Pulsión en la teoría psicoanalítica El concepto de pulsión es uno de los pilares tanto de la teoría de S. Freud como de J. Lacan. Si bien la pulsión se podría relacionar más fácilmente co…Descripción completa
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Los Destinos Del PlacerDescripción completa
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Destinos personales y estructura de clase.Descrição completa
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El Oráculo de Salomón o el Libro de los Destinos
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Descripción: Selección para Sociología de la Educación 1°Cuatrimestre 2014 - Ciencias de la Educación - FILO UBA
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Pulsiones y destinos de pulsión – Freud (1915) Freud comenzó a escribir este artículo en 1915 junto al texto “La “ La Represión”. Represión”. Freud define a la pulsión como: pulsión como: un concepto fronterizo entre lo anímico y lo somtico! como un representante psí"uico de los estímulos " pro#ienen del interior del cuerpo y alcanzan el alma. $n sus “ Tres ensayos de teoría sexual ” %19&5' la definió como: la a(encia representante psí"uica de una fuente de estímulos intrasomtica en continuo fluir) uno de los conceptos del deslinde de lo anímico respecto de lo corporal. *parentemente consideraba a la pulsión misma como el representante psí"uico de fuerzas somticas! sin embar(o lue(o pareciera " Freud +ace una distinción entre la pulsión y su representante representante psí"uico. $n “ Lo Inconsciente” Inconsciente” Freud dice: una pulsión nunca puede pasar a ser objeto de la conciencia, solo puede serlo la representación "ue es su representante. representante. *+ora bien! tampoco en el interior de lo icc puede estar representada si no es por la representación. representación. $ntonces! cada #ez " +ablamos de una moción pulsional icc o de una moción pulsional reprimida! debemos aludir a una moción pulsional pulsional cuya a(encia representante-repres representante-representación entación es icc. $n “ La Represión” Represión” Freud +abla de la a(encia representante-representaci representante-representación ón de la pulsión y dice: la a(encia representante en cuestión persiste inmutable y la pulsión si(ue li(ada a ella! lue(o dice " una */ es una representación o (rupo de representaciones representaciones in#estidas desde la pulsión con un determinado monto de ener(ía psí"uica %libido' y junto a la representación inter#iene inter#iene al(o di#erso! al(o " representa a la pulsión. /ara Freud! la pulsión deja de ser considerada considerada como */ de mociones somticas! y pasa a ser no-psí"uica en sí misma. /odemos #er "ue +ay dos conceptos ambi(uos ambi(uos de pulsión " Freud escribe a lo lar(o del desarrollo de su teoría: esta ambi(0edad entre conceptos "uiz se debe a " su solución resida precisamente en la ambi(0edad ambi(0edad del concepto mismo: es su carcter de concepto fronterizo entre lo físico y lo anímico. $n #arios artículos Freud expresó su insatisfacción con el estado del conocimiento psicoló(ico psicoló(ico acerca de las pulsiones. pulsiones. $n “Introducción del narcisismo” narcisismo ” %191' se +abía "uejado de: la total inexistencia de una doctrina de las pulsiones " de al(2n modo nos oriente! ms tarde en “Mas “ Mas allá del principio de placer ” placer ” %193&' se refirió a las pulsiones como: el elemento ms importante y oscuro de la in#esti(ación psicoló(ica lue(o tambi4n dijo " la doctrina de las pulsiones es para el /*! un mbito oscuro. Freud distin(ue entre estimulo: estimulo: fuerza " opera de un solo (olpe y una pulsión: pulsión: siempre act2a como una fuerza constante. *dems *dems dice " el or(anismo primiti#o puede puede eludir los estímulos externos pero no las necesidades pulsionales. $n Tres ensayos se ensayos se estableció explícitamente " la libido era libido era una expresión de la pulsión sexual. $l otro participante participante del conflicto %el yo' yo' permaneció indefinido durante un tiempo ms. 6as pulsiones de autoconservación +abían autoconservación +abían sido poco mencionadas! sal#o en relación con la teoría de " la libido se apuntalaba en ellas en las fases ms tempranas de su desarrollo y no parecía +aber razones ob#ias para #incularlas #incularlas con el papel desempe7ado desempe7ado por el yo como a(ente represor de los conflictos neuróticos, lue(o Freud introdujo la expresión pulsiones yoicas! yoicas! a las " identifico por una parte! con las pulsiones de autoconservacion y autoconservacion y por otra con la función represora. 