Introducción a los Fundamentos teórico teóricoss de de la Psicología Psicología Proyectiv Proyectiva a ef icaz y compensador compensador pensar pensar y hahaLos d o s t r a b a j o s que. constituyen la primera parte han encontrado eficaz blar sobre los fenómenos psicológicos, las clasificaciopueden ser considerados como una introducción a los métodos proyectivos a través de un examen de sus nes que han considerado útiles, los conceptos que han fundame fundamentos ntos teóricos. teóricos. A partir de la formulación formulación ex- demostrado ser fructíferos para la construcción de plícita de la hipótesis proyectiva, que hizo Lawrence hipótesis y modelos, y aquellas partes del lenguaje K. Frank~ en 1939, 1939, los métodos métodos proyectivos proyectivos no sólo estadístico y matemático que han probado su valor en lian tenido tenido una una apli aplicació cación n cada vez vez más más vasta, sino las investigaciones psicológicas. que su número, alcance y objetivos objetivos se se han ampliado genéti cos y dináEl creciente número de estudios genéti consecuentemente. consecuentemente. Los procesos procesos en en esta área área durante micos de la personalidad ha alcanzado en los últimos la última década abrieron, como consecuencia inevi- años proporciones realmente notables. Estas indagatable, una brecha cada vez más ancha entre los diver- ciones sobre la personalidad han sugerido conceptos, sos tests proyecti pro yectivvos y sus subestruct subestructu u raciones raciones teóricas. teóricas. hipótesis y modelos, y han proporcionado información En toda ciencia o disciplina se da una interacción con- que puede ser empleada para verificar la "verdad” tinua entre la teoría y la práctica. En la psicología psicología de las proposiciones psicológica psicológicas. s. LIn LIn ejemplo ejemplo propro proyectiva se hace ca cada da vez vez más más necesario lograr lograr una minente minente de un concepto concepto que ha contribuido contribuido a estim estimuuintegración de la teoría y la práctica, como paso nece- lar y guiar la investigación es el del sí mismo (self) sario para un continuo enriquecimiento mutuo del que en. en. la actualidad actualidad goza de gran gran difusión. difusión. empirismo empirismo y la estructura conceptual. conceptual. Las hipótesis y los modelos corresponden en gran medida al reino de la e especulación speculación y, por lo común, común, A medi medida da que que la cons onstru trucción ión de nue nuevos tests pro ye yectivos ivos pros prosig igue ue febr febril ilme ment nte e, surg urgen prue prueba bass abrubru- no es posible distinguir netamente unas de otros. madoras madoras de que que los métodos han han comenzado comenzado a sobre- Lina hipótesis es una proposición que el investigador pasar pasar sus bases teóri teóricas cas y de que que ha llegado llegado ya el tiene motivos para creer que puede resultar “verdamomento de proceder a una rigurosa revisión de los dera”, esto es, que puede ser congruente con un con junto o susta ustanc ncia iall de datos relaci laciona onados dos.. Un ejemp jemplo lo fundamentos undamentos teóricos básicos. Los dos dos capítulos capítulos que junt siguen están dedicados a tales cuestiones. de ello es la noción noción de que es posible posible considerar considerar la Al igua iguall que que otr otros cie científi ntífico coss, los psic psicól ólog ogos os des desarro- personalidad como una GestaU que sigue un curso tiempo. Los modelos pueden ser ser simsimllan llan cinco clase clasess principales principales de materiales: 1) instruinstru- dinámico en el tiempo. mentos intelectuales y conceptos; 2) descripciones de plemente una forma elaborada de hipótesis; supuestos onclussione iones dedu deduci cida dass que que debe deben n ser cong congrruent uente es relaciones específicas situaciónpersona, como los es- y conclu tudios genéticos y dinámicos de la personalidad; 3) con un conjunto de proposiciones y, por ende, sushipótesis; hipótesis; 4) modelos modelos fisiológico fisio lógicoss y psicológicos; psicológicos; y ceptibles de ser considerados como probablemente “verdaderos". os". T ales modelos modelos a menudo ayudan a afiafi5j proposiciones proposiciones de cierto grado grado de generalidad generalidad que “verdader herramientas de análisis análisis exislian demostrado demostrado ser congruentes congruentes con conjun conjunto toss más más nar los conceptos y las herramientas tentes y, con frecuencia algo menor, desempeñan un o menos menos amplios amplios de' datos fisioló fisiológicos gicos y psicoló psicoló-papel en el desarrollo de nuevas hipótesis. gicos. En psicología, los modelos tienen la importante Los instrumentos intelectuales y los conceptos de la ventaja ja de exigir xigir que el inve invesstig tigador formu formule le explíexplíciencia de la psicología psicología consisten consisten en una una multit multitud ud de venta citamente cit amente sus su s supuestos. supues tos. D e ahí a hí que qu e el e l proceso de definiciones, distinciones y construcciones que permimodelos contrib contribuya uya a dar dar precisión precisión al ten ten ordenar los datos psicológicos. psicológicos. Los Los instrumentos instrumento s construcción de modelos pensamiento psicológico, obligando al investigador a intelectuales y los conceptos, cualesquiera sean su reconocer cer las limitaciones limitacio nes del del conjunto conjunto particular particular de clase y grado de generalidad, representan los hábitos recono supuestos con que opera, y ayudándolo a reconocer, de pensamiento de los psicólogos, la manera en que acaso a aceptar, posibilidades alternativas que, de otra manera, quizás no no hubiera entrevisto entrevisto.. La actual concon * L. K. Frank: “Projective “Pro jective Metliods for tlie Study of cepción cepción del yo, el ello y el superyó, tal com como*! o*! f ue Person Personality' ality'1 1. J ournal ournal of Psychology Psychology , vol. 8, 1939, págs. 389 originalmente desarrollada por Freud y elaborada! por 413. 23
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INTRODUCCION A LOS FUNDAMENTOS TEÓRICOS
muchos otros autores, nos muestra un modelo que dad deben ser factibles de repetirse y de ser conocipuede poseer gran valor heurístico para las formula- das, para que los datos que proporcionan sean áílmi ciones psicológicas clínicas. tidos en el conjunto general de conceptos y propc Existen motivos para creer que la psicología de siciones que resultarán útiles en el estudio de la per ia personalidad — especialmente durante las últimas sonalidad y en la evaluación psicológica clínica. La cuestión relativa a la validez y confiabilidad de dos décadas— ha logrado acrecentar considerablemente el número de sus herramientas intelectuales y el los diversos métodos proyectivos preocupa a un núme volumen de los estudios relacionados con la "personali- ro considerable de especialistas profesionales, y los dad total”, en contraste con investigaciones más frag- desarrollos en psicología proyectiva deben tender a mentarias, así como a desarrollar hipótesis más im- satisfacer las demandas con respecto a esta cuestión. portantes y potencialmente muy promisorias. La hi- Sin embargo, toda una abrumadora experiencia propótesis proyectiva constituye un ejemplo que puede fesional demuestra la necesidad — por lo menos en lo ser continuamente sometido a una verificación cru- que se refiere a los tests proyectivos— de considerar la cial, distinta de la experimentación propiamente di- validez y la confiabilidad de los procedimientos procha, por medio de cualquiera de los métodos proyec yectivos como algo que probablemente será de un orden muy distinto del de nociones similares subyativos o de una combinación de ellos. Cada vez resulta más evidente la necesidad de ma- centes a los tests psicométricos. Por detrás de la prenejar la hipótesis proyectiva con suma cautela. Por ocupación manifiesta por la validez y la confiabiliejemplo, existe la posibilidad de extrapolar impru- dad, es probable que haya una serie de reservas con dentemente esta noción más allá del marco para el respecto al conjunto de proposiciones sobre el que que fue ideada. Con todo, hay otra consideración, realmente se basa la hipótesis proyectiva. En el senacaso más importante en el presente. Por detrás de tido más amplio de la expresión, tales proposiciones la hipótesis proyectiva misma hay toda una matriz derivan del psicoanálisis, y es necesario establecer su de supuestos que probablemente difieren de un psicó- naturaleza específica antes de poder abrir nuevos calogo proyectivo a otro y que, en gran medida, se han minos en psicología proyectiva. Más importante aún que la explicitación plena de mantenido hasta ahora implícitos. Si aspiramos a que las proposiciones psicoanaliticas sobre las que descansa la psicología proyectiva alcance mayor aceptación y validez, es esencial que tales supuestos se formulen la psicología proyectiva, es la realización de un serio de un modo totalmente explícito, y es necesario que esfuerzo por relacionar más estrechamente la psicolose los someta a verificación a fin de determinar si gía analítica y la no analítica con una corriente que reúnen la validez y generalidad establecidas dentro probablemente ha de cer muy beneficiosa para ambas. En cierta medida, los dos capítulos que siguen apundel área de investigación en la que se los utiliza. tan en esa dirección. Resulta evidente que las condiciones de verificabili
En est e piuMER trabajo, el D r. Leopold Bellak traza el desarrollo histórico del concepto de proyección, que ahora se utiliza tan amplia y libremente. A fin de verificar experi mentalinente la descripción clínica original de la proyección hecha por Freud, halló necesario volver a definir los procesos perceptunlfcs involucrados en lo que conocemos como métodos proyectivos. Si Lien prefiere utiliz ar los términos “psicoi&gía aperceptiva” y "distorsión aperceptiva” en lugar de la terminología más familiar, la contribución de Bellalc lo ubica claramente en la corriente principal de la psicología proyectiva. Si su terminología resulta convincente y útil, es indu-
dable que encontrará aceptación a su debido tiempo. Su intento de reformular los conceptos psicoanalíricos básicos en términos del proceso de distorsión aperceptiva y la teoría guestáldca del aprendizaje requerirá sin duda nuevos trabajos experimentales y ulteriores investigaciones. Sin embargo, su formulación de la teoría de la personalidad, basada en esta reconceptualización, ayudará a resolver algunos de los problemas con que se enfrenta el clínico que utiliza métodos proyectivos. Constituye un paso tendiente a salvar el abismo que todavía separa la psicología no analítica de la analítica. El trabajo siguiente completa y corrobora este paso.
Sobre los problemas del concepto de proyección UNA TEORIA DE LA DISTORSIÓN APERCEPTIVA Leopold Bellak
ción es un proceso que consiste en atribuir los propios impulsos, sentimientos y afectos a otras personas o al mundo exterior, como un proceso defensivo que nos permite ignorar estos fenómenos "indeseables” en nosotros mismos. Su trabajo sobre el caso de Schre ber (11), vinculado con la paranoia, constituye una elaboración ulterior de este mismo concepto. En pocas palabras, el paranoico tiene ciertas tendencias homosexuales que transforma, bajo la presión de su superyó, de "yo ¡o amo” en “yo lo odio”, una formación reactiva. Luego proyecta o atribuye este odio al objeto amoroso original, convertido así en el perseguidor. La atribución del odio probablemente tiene lugar porque 1a emergencia del odio en la conciencia está prohibida por el superyó, y porque es más fácil hacer frente a un peligro extemalizado que a uno interno. En términos más específicos, el superyó inhibe la expresión del odio porque lo desaprueba moralmente. Asimismo, Healy, Bronner y Bowers (16) definen la proyección como “un proceso defensivo, dominado 3 Las cifras entre paréntesis corresponden a las referenciaspor el principio del placer, por el cual el yo Ian^a sobre el mundo exterior deseos e ideas inconscientes ¿■'que figuran al f inal de cada capítulo. í!:4r' oí fe. 25 “PnOYECCíÓN” es un término que hoy día se utiliza con suma frecuencia en psicología clínica, dinámica y social. Frank (8) 3 sugiere que los métodos proyectivos son típicos de la tendencia general hacia un enfoque dinámico y holístico en la ciencia psicológica reciente, así como en la ciencia natural. En el contexto de su artículo, establece un paralelo entre las técnicas proyectivas y la posición del análisis espectral en la física. El término “proyección" fue introducido por Freud ya en 1894, en su trabajo “Neurosis de angustia”, donde afirmaba: “La psiquis desarrolla una neurosis de angustia cuando no se siente en condiciones de ' realizar la tarea de controlar la excitación ( sexual) ' que surge endógenamente. Es decir, actúa como sí hubiera proyectado esa excitación en el mundo exterior". En 1896, en su trabajo "Las neuropsicosis de de ofensa" (10), siguió elaborando su concepto de protección y afirmó más explícitamente que la proyec-
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que, si penetraran en la conciencia, resultarían penosos para el yo”. A unque el concepto de proyección surgió en conexión con las psicosis y las neurosis, fue aplicado más tarde por Freud a otras formas de la conducta; por ejemplo, como mecanismo principal en la formación de creencias religiosas, hipótesis planteada en El -por venir de una ilusióji (12) y en T ótem y tabú (13). Inclusive en este contexto cultural la proyección con tinuaba_ siendo un proceso defensivo frente a la ansiedad. Si bien Fteud consideró originalmente que la represión era el único mecanismo de defensa, en la actualidad la literatura psicoanalítica enumera por lo menos diez mecanismos. Aunque la proyección está firmemente establecida como uno de los procesos defensivos más importantes, se ha trabajado relativamente poco sobre ella. Sears (26) dice: "Probablemente el de ‘proyección’ sea el término menos adecuadamente definido en toda la teoría psicoanalítica”. Con todo, hay una larga lista de trabajos sobre la pro yección, particularmente a partir de la clínica psicoanalítica, así como algunos de tipo académico. El uso más amplio del término "proyección” se ha dado en el campo de la psicología clínica, en relación con las llamadas técnicas proycctivas. Éstas incluyen el Test de Rorschach, el Test de apercepción temática, el Test de Szondi, el T est de frases incompletas y muchos otros. En todos estos tests se presenta al examinado un número de estímulos ambiguos y se lo invita a responder a ellos. Se supone que, en esa forma, el examinado proyecta sus propias necesidades y tensiones, y que éstas, aparecerán como respuesta a los estímulos ambiguos. La definición de proyección ofrecida previamente fue útil para nuestros propósitos hasta que surgió un problema crucial en relación con intentos de investigación experimental de los fenómenos que se mencionan en otra parte (3, 4). El primer experimento consistía en irritar a un número de sujetos y presentarles láminas del Test de apercepción temática bajo condiciones controladas. En el segundo experimento, los examinados recibían la orden posthipnótica de experimentar agresión (sin tener conciencia directa de ella) mientras relataban historias sobre las láminas. En ambos casos, los examinados se comportaron de acuerdo con la hipótesis proycctiva y exhibieron un aumento significativo de la agresión, en comparación con las respuestas que dieron cuando no se sentían agresivos. De modo similar, cuando a los examinados se les dio la orden posthipnótica de sentirse sumamente deprimidos e infelices, se comprobó que en sus relatos proyectaban tales sentimientos. Hasta aquí no había necesidad de modificar el concepto de proyección como la adscripción al mundo exterior de sentimientos inaceptables para e! yo. Con todo, cuando se modificó el experimento, en el sentido de que la orden posthipnótica consistía en que el examinado debía sentirse sumamente eufórico,
se comprobó que también la euforia se proyectaba e las historias del Test de apercepción tei»ática. En es momento se me ocurrió que era imposible incluir est; situación en el concepto de proyección como mecanismo de defensa, puesto que obviamente no había necesidad de que el yo se protegiera contra los efectos "desorganizadores” de la euforia. Es posible suponer una situación así, por ejemplo, cuando la euforia resulta inadecuada, como frente a la muerte de una persona hacia la que se experimentan sentimientos ambivalentes. Con todo, ésa no era la situación que se daba en el experimento. Por lo tanto, era necesario seguir examinando el concepto de los fenómenos proyectívos y sugerir una revisión de los procesos subyacentes. Como ocurre tan a menudo, releyendo cuidadosamente la obra de Freud (siguiendo una referencia del Dr. Ernst K ris) se comprobó que Freud había anticipado nuestra posición actual. Dice en T ótem y ta bú (13), pág. 857: Pero la proyección no está especialmente creada con fines de defensa; también surge cuando no liay conflictos. La proyección de percepciones internas al exterior es un mecanismo primitivo que, por ejemplo, influye también sobre nuestras percepciones sensoriales, de modo que normalmente desempeña el papel principal en la configuración de nuestro mundo exterior. Bajo condiciones que no están aún suficientemente determinadas, incluso las percepciones internas de procesos ideacionales y emocionales se proyectan al exterior, como las percepciones sensoriales, y son utilizadas para configurar el mundo exterior, cuando deberían permanecer dentro del mundo interno.
