Descripción: e. e. Cummings Breve antología poética Poesía norteamericana American Poetry
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Punim Seminarik :Raprti mes procedures penale dhe procedures (kontestimore)civile?Full description
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Sahifa e Kamla e SajjadiaFull description
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Tristán e Iseo Lrrnas UNrv¡ns¡r,ns
Edición de Roberto Ruiz CaPe11án Traducción
de Roberto Ruiz Capellán
euINTA BolclÓN
CATEDRA LETRAS
LINIVERSALES
I
El porv¡ DE BÉRouL Y LAs orRAs vERSIoNES lil presente libro ofrece la primera traducción española -salv^o error- del manuscrito 21,71 del fondo francés de la Itilrlioteca Nacional de París. Contiene una novela cuyos protrrg()nistasson los célebres amantes Tristán e Iseo y de cuyo ,,r.,t,.rr, po, el contrario, apenases dado conocer el nombre: Bér,,,u1.fiesgraciadamente,él manuscrito sólo nos ha transmitido lrr ¡rarte central del poema, algo menos de 4.500 versos octosíl:rlros.Aparte de esta doble y grave amPutación del comienzo y lrn¿rldel relato, lo conservado está lleno de iagunas menores' ,lc fhltas, de versos y palabras difíciles o ilegibles y de más de rrnr contradicción. l)ero, por fortuna, no fue Béroul el único escritor medieval lrrscinadopor el sobrecogedor y tnágico destino de la pare¡a, con certeza quien fue lxrr más que resulte imposible establecer ,l ¡rrimeró en poner por escrito la hermosa leyenda y cuál es el ,,r'ilen cronológico, siquiera relativo, en que escribieron algurr,,sde los escritoresmás antiguos. Se suele admitir sin demasiadosinconvenientes que' al igual ,¡rrclos héroes épicos, Tristán e Iseo fueron objeto de cantos livendrlan las li,nlos a la composición y recitación oral. Luego ,liferentes versi,cnesescritas más antiguas que poseemos, las t'rrales,junto con otras que sin duda se han perdido, derivarían rlc un poema anterior, en francés, que seríael arquetipo. Como t¡uiera que sea, tres son las versiones más viejas que nos-han licgado, cuyos autores, Béroul, Thomas y Eilhart von Oberg, .ráibi..o.r'..r el último tercio del siglo xrr o Poco antesr' Tral)espedida de Tristán ante el rey de Irlanda. 'l'ristán se compromete a llevzr z Iseo a Nf arco
I Al comienzo de Ctiges (v. 5) Chrétien de Troyes declara haber escrito Del llel Marco1 de la rabia I"*, prto'v este recuerdo se reduce lo que se conoce de
lql
dicionalmente, se han considerado los poemas de Béroul y Eilhart como los representantes de una llamada uersióncomún, mientras que el de Thomas y sus imitaciones han sido calificados de uersidncortés.Los rasgos que han permitido esta diferenciación no son tan evidentes y, en todo caso, hay que tomarlos con reservas y- matizacrones: Pierre Jonin creyó justificado, incluso, mantener una postura diametralmente opuesta. La redacción del poema de Béroul, escrito en una variante normancia de la lengua de oi/, se sitúa -tal es la divergencia de los investigadores- en el amplio lapsoque va de 1150 a 1195. Pese a lo tardío de esta última fecha, numerosos rasgos del relato bérouliano a pensar que estamos ante la versión ^utorizan más cercana de lo que pudo ser el poema común primitivo, privilegio que comparte la novela de Eilhart. En efecto, son abundantesen Béroul las escenasambientadasen una atmósfera de lejano arcaísmo y salvajismo extremado: baste con rccordar el enano Frocin y sus artes, la entrega de Iseo a los leprosos, la estanciade los amantes en el bosque del Morrois, el arra qae nafa//a, el episodio del Ma/ Pas y de la BlancheLande, la muerte de los felones, etc. I-os personajesmismos, al margen c'lela ambientación, producen esa misma impresión en variaclasocasiones. I-a técnica de composición, popular a veces, cercanaal arte de los juglares del cantar de gesta, la estructura relajada del coniunto, la frase úpiday, en general, escasamentearticulada, la inexistenciade la descripción pormenc.rrizada, el gusto por lo real y concreto contribuyen a redoblar esa sensaciónde arcaísmo, tan ajeno a la escritura de los contemporáneos Thomas o Chrétien cleTroyes. El fragmento de Béroul apenas aborda la vida heroica de T'ristán, salvo cuando hace referencia a sus hazañasdel pasado,
esa reclacción. Sin embargo, del Cligás y otras obras suyas cabe deducir que o bien Chrétien escribió un Tristán muy distrnto del que conocemos por otros autores o que cambió radicalmente de pensamiento en el curso del tiempo. Un desconocido, La Chévre, debió de redactar otra variante de la leyenda, si se ha de creer al autor de la segunda brancbeo episodio del Raman de Renart (versos 3737 37, ed. Mario Roques). Thomas menciona a juglarcs y escritores, entre ellos Bréri, que cantaban a Tristán (ms. Douce, vs. 841-51). En cumto a Béroul, véanse vs. 1265-68 y 1789-90.
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y ello permite conjeturar que el tono de la primera parte perdida debió ser, verosímilmente, más épico. Con todo, el mutilado relato no se distingue por la abstracción y la introspección características de los novelistas del momento, sino precisamente por lo contrario: domjnan la acción, el ademán,el movimiento, las situaciones reales y tangibles por las que pasan los amantes, los objetos, la realidad circundante. Esto no quie¡e decir que sea un poema plano y sin profundidad:.sucede que, como el autor del Roldán, Béroul ha oprado por mostrarnos el alma de los personajesa través de sus actos, y no mediante la reflexión o la descripción de sus estados de ánimo y motivaciones. Incoherencia, elaboración deficiente, ausencia de plan de coniunto son defectos comúnmente achacadosa esta versión, hasta el punto de haberse llegado a explicarlo como efecto de una autoría múltiple, dual al menos. Lenguaje y esrilo producen, sin embargo, idénticas resonanciasdel primero al último verso, y los protagonistas, y aun otros personajes,son, en todo lugar y circunstancia, fleles a sí mismos: una profunda coherencia de acción y de caracteresinforma a todo el poema, a pesar de las apariencias,pero, en efecto, no se trata de una estructura planificada al estilo de Chrétien. El arte de Béroul, franco, directo, dramático, se propone entusiasmar Con la singular grandeza del amor de los protagonistas,conmover con el relato de su áspera vida las más profundas fibras del sentimiento del lector o del oyente: el auror se sitúa muy lejos de todo intelectualismo y da la impresión de ignorar el deseo de ser admirado por el rigor lógico de su historia. En ello reside, acaso, uno de los atractivos más irresistibles del Tri¡tán de Béroul: en lafalta de respeto por la convención retórica y cortés (rebeldía de autor que bien pudiera ser fntimanrente solidaria de la de sus héroes), en su vigor expresivo, en la frescura y espontaneidad de personajesy situaciones que crean un mundo. de insólita naturalidad, de ruda e incomparable belleza y de honda autenticidad poética y humana. Aunque lo que nos interesa, obvi¿mente aquí, es la obra de Béroul, aportaremos sobre las demás versionés algunos ciatos para satisfacer la curiosidad de algún lector que se acerque a Tristán por vez pimera.
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Del poema de Thomas, escrito en dialecto anglonormando entre los años 1170-1190, sólo nos ha llegado un sexro de lo que debió de ser su totalidad, repartido en ocho fragmenros. Esta obra abunda en momentos sobrecogedor.. v *bli-.r. como el de la salade las estatuas,el diáloqó de Iseo con Kariado y, sobre todo, el trágico final de los amantes, episodios ignorados del fragmento conservado de Béroul. Las diferencias con el relato de éste son enormes, pero proceden no sólo del caracterlstico temperamento de cada uno de los autores, sino de lo que el azarha.querido conservarnos:el fragmento bérouliario, en ignora prácticamente la separación de los .efecto, amantes, pues transcurre todo él antes del destierro definitivo dg Trigtán; lo que de Thomas queda pertenece, por el contrar1o, en su m^yor p^rte, al periodo del exilio del héroe en Bretaña. Así que e.!¡ggrns de ]!gTgs_ gs_g]je l3¡eparación y la au-
sencia,y de aÉi?Eiü", Có" ,ig;;
p-l.oui6iiia"a, atgúnosde
que hay ejemplos de notable calidad, eran a menudo de escaso valor, pese a lo cual condenaron al olvido, por muchos siglos, a los primeros poemas. Todavía existen cuantiosas imitaciones y traducciones a otros idiomas, ya sea de la versión común o de la de Thomas, como la Tristram Saga, del noruego fray Roberto (1226), el Sir Tri¡trem inglés (c. 1300), además de otras en irlandés, italiano (Tauola Rilonda, los Tristano), en español, catalán y gallegoportugués, etc. L a más óelebre de todas es con justicia la larga glp.p¡agió¡ qug de-fhqm4q rq?ltzó g,l3lewír¡.Qo.Sgfr.edg de EsgsfbPrgq y qge {ejó.incenclsra er}.,!erno.a .!220. La novela está escrita en una lengua refinada y de depurado virtuos.ismo, abundante en simbqlos. .de grun. rlgtez4 y qomplejidad, que exaltan el amo¡ humano a la categoríade lo místico y lo religioso, que aspiran también a ser consideradoscomo una visión global del mundo. De -la versión de Gqdof.¡_qdose inspi¡ó W,"agft.{ p?r:A,l? cryagiég,de su Trisrán e IsolQa. En cuanto a las versiones ibéricas, la tradición es discontinua y fragmentaria, pero cierta. Los datos más primitivos sobre Tristán e Iseo son poco más que simples recuerdos de sus nombres. El trovador catalánGuerau de Cabrera, en su Ensenhanen (1 150-1170), hace una larga lista de habilidades y poemas que su juglar Cabta ignora'.