8e a+í en ms el conflicto se presentó re(ularmente como un conflicto entre dos series de pulsiones: la libido y las pulsiones yoicas. 6a introducción del concepto de “narcisismo” suscitó una complicación: Freud planeo la noción de libido yoica " yoica " in#iste al yo! en contraste con la libido de objeto " in#iste a los objetos. $l punto decisi#o en la clasificación de las pulsiones se alcanzó en Más allá del principio de placer ! a"uí Freud reconoce " se +abía lle(ado a una situación difícil y dice: desde lue(o! la libido narcisista es una exteriorización exteriorización de fuerzas de pulsiones sexuales sexuales y " es preciso identificarlas con las pulsiones de autoconser#acion. autoconser#acion. %James Strachey '
no de los conceptos bsicos! por a+ora bastante oscuro! pero del cual en psicolo(ía no podemos prescindir! es el de pulsión. pulsión. 8el lado de la fisiología! fisiología! tenemos el concepto del estímulo y el esuema del reflejo! reflejo! de acuerdo con el cual un estímulo aportado al tejido #i#o %a la sustancia ner#iosa' desde afuera es afuera es descar(ado +acia afuera mediante afuera mediante la acción! se desprende "ue esta acción es “acorde al f in”. ;u4 relación mantiene la pulsión con el estímu estímulo< lo< 6a pulsión sería un estímulo estímulo para lo psí"uico. /ero ense(uida ense(uida ad#ertimos " no +emos de e"uiparar pulsión y estímulo psí"uico. !ebemos distinguir entre estímulos pulsionales y otros estímulos (fisiológicos': (fisiológicos': $l estímulo pulsional no pulsional no pro#iene del mundo exterior! sino del interior del del propio or(anismo! or(anismo! por eso tambi4n se re"uieren diferentes acciones para eliminarlo! el estímulo %fisioló(ico' opera de un solo (olpe, por lo tanto se lo puede despac+ar con una 2nica acción adecuada! " podr ser la +uida motriz.
"a pulsión en cambio# no act$a como una fuer%a de c&oue moment'nea# sino como una fuer%a constante! ya " no ataca desde afuera! sino del interior del cuerpo! una +uida de nada puede #aler contra ella. er mejor! dice Freud! "ue llamemos necesidad al estímulo pulsional, lo "ue cancela esta necesidad es la satisfacción. $sta sólo puede alcanzarse mediante una modificación apropiada a la meta %adecuada'! de la fuente interior de estímulo. =ma(inemos un ser #i#o indefenso! no orientado toda#ía en el mundo! "ue captura estímulos en su sustancia ner#iosa! por un parte! re(istra estímulos de los "ue puede sustraerse mediante una acción muscular %+uida'! y a estos los imputa a un mundo exterior! pero! por otra parte! re(istra otros estímulos frente a los cuales una acción así resulta in2til! pues conser#en su carcter de esfuerzo %8ran(' constante, estos estímulos son la marca de un mundo interior! el testimonio de unas necesidades pulsionales. $ntonces! primero +allamos la esencia de la pulsión en sus caracteres principales! a saber! su pro#eniencia de fuentes de estímulos situadas en el interior del or(anismo y su emer(encia como fuerza constante. $l sist ner#ioso es un sistema "ue busca dominar los estímulos! de rebajarlos al ni#el mínimo posible! es un aparato "ue ! "uerría conser#arse exento de todo estímulo. 6os estímulos eteriores plantean una 2nica tarea! la de sustraerse de ellos! mediante mo#imientos musculares, en cambio los estímulos pulsionales "ue se (eneran en el interior del or(anismo no pueden tramitarse mediante este mecanismo! por eso plantean exi(encias muc+o ms ele#adas al sist ner#ioso y lo mue#en acti#idades complejas! encadenadas entre sí! "ue modifican el mundo exterior para satisfacer a la f uente interior del estímulo. > sobre todo! lo obli(an a renunciar de su propósito! "ue es mantener alejados a los estímulos! ya "ue producen un aflujo continuado de los mismos. 