse haga lo siguiente : colóquese un dedo ante los dos ojos y a una distancia de unos_ 40 cms. observe primero con el ojo
derecho sólo (cerrando o tapándose el iz-
quierdo) lo que ve detrás del dedo, ya sea un cuadro, una puerta, etc. Cierre ahora el derecho, y sin haber movido el dedo observe lo que ve con el ojo izquierdo. Comprobará que que ve ve ciertas cosas cosas que que antes no no veía y desaparecen cosas que antes veía. En una palabra, cada ojo recibe independientemente
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Con el nombre de los «Anaglifos» describe la ciencia unos curiosos efectos ópticos provocados por unas sombras debidamente proyectadas sobre una pantalla y que producen para el observador el efecto de «relieve», para lo cual es necesario que éste mire a través de unos lentes con cristales cr istales de colores especiales.
Este experimento, que- denomino «Las Sombras en Relieve», es tan sorprendente que puede ser aplicado como un curioso número de ilusionismo. Hace unos doce años
yo lo presenté en una velada mágica con sorprendente éxito. Tanto fue así que a nuestro buen amigo y Socio de Honor, LICHANG, le interesó para su espectáculo y con tal fin le preparé todos los dispositivos para su realización, y bajo el nombre de las «Sombras Agresivas», lo ha ido presen-
tando por buena parte de Europa durante varios años..
Todos sabemos lo que es, «relieve». Relieve equivale a decir que lo vemos «de bulto», o sea, que al observar, por ejemplo,
una calle, apreciamos que este farol está más cerca de nosotros que aquel otro, debido a que gracias al relieve apreciamos las distancias. El teatro es «relieve»; sin embargo, el cine «no es relieve» (excepto las películas especiales que se observan con lentes).
Las Sombras en Relieve poseen la propiedad que además del relieve normal (de la - pantalla para dentro, como el teatro), se obtiene lo que podíamos, llamarle el «ultra relieve», es decir, de la pantalla hacia fuera, o sea, hacia los ojos del espectador, al cual le produce un efecto tan extraordinario que
ve perfectamente cómo la sombra de una
persona abandona la pantalla para posarse en sus propias narices, y con la particulari-
dad que cada espectador recibe el mi ,no efecto independientemente, es decir, que si por ejemplo se trata de una pelota que sale de la pantalla hacia el patio de butacas, tanto el espectador de la primera fila de la derecha como el de la última fila de la izquierda, como el de arriba de todo, todos reciben la misma sensación del pelotazo. El «relieve» tiene como base la visión independiente de cada ojo, es decir, que lo
que ve un ojo no lo ve el otro. Para con-
vencerse haga lo siguiente : colóquese un dedo ante los dos ojos y a una distancia de unos_ 40 cms. observe primero con el ojo
derecho sólo (cerrando o tapándose el iz-
quierdo) lo que ve detrás del dedo, ya sea un cuadro, una puerta, etc. Cierre ahora el derecho, y sin haber movido el dedo observe lo que ve con el ojo izquierdo. Comprobará que que ve ve ciertas cosas cosas que que antes no no veía y desaparecen cosas que antes veía. En una palabra, cada ojo recibe independientemente
C. E. D. A. M. la
impresión óptica de una imagen diferente.
misma figura, ésta proyectará dos sombras, una al interceptar los rayos rojos y otra al
Después de esta simple explicación es comprensible que para ver relieve se requiere tener en perfectas condiciones de visuali visualidad dad los los dos ojos. ojos. Los Los que que sólo sólo tienen tienen
interceptar los rayos azules. Pero si se coloca ante los ojos unos lentes especiales con un cristal rojo y otro azul, según la figura 2,
en buenas condiciones un solo ojo, no ven el relieve que apreciamos los que tenemos perfecta la vista, pues, lo que aprecian es
un relieve imaginario que le hace conocer las distancias a base de mover instintivamente la cabeza lateralmente para recoger con su único ojo la impresión doble que requiere el relieve. Antes de entrar entrar en los detalles detalles práctic prácticos os constructivos del dispositivo, conviene conocer en qué consiste las Sombras en Relieve. Supongamos que disponemos de una caja con dos departamentos A y B, según la figura 1. En cada uno de dichos departamen-
tendremos que el ojo del filtro rojo verá solamente la sombra provocada por la lámpara roja. De la misma forma el ojo del filtro azul sólo verá la sombra de la lámpara azul.. Como consecuencia de ello cada
ojo ve una imagen diferente, cuyo tamaño depende de la distancia que está colocada la persona de la pantalla, y por tanto, el espectador sentirá la ilusión del relieve. DETALLES PRACTICOS CONSTRUC TIVOS TIVOS Hágase una caja que puede ser de madera, según las dimensiones aproximadas de la figura 3. Como ve, dispone de dos depar-
r o
CJ
tos existe una lámpara de iluminación de las cuales la A es roja y la B azul. No hay
duda que si colocamos una tela translúcida C D en forma de pantalla y a una distan-
cia de unos cinco metros sobre ella incidirán los rayos luminoso,-, rojos y azules a la vez. Si entre los focas luminosos y la pantalla se coloca una persona, según se ve en la
tamentos, el A y el B, en los cuales deben colocarse dos lámparas de iluminación normales transparentes y de forma que al enchufarlas se enciendan a la vez. Unos orificios en la caja asegurarán la refrigeración.
NOTICIARIO
Pinte de negro el interior de la caja para que sólo trabaje el punto de filamento como proyector de rayos, luminosos, lo que dará a la sombra un perfil más definido.
Los colores de la proyección rojo y azul se conseguirán colocando delante de la caja dos cristales transparentes, conteniendo en-
Es condición necesaria que la caja esté colocada en el mismo suelo, ya que de lo contrario las sombras no saldrían completas, en todos los instantes. Por transparencia es posible. que el público vea un poco los focos luminosos, pero éstos no molestan para nada y a la vez produce un efecto mágico.
lM 1
FIG. 5
tremedio papeles celofán de los colores reglamentarios,. En la figura 4 se ve la caja con los cristales, y en la figura 5 le dibujo los dos cristales.y celofán algo distanciados para que se haga cargo de ello. El sistema de colocarlo en la caja puede ser con escuadritas, o bien con unas guías para poder sacar los cristales en el caso de tener que recambiar los celofanes o bien las lámparas, según la figura 6.
Este sistema tiene la ventaja sobre el de colocar lámparas de coloree, que puede 1- us arse el celofán que mejores relieves consiga, según el color adoptado para los lentes,
pues deben de guardar una tonalidad lo más exacta posible y debe ser probado en proyección, pues es posible tener que colocar varios celofanes superpuestos para conseguir el color deseado, sobre todo con el azul. Para una distancia de unos cinco a ocho metros bastan lámparas, de 100 vatios y en caso de mayor distancia auméntese el vataje.
Cuando el actor se encuentra pegado a la pantalla es cuando no produce relieve, ya que puede decir que sólo existe una sola sombra. Sin embargo, a medida que se separa y va acercándose al foco, las sombras
se van agrandando a la vez que ambas se
van separando, provocando entonces un mayor relieve. La actuación debe ser siempre de cara a los focos, o sea, de espaldas a la pantalla y, por tanto, al público, lo cual no
se nota, pues desde fuera da la sensación que se actúa cara al público.
Si estando una persona pegada a la pan-
talla y de espalda a ella arroja objetos sobre los focos directamente, darán la sensación de caer en los propios ojos de los esp 2ctadores. En todos los casos deben e,°r arrojados contra los mismos focos aún cuando el actuante esté situado en un ángulo de la pantalla. Hace un gran efecto el arrojar pelotas recomendando que éstas, sean de papel arrugado en vez de goma o cartón, pues al tener poco peso el papel no recorren su
trayectoria con tanta rapidez y se hacen más visibles.
C. E. D. A. M. Una araña artificial de unos 15 cms. de diámetro del cuerpo y unos 30 cms. de patas produce un efecto de :gusto e impresión a base de hacerla recorrer desde el centro de la pantalla al foco colgada de un hilo, según la figura 7. La araña puede hacerla de trapo y las patas de alambre arrollado
en forma de muelle. El público, al unísono, lanzará un grito cada vez que se acerque al foco, pues se cree que ha llegado a su propia. cara.
ojo recibirá una visual contraria a la realidad.
Una vez encontrado el celofán de colores en el mercado, hay que hacer pruebas, pues es poesible que el foco requiera ser de una tonalidad algo diferente al del lente
Los lentes se harán con do,, cartulinas iguales pegadas y aprisionando en cada ven-
tana el celofán del color correspondiente. Como norma tenga en cuenta que si el foco de la caja está, según la anterior figura 4, los colores de los lentes deben ser el rojo al ojo izquierdo y el azul al ojo derecho, pues de estar invertidos desaparece completamente el efecto de relieve, pues cada
¿.úanras c-irc.unferencias hay en este dibujo 9
dentro del mismo color. Yo, en ' ciertos casos, he tenido que colocar doble hoja por no encontrar en el mercado otro más oscuro. También hay plásticos de colores, pero resultan de más elevado precio. Para hacer muchos lentes, se requiere una «matriz» especial; sin embargo, los «troqueles denominados de fleje» y destinados a cortar sólo papel o cartulina son relativamente económicos. Como pantalla debe utilizarse tela blanca corriente (de sábana), a base de quc cubra perfectameste toda la boca del escenario, pues, cuanto mayor, sean las dimensiones, más perfectos serán los resultados.
