Muriel, una joven de Pamplona Pamplona de apenas 21 años años que acaba de terminar su carrera del magisterio (maestra), se decepciona cuando cuando supo que su lugar lugar de trabajo seria un pueblito no muy conocido DzBeirechea DzBeirec hea dz, ya que ella esperaba trabajar una escuela tan distinta, moderna en una ciudad . Desilusionada parte aunque se madre y su hermana Silvia tratan de alentarla, pero debido a su profunda tristeza y desilusión Muriel veía todo mal y del viaje ni se diga. Cuando llego a su destino ella bajo sintiéndose extraña y desubicada en ese lugar además de que no sabía qué hacer; de pronto pronto vio a un hombre acercarse acerca rse y le pregunto si no sabía si ya había llegado el autobús que venía de Pamplona, pues en este vendría la nueva maestra a lo cual Muriel contesto que era ella. El señor llamado Pello se presento y le dijo que era el amo de la casa, donde ella viviría, enseguida emprendieron camino hacia su futuro hogar. Al llegar al fin del pueblito lo primero que vio fue unos niños curiosos y tímidos, Pello queriendo ser amable con Muriel la llevo a que conociera la escuela donde trabajaría ella quedo desolada, pues la escuela estaba muy descuidada, con ratones goteras y despintada triste siguió sus camino hacia la casa, al llegar Pello anuncio su llegada y la de la maestra, enseguida salió una ancianita dándole la bienvenida con un abrazo, después entraron a la cocina y le ofrecieron una rica taza de chocolate que comió aun y cuando no tenía hambre , posteriormente posteriorm ente se dirigió a su recamara, comenzó a desempacar al terminar esto la llamaron para que bajara a cenar y fue en ese momento que conoció al cura del pueblo, pues ya se iba y le dejaba el cuarto cuarto a Muriel Muriel , para que ella se sintiera más cómoda después de cenar se subió a su recamara a descansar y queriendo olvidar el día tan terrible que había vivido, después de varios minutos entro una señora con agua para el lavabo y le dijo que iba a estar bien con ellos.
Al día siguiente Muriel se levanto temprano y al mirar por el balcón observo la bella mañana y las campanas de la iglesia iglesi a eso le pareció pareci ó hermoso en ese momentos se puso a pensar en todos en todos los pretextos que había puesto a este pueblito el día anterior y que ahora le parecía parecí a ser más lindo. Ese día en ese momento decidió que en solo un mes y en en ese tiempo demostraría demostr aría lo que es capaz de hacer. Enseguida se cambio y en compañía de la hija de Pello fueron a la casa del alcalde a pedirle pintura y una lista de los niños en edad escolar, a lo cual el alcalde se negó, enseguida enseguid a se dirigieron dirigier on a la parroquia, donde conoció a la esposa de Pello Isabel quien mostro interesada por la escuela.
Después de algunos días Muriel se dejo de tonterías y se dedico a limpiarla escuela para el inicio las clases, ahí conoció a una chava llamada Ana Mari de la misma edad a la de ella Ana se ofreció a ayudarle en lo que pudiera; entre las dos limpiaron y decoraron decor aron con algunas laminas en el interior del salón, además de que servirían para tapar las manchas en la pared que a había debido a la humedad.
Se llego el primer día de clases y Muriel estaba nerviosa y emocionada al mismo tiempo, los escolanos como los llamaban en el pueblo fueron los primeros en llegar, ellos se quedaron encantados con los cambios que hizo la maestra con ayuda de Ana Mari. Muriel organizo a sus alumnos de acuerda a las edades y así consideró su primer día como un éxito.
Al pasar un mes y medio Muriel se dio cuenta de que ya había pasado en el pueblito más del tiempo del que había pensado, y no sabía por qué seguía ahí; nuevamente se fijo una fecha de permanencia en Beirechea su nuevo propósito era permanecer hasta navidad y regresarse a su casa con su familia.
Ana Mari y Muriel habían hecho una buena amistad de esa manera Muriel pudo conocer más gente del pueblo, con quienes ya por costumbre subían a un monte los domingos a almorzar, así transcurrió el tiempo y Muriel no se daba cuenta de que ya había pasado otro mes y ella debería marcharse antes de la navidad, pero ya se había comprometido para madrina del hijo que esperaba Isabel y era probable que no pasara la navidad con su familia lo cual le dolió pero no mucho, fue en este momento cuando se dio cuenta de comenzaba a querer a ese pueblito que en un momento maldijo y desprecio tanto. Llego el día de navidad y todos se encargaron de que Muriel se la pasara feliz ese día t an especial que se encontraba lejos de su familia.
Al finalizar la vacaciones de diciembre Muriel abrió la escuela, era un día un día hermoso lo único que le preocupaba en ese momento era el estado de salud de sus pequeños, en las que se encontraba una niña que no había asistido a la escuela y sus compañeros no sabían nada de ella, Muriel preocupada por esa niña se dirigió a la casa de aquella de alumna, y fue ahí donde conoció a un chico llamado Javier Arive, un agricultor que había intentado implementar en l pueblo una serie de técnicas pero que el pueblo rechazo pues la gente del pueblo pues desconfiaban; Javier le aclaro a que él era el hermano de de la chica que buscaba y que además ella ya estaba casada y que no entendía por qué Muriel quera que ella siguiera estudiando.
Pasaron los días y a Muriel le preocupaba poder establecer en con los alumnos nuevas costumbres entre los alumnos y que además esto también repercutiera en la comunidad de una manera positiva, a una de ellas se intereso por la lectura, así qué Muriel le pidió a su mamá que le mandara todos los libros posibles, para con estos poder poner en funcionamiento una mini biblioteca, y así tuvieran acceso a ellos no solo los alumnos, sino toda la comunidad, aunque esto no fue un gran éxito al final los algunas personas se acercaran a la lectura.
Siguieron transcurriendo los días y así se llegaron las vacaciones de y Muriel se regreso a su lugar de origen con su familia al llegar vio que este era un mundo totalmente diferente al de su lugar de trabajo.
Al transcurrir tan solo una semana de vacaciones Muriel decide regresar a Beirechea, al llegar se da cuenta de que ese pueblito es ahora su nuevo mundo y que además disfrutaba estar ahí.
Algunos días después su hermana Silvia llego al pueblito para darle una noticia muy importante Muriel se podía cambiar a Pamplona a una escuela como la que ella había soñado. Desde que Muriel lo supo se negó terminantemente, Silvia se sorprendió con la actitud de su hermana.
Muriel convencida de que la decisión que había tonado era correcta, se propuso nuevas metas como la de redecorar y pintar el salón antes de comenzar las clases de nuevo, lo cual a los alumnos les encanto y quedaron muy agradecidos.
Muriel siguió conservando su amistad con Ana Mari Javier el joven que la cautivo y con quien se propuso nuevas metas donde trabajarían juntos para elevar el nivel cultural de la gente y que mejoraría el nivel cultural y económico del pueblo.
Al final los Muriel y Javier descubrieron que se atraían además de que se propusieron sembrar cebado porque de eso eran los cinco panes que multiplico Cristo y por eso querían que los demás recordaran que todos tenemos algo que dan aunque sea algo insignificante como los panes de cebada.
Así Muriel se sintió feliz por que comprendió que ese pueblito la había aceptado y que ella siempre formaría parte de él.