6.3. Aceptación y repudiación de la herencia Aceptación: Según el autor Baqueiro rojas podemos definir a la aceptación como la declaración expresa o tacita que hace el sucesor o heredero del cujus de tomar para sí la herencia con los derechos y obligaciones que supone dicha sucesión Puig la define como aquella declaración unilateral de voluntad, de carácter irrevocable, por cuya virtud el llamado a una herencia manifiesta su deseo de investirse de la cualidad de heredero asumiendo la posición jurídica que la misma supone Si el llamado acepta la herencia, se perfecciona su carácter de heredero y se le tiene por heredero con todos los derechos y cargas a partir del momento mismo de la muerte del autor de la sucesión, lo que indica que la aceptación tiene efe ctos retroactivos. Características de la aceptación 1.
Es un acto jurídico unilateral: La decisión voluntaria únicamente del sucesor o heredero
2.
Es libre de cualquier vicio de la voluntad: Es decir la decisión que expresa el heredero debe estar totalmente libre de violencia, dolo o e rror
3.
Pura y simple: No puede efectuarse condicionada o a plazo
4.
Irrevocable; pero cuando en un testamento desconocido se altera la calidad o cantidad de la herencia, se puede revocar, y el que revoca debe devolver lo percibido. Lo mismo ocurre en los casos de dolo o violencia
5.
Retroactiva: Sus efectos se producen desde el momento de la muerte del de cujus, ya que a
partir de entonces se le considera considera heredero, aunque la aceptación se haya haya efectuado
mucho tiempo después (Art 1660 CCDF) 6.
Sin termino legal; no obstante, cuando exista persona con interés jurídico para la aceptación se lleve a cabo, pasados nueve días de la apertura de la sucesión, puede solicitar al juez que señale un plazo que no exceda de un mes para que el llamado a heredar decida, y si no lo hace en ese lapso, se entenderá por aceptada. (Art 1669 CCDF)
7.
Puede ser expresa o tácita: Expresa si el heredero acepta con palabras terminantes y tácita si ejecuta algunos hechos de que se deduzca necesariamente la intención de aceptar o aquellos que no podría ejecutar sino con una calidad de here dero (Art. 1656 CCDF)
8.
E s indivisible, es decir que puede no aceptar se parcialmente
9.
Es impugnable en caso de dolo, erro o violencia
10. A beneficio de inventario: El heredero queda obligado a pagar deudas de la herencia, incluidos legados, hasta al monto de lo que recibe; no se da unión del patrimonio propio con el del de cujus por lo que no tiene que pagar las deudas con sus bienes
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Repudio de la herencia Consiste en el acto unilateral de voluntad mediante el cual una persona con derecho a heredar rechaza una herencia o un legado Cuando el heredero testamentario repudia la herencia no transmite ningún derecho sobre ella a sus propios herederos; pero si fuera una sucesión legitima sus descendientes ocupan su lugar. Puig Peña define el repudio como “aquella manifestación de voluntad hecha por la persona a quien ha sido deferida una herencia por cuya virtud la misma manifiesta su decisión de no asumir la cualidad de heredero…” La repudiación de la herencia es el acto por el cual el heredero testamentario o ab intestato, renuncia a su calidad de tal y, por consiguiente, a los derechos, bienes y obligaciones que se le transmiten por herencia Características 1.
Es expresa y debe hacerse por escrito ante juez o notario que tramite la sucesión
2.
Irrevocable
3.
Libre de vicios
4.
Pura y simple
5.
Total. De modo que no puede hacerse de manera parcial
6.
El representante del incapaz requiere autorización judicial
7.