No hay duda que con un poco de inge nio pueden crearse escenas no sólo de fuer. te impresión espectacular, sino incluso románticas. Todas las actuaciones deben de ir acompañadas de una música de fondo apropiada a la clase de escena que se esté realizando. Con estos dato,, creo haber proporcionado al lector cuantos detalles son nece( Solución en la pág. 64)
sarios para poner en práctica las Sombras en Relieve, de fácil fabricación y de gran electo para el público.
NOTICIARIO
: ~ ; ~ : ...
: :
J. HEDOLT (Dr. DHOTEL
EFECTO:
Tres discos de papel, blancos por un lado y de colores verde, rojo y azul por el otro (fig. 1). Estos discos, que llevan un agujero taladrado en su centro, son entregados a tres espectadores (un disco por espectador) para que los señalen inscribiéndoles las dos primeras letras de su nombre. Un cuarto espectador, después de haber leído en voz alta las letras escritas sobre los discos, las enhebra en el orden que le place, en una cuerda que tema seguidamente por sus dos
el pañuelo mostrando al público los dos discos restantes. Colocado de nuevo el pañuelo sobre los dos discos, se vuelve usted de cara e introduciendo de nuevo las manos debajo del pañuelo, extrae sucesivamente los dos discos, en el orden indicado por el público. Finalmente, hace levantar el pañuelo y la cuerda se encuentra desprovista de sus 3 discos; las manos (con las mangas subidas) muéstranse vacías y los tres discos son entregados a las personas que hicieron sus respectivas inscripciones y que pueden
extremidades, las cuales no deben soltarse hasta el fin del experimento. Un quinto espectador los cubre con un pañuelo. A partir del momento en que el cuarto espectador ha entrado en posesión
comprobar que son exactamente los disccs po_ ell s señalados.
de los discos, debe usted volverse de es,
Dos disccs azules de 45 mm. de diáme-
paldas para no ver nada de lo que se haga. Entonces se vuelve usted e introduciendo las manos debajo del pañuelo saca, in-
tro con un agujero de 8 mm. de diámetro en el centro. Estos discos deben tener un lado de color y blanco el otro (aún cuan-
tacto, uno de los discos, y cuyo color había anunciado previamente: el verde., por ejemplo. Nuevamente se vuelve de espaldas mientras el quinto espectador levanta
do pueden ser los dos lados del mismo color si éste es pálido) ; dos discos rojos y dos verdes de igual forma y dimensiones, pero uno de estos últimos está formado
OBJETOS NECESARIOS:
C. E. D. A. M.
por dos gruesos del mismo papel engomados juntos, con el fin de que al ser más grueso sirva de guía más adelante.
rojo y finalmente el verde (el más grueso), y colóquelos debajo del cartón. Coloque el conjunto sobre el pañuelo plegado y colo-
Un cartón bastante rígido de 6 a 7 cm.
cado sobre una mesa o velador de forma que, al principio del experimento, pueda tomar sin vacilar el cartón con los discos
de ancho por 10 cm. de largo e igual color por ambos lados (color indiferente) que hará como de carpeta para escribir sobre los discos (figura 2). Una cuerda de dos mm. de diámetro y de 1 metro de largo. .
Un pañuelo de seda, cuadrado, de unos 45 cm. de lado aproximadamente y bastante tupido para que no trasparente.
Finalmente, un falso pulgar colocado en el bolsillo izquierdo del chaleco. .
-
debajo según la figura 2. Los otros tres discos normales están colocados «encima del cartón» (al nivel de los otros) en el orden siguiente, cara arriba : El disco azul; después el rojo y por último el verde encima
según la figura 3. MARCHA DEL JUEGO:
A la salida, colocado
PREPARACION:
Es necesario que usted conozca anticipadamente el nombre de las personas a quienes piensa entregar los discos para que pongan sus iniciales así: supongamos que el espectador a quien deberá entregar el disco verde se llama «Durand». Usted escribirá con lápiz: «DU» sobre la cara blanca del d is cov e rd efo r m a d op o rd o sg ru e so s . Si el segundo espectador se llama «Martín» se escribirá «MA» sobre el disco rojo. Y por último, si el tercero se llama «Riviere» se
escribirá «RI» sobre el disco azul. Estos tres discos serán duplicados de los que ven los e ~ - )ectadores. .
delante de
la mesa
(no detrás de ella), tome con la mano izquierda el cartón (el pulgar encima, sobre los discos normales y con los otros dedos los
de debajo). Dirigiéndose entonces al señor Durand y tendiéndole el cartón sin soltarlo,
VERDE
1 ) D is c o s /R O JO N ORMALES i AZUL)
~ A Z U L
DISCOS
AP-TON
ROJO DUPLICADOS VERDE
F Ica. 3
-
deslice el disco verde con la mano derecha sobre la parte libre del cartón y después de haber insistido sobre su color, lo invierte para que el espectador efectúe la inscripción solicitada sobre la cara blanca utilizando el cartón como carpeta. Deje el disco
n
tal como lo ha presentado y deslice luego el segundo disco (rojo) para operar con el señor Martín, exactamente como lo hizo con lo c,,n.
el señor Durand. Por último, finalice con P1c,.2
Colóquense estos discos juntos y con la cara de color hacia arriba en el orden siguiente: primeramente el azul, después el
el señor Riviere en la misma forma. Regresando a la mesa, tome con la mano derecha el cartón por la parte derecha, de forma que el pulgar quede debajo y los otros dedos encima sobre los discos trucados. Dé,
NOTICIARIO
entonces,, disimuladamente media vuelta al conjunto. Durante este movimiento manten-
ga los tres discos duplicados con el dedo medio izquierdo. Cuando la media vuelta ha sido efectuada, sólo son visibles dichos discos duplicados, y con este cambio los discos realmente marcados quedan tapados por el cartón. Pase el cartón a la mano izquierda mientras «vierte» sobre la mesa los discos visibles (trucadoE,) arrojando también después sobre la mesa el cartón como objeto desde ahora inservible, mientras guarda empalmados los discos normales en la misma mano izquierda. Ahora se entregarán los discos al cuarto e:,nectador para que lea en voz alta las letras escritas por el operador (iguales a las escritas por los espectadores), lo que constituye a los ojos del público una prueba de identificación (no obstante falsa) y seguidamente enfila los discos con la cuerda en el orden que desee. El quinto espectador recubre el conjunto con el pañuelo. Pase aho-
MAGO PÍLUSO HIPNOTISTA CIEN PoR CIEN
Cuando se introducen las manos bajo el pañuelo e.. fácil conocer, a causa de su do-
ble espesor, el disco verde duplicado que
disco del color designado y, de la misma forma, el último.
Sólo resta romper al propio tiempo los dos discos trucados y meterlos en el falso pulgar, que ocultará rápidamente, lo que le permite mostrar la s dor, manos vacías al lanzar sobre la mesa el último disco marcado.
R
M A y M O
1/
ra a la evasión de los discos de la cuerda.
está enfilado; se rompe y se le arranca del cordón guardándolo en la mano izquierda, echando entonces sobre la mesa el disco verde normal marcado y que estaba empalmado. Disimuladamente se introduce el disco arrancado dentro del bol Jlo del chaleco que contiene el falso pulgar que se colocará en el dedo. Seguidamente cólcque de nuevo las manos debajo del pañuelo, solicitando cuál de los dos discos restantes ha de salir el primero. Nada más fácil que efectuar la elección con los dedo, y lanzar sobre la mesa el
c
í TE ORDENO QUE T E LEVANTES! ~*¡
O 1
r
~
C. -E. -D. A. M.
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C7
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w-. GRISTOSAL LOVERA
Necesitas, lector, para este simpático efec-
Con el pretexto de no querer tocar las
cartas con tus dedos, saca un pañuelo y ento, una carta trucada de la manera que te describo. Corta de un naipe un tercio de vuelve la baraja por su parte inferior, desu largo, te quedarán las dos terceras par- jando visibles sólo la mitad de las caras. Ahora es cuando puedes seguir introducientes, que pegarás en el dorso de una carta cualquiera tal como te indica la figura 1, do la carta elegida sin temor de que se vea pero cuidando no pegar el minúsculo cuasalir por detrás la trucada. drilátero ABCD, que hará el oficio de pestaña. ¿La tienes ya? Entonces podemos empezar.
Das a elegir una carta a un espectador, rogándole que la mire. Mientras lo hace corta descuidadamente las cartas, llevando al centro la carta trucada, que antes de em-
pezar debe de estar colocada en el fondo de la baraja.
Cuando quieras que aparezca, da con la derecha unos pases magnéticos sobre las cartas a la vez que tu meñique izquierdo em-
puja lentamente la carta trucada. Ante el Para devolver la carta hojea los naipes hasta que encuentres el trucado, cosa bas-
tante fácil si tienes en cuenta que hace el
oficio de carta corta, e invita al espectador a que introduzca su carta. Debes procurar
como fácilmente habrás deducido, que el canto inferior de la carta elegida caiga en la pestaña (fig. 2), para que al seguir introduciendo la carta (la elegida), salga por la parte posterior la trucada.
asombro de los espectadores, la carta elegida irá saliendo, graciosa y elegantemente de entre las, demás.
