LA CONCEPCIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO. CORRIENTES ACTUALES DE PENSAMIENTO GEOGRÁFICO. 1. INTRODUCCIÓN 2. LA CONCEPCIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO 2.1. Evolución del concepto de espacio. 2.2. El espacio geográfico. 2.3. Principios y método del análisis espacial como objeto de la Geografía. 2.4. Las concepciones del espacio geográfico evolucionado. 3. EL ESTUDIO DEL ESPACIO POR LAS RAMAS GEOGRÁFICAS 3.1. Principios y ramas científicas. 3.2. La concepción del espacio regional. 4. CORRIENTES ACTUALES DEL PENSAMIENTO GEOGRÁFICO. 4.1. Antecedentes históricos. 4.2. Los nuevos paradigmas científicos. 4.3. La Geografía cuantitativa y el positivismo lógico. 4.4. Las reacciones ante el cuantitativismo y positivismo. 4.5. La Geografía de la percepción y del comportamiento. 4.6. La corriente humanística-historicista. 4.7. Geografía regional: perceptiva, social e integrada. 4.8. Las Geografía radicales. 4.9. La Geografía del Subdesarrollo 4.10. La Geopolítica. 4.11. Realismo y postmodernismo.
Bibliografía: Dolfus, Oliver: El espacio geográfico. Ed. Oikos Tau, Col. Qué sé?, Serie Geografía, Nº III, Barcelona, 1982. Holt Jensen, A.: Geografía, historia y conceptos. Madrid, 1992. Murcia Navarro, E.: La Geografía en el sistema de las ciencias. Oviedo, 1995. Unwin, T.: El lugar de la Geografía. Madrid, 1995.
1. La concepción del espacio geográfico. Corrientes actuales del pensamiento geográfico. 1. INTRODUCCIÓN La Geografía como ciencia ha experimentado evoluciones internas que han conducido a la presencia de orientaciones de estudio. Puede hablarse hoy de cuatro grandes corrientes: -
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Geografía Clásica: Pervive desde el momento en que prosiguen los estudios regionales tradicionales. Nueva Geografía o Geografía Cuantitativa: se consolida con el objeto de formular hipótesis, leyes y teoría que demuestren científicamente las realidades de los diferentes espacios terrestres. Geografía Ecológica: el desarrollo de la Ecología dentro de las Ciencias Biológicas ha conllevado la extensión de estudios a la Ecología Humana. Geografía Aplicada: es la rama que se ocupa de los problemas de ordenación y ordenado de los espacios. Esta será la principal contribución para ayudar a las instituciones a programar desarrollos espaciales.
El desarrollo de las disciplinas geográficas no debe difuminar el sentido de análisis espacial de la Geografía. La síntesis es el objeto de estudio de la Geografía. 2. LA CONCEPCIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO. 2.1. Evolución del concepto de espacio. Desde la civilización griega perduró un concepto descriptivo del entorno humano, que entre los siglos XV al XVII se afianzo con la era de los grandes descubrimientos. Habrá que esperar hasta el siglo XVII para que Humboldt y Ritter convirtieran a la ciencia geográfica en explicativa al aplicar principios metodológicos fundamentados. Humboldt en su obra El cosmos sentó los argumentos esenciales de la Geografía Moderna, porque en ella se contienen dos principios básicos: -
La causalidad, que busca las causas de los fenómenos, pero subrayando muy especialmente las interconexiones entre ellos y su distribución sobre el espacio. La comparación, que establecía la relación entre los fenómenos pasados y los observados; es decir, el encadenamiento secuencial de acontecimientos geográficos. El cambio es sustancial porque supone el paso de la descripción aislada al análisis evolutivo.
Sería Ritter quien aportaría la idea de que en el espacio se compaginan naturaleza e historia, o lo que es decir condiciones físicas y destinos humanos, estableciendo la correlación entre el medio natural y las sociedades. Richthofen definió a la Geografía como la ciencia encargada del estudio de la superficie terrestre y de los fenómenos que la caracterizan; debía estudiar, por tanto, la relación entre atmósfera, hidrosfera y litosfera. Para Brunhes el estudio debía limitarse a la porción inferior de la envoltura atmosférica y la superficial de la corteza terrestre.
