Acuerdo de San Nicolás
El Acuerdo de San Nicolás, fue un pacto firmado el 31 de mayo de 1852 y ratificado por trece provincias argentinas (exceptuando la Provincia de Buenos Aires)), y redactado en 19 artículos. Su objeto fue sentar las bases de la Aires organización nacional deArgentina de Argentina,, y sirvió como precedente a la sanción de la Constitución de 1853 (figurando genéricamente como "Pactos preexistentes" preexistentes "). El Acuerdo nombró a Justo José de Urquiza como director provisorio de la Confederación Argentina, Argentina , estableció la vigencia del Pacto de 1831 y dispuso la reunión de un Congreso General Constituyente en la ciudad de Santa Fe. Fe . El 6 de abril de 1852, se procedió a la firma del " Protocolo de Palermo" Palermo ", tras una reunión celebrada entre los gobernadores de Buenos Aires, Corrientes, el representante de Santa Fe y el representante de Entre Ríos. El Protocolo nombró a Justo José de Urquiza para dirigir las Relaciones Exteriores de la República, hasta tanto que, reunido el Congreso Nacional, se estableciera definitivamente a quién correspondería ocupar el cargo. Dos días después, el 8 de abril, abril, Urquiza invitó a los gobernadores de las provincias, a una reunión que se desarrollaría el 20 de mayo, en San Nicolás de los Arroyos. Arroyos . Deliberaciones y firma del Pacto El 29 de mayo fue la fecha en que se comenzaron las deliberaciones para determinar cuáles serían las bases de la organización nacional. El Acuerdo de San Nicolás fue firmado el 31 de mayo de 1852. Los representantes de las distintas provincias que adhirieron al Pacto fueron:
Justo José de Urquiza (Provincia de Entre Ríos ) y también por la Provincia de Catamarca,, Catamarca
Vicente López y Planes, Planes , (provincia de Buenos Aires ),
Benjamín Virasoro (Provincia de Corrientes) Corrientes ),
Domingo Crespo (Provincia de Santa Fe) Fe ),
Pedro Pascual Segura (Provincia de Mendoza) Mendoza ),
Nazario Benavídez (Provincia de San Juan) Juan ),
Pablo Lucero (Provincia de San Luis ),
Manuel Taboada (Provincia de Santiago del Estero ),
Celedonio Gutiérrez (Provincia de Tucumán), y
Manuel Vicente Bustos (Provincia de La Rioja ).
Posteriormente, las provincias de Salta, Jujuy y Córdoba firmaron su adhesión. La provincia de Buenos Aires no ratificó el acuerdo. Disposiciones del Acuerdo Diversos autores creen que el texto definitivo del Acuerdo fue propuesto por Juan Gregorio Pujol, secretario de Urquiza en esta oportunidad. Constaba de 19 artículos dispositivos y uno adicional: En el primer artículo se declaró al Tratado celebrado el 4 de enero de 1831, como Ley fundamental de la República, y que debería ser observado y puesto en ejecución por el Encargado de las Relaciones Exteriores de la Nación. En los artículos 4 y 5, se menciona el llamado a un Congreso General Constituyente, que se llevaría a cabo en el mes de agosto venidero, realizándose la elección de los Diputados que tomarían parte del Congreso. Se seguirían las reglas establecidas por la Ley de elecciones para la elección de los diputados de las Legislaturas Provinciales. Se declara a todas las provincias iguales en derechos, y el número de representantes sería de dos diputados por cada provincia. En los artículos 6 y 7, se menciona que el Congreso sancionaría la Constitución Nacional, consensuada por mayoría de sufragios, colocando los intereses de la Nación por encima de los de las provincias. El artículo 8, declara que los diputados no podrán ser juzgados por sus opiniones, ni acusados por ningún motivo, ni autoridad alguna hasta que no esté sancionada la Constitución, aunque las provincias podrían retirarlos y reemplazarlos de considerarlo oportuno. Según lo dictado en el artículo 11, el Congreso se llevaría a cabo en la ciudad de Santa Fe. En el artículo 15 se otorgan facultades ejecutivas a Urquiza, y se lo nombra como Director Provisorio de la Confederación Argentina . El artículo adicional, invita a las provincias que no firmaron el Acuerdo, a adherirse al mismo a través del Director Provisorio de la Confederación Argentina.