6as pulsiones son los (enuinos motores de los pro(resos "ue +an lle#ado al sistema ner#ioso a su actual ni#el de desarrollo. ?ada impide esta conjetura: las pulsiones mismas! al menos en parte! son decantaciones de la acción de estímulos exteriores "ue en el curso de la filo(4nesis influyeron sobre la sustancia #i#a! modificndola. > si despu4s +allamos "ue la acti#idad del aparato psí"uico! aun del ms desarrollado! est sometida al principio de placer! es decir! es re(ulada de manera automtica por sensaciones de la serie placer-displacer! difícilmente podremos rec+azar otra premisa! a saber! "ue esas sensaciones reflejan el modo en "ue se cumple el dominio de los estímulos. > ello con se(uridad en este sentido: el sentimiento de displacer tiene "ue #er con un incremento del estímulo! y el de placer con su disminución. %@ita al pie: @omo se #er! ac estn in#olucrados dos principios. no de ellos es el principio de constancia! el cual #uel#e a enunciarse en Más allá del principio de placer ! en los si(uientes t4rminos: “)la +ipótesis de "ue el aparato anímico se afana por mantener lo ms baja posible! o al menos constante! la cantidad de excitación presente en 4l”. /ara este principio Freud adoptó en el mismo trabajo la expresión “principio de ?ir#ana”. $l se(undo principio implicado es el principio de placer! "ue tambi4n #uel#e a formularse en Más allá del principio de placer : “$n la teoría psicoanalítica adoptamos sin reser#as el supuesto de "ue el decurso de los procesos anímicos es re(ulado automticamente por el principio de placer. Aale decir! creemos "ue en todos los casos lo pone en marc+a una tensión displacentera! y despu4s adopta tal orientación "ue su resultado final coincide con una disminución de a"uella! esto es! con una e#itación de displacer o una producción de placer”. Freud parece +aber supuesto en un comienzo "ue estos principios (uardaban entre sí una estrec+a correlación e incluso "ue eran id4nticos. *sí! en su “Proyecto de psicología escribe: “iendo consabida para nosotros una tendencia de la #ida psí"uica! la de e#itar displacer! estamos tentados a identificarla con la tendencia primaria a la inercia %la tendencia a e#itar excitación'”. n punto de #ista similar se adopta en el capítulo A== de 6a interpretación de los sue7os. $n el pasaje al "ue se refiere esta nota! sin embar(o! parece dudarse de "ue la correlación entre ambos principios sea completa. $sta duda es ampliada en Más allá del principio de placer ! y se discute con cierta extensión en “$l problema económico del maso"uismo”. Freud discute allí "ue los dos principios no pueden ser id4nticos! ya "ue incuestionablemente +ay estados de tensión creciente "ue son placenteros! y prosi(ue su(iriendo "ue la cualidad placentera o displacentera de un estado puede ser relati#a a la característica temporal %o ritmo' de los cambios en la cantidad de excitación presente. @oncluye "ue! en todo caso! los dos principios no pueden considerarse id4nticos: el principio de placer es una modificación del principio de ?ir#ana. $ste 2ltimo debe atribuirse a la “pulsión de muerte”! y su modificación en principio de placer se debe a la influencia de la pulsión de #ida o libido.' i a+ora! desde el aspecto bioló(ico! pasamos a la consideración de la #ida anímica! la pulsión nos aparece como un concepto fronterizo entre lo anímico y lo somtico! como un representante psí"uico de los estímulos
"ue pro#ienen del interior del cuerpo y alcanzan el alma! como una medida de la exi(encia de trabajo "ue es impuesta a lo anímico a consecuencia de su trabazón con lo corporal. *+ora podemos discutir al(unos t4rminos "ue se usan en conexión con el concepto de pulsión! y son: esfuerzo! meta! objeto! fuente de la pulsión. sfuer%o %8ran(': factor motor! la suma de fuerza o la medida de la exi(encia de trabajo "ue ella representa. $se carcter esforzante es una propiedad uni#ersal de las pulsiones! y aun su esencia misma. Boda pulsión es un fra(mento de acti#idad, cuando ne(li(entemente se +abla de pulsiones pasi#as! no puede mentarse otra cosa "ue pulsiones con una meta pasi#a. *eta %Ciel': es en todos los casos la satisfacción "ue sólo puede alcanzarse cancelando el estado de estimulación en la fuente de la pulsión. /ero si bien permanece in#ariable! los caminos "ue lle#an a ella pueden ser di#ersos! para una pulsión pueden presentarse m2ltiples metas. 