Aunque existen multitud de métodos de levitación con cartas, este que acabo de describirte, incluso en la monumental obra de John N. Hilliard, «La prestidigitacion du XX siecle», ha sido siempre uno de los preferidos por mí, debido a su originalidad y simpleza. Espero que te haya gustado.
NOTICIARIO
Para los que les gusta fabricar sus propios aparatos, presentamos un juego fácil
agua del jarro en su interior, según la figura 1. A continuación se echa el agua del vaso a la palangana, según la figura 2. Pue-
de fabricar y de buen efecto.
de repetirse varias, veces la operación de EFECTO:
echar agua y sacarla.
Se presenta un vaso con dibujos artísticos orientales en todo el exterior y se de-
Finalmente se echa agua, según la figura 3, y colocando el vaso sobre la mesa se
[nuestra que está vacío.
DEPARTAMENTO PARA EL AGUA
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4
DEPARTAMENTO PARA PAÑUELOS
Sobre la mesa se tendrá un jarro con agua y un plato grande o palangana. Se
van sacando pañuelos de seda, según la fi-
coloca el vaso sobre la mesa y se le echa
bién el agua, según la figura 5.
-
gura 4, hasta que finalmente se saca tam-
C. E. D. A. M. SECRETO:
con el fin de demostrar que está vacío.
El vaso contiene otro dentro, según la figura 6; por lo tanto, la realización del
En vez de agua puede utilizarse serrín, arroz, etc. Si ambos vasos son grandes, pue-
juego es cosa ya fácil, sabiendo que los pañuelos se llevan cargados en la caja pequeña, que debe estar tapada con una tapa de goma, plástico o hasta. de papel impermeable con una gomita, pues así el agria del jarro se podrá echar sin reparos. Todo el interior de ambos vasos, así como la tapadera del vaso serán negras mate,
¡ OJO!
den hacerse aparecer pajaritos y hasta una paloma. Como vasos puede utilizar des envases
cilíndricos de hojalata soldados por la base y decorando convenientemente la cara exterior del grande. Al vaso así preparado puede darle varias aplicaciones, así como emplearlo como complemento de otro juego.
QUE LA VISTA ENGAÑA
¿VEQDAD QUE PARECE MÁS LAR(3A LA LINEA" b" QUE LA a" ?. SON I GUALES, "
COMPRUESELO.
¿VERDAD QUE APA1 ENTAN MUCHAS €SPIRAL-E5? PUES SON CIR,CUNFEREN CIAS CONCENTRICAS. COMPR JEgELO.
N O T I C I A R I O _
Entre los, juegos de cartomagia hay una rama de ellos q_ue personalmente me atraen; ellos son los basados en el doble lift, y de los cuales a continuación expongo para los colegas del C.E.D.A.M. algunos con el solo propósito de unirlas, vías de confraternidad mágica internacional.
EFECTO Y MARCHA DE LOS JUEGOS
En los q_ue detallo a continuación no hay
carta forzada, solamente la elección libre del naipe, y luego por medio del salto o cualquier otro medio que dejo a la forma de trabajar del lector, pasar la misma arriba del mazo, luego de lo cual puede mezclarse perfectamente a la americana o cualquier otra sin alterar su situación. Para acortar la explicación comenzaré las mismas desde que el desarrolla, encontránmomento del juego dose la carta de (cujus) , sobre el mazo en primer lugar por los dorsos del mismo. (Scn juegos rápidos q_ue suelo personalmente lan-
zar ante la vista del espectador como un torbellino antes de iniciar una amena reunión con otros de mayor jerarq_uía.) ler. EFECTO «EL JUEGO MAS RÁPIDO DEL MUNDO»
Teniendo la carta elegida sobre el mazo, tomo las dos primeras como una, efectuando el doble lift y mostrándola como una; pregunto si es la elegida. Al contestarme que no, muestro la de la boca y oigo la misma respuesta. Luego le manifiesto que efectuaré
el juego más rápido del mundo. Hago el chasquido, y luego corriendo la carta primera del lomo, q_ue es la elegida, hacia mi cuerpo, unos centímetros, efectúo la flori-
tura denominada como «LA VOLTERETA», claramente explicada en el libro Cartomagia, de Bernat y Fábregas. Esta se produce colocando los cuatro dedos de la mano
libre bajo la carta mencionada y dándole una especie de golpe suave hacia arriba la misma da en el aire una especie de voltereta, y se toma en el espacio sobre el mazo, cambiando a la vista del público (figs. 1 y 2). El efecto es, muy sorprendente en cartomagia, dándome personales satisfacciones. 2.° EFECTO «LO MAS SIMPLE ES SOPLAR»
Al tener la carta encima, se efectúa el doble lift, mostrando la carta; al contestar el espectador se le dice luego que lo más simple es soplar. Se le hace soplar y nuevamente se efectúa el doble lift, diciéndole q_ue no ha soplado bien a pesar de ser lo más simple, luego se hace soplar a una dama y se saca la carta elegida, manifestándole al caballero que lo má , simple es soplar pero con ayuda de una dama.
3.er EFECTO «ARRIBA EL TELON» Teniendo la carta elegida arriba, se hace
doble lift; se muestran quedando, por ejemplo, a la vista el 4 de trébol, se dan el
vuelta varias veces dando la sensación de ser una. En la Li,ltima vez, se coloca el mazo
C. E. D. ,4.. M.
vertical ante los espectadores y solamente se deja invertida la carta elegida (ejemplo,
el as de corazones), y tomando el 4 de tréboles se muestra y se deja sobre el mazo en el dorso,sobre la carta as de corazones, que está boca arriba en el mazo, siendo la única que se encuentra de tal forma. En este momento el mazo tiene dos cartas en el lomo, dos arriba, una el as, invertido y sobre éste el 4 de trébol, tapándola con el dorso igual
Luego se muestra la de la boca, por ejemplo el 5 de diamante, y se dice que esta carta es el escenario del juego. Luego se da nuevamente el mazo y tomando las dos carta,, juntas, la elegida, que se encuentra boca arriba, y el 4 de tréboles en correcta forma, se levantan como si fuera una estas dos, con el doble lift y se. da vuelta al mazo, colocando las mencionadas cartas sobre el 5 de diamantes de la boca. Se explica que esta carta, para el público una, pero que en realidad son do,-,, es el telón, y que pronto comenzará la reunión. Se hace soplar y se explica que en escena aparecerá una dama muy requerida, o sea, la actriz; luego se corre el telón lentamente hacia arriba y aparece ante el espectador la carta elegida: el as de corazón. Después de esto se muestra que entre las mismas solamente hay el telón, o sea, el 4 de tréboles y el escenario el 5 de diamantes; el juego es muy jocoso para el público y es inexplicable para aquel que no conoce los secretos de la cartomagia. 4.° EFECTO «LA CARTA A TRAVES DE LA MESA» Haciendo el doble lift, con la carta ya
elegida sobre el mazo, se hace la pregunta de rigor. Al contestar el público negativa-
muestra también la de la boca, mente, se deja la carta elegida sobre la mesa, que para el público es la que vieron anterior-
mente; se lleva el mazo debajo de la mesa, se hace chasquear y s e muestra la que dejamos sobre la mesa, y que en este momento, encuentra cambiada por la mágicamente, s ,
que el público vio y creyó que estaba so-
bre la misma. Es conveniente hacer poner un dedo sobre la carta, para que el espectador se sienta más seguro que no pueden cambiarle la baraja elegida.
NOTA que todas, las demás, motivo por el cual puede mostrarse sin peligro el mazo, que es conveniente sea de orla blanca.
Es conveniente seguir las instrucciones
con el mazo en la mano, para mejor com-
NOTICIARIO
prensión. -de los efectos, a pesar de los simples, como así para la costumbre de aquel
que comúnmente no ejecuta el doble lift, de tanta difusión en América, colocando el mazo como indica la figura 3, o sea, como si se pasaran las hojas de un libro, es más fácil la toma de ambas cartas. Los efectos se han efectuado ante público exigente, habiendo tenido mucha aceptación.
Hasta pronto, amigos del C.E.D.A.M...
Y111 I
DE
LA
REVISTA
'`
O MAGIGO"
EFECTO:
SECRETO:
Se presentan tres cartas con números de forma que el número «siete» esté en medio, según la figura 1.
Cada una de las tres cartas, tiene dibujada la cifra dos, pero a base de que esté hecha según se ve en las figuras, pues colocando el dos invertido como la del centro de dicha figura 1 parecerá un siete.
Se colocan sobre la mesa por el mismo
Cuando se colocan sobre la mera, todo
orden que se veían en la mano y se pregunta a un observador para que diga dónde e ;t_á el «siete». Al señalar la de en medio (que es la que crerán que es), se levanta y no es el siete; entonces se demuestra' que el siete está en uno de los lados. Puede repetirse varias veces y nunca aciertan, pues si señalasen una de las laterales, usted puede demostrar que es la del otro extremo o l a del centro. El juego es interesante.
es cuestión de . levantar las laterales normalmente cuando le convenga que sea un dos y tapando con el pulgar, según la figura 2, cuando le convenga que sea un siete. Un poco de ensayo antes de presentarlo a los, amigos, le hará quedar bien y podrá com-
probar el efecto agradable del juego. Es conveniente que en alguna ocasión deje que acierte el' espectador para ganarse más la confianza.