Y en la pág. 879: Lo que nosotros, tal como el hombre primitivo, proyectamos en Ja realidad externa, no puede ser otra cosa que el reconocimiento de un estado en que una cosa dada está presente a los sentidos y a la conciencia, junto a la cual existe otro estado en que la cosa está latente, pero puede reaparecer, es decir, la coexistencia de percepción y recuerdo o, para generalizar, la existencia de procesos psíquicos inconscícntes junto a otros conscientes..
Creo que este pensamiento de Freud, que no fue ulteriormente elaborado o sistemáticamente formulado en ninguna parte, y cuya expresión carece de la sofisticación de la semántica moderna, contiene todo lo necesario para una teoría congruente de la proyección y la percepción en general. El supuesto básico de Freud es que los recuerdos de los perceptos influyen sobre la percepción de estímulos contemporáneos. La interpretación del Test de apercepción temática se basa sin duda en ese supuesto. Considero que la percepción pasada del examinado de su propio padre influye sobre su percepción de las figuras paternas en, las laminas del
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TAT, y que esto constituye una muestra válida y tiva que un organismo hace de una percepción. Esta confiable de sus percepciones habituales de figuras definición, y el uso del término "apercepción”, ñas paternas. Tanto la experiencia clínica como la inves- permite sugerir, a los meros fines de una hipótesis tigación experimental corroboran ésta opinión. Mis de trabajo, que puede haber un proceso hipotético de propios experimentos han demostrado que la conduc- percepción no interpretada, y que toda interpretación ta del experimentador puede sacar a luz sentimientos subjetiva constituye una distorsión aperceptiva dináque, en su origen, probablemente estuvieron relacio- micamente significativa; en cambio, también podemos nados con la figura paterna. Si bien estos sentimien- establecer, operativamente, una condición de perceptos tenían una influencia general susceptible de ser ción "objetiva” cognoscitiva, casi pura, en la que una demostrada, aunque temporaria, sobre la percepción de mayoría de examinados concuerda sobre la calidad estímulos, las diferencias individuales se mantenían exacta de un estímulo. Por ejemplo, la mayoría de los de acuerdo con la estructura genéticamente determi- examinados están de acuerdo en que la lámina 1 del T A T muestra a un muchacho junto a un violín. Así, nada de la personalidad. .Parecería, pues, que los recuerdos de perceptos in- podemos establecer esta percepción como una norma, fluyen sobre la percepción de estímulos contemporá- y decir que todo aquel que, por ejemplo, describe esta neos y no sólo con fines estrechamente definidos de lámina como un muchacho junto a un lago (como ocudefensa, tal como se afirmaba en la definición origi- rrió con un paciente esquizofrénico) distorsiona aper nal de proyección. Nos vemos obligados a suponer ceptivamente la situación que sirve de estímulo. Con que toda percepción actual sufre 1a influencia de la todo, si permitimos que cualquiera de nuestros exapercepción pasada, y que la naturaleza de las percep- minados prosiga con la descripción, encontramos que ciones y su interacción mutua constituye el campo de cada uno de ellos interpreta el estímulo de distinta manera; por ejemplo, como un muchacho feliz, un mula psicología de la personalidad1. Es necesario describir la naturaleza de estos proce- chacho triste, ambicioso, exigido por los padres. Por sos perceptuales e intentar luego una formulación de lo tanto, debemos establecer que la percepción purauna psicología psícoanalítica de la personalidad basada mente cognoscitiva sigue siendo una hipótesis y que toda persona distorsiona aperceptivamente, siendo sólo en esas concepciones. de grado la diferencia entre una distorsión y otra. En el uso clínico del TA T se hace evidente que estamos frente a distorsiones aperceptivas de distinto APERCEPCION Y D ISTO RSIÓ N APERCEPTIV A grado. El examinado a menudo no tiene conciencia de ninguna significación subjetiva en la historia que No parece muy conveniente utilizar el término "prorelata. En la práctica clínica (5) se ha comprobado yección” para los procesos perceptuales generales que acabamos de describir, en vista de la historia del con- que basta pedirle que lea la trascripción •de su relato cepto y de sus aplicaciones clínicas actuales. Por otro para colocarlo así a una distancia suficiente de la situación como para percibir que los aspectos errados de lado el término "percepción” ha estado tan íntimamente ligado a un sistema de psicología que no se ella son imputables a él mismo. Sólo después de una considerable psicoterapia puede llegar a ver sus imocupa de toda la personalidad, que vacilo en seguir pulsos más latentes; sin embargo, quizás nunca pueda utilizándolo en el contexto de la psicología dinámica. "ver” las menos aceptables de sus distorsiones subSi bien la terminología no constituye aquí un asunto de importancia crucial, sugiero que en adelante se uti- jetivas, sobre cuya presencia cualquier número de observadores independientes estaría de acuerdo. Se juslice el término “apercepción” e. Defino la apercepción tifica, pues, introducir una cantidad de términos para como una interpretación (dinámicamente) significa la distorsión aperceptiva de distintos grados, a los fines de su correcta identificación y comunicación ■ * Esta teoría, en su sentido más amplio — esto es, que la percepción "s subjetiva y constituye el dato primario de toda la psicología— no es, desde luego, original de Freud. La frase de Hume: "Nihil eíl ui irUeUectu quid non antea fiierit in sensibus", configura prácticamente una teoría perceptual de la personalidad. D el mismo modo, el idealismo filosófico, como El mundo como voluntad y Tevrnseniaóán de Schopen • hauer y el estado trascendental de K ant, representa una posición similar. 6 Pretiero la siguiente definición (tomada de C. P. ; Ilerbart, Psychologic ais Wissatischuft, parte III, sección 1, capítulo 5, pág. 15, tal como se la cita en D agobert D. Ruñes (ed.), en Di ctionary of Phi losophy): “Apercepción (del latín ad y perci -pere, percib ir): en psicología, el proceso por el ; '■ ’í cual una nueva experiencia es asimilada y transformada por residuo de la experiencia pasada de cualquier individuo para i>(constituir una nueva totalidad. E l residuo de la experiencia pasada recibe el nombre de masa aperceptiva".
FORMAS DE LA DISTORSIÓN APERCEPTIVA Proyección Se sugiere que el término "proyección” quede reser vado para ~e! ■grado máximo de distorsión aperceptiva. El polo opuesto sería, hipotéticamente, una percepción totalmente objetiva. O riginalmente se describía la proyección en el psicoanálisis clínico como inhe 0 D ebe entenderse que estas diversas formas de distorsiones aperceptivas no existen necesariamente en estado^puro y a menudo coexisten evidentemente unas con otras. |
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rente en particular a la psicosis y en genera], a ciertas puerta y Je dice alegremente: "H ola, Joe, ¿qué puedo hacer defensas neuróticas y a algunos procesos "normales” por tí?” Y Joc responde, enojado: “ ¡Puedes guardarte tu de la maduración. Podemos decir que, en el caso de maldita cortadora de césped!’' la verdadera proyección, no se trata sólo de una adsEl análisis de esta historia revela lo siguiente: Joe cripción de sentimientos y afectos inconscientes, al servicio de la defensa, sino que aquéllos son inacep- quiere algo, pero imagina una negativa. Ha aprentables para el yo, por lo que se atribuyen a objetos del dido (de sus padres, sus hermanos, etc.) que quizás mundo exterior. También cabe agregar que es impo su pedido no se vea satisfecho. Esto lo enoja. Por sible hacerlos conscientes, excepto mediante prolon- lo tanto percibe a jiin como enojado con él mismo, gadas técnicas terapéuticas especiales. Este concepto y su respuesta ante la agresión imaginada es: "Odio incluye el fenómeno observado en un paranoide, que a Jim porque éste me odia". En forma más detallada, es posible ver este proceso puede ser esencialmente expresado como el cambio desde el "yo lo amo" inconsciente, al "él me odia”, de la siguiente manera: Joe quiere algo de Jim. Esto consciente. En este caso, la verdadera proyección es evoca la imagen de pedir algo a un contemporáneo, en realidad un proceso muy complejo, que probable- su hermano, por ejemplo, visto como un individuo celoso, encolerizado, que se negará. Así, el proceso pomente involucra los siguientes cuatro pasos: dría ser simplemente: la imagen de Jim es apercep a) "yo lo amo” (un objeto homosexual): un impulso tivamente distorsionada por el recuerdo del percepto inaceptable del ello; del hermano, lo cual constituye un caso de transfeb) formación reactiva: “Yo lo odio"; rencia inadecuada del aprendizaje. Intentaré explicar más tarde por que Joe no puede reaprender si la c) la agresión también resulta inaceptable y se reprime; realidad demuestra que su concepción original era (1) por fin, el percepto se transforma en "Él me odia”. errónea. Se establece el hecho empírico de que tal Por lo común, es sólo esto último lo que llega a la conducta neurótica por lo común no cambia, salvo con una psicoterapia. conciencia. Joe se diferencia del paranoide no sólo por la meSugiero que este proceso se denomine ■proyección nor rigidez con que mantiene sus proyecciones, sino invertida, en contraste con la proyección simple, considerada a continuación. El primer paso en el proce- también por la menor frecuencia y exclusividad, así so involucra por lo general la intervención de otro como por el menor grado de ceguera o incapacidad mecanismo de defensa, la formación reactiva. Bas- para tomar conciencia de la medida en que la distortará dccir aquí que, en el caso del paranoide, “yo lo sión es evidentemente subjetiva y "absurda”. El siguiente es un proceso bastante común. Alodio” recibe aprobación, mientras que "yo lo amo” guien llega tarde al trabajo la mañana del lunes y, (de modo homosexual) es socialmente desaprobado, cosa que aprendió desde temprano, en relación con su minutos después, cree, incorrectamente, que su jefe padre, corno un impulso peligroso. Por lo tanto, en este lo mira con fastidio. En estos casos se habla de "una caso "yo lo odio” anula y reemplaza al sentimiento conciencia culpable"; esto es, se comporta como si el amoroso. Así, en la proyección invertida, en realidad jefe supiera que ha ¡legado tarde, cuando en !a realiencontramos primero el proceso de la formación reac- dad aquél puede ignorarlo. Ello significa que ve en el tiva y luego una distorsión aperceptiva que trae apa- jefe la cólera que ha llegado a esperar en tal situarejada la atribución del sentimiento subjetivo al mun- ción. Esta conducta se comprende mejor como una distorsión simple (asociativa) a través de la transfedo exterior, como una proyección simple. rencia de aprendizaje, o, en situaciones más comple jas, como la influencia de imágenes previas sobre las Proyección simple presentes. Este tipo no es necesariamente de significación clíSensibilización nica, ocurre a diario y se ejemplifica muy bien en el Si modificamos el caso anterior, en que una perso siguiente chiste: ^na llega tarde al trabajo, y lo convertimos en una situa Joe Smith quiere pedir prestada la cortadora de césped de ■ción en ia que el jefe experimenta un cierto enojo hacia el empleado impuntual, observamos un fenó Jim Jones. Mientras cruza su propio jardín, piensa en cómo meno nuevo. Algunos individuos pueden no percibir Je pedirá la cortadora a Jones. Pero entonces piensa: “Jones el enojo en absoluto ni reaccionar frente a él, miendirá que la última vez que le pedí algo prestado se lo devolví tras que otros lo observan y reaccionan. En el sesucio”. Jo e en su fantasía le contesta que estaba en las gundo caso, comprobaremos que estos individuos son mismas condicio nes en que Ib había recibido. Entonces sulos que tienden a percibir enojo incluso cuando éste pone que Jones le responderá que probablemente le arruinará no existe objetivamente. Se trata de un hecho clínico el cerco cuando pase la cortadora por encima. A nte lo cual Joe re p lic a..., y así continúa la supuesta discusión. Cuanbien conocido, al que se hace referencia como la “sensibilidad” de los neuróticos. Ejn lugar de la creado Joe llega por fin a la casa de Jim, éste se encuentra en la
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ción tic un percepto objetivamente inexistente, nos que se hacen juicios más certeros sobre la igualdad encontramos ahora con mm percepción más sensible de tamaño entre la memoria perceptual del disco y et de estímulos existentes’’. La hipótesis de la sensibi- haz de luz. Que la percepción cnttista —la percepción de oblización significa meramente que un objeto que encaja en una pauta preformada se percibe más fácilmente jetos alimenticios deseados en condiciones de hambre que otro que no encaja. Se trata de un hecho amplia- frente a estímulos que no representan objetivamente mente aceptado, por ejemplo, en los' problemas per- tales objetos— constituya una forma de la proyección ceptibles de la lectura, en los que las palabras pre- simple o sea un proceso distinto, depende de cuestiones viamente aprendidas se perciben con mucha mayor bastante sutiles. Sanford (24) y Levine, Chein y Murphy (19), han demostrado el proceso en forma facilidad por su conliguración que por su ortografía: Creo que la sensibilización es también el proceso experimental. Podemos decir que una mayor necesidad que tuvo lugar en el experimento realizado por Le de comida lleva a evocar objetos alimenticios, y que vine, Chein y Murphy (19). Cuando dichos investi- estos recuerdos de perceptos distorsionan aperceptiva gadores hicieron pasar hambre a un número de suje- mente todo percepto contemporáneo. El único argutos y luego les mostraron muy fugazmente láminas mento que puedo proponer para establecer una difeen las que, entre otras cosas, había productos alimen- rencia con respecto a la proyección simple, es el de ticios, encontraron dos procesos: a) cuando tenían que tratamos aquí con impulsos básicos simples que hambre, los sujetos veían comida en las láminas aun llevan a distorsiones gratificadoras simples y no a las cuando no la había, y b) los sujetos percibían correc- situaciones más complejas posibles en la proyección tamente figuras de alimentos con mayor frecuencia simple. El concepto del "mecanismo pajaviga" * (moie cuando tenían hambre. Evidentemente, en semejante estado de carencia hay una mayor eficacia cognosci- beam viechcmism) de Ichheiser (18) también puede tiva del yo para reconocer objetos que podrían poner incluirse en el concepto de sensibilización. Ichheiser fin a esa carencia, y también fantasía compensatoria sugiere que se hable de ese mecanismo en los casos de simple de realización de deseos, que los autores lla- distorsión de la percepción social en los que un indiman percepción aurista. Así, pues, el organismo está viduo tiene exagerada conciencia de la presencia de equipado para la adaptación a la realidad y también un rasgo indeseable en un grupo minoritario, aunque para la gratificación sustitutiva cuando la gratificación no percibe ese mismo rasgo en sí mismo. En otras real no existe. Esto constituye, en realidad, un aumen- palabras, podemos decir que hay una sensibilización to de la eficacia de la función yoica en respuesta a perceptual (coexistente con la ceguera respecto del una emergencia, una percepción más certera de la proceso mismo y de la existencia del rasgo en sí miscomida en el estado de hambre. Creo que este pro- mo, inherente a todo mecanismo defensivo) debida ceso también puede incluirse en nuestro concepto de a la propia selectividad que opera inconscientemente •sensibilización, ya que el hambre evoca imágenes ali- y a la distorsión aperceptiva. menticias y los estímulos alimenticios reales se perciben con mayor facilidad. Extemalización Un experimento realizado por Bruner y Postman La proyección invertida, la proyección simple y la (7) sigue posiblemente el mismo principio. Los autores lucieron que sus sujetos adaptaran un haz circular sensibilización, en este orden, son procesos de ios cua variable de luz al tamaño de un disco circular sos- les el individuo no tiene por lo común conciencia. Es, tenido en la palma de la mano. Los juicios perceptib- consecuentemente, difícil conseguir que una perles se hicieron bajo la influencia de diversos grados de sona tome conciencia de esos procesos en sí misma. shock y también durante un período de recuperación. Por otro lado, todo terapeuta ha tenido la experienLos resultados correspondientes al estado de shock no cia de un examinado que le relata una historia sobre variaron notablemente. D urante el período postshock, una de las láminas del T A T de la siguiente manera: sin embargo, las desviaciones del tamaño percibido "Ésta es una madre que mira dentro de la habitación con respecto al tamaño real fueron muy notables. para ver si Johnny ha terminado sus deberes, y lo Los autores propusieron tentativamente una teoría de reprende por ser perezoso”. Al repasar las historias vigilancia selectiva. En términos de esa teoría, el or- durante el interrogatorio, el examinado puede decir ganismo hace sus discriminaciones más certeras bajo espontáneamente: ‘‘Supongo que eso era lo que ocucondiciones de tensión. Pero cuando se alivian las ten- rría con mi madre y conmigo, aunque no me di siones, prevalece la expansividad y es más probable cuenta cuando le hice el relato”. En términos psicoanalíticos, se podría decir que el que se cometan errores. Podemos agregar la hipótesis ,de que la tensión trae como resultado inmediato una proceso del relato fue preconsciente. No era cons mayor percepción de la imagen en la memoria, y de Edoardo VVeiss describió un proceso muy similar con el nombre de objetivación.
