XI. ¡La fiesta la vivimos en comunidad! “Acudían diariamente al templo con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan en las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios y gozando de la simpatía de todo el pueblo.” (Hch 2,46)
Objetivo - Que el joven reconozca a la Iglesia como una “comunidad” de personas bajo una misma fe. - Que el joven comprenda la importancia de la vivencia de la comunidad eclesial para alcanzar la salvación. - Que el joven defienda y colabore en la construcción de la Iglesia como integrante de una familia de fe.
Se inicia con un momento de oración meditada, para ello se reparte el Documento de trabajo No. 1, con la finalidad de que todos puedan realizarla. Presidente: Señor nuestro Jesucristo, Tú quisiste que tu salvación se manifestara en este mundo por medio de un pueblo, de “un solo rebaño bajo un solo pastor”. Mueve nuestros corazones para que unidos a ti podamos encontrar dentro de esta comunidad de fe los medios que nos conduzcan, todos unidos, hasta ti.
A continuación se hace la siguiente lectura.
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Oración inicial
01
La Vid y los sarmientos “Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde. Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán. La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos. Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.” (Jn 15, 5-11) Se recomienda que el animador vaya guiando pausadamente las siguientes preguntas. Se sugiere utilizar música de fondo. 1. Jesús dedica este mensaje a “sus” discípulos, a todos los que le siguen y creen en él. Si tú crees en él ¿Qué te dice este mensaje a ti? 2. La vid son las ramas de la viña de uva, los sarmientos son esos pedacitos de la planta que unen el fruto y las ramas. Cristo nos pide que seamos sarmientos, que nos mantengamos unidos a él para que entonces demos fruto. ¿Qué te dice a ti esto? 3. ¿Por qué crees que es muy importante la comunidad para la salvación personal? Quien preside cierra el momento de meditación con la siguiente oración. Presidente: Señor Jesús ayúdanos a recordar siempre, que Tú vives en todos tus hijos, que para encontrarte a Ti, tenemos que encontrar a nuestro hermano, que si queremos amarte debemos amar al otro, que si deseamos salvarnos junto a Ti, debemos ayudar a los otros a encontrar su salvación trabajando por la construcción de tu Reino. Te lo pedimos, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
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Todos: Amén.
02
Motivación Se recomienda que el animador salga junto con otras dos o mas personas a presentar la animación, dividiéndose las palabras del mensaje entre el número de personas que sean. ¡Hola, la fiesta no la celebra una sola persona, la fiesta es para compartir con los demás! Dios ha querido invitarnos a la fiesta de su amor , pero no de manera individual sino como pueblo, como comunidad, por eso la Iglesia es muy importante para vivir la fiesta del Señor. Hoy vamos a hablar sobre la importancia de la Iglesia para nuestra salvación.
Partimos de la vida Objetivo de la dinámica Que el joven comprenda que esta fiesta se realiza en comunidad que de ninguna manera es concebible vivirla sola.
Instrucciones: Para la siguiente actividad se requiere un espacio dentro del salón donde se colocarán una bolsa de confeti, serpentinas, gorritos de fiesta, un pastel, y otros elementos festivos. La actividad consiste en un monólogo. La persona que lo represente deberá inyectarle a su interpretación un tono festivo, alegre y emocionado. La persona llegará riéndose a la mesa donde están los arreglos de fiesta. Mirará para todos lados sugiriendo que no encuentra a nadie y empezará a actuar haciendo los siguientes pasos o unos semejantes
El animador al final invitará a los jóvenes a descubrir un mensaje en la anterior representación, y a compartir respondiendo las siguientes preguntas.
¿Qué tiene de raro esta fiesta? ¿Por qué es ilógico celebrar una fiesta solo?
Jesús ilumina nuestra vida I. Charla Se pide que la persona que vaya a exponer esta charla la estudie con anticipación y prepare el material y las adecuaciones que sean necesarias según su realidad.
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1.- Cantará las mañanitas mientras se coloca el gorro. 2.- Al terminar gritará “Felicidades” mientras arroja confeti y serpentinas sobre él mismo. 3.- Mirará el pastel y empezará a cantar “Queremos pastel”. 4.- Levantará el pastel y empezará a cantar “mordida, mordida”. Como no hay nadie él mismo da la mordida. 5.- Terminará partiendo un pedazo de pastel y sentado se lo comerá solo. 6.- Se pondrá a bailar solo.
