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ORÁCULO NOVÍSIMO 6 BEA
EL LIBRO DE LOS DESTINOS
EL
ORÁCULO
NOVÍSIMO
Ó SRi EL
LIBRO DE LOS DESTINOS El CMI FCf PROPKÍiO HtlOSiU DEL E M P E R A D O R
NAPOLEÓN
Traducido d e un antiguo manuscrito egipcio encontrado en el año d e 1801 por M . S onniní , en unas d e las Reales Tum bas del alto Egipto, cerca del monte L íbico.
Madrid, Imp. de E. Teodoro, Ronda de Valencia, 8.
DEDICATORIA DEL TRADUCTOR
A SU ALTEZA IMPERIAL MARIA LUISA EX -SM PBBATR 1Z D E F R A N C IA , A R C H ID U Q U E SA DR P A S M A , ETC., ETC. S eñora;
Con sentimientos del más profundo respeto y veneración, tengo la honra de aprovechar» en virtud de vuestra venia Imperial, la presente coyuntura pera poner esta obra á los Reales pies de Vuestra Alteza. Aunque esta traducción es un pooo libre en algunos pasajes para adaptarla á las costumbres de Europa, es, sin embargo, oas i un del ánieo manuscrito original que poseyó el nan ea bastantemente llorado Emperador y Rey. Cifiéndome estrictamente a Vuestras Imperia les órdenes, me he empeñado en adornar la obra eon estampas idénticas á las del original, lo enal espero señó de la aprobación de Vuestra Altese Im perial. A. L. R. P . de V . A . I . SU nUHIZ.DK CRIADO, H E R M Á N K IR C H E N H O F F B R .
La presente obra se ha traducido de an manuscrito que se encontró en el equipaje de campsña del emperador Napoleón en la retirada de Leipzig, después de ser derrota do su ejército en el afio de 1813 . Habiendo caido dicho manuscrito en manos de un oficial prusiano, que no supo apreciar su mucho valor, lo vendió por una pequefia cantidad á un general francéB, prisionero en* toncos de guerra en la fortaleza de Konins* burg. Sabedor éste de su grande importan* cia y viendo las armas del emperador graba das en el manuscrito, comprendió que era
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prenda del uso privado de Napoleón» por lo que determinó entregarlo en las Tallerías cuando regrreaí-e á Francia; poro |ah! le faltó la vida para cumplir su proposito» porque, aunque los médicos que le asistían le ha blan dado grandes esperanzas de que se restablecerla de sus heridas, fueron vanos to dos sos intentos para curarle y murió poco después, de resultas de la amputación que le hicieron del brazo derecho. E n el testamento que este general hizo á toda prisa, diapuso que los efectos de su uso fuesen enviados á su familia, con encargo á un pariente de que aprovechase la primera oportunidad pata entregar en la propia mano del emperador el manuscrito en cuestión. Pero las muid pilcadas ocupaciones de N a poleón hacían cada día más difícil el acceso á s u persona y aconteció su caída sin que pu diera tener efecto la entrega. A los principios del ostracismo de Ñapo* león en Santa Elena, se encontraron me dios de hacer llegar el manuscrito á manos de la emperatriz, quien, por desgracia, nun ca pudo lograr mandárselo á su marido, aun que buscó la ocasión con el mayor empeño; por lo cual, después de la muerte de aquel grande hombre, su augusta esposa concedió al traductor la venia para publicarlo en in glés. Preciso es informar al lector sobre las mi
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ra s d e Napoleón al hacer nao de esta obra en lo privado; pero antes será más propio e x p lic a r de quém anera se hizo de ella. B ie n eabido es que muchos artistas y li terato s franceses acompañaron al general B on ap arte en sn famosa expedición á E gip to , con ánimo de explorar las antigüedades d e aquel célebre país, donde en otro tiempo florecieron las artes y las ciencias con mayor perfección que en ninguna otra parte del m undo, sin exceptuar las naciones de E u ropa más ilustradas al presente. A la cabeza d e la C o m i s i ó n d s A r t e s se hallaba M. Sonni ni, cuyos viajes han llamado después tan* to la atención general. Habiendo este caba* llero logrado abrir un paso hasta el aposen to interior de una de las reales tumbas del M onte Líbico, cerca de Tebas, encontró en él un sarcófago en el que se hallaba unamo* mía de extraordinaria belleza y en excelen te estado de conservación; examinándola prolijamente, descubrió, pegado al pecho iz quierdo con un género* de goma part'cular, un rollo largo de papiro, el cual, habiéndole desdoblado, excitó mucho su curiosidad á causa de los jeroglíficos que en él se veían maravillosamente pintados La descripción que da M. Sonnini de estas tumbas de prodigiosa estructura es la si guiente: «Todo el M onte U bico, que em pieza á media legua al poniente del Mera-
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nonio y acaba enfronte de Medinet-Abou, está horadado desde su base basta las tres cuartas partee de su elevación y lleco de grutas sepulcrales. Las que están más cerca de la superficie de la tierra son jas más es* paciosa*, así como las mejor adornadas; las situadas en la parte más elevada del monte están trazadas y construidas más toscamen te, al paso que las del medio guardan mejor proporción en espacio y ornamento. L as que pertenecen á la gente pobre son las más in teresantes, porque siempre se encuentra en ellas alguna representación de las artes qne florecieron ó de los oficios que te ejercie ron en su época. El plan seguido en la cons trucción de estas grutas es generalmente el mismo en todas ellas. Una puerta abierta al oriente descubre una galería de cosa de veinte pies de largo, que á veces eBtá for mada en línea recta y otras corre desde la entrada en nn ángulo, también recto; está sostenida por pilares ó columnas, cuyo nú mero varía derde cuatro á diez. Al extremo de la galería hby pozos que conducen á las catacumbas, donde se hallan depositadas las momias. La profundidad de estos pozos varía de cuarenta á sesenta pies, y están en comunicación con largos pasadizos subterrá neos abiertos toscamente en pefia viva, los cuales terminan en un aposento de cosa de treinta pies cuadrados, sostenidos alrededor
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por pilastras y que contienen grandes res tos de momias. Hay muestras evidentes de otros conductos subterráneos que, proba blemente, conducen á otros aposentos, los cuales todavía permanecen ocultos. •En la galería alta, se ven esculpidos en bajorrelieves ó pintados al fresco infinitos asuntos referentes á las ceremonias funera les. Allí se encuentran los cuadros más inte resantes y que presentan una multitud de cir cunstancias relativas á los antiguos habitan tes del país. Allí se ven representadas sus primitivas ocupaciones, que eran la caza y la pesca, y desde allí se puede ir observando los progresos de la civilización en los oficios de guarnicionero, carretero, ollero, cam bista, labrador, y todos los deberes y castigos de la milicia. Cada gruta tiene su cielo raso pintad*., representando varios caprichos y cuyo dibujo es el mismo que se estilaba en Francia treinta años hace. •Las tumbas de los reyes están como á seis mil cuatrocientos pasos del río, cons truidas en nn valle estrecho en el centro del Monte Líbico. El antiguo camino para ir allá se ha perdido y ahora se va á aquel paraje por un paso artificial. Estos sepulcros ocu pan una gran callada flanqueada por la ma dre de un raudal. Bastará explicar el plano de una de estas tumbas para conocer la dis posición de las demás. Cada gruta se comu
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nica con el valle por nna gran puerta que d a entrada á una galería abierta en la peña y que tiene, generalmente, como doce pies d e alto y otros tantos de ancho; de largo tiene como veinte pasos hasta la segunda puerta, que conduce á otra galería del mismo ancho 7 alto 7 como de veinticuatro pasos de largo» A derecha é izquierda de esta galería h a y aposentos de cinco pies de ancho 7 diez d e largo* A llí se ven pinturas de armas, como hachas, puñales, alfanjes, espadas, lanzas, jabalinas, arcos, flechas, carcax, corazas, es* cudos, aperos de labranza, vasos 7 juguetes de todo género, 7 también se ve representa* do el modo de preparar los alimentos* »Luego sigue la tercera galería, de las mismas dimensiones que las anteriores, la cual conduce á un departamento más alto que los otros, de diez 7 ocho pies cuadrados. Desde este aposento se .entra en otra galería de treinta y cuatro pasos de largo, además de la cual hay otra de veintiocho pasos 7, al extremo de ella, un pasadizo de sesenta pasos, que va á un aposento de once pasos cuadrados, el cual está unido á otro del mis* mo tamaño por una galería de seis pasos. Luego sigue un salón cuadrado, de veinte pasos de largo por otros tantos de ancho, sostenido por ocho pilares. Aquí se halla el sarcófago que contenía la momia del re7. Los romanos hicieron algunas tentativas
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para Bacar este sarcófago de la grata donde egtá depositado y basta trataron de allanar el suelo para facilitar su intento; pero luego desistieron de él por juagar la empresá im practicable. >A1 salón del sarcófago sigue otro aposentó de veinticinco pasos de ancho y cua renta de largo. £1 alto de la tumba es de siete pies, su largo ocho» y seis su ancho, siendo el largo total de la galería de dos cientos veinticinco pasos. Las tumba* de los reyes estén cubiertas en toda su extensión de pinturas y jeroglíficos 0); pero la ma yor parte están pintadas al fresco y repre sentan loé asuntos más extravagantes que pueden concebirse. De aquí fué de donde los romanos tomaron la idea del estilo grotes co ó grutesco, que formó el principal asun to de sus composiciones en el segando y ter cer siglo del Imperio. Las excavaciones de Herculano han puesto al descubierto un gran número de pinturas del mismo gusto. »Una de las más interesantes de estas grutas contiene un sarcófago, que todavía está entero y en su propio lugar; tiene dies y seis pies de largo, doce de alto y seis de (1) Los sacerdotes egipcios, para ocultar al pueblo ignorante los misterios de su religión, se v&Uan de je* roglífiooB, ó sean caracteres sagrados, que es. lo qne quiere decir esta palabra griega, compuesta de dos qne significan: sagrado y kntatü.ak ó esculpir.
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ancho y aun conserva la tapa adornada con la efigie del rey, que es de nna sola pieza de granito. E l asombro que se siente al refle xionar q ue fuá transportada esta masa enor me hasta el extremo de un pasadizo subte rráneo de doscientos pasos de largo, excede á toda ponderación. ¡Cuántas dificultades de ben haberse superado para acarrear un peso de tantos millares de quintales por caminos tan impracticables como son los de aquel montel Aquí es donde encontramos la fa mosa momia y el rollo de papiro. •Continuamente se hallan representados sacrificios humanos, así como diversidad de curiosas figuras jeroglíficas, una de las cua les representa á Isis paseando por la tierra y brotando flores debajo de sus pies. >»Desde el tiempo de E s trabón, se conta ban dies y siete tumbas de reyes y todavía encontraremos »1 mismo número, si conta mos en él una soberbia gruta, cuyo plan es tan grande y suntuoso como el de los sepul cros de los soberanos de Tebas. E sta gruta está á media legua al norte del Memnonio, formada en un socavón hecho á la falda de una montafia, cuyo recinto contiene otras muchas tumbas; algunas de ellas tienen ce rrada la entrada, aunque las más han sido profanadas. Parece que los antiguos egipcios, que habían perseverado fieles á su culto, procuraron, por una especie de respeto h a d a
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la memoria de sos príncipes» tener ocultos sus sepulcros» ya de los conquistadores ó ya de los que profesaban otra religión. >Los antiguos egipcios, desde el rey has ta el más humilde de los súbditos, eran su mamente cuidadosos en cuanto ¿ la cons trucción de sus cementerios, porque estaban en la fírme creencia de que, después de al gunos miles de años, volvería el alma á ha bitar el cuerpo si en todo aquel tiempo éste permanecía intacto. De aquí vino la cos tumbre de embalsamar los cadáveres y de hacer los sepulcros en parajes inaccesibles á las inundaciones del rio. »En las cercanías del Memnonio y entre las grutas de particulares se encuentran muchas de ellas, todavía llenas de fragmen tos de momias. Cuando los árabes, quienes consideran las grutas como propiedad de cada familia, recelan alguna invasión de e x tranjeros, pegan fuego á las momias que contienen para retraer al curioso de sus in vestigaciones. Todavía se conservan intac tas algunas de estas cavernas, que no ha po dido descubrir el perseverante viajero. »Los sepulcros de los ricos están exhaus tos. Ninguna de las momias que venden las gentes del país está vestida con la túnica en que estaba pintada la figura de la ¿fuer te, y sólo algunos restos de estas túnicas han quedado. Es, en verdad, muy raro que,
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excepto en el caco presente, no h aya encontrado ningún viajero los manuscritos en pa piro qne jamás dejaban de guardar las m o mias de personas distinguidas. Estos m a nuscritos son, sin contradicción, los más antiguosqu ese han conservadodeentrelosque pareeen contener oraciones por los difuntos, como tam bién los libros misteriosos de los sacerdotes, los cuales están escritos en jero glíficos ó en signos misteriosos y adornados de dibujos que se asemejan á las pinturas de que están llenas las paredes de los sepul cros. Muchas de las momias tienen doradas las ufias de las manos y de los pies. A lgu n a vez se encuentran en una momia dos rollos de papiro, que suelen estar debajo del soba co, aunque también, en ocasiones, se hallan colocados entre los muslos y cerca de los ó r ganos de la generación.» M. Sonnini se dió prisa para noticiar el hallazgo del rollo de papiro al general B o naparte, quien, contentísimo al ver el tesoro jeroglífico, mandó buscar un sabio c o p t o , y éste, después de una lectura detenida, d es cubrió una clave con la cual pudo descifrar los caracteres. Después de muchos trabajos y desvelos, concluyó sn tarea y dictó su con tenido al secretario de Napoleón, quien, para tener la cosa en secreto, lo tradujo y escri bió en alemán. Habiendo consultado Bonaparte la traduc-
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alemana del rollo respecto de algosas ocarrencias de es vida, se quedó absorto al encontrar que las respuesta* dadas corres* pondlan exactamente con lo que le habla sucedido. Por consiguiente, aseguró los ma* nnscritoe original y traducido en su gaveta secreta, que siempre llevaba consigo hasta el fatal día de Leipzig, mencionado. Guardó* balee como un tesoro sagrado y se dice que más de ona ves le estimularon ¿emprender grandes cosas, siendo bien sabido que los consultaba en todas ocasiones. Antes de en* trar en campaña y en la víspera de todas las batallas, consultaba Napoleón *u oráculo favorito. La pesadumbre que tuvo por haber perdido este compañero de sus horas priva das loé excesiva; y aun se dice que en Leip zig estuvo expuesto á ser hecho prisionero por el ansia y el vivo empeño que tomó en salvar 1$ carpeta en queconservaba esta joya. En upa lista, escrita del propio paño de Napoleón en una hoja en blanco del manus crito traducido, se ven varias preguntas he chas al oráculo con los correspondientes respuestas recibidas por aquel hombre ilus tre.* D e entre ellas he escogido las signientes. y puéstolas aquí por la grande analogía, ó más bien dicho, identidad que existe en tre ellas y algunas de las más importante» acciones de su vida. P R E G U N T A 15 .—¿Cuál es el aspecto de las c íó d
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estaciones y qué cambios políticos habrá probablementef "RESPUESTA..—(Jeroglifico de los Peces.— P w cw g Un cooquistador de nobles pensa mientos y gran poder saldrá del estado h u milde; él romperá las cadenas de los oprimi dos y dará libertad á las naciones. P R E G U N T A 12 .— ¿Será inmortalizado mi
nombre y aplaudido por la posteridad? R E S P U E S T A .— (Jeroglifico de la Cabra 6 Capricornio.) Tu nombre será transmitido con la memoria de tas hazañas hasta la más remota posteridad. P R E G U N T A 8. — ¿Seré yo eminente y lle
varé la preferencia en mis empresas? R E S P U E S T A .— (Jeroglifico de la Cabra 6 Capricornio.) Tú encontrarás mochos ob?tá calos; pero, por último, llegarás al m ás alto poder y honor de la tierra. P R E G U N T A 12.— ¿Será inmortalizado mi
nombre y aplaudido por la posteridadf R E S P U E S T A . — (Jeroglifico de la Casa fortificada.) No aboses del poder qae Dios te da y ta nombre será aclamado con júbi lo en los siglos {atoros. P R E G U N T A 80 .—¿Tengoyo alguno ó mu*
chas enemigos? R E S P U E S T A .—(Jeroglifico del puñal.) T ú tienes enemigos qae, si no son refrenados por las leyes, te hundirán un poñal en el corazón.