6a experiencia nos permite tambi4n +ablar de pulsiones “de meta in+ibida” en el caso de procesos a los "ue se permite a#anzar un trec+o en el sentido de la satisfacción pulsional! pero despu4s experimentan una in+ibición o una des#iación. +bjeto %DbjeEt': de la pulsión es a"uello en o por lo cual puede alcanzar su meta. $s lo ms #ariable en la pulsión, no est enlazado ori(inariamente con ella! es lo " posibilita a la satisfacción. ?o necesariamente es un objeto ajeno, tambi4n puede ser una parte del cuerpo propio. /uede ocurrir "ue el mismo objeto sir#a simultneamente a la satisfacción de #arias pulsiones. Fuente %;uelle': proceso somtico! interior a un ór(ano o a una parte del cuerpo! cuyo estímulo es representado %reprsentiert' en la #ida anímica por la pulsión. $l estudio de las fuentes pulsionales ya no compete a la psicolo(ía, aun"ue para la pulsión lo absolutamente decisi#o es su ori(en en la fuente somtica! dentro de la #ida anímica no nos es conocida de otro modo "ue por sus metas. Bodas las pulsiones son cualitati#amente de la misma índole! y deben su efecto sólo a las ma(nitudes de excitación "ue conducen o! "uizs! aun a ciertas funciones de esta cantidad. Freud distin(ue dos (rupos de pulsiones primordiales: las pulsiones yoicas o de autoconservación y las pulsiones seuales. 6a ocasión "ue mo#ió a establecerla brotó de la (4nesis misma del psa! "ue tomó como su primer objeto las psiconeurosis! ms precisamente las “neurosis de transferencia” %+isteria y neurosis obsesi#a'! y en ellas obtu#o la comprensión de "ue en la raíz de todas esas afecciones se +allaba un conflicto entre los reclamos de la seualidad y los del yo. @on miras a una caracterización (eneral de las pulsiones sexuales puede enunciarse lo si(uiente: son numerosas# brotan de m$ltiples fuentes org'nicas# al comien%o act$an con independencia unas de otras y sólo despu,s se re$nen en una síntesis m's o menos acabada. 6a meta a "ue aspira cada una de ellas es el lo(ro del placer de ór(ano %es decir! el placer adscrito a un ór(ano específico del cuerpo', sólo tras +aber alcanzado una síntesis cumplida entran al ser#icio de la función de reproducción! en cuyo carcter se las conoce com2nmente como pulsiones sexuales. $n su primera aparición se apuntalan en las pulsiones de conser#ación! de las "ue sólo poco a poco se desasen, tambi4n en el +allaz(o de objeto si(uen los caminos "ue les indican las pulsiones yoicas. na parte de ellas contin2an asociadas toda la #ida a estas 2ltimas! a las cuales pro#een de componentes libidinosos "ue pasan fcilmente inad#ertidos durante la función normal y sólo salen a la luz cuando sobre#iene la enfermedad. e sin(ularizan por el +ec+o de "ue en (ran medida +acen un papel #icario unas respecto de las otras y pueden intercambiar con facilidad sus objetos %cambios de #ía'. * consecuencia de las propiedades mencionadas en 2ltimo t4rmino! se +abilitan para operaciones muy alejadas de sus acciones-meta ori(inarias %sublimación'. 8eberemos inda(ar en los destinos "ue las pulsiones pueden experimentar en el curso de su desarrollo: 1- l trastorno &acia lo contrario.- "a vuelta &acia la persona propia/- "a represión0- "a sublimación-$l trastorno &acia lo contrario se resuel#e en dos procesos di#ersos: la #uelta de una pulsión de la acti#idad a la pasi#idad! y el trastorno en cuanto al contenido. /or ser ambos procesos de naturaleza di#ersa! tambi4n +a de tratrselos por separado. $jemplos del primer proceso brindan los pares de opuestos sadismomasouismo y placer de ver e&ibición. $l trastorno sólo toca a las metas de la pulsión, la meta acti#a %martirizar! mirar' es reemplazada
por la pasi#a %ser martirizado! ser mirado'. $l trastorno en cuanto al contenido se descubre en este 2nico caso: la mudanza del amor en odio. -6a vuelta &acia la persona propia se nos +ace ms comprensible si pensamos "ue el maso"uismo es sin duda un sadismo #uelto al yo propio! y la ex+ibición lle#a incluido el mirarse el cuerpo propio. 6a obser#ación analítica no deja subsistir nin(una duda en cuanto a "ue el maso"uista (oza la furia "ue se abate sobre su persona! y el ex+ibicionista! su desnudez. 6o esencial en este proceso es entonces el cambio de #ía del objeto! manteni4ndose inalterada la meta. $ntretanto! no puede escaprsenos "ue vuelta &acia la persona propia y vuelta de la actividad a la pasividad con#er(en o coinciden en estos ejemplos. $n cuanto al par de opuestos sadismomasouismo! el proceso puede presentarse del si(uiente modo: a. $l sadismo consiste en una acción #iolenta! en una afirmación de poder diri(ida a otra persona como objeto. b. $ste objeto es resi(nado y sustituido por la persona propia. @on la #uelta +acia la persona propia se +a consumado tambi4n la mudanza de la meta pulsional acti#a en una pasi#a. c. e busca de nue#o como objeto una persona ajena! "ue! a consecuencia de la mudanza sobre#enida en la meta! tiene "ue tomar sobre sí el papel del sujeto %sujeto parece! a"uí! desi(nar a la persona "ue desempe7a el papel acti#o en la relación! el a(ente'. $l caso “c” es el del maso"uismo. 