sus fasgos dlstlntlvos: disfiñtivoil largós largos monólogos monológói en en la soledad, soledad,prolon_ prolongadas dlgrestóléSgadas digiesióléS-ilé ile ñtinuclosa rifinuciosa rintrbspección, pesimismo. Esquemáricamente,podrran expres expresaiSeasí aigunas de las oposiciones esenciales entre Béroul y Thomas: uniórv/separación, e,¿foúa,/depresión, confi anza/ ce\os, felicidaVdesdicha, acción /pzsivtdad, vivacidad,/morosidad, osadí2,/resignación, primacía de lo vital,/dominio de lo mental, éxito en la dificuhad,/fracaso, uso. recto/perversión (Iseo/etiche, Morrois,/Sala de las lmagenes),etc. Algunos caracteres de la obra de Eilhart von Oberg han sido ya apuntados: no los repetiremos, ni daremos muchos más. Contr4riamente a las otras dos, esta versión no está escrita en francés, si¡1o en zlemán, y tiene la ventala de haberse conservado en su integridad. Su escritura es directa y el ritmo veloz,comolos deBéroul, concuyaprimeraparte coincideengran medida, pero el autor germano cuida laorganización del conjunto y se complace más en la descripción de los hechos heroicos de Tristán, lo que, en contrapartida, produce un menor relieve de Iseo. Como muchos cantares de gesta y novelas, la leyenda de Tristán fue prosificada, ampliada, transformada en el siglo xrrr, desvirtuada: los relatos no haclan sino adaptarseal cambiante gusto de las nuevas generaciones.Estas prosificaciones, de las
Años después,Guillem de Berguedá, catalántambién, menciona al héroe de Cornualles en
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)::iT::^'^' .....deTristán, que a Iseoamabafurtivamente(vs. 182-86).
...nuncasin cuidado viviré, puesni Paris
l;nqftxcuitado'
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Los reyes Don Dionís (1279-1325) y Don Iuan I (1385-1433) conocen a los amanres. La bitlioteca áe Don Duarte (s. xv) contenía un Tristán no se sabe en qué lengua. Bastante más importantes son los cuatro lai¡ limtnares del CancioneiroCo/occi-Brancuti.No es mucho; con todo, la existencia de un Tristán porttrgaés, copiado en el siglo xrv, fue una realidad, de la que sólo queda, como vestigio, un breve fragmento. En castellano las referencias primeras son más tardías: oero siendo Alfonso el Sabio rey de Óastilla también, es impeÁJable que los castellanosde su corte ignoraran lo que su monarca escribía en galaico-portugués. De cualquier modo, la primera aparición de los célebres amantes en lenqua castellanaes la de El libro de Buen Amor (v. 1703b); ,.upur.Ln en el poemade A/fonso Oncenoy, reiteradamente, en los siglos xv y xvr. Consérvanse, además,cuatro versiones (ss. xv y xvr) del romance que R. Menéndez Pidal titula . Aparte dé estas referencias"ybreves poemas, hubo en castellano al menos dos versiones largas, del siglo xrv, conservadas hoy en estado muy desigualmente fragmentario: un solo folio, de la Biblioteca Nacional de Madrid () y el manuscrito yaticano 6428 (El Caentode Tristán de Leonu) en dialecto aragonés, mutilado en sus primeros y últimos capítulos. Más tardía a éstos, se conserva íntegramente una versión impresa del Tristán de Leonís, con una primera edición en Valladolid (1501) y orras rres consecutivasen Sevilla(1520,1528,1533), de las que se hizo una refundición titulada Coronica iluerameflteenmendadal añadida del buencauallerodan Tristan de Leonis1 del re1 don Tristan de Leonis el jouen,sa ltijo (Sevilla,1534), que, a su vez, fue traducida al italiano unos veinte años después.Es muy probable que una primera versión castellanase realizaraenrre 1258 y 1343. No entraremos en el terreno de lo puramente conietural tratando de establecer primacías cronológicas entre los diversos
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Tristana ibéricos o ftazando sus vías de oenetración en la oenínsula. Pero, sí cabe a1rrmar,a la vista áel legado textual'éxpuesto, que el tiempo y el azar, perezososen lengua castellana al principio, fueron menos destructores a la postre con las versiones de esta lengua que con las de sus hermanas peninsulares2. Se reseñarán,para terminar con esta presentación de textos, algunos de los poemas, en francés, completos, pero de carácter 2 Es un breve resurnen de lo que sobre el Tistár en España dice A. Yllera en Tristáx e Ino, Mzdrid, Cupsa Editorial, 1978. Damos una reseñabibliogrzífica de los textos enumer¿dos. Erenbamm, ed. Martln de Riquer en apéndice a su I¿s Cbansorsdegxte Fran¡aisr,2.^ ed.,Parfs,Nizet, 1968. El ¡imentísde G. de Berguedá es el núm. 96 de Ins Tmadur, vol. 1, ed. de Manín de Riquer, Barcelonl.,Planetz,1975. El Tristary de Andorra fue publicado por Aramon i Serra en Mílangx Rita Isj eane,Gembloux, Duculot, 1969. El Tristanl deCerueralo fueporA. DvániSanpercen EstudisRonánhs(Llngra i LiteratarQ,II, Barcelona,BibliotecaFilologicade I'Institut de la Llengua Catalana,IX, 1917. La citada cantiea de Alfonso X es la núm. 411 del Cancimiro da BibliotecaNacimal,anigo Cotrci-Branmti (ed. Elza Pa-xecoyJ. P. Machado, Lisboa, Revista de Ponugal, 1949), o la nrim. 25, tomo IV de Caltigu deamordostrwadorr galcgoportryarr (ed.J. J. Nunes, Lisboa,Centro do Livro Brasileiro,1972). Panlos uatro lais,véaseedición citadade E. Paxecoy J. P. Machado,vol. I. Fmgmmtode *n
c.s.I.c.,i962.
, ed. Bonilla y San Martln en Anahs dela literataraespañola, Años 1900-1904,Madrid, 1904. El Cumtod¿ Trirtáil d¿l4on6, ed. G. T. Northup, Chicago, University of ChicagoPress,1928. Reedicionesde lasversionesimpresasdel Tistán delilf,ts castellano: La de Valladolid de 1501: ed. Bonilla y San Martín, en Sociedadde Bibliófilos Mad¡ileños,VI, Madrid, 1912. La de Sevillade 1528:ed. Bonilla y San Manín, en übros de Caballeríu.I. CicloArtúrico. Gclo Carolírgeo,Madrid, Bailly Bailliere e Hilos, 1907. Nueva edición de Sevill¿ 1528: con prólogo de F. Gutiérrez, Barcelona, Gredsa,19ó5. Edición de I. B. Anzoategui,BuenosAires, EspasaCalpe,Austral núm. 359, 1943 (no mencionael texto que edita).
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r episóclico,porque sólo relatan momentos aisladosde la historia cle Tristán-e Iseo. En los tres que aquí se mencionan Tristán abanclonasu c'lestierropara vet en secreto a su amada' En el más antiguo y breve (118 octosílabos), el Lai da Chieurefoilo cle Nlaría de Francia (c. 11ó0)' Tristán se La7 de la esconcleen el bosque Para ver p^sat a la reina, a la que adviertc cle su presencia-medianteuna rama de avellano que, cuida.losamenic grabarla,deia en un lugar visible',del camino' La vicla cle los amantes es como Ia de la madreselüaenroscada en el tronco clel avellano: iuntos,Puedenvivir largosaños, mas,si alguienpretendesepararlos, muereel avellanoen brevePlazo otro tanto. y la matlreselva
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es el terrible verso que, tornado prosa, emerge, casi ocho siglos después, de Ia pluma del existencialistai <>4.
ApuNr¡ soBRELA EoRrr¡cróN DE LA LEyENDA Apenas arañaremos la prolija cuestión de los orígenes de la leyenda, sobre la que existe, al igual que en torno al nacimiento del cantar de gesta y de la novela, una vastísima bibliografía y un número de teorías que se apoyan y matiz n, o se oponen frontalmente. clasificaba ya las fuenJean Bodel, en su Cantar de los Sa.1ones, tes de toda la narratla francesa de su época en maÍeria¡ de '.l+*-r-Francia, de Bretañá y 4@ ----,--:-:--
gre-
colatina). La de Tri¡tán se ha considerado tradicionalmente -. como brotada de la segunda y, efectivamente, son numerosos Pero
a Albert Camus,& Mltbe deSislpln, París, Gallimard, 1942, pág. 17.
