ANTOLOGÍA UNIDAD IV "Factores humanos que afectan en la productividad"ANTOLOGÍA UNIDAD IV "Factores humanos que afectan en la productividad"
ANTOLOGÍA UNIDAD IV "Factores humanos que afectan en la productividad"
ANTOLOGÍA UNIDAD IV "Factores humanos que afectan en la productividad"
Unidad 4. Factores humanos que afectan en la productividad
Introducción
En la actualidad, es común escuchar acerca del descontento o insatisfacción de decenas de trabajadores que expresan inconformidad sobre el ambiente de trabajo en el cual se ven inmersos a diario, puntualizando que el exceso de tareas y la dificultad de las mismas provocan desgaste, tanto físico como mental.
Hacer referencia a las condiciones de trabajo como factores inherentes y primordiales para la productividad humana, es decir, el ambiente de trabajo, en sus condiciones físicas y de interrelaciones humanas es, en este sentido, el generador o perturbador del desempeño de la fuerza laboral. Una condición que permita generar ambientes de satisfacción para alcanzar altos desempeños laborales es aquella que, aunado al balanceo correcto de las tareas por puesto, encausará el desarrollo y la consecución de los objetivos de la empresa.
Hoy en día, cualquier empresa que busque generar el ambiente de trabajo adecuado para que su personal logre desempeñar sus labores de manera óptima, será aquella que además de poseer una ventaja competitiva, tendrá la oportunidad de minimizar ampliamente sus costos de indemnizaciones por enfermedades o accidente de trabajo. Se refiere a enfermedades o accidentes de trabajo, a todos aquellos siniestros provocados comúnmente en las empresas por sobrecargas de trabajo o fatiga mental.
Comúnmente suele conocerse a la fatiga mental como estrés laboral en la mayoría de las empresas; sin embargo en casi todos los casos no se define de forma correcta este aspecto tan común en el sector, ni tampoco se tiene noción del alcance del mismo.
A continuación se presenta una antología en la cual se exponen las definiciones, causas, alcances y formas de coadyuvar las condiciones laborales, carga laboral, sobrecarga de trabajo, fatiga laboral y elementos del estrés humano.
4.1 Condiciones del empleo
Son aquel conjunto de obligaciones y derechos que se imponen mutuamente y de manera recíproca los trabajadores y patrones en virtud de las relaciones de trabajo que se dan entre ellos. Así, dentro de estas condiciones se comprenderán los siguientes rubros: a) la jornada de trabajo; b) descanso laborales; c) derecho a vacaciones, d) salario, y e) aguinaldo, entre otras.
Jornada de trabajo:
El trabajador y el patrón fijarán la duración de la jornada, sin que en ninguno de los casos pueda ser mayor a los límites máximos legales. La duración máxima de la jornada será: ocho horas la diurna, siete la nocturna y siete horas y media la mixta.
Podrán repartir las horas de trabajo, a fin de permitir a los trabajadores el reposo del sábado en la tarde o cualquier modalidad equitativa. Jornada Diurna es la comprendida entre las seis y las veinte horas. La jornada nocturna es la comprendida entre las veinte y las seis horas, mientras que la jornada mixta es la que comprende períodos de tiempo de las jornadas di urna y nocturna, siempre que el período nocturno sea menor de tres horas y media.
Días de descanso:
La Ley Federal del Trabajo establece que por cada seis días de trabajo, el trabajador disfrutará de un día de descanso con goce de salario íntegro. Aquellos trabajadores que laboren en día domingo, tendrán derecho a una prima adicional de un 25% sobre el salario de los días ordinarios de trabajo. Procurando en los reglamentos de trabajo que el día de descanso sea el domingo.
Los trabajadores no están obligados a prestar sus servicios los días de descanso, si se quebranta esta disposición, el patrón deberá de pagar además del salario que corresponda por el día de descanso, un salario doble por el servicio prestado.