El rechazo de Buenos Aires El rechazo de Buenos Aires al Acuerdo, radicó fundamentalmente en lo declarado en los artículos 5, 11, 15, 18 y 19. Se negaba a que las provincias tuvieran el mismo número de diputados y a que se realizara el Congreso en Santa Fe, pues no podría controlarlo ni imponer sus ideas, y a que un caudillo del interior, como lo era Urquiza, sea nombrado Director Provisorio de la Confederación Argentina. Además, se negaba a que las provincias aporten un porcentaje de lo recaudado por su comercio exterior al mantenimiento del gobierno, porque sería la provincia que más aportaría. Las discusiones durante las jornadas de junio llevaron al rechazo del Acuerdo por la legislatura porteña. Un golpe de estado dado por Urquiza la obligó momentáneamente a aceptarlo, pero la revolución del 11 de septiembre de 1852 llevó al poder a los opositores del mismo, que lo desconocieron oficialmente. Consecuencias del Acuerdo de San Nicolás Las consecuencias más relevantes del Acuerdo fueron básicamente dos. La primera fue la sanción de la Constitución de 1853, que entró en vigencia dentro de la Confederación Argentina. Fue sancionada el 1 de mayo de ese año, y al año siguiente fue electo primer presidente el general Urquiza, por un lapso de 6 años. La segunda fue la separación del Estado de Buenos Aires del resto de la Confederación. Esta situación perduraría hasta 1860, tras la derrota militar de Bartolomé Mitre a manos de Urquiza, en la batalla de Cepeda. Pacto de San José de Flores
El Pacto Unión San José de Flores , Pacto de Unión Nacional , Convenio de Unión
o Pacto de San José de Flores , fue un tratado firmado entre
la Confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires el día 11 de noviembre de 1859. Estableció las pautas para el ingreso de este último a la Confederación, y que se verificaría su adhesión por medio de la aceptación y jura solemne de la Constitución de 1853, previa revisión de la misma. [editar]Antecedentes
Desde fines de 1852, la Argentina estuvo dividida en dos estados separados, sin más relación que la diplomacia y el comercio: la Confederación Argentina, formada por las trece provincias del interior, y el Estado de Buenos Aires , formado por la actualprovincia de Buenos Aires. La división se había originado por la negativa de Buenos Aires a refrendar el Acuerdo de San Nicolás y a participar en la sanción de la Constitución Argentina de 1853 . La división puso en serios aprietos a la Confederación, más que a Buenos Aires, ya que la principal fuente de impuestos, la Aduana de Buenos Aires, permaneció controlada por el gobierno porteño. Por otro lado, si bien nominalmente los países europeos y americanos reconocían solamente a la Confederación, sus diplomático preferían residir en Buenos Aires, ciudad mucho más grande y cómoda que la entonces pequeña capital de la Confederación, Paraná. El gobierno porteño contaba con algunos aliados en el interior, sobre todo el gobernador de la provincia de Santiago del Estero , Manuel Taboada, y poderosos partidos liberales en Salta, Corrientes, Tucumán y San Juan. Cuando los liberales de San Juan lograron apoderarse del gobierno provincial por medio del asesinato del caudillo federal Nazario Benavídez, estalló la guerra entre la Confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires . No duró mucho, y básicamente se limitó a la batalla de Cepeda, del23 de octubre de 1859.. [editar]Negociaciones Mientras la prensa porteña y el gobernador Valentín Alsina proferían insultos contra los federales, convocando al pueblo a la defensa a toda costa de la capital, el general vencido, Bartolomé Mitre, retrocedió con su infantería hasta la ciudad. El presidente Justo José de Urquiza tenía orden del Congreso Nacional de incorporar a Buenos Aires por la fuerza, pero — después de la batalla — prefirió las negociaciones. En su avance hacia la capital, emitió una proclama, que anunciaba: "Ofrecí la paz antes de combatir y de triunfar. La victoria, y dos mil prisioneros tratados como hermanos, es la prueba que ofrezco de la sinceridad de mis buenos sentimientos y de mis leales promesas. No vengo a someteros bajo el dominio arbitrario de un hombre, como vuestros opresores lo aseguran; vengo a arrebatar a vuestros mandones el poder con que os conducen por una senda extraviada,