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pare,a,"perose dan frecuentes parecidos entre nucstra historia y lor .áutot de raptos irlandeses (aitbeda), en Prrticular el que il.,ro po. título Diarmaid 1 Crainne. Las divcrgcncils no son por eso..En-cqal!!o a Co{nualles, la cultrrra cclta ha-..roi., bía sido barrida, aááá-.i ttgl" *' po. iu ocup';rcicinanglosaioñL'-'Áfiñ;á-dó talpoiiáéión celta.- pero relativizdndola, calie aún plantear el problema de su lugar primero
5 Hasamos ( l i t o r a l d e l _ a Mrn ch r, cl u c l xr r clkr lir t lr ¡ r r liz:¡ kr N( ) filr ir lr ( líil. r r tt cl ti c m po es t o s n ó rd i co s<:l vi cl a ro nsu i ctlgt,a, lt¡ ,r "lt,li"nr tl lr t r r r ttr ttttr ' ' y or l0ó6 s u poder o s o d u q u e Gu i l l crmo cl (i r nc¡ tr isr r tktr ( xtr lxi ltll' ,lilt( llt: r lttr r tttlt gcttc r ac i ones l a n o b l e za i n su l a r h a l tl tri fmnt' ór ,.tt st¡ vltr iltlll< ittt¡ llottt' r ttlr lttll' y c n angl on o m a nd o se e scri b i rá n i n apr ccialr lcst,l,r lls tlt' lr t litt r r tlttr ¡ tttlttltcvr l'
I'til
nes de variada procedencia, pero, antes que nada, la creación genial de un poeta, de poetas de rara inspiración.
CoNsronn¡cróN pREVTA soBREEL AMoR El orden social funda su equilibrio y supervivencia en la o capacidad de adaptación de sus componentes individuales, y, cuando falta esa adecuación, echa mano de la absorción o represión de los elementos perturbadores. De ahl que toda pasión desmesurada individual sea considerada injusta y lesiva. Como pasión, el amor, clarividente o ciego, desborda las márgenes establecidas,subvierte valores consagrados, no admitiendo más soberanía que la de su poder: el rito del amor es dual y solitario, al tiempo, y excluye a la comunidad como testigo. Así las cosas,el amor no tiene más vías de subsistenciaque la sumisión al iuego social y la sublimación, por un lado, o la clandestinidad, por otro. De esa manera, el amor cortésesqüvará la convención social cubriendo la relación amorosa de un absoluto sigilo, secreto tanto más necesario cuanto más íntimas sean la unión y entrega de los amantes: trágica y hermosa ilustración del precepto del silencio nos ofrece La Cbastelainede Wrgi. Chrétien de Troyes, en cambio, trAtMá de armonizar amor y sociedad sustituyendo el adulterio por el matrimonio, concediendo una importancta capital a la proeza o cumplimiento del deber caballeresco6y evitando, por otra parte, la natural erosión de la pasión por la costumbre mediante una aventura sin fin en la que el amor, aunque ya logrado, no sería nunca una conquista definitiva, sino siempre provisional, es decir, necesariamente renovable por el esfuerzo y el mérito. Tal podría ser la conclusión que, entre otras, se desprende de Erec et Enide y de Yuain. Frente a Tristán, ignorante de la moral. la mo:al de Chrétien es terapéutica en la medida en que ahorra sufrimientos al individuo y evit" su aniquilación, y es profiláctica en cuanto que aleja de la comunidad el peligro de
ó También el amor nrtís contempla este aspecto, en cuanto que es, debe ser, generador de perfección y proezay, por tanto, socialmente benéfico.
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a a contagio: pero esta actitud resta Profundidad-y autenticidad Perceval' a y Lancelot a acuso, sus hé"roes,si salvamos, clelamor cortés Como quiera que sea' los poetas y-teorizadores (-hrétien de y secreto del confían dé-asiaáo en la peiennidad t¡uc puecle cn la compleiitlzrtl Troves simplifica excesivamente p, es.nt",s..la rela ció nam or os a: lac lant lc s t init lir c lc s t ¡ t l d í a p ú . tlica noticia, la solución matrimonial pucclc hall^rsc r¡lrrurada. la rel-os amantes, entonces, no disponen clc miis rccurs() qtrc la rlccir, cs cc>nlurnirlatl, l¿ a renuniia la o amor su nuncia a ;tunqucsin hui.la y la marginación:esto es lo quc.
i l mor y l l t i r n t l t l , t ¡ t r izií, y l) ( s( ' ll st¡ ( ' llll( ' lllilllll( tll( ) ' lt' irl tl i vi c'l ual m uc r t c c < l i n t ' i t l c t l : i , , t,lu ' ., ( ll stl ;ll' t' :1 2 ,' |\tllx' lÍltl v c liv c r s c >p r r l t r c i t t l c glitr kr ctt llt r ¡ lr ltl;r tl'
lt"l
Le soRpnrNoENTEHoNDURADEL PoEMADE BÉRouL Las contradicciones del relato de Béroul rata vez son lmPutables, salvo alguna debida a descuido o despreocupación,a incoherencia del autor, sino a la complejidad, o, meior' al carácter ambiguo de la materia que trata y su intrínseca polisemia. La realidad del relato bérouliano es tan rica, huidiza, que el lenguaje convencional es instrumento imPotente Para ahondar en ella: es una realidad indecible que sólo cabe exPresarseen el modo de laparadoja, de la contradicción, en la coexistenciasimultánea de oposiciones. Cada uno de los objetos, de los lugares, de los episodios, cada detalle de la conducta de los personajes se comporta a modo de cristalino poliedro cuyas múltiples caras proyectaran en todas las direcciones irradiaciones sin número, polícromos refleios, guiños que buscan la complicidad del lector -oyente, acaso,en el pasado- y sirven para orientarlo, pero que a menudo pueden descarriarlo sumiéndolo efl una encrucijada de dudas o, tal vez, de significados que se acumulan y superponen para afirmarse o negarse. ; ; . Expresiones o situaciones análogasa las citadas, que proceclen de la experiencia mística y de los textos bíblicos, son frecuentes en Béroul y, en general, en cuantos escritores trataron de la mítrca parcia de Tristán e Iseo. Esta coincidencia de los autores en el empleo de la contradicción, en el hermanamiento de términos antitéticos, en la oposición de términos idénticos parece tender a inducir la idea de que la experiencia de los protagonistas rebasa el ámbito de la cotidiana existencia, está Por éncima de los principios que regulan la conducta del ser humano, aPunta a una realidad superior o a varios niveles de realidad. Acaso, sencillamente, la vida, en su transcurrir, es ya de por sí harto compleia: por trivial 9!e P^rezca, cualquier historia humana es una historia de tanteos, de aspiracionesy sueños mal cumplidos, y tanto su principio como su flnal están envueltos en las sombras del gran misterio. [,t]
()uien lee a Béroul puede tener la impresión cle que lo que prrJ.. .ro es o de que cada cosa son muchas cosas al tiempo' Y .ro.. solamente ú conducta de los amantesy otros personaies lo que resulta ambiguo; los elementos mismos del pals'a¡e'.pese a .., apariencia inerte, son esencialmente activos e irrecluctibles a Ln solo significaclo,son múltiple y contraclictoriamente tres momentos principales del interoretables. io-o."-os de los amantes baio el ¡rino, su la cita f.asÁe.tto bérouliano: estancia en el bosque c{el l\lorrois y la asambleacn la Blanca |,anclaj. (,ac{auno cle los tres escenariosse deja dividir en
El eneaentrobajo el Pino lincaramaclo en el árbol, NIarco ocupa cl lugar privilegiaclo clesclccl que pocler salir cle la cluclaen lo refcrente a las relaciones de su .t¡ror^ y su sobrino. Pero otro elemcnto del paisaje' la fuente, f..r.tt^'el intento, procluciendouna inversión, no sólo virtual sino real, cle las posiciones: lo que estaba arriba está abajo, Tristán ve la imagen de su tío huntlida cn el espelo rlcl agua, pucliencloafirmarse en rigor quc scilo i\larco cree es,^r ruliAo al pino; la posición elevaclac{e Nlarco -itambién la 7 Salvo en alusiones, se tratará sólo de la versión de l)éroul y' dentro de ésta' en in.licados, centrándolos en la pareia y,no ahondando a. los ir*.pi*.lios zigzagteante'.z otros person;ies. Por otro lado. se seguirá una lfnea expositiva de clirccción de ia la que el autor parece Invltar' proat,u'ido resaltar los cambios en cada recodo' ;;b;;. u los histintos planoi de significación que aPareccn
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referente a su jerarquía como rey?- es una reaüdad engañosa, la fuente ha transformado lo real en ficticio y el refleio ondulante en verdad. Todo el juego de la escena es posible gracias a que Nfarco no está donde cree estar o cree estar donde no está: seguro de asistir a una cita secreta-es decir, sincera- de los enamorados, está contemplando realmente la representación teatral de dos admirables actores que interpretan improvisadamente un guión sin flsura con tal poder de convicción, clue la ilusión y la mentira adouieren la solidez de la certeza. el adulterio se convierte en legitimo y casto afecto,y la restricción mental en verídico juramento. El culpable es exculpado, la víctima, escarnecida: es la clásicaimagen, tan del gusto medieval, del mundo al revés, en que el cazador es la presa, la paloma persigue al neblÍ, huye el galgo al ver la liebre8 y el que fue a por lana es trasouilado. Tódo el saber adivinatorio y astrológico que el enano Frocin había puesto al servicio de Nlarco parccía augurar que el rey obtendría el favor de las estrellas y no sería engañado en esta ocasión, pero la acción combinada del pino, de la fuente y de la pálida luz lunare da al traste con esta previsión. Una profunda armonía une a los amantes y a la naturaleza -- 283).
