5. Educación liberadora
5.1. La fractura ontológica 1. La
conciencia
ble. cuantto f enómeno, es incontr ov overti b El f enómeno de la conciencia, en cuan discuti b peer enn nneme ement ntee di scuti b con ncie cien nci ciaa misma; es decir , la ble, es la co ble, lo p quieen ha ha me explicación y lectura del fenó fenóm meno en cues esti tió ón. Incl Inclu uso no falta qui iiet!sc !sch he, en 1""#, pu bli lica ca ba nosp ospr r eciado eciado descara damente la conciencia. Así Lo
en La Ga ya C iencia.
conciencia es la $l conci día evo evolu lució ción n de d e la vida or $lti tim ma % m&s tar día '&nica %, en consencuencia, es lo me meno noss lo'rado % lo m&s fr& 'il de (a evolución). "La
Aun sup upo oni nieend ndo o con iet!sche que el hec hech ho de la co con ncie cien ncia constitu%a sen no del p pr r oces ceso o evolutivo, lo ines una de'en de'eneración % un menosca bo en el se qui uiv va bl blee es que que la conciencia est& ahí % no par ece ece qu quee va%a a ec eclip lipssars arsee en resulta nada f &cil &cil volver al monte % sum umer'irse er'irse en la beatitu d br eve. *a no resulta !ooló'ica. Lo ur' eri'uarr qu qu++ de pend pendeencias se es estta blecen ur'eente % p prec recii pu puo es averi'ua ino en e n caso de que las ha%a entre cultura % conciencia; % esto no p po orqu rquee sí, sin o ale!a y cul ultura tura form forman an un co esccrutar si natur ale con ntinuum o bi bieen si con &ni &nimo mo de es entre la un unaa % la otr a aparece una fractura o que bran to. El homb ombr r e es nat ur a alo, cul t beer qu+. -ómo se r e lez a enc+f al t ur a ha bla % conc iencia vete a sa b lacio ion nan estos tres pilar es/, es/, las re para ara la esultan fundamentales p respu spues esttas r es educació cación n, %a que so son n fundame fundamen ntan tanttes de la l a mi missma y tambi ambi++n son esenciales para delimi limitar tar el discurso fil filosófi osóficco so b bre re la edu educac caciión. 0ro 0roce cedamo damoss co con n so sie'o. El s situación ituación espirit espirit ual ual de nuestr a é poca ser er y el t iem po de eide''er , La s ismo es un humanismo de 3artr e se'unda p parte arte de 2as pers, % El exist encial is an&lisis is fenomenoló'ico qu quee co con ncibe al hom br e, forman fo rman tr es es muestras de un an&lis er no com como un se 4am&s &s hec echo ho a lo ser r , sin ino o como un pod er ser . El hombr e no est& 4am sumo queda queda brutalmente ) per f serr humano es mori fe cto) cuan and do fallece. El se cuando o le al alcan!a can!a la muert muertee empírica de 4a de t urus u rus )elquetienequemorir )% cuand ser moriturus que es lo su%o %o p par ar a mudarse mudarse en en cad&ver ; es decir , en al'o que %a no p pue ued de morir se cos $nicameent ntee fu fueera mor cosaa que no le cuadr a. 3i $nicam
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tali s ;mortal;, el finamiento constituiría la perfección o acabamiento huma no, per o no es así porque el hombre es morituru s en contra del perro que es precisamente mortali s. El ser que consiste en )tener quemor ir se) es tal por que su muerte no est& pr efabricada como la de la paloma tor ca!; su óbito es su%o, le per tenece dada su constitución de con scient e. El hombre se encami na a la muerte constru%+ndose la vida bio'r&fica desde la conciencia. 3in +s ta, a par ece impensable la estructur a del moritur u s. 3e'$n 3artre -l'É tr e et le éant -! )La característica fundamental de la conciencia consiste en ser descom pr esión del ser . En efecto, resulta imposi ble definirla como coincidencia consi'o misma). La conciencia es distancia con res pecto a aquello de lo que se tiene con ciencia. uando me do y cuenta d e que "eo mi s d ed o s escri#iendo, el me do y cuent a estriba, al pr onto, en no-ser )veo mis dedos escri biendo); es nada, pr e cisamente, de esto; es nad a de. El acto de conciencia es un mir ar lo mirado, % por tanto, no serlo. La conciencia subsiste como inter sticio, hendedur a, r es quicio, ale 4amiento, dis paridad, discre pancia, se par ación. El día en que un peda!o de natur ale!a di$o la natur ale!a aconteció al'o insólito. Lo de menos, para el filósofo, es la cr onolo'ía de este primer decir consciente; lo 'r ave par a +l es el acontecimiento. u+ son los valores de la cultur a 'rie'a o de la cultur a cristiana o de la cultur a marxista sin relación a una conciencia que los valor e/ 7ener conciencia de al'o, e.'