* T raducción aproximada con arreglo al dicho p au lar "ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio
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cíente mientras se desarrollaba, pero hubiera resultado fácil que lo fuera. Ello implica que se trata de una configuración ligeramente reprimida dé imágenes, cu yo efecto organizador podía ser evocado fácilmente. Sugerimos el término "externalización” para tal fenómeno, con el mero fin de facilitar la descripción clínica de un proceso frecuente. Percepción puramente cognoscitiva y otros aspectos de la relación estímulo-respuesta
La percepción pura es el. proceso hipotético en relación con el cual medimos la distorsión aperceptiva de tipo subjetivo, ó bien es el acuerdo subjetivo y operativamente definido sobre el significado de un estímulo con el que se comparan otras interpretaciones. Nos proporciona el extremo de un continuo en el cual todas las. respuestas varían. En tanto hay acuerdo general en el sentido de que la conducta es racional y adecuada a una situación dada, podemos hablar de conducta adaptaliva frente al estímulo "ob jetivo”, que consideraremos a continuación. En mis experimentos previos se comprobó que era posible provocar agresión en los examinados, y que esa agresión era "proyectada’' en sus relatos, de acuerdo con la hipótesis de la proyección. También se encontró que ciertas láminas provocan con mayor frecuencia respuestas agresivas, inclusive bajo circunstancias normales, si el examinador se limita a pedir un relato basado en ellas. Asimismo se comprobó que aquellas láminas que por su propia naturaleza sugieren agresión se prestan mucho más fácilmente a la proyección de agresión que otras, cuyo contenido no la sugiere. Se crce que el primer hecho (que una lámina que muestra una figura agazapada y una pistola, por ejemplo, conduce a más relatos de agresión que otra que presenta una tranquila escena campestre) es precisamente lo que el sentido común nos haría esperar. En términos psicológicos, ello significa simplemente que la respxiesia es, en parle, f-unción del estímulo. En términos de la psicología aperceptiva, significa que una mayoría de examinados concuerdan en alguna apercepción básica de un estímulo, y que ese acuerdo representa nuestra definición operativa de la naturaleza "objetiva” del estímulo. La conducta congruente con estos aspectos de Ja realidad ''objetiva’' del estímulo ha sido denominada conducía adaptaliva por Gordon W . Allport (O En la lámina 1 del TA T, por ejemplo, el examinado se adapta al hecho de que en ella figura un violín.
distorsionadas como sea posible. Por otro lado, si se presenta una de las figuras del Test de StanfordBi net —la que representa una lucha entre»un hombre blanco y un grupo de indios— la situación está bastante bien definida como para provocar la misma respuesta er\ la mayoría de los niños comprendidos entre los diez y los doce años de edad. b) El grado exacto de adaptación también está determinado por la A nfgabe o disposición. Si se le pide al examinado que describa la lámina, hay más conducta adaptativa que si se le pide que relate una historia sobre ella. En este último caso, tiende a dejar de lado muchos aspectos objetivos del estímulo. Si se hace sonar una alarma antiaérea, la conducta del examinado tiende a diferir enormemente si ha tenido experiencias similares, espera escuchar la sirena y sabe qué hacer en tales circunstancias. Sil respuesta será distinta de la del examinado que desconoce ¡a significación del sonido y que puede interpretarlo como la trompeta del Juicio Final o el anuncio de una interrupción del trabajo y actuar en consecuencia,
c) La naturaleza del organismo que percibe determina también la proporción entre la conducta adap tativa y la proyectiva. El experimento de Levine, Chein y M urphy demostró la sensibilización, y hemos comprobado que la gente distorsiona aperceptivamente en grados variables. Incluso la misma persona puede reaccionar de maneras completamente distintas a un estímulo cuando acaba de despertarse y cuando está en pleno estado de vigilia. Otros aspectos de la producción del examinado — por ejemplo, los que surgen en respuesta, a las láminas del T A T — se han considerado en forma más simple en un. trabajo previo (3). Me referí en esa ocasión a lo que Allport denominó "conducta expresiva". Al hablar de aspectos expresivos de la conducta queremos decir que si una variedad de artistas están sometidos a condiciones idénticas, no podernos esperar producciones creadoras idénticas. Habría diferencias individuales expresadas en la forma en que esos artistas hacen sus pinceladas o usan el cincel; habría diferencias en los colores que eligen y diferencias en la organización y distribución del espacio. En otras palabras, ciertas características predominantemente mio neurales, como Mira (21) las denomina, determinarían ciertos rasgos de los productos. La conducta expresiva difiere en cuanto a su naturaleza de la adaptación y la distorsión aperceptiva. Dada una proporción fija de adaptación y distorsión aperceptiva en la respuesta de un examinado a cualquiera de las láminas del StanfordBinet, las personas Cabe enumerar algunos principios: pueden variar en cuanto a su estilo y su organización. a) Elgrado de conducta adaptntiva varía inversa- Una puede utilizar frases largas con muchos adjetimente ni grado de exactitud cíe la definición del estí- vos; otra, frases cortas y fecundas, con una secuencia mulo. Las láminas del TA T y las del Rorschach son estrictamente lógica. Si los individuos escriben sus relativamente no estructuradas con toda intención, a respuestas, puede haber variaciones en cuanto a la fin de provocar tantas respuestas apereeptivamente manera de espaciar las palabras. Si hablan, pueden
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diferir en cuanto a la velocidad, y el tono y el volu- ción entre el test proyectivo y el planeamiento de,, men de la voz. Todas estas son características perso- una psicoterapia es estrecha, como lo demuestra un nales de naturaleza bastante estable en cada exami- capítulo posterior sobre el Test de apercepción tenado. Del mismo modo, el artista puede cincelar pres- mática. T eniendo esto en cuenta, se considerarán las ■ tando atención al detalle y con precisión, o bien ele- siguientes cuestiones; problemas de psicoterapia y algir una forma menos rigurosa. Puede elegir una orga- gunos problemas dinámicos especiales vistos en términización simétrica o descentrada. Y también como nos de la apercepción. respuesta a la alarma de ataque aéreo, una persona Creemos que el psicoanálisis es una teoría del aprenpuede correr, agazaparse, saltar, caminar, hablar, y dizaje que se ocupa especialmente de la historia de la hacc:r cada una de estas cosas de un modo estrictamen- adquisición de perceptos, su interacción recíproca y te personal. su influencia sobre la percepción de estímulos posterioEntonces, si la adaptación y la distorsión apercep res. Esta formulación constituye por el momento un tiva determinan qué hace cada uno y la expresión intento rudimentario, y tiene como mero fin el de determina cómo lo hace, es innecesario acentuar que establecer el marco general de referencia para la teosiempre se puede preguntar cómo cada uno hace qué. ría de la apercepción ya presentada. La reformulaLa conducta adaptativa, la aperceptiva y la expresiva ción sistemática de todas las doctrinas psicoanalíticas siempre coexisten. y su verificación experimental deben quedar para el En el caso de la producción artística, por ejemplo, futuro 8. la proporción entre el material adaptativo y el aper El aprendizaje de perceptos se formula principalceptivo, y entre éstos y las características expresivas, mente en términos de la teoría de la libido, es decir, puede variar de un artista a otro, desde luego, y en una serie de proposiciones genéticas relativas a la percierta medida, de un producto de un mismo artis- sonalidad. La compleja constelación del triángulo edí ta a otro. Asimismo, la conducta expresiva influye pico y su destino constituye un concepto nuclear. La sobre las producciones del TA T y explica las diferen- interacción legal de perceptos y los recuerdos de ellos cias individuales en cuanto estilo, estructura de la está implícitamente presente en lo que Freud dice sooración, proporción verbossustantivos (8) y otras ca- bre parapraxias y formación de síntomas y del carácracterísticas formales. Los rasgos expresivos revelan, ter. La influencia de los perceptos pasados sobre la pues, cómo un individuo hace algo; la adaptación y apercepción contemporánea está involucrada en el la distorsión aperceptiva nos dicen qué es lo que hace. concepto de mecanismo de defensa y en la interpretación genética de la conducta contemporánea. A la luz de este enfoque, es posible considerar ■INTENTO DE INTEG RAR LO S CO NCEPTO S que la teoría de la libido contiene proposiciones rela,'DE LA DISTORSION APERCEPTIVA Y LOS tivas a la historia de la percepción de estímulos ¡pra ;• CONCEPTOS PS1COANA L1TICO S BÁSICO S les, anales y genitales, y a la reacción de los adultos lí’ji. La psicología aperceptiva y sus instrumentos clíni significativos (figuras parentales) frente a ellos. Pues5$eos tienen sus orígenes tanto en el psicoanálisis como to que el psicoanálisis se desarrolló como una ciencia empírica clínica, en la que recién ahora comienzan a Kj.;én la psicología clínica académica (sobre todo las teo i¡í¿iías dinámicas de la psicología de la G estalt relativas manifestarse los principios de una metodología, no dis¡|;j.al aprendizaje y la percepción). No obstante, cabe tingue entre hipótesis subyacentes sobre aprendizaje y resultados concretos. Describe el efecto de la frustra¿jseñalar una deplorable falta de integración de ambos ción oral temprana en un individuo sin afirmar explí¡^métodos de enfoque y una falta de comprensión mu citamente que la ley de la primacía es congruente con | ;i.tua entre los defensores de la psicología psicoanalítica los supuestos relativos a la importancia de las primela no analítica. Lín trabajo de Abt incluido en este volumen ofrece un examen sistemático de la distorsión ras experiencias. No explora sistemáticamente, en' términos de recompensa y castigo, el efecto que la reac^perceptiva (psicología proyectiva) dentro del marco ción materna tiene sobre la adquisición de hábitos de pile la psicología no analítica contemporánea. Aquí higiene, pero, no obstante, considera (y en una forma l^déseo mostrar que los conceptos psicoanaliticos bási jgcos pueden ser expresados en forma experimental que aún debe expresarse en términos experimentales) ^táente verificable, como problemas de la teoría del el efecto que la imagen de la madre tendrá sobre la | | aprendizaje y sobre todo, de la distorsión aperceptiva. percepción posterior de las funciones corporales. Esto es, el recuerdo del percepto correspondiente a la maCreo que esa reformulación es importante puesto dre tendrá una influencia decisiva sobre las percepcio¡qx|t:¿ el psicólogo clínico que utiliza técnicas proyec nes posteriores. Es posible expresar: "El niño se iden jjktivas a menudo encuentra necesario emplear un en tifica con la madre", como el hecho de que el niño ^aoque psicoanalítico, y lo hace con recelo innecesario ^.^insuficiente claridad. Al mismo tiempo, el psicólo 8 No debe entenderse que éste constituye otro intento de |||?0 ¿’clínico^se ve llevado en muchos casos a tratar al neofreudíanismo; antes bien, tiene como fin desarrollar me| | paciénte que ha examinado mediante tests. La rela- todoló gicamente las enseñanzas de Freud. /
