ALUMNO: JUAN FABRICIO ALTAMIRANO ROLDAN
MATERIA: E031 (15) ADMINISTRACIÓN ESCOLAR
MATRICULA: 47429
ASESOR: MTRO. FRANCISCO XAVIER PÉREZ LOAIZA
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE 1: “MI CULTURA ESCOLAR IDÓNEA ”
SANTIAGO IXCUINTLA, NAYARIT, A 3 DE NOVIEMBRE DE 2013
Antes de dar inicio, vale dar a entender lo que la cultura escolar significa, y esta se presenta como los patrones de significado que son transmitidos históricamente, y que incluyen los valores, las normas, las creencias, los rituales, los mitos y las ceremonias comprendidas, quizás en distinto grado, por los miembros de la comunidad escolar (Stolp,1994) y que los identifican como integrantes de ella y, lógicamente, les permite comprender y comunicarse entre sí; siendo este sistema de significados lo que generalmente estructura lo que la gente piensa y, por tal razón, la forma en que actúa, entendiendo que la cultura permite grados de visibilidad a través de esos patrones de significado y que igualmente es lo bastante estable como para ser reconocida, pero a la vez es dinámica (Martínez-Otero, 2003).
Dentro de la escuela secundaria, como parte de la educación básica en México, el propósito principal es el de desarrollar las suficientes habilidades, valores y actitudes para lograr un buen desenvolvimiento en la sociedad.
Entendido esto, en el centro escolar donde laboro, la implementación o inserción de una cultura escolar idónea viene a ser una cuestión utópica, más no imposible y esto se complica a raíz de las diferencias y problemáticas propias, más no únicas de centro escolar y del contexto del que es parte y esta inmerso. Donde de inicio, existen problemas de liderazgo, de participación de los profesores, de relaciones negativas y desconfianza entre el mismo cuerpo docente y este a su vez con el directivo y viceversa. A esto se le puede sumar el hecho de que las particularidades del turno vespertino –en el cual laboro- las cuales hacen complicado el hecho de poder afianzar esa inserción cultural.
Pero pasando a lo ideal, esto iniciaría desde la cabeza y así hacia abajo con los demás actores involucrados, donde los liderazgos, en este caso los directivos, debiesen conocer sobre la filosofía de la administración y a su vez aplicarla, en
conjunción con lo propuesto dentro de los principios de la administración educativa, ya que al menos en el plantel escolar donde laboro, existe y se hace sentir la desconfianza que existe de parte de quien la dirige, aunado a un favoritismo hacia un turno en particular y cierta parte del cuerpo docente, generando discordancia entre el discurso de trabajo y las acciones por parte de los directivos del plantel, donde a su vez no se conforma un trabajo colaborativo adecuado, mucho menos eficaz, fallando en el propósito de la educación secundaria.
La normatividad, tendría que seguirse y aplicarse sin consideraciones, excepciones ni preferencias, ya que tanto para los maestros, como para los alumnos, esta no se da de manera equitativa e íntegra, generando conflictos y obstaculizando el adecuado cumplimiento de las reglas, lo que genera frustración y un sentimiento de impotencia de parte de quienes si las cumplen y a quienes les son aplicadas, , en contraste con el alumnado y personal que parece ser son protegidos por aquellos que tienen la obligación de ser imparciales y plurales, directivos y docentes, lo que propicia una disminución en el rendimiento en el caso de los docentes y el aprovechamiento en el caso de los alumnos
La participación social, debería ser más activa, de forma que se formulara e impulsara un trabajo colaborativo optimo de parte de los padres de familia, cuerpo docente, directivos y alumnado, con la finalidad de mejorar las condiciones, las relaciones y el trabajo dentro del contexto escolar con el fin de mejorar el desarrollo de las actividades de enseñanza aprendizaje, la gestión para la mejora de la infraestructura escolar, así como el fomento e impulsos de valores necesarios para el desarrollo integral de los estudiantes, dentro de sus hogares, dentro de la escuela y en el medio social donde se desenvuelven.
Con lo anterior, tenemos como el objeto de la escuela es la formación, la educación del individuo, el desarrollo de sus capacidades para su inserción en la sociedad como un elemento útil, por ello al centro escolar ha de ser considerado un medio al servicio de la educación, como medio de instrucción e información, así como el crear conocimiento. De acuerdo a Zorrilla (1998, 321) “La educación es un proceso de desarrollo
personal y a la vez colectivo mediante el cual un pueblo
conserva, transmite y renueva su peculiaridad cultural y espiritual ”. Por ende los
docentes ya no somos únicamente personas que brindamos servicio como facilitadores a los alumnos, donde aparte de las funciones como guías educativos, se ha vuelto nuestro deber ayudarlos e impulsarlos en su desarrollo integral como personas y además que la cultura que poseen la vayan reconstruyendo de acuerdo con la época y condiciones en las que se vive y donde ya es indispensable la participación activa de la sociedad en general, no solo de los padres de familia. La escuela debe propulsar y complementar los valores humanos universales, los cuales en un mundo ideal, vienen firmes desde casa y solo en el centro escolar han de ser consolidados, pero la realidad dista de este sentido utópico, en el cuál, la escuela ha de ser el lugar donde en muchas ocasiones han de fomentarse dichos valores por primera vez en los menores, siendo una función más de la escuela, además de la de dar la socialización primaria a consecuencia de los cambios y disfuncionalidad familiar y social.
Para que lo antes propuesto deba darse, debe existir una concientización colectiva, la voluntad y compromiso de todos los miembros, actores o elementos dentro del contexto educativo y el medio social, una participación proactiva junto al seguimiento de todas las acciones realizadas, así como una continua evaluación de todo lo efectuado, con la finalidad de enterarse de los resultados, donde se refuercen aquellos que sean positivos y se logren y superen aquellos que no cumplan con la finalidad o los objetivos propuestos.
Bibliografía.
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desde http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Educaci%C3%B3n_secundaria&oldid =70486956. González, G. M. (1998). Importancia y función de la administración escolar. En Administración Escolar . México: Ediciones Castillo. pp. 31-40.
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