Vacaciones:
Todos los trabajadores que tengan más de un año de servicios disfrutarán de un período anual de vacaciones pagadas, que no podrán ser inferiores a seis días laborables. Dicho período, aumentará en dos días laborables, hasta llegar a doce por cada año subsecuente que se haya prestado servicio. Después del cuarto año, el período vacacional aumentará en dos días por cada cinco años de servicio. Los trabajadores que presten servicios discontinuos y los de temporada tendrán derecho a un periodo anual de vacaciones, en proporción al número de días trabajados en el año.
Las vacaciones no podrán compensarse con una remuneración. Si la relación de trabajo termina antes de que se cumpla el año de servicios, el trabajador tendrá derecho a una remuneración proporcionada al tiempo de servicios prestados. Las vacaciones deberán concederse a los trabajadores dentro de los seis meses siguientes al cumplimiento del año de servicios. Los patrones entregarán anualmente a sus trabajadores una constancia que contenga su antigüedad y de acuerdo con ella el periodo de vacaciones que les corresponda y la fecha en que deberán disfrutarlo.
Salario:
El salario es la retribución que el patrón paga al trabajador por el trabajo que este realiza. Los trabajadores dispondrán de forma libre de su salario, así como también el derecho a percibirlo es irrenunciable. El salario no podrá ser en ningún caso objeto de compensación y deberá pagarse en el lugar donde se preste el servicio. No se les impondrán multas a los trabajadores cualquiera que sea su causa o concepto. Los salarios de los trabajadores son inembargables, salvo el caso de pensiones alimenticias decretadas por la autoridad competente.
El salario puede fijarse por unidad de tiempo, por unidad de obra, por comisión, a precio alzado o de cualquier otra manera. Cuando el salario se fije por unidad de obra, además de especificarse la naturaleza de ésta, se hará constar la cantidad y calidad del material, el estado de la herramienta y útiles que el patrón, en su caso, proporcione para ejecutar la obra, y el tiempo por el que los pondrá a disposición del trabajador, sin que pueda exigir cantidad alguna por concepto del desgaste natural que sufra la herramienta como consecuencia del trabajo. Los trabajadores no necesitan entrar a concurso, quiebra, suspensión de pagos o sucesión. La Junta de Conciliación y Arbitraje procederá al embargo y remate de los bienes necesarios para el pago de los salarios e indemnizaciones.
Aguinaldo:
Los trabajadores tendrán derecho a percibir un aguinaldo anual equivalente a quince días de salario, por lo menos y deberá pagar se antes del día 20 de diciembre. Los que no hayan cumplido el año de servicios, independientemente de que se encuentren laborando o no en la fecha de liquidación del aguinaldo, tendrán derecho a que se les pague la parte proporcional del mismo, conforme al tiempo que hubieren trabajado, cualquiera que fuere éste.
4.2 Carga de trabajo
La carga de trabajo es el conjunto de requerimientos psicofísicos a los que se ve sometido el trabajador a lo largo de su jornada laboral. Tradicionalmente, este "esfuerzo" se identificaba casi, exclusivamente, con una actividad física o muscular. Pero hoy se sabe que cada día son más las actividades pesadas encomendadas a las máquinas, y aparecen nuevos factores de riesgo ligados a la complejidad de la tarea, la aceleración del ritmo de trabajo, la necesidad de adaptarse a tareas diferentes, etc.
La consecuencia más directa de la carga de trabajo tanto física como mental, es la fatiga. Se puede definir la fatiga como la disminución de la capacidad física y mental de un individuo después de haber realizado un trabajo durante un período de tiempo determinado. Las causas de la fatiga pueden ser por posturas corporales, desplazamientos, sobreesfuerzos o manejos de cargas y/o por excesiva recepción de información, tratamiento de la información, fatiga por intentar dar respuesta a todo, etc.
Carga física:
Cuando se habla de un trabajo predominantemente muscular se habla de carga física y se define como el conjunto de requerimientos físicos a los que se ve sometida la persona a lo largo de su jornada laboral.