6a satisfacción se obtiene! tambi4n en 4l! por el camino del sadismo ori(inario! en cuanto el yo pasi#o se traslada en la fantasía a su puesto anterior! "ue a+ora se deja al sujeto ajeno. $l supuesto “b” no es superfluo! como lo re#ela la conducta de la pulsión sdica en la neurosis obsesi#a. *"uí +allamos la #uelta +acia la persona propia sin la pasi#idad +acia una nue#a. 6a mudanza lle(a sólo +asta la etapa “b”. 8e la manía de martirio se en(endran automartirio! autocasti(o! no-maso"uismo. 6a concepción del sadismo es perjudicada tambi4n por la circunstancia de "ue esta pulsión parece perse(uir! junto a su meta (eneral! una acción-meta muy especial. Gunto a la +umillación y al sojuz(amiento! el infli(ir dolores. $l ni7o sdico no toma en cuenta el infli(ir dolores! ni se lo propone. /ero una #ez "ue se +a consumado la trasmudación al maso"uismo! los dolores se prestan muy bien a proporcionar una meta maso"uista pasi#a! pues tenemos todas las razones para suponer "ue tambi4n las sensaciones de dolor! como otras sensaciones de displacer! desbordan sobre la excitación sexual y producen un estado placentero. > una #ez "ue el sentir dolores se +a con#ertido en una meta maso"uista! puede sur(ir retro(resi#amente la meta sdica de infli(ir dolores, produci4ndolos en otro! uno mismo los (oza de manera maso"uista en la identificación con el objeto "ue sufre. 8esde lue(o! en ambos casos no se go%a el dolor mismo# sino la ecitación seual ue lo acompa2a! y como sdico esto es particularmente cómodo. $l (ozar del dolor sería! por tanto! una meta ori(inariamente maso"uista! pero "ue sólo puede de#enir meta pulsional en "uien es ori(inariamente sdico. Hay otro par de opuestos: las pulsiones "ue tiene por meta! el ver y el mostrarse. Bambi4n a"uí pueden distin(uirse las mismas etapas "ue en el caso anterior: a) $l #er como acti#idad diri(ida a un objeto ajeno, b) 6a resi(nación del objeto! la #uelta de la pulsión de #er +acia una parte del cuerpo propio! y por tanto el trastorno en pasi#idad y el establecimiento de la nue#a meta: ser mirado. c) 6a inserción de un nue#o sujeto %es decir! un nue#o a(ente'! al "ue uno se muestra a fin de ser mirado por 4l. /ero una importante di#er(encia con el caso del sadismo reside en "ue en la pulsión de #er +a de reconocerse una etapa toda#ía anterior a la "ue desi(namos a. =nicialmente la pulsión de #er es autoerótica! tiene sin duda un objeto! pero este se encuentra en el cuerpo propio. ólo ms tarde se #e lle#ada %por la #ía de la comparación' a permutar este objeto por uno anlo(o del ajeno %etapa a'. $l es"uema de la pulsión de #er podría ser este: a' no mismo mirar miembro sexual I Jiembro sexual ser mirado pro persona propia b' no mismo mirar objeto ajeno c' Dbjeto propio ser mirado por persona ajena %placer de #er acti#o' %placer de mostrar! ex+ibición' /ara los dos ejemplos de pulsión a"uí considerados #ale esta obser#ación: la mudan%a pulsional mediante un trastorno de la actividad en pasividad y mediante vuelta sobre la persona propia nunca afecta a todo el mundo de la moción pulsional. 6a dirección pulsional ms anti(ua! activa! subsiste en cierta medida junto a la ms reciente! pasiva. $l 2nico enunciado correcto acerca de la pulsión de ver sería este: todas las etapas del desarrollo de la pulsión %tanto la etapa pre#ia autoerótica cuanto las conformaciones finales acti#a y pasi#a' subsisten unas junto a las otras-
