CAPÍTULO XV TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY Jorge Alfredo Herrera Pino Nora Diéguez Herrera Las raíces del TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998) pueden ser trazadas al trabajo original del médico y pedagogo Edouard Clarapède (Boake, 2000), quien desarrolló la primera versión de un instrumento de valoración de la memoria en la que los pacientes escuchaban una lista de 15 palabras, las cuales tenían que reproducir de forma escrita. La tarea diseñada por Clarapède requería recordar la lista una sola vez, sin repetición de ensayos y ofreció tres listas, las cuales consideró paralelas. Clarapède se puede describir como uno de los primeros neuropsicólogos, por su interés en el estudio de los procesos cognitivos en pacientes con disfunciones o lesiones cerebrales. Ciertamente, su discípulo André Rey es reconocido en la actualidad como uno de los mayores contribuyentes, conjuntamente con figuras como Arthur L. Benton, Edith F. Kaplan y Ralph M. Reitan, al estudio de la relación cerebro-conducta. Otros miembros de la llamada Escuela de Ginebra contemporáneos de Rey, como fue Jean Piaget, se preocuparon de asuntos teóricos, sin duda de gran importancia. Rey, por el contrario, se dedicó a la elaboración de una amplia gama de instrumentos diseñados para valorar los impedimentos en funciones corticales superiores de los pacientes cuyo cerebro estaba de alguna forma lesionado, ya sea por trauma o por el retardo mental. Rey (1941) desarrolló, entre otros, un test de copia de una figura compleja (tema de otro capítulo en esta obra) modificada posteriormente por P.A. Osterrieth (1944), un instrumento para la evaluación de los procesos visuales de memoria, un test para detectar la aplicación de un nivel pobre de esfuerzo y un test para identificar posiciones. Como se verá en el acápite dedicado a la exploración de los Antecedentes Antecedentes y Desarrollo Históri co de co de este instrumento, el mismo comenzó a despertar formalmente, si se quiere, el interés de los investigadores de la relación cerebroconducta a partir del 1980. Los primeros trabajos publicados dentro de esa vertiente utilizaron el instrumento con pacientes alcohólicos, quienes se presumía tuviesen particulares dificultades con los procesos mnésticos mediados por las porciones internas del lóbulo temporal izquierdo, produciendo serias dificultades en la memoria auditiva verbal. Desde sus comienzos dentro del marco de referencia de la neuropsicología, el TAAVR demostró también su utilidad en diferenciar grupos de pacientes neurológicos de no-neurológicos, incluyendo pacientes con serias perturbaciones psiquiátricas. Hacia finales de la década de 1980, este instrumento ya había establecido su utilidad en el diagnóstico de impedimentos de memoria, asociados con condiciones tales como el síndrome de inmunodeficiencia humana humana y los traumatismos cráneo-encefálicos, entre otros. El TAAVR es en la actualidad una de las medidas de memoria auditiva mediada por el lenguaje de mayor utilización en la clínica y en la investigación neuropsicológicas. Este instrumento tiene una amplia
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representación en la literatura neurológica y psiquiátrica, así como en la exploración del estado neurocognitivo de pacientes que presentan una amplia gama de condiciones médicas. Administración y corrección Este instrumento consta de una lista de 15 palabras las cuales se les leen a los pacientes a razón de una por segundo, segundo, pidiéndoles que las recuerden, sin importar el orden. orden. Establece una curva de aprendizaje presentando la lista de palabras cinco veces (A1-A5). Después se les lee una segunda lista, la cual repiten (B1) y se les pide posteriormente a estos que recuerden la lista inicial (A6). Finalmente, se pide que los pacientes recuerden de nuevo la lista original 20 minutos después (A7) de completada completada la administración administración A6. Se ha asumido por por años que el TEST TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO-VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998) es sensible a las disfunciones del lóbulo temporal temporal izquierdo, particularmente particularmente a las porciones internas. internas. Representa la mejor tarea acúsico-mnésica disponible. En la primera presentación de la lista (A1), se les indica a los pacientes que se les va a leer una lista de palabras y se les pide que escuchen atentamente, porque cuando se termine de leer se les va a pedir que digan las palabras que recuerden. recuerden. Se les indica que no importa en que orden las repitan. Se les lee la lista a los pacientes a razón de aproximadamente aproximadamente una palabra palabra por segundo. No se permite que los pacientes interrumpan, interrumpan, recordándoles que deben esperar esperar a que se termine de leer toda toda la lista. Una vez que comienzan comienzan a recordar las palabras palabras se registra el orden en que los pacientes las dan y se anota cualquier palabra adicional que