Pueden ser:
Esfuerzos físicos
La postura de trabajo
La manipulación manual de cargas.
Esfuerzos físicos: son aquellos que se realizan cuando se desarrolla una actividad muscular y éstos pueden ser estáticos o dinámicos.
Se consideran estáticos cuando se trata de un esfuerzo sostenido en el que los músculos se mantienen contraídos durante un cierto periodo, como por ejemplo estar de pie o en una postura concreta como sería el caso de un pintor con una pistola de pintura que mantiene durante un cierto tiempo una posición determinada. En este tipo de actividad hay un gran consumo de energía y un aumento del ritmo respiratorio.
Se consideran dinámicos cuando hay una sucesión periódica de tensiones y relajaciones de los músculos que intervienen en la actividad, como el esfuerzo desarrollado, por ejemplo, al andar o al transportar un carro. Este esfuerzo se mide por la energía consumida.
Posturas en el trabajo: son diversas y diferentes durante una jornada laboral por ejemplo, puede ser que estemos en nuestro trabajo unas horas de pie y otras, sentado o que estemos en ciertos momentos en posturas forzadas. En todos estos casos, estas posiciones pueden crear incomodidades o sobrecargas en los músculos de las piernas, espalda, hombros, etc. Las posturas incorrectas pueden contribuir a que nuestro trabajo por lo tanto sea más desagradable y duro, e incluso, que aparezca el cansancio y la fatiga más fácilmente y que a largo plazo se agrave.
Manipulación de cargas: debemos recordar que en 1990 se aprobó la Directiva 90/269/CEE en donde se trató y legisló todo lo relativo a los riesgos que entrañaban para los trabajadores la manipulación de cargas, en particular, se desarrolló los riesgos y medidas preventivas para evitar lesiones dolorosas. Esta Directiva se traspuso al ordenamiento español por el Real Decreto 487/1997, de 14 de Abril y en ella se definen unos criterios y unas medidas muy efectivas para conseguir evitar y prevenir dolores de espalda e incluso lesiones más graves.
Además debemos destacar que las lesiones derivadas de los trabajos de manipulación de cargas están reconocidas hoy en día como una de las causas principales del absentismo laboral.
Causas de los riesgos de accidente y carga física
Según lo que se observa en la tabla 1, la presencia de variables generadoras de carga física se ha asociado con una mayor presencia de muchas de las causas de accidente.
Cada una de las variables de carga física se ha asociado con las causas de riesgo de accidente los accesos al lugar de trabajo están en malas condiciones, el área de trabajo o superficie es insegura, hay que sacar la producción por encima de todo, falta de medios o herramientas adecuadas y cansancio o fatiga.
Las causas de riesgo esfuerzos o posturas forzadas y el trabajo obliga a realizar operaciones peligrosas se han asociado a las variables de carga permanecer en posturas dolorosas o fatigantes, levantar o desplazar cargas pesadas, realizar una fuerza importante y realizar movimientos de manos o brazos muy repetitivos.
Sin embargo, la falta de formación no se ha asociado como causa de riesgo a las variables de carga estudiadas, excepto en el caso de los trabajadores que tienen que levantar o desplazar cargas pesadas, que señalan de forma más frecuente el trabajar sin la formación suficiente como causa de riesgo.
Carga mental:
Es el nivel de actividad intelectual necesario para desarrollar el trabajo. La carga mental está determinada por la cantidad y el tipo de información que debe tratarse en un puesto de trabajo, es decir, al grado de procesamiento de información que realiza una persona para desarrollar su tarea. Dicho de otro modo, un trabajo intelectual implica que el cerebro recibe unos estímulos a los que debe dar respuesta, lo que supone una actividad cognitiva.
Los factores que inciden en la carga mental son:
La cantidad de información que se recibe.
La complejidad de la respuesta que se exige.