Así el objeto formal de la Geografía es el paisaje, el espacio. Para ello se estableció un método, unos principios metodológicos: localización, universalización, conexión y evolución. Para Harstshorne la Geografía es la ciencia de la diferenciación espacial (regional) de la superficie terrestre. Por tanto, la región para la escuela francesa o el espacio (paisaje) para la alemana son el objeto de estudio de la ciencia geográfica. 2.2. El espacio geográfico. El espacio geográfico es diferenciado (cualquiera de sus elementos es irrepetible). Su originalidad sale por comparación y deriva de sus antecedentes y cambios continuos. Un espacio puede gozar de homogeneidad externa (una vegetación que depende del clima) o interna (las mismas leyes en un país). Así cualquier porción terrestre puede pertenecer a varios espacios homogéneos. El hombre actúa y modela el espacio. Se establece así la diferencia entre paisaje naturales, modificados y ordenados. El natural es el no humanizado. Los modificados pueden ser una transición hacia los ordenados al experimentar la huella de la actividad humana. Y los ordenados son el reflejo de actuaciones meditadas y conscientes para que determinadas sociedades extraigan beneficios. El espacio geográfico ordenado está al mismo tiempo organizado y dividido en rural y urbanizado, a veces con fronteras vagas, si bien el urbano progresa a costa del rural. El espacio regional es una porción organizada por un sistema y se inscribe en un conjunto mayor; así se habla de regiones urbanas, homogéneas, económicas, naturales. Por último, la organización del espacio es el acondicionamiento efectuado para atender las necesidades de una sociedad. Así a cada tipo de sociedad corresponde una forma de organización. 2.3. Principios y método del análisis espacial como objeto de la Geografía. La definición de un espacio terrestre o paisaje determinado exige la aplicación de cuatro principios: -
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Localización: El punto de partida es la localización pues sin ella la imposibilidad de estudio es manifiesta. Es la primera pregunta en el estudio geográfico que trata de responder ¿Dónde? Universalización: Que supone que el estudio geográfico de un fenómeno supone plantearse la posibilidad de que se dé en otros puntos de la Tierra, ya que lo más normal es la existencia de espacios con caracteres análogos. Así se pueden comparar los fenómenos. El estudio comparado permite establecer principios, que será uno de los objetos de la Geografía. Conexión o coordinación: Como los fenómenos geográficos no suelen darse aislados las relaciones y sus influencias recíprocas se imponen. Han de extraerse las conexiones mutuas entre los hechos y volcarse en la combinación de fenómenos para definir un espacio o paisaje. Evolución o dinamismo: Un hecho tiene unos antecedentes. Es decir, que los fenómenos actuales también están reflejados evolutivamente sobre un espacio.
Ninguna otra disciplina se interesa por la superficie de la Tierra y sus diferentes partes, y por asociación de los fenómenos en el espacio. El objeto de la Geografía es por tanto el estudio espacial. La Geografía es una ciencia que estudia las variaciones de las distribuciones espaciales de los fenómenos de la superficie terrestre, así como las relaciones del medio natural con el hombre, e individualización y análisis de las regiones en la superficie de la tierra; y se justifica como ciencia por la presencia de unas tradiciones espacial, regional, ecológica y de ciencia de la Tierra. La forma de abordar el objeto de estudio de la Geografía ha sido una de las cuestiones recurrentes en la Geografía. La discusión entre si debe ser una ciencia idiográfica (preocupada por lo único y singular), o nomotética (preocupada por lo constante y permanente, tratando de describir leyes de la naturaleza) ha estado siempre presente. Esta será la diferencia entre la Geografía Sistemática y la Geografía Regional. Muchos geógrafos han considerado a la Geografía Regional como el centro de la materia, entendiendo a la Geografía sistemática como el área en el que se formulan leyes, y la Geografía Regional como el campo en que dichas leyes se comprueban empíricamente. 2.4. Las concepciones del espacio geográfico evolucionado. El espacio, como producto social, puede entenderse desde la Geografía de formas diversas: -
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Como espacio heterogéneo: en el que existen relaciones funcionales marcadas por las desigualdades, y con una estructura de espacios funcionales especializados e interrelacionados. Se trata de un espacio dinámico, en el que tienen importancia las redes y relaciones existentes. Como resultado de las relaciones sociales: que aparecen como un elemento clave en la justificación de las formas espaciales. Así es posible analizar la vinculación entre desigualdades sociales y contrastes espaciales. Como resultado de la actividad económica: Las interrelaciones entre actividad económica y espacio constituyen el objeto esencia de la Geografía Económica. Como resultado o condicionante de las estructuras políticas imperantes: En este aspecto tiene especial importancia el papel de la planificación.