digan y que no sea parte de la lista. En las siguientes cuatro presentaciones de la lista de palabras (A2-5) se les indica a los pacientes que ahora se les va a leer la misma lista otra vez, y de nuevo, cuando se termine de leer deben decir todas las palabras que recuerden, incluyendo las palabras que ya dijeron la primera vez. No importa importa el orden orden en que las digan. Se les pide que digan todas todas las palabras palabras que que recuerden aunque ya las hayan dicho o no anteriormente. Este proceso se repite en cada presentación de la lista. Una vez concluida la administración de las cinco presentaciones de la lista de palabras A, se les indica a los pacientes que se les va a leer una nueva lista de palabras y que esta es diferente a la anterior. Se les pide que escuchen atentamente, porque cuando se termine de leer esta otra lista se les va a pedir que digan las palabras que recuerden, sin importar, de nuevo, en que orden las repitan. repitan. Se les lee la lista B a los pacientes a razón de de aproximadamente aproximadamente una palabra por segundo. segundo. Una vez más, no se permite que los pacientes pacientes interrumpan, recordándoles recordándoles que deben esperar esperar a que termine de leer toda la lista. Se registra el orden en que los pacienten recuerdan las palabras (B1) y se anota cualquier palabra adicional que digan y que no sea parte de la lista. Una vez recordadas las palabras de la lista B en la condición (B1), se les pide a los pacientes que recuerden las palabras de la lista original, sin repetírsela otra vez (A6). Se les indica que deben recordar las palabras de la primera lista que se les dio. Se les recuerda que fue la que se hizo varias veces, no esta que se les acaba de leer. Deben decir todas las palabras que recuerden aunque ya las hayan dicho o no anteriormente.
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Al haber terminado este ensayo (A6), se les indica que dentro de un rato se les va a pedir que digan las las palabras de la lista otra otra vez y a los 20 minutos de trabajo trabajo intermedio, se les pide pide que digan todas las palabras de la lista de hace un rato (A7), tratando de acordarse de todas las que puedan. Posteriormente a la administración de la condición A7, se introduce la condición de reconocimiento. Se les presenta a los pacientes una lista de 50 palabras, la cual contienen las 15 palabras de la lista A del TAAVR y se les pide que indiquen cuales de las palabras incluidas en la lista de 50 palabras fueron las utilizadas en el transcurso del examen. Lezak, Howieson y Loring (2004) describen, además, un procedimiento de reconocimiento basado en la presentación de un párrafo dentro del cual se encuentran las palabras de la lista A, requiriéndosele a los pacientes que las identifiquen. A través de la literatura que se ha acumulado sobre este instrumento, se han derivado varias puntuaciones en relación al mismo. Se ha utilizado con frecuencia el número de palabras recordadas en el primer ensayo de la lista original (A1) como medida de atención auditiva. Otra puntuación de este instrumento se deriva de la quinta reproducción de la lista original (A5), usualmente como medida de la capacidad de retentiva o consolidación de una curva de aprendizaje. La suma de todas las palabras repetidas durante los primeros cinco ensayos de la lista original (∑A1-A5) es frecuentemente utilizada como una de las puntuaciones derivadas a partir de este instrumento y se usa también como medida de aprendizaje. La administración dilatada (A7), después de haber transcurrido 20 minutos de actividad intermedia se utiliza también con frecuencia. Se han derivado también algunos índices o porcentajes de retención como puntuaciones del TAAVR. La condición de reconocimiento de las palabras puede servir también para derivar una puntuación adicional. En los estudios que se verán a continuación, en la sección de Antecedentes Antecedentes y desarroll desarrolloo histórico histórico que sigue a esta, se describe aún otra puntuación derivada del TAAVR. Se le ha denominado a esta aprendizaje, tal y como la definieron Query y Berger (1980). Lezak, Howieson y Loring (2004) y Spreen y Strauss (1998) describen este instrumento en detalle y presentan formas alternas de la lista de palabra, así como normas referentes a varios grupos por edad y nivel de educación. Schmidt (1996) ha desarrollado un manual de este instrumento en inglés, en el cual se encuentras formas paralelas del mismo, así como diferentes listas y párrafos para la condición de administración de reconocimiento. Antecedentes Antecedentes y desarrollo histórico histór ico Query y Berger (1980) estudiaron la relación que pudiese existir entre la edad y el tipo de diagnóstico en una muestra de 232 pacientes hospitalizados con diagnósticos de alcoholismo, neurológicos y médicos. Estos investigadores estudiaron los procesos de adquisición de información, retención de la misma y su recuperación. Estudiaron también la capacidad de reconocer material aprendido.