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perciba a la madre y conserva un recuerdo de ese percepto. El niño aprende a asociar el placer o la evitación de la anhedonia con el percepto materno. Aprende a comportarse de acuerdo con las normas de la madre a fin de evitar la anhedonia que puede originarse en la realidad inorgánica (el niño puede quemarse) o en la desaprobación materna, que podría asumir la forma de retiro del amor o castigo físicamente doloroso. El recuerdo perceptual de la madre se convierte en una imagen orientadora, motivada por el deseo de evitar la anhedonia, que ejerce una influencia selectiva sobre la conducta; llega a ser parte de la autoestimación del niño, o un "ideal del yo’’, en el lenguaje freudiano. En realidad, desde luego, no hay un percepto único de la madre, sino toda una serie de perceptos, como ya lo ha señalado Paul Schilder (25). Hay una madre que da, una madre que toma, una madre que limpia, una madre que juega, etc. El percepto de la madre difiere según la edad del niño, y cada percepto se superpone a otro. Así, el percepto de la madre, digamos, cuando el niño tiene catorce años, es el resultado final de todos los perceptos de la madre hasta ese momento. Este compuesto, según los conceptos de la psicología de la Gestalt, será algo más que la suma de los perceptos. Tendrá su propia configuración. Podemos decir que el psicoanálisis se ha interesado particularmente en el destino y la organización selectivos de estas huellas mnémicas. Freud había descubierto que los primeros perceptos aprendidos se habían vuelto irreconocibles para el individuo y para el obser vador en el proceso de integración de los perceptos. D ijo que se habían vuelto inconscientes. La técnica psicoanalítica estaba destinada a reconocer las partes que constituyen el todo inmediatamente observable. Las imágenes oníricas y su análisis por medio de la asociación libre constituyen quizás el mejor ejemplo. El sueño manifiesto es la Gestalt final. Las "asociaciones libres’’ revelan las partes que formaron la imagen y nos permiten ordenar los hechos del sueño en la continuidad de la corriente de procesos del pensamiento. El principio de sobredeterminación de Freud puede expresarse como una mera demostración del principio gucstáltico de que el todo es más que la suma de las partes. Si la autoestima (personalidad) puede verse como un sistema complejo de perceptos de naturaleza diversa, que influyen selectivamente sobre la, conducta, no tiene ninguna importancia que el organismo .se considere en el momento de nacer como liria: lahutá ]rasa, que las pautas aprendidas posteriores han de éstiuctu iar por entero, o bien como determiHadó por'tan número de factores de naturaleza ontogenética, familiar o biológica general. Para nuestra teoría, carece de importancia qué impulso biológico postula una escuela, sea un impulso sexual, agresión, necesidad de seguridad o evitación de la anhedonia, por sí solo o combinado con otros. Cualquiera sea el impulso, está
modificado por los diversos perceptos aprendidos. Además, cada percepto es modificado pT¡t todos los demás y se íntegra con ellos. El psicoanálisis ha preferido hablar colectivamente de los perceptos que determinan la conducta tendiente a evitar las dificultades de la realidad y a verificar las proposiciones lógicas: el yo. También lia elegido identificar como ideal del yo los perceptos yoicos que están más definidamente asociados con metas de largo alcance, o más estrechamente circunscriptos y más definidamente configurados según el modelo de una persona particular. Los perceptos que gobiernan la conducta "moral” son colectivamente denominados superyó. O riginalmente ¡as imágenes de los progenitores (o las de otros adultos significativos que asumen aquel rol) constituyen la representación de la sociedad que, desde luego, se amplía más tarde. Al principio, Freud llegó a esas percepciones a tra vés de las reconstrucciones logradas con adultos — esto es, al desglosar el percepto total de una figura materna pudo llegar a sus partes constituyentes históricas. Más adelante, sus reconstrucciones se vieron confirmadas por la observación directa de niños. El psicoanálisis se ocupa también de las leyes según las cuales los perceptos integran configuraciones a través de su interacción reciproca. El mejor ejemplo de este proceso es el trabajo onírico en el que la simbolización, la condensación y el desplazamiento son los procesos que llevan a la configuración final del sueño manifiesto. La teoría de los mecani smos de defensa es, en realidad, una teoría relativa a la influencia selectiva de los perceptos mnémicos sobre la percepción de hechos contemporáneos. Cada mecanismo de defensa es una hipótesis relativa a la legalidad de la interacción de imágenes bajo determinadas circunstancias. Por ejemplo, si una madre experimenta sentimientos agresivos hacia su hijo junto con sentimientos amorosos, uno de los resultados posibles de este conflicto de sentimientos sería lo que el psicoanálisis describe como formación reactiva: la madre puede no percibir en absoluto sus sentimientos agresivos y manifestar, en cambio, excesivo amor. Podemos reformular esto diciendo que la siguiente legalidad está implícita: cuando un estímulo evoca recuerdos de perceptos que provocan actitudes agresivas y gratificadoras a la vez, y la actitud agresiva ha sido objeto de desaprobación, entonces se suprime lo desaprobado y se refuerza lo que se aprueba, Esta afirmación convierte la formación reactiva en un concepto experimentalmente verificable, por le menos en principio. Desde luego, podrían plantearse muchas otras hipótesis complementarias para adecuarse al modelo complejo de las situaciones en la vida real. Además, los principios de la Gestalt quizás resulten más adecuados para tal fin. Se puede demostrar experimentalmente que cuando una imagen "buíha" y una imagen “mala” se exponen en foriTyi simultánea el resultado es una imagen "buena” reforzada, modificada
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por algunos aspectos de ia imagen "mala”. El amor tada al quedar separado de la madre; esto es, la situamaterno como resultado de la formación reactiva pre- ción actual correspondía a una pauta preexistente. senta los rasgos restrictivos de la sobreprotección; esto Las contribuciones originales de Freud, relativas a es, parte de la agresión originalmente coexistente se la amnesia histérica o al origen traumático de las manifiesta bajo la nueva apariencia. De hecho, la neurosis, a las parapraxias o a los sueños, fueron en formación reactiva puede expresarse adecuadamente, realidad hipótesis concernientes al aprendizaje, el olcomo por ejemplo en el principio de Guthrie sobre vido y los métodos de evocación (hipnosis, persuala discriminación condicionada, que Hiigard formula sión y asociación libre). de la siguiente manera (17): “Si dos estímulos son suficientemente distinguibles, es posible enseñar al organismo a responder a uno de ellos y a dejar de A LG UNO S PRO BLEMAS D INÁ MICO S responder al otro. Ello se logra mediante métodos ESPECIALES VISTOS COMO CASOS . de.contraste. Esto es, uno de los estímulos se refuerza DE DISTORSION APERCEPTIVA regularmente, y lo contrarío se hace con el otro. La extinción selectiva que sobreviene es conocida como disHipnosis criminación condicionada, porque el organismo ha aprendido a reaccionar diferencialmente ante los dos La hipnosis es uno de los procesos en los que es estímulos...” Como ya se señaló, el paranoíde reacciona originalmente ante el objeto amoroso homo- posible alterar temporariamente la apercepción de un sexual con amor, y luego con odio — como en la típica sujeto e introducir grandes distorsiones. Aunque no ambivalencia del hijo con respecto al padre. Tiene una esperamos resolver los problemas de este fenómeno imagen del padre amado (como el gran protector) altamente discutido, podemos tratar de comprenderlo y una imagen del padre sádicoagresivo (originada en con la ayuda de los conceptos presentados hasta ahora. El proceso hipnótico comienza con una disminución la escena primaria). Estas imágenes pueden destruir aperceptivamente cualquier otra percepción de figuras gradual de las funciones aperceptivas del sujeto y una masculinas. Medíante la discriminación condicionada limitación final de estas funciones a las apercepciones ■ . a través de las costumbres sociales y el temor al padre, de la voz del hipnotizador (se trata sin duda de una la respuesta de amor se extingue y la respuesta de apercepción, ya que distintos sujetos a menudo dan a las instrucciones hipnóticas distintos significados). "'odio se sigue proyectando. : La teoría freudiana de la neurosis siempre se ha Este proceso de exclusión de la apercepción es simiformulado como una formación de transacción. Esto lar al que tiene lugar en una persona cuando se dises, describe la mejor Gestalt posible en un sistema pone a dormir. De hecho, la teoría de Ferenczi sobre dado de fuer/ as: el ello, el yo, el superyó y la reali- la hipnosis sugiere que el hipnotizador representa a la dad . La teoría de Freud sobre el desencadenamiento imagen paterna o materna que en el pasado arrulló al una neurosis adulta puede formularse de la si niño o le ordenó dormir. En nuestros términos, el hip?í!guiente manera: "una neurosis se vuelve manifiesta notizador es aperceptivamente distorsionado por los (¿'.cuando una constelación contemporánea de fuerzas recuerdos de imágenes del progenitor. En consecuen'¡■.¡.coincide con el patrón de una situación infantil trau cia, si el proceso hipnótico es eficaz, estas imágenes '| ;mática". Bajo tales circunstancias, la neurosis consti- de los progenitores, a través del hipnotizador, controCtuye una repetición de la pauta de reacción previa lan la percepción de cualquier otro estímulo tal como Kj.mente establecida. Por ejemplo, un paciente estaba los padres en la temprana infancia, durante la cual no ¡^Casado con una mujer mucho mayor, que lo dominaba había diferenciación entre pensamiento y realidad. La obediencia a las órdenes posthipnóticas demuesdiversos modos. Huérfano de padre desde la in Bfancia, su crianza había estado totalmente en manos tra en forma concluyente que los recuerdos de imá® e ’la madre. Cuando su esposa lo abandonó, este genes de los que el sujeto no tiene conciencia y de los Sopmbre, bien adaptado en otros sentidos, comenzó a que no puede tomar conciencia, pueden tener una ¡P$tier ataques de ansiedad aguda. Cuando por casua- influencia controladora sobre la acción. El recuerdo lidad volvió a la ciudad cercana en la que había na del percepto que el sujeto tiene del hipnotizador disstddo y que había visitado con frecuencia durante los torsiona aperceptivamente el estímulo actual. Por ejem| | | ños anteriores, entró al azar en una gran tienda, y se plo, cuando el hipnotizador pregunta al sujeto cómo ¡Ipintió molesto y cada vez más ansioso a medida que se siente su silla, aquél puede saltar obedientemente ^Cercaba a la salida. En ese momento evocó espontá como si la silla estuviera caliente. En Jos experimentos, Eateámente que, siendo niño, su madre lo había perdido ordené a los sujetos que se sintieran enojados o depri| |
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Fenómenos psicológicos colectivos
Los fenómenos psicológicos masivos pueden entenderse en forma muy similar a la hipnosis. Como Freud señaló en su "Psicología de las masas y análisis del yo” (14), cada individuo introyecta a la "masa" o grupo como un factor transitorio dentro del yo y el superyó. Podemos decir que, mientras el indi viduo forma parte del grupo, "ve el mundo a través de los ojos de la masa”. El grupo es temporariamente visto como una figura autoritaria, y, al igual que en In hipnosis, la apercepción del grupo adquiere una influencia controladora sobre casi todos los otros recuerdos de imágenes. Así, el linchamiento, la' Fuga aterrorizada y la belicosidad sobrevienen debido a una facilitación de los impulsos primitivos. T ransferencia
penosas pautas anteriores mediante insight y condicionamiento, dentro de la situación transferencia!, y mediante la elaboración en su mundo externo. La situación transferencia! puede ser descripta, pues, como una relación en la que el paciente distorsiona su apercepción del analista con imágenes cada vez más tempranas de los progenitores y otras figuras significativas de los primeros años de su vida. Psicosis
En los delirios y las alucinaciones psicóticas podemos decir que las imágenes tempranas han surgid?; con tanta fuerza que ejercen sobre la apercepción del mundo contemporáneo una' influencia distorsionadorn mayor que en cualquier otra situación. Si decimos que nuestra apercepción actual es una Gestalt, un cuadro compuesto por todas las apercepciones previamente aprendidas, entonces cabe afirmar, esquemáticamente hablando, que ciertas imágenes tempranas de naturaleza atemorizante fueron tan intensas en un paciente dado como para distorsionar poderosamente todas las imágenes posteriores que podrían haber sido de una naturaleza más innocua. En general, la distorsión aperceptiva afecta al principio sólo un grupo pequeño de estímulos. En el paranoide precoz, sólo involucra a un individuo o a unos pocos. A veces, la distorsión original no es necesariamente absurda y puede obligar al observador a dedicar largo tiempo a su verificación. A medida qué la enfermedad avanza, las distorsiones del paciente suelen acentuarse y abarcar un área cada vez más extensa. La sistematización del paranoide se ramifica cada vez más hasta que involucra al mundo entero, a todo su campo aperceptivo.