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en la Tristán con el árboll0.'Estructura análoga se cncuentra relafntima la misma que en ambiguo, juramento escena del con ción que suelda a Tristán y a Iseo une al marial cenagoso la - luminosa Blanca Landa. Nlorrois' ó^J" l" amplitud e importancia del destierro en el lugar' invertiremos el orden del relato pa:iattatarlo en último
La asambleaen la Blanca Landa del reEl episodio tiene más analogíascon la escena inicial el helato béiouliano que acabamo, de totentar: en concreto' siglos nuevo' cle en que' cho de constituii una representación los.saAquí' unlvocos', áe significados nos no son portadores salud' el nos pueden .e. leprosos,el lJproso goza.cleenvidiable es la ambigüedad la fiscal, al los iueces y eiecúta ,.oiurg^a relr' y hace verdatl la oura evidencia ' engaD. .rr" lado están las negras ciénagas de superficies huel rostro es amenazadoresl ñosas, cle inclecisos .o.rtor.,ó, la.naturaleza' de inquietante, e repelente que milde, a la vez la Blanca Sobre la otra orilla extiéndese el verde prado cle brillo' el el y belleza la reina l-ancla, bañado por el sol, clonde se dan que ser del y materia la cle caras Dos luio v ia armonía. descut"'.rpotdu, pero que, indisolublemente unidas, se miran charca la la apariencia: de allá brierido ,., i.tti-á identidad más obscura etaPa su en traflsformación, y es la materia en Proceso pero, al igrrai q.te la.noche es camino hacia el día' y-g.Ái""t, hombre' sin Ll'^ariol .r'pu.o obli--gado'quelleva a la luz' EI Marco-y.sus y apariencia' la de fiecuente víctima emb^rgo, es Landaiuz' .o"..¡&ot han decidido en su cegueraque la.Blanca traidorescoñe iuzgue al la -los f^ngoro marial, que *. .--,rncio ^í de Tristán' No han caldo en la cuenta cle que' en Pro-;;,.
de todo recinto sagrado, contiene los elementosesenciales mitologla bretona: la "**^rio d:.h gran otro en presentes roca, y árbol, fuente lugll (Yuain) deBrocéliande bosque eiel de Barenton fuente . "l' ae.Ce]5¡3' t-". i¿.n,in.^.iones que hemoshechoson siemprearriesgadas flca y tlexlextraordinariamente es ro *n 1", únicas:la significaciónsimbólica al árbol' por üL. u biet pudieraverie a Tristán en la roca alzaday considerarse más ambizuo,como slntesisde Iseo y Tristán'
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ccso inverso y paralelo, ellos están compareciendo ante otro jucz que, más sumario, tiene ya su veredicto y preP n^ la ejecución: subiclo en el humilc'le sitial de barro seco, rodeado de charcas, el Tristán domina'el mundo,. Pregunta a cuantos pasan, pide limosna, atiende a las demandas, inquiere, al;suefve y conclenaa los que llegan; unos pasarán limpios las charcas, pocos; otros no poclrán evitar ser salpicados;los más culpablcs se hunclen en el cieno, y esto es sólo el anuncio o figuración clesu muerte inminente¡ Una iclenticladsimbólica e imaginaria esencialune al leproso 'l'ristán y a ese fangoso piélago: la costra les es común; la misma rclación existe entre el i\lal Paso y la Blanca Landa que entrc el Tristán cubierto c'lebubas por fuera y el Tristán que se esconde, lleno de vigor y de belleza, y que enseguida hará su justiciera irrupción misteriosa en la l-anda. Igualmente, puecle clccirseque si, a pesar cle sus oposiciones y contrastes, la Blanca l-anda y el NIal Paso constituyen una unidad indivisible del plisaje, es porque inclénticoscontraste y unic'ladse dan entre la refulgente Iseo, de cabellosde oro, y el obscuro Tristán: el contrxste de la belleza y la fealclacl,cle la salud y la enfermedad, cle de los parias; la más alta jerarquía social y el más clesheredaclo cscncial unic'laclsimbolizac'la,sobre toclo, en el gesto clel héroe llcvanrlo a sus esoalclasa la reina cle Cornualles. El enfermo quc aparcce es Tantristl, pero bajo la costra está Tristán: los clos son uno solo; lo que cambia es el moclo de manifestación. No es más real el munclo cle Nlarco que el de Tristán, ni lo bello más que lo feo, ni la Blanca l-ancla más que la charca: lo rcal, lo superreal, es la coexistencia de esasoposiciones, la allr A propósito de este episodio G. Bachelatd vería gustoso en Tristán un complejo de Caronte, el barquero de las lagunas infernales: un Caronte vengativo y justiciero, pero budón a la vez. Iseo misma parece vedo asl cumdo comenta con humor que las limosnas recibidas podrían serir a Tristán para comprarse (un asno que pase el cenagal> (v. 3975). Un irónico contraste está en que un asno no es una barca. En el verso anterior, la reina proponía como alternativa el oficio de pastor, que Hemes ejerce en una de sus variadas advocaciones. Un oficio y otro tienen en común la función: conducir las almas. Tristán subido a la (motD de la charca recuerda al Nlarco encaramado en el pino, aunque los resultados de ambas situaciones sean opuestos: Tristán paria reina desde el fango; Nlarco rey es burlado en su alto pino. 1: En algunos episodios de otras versiones y en la Folie elhéroe, disfrazado e irreconocible, emplea el reverso de su propio nombre.
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r la luz y de la sombra, de la salud y de la ternancia y ^rrrroníade El ¿roma de la rosa está en el identid'ad' su honda .r,]..-.¿á¿, barro. lmPlacaEl juicio de Tantris ha sido certero y su sentencla (iovernal y el ante muerto han bl* uíg.,.,o, cie los ¿ otros les Neg.;de la Nlontaña, nuevo disfraz de Tristán; Arturo por presidic'lo .orida ig.ral suerte. En el proceso oficial de sobrino clel y lseo de inocettcia ü patente queclarátambién absuclto' reo, el sido ha El Ñlrr.o. iuzgado'. iuez Ia apaEn c,r"nto a la lepra, y deiando ahora el-mundo tie eneste 3771)' (v' verc.lad de ieproso Pero riencia, Nlarco es el que.el lo acompañan' los que de nadie ni entiende, no fermo ver cletrás clel certero diagnóstico vaya con é1, es incapaz tlc que es razón; lo y por-delirio serio lo ,reio y tomi en bromá riendo> (ver con cllamis tlescr'l'risrrirr. -t
u.nrt.cstructuraque Iuego Erte breue cliálogo cntrc Mrrc. y'l rist:frt lx)sc( tNncn lls rcthcci<'llcs dt'l¡ lt¡/ic l'rislan' donde será transpuesta y "-plificntla vcr r.t.ristán cn cl k,
tlccir que la turba de leprosos son, en este trance, los mejores Irliaclosde los protagonistas. N{ás aún: el autor, que ha hecho rntcrvenir a esteconplot(v. 1231) de enfermos y que más tarcle clisírazaa Tristán de lo mismo en el NIal Paso, podría perfectamcnte haber optado por disfrazarlo en este episodio de la holector se la habría reprogucr^, y con esta argucia -ningún chaclo como carente de verosimilitud y ajena al carácter de 'fristán- liberar directamente a la reina. En esta identidad o complicidad, y no en la nobleza de Tristán, habría que ver tal vcz,larazón de que el héroe no quisiera hacer daño a los leprosos (vs. 1265-70). Béroul los identifica solapadamenteen varias ocasiones, pero contentémonos con señalar el rasgo común del ardor. El leproso Yvain, pintando un cuadro horroroso de la vida que espera a Iseo en su compañía, comenta ante cl rey, en el lugar de la hoguera: Señor,hay en nosotrosun ardor tan grande, quebajoel cielono hay mujerqueun,solodía pudierasoportarnuestrocontacto(vs. 1195-97). El Tristán disfrazado de leproso comentará, a su vez, que con las limosnasque le den 1...)beberáa la saludde todos: t^n gtan ardor sientedentro del cuerpo, que apenassi puedeecharlofuera(vs. 3656-58) por mucho que beba. No ha de hacer falta discutir que la serie lebra --> ardor -> sed --> aino es de la familia de esta otra: amlr --> ardor --> deseo--> bebedizo.Iseo es eI uino, vino de amor o louendrin,c^p^z de saciar la sed-deseo de su leproso amante, pero, al mismo tiempo, es el origen de su lepra-amorra. En este episodio del Mal Paso, así como en la escenade los leprosos y la de la cita espiadabajo el pino, la realidad, la naturaleza,es engañosa,o tiene muchos rostros, lo cual, aplicado d los enemigos de la pareja, podría formularse diciendo que
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r pero, si el odio es lepra que corroe' el amor es lepra cuyo fueOdio y'amor mueven la rueda del mundo' y cada [-.á"t"tn.. es amor de i.to de los dos creá y destruye, a su modo: el odio pormúltiple lo de odio amor.es el diÁgrega; lo diverso Porque zr'il¡a hacia camino , porque rar'i''
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enelMorrotstl s,u.e1!k1
I-a estanciade los amantes en el bosque puecieconsiderarse' vida: en buena meciicla,como resumen y arquetipo cle toc'lasu episoeste lin tratarlo' al amplitucl cierta le claremos eso, por llio .".,trol clel poema son inslstentes las referencias al orclen que' cle las cosasmaieriales, en oposición al relato de Thomas' crea.un física' y externa la realidad con amarras rompienclo casi exclusivamente moral, psicológico' Para estos lar-rln.Io gos años de se impone, pues' un balance cle la reali. '