para devolvéroslo... Desde el campo de batalla os saludo con el abrazo del hermano. Integridad nacional, libertad, fusión, son mis propósitos." Urquiza no quería que se repitiera lo ocurrido en 1853, durante el sitio de Buenos Aires iniciado por Hilario Lagos, en que la moral de la tropa sitiadora decayó completamente. Propuso iniciar de inmediato la paz y la unión; de lo contrario, atacaría la ciudad. El general Francisco Solano López, hijo del presidente paraguayo, había intentado mediar entre los contendientes poco antes de la batalla de Cepeda. Aún estaba en Buenos Aires cuando se supo la noticia de la derrota, y entonces volvió a proponer al gobernador Alsina las bases exigidad por Urquiza. Entre ellas se destacan la primera, que decía, escuetamente, "Integridad nacional"; la segunda, que prometía la revisión de la Constitución Nacional por el Estado de Buenos Aires, pero no antes de 1863; y la quinta, que promete no castigar a los responsables de la revolución porteña de 1852. Poco después, el ejército de la Confederación acampó en el pueblo de San José de Flores, muy cerca de la capital. Allí se dirigieron los mediadores porteños: Juan Bautista Peña, Carlos Tejedor y Antonio Cruz Obligado. Por la Confederación, Urquiza nombró a Tomás Guido, Juan Esteban Pedernera y Daniel Aráoz. Los delegados porteños pidieron el retiro del ejército nacional de la provincia, pero los federales se negaron a continuar las negociaciones mientras no se retirara esa exigencia, lo que se hizo. Por unos días, las negociaciones fueron discutidas amigablemente, hasta que el 7 de noviembre, Urquiza exigió el cambio de todo el gobierno porteño, incluido Alsina. Las negociaciones se interrumpieron. Al saber que Alsina se había negado, Urquiza ordenó comenzar el avance sobre Buenos Aires. A pedido de López, Urquiza pospuso el ataque, pero sólo por 24 horas. El día 8, un grupo de legisladores de Buenos Aires solicitó la renuncia al gobernador, argumentando que su permanencia en el cargo "era en ese momento inútil para la paz como para la guerra" .
Alsina imaginó un proyecto absurdo: retirar el gobierno de la ciudad y mudarlo al sur de la provincia, donde se formaría un nuevo ejército. Consultó a Mitre, que rechazó completamente el proyecto. Falto de apoyo, Alsina y el ministro Dalmacio Vélez Sarsfield renunciaron. Para sustituir a Alsina en la gobernación, fue designado el presidente del senado provincial, Felipe Llavallol.
López aprovechó la renuncia para pedir — y conseguir — de Urquiza una suspensión de hostilidades de más largo plazo. Las negociaciones pudieron continuar. [editar]El Pacto El día 9, López comenzó una serie de entrevistas casi sin descanso con los mediadores de ambos bandos. El 11 de noviembre, finalmente, se firmó el Pacto y se canjearon los prisioneros de guerra. El texto final del Pacto era muy similar a la propuesta de Urquiza anterior a Cepeda, con algunas variantes. Las cláusulas más importantes fueron:
Buenos Aires se declaraba parte integrante de la Confederación Argentina.
El gobierno porteño convocaría una convención provincial, que revisaría la Constitución Nacional y podría proponer reformas a la misma.
En caso de que se propusieran reformas, éstas serían discutidas por una Convención Nacional Constituyente, a reunirse en Santa Fe, con la participación de todas las provincias.
El territorio de Buenos Aires no podría ser dividido sin el consentimiento de su Legislatura. Eso era particularmente importante debido a que la Constitución establecía que la capital de la Nación era la ciudad de Buenos Aires, y que debía ser federalizada.
Buenos Aires se abstendría en delante de mantener relaciones diplomáticas con otras naciones.
La provincia de Buenos Aires conservaba todas sus propiedades y edificios públicos, con excepción de la Aduana, que pasaba a ser propiedad de la Nación.
Se establecía un perpetuo olvido de todas las causas que había provocado la desunión; este incluía una amplia amnistía para los participantes en las disensiones pasadas.
El ejército nacional se retiraba de la provincia de Buenos Aires.
Fue firmado por Juan Bautista Peña y Carlos Tejedor, como representantes del Estado de Buenos Aires, Tomás Guido, Daniel Aráoz y Juan Esteban Pedernera por la Confederación, y el general paraguayo Francisco Solano López, como mediador. [editar]La Reforma de la Constitución La provincia reunió una Convención Constituyente según sus propias leyes electorales, que propuso una serie de reformas a la Constitución. Algunas de ellas eran meramente de forma, como la eliminación de frases como "ejecuciones a lanza y cuchillo" , o el reemplazo del término Confederación Argentina por Nación Argentina.