El tiempo en que se ha de responder.
Las capacidades individuales.
El salario.
Las malas relaciones laborales.
Los trabajos de poco contenido.
Uno de los factores que inciden directamente en la carga mental es el horario de trabajo, influyendo de una forma decisiva en ésta, el trabajo a turnos y el trabajo nocturno. La fatiga o carga mental suele darse, especialmente, en trabajos con ordenador, puestos de control de calidad, regulación de procesos automáticos, control o mando a distancia, trato con el público, etc.
4.3 Sobrecarga de trabajo
La sobrecarga de trabajo o muscular es la disminución de la capacidad física del individuo debida, bien a una tensión muscular estática, dinámica o repetitiva, bien a una tensión excesiva del conjunto del organismo o bien a un esfuerzo excesivo del sistema psicomotor.
En relación con la fatiga muscular podemos observar:
Cervicalgia: Dolor en cualquier segmento del cuello que pueda irradiar o no hacía el cráneo, hacia el segmento de la columna dorsal o hacia los brazos.
Dorsalgia: Dolor en cualquier segmento de zona alta y media de la espalda que puede irradiar o no hacia el cuello, hacia el segmento inferior de la espalda (columna lumbosacra) o hacia los brazos.
Lumbalgia: Dolor en la zona baja de la espalda que puede irradiar hacia los glúteos, las extremidades inferiores y, ocasionalmente, al segmento medio de la espalda.
Parestesias: Sensación de calambres recorriendo el miembro superior o en los dedos; Hormigueo acompañado de acorchamiento ocasionalmente en las manos
Epicondilitis: Conocida como "codo de tenista", es una inflamación de los músculos y tendones de la cara lateral externa del codo. Está relacionada con movimientos repetitivos de la muñeca. En fases avanzadas el paciente refiere un dolor de reposo que se intensifica por la noche.
Tabla 1. Variables generadoras de sobrecarga de trabajo y causa de riesgo de accidentes.
Nota: Las celdas sombreadas indican que las diferencias encontradas para dicha causa son estadísticamente significativas.
Fuente: Cuestionario de trabajador.
Tabla 2. Variables generadoras de carga mental y causa de riesgo de accidente.
Nota: Las celdas sombreadas indican que las diferencias encontradas para dicha causa son estadísticamente significativas.
Fuente: Cuestionario de trabajador.
4.4 Fatiga mental
La fatiga mental es originada por el trabajo psíquico o nervioso, y se caracteriza por fenómenos conscientes y por fenómenos objetivos. Los primeros constituyen la sensación de fatiga, cansancio o agotamiento, que unida a diversas molestias, integra la llamada fatiga subjetiva.
Cuando alguien afirma que se está fatigando, generalmente lo hace porque siente que el esfuerzo que realiza para lograr el trabajo le resulta progresivamente más penoso, y va acompañado de malestares tales como sensaciones dolorosas de tensión, congestión, vacío, etc.
Los trabajadores que indican que en su puesto existen variables generadoras de fatiga mental señalan, de forma mayoritaria, la presencia de causas de riesgo de accidente. Esta relación es significativa en muchos casos, de los que queremos resaltar algunos:
La presencia por separado de las variables de fatiga mental atención y ritmo elevado se relaciona significativamente con las causas de riesgo el área de trabajo o superficie es insegura, hay que sacar la producción por encima de todo, el trabajo obliga a realizar operaciones peligrosas, falta de espacio y causas relacionadas con el tráfico
La presencia de la variable tareas repetitivas y de corta duración ha resultado asociada a las causas de riesgo por cansancio o fatiga y causas relacionadas con el tráfico.
La fatiga mental ocasionada por el trabajo se produce básicamente en las personas que tienen un exceso de trabajo de tipo intelectual, donde se exige un gran esfuerzo mental de forma continuada, tales como: comprensión, razonamiento, solución de problemas, memoria, etc.