ilacl material. del Una vez escapadosde la muerte a fuego, en la -espesura alojaes"buscar los de ama-ntes qcup.aqión Nlorroi, hpgl..¡L"-erp miento Para d,ormir: en un monte (v' 1216)' Aquellanochedescansaron una Lalecturz de¡or parece indudable, aunque no sea'-en rigor, excluible' al menos errata por de¡m < e.t lo qr..eal sentido literal y simbólico se refiere' Esta suposilnterPretación tendría la virtud de convertir el monteen cuet)a, el ción más acorde con las imágenes de intimidacl que sugiere Foenla avalacla lado,está otro bosque y el sueño, y, 9r., poi lie áe ó*foÁrs, en la'veriión de Godofrctlo cle Estrasburgo' y' donde la c verna es obieto de una Portentosa clescripción 141)i\f{iÉlito, Rfutatio anniun Haeruitm,lX' néricas, XYlll,200. ls Luego escapamos al bosque, donde hallamos un hemoso lugar excavado en una roca y cuya entrada era estrecha (vs 863-66)'
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1r('rrso,en la novela de L'Escoafle,que describe una copa de oro <:rryosrelieves nananla vida de Tristán e Iseo y de cómo durmieronen la roca(v. 595)1ó. Dcjando de lado ahora el valor profundameflte simbólico de l¿ gruta, nada más verosímil en un medio salvaje que la utilización de un d-q,fp&i9,,1?Jp!{l.g¡ 9-a¡.odq urgencia: Tristán debla tcner motivos sobrados Para temer la persecución de Nlarco y tlc sus hombres. Más adelante, acaso al día siguiente, aliviado el miedo, el héroe en mano, construyesu choza:esPada corta las ramaspara hacersu refugio, cuyo sueloalfombróIseode copiosahierba(vs' 1290-92N, |-os valores de la,cahafla-y Ja grqfa .rpn,básicamEnfe,,r8¡'alrs. lln cualquier caso, el bosque proporciona una y otra: lanattualeza, 1,caen recursos, suministra la materia prima pata la construcción (de ahí sus nombres defullie, ranée) y aún ha de contribuir de múltiples formas a."Pg$.$."{rg{.]4.pupqrylv-ncia de los fugitivos enamorados, sin deiar de desempeñarsu función pries-.str,v.ivie¡-da mordial de ,gs*b¿f**prsgsge r. L\fuL/ip-.o fea¿/l¿rr,, hlbltr¡el,nej,"J dlchq, numsqosasfaüie¡, como se verá' Ocasionalmente, se refugian en la -h,1rrriJdenqorad"adel ermitaño y, con mayor frecuencia, debieron hacerlo en casa del guardabos1u9 Orri: allí, Numerosasnochesnos acostamos en Ia camaque mandó hacerpan nosotros(vs. 2820-21,). Aquí es también la naturaleza, -elhQsqug, el que a través de dos de sus personajes sigue protegiendo^a los ámantes. Su paiel benéfico.¡p.rQt"eEtaf.ya mucho ¡nás lejqs, y ,Béroul lo repite con cierta insistencia en versos que no dejan lugar a la duda:
10' 4' y l)orfirio' Cuntimes lmt6 Rocbe,mont, etc., significan ffecuentemente ¡fc.gefp> en los textos medievales franceses. Además, áebla ser ya célebre lt caver¡a en que se unen Dido y Eneas: pocos años antes de escribir Béroul, se había hecho una adaptación del poema virgiliano en que la escena de la gruta es descrita con detalle' 17 Véanse también vs. 1801-03.
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I Ya seencuentraTristán tan a seguro como si estuvieraen castilloamurallado(vs. 1277-78)' Tras la muerte de uno de'los felones a manos de Governal, el Morrois se hizo infranqueable desde el exterior, y nadie osaba adentrarse a causa de Tristán, que, si (temido era en camPo abierto, lo era aún más en la espesura>(v. 1728). El muro de terror que rodeaba al bosque era t^n inexpugnable, que los u-utrter podfan moverse en él a su antoio, sin miedo a ser sorprendidoi (v._ 1750). Volveremos sobre el tema del refugio
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para contemPlar su reverso. La naturaieza salvale proporciona abundancia de alimento a sus protegidos, sobre todo si, como Tristán, se es diestro con q.sp., P¡ecj saqpg19."'-la el arco 1vi. t ZZl - AO¡. P {,o.*.-qgaeel".$r}ÁLqff a la que se dedica de aparición, orden en el *ggldapsuprSción, la grut¿ comenzó en noche pasada primera la TriSn¿n.Cuando a desvanecerse en la luz del dla, el sobrino del rey tor,nó su arco, fuese bosque adentro y disparó su flecha contra el flanco de un corzo, que lanzó un bramido, brincó en el zke y cayó a tierra sin vida (vs. 1'279-89). Muchas habrán de ser las ocasiones en que el foraiido salga de caceúa: corzos, glmos, ciervos y ciervas serán sus presas18.Husdent, otro ser dela naturaleza, amaestrado a c z r en silencio, prestará cuantiosos servicios a la pareia, pues en solitario attap a sus presas' las camufla con hiÉrba'y iamaie y acude luego en busca de su dueño, al que gula hasta el lugar en que ocultan al animal (vs. 1627-35)' Esta funcióri nutricia de Ia floresta alcanza su mayor desarrollo al suministrar a Tristán un arma infalible: en aquel lugar del bosque que habitaban halló Tristán la rama del Arco qae no puis dé tal modo lo contruyó que' en cuanto un venado -falta, rozaba su delicado mecanismo, era venado muerto (ver(caza tienen en sos 1751-66). La despensaera inagotable' Pues abundancio (v. 1773). Alejados de los hombres y de la civilización,
l)¡ra cocinarla disponían de leña seca(v. 1295). Pero se rasgaban sus vestidos con las ramas de los árboles, los espinos y las zanas (v. 1647)te. El bosque prorege en sus cuevas y cabañas,alimenta a los fugitivos con sus animales2o, lcs garantiza la supervivencia y la libertad de amarse, pero el tributo que exige es riguroso. La caza abunda, Béroul no se cansade decirlo, sin embargo el verso 164 5 aftrmalacónicamente: De carnewiven,otra cosano comen. ljl consumo continuado y exclusivo de carne puede hacerla repugnante. Y es que, ..r .i de las necesiáadesmateriales, lo más sobresaliente en el-"r.o Morrois acaso sean l4s"",c¿rencias. (,ada vez que se mgncir]l^l:4 c\za, eg..p-_4_ra-,c-o.t1!r4starla a conti-
y *¿r ."rtiEniüü.I Lua-cJfu _-gqg._l_o-1 .¿ltmpntps"e.se"ncr4|es' Al ponersea cocinarGovernalla primera nf9d.g-91-y¡jZedo. pieza cobrada por Tristán, la piedad:
el poeta comenta, entre la ironfa y
iNo era nada fácil ser allí cocinero! Ni leche ni sal tenían (vs. 1296-97).
La pivactón de pan, en parricular, es f4.¡¡.r{s_,9.[sgsjya.p.esadilla: Fáltalesel pan.iCuángran penurial(v.1425)2t. En términos menos concretos y que pueden abarcar indistintamente tanto a la dimensión material como moral, Béroul incide incansablemente en la mi¡gri¿",privaciones,,"tcahaio y pen aIi d.adrs"{-e-.la."v.ida" dala.pareia : Ásperavida llevany dura (v. 1364), Padecióalll penasincontables y afanes(v. 1638), iSufrió alguiennunca tantasdesdichas? (v. 178\.
era menester que la salvaiina acudiera en su ayuda, en la floresta (vs. 1767-68).
re El ermitaño Ogrín tendrá que comprar a Iseo ropas nuevas para el dla de su reconciliación con el rey (vs.2733-44). 20 Ntuy indirectamente, Béroul menciona, como alimento complementario, hierbas y bellota (v. 1405), y la Fo/ie de Bema dice también (v. 184). :l Véanse aúnvs. 1644,1769.
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en los versos Las mismas tristes evocaciones se escuchan las propias contar no por más, otros y TZle, ilZn Z2,2135 el riguvencido que' en oueias de los amantes en el momento
especiede. u,.bui', parecen ;;Jil;;if"rd;; "'ób'u"'ou sobresf mirar de t'ezptimera' pot capaces, h"ce i".t$, que les por la debilitados y considerarsu postiación'Cuerpos ;i;;"t miseracabañas y grutas efl .r,,,Ju ,,i*.ridad, mal .obl¡udot zarzas'consumlbles,vestidosde haraposy arañadospor las, por las deslavados y áor'oo, el esfuerzoy'h zátobra'lavados intemperie' la de víctimas viento' ,át y al rf t ,.*ao, "t "tüt (v' 1646)' iCómo evitar que pierdan la color? vigor (v' 2132)' Palidecieron sus cuerPos' quebróse su
no hzy aguao PG d-3lr,,or,dela parefaes indestructible: La resolución lo.melle' que nieveque lo efltrlen,nr calamidad está necesariodestrno ft'té que lo llamarse -ri ui puede ser su de |1iqt{n-p1gtomadapar^ siemp,., y de lo has hondo gstealegatoante ei grmfq4io' y .tlrmurio, !"nqtaveáqf n-""lia, y confesión: que le irablade arrepentimiento Señor, amo a Iseo a tal extremo' oue ni descansoni duermo' I'-a decisión está tomada, irrevocable: prefiero con ella ser mendigo u vivir de hierbas ! bellotas del rey Otrán (vs' 140 l-06)' i". t.t J*0" delieino
Poco antes había descalificado al anacolg,!?*Sgng. il+p"z;*lYos no comprend éis la nzónl> (v' 1383)' "-g" aquí y en iáa"t lo, pa.afes citadot y comentados,hasta todos los elecuidado to" Béroul'dispone ot.o, "trno ..' p.-ar¡ehld.etérminos anfiGiiiosl así' -,r.fro, ;;;;;,;;gr"izándolos en el bosque oPone a contrvida ;;;á^ ;^tg; o elemento de la civilización t la en nuación su corresPonol€nte ,*'/Pul^'y^::l lu4Lr vr ¡
Jq
!v¡ !v"r -
Largo fue su exilio en el Morrois' Ambos padecen tonura igual' p..es el ,rno, si está el o,,J. tto siente mal (vs l ó48-50)' isufrió alguien nunca qalesdesdrchas? Pero por su mutuo amor no las padecen: por eÍ contrario, Eal¡r¡n de sí mismos libremente' bosque se escondleron' Jamás, desdc que en el bebieron dos seresPoción tal.