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P R E G U N T A 1 &<—¿Cuál es el aspecto de
las estaciones y qué cambios politices habrá j notablemente? R E SP U E STA . — (Jeroglifico de la Casa FortificadaJ Las alas del águila del norte serán cercenadas 7 cortadas sos nfiaa Bastarán para mi propósito las citas ante riores, macho más, cuando las otras consul tas anotadas en la mencionada hoja en blan co se referían á materias de menor entidad ó á asuntos de familia. En cnanto A ser muy apropiadas y alusi vas al emperador Napoleón las respuestas anteriores (excepto la última, de que hablaré ahora), no debe haber la menor duda; esto es demasiado obvio para que admita discu sión : y aun se me ha informado por personas fidedignas de que, en tiempo en que tenía j a puestas sus miras en el trono, consultó el libro y quedó enajenado de alegría y de asombro al leer las palabras contenidas en la respuesta á la pregunta octava, que dice:
— Tú encontrarás muchos obstáculos; pero,par último, llegarás al más lio poder y honor de la fierra. E n la segunda respuesta á la pregunta 15 , esto es, la última que hemos citado de la lista del emperador, conocerá el lector que es alusiva al autócrata de las Rusias; pero no es tan fácil adivinar si estas palabras se contraen á lo que pasó antes del tratado de
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Tileit ó ei se refieren á otros reveses poste riores ó futuros que he sufrido ó puede su frir el engrandecimiento de Rusia. D e todos modos, es preciso conceder que la invasión del territorio ruto por Napoleón prueba que sus sentimientos iban de acuerdo con la s inspiraciones del maculo* Hubiera sido bueno para Napoleón que s e hubiese dejado siempre dirigir por las res* puestas dadas á otras muchas preguntas que solía hacer al oráculo y que, sin duda, l e advertían del peligro y aun le hubieran pre* dicho su caída; pero estaba tan acostum brado á mirar las cosas por el aspecto m ás favorable, á causa de haber salido con b ien de cuanto emprendía, que no podían proda* d r tales advertencias en una imaginación como la suya aquel saludable freno que al* ganas de sus especulaciones reqaerían. Gomo ejemplos de las consecuencias la* mentables que le acarreó esta falta de con fianza en los consejos de! orácnlo conteni dos en esta obra, pueden citarse la m ism a batalla de Leipzig y los fatales efectos de la campaña de Rusia, como fueron el incendio* de Moscú, la destrucción de su bizarro ejér cito y, finalmente, la abdicación del cetro que tantas veces había vibrado sobre laa cabezas de aquellos mismos monarcas qne se lo arrancaron de las manos* Volviendo al asunto del manuscrito ori-
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ginal del papiro, es de sentir qne no se conosc a s a paradero; pero se supone que, sien do una cosa tan delicada, no sólo por sn na turaleza, sino por los miles de afios qne contaba de antigüedad, debió de ser des truido en el saqueo general* Sin embargo, por si existiese aún por casualidad, se su plica encarecidamente al que lo tenga que lo haga saber al secretario de S. A* I*, p i diendo cuanto quiera por él; ó, si le parecie re mejor, puede depositarlo en el Museo im perial de Viena, donde le darán un recibo en debida forma, entregando los directores de aquel establecimiento una carta cerrada dirigida al secretario de &• A* I* en que se consigne la suma de dinero que demande el poseedor por vía de remuneración. Resta ahora al traductor decir algo sobre la naturaleza y calidad de las respuestas contenidas en E l O s í c u l o ó L i b r o d e l o s D e s t i n o s * En primer lugar, en c a t a t o á i o •• naturaleza, parecerá que algunas de las res puestas tienen una relación tan directa con las hábitos y costumbres del siglo presente, que casi se inclina nno á negarles el dere* cho de antigüedad que sin disputa poseen lae otras; pero se desvanecerá pronto esta idea si se tiene presente qne el mando siempre ha sido mundo y que lós hombres, con pequeñas diferencias accidentales, son los mismos en todos los países y en todas
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las edades, con los mismos vicios, las m is mas virtudes, los mismos deseos y las mis* mas propensiones» Siendo, además, cosa bien sabida que los antiguos egipcios cnltivaron las artes y las ciencias hasta nn estado d e perfección maravillosa; y como, por la m is ma razón, tuvieron qne pasar por los diver sos grados de civilización qne la generación actual, preciso es que se halle macha analo gía entre la situación de ellos y la nuestra. En segando lagar, y respecto á la calidad de las respuestas, es de advertir qne las h ay de cinco géneros, á saber: positivas, impera tivas, presuntivas, monitorias y condicionales. Traeré aquí cinco ejemplos, esto es, una de cada género, qne he escogido entre diez y siete respuestas dadas á varias personas qne han consaltado el oráculo desde qne está en mi poder. Principiaré por una positiva. Un caballero hizo la pregunta (véase N ° 17 de la tabla) que dice: «¿Me será fiel mi querida en mi ausencia?» Y la respuesta fué (Jeroglifico del Arado): «El cariño de la persona que amas no será puesto más que en ti.» Ejemplo de una respuesta imperativa. L a pregunta fué esta (N.° 6 de la tabla): «¿Seré yo afortunado ó desgraciado en el juego?» fiespuesta (Jeroglifico de tos Huesos (¡ñutados): «Guárdate de jugar en adelante dinero ni cosa que lo valga.»
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El caso de la respuesta presuntiva es éste. La pregunta fué la siguiente (N.° 28 de la tabla): «¿Encontraré yo alguna ves un teso* ro?» La respuesta fué tal, que al consultor no le quedó duda de que encontraría un te* soro; pero, al mismo tiempo, estaba acompa ñada de tan buenos consejos en cuanto ¿ la aplicación de la riqueza, cuales se requerían para un hombre de sus circunstancias y ca rácter: á saber (Jeroglifico del Cuerno de la Abundando): «Cuando encuentres un teso* ro, enseña á tu lengua á callar, y mira que hagas buen uso de tus riquezas.)» Como ejemplo de respuesta monitoria, puedo citar que una señora consultó al orá* culo con estas palabras {Pregunta 24 déla tabla): «Infórmame de todos los particulares de mi futuro marido.» La respuesta fué {Je roglifico del Arco y Flecha): «Considera bien si debes ai presente cambiar tu estado.» Finalmente, pondré por ejemplo de res puesta condicional la siguiente. Una madre de familia preguntó (NJ 19 de la tabla): «¿Serán mis hijos virtuosos y felices después de mi muerte?» La respuesta fué {Jeroglifico dé la Doncella ó signo de la Virgen): «En la crianza de tus hijos cuida que sea estricta la disciplina, pero no cruel; no pierdas oca sión de ilustrar su razón y ellos te bendeci rán en el colmo de su dicha.» Otra calidad se advierte eñ algunas de las
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respuestas, y es la estrecha semejanza que parece existir entre ellas y los m is favoritos axiomas morales que usaron naciones ilue* iradas de la antigüedad; pero, ¿habrá quien extrafie esto, cuando se sabe que el E gip to fué por mucho tiempo la residencia de los hebreos y que fué recorrido todo por los griegos y romanos, quienes después funda ron allí poblaciones Tampoco puede dudar se de que los hebreos, no sólo conservaron las artes que vieron cultivar en el país, sino que sus sacerdotes se hicieron de copias sa cadas de los libros que se uBabau en loe templos* También es notorio que los griegos y romanos hicieron lo mismo, pues que Herodoto y otros historiadores aseguran que to dos los oráculos, establecidos después en los Estados de Grecia y en otras partee, debie ron su origen á los libros encontrados en loe templos egipcios, que fueron saqueados más de tres mil afios hace. En este supuesto, no debe tampoco dudarse de que aquellos libros no eran más que meras copias de la obra original que ahora sale & la luz pública; por consiguiente, es natural la suposición de qne los axiomas morales de que he hablado arri ba fueron tomados de estos libros y de que, siendo tan admirados por los literatos de aquellos tiempos, fueron trasplantados á sus obras y publicados como originales* T al explicación, en cuanto á esta aparen-
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te identidad, dejará'satisfecho al cándido lector; pero, para ilustrar la materia todo lo posible, he creído que no estará de más el dar una razón circunstanciada, auténtica y muy interesante de los o r á c u l o s que hi cieron más ruido y son más famosos en las historias del Egipto y de la Grecia. E l traductor, al despedirse del público in glés, solamente tiene que afiadir que E l O b á c u l o ó L i b r o d e l o s D e s t i n o s es obra adaptada á todas las personas de cualquier sexo, estado, edad ó condición que sean y en la que todo el mundo encontrará máximas muy saludables: el caso es que sepan apro* vecharse de ellas. H. KIRCHENHOFFER. Londres, l.° de Jonlo de 1822*
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INTRODUCCIÓN
truir un edificio ó casarse, eran todos moti vos suficientes para ir ¿ inquirir la voluntad de los dioses. El linaje humano, en el hecho de consultarlos, manifestaba qne daba ciega obediencia á los dictados de la divinidad; y así, cuando recibía el hombre una respuesta favorable, obraba con más espíritu y vigor, bien penetrado de que su empresa tenía la aprobación del cielo. En ^virtud de esto, nada tiene de extrafio que hubiese tantos parajes consagrados al cuito de los oráculos. La pequefia provincia de Boecia ostentó en algún tiempo veinticinco oráculos y el Peloponeso contaba el mismo número d o ellos. No sólo los dioses llamados supremos fueron objeto de esta clase de adoración, sino que, con el tiempo, fueron admitidos los héroes á los mismos honores y los oráculos de Trofonio y Antinoo bien pronto rivalizaron en fama con los de Apolo y Jú piter. Los más célebres de la antigüedad fueron los de Dodona, Delfos, Júpiter Am* nón, etc. El templo de Delfos parecía vincu lar la supremacía sobre los otros; su fama se había extendido mucho más y sus rique zas eran tan vastas, que, no sólo los particu lares, sino los reyes y ejércitos numerosos le hicieron varias veces objeto de saqueo y rapacidad. El modo de pronunciar los oráculos era vario. En Delfos era una sacerdotisa la que
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daba las respuestas, á las qae acompañaban demostraciones de locara 6 fañosa des* esperación. E n el templo de Dodona, no sólo majares, sino también palomas hadan de ministros del oráculo; 7 el feligrés supli cante más de ana ves se asustó al oir las* solicitadas respuestas que salían del caduco tronco ó de las extendidas ramas de la cer cana encina. Amnón transmitía sus respues tas de nn modo llano 7 sencillo; pero An dado exigía muchas ablaciones 7 ceremo nias preparatorias 7, generalmente, comuni caba sus respuestas á los suplicantes en sueños 7 visiones. Algunas veces, las prime ras palabras que se oían después de salir del templo se consideraban como respuestas de los oráculos y, otras veces, la inclinación ó meneo de la cabeza de la estatua, el movi miento de los peces en el estanque inmedia to ó la repugnancia á comer el alimento que se les echaba, eran tan inertes 7 válidas señales de la voluntad de los dioses como las más explícitas y difusas explicaciones. Todavía es materia do disensión entre los eruditos si las respuestas eran dadas por los espiritas malos ó si procedían de la im postura de los sacerdotes» La impostura 7 el engaño no pueden, sin embargo, durar mocho 7 la falsedad se destruye pronto á sí misma; pero es verdad también que no es más que su forma la que se destruye 7 que
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INTRODUCCIÓN
luego resucita de b u s cenizas bajo otra dife rente y con color diverso: tal es la fragilidad é incertidumbre de la naturaleza humana. Por eso se ve la facilidad con que, hasta-en los siglos ilustrados, las gentes creen en sue ños, profecías y.accidentes imprevistos; y lo cierto es que, siendo inescrutables los altos juicios del Todopoderoso, nadie puede saber las vías ó instrumentos de que se sir ve para enseñar á los mortales. Muchos han creído firmemente que al nacimiento de Cristo enmudecieron todos los oráculos de la tierra; pero no f ué tan repentino su silen cio, aunque desde aquella gloriosa época empezó su decadencia. Todavía continuaron con alguna reputación y eran consultados* aunque no con tanta frecuencia, hasta e l siglo iv , en que el cristianismo empezó á tomar preponderancia sobre el paganismo* Los oráculos se dejaron sobornar frecuen temente. Alejandro así lo hizo, aunque se sabe que Lisándro no pudo conseguir su in tento de ganar á los sacerdotes. Herodoto, que fué el primero que habló de la corrup ción que reinaba en los templos de los oráculos de Egipto y Grecia, ha sido por ello tratado con severidad por el historiador Plutarco. Otro testigo de esta corrupción ee Demóstenes, quien, para denotar que los oráculos de Grecia eran los instrumentos serviles de la voluntad de Filipo, rey do
INTRODUCCIÓN
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Macedonia, se valió de esta palabra: Los
Oráculos filipizan. Cuando la sacerdotisa se creía inspirada» sus ojos centelleaban de repente, se le eri zaban los cabellos y todos sus miembros eran acometidos de una convulsión general* En este estado pronunciaba los oráculos» muchas veces coa horribles gritos y alari dos, y sus palabras iban anotándolas los sacerdotes y poniéndolas en orden. Otras veces las inspiraciones eran más suaves y s in violencia. Plutarco hace mención de una de estas sacerdotisas que se puso tan sumamente furiosa, que, no sólo los que iban á consultar el oráculo, sino hasta los sacerdotes que la habían conducido al sa grado trípode y estaban acompafiándola des* de el principio de su inspiración, se salie ron á todo correr del templo, sobrecogidos de terror y espanto; y fuá tan violento el paroxismo, que la infeliz continuó algunos días penando en las más crueles agonías, hasta que rindió el espíritu. L a Pitonisa de Belfos, antes de sentarse en el trípode, se lavaba todo el cuerpo, y particularmente los cabellos, en las aguas de la fuente Cas talia. á la falda del monte Parnaso; también sacudía un árbol de laurel que había cerca del templo y algunas veces comía las hojas de que estaba coronada. Las sacerdotisas se presentaban siempre
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vestidas en hábito de vírgenes, para deno* tar su modestia y pureza, y se obligaban á guardar las más estrictas leyes de templan* za y castidad, para que ni los vestidos de moda, ni una conducta menos pura pudi& sen en ningún tiempo acarrear el desprecio de la dignidad, la religión ó la santidad» Al principio no hubo más que una, Pitonisa, además de los sacerdotes subalternos; pero después se elegían dos y á veces más. La más célebre de todas fué Femonee, quien algunos suponen haber sido la primera que pronunció oráculos en Delfos. Por algún tiempo se pronunciaron los oráculos en ver sos hexámetros, cuya costumbre se cuspen* dió después. La Pitonisa era consultada so lamente un mes al afio, por la primavera. Se requería siempre que los que consultaban al oráculo hiciesen ricas ofrendas á Apolo, de donde viene la opulencia, esplendor y suntuosidad del célebre templo de Delfos. También se ofrecían sacrificios á la divini dad y, si los agüeros resultaban adversos, re negaba á responder la sacerdotisa. Qene* salmente, asistían á los sacrificios cinco sa cerdotes y otro acompañaba á la Pitonisa y la ayudaba á interpretar el oráculo. Habiendo dado ya una idea general de es* tos célebres establecimientos, ahora entraré en la descripción particular de los más famo sos y que más ruido hicieron en el mundo.
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O B Á C U L O D E D E LFO S Delfos fué antiguamente la capital de la Focia, en Grecia, y , al mismo tiempo, muy celebrada por sa templo y oráculo de Apolo, llamado Pitio por los poetas, y cuyo nom bre le vino de la serpiente Pitón que mató en aquel paraje. Pausanias, sin embargo, dice que este nombre de Pitio se le dió á Delfos Pitis, hijo de Delfo y nieto de Id* coro. Los historiadores griegos llaman Del fos ó esta ciudad, suponiendo algunoe que trae el nombre de Adelphm, que quiere de cir hermanos, porque Apolo y su hermano Baco eran al mismo tiempo adorados allí; y otros, con más probabilidad, son de opinión que el nombre nació de su propia significa ción, puesto que Delphos quiere decir yer* mo ó solitario, por alusión á lo retirada que está la ciudad en medio- de las selvas. Justino duda qué era más digno de ad miración, si la fortificación de la plaza ó la majestad *del dios que acordaba los orácu* los. £1 templo de Apolo ocupaba un grande espacio y muchas calles desembocaban en él. £1 primer descubrimiento que echó los cimientos de la extraordinaria veneración en que era tenido el oráculo de Delfos y de las inmensas riquezas acumuladas en su templo se dice que fué hecho por unas ca*
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brasque andaban paciendo por el monte Par* naso, cerca de una muy grande y profunda caverna que tenfa una entrada angosta. Ha* biendo notado el cabrero Coretas que aque llas cabras triscaban, brincaban y berreaban de un modo extraño, emitiendo sonidos ra ros al acercarse á la boca de la caverna, le vino la curiosidad de reconocerla y se halló él mismo poseído del mismo accidente de locura: saltando y dando cabriolas, pronos* ticaba al mismo tiempo lo futuro. A esta novedad, las gentes iban en tropel al paraje, apoderándose de algunos tan fu rioso entusiasmo, que se arrojaban de ca beza en la caverna, de manera que fué ne cesario publicar un bando prohibiendo á todos acercarse á ella. Desde entonces fué tenido en gran veneración este lugar mara villoso, el cual fué luego cercado y cubierto con una enramada de laurel en forma d e barraca, que servía como de ermita. É sta , según tradición de los focios, fué rodeada de otra, de cera formada por abejas. Después se construyó una tercera, de cobVe macizo, que se decía haber sido obra de Vulcano. Habiendo sido ésta destruida por un te rremoto, según algunos autores, y, según otros, por un fuego que derritió el cobre, se edificó un magnífico templo, todo de piedra de sillería, por los dos famosos arquitectos Trofino y Agem&des.