Retroactiva
6.3.1. Quiénes pueden aceptar o repudiar la herencia El código civil para el Distrito Federal nos menciona en su artículo 1653 que “Pueden aceptar o repudiar la herencia todos los que tienen la libre disposición de sus bienes.” 1. Menores de edad e incapacitados Como lo menciona el artículo anterior todos pueden aceptar o repudiar la herencia pero en los casos que sea dejada a menores de edad y otros incapacitados ésta será aceptada por sus tutores y estos la podrán repudiar con autorización judicial, previa audiencia del Ministerio Publico. La razón de esto es que la con la aceptación se contraen obligaciones y con la repudiación se renuncia a derechos, es por tanto que la capacidad de goce de tales personas se integre por la intervención del tutor o del o los que ejerzan la patria potestad. 2. La mujer casada
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También la mujer casada es libre para aceptar o repudiar la herencia, sin necesidad del consentimiento de su marido, pues el matrimonio no limita la capacidad de la mujer de tal suerte que dispone libremente de sus bienes y es libre para aceptar o repudiar la here ncia. 3. Personas morales Tratándose de personas morales que tienen incapacidad para adquirir bienes raíces de acuerdo con el artículo 27 constitucional, no podrán aceptarla herencia para adquirir esos bienes; el efecto de la aceptación será que se vendan y se les aplique el importe correspondiente. En general las personas morales particulares aceptan la herencia por conducto de sus representantes legales. Los establecimientos públicos no pueden aceptar herencias sin el consentimiento de la autoridad jerárquica administrativa. Al respecto nos habla el art. 1668 CCDF “ Las personas morales capaces de adquirir pueden, por conducto de sus representantes legítimos, aceptar o repudiar herencias; pero tratándose de corporaciones de carácter oficial o de instituciones de Asistencia Privada, no pueden repudiar la herencia, las
primeras, sin aprobación judicial, previa audiencia del Ministerio Público, y las
segundas, sin sujetarse a las disposiciones relativas de la Ley de Instituciones de Asistencia Privada para el Distrito Federal. Los establecimientos públicos no pueden aceptar ni repudiar herencias sin aprobación de la autoridad administrativa superior de quien dependan Con respecto a los menores de edad el Código Civil Federal menciona en su art. 579 que “El tutor tiene obligación de admitir las donaciones simples, legados y herencias que se dejen al incapacitado. “ Por otra parte el autor Rojina Villegas nos menciona al respecto los menores o incapacitados no pueden renunciarla. Su representante legítimo con autorización judicial y previa audiencia de ministerio público, podrá renunciar a la herencia y el juez sólo autorizará esta renuncia si considera que es perjudicial la calidad de heredero para el incapacitado En cuanto al repudio el art. 1661 del CCDF nos menciona que debe “hacerse por escrito ante el juez, o por medio de instrumento público otorgado ante Notario, cuando el heredero no se encuentra en el lugar del juicio.” Por parte de las personas morales: 1.
Las personas morales particulares pueden repudiar herencias y legados mediante sus representantes legales
2.
Las corporaciones oficiales, para repudiar la herencia, requieren de autorización judicial, previa audiencia ante el Ministerio Publico
3.
Las instituciones de asistencia privada un pueden repudiar las herencias que les benefician sin sujetarse las disposiciones de la Ley de Instituciones de Asistencia Privada para el DF que las obliga a pedir autorización a la Secretaria de Salud
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6.3.2. Modo de hacer la aceptación y modo de hacer la repudiación La aceptación puede ser expresa si el heredero acepta con palabras terminantes y tácita si ejecuta algunos hechos de que se deduzca necesariamente la intención de aceptar o aquellos que no podría ejecutar sino con una calidad de heredero (Art. 1656 CCDF) La repudiación debe ser expresa y hacerse por escrito ante el juez, o por medio de instrumento público otorgado ante Notario, cuando el heredero no se encuentra en el lugar del juicio. (Art. 1661 CCDF)
6.3.3. Efectos de la aceptación y de la repudiación El ya mencionado autor Baqueiro Rojas menciona que los efectos que surte la afectación de la herencia son los siguientes: 1.
Hace que la herencia deje de ser yacente (Situación de la herencia que, habiendo sido deferida, no está todavía aceptada)
2.
Evita el repudio de la herencia de quien ya la ha aceptado
3.
Convierte al aceptante en herede ro y en titular de la masa hereditaria
4.