(. ... ............)
Nunca dos sereshastaeseextfemo s"9,4!14!.gll. ni tan caro lq,gCCA{p"(vs. 1784-92)'
y fisiga,a lo9"z{azos Esraabsolutai*:Xl*":eb.ili.4.d-.nora! anteloslímitesmismos .lc unanutrrul.ruttitli'"esia'rébéldía rle la condición humana hacen Pensaren ciertasexPerlenctassobrenatufales, que tienen la virtud de suspender el funcionamrenlas t" ¿. lot i."tiáos e invertir el acontecer lógico regulado por la de magia la por leves físicas: la pasión amorosa, vigorizada tan sólicon encadenó embriagó, d. ei[á: nácion --o .t^.idi llo, uin.üét'á'Tristán y ala rernay de tal fgrma los segregóde la contingenciadel mundo, que cada uno de ellos podla decir: . ü t-?.. > (v. 21 46)22 "Ñ; f^1"éi,"!iécisamente, una de las lecciones de Béroul, acaso. la m¿s hánda, Porque ia qué mostrar, coq empedernida insis-'. tencia, si no las paiec.n, las calamidadessin cuento gue soPoren el bosque? Sencillamente porque Béroul trn io, "q.lun¡.. ouiere forzarnos a admirar ia-¡gbordinación de toda la perso,ia. el acatamiento di'toáat las Éacultades,la ineficacia de la re-
ut p¡-,,"!qyg: lgion de og{n y la rendició4.de13.,r^-tu:?).e1?.y 1. Iáydel amorligado,al{iltro. Sólounafuetzamayot la"s,rp.ema .trbyrrga a otia. Diríase que estamos ante-una n turlleza y LLn supá."o anttnatúralez, cios potencias enfrentadas en un com-
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etc' Pero cautiva/rc\na' ,ie, r b^n^/palacio, ]it-:ry::i:l::
;:'.X il;i.-.;
Áspe.a vida llevan Y dura: tan hondo' fé?ó-su mutuo amor es q..e, estando iuntos, no si9li,en dglor (vs' 1364-66)'
f ,^r'^"ar""ista.;1e-':.:"::3]:?::son aquéllasen que se hacere-
t'J á. .r*tlt^.-e"tensamente-
Ferenciaal sufrimiento para neg rro" t,.l t) .1
22 El valor de este medio verso es muy problemático por ser una reconstructiene sentido' No imción: el manuscrito dice exactmente loi nenfai, que no porque la avala la totalidad del poema' es arbitraria, no la reconstrucclon lrrta;
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litlad inaccesiblesal resto de los mortales>24.Poseídos Por la fuerzamágScade la pasión y del bebedizo, por esa locura que el crmitaño ignon2s, iniciados en el hondo misterio del amor, los cnamorados se liberan de su humana condición, venciendo al tiempo e ignorando las miserias que le son inherentes. Con su sensibilidad p ra c ptaLrlo concreto y profundo de las cosas,con su arte magistral y directo, con la constante oPosición de realidades contradictorias y a la vez inseparables, con la anulación de Ia sensibilidadpa::a todo lo ajeno al anior, con la abolición del tiempo, Béroul ha transmutado en vergel la unfu"idea_fi A..e-,n-*C.tggga:lqgr-.en_c..r._Ona.directamgAtgnomenos selva, el antiparaíso en edén, el destierro en patria2ó. del.Msfroiscomounade lasmi{q¡[q.Ee-weces",enelepisodirc Relacionada con el tema de la vivienda, al que ya nos referiserias que deben soportar los amantes. Miseria, enemigo del mos, hay que hacer una consideración de importancia, aunque amor, ino es también el tiempo el dispensador de la felicidad habría otras muchas relativas,,por ejemplo, a la proliferación amorosa? En nada se resuelven tortura y gozo, si el tiempo no imágenes que surgen en la mente en torno a la chqp y la cle tranürre. Pero no es menos cierto que el lenguaie humano hecho, no es el punto imPortante el que los amanDe caverna. necesiia recurrir al tiempo cuando quiere expresar la eternites habiten aqul o allí, con mayor o menor incomodidad, con dad, y acasoen estos pasaiesse haya propuesto Béroul, con sus frío o calor, en fuágil refugio o en sólida mansión. Lo conmofrecuentes menciones, hacernos comprender la felicidad iqaltevedor es oue cambien incesantemente de residencia. Ni aun rable cle la pareja. De cualquier modo, lo que agranda desmeeso, sino lá insoslayablenecesidadde hacerlo y la duración insuradamente la vivencia de amor y sufrimiento de los amantes terminable de ese menester. El bosque, aquí, tiene otro rostro, son, precisamente,aquellaspalabras: diríase que, otr^ vez, el del tiempo destructor que nos persigue: no hay edén perfecto y duradero. Se nos insiste en que el i Señores,asívivieron largo tiempo uin berbé (bebedizo de hierbas, filtro) y el amor han abolido ,, en Io más recónditodel bosque. todo dolor, pero ¿no hay realmente ninguna limitación a esta ' Nluchotiempohabitaronaquellas (vs. 1303-05). soledades analgesia? iNo va a resultar el miedo más poderoso que el filI=3._increíble duración,_r-r;i;g$s..l"ade.sl¡s g[Av-F^dAd-misrna cpotro y la pasión iuntos? Perfilaremos e¡rseguida una respuesta. ",1 i 5*-*-..-*-,^-*' t, ,--t....'" pA-rep.e.¡esg:f_-x--c_1el"r"&{"a]..er.*mrtañs: Dos clasesde miedo acucian a los amantes. El primero es, d*.19.*_.;,!+*ggS -muy ampliado en Thomas, en digamos, uüqrn-q#ggCg4g Parcja acoralada, ia qué enormes desventuras cuya versión es uno de los grandes temas, como se indicó-, os arrastra el amor en su furia! que Béroul no hace qráq que'enq4eiaq"rna $ola..,vez, creo, iCuánto ha de ciurar vuestra locura? pero que parece hacer tambalear el principio de indiferencia al Hace demasiado que lleváis esta vida (vs.2295-99)23. dol or : es el r.rl!+tlLp dgJq$, .4t{t4tr-t9p,vero sfm ilmente in -!.9*1.T,"g.{. el uno al otro,la preocupación por un confesado, de perderse bate cuyo resultado se inclina favorable del lado de la pasión y del loaendrin. No es tan evidente la victoria: en todo caso. el autor no se gFlesfc*ig-flff.La condición humacansa de acumular {ara¡as "dR na, sq'rlglida*a 6Jey-de"lo;"sSfCS,#igg_,s, está necesaria e indisolublemente encadenadaal devenir, y Slgg*po gel gran deg"iJndo'las mdndna.d.e.-toda felicjdad, el agua qri.ffiHffi más encendidas pasiones, la humedad putrificante de toda ilusión, la decadencia,el olvido. Y, por ello mismo, eiltiémpg es
H^y orr^ locura, distinta -la mismade la que señala el ermitaño: aquélla que revela al que la padece (aspectos de la rea-
rr Véansetambiénvs. 1359,1637, 1648,1771, 2005, 2130-31,2135,2162, 2301-04, etc.
[t+]
2a M. E,lirde, M1tbu, ría* et mlstirr, París, Gallimard, Idées, 1957, pág. 103. 2s ilgnora? iAcaso Ogdn no cometió la loom de abandonarel mundo de los hombresy retirarse,tmbién, al bosquepor amor, por mor de Dios? 2ó Más adelanteseampliaráel tema del pataíso.
[¡r ]
el desasosiego de la duda, un atisb , Béroul añade desconcertante: posible
arrepentimiento,
Gran miedo tiene la noble Iseo de que Tristán por su causa se arrepienta, y a Tristán, a su vez, causa inquietud honda que por él viva Iseo enemistada [con el rey] y pueda arrepentirsede su amor desmedido (vs. 1651-55).