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E ste edificio fué asolado en la olimpiada 68, ó 648 años antea de la venida de Cristo. Loa Anfictionea ofrecieron encargarse de levantar otro; pero los Alciméónides, fam i lia muy rica de Atenas, fueron á Delfos y alcanzaron el honor de reedificar el templo, q u e resoltó aun más magnífico que lo que habían al principio prometido. Las riquezas d e este templo, acrecentadas por las donamonea de los que le frecuentaban y consul taban al oráculo, le expusieron á varios sa queos. Los Galos, á las órdenes de Breno, pasaron allá también con el mismo objeto com o 278 años antes de la era vulgar; pero fueron rechazados con gran carnicería. H asta que, por fin, Nerón fué él último que l e robó quinientas de sus más preciosas estatuas de bronce y de oro macizo. No se ha podido averiguar con certeza la época de la fundación de este oráculo; lo que se sabe de positivo es que no fué Apolo e l primero que fué consultado en este tem plo. Esquilo, en su tragedia de Euménides, dice que Terra fué la primera que transmi tió oráculos en Delfos; luego, Temis, y, despuée, Febe, otra hija de Terra» y, según se dice, madre de Latona y abuela de Apolo* Pausanias afirma que Terra y Neptuno ha bían pronunciado oráculos en este lugar an tes que Tem is; y otros dicen que también Saturno fué consultado allí. Por último, el
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oráculo de Apolo fuá el que se consolidó y se hizo permanente; y fué tan grande gu reputación y tal el gentío que de todas par tes acudía á consultarle! que las riquezas que de este modo se habían acumulado en el templo y en la ciudad se comparaban con las de los reyes de Persia. Por el tiempo en que se descubrió este oráculo, todo el misterio que se requería para obtener el don de profecía se dice que nó consistía más que en acercarse á la ca verna y respirar el vapor que salía de ella, con lo que quedaban inspiradas todas las personas sin distinción; pero, como se ha dicho, habiéndose arrojado varios de ca beza en el exceso de su furia, se creyó d e necesidad idear un medio de evitar tales* accidentes, que ocurrían á menudo* Por con* siguiente, los sacerdotes pusieron sobre la boca de la caverna por donde salía el vapor un banquillo llamado trípode, porque ten ía tres pies, y dieron á una mujer el cargo d e sentarse en él, donde podía sin riesgo re* cibir el vapor, porque, los tres pies del trípo de estaban asegurados de firme en la peña. Esta sacerdotisa fué llamada Pitonisa, nom* bre que le vino, según unos, de la serpien te Pitón, que mató Apolo, y, según otros, de la palabra griega puthesíkia, que significa inquirir, porque las gentes venían á Delfos á preguntar á esta deidad lo que ignoraban».
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L a s primeras mujeres que obtuvieron esta dignidad eran vírgenes y escogidas con gran precaución; pero, en rigor, no era necesaria o tra calidad que saber hablar para repetir lo s dictados del dios que era consultado. É sto lo hacían aplicando el oído ¿ una de la s cornetas del altar y escuchando la voz de a n o de los sacerdotes de Apolo, ¿ quien se le comunicaba la pregunta.' E ste sacerdote, q u e estaba cerca del altar en lo interior del tem plo, después de haber sido asistido por su s colegas en las necesarias devociones y sacrificios, abría el L IB R O D E LO S D E S T IN O S , depositado en el templo, y , después d e rezar muchas oradones, resolvía los pro blem as propuestos. L a respuesta, que por la naturaleza del caso en cuestión era á me nudo condicional,.se comunicaba á la sacerdótista sentada en el trípode y ella, después d e varias ceremonias, la transmitía á la in dagadora m ultitud ó a l individuo que en lo privado iba á consultar al oráculo. Por mucho tiem po continuó la costumbre d e escoger doncellas jóvenes; hasta que una d e ellas, que era sumamente hermosa, íu é deshonrada por on mancebo de Tesalia. Entonces se estatuyó una le y para que no fuese electa ninguna mujer de menos de cincuenta años. A l prinripio sólo había una sacerdotisa; pero después había dos ó tres. No se pronunriaban los oráculos todos los
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días; pero, en algunos casos, se hacían do nes y sacrificios por largo tiempo y á veces por todo el afio; solamente una vez al afio, en el mes Bosión', que caía á principios de la primavera, era cuando Apolo inspiraba á la sacerdotisa, á quien le estaba prohibido, so pena de la vida, el ir al santuario á consultar á Apolo fuera de esta época* Alejandro Ma¿no fué á Delfos, antes d e su expedición al Asia, en uno de aquellos días en que estaba cerrado el santuario y rogó á la sacerdotisa que subiese al trípo * de, á lo que ella se negó redondamente, fu n dándose en la ley que se lo prohibía* Aquel príncipe, que era naturalmente impetuoso, se impacientó y sacó por fuerza á la sacer dotisa de su celda: ella, al verse conducida violentamente al santuario, exclamó: «¡Hijo m ío , t ú e r e s in v e n c ib l e !». Alejandro, que oyó estas palabras, las tomó por la verdade ra expresión de la voluntad de los dioses y dijo que ya estaba satisfecho y que no que ría consultar más oráculo* Debe advertirse aquí, sin embargo, que frecuentemente se hacían grandes é innece sarios aparatos para dar al oráculo más aire de misterio y para infundir respeto y aca tamiento* Entre otras circunstancias con~ cernientes á los sacrificios que se ofrecían, la sacerdotisa misma ayunaba tres días y, antes de sentarse en el trípode, se bailaba
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6Q la fuente Castalia, bebía de sus agnae y mascaba'hojas de laurel cogidas en ana inmediaciones: luego la acompañaban los sacerdotes hasta dejarla sentada en el trí pode. Según iba recibiendo el divino aliento que decían salir de la caverna» pero que no era más qne el humo del incienso que se que m aba para dar más misterio á la ceremonia, se le erizaban los cabellos, se le torcía el rostro, echaba espumarajos por la boca y, en fio, se apoderaba de todo su cuerpo una general convulsión que le bacía parecer energúmena. En esta situación intentaba es caparse de entre los sacerdotes, quienes la retenían por fuerza, mientras ella bacía re tumbar todo el templq con sms gritos y ala ridos ó infundía en los circunstantes un santo terror. Por último, incapaz de resistir al impulso del dios, se sometía á su voluntad y, á cier tos intervalos, emitía como del fondo del es tómago ó del vientre, mediante el arte del ventriloquismo, algunas palabras inconexas, que los sacerdotes ponían en orden, dándo les la forma de verso y cierta coherencia que no tenían cuando eran pronunciadas por la sacerdotisa. Expresada la voluntad del oráculo, la sacerdotisa era bajada del trípode y la volvían á su celda, donde per manecía varios días para restablecerse. E l
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español Lucano nos dice que muchas veces la consecuencia de su entusiasmo era una muerte inmediata. Gomo las respuestas del oráculo iban á dar á manos de los sacerdotes que acompañaban á la sacerdotisa 7 éstos, preciándose de poetas, las ponían en m ise rables versos, tomaron de aquí ocasión los maldicientes para satirizar aquellos ritos con la graciosa bufonada de que Apolo, tiendo principe de loe musas, era.' el peor dé
loe poetas. Los sacerdotes 7 sacerdotisas á CU70 cargo estaban las respuestas de) oráculo, tampoco se vieron libres de la culpa d e fraude é impostura, 7 aun se citan m uchos casos en que la sacerdotisa no fué superior al soborno. De aquí se originó el haber per suadido á los lacedomonios á ayudar al pu e blo de Atenas á la expulsión de los trein ta tiranos. De aquí vino también el haber o b li gado á Domarato á desnudarse de la d ig n i dad real, para hacer lugar á Oleémonos, 7 e l haber sostenido a) impostor Lisandro, cu an do procuró cambiar la sucesión al trono d e Esparta. Tampoco es improbable que Tem ístodee, conociendo la importancia de hacer la g u e rra por mar á los persas, fuese el que d ic tara al dios la respuesta que éste dió por medio de su oráculo: que se defendiesen son
murallas de madera.
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Estas respuestas eran también equivocas muchas veces. Asi es que, estando Creso para invadir á los ¿nedos, consultó al oráculo sobre el éxito de la guerra y recibió por respuesta que, en pasando el río Halis, ga naría un grande imperio; con lo que le que dó la duda de si este imperio sería el suyo propio ó el de sus enemigo?. De la misma clase y más ambigua fué la respuesta que dió á Pirro,©] mismo oráculo:
Ato te, JEaciia, Romanos vincere posee. Lo cual quiere decir dos cosas opuestas, esto es, que él podía vencer á los romanos y que los romanos podían vencerle á él. O R Á C U L O D E D ELOS E l oráculo de Apolo en Délos es uno de los más famosos del mundo, no sólo por su antigüedad, sino por la riqueza de las ofren das dedicadas á aquella divinidad y por el numeroso gentío que de todas partes iba allá á buscar consejos, en cuyo respecto aventajaba, no solamente á los demás orácu los de los otros dioses, sino á los suyos mis mos de otras pattes, excepto sólo el de Delfos. Algunos autores dicen que el nom bre de Délos lo debió la isla al modo claro y sencillo con que daba allí las respuestas el oráculo, contrario á la ambigüedad que se observaba con otros parajes; pero sólo era
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consultado en el verano» en cuya estación fijaba Apolo en aquella isla su residencia» yendo á pasar el invierno en Patara, ciudad déla Libia* Las ofrendas que llevaban los fie les las depositaban sobre el altar que» según decían» había sido erigido por el mismo Apolo cuando tenía sólo cuatro años de edad y estaba formado con los cuernos de las cabras que había matado Diana en el monte Cintio. Este altar se conservaba puro y limpio de sangre y de cualquiera otra pro* fanación desagradable á Apolo* L a isla era un asilo para todo animal viviente» excepto los perros, á los que no se les permitía en* trar allí* Las deidades nativas» Apolo y Diana, te nían tres magníficos templos en la isla. E l de Apolo, según Estrabón (lib. X), fué em pezado por Erisiapto, hijo de Gécrope» quien, según fama» poseyó la isla por los afios 1663 antes del nacimiento de Cristo; pero fuó agrandado mucho después y hermoseado á costa de todos los Estados de Grecia. P lu tarco dice que era uno de los más suntuosos edificios del universo y pinta su altar como acreedor ¿ ocupar un lughr entre las siete maravillas del mundo. La inscripción que había en este templo, según Aristóteles (Éthic. I. 1» c. 9), era la siguiente: La más hermosa de todas las cosas
es la justicia; la más útil es la salud; y la más
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agradable, es la posesión del objeto amado♦ Alrededor del templo babía pórticos mag níficos, construidos á expensas de varios príncipes, según se colige de las inscripcio n es que han quedado, legibles todavía. Las islas vecinas enviaban cada afio una com pañía de doncellas ¿ celebrar con danzas las fiestas de Apolo y de Diana y á presentar ofrendas á nombre de sus respectivas ciu dades. Délos f ué tenida en tanta reverencia por las más de las naciones, que hasta los per sas, después de haber asolado las otras is las y destruido en todas partes los templos de los dioses, la respetaron á ella; y Datis, almirante persa, no permitió fondear en su puerto. O R Á C U L O D E AM NÓN £1 templo de Júpiter Amnón estaba en lo s desiertos de la Libia, á nueve jornadas d e Alejandría. En él había un famoso orácu lo que, según tradición antigua, fuá estable cido, como 18 siglos antes del tiempo de Au gusto, por dos palomas que volaron de la Tebaida y fueron, una á Dodona y la otra á Libia, donde las gentes fueron al instante informadas de su divina misión. E l oráculo de Amnón fué consultado por Hércules, Peraeo y otros; pero cuando declaró & A le-
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'andró por hijo de Júpiter» vino a b a l e o den establecida reputación por adulación tan grosera, de modo que en tiempo de Pin* tarco apenas era y a conocido L a situación del templo era muy alegre: habla allí cerca una fuente, cuya agua salía Iría á medio día y á mfedia noche y caliente por mañana y tarde. Había más de cien sacerdotes en el templo; pero solamente los más ancianos pronunciaban los oráculos. También había un oráculo de Júpiter Amnón en Etiopía.
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O R Á C U LO D E DODONA Dodona era una ciudad de Tresprocia, en el Epiro, y allí cerca, sobre un pequeño co llado llamado Tamaro, había un célebre oráculo de Júpiter. L a ciudad y el templo del dios eran obra de Deucalión, posterior al diluvio universal. Se suponía ser el oráculo más antiguo de toda la Grecia y era. tradi ción de los egipcios, según Herodoto,que fué fundado por una paloma, lo mismo que se ha dicho del oráculo de Amnón. Habiendo ido á . Dodona una de las dos palomas que volaron de la Tebaida, con voz humana una y otra comunicaron á las gentes, en sus respecti vos lugares, que Júpiter había consagrado aquella tierra para pronunciar oráculos en lo sucesivo. La extensa arboleda que rodeaba el templo de Júpiter estaba dotada del don
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d e profecía, y m uy á menudo se oyeron las respuestas que daban las encinas sagradas y las palom as que se albergaban en ellas. E sta tradición fabulosa del don de profecía de las palom as la explica Herodoto diciendo qne unos fenicios sacaron dos sacerdotisas del E gip to , ana de las cuales fijó su residencia en Dodona, donde estaba el oráculo. Tam b ién es bueno advertir que esta fábula pudo haber tenido principio en el doble significa* do de la palabra peleiai, que quiere decir palom as en la mayor parte de la Grecia, m ientras que en el dialecto de los epirotas denota muyeres viejas. En los tiempos m uy remotos solían pronunciarse los oráculos por el marmullo de la cercana fuente: pero luego se varió esta costumbre y se colgaban al aire unas calderas grandes, cerca de una estatua de bronce, la cual tenía un palo en la mano. Cuando soplaba recio el viento, la estatua se agitaba y pegaba á una de las calderas, la cual daba contra la otra y ésta contra la inmediata, y asi las demás, for mando aquel ruido ó sonsonete discordante y prolongadó que se deja oir en iguales ca sos, del cual los sacerdotes sacaban sus pre dicciones. Algunos suponen que el ruido era ocasionado por el movimiento de las hojas y ramas de una encina vieja, á la cual con sultaban las gentes frecuentemente, y que rían decir que recibían de ella las respues-
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tas. Es m¿s probable, sin embargo, que fue sen los sacerdotes los que dictasen las res puestas, estando escondidos detrás de las encinas, para hacer creer al pueblo que los árboles estaban dotados del don de profecía» Como en la construcción del navio Argón entraron algunas de las encinas del bosque de Dodona, algunos de sus tablones pronun ciaron oráculos á los argonautas, advirtién doles de la aproximación de alguna calami dad. En el bosque de Dodona habla una fuente de agua fresca, que tenia la virtud de encender una antorcha así que la tocaban. Esta fuente estaba enteramente seca al me dio día y corría copiosamente á media noche: desde esta hora hasta el medio día siguiente iba menguando hasta quedar sin una gota. A l principio, los oráculos de Dodona eran pronunciados por hombres; pero luego lo fueron por mujeres. LOS AU G U R ES ROMANOS Los augures eran ciertos sacerdotes de Roma que pronosticaban los áucesos futu ros, viniéndoles el nombre de ab avium garritu, esto es, del chirrido de las aves, por ser de éstas de donde principalmente sacaban sus observaciones. Primeramente, fueron creados tres augures por Rómulo; Servio Tuüo añadió otro; los tribunos de la plebe,
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en el afio 454 de la fundación de Boma, acre centaron el número hasta nueve, y . Sila Agregó seis más durante en dictadura. Todos formaban un colegio y el jefe de ellos se llam aba Magister Collegi, á quien nosotros llamaríamos Decano del Coiegio. E ste empleo era de gran dignidad; no podían ser desti tuidos, aunque fuesen convencidos de delito, exención que no tenían los demás sacerdo tes de Boma. E l augur se sentaba, por lo común, en una torre alta para hacer sos ob servaciones; se ponía mirando al Oriente, de jando, por supuesto, á la izquierda el Norte y el Sor á la derecha. Entonces, dividía el cielo en cuatro partes con on báculo corvo, que es lo mismo* que decir que h ad a ana croz en el aire, y luego sacrificaba á los diob s s , cubriéndose la cabeza con la toga. De cinco cosas sacaban generalmente los agüe ros; la primera consistía en observar los fe nómenos del cielo, como los truenos, relám pagos, cometas, etc.; la segunda, el chirrido ó vuelo de las aves; la tercera, los pollos sa grados, cuya ansia ó indiferencia por comer el alimento que les echaban se consideraba un signo feliz ó aciago; la cuarta, los cua drúpedos, teniéndose por bueno ó mal agüe ro según por donde pasaban ó si se veían en algún paraje desacostumbrado; la quinta cosa, en fin, de que sacaban sus agüeros, eran los accidentes ó casualidades que aconte-
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dan, que los romanos llamaban diros, como derramar sal en la mesa ó vino en los ves tidos, oir algún raido extrafio, tropezar ó estornndar, encontrar nn lobo, liebre, zona ó ana perra prefiada. De aqní sacaban los romanos sus profecías. La vista de los pája ros á la izqnierda se tenía por de buen agüe ro, y así las palabras ainister y Icsbus, atra que generalmente consideradas como acia gas, eran osadas por los ángaros en sentido propido. LIBRO D E LA S SIB ILA S Llegóse en cierta ocasión ana vieja ex tranjera á Tarqnino el*Soberbio, rey de Roma, queriendo venderle nneve libros, co pias sin dada del L ib b o d e l o s D estinos ^ pero que ella decía ser los oráculos de las Sibilas. Parecióle al rey demasiado el precio que pedía por ellos: la vieja se fue y quemó tres ¿e ellos y, volviendo al rey con los otros seis, le pidió el mismo precio. Tarqnino no hizo más qoe reirse de la humorada; pero la vieja se fué otra vez, quemó otros tres, y luego volvió de noevo al rey con los tres res tantes pidiendo el mismo dinero que había pedido desde un prindpio por los nneve. Esto excitó la atendón del príncipe, quien entrevió algo maravilloso en aquel proceder de la vieja y mandó llamar ¿ los augures
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para consaltar con ellos lo qae debería ha cerse. Estos le hicieron saber, laego que cum plieron con los sacrificios y ceremonias de su dignidad, que había cometido un acto de im piedad rehusando un tesoro que le había mandado el d élo y le ordenaron que diese á la vieja cuanto le pidiese por los libros que quedaban. La mujer redbió el dinero y en tregó los eseritos y, encargándoles solamen te que los conservasen inviolables de todos modos, desapareció inmediatamente. Dos caballeros romanos fueron nombrados des pués para guardar estos oráculos, que eran custodiados en el Capitolio con todo el cui dado imaginable en un arca debajo de tierra. N o se podían consultar sin una orden espe cial del Senado, la que nunca se concedía sino después de alguna notable derrota, cuando se levantaba algún gran motín ó se dición en el Estado, ó en ocasión semejante. E l número de sacerdotes, lo mismo en ésta que en las demás órdenes, fué va rias veces alterado. Los Duumviros conti nuaron hasta el año 388 de la fundación de Rom a, cuando los tribunos de la plebe pro mulgaron una ley que disponía la elección d e diez individuos para este servicio, parte d e la nobleza y parte de la plebe. Desde aquí empezaron los Decemviros que conti nuaron hasta el tiempo de Sila, que nombró los Quindecimviroe, siendo dictador. De las
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Sibilas poco tenemos que decir! sino que, generalmente, los autores convienen en que fueron diez, fundándose, sobre todo, en la autoridad de Varron; aunque algunos dicen que fueron nueve; otros, cuatro; otros, tres, y no falta quien diga que no hubo más de una. Todas vivieron en diferentes siglos y países, todas fueron profetisas y, según la opinión común # predijeron la venida de nuestro Salvador. En cuanto á sus escritos, Dempster nos dice que estaban en lienzo. Solino añrma que los libros que compró Tarquino fueron quemados en el incendio del Capitolio el afio anterior á la dictadura de Sila. Sin embargo, había otros escritos, ó á lo menos, copias ó extractos de ellos, re cogidos en Grecia.y otras partes por orden del Senado, que fueron conservados con el mismo cuidado que los primeros; hasta que, en tiempo de Teodosio el Grande, habiendo abrazado la máyor parte del Senado la reli gión cristiana, dejaron de ser de moda; y luego, al fin, Estilico los quemó todos en el reinado de Honorio, por lo cual es censura do con acrimonia por el poeta Bu ti lio.
