Carrera de Música.
Wagner y la Obra de Arte Total
Por:
Tomás Silva Cátedra:
Estética de la Música III
Profesor:
Pablo Palacios T.
27 de Julio, 2016.
Introducción
A finales de los años 40, Europa se encontraba viviendo una serie de cambios drásticos. Las ideas del Romanticismo, desde la revolución de 1789, ha ido renovando el arte, dado que ahora, frente a la razón, se pronuncian con cada más poder la fantasía y el sueño; el hombre se cree capaz de formar su propio destino, en armonía con la Naturaleza, la cual vuelve a ser reconocida como la eterna Madre. El liberalismo y el Socialismo, empiezan a establecer que ya no se sienten cómodos en los moldes de las monarquías absolutas y de derecho divino o los despotismos ilustrados. Pese a los esfuerzos del Congreso de Viena (1815), los que habían vencido a Napoleón para devolver los tronos de Europa a sus “dueños” comienzan a poner en entredicho la legitimidad de su poder. Así las
revoluciones sucedieron en 1820 en España, 1830 en Francia y ya en el año 1848 en toda casi toda Europa, este suceso fue llamado “La primavera de los Pueblos” y Wagner no es
ajeno a este tipo de sucesos, al contrario, es muy participe y llamaba la atención porque “No hablaba más que de política, esperaba que la victoria revolucionaría un renacimiento
total del arte, la religión, un nuevo teatro y nueva música”. Wagner hablaba de política y revolución como las únicas vías para renovar el arte, el cual era su preferencia mayor. La revolución debía derribar a las antiguas creencias y dioses, derrocando las viejas leyes para formar una nueva sociedad, donde el hombre fuera el protagonista capaz de conquistar el su propia felicidad… pero la revolución fracasa. Ante esto Wagner
comprende que lo suyo no es la lucha política pero no renuncia a cambiar el mundo, he incluso desterrado de su tierra, comienza a reflexionar sobre el arte, aquel que siempre estuvo como base fundamental de sus planteamientos políticos y por el cual empezaría una nueva lucha. Así es como nace la idea de Obra de Arte Total
I.
Si Schopenhauer postulaba que mediante el arte se llega al conocimiento de la esencia de las cosas, Wagner le otorga también la facultad de poder formar moralmente al hombre. Tal arte no puede ser individual, egoísta, ni destinado a unos pocos, puesto que él creía que para cumplir con objetivos más elevados, este debe ser colectivo y del pueblo, respondiendo así a las necesidades artísticas comunes de este, por lo tanto, Wagner no se inspirará en la Historia, sino en el mito, dado que esté es de producción colectiva y es algo genuinamente del pueblo. Con su obra de arte total, Wagner persigue dos propósitos: 1) Como lo dice el mismo nombre, una obra de arte total, se trata sobre una integración de todas las artes. En esta obra de arte total todas las artes quedan superadas de tal forma que cada una llegará a su desarrollo originalmente propio, osea el fin de la arquitectura será la construcción de teatros, el fin de la pintura será el de decorados, etc. 2) La obra de arte total asume la sucesión de la celebración religiosa donde se pretende superar y ser una celebración artística, ya que “la verdad de la religión es el arte… La obra de arte es la religión presenta de modo viviente” (III/63). Dicho con otras
palabras: la religión es artificiosa cuando se niega a convertirse en una religión de arte. Así en sus reflexionar sobre la necesidad y la posibilidad de la obra de arte total, Wagner describe el presente como una sociedad de individuos concretos aislados, y el estado como una máquina coercitiva que destruye la libertad. La expresión de esta pérdida de identidad social, es la fragmentación del arte en géneros aislados entre sí, como el mismo aislamiento del artista del público. Así surge “la necesidad de en vez de poder crear desde la comunidad, tener primero que construirse una comunidad” (III/55 ss). La obra de arte crea las condiciones para la unificación del hombre sobre una base universal, bajo las condiciones dadas, la obra de arte será el pilar de la idea de una humanidad unida, dado que sólo ella puede anticipar perceptiblemente la superación del estado de enajenación. Aunque según Wagner, la obra de arte no puede lograr por ella
misma la unificación de la humanidad, sino que sólo tiene la función de una conductora o comadrona: desatando las fuerzas que conducirán a la superación del estado de enajenación: “Es asunto del arte…darle a conocer a este apremio social su significado mas noble, mostrarle su verdadera dirección” (III/32).