?os +emos acostumbrado a llamar narcisismo a la fase temprana de desarrollo del yo! durante la cual sus pulsiones sexuales se satisfacen de manera autoerótica. $ntonces decimos "ue la etapa pre#ia de la pulsión de #er! en "ue el placer de #er tiene por objeto al cuerpo propio! pertenece al narcisismo! es una formación narcisista. 8esde ella se desarrolla la pulsión acti#a de #er! dejando atrs al narcisismo, pero la pulsión pasi#a de #er retiene el objeto narcisista. 8e i(ual modo! la trasmudación del sadismo al maso"uismo implica un retroceso +acia el objeto narcisista, y en los dos casos %o sea! el del placer pasi#o de #er y el del maso"uismo' el sujeto narcisista es permutado por identificación con un yo otro! ajeno. i consideramos la etapa pre#ia del sadismo alcanzamos una intelección ms (eneral: los destinos de pulsión ue consisten en la vuelta sobre el yo propio y en el trastorno de la actividad en pasividad dependen de la organi%ación narcisista del yo y llevan impreso el sello de esta fase. @orresponden! "uizs! a los intentos de defensa "ue en etapas ms ele#adas del desarrollo del yo se ejecutan con otros medios. $l par de opuestos pulsionales sadismo-maso"uismo y placer de #er-placer de mostrar son las ms conocidas de las pulsiones sexuales "ue se presentan como ambi#alentes. $l objeto de la pulsión de #er es tambi4n primero una parte del cuerpo propio, no obstante! no es el ojo mismo. > en el sadismo! el ór(ano fuente! "ue es probablemente la musculatura capaz de acción! apunta de manera directa a un objeto otro! aun" se sit2e en el cuerpo propio. $n las pulsiones autoeróticas es tan decisi#o el papel del ór(ano fuente "ue forma y función del ór(ano determinan la acti#idad o pasi#idad de la meta pulsional. 6a mudanza de una pulsión en su contrario %material! es decir el trastorno de una pulsión en cuanto a su contenido' sólo es obser#ada en un caso: la trasposición de amor en odio. /uesto "ue con particular frecuencia ambos se presentan diri(idos simultneamente al mismo objeto! tal coexistencia ofrece tambi4n el ejemplo ms si(nificati#o de una ambi#alencia de sentimientos. $l amar no es susceptible de una sola oposición! sino de tres. *dems de la oposición amar-odiar! +ay la "ue media entre amar y ser-amado! y! por otra parte! amar y odiar tomados en conjunto se contraponen al estado de indiferencia. 8e estas tres oposiciones! la se(unda! la "ue media entre amar y ser-amado! se corresponde por entero con la #uelta de la acti#idad a la pasi#idad y admite tambi4n! como la pulsión de #er! id4ntica reconducción a una situación bsica: amarse a sí mismo. e(2n sean el objeto o el sujeto los " se permuten por uno ajeno! resultan la aspiración de meta acti#a! el amar! o la de meta pasi#a! el ser-amado! de las cuales la se(unda se mantiene próxima al narcisismo. *+ora bien! se(2n sean el objeto o el sujeto los "ue se permuten por uno ajeno! resultan la aspiración de meta acti#a! el amar! o la de meta pasi#a! el ser amado de las cuales esta se mantiene ;uiz nos acer"uemos a la comprensión de los m2ltiples contrarios del amar si consideramos "ue la acti#idad anímica en (eneral est (obernada por tres polaridades! las oposiciones entre: 3ujeto (yo) – +bjeto (mundo eterior) Placer – !isplacer 4ctivo – Pasivo próima al narcicismo. 6a oposición entre yo y noyo %afuera'! o sea! sujeto – objeto! se impone tempranamente al indi#iduo! como dijimos! por la experiencia de "ue puede calmar los estímulos exteriores mediante su acción muscular! pero est indefenso frente a los estímulos pulsionales. 6a polaridad placer – displacer ad+iere a una serie de la sensación cuya ini(ualable importancia para la decisión de nuestras acciones %#oluntad' ya pusimos de relie#e. 6a oposición activo – pasivo no +a de confundirse con la "ue media entre yo K sujeto y afuera K objeto. $l yo se comporta pasi#amente +acia el mundo exterior en la medida en "ue recibe estímulos de 4l! y acti#amente cuando reacciona frente a estos. us pulsiones lo compelen sobremanera a una acti#idad +acia el mundo exterior! de suerte "ue destacando lo esencial podría decirse: el yo K sujeto es pasi#o +acia los estímulos exteriores! y acti#o por sus pulsiones propias. 6a oposición entre acti#o y pasi#o se fusiona ms tare con la "ue media entre masculino y femenino. 6as tres polaridades del alma entran en los ms si(nificati#os enlaces recíprocos. $xiste una situación psí"uica ori(inaria en "ue dos de ellas coinciden. $l yo se encuentra ori(inariamente! in#estido por pulsiones %triebbesetzt'! y es en parte capaz de satisfacer sus pulsiones en sí mismo. 6lamamos narcisismo a ese estado! y autoerótica a la posibilidad de satisfacción.%?ota al pie! pa( 1L'. $l mundo exterior en esa 4poca no est in#estido con inter4s y es indiferente para la satisfacción. /or tanto! en ese tiempo el yo K sujeto coincide con lo placentero! y el mundo exterior! con lo indiferente %y e#entualmente! en cuanto fuente de estímulos! con lo displacentero'. i por a+ora definimos el amar como la