P A S T O R A L DE B A L A S P IS POR MANDADO
HERMES i
DK
TRIM EGISTO ,
LOS SACERDOTE8 DEL GRAN TEMPLO
[Sacerdotes de los tebanos! [Siervos del gran templo de H ecatómpilos ! ¡Vosotros, que en la Ciudad sagrada de Dióspolis ha béis consagrado la vida al servicio del rey de los dioses y de los hombres! ¡H e b -
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mes O), fiel intérprete de la Osibis , salad y paz os envía!
voluntad de
Es la voluntad de los dioses, reunidos en grande asamblea, que vuestra vida se conservé pura y sin mancha. Es también su soberana voluntad que continuéis instruyendo á las naciones hasta donde les es permitido saber. Es igualmente del gusto del Grande O siris, que está sentado sobre su trono de nu* bes y rodeado de las deidades inferiores, él que reveléis ¿ sus súbditos, á todos sus hi jos de la tierra, cuanto concierna á su futa* ro destino y las materias que encontréis es* critas en el libro de los litaros:— E L R O LLO ESCR ITO D EL HADO D E L HOMBRE, en comendado ahora ¿ vuestra salvaguardia, y que ejecutéis esto estricta y fielmente, sin temor de peligro ni esperanza de galardón, (1) Los egipoios atribulan las principales invencio nes para el aso de la vida humana á H srhbs T rikegxbt o , sabio altamente venerado entre ellos, como Zoroaatro lo era entre los persas; y, como todos los pueblos que no pueden fijar la antigüedad de su origen, preten dían que sus obras hablan resistido á todos los emba tes y trastornos de la Naturaleza, incluso al diluvio universal. Por otro nombre le llamaban Thoth, y a«u sacerdotes mantenían constantemente que todo el sa ber y fi osofía del mundo, así como todas las revela ciones de los oráculos, se habían derivado de los jero glíficos estampados en los pilares que él' había cons truido y de los sagrados libros que habla dejado es critos.
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según todas las preguntas que se os hicieren» ya sea por particulares» por tribus» por se tteres de estados ó conquistadores de na ciones. Osiris ordena á los siervos de su predi lecto santuario que no muestren parcialidad por ninguno» por distinguido que sea, en las respuestas que deberán dar» sacadas de este libro. Háganse sacrificios é invocaciones; pregúntese con grande fe y humildad; y» cuando el adivino haya consultado los ro deos y laberintos del problema según las instrucciones que van á continuación» escrí base el resultado y pásese á manos del prin cipal profeta 6 profetisa que esté en el asiento de tres pies, quien leerá é interpre tará la respuesta de Hermes al demandante, en presencia de toda la gente que se haya reunido. T el profeta ó profetisa no leerá ningún escrito sino el verdadero que le haya sido entregado por el sacerdote que esté ofician do en el sacrificio; y el sacerdote no añadirá ni quitará nada de lo que encuentre ser la verdadera respuesta á la pregunta propues ta» como se contiene en el L ibro de los Destinos , ni substituirá una respuesta por otra* antes bien, seguirá en todo las instruc ciones aquí dadas. E l más alto entre los dioses ordena igual mente que no se ofrezca ni reciba ningún
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cohecho ó soborno ni don privado por el individuo que vaya á consaltar, ni por el sa cerdote que responda á la consulta; qae toda ofrenda sea libre y espontánea y que se ponga sobre el altar después de consumado el sacrificio y en presencia de todo el mundo* Los sacerdotes que contravinieren á esto serán en el mismo instante derribados y Clavados contra la tierra por los penetrantes y abrasadores rayos que el Grande (kirie, hablando desde las nubes, arroja coando está airado contra los mortales que le oten* den.—-Guardaos, pues, de ofenderle en este punto. Ordénase, además, que custodiéis este li bro con el mayor cuidado, que ninguno sea osado á poner las manos en él9 sino los sa cerdotes, y que sea guardado en una arca de alabastro, que se depositará debajo del altar en medio del templo. Se manda igualmente qué se saquen copias del libbo , confórmela ocasión lo requiera, y se remitan á los sa cerdotes de los demás templos de la tierra; y que también se depositen en los sepulcros de los reyee y de los sumos sacerdotes, del modo siguiente: Cuando el cuerpo haya sido embalsamado y bien envuelto en tela fina, póngase el rodo escrito bajo la tetilla izquierda y luego cíña se el vestido sobre él, de modo que quede bien asegurado, cubierto y oculto á la vis*
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te. Entonces será el cuerpo acompasado por los príncipes, sacerdotes y pueblo al lugar de su sepultura, donde se le debe en* ten a r con honor, erigiendo encima un fuer* te y durable monumento.
KM BE EKHTM It U VEIM IEIB IESPBESTA 4 u mmn ncu u «tiento Cuando cualquier hombre ó mujer yaya á haceros, ¡oh, sacerdoteel, alguna pregunta, haced que se presenten las ofrendas y se efectúen ios sacrificios al mismo tiempo que los siervos del templo eleven á lo alto las invocaciones en cánticos armoniosos. Restablecido el silencio, el adivino encar gará al extranjero que vino á consultar al Oráculo que con una calla mojada en la sangre del sacrificio (D marque dentro de un círculo formado con los doce signos del Zo(1) E l traductor e n e de su deber Advertir aquí que di sebe por experiencia oae pueden dispensarse les m¿8 de estas ceremonias. En las oonsnltas que se basan a l O s í c u l o 4 L ib r o d k l o s D e s t in o s puedes omitir» se él círculo y signo .del Zodiaco y, en lugar de una eafia mojada en sangre, él y sus amigos han usado constantemente, y siempre con buen éxito, ana ploma con tinta común y otras veces an lip is ó un carbón. Los dones, sacrificios é invocaciones también son oo» sas superfinas en tierra de cristianos; pero, en su lugar, es de abeoluta necesidad que el consultante orea en Dies á pifio Serrado y venere sus inescrutables vías.
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disco cinco hileras de rayas, derechas ó in clinadas, al modo de éstas: | | | | I I I | | | | | | | | teniendo cuidado de qae en cada hilera se vean claramente más de doce rayas, porque deben ser siempre más qae los signos del Zodiaco; pero es menes ter que no ponga ningún estudio en el nú mero de ellas ni cuente las que ha marcado, sino, antes bien, debe rayarlas á bulto y lle vando la cafia á toda prisa, atendiendo so lamente á que salgan más de doce, de modo ue las que resolten de más sean debidas la pura casualidad. E l adivino contará luego de izquierda á derecha las rayas de cac|p hilera, separando las doce primeras con una coma, de esto modo ú otro semejante: I | | I | I | | | | | | i | | | y contando las restantes, p a n saber si son pares ó turnes* Si las rayas de la hilera, ó lo que es lo mismo, las que pasan de doce son nones, el adivino pondrá á la derecha una estrellita ó asterisco, y si son pares pondrá dos; ope ración que repetirá en todas las hileras. Para mayor claridad, se pone un ejemplo en el or den siguiente:
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E sta columna de estrellas sirve a l adivino de sefial para descubrir el hado del consal* tente, qaien ahora debe mirar caál de las preguntas que se hallan en el bollo bsorito (l) es la qne le conviene hacer y la pro* nanciará inmediatamente con claridad y distinción, del modo qne está escrita, sin quitar ni poner nada en ella; y mientras qne la está leyendo, apuntará al número de la pregunta coq el índice de la mano is* qnierda. E l adivino, revestido de sus ornamentos y después de haber invocado á O szbis , pondrá el índice de su mano derecha donde el con saltante tenía el mismo dedo de su izquier* da, luego buscará entre los signos ó colum* na de estrellas puestas sobre los jeroglíficos aquel signo ó columna que sea igual á.la que resultó de las rayas tiradas por el que hizo la pregunta. Encontrada en dicho paraje la misma columna de estrellitas por el adivino, éste debe poner en ella el índice de su mano izquierda; hecho esto, moverá dichos dos dedos índices de derecha é izquierda, for mando un ángulo recto hasta que se encuen tre uno con otro, que ha de ser precisamen te sobre uno de los jeroglíficos, lo cual debe tenerse presente, y el adivino debe buscar (1) Véate la tabla al fin del libro, la cual contiene lw presuntas, sisaos y jeroglíficos.
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en otra parto del bollo sbobito otro jeroglífleo igual, á la cabeza de las respuestas, que también se hallan escritas. Después de ha berle hallado, se registrarán las columnas de puntos que están puestas á la izquier da de dichas respuestas, hasta encontrár la misma que salió trazada por casualidad ó fob la fuerza del dbstino en la enume ración de las rayas marcadas por el intere sado; y es bien seguro que las palabras es critas á la derecha del tal grupo de estrellas forman la verdadera respuesta del oráculo. No resta, pues, más ceremonia qué hacer, sino que el sacerdote que ha oficiado en la adivinación escriba la respuesta verdadera fielmente y, puesto el dedo en los labios, entregue al pbofbta ó profetisa , quien proclamará el tenor de ella en alta voz á la persona que hizo la pregunta (1).
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(1) Bien ee echa de ver que las realas dadas aquí para encontrar las respuestas adecuadas i las pregun tas participan de aquella misteriosa obscuridad pro pia de los tiempos en qne tuvieron su origen, de los niobios para quienes fueron dispuestas y aun detobeto que envolvían. Otra causa milita también para que nosotros no veamos en ellas toda la claridad de seada, y es que su explicación se contrae al modo de buscarlas en nn rollo de papiro 6 pergamino, que eran los libros de los antiguos, porque entonces no se cenocían los que se usan en el día; ahora, pues, que los tiempos han cambiado y que la misma materia (esto es, las mismas preguntas, respuestas, signes y jeroglí ficos) sale ordenada por páginas encuadernadas y na-
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E n conclusión» estoy encargado de escri biros que es un deber de los sacerdotes el instruir á todos los que van ¿ consultar al oráculo; que á ellos corresponde el contenmeradas y oon ana tabla litográfiea al fin, sin duda que es menester variar el modo y, por consiguiente, la dirección. Para hacer, pues, entender al lector la ma nera máe sencilla de consultar al ORACULO y de hallar las respuestas, basta decir que no hay más que marear las cinco hileras de rayas en la misma forma quo so ha dicho arriba, sea oon tinta ó con cualquier otro liquido, oon cofia, oon pluma, oon nn palo ó oon el dedo, oon un carbón en la|pared ó con un bastón en la suena, ó como mejor pudiere ó le viniere al magín, sin invocaciones ni embelecos, aunque bien pueda hacerse con un oorasón humillado y lleno de confiama en la verdadera fuente de la eterna sabiduría del TO DOPODEROSO , quien, si quiere, bien puede por este medio darnos á conocer la verdad de lo que deseamos saber. Hecho esto, ooutadas'las rayas y marcados los puntos, se verá que éstos forman cierto grupo, figura ó signo, cuyo igual se buscará á la cabeza de la tabla, y encontrado que sea, se bajará á buscar en dirección perpendicular el jeroglifico que esté enfrente de la regunta que se ha hecho, esto es, aquél que forme ugulo con dicha pregunta y el grupo de puntos refe rido. De modo quo, si resulta, por ejemplo, que el gru po de puntos es el marcado con el número 1, el jero glifico que se busca es el primero quo se encuentra al lado de la pregunta propuesta; si el grupo es el núme ro 2, el jeroglifico es el segundo ó ol qno está en la segunda casilla ó ouadro, contando de izquierda á de recha, en línea reota, desde donde se halla escrita la pregunta en la tabla, guardando oon todos la proporción. Cierta ya la persona que consulta al OmAo u l o de que ha encontrado el jeroglifico que le oorreeponde, ya no tiene más que buscar el mismo entre los que van al frente de las páginas del LIBRO DE LOS
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tarse con cualquiera respuesta que les toque en suerte recibir y el seguir ciegamente y sin reserva los dictados del oráculo. Si no se han de obedecer las órdenes de Hermee, ¿para qué es el preguntar? Si el consultante se mostrare desobediente á la voluntad de Osiris, caiga todo el mal sobre su cabeza. Guardaos también, (OH, sacerdotes !, de pronunciar vaticinios, admitir dádivas, ha* qer sacrificios, ni despachar consultas, á no DESTINOS, donde veri que cada etxatro de éstas tienen un solo Jeroglifico y treinta y dos respuestas diferentes con ano de los grupos de pantos i sa lado isqaiecde eada ana. Cuando ja haya encontrarlo dicho jeroglifico, reconocerá los grupos de puntos que hay en aquellas castro páginas y la respuesta que esté al lado del grnpo que busca, el cual deberá ser el mismo qoe le resoltó de las rayas qae biso, es la misma qoe da el oriento A sa pregunta. Tal vez un ejemplo podrá dar i esto más claridad. — Supongamos qae ano ha*e la pregunta 20 de la tabla, qoe dice: ¿Me veré yo Ubre algún día de tanta* desgracias? ¥ supongamos también qae le resal tó de la operación de rayas el grupo de pnntos marca do al frente de la tabla con el número 26: pues bien, bajando un dedo desde los pontos en linea perpendicu la r hasta la casilla 20 y corriendo otro de la otra mano desde dicha pregnnta 20 hasta la casilla 26, se encontrarán los dos dedos en él mismo panto, es deeir, sobre el jeroglifico que se bnsoa, que es el arco y ñocha: buscando luego este mismo jeroglífico en el LIBRO DE LOS DESTINOS, se encontrará en la pagina 117, y en ella el grnpo de puntos eon la respuesta siguiente al lado: Tu* desgracio* no eon más que pasajeras, la cual es perfectamente adecuada á la pregante, lo mis mo qae lo serán todas, siguiendo el mismo método en la operación.