3. EL ESTUDIO DEL ESPACIO POR LAS RAMAS GEOGRÁFICAS. 3.1. Principios y ramas científicas. Todo estudio espacial o regional presupone dos cosas: -
Conocer los factores y principios que regulan su actuación sobre un paisaje. Ello corresponde a la Geografía General. Averiguar las combinaciones de esos factores sobre ese espacio. Ello compete a la Geografía Regional.
Se trata de dos facetas que persiguen otras tantas finalidades, de vertientes del estudio geográfico que actúan sobre dos niveles. Son dos modos de contemplar una misma realidad. La Geografía General se ocupa de estudios aislados a escala general, y de cada uno de los factores y sus combinaciones e interferencias. A partir de ahí creará los principios que regulan las variedades espaciales. Por su parte, la Regional estudia las combinaciones que tipifican a las diversas regiones. Se puede decir que la General se ocupa de las regularidades y la Regional de las particularidades. Pero la Geografía también está escindida en otras dos ramas, la Geografía General Física y Humana. -
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La Geografía Física se ocupa de los fenómenos naturales, estudia la génesis de los paisajes a través de la Climatología, Hidrología, Geomorfología, Biogeografía, etc. La Geografía Humana que estudia a las colectividades humanas, sus modificaciones sobre el paisaje y la actividad que es capaz de generar sobre los espacios.
3.2. La concepción del espacio regional. El término responde a una extensión de territorio individualizado por un determinado número de rasgos o realidades. Históricamente el concepto ha sufrido una larga evolución con dos orientaciones iniciales y diferentes: -
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Regiones naturales: Las que a veces pueden ser individualizadas atendiendo a un solo elemento natural, un rasgo predominante: litológicas, climáticas, biológicas, etc. Regiones humanas: Cuando lo que se resalta es el esfuerzo humano reflejado en la transformación del espacio: agrícolas, industriales, urbanos.
Con todo, las posibles divisiones regionales y espaciales más recientemente utilizadas son: -
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Regiones administrativas o políticas: el marco de referencia serían las delimitaciones político-administrativas, definidas ahora por unas fronteras que obedecen a razones políticas. Es uno de los marcos con mayor homogeneidad (aunque sólo sea por la facilidad de obtención de datos). Regiones naturales: definidas por sus caracteres originarios, ha sido la región más estudiada en el tiempo, volcando el énfasis en las formas del relieve, clima y vegetación. Un espacio cuya singularidad deriva de sus componentes naturales que, combinados, le aportan uniformidad e individualidad. Regiones humanas: Una tendencia actual es identificar la región geográfica con la actividad creadora del hombre, nacida de la intensa humanización del espacio. La verdadere región es la porción terrestre individualizada por la actividad del hombre. Regiones funcionales: la unidad se la confieren los flujos (comerciales o de servicios) que se establecen entre una unidad y un espacio. De ahí derivan
jerarquizaciones, que al quedar establecidas en un punto alumbrarán una región nodal o polarizada. Al estudio regional haría falta aplicar la Teoría General de Sistemas, que la define como un compuesto integrado y enfocado a la caracterización de espacios complementarios. Implica un sentido de globalidad que supone tres procesos: delimitar el sistema, definir sus componentes y establecer las pertinentes interacciones. Esta orientación hace surgir la Geografía Sistémica, que prima el enfoque dinámico y el análisis de los procesos que definen espacios interdependientes. La región no es, por tanto, una porción cualquiera de la superficie terrestre; es un área organizada por un sistema que se inscribe en un conjunto mayor. En cada región habrá de darse prioridad al análisis de sus estructuras dominantes, las que justifiquen su organización. 4. CORRIENTES ACTUALES DEL PENSAMIENTO GEOGRÁFICO. 