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Las tres muestras de pacientes explorados por Query y Berger (1980) incluyeron un grupo de 40 pacientes que recibían tratamiento en un hospital de veteranos en los Estados Unidos por alcoholismo. La edad promedio de este grupo fue 50.93 años. Estos pacientes recordaron un promedio de 5.15 palabras en la condición del TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998) que denominaron de aprendizaje. Esta fue definida como como la diferencia entre la administración administración A1 y la puntuación puntuación más alta obtenida en las administraciones A2 a A5. La condición de recuperación descrita por estos autores se refiere a la condición A6, es decir inmediatamente después de la lectura de la lista B. En esta condición, estos pacientes obtuvieron una media de 7.68. En la condición que estos autores denominaron reconocimiento, correspondiente al número de palabras reconocidas en un párrafo, los pacientes tratados por alcoholismo identificaron un promedio de 12.28 palabras. Los pacientes con diagnósticos neurológicos relacionados con accidentes vasculares cerebrales o traumatismos cráneo-encefálicos fueron 49. Su edad promedio fue 46.55 años. Estos pacientes recordaron un promedio de 4.82 palabras en la condición de aprendizaje, tal y como fue descrita anteriormente. En la condición de recuperación recordaron un promedio de 7.96 palabras y en la condición de reconocimiento a partir de un párrafo, identificaron un promedio de 10.71 palabras. Se incluyeron en esta investigación 143 pacientes no neurológicos y sin antecedentes de alcoholismo. Este grupo recordó un promedio de 5.08 palabras en la condición de aprendizaje, 7.87 en recuperación e identificaron un promedio de 11.94 palabras en la condición de reconocimiento. Los resultados de esta investigación indicaron que la relación con la edad variaba según el diagnóstico de los pacientes. Los pacientes no alcohólicos mostraron una relación entre edad y eficiencia en la condición de reconocimiento solamente (r = -0.30). Los pacientes con diagnósticos neurológicos mostraron déficits en la condición de aprendizaje (r = -0.52). Hubo una asociación entre edad y recuperación entre los pacientes alcohólicos, pero esta no llegó a ser estadísticamente significativa. Query y Megran (1983) desarrollaron normas para el TAAVR con una muestra de 677 pacientes ingresados en un hospital de veteranos en los Estados Unidos entre las edades de 19 a 81 años. Los diagnósticos de estos pacientes eran médicos y ninguno sufría de enfermedades psiquiátricas o neurológicas. Esta muestra fue dividida en 11 grupos con intervalos de cinco años. Los resultados obtenidos por Query y Megran (1983) mostraron un declive en la memoria auditivaverbal mediado por la edad. En el grupo de 19 a 24 años, la puntuación promedio obtenida en la condición A1 fue 6.35 (dt = 1.46), mientras que el valor promedio correspondiente en el grupo de 70 años o más fue 3.14. En la condición A5, A5, la media del grupo de de 19 a 24 años fue 11.50 11.50 (dt = 0.63), mientras que el grupo mayor de 70 años alcanzó un valor promedio de 5.86 (dt = 2.04) en la misma. En la condición A6, es decir, posterior a la administración de la lista B, el grupo entre 19 y 24 años recordó un promedio de 9.80 palabras (dt = 1.66), mientras que el grupo mayor de 70 años recordó un promedio de 3.45 (dt = 2.92) en esta condición. El grupo de 19 a 24 años fue capaz de reconocer un promedio de 12.81 palabras (dt = 2.26), mientras que el grupo mayor de 70 años reconoció un promedio de 8.91 palabras (dt = 3.64).
