Descripción: comportamiento del consumidor, técnicas de venta
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Infórmese de las preferencias del consumidor canadiense. Hemos sectorizado al consumidor en diferentes categorías para una fácil comprensión y elaboración de productos y estrategias para alc…Descripción completa
ANDRÉS CISNEROS ENRIQUEZ Economista e investigador del comportamiento comporta miento del consumidor y su papel en los mercados fnancieros, tecnológicos y de consumo masivo. Ha sido docente universitario y consultor empresarial empresarial por más de 15 años, en los cuales ha desarrollado nuevas metodologías de análisis para la comprensión de la nueva economía en el mun mundo do de hoy hoy..
Catalogación en la publicación – Biblioteca Nacional de Colombia
Colección& Ciencias "dministrativas ;rea& 0ercadeo y ventas gmail.com ?e@ & ???.contalento.@logspot.com = Ecoe Ediciones E*mail& correo>ecoeediciones.com ???.ecoeediciones.com Carrera 14 $o. 6AC*A, <@B. 71774, aB. A76171 Coordinación editorial& "leBander "costa Duintero 9iseño y diagramación& Emilse ondoño 9ía! 9iseño de carátula& Ed?in
9edicatoria A mi amada esposa, Jenny, simplemente ¡Incondicional! A Nata, Juanes y o, "uienes saben lo mucho "ue los amo, siempre est#n presentes en mi cora$ón.
Código emocional del consumidor * $euromar%eting y neuroeconomía
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8a@la de contenido
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Capítulo 6 El neuromar,e$in" o mar,e$in" emocional .............................. -* P9ónde nace todoQ ...................................................................................... 75 9onde entra en Ruego el mar%eting emocional ................................ 74 as tri@us de consumidores ...................................................................... 5Capítulo El c'di"o emocional ..................................................................... ++ 8endencias desarrolladas por el código emocional del consumo ......................................................... 56 8endencias del código emocional en los Sltimos 1- años ............................................................................ 54 El nuevo código, de vuelta a lo masculino .......................................... 6PDu# códigos avan!anQ .............................................................................. 6Capítulo A)licando el c'di"o emocional .................................................. * El nivel interno, conectándose a si mismo .......................................... 67 El nivel eBterno& 0i entorno, lo ue se ve ........................................... A $ivel social& a organi!ación, el lugar donde soy eli! ......................................................................... 6 Capítulo 4 Un nuevo mar,e$in" mi/0 incor)orando los as)ec$os emocionales ............................... * El mar%eting miB ue se viene desarrollando .................................... 7 El mar%eting miB emocional ...................................................................... Capítulo 1Comunicando el c'di"o emocional ............................................ #* Capítulo 11 Una es$ra$e"ia emocional ........................................................... 12& Lis$a de referencias ...................................................................... 11*
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ista de fguras Tigura 1. El cere@ro 8ri*uno .............................................................. 6 Tigura . Códigos ue su@yacen las historias ue componen al ser humano ................................................ A1 Tigura A. Códigos y eBpresiones ...................................................... A1 Tigura 7. EBpresiones rente a necesidades .................................. A Tigura 5. Circuito económico @ásico .............................................. AA Tigura 6. Circuito económico emocional ...................................... AA Tigura . El nivel Ulo ue soyV y la compleRidad del código emocional ....................................................... A Tigura . $ivel EBterno ( entorno ................................................... 6 Tigura 4. El lugar donde soy eli! .................................................... 1 Tigura 1-. 9iseño sensorial emocional ............................................ 4
Cr#ditos a otograías e imágenes Capítulo 1& 2magen Uía de decisiónV, 2magen pu@licada por Wose 0oro, imagen tomada del sitio& ???.gedpro.com'comunidad'@logs'ta@id'64'Entryid'1' acilitatomadedecisionesueaectaelproyecto Capítulo & 2magen UEvidenciaV, 2magen pu@licada por
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"dentrándonos en su estudio, podremos comprender porue los seres humanos actSan y deciden so@re lo ue compran, @aRo una perspectiva distinta a la estudiada desde hace más de 1-- años por economistas clásicos. 9e igual manera nos ayudará a diseñar estrategias palpa@les de conuista de mercados emocionales en economías reales, donde la seguridad, el amor, los sentimientos de odio, ira, e incluso ragilidad, son los ue determinan reacciones sociales y cam@ios revolucionarios, ue hacen ue los mercados y micromercados se desarrollen, y no solo la racionalidad estática ue normalmente se ha considerado para anali!arlos.