. de la mater ia física de un &tomo; o de la mater ia so cial ;de la lucha de clases, es conf erir sentido a dicho al'o ; hasta el extr emo par ece esto así que podría definir se la conciencia como el ór % ano d el sent id o , como la ca pacidad de hermene$tica o interpr etación. La conciencia se nos tr ansf orma en protofenómeno en ve ! de ser un vul'ar e pifenómeno. La conciencia acompa=a nuestras r epr esentaciones % las unifica. 7ener concie ncia, no sólo es tener conciencia de mi vida, mas tam bi+n tener con ciencia de mí mismo. La conciencia -es homo'+nea con res pecto al ser del cual es conciencia/? he aquí una pre'unta inesquiva ble % al propio tiem po ca r ente de respuesta se'u r a % definitiva. La descr ipción fenomenoló'ica que hemos iniciado conduce sin embar'o a la heter o'eneidad. La hetero'eneidad r adical entr e ser % conciencia f or ma un dualismo irr e ducti ble. La histor ia de la filosofía ofrece muchos pensador es inscritos en esta concepción metafísica. En nuestro tiem po, 3artr e % Lain' son dos r e pr e
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Conciencia Imper ativo categórico moral "cogito" espíritu alma libertad
ser natural (físico-químicobiológ ico)
creatividad
ser histónco (socio-c ultura l)
sentantes de tal ontolo'ía. 0er o, no todos han optado por tan intransi'ente heter o'eneidad. Los materialistas nie'an la irr educti b ilidad de la concienci a pr esent&ndola como un f enómeno totalmente r educ ible a bioquímica del ce rebro. arx y En'els entienden por conciencia los contenidos r e pr esentativos de la misma perdiendo de esta 'uisa a la conciencia misma. o pocos psicó lo'os la r educen a fisiolo'ía. Batson ne'ó la existencia de la conciencia por que no se la podía mostrar en una pr o beta. Los be bavioristas han pr ose'uido en esta dir ección. o han faltado filósofos como Leibni! por e 4em p lo que han admitido al'o que par ece, por otra parte, una evidencia? no todas las r e pr esentacion es de los hombres son conscientes, aunque esto no implica que no puedan serlo. 9reud, en nuestr o si'lo, ha ido m&s le 4os, sosteniendo que existen r e pr esenta ciones que nunca alcan!ar&n el nivel de la conciencia. * no sólo esto; 9r eud
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heter ogeneidad de la coocseoos con r especto al ser.
Interp r etacion es ontológica s en tomo a la conciencia
#
dualismos e"plícitos (e$! %escartes)
dualismos implícitos (e$! &a rtr e) biológ ico (e $! onodC
#. hom ogeneidad de la conci en c i a y del se r
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psicológico (e $! &'lnner )
sociológico (e$! ar" ) espintualismos (e$! egel)
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ha afirmado que la conciencia no es m&s que un e pifenómeno del inconscien te al ponerse, +ste, en contacto con el mundo exterior . uando se utili!a el t+rmino conciencia conviene distin'uir dos pos ibles intelecciones del m ismo? una cosa es la conciencia. concienciad a y otra harto dife r ente la conciencia concienciant e , La primera se refiere a los contenidos de concienci a, su pon'amos a los sue=os tenidos la noche anter ior y que un psicoanalista puede estudiar o a los do'mas cr eídos por un fiel y que un mar xista somete a sus esquem as interpr etador es. La conciencia concienciant e, en cam bio, es el mismo acto que en'endra, o descubre ;no interesa ahor a pr ecisar lo;, contenidos de conciencia. 7al con ciencia esca pó a arx y a 9reud, por e 4em plo, quienes se detuvier on $nica mente en la primera modalidad, desentendi+ndose de la se'unda, $nica a la que se pr esta atención en el presente tr a ba 4o. os des preocupamos de la & conciencia-o# $et o& con &nimo de considerar las posibilidades de la & concien-
cia- su $et o& .