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Wolf, Ryan y Mosnaim (1983) le administraron el TAAVR a una muestra de 9 hombres esquizofrénicos con una edad promedio de 54 años, quienes presentaban síntomas de diskinesia tardía. Se incluyó, además, una muestra de 7 esquizofrénicos sin evidencia de diskinesia tardía y 6 pacientes bipolares con diskinesia tardía, así como 6 pacientes bipolares sin este tipo de síntoma. No hubo diferencias significativas entre los dos grupos de esquizofrénicos, pero sí entre los pacientes con trastornos afectivos que presentaban o no síntomas de diskinesia tardía. Como instrumento neuropsicológico, el TAAVR es eminentemente útil en la valoración de los procesos de memoria verbal. Rosenberg, Ryan y Prifitera (1984) compararon la ejecución de una muestra de 49 pacientes con disfunciones en la memoria en este instrumento con la de una muestra de pacientes sin impedimentos en esta función. Ambas muestras estaban compuestas por pacientes con diagnósticos neurológicos o psiquiátricos. Los 47 pacientes con disfunciones en la memoria presentaron una edad promedio de 48.62 años (dt = 16.60) y un nivel educativo promedio de 10.81 años (dt = 3.01). Los 45 pacientes sin disfunciones en la memoria tenían una edad promedio de 47.51 años (dt = 13.59) y un nivel educativo medio equivalente a 11.87 años (dt = 2.58). En el ensayo A1, los pacientes con dificultades en la memoria obtuvieron una puntuación media de 3.91 (dt = 1.93), mientras que los que no presentaban dificultades en la misma fueron capaces de recordar un promedio de 4.96 palabras (dt = 1.76). Esta diferencia fue significativa (p < 0.01), según estos autores. En el ensayo A5, los valores correspondientes fueron los siguientes. El grupo con dificultades en la memoria recordó un promedio de 6.89 palabras (dt = 2.91). Los pacientes sin problemas de memoria recordaron un promedio de 9.71 palabras (dt = 3.04). La diferencia entre estas medias fue significativa con un valor v alor asociado de p < 0.001. En la administración A6, después de la lista de interferencia, el grupo con dificultades en la memoria recordó un promedio de 4.07 palabras (dt = 2.79), mientras que el grupo sin dificultades en la memoria recordó un promedio de 7.81 palabras (dt = 3.71). Esta diferencia fue también altamente significativa (p < 0.001). La muestra de pacientes con dificultades en la memoria pudo identificar un promedio de 8.18 palabras (dt = 4.05) dentro de un párrafo en la condición de reconocimiento del TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998). El grupo sin dificultades en la memoria identificó un promedio de 11.53 palabras (dt = 3.06) en esta misma condición. Es evidente que los pacientes con dificultades en la memoria obtuvieron puntuaciones significativamente por debajo de los que no presentaban problemas de memoria en todas las puntuaciones derivadas del TAAVR. Según estos autores, estos hallazgos situaron a este instrumento dentro de la valoración de los procesos de memoria, algo que se había planteado, pero hasta entonces no comprobado.
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Query y Megran (1984) estudiaron la relación entre la depresión y el funcionamiento neurocognitivo por medio de la Escala D del INVENTARIO MULTIFÁSICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA (MMPI; Hathaway y McKinley, 1951) y el TAAVR. Estos investigadores les administraron ambos instrumentos a una muestra de 491 hombres hospitalizados con el fin de hacer un diagnóstico diferencial entre alcohólicos y deprimidos. La muestra fue sub-dividida en cuatro grupos según el diagnóstico. El primero estuvo compuesto por 86 pacientes deprimidos quienes no eran alcohólicos. Este grupo acusó una edad promedio de 48.83 (dt = 14.47) y su nivel educativo medio fue 10.77 años (dt = 3.55). En la condición A1, estos pacientes recordaron un promedio de 4.85 palabras (dt = 1.72), en la condición de aprendizaje (Query y Megran, 1980), 5.30 (dt = 1.45) y en la condición A6, 6.53 (dt = 3.09). En el ensayo de reconocimiento, utilizando la versión de párrafo, identificaron un promedio de 11.38 (dt = 2.70) palabras de la lista A. El segundo grupo estuvo compuesto por 133 alcohólicos no deprimidos con una edad promedio de 44.41 (dt = 13.20) y un nivel educativo promedio de 10.78 años (dt = 4.02). En la condición A1, estos pacientes recordaron un promedio de 5.28 palabras (dt = 0.39), en la condición de aprendizaje 5.74 (dt = 2.05) y en la A6, 8.48 (dt = 2.43). La cantidad promedio de de palabras identificadas en la condición de reconocimiento fue 12.93 (dt = 3.21). El tercer grupo incluyó 233 pacientes alcohólicos deprimidos. La edad promedio de este grupo fue 45.24 años (dt = 13.24), con un nivel promedio de educación de 10.26 años (dt = 3.81). En la condición A1, este grupo de pacientes pudo recordar un promedio de 5.22 palabras (dt = 1.42), mientras que los valores correspondientes en la