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ser por la noche, y eso solamente cnando Isis alambra en el lleno de so esplendor (1). Tampoco deis respuestas en aquellos días 6 noches en que Oeiris, que rige los cielos de día, ó la Renur de .bq amor, que gobierna de noche, ocultan con un velo la belleza y m ajestad de sus rostros i los mortales, ni m ientras que se retiran de las labores de su celestial carrera i descansar en las alcobas de en santuario &). Estas son las palabras que yo , B alasfxs , Es de advertir que, para saber más pronto la página donde está el jeroglifico encontrado va en la tabla, se puede ver el mismo en la primera hilera de jeroglífi cos de la tabla, justamente debajo de los grupos de puntos, 7 el número que se halla á la oabesa de cada ano es el mismo qae corresponde ó la página del libro donde se encontrará. (1) Lo que Balaspis quiere aquí dar á entender es qne no se debe consaltar al oráculo sino en tiempo de Lora l l e n a . Entre los antiguos egipcios, Isrs simbolitaba á la Luna, al paso que daban al Sol el nembre
deOsiRXs. (2) Es claro que esto se dice por los eclipses del Sol y ae la L una; pero, la verdad sea dicha, según la expe
riencia qne tiene el traduotor y lo poco que se le alean■a de los planetas, puede asegurar que todos los dias del afio son santos y'buenos pára oonsaltar al LIBRO DE LOS DESTINOS, sin reparar en que sea de noche 6 de dia, que haga claro ú obscuro, que llueva ó que nieve, que truene 6 que ventisque, que haya neblina ó que está el cielo raso ó estrellado. Sólo se encarga una eesa. y es que nadie debe hacer más de una pregunta en el mismo dia, ni debe repetirse la misma pregunta por la misma persona á lo menos en un mes.
he sido encargado por mi G ban Ma e s t r o , H ebmbs T btmegisto, de escribiros, ¡ o h , S acerdotes de los tésanos !
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EL LIBRO DR LO» DKSftH OS
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La baenM obras te elevarán á la distinción.
* si. » * * No envidies á tu laborioso vecino; antes * 0 * * bien, signe so ejemplo. * * e * * ¡Cuidado oon las follarlas 1 « * * * * • * ¿Acaso el lobo suelta mansamente sn cor • dero 6 la sorra sn gallina? Pues ¿cómo espe * * * * rar tú arrancar tos bienes de las garras de * « los garnachas? * * * • * No temas por tn viaje, que será próspero. 0 « * * * * Qne sea tu nodrisa la templa nía y tu mé* * dioo él trabajo; yo cargaré con la culpa si no 0 0 0 llegas á una aventada edad, teniendo siem 0 0 pre salud.
0 0 0 0 0 0 0 * 0
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
iPronto se verá líbre tu cautivo 1
Tu consorte poseerá oasas y tierras.
Z O D I A L O a iA ó sea la ciencia de pronosticar los sucesos y caracteres por los signos del Zodíaco y s is tema planetario. El período de nuestro nacimiento está, por lo regular, marcado con a'gunas circuns tancias particulares, que tienen un visible influjo sobre la conducta de nuestra vida, sobre nuestras pasiones y p o b r e nuestro g e neral carácter. De estas circunstancias, nin guna parece más digna de nuestro examen que la situación de los planetas en el mo mento en que vemos la primera luz, pues
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que muchos opinan que, mediante una pro funda* observación de los astros en aquel terrible periodo en que salimos á un mundo lleno de variadas escenas de tribulación, penas, goces y esperanzas, puede deducirse fácilmente el género de existencia que nos ha decretado el destino, qué propensiones han de ser las nuestras, qué pasos marcarán nuestro camino y qué éxito podemos espe rar razonablemente de nuestras obras ó es* fuerzos. De esta manera, se nos puede d ar una educación adecuada á nuestro genio, con lo cual se nos pondrá en astado de con» vertir EN BIEN Y D IC H A N U E S T R A m u chas de las peculiaridades que nos distin guen, y que, de otro modo, serían, sin un saludable freno, manantiales perennes d e M ISE R IA y A F L IC C IÓ N . E l filósofo escudriñador, qne nada d eja escapar á su penetración, nos ha puesto en estado de comunicar á los lectores algunos descubrimientos útiles & entretenidos sobre el influjo que tienen los planetas en la es pecie humana; y como el Sol'es el más po deroso y conspicuo, pasaremos á designar su marcha por los diferentes signos del Z o díaco y á mostrar el efecto de sus revolu ciones, empezando por el mes de Enero para la mejor inteligencia de los modernos, aun» que los antiguos principiaban á contar el afio desde Marzo.
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A C U A R IO Hacia el veiote de Enero entra el Sol en e ste signo: el hombre nacido por este tiem po será inquieto, soberbio, inconstante y . pendenciero; será dado á raros caprichos y i antojos estrafalarios, emprenderá cual quier cosa, por dificultosa que sea, por sa lirse con la soya. En el curso de la vida será medianamente afortunado y tendrá su bue na porción de dicha. En el amor será muy apasionado y se mostrará muy decidido por su amada, hapta que ellá ceda á sus deseos ó se case con él; pero loego se entibiará su afecto, caerá en la indiferencia, y andará asi con su imaginación divagando hasta que algún otro objeto fije su atención. L a mujer nacida por este tiempo será in clinada 4 la labor, al estudio y á la vida se dentaria; se aplicará mucho á la ocupación ú oficio á que la dediquen; en el amor, será constante y moderada; será madre tierna y bondadosa y esposa muy amable, P ISC IS Hacia el veinte de Febrero entra el Sol en este signo: el varón que nazca por este tiempo será intrigante, caviloso, egoísta y sin palabra; será vil y sólo servirá á los
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que quiera hacer instrumentos de sos pía* nes; pero, una vez conseguido sa fin, él se aprovechaiá de todas las ocasiones para perjudicarlos y venderlos; en la pobreta será un adu ador, en la prosperidad un ti* rano; en suma, será humilde con los sober bios y soberbio con los humildes» General mente! pocas cosas le saldrán bien, aunque por algún tiempo pueda parecer afortunado; en el amor será indiferente, descuidado é inconstante; y, finalmente, será padre duro y marido despegado» La mujer nacida por este tiempo será de modales muy afable?, de ideas delicadas» franca y sincera en la amistad y enemiga de todo engaño; en el amor será fiel, y mo derada en los deleites carnales; será m uy amorosa para con su familia, hará una tierna y bondadosa madre y excelente es posa» ARIES Hacia el veinte de Marzo entra el Sol en este signo: el varón nacido por este tiem po será de un genio vergonzoso, suave é irre soluto, tardío en irritarse, pero difícil de aplacar cuando llegue á enfadarse; en la vida será, por lo general, contento y di choso; en el amor será fiel, constante y m o deradamente inclinado á sus placeres; será
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un padre benéfico y caricioso, baen marido, amigo sincero é inclinado al trabajo. L a mujer nacida por el mismo tiempo será modesta, casta, de buen genio, aseada, hacendosa y caritativa; en el amor será fiel y en la vida será poco afortunada, pero sa brá sobreponerse á los intereses mundanos; hará una madre amorosa, afecta á su ma rido y sobria en los placeres de himeneo* TAURO Hacia el veinte de Abril entra el Sol en este signo: el varón nacido por este tiempo será de una complexión fuerte y robusta, fiel á sus compromisos, industrioso, sobrio y honrado, pero propenso á la ira; en la vida será ardiente en sus empresas, pero encontrará muchos obstáculos, vejaciones y con trariedades; en el amor seráextremadamente cariñoso, muy dado á las mujeres y de ca rácter celoso; estará expuesto á quebrantar la fidelidad conyugal, pero, por lo general será un buen marido y amoroso padre; será m uy amigo de correr el mundo y de crearse una buena reputación. La hembra nacida por el mismo tiempo será de un carácter atrevido y de resolu ción, inclinada al trabajo, impaciente, amiga de alabanzas y no será fácil atemorizarla; gustará de la vida doméstica y será muy
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aficionada ¿ todos los placeres compatibles con la virtud; amará tiernamente á sn ma rido, será indulgente con sus hijos, será am iga sincera y bienhechora generosa; será dichosa en su estado conyugal y pasará el tiempo m uy á gusto. G É M IN IS H acia el veinte de Mayo entra el Sol en este signo: el varón nacido por este tiem po será de un valor imperturbable, de genio dnlce y alegre, de imaginación viva, acérri mo en sus resentimientos, aunque no se in sultará fácilmente; tendrá mucha am bición por distinguirse en sus estudios, en su pro fesión ú oficio; en la vida será m uy inclina do á viajar, especialmente por patees e x tranjeros; encontrará muchos obstáculos y persecuciones, pero todo lo sobrellevará con. fortaleza varonil y gran paciencia: será in moderadamente inclinado á las mujeres, po niendo toda su dicha en los brazos de ellas; en fin, será buen padre, pero marido infiel. L a mujer nacida por este mismo tiem po Berá de mal genio, regafiona é im pertinente, vengativa y temática; no m uy trabajadora, pero muy aseada, tanto en su persona com o en su casa: en el amor será crédula, celosa, y m uy inclinada á los placeres del m atrim o nio: en la vida se encontrará con m uchas
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interrupciones desagradables de la paz y tranquilidad de su espirita; pero al mismo tiempo será tierna para con sos hijos, afee* tuosa con su marido y liberal con sus de* pendientes. CÁNCER Hacia el veinte de Jonio entra el Sol en este signo: el varón nacido por este tiempo será sobrio y laborioso, desconfiado de sus mismas habilidades, muy propenso al buen humor, firme y aun inflexible en sus deter minaciones, fiel á sus compromisos, afortu nado en sus empresas y bondadoso para con sus semejantes; en el amor será sincero, y moderado en los goces de himeneo, fiel al lecho nupcial, padre tierno y marido bondadoso. L a mujer nacida por este mismo tiempo será de un carácter artificioso, inclinada á la industria, alegre y de buen hnmor; será perseverante en sos empresas, tenaz en su parecer, pero sin insolencia; será mny afi cionada á los placeres del amor, dentro de los límites legales, hará una bnena esposa y amorosa madre y gozará de una bnena porción de dicha y tranquilidad. LEO Hacia el veinte de Julio entra el Sol en
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este signo: el varón nacido por este tiempo será indócil, turbnlento, dado á la rapifla y pendenciero, siempre dispuesto á reñir con los vecinos y á entrar en pleitos; todo se volverá trazas, sin conseguir sus fines; será molesto á los demás y también á sí mismo y, por lo general, desgraciado: en el amor será indiferente, considerando esta pasión como objeto secundario; será infiel á todos, si así lo requiere su interés; por consigniente, será nn marido frío y un padre abando nado. La mujer nacida por este mismo tiempo será teg&fiona, malhablada y pendenciera, desidiosa, impertinente y murmuradora; no será muy inclinada á los deleites de amor y hará una madre indiferente y una esposa desaliñada; continuamente se meterá en di ficultades y, generalmente, será infeliz por querer hacer que otros lo eean* V IR G O Hacia el veinte de Agosto entra el Sol en este signo: el varón nacido por este tiem po será algo tímido, aunque no cobarde; será honrado y sincero en sus tratos, muy reser vado en la conversación, canto en sus em presas, bien acondicionado y de suave g e nio, caballero en su porte y sobrio en sa conducta; en la vida será bastante dichoso,
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y medianamente afortunado; e n e l amor será muy propenso á los d leites prohibi dos, aunque afectuoso con su mujer; hará un buen padre y marido tierno» L a mujer nacida por este mismo tiempo será muy honrada, sincera y franca, muy aseada en su persona y de deseos ardientes, modesta en su conversación, afecta á los placeres matrimoniales y fiel á su marido; será también buena madre y muy mujer de su casa» L IB R A Hacia el veinte de Septiembre entra el Sol en este signo: el varón nacido por este tiempo será hourado, sobrio y formal, leal y justo en sus tratos, muy amante de la ver dad y enemigo de chismes y pendencias: será muy respetado, cualquiera que sea su condición, sea rico ó pobre: si alcanza ho nores y puestos altos, conservará siempre la misma atención para sus antiguos amigos, los protegerá en cuanto dependa de sus al cances y se conducirá con templanza y mo deración; en el amor no será enemigo de los placeres de himeneo y hará un tierno esposo y un padre amable. L a mujer nacida por este tiempo será prudente» modesta y virtuosa, de modales señoriles, afable y graciosa en su conversa-
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eión y de carácter generoso; será muy dicho sa en la vida y muy respetada y apreciada por cuantas personas la traten: en el pmor sólo considerará esta pasión como nn deber hacia su marido y hará ana esposa sumisa y condescendiente, al mismo tiempo qae será ana madre cuidadosa y diligente. ESC O R PIO Hacia el veinte de Octubre entra el Sol en este signo: el varón nacido por este tiem po será amable y muy formal, de im agina ción viva, prudente en su conducta y de modales agradables; en la vida se verá su jeto á muchos y muy crueles padecimien tos, tendrá muchos enemigos, se tendrán sospechas de él sobre planes y conspiracio nes contra el Estado; será perseguido y ca lumniado, pero, con la mediación de los amigos, será ensalzado por sus méritos, triunfará por fin de sus enemigos y saldrá con bien de todas las dificultades; en el amor será fiel y sincero, muy aficionado á los deleites del matrimonio; pero se verá obligado á hacer ceder su pasión á los otros cuidados de la vida. También será un tierno padre y marido cariñoso.L a mujer nacida por este tiempo será te meraria, imperiosa, intrigante y artificiosa, de genio voluble y desagradable y amiga de
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empinar el codo: en la vida todos ?us planes se malograrán casi siempre por su misma locura y mala conducta; en el amor accede* rá á sus placeres solamente con miras par* ticulares y será inconsecuente y desleal; hará mala esposa, madre salvaje y será la causa de la desgracia de la familia* SAG ITAR IO Hacia el veinte de Noviembre entra el Sol en este signo: el varón nacido por este tiempo s5rá de genio frío y flemático, de poca sensibilidad, furioso cuando llegue á enfadarse, implacable en sus resentimien* tos, puntual en sus tratos; en general, será afortunado, dócil y fácil para dejarse con* ducir por otros, y será engallado frecuente* inente: en el amor será templado y sólo se entregará á sus halagos por el deseo de ver* se reproducido en sus hijos, de quienes será un excelente padre, pero hará muy frío y tirano marido. L a mujer nacida por este tiempo será de ánimo varonil, muy amiga de la murmura ción y la calumnia, particularmente contra las personas que aborrece: será imperiosa, impertinente, .gran regañona y aficionada á levantar el codo y á armar pendencias; se granjeará muchos enemigos por su mala conducta y falta de reflexión en lo que hable
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y será miserable y desgraciada en sus em presas: en el amor será constante, pero que rrá gobernar á su marido, de quien exigirá un estricto cumplimiento de los deberes nupciales, á cuyos deleites será demasiado inclinada; amará á sus hijos, pero será d es cuidada con ellos: será también afectuosa con su marido mientras que éste siga ha ciendo á Venus los debidos sacrificios; pero si descuida e*te punto importante, le dará una vida m uy molesta y al fin le será infiel. C A PR IC O R N IO Hacia el veinte de Diciembre entra el Sol en este signo: el varón nacido por este tiem po será ambicioso, turbulento y bullicioso, molesto á sí mismo y á los demás, rudo y holgazán, irreflexivo y de toscos modales; será miserable y desgraciado á causa de su temeridad y falta de consideración: en el amor será extremadamente ardiente, m uy aficionado al bello sexo, aunque inconstante y caprichoso; con todo, será bueno y afec tuoso con su mujer y puntual en cumplir con los deberes nupciales, de modo que hará buen marido, aunque malísimo padre. L a mujer nacida por este tiempo será de nn genio suave, amable, y de sobrios hábi tos; será buena vecina y amiga sincera, será tímida y corta, pero de modales muy aera-
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ciados: en el discurso de la vida serA bas tante dichosa y dócil para corregirse de lo malo; en el amor será ardiente y accederá fácilmente á las instancias de sus amantes: si se casase, será fiel y bondadosa, muy adicta á los deberes de himeneo y puntual para exigí ríos de su marido; será una tierna madre y buena esposa, aunque extremadam ente crédula.