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as decisiones de consumo nunca ueron totalmente racionales
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as decisiones de consumo nunca ueron totalmente racionales
%No trat&is de guiar al "ue pretende elegir por i su propio camino' Xilliam 3ha%espeare /1567*1616
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a racionalidad, en su concepto más sencillo y práctico, es la capacidad ue poseen todos los seres humanos para pensar, comparar y actuar de acuerdo con un conRunto de principios o código de valores, so@re la conveniencia o inconveniencia de tomar una decisión en algSn aspecto de su vida. En estos t#rminos, el ser humano intenta elegir la opción ue meRores @eneGcios le provea, en el conteBto y marco ue su decisión le permite. +aRo el parámetro de la racionalidad se undamento @uena parte de la teoría 0icroeconómica, en especial la teoría del consumidor, cuyos supuestos aGrman ue las preerencias del consumidor pueden modelarse en unción de su utilidad y acorde con sus ingresos. os economistas neoclásicos ormali!aron los modelos económicos de euili@rio parcial y de euili@rio general. as teorías y aportes de Wevons, Xalras, 0arshall y
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#pocas de crisis, la trampa de la liuide! y los ciclos económicos. 0aynard [eynes escri@ió su amosa 8eoría Zeneral del 2nter#s y el 9inero en 14A6, ocasionando el casi derrum@e de la teoría capitalista,,demostrando ue la teoría económica descrita hasta el momento era incompleta. [eynes y sus estudiosos enati!a@an ue la economía no siempre demuestra alta racionalidad y ue muchas veces se dan situaciones de pánico colectivo ue implican parálisis en la inversión y el consumo, aSn en condiciones ue de@erían permitir a Uhom@res racionalesV volver a una situación de euili@rio, en otras pala@ras, salir de la crisis. 9e igual orma, in\uyo de manera determinante para ue el Estado interviniera en los asuntos económicos y replanteará la amosa mano invisi@le de "dam 3mith, es@o!ada en toda la economía clásica. as teorías post %eynesianas advierten ue el consumidor puede dividir los @ienes ue consume en dierentes categorías y destinar igualmente dierentes niveles de su ingreso disponi@le para su compra. Estos primeros estudios constituyeron la escuela del comportamiento e intentaron descri@ir de meRor manera la unción de utilidad o satisacción, ue un @ien o servicio le puede proveer a su comprador. os estudios mencionados esta@lecieron actores adicionales, determinantes del consumo, tales como& 1. El actor de la Iacionalidad imitada, del economista Her@ert 3imon /1416*--1. El consumidor se regirá por reglas o há@itos no compensadores, es decir el precio del producto es indierenteO por ello, la Economía de@e ayudar a entender los enómenos económicos y no solo predecirlos. . El actor saciedad, del economista Zeorgescu* Ioegen /14-6* 1447
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contrario el hom@re necesita innovación y no saturación, y el actor su@ordinación, las necesidades están Rerarui!adas y su@ordinadas unas a otras, un compendio de la teoría de las necesidades de "@raham 0aslo?, en escala de ingresos. Como lo eBplica el Economista Carlos Hernánde!, de la Lniversidad "utónoma de 0#Bico, Zeorgescu, conocía so@re la importancia de la innovación de los productos, para ue el consumidor no eBperimentara a@urrimiento supremo so@re los mismos. A. El actor dependencia, del economista Wohn [. Zal@raith /14-*--6 as necesidades están in\uidas por la pu@licidad, la moda, la cultura y los amigos. as escuelas del comportamiento post%eynesianas, ela@oraron unos 3upuestos Económico*Conductuales, ue se mantienen en la línea del conductismo del homo sapiens. a +ehavioral Economics, en español la Economía del Comportamiento, se diunde y generali!a con el otorgamiento del premio no@el de economía al economista conductual 9aniel [ahneman en el año --. o ue distingue a esta corriente es la utili!ación de conocimientos provenientes de la psicología para anali!ar el comportamiento económico en los am@ientes de consumo general glo@ali!ado, tales como la implicación de las emociones en el momento de la compra y aduisición de @ienes y servicios. El supuesto operacional de la economía conductual se @asa en ue los sesgos cognoscitivos de las personas a menudo impiden ue estas, puedan tomar decisiones racionales por mucho ue lo intenten. 3e supone ue los humanos toman decisiones irracionales y sesgadas más allá de la previsi@ilidad o no, del entorno /de@ati@le en todos los sentidos. 9e hecho, muchas de las decisiones ue toma con recuencia el ser humano están in\uenciadas por tres 7
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actores determinantes& el estado psicológico del tomador de decisiones, no es lo mismo, tomar una decisión en situaciones de stress, ue tomarlas con un estado mental relaRadoO el am@iente ue rodea al suReto, ya sea social, autoritario o relaRado, el medio en el ue se desenvuelva in\uye en su conducta, y las ideas preconce@idas so@re las situaciones a las ue se enrenta, es decir, sus códigos emocionales. Entendiendo @ásicamente ue no todas las decisiones de consumo se soportan en la racionalidad, estamos dirigiendo nuestra mirada hacia los Sltimos avances de la neurociencia, en donde un aporte importante, es la identiGcación de la carga emocional en proceso deGnitorio. 3egSn,
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Tigura 1. El cere@ro 8ri*uno
a corte!a somato*sensoria, mantiene un mapa sensorial del cuerpo en su totalidad y se ocupa de la integración sensorial (motora. a amígdala, integrante del sistema ím@ico, es una de las áreas emocionales más importantes del cere@ro, en lo ue hace a los miedos y temores. a ínsula, se encuentra entre los ló@ulos rontal y temporal del cere@ro. 3e ha demostrado ue ciertas !onas de la ínsula Ruegan un importante papel en la eBperiencia del dolor y de un gran nSmero de emociones @ásicas tales como& odio, miedo, disgusto, elicidad y triste!a.