C. 1J. 1). A. M.
De su tratado de Ilusionismo y Pre-stidigitación, a publicar en breve. EFECTO:
Se pide a un espectador que preste una moneda, debidamente señalada con una na vaja; se envuelve en un pañuelo y se en-
trega al referido espectador para que la sujete. Acto continuo damos un tirón al pañuelo provocando la desaparición de la moneda, que momentos después surge espectacularmente dentro de una mandarina, escogida voluntariamente de entre varias piezas de fruta puestas a la disposición del público.
ducida en el dobladillo. Escogida la manda- rina sin «FORCE» de ninguna especie, bajaremos al patio de butacas para que ésta sea examinada por las personas más curiosas. Esto sirve de pretexto para no regresar al escenario. Le introduciremos la moneda
prestada, que fácilmente penetra en su interior, por ser la cáscara blanda y tener el centro completamente hueco. El tirón al pañuelo solamente dará después de intro-
ducir la moneda marcada en la mandarina que, a continuación, empezaremos a pelar, reposadamente, en la boca de proscenio.
SECRETO:
Cuando recibimos la moneda marcada la empalmamos en el momento en que simulamos envolverla en nuestro pañuelo, preparado anteriormente con otra moneda intro-
Después se parte por la mitad para enseñar entre los «gajos» la moneda «eclipsada» del pañuelo, la cual no tocaremos para que sea retirada del centro del fruto y reconocida por la persona que tuvo la amabilidad de hacernos el préstamo.
NOTICIARIO
FERNANDO CALVO "SANDY"
cinudo
EFECTO:
El mago hace escoger cinco cartas, las
cuales coloca dorsos al público en un so-
porte. Después, escribe en una pizarra y la deja con lo escrito de espaldas al público. Entrega un billete de 100 pesetas a un es-
pectador, diciéndole que ha escrito en la pizarra el nombre de una carta que él mismo elegirá después. En caso de fracaso, las
100 pesetas serán para el espectador. La
El dorso de la hulete tiene al fondo y en
la parte superior un corte A para facilitar el poder coger las cartas más adelante (figura 4). Este corte queda tapado por la lámina negra. El soporte tiene 5 departamentos numerados del 1 al 5 en números grandes. PREPARACION:
elección se verifica y el mago gana.
Se colocan 4 sotas en la hulete, caras hacia fuera detrás de la lámina negra, o sea, que no se ven. La Sota corta en la baraja.
UTILES:
Una pizarra y tiza sobre la mesa y un bi-
Una baraja gigante y 4 cartas repetidas («Setas de bastos») y, además, otra carta «Sota de bastos» algo más corta. Una hulete (fig. 1) pintada interiormente, de negro para contener las cartas y un soporte para colocar las 5 cartas en fila (fig. 2). La hu-
llete de 100 pesetas en el bolsillo. RUTINA Y PRESENTACION:
1.° Se toma el paquete de cartas gigantes mezcladas y se muestra a los espectadores para que puedan ver que todas son distintas. Al mismo tiempo se localiza disimuladamente la «Sota de bastos» y cortando el paquete se deja hacia la mitad del juego.
l amina
Se anuncia el propósito de que se seleccionen 5 cartas, de forma que pueda 2.`-'
lete tiene en el fondo una lámina metálica independiente del mismo tamaño que las cartas (fig. 3) y pintada de negro por amhas caras.
verse la libre elección. Se cuadra el paquete hacie_-,do el chasquido con los extrem os («rif-
fle»), explicando que en el momento que digan alto, detendrá el «riffle» y la carta
C. E. D.. A. M. que esté encima será la elegida y se sacará del paquete. Se dice a cualquier espectador
ber la posición de éstas. Diga ahora : «Voy a hacer una predicción», y cogiendo la pizarra escriba en secreto: «Sota de bastos.»
el «riffle» a la palabra ¡alto! Se quitan con la mano derecha las cartas de, encima, poniéndolas debajo del paquete. Con el pulgar izquierdo se empuja la carta de encima (la del «alto»), cogiéndola con la mano derecha y colóquela «cara al auditorio» en el soporte n. 2 1 . Hágase con toda normalidad.
Deje la pizarra con la cara opuesta al pú-
que cuando quiera diga ¡Alto! Deténgase
Repítase el «riffle», pero esta vez deténgalo cuando digan ¡alto! en la carta 3 .` - '
corta (Sota de bastos). Sáquela del mismo modo y colóquela en el soporte n.° 2. Se repite todo ello tres veces más, ya libremente, hasta llenar los 5 espacios del soporte. Diga
en voz alta el nombre de las 5 cartas, rogando intenten recordarlas. Coja la carta del número «uno» por el extremo superior y colóquela cara al público en la hulete; tome la segunda y colóquela, aparentemente, detrás de la primera, pero en realidad donde se coloca es detrás de la lámina negra de la hulete, que se juntará con las otras 4 iguales. Coja la tercera, cuarta y quinta, sucesivamente, y coloque éstas detrás de la primera de verdad, o Coa, delante de la lámi-
na. Se tendrán las cartas distintas delante
de la lámina (cara al público) y las 5 Sotas detrás.
blico. Muestre las 100 pesetas y continúe «He escrito el .nombre de una carta en la pizarra, y yo le supIlico, señor (haga levantar a una persona), que elija una de estas 5 cartas. Si la carta que elige no es la que yo he puesto en la pizarra, quédese con estas 100 pesetas (se las entrega). Usted sabe que hay cinco números, 1, 2, 3, 4 y 5, pues bien, piense en uno de ellos. ¿Pensado? Puede cambiar si lo desea. Veamos, (señando el 1) diga: ¿Piensa en el 1 ? ¡ No!» Coloca
esta carta en la hulete, dorso al público.
Continúa del mismo modo: ¿Piensa en el 2? ¡ No! Repita la operación y así hasta que diga ¡ Sí! Las que queden a la izquierda de ésta las pone en la hulete.
5.°
Señalando la que ha elegido se dice:
Esta es la carta que usted ha elegido... No sabe usted ni nadie cuál es... Y aquí están las otras cuatro. Al decir esto, levante todas
de la hulete (hay 8 y la lámina), y haciendo el giro las deja cara al público en la hulete, demostrando que son las, que eligieron. Así, saca la primera, nombrándola y colocándola cara al público en el soporte; haga lo mismo con las otras tres, colocándolas igualmente en la hulete. Quedarán, pues,
4." Anuncie que mezclará las cartas para que no se pueda saber la posición. Para ello, saque de la hulete todas las cartas (que serán nueve con la lámina en medio) y dele la vuelta para que se vean de espaldas. Así,
¿ Recuerda alguien qué carta es ésta? La
rentes detrás. Saque las 5 duplicadas de de-
hay duda que recibirá inevitables aplausos. «Y ahora, señor... (extienda su manó hacia el billete) diciendo: Lo. siento, pero este bi-
las 5 iguales están ahora delante de la lámina, pero dorso al público, y las 4 dife-
lante y colóquelas boca abajo en la mano izquierda, mezclándolas y colocándolas en los cinco departamentos del soporte (dorsos al público). Recalque que nadie puede sa-
cuatro cara al público y una de espaldas.
vuelve para que se vea, al mismo tiempo que coge la pizarra y muestra el escrito, en el que leerán «La Sota de bastos». No
Y mientras se lo guarda en la cartera, estallarán nuevos llete me corresponde.»
aplausos y risas.
NOTICIARIO
La mesita de los magos es conveniente que sea con tres patas, pues tiene la ventaja que siempre queda de un modo esta-
ble en cualquier lugar que se coloque, pues no cojeará nunca. Por dicho motivo, los veladores de los bares tienen igualmente tres patas, ya que sea cual sea el terreno donde se coloque, nunca se mueven y asientan perfectamente.
Presentamos, pues, varios tipos de mesitas de tres, patas que pueden ser fabricadas con un poco de ingenio. El material puede ser madera de un centímetro de espesor,
preferible contraplacado o «tablex». Una vez hecha, se pinta primero de un color agradable, por ejemplo, rojo, naranja, verde o amarillo y sobre ese color se dibujan unas alegorías mágicas o letras chinas.
1 1
g 1 5 A b R A S
F 1 6 .1 E5ISACjRA
C. E. D. A. M.
El primer modelo es el de la figura 1, que sólo está formado por dos piezas que van unidas cái bisagras para el transporte. En la figura 2 presentamos otro modelo que tiene la ventaja.que se aprovecha mucho la madera, ya que como se ve en la fi-
gura 3, no deja recortes. Una vez cortadas, se planea a sierra, el trozo A para el ajuste de las tres piezas y colocación de las bisagras.
Otro sistema, en el que también se apro-
vecha la madera, es el de la figura 4, de bastante efecto. Vea, en las figuras 5, 6, 7 y 8 nuevos modelos originales, plegables como las anteriores.
Con respecto a la parte plana de la mesa, puede ser redonda o cuadrada (fig. 9),
la cual, para evitar que ocupe mucho es-
pacio, puede también disponer de dos bisagras en la parte central para ser dobladas, por la mitad, según ve en las figuras.
NOTICIARIO
L 1 S T ~ R ,Z T ~ S ~ F ~ L IC IT A C IO N p,c,
-CAMACHO BARRIGA "JONIO"
,
EFECTO
Esta tarjeta se arranca del alfiler y enseñándola del otro lado se ve que debajo
En alegre reunión se juntan un grupo de amigos para conmemorar el nacimiento del Salvador; la noche es festiva.
del nombre impreso del ilusionista está la palabra «desea».