Aunque el término "transferencia” se utiliza a menudo con cierta falta de rigor, quisiera limitar su significado a la relación emocional entre el paciente y su psicoanalista. Una parte integral de esa relación es el hecho de que el analista constituye, por lo menos en teoría, una figura que no interviene activamente en las relaciones emocionales y que se abstiene de_castigar, elogiar o reaccionar manifiestamente a los estados de ánimo del paciente. La transferencia implica que el paciente transfiere al analista sentimientos previamente aprendidos. Así, espera del terapeuta críticas, castigos o alabanzas y a menudo distorsiona aperceptivamente sus reacciones. Es parte de la tarea analítica mostrar al paciente, en los momentos adecuados, la diferencia entre sus distorsiones y los hechos. La falta de respuesta del analista ejerce un efecto único, que distingue la situación transferencia! de Terapia toda otra distorsión aperceptiva de una figura patenta! Es posible reformular la teoría psicoanalítica de la similar. Cuando un paciente descubre que una manera parlicular de tratar de manejar la relación fracasa, sur- terapia en la siguiente forma (6,): ge otra pauta de conducta. Por ejemplo, un paciente Comunicación: El paciente se comunica con el anaalardeaba mucho en cierto momento de su análisis, se lista por medio de asociaciones libres. En esta forma, jactaba de sus conocimientos y trataba de divertir a! el analista llega a conocer la conducta del paciente en analista. Cuando éste se lo señaló, y resultó evidente numerosas situaciones y encuentra algunos denominaque no respondía a las exhibiciones del paciente, éste dores comunes en las pautas de conducta del paciente. reaccionó con agresión y, más tarde, con evidente Interpretación: Cuando el analista se ha familiariansiedad y dependencia. Podemos decir que este paciente había desarrollado originalmente un cierto nú- zado con determinadas situaciones de vida del paciente, mero de pautas de conducta para manejar su ansiedad. puede percibir un cierto denominador común en las Cuando su pauta más recientemente aprendida fra- pautas de conducta y señalárselo al paciente en las docasó, hizo una regresión a una pauta previa, tal como sis que le parezcan adecuadas en las distintas oporMowrer (22) lo demostró en otro contexto, y luego tunidades. a) Estudio horizontal: El terapeuta puede encona otra aún más primitiva. Eventualmente, su relación con el analista se asemejó a la que había tenido con trar un denominador común en las pautas de conducta sus padres cuando era muy pequeño. Por ejemplo, y las relaciones interpérsonales correspondientes a la cuando revivió su temor edípico al padre, tomó con- situación de vida .contemporánea del paciente, y cabe ciencia de sus temerosas expectativas. Aprendió que hablar de este proceso como de un estudio horizontal
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b) Estudio vertical: Tarde o temprano resultará po- (esto es, percepción significativa) de los denominadosible rastrear, mediante la asociación libre o de otra res comunes de su conducta tal como le son señalados^ manera, el desarrollo histórico de esas pautas en la por el terapeuta. El problema se ve bajo una nueva vida del paciente, y llegar así a una disposición tempra- luz y se maneja de otro modo desde ese momento en na, más o menos claramente definida. Podemos hablar adelante. de esta parte de la investigación terapéutica como del En este proceso pueden distinguirse dos partes: estudio vertical de las pautas de vida. A menudo es a) Insight intelectual: El paciente puede percibir la necesario señalar tanto el denominador común vertical como el horizontal de la conducta actual del paciente, interrelación de sus distintas pautas horizontales y verticales; puede verlas como casos especiales de una a fin de llegar a una solución de sus problemas. c) Relación con el terapeuta: Como caso especial clase general o, en términos guestálticos, aprende por dentro de las situaciones de vida actuales de la pauta insight y experimenta cierre. Los fragmentos de sucehorizontal, en su relación con las pautas históricas sos aislados se convierten en un todo mnémico, y tiene más tempranas, la relación con el terapeuta puede exa- lugar un proceso' de reestructuración y reaprendizaje. minarse específicamente mediante lo que se conoce b) Insight emocional: El paciente reproduce el ■ en psicoanálisis como análisis de la situación transfe- afecto correspondiente al insight intelectual: alivio, anrencial. siedad, culpa, felicidad, etc. Así, pues, la interpretación significa que el teraSi sólo se logra un insight intelectual, es posible peuta señala a] paciente los denominadores comunes alcanzar resultados limitados o no terapéuticos, porque en sus pautas de conducta, horizontal, vcrticalmente la reestructuracipn emocional constituye una parte y en relación especial con el terapeuta. En los tres esencial del proceso terapéutico, sea que se lo conciba casos, el terapeuta comprueba c|iic el paciente padece como un proceso metapsicológicolibidinal o como un de distorsiones «perceptivas de las situaciones de vida. proceso de aprendizaje en términos de la psicología La interpretación consiste en realidad en señalar los académica convencional. El afecto debe formar parte denominadores comunes de las distorsiones npercep■ de la Gestalt de una experiencia terapéutica. tivas y, en ciertos casos, en demostrar las relaciones de situaciones previas con recuerdos de perceptos en los Elaboración: El paso siguiente en la terapia consiste que surgieron esas distorsiones aperceptivas. El proceso en la elaboración del nuevo insight: involucra el análisis de la apercepción compleja actual a) intelectualmente: El paciente aplica ahora lo hasta llegar a las partes que constituyen el todo. que ha aprendido que corresponde a unas pocas situaSerá útil presentar un breve ejemplo. El paciente ' puede presentarse con un problema de ataques de ciones, señaladas por el terapeuta, a otras situaciones ansiedad difusa. Puede ocurrir que estos ataques apa- a las que se aplica el mismo denominador general. Si rentemente incomprensibles se produzcan típicamente se le señaló la existencia de una pauta de distorsión cuando el paciente está en contacto con una autoridad aperceptiva en conexión con su empleador actual, rígida que despierta hostilidad en él. Cuando ha sur- con su maestro, su analista y su padre, ahora puede regido esta pauta horizontal, también es posible hallar, cordar situaciones que involucran a un tío, a un oficial . en un momento u otro, una pauta vertical: el paciente superior en el ejército, a un hermano mayor y a otros .'tuvo una relación más o menos específica con el padre, frente a los cuales reaccionaba de manera similar. quien originalmente provocó esos sentimientos de hosb) terapéuticamente (emocionalmente): En la situatilidad y la ansiedad consiguiente. LIn estudio ulterior ción terapéutica, conocida en términos psicoanaliticos : revelará toda una historia de relaciones con autorida- como situación transferencia!, el paciente originalmendes similares, previas a la situación actual, y una ac te "transíiere” las pautas emocionales de conducta, ■titud similar frente al terapeuta. ya descriptas, y las elabora. ^ ■ Insight: El desarrollo de insight es el próximo paso ; en el proceso terapéutico. Del término "insight" se . abusa casi tanto como del término psicoterapia. A menudo se lo utiliza para referirse simplemente a que el paciente tiene conciencia de estar mentalmente en ~fermo. Esto.se hace sobre todo cuando se habla de psi : cóticos, sin explicar por lo común nada más que eso. t En el contexto de la psicoterapia dinámica, insight ;■debe tener este significado: la capacidad del paciente f para percibir la relación entre un sintonía dado y las f. distorsiones aperceptivas previamente Inconscientes, i J subyacentes a sus síntomas. En términos más estric ^tos, definimos insight como la apercepción del paciente
c) en la conducta: Fuera de la sesión terapéutica, el paciente sigue enfrentando situaciones ya examinadas, y otras nuevas, similares a las señaladas por el analista. Mientras está en situaciones reales, ’ tiene conciencia del insight que ha alcanzado recientemente. Bajo la influencia de ese nuevo “set mental”, reacciona de manera progresivamente distinta ante esas situaciones, siguiendo la dirección correctiva sugerida por el análisis de la situación. Los nuevos problemas que surgen son reanalizados, y el problema se elabora mediante una adaptación y readaptación persistentes entre la disposición mental y la realidad. % Si bien la teoría guestáltica del aprendizaje propior
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ciona la mejor explicación para el proceso de insight y los aspectos puramente intelectuales de la elaboración, conviene ver la elaboración en la terapia y en la conducta como una cuestión de condicionamiento y recondicionamiento, y como un problema en el que la prueba y el error, así como la recompensa y el castigo, conducen al mejor resultado final. RESUMEN Se vuelve a examinar el concepto de proyección. Mis investigaciones experimentales previas habían demostrado que la definición de la proyección como un mecanismo de defensa era inadecuada. En cambio, se comprueba que la proyección es uno de los procesos de la "distorsión aperceptiva”. Estas distorsiones aper ceptivas se ven claramente como resultado de la in-
fluencia estructurados de los recuerdos de las apercepciones pasadas sobre las presentes. Así, la teoría dinámica de la psicología psicoanalítica de la personalidad puede considerarse en términos de la historia de las apercepciones pasadas (por ejemplo, de los padres, etc.) y de su influencia sobre las apercepciones de cada individuo de su mundo contemporáneo. El psicoanálisis surge así como una teoría del aprendizaje aplicada a la génesis de los recuerdos de perceptos y su interacción mutua legal. Estos últimos encuentran expresión en la teoría de los mecanismos de defensa, la formación de síntomas y del carácter. Las hipótesis propuestas fueron tentativamente aplicadas a una comprensión de la hipnosis, los fenómenos psicológicos de grupo, la transferencia, las psicosis y los procesos involucrados en la terapia psicoanalítica, en un intento de integrar conceptos que son importantes para el clínico que utiliza métodos aperceptivos.
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En EX tkabajo qyr sigue, Lawrence Edwín Abt Intenta svanu^’ aún mis en 'el enlace tic la Leería y lo* in¿todos piiculógicos pcoyectivo* y el rato de la ciencia psicológica,ardíante el examen y la formulación de toda la matriz de íupudlctí, conccpcíoncs y proposiciones que hasta ahora *¿lo han erótido en •forma implicita. jToda nueva generación de psicólogo* enfrenta un dilema: ortodoxia y erais indepen dencia, libertad versus desviacionismo, sccerián, arma, aposUsía. El Dr. Abt considera que, tal como *e la formula en U actualidad, U psicología proyecriva es una pócología de protesta, lo cual constiiir)t para ¿1 una muestra de wni Ío-
dcpendencia y originalidad, ante* que una denseitradán de actitud competitiva a incapacidad para accptar la ^autoridad pertonifipada per iu padre intelectual, la psicología aesdé* mica. •, i • Aunque eiie capítulo considera rJ campo desde una direc ción distinta de ia del precedente, en diversos puntos de importancia los crixcrioí sobre la personalidad resultan idén ticos. Tomando los métodos proycctivos como punto de par tida, Abt llega a una teoría holirta de 1« peuonalidad que Intenta Integrar lo? enfoques del campo genético y el din£mico en una forma que resulte útil al clínico.
í
!Una teoría de la psicología proyectiva l o g í a p h o t e c t i v a es el nombre que puede darse a un punto de vista cada vez mis sistemático que se desarrolla en la psicología contemporánea. El tér mino se refiere a un conjunto mis o menos común de supuestos, hipótesis y proposiciones que, si bien no han alcanzado aún la etapa d e la formalización, están encontrando su expresión especifica en manos de los clínicui que utilizan los métrxlus proycctivos de una u otra dase, en el estudio y diagnóstico de Ja personali dad. La matriz conceptual dd punto de vista proyectivo en psicología consiste en una serie de conceptos, tanto implícitos como explícitos, sobre la personali dad, «si como pi siguas concepcionci relativas a la naturaleza y la tarca de la ciencia en general *, y me parece improbable, en esta etapa dé su formulación, que íc llegue a algún acuerdo general con respecto u ttxlas las cuestiones teóricas fundamentales entre quie nes e^ián comprometidos o identificados con el uso de métodos proycctivos en el estudio, el diagnóstico o la terapia de la personalidad.
P sic o
Lawrence Edwin Abe
La estructura de esta joven ciencia de la psicología proyectiva, de la cual sólo se ha levantado el primer piso, descansa, según eren, sobre una base de concep tos bastante firmes, de amplia generalidad e importan cia teórica y considerable nplicaeión, que han surgido en los últimos años, sobre todo dentro de las ciencias de la conduct.i. Un examen del movimiento de ideas en algunas otras cicncias, particularmente la biología y la física, demostraría, sin embargo, que un punto.de vista similar y un enfoque similar del objeto de esas ciencias están comenzando a manifestarse en ellas10.
10 Pueden tliicerr.lrse varin tcndendai slgnincadvii en la ciencia, que representan el más reciente cllina de Ideas: I ) hay uno menor necesidad dr iIkoIuioi y mentx confianrjj en ellos; 2) enneeptm como 'Verdad última", " liecbo” dcnlííico y las llamadas " leves de ]a Tiaruraíera'* hoy día se descartan o se rct-struclurun fundamentalmente; 3) Jos dentificos consi deran que Ins "licchos” constiruyeiT-bipótesii de trabajo con ncTto valor heurístico en lugar de una validez establecida; 4) la ciencia, como sistema de ideas, no trata hechos defini tivos y verdades inmodificablcs, sino mis bien lo que es rela tivo y condidonal, plástico y fluido, 'dentro del -fluir de la • Toda la Jr/ ctrina de la causalidad en U tienda esli su cxistrncia; 5”) enmo sistema, la rienda no tiene ninguna rea friendo un procesa de refiítmutación, y comienzan a surgir lidad aparte Je los personas que la construyen y la aplican; nuevos patrones de causalidad. Se expresan en un», creciente 6) ningún problema científico puede tener significado algu tendimda' dcntiflca al orgsnicismn, y en !a Insistencia en no a menos que implique un problema de medidón »flún el prindpio de que toda« las furnia! y entidades legitimas una escala, cuyo orden es el de un continuo; 7) el hecho estudiadas por los cicntif'cca delxjn pensarte en términos da mis simple en la cienda requiere derto juldo de valor Incluso lútemat en continua evoludán. oaroo una primera fiproximadón. 37
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LAWRENCE EDWIN ABT Y LEOPOLD BELLAK.
En este capitulo, he intentado dar sólo lo* primeros cho, es probable que los más fervientes adeptos del pasca en el largo proceso tendiente a desarrollar lo conductismo sean los primeros en negar esa proposique; según espero, será eventualmente un punto de ción, pero creo que ello sólo se debe a que han dado vista proycctivo plenamente maduro en psicología, cu- por sentadas durante tanto tiempo las concepciones yo alcance y vaJor puedan finalmente llegar a conductistas que, según creo, caracterizan su posición atraer gran número de adeptos. Doy esos pasos inicia- teórica. les en forma preliminar, con ta debida cautela, porque Dentro de toda ciencia podemos discernir quizás dos no paso por alto, la necesidad de elaborar una teoría tipos 'distintos, pero en buena medida complcmenta congruente y fructífera de la personalidad, a partir de rios, !dc investigación científica que cabe llevar a la cual el punto de vista proycctivo pueda desarro- cabo.. El primer tipo es francamente conductista, y el llarse, y de la que quepa esperar el aliento que tan segurjdo, principalmente funcional. Northrop (13) ha esencial es para: su crecimiento. D ada la falta de una abo rejado este problema sin rtxleos en su reciente teoría ^realmente dril de la personalidad, del tipo qué discurso como presidente de la Comisión de Historia lk- psicología proyectiva tanto necesita, sólo puedo su- y Filosofía de la Ciencia de la A merican A isociation ' gerir jos lincamiento* generales de una teoría de !a for the A dvanc& nent of Scienfez psicología proyectiva; . incluso ia escabrosa geografía En' una invesrigación conductista, ta pasan por alto lo* da unj territorio nuevo digna de un mapa.
componentes interno* del sistema y lixi relaciona dentro da ¿J. Lk atención está centrada, en cambín, en lo que ocurre coa respecto a U respuesta del siurma cuando, siendo todo lo dexnix. constante, se hace que un estímulo especifico o ua
I , i ORIGENES DE LA PSICOLO GÍA ! , '• • • PROY ECTIVA Injmt * Incida sobre ¿L ! j. j . , i Me' parece úúi considerar la psicología proyectiva , . En! un estudio funcional, en cambio, el tema central | coma 'una psicología de protesta. Como psicología de que k Investiga es La estructura intrinteca j Ua propiedades protesta, es un producto'característico oe ■la escena ' internas del listema mismo. En ate tipo de estudio, ¡npvt psicológica contemporánea. Desde un punto de vista y outjrut sólo se utilizan para arrojar luz sobre el carácter metodológico tanto como conceptual, puede consi- del sistema que loa vincula. derarse que ]a psicología proyectiva representa una profunda revuelta contra muchas de las principales coCreo que la psicología proyectiva se ocupa evidenrrientes'de 1* psicología académica, con la cual tiene temente de un estudio funcional del individuo, en el una.deuda tan enorme. El.punto de vista proycctivo sentido de Nortiirop, y que debe estar plenamente en pskxdog{2 es Defámente opuesto a la tradición nor- dispuesta a dejar de lado todo tipo de investigación teamericana del ccoducnsmo, que sigue saturando un conductista. Resulta evidente que una evaluación funsetter muy amplio de l» psicología académica contem- cional de la personalidad siempre debe expresarte en poránea. D esdi luego, es innegable que vivimos y términos dinámicos, y el punto de vista proycctivo en trabajamos en una época de muchos conductísmos psicología está hondamente comprometido con un enmodificados j sofisticados — molar y molecular, ló- foque dinámico y no estático dé la conducta^ Uñ gico y operativo— de modo que resulta difícil deter- punto de vista dinámico para la psicología proyectiva minar precisamente qué entendemos por una tradición exige que consideremos toda conducta como activa e de conductismo en la psicología norte;:mericana aca- intencional — activa en sentido de. que el individémica. Pero considero que quienes propugnan esc* duo tiende a desarrollar una relación con el mundo criterio* conductisúi más sofisticado* tienen una enor- de la realidad física y tocia], e intencional o funcional, me deuda con su padre Intelectual, Watson. , en el sentido de que la conducta del individuo apunta Ai referirme «si a la psicología proyectiva y sus a una meta. : Dentro del m*rco de la psicología pro! orígenes, no creo haber presentado al conductismo, en yectiva, pues, la conducta siempre está_ dirigidajiacia . ninguna de su« múltiple* formal actuales, como un una meta, y busca eliminar o reducir la pauta de estienemigo Imaginario que el nuevo punto de vista deba mulación que la provocó. atacar vigorosamente. Antes bien, me "parees posibla Decir que la psicología pfflyectiva insiste en un «ní demostrar que lo* principio* y nociones cooductútai, lixiY dinámico y funcional de la personalidad significa en' una u otra forma, constituyen los lupuestcs «ub sugerir que no se ocupa de segmento* aislado* de con yaceatea con que trabajan un número »brunudot da ducta, sino más bien de los técnlcu Importantes y raisi psicólogos norteamericanos contemporáneos11. De be ___ I ; . , ' ': ; I. ■. I ’ ■ 'da U versión canductisU original da Wataon. Con todo,
¡
Una corrobor*ci
«cribot "Muchos d« los poatuladot hisü» de lo formulación han,da encontrar« en lai variedades actuales da ennduedsmo ■ f, lo qua es 'mis importante, quizij, en la* repuesto* subya cente« de trabajo da la gran materia de lo* patólogo» | nor teamericano* contemporáneo*". ' ■ * Inpvt - mtyuti Ingreso-egreso; entrada-salida. [X.]