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decir, los clientes no eBaminan conscientemente los atri@utos de un producto o servicio para aduirirlo. En la mayoría de los casos, el proceso de selección es relativamente automático y deriva de há@itos y otras uer!as metas conscientes, entre las cuales gravitan la propia historia, la personalidad, las características neuroGsiológicas y el conteBto ísico y social ue nos rodea. /Zlimcher, -1-, p. A. En conclusión, es evidente ue a partir de la ayuda de las neurociencias, entendemos ue el ser humano no siempre maBimi!a @eneGcios y ' o minimi!a costos en sus decisiones económicas, y por lo tanto la teoría undamental con la ue se construyen todos los modelos económicos estaría empe!ando a desarrollarse nuevamente. 9e hecho, ya el mercadeo ha tomado ventaRa de estas ciencias, el neuromar%eting, es la nueva esencia para conuistar mercados. a respuesta siempre estuvo con nosotros, el ser humano consume a nivel de sus necesidades creadas y por crear, si proyectásemos nuestra vida 5- años adelante, seguramente, los avances tecnológicos de hoy, tales como 2pad, smartphones e 2nternet, entre otros., serán demasiado o@soletos, y las mismas condiciones de escase! de actores ha@rán reempla!ado a estas con nuestro mismo ser. a ra!ón es simple, el ser humano no puede vivir sin consumir, y cuando los estándares de consumo se han instalado en la corte!a cere@ral a manera de impronta, el hom@re solo satisará su consumo, a su nivel original, es decir, a sus necesidades creadas, por lo tanto vivimos en un espiral de consumo, ue se recompone en los entornos y sociedades ue aronta con los tiempos. 9e hecho, esta es la verdadera comprologia, la necesidad imperante de comprar y comprar, ue se @asa en crear para las nuevas sociedades, imponer las marcas y códigos de los nuevos retos, sin olvidar, ue lo @ásico, se supone alcan!ado.
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a evidencia ue hemos ignorado
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a evidencia ue hemos ignorado
%(A "ui&n )a usted a creer, a mi o a sus propios o*os+ Zroucho 0arB /14-*14
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as decisiones económicas guiadas por sentimientos siempre han estado presentes a lo largo de la historia de la humanidad, muchas veces han sido su@estimadas, ignoradas o simplemente recha!adas por los deensores de la racionalidad económica. 3in em@argo, la evidencia ue arroRan los mercados y la realidad es contundente, el ser humano advierte su eBplicación en este mundo por las emociones, por lo ue le revelan sus sentidos @ásicos, el hecho de poseer una unidad morológica con necesidades y gustos, lo hace especialmente consumidor, e incluso depredador. "l contemplar la Historia, encontramos muchos eRemplos de decisiones emocionales, de hecho en la antigua Ioma, los emperadores eran especialmente reconocidos por sus @rutales y luRuriosas ormas de go@ernar, y en la edad media, el temor y el oscurantismo religioso in\uyeron en decenas de generaciones, convirtiendo estos sentimientos en actores condicionantes de comportamiento. 3i contemplamos hoy las emociones @ásicas del ser humano, encontraremos la evidencia ue hemos ignorado.