El ilusionista coge una pequeña caja y saca su contenido depositándolo sobre la mesa. Son tarjetas de visita con su nombre, que va a entregar una por una a los presentes, diciéndoles al mismo tiempo que la víspera se le olvidó enviar las, tarjetas de felicitación por correo. FI(P.1
Mientras tanto, observa una de las tar jetas que está repartiendo y dice: veo que solamente tiene escrito mi nombre y falta la felicitación. Ello ha sido debido a un olvido.
Entonces pide disculpas y recoge todas las tarjeta,-, que había repartido juntándolas al paquete de las otras que aún tiene entre las manos. Separa algunas de estas tarjetas
y con un alfiler que saca de la solapa las taladra en uno, de los lados. Las, tarjetas sobrantes las mete en la caja que deja sobre la mesa.
Seguidamente coge con la mano el alfiler, por su punta, y hace girar sobre él las tarjetas. A los pocos segundos suspende el giro y con sorpresa queda una tarjeta hacia
arriba, según la figura 1. En ella, poco a
poco, hace aparecer un motivo navideño a medida que le va echando el humo del cigarrillo.
FI(i. 3
Las otras cinco tarjetas se retiran del alfiler y se enseña que no hay nada escrito en una de las caras, más por la otra hay síla ba„ escritas que, colocándolas sobre la mesa, unas al lado de las otras, se leerá. JONIO les desea Feliz Navidad
Al terminar, el ilusionista vacía nuevamente la caja y saca las tarjetas que hacía poco había enseñado impresas con su nombre. Una de las caras está en blanco y en la otra tienen, cada una, una sílaba, de ma-
C .E .D .A .M .
d) En el otro departamento B de la caja están otras doce tarjetas del mismo formato, pero cada una de ellas tiene escrito en las caras blancas las sílabas necesarias para
nera que colocándolas a continuación de las que ya están en la mesa, se pueden leer además estas palabras:
formar las palabras:
y Próspero Año Nuevo para todos
y termina diciendo: «F» verdad son éstos
Y PROS-PE-RO-
ATZO-TIUEVO-PARA-TODOS, según la
figura 5.
m is deseos».
i+ r—%
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JO N IO DESEA
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DO 5
5
EJECUCION:
Una caja que permita hacer el cam-
bio de dos paquetes de tarjetas. Expliqué varios sistemas para hacer cambios de bara jas, en la revista «Mágico», en 1955.56. Sin embargo, puede hacerse con una caja de doble departamento, el A y el B (figs. 2 y 3).
b)
A c1V
MATERIAL NECESARIO:
a)
RO
PE
Siguiendo las indicaciones de la presenta-
ción y sabiendo el material es fácil comprender cómo se ejecuta el juego. :
Las primeras tarjetas que se enseñan son las de A. De éstas entregamos, primero las .
normales a los espectadores y cuando las Doce tarjetas impresas con el nom-
bre de ilusionista, junto con seis más del
mismo formato, pero preparadas según después verá, y que son colocadas, todas en el departamento A.
De dichas seis tarjetas preparadas, una de ellas tiene, debajo del nombre del c)
ilusionista, la palabra desea, y en la otra cara blanca habrá sido dibujado previamente un motivo navideño, con una solución j. 1 ~) yll c~ó r~itrát~ c~ó n1-u - c q ~ 1 o yi~l n l s, ca, se vuelve invisible. Debe de haber sido preparado con 30 minutos de antelación y
'i?
no debe de estar expuesto a la luz mucho tiempo. Esta tarjeta se coloca en medio de las otras cinco, las cuales llevarán escrita cada una una sílaba de manera que pueda formarse la frase FE-LIZ-TIA-VI-DAD (fi-
gura 4). La última tarjeta con la sílaba
DAD debe, estar marcada para poder ser-
vir de guía y separar con facilidad las seis tarjetas preparadas de las otras normales.
retiremos diciendo que se nos olvidó poner algo, las cambiamos por las seis preparadas
y no tenemos más que clavar el alfiler en el grupo. Las otras se dice que se meten en la caja y se tapan, dando media vuelta a la -caja y dejándola sobre la mesa, pues así, al abrirla después de nuevo, dispondremos de las tarjetas del departamento B, con las cuales conseguiremos el efecto final. Conviene que las tarjetas que se pinchan t t I Z"ii 1 lFa t .
-
chos para que giren con más facilidad que la tarjeta preparada con nitrato de plata,
cuyo agujero debe de ser justo. Para ello pueden ser taladradas antes de la sesión, excepto esta última, que se perforará en el momento de la presentación.. de este número, con el fin de que ésta pueda quedar visible, según la anterior figura 1. Soplando el humo del cigarrillo sobre la cara preparada de esta tarjeta se revela el dibujo navideño que hicimos anteriormente.
NOTICIARIO
Ignoro quién es el autor de este juego, _olgante el fondo. Toma ahora uno a uno que tiene cierta espectacularidad y resulta los pedazos de las cartas y para que commuy apto para hacerlo en reunión. Yo lo prueben que nan resultado doce los va conconozco hace mucho tiempo y lo he realizado tando uno a uno e introduciéndolos dentro
siempre con éxito. Es, por otra parte, muy fácil de ejecutar y no requiere habilidad manual ni manipulaciones difíciles, siendo, por tanto, adecuado para aficionados noveles no duchos en técnica cartomágica
del pañuelo. A renglón seguido el pañuelo se agita bien, mezclando perfectamente los trozos, y se da a sostener a un espectador que debe mantenerlo por sus cuatro puntas reunidas.
EFECTO:
Con la charla que se considere pertinen te el mago saca uno tras otro cuatro pedazos de naipe (extrayéndolos del dorso siempre), los moja en el agua del vaso, para facilitar -
Sobre una mesita están dispuestos un vaso con agua, una lámina de cristal transparente de unos 15 por 20 centímetros y una bara- su adherencia la cristal, y los va dejando ja corriente. El mago entrega la baraja a pegados al mismo, cada trozo en su lugar un espectador para que de ella elija TRES preciso, para al final quedar reconstruido naipes, los que quiera. De esas tres cartas un naipe que queda dorso al aire pegado deberá pensar una que recordará colocánal cristal. Se pregunta entonces cuál fue la dola en medio de las otras dos. Hecho esto, carta pensada, y dando media vuelta al crisel mago invita al espectador a que rompa tal se muestra dicha carta reconstruida, cuyos trozos han sido elegidos mágicamente al por la mitad las tres cartas juntas superponiendo los pedazos, y una vez realizado azar. esto, deberá volver a romper por la mitad los seis trozos resultantes reuniendo nueEXPLICACION: vamente por superposición los doce trozos, que son entregados al mago. Todo esto, coEl fundamento es muy sencillo. Procemo es lógico, se hace a distancia del actuan- diendo en la forma indicada, es decir, dete para que éste no pueda ver los naipes, jando el naipe elegido entre los, otros dos, y en cuanto al montoncito de los 12 trozos, partiendo los tres juntos por su mitad , y que resultaron de las dos roturas, le serán luego haciendo lo mismo con los seis pedaentregados al mago con las caras hacia zos resultantes (siendo indiferente que cada abajo. vez pongan los trozos de una mano sobre o debajo de los de la otra), resultará que En esta fa: , > - del juego el mago pide a una los fragm en tos correspon dien tes al n aipe persona del público un pañuelo, con el cual pensado estaránenlos lugares 2 - 5 - 8 y forma una especie de bolsa reuniendo en el grupo, contando de cualquiera de 11 d su mano izquierda las 4 puntas y dejando sus extremos. -
D... A. M.
Viene ahora el modo de identificar rápidamente los trozos de la carta pensada revueltos entre los demás de los otros naipes que rompieron conjuntamente. Nada más sencillo: al ir tomando los pedazos uno a uno el mago y contándolos en alta voz, no tiene más que hacer que DOBLAR cada uno de los fragmentos correspondientes (2.°, 5. 9 , 8.° y 11) en el instante de introducirlos en la bolsa formada con el pañuelo. El resto se comprende fácilmente. El pretexto de mojar los, trozos en agua para lograr su fijación al cristal está muy bien buscado para que al mismo tiempo que se hace posible la adherencia se deshaga el doblez
cie los pedazos. En cuanto a la colocación de éstos en el lugar debido para que resulte reconstruido el naipe, es fácil casarlos, puesto que en los 4 trozos (por las naturales desigualdades del rasgado), se ve en seguida cuál es la posición que deben ocu-
par (fig. I). Una vez adheridos al cristal
s° da la vuelta a éste como se ha indicado, y la cara del naipe recompuesto se muestra al público (fig. 2). Es de recomendar,, al doblar los pedazos correspondientes al -naipe elegido, no hacer un doblez completo, sino solamente una curvadura, con lo cual, y sin perjuicio de po-
der identificarlos fácilmente por el tacto, no quedará luego señal alguna.