4.1. Antecedentes históricos. Las primeras formas de la Geografía fueron fisiocráticas, descriptivas, de acopio de datos y alguna teorización sobre fenómenos geofísicos. Sin embargo, Herodoto (Siglo V a.C. ) pone ya en relación el medio, con sus caracteres fisiográficos, con los grupos humanos que lo habitan. En los siglos II y I a. C,. las conquistas romanas fuerzan a una mínima especialización geográfica, con cartografía y corografía como especialidades relevantes. En el siglo I a. C. será Estrabón la figura predominante en Geografía. La Geografía medieval arrastra la decadencia general de la sociedad desde el fin romano. La cartografía no progresaba, la geofísica estaba hipotecada, etc. Sólo los árabes, con su tolerancia científica, recuperaron la ciencia clásica y relanzaron la astronomía, en esta época sólo se mantiene la Geografía Descriptiva. El Renacimiento inicia la recuperación del humanismo clásico, a través de los árabes y ello contribuye al desarrollo de las cartas náuticas y a la revisión de las concepciones astronómicas, ahora se relanza la cartografía a la luz de los nuevos descubrimientos. El gran renovador será Varenio, con su Geografía General, que trataría a esta ciencia con método científico e integrando a toda la Geofísica. El siglo XVIII es el periodo crítico para la Geografía por la tendencia a la especialización y su fraccionamiento. Es en este período clásico de la Geografía, donde destacan las labores de Humboldt y Ritter. Humboldt rompió con la línea de pensamiento que consideraba a la naturaleza como algo estático e inamovible. Ritter por su parte, fue el fundador del método comparativo en Geografía Regional. El objetivo principal de sus estudios era explicar las relaciones existentes entre el medio y la vida del hombre, poniendo especial atención a la vida social y los procesos históricos. En el siglo XIX se produjo la institucionalización de la disciplina de la mano de las Reales Sociedades Geográficas y con la introducción en las universidades, auspiciada en muchos casos por políticas imperialistas de los Estados. En esta época también surgen nuevas corrientes influidas por Marx y por Darwin.
Puede decirse que la característica de la Geografía contemporánea ha sido la indeterminación metodológica y la inconsistencia de los fundamentos de la disciplina; de ahí que la salida se haya buscado en la división extrema en ramas. De otro lado, existían las tendencias posibilistas y deterministas, la oposición entre naturalistas-positivista e historicistas, la confrontación entre evolucionistas y actualistas. Finalmente, lo menos conseguido ha sido la profundización en los paradigmas de la conexión, lo más genuino de la Geografía. Se trata, no obstante, de un periodo en el que la disciplina carecía de un núcleo teórico que diese unidad a las diversas perspectivas y las integrase en un todo coherente. A partir de los años cincuenta es cuando se da una profunda renovación teórica y metodológica de la Geografía, que deriva en distintas corrientes e interpretaciones del espacio. Es a este periodo al que se prestará una especial atención por haber marcado de forma más intensa los caracteres actuales de la disciplina. 4.2. Los nuevos paradigmas científicos. A partir de 1950 la tendencia es a la unidad de la Geografía, después un periodo tendente a la especialización. Una de las primeras propuestas fue la Teoría General de Sistemas (Bertalanffy) para interpretar los paisajes y espacios en términos de sistemas abiertos, ya que dicha teoría proporciona la posibilidad de aplicar modelos conceptuales y leyes únicas a fenómenos diferentes, lo que permite afrontar el problema de la complejidad organizada. Se ha intentado una unicidad de la ciencia aprovechando que esta teoría permitía la aplicación de los principios y métodos de las ciencias naturales a las sociales, lo que alumbró un cierto sistemismo de las diferentes corrientes de pensamiento. Es decir, una confluencia de las corrientes estructuralista y sistemista. 