onciencia
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! concienciada: ob$eto de estudio para una con cie ncia
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*! conciencl ant e: su$eto autoeporimentable e In terpr eta dor
La fenomenolo'ía de usserl con sus corrientes der ivadas ;el existencia lismo y el personalismo ha r eflexionado en torno a la & conciencia-concienciant e& % actuando así ha disminuido el influ4o casi total del positivismo % de sus modelos en las ciencias sociales e incluso natur ales. En C ri sis d e la s ciencias eur o peas obra inaca bada;, usserl cuestiona las bases del criterio de cientificidad positivista proponiendo el modelo fenomenoló'ico, el cual r eva lori!a la conciencia. usser l ataca el naturalismo, el psicolo'ismo y el histo ricismo, so br e todo en ldeas- 'l , r e planteando la noción de o b 4etividad en con tra de la universali!ación del criterio científico de la física. La causalidad ri'e la esfer a de la natur ale!a, dir&, m ientr as la intencionalidad constitu%e la base para la compr ensión de los pr oductos humanos. Foethe había intuido el valor de la intenci onalidad de la conciencia cuan do escri bió? )El hom br e de acción carece de conciencia; +sta sólo se da en el contem plativo).
Ahora bien; es usser l, en las ( edit aciones cart esianas publicadas en 15#5, quien ha desarrollado el conce pto de intencionalidad de la conciencia. El si'uiente texto r esume perf ectamente su pensamiento? "La pala br a int encionalidad no si'nifica otra cosa que la particu laridad que tiene la conciencia de ser conciencia de al'o, de llevar en sí misma, en su cualidad de c) % ito , a su co % it at um& ,
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Existan, o no, las cosas captadas por un estado de conciencia, +sta es in def ect iblemente conciencia de al'una cosa. o ha% c) %ito sin co% it atum. esulta posible ela borar un modelo de cuanto ha% a base de distin'uir dos bloques, uno o b 4etivo ;natur ale!a m&s cultur a; % otr o su b 4etivo conciencia;. Lo que no par ece sensato es confundir la cultur a ;mun do de cosas históri cas; con fa conciencia ;instancia de la ne% ación d e cosas;.
+- "en-soi"
,- "pour-soi"
+- f acticidad primar ia u or igin ar ia 1. mater ia física y psioobiolo-
gi ca
#. ausencia de conciencia
! aquello acerca de lo cua l se dice
"; sin f ac tu m o dato
1.
su $eto o concie nci a
#. con cien cia con stituyen te
J. el d ec ir .!
el ac to de signif icar
.! lo significado
/! 1nica f uente de mor ali dad
/! amor al
0! el in terpr etador
0! lo inter pr eta do
+#- "en soi "
+!#- f acticidad
se cundar ia o
deri vada 1. m ate r ia his tó r ica y psioo-
s ocial
#. concie nc ia constitui da J. lo d i c ho
.! la significa ción o sentido /! contenidos mor al es 0! la interpret ación2 3atur4issenschaften 5ul tur4issenschaften 6eistes4iss ens chaften
La conciencia ;la constitu%ente coincide con la li berta d. >uien es cons ciente de las le%es % de los valor es, queda libr e ante unos % otr os, como míni mo en cuanto consciente; quedan intactos, sin embar 'o, los condicionamien tos psíquicos % sociales. Aquel que nunca vive de la conciencia pasa a ser un r o bot por los cuatr o lados aunque evidentemente sea cuestión de cir cuitos neur onales. La conciencia, en cambio, es es pontaneidad, iniciativa, cr eación. * al es dinamismos existen si, % sólo si, la conciencia es dis par cara a la natu rale!a y a la cultur a. on fuer !a, habitual en +l, 2ean 0aul 3artre pr esenta el oficio de la )concienciali bertad). 3ostiene en Crit ica de l a r a z ón d ial éct ica!