N O T I C I A R I O
m ,V IC t o R P E A W C K
o r l a a U ltím a CHARLA Y EFECTO:
A P I O VIcE-PRE51OEN1! ~
del MAGiC C 1 RCLE dt Lon dre
s
se halla entre las demás. Haga el favor de
entregarme el paquete que cojo por prime- ¿Le gustaría ver un juego con sus pro- ra vez. Paso las cartas detrás de mí y las pias cartas? ¿Sí, verdad? Pues bien; tóme- pongo en un orden.., mágico (lo hace). las y mézclelas bien. Ahora retire del mazo
unas cuantas.., de un tercio a un cuarto, poco más o menos, a fin de que sea un nú-
mero conveniente para el juego... Deje apar-
Ya está hecho. Sírvase tomar las cartas otra vez y haga pasar de encima debajo el mismo número de cartas que usted pasó
mos.
lo vea ahora, porque el juego está ya hecho... Ahora pase otra carta debajo y eche la siguiente carta
Ahora mezcle el paquete que tiene en la s manos, y asegúrese de que yo no pueda ver ninguna de las cartas, mientras usted ejecuta la mezcla. Mire, ahora, la carta de
arriba sobre la mesa. Esta no es la carta. Otra vez, una carta debajo y vuelva la si- guiente sobre la mesa. Otra vez, una debajo -y otra vuelta; - y siga así hasta la última
te las restantes, pues ya na las necesitare-
encima, recuérdela, muéstrela además a al- guien si lo desea., y devuélvala: encima del
antes.
N o
i mporta que yo
carta. Esta será la carta elegida.
paquete. METODO:
Voy ahora a volverme de espaldas (lo hace), y le ruego que pase un número cual- quiera de cartas, de encima debajo del pa- quete, empezando por la carta áu.e usted ha visto. Quiero ignorar absolutamente el número de cartas que usted haya pasado de esta manera... pero usted debe recordar cuántas pasó. Hágalo en silencio, a, fin de que yo no pueda oírlo... ¿Hecho? (vuélvase de cara). Usted debe convenir en aue no he tocado absolutamente las cartas. Por consiguiente,
no puedo saber qué carta miró.., o en dónde
Cuando el paquete es cogido por el artista, éste lo lleva detrás de sí e invierte el orden de las cartas, pasándolas una a una, de una mano a otra. Pero mientras, el operador ejecuta esto, cuenta las cartas para él solo, del modo siguiente: 14, 13, 12, 11, 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, 0, 15, 14, 13, 12, etc. Luego, cualquiera que sea el último número de su cuenta secreta, hace pa,
sar este número de cartas, de encima abajo del paquete y devuelve las cartas al colaborador. Lo demás e,-, enteramente automático, operando como se ha dicho.
C.
E.
ll. A. .M.
Este es un juego desconcertante y de gran vistosidad. Siempre que lo he presentado ha sido muy aplaudido, pues tiene dos, efectos, a cuál más intrigante. Su desarrollo es el siguiente
El artista presenta en abanico, y con car-
mente en blanco! La señal o firma que haya
puesto el espectador continúa en su sitio, para que no haya lugar a dudas se trata de la misma carta.
Cuando el público aún no está repuesto de su asombro, se destapa el vaso, y de su
tas gigantes, los cuatro ases de la baraja,
interior se saca la tarjeta que en uno de
siendo igual que puedan ser de la española o francesa. Particularmente siempre he
sus lados, y con letras rojas, ¡tiene escrito AS DE CORAZONES!...
preferido para la mayoría de los juegos que yo llamo «de colorido», la baraja francesa, pues si bien nuestro público no está muy familiarizado con ella, sus colores negro y rojo dan mayor vistosidad a los juegos con ella efectuados.
De los cuatro ases es elegido libremente por el público uno de ellos, que es marcado por un espectador. Supongamos se trata del As de Corazones. La carta, que en todo
momento ha sido vista por el público, es colocada visible el dorso, en un atril.
Se hace escoger entonces y también libremente por el público, una tarjeta completamente en blanco por ambas caras, de un mazo compuesto por veinte o más. Se muestra un vaso o recipiente adecuado, de cristal, vacío, en cuyo interior se
introduce la tarjeta, tapando todo con un plato. A los pocos segundos, el vaso comienza a llenarse de humo blanco y espeso
que envuelve la tarjeta (fig. 1). Mientras
esto ocurre, se retira la carta del atril y volviéndola cara al público éste ve ¡que el As
ha desaparecido y la carta está completa-
El efecto no puede ser niás bonito, y su explicación es bien sencilla. Está basado este juego en un par de principios conocidos y se me ocurrió hace mucho tiempo, cuando e_,`--aba preparándome las cartas para el conocido juego «¿Dónde está la Dama?» Para este juego son precisos varios elementos, todos con su correspondiente preparación, y que es así:
- Basta tener unas gotas de ácido clorhídrico en el fondo del vaso e impregnando de amoníaco el plato, deVaso y plato.
biendo tener la precaución de mantenerlos
NOTICIARIO separados, pues desde que se acercan mucho, ya comienzan a producirse los vapores blancas, producto de la reacción del amoníaco y el ácido clorhídrico. Tarjetas.
Estas, que aparentemente es-
tán completamente en blanco, llevan escrito con una solución alcohólica de fenolftaleína, el valor de un naipe.
Ases. - Estos están compuestos por unos
naipes con una cara blanca, sobre la cual
y con un granito de cera, se ha pegado las siluetas correspondientes a los ases (fig. 2).
gando a un espectador que ponga su firma
o una señal cualquiera en la parte blanca de la carta. Si el as superpuesto está bien recortado, no hay miedo a que pueda notarse nada, máxime cuando el naipe siempre está en manos del ilusionista. Una vez firmado, con él en alto, teniéndolo siempre a la vista, nos acercaremos al atril, sobre el cual lo colocamos. En este momento, y con los dedos índice.y mayor, que están ocultos
por la carta, despegamos fácilmente el as superpuesto y colocamos, todo sobre el atril. Lógicamente, cuando luego volvamos a en-
señar la carta, que ahora será blanca, la silueta recortada del as escogido queda so-
bre el atril, y por estar pintada por detrás
pelado con cera
del mismo color de aquél, pasa completamente inadvertida. La firma del espectador, al haber sido estampada en la parte blanca de la carta, queda en ella, dando así constancia de «no haber sido cambiada». Sobre el velador tendremos cuatro mon-
tones de quince o más tarjetas cada uno, riG.2
Hay que tener en cuenta que estas siluetas deben ir por su parte de atrás, pintadas de negro o cualquier otro color que sea exacto al del atril. Atril.
Sobre este aparato no hay nada -
que decir, pues es bastante conocido de los ilusionistas. Debe tener el tamaño adecuado para colocar sobre él una carta, y debe estar
pintado del mismo color al reverso de las figura;-, recortadas de los ases. Con esta preparación ya podemos efectuar el juego. Y lo haremos de la siguiente forma
Enseñamos los cuatro ases, rogando al
preparadas de la forma que queda explicada. Como ya sabemos el as elegido, no tenemos más que coger el montón que tenga escritas las palabras que correspondan. El público elige cualquiera de las tarjetas de este montón, que enseñamos bien por ambas caras para demostrar que está completamente en blanco. La introducimos en el vaso y tapamos con el plato. A los pocos segundos se llenará de humo, y mientras esto ocurre, cogemos la carta del atril y la mostramos al público, que ve cómo ha desaparecido el as. Destapamos entonces el vaso y sacando la tarjeta, podrá ver todo el mundo como «misteriosamenté» han aparecido escritas las palabras AS DE CORAZONES, o las correspondientes al as que haya sido escogido...
Hay que tener en cuenta que al poco tiempo la,-, palabras que han aparecido en rojo por efecto de los gases amoniacales so-
público elija uno de ellos, siéndonos indife-
bre lo escrito invisiblemente, con el aire
Con él en la mano, bajamos al público, ro-
tienden a 'desaparecer, por lo que es conveniente pasar seguidamente a otro juego.
rente por completo el que quieran elegir.
C. E. D. A. M.
UNA HULETE SIMPLE EFECTO:
El juego de cartas se introduce dentro del estuche y estas van saliendo solas, una por una (tantas como se desee) según la figura 1.
SECRETO:
En el estuche de las cartas debe cortarse un recuadro tal como indica la figu-
ra 2. Seguidamente se fijará, por el medio más conveniente, un falso pulgar en uno de los lados como se ve en la misma figura 2. Efectuado esto queda ya listo para el experimento.
La forma de hacer salir las cartas está expresada en la figura 3 que, como ve, se efectúa con el pulgar que queda escondido detrás del estuche Presionando la carta a través del recuadro esta se deslizará hacia arriba. F. M C.
NOTICIARIO
por
W. GI U R O,
Presenta dos cuerdecitas de 2 a 3 metros cada una. Aunque deben ser corrientes, es conveniente que sean de seda artificial o, al menos, de algodón muy flexible, a fin de que su roce no lastime tu cuello.
aplicando la lazada A en contacto con la piel. Las dos manos se separan sin soltar las cuerdas y tirando de ellas, lo cual mantiene a éstas en contacto con el cuello e impide que se deshaga su enlazamientc central (fi-
Una vez mostradas, y, si quieres,, entregadas para examen, debes ingeniarte para disponer secretamente su parte media de la
manera que está dibujada en la figura 1 (detalle). Fíjate en la lazada A.
gura 4). Las manos, sin dejar de tirar suavemente de las cuerdas, hacen con ellas un doble nudo alrededor del cuello. Entonces puedes abandonar las cuerdas, que cc mantienen como si estuvieran normalmente atadas en el cuello.