4.3. La Geografía cuantitativa y el positivismo lógico. En la década de los sesenta se produce la revolución cuantitativa o teorética, centrada en la cuantificación de fenómenos y procesos. Detrás de todo fenómeno existe un orden que permite explicarlo. La Geografía cuantitativa se centra en descubrir las leyes generales sustentadas en criterios y términos estadísticos, aprovechando la posibilidad que ya dan los instrumentos de interpretación como las computadoras. Logró afincarse en la Geografía Económica. Lo cierto es que dirige sus esfuerzos hacia los problemas socioeconómicos: jerarquías urbanas, localizaciones industriales, doblamiento, redes de comunicación, etc. A través de los modelos explicativos se podrán realizar predicciones y dirigir la planificación de los espacios. Se trataba de lograr la predicción de fenómenos, y a la explicación a través de leyes generales que implicaba también un cierto rechazo hacia planteamientos de tipo historicista. 4.4. Las reacciones ante el cuantitativismo y positivismo. La revolución cuantitativa no se llevó a cabo sin oposición, y las reacciones críticas ante la excesiva importancia asignada a los métodos, conceptos y teoría fueron crecientes en el tiempo. Una de las críticas que recibió el positivismo lógico aplicado a la Geografía fue que las leyes y modelos elaborados en la década de los sesenta eran insuficientes para estudiar a los individuos y a la condición humana. Pese a los avances realizados en la metodología cuantitativa, en la incorporación de descripciones estadísticas rigurosas y en los intentos por elaborar leyes espaciales, la Nueva Geografía fracasó en el desarrollo de teorías que explicasen esos hechos. Esta incapacidad de la metodología geográfica para ofrecer soluciones a muchos de los problemas sociales,
económicos y ambientales llevó a algunos geógrafos a contemplar críticamente la filosofía que constituía la base de dicha metodología. 4.5. La Geografía de la percepción y del comportamiento. Esta Geografía surgió como una crítica desarrollada desde dentro del movimiento cuantitativo, a partir del desengaño sufrido con las teorías basadas en el concepto de hombre económico. Como alternativa algunos geógrafos trataban de mejorar la capacidad explicativa y predictiva recurriendo a estudios de la percepción y del comportamiento humano. Por ello desde comienzo de los sesenta se generalizaron los análisis de la percepción subjetiva de la realidad, justificados porque los individuos poseen una visión sesgada de acuerdo a sus valores culturales, sus experiencias o sus aspiraciones. Esta nueva corriente fue asentada con una serie de estudios sobre la percepción del riesgo, la migración, la evaluación del paisaje y los mapas mentales. El objetivo era destacar la contribución de la percepción humana en la formación una imagen del medio real, siendo ésta y no el medio objetivo quien influirá en el comportamiento del hombre. Los trabajos sobre el comportamiento humano pretendían alejarse de la excesiva deshumanización de la práctica geográfica asociada a muchos de los modelos teóricos que se desarrollaban por la misma época. Es el propio hombre quien decide su comportamiento en función de la percepción que posee del medio a través de la información que el sistema de valores de cada individuo disponga. Así se comprobó que la imagen que los ciudadanos tienes de su ciudad era distinta dependiendo de su edad, sexo, clase social ya actividad desarrollada. 4.6. La corriente humanística-historicista. El objetivo fundamental de este enfoque es destacar la percepción humana en la formación de una imagen del medio real, siendo esta y no el medio el que influirá en el Comportamiento del hombre. Uno de los conceptos clave es el de lugar, inseparable de la experiencia y sentimientos de quienes lo habitan. Aparecen ahora las relaciones afectivas que se establecen entre el hombre y los sitios. Se trata, pues, de una concepción que pretende desligar a los geógrafos del uso de métodos de las ciencias naturales. A través de este concepto la Geografía humanística incorpora a su vez la dimensión temporal, superando el ahistoricismo. El lugar aparece ahora como centro de significado y foco de vinculación emocional con el hombre. En