PSICOLOGIA pnOYLOriVA
compleja* por medio de las cual« el individuo busca organizar su experiencia con el ambiente físico y tocia! y adaptarla según sus singulares necesidades. l,a psicología proyectiva quiere investigar el papel de todas I las funciones y proceso* psicológicos (¡tic actúan dentro dcJ contexto de la personalidad total. Por ende, ei . punta de vista proycclivo utiliza un criterio bolista, por el que la conducta en una modalidad particular de expresión, se estudia dentro de la matriz de la persona lidad total, y debe ser comprendida en reladón con todas ]aa 'otras expresiones de conducía del individuo. Las producciones proyectivas de los individuos deben considerarse, por Jo tanto, como meras partes de un todo. Es este enfoque del estudio y el diagnóstico de la personalidad, mis aún que las limitaciones especí ficas de los diversos tests proyectivos, lo que explica nuestra necesidad de utilizar diversos métodos pro yectivos, así como' técnicas no proyectivas, para la evaluación y d diagnóstico de cada personalidad. E inclusive cuando nuestros insistentes esfuerzos por comprender la totalidad del proceso de la personali dad Kan proporcionado un gran caudal de datos de conducta, la psicología proycctíva sostiene que, en el mejor de los.-®i*6os, hemos logrado sólo un corte transversal de la Gestalt tem]>oiaI que es el proceso de la personalidad. Los elementos dinámico, funcional y bolista en la psiciilogía proyectiva pueden rastrearse con bastante Facilidad hasta ciertos desarrollos históricos dentro de las ciencias de la conducta. En primer lugar cabe mencionar, |>or su enorme importancia, el desarrollo v la elaboración de las pro| k»icior>ej psicoanallticas, con su insistencia en el carácter motívudo de toda conducta y tu dedicación a una visión histórica (gené tica) y longitudinal de la personalidad. En el mercado actual de ideas y concepciones psicológicas, el pensa miento psicoanalítico disfruta, desde luego, de gran aceptación; y es bien sabido que muchos de sus con ceptos y proposiciones han invadido incluso les baluar tes tradicionalmente fuertes de la psicología académica. Un segundo desarrollo histórico de gran significación para la psicología1proyectiva, en gran medida inspi rado en los hallazgos -experimentales y que, por lo tartto, tiene para la mayoría de I03 pilcólo^ norte americanos fundamentos mi' seguros y rrspct-b!cs q-Ji: los que pro(>orciona la riqueza de datos clínicos, es la psicología de la Gestalt. i Tal como Broivn (3) lo ha señidadc. los criterios del psicoanálisis y ' de la psicología de la Gestalt concuerdan significativamente en muchos puntos esen ciales, de modo que su incorporación a la ciencia en desarrollo de la psicología proyecliva se ha logrado con un mínimo do confusión conceptual. En las dos teo rías de I* psicología poderms discernir las siguientes áreas Importantes de acuerdo bájíco que resultan lignlfícatiyas para la ficología proyectiva:
1. Ln general existe estrecho acuerdo entre ambas teorías con respecto :t l;i cstrmmr.i y el desarrollo de la personalidad. U self fieudi.mo de estructuración múltiple no es esencialmente distinto, desde un punto de vista cuncepitial, de la división de la prrsotu en regiones que establece J-ewin. !j)s intercambios diná micos y económicos que, según se | Kftlulu en el puco□nálisH, tienen logar con respecto al ello, el yo y el superyó, encuentran una expresión paralela en el sis tema de barreras de Lcwín y las clases de movimientos a través de ellas.- . ’ 2. La psicología de la Gestalt es celebre por su in sistencia en la totalidad del organismo, y por su afiimapión de que el todo tiene prioridad sobre las par tes. De un modo organísmico, la psicología de la Gestalt considera al individuo como un sistemare au torregulación. De acuerdo con ei punto de vista gucstáhico, los cambios y las modificaciones del organismo se logran de acuerdo con leyes económicas. El enfo que psicoanalírico de cuestiones •similares. y de las proposiciones correspondientes es básicamente el mis mo, y hay en realidad muy poco conflicto. 3. El psicoanálisis postula una relación operativa íntima y esencial entre los mecanismos y dinamismos | >sicológicos que funcionan dentro del individuo y la cultura y el ambiente socioantrnpológicos de que siem pre forma parte. La aplicación hecha por J. F. Drtnvn de los principios teológicos a la psicología social, y las notables contribuciones de Lewin y sus colabora dores en la investigación acción y otras áreas relacio nadas durante la última década, señalan una congruen cia de criterios. 4. Tanto lu psicología de la Gestalt como el psico análisis utilizan un enorme número de construcciones independientemente derivadas, que sus creador« pue den emplear como eficaces herramientas interpretati vas en la descripción de la personalidad. Estudias re cientes en la metodología científica sugieren que el método hipotético deductivo es quizás el más fructífero para el progreso científico. Este método, en todas sus variaciones, fomenta el desarrollo y la utilización de construcciones operativamente derhadas, que son simi lares a les conceptos de persona, vector, valencia, di mensión de realidad y otros similares en la psicología df la GrVnhxy a los conceptos de yo, libido, y cons:rücui)i.es sinii\ ircc uiiliziJjs en el pensamiento psicoanalftico. En cada uno de'fstos dos puyjos de vista sistemáticos sólo ^conducta de\ individuo se observa en un amplio contexto de situacidpes distintas. En ambos’ sistemas teóricos, los datos dü conducta se organizan según la teoría general del punto de vist.1 particular mediante conceptos similares a los señalados. En ambos casr», el resultado suele ser una integración o estructuración do las formulaciones descriptivas e interpretativa^ re lativas al Individuo, ju conducta y el campo e^i el cual aquélla tiene lugar.
PSICOLOGIA PnOYF.CTIVA
Iclims. Sospecho que cvw desarrollos en la psieologín proMtíiva íc caracterizaron m is jxir su rapeta o la modulidjd científica norteamericana prevaleciente que por su adecuación ai tratamiento de los datos proycctivos. Así como el reciente incremento del interés por las producciones pToyectivas de cualquier tipo puede en tenderle como una' suerte de protesla contra la este rilidad de grqn parte de la actual psicología 'de labo ratorio, su insistencia en un estudio de los!procesos psicológicos’ rail simples y su limitación i la investi gación de problemas para los cuales ya se cuenta con numerosas técnicas, dei mismo'modo,' en los inteníos de protesta mismos hay una necesidad intensa e In sistente de mantener la labor jnvesíigadora en psico logía proyectiva dentro de los limites de respetabi lidad científica que exigen los prejuicios profesionales contemporáneos. Sin duda, como Allport (2) lo ha sugerido hace poco, el'interés insólito por las produc ciones proyecrivas constituye en sí mismo un gesto de irreverencia científica por parte de quienes no concucrdan con la abrumadora exigencia de objetividad en psicología a, cualquier precio. Me parece probable que un' compromiso más deci dido. por pane la psicología proyectivai con un enfoque idiográfíco para el tratamiento de los datos proyectivos, habría traído aparejado, entre otras cosas, un mayor énfasis en el análisij de contenido que en el análisis formal, aunque este punto es sin duda discutible. Asimismo, resulta evidente que la inves tigación en psicología proyectiva ha seguido, en reali dad, ambas corrientes de investigación; pero se ha visto obstaculizada, en los -casos en que so utilizó un enfoque idiogT.áfica, por el hecho de que íóla se han dado los primeros pases vacilantes en la cuandficaaón y el traiamíento de los datos idiográficos. Quizás, como sugieren algunos autores, los tests proyectivosrealmente se prestan con mayor facilidad al tipo de investigación nomotética. De ser así, creo que ello -/ i¡o se debe a que no se han realizado intentos caba les |Hjr idear instrumentos y procedimientos proyeclivos que no estén basadas en un interés por establecer leyeí generales de la estructura y el funcionamiento Je la personalidad. ! i 1 . C’"mo Allport sugirió en .ilguna ocasión, e) Interéi |Kir establecer leyes generala del funcionamiento de l,i jwrsonalid.id se basa, en última instancia, en la du dosa proposición de que la causalidad psicológica ei ,ilgo genera!, máí que única y netamente personal. 1.a pricologí.i proyectiva sostiene firmemente que la tau.salidad psicológica es sicrr.prj y en trvlns partes úni
T C M )!:N C! \ K CONC'I I» l'UALF.S l.'OIYI L'.MI’OH \ M-A S liN LA PSICO l OCIA riSO Y UC nVA Si consideramos el Conjunto de hipó4esis y pro|x> sicionc's que caracterizan actualmente el punto de vista proyecíivo, podemos discernir un número ¡imi tado de tendencias en la conccptualización, que es posibl^ considerar como hitos en el camino hacia una ciencin genuina de la psicología proyectiva. Cabe de cir qufc esos hito# constituyen el clima explícito de ideas dn que los tests proyectivos y los principios psi cológicos proyectivos encuentran expresión a través del trabaje! diario de los clínicos. Al examinar el número más bien pequeño de tendencias1conceptuales que son concretamente explícitas y no implícitas hoy día, com prendemos que se ha dedicado mucho más esfuerzo al desarrollo y la aplicación de los tests' proycctivcs que al intento cuidadoso y cabal de formular una teoría de la psicología proyectiva, tan necesaria para nosotros. Es posible discernir las siguientes tendencias signi ficativas en la conceptualización de la conducta y la personalidad de la psicología proyectiva: 1. La personalidad se considera cada vez más como un proceso antes que como una colección o un con junto Tele rasgos relativamente estáticos que el indi viduo ¡utiliza para- responder a los estímulos. La esencia de cualquier proceso, desde luego, es el hecho de que recorre un curso dinjjcnjcq. en ci tJcjTijTO. Para la psicología, cí resultado ae considerar a ía personalidad como un proccso es que el cuadro que surge de b aplicación de un grupo de tests proyectivos en el estudio de un individuo siem pre está limitado por la exigencia de que la conducta proyectiva accesible al análisis represente, en el mejor cíe~!os_casoí, sólo un corte transversal del proceso de la personalidad^ total! Se convierte en sólo una parte de esc tdío-7emporalmcnte extendido que es la per sonalidad. Al utilizar los datos proycctivus pura la interpre tación,' por lo tanto, el terapeuta debe estar dispuesto a ir más allá de la conducta proyectiva misma, me^u historia pisad.i y alt>u:ia\ de su^ orientaciones ion respecto al futuro cercano. Si el terapeuta ha de levantar una estnictui.i de -Holiicciones justificadas ■;obie el individuo que está estudiando, debe estar dispuoln ,i\ oidenar sus Jatos y sus concepciones según ui .ü ¡cnt¡a (V !s peran; ilidud qu<-, en sí misma, eslé en condicione^ de pin; «ircionnr conceptos dinámicos. tarea Je . ohstmii semejante tc'oría de la jicrsonalidad, :id(cu;'Ja\ a la ■•fganiv uiiwi de diversos
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LAWRENCE EDWIN ABT Y LEOPOLD BELLAK
nts de] individuo con rus ambientes físico y social, proposidones sobre la personalidad: dinámicas (del por un lado, y del estado y la intensidad de sus nece- campo) y genéticas (históricas y del desarrollo). ' • sidades, por el otro. Aunque los psicólogos proyectivos aceptan que los tests ptoytctivos proporcionan, en el mejor de los casos, Según este criterio, la personalidad es el proceso que el individuo utiliza para organizar sus experiencias en sólo un enfoque transversal para la evaluación’: de la términos de un mundo cambiante de realidad física personalidad, en general sostienen que la personali y soda!, y paia adaptar esa realidad a tus propias dad comc| proceso es una entidad en continuo desarro necesidades y valores. Tanto la realidad física como fío que actúa, desde el nadmíenuPhast¿~fer muerte. lasodal resultan modificadas para el individuo en la 7ísC pucsT propugnan el estudio y la consideración direcdón determinada por sus sistemas de necesidades de la personalidad como una suerte de Gestalt tempo y valores, y lo qqe se vuelve importante es la concep1 ral y afirman la neaesidad de. datos reladonados con ción que el individuo tiene ¡Je.su reladón con los un enfoque ionjíutudinal de la personalidad.' Los mér ambientes físico y sodal. Esta concepdón de rela- todos proyectivos,\ tplicados en diversas etapas dd pn>* dón única del individuo con el mundo de la realidad, ceso de la personalidad, representan intentos analíticos física y social es lo que Frank (8,, 9) llama el "mundo, de dabqrar en sección transversal una . serie más privado" de la persona.. No sólo ;las necesidades ddj sustancia de dcduccíbncs, relativas a lo*, factores ge ■ i individuo, sino también tus valores, ion determinantes, néticos s gnificativos que han moldeado la personalide la conducta en tanto actúan para crear el mundo dad tal como ésta se presenta en un momento dado de en que el individuo vive y hacen posible las formas su historia. A través de un proceso de deduedón clínica, d únicas en las que aprende, a través de 1a experiencia, a llegar i un acuerdo con las exigendas que el in^ psicólogo proyectivo a menudo puede utilizar los hechos subjetivos y objetivos que Ja exploración de la biente físico y d , sodal le imponen.. T al visión de la persona y su rdadón con el personalidad le proporcionan, para establecer una serie mundo acentúa la ptoposidón de que la cultura y la de hipótesis dinámicas y genéticas sobre el individuo, personalidad forman un continuo y de
Identificar a un Hombre como Introvertido, por ejemplo, no nos proporciona Información alguna en cuanto a «u nivel de energía, las fluctuaciones de su estado de ¿niroo, sus liga duras emocional« duraderas, sus sistemas de pertenencia, su ideología Ipolítica, el patrón de sus fantasía» eróticas, 1* í°f-
PSICOLOGIA PFIOYECTTVA
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ci« su coacícncii, lus principales cíilejms, su InteKgeixda, tu iniciativa y iut recurre«, tu grsdo da autoconHunza, lúa. metas fuodamentalca, iu nivel do aiplracíón, *uj prírva*p¿Í£4 aptitudes y muchos oíros elemento« importante* (14).