Cogiendo las cuerdas con la izquierda por esta especial dispoeición, el público debe tener la ilusión de que las coges normal-
mente por su centro (fig. 2). Entonces, la derecha coge también las cuerdas por el centro, sujetando con el pulgar la lazada A para
mantener el enlazamiento (fig. 3) y, sin interrupción, las dos manee, pasan las cuerdas por detrás del cuello; pero, ¡atención!,
C. E. D. A. M. Invita ahora a dos espectadores a coger, respectivamente, los cabos de las cuerdas y a tirar de ellas... Las cuerdas no se desprenden (fig. 5).
el enlazamiLnto de detrás se deshace y entonces la derecha, sin retirar el pulgar y mayor de entre los tramos, tira vivamente de
Anuncia luego el fenómeno siguiente:
llo, mientras la izquierda va a cogerlas también para mostrarlas al público según está
Comunicarás - dices - a las cuerdas el flúido que emana de tus manos de mago, y misteriosamente tu cuello quedará libre.
las cuerdas, que parecen traspasar el cue-
dibujado en la figura 6. Esta manera de mostrar al auditorio las cuerdas desprendi-
das del cuello, avalora el efecto y lo deja en la ilusión de un pequeño misterio. p or M A Y M Ó
LA IDEA LUMINOSA
E
Q
En efecto; aplicas unos instantes tu ma-
no derecha en el doble nudo; y muestras inmediatamente al público las cuerdas desprendidas inexplicablemente del cuello, permaneciendo los nudos intactos (fig. 6).
1
¿
MODO DE OPERAR: Al aplicar la mano derecha en la atadura, el pulgar y mayor se introducen, respectivamente, entre los dos tramos de cuerda de cada lado (fig. 7). La mano izquierda coope-
ra como pantalla ocultando la maniobra.
Por medio de una ligera presión de las manos, y de movimientos adecuados del cuello
- que el instinto y la práctica enseñan
Siempre haces los
mismos trucos. De-
berlas tener nuevas i deas.
NOTICIARIO
Voy a presentar a mis amigos este conocido juego, pero con una variante, y es poder entregar los, pañuelos a los espectadores para su reconocimiento, una vez terminado el juego.
rojo dejando en su interior el pañuelo ama , rillo. Con un hilo rojo enhebrado en una aguja se le dan unas puntadas, bien anchas de modo' que cojan ambos pañuelos, según
PREPARACION: A cuatro pañuelos cuadrados de tela de crespón, de unos 30 centímetros, se les cose
una cinta negra de seda de 3 centímetros de ancha, en el filo, con lo que tendremos
los pañuelos s, gún la figura 1. Estos pañuelos serán dos rojos y dos amarillos.
la figura 4, dejando las puntas del hilo sueltas y largas. Si ahora cogemos este pañuelo por las puntas A, caerán las, puntas B y C, dando la impresión de no contener en su interior el pañuelo amarillo.
PRESENTACION:
En una punta de cada pañuelo rojo se le cose un broche automático macho y a uno de los amarillos se le cosen dor, broches hembras en extremos opuestos. Tomemos el
pañuelo amarillo de las dos hembras y lo doblamos (punta B sobre punta C) y :,e enrolla, con lo que quedará según la figura 2. Lo colocamos sobre un pañuelo rojo (fig. 3) abrochando las puntas por la parte D de cada pañuelo, dejando libres las puntas A. Dóblese por la mitad el pañuelo
Póngase en el filo del velador, o sobre el respaldo de una silla, el pañuelo amarillo y los dos rojos (uno el trucado). Tomemos los dos pañuelos, rojos, uno en cada mano, y abrochemos una punta del pañuelo rojo (sin preparar) a la punta del pañuelo libre del amarillo que oculta el otro pañuelo rojo. Colóquense en un vaso de cristal grande, en un sombrero o en una caja; una vez colocados en el interior, tiramos disimuladamente del hilo hasta sacarlo totalmente, con lo que quedará. libre.. el pañuelo amarillo dentro _del rojo.
C. E. D. A. M. Tomemos ahora el otro pañuelo amarillo y lo presentamos al público. Este pañuelo lo escamoteamos por el procedimiento que tengamos costumbre de utilizar en nuestras experiencias. Una vez desaparecido, tiremos de una punta de uno de los pañuelos rojos
y aparecerá el pañuelo amarillo entre los dos pañuelos rojos.
N O T IC IA R IO
SANTIAGODE LA RIVA
lQ5 MUROS ENTRE LOS
La reaparición entre dos platos de pañuelos anticipadamente escamoteados ha sido uno de los números favoritos de Okito. He aquí la descripción exacta de este número,
que, a pesar de ser conocido, no lo es en alguno de sus detalles fundamentales.
MATERIAL NECESARIO: Dos platos soperos, cuatro pañuelos de 45 cm. de lado, una tira de papel fino de buena calidad y del mismo color que los pañuelos. Un «fake» para hacer desapare-
1CS
puntas A son dobladas hacia el centro, según la figura 4. Luego, las cuatro esquinas B (que se han formado) son así mismo llevadas a su centro, según la figura 5 y continúese así hasta llegar a formar un paquetito. Coloque los dos pañuelos (doblado contra doblado) y rodéeles la banda de papel fino del mismo color, cuyos extremos se pegarán formando el conjunto un solo paquetito. En una punta de uno de los pañuelos restantes fíjese un hilo negro bastante fuerte.
cer los dos pañuelos de entre las manos. Este «fake» es aconsejable sea de los lla-
El otro extremo del hilo se ata a cualquier
mados de pelota de caucho, no demasiado grande, según la figura 1, pintado de color troducir los dos pañuelos. También puede
al estirar se rompa. La longitud del hilo se calcula de forma que el paquetito cuelgue hasta el centro del pañuelo cogiéndolo por la punta.
utilizarse el tipo plano de la figura 2. El «fake» debe de ir colocado en una asa de
Coloque este pañuelo sobre la mesa de
crin negro (hilo) para que una vez pasada por el pulgar, quede suspendido detrás de la mano izquierda según la figura 3.
tal manera que la punta donde está atado el hilo caiga en la parte opuesta al público; el paquetito debe quedar debajo del pa-
carne y provisto de una abertura para in-
PREPARACION: Pliegue o doble los dos pañuelos separadamente, en la forma siguiente: las cuatro
parte de la banda de papel fino para que
ñuelo. El cuarto pañuelo va provisto de una perla o bolita en una punta y arrollándolo se ocultará debajo del chaleco de forma que la perla pueda r,sr encontrada fácilmente entre dos botones. El «fake» estará debajo del chaleco, a la izquierda.
C. E. D. .A. M:
PRESENTACION:
la perla que sale del chaleco; el pañuelo sal, drá procurando que no se vea y quede ocul-
Enseñe los dos platos para que se compruebe que están vacíos. Colóquelos sobre una silla a su derecha tapando uno contra otro, es. decir, hueco contra hueco. Tome el pañuelo preparado que está sobre lamesa por la punta donde va atado el hilo - (vigile que no se vea el paquete que quedará colgado dentro). Diga que va a hacerlo desaparecer y pasar entre los dos platos. Pregunte si se desea verlo desaparecer «visible o invisiblemente». Sea cual sea la contestación, coloque «visiblemente» el pañuelo entre los dos platos y diga: «¡Ha desaparecido! Pero esto no es digno de un ilusionista.»
to por el primero. Sacúdalo y desdóblelo
Sin destapar los platos tire hacia fuera de la punta del pañuelo, que usted habrá
derecha. Pase el «fake» detrás de la mano izquierda. Separe las manos abriendo los
dejado expresamente fuera de los, platos, a fin de conseguir se rompa la abrazadera de
papel al tirar del hilo y los platos queden
cargados y al mismo tiempo desdoblados los pañuelos que han quedado en su interior. Coja dicho pañuelo, con la mano derecha, manteniéndolo por una punta, y lo
pasa a la mano izquierda, de abajo hacia arriba, por primera vez. La segunda vez aproxíme ;e la mano izquierda para coger
enseñando la aparición del mismo. Coja ahora el «fake» disimuladamente, para lo cual
pasará el pulgar dentro del asa. Ponga el «fake» detrás de la mano izquierda (ante-
rior fig. 3), abriendo ésta para demostrar
que está vacía., Tapando la mano con el pañuelo que tiene en la mano derecha pase el «fa!',ce» a la mano derecha (fig. 6). Dé pases al pañuelo con ambas manos metiéndolo poco a poco dentro de las manos, pero en realidad lo mete en el « fake».
Meta después el segundo pañuelo dando
la impresión de que se queda en la mano
dedos de la mano izquierda demostrando está vacía. Acerque la mano derecha a la silla y desde bastante alto «pulverice» los pañuelos sobre los platos. Abra la mano derecha y los pañuelos han desaparecido. Levante el plato superior y los pañuelos aparecen dentro. Saque uno y colóquelo sobre la mano izquierda tapando el «fake». Saque
el segundo y haga lo mismo. Coloque los dos sobre la mesa y dejando a la vez el «fake», con lo que, al descargar puede mostrar las manos vacías.
NOTICIARIO
1
IC AMB10 '(e Este juego es ya conocido pero presento la forma de hacer fácilmente el "fake" correspondiente.
Voy a presentar un bonito juego de cam-
bio de color de pañuelcs, con la ventaja de que el pequeño «fake» puede fabricárselo usted mismo. Comenzaré por presentarle el efecto.
Haga dos ranuras de unos 6 mm. de lar-
go con la punta de la tijera en el centro y diametralmente opuestas. Pase por ella una cinta de tela fuerte, según la figura 3,
EFECTO:
Se muestra un pañuelo de seda rojo, el cual lo va introduciendo poco a poco por un lado en la mano izquierda cerrada a la vez que va saliendo amarillo por el otro lado.