el plano práctico, la falta de acuerdo sobre la metodología resultó ser uno de los mayores inconvenientes. Entre las críticas al humanismo destacan las que se han dirigido a la imposibilidad de realizar generalizaciones y a la incapacidad de incorporar lo externo al individuo y dar cuenta de la realidad objetiva del mundo, además se indican las carencias metodológicas y empíricas y su elevado compromiso con la filosofía. Desde la corriente positivista se ha considerado prácticamente imposible que las investigaciones humanísticas basadas en experiencias individuales puedan superar la fase descriptiva. La Geografía Humanista pretende dar respuesta a porqué los seres humanos son creadores de lugares, mientras el lugar es la porción de espacio con carga simbólica y afectiva, el área delimitada que da carácter al espacio; la región es, así, un espacio vivido. Entre las aportaciones se encuentra la reacción frente al positivismo lógico al
objeto de conseguir una mejor y clara comprensión del hombre; y la importancia concedida a la experiencia individual en la interpretación del lugar. Como crítica se ha argumentado la ausencia de unidad metodológica que una a las diferentes vertientes humanísticas. 4.7. Geografía regional: perceptiva, social e integrada. Con el surgimiento del concepto de región funcional nace también la corriente conductivista de la Geografía del Comportamiento y de la Percepción, como alternativa al cuantativismo. Estas corrientes nuevas han enriquecido notablemente el concepto con la interpretación del espacio como resultado de la sociedad: como un espacio vivido. La región pasará a ser el objeto fundamental de estudio, pero con una nueva visión conceptual; será un espacio amplio, dominado por fenómenos diversos y que puede ser considerado bajo distintos criterios. El resultado será la combinación de relaciones entre los factores del paisaje, funciones económicas, medio ecológico, población y sociedad, con una metodología variada que incluye el componente cuantitativo. El Análisis Regional se refiere al área de extensión de un fenómeno susceptible de dar individualidad a una parte del espacio. Y exige el establecimiento de comparaciones y relaciones con el medio circundante; el análisis de una región no debe ser una monografía: abordará las relaciones en los distintos niveles, desde las combinaciones locales hasta los acontecimientos de los grandes conjuntos espaciales. Los principios más sobresalientes del perceptivismo social en espacios integrados son: -
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Toda región presupone un territorio continuo caracterizado por combinaciones de sus elementos integrantes. La existencia de determinadas relaciones estructura el territorio delimitado dándole cohesión. Esa estructura puede ser vertical (relaciones entre caracteres) y horizontal (entre lugares). Mantiene relaciones con otros sistemas espaciales mediante formas o elementos que inciden en su organización. En razón de la importancia de esos hechos existirán regiones dominantes y dominadas. Una región es inestable y evoluciona atendiendo tanto a factores externos como internos, relacionados con su sistema productivo y desarrollo social. La evaluación del nivel de desarrollo de una región vendrá condicionada por el grado de jerarquización de los espacios regionales, toda vez que la organización interna será distinta. El grado de homogeneidad evolucionará en razón inversa al tamaño de la región.
Con estos criterios el Análisis Regional se aplica a distintas escalas (comarcas, provincias, países, agrupaciones nacionales, etc.) El nivel óptimo lo ofrecen los caracteres objeto de análisis. Pero a la larga, todo se reduce a la aplicación de la Teoría Sistémica, que considera a la región como un sistema abierto, que permite la aplicación de técnicas de estudio analíticas. Tampoco escapa la Geografía al concepto holístico, donde todo sistema está compuesto de subsistemas interrelacionados. El todo no es sólo la suma de las partes; el sistema puede ser explicado solamente como una totalidad. 4.8. Las Geografías radicales.