administración de aprendizaje fue 5.48 (dt = 2.11) y en la A6, 8.18 (dt = 3.21). Pudieron Pudieron identificar un promedio promedio de 12.43 palabras palabras (dt = 3.52) en el ensayo de reconocimiento. Finalmente, el cuarto grupo estuvo compuesto por 39 pacientes quienes no eran ni deprimidos ni alcohólicos y cuya edad promedio fue 41.85 años (dt = 14.77). El nivel educativo promedio de este grupo era 11.77 años (dt = 3.77). Estos pacientes recordaron un promedio de 5.87 palabras (dt = 1.73) 1.73) en la condición A1, 5.08 (dt (dt = 2.39) en la condición de aprendizaje, 8.71 (dt = 2.94) en la condición A6 y reconocieron un promedio de 12.92 palabras (dt = 2.09). Los autores encontraron que el alcohol tiene un efecto adverso tanto a nivel de la lectura inicial de la primera lista (A1) como a través de las diferentes puntuaciones que reflejan memoria y reconocimiento. reconocimiento. La depresión afectó solamente la puntuación inicial (A1). La reactividad del TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998) a substancias tales como la cafeína fue evaluada por Terry y Phifer (1986). Estos investigadores le administraron este instrumento i nstrumento a una muestra de 33 estudiantes universitarios quienes fueron examinados con y sin consumo de 100 mg. de cafeína. De acuerdo a estos autores, los participantes que consumieron cafeína ejecutaron esta tarea peor que los controles, tanto en la administración inicial (A1) como en ensayos repetidos. Se encontró también que los participantes que habían consumido cafeína tenían dificultades en recordar las porciones medias y finales de la lista de palabras.
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Las características psicométricas de los instrumentos neuropsicológicos han sido siempre de gran interés para los investigadores de la relación cerebro-conducta. Ryan et al. (1986) llevaron a cabo una investigación en la cual desarrollaron una forma alterna del TAAVR y en la cual probaron su confiabilidad. Los coeficientes de confiabilidad de formas paralelas obtenidos por estos investigadores fueron altos (p < 0.001). También lo fueron los coeficientes de confiabilidad de test-retest. Denburg, Carbotte y Denburg (1987) estudiaron una muestra de pacientes con lupus eritomatoso sistémico utilizando una batería de instrumentos neuropsicológicos, dentro de la cual incluyeron el TAAVR. Ochenta y seis mujeres con diagnóstico de lupus eritomatoso sistémico fueron incluidas en esta investigación. Con el fin de analizar los resultados obtenidos en el TAAVR, las pacientes con lupus fueron divididas en tres grupos. El primero estuvo compuesto por 81 participantes (LSE) con dicha condición, ya que cinco participantes fueron excluidas por diversos motivos. La edad promedio de este grupo fue 36. 8 años (dt = 11.3) y su nivel medio de educación fue 11.8 años (dt = 3.4). Se identificó un grupo de 20 pacientes con manifestaciones neurológicas, pero no psiquiátricas, asociadas con esta enfermedad (LSE Neu). La edad promedio de este grupo fue 35.7 años (dt = 10.1), con un nivel medio de escolaridad de 12.3 años (dt = 2.6). El tercer grupo estudiado presentaba manifestaciones psiquiátricas, pero no neurológicas (LSE Psi). Esta muestra de 17 pacientes acusó una edad promedio de 32.5 años (dt = 9.8) y su nivel educativo promedio alcanzó el equivalente a 12.7 años (dt = 2.6). Se incluyeron, además, en esta investigación una muestra de 35 controles saludables (CON), cuya edad promedio fue 34.2 años (dt = 10.5) y cuyo nivel educativo medio fue 11.5 años (dt = 1.9). El grupo total de LSE pudo recordar un promedio de 48.6 palabras (dt = 8.0) en la condición ∑A1-A5 del TAAVR, mientras que el grupo LES Neu recordó un promedio de 45.1 palabras (dt = 10.4) y el grupo LES Psi, un promedio de 51.5 (dt = 8.2). Las controles saludables fueron capaces de recordar un promedio de 50.1 palabras (dt = 8.8). En la condición dilatada o diferida (A7), el grupo LSE produjo un promedio de 11.0 palabras (dt = 2.5), el grupo LSE Neu, 9.3 palabras (dt = 3.1) y el grupo LSE Psi, 11.5 (dt = 2.0). El grupo CON produjo un promedio de 11.1 palabras (dt = 2.7). Aunque las diferencias entre estas medias no alcanzaron significación estadística, se nota una tendencia hacia una peor ejecución del grupo con manifestaciones neurológicas relacionadas con el lupus sistémico eritomatoso frente al grupo con manifestaciones psiquiátricas o las controles saludables. Este hallazgo es interesante desde otro punto de vista, ya que no se evidencia una afectación de la ejecución de esta tarea en presencia de manifestaciones o síntomas psiquiátricos. Wiens, Crossen y McMinn (1988) desarrollaron normas para adultos jóvenes y saludables en el TAAVR. Participaron en esta investigación 222 aplicantes a trabajos gubernamentales en la región noroeste de los Estados Unidos. La edad promedio de esta muestra fue 29.1 años (dt = 6.0) y participaron en ella 193 hombres y 29 mujeres.