La fatiga mental provocada por el trabajo es una consecuencia de la tensión que éste produce y suele eliminarse mediante un adecuado descanso. La fatiga es un mecanismo regulador del organismo, y tiene un gran valor adaptativo en tanto y cuanto que indica la necesidad de descanso.
Cuando aparece la fatiga mental en el trabajo se produce una disminución significativa de los niveles de atención, provoca un pensamiento lento lo cual disminuye el nivel de respuesta a los problemas, y provoca una disminución significativa de la motivación hacia el trabajo. Estas situaciones producen una bajada en el rendimiento profesional, reducen la actividad y hay un aumento de errores en la ejecución de las tareas encomendadas.
En el organismo la fatiga mental produce diversos trastornos psicológicos y psicosomáticos tales como: irritabilidad, inestabilidad emocional, ansiedad, estados depresivos, alteraciones en el sueño. Como alteraciones psicosomáticas pueden producirse: astenia, mareos, dolor de cabeza, dolores musculares, problemas digestivos, alteraciones cardíacas, etcétera.
Para prevenir la fatiga mental hay que mejorar las condiciones de trabajo y la organización de las tareas del puesto de trabajo. Desde las condiciones ambientales en el entorno de trabajo tales como: iluminación, ruido, calidad del aire, climatización; equipamiento del puesto de trabajo: mobiliario ergonómico, útiles y herramientas de trabajo.
Una de las mejores recomendaciones que existen para prevenir la fatiga consiste en la organización del tiempo de trabajo de manera que permita la realización de pausas. Si se realizan pausas a lo largo de la jornada de trabajo, se puede prevenir el estado de fatiga. Pero para que las pausas sean realmente efectivas deben permitir desconectar de los temas del trabajo y que la persona pueda apartarse físicamente del puesto de trabajo, cambiando el foco de atención.
Otras medidas convenientes para reducir la fatiga son:
Mejorar la información y documentación que se maneja, mejorar también tipo de soporte de esta información.
Incorporar al trabajo variedad de tareas de distinto tipo y responsabilidad para evitar la monotonía.
Evitar el aislamiento, posibilitando la comunicación entre los trabajadores.
Facilitar entre los trabajadores las relaciones de cooperación, tanto formales como informales.
La fatiga se produce cuando hay un exceso de carga mental en el trabajo. Es decir, cuando las exigencias de nuestra tarea diaria -esfuerzo requerido, ritmo de trabajo, nivel de atención, tensión emocional- superan nuestra capacidad de respuesta.
Esto puede ocurrir en trabajos que requieren una intensa actividad intelectual o una implicación emocional fuerte. Pero también en trabajos que aun siendo monótonos y repetitivos exigen atención continua. En todo caso, es más frecuente en puestos sedentarios, con poca actividad física.
En una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo a finales de 1999, dos de cada tres personas que decían mantener un ritmo alto de trabajo y un nivel elevado de atención durante más de la mitad de la jornada presentaban síntomas claros de fatiga.
En este punto, sin embargo, conviene aclarar dos cosas: primero, que la fatiga no siempre está motivada por el trabajo; segundo, que nunca está motivada sólo por el trabajo. Los hábitos poco saludables en la vida diaria y las circunstancias personales del individuo también influyen.
La fatiga, además, es un síntoma habitual en muchas enfermedades graves, por lo que el afectado no debe confiarse pensando que el problema está causado por el trabajo, la falta de sueño y una dieta poco recomendable. La visita al médico es obligada.
La sensación de fatiga, sea o no síntoma de otra enfermedad, nos indica la necesidad de descanso. Es un mecanismo regulador del organismo. Cuando aparece, nuestro cuerpo y nuestra mente ponen en marcha sistemas de defensa sin que seamos conscientes de ello: ralentizamos el ritmo de trabajo, hacemos más comprobaciones de las habituales y aplazamos las tareas más críticas. Todo esto ocurre cuando la fatiga ya es una realidad. Pero, ¿cómo evitar que aparezca? Lo primero que hay que hacer es fortalecer la propia capacidad de resistencia mejorando los hábitos de alimentación, descanso y ejercicio. Son tres factores que, por sí solos, pueden provocar una sensación de cansancio permanente si no se les presta la debida atención.