El fac$or deseo0 la econom%a del se/o Lna de las primeras realidades de las decisiones emocionales ue generan verdaderas olas económicas, es la representada por los deseos @iológicos @ásicos, y en estos, el deseo seBual es uien genera grandes ganancias. 9esde ue el Hom@re ha@ito el planeta, la seBualidad ha sido el vínculo para la supervivencia, y ha estado presente en todas las ormas de eBpresión. El seBo es una necesidad inapla!a@le, ue iguala a las personas e identiGca culturas. El deseo seBual es un sentimiento más uerte ue el odio, el miedo o la triste!a. ] es la realidad económica del seBo la ue desarrolla verdaderas industrias. a pu@licidad de hoy no se conci@e si no se emiten insinuaciones y estímulos al acto seBual, las conversaciones diarias en los sitios de 1-
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tra@aRo, en reuniones de eRecutivos, en los colegios, en el parue, en la calle, están plagadas de idiomática seBual. os programas radiales, televisivos, y maga!ines, interactSan persuadiendo claramente al consumidor a tener seBo como una orma de li@re eBpresión. as recompensas seBuales son diarias en las pareRas normales y anormalesO de hecho el seBo ha decidido por años el uturo de muchos acuerdos políticos, estrat#gicos y religiosos. 3egSn la revista económica Tor@es /mayo -11, la pornograía en Estados Lnidos es un negocio de 1A mil millones de dólares al año, los norteamericanos gastan esta cantidad en videos, actos seBuales en vivo, programas adultos de televisión por ca@le, o@Retos seBuales, pornograía en 2nternet. 3e estima ue 5,5 millones de americanos emplean 11 horas semanales en estos sitios. En 0edellín, Colom@ia, el comercio de muReres vírgenes se ha convertido en un negocio renta@le, el turismo seBual regional se ha vuelto uente de ingresos para muchos. El seBo es un compleRo cluster ue agrupa cine, televisión, revistas, turismo, 2nternet, medios alternativos y soporta las crisis fnancieras como la del a^o --. as ciras de -1-, en la industria de la pornograía, conGrman ue es un negocio en ascenso, y se encuentra leRos de surir depresiones económicas. os ingresos de la industria de la pornograía a nivel mundial, segSn Tor@es, ueron de 4 mil millones de dólares al año, con China a la ca@e!a, seguida por Corea del 3ur, Wapón y Estados LnidosO este Sltimo se vio curiosamente superado por países asiáticos ue demandan pornograía americana. 9el total de ingresos, los chinos reci@ieron mil 7-- millones de dólares el año pasado por diversiones pornográGcas, mientras ue Corea del 3ur o@tuvo 5 mil -- millones, Wapón - mil millones y Estados Lnidos 1A mil A-- millones. Cada segundo se gastan poco más de tres mil dólares en pornograía en todo el planeta y cada segundo .5 internautas "$9IJ3 C23$EI:3 E$IKDLEM 11
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ven material pornográGco en la red. 2gualmente, cada segundo A internautas @uscan ese material a trav#s de pala@ras clave en los grandes @uscadores de 2nternet. El país latinoamericano ue más ingresos por concepto de industria pornográGca reci@ió ue +rasil, con 1- millones de dólares. 3e calcula ue en Iío de Waneiro y 3ao
El fac$or am3ici'n0 la econom%a del crimen 8an eBplícita como el seBo, es la am@ición, el sentimiento desmesurado por tener más de lo ue se puede, de lo ue se uiere y de lo ue se o@serva, aun cuando, la am@ición no saciada es incentivada por el eecto demostración, tan presente en las culturas capitalistas. 3eguramente muchos de los narcotraGcantes se escudan en las diGcultades y precariedades económicas ue eBperimentaron de niños, y en cierta manera es eBplica@le, más en economías tan desiguales como la Colom@iana.
