como dice el titulo solo es un ciento con locuciones latinasDescripción completa
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Descripción: producción de un cuento siguiendo los procesos pedagógicos: planificación, textualizacion y revisión.
Trata de la Importancia de ofrecer una caricia y de transmitiera el amor a un ser queridoFull description
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Descripción: Trata de la Importancia de ofrecer una caricia y de transmitiera el amor a un ser querido
Descripción: literatura
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Abordaje semiótico alternativo de un cuento popular
Descripción: Análisis desde una Semiótica considerada como una lógica del sentido
Cuento ocho patasFull description
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Descripción: Análisis semiótico del cuento "La gallina degollada" de Horacio Quiroga.
UN CUENTO CON GATOS Había una vez un gato negro que tenía
la
cola blanca y una gata blanca que
tenia
la cola
negra. Pero eso sí, ninguno de los dos estaba conforme con su cola. El galo negro quería tener su cola negra como el carbón y la gata blanca quería tener su cola blanca como el algodón. Muy pronto se pusieron de acuerdo: tenían que cambiarse las colas. Claro que, para eso, necesitaban necesitaban ayuda. Y la buscaron. Por un caminito derecho y doblando fueron a casa del carpintero.
—Buenos Buenos días, señor carpintero —dijeron—. Yo soy, c omo usted puede observar,
un gato negro de cola blanca, y el l a es, como usted
puede observa. ob serva. Una gata g ata blanca blanc a de cola negra ¿Quiere ¿Quiere cambia cambiarnos rnos las las colas? colas?
—Oh.... no se puede —respondió respondió el c arpintero con voz ronca---. Yo no tengo con que pagarlas. Pero no se aflijan, les daré una idea. Vayan a casa del tejedor. Y los gatitos fueron a casa del tejedor.
—Buenos días, señor tejedor —dijeron a coro—. Yo soy una gata blanca que tiene la cola negra y él es un gato negro que tiene la cola blanca. Y lo que queremos es cambiarnos las colas. ¿No podría tejernos para mí una cola blanca y para él una cola ?
negra
—Oh... no puedo —se disculpo el tejedor —. Los gatitos son muy juguetones, los conozco bien. Y si encuentran la punta de la lana, la destejen en un segundo. Pero no se preocupen. Les daré una solución. Vayan a casa del pintor. . — Buenos días, señor pintor —saludaron los gatitos—. Yo soy una gata blanca que tiene la cola negra y el es un gato negro que tiene la cola blanca.¿No podría pintamos las colas?:
—
¿Pintarles las colas? ¡Pero cómo no! —dijo el pintor. Y se las pintó.
Muy contentos salieron el gato negro con su cola negra y la gata blanca con su cola cola blanca. blanca. ¡Al fi n lo habían logrado! Pero cuando llegaron a su casa la mamá no los reconoció.
— ¿Dónde están mis gatitos? —preguntó —. Yo tengo un gato negro de cola blanca y una gata blanca de cola negra. Fuera, fuera. Ustedes no son mis gatitos. Y los gatitos se fueron a llorar su miau, miau, al tejado. Esa noche llovió. Y el agua poco a poco, gotita a gotita les destiñó las colas. A la mañana muy temprano volvieron a sus casas y la mama los recibió con alegría. ¡Esos sí que eran sus gatitos! Su gato negro con la cola blanca y su gata blanca con la cola negra.