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)Lo que denominamos li bert ad es la irr educt ibilidad del or den
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Rnicamente si contamos con conciencia constitu%ente tiene sentido plati car de act o moral como acto que se distin'a de un acto psiconeur ofisioló'ico % de un acto psicosocial.
para consuelo de necios % de est$pidos. 7endría ra!ón 3Sinner cuando s u pri me la di'nidad % la li bertad del ser humano. 0or otra parte, una il o so . í a de l a Ed ucación sin el presupuesto de la Conciencia aca bar & siendo ver borr ea o, acaso, literatura con valor exclusivamen te sintom&tico de conflictos infr aestructurales sean del individuo o bien so ciales;, o con valor , a mucho estir ar , terap+utico. 2. El su jeto
Los o b 4etos culturales no se o ponen a los naturales; a la postr e unos % otr os coinciden siempr e en ser o b4etos. En cambio, ambas modalidades o b 4e tuales hacen rostr o, de manera rotunda, al su4eto o conciencia, si lo ha%. La cultura pr oviene de la naturale!a mediante la com plicación evolutiva del ce r e br o; per o, -no ha intervenido tambi+n, en su lar 'a pr oducción, la cr eativi dad del su 4eto humano/ 0uede o ptarse por la afir mativa o por la ne'ativa; en este estudio nos hemos inclinado por lo pr imer o por consider arlo tesis meta física m&s iluminadora de la aventur a humana que otras tam bi+n pr o puestas. 2as per s en su il o so . ía pu blicada en 15J# plantea no sólo la irr educti bili dad e pistemoló'ica entr e e x plicación lo pr o pio de las ciencias naturales; % com pr en sión- lo tí pico de las ciencias del es píritu;, mas tambi+n afirma una irr educti bilidad ontoló'ica entr e naturale!a % es pír itu. La ex plicación descan sa so br e la causalidad buscando la valide! o b4etiva % asimismo la utilidad t+c
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nica ; la com pr ensión en cambio se apo%a en evidencias inter nas orient&ndose hacia los valor es. :na dimensión cuando menos, de la 9ilosofía de la Educa ción descansa so bre este conce pto de com pr en sión. El punto de vista que he mos adoptado es m&s ta 4ante a$n que el de 2as per s. Los productos de la cul tur a son tan materiales como los de la naturale!a . o disponemos de otr o contra punto como no sea el es píri tu, inteli'ido, no a modo de cosa u o b 4eto, sino como dinamismo, como acto de conciencia. La 9ilosofía de la Educa ción ser&, así, m&s radical si ca be, en su quehace r . Lo que pasa es que la cul tura acusa su doble ori'en? la naturale!a % la conciencia. aturale!a % cul tu ra son pr et+rito %, a mucho estirar , pr esente; exclusivamente el su $et o est& volcado siem pr e cara al po rvenir . @utur o (lo que queda por hacer )
3aturaleEa (lo ya hecho)
su $eto
pretFr ito G pr esente
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pr etFrito G pr esente
uando las teorías peda'ó'icas cibern+ticas se muestran exclusivistas , pr escinden del su $et o , tanto del su 4eto del educando como de( su 4eto del edu cado r . El modelo del cí rc ulo r e % ul ad or ci#ernético es científica % tecnoló'ica mente per fe cto; pero si se totalitari!a cae en la inmoralidad de no pr e'untar se por /uién pr o%ecta el pro'rama ;- por qu+ este qui+n % no otr o/;, de no averi'u ar /ué met a pr o poner ;- por qu+ ést a % no otr a/; % cu&l es el sentid o del mismo sistema ci bern+tico. La 9ilosofía de la Educación est& difer enci&n dose de otros discursos en torno a2 fenómeno educa tivo.
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ra!ona blemente o por el monismo ;sólo ha% ob 4etos? naturales % cultur ales; N por el dualismo ;ha% que contar con ob 4etos %, adem&s, con el su4eto o con ciencia. 0ara aquel que no es pers pica!, los dem&s o ptan en su lu'ar . 7odo menos ima'inar que pueden dar se una educación % una peda'o'ía vír'enes de meta física. :na 4elt anschauun % , o cosmovisión, est& en función de una e#en sanchauun% , o conce pción de la vida, en la línea de su construcción, a pesar de que en la línea de su deducción ló'ica suceda al rev+s. Las a puestas metafísi cas, conscientes o no, se encuentran en la base de toda conce pción de la vida. Wer 'son o pta por el dualismo al escribir que "La conciencia es sinónimo de invención % de li bertad). ounier se inclin a por la misma a pue sta? )La persona no es el m&s maravilloso ob 4eto del mundo, un o b 4eto al que conoceríamos desde fuera, como a los dem&s. La persona es la $nica r ealidad que podemos conocer % construir , al mismo tiem po, desde dentro. 0r esente en todas partes, no est& dada en nin'u na).;EX per sonalismo.