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hacer o tener, la demanda de lo prohi@idoO por otra parte, la am@ición hace lo propio del lado de la oerta, convirtiendo a los UcaposV en proveedores del deseo, y en reyes midas para si mismos. as ciras ue genera el narcotráGco hoy son incalcula@les, agrupa dierentes industrias, desde el mismo proceso de producción de mercancías toBicas, hasta su comerciali!ación, integrando verticalmente todos los agentes. El primer inorme de la Wunta de para la Tiscali!ación de Estupeacientes de las $aciones Lnidas, con echa de mar!o de -11, revelado en iena, presenta ciras aterradoras so@re el negocio del traGco de drogas. El narcotráGco internacional genera anualmente unos @eneGcios cercanos a los 7--.--- millones de dólares, aproBimadamente un por ciento del comercio mundial. En 1447 esa cira ue mayor ue la del comercio internacional de hierro, acero y vehículos de motor, relativamente parecida al volumen total del comercio internacional de teBtiles, indica el inorme, ue ha sido Gnanciado por los go@iernos de España, 2talia y 3uecia. os @eneGcios ue pueden o@tenerse de la industria de la droga ilícita son tales ue apenas les hace mella los decomisos del producto en su trayecto hacia el mercado, es decir, de los decomisos, incautaciones y desmantelamientos reali!ados en todo el mundo, solo logran hacer impacto en un ` de la producción total. 9urante los años noventa, se calcula ue se ha interceptado alrededor de la tercera parte de la cocaína o@Reto del tráGco, pese a lo cual la industria ha seguido prosperando/ os traGcantes tienen incentivos so@rados para soportar los riesgos y los costos de la interceptación, ya ue los @eneGcios de una mera racción de los cargamentos ue se consigan introducir pueden cu@rir los costos del cargamento perdido mil veces mas.. /Wunta 2nternacional de Tiscali!ación de Estupeacientes, :rgani!ación "$9IJ3 C23$EI:3 E$IKDLEM 1A
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de las $aciones Lnidas, -1-, p. A. El inorme de echa de mar!o de -11, contiene los inormes presentados en -1-, en este caso se incluyen las ciras estimadas en ese año.
El fac$or miedo0 la econom%a de la se"uridad PDui#n no desea sentirse seguro en esta realidadQ os noticieros de televisión, los periódicos, la 2nternet, la radio inorman so@re asesinatos, violencia calleRera, persecuciones, secuestros, y atrocidades. El dilema diario de muchas personas consiste en si se RustiGca salir a las calles, si no es meRor uedarse en casa y hacer una vida totalmente virtual. as consultas por ataues de pánico se han multiplicado en los consultorios m#dicos. EBiste un grado de paranoia colectiva ue desarrolla el deseo por la protección, por la seguridad. En Estados Lnidos se incremento la compra de armas despu#s de la elección del presidente :@ama, Pla ra!ónQ os rumores ue +ara% :@ama pueda lan!ar una nueva ley mucho más restrictiva entorno a las armas de uego, ue aectaría principalmente a pistolas y armas de asalto semi*automáticas, ha supuesto una amena!a a las li@ertades de los ciudadanos uienes han perdido conGan!a en su presidente. /
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consiste en tener al menos cinco elementos de protección, entre los ue se encuentran& un Z<3 para el automóvil, @lindaRe normal, euipo de alarmas inteligentes para la residencia, guardaespaldas y perro de protección. 45 u6 decir de la indus$ria armamen$%s$ica mundial7 El inorme reali!ado por el 2nstituto de 2nvestigación para la
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e8nes0 J..0 a Zran 9epresión 144*147-.Editorial :r@is. ---. 0adrid. España. o$ler H. K Arms$ron" .0undamentos de =arDeting 6 edici8n7, p. , Editorial he creati)e poGer o- colaboration. [indle Edition. p. 7. $e? ]or% -11. Sc!usc!n8 Andr6s. a red y el uturo de las :rgani!aciones. pp. 4 Editorial [ier. "rgentina. -1-. Simon >. Administrati)e Beha)ior< A tudy o- 9ecisionmaDing 2rocesses in Administrati)e ?rgani$ation. Editorial "guilar. 14. 0adrid. España. Smi$! A.0 /:@ra original /16. a 1i"ue$a de las Naciones /5 va Ed. 0adrid, España& Economía "lian!a editorial. --4. S$an$on M. J.0 E$=el0 .J.0 K Mal,er0 F.J.0 /1447 undamentos de =arDeting, /1- Ed., $e? ]or%, 0cZra?*Hill. --. ?ofer A.0 a tercera ola, p. 1-A, Editorial
O$ros $%$ulos de in$er6s9 ar,e$in" )ara em)rendedores0
"leRandro 3chnarch y 9avid 3chnarch
erencia de ven$as0
Worge Eli#cer
erencia del servicio0
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ar,e$in" una evidencia cul$ural0 Ernesto 9uue Zóme!
ar,e$in". undamen$os cien$%Pcos 8 em)resariales0 Elena 9elgado, Hernán Espallardo y H#ctor Iodrígue!
Hrinci)ios de ercadeo0 "l@erto C#spedes 3áen!
erc!andisin"9 la seducci'n en el )un$o de ven$a0 Worge Eli#cer