La organización de las tareas del puesto de trabajo también es clave para prevenir la fatiga. La asignación de funciones a cada trabajador y el establecimiento de timings razonables dependen fundamentalmente de la empresa, pero la persona también puede tomar algunas medidas:
Establecer objetivos parciales de trabajo a lo largo del día ayuda a tener una sensación de avance, de 'cosas terminadas', que previene la fatiga. El problema de estas metas parciales es que, si no se distribuyen correctamente y resulta imposible alcanzarlas a la hora prevista, originan lo que algunos expertos llaman 'agendas calientes' y acaban teniendo un efecto contrario al deseado.
Es muy importante poder hacer pausas durante la jornada. Pausas que serán mucho más reparadoras si se cumplen dos condiciones: que el trabajador las pueda distribuir según sus necesidades y que verdaderamente permitan 'desconectar'. Estar esperando una información o una llamada de teléfono no es hacer una pausa, porque la persona permanece alerta. Sí lo es alejarse del puesto de trabajo y cambiar el foco de atención durante unos minutos.
Las condiciones ambientales en el entorno de trabajo también pueden influir en la aparición de la fatiga. La mala iluminación o el exceso de ruido obligan a hacer un esfuerzo suplementario que provoca más cansancio.
Cada individuo responde de manera diferente a la carga mental en el trabajo. Un trabajador hipermotivado, por ejemplo, puede ser incapaz de percibir su propia fatiga hasta llegar al borde del agotamiento. Una persona muy poco motivada, en cambio, puede notar los primeros síntomas nada más empezar su jornada laboral.
4.5 Elementos del estrés humano
Las personas reaccionan de manera diferente a unas mismas circunstancias. Algunas personas llevan mejor que otras el que se les exija mucho. Lo importante es la evaluación subjetiva que hace la persona de su situación; la situación por sí sola no permite determinar el grado de estrés que puede provocar. Así, podemos indicar que hay cuatro elementos básicos en la situación de estrés:
La situación objetiva o situación real a la que el sujeto se ve expuesto.
La situación percibida.
La selección de la respuesta del individuo para hacer frente a la situación.
La conducta ejecutada.
Estos elementos básicos van a dar lugar al proceso de la situación de estrés:
Proceso perceptivo: se pasa de la situación objetiva o real a la que el sujeto percibe.
Proceso de decisión: se va de la situación percibida a la elección de una respuesta para hacer frente a la situación.
Proceso de ejecución: de la elección de la respuesta se va a la conducta ejecutada.
Proceso de producción de resultados: serían las consecuencias que la conducta ejecutada tendría sobre la situación objetiva o real.
Conceptos relacionados con el estrés:
Miedo: es la "sensación de temor o aprensión anticipatoria, con activación generalizada de todo el organismo, que aparece ante una situación o un estímulo externo, real y objetivo, que puede ser identificado de forma precisa"
La gran diferencia entre el miedo y el estrés está en que en el miedo la situación es real, mientras que en el estrés es una situación subjetiva.
Ansiedad clínica: Sentimiento subjetivo de aprensión, tensión, inquietud o temor indefinido, que anticipa un peligro indefinido o una amenaza que no es objetiva o que no está clara.
A nivel cognitivo forman parte de la ansiedad clínica:
Los pensamientos negativos reiterados o recurrentes.
Un estado constante de preocupación.
Dificultades en la concentración.
Además habrá una baja autoestima y percepción de baja eficacia.
Estos forman también las bases del estrés.
Hablamos de estrés cuando la ansiedad clínica está ligada a un agente externo que es intenso o se prolonga en el tiempo. Si este agente se relaciona con el puesto de trabajo de las personas, hablamos entonces de estrés laboral.