Hay otro miedo: a
jssque,l-$.ha,P,-tpgegi.s, pero el bosquees fortalezasl sus mod.áunáJ ól'rie éQüeIa pále¡a sécjIviái'ó6ii'ñiilenrrdb;ü; cia de su condición de proscritos y de que sus cabezasestán a precio desde su escapata: Governal, que es el oio vigilante de se lo recuerda a su amo ya en la escena del los edP¿morados, matorral: (...) el rey está enoiado contra ti, y están con él todos los habitantes del burgo y todos los de la ciudadela. A todos ha hecho sabet que, so Pena de perder los oios, a aquél que pudiendo hacerte Preso no te prenda, lo hará ahorcar (vs. 1029-34). Más adelante es Ogrín quien le advierte (vs. 1370-75). El miedo a Marco está presente durante todo el exilio en el Morrois, planeando sin cesar sobre las cabezas de los amantes el espectro de la muerte. Uno de los puntos más altos de Ia angustia es aquél en que los enamorados perciben a lo leios los ladridos de Husdent:. Su miedo es espantoso, lazozol¡ra les gana. Yérguese Tristán de un salto, tensó su arco. Al fondo de una espesurase retiran: sienten miedo del rey y gran angustra, pues dicen que viene guiado por el braco (vs. 1535-39)' A pesar de la nobleza del animal, Tristán llega a comentar que (perro que en bosque no se está callado no es menester a hombre desterrado> (vs. 1552-53).
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Cuando, al despertar un día, vio Tristán colgada en la cal¡aña la cabeza de uno de sus enemigos, degollado por Governal, (v. 1740). El miedo era tal que (no se aventuraban a salir a campo abierto; (v. 1770) en busca de otros alimentos: no sólo consumían exclusivamente la carne de los venados, sino que tenían que emplear las tretas de las alimañas del bosque, imitar su cautéla, emular sus movimientos. La parefa del Morrois no salvó su vida úniéamente el día de la escapada:se protegen dé día y de noche, desconfiados y, sin salir de é1, corren y reco,rei el bosque Por secretas veredas, huyendo sin cesar: la fuga no acaM el primer dla en la c vern , como en la versión clJGodofredo de Estrasburgo; su destino, en Béroul, es la no permanencia,el nomadismo: l-argafuesu huidaen el Nlorrois(v. 1648), Del lugar en que sealbergande noche sealejanpor la mañana(vs. 1360-61)' Sólouna nochepernoctanen un sitio(v. 1430)' No searriesgaa afincarseen un lugar; donde selevantade m ñan no duermea la noche ( vs.1 6 3 9 - 4 0 ) . Hasta el momento, los enamorados se han debatido contra la amenaza de la rriuerte, contra su presencia cierta, pero un tanto imprecisa; huyen del fantasma de Marco, que puede en.^r.ro... inarperadamente:es la angustia que emana de la espera clel peligro y de la ignorancia de la hora en que ha de sobrevenir. Peró ya no hay esPera:Iseo ha visto en sueños a dos heraldos de la muerte, dos leones que tiran de sus manos y quieren devorarla (vs.2065-72)27. Se despierta sobresaltadaPor suq propios gritos, y el guante del rey le cae sobre el pecho; Tristán saly echa mzno la espada: ies la del,reyl ta de la y^cija, ^ ^terrado, anillo de Nlarco está en su dedo! La iel las manos: mira lseo se muerte los ha sorprendido: El rey nos ha encontradoaquÍ(v. 2088). 27 Del contenido latente de este sueño, o de uno de ellos, trataremos más adelante. Pero, aParte de este significado, tiene también la función inmediata de despertar a Iseo y a Tristán, de asustarlos e, incluso, de inducidos a error'
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Las conclusiones de Tristán y Governal sobre la visita de N{arco (vs. 209ó-2121) son totalmente erróneas, pero del todo verosímiles psicológicamente. Los dos deducen que el rey ha venido solo y, teniendo miedo, ha regresado en busca de ayucla para matarlos. Ni lo uno ni lo otro: a poco que hubieran recapacitado fríamente, habrían comprendido que un hombre con miedo no se habría entretenido, por poco que fuera, en la arriesgada tarea de colocar el guante frente al rayo de sol y en el intercambio de anillos y de espadas,lo que suma un total de cinco ooeraciones distintas. Por otro lado. Tristán mismo había reconocido poco antes (v. 2093) que, de haberlo querido, el rey podría haberles dado muerte: icómo es que tan pronto olvida tan sencilla explicación? Precisamente porque el terror que hace presa en ellos a la vista de los signos dejados por el rey les impide pensar objetivamente y ver en ellos la prueba de la clemencia real. Más allá de laapatiencia,Béroul es de una impecable coherencia. El recurso setá, otra vez, la huida, pero fuera del Morrois ahora (vs. 2090,2127-29), lo que es, simbólicamente, muy significativo, como ha de verse. Volvamos, sin embargo, al NIorrois antes de rozar el tema del arrepentimiento, , en Cahiersde CittilisationMídinale' XI, 1968.
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lxrsque,el autor nos lleva cle una perpleiidad en otra' haciendo c.rnit"nt.. afirmaciones que niega acto seguido. Acaso estemos ahora en condiciones de respondet a la ptegunta antes formulacla sobre si hay limitaciones a la indiferencia cle los amantes ante el sufrimiento' I-a fórmula de los vers
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del rey a su cabaña. Este hecho no nos interesa ahora porque sea otra variante más del nomadismo de la pareia, sino justamente porque se trata del abandono del refugio que los cobijó tres años. Este momento marca el final de un travecto cue se inició, tras el s¿lto de la capilla, con la entrada de-la parája en el Nlorrois. Este bosque ha sido para los amantes la negación de todo contacto con la sociedad, la ignorancia de todo deber ajeno al amor, el olvido de cualquier lazo parental, afectivo y feudal, la indiferencia, incluso, por las leyes de la moral religiosa; ha sido, como dice Ogrín, el mundo delafollie, por no dominar en él más que un amor desmesuradoy celosamente excluyente. El drama del Nlorrois es consecuencia del filtro, pero el filtro, a su vez, exige el bosque de Nlorrois, y tal vez Ftltro y Nlorrois no sean sino dos modos de simbolizar la misma realidacl:por eso, precisamente,coincide el cese de aquél con el abandono de éste. De cualquier modo. si la entrada en el bosque inauguró la escisiónde ios amantes respecto a la comuniclad, parece evidente que salir de él repr,esentasu reintegración o, mejor, su readmisión. El autor habla de arrepenrimienro en el verso 21ó02e. Acto seguido, Tristán invoca el nombre de Dios (v. 2161), y vuelve ahacerlo, a lo largo de su monólogo, en los versós 2772,2785, 2L89: ante El rememora las calamidades de tres años, pídele perdón y la fuena suficiente para devolver a Iseo a su esposo. Esta confesión, estos deseos del héroe hacen del bosque de Nlorrois ----€n el que ya no esrá- el lugar del pecado, dál olv¡. do cle Dios, lo cual corresponde al contenido de la primera reprimenda de Ogrín. Ahora parece Tristán ..c,rperai la sensibilidad al dolor y, al recordar con pesar los sufrimientos del bosque, cliríaseque él mismo se sorprende de su propia resistencia ante la adversidad(vs. 2161-64,21.72). lseo, por su parte, llora una juventud malograda (v. 2202), idea sobre la que Tristán incide lueso: Nlalgastamosnuestros años jóvenes en el mal (v.2222). 2e En realidad, en la última etapa de la vida en el Morrois, cercano ya el fin del {iltro, Tristán era consciente de haber ofendido al rey, pero es una toma de conciencia embrionaria que no adquiere pleno desa¡rollo sino fuera del bosque.