Yant constru%e tambi+n su sistema desde el dualismo. Así en La C rit ica d e l a r a zón pr)ct ica en el primer li br o define la li berta d pr &ctica como la inde pendencia de la voluntad ante cualquier le%, exce ptuando la le% moral. La he ter o'eneidad de ob 4etos % de su4eto es total en 3artr e; la libertad del su4eto es pecifica al hombre, br otando, dicha li bertad, de su conciencia ontoló'ica? )3omos una li bertad que esco'e, per o no ele'imos ser li br es? esta mos condenados a la libertad). ' '3t r e et l e éant ; #
Ahora bien; desde siempre ha ha b ido i'u almente pensador es que han su primido la conciencia, el su 4etó, la per sona, la li ber tad, por entender que se trata ba de es pe 4ismos. ume, por e 4em plo, eliminó la libertad con a'ude!a ? )3e consider a de or dinar io que los locos carecen de li bertad. 0er o, si o bservamos sus acciones caemos en la cuenta que son menos r e'ular es % menos constantes que las acciones de los hom br es cuer dos % que, en consecuencia, est&n m&s ale 4ados de la necesidad). it é d e l a nat ur e hum aine; -* ra
)La pala br a l i#ertad es un voca blo vacío de sentido; ni ha% ni pue de haber ser es libres %a que somos el r esultado del or den 'eneral, de la or 'ani!ación, de la educación % de la sucesión de acontecimien tos).
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conciencia queda ne'ada por arx en pr ovecho de los o b 4etos so ciohistóricos. La
conciencia de los hom br es lo que determina su existen cia, sino todo lo contrario? su existencia social determina su concien cia). 5eu"r es économi/ues. )o es la
En el campo de la psicolo'ía contempo r&nea, 3Sinner es un r e pr esentante cons picuo del monismo materialista. 0r oclam a en C iencia y conduct a humana! "La persona no es un
a'ente 'ener ador ; es un lu'ar .un punto en el cual conflu%en muchas condiciones 'en+ticas % ambientales pr o duciendo un efecto com$n). Ante la apuesta ontoló'ica b&sica de toda edu cación, que ha quedado aquí planteada, es necesario advertir como %a se hi!o antes que una pers pectiva científica conduce inexora blemente a un mundo exclusivamente ob 4etual. 3ó lo el salto metafísico puede suscitar la posi bilidad de una conciencia como al'o ta 4antemente diverso frente a los o b 4etos. Al discurso científico no le in cumbe tal ne'ocio; sí, en cam bio, le concierne al pensar filosófico.
5.2. La e45eriencia 6oral La conciencia del hom bre no es sólo conciencia co'noscente, tambi+n es conciencia moral. Los preceptos y normas morales han sido mu% varia bles en el curso de la historia, per o todos han sido ) pr ece ptos morales). Yant se pre 'untó por aquello en virtud de lo cual los prece ptos son morales. El senti miento moral no es moral, es sentimiento; al'o psicoló'ico %, por tanto, al'o em pírico. A Yan t le interesaba el sentido ob4etivo de este sentimiento, per o no el sentimien to mismo. alló en el de#er el sentido o b 4etivo de )lo moral). El deber no es un )ser ), es un )de ber ser ). El de ber moral no depende de las le%es de la naturale!a; no pende de condición al'una. El im perativo cate'óri co, el de ber , no es un dato, no nos comunica lo que al'o es , sino lo que al'o )de beser ). El hom bre es un ente que nunca ha cumplido del todo. &llase en cons tante tensión de cum plimiento hasta alcan!ar la muerte. 3i el hom bre es )de ber ser ) se de be a que antes es ) poder ser ), es perf ect ibilidad, es li bertad. uando el educador se vierte a su tarea no puede, por tan to, per derse en p r o porcionar un aco pio instructivo de noticias al educa ndo; tiene que des pertar le el )de ber ser ), la li bertad. 3i denominamos nat uraleza del hom#r e a lo que se conserva constante en +l, observaremos que tal constancia, aun en el plano neur oló'ico, consiste en hallarse en sit uación crisica , El hom br e se halla distendido entr e )lo ló'ico) %