Otras eran más importantes, como la eliminación del requisito de aprobación por el Congreso para la entrada en vigencia de las constituciones provinciales, o la liberación del Banco de la Provincia de Buenos Aires de todo impuesto nacional. También se modificaba la forma de las intervenciones federales. También se modificó el artículo que declaraba que "las Autoridades que ejercen el Gobierno federal residen en la Ciudad de Buenos Aires, que se declara capital de la Confederación por una ley especial" , reemplazándolo por "la ciudad que se declare Capital de la República por una ley especial del Congreso, previa cesión hecha por una o más legislaturas provinciales, del territorio que haya de federalizarse."
La que tuvo más importancia fue la que, a cambio de recibir la Nación la Aduana de Buenos Aires, el país garantizaba a la provincia el presupuesto provincial del año 1858; es decir, del último presupuesto "normal" — no de guerra — que sancionó estando en posesión de la Aduana. Una serie de detalles menores fueron discutidos y sancionados por un pacto particular el 6 de junio de 1860, firmado por el presidente Santiago Derqui, el ministro Benjamín Victorica y el delegado porteño Vélez Sarsfield. Por este pacto, se estableció la forma de elección de los diputados a la Convención Constituyente. En particular, preocupaba al general Mitre — entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires — que los diputados de las provincias fueran oriundos o residieran en las provincias que representaban. Pero lo más importante fue que la provincia seguría en poder de la Aduana hasta que se formalizara su completa
incorporación a la Nación, incluyendo la incorporación de los diputados y senadores porteños al Congreso Nacional. El 14 de septiembre de 1860, una vez finalizada la presidencia del general Urquiza, una Convención Reformadora se reunió en Santa Fe para considerar las reformas propuestas. Sin casi comenzar a discutir, el 23 de septiembre, el diputado Benjamín Victorica — yerno de Urquiza — interrumpió los discursos, proponiendo aprobarlas "a libro cerrado", exclamado: "La integridad de la Nación Argentina no se discute entre Argentinos: ¡se hace!" La reformas fueron aprobadas sin discusión y las sesiones se clausuraron dos días después. [editar]Fracaso y supervivencia del Pacto Pero con la sanción de las reformas de 1860 no se terminaron los problemas: Mitre y los porteños azuzaron las diferencias entre Derqui y su antecesor, que seguía siendo el comandante del ejército y había vuelto al gobierno de la provincia de Entre Ríos. Los liberales, aliados de Buenos Aires, lograron una serie de avances en las provincias del interior, obligando a Derqui a apoyarse cada vez más en Mitre y sus aliados. Dos crisis precipitaron el fracaso de la anunciada Unión Nacional: por un lado, los liberales de San Juan asesinaron a su gobernador, José Antonio Virasoro; en respuesta, el general Juan Saá, nombrado interventor federal por Derqui, invadió la provincia y derrotó al gobernador Antonino Aberastain, que fue ejecutado. Por otro lado, el gobierno porteño, a pesar de lo pactado, eligió los diputados de la provincia según la ley provincial, y no según la nacional. Cuando el Congreso rechazó los diplomas de los diputados porteños, Mitre anunció que desconocía el Pacto de San José. Y desconoció la autoridad del presidente Derqui y su Congreso, además de negarse a entregarle la Aduana. Eso precipitó una segunda fase de la guerra civil, que comenzó con la victoria porteña en la batalla de Pavón. A continuación, el ejército porteño invadió las provincias federales del interior. Derqui renunció, y la Confederación quedó de hecho disuelta. Los gobiernos provinciales encargaron a Mitre normalizar las autoridades nacionales, y éste reunió un nuevo Congreso Nacional, en el que los federales
fueron proscriptos en casi todas las provincias. Y poco después fue electo presidente de la Nación, cargo que asumió en octubre de 1862. Pese a las presiones de los porteñistas más fanáticos, Mitre decidió reconocer el texto constitucional aprobado en 1860, y también todas las cláusulas del Pacto de San José de Flores. La República Argentina permaneció unida, aunque dominada de hecho por el gobierno porteño. En esas condiciones, tampoco tuvo inconveniente en nacionalizar la Aduana. Los federales fueron completamente derrotados a lo largo de una larga guerra civil. Y, tras varios alzamientos esporádicos, terminaron por ser definitivamente aplastados a mediados de la década de 1870. No obstante, las guerras civiles argentinas se reanudaron en varias oportunidades hasta 1880, dirimiéndose a través de ellas la preeminencia política de un partido liberal nacional, y la Federalización de la ciudad de Buenos Aires como capital de la Nación.