Pronósticos sacados de las fases de la luna. 1. L a criatura nacida dentro de las vein ticuatro horaB después de la luna nueva será afortunada y vivirá hasta una edad bien avanzada. Cualquiera cosa que se sue* fie en aquel día será grato y favorable. 2 » £ 1 segundo día es de buen agüero para descubrir cosas perdidas ó tesoros es condidos: la persona que nazca en tal día prosperará. 3. L a criatura que nazca el tercer día tendrá vara alta con los poderosos y saldrá cierto lo que sueñe. 4. E l cuarto dia es malo; pocas veces sa nan los que caen en él enfermos. (. £ 1 quinto día en favorable para co menzar una buena obra, y los sueños sal drán bastante bien; la persona nacida en este día será vana y engañadora. 6 . Los suefiOB del eexto día no han de
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tener efecto m uy pronto j 1* criatura que nazca en él no vivirá mucho. 7 . E l séptimo día no cuentes los suefios que hayas tenido, porque todo el bien de* pende de ocultarlos; si enfermas en este día, pronto te restablecerás; la persona nacida .en este día vivirá mucho, pero pasará mu* chos trabajos. 8. E l octavo día se realizarán los suefios; cualquiera negocio que se emprenda en este día saldrá bien. 9 . E l noveno día difiere poco del ante* rior; la persona nacida en este día alcanzará muchas riquezas y honores. 10. E l décimo día es muy funesto; los que enferman en este día, rara vez reco bran la salud, pero la criatura nacida en este día vivirá mucho tiempo y será m uy am iga de viajar. 1 1. L a persona nacida el día once será muy devota y de mucho atractivo y bella figura. 12. E l día doce los suefios son de buen agüero; la criatura que nazca en él vivirá mucho tiempo. 1 3 . Los suefios del día trece saldrán ciertos en breve. 14. Si pides el día catorce algún favor, te será concedido. 16. L a enfermedad que ataque á una per* sonaeldíaquince es probable que sea mortal.
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L a persona nacida el día dies y seis será de nray malas costumbres y desgracia da; sin embargo, es día bueno para comprar y T e n d e r toda clase de mercancías. 17 # L a criatura nacida el día diez y siete será muy tonta; es día de malaven tura para hacer negocios y contratar casa mientos, 1 8 * E l nifio nacido el día diez y ocho será valiente, pero pasará mil trabajos; si es hembra, será casta y laboriosa, y vivirá res petada hasta una edad muy avanzada. 19 . E l día diez y nueve es peligroso; la persona nacida en tal día será de mala ín dole y de perversas ideas. 9 0 . Los sueños del día veinte salen cier tos; pero la persona nacida en este día no será honrada. 21, L a persona nacida el día veintiuno se criará sana y robusta, pero será de un modo de pensar egoísta y grosero. 22. L a criatura nacida el día veintidós será afortunada, de semblante alegre, devo ta y muy amada. 2 8 . L a persona nacida el día veintitrés será de un genio indómito, abandonará á sus amigos, escogerá el andar errante por países extranjeros, y será muy desgraciada toda la vida. 24 . L a persona nacida el día veinticua tro acabará muchas proezas, y será muy
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admirada por sos extraordinarios talentos. 26. L a criatura nacida el día veinticinco será muy malvada: se encontrará con m u chos peligros, y es probable qne tenga mal fin. 2 6 . Los sueltos del día veintiséis son ciertos; la criatura nacida en este día se rá ' rica y sumamente estim ada. 2 7 . £1 día veintisiete es muy favorable para los sueltos: la criatura que nasca en* tonces será de una bella índole. 28 . La criatura nacida el día veintioeho será la delicia de sus padres, pero no llegará* á edad avanzada. 20. Los nifios nacidos el día veintinueve padecerán muchos trabajos, aunque al fin pueden convertirse en felicidad. E s bueno casarse en este día; los negocios que se em* prendan en él serán prósperos. 3 0 . La persona nacida el día treinta será dichosa, afortunada y muy hábil en artes y ciencias.
Pronósticos iudlolartos concernientes á los nidos, según si día de la semana en que nacen. Domingo,— E l nifio será de larga vida, y alcanzará riquezas. Lunes.— Débil y de complexión afeminat da, la que rara vez conduce al hombre á los honores.
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Martes.—:Paor, aunque, con extraordinaria diligencia, podrá vencer los deseos desordenados á que será propenso; también está en riesgo de morir violentamente si no tiene una numerosa prole. MUrcoles.— Será dado al estudio de las letras, y hará en ellas muchos adelanta* mientos. Jueves.— Llegará á los altos honores y dignidades. R em es.— Será de complexión m uy ro busta, aunque tal ves voluptuoso. Sábado.— E s otro día malo; pero, sin em bargo, puede hacerse bueno el niño, aunque suceda rara vez, pues los más de los que nacen en eBte día son rudos, ásperos y em palagosos.
PLANETAS que dominan en las diferentes horas del día y de la noche. URANO DOMINGO
Horas del día.— A la 1.a domina Urano, la 2.a Venus, la 3.a Mercurio, la 4.a la Luna la 6 > Saturno, la 6.a Júpiter, la 7.a Marte,
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E L LIBRO DB LOS DESTINOS
la 8.a Urano, la 9 .a Venus, la 10.a Mercurio, la 11.a la Luna y la 12.a Saturno.
Boro» de la noche.— A la 1.a Júpiter, la 2.a Marte, la 3.a Urano, la 4.a Venus, la 5.a Mercurio, la 6.a la Luna, la 7.a Saturno, la 8.a Júpiter, la 0.a Marte, la 10.a Urano, la 1 1 .* Venus y la 12.a Mercurio. LA
LUNA LU N E S
Hora» del dia.— A la 1 a la Luna, la 2.a Saturno, la 8.a Júpiter, la 4 .a Marte, la 5.a Urano, la 6.a Venus, la 7.a Mercurio, la 8.a la Luna, la 0.a Saturno, la 10.a Júpiter, la 11 .a Marte y la 12.a Urano.
Hora» de la noche.— A la 1.a Venus, la 2.a Mercurio, la 3 a la Luna, la 4.a Saturno, la 5 .a Júpiter, la 6.a Marte, la 7.a Urano, la 8.a Venus, la 0.a Mercurio, la 10.a la Luna, la 1 1 .a Saturno y la 12.a Júpiter. MARTE MARTES
Hora» del dia . — A la 1 .a Marte, la 2.a Urano, la 3.a Venus, la 4.a Mercurio, la 6.a la Luna, la 6.a Saturno, la 7 .a Júpiter, la 8.a Marte, la 9.a Urano, la 10.a Venus, la 1 1 .a Mercurio y la 12.a la Luna.
EL
uno
DE LOS DESTINOS
SIS
Hora» de la noche.— A la 1 .a, Saturno la 2 .* Júpiter, la 1 * Marte, la 4 .» Urano, la 6.a Ve* nos, la 6.a Mercurio, la 7.a la Luna, la 8.a Saturno, la 9> Júpiter, la 10.a Marte, la 11.a Urano y la 12.a Venus. MERCURIO MIÉRCOLES
Hora» del día.— A la 1 .a Mercurio, la i . ‘ la Luna, la 8.a Saturno, la 4 .a Júpiter, la 6.a Marte, la 6.a Urano, la 7 .a Venus, la 8.a Mercurio, la 9.a la Luna, la 10 .a Saturno, la 1 1 .a Júpiter y la 12.a Marte.
Horas de ¡a noche.— A la 1.a Urano, la 2.a Venus, la 8.a Mercurio, la 4 .a la Luna, la 6.a* Saturno, la 6.a Júpiter, la 7 .a Marte, la 8.a Urano, la 9 .a Venus, la 10 .a Mercurio, la 11 .a la Luna y la 12 .a Saturno. JÚPITER JU STE S
Hora» del día.— A la 1.a Júpiter, la 2.a Marte, la 3 .a Urano, la- 4 .a Venus, la 6.a Mercurio, la 6.a la Luna, la 7 .a Saturno, la 8.a Júpiter, la 9 .a Marte, la 10 .a Urano, la 1 1 .a Venus y la 12.a Mercurio.
Horas de la noche.—A la 1.a la Luna, la 2.a Saturno, la 3 .a Júpiter, la 4 .a Marte, la 6 .a
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E L LIBRO DE LOS DB8TDI08
Urano, la 6 .a Vanos, la 7.a Mercurio, la 8 .a la Lona, la 9.a Saturno, la 10.a Júpiter, la 1 1 .a Marte y la 1 2 .a Urano. VENUS
YIBBNB9 . Hora» del día. — A la 1 .a V enas, la 2 .a Mercurio, la 8.a la Lona, la 4.a Saturno, la 6.a Júpiter, la 6 a Marte, la 7.a Urano, la 8 a Venus, la 9.a Mercurio, la 10 4 la Luna, la 1 1 .a Saturno y la 1 2 .a Júpiter.
Hora» de la noche.—A la 1 .a Marte, la 2 .a Urano, la 8.a Venus, la 4.a Mercurio, la 6 .a la X u n a , la 6 .a Saturno, la 7.a Júpiter, la 8.a Marte, la 9 a Urano, la 10 * Venus, la 1 1 A Mercurio y la 12 .* la Luna. SATURNO SÁBAD O
Hora» del día.— A la 1 .a Satorno, la 2 .a Júpiter, la 8.a Marte, la 4.a Urano, la 8 .a Venus, la 6 .a Mercurio, la 7.* la Lona, la 8.* Saturno, la 9.* Júpiter, la 10.* Marte, la 1 1.* Urano y la 1 2 .* Venus.
Hora» de la noche.— A la 1 .* Mercurio, la 2 .* la Luna; la 8 .* Saturno, la 4.* Júpiter, la K.* Marte, la 6 .a Urano, la 7.* V enus, la
El* LIBRO DE LOS DESTINOS
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8 .* Mercurio, la SA la Lana, la 10.a Satur no, la H a Júpiter y la 1 2 .* Marte.
Influencia de loe planetas según sn domina ción en el acto del nacimiento. Saturnq da al que nace bajo au domina ción cotia moreno, cuerpo velloso, pelo ne gro y espeso, la cabeza fuerte, la barba po blada, el pecho bien formado y el estóma go de mediana dimensión. Este hombre ten drá generalmente malas piernas y pies de licados; será malo, pérfido, traidor, colérico, triste y de mala vida; su trato poco agrada ble, y sn conversación pesada; será desasea do, y llevará con preferencia malos vestidos; ambicionará la fortuna por todos los medios imaginables; no será aficionado á mujeres, y se divertirá poco con ellas; en una palabra, puede decirse, con nuestro maestro Alberto el Grande, que el hombre que nace bajo la dominación de Saturno tiene las malas cua lidades superiores á las buenas. Júpiter, qne es un planeta bénigno y tem plado, venturoso y brillante, da al hombre q u e nace bajo sn influencia cara agradable, ojos daros, barba poblada y hermosa, cutis blanco y rosado, pelo fino y dientes perfec tos. Este hombre es bueno, honrado y mo desto; vivirá mucho tiempo, y tendrá nume-
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rosa sucesión; aprecia el. honor, viste con esmero y aun con lujo, es humano y bien* hechor, magnifico cuando conviene, grave y sincero, y de trato seguro á la par que agra dable. £ 1 hombre que nace bajo el influjo de Marte tiene el pelo rubio y risado, tes agra dable, ojos ardientes y cuerpo ágil; repre senta comúnmente menos edad de la que tiene; es activo, resuelto, m uy inclinado á las mujeres, ama el lujo en el vestir, tiene modales y trato afectados, y su conversación es siempre divertida. Los que nacen bajo el dominio de Urano tienen cuerpo ágil y regordete, buena figura, ojos grandes y'm uy expresivos, barba fina y pelo suave; non muy propensos á los pla ceres del amor y poco constantes en sus afecciones. Los que nacen bajo la influencia de Venus, que es un planeta .bienhechor, son hermosos, tienen altas las cejas, el cuerpo bien pro* pordonado y mediana estatura; prosperan en las ciencias y artes, aman los viajes, ha* blan con facilidad y elegancia, y escriben bien; son inclinados á placeres, fiestas y di versiones, bailan bien, y algunos cultivan la música con raro talento. Mercurio al que nace bajo su dominadón le da cuerpo bien hecho, talle elegante y fácil elocución; pero no puede contarse con
B L LIBRO DB LOS DESTIH 08
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0a palabra, porque es sasceptible de mala f e y de traiciónaos astuto, rencoroso, vengati vo y hábil en el tráfico, siendo de temer que llegue hasta la estafa. E l hombre que nace bajo la influencia d e la Luna es de estatura regular y cara sinies tra, con un ojo por lo regular mayor que el otro, inconsiderado en el hablar, sobresa liente en medicina, cirugía y en todo lo que se hace con destreza de manos ó sutileza d e ingenio. Debemos añadir que todas las influencias celestes obran en razón de una virtud esen cial, y que su acción es fatal; de modo que todas las cosas terrestres son gobernadas absolutamente por la acción combinada de las emanaciones celestes, que dan la vida y la muerte, activan y disminuyen el movi miento, sin que cosa alguna pueda aminorar ó contrariar los efectos de su soberano po> der. A ellas está sometido el" hombre de un modo absoluto, lo mismo que las demás co sas de este mundo, y tan sólo puede escoger el momento de sus acciones, á fin de darles más probabilidad de buen éxito, según la exactitud de los cálculos que haya hecho sobre la dominación de los astros.
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E l LIBRO DE LOB D E SE N O S
TABLAS MAflICAS PARA AVERNIUAR eo qn¿ di& de (& senaoa. hin ocurrido determinados sucosos. Casi todos sabemos el alio, fecha, mes y hasta la hora eo que hemos nacido, pero poces son los que recuerdan el día de 00 01 02 osl ♦ * * 04< 05 la semana en que han debuta 06 07 ' » * » 08 09 10 11 do en nuestro mundo; y como . . . 13 l4 15 12 16 ee+o es de suma utilidad para 19 . . . 20 2t 22 ia 17 consultar este librito, á conti 23 * fe* 24 25 26 27 • nuación se ponen tres cuadros, 28 29 30 31 — 32 33 que contestarán fielmente a 34 85 — 36 37 38 39 nuestras preguntas, dándonos á ► 40 41 42 43 . * » « 44 conocer el día de la semana en 45 46 47 48 49 60 que vinimos á este valle de lá <51 * ♦ ♦ * 52 58 54 55 grimas y, por consiguiente, el 57 58 59 60 61 planeta que presidió nuestro 56 62 63 * 4 » 64 65 66 67 nacimiento. ♦* * 70
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EL LIBRO DB L08 DESTINOS
El modo de consultar las precedentes tablas es sen» cilJísimo» pero mejor que cualquieraexplicación será un ejemplo: Supongamos que el consultante ha nacido el 14 de Enero de 1869, pero ignora en qué día dio la semana cayó aquella fecha. F u á averiguarlo procede* rá de la siguiente manera: 1. ° Vea en el Cuadro l i a intersección de la línea del'glglo 19 con la línea del año 69, que dará el afio 4. 2. ° Vea en el Cuadro I I la lnte»eoción de la línea del 4 que aparece en la casilla exterior con la línea del mes de Enero, y hallará un 3. 3.o Vea en el Cuadro I I I la intersección de la línea del 3 de la casilla exterior con la línea del día 14, que dará lunes. Por lo tanto, el día 14 de Enero de 1869 filé lunes. Estas tablas mágicas pueden servir también para averiguar la fecha correspondiente á un día dado de la semana. Ejemplo: Se desea saber cuántos lunes 14 hubo en el año 1869. 1. ° RecúrraBe al cuadro I, y búsquese el siglo 19 y el afio 69: en la intersección de ambas lineas ee halla* rá el 4. 2. ° Búsquese en el cuadro n i el lunes 1, que se halla en la colnmna del día 14, y obsérvese que corres ponde al número 3 de la oasilla exterior. 3. ° En el onadro II bo busca el año 4 de la oasilla exterior y, siguiendo la línea horizontalmente hasta llegar al 3, se verá que á la cabeza, de la columna de ese 3 aparecen los meses de Abril, Julio y Enero. Luego en el afio 1869 hubo tres lunes 14. El lunes 14 de Enero, el lunes 14 de Abril y el lunes 14 de Julio.-
B R E V E TR A TA D O DE
FISIOGNOMONÍ A
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BL LIBRO D I LOS DESTINOS
en las sienes, son orgal loaos, vanos, lujurio* sos, de cortos alcances, groseros en sus d is cursos; y frecuentemente mal humorados. Unos cabellos rudos, rizados naturalmen te y crespos, anuncian una concepción dura, un natural colérico, afición á mentir y genio para el mal. Los que tienen los cabellos espesos en toda la cabeza, son disolutos y de m alas costumbres; raras veces los acompafia la fe licidad. Los cabellos rojos designan un hom bre envidioso, malo, embustero, maldiciente y lleno de presunción. Los cabellos negros son indicio de la fuerza, de la energía y del talento militar. Los individuos dotados de cabello rubio, son de temperamento linfático é irresoluto. Los que desde la juventud los tienen blan cos, son inconstantes en amor, disolutos, parlanchines, y tan dados ¿ Venus como á Baco. DE LA FUENTE
Una frente elevada indica un hombre ge neroso y de sano criterio. Una frente grande y ancha anuncia el valor, sobre todo cuando es casi cuadrada. Una frente muy huesosa señala un natu ral obstinado y rencoroso; y si, además, es muy abultada de carnes, Índica giosería.
n u n o o£ los destinos
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Una frente redonda, saliente en lo alto, y qne baja en seguida perpendicularmente sobre los ojos, anuncia el juicio, la* memo ria y la vivacidad, pero también un corazón glacial. d b
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Aupado s
Los párpados bien arqueados denotan un hombre felizmente dotado por la Naturale za, pero orgulloso, y algunas veces necio. En el mismo caso, una mujer (porque ad viértese oue cuanto decimos se aplica & los dos sexos) tiene vanidad, coquetería, y tales encantos, que, sin los defectos dichos, sobra* rían para granjearle amores. Los que bajan loe párpados al hablar, ó miran de través^son traidores é hipócritas. Unos párpados gruesos indican ignoran cia, suspicacia, avaricia y envidia. Los párpados cortos, de color blanco, lí vido ó aplomado, denotan timidez, melanco lía y un temperamento vacilante. DB LAS
CEJAS
Las cejas espesas son signo de sabidu ría, de fuerza de ánimo, de sano criterio y de talento. Las cejas juntas anuncian celos, un espí-
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BI* U B B O DÉ LOS DBS TI NOS
rita inquieto y un corasón inclinado á la triateza. Las cejas-claras acompañan á veces á un -carácter jovial, pero nunca á un espíritu vi* ¿oroso. D E LOS OJOS
Los ojos atónitos anuncian pereza, envi ■ dia, indiscreción y debilidad de juicio. Los que los tienen hundidos en las órbi tas, y cuya vista es extensa y larga, son sus picaces, celosos, coléricos, de malas costum bres, embusteros y mañosos. Los ojos saltones caracterizan al hombre •extravagante, pródigo de eu tiempo y de su bolsa, inconstante, aunque de buen fondo. E l hombre que ordinariamente mira con descaro, y cuyos párpados están siempre abiertos, es impío, carece de conciencia, y puede llegar á ser un falsario, si es que no llega á peores cosas. Ojos pequeños y redondos indican debi lidad y credulidad; quien tiene ojos tales) raras veces se ve favorecido por la fortuna. Raro es que un bisco no sea querelloso, «nvidioso y embustero. Los que guiñan los ojos y menean conti nuamente los párpados, son incrédulos, pre suntuosos y muy poco ñeles en sus pro mesas.