03
Es una realidad innegable que el hombre es un “ser social”. Científicos de las distintas áreas reconocen que el hombre vive en una constante relación no solamente con objetos o cosas, sino fundamentalmente con personas. El hombre para ser verdaderamente hombre necesita del otro para entrar a formar parte de la sociedad humana en la que se desarrollará integralmente. El hombre por medio de los otros consigue su “humanidad”, y la expresión de todo su contenido humano. El hombre aprende de los demás sus conocimientos básicos y elementales: contenidos morales y valores humanos que jamás podría obtener de las cosas o animales. Del contacto social recibe también la capacidad de crear y competir pero sobre todo de solidarizarse; descubre el amor profundo, filial, fraterno, conyugal, trascendente, solo en su relación con las personas humanas. ¿Por qué hablar de esto?, porque es necesario reconocer, ahora desde la dimensión de nuestra fe, que Dios desde el principio no ha querido que el hombre estuviera solo en este mundo: “Dijo luego Yahvé Dios: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada.»” (Gn 2, 18). Dios no ha querido que el hombre se salve solo aunque su redención es particular. Por eso Dios nos ha convocado a ser un pueblo suyo que junto camine a la salvación. Nuestra doctrina Católica afirma que: “La Iglesia es esta nueva comunidad de Dios y de los hombres: unida con el Hijo único hecho «el primogénito de una multitud de hermanos» se encuentra en comunión con un solo y mismo Padre, en un solo y mismo Espíritu. (CEC 2790)
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La actual comunidad cristiana, medio de salvación, tiene sus orígenes en el pueblo escogido por Dios. Yahvé realiza por medio de Abraham una alianza que hace de su descendencia, una nación santa de la que habrá de salir el Salvador (Gn 15), renueva su alianza y su promesa de salvación con el pueblo liberado por medio de Moisés “Haré de ustedes mi Pueblo y yo seré su Dios. Así tendrán que reconocer que soy yo, el Señor, el que los libró de los trabajos forzados de Egipto.” (Ex 6,7).
04
Así es el origen de todo un pueblo que fue elegido por Dios para que por medio de ellos llegara la salvación a todo el mundo. Nunca fue particular y exclusiva, fue siempre abierta y necesariamente comunitaria. La historia transcurre siempre bajo el elemento de la comunidad, Dios hace énfasis en la solidaridad y en la búsqueda del hermano. Dios condena la despreocupación por los otros: “Y yo pediré cuenta de la sangre de cada uno de ustedes: pediré cuenta de ella a todos los animales, y también pediré cuenta al hombre de la vida de su prójimo”. (Gn 9, 5) “También a ti, hijo de hombre, yo te he puesto como centinela de la casa de Israel: cuando oigas una palabra de mi boca, tú les advertirás de mi parte. Cuando yo diga al malvado: “Vas a morir”, si tú no hablas para advertir al malvado que abandone su mala conducta, el malvado morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre. Si tú, en cambio, adviertes al malvado para que se convierta de su mala conducta, y él no se convierte, él morirá por su culpa, pero tú habrás salvado tu vida”. (Ez 33, 7-9)
Israel también vive el esfuerzo por crear la fraternidad. Muchas de sus leyes van encaminadas sostener un ambiente de relaciones humanas sanas y santas: “No oprimirás ni vejarás al emigrante” (Ex 22,20). “No humillarás a viudas ni huérfanos” (22,21). “Si un esclavo se escapa y se refugia en tu casa, no lo entregues a su amo; se quedará contigo, entre los tuyos, en el lugar que elija en una de tus ciudades, donde mejor le parezca, y no lo explotes” (Dt 23,16). El pueblo reconocía la importancia que, a los ojos de Dios, tiene el curso de la relaciones entre sus hijos. El fundamento de la Iglesia, viene precisamente de la comunión entre las tres personas divinas de la Santísima Trinidad, la doctrina de nuestra fe afirma La Iglesia es una debido a su origen: “El modelo y principio supremo de este misterio es la unidad de un solo Dios Padre e Hijo en el Espíritu Santo, en la Trinidad de personas” (CEC 813). Dios es una comunidad de amor y comunicación perfecta, de ahí la iglesia toma el modelo de la comunión que esta llamada a vivir.