F1(7.
4
SECRETO: de forma que por dentro pueda llegar hasta Se necesita un pequeño «fake» que puede
hacérselo del envase de aluminio de un puro, como el de la figura 1, procurando que no sea de diámetro muy ancho.
cualquiera de las bocas del tubo; los extremo7, de la cinta saldrán unos 10 mm. al exterior y cada lado fíjelo con un poco de «celo», según figura 4.
FW .3
Corte un trozo de unos 7 cms., según la figura 2. Esto puede hacerlo con cualquier tijera, ya que es, muy fácil de cortar. Iguale
bien los bordes para que no tenga rebaba y no pueda cortarse al manejarlo.
Ya está todo dispuesto; coloque un pa-
ñudo amarillo por el extremo A de forma que quede totalmente oculto.
El tubo se mantendrá en la mano dere-
C. E. D. A..M.
cha al mismo tiempo que se muestra un pañuelo rojo. Con la punta del dedo índice o medio se empalmará el tubo como si se tratara de un dedal (fig. 5), pasándolo a l a mano izquierda al mismo tiempo que introduce la punta del pañuelo rojo según la figura 6.
Vaya con el dedo índice introduciendo poco a poco dicho pañuelo rojo, aparente-
mente en la mano, pero en la realidad lo introduce en el tubo. Al ir metiendo el pañuelo irá saliendo el pañuelo amarillo por el otro lado (fig. 7). Finalmente quedará el
rojo totalmente dentro del tubo y el amarillo fuera. Utilizando el mismo empalme de los dédales, se llevará con un dedo de la mano derecha el tubo y lo pasará a la pal-
ma de la mano. Al abandonar el pañuelo amarillo en la mesa se descarga el « fal'ke».
HIPNOTISTA CIEN POR CIEN
9 .1
P« MAYMO
NOTICIARIO
~ u e g t i v aa p a r i c i ó n d e u n a c u e r d a 1 wti `SA6ITAR I O
Con ocasión de haber leído en alguna revista de magia la noticia de que cierto ilu-
que, una vez terminado, resulta el grabado en hueco de la palabra CUERDA(fig. 1),
sionista había presentado un efecto consistente en la aparición de una cuerda en una
en caracteres manuscritos, a un tamaño ade-
pizarra donde se había escrito previamente dicha frase, quedé favorablemente impresionado por el mencionado efecto y traté de encontrar alguna solución que me permitiera conseguirlo por considerarlo muy
sugestivo, y, sobre todo, muy adecuado, para con utilizar como principio de alguna rutina 1 cuerdas. La citada noticia era muy escueta y sim-
ple, y por ella no podía conjeturar nada que me aprovechase. Por otra parte, no he vuelto a leer ni ver nada relacionado con este efecto. Así, pues, para conseguirlo por mi cuenta y riesgo he tenido que hacerlo
cuado a las, dimensiones de la pizarra en cuestión y compatible a la vez con la longitud de la cuerda a emplear. La anchura del surco habrá de ajustarse al diámetro de la cuerda, con el grado de ajuste preciso
para que pueda mantenerla en su aloja-
miento con la suficiente estabilidad.
Construida así la pizarra, se va ajustan-
do en el interior del surco y en toda su longitud la cuerda elegida para el efecto (fig. 2), de forma que, al concluir la fijación de la misma, se lea en la pizarra la
F1Lá. 1
valiéndome del principio en que se basa el conocido efecto de las, «pizarras espiritistas», en la forma que a continuación ex-
palabra CUERDA, con el especial cuidado de que la frase presente la apariencia de
plico:'
blanco sobre el negro fondo de la pizarra.
Me construí una pizarra de madera con su correspondiente marco. Sobre la madera de su fondo, y siguiendo la dirección de un diseño previo, fui excavando un surco,
haber sido escrita con una tiza, con su trazo Conseguido esto, falta sólo la preparación del doble fondo (fig. 3) de la pizarra, que se construirá en una chapita de hojalata, cartulina, etc., que considero ya del domi-
C. E. D. A. M.
I no de mis lectores por lo conocido de dicho
«faque». Con ello tendremos terminado todo lo relativo a preparación. Veamos a continuación la parte relativa a la forma de operar Como dicho queda, el empleo de esta aparición estaría muy indicado como principio de una sesión en que se utilizara la cuerda para ejecutar los diferentes efectos, mágicos que con ella pueden obtenerse : como
sente la cara trucada de la pizarra.
En tales condiciones, sólo resta ya desprenderse del doble fondo donde se escribió con la tiza y sustituir esta inscripción
por la frase representada por la cuerda. El ilusionista tiene infinitos recursos para conseguirlo. Yo acostumbro a hacerlo de la siguiente forma Con el pretexto de preparar y disponer un caballete que mantenga la pizarra en posición visible, la deposito sobre la mesa o velador durante el corto espacio de esta preparación. La vuelvo a coger nuevamente cuando ya tengo dispuesto el caballete, pero
en esta recogida procuro que quede sobre la mesa el doble fondo de la pizarra con la frase escrita con tiza, bastándome para ello el tomarla por cualquiera de los lados de su marco. La chapa del doble fondo quedará en la mesa por su propio peso y convenientemente disimulada por el aditamento del r _ v.3 I
nudos, cortes, etc. No obstante, el artista puede hacer el uso que crea conveniente para obtener el mejor partido de está ilusion.
La idea de la presentación es como sigue: se presentará al público la pizarra ya preparada, con la parte trucada cubierta por el «faque», por lo que semejará el aspecto de una pizarra vulgar y corriente que puede presentarse a la vista por ambos lados. A continuación, el artista, con la charla que crea oportuna o sin ella, conforme a su manera de operar, escribirá la palabra CUERDA sobre la cara de la pizarra que mantiene el « faq_ue», procurando escribirla con los mismos caracteres y dimensiones que empleó para diseño del surco en que se halla alojada la cuerda, con el fin de que no s aprecie diferencia alguna cuando se pre-
«camouflage» de costumbre sobre la otra cara de la chapa.
Coloco la pizarra sobre el caballete, que presenta ahora al público la cara en que se halla simulada la frase escrita,, por la propia cuerda. En esta situación sólo resta obtener el máximo partido mágico de toda la prepara-
ción, con la repentina aparición de la cuerda, obtenida de la propia frase escrita. Para ello* el artista tomará la cuerda por uno de r u s extremos y con rápido tirón se encontrará entre sus manos con una cuerda, nro•
ducida por verdadero arte de magia, que
proseguirá utilizando en su rutina para los eefctos que crea conveniente.
Finalmente no me resta más que aconsejar a mis estimados colegas la adopción de esta sugestiva producción, en la seguridad de que si la preparan cuidadosamente les reportará muy buenos éxitos.
NOTICIARIO
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A9GENTINA
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El juego que a continuación describo, es una creación que no falta nunca en mi
mo. A mitad de camino se le llama coro cualquier pretexto, y es el momento que
repertorio, pues se presta tanto para niños como para mayores, siendo el mismo motivo de risas y aplausos. Por ello lo expon-
el público ríe y aplaude, ya que el espectador que hacía de ayudante tiene la carta que se esfumó colgada en la espalda, expli
EFECTO:
agradece al ayudante su grata colaboración en la filmación.
go a los colegas y amigos del CEDAM.
Se muestra al público una carta gigante. Luego se solicita un colaborador del audi-
torio para que ayude a la representación de una película que va a filmarse ante los presentes. Se coloca al espectador o «vícti-
ma» de frente al público, y tomando una especie de caja en forma de dos tapas de un libro, se abre y se coloca en una de las
paredes internas de la misma, dando el
cándosele al público que ya apareció en la pantalla la carta y, por lo tanto, se le
Su duración es de cuatro a cinco minutos.
OBJETOS NECESARIOS: Dos cartas gigantes completamente iguales (fig. l). A una se le coloca un ganchito, como especie de alfiler doblado en V, y a la otra en su dorso o parte trasera se la
frente al público (conste que antes se hizo revisar la caja por el ayudante). Se explica
que se dará comienzo a la filmación y se cierra la caja. Se pasa la varita por el agu-
jero central que t_er,en la caja y la carta, haciéndoselo hacer al ayudante improvisado. Luego se abre la tapa superior, mostrando que la carta ro está, y el público enton-
ces sospecha que está en la de abajo. Se pregunta a la concurrencia y alguno dirá que está en la tapa de abajo. Se cierra la
r .
o w
caja y dando una vuelta completa se mues-
tra la misma tapa. Esto se repite varias
pinta de color negro mate igual que el in-
veces, hasta que el mago muestra completa la caja al ayudante improvisado. Este dirá que no la ve y luegc se hace con el público lo mismo, mostrándole ambas tapas, o sea . la caja abierta. Después de -esto se le ind
coincidiendo todos perfectamente. Una caja
ca al ayudante que deberá solicitarle la cata a un señor sentado en primera fila y,
por lo tanto, debe dirigirse hacia el mis-
terior de la caja. Las dos cartas llevan un agujero en el centro al igual que -la caja,
hecha del material que plazca, pero de poco espesor, en la cual debe entrar justo una carta con los agujeros correspondientes, pintada de negro mate por dentro y decorada por fuera (fig. 2).