es la selectividad general de todos lea procesos petccptualcsT^Abrumadoras pracb:is tc-óricas y experimen tales sugieren que la selectividad de los estiiiujios puede considerara: cómo una función dclos’j'rnarco'i de referencia1* del individuo.- Toda la corriente de i 6; Hay una marcaba tendencia a construir un es-' n p5KcIogM experimental lia soportado, entre otras, la quema conceptual en términos del cual puedan ha-. carga dfj establecer duramente c! principio de que es ceise fonnuladcnes da personalidades distinta* con •necesari^ considerar que lc-j estímulo» no tienen en propósitos clínicos,. i ■.l: I,.' • i-; y por sj mismos niVgún vaior aKsólutd de ¿tlmuTo. Hn la psicología, proyectiva en' particular^ existe la !Sobre la báse de aíos de esfuerzos experinlentalcs convicción de qyehay una necesidad apremiante ,d principio», la psicología da la G otalt Hista <\ue no. se haya eliminado acabadamente la ma ha prestado fundamenta] atenciun experimental a la leza conceptual, la psicología proyectiva como forma investigación y el descubrimiento de las leyes que de considerar la conducta de personas reales ca_ sitiu- gobiernan ¡os factores externos cu b percepción. Afios cíone» leales tendrá probablemente un desarrollo muy de labor en esta área han dadn como resultado un lenta ; conjunto significativo de datos experimentales y una cantidad de conclusiones sosteníales y estables de am plia Keneralidad. Más recienteniente, debido a una necesidad cada vez más apremiante de comprender las NATURALEZA Y PAPEL formas en que el individuo se ve a sí mismo en rela DE LA PERCEPCION ción con el mundo real, Rogers (18) y otros, vincu Puesto que todo* los métodos proyectivos, en una lados con el punto de vista no directivo, han comen forma o en otra, dependen de la acción de los meca- zado a investigar lo que ellos denominan el "marco nismos perceptuales del individuo, la psicología pro interno de referencia" del individua Para algunos ^•ctiva necesita llegar i alguna ruerte de acuerdo colaboradores de Rogers, el marco interno de referententativo en cuanto a la naturaleza y la fundón de !a da puede considerarse en términos)del concepto dtl percepción. He sugerido ya que el punto de vista sí mismo, que en la actualidad recibe gran atendón prqycttivo tiene ¡una gran deuda no sólo con la psico- teórica y experimental. Ruimy (17), quu intentó hacu poco codificur y prulogía da La Gestalt, cuyo principal esfueno experimental fia apuntado a un estudia de los procesos per mover la idea del concepto del sí mismo dentro del ccntualcj y vu papel en el gobierno de li conducta mateo de la tairía de la consulta no directiva, ofrece del urganiimo, lino también con el núcleo principal las siguientes hqiótcsis sobre el papel de los factores de la psicología experimental genera!, y, en gran internos! en la percepción, que en gram medida resul medida, con la labor experimental reciente y signifi- tan congruentes con la posición teórica dentro de la cativa dentnp de lá psicología social. Estos diversos psicología proyectiva que propugno aquí:
enfoques convergentes del problema de la percepción1 hacen posible las etapas iniciales del desarrollo de una' teoría básica de la percepción que debe ser de gran, utilidad en la psicología proyectiva: Para nuestros fines, el primer factor significativo qu surge de los variados esfuerzos experimentales en el campo de la percepción
1, El concepto del, sí mismo es un sistema percep ! ¡
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Se remití a! lector a la revisión de 1947 Je la Gr&ilt
Psychalogj de Koehler, para una fíirmuiaciáa completa y lu
cida del enfoque configurariv-n de las formas en que la* características del estímulo están determinadas por su ^elación con el campo en el que *parece. j
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dad de que actúan los factures internos en la per sus tres lii| «j(esis pueden sostenerse cxpcriincntalincncepción. Es posible demostrar que incluso frente a tc. Leviue, Cliein y Murphy (I I ), que hablan estu un campo de estímulos no estructurado, la conducta diado un poco antes la relación entre la intensidad de del individuo' siempre debe considerarse, como lejjal; una necesidad, en ese caso el hambre, y el monto |*cro la legalidad de tal conducta surge d? necesidades de distorsión perceptual que resulta de ella, ofrecieron y ’valores: de naturaleza tanto fisiológica! como: psico datos que son en gran medida congruentes con los lógica, que uctúun dentro del individuo. El Irabajo hallazgos de Bruner y Coodman. Además de estos dos de Munay (12) con niños sugiere que el estado, de estudios, centrados en el pajic-l de los factores subjclas necesidades del individuo es de enorme significa- , tivos en la percepción (desde puntos de vista algq dis cíSrT en la conducta pcrceptuaíTV loa estudios de Stern tintos), hay algunos otros trabajos, entre los cuales los y MacDc¡riaI«r"’(23), tambl¿n con niños. Indican la dej Dcmbo (6^ y Sliosbcrg (22) resultan representa importancia del estado de ánimo en la percepción que tivos, que ofrecen pruebas con respecto a otras cundi;cienes y procesos dinámicos del individuo que-afectar* tiene el niño la apariencia de otras personas." hecho de que hay urt cambio en la importancia la naturaleza de sus actos pcrceptualcs. reladva de, los Jfactorej internos y extenúa en, la per pom^ resultado de todo ese conjunto de pruebas que cepción, en relacióni con la naturaleza de loa diversos ■sel ha establecido y da las consecuencias teóricas campos de estímulos que'pueden presentarse- a un que derivan de di, podemos considerar la percepción individuo, constituye el fundamento en que todos los como un proceso activo c intencional que involucra métodos prbyc-ctivos descansan en última instancia. Si a todo c{ organismo en relación^ con su campo. Por no fuera posible establecer una seria de situaciones su naturaleza, la actividad perceptual tiene raices ijiiu ^con ¡as que la persona puede relacionarse bajo condi- llegan muy hondo en la matriz total- de las experien (.iones razonablemente controladas, en las que los fac- cias pasadas de! individuo, y las actividades pereepi'torcs perceptuales .subjetivos se convierten •en\ deter- . tulles' del individuo se extienden hacia el futuro pura !'minantes det^iyos' de la conducía dis un individuo, mdldcan su orientación. Poc lo tanto, todos lus pro •creo que no contaríamos con las oportunidades para la ceros perccptualcs no sólo están íntimamente ligados Iinvestigación y el análiias do la eitructura de la per- con las experiencias pasadas separadas y distintas del individuo, que han llegado a organizarse en la con' simalidad í que los rests proyectivos proporcionan. I ducta pnni proporcionar cierto significado y unidad en El trabajo eX| >erimcnt;d de Bruner y sus colabora dores en Harvard, ofrece pruebas experimentales de el presente, sino que también están hondamente vincu mostrativas dci‘ predominio de lo« factores Internos lados con su anticipación de! futuro, sobre todo de! sobre los externos en la percepción, bajo condiciones futuro cercano, del que puede considerarse que cons de laboratorio en que e! campo Je estímulos se pré- tituyen unit suerte de reflejo. Algunas ¡michas su wrnta vago y ambiguo. Uruner y Goodman (4), por •gicren que, como resultado de sus actividades perccpejemplo, hari estudiado el papel de la necesidad y el tuales pasadas, e! Individuo tiende a construir o ad valor como; factores en la distorsión perceptuál y han quirir un sentimiento de certidumbre con respecto a desarrollado tres hipótesis empíricas que deben veri las consecuencias de sus experiencias pcrceptualcs pre sentes. Perceptes que en ti pasado-,fueron validadus ficaría; !‘> ■ por sus experiencias pos
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serie de pruebas algo sutiles, la cual comienza a su- cada tendencia a poner en funcionamiento el mecagerimos que una |de'las funcio na jmportantes de la_ nismo •"pt’óytícíivor Ciiandó el’ niccahismo proyectivo percepción es Ja pe actuar como una defensa yoica. entra jen juego, permite a] yo adaptarse a relaciones Pestmah~Brüner y MfG Iñnici Q 6X ofrcrcn un ejem- nueva* ■adecuadas con la realidad física y social. Como consccn^’nria del funcionamiento del mecanismo plo del típo de prueba* que k está acumulando: "La orientación según el valor no sólo contribuye proyectivo bajo tales condiciones, el monto de ansiedad a la »elecdón j la acentuación de' cieitos perceptos en: que experimenta<^1 individuo tiende a disminuir hasta •; detrimento de Otica, sino que también levanta barreras \ el puhto en qua éste vuelve a sentirse' aliviado y contra pererptes ¿ hipótesi* incongruente! con'los va- ; segura, i I 1 1 ' lores del individuo o que constituyen una' amenaza Al iformular es| e proceso, he utilizado como prin 1para aquéllo«. ' Sugerimos que: un mecanismo de fle ■apio jcential e l,concepto de homeostasi* psicológica, fensa similar : a la ’represión ' actúa: en la conducta que, sin duda, es una construcción de amplia gene paceptuoL" ! i;', ¡ ¡ i.■• ¡ raiida^l y aplicadón. Parece razonable suponer que ‘la ■ Dentro :dd ’ marco de la psicología proyectiva, mi proye<;dón no es el único “paragolpes” psicológico que formulídón resulta algo distinta. Creo que los pro- el yo’ utiliza para mantener un nivel de ansiedad cesas perceptuaie? actúan de tal modo que permiten tolerable. Debemos suponer que también se emplean ai individuo!mantener un estado o un nivel de an- otros sistemas defensivos; Postman, B runa y McGin siedad para el cual ha adquirido, a través del apren- nies, en la contribudón ya citada, sugieren que su* dizaje,/ un grado, adecuado de tolerancia. El monto . datos .experimentales llevan a la condusión de qué la de ansiedad
PSICOLOGIA PROYECTIVA
experimentad percipicnle se ven amenazadas en un grado mínimo. Creo que este proceso encuentra un excelente ejemplo en la aplicación del Test de Rors-_ .chach. Al responder a las láminas del Rorschach, por ejem plo, el examinado ofrece un considerable número de respuestas que pueden clasificarse como F En tér minos de la teoría y la práctica del Rorschach, P-fconslituye una medida directa de la fortaleza o inte gridad del yo, en tanto significa que el yo percibe la realidad, tal como está representada por las láminas, con óptima exactitud — esto a , que la mayoría de las distorsiones perceptuales que pueden haber sido intro ducidas por los deseos o impulsos del examinado han sido rechazadas qi mantenida^ en un nivel' mínimo! Desde otro punto de vista, las producciones proyectivas en , el protocolo de Rorschach que\ te clasifican como respuestas E -j-, miden las fundones de prueba de realidad del yo y expresan, por lo tanto, la cualidad de! contacto del yo con la realidad y un índice del papel de lis funciones extrayóicas en la percepción y, por deduedón, en la personalidad del examinado. Se podría objsiar que esta tesis puede ejemplificarse mediante el T ea de Rorschach pero no demostrarse fácilmente con algunot otros prccedimiente« proyectives. Creo que tal objeción no es válida. Por ejem plo, SLiosberg (22) Ha demostrado que los niños des arrollan un sentido del significado de les objetos y los hechos que es más fluido en las situaciones ládicas que en otras. Hcsnburgei (10) , Erikson (7) y Murray (12), utilizando las llamadas técnicas lúaicas y otros métodos proyectivos, I)an hecho; uso de 'esta mayor flexibilidad del juego , para estudiar los desee« más profundos y reprimidos, en lea nífSoj, y de ese trabajo han surgido algunos ejemplos fascinantes de conducta proyectiva. Todos estos intentos experimen tales tienen en común el hecho de que en las situadona lúdicas lo* niños 'se sienten característica mente más seguros y protegidos y que, cuando se les presentan campos, de estímulos ambiguos, tienden a producir datos proyectivos que reflejan sus necesida des, deseos, temores, etc. De acuerdo con nuestra formulación, parecería que las proyecciones de los ni ños en tales situadones se deben a que el materialestímulo ptesentado provoca una reorganización de su relación con d ambiente físico y social. Ls mayoría de las personas fe sienten mis segura» y protegidas cuando se les permite actuar en térmi no de lo que es viejo y habitual en »u experiencia, y cuando deben enfrentar situaciones nuevas y des conocidas, experimentan inseguridad, malestar e In cluso ansiedad. Creo que este fenómeno es lo que explica los frecuentes sentimientos de esfuerzo y evi dente ansiedad con los que tantos examinados pare cen reaccionar .cuando se les presentan materiales-es tímulo ofrecidas por las diversos tests proyectivos. A menudo, quizis casi siempre, esos materiales son nuevos y desc¿noddos, y hacen que la persona se
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vea colocada en una situación en la que, como e! examinado mismo a veces lo expresa, "las reglas ha bituales del juego” no parecen aplicarse. La experien cia clínica con una cantidad de métodos proyectivos ha engendrado mi convicción de que, cuando alguna tarea psicológica está mal definida, y cuando además el campo de estímulos es muy ambiguo o nuevo en la experiencia del examinado, éste tiende a reaccionar con ansiedad, que puede ser mínima o intensa. Cuan do la cantidad de ansiedad aumenta, debido a los esfuerzos de! exmVnnado por relacionarse con un cam po de estímulos nuevo y no estructurado, el meca nismo proyectiva entra en acción. Si esta.formulación' del proceso es correcta, la función de la percepción, tal edmo Kc sugerido, consisto en disminuir el monto de ansiedad experimentada por-el individuo, de modo que pueda establecer una nueva reladón con el am bienté físico y el sodal, que le permitirá manejarles con un máximo de desenvoltura y comodidad. ' Esta es precisamente la situadón que por lo común enfrenta un individuo cuando se le administra un test proyectivo y, en términos de la formuladón que he ofrecido, no me parece difícil comprender por qué ocurre tan a menudo que el individuo procede a dotar a los materiales proyectivos con tus propica deseos, impulsos, fantasías, ralord, etc. En príndpio, puede presentarse casi cualquier tipo de materialestímulo a una persona para provocar una conducLa proyectiva. Lo importante « ;el grado de estructura del campo de estímulos, y lo esencial es la forma en que fe interpreta la reaedón del examinado. El grado de estructura del campo de estimules puede ser con siderable, pero es preferible mantenerlo en un nivel mínimo, a fin de que lo* factoies intemoi o subjeti vos de la perccpdón puedan entrar en acdón, permi tiendo así que el individuo atribuya a las íituadonesestímulo sus propias necesidades, valores, fantasías, etc., en la mayor medida posible. El T AT , por ejemplo, presenta il examinado una scrid de tarcas que son nuevas, y campos de estímulos suficientemente ambiguos y no estructurados como para llevarlo a proyectar ru propio mundo emociona!, a ofrecer sus concepciones privadas de] mundo físico y social, y a manifesiar sus esfuerzos por organizar su conducta y relacionarse con esos mundos. Lo que surge de esos diversos intentos de proyecrión, y de i sus esfuerzos por relacionarse con el ambiente físico y sodal con el que está intSVaduando, es una especie de radiografía del individuo, tal como Frank (8) ha caracterizado este proceso. Los datos proyectivos su gieren en qué términos la persona se vé a tí misma en 'relación” coff'ér ambiente físico y sodal, mientras intenta adaptarlos a, sus necesidades y valores pcculjaies. Un examen de las 1Aminas del T AT demues tra que han sido cuidadosamente elegidas e ideadas para ofrecer una serie de {'ampos de estímulos insó litamente ricos y variados. A través del uso de' los datos de! T AT , a menudn podemos construir una
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sólida estructura deductiva con respecta a la forma ciones mctixlolúj^icas y conceptuales Sumamente dispa en que una personalidad dada trata de relacionarse res, en su mayor parte es posible reducirlas n un nú con otras personalidades. Debido a la naturaleza de los mero muy reducido de postulados sobre la naturaleza campo* de estímulos ofrecidos por el TAT , los datos de la personalidad, que los defensores del punto de proycctivos que resultan de la aplicación do las lámi vista proyectivo pueden aceptar, aunque con algunas nas a menudo son sumamente útiles para captar las reservas. orientaciones interpersonales del examinado y permi Podemos considerar estas formulaciones tentativas tir que el clínico establezca deducciones sostenibles como ejemplo de algunos de los denominadores menos con respecto a las actitudes intcrpersonales y los sen comunes que en este momento sirven, de un modo u timientos del examinado hacia casi todas las figuras otro según las circunstancias, como supuestos de trasignificativas de su vida. bajo a un considerable número de clíñictjs vincula: Desde luego, los tests proycctivos se lian aplicado dos con el punto J e vista proyectivo. Las concepcio; sobre todo en el estudio y el diagnóstico de la perso nes de la personalidad que formulo tentativamente nalidad. No obstante, ,cs una experiencia común para. , aquí .deben considerarse sólo como hipótesis, cuya funel clínico- comprobar que la aplicación de un test pro^ ción es la de orientar e inspirar investigaciones sóbre yectívo a menudo tiene un valor terapéutico para el la personalidad en psicología proycctiva. La única ■ examinado1*. Si la tendencia general de nuestra tech justificación que estas hipótesis pueden tener en la ría de la percepción es válida para- la psicología pro-, actualidad es la de qui: ayudan al psicólogo proyec yectiva, este resultado no debería sorprendemos. Pó tiyo a organizar los datos derivados de la aplicación deme» suponer que la administración a un examinado de tests próyectivos en patrones significativo« que pue• de'una serid:;de campos ¡de. estímulos variados pot dan resultarle útiles para (nteqnetar la conducta promedio de métrico* proycctivos puede realmente ayudar. ycctiva. 5'' a| inrfividnrt i .Ntminiiir ;u nivel de ansiedad, al brin . Los diversos postulados relativos a la naturaleza de darle1una oportunidad para la catarsis. Suporwo l.i i>ciMinVidnd que parecen útiles en psicología pro Jos materiales que sirven como estímulo exigen que el ycctiva, putden fui mularsu 'del siguiente modo: sujeto se adapte a una nueva reljción con su am 1. La perxonalulad ei un sistema que actúa en el biente físico y social. En el ptpceso de lograr una individuo como una organización entre el estimulo y nueva orientación, se recurre al icecanisrao proyccla rtsjruesta q\ c intenta rclativizar. Este postulaJo th-o y puede haber una discimución de la ansiedad.