Permite la inscripción del heredero e n el Registro Público de la Propiedad
6.3.4. Casos en que la ley permite al heredero la aceptación o la repudiación. l.- Sólo puede aceptarse o repudiarse la herencia una vez que ha muerto el autor de la misma. Por consiguiente, nadie puede aceptar la herencia de una persona viva, o bien de una persona de la cual no se tenga la certeza de que haya muerto. En el artículo 1666 del Código Civil se declara que nadie puede aceptar ni repudiar sin estar cierto de la muerte de aquel de cuya herencia se trate. 2. Conocida la muerte de aquel a quien se hereda, se puede renunciar la herencia dejada bajo condición, aunque ésta no se haya cumplido. (Articulo 1667 Código Civil para el DF) 3. El heredero puede revocar la aceptación o la repudiación, cuando por un
testamento
desconocido, al tiempo de hacerla, se altera la cantidad o calidad de la herencia. (Art. 1 671 CCDF) 4. Si el heredero repudia la herencia en perjuicio de sus acreedores, pueden éstos pedir al juez que los autorice para aceptar en nombre de aquél. (Art. 1673 CCDF)
6.3.5. El caso de la repudiación en perjuicio de acreedores. El art. 1673 menciona “si el heredero repudia la herencia en perjuicio de sus acreedores, pueden éstos pedir al juez que los autorice para aceptar en nombre de aquél” Esto quiere decir que desde el momento de la muerte del autor de la herencia y al momento de aceptar la herencia, los derechos que recibe del autor de la misma ya están en patrimonio del [Escribir texto]
heredero, forman parte de la garantía general del patrimonio, frente a los acreedores del heredero. Cuando el heredero repudia la herencia se desprende de derechos que ya habían adquirido, y su este acto causa perjuicio a sus acreedores, estos tienen derecho a pedir al juez que los autorice a aceptar a nombre de aquel Para hablar de perjuicio a los acreedores es necesario que la renuncia produzca o agrave la insuficiencia del patrimonio del deudor para hacer frente al cumplimiento de sus obligaciones. Para el caso de que la herencia sea mayor al importe del pago de los acreedores el exceso pertenecerá a quien llame la ley (en lugar del renunciante) y nunca al que hizo la renuncia (Art 1674 CCDF)
6.6 Partición de la herencia 6.6.3. El partidor El albacea es el obligado a formar el inventario (art. 1750 CC) y cuando éste esté concluido y aprobado debe liquidar la herencia, es decir pagar las deudas de la herencias. Aprobado el inventario y la cuenta de la administración, el albacea debe hacer en seguida la partición de la herencia (Art. 1767 CC) La partición puede ser judicial o extra judicial. La judicial es la que es hecha por el juez ante la omisión de la voluntad del testador al respecto o del acuerdo de los herederos. La extrajudicial puede ser hecha por el mismo testador (art 1771 CC) o por acuerdo de los herederos (art. 1776 CC); podemos decir entonces, que la partición judicial la r ealiza el juez y la extrajudicial el albacea.
6.6.4. Reglas que deben de seguirse al hacer la partición
Cuando exista una negociación que forme una unidad agrícola, industrial o comercial y hubiere entre los herederos agricultores, industriales o comerciantes, a estos se les aplicara la negociación siempre que a los demás se les pueda entregar dinero para cubrir sus partes (Art. 1772 CCDF). E s decir que cuando se llenen re quisitos
Si el testador lego pensión o renta vitalicia o de alimentos sin gravar a ninguno en especial, el importe de la pensión se capitalizara al 9% anual; con el resultado se separara un fondo que se entregara al legatario a quien se considerara como usufructuario de este capital
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(art 1774 CC) y en la partición se expresara a quienes corresponderá ese capital cuando se extinga la pensión (art. 1775 CC)
Los gastos de la partición se rebajaran del fondo común, salvo los que se hagan por interés particular de alguno (art. 1778 CC)
6.6.5. La separación de la prosecución del juicio y el caso de los menores
Cuando todos los herederos sean mayores de edad y el interés del fisco si lo hubiere esté cubierto, podrán los interesados separarse de la prosecución del juicio y adoptar los acuerdos que estimen conveniente para el arreglo y terminación de la testamentaria o del intestado. (art. 1776 CC)
Cuando haya menores o incapacitados podrán separarse de la prosecución del juicio si están debidamente representados y el ministerio publico da su conformidad en este caso los acuerdos que se tomen se denunciaran al juez quien oyendo al ministerio publico dará su aprobación sino se lesionan los derechos de los menores o incapacitados. (art. 1776 CC)
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