Es precisamente Jesús quien utiliza el término “Iglesia” para referirse al Pueblo de la Nueva Alianza sellada con su sangre: “Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la infierno no prevalecerá contra ella”.(Mt 16, 18) Jesús inicia la Iglesia con el anuncio de la Buena Nueva del Reino y la Iglesia es el Reino de Cristo “Presente ya en misterio”. (CEC 763) Dicho de otra manera la “Iglesia”, de la que tú y yo formamos parte, es un adelanto del Reino futuro. Pero, ¿de dónde nació la Iglesia? la Iglesia nace del Sacrificio salvífico de Cristo, brota, como lo asegura la doctrina, del pecho abierto de Cristo: “El agua y la sangre que brotan del costado abierto de Jesús crucificado son signo de este comienzo y crecimiento” (LG 3).”
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La palabra Iglesia, viene del griego Ekklesia, significa “asamblea”, “convocación”. Con ello nos referimos a la asamblea del pueblo, especialmente de carácter religioso. En el lenguaje cristiano, la palabra Iglesia designa no sólo la asamblea litúrgica, sino también a la comunidad local, a toda la comunidad universal de los creyentes.
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Esta Iglesia edificada por Cristo tiene todo un contenido teológico. Sólo en ella se conoce el misterio de la voluntad de salvación de Dios para con los hombres. “En la Iglesia es donde Cristo realiza y revela su propio misterio como la finalidad de designio de Dios: “recapitular todo en É l” (Ef 1,10)”.( CEC 772) Jesucristo deja su iglesia como vehículo de la gracia, es decir es en la iglesia donde encontramos todos los medios para nuestra salvación. En ella subsisten los siete sacramentos, signos sensibles de la gracia de Dios que nos nutren, nos iluminan y nos guían por el camino de la verdad: Los siete sacramentos son los signos y los instrumentos mediante los cuales el Espíritu Santo distribuye la gracia de Cristo, que es la Cabeza, en la Iglesia que es su Cuerpo. La Iglesia contiene por tanto y comunica la gracia invisible que ella significa. En este sentido ella es llamada “sacramento”. (CEC 774) La iglesia es entonces “Sacramento de Salvación” porque sólo por ella lo hombres alcanzan la eternidad, sólo en ella se puede vivir esta fiesta que Dios nos ha preparado, fuera de ella no hay fiesta. Ahora bien, Jesús hizo un gran énfasis en que el encuentro final del hombre con su creador se inicia desde nuestra realidad temporal en este mundo en el encuentro con el prójimo: “Y él les responderá: “Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, conmigo lo hicieron” (Mt 25, 44).
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Aun más, después de la Ascensión de Jesús al cielo, los Apóstoles inician la historia de la cristiandad viviendo en un núcleo social favorable al anuncio del evangelio: “Todos se reunían asiduamente para escuchar la enseñanza de los Apóstoles y participar en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones. Un santo temor se apoderó de todos ellos, porque los Apóstoles realizaban muchos prodigios y signos. Todos los creyentes se mantenían unidos y ponían lo suyo en común: vendían sus propiedades y sus bienes, y distribuían el dinero entre ellos, según las necesidades de cada uno”. (Hch 2, 42)
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Ellos comprendieron la importancia de la comunidad, de la unidad sin llegar a la uniformidad, es decir todos los integrantes de la comunidad cristiana son distintos entre ellos, distintos en personalidad, capacidades, posibilidades y en eso consiste la riqueza de la comunidad cristiana, porque la iglesia no desea que todos sus miembros tengan la misma personalidad, pero sí es importante la unidad en una misma fe por el mismo bautismo.