relación del yo con sus fuentes de placer! entonces la situación en "ue sólo se ama a sí mismo y es indiferente al mundo ilustra la primera de las oposiciones en "ue +emos +allado el amar amar %a"uí! los opuestos al amar adopta otro orden: 1) indiferencia! .) odiar y /) ser amado. /robablemente en este se(undo ordenamiento otor(a el primer lu(ar a la indiferencia por ser esta la primera "ue se presenta en el curso del desarrollo'. $n la medida en "ue es autoerótico! el yo no necesita del mundo exterior! pero recibe de 4l objetos a consecuencia de las #i#encias deri#adas de las pulsiones de autoconser#ación del yo! y por tanto no puede menos "ue sentir por un tiempo como displacenteros ciertos estímulos pulsionales interiores. *+ora bien! bajo el imperio del principio de placer se consuma dentro de 4l un posterior desarrollo. eco(e en su interior los objetos ofrecidos en la medida en "ue son fuente de placer! los introyecta y! por otra parte! expele de sí lo "ue en su propia interioridad es ocasión de displacer. *sí! a partir del yo-realidad inicial! "ue +a distin(uido el adentro y el afuera se(2n una buena marca objeti#a! se muda en un yo K placer purificado "ue 4l se +a incorporado y en un resto "ue le es ajeno. > del yo propio +a se(re(ado un componente "ue arroja al mundo exterior y siente como +ostil. 8espu4s de este reordenamiento! +a "uedado restablecida la coincidencia de las dos polaridades: o – sujeto (coincide) con placer*undo eterior (coincide) con displacer@on el in(reso del objeto en la etapa del narcisismo primario se desplie(a tambi4n la se(unda antítesis del alar: el odiar. @omo #imos! el objeto es aportado al yo desde el mundo exterior en primer t4rmino pro las pulsiones de autoconser#ación, y no puede desec+arse "ue tambi4n el sentido ori(inario del odiar si(nifi"ue la relación +acia el mundo exterior +ostil! pro#eedor de estímulos. 6a indiferencia se subordina al odio! a la a#ersión! como un caos especial! despu4s de +aber emer(ido! al comienzo! como su precursora. 6o exterior! el objeto! lo odiado! +abrían sido id4nticos al principio. > si ms tarde el objeto se re#ela como fuente de placer! entonces es amado! pero tambi4n incorporado al yo! de suerte "ue para el yo K pacer purificado el objeto coincide nue#amente con lo ajeno y lo odiado. *+ora reparamos en "ue así como el par de opuestos amor – indiferencia refleja la polaridad yo – mundo eterior ! la se(unda oposición! amor – odio! reproduce la polaridad placer – displacer ! enlazada con la primera. 6ue(o "ue la etapa narcisista es re#elada por la etapa del objeto! placer y displacer si(nifican relaciones del yo con el objeto. @uando el objeto es fuente de sensaciones placenteras! se establece una tendencia motriz "ue "uiere acercarlo al yo! incorporarlo a 4l, entonces +ablamos tamb de la atracción "ue ejerce el objeto dispensador de placer y decimos "ue amamos al objeto. * la in#ersa! cuando el objeto es fuente de sensaciones de displacer! una tendencia se afana en aumentar la distancia entre 4l y el yo! en repetir con relación a 4l el intento ori(inario de +uida frente al mundo exterior emisor de estímulos. entimos la repulsión del objeto! y lo odiamos, este odio puede despu4s acrecentarse con#irti4ndose en la inclinación a a(redir al objeto! con el propósito de ani"uilarlo. 6os #ínculos de amor y de odio no son aplicables a las relaciones de las pulsiones con sus objetos! sino "ue estn reser#ados a la relación del yo-total con los suyos. 6a palabra “amar” se instala entonces! en la esfera del puro #ínculo de placer del yo con el objeto! y se fija en definiti#a en los objetos sexuales en sentido estricto y en a"uellos objetos "ue satisfacen las necesidades de las pulsiones sexuales sublimadas. 