Posibles señales de estrés
Sensación de cansancio, aun al despertarnos.
Aumento de la susceptibilidad ante las críticas.
Despertarse demasiado temprano/dificultad para dormirse, pesadillas.
Cambios en los hábitos de alimentación.
Incremento en el consumo de alcohol o de cigarrillos.
Sentimientos de furia, agresión y hostilidad.
Aumento de la irritabilidad.
Rebeldía.
Pérdida del sentido de la perspectiva.
Dolores de estómago en forma de nudos.
Tendencia a apartarse de actividades sociales.
Manos temblorosas.
Tics nerviosos, como por ejemplo en los párpados.
Comerse las uñas.
Pérdida de la confianza en sí mismo.
Náuseas.
Fallas de la memoria.
Diarrea.
Incómoda sensación de presión.
Ataques de pánico.
Palpitaciones.
Tensión.
Mandíbula tensa.
Tendencia a las lágrimas.
Aspecto descuidado.
Manos húmedas, dedos fríos.
Agitación física, como por ejemplo tamborilear con los dedos o piernas inquietas.
Aspecto demacrado.
Boca seca.
Fuertes sentimientos de culpa.
Causas de estrés:
El estrés es el resultado de presión aplicada a una cosa u otra. Según la intensidad de la presión que se aplique y según la capacidad del objeto para resistir o doblarse con la presión, el objeto se quebrará o romperá o no. Tomemos por ejemplo un fideo spaghetti crudo. Si u no lo toma delicadamente entre los dedos de cada mano y lo dobla con suavidad, se requerirá muy poca presión antes de que se quiebre.
Las muñecas y los tobillos están diseñados para tolerar una gran presión y doblarse con bastante flexibilidad. Sin embargo, excesiva presión demasiado rápido es capaz de producir dolor y hasta fractura. Lo mismo se puede decir de la mente.
Desde el punto de vista psicológico, somos por lo general bastante buenos en lo que a adaptación se refiere a los niveles de presión que existen a nuestro alrededor. Pero cuando esa presión se hace demasiado grande, comenzamos a sentir dolor psicológico. Y si la presión se mantiene o es forzada sobre nosotros antes de que estemos en condiciones de resistirla, nuestra estructura psicológica también se quiebra.
Conclusión
Después de haber recabado la información presentada se puede afirmar que, en circunstancias diversas cualquier persona que ejerza una actividad productiva desarrollará fatiga mental y/o física debido en la mayoría de los casos a una adecuada planeación y balanceo de las actividades a realizar, es por ello que la mejor manera de minimizar estos síntomas inconformidad y desgaste, es realizar una buena distribución de las tareas y planear correctamente su realización en tiempo real, pues al realizarlo se posee control de las tareas y se evita o disminuye el estrés y la falta de concentración.
Otro factor de importancia que influye en la productividad laboral son las condiciones de trabajo mismas que permiten o limitan el desempeño del trabajador en su puesto de trabajo. Las condiciones de trabajo, como se mencionó, aunadas a las sobrecargas de trabajo, provocan estrés laboral o fatiga mental que daña tanto psicológica como mentalmente al individuo, y es por ello que toda empresa que desee ser más competitiva debe luchar por el bienestar de su fuerza laboral, brindando los espacios así como los equipos y el ambiente de trabajo adecuados, puesto que ello inducirá la superación personal y por tanto el incremento de la productividad.
Como se mencionó anteriormente, conocer ampliar y dosificar correctamente las condiciones adecuadas para el ambiente laboral, así como la carga de trabajo apropiada para cada puesto permitirá eliminar o impedir la inconformidad y baja productividad.
Referencias
Robbbins Stephen P. (1999). Comportamiento organizacional. (8ª Ed.) México: Prentice Hall.
Hellriegel Slocum Woodman (1999) Comportamiento Organizacional I. Thomson Editores.
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