Vivimos además otro drama que también fue advertido por Jesús: esta Iglesia sufrirá persecuciones, porque el mensaje que proclama no conviene al mundo. Cada vez más nuestras posturas sobre la indisolubilidad del matrimonio, el celibato sacerdotal, la anticoncepción, la política, la injusticias sociales, son incómodas para un mundo que promueve la conformidad, el placer, la comodidad y el mínimo esfuerzo, la incapacidad de compromiso. Y se viene contra la Iglesia una ola de reclamos que la califican, mínimo, de retrograda. Los ataques cada vez son más fuertes y más estructurados a fin de vencerla, olvidan que Jesús instauró su Iglesia con la fortaleza para que los “poderes del infierno no prevalezcan sobre ella” (Mt 16, 18) Más aún, quienes formamos parte de esta iglesia estamos advertidos de las vejaciones que hemos de sufrir a causa de nuestra fe, pero Cristo quiso consolarnos antes de su muerte ante esta inminente realidad: “Si el mundo los odia, recuerden que primero me odió a mí... igual que me han perseguido a mí, los perseguirán a ustedes”.(Jn 15, 18-20)
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Los jóvenes debemos aprender a defender nuestra iglesia y nuestra fe, no podemos ir caminando por el mundo viendo como hieren lo nuestro. No podemos quedarnos con los brazos cruzados viendo como esta fiesta que tuvo un costo muy alto por parte de Dios, es destrozada.
Ya para concluir, recordemos siempre que esta fiesta no tiene sentido si se vive sola. Es una fiesta tan fenomenal que no podemos ser tan egoístas como para quererla únicamente para nosotros mismos. Además necesitamos de los demás, por eso pertenecer y participar activamente en la Iglesia es muy importante para nuestra vida cristiana. Dios abre las puertas del salón para que nosotros hagamos pasar a más y más gente.
07
La fe se hace vida Objetivo de la dinámica Que los jóvenes manifiesten su compromiso con la iglesia considerando los valores que están dispuestos a vivir en la comunidad eclesial. Instrucciones: Realiza los siguientes pasos para lograr el objetivo. 1. Explica a los jóvenes que: Ya hemos aprendido que esta Iglesia de la que formamos parte, depende de nuestros actos para ser un verdadero testimonio de la salvación realizada por Cristo. Por eso es muy importante ser consientes de aquello a lo que nos comprometemos como miembros de la Iglesia en un grupo juvenil. Es por eso que vamos a redactar una carta en la que declaramos “oficialmente” aquello en lo que creemos de manera breve y lo que nos comprometemos a hacer dentro de la iglesia. Al final firmaremos el documento dándole un carácter formal ante Dios y ante nosotros mismos. Se les entregará el documento de trabajo 2. 2. Se les dará a los jóvenes la siguiente instrucción.
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a) Deberán redactar una carta en la que expresen a lo que se comprometen como miembros de la iglesia de forma personal, así como en lo que creemos. b) Después deberán firmarla y guardarla para que puedan leerla y dar seguimiento a lo que se comprometieron. c) Se recomienda enfatizar en la importancia de comprometerse con un grupo juvenil.
Celebramos la fe en la vida Para esta actividad se requerirán velas para cada uno de los muchachos.
Objetivo de la Dinámica 08
Renovar sus promesas bautismales reconociendo su pertenencia a la iglesia y su compromiso de fe.
Instrucciones: Realiza los siguientes pasos para lograr los objetivos.
1. Explica a los jóvenes que: a) Se renovarán las promesas bautismales para reconocer la pertenencia a la Iglesia y nuestro compromiso de fe. b) Se buscará realizar la actividad en un ambiente de verdadera celebración. c) Se puede solicitar un cirio pascual y colocarlo en el salón. d) Todos en círculo participarán con las velas en sus manos. e) Para ello reparte el Documento de trabajo No. 3. f) El animador utilizará la siguiente introducción: Presidente: Hace algún tiempo sus papás y sus padrinos se acercaron a la Iglesia y solicitaron para ustedes el sacramento del bautismo, comprometiéndose en su formación espiritual y la búsqueda de Dios. Hoy ustedes mismos, ya en edad suficiente, agradecerán el trabajo realizado por sus papás y padrinos, y ustedes mismos se comprometerán a vivir como hijos de Dios. Este día vamos a recordar algunos elementos del sacramento con que ustedes fueron bautizados. a) Al final se recomienda enfatizar en la importancia de ser parte de la Iglesia y de seguir sus enseñanzas, ya que es a través de ella como podemos palpar claramente las gracias regaladas en Jesucristo y disfrutar la fiesta de su amor.