6a palabra “amar” se aplica al #ínculo del yo con su objeto sexual! su aplicabilidad a tal relación solo empieza con la síntesis de t odas las pulsiones parciales de la sexualidad bajo el primado de los (enitales y al ser#icio de la función de la reproducción. $n el uso de la palabra “odiar” no sale a la luz una referencia al placer y a la f unción sexual. $l yo odia! aborrece! y persi(ue con fines destructi#os a todos los objetos "ue se constituyen para el en fuente de sensaciones displacenteras! indiferentemente de "ue le si(nifi"uen una frustración de la satisfacción sexual o de la satisfacción de necesidades de conser#ación. $l amor pro#iene de la capacidad del yo para satisfacer de manera autoerótica! por la (anancia de un placer de ór(ano! una parte de sus mociones pulsionales. $s ori(inariamente narcisista! despu4s pasa a los objetos "ue se incorporaron al yo ampliado! y expresa el intento motor del yo por alcanzar esos objetos en cuanto fuentes de placer. e enlaza íntimamente con el "ue+acer de las posteriores pulsiones sexuales y coincide! cuando la síntesis de ellas se +a cumplido! con la aspiración sexual total. $tapas pre#ias del amar se presentan como metas sexuales pro#isionales en el curso del complicado desarrollo de las pulsiones
sexuales. 8iscernimos la primera de ellas en el incorporar o de#orar! una modalidad del amor compatible con la supresión de la existencia del objeto como al(o separado! y "ue por tanto puede denominarse ambi#alente. $n la etapa "ue si(ue! la de la or(anización pre(enital sdico-anal! el intento de alcanzar el objeto se presenta bajo la forma del esfuerzo de apoderamiento! al "ue le es indiferente el da7o o la ani"uilación del objeto. /or su conducta +acia el objeto! esta forma y etapa pre#ia del amor es apenas diferenciable del odio. ólo con el establecimiento de la or(anización (enital el amor de#iene el opuesto del odio. $l odio es! como relación con el objeto! ms anti(uo "ue el amor, brota de la repulsa primordial "ue el yo narcisista opone en el comienzo al mundo exterior prodi(ador de estímulos. @omo exteriorización de la reacción displacentera pro#ocada por objetos! mantiene siempre un estrec+o #ínculo con las pulsiones de la conser#ación del yo! de suerte "ue pulsiones yoicas y pulsiones sexuales con facilidad pueden entrar en una oposición "ue repite la oposición entre odiar y amar. @uando las pulsiones yoicas (obiernan a la función sexual! como sucede en la etapa de la or(anización sdico-anal! prestan tambi4n a la meta pulsional los caracteres del odio. 6a +istoria de la (4nesis y de los #ínculos del amor nos permite comprender "ue tan a menudo se muestre ambi#alente! es decir! acompa7ado por mociones de odio +acia el mismo objeto. $se odio mezclado con el amor pro#iene! en una parte! de las etapas pre#ias del amar no superadas por completo! y en otra parte tiene su fundamento en reacciones de repulsa procedentes de las pulsiones yoicas! "ue a raíz de los frecuentes conflictos entre intereses del yo y del amor pueden in#ocar moti#os reales y actuales. $n ambos casos! entonces! ese odio mezclado se remonta a la fuente de las pulsiones de conser#ación del yo. @uando el #ínculo de amor con un objeto determinado se interrumpe! no es raro "ue lo remplace el odio! por lo cual recibimos la impresión de "ue el amor se muda en odio. /ero a+ora! superando esa descripción! podemos concebirlo así: en tales casos el odio! "ue tiene moti#ación real! es forzado por la re(resión del amar a la etapa sdica pre#ia! de suerte "ue el odiar cobra un carcter erótico y se (arantiza la continuidad de un #ínculo de amor. 6a tercera oposición en "ue se encuentra el amar! la mudanza del amar en un ser-amado! responde a la injerencia de la polaridad entra acti#idad y pasi#idad y cae bajo id4ntica apreciación "ue los casos de la pulsión de #er y del sadismo. 6os destinos de pulsión consisten! en "ue las mociones pulsionales son sometidas a las influencias de las tres (randes polaridades "ue (obiernan la #ida anímica. 8e estas tres polaridades! la "ue media entre acti#idad y pasi#idad puede definirse como la bioló(ica! la "ue media entre yo y mundo exterior como la real! y por 2ltimo! la del placer-displacer como la económica. esumiendo) Pulsión -Fuerza constante! no mediante una se puede +uir de ella.
M
estimulo psíuico -/ro#iene del interior del or(anismo y puede ser despac+ado 2nica acción adecuada. Dpera de un solo (olpe. -?ecesidad! cuya cancelación es la satisfacción alcanzada
por la modificación de la fuente interior del estímulo. 6os estímulos pulsionales no pueden tramitarse de la misma manera "ue el estímulo psí"uico! por lo cual plantean exi(encias ms ele#adas al sistema ner#ioso! "ue modifican el mundo exterior para "ue se satisfa(a la fuente interior del estímulo.