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AL GU N O S POSTU LAD O S SOBRE • 'L A PERSON ALIDAD ,
Dentro de, la relativa esterilidad de gran parte de U psicología académica actuaL podemos distinguir una tendencia creciente entre los psicólogos, norteamerica! -nes i buscar ,una solución a través de un estudio mis a-,i serio e inteníjvo de la personalidad. Es significativo que, .durante las dos últimas décadas, la literatura psicológica sobre la personalidad haya alcanzado dimenrione» gigantescas. Ello se debe, ep parte, a un creciente descontento con el progreso de la ciencia de laboratorio y, en parte, a un interés realista por las contribuciones potenciales que la ciencia de la psicolo gía puetiu híccr en unn dpoca de crisis. Coma Iq • tugljíó ripfifniwclg (1 9), lo* últimos aftoi hs^hd^ ; bldo una convergencia gradual do criterios teóricos en cumio a,la naturaleza de la personalidad. A pesar de que tu s formulaciones teóricas han .surgido de posi-
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. '* Como jr* iflimiima. U reacción Inlrtal del Individuo nielq i«] un aumento do la | amiedad. A'nxjdida que el tert *e dcstiroÜM, ¿n embarca, su cdnduct» sa ejubtiiza, y la ten dón j 14 irtcMad tienden * recuperar el nivel previo il .test. ' E s puticuIatnsenU durante el Interrogatorio —U éste forma parto' del procedimiento del •teit— , cuantió puede produ cirse tina TentUidéa dá W ientlmientot can la consiguiente dluninud&a dñ I» tmledad. En principio, una situación ri-milar puede producirse con cualqulet text psicológico.,
acentúa la natítrnlcz.a condicional y relativa de un estímulo, y sugiere que lodo estímulo es eficaz para provocar una respuesta sólo en la medida en que lia llegado a relacionarse con un organismo en funcionamiento. Un estímulo adquiere la capacidad de relacionarse con un organismo en funcionamiento a tra vés del aprendizaje de ese organismo. Los estímulos frente a los que una persona puede aprender a reaccionar dependen de las necesidades y los valores peculiares e individuales de esa persona. Los estímulos que poseen la capacidad de satisfacer hs necesidades de un individuo tienden a evocar respuestas, y una de las funciones de la personalidad, como sistema que funciona dentro del individuo entre el estímulo y la respuesta, es la de seleccionar, entre ■ la miríad;! de cstlinuha que inciden constantemente ' sobre la persona, aquellos que llevan a una reducción un'ci nivel tic motivación a truvíiife lu satisfacción Je necesidades. ""*■ . | I En un nivel fenomenológico, la selección de estímulos a los que el individuo puede reacciona* se logra mediante un proceso que podemos llamar “aten ción selectiva" . Este proccso es una actividad de los piecanismos perceptualcs. Los estímulos1que evocan tespuestas se seleccionan por su contribución a la supervivencia y el bienestar del individuo, en el sentido más amplio. El proccso de atención selectiva es ¡jma actividad de la personalidad que sensibiliza al indi viduo frente a estímulos que promueven su bienestar
PSICOLOGIA 1’llOYECTIVA
No se puede considerar que ningún tt-sl provectivo c integridad y desarrolla en 61 una falta de sensibtlid jJ para con los estímulos que no promueven talos “inid;i ’ l:i personalidad total, y ningún inventario no proyectivo de la | x.'rsonalidad puede evaluarla cu fines. Aií comu un individuo adquiere atención selectiva tixla la riqueza de su m^anizacíón y diferenciación con rer¡(x.tlo a clases (le estímulos mientras aprende corno proceso, lln cambio, debemos suponer que es i organizar e integrar sus diversas experiencias, pode |x kí Mc evaluar «.-(tures relativamente limitados de la mos suj'tmer que también desarrulla una "inatención umfiRuraeum de !,i personalidad, mediante lina cuín'efectiva" (Sullívan), un proceso que no constituye : Ilinación de todos los instrumentos, tanto ¡Hovcctiym propiamente una función de los mecanismos porcen como no pruyectivos, con que contamos en 1a actualituales, y que, según suénenlos, tiene lugar fuera Je dad. Puesto que puede considerarse a la personalidad la conciencia IT. como una configuración de e.vfcnsión tcnijioral, la ta rea de evaluar o determinar la jx.-r5oualid.ul implica Z Lii personalidad como organización es de carác un procedimiento sumamente complicado, en el que ter dinámico y motivacwnal. Su capacidad para selec se ut'liz;in muchos mótenlos evaluativos para olxi-ner cionar e interpretar i’stíninlos, por iix lado, r pura con !.iri<-\ !;- corles transversales que pueden resultar trolar y fijar las respitc\ tas, ;<«■ otr ¡, constituye una útiles para establecer una serie de deducciones sobre medida de s¡c integridad y su wtulad coma sistema el carácter longitudinal del proceso de la personalidad. en funcionamiento. Este postulado ts una piedra fun La naturalc-Ai cujifÍRurativa de la personalidad jus damental en la teoría de la pt.Tsoiialid.id do Allport O ) y m aceptación por parte drl psicólogo proyectivo in tifica un enfoque inultidimcnsional del análisis, repre volucra un derrocamiento virtual del estímulo y unn sentado por los. diversos jirocedimientos proyectivos. firme: introducción da la personalidad como con Cada aspecto de la configuración liarnada personalidad j junto de "variables intervinientes” y como un sistema que cual(| uicr método proyectivo dado intenta cscla- | rclativizantc--dentro de la vieja fórmula conduetlstu, reccr dclx.- cnniiidcrarsc nilti como unn expresión drl ! jiroccso de la [>enonalidad total, y siempre a la luz ; E-FL La personalidad como una organización dinámica de las otras expresiones de'ccnducta del individuo. / que interviene entre el esíimulu y la respuesta es res 4. El crecimiento y el dtmirrollo de la personalidad ponsable do la hoinetjstasi* psicológica que tiene lu íb basan m Li diferenciación y la intef’rxiórt. Este gar en la conducta. Cabe decir que la conducía se ha postulado sostiena que el crecimiento y el desarrollo rucho perturbada, por ejemplo, cuando la persona de la personaÜdad- dependen de dos proersts fumlalidad como sistema u organización dinámico y meti- nientales: aprendizaje y maduración. El aprendizaje vacional es incapaz de relativizar el estímulo jr la y La maduración son conjuntamente responsables de respuesta. Debido 3 lá pérdida da la bomeattasis psi la diferenciación y La integración, las cuales caroctecológica. Ltj antijíuas tendencias de respuesta» percep riran el proceso de la personalidad de diversas mañe tibles dd individuo, adquiridas en gran parto 3 travos ros ea las distintas ciapsa ¿e ja curso temporal. iiel aprendizaje* ya no resultan funcional«. La parsona 5. Ex ru crecimiento y desarrollo, la personalidad ya no puede seleccionar en la realidad física y iccial acuelles estímulos a qua s-s ha acostúmbradd 3 respon sufra la Infltííxda de !cs ¡actorti ambUnialu; de der. La 'legalidad" da la conducta paaada »a pierde, estos últimos, los culturxUs son da fundamental im y la persona debe establecer tendencias de respuestas portancia. Este postulado no niega d papel y la signi nuevas y a menudo inadecuadas. Suponemos, sin em ficación de lo* factores hereditarios como determinan bargo, que la introducción de nuevas pautas de res tes do la personalidad, pero acentúa la proposición de puesta es le^al y debe entenderse en términos de la que los determinantes ambientales de la personalidad necesidad del in<$viduo de afirmar su integridad y son significativamente influyentes, puesto que permi autocongruencia sobre una nueva base. ten al individuo org:inÍ2 ar sus distintas ^xpcrícncias 3. La personalidad ei una configuración. La perso- y su conducía a los fines de una satisfacción más ade nalidad consiste en una amplia variedad de funciones cuada de sus ncfcsidades únicas.. y procesos psicológicos, y suponemos que la formación Creo que estos cinco paulados sobre la naturaleza de la personalidad sigue las leyes de la psicología de de la personalidad son útiles en la psicología proyecla Cestalt relativas al desarrollo de cualquier otra con- tiva en tanto resulta posible utilizarlos como marcos figuración. de referencia para pensar sobre la personalidad. Iniluso puiden resultar útiles para ayudar al clínica a ^ En la formulación t(d Sulllvan, la "Inatención »elec organizar las producciones proyectivas de sus examina tiva” cj una técnica utilizada por el lístenla <3«! si mismo para dos de tal modo que lu* datos proyectivo* adquieran conttnUr U cantidad de ansiedad e*pe*lmentada. Sullivan mayor significado. El evidente que la aceptación aun cunudera que ate procedo (fene.lügaí í uefíí da la pefcepcMji, pao no« apartaría mucho del tema Indicar «n quí forma «i que sólo tea de algunas di- las hipótesis sobre la nuiuconcepción de La tlijiniiióñ ¡paiatiaica, Importante ,en este ralcM de la jK-rsonalidad exi^e que el psicólogo -procontento, ft reí»don* con «I Jitocao d« Inaomcián »electiva. yectivo utilice una amplia variedad de procedímientra,
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tanta proyectivcs como no proyectivos, para explorar cología aplicada de l.i personalidad capaz de atraer a la riqueza de la personalidad. los psicólogos tendencia experimental y clínica. Los diversos postulados que te han bosquejado re 1le presentado una teoría esquemática de la percep presentan sólo los comienzos del desarrollo de una ción qúc puede ser útil para comprender la psicología teoría de la personalidad, que debe ser de interés cen proyectiva. Por cierto que otras formuladones de la tral para todos en ¡a psicología proyectiva, si aspira- naturaleza y el papel de los procesos perceptuales son . mes a que los' métodos proyectivos que se utilizan ac posibles] y útiles, pero creo que el enfoque de la per tualmente logren una mayor aceptación dentTO de la cepción! aquí ofrecido puede ayudar a comprender por \ hermandad psicológica. Los psicológos académicos no i qué la percepdón es una suerte ¿ft vía regla para lá sólo tienen e! derecho sino también la responsabilidad : investigadón de 3af necesidades, los valores,, ks de de insistir en que el clínico haga explícítas'y Jaiblic^s sees, las! fantasías, los impulsos, etc., del individuo, que las< ideas y 'concepcienet' qué guían su labor' ain Ies1í Jes diversos procedimientos proyectivos pueden poner procedimientcá proyectivos,' Cualesquiera 'íisn sus nu:Mt:o ulcaí^re. ,Hs dcscripto las condiciones bajo otras caraccerísticai,'la ciencia es' una i\ ctividad huma • las que^ según .creo, los pnxa* s perceptuales actúan na. y sus procedimientos y operaciones deb
PSICOLOGIA PROYECTIVA
piftible utrcs procedimientos para la evaluación de la | XTMjnalidud, que su validez y cnnfbbilidad nunca podrán establecerse en la misma forma. Exigir a los métodos proyectivos el cumplimiento de esos requisitos es plantear una exigencia imposible de satisfacer. Los tests proyectivos han puesto en evidencia que debemos estar dispuestos a abandonar la distinción espúrea entre datos cuantitativos y cualitativos. Ambos tipos de datos surgen en el estudio de la personalidad, y debemos desarrollar técnicas para el tratamiento de lo» datos que no* permitan manejar ambos •
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tipos. Por fortuna para la psicología pruyectiva, esta situación se rixoiux e cada vez más; y cabe esperar que la labor de los próximos años nos proporcione los elementos necesarios para manejar los datbs de la personalidad, cualquiera sea su tipo, en forma mis adecuada l*. l® Y* *e han dado vario* pav» imp«>rtantes en cita direc ción. Por ejemplo, v^asc "A Validation Design for Quali tativ« Studie* of Personality’*, de L. J. Cronbach, en cl número de noviembre-diciembre de 1948 dcl Journal of ContulÜn% Ptycholoty.
REFERENCIAS I. AUport, G. VV.i 2 3. 4 5
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