Retomando las ideas aportadas por la Geografía del perceptivismo se llega a la conclusión de que junto a razones económicas hay que incluir motivaciones personales y valoraciones subjetivas. Es preciso incorporar la experiencia personal. En parte es una geografía de izquierdas al introducir nuevos campos de estudio y análisis, como pobreza, hambre, contaminación, marginación social. Pero surge, al tiempo, una notable preocupación por cuestiones epistemológicas y de objetivos, aunque serán relevantes siempre y cuando sean socialmente significativos. Desde ahora interesa la crítica hacia los modelos precedentes de organización del espacio, como también la necesidad de introducir otros que aporten mayores ventajas para las sociedades. Por ello se incorpora la teoría marxista como marco teórico, rechazando incorporar conceptos o teorías procedentes del campo natural. Lo cierto es que a finales de la década de los sesenta y sobre todo en los setenta se entra en una nueva etapa de la Geografía, definida ahora más como una ideología conectada con la teoría marxista que como una ciencia. Lo significativo de esta nueva rama es que los geógrafos que deseaban desafiar los cimientos de la sociedad capitalista recurrieron a las tradiciones radicales de la teoría social y política. Uno de los aspectos claves de la Geografía Radical ha sido la descalificación del punto de vista analítico, y su filiación al modo de razonamiento dialéctico. Esa dialéctica permitirá descubrir la verdadera articulación dinámica de lo natural y de lo socio-histórico; y todo ellos a partir de sus propias normas o leyes. Ente los factores más importantes que justifican el desarrollo de estos planteamientos destacan dos. En primer lugar, el éxito se debió parcialmente al incremento de la desigualdad dentro de los Estados capitalistas, y entre éstos y los países pobres; en segundo lugar, por la rápida expansión de los medios de comunicación que transmitían la información de unos espacios a otros. En este contexto, la alternativa radical ofrece dos premisas fundamentales. La primera y más obvia, es que no existe la ciencia objetiva, libre de juicios de valor y políticamente neutra, pues todas las ciencias y especialmente las sociales, cumplen algún propósito político; la segunda es la función de la ciencia convencional establecida al servicio del sistema social imperante y convencional y, en realidad, como garante de su supervivencia. Su influencia se advierte en cuatro áreas de estudio: Geografía Histórica, en el contexto urbano, en los desequilibrios industriales, y finalmente en los estudios sobre el Tercer Mundo. Los trabajos tienen en común el interés por los conflictos de clases, modos de producción y por encontrar leyes determinadas históricamente. 4.9.
La Geografía del Subdesarrollo.
Se dan un conjunto de pautas constatadas en el conjunto de sociedades desfasadas: predominio del sector primario, alta dependencia tecnológica de las áreas avanzadas, fuerte concentración de la propiedad, inestabilidad política, etc. Y como estos rasgos afectan a tres cuartas partes de la humanidad el interés por el estudio de estas situaciones pasó a colocarse en muy primer plano. Algunos autores llegaron a considerar que esos rasgos eran coyunturales y transitorios, si bien el tiempo ha ido demostrando como la realidad anulaba dichas predicciones. Los escasos excedentes que son capaces de producir estos países desfasados rápidamente son absorbidos por la dinámica de crecimiento demográfico, que impide la exportación y detrae las posibilidades de inversión y desarrollo. Y desde el momento que el crecimiento demográfico supera al económico el círculo de la pobreza se cierra cada vez más hasta consolidar y agravar la
situación de subdesarrollo. Ya no es el determinismo geográfico quien explica el atraso económico. 4.10. La Geopolítica. Ratzel fue el gran introductor de esta línea a través de su concepto del espacio vital, área donde se desarrolla un conjunto de seres vivos. Consideró a un Estado como un organismo vivo, y su competencia con otros Estados iría enfocada a la conquista de ese espacio vital. Fue Alemania quien se encargó de irradiar las tesis de Ratzel al instrumentalizar el espacio vital como justificación de la expansión alemana. La posterior derrota del Tercer Reich supondría el lógico rechazo a la Geopolítica. Sin embargo, más recientemente Lacoste, en su obra Geografía, un arma para la guerra, vuelve a subrayar el valor estratégico de la Geografía. Actualmente aparece una corriente, preocupada en problemas de territorialidad, en vía supranacional, con la organización internacional y relaciones interestatales, si bien no dejan de lado los procesos de internacionalización del comercio, capitales, comunicaciones e influjo multinacional. La última es la de más desarrollo. Los poderes del Norte, a pesar de sus graves inconvenientes, fisuras internas y crisis económicas se consideran cada vez más interdependientes, si bien lo principal lo acuerdan en el Grupo de los Siete –G7- y los mercados únicos como el Europeo o el NAFTA. 4.10.
Realismo y postmodernismo.
Desde fines de los setenta muchos geógrafos recurrieron a interpretaciones estructuralistas, al realismo o ya a finales de los ochenta al postmodernismo. El realismo surge como reacción a las posturas anteriores; pretende alcanzar una metateoría global dentro de la cual se pueda comprender la diversidad filosófica de los últimos veinte años. El postmodernismo, en cambio, alienta una disposición mental que permita interpretar los cambios, implica una reconstrucción con respecto a las influencias previas en la que se plantea que los códigos de la mente humana, la verdadera esencia de la cultura, deben eliminarse para poder construirlos desde cero.