BL LIBBO D I LOS DB6TIHOS
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Los individuos que habitualmente tienen los ojoB enrojecidos,'ó cruzados por ramitas de sangre, ó bañados de lágrimas ardientes, sin que tal deformidad sea efecto de enfer medades ó de tristeza, son crueles, orgullo» sos y dados al fanatismo y á la hipocresía. Ojos, ni muy chicos, n i muy grandes, bien colocados, algo brillantes y cubierto» por hermosos párpados, señalan un espíritu fuerte, un criterio sólido y un alma gene* rosa. Si tales ojos eon negros, prometen más energía; si azules, más amoró la paz. Muy ó menudo coincide con los ojos ne gros una brillante imaginación; y casi siem pre los ojos a z u l e s s o n patrimonio del genio. DE LA NAEIZ
Una nariz larga y delgada indica ¿ la vea la ligereza y el valor. Una nariz larga y gruesa en la base anun* cia la prudencia, la sabiduría, un buen co razón y un alma honesta. Una nariz chata denota violencia, un es píritu burlón, cierta inclinación al liberti naje y un corazón frío, cuando no malo. Una nariz aguileña, pero ancha y bien proporcionada, designa ¿ veces e l genio, acompañado de temeridad y orgullo.
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B L LIBK O DE LOS PESTIÑ OS
Una naris larga y gruesa anuncia pru dencia, y atrae los favores de la fortuna. L a naris puntiaguda, acompañada de ojos penetrantes, es signo de un espíritu mali cioso y de un genio especial para el epi grama. Una naris puntiaguda, con labios m uy delgados, retrata la avaricia. E l individuo dotado d e gran naris no teme nunca hablar en público, y no titubea en lanzar una injuria. Desea ¿ sus amigos tanto bien como á s í mismo, y i sus enemi gos tanto mal como bien desea para sí. L a naris remangada y regularmente grue sa denota el atrevimiento, la avaricia, la inclinación á los placeres del amor, la astu cia y la vanidad. Una nariz roja es indicio de hombría de bien y de debilidad de carácter, de lujuria y de borrachera. DE LA BOCA
Una boca grande indica que el sujeto es descocado, embustero, chismoso, glotón y algo loco. Una boca pequeña, ál contrario, anuncia un espíritu pacífico, tímido y discreto. Una boca bien proporcionada es signo de un bello carácter y de un natural inclinado á hacer favores^
EL LIBRO DE LOS DESTINOS
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DB LOS LABIOS
Unos labios gruesos y replegados hacia afuera indican sencillez y muy cortos al* canees. Los labios delgados denuncian la astucia y un espíritu malicioso; empero, si lo son excesivamente, indican la avaricia, sobre todo si, como hemos dicho antes, van acom pasados de una nariz puntiaguda. Los labios de bello color, delgados sin serlo con exceso, redondos sin ser gruesos, señalan un feliz carácter y más inclinación á la virtud que al vicio. Si el labio inferior es más grueso y so* bresale más que el superior, será indicio de un entendimiento lento y de cierto genio para picardear en los negocios. Si, al contrario, el labio superior cubre al inferior, es segura señal de simplicidad, de carencia total de espíritu y de predisposi ción marcada á la locura. Raro es que no haya falsedad en esas sonrisas forzadas, acompañadas de una mi rada de través; raro es thmbién que no haya candor y bondad en ese sonreír franco y gracioso, en esa mirada abierta, en las dul ces ondulaciones de esos labios cuya risa nace del corazón.
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DE LOS DIENTES
Unos dientes menudos, friables, cortos y separados, son á menudo signo de ingenio, de delicadeza, de probidad; pero, en cambio, presagian mala salud y corta vida. Dientes dispuestos de una manera des igual, anuncian un hombre que sabe, con prudencia, girar á todos los vientos. Los que tienen los dientes agudos, un poco separados, largos y fuertes, son envi diosos, descocados, glotones, suspicaces y traidores. Los dientes de color cetrino sefialan una extremada credulidad y predisposición á la locura. Dientes grandes y anchos indican un hom bre vigoroso, lascivo, orgulloso, fanfarrón y terco, y presagian larga vida. DE LA LENGUA
L a lengua que se agita en demasía al ha blar, indica que un hombre es más necio que sabio, y está dotado de espíritu vulgar y-ialso criterio. E l que tartamudea hablando es á menudo más orgulloso de lo que tal vez pudiera pa recer: por lo común es de complexión débil é inclinado á la cólera; pero olvida pronto
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las injurias, y procura complacer á los de más. U na lengua gruesa y ruda es signo de prudencia, de malicia y de impiedad. Una lengua delgada anuncia ingenio y un feliz carácter. Una lengua muy larga indica necedad. Una lengua corta es & menudo carácter propio de los hombree de genio. Demóstenes, Corneille, un sinnúmero de oradores y de poetas célebres, tenían la len gua corta. Una multitud de necios pasean su lengua sobre su barba. de la
voz
Una vos baja y fuerte anuncia nn hom bre robusto, audaz, lascivo, bonachón, v a leroso, terco, colérico y gran hablador. U na voz dulce y débil indica timidez, un criterio sano y m ny poca afición & banque tes. Una voz clara y sonora designa el inge nio, el amor propio, & veces la sinceridad, y más á menudo una predisposición á las ba ladronadas. U na vos trémula es signo de envidia, de pusilanimidad, de suspicada y de pereza. L a vos alta denota fuerza, intrepidez, fir meza, y es á menudo carácter propio de loa héroes.
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Una voz rada va unida á veces á un esp í ritu grosero. Una voz ronca ó cascada desde la ju ven tud raras veces es natural, siendo general mente consecuencia del libertinaje y de la disolución de costumbres. Es un signo an ticipado de vejez. Las prostitutas, y los des dichados que las frecuentan, adolecen ordi nariamente, con otros defectos, de una voz sepulcral á los veinte años; y es que, en ver dad, ya tienen un pie en la tumba, DE LA BISA
Signo de locura ó necedad es el reir mu cho y sin saber por qué. E l que ríe con facilidad y por cualquier cosa, no da prueba de muy sólido carácter. E l que ríe dulcemente cuando hay m o tivo para reir, es prudente, discreto, labo rioso, á veces algo disimulado, sobre todo si su boca hace muecas al reir, y si la contrac ción de los labios no va acorde con la de los ojos. Por lo demás, el trato de gentes, por muy superficial'que sea, permite distin;uir fácilmente á una mirada observadora a risa del necio y la del sábio, la del hom bre de ingenio y la del idiota, la de la virgen inocente y la del criminal endurecido que se alegra del mal de otros y se burla del llanto ajeno.
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DE LA BABBA
Una barba ancha y carnosa Indica un hombre pacífico, pero sin delicadeza ni talento. Una barba asaz cubierta de carne y un tanto larga, caracteriza al hombre de corazón y de recto criterio. Una barba muy larga indica audacia, or» güilo, valor, afición á la guerra y un espíritu terco. Una barba poco saliente y más corta que larga* anuncia dulzura y timidez. Una barba que sea completamente recta y no presente en la proximidad del labio infe* rior ondulación alguna, es signo de un cora zón poco amante y de un alma dora. Una barba que forme con el labio nna lí nea ondulada, anuncia la jovialidad y á ve ces el egoísmo. DE LA ESCRITURA
* Dadme seis líneas de la escritura hombre, exclamaba Buffon, y os diré este hombre vale.» Un bello carácter de letra supone sariamente buen gusto, un espíritu dico y cierto amor al orden.
de un lo que nece metó
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U n a escritura habitualmente atravesada, designa á menudo el disimulo en el corazón, ó caprichos en el espíritu. Letras mal alineadas, desiguales, em bro lladas, escritas con cierta negligencia, anun cian un carácter flemático, un espíritu d e s cuidado y poca afición á todo lo que requiere atención y aseo. U na letra bien formada y redonda, pro mete precisión y gusto. Un escrito ligado, seguido, enérgico y fir me, anuncia vigor de espíritu y fuerza d e carácter. U n carácter de letra demasiado cuidado indica gusto, pero maneras afectadas. Una escritura suelta, viva y llena de m a yúsculas, designa un espíritu ardiente y atolondrado. Un escrito, ora suelto, ora apretado, an cho al principio y estrecho luego, alternati vamente cuidado y descuidado, muestra un carácter inconstante, ligero, vacilante en sus resoluciones -Un carácter de letra casi perpendicular anuncia ordinariamente sutileza; caído á la derecha, promete penetración; á la izquier da, terquedad.
A R T E DE DECIR L A B U E N A V E N T U R A
M U U INSPiCCIÓN 91 LAS LÍKUS » t LAS MAROS
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QUIROMANCIA POPULAR
L a de la vid a ( a ) , que es la más importan te, empiesa en el borde interno de la mano, entre el pulgar y el índice, y se prolonga desde l a base del primero basta la m u fie c a . L a de la sa lu d y el talento (b ), que tiene el mismo origen que la anterior, entre el ín dice y el pulgar, y term ina en el borde cubi tal de la mano, en un punto casi equidistan te de la mufieca y de la base del dedo pequefio. L a de la fo rtu n a y de la dicha (o), que co mienza entre los dedos índice y de corazón, y termina en el borde externo ó cubital de la mano, cerca de la base del mefiiqne. Bta fin, la de la coyuntura 6 articulación d e la mano con el antebrazo ( d ), que es la
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menos importante; es más bien un pliegue que una línea. Cuéntase otra línea, que no se baila en to das las manos, y que se (lama del triángu lo, la cual empieza en medio de la muñeca, debajo de la base del pulgar; y acaba deba jo de la del pequeño. H ay también en la mano siete relieves ó prominencias, que llevan los nombres de los siete planetas de nuestro sistema solar, y que señalaremos oportunamente. Para hacer las observaciones propias dd la quiromancia se emplea siempre la mano izquierda, porque la derecha suele estar de formada por el trabajo, y presenta muchas veces en las líneas irregularidades anómalas. H ay que cónsiderarla cuando esté en re poso, descansada y sin ninguna agitación, para ver el verdadero color de las líneas y la forma típica de todos sus rasgos. La figura de la mano puede ya dar una idea-, si no del porvenir de las personas, al menos de su naturaleza y talento. Generalmente, una mano grande anun* cía un entendimiento débil y embotado, á menos que los dedos sean largos y hue sosos. Una mano regordeta, cuyos dedos sean ¿nos y aguzados, como se complace uno en desearla en las mujeres, no indica tam* poco un talento superior.
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Unos dedos tan gruesos en la extrem i dad como en la base9no anuncian nada de malo; y los que lo son m is en la coyuntura del medio que en la de su origen, no indi can nada de bueno. U na mano ancha es mejor que una d e masiado estrecha; para que sea bonita es >reciso que tenga una anchura igual i la ongitud del dedo medio. Si la línea de la muñeca, que algunas v e ces es doble, es muy marcada y rojiza, anun cia un temperamento robusto; si es recta é igualmente profunda en toda su longitud, promete riquezas y felicidades; si la muñeca presenta cuatro líneas visibles, iguales y rec tas, es de esperar que se adquirirán honores, dignidades y ricas herencias. Si está atravesada por tres cortas rayas perpendiculares, ó señalada por a l g u n o s puntos bien claros y visibles, es para un hombre señal infalible de que será engañado por las mujeres; y para una señorita, pre sagio de algún ultraje que recibirá de su amante. Pequeñas líneas que, saliendo de la mu ñeca, se pierden debajo de la base del pul gar, indican con certeza que uno será enga ñado por sus parientes. Si una línea sale también del mismo lu gar, y acaba en la base del dedo medio, anun cia dicha y éxito en las empresas; y si va á
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terminar en el origen del pequeño, desgra cias y pesadumbres. Las rayas que parten de la muñeca, y se extienden á lo largo del brazo, son seguros indicios de que uno será desterrado de su patria; y si van á perderse en la palma d e la mano, presagian largos viajes por tierra y por mar, y una vida continuamente agi* tada. Si se hallan en la coyuntura de la mana de una señorita tres líneas, de las cuales una termine en la base del dedo pequeño, la otra en el dqdo del medio, y la última en el pulgar, esta niña se abandonará á los máa vergonzosos excesos desde edad temprana* Una joven que tenga en la linea de la co* yuntura la figura de una cruz, es casta, dul ce» llena de hoqor» dotada de talento, y hará la felicidad de su marido. Cuando la linea de la vidat que se llama también del corazón, es larga, bien marca da. igual y de un color vivo, anuncia una viaa exenta de males y una lozana vejez. A l contrario, si no tiene buen color, si es torcida, corta, poco aparente, y la .atraviesan pequeñas rayas transversales, es indicio de una vida corta, de una mala salud y de un carácter que no se distingue por niguna cua lidad saliente. Dicha línea estrecha, pero larga y de buen color» es señal de sabiduría, de ingenio y d e
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un corazón generoso; pálida y ancha, lo es de descortesía, y á veces de necedad. Si es profunda y de desigual color, es de* eir, marcada con manchas rojas y lívidas, denota maldad, doblez, charlatanería, celos y presunción. La linea de la vida profunda, ancha y co lorada, demuestra inclinación á la lascivia, naturaleza de borracho y afición á la bella quería; y si de un extremo á otro su color es entremezclado de pálido y rojo subido, anun* cia cólera, arrebatos y un natural inclinado á los excesos de furor. Cuando en su origen, entre el pulgar y el índice, la linea de la vida se divide en dos, en forma de horquilla, es sefial de incons tancia. Una cruz sobre esta línea, en la mano de una mujer, indica liviandad y amor al vicio. L a misma línea, cortada en el medio por dos rayitas transversales y bien distintas, significa una muerte próxima. Si está rodeada de pequeñas arrugas, que le den la figura de un tronco cargado de ramitas, con tal que se dirijan hacia lo alto de la mano', es presagio de riqueza y hono res, y, según algunos quirománticos, el me* jor de todos los signos; pero si las arrugas van hacia abajo de la mano, anuncian po breza y una cercana ruina; y si son estre chas, y cortan transversalmente la línea,
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prom eten nna mesóla de bien y de mal. T od a s las interrupciones y cortee de la linea de la vida representan otras tantas en ferm edades. Si está cargada de pantitos ú hoyitos, es sefial de un natural impúdico; y si estos ju n to s son escarpados, indican nn gran p e ligro en una aventura amorosa. ' Cuando se encuentra en la linea un puntito rodeado d e u n pequeño círculo, será uno tuerto, pues este signo indica la pérdida de un ojo; y ei ésta sefial es doble, es de te m er quedarse ciego. U na cruz colorada en lo alto de la línea de la vida, entre el pulgar y el indice, anun cia una determ inada propensión á la luju-. ria y á la vidA disoluta. Si la cruz está, por el contrario, cerca d e la coyuntura, presagia la m uerte en un cadalso. L a línea de la salud y d d talento, llam ada tam bién línea del m edio, cuando es recta, bien distinta y de nn oolor natural, indica salud, talento, sano ju ic io , m em oria fe liz y v iv a concepción; si es prolongada, se go zará de una perfecta salud, aun en la e x tre m a vejez. Si, al contrario, es tan.corta que no ocupe sino la m itad de ln mano, dem uestra tim i dez, debilidad, obstinación y avaricia; y si es pálida, perfidia y am bición. Guando es encorvada hacia el dedo m efii-
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que, presagia ana m iserable vejez; y si es curva, form ando una especie de gancho, es signo de ruindad de pensamientos. S i la linea de la salud y d d talento se en* corva hacia la coyuntura de la muñeca, d e nota flaqueza ante las necesidades de la vida, d e las que no se triunfará sino á fu erza de desvergüenza; cuando es tortuosa, revela afición al robo; y al contrario, recta y d e un color brillante, es señal de una conciencia pura y de un corazón justo. Larga, profunda y d e u n rojo subido, anuncia la rudeza y la im pudicia; cargad a de pequeños círculos, son estos otros tantos asesinatos que se cometerán, si no se rep riprim en enérgicam ente los instintos sangui narios. Si esta línea se interrum pe en su m itad para form ar una especie de sem icírculo, es presagio dé exposición á grandes riesgos con Iob más feroces animales. Si en m edio de la lín ea se levan ta una crucecita, puédese creer que se m orirá en aquel m ism o año. Si en su origen es ahorquillada la lin ea, anuncia un talento precoz, p e r o que se am ortiguará con la edad; y si, al contrario, lo es en su extrem idad, ó se d ivid e en m a chas rem itas que bajan hacia la base d e la mano, indicará un talento tardío, pero que con los años se fortalecerá.