La relación circular que se da entre arte y sociedad, Wagner quiere resolverla con ayuda de una concepción de la historia, de modo que se haga visible la posibilidad de una obra de arte del futuro. Desde siempre las sociedades y pueblos han tenido al mito y la religión como filares fundamentales en la estirpe de un pueblo. Esto coincide con la antigua filosofía romántica del arte, Wagner ve el prototipo de esta comunidad unida míticamente en la Grecia de la antigüedad clásica, sobre todo en la celebración de la tragedia para ser más exactos, esta tragedia, la cual ha surgido de la celebración religiosa, será la madre de la obra de arte total. Pero aunque Wagner reconoce la celebración religiosa como el suelo materno de las artes, cree sin embargo, que “no hay que pasar por alto que su concepción es
una retroproyección con fines de asegurar su propio propósito” (Poltner -Pag. 175). Para Wagner la tragedia era la celebración religiosa hecha obra de arte, cuyo núcleo perduró en la obra de arte, pero lo que en la obra de arte de la tragedia griega era de una manera racional, en la obra de arte total esta debía ser “supranacional-mente ilimitada” II.
Para Wagner el verdadero poder de la historia era la naturaleza, la verdadera humanidad solo es posible como reconciliación con la naturaleza. Esta reconciliación es celebrada en la obra de arte total. Wagner nos habla de una tendencia artística a la “reunificación con la naturaleza en la obra de arte, de la fé, en el poder de la necesidad al
que le es reser vado la obra del futuro” (III/60). Así en las obras de arte la reconciliación del hombre con la naturaleza se debe consumar de un modo festivo, en la celebración artística el hombre deberá sentir en sí mismo el poder redentor y la presentación real, solo es posible en la obra de arte total mediante una “proclamación a la universalidad de la
receptividad artística del hombre, mediante un comunicado a su organismo sensible completo, no a su imaginación” (IV/2). Aquí Wagner insiste y es tajante en que no se trata
de hablarle meramente al hombre de entendimiento, sino también y simultáneamente de
sentimiento, es más, incluso este antes del entendimiento, por tanto aquí es donde podemos comprender la relación entre poesía y música en la obra de arte total. Dado que como cree Wagner, la música deberá ser el medio que ayude a la poesía a conseguir su efecto. El sentimiento para Wagner debe ser importante por dos motivos uno es la conciencia de la unidad, del pleno ser-uno con el otro, mientras que el segundo es la conciencia del presente, de lo inmediato, el sentimiento se prueba como real porque es efectivo (en el momento). Es por esto que la música era fundamental y el mismo Wagner reconocerá la especial naturaleza de la música, sobre todo en su texto “Beethoven” donde
podemos leer: La música, en sí y por sí, pertenece a la categoría de lo sublime; puesto que, en el mismo momento en el que nos invade, provoca el éxtasis supremo de la consciencia del infinito (...).
Por lo tanto la música, que contiene en sí el drama, para Wagner es el arte cargado de infinito que se comunica directamente con el alma. Y sobre el drama, se dice que todos los caminos con Wagner, llevan al drama. Pero este drama auténtico deberá fundamentarse sobre una auténtica moral. Ósea podemos deducir que el artista deberá centrar sus esfuerzos en que su obra vuelva a ser una verdadera escuela de moral y de religión, así como en el periodo helénico. A modo personal deducimos que la obra de arte total busca presentar la rendención del hombre, de un hombre reconciliado, cuando el sentimiento le proporciona algo que lo abarca, cuando deja de sentirse aislado y se funde en el placer de no estar diferenciado, la redención es la solución y también la esencia misma de la obra de arte total; Pese a que el propuso que todas las formas de arte tienen gran importancia, creemos que no todas son igual de importantes y que Wagner alzaba a la música como la más especial y fundamental en esta obra de arte total, incluso Hans Richter (director de orquesta) afirmó que: “Pasado
el tiempo si bien para Richard (Wagner) sus teorías tenían validez, terminó entendiendo que la música es lo que define a una obra”.
III.
Sin embargo la renovación que tuvo la Humanidad posteriormente en el terreno del arte, también hizo su efecto sobre Wagner, haciendo fracasar su idea de “obra de arte total” .
Dado que hacían recordar mucho su origen, una celebración religiosa y lo cierto es que el arte y la religión no son funcionalmente equivalentes. “Si almito y a la religión se les
deniega, como hizo Wagner, el carácter genuinamente religioso, y el mito y la religión se establecen como proyección inconsciente de la naturaleza humana, entonces tampoco la obra de arte total puede despertar a la vida lo negado” (Poltner -Pag. 180). Si bien las ideas
de Wagner fueron revolucionarias en su momento, luego fueron superadas por la pera moderna; podríamos decir quizás que el intento de Wagner de una obra de arte total chocó con un nuevo ideal del arte por parte de la humanidad, donde ya no se quería regresar a lo pasado. Aunque hoy en día podemos seguir escuchando el concepto de Obra de Arte total en muchas manifestaciones artísticas en los que se combinan varias artes.
Bibliografía.
PÖLTNER GÜNTHER. (2003). “La idea de Richard Wagner de la Obra de Arte Total”.
Thémata, revista de filosofía Num. 30. Viena
GUTIERREZ FATIMA. (2011). “Esencia y Función de la obra de arte total en Richard Wagner”. Wagneriana Castella Nr. 78. Barcelona.