ORACIÓN FINAL
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Ahora todos sabiendo que Dios ha querido adoptarnos como hijos suyos diremos la oración que legitimó su Hijo Jesucristo. Padre nuestro…
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DOCUMENTO de trabajo No. 1
Oración inicial
Presidente: Señor nuestro Jesucristo, Tú quisiste que tu salvación se manifestara en este mundo por medio de un pueblo, de “un solo rebaño bajo un solo pastor”. Mueve nuestros corazones para que unidos a ti podamos encontrar dentro de esta comunidad de fe los medios que nos conduzcan, todos unidos, hasta ti.
La Vid y los sarmientos “Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde. Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán. La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos. Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.”
(Jn 15, 5-11)
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1. Jesús dedica este mensaje a “sus” discípulos, a todos los que le siguen y creen en él. Si tú crees en él ¿Qué te dice este mensaje a ti?
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2. La vid son las ramas de la viña de uva, los sarmientos son esos pedacitos de la planta que unen el fruto y las ramas. Cristo nos pide que seamos sarmientos, que nos mantengamos unidos a él para que entonces demos fruto. ¿Qué te dice a ti esto? 3. ¿Por qué crees que es muy importante la comunidad para la salvación personal? Presidente: Señor Jesús ayúdanos a recordar siempre, que tú vives en todos tus hijos, que para encontrarte a Ti, tenemos que encontrar a nuestro hermano, que si queremos amarte debemos amar al otro, que si deseamos salvarnos junto a Ti, debemos ayudar a los otros a encontrar su salvación trabajando por la construcción de tu Reino. Te lo pedimos, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Todos: Amén.
Carta de compromiso con la Iglesia
DOCUMENTO de trabajo No. 2
Carta de mi compromiso con la Iglesia Instrucciones: Escribe una carta en la cual expreses a qué te comprometes con la Iglesia, así como aquello en lo que creemos, realízala de forma personal ya que es un compromiso con Cristo Jesús, esposo de la Iglesia que somos todos nosotros. Yo, ____________________________________________ me comprometo con la iglesia…
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Yo, ________________________________________________ creo que la Iglesia…
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DOCUMENTO de trabajo No. 3
Renovación de las promesas bautismales
Presidente: Hermanos, invoquemos la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, en favor de estos jóvenes que van a renovar el bautismo que un día recibieron, y de todos los bautizados. Que por el bautismo, que de modo tan admirable nos hace participar del misterio de tu muerte y resurrección, fortalezcas la vida de la gracia a estos jóvenes incorporados a tu santa Iglesia. Todos: Te rogamos Señor. Presidente: Que por el bautismo y la confirmación, seamos discípulos fieles y testigos de tu evangelio. Todos: Te rogamos Señor. Presidente: Que después de una vida santa nos lleves a gozar de tu presencia. Todos: Te rogamos Señor. Presidente: Que nuestros Padres y Padrinos sigan siendo para nosotros un ejemplo vivo de fe. Todos: Te rogamos Señor. Presidente: Que conserves siempre en tu amor a nuestras familias. Todos: Te rogamos Señor. Presidente: Que renueves en todos nosotros la gracia del bautismo. Todos: Te rogamos Señor. Presidente: Hagamos ahora la renuncia al mal y el compromiso de fe. Presidente: ¿Renuncian ustedes a Satanás? Todos: Sí renunciamos Presidente: ¿Renuncian a todas sus obras? Todos: Sí renunciamos Presidente: ¿Renuncian a todas sus seducciones?
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Todos: Sí renunciamos Presidente: ¿Creen en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra? Todos: Sí creo Presidente: ¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro, que nació de María Virgen, padeció, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre? Todos: Sí creemos Presidente: ¿Creen en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna?
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Todos: Sí creemos. Presidente: Esta es nuestra fe. Esta es la fe la de la Iglesia, que nos gloriamos de profesar, en Jesucristo nuestro Señor. Todos: Amén.