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Este rasgo prom ete tam bién u n a vid a prolongada, 7 algunas veces una v e je z llen a de privaciones 7 miserias. L a linea de la fo rtu n a y de la dicha es casi paralela á la de la salud. Si es igu a l; recta, bastante prolongada 7 bien distinta, denota un natural ex cele n te, fuerza, m odestia 7 constancia en e l bien: pero si en lugar de em pezar debajo d e la base del índice, entre éste 7 el dedo d el m edio, com ienza casi en el b ord e in tern o de la mano, es signo de crueldad 7 de o r gullo. Cuando es muy encarnada en su parte superior, demuestra que el sujeto es e n v i dioso 7 traidor, que está pronto siem pre á hacer dafío, 7 que se com place en el m al del p rójim o. Esta línea, cargada de rayitas que form an ramas dirigidas hacia el borde interno de la mano, presagia dignidades, dicha, poder 7 riquezas; 7 al contrario, si está enteram ente despejada, unida 7 sin ram ificaciones, p re d ice miserias é infortunios. Si las ramitas son en núm ero de tres, 7 se prolongan hacia lo alto de la mano, son in d ic io de un genio festivo 7 de un corazón g e neroso; tam bién es ésta una señal de m o d estia 7 de amabilidad. Es m uy raro que con estas tres ram itas n o agrade uno á las damas; 7 ninguna dama
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que las tenga debe tem er que le falten ar dientes enamorados. Cuando se halla ana pequeña cruz sobre la linea de la fortuna,, es anuncio de uq c o razón liberal, am igo de la v e r d a d , bueno, afable y ornado de todas las virtudes. S i la línea de la fortuna, en lugar d e principiar donde se ha dicho, tien e su o r i gen en tre el pulgar y el índice, en e l m ism o sitio que la de la vidat de m odo que ambas form en un ángulo agudo, debem os esperar grandes pesares, muchos peligros, cansancio y tedio de la vid a . Si la linea de la salud no se halla en m e dio de la mano, y en ella no hubiese sino la de la vida y la de la fortuna, reunidas en form a de ángulo, es presagio d e que se p er derá la cabeza en una batalla, ó d e que se recibirá una herida m ortal en algún lance. E n cualquier caso, no debe esperarse con este signo una muerte natural. Cuando la linea de la fortuna es recta y delgada en su parte superior, da señales d e talento para gobernar su casa y de un c e r tero golpe de vista en los negocios. Si en su m itad vien en á . in terru m p irla rayitas transversales, es in d icio de adu la ción y doblez, cualidades que atraen e l g e neral desprecio. S i dicha línea es pálida en toda su lo n g i tud, prom ete pudor, castidad, una naturale*
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za fría y gran deb ilid ad d e cuerpo 7 d e ánimo. Si fa lta enteram ente en la m ano, ee un mal pronóstico; la persona p rivad a d e esta línea no tien e carácter; disfrazada, costaría trabajo reconocer su sexo, porque d iría se que participa d e los caracteres d e h om b re y de m ujer; posee grandes disposicion es para e l m al y escasas inclinaciones para e l bien, poca constancia y tendencia irresisti ble á en ojarse p or la cosa m as m ínim a. Si en el ex trem o in fe rio r la línea está cortada por pequefiaS rayas transversales, éstas representan otros tantos m atrim o nios que se contraerán, ó que se han con* traído ya. L a tinca del triángulo fa lta en m uchas m anos, sin que por esto la persona sea m as desgraciada. S i es recta y distin ta (pues d e ordin ario ap arece m uy poco marcada), y se acerca á la lin ea de la »alud9 proájete grandes riquezas. S i se prolonga hasta la base del dedo m e d io , presagia los más dichosos sucesos; pero e i s e p ierd e debajo d el m eñique, hacia el b o r d e cubital d e la mano, es predicción de d esgracias, rivalidades y odios S i es tortuosa y desigual, cualesquiera q u e sean su principio y térm ino, es anuncio d e q u e n o se saldrá nunca de la pobreza. L a em inencia que se halla en la base del
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pulgar, y se entiende hasta la línea de la vida, se llam a monte de Venus (i). Cuando esta tuberosidad es poco abul tada, sin arrugas y de *agradable color, es in d icio de grandes disposiciones para las aventuras amorosas. S i está adornada de una línea paralela ¿ la linea de la vida y cercana á ésta, anuncia una insaciable afición á los placeres d e V e nus y á las grandes riquezas* Si esta em inencia se halla cargada d e muchas rayitas paralelas á la m ism a linea de la vida, será uno rico en su ju ventu d, y pobre en su vejez* Si, al contrario, las rayas que cubren la em inencia del pulgar se d irigen hacia otra parte, es decir, si van de la coyuntura d e este dedo á la linea de la vida, será uno p o b re en su juventud, y rico en su ancianidad* Si este m onte está á la vez cargado de ra yas que se cruzan en longitud y latitud, será el in d ivid u q rico toda su vida, ó al m e nos gozará d e una dulce comodidad* Cuando el pulgar está atravesado en su longitud por pequeñas líneas que salen d e la ufia hasta la prim era coyuntura, p rom ete una herencia; pero si estas líneas son trans versales, como el doblez de las coyunturas, es señal de que se harán largos y p eligrosos viajes. Si el pulgar presenta en su base ó en toda
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ea lon gitu d sígan os pantitos ó estrellitas, indica alegría* L a presencia d e peqnefios círculos sobre e l pu lgar, anuncia tam bién un natural a m o roso; la de una ó muchas crucecitasf .denota piedad, devoción y am or á la v id a solitaria» L a em inencia que está en la base del ín d ice se llam a M en te de J ú p iter ( 2). Guando es regular y agradablem ente co lo reada, sefiala un buen natural y un corazón virtu o so . 8i está sobrecargada de pequeñas líneas dulcem ente señaladas, recibirán se honores y dignidades im portantes. Si las tales líneas son apretadas y num e rosas, inducirán á abrazar el estado ecle siástico, y podrá haber esperanza d e lle g a r á obtener, el capelo cardenalicio* Si los pliegues que form an la segunda coyuntura del ín dice son anchos y d e un r o jo subido, anuncian un hom bre déb il en am or; en una m u jer, presagian parto p e li groso. Si el extrem o in fe rio r del ín dice está atra vesa d o por una lín ea en toda su longitud, in d ica m uerte violenta. S i la coyuntura que está cerca de la uña e s suavem ente.arqueada y d e color natural, d en ota un g en io afable y una Voz sonora. L a m ism a persona tendrá los dos prim eros d ien tes de la m andíbula superior algo -pro*
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noticiados, sin por ello parecer más fe a . M ochas líneas cortas entre la segunda co yuntura y la base del índice, predicen ricas concesiones* de parte de lejanos parientes, de los que nada se espera. L a toberosidad que s e 'e le v a en la palm a de la mano, en la basé del dedo m edio, tiene el nom bre de Monte de Saturno (3). Si es redondeada, lisa y de boen color, denota sencillez y am or al trabajo; pero si está llena de pequeños pliegoecillos, es in dicio de inquietad y de un espíritu accesi ble A los pesares. Guando la coyuntura q oe separa la palm a de la mano del dedo del m edio presenta a l gunas arrugas tortuosas, designa un ju ic io tardo, un entendim iento perezoso y una concepción difícil. Una línea corta en la m ano de-una m u jer, en cada lado de la base del dedo m ed io, anuncia muy buenas disposiciones para se r madre; y puédese afirm ar que, si estas l í neas son bien señaladas, dará á luz algunos muchachos. Una m ujer que tenga debajo del d e d o m edio, entre la segunda coyuntura y la p r i mera, la figura de una crucecita, será dichosa. ^ n un hom bre, esta señal* cam bia de s i g nificación, pues presagia desdichas y d o lores* L a m ujer qne entre estas dos coyuntu*
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ras tenga cinco 6 seis rayitas dispuestas á lo largo] parirá nn h ijo que será sacerdote. Esto h ijo será m uerto á m ano « r a d a , si se h alla en m ed io d e estas rayas nn p o n to ó la figura d e nna estrella. L a em inencia q o e se encuentra en la base del d ed o anular se llam a M o n te del Sol (4). Si está cu bierta de lineas cortas, natural* m en te marcadas, anuncia un entendim iento fe lis y v ir o , clem encia, gen io para los em pleos políticos y eclesiásticos, y tal ve z un poCo d e orgullo. Si estas líneas son tan sólo en núm ero d e dos, indican m enos elocuencia, pero m ás m odestia y probidad. Si la base del dedo anular está llen a de lineas cruzadas unas sobre otras, e l que tenga esta sefial alcanzará victorias sobre sus en em igos y sobre sus rivales. Cuando estas líneas son m uy marcadas y d e un color algo v iv o , indican g en io alegre y jo v ia l. S i son m uy tortuosas y d e un encarnado obscuro, designan un tem peram ento vicia d o, y presagian enferm edades. S i form an una cruz d e San A n drés, es se fia l d e m oderación y d e p revisió n ex q u i sita. U n a m u jer que tenga debajo d el dedo anular, ceica d e la segunda coyuntura, ra y ita s dispuestas á lo largo, será enriquecida
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p o r su esposo, el cual adquirirá uua in m en sa fortuna* Si estas líneas están cerca d e la coyuntura inm ediata á la afia, la m ujer será devota, y ta l ve z se encerrará en un claustro. L a protuberancia que se eleva en la base d e l dedo pequefio tiene por n om bre M on te de M ercu rio (5), Si es lisa, sin arrugas y de un color igu al, indica un dichoso tem peram ento, constan cia de sentim ientos y firm eza de co n vic cio nes; en los hombres, además, indica m odes tia, y en las mujeres, pudor y virtu d in a lte rables. Si esta em inencia está cortada p o r dos líneas que se prolongan hacia el dedo p e queño, es señal de libertad. Si tales líneas son de un ro jo subido, in terrum pido por algunas manchas de color pálido, denotan un natural falaz é in clin a ción al robo. Si la coyuntura que une el d ed o pequefio á la mano está llena de líneas tortuosas, prom ete grandes esperanzas de que se goza rán los dones de la fortuna. U na m ujer qué tenga en el extrem o de) dedo m efiique la figura d e una cruz más ó menos sefialada, es insolente y parlanchina. Dos líneas que form an un ángulo debajo d e la segunda coyuntura del dedo pequefio,
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indican am or al estudio, un talento osado y un corazón soberbio. U na cruz entre la segunda coyuntura y la que está vecina á la ufia, denota pasiones desordenadas, un suefio penoso y una con ciencia agitada. L a figura de un círculo en e l d ed o m efiique presagia dignidades y poder. E l espacio que se encuentra en. e l ex tre m o anterior de la mano, d ebajo d el monte de Mercurio, desde la linea de la fortuna hasta la extrem idad de la del talento, se de* nom ina Afoaíe de lá Luna. Cuando este espacio está liso, suave y lim pio, indica la paz del alm a y un carácter naturalm ente tranquilo. Si es de un color muy subido, es sefial de tristeza, de un natural am able y b en é v o lo y de un tem peram ento m elancólico Si está cargada de arrugas, anuncia v ia jes y peligros en la mar. L a em inencia que hay en el extrem o in fe rio r de la mano, desde la extrem idad de la linea del talento hasta la parte in ferio r de la linea de la coyuntura, tiene el n om b re de Monte de Marte. Cuando está lisa y sin arrugas, denota verdadero valor, y ardim iento acom pañado d e prudencia. Si es de un color m uy fu erte, indica siem pre audacia y temeridad.
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Cuando está cubierta d e arragas, anuncia otros tantos p eligros más ó m enos gra ves, según la extensión y profundidad d e las mismas; presagia tam bién una m uerte, ve* nida tal vea d e manos de ladrones; ai las líneas son lívid as, una funesta desgracia; si son m u y rojas, una m uerte afrentosa» Si se hallan en e l M onte de M a r te m u chas cruces, designan em pleos y dignidades. Preten den algunos, en cuanto á coyu n turas, q u e cuando 1» que separa el d ed o pu lgar d e la m an o form a una línea profu n da, sen cilla y b ien trazada, anuncia un tem peram ento en érgico y una constitución v i gorosa; y si es desigual ó atravesada p o r otras lin ea s, indica debilidad. Cuando se hallan en la coyuntura d e la m ano con e l pulgar dos ó tres líneas in feriores m ás ó m enos juntas ó marcadas, es una pru eba d e dicha cierta. Cuando la prim era coyuntura d el in d ic o está cargada de rayitas, es una sefial e v i dente de probidad y de un fe liz carácter. Si la línea de la segunda coyuntura está cortada en el m edio y atravesada por d os rayitas rectas, cortas y bien sefialadas, p u édense esperar honores. Cuando la lín ea d e la coyuntura in m e diata á la ufia del ín d ice es igu al y b ien d is tinta, prom ete una salud floreciente. Cuando la prim era coyuntuta d el dedo d el
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m edio está llena de líneas cortas, denota nn natural crédulo, sencillez de corazón y buenas costum bres. Guando la segunda coyuntura del dedo m edio tien e m ochas líneas, indica un cora; zón am bicioso y un gen io atrabiliario. Cuando la tercera coyuntura está com ~ puesta de tres líneas más ó m enos séllala* das, denota nn alma sin artificio y aversión á toda especie de engaño. Si la prim era coyuntura del dedo anular está cubierta de líneas y ram illas, es in d icio seguro de grande im aginación. Si la segunda coyuntura tien e tres rayi*. tas, de las cuales la d el m ed io está d ivid id a , da á cónocer un gen io fe s tiv o y jo v ia l» Si la coyuntura del m ed io esta com puesta de una sola línea lim pia, sencilla y bien día* tinta, denota un buen corazón. Cuando las tres coyunturas d el d ed o me* fiiqu e se ven cargadas de líneas y d e rami* tas, indican talento, gran capacidad y elo* esencia. N o debem os o lv id a r tam poco las señales de las uñas. A lgunas m a n c h a s blanquizcas e n l a s uñas, presagian tem ores. Si son negras, anuncian horrores y pe* ligroe. Si son rojas, lo cual es más raro, denotan desgracias é inquietudes.
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Y si son de un blanco puro, sefialan espe ranzas y felicidad. Cuando estas manchas se encuentran en la raíz de la uña, indican que el cu m pli m iento de lo qne presagian está m uy lejos. Con el tiem po, á m edida que el suceso se aproxim a, van acercándose al ex trem o d e la tifia* P ara que una mano va ticin e una v id a perfectam ente venturosa, no ha d e ser m uy regordete, sino un poco larga, con los dedos n o muy redondos, y bien aparentes lo s n u dos y las coyunturas. E l color deberá ser dulce y suave. L a s uñas, más largas que anchas. L a linea de la vid a , bien distin ta, ig u a l y de un color fresco, sin ser interrum pida, n i prolongada hasta la mufieca. L a de la fo rtu n a debe estar cargada de rayitas, en form a de ramas, y ser de un color v iv o é igual. (Dichoso el que, con una mano de estas condiciones, lleve alguna de las benéficas sefiales que hem os indicado! Su carácter la brará su felicidad; el destino, su fortuna; y su buena estrella le conducirá al gen io, que d a la gloria. F IN