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f ',1i\lorrois es visto, ahora, como tierra de exilio (v. 2167), tiert'rr rlel olvido de los sagrados deberes para con la familia, pa:a corr cl rey y tío, en particular, que tanto lo amaría de no haberIr, r¡f-endidotan gravemente (vs. 2170-71)30,empujando a su ('slx)saa un estado tan disconforme con su cligniclad(v. 2198). l'in suma, ha sido la historia de una caída, iniciaclacon el salto tlcsclela capilla, de una decadencia progresiva de sus propias l)crsonasy de una ofensa contra sí mismos y la sociedacl.Tristifn lamenta haber descuidado aquello que de la calic'laclc1esu cstaclocabía esperar:ha abandonado el munclo cle la caballería, lir corte, la proeza,la politica (vs. 2164-65,21ó9), perdienclo lrrrstalos atributos externos de su digniclacl,pieles cle vero y gris (v. 2168);ha olvidado la promoción c'lenuevos caballeros y cl respeto y servicio a él debidos (v. 2173-76): es, en suma, rrrcrecedor del más grave baldón, la recréantise, porque ha clesrlcñaclolaproeza: Hubieratlebidoir a oirastierras a ponermeal serviciocle un señor y ganar mi solciacla (vs.2177-78). l.a reina ha incumplido obligaciones análogaspara con las hijas de la nobleza, por las que debería haberse hecho servir y a las que tendrfa que haber educado y buscado marido (versos2271- 16); ha hollado su propia estima y envilecido la función rie reina hasta perder el nombre mismo cle tal y convertirse en
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y el f-as o¡rosicion es cboTa/regiaalnba, bosqay'eleganlesestancias elocuentemente dicen eorte-reina a dúo b)sque-sieruaenfrentado de la revela.ir.ntiá" negativo cle la vida en el bosque alaluz el cese del con en la conciencia de los amantes ción procluci.Lla efecto clel flltro. No tliscutiremos si se trata de consciencia o de conciencia' cualcle las clos al tiempo o cle ninguna' Arrepentimiento' en alcance orden?,-iqué idg peio +1e quier caso, p^r... htb.tlo, con el acatiene? l,o cierto es que el amor no ha clesapareciclo bamiento cle la poción, y Tristán asegura: Vuestro me cliré¡ror siempre(v' 2250)' más ligeIseo, aclemás,no llora el atlulterio ni tiene siquiera el el lamenta Tristán Tampoco rey' ro recuertlo Para su esPosoy habla Se y pariente' rey el contra sino el pecaclocontia Tristán hacer pa-a.i.io, il" Dio, y arrepentimiento, Pero ya p9yg:11 12,.yninguno.cle los (vs' 2227-30) sar por iáo..n.io el aclulterio tocla restlos cleiaclc culpar al filtro y a Brengain, rehusanclo lll amantevuelve a repetir: oonsabiliclatl. la seParactÓn' No tlcsearía si fueraposibleseguirfuntos(vs' 2251-52)' enY así será, como clemuestran Patentemente sus nuevos .u..r,ro. con la reina. I'or eso, se hace tan clifícil eniencler un-Poecómo G. (-ohen puecletlecir que la obra de Béroul es Pael arrePentimiento>3' rec-lime se *n n".t q.re el peia.lo Por es el enNforrois c'lrama-c-lel el que sostener aceptable más rcce la frentamiento cle clos fuerzas irreconciliables que sobrepuian hasentido c'le c^recerí^ lo que con responsabilidad personal, blar cle culpabiliclacl3r. en trl amoi no es sólo una pasión que afecte a sus elegidos y entero compromete los que sino Por la fibra clel sentimiento, 3 2 E l e r m i t a ñ o m ism o ve r á lu e g o la co n ve n ie n cia d e o c ul taral reyl anaturcil de los lazosque unen a Tristán y a Iseo'. - .. nleza il Lo Groú, cún¿di MEn A¿e,4."ed.,Parrs,A' cgll¡' 1968'P4g:.99'. --,o E. Virr"t.r,
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fcs confiere un impulso de rebeldía que los empuia a la margitt¡t<'ión3s: en este sentido, el Nlorrois es el refugio de la afirmat'ir'rrtpersonal frente a la presión y barreras sociales,el ámbito rlc la ética individual frente a la establecida.Si la oasión se colrijrrcn el bosque,es porque tal es su lugar natural, en tanto r¡ue obscura e íntima. Denis de Rougemont opone, con tazón, l¡ mrma del día u orden social a la pasirínde la nocbe,e idénticos rrr()tivosque él y Béroul tuvo Godofredo de Estrasburgo para rrlcjara la parejahasta la gruta, un homólogo del bosque: Tienetambiénsu buenarazónel que la gruta estuvieratan aislaclaen unos parajestan salvajes y desérticos. Ello quieredecir que el lugar del amor no se encuentrajunto a los caminosfrecuentadosni en torno a las mansionesde los humanos.El amor habitalos desienos,y el caminoqueconducea su escondido retiro esarduoy penoso3ó. lil amor, (en cuanto pasión que desea la Noche, representa nnra toda la socieclad luna amenaz violentamente intolerairle>37,porque es (más fuerte y verdadero que la felicidad, la sociedad y la morab>38. I-a sistemáticaconfrontación de términos, la estructura antitdtica c'lelrelato cle Béroul (Dios que prorege a los amantes, l)ios clel ermitaño que los recrimina; sufren, no sufren; un guarclabosqueque los oculta y ayuda, otro que los delata; tres barones fieles al rey, enemigos de los amantes, y Dinas de Dinan y otros personafes,entre ellos el pueblo entero, que lloran la clesgraciade la pareja, etc., etc.)3e cumplen la misión de mostrar que nos hallamos ante dos modos opuestos de conce15Tristán, como demuestranlas versionesque han conservadolos comienzos, acomete arriesgadlsimashazañaspor el bien de Cornualles y de su tlo hastaque conoce el amor. Tristán, en su doble etapa de guerrero y ¿mmte, ilus(.ra la eterna ¿ltemancia y enemistad de Pilemu y Eros: el Tristán aguerrido ignoraba el amor, el Tristán enmorado olvida,la proeza. 36 Trishin e Isolda,ed. cit., pá9. 324. ¡z D. De Rougemont, Z'lnur et t'Occidmt,pág. 77. r8 D. De Rougemont,íbid.,pígs. 18-19. 3e La protección de Dios es mo de los motivos más recurrentes de la obra: véansevs. 352, 37 1-80, 383-84, 457-58, 561, 755-56, 813, 909-14, 937, 960, 979,1018,1024,2383,2583,3403, etc. Din¿s argumentaen pro de larcinay, viendo su causaperdida,abandonala corte (vs. 1088-1138), llegandoa afttma: indirectamente que Iseo pertenece con más derecho a Tristzín que al rey (vs.1115-18).
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r--rÉ-:: indivibir la vida, de vivir, de f;zgar: la sociedady el orden, 1o el códigos: dos la pugna^de ilustra dual y la pasión; el poema feula moral ao: código otro Con eli, el orden feudal triunfaba a Ia postre (restitución de Iseo, destierro de Tristán), pero era triunfo iluiorio: los tres barones fieles al rey mueren y también el guarcia en- ' forestal delator, como antes muriera Frocfn; en el segundo es parsólo la ortodoxia de triunfo el cuentro con el ermitaño cial, pues el solitario es el primero en leconocer.-quedó.ind,ide ocultar lo más grave de Ia verdadar; #J-i"-;;..tiá^¿ oo rúltimo ,Tristánnos ehac les t er r ado: los am ant e s s i g u e n deia I-^ portr.rr^de Béroul respecto a los amantes no ;¿;J;;.. lugar a cludas. es la esisí, p,.rer, aftrmar, como hace poco, que el Nlorrois olvido y la ceel .' la y el pecado áestierro, el .l^uit.ri, quera, supone qlle se cstá juzgando según la norma del .statu 7oot1. Desrle el ór,,ntotle vista del autor y de sus protagonlstas' la lucidez y omÉi nto.rolt es el país de la libertacl de amar, de locura se iustila Aqui nipresencia clel ámor, patria y paraíso' tantos hémuestran como desmesora, fiár ;" hay grandezasin en que la cormedieval' el como mundo' un cle ,^nioi ,o.. u ser necedad,y la demencia, sabiduría' La verdadera .f,r* con el locrrra y el tormento cle los amantes van a comenzar -que Béroul separación larga "t""¿. la con y Nlorrois clel abandono de los amantes:' no trata, pero si y magistralmente, Thomasles han separación su Nlorrois, d"l tul"üdu .l ..r. áét nttro,'tu -*Dd.R."g.monr'0p'cit',pág'26'Nocompanimoslacontinuacióndel delMediodl¿> esneláe la caballerla ,? .r,"¡LJ. queáse"código pát.^fb;;;;; de Francia y el de las cortes de amor' a l T a mb i é n Og rl n par ecer econocer lostltulosdeTr istánalapos es i ónde
relación a la corte' los amantes en el Morrois sólo es regresiv-a-en no*an dr la Rose'París, Hatier, 1973'pág' 35'
lcal
,l¡'vrrcltoacaso la ,pero va a ser una libertad de la (lu('no sabrán qué hacer, al no poder eiercerlapara olviclarse rri Dirravivir iuntos: va a ser una libertad en el desiertocle las ¡xrsilriliclades.
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llcutilizando datos ya expuestos y trayendo otros nuevos, vc:lmos si amor, filtro y Morrois crean un¿ situación edénica o, hr que es igual, una realidad soñada. lil episodio del Morrois tiene una configuración análoga ala rlcl sueño, entendido éste en su doble acepción de acto de dorrrrir y de producto onlrico. En efecto, r) el episodio se inicia con una caída suave ----como la de y con la búsqueda prioritaria ,4/icia en el Pau de las Maraúlla¡rlc un lugar para dormir (v. 1276); l, sumidos ya en las profundidades del bosque, los enarnr>radospasan largas horas durmiendoa3; c) finalmente, el despertar dela pareia,tras la furtiva visit¿rcle Marco, señalael fin de la estanciaen el Morrots. El salto de la capilla -nue es ambiguo en lo que tiene a la vcz de vuelo y de calda- produce, como todo salto, un cambio de nivel: en ese sentido simboliza la escisión de Tristán rcspecto a la ley social que lo condena a muerte, arrlba, en la hoguera; como caída, es pecado, pero es también inmersión o interiorización, paso de lo alto a lo baio, de la luz a la sombra, rlc la vela al sueñoaa. Los cuatro elementos naturales se hallan en esta escenadel salto, y dirfase que Tristán, en su movimiento, reproduce en sentido inverso el ciclo del ser tal como lo describe el pensamiento presocrático. La presencia de la capilla -redundante, su ubicáción en la montaña, crean un hasta cierto punto-, ámbito sagrado, y el fenómeno adquiere, de esa manera, la. catcgoda de hierofanla. En efecto, Tristán escapa del Faegoy, a a3 Véanse vs. 127 6, 1301-02, 1673-7 7, 7729 -33, 1800-34, 185 1' 1892-90 1' aa Tmbién este salto es muefe en más de un sentido, pero, al mismo tiema través del acantilado ¡n, es la puerta a otra vida; y es vida, igualrnente, Porque cscapa Tristán de la hoguera. El salto como muerte es evidente en aqugllo¡^91.o. i. qr. Béroul identifica a ésta con el mal saú o (vs. 410' 788). tistá, adimás, el salto de Trist¿ín al lecho de la reina, por el cual son llevados a l¿ muerte. El autor siente una verdadera predilección por este gesto.