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Se utilizó utiliz ó la ESCALA DE INTELIGENCIA INTELIGENCI A WECHSLER PARA ADULTOS-REVISADA ADULTOS-REVI SADA (WAIS-R; Wechsler, 1981) para agrupar los miembros de la muestra, según el CI Total. En el ensayo A1, los 29 participantes con CI entre 90 y 99 recordaron r ecordaron un promedio de 7.1 palabras (dt = 1.6), mientras los 81 con CI entre 100 y 109 recordaron un promedio de 7.2 palabras (dt = 1.8). Los 55 participantes con un CI entre 110 y 119 recordaron un promedio de 7.5 (dt = 1.7), mientras que los 38 con un CI entre 120 y 129 recordaron un promedio de 7.7 palabras (dt = 1.8). Las puntuaciones en la condición A5 fueron las siguientes. El grupo con un CI entre 90 y 99 recordaron un promedio de 13.0 palabras (dt = 2.0) y los que tenían un CI entre 100 y 109 recordaron una media de 12.9 palabras (dt = 1.8), mientras que los que se encontraban entre CI de 110 y 119 recordaron un promedio promedio de 13.2 palabras (dt = 1.6). Los participantes con CI entre 120 y 129 lograron recordar un promedio de 13.7 palabras (dt = 1.7). En la condición A6, los participantes con CI entre 90 y 99 obtuvieron una puntuación promedio de 11.2 (dt = 2.2), mientras que en el grupo entre 109 y 109, el número promedio de palabras recordadas fue 11.6 (dt = 2.3). Los participantes con CI entre 110 y 119 recordaron un promedio de 12.1 palabras (dt = 2.3) y los que se encontraban en el intervalo de CI entre 120 y 129, recordaron una media de 12.6 palabras (dt = 1.9). En el ensayo de reconocimiento, los participantes entre CI de 90 y 99 produjeron una media de 14.0 palabras (dt = 1.1), mientras que el grupo entre CI de 100 y 109 recordaron 14.2 palabras (dt = 0.09). La muestra entre CI de 110 y 119 recordaron un promedio de 14.6 palabras (dt = 1.2) y la muestra entre 120 120 y 129, 14.4 (dt = 0.08). Finalmente, en términos del total de las palabras recordadas en los primeros cinco ensayos (∑A1-A5), el grupo con CI entre 90 y 99 recordaron una media de 53.4 palabras (dt = 7.4) y el grupo entre 100 y 109 recordó 54.2 (dt = 8.2). Los participantes con CI entre 110 y 119 produjeron un promedio de 56.1 palabras palabras (dt = 7.0) y el grupo entre entre 120 y 129, 58.1 (dt = 7.2). La inspección de estos resultados indicó que el nivel de inteligencia no es necesariamente un factor influyente en el desempeño de esta tarea, al menos en adultos jóvenes sanos. Bigler et al. (1989) estudiaron la sensitividad del TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998) frente a condiciones tales como la enfermedad de Alzheimer y los traumatismos cráneo-encefálicos. Fueron incluidos en este estudio 52 pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos con una edad promedio de 33.1 años (dt = 13.7), quienes cumplían cumplían los criterios establecidos establecidos sobre el nivel moderado de trauma craneal. Participaron en esta investigación, además, 42 pacientes diagnosticados con la enfermedad de Alzheimer, cuya edad promedio fue 68.5 años (dt = 8.6). Se les administró a todos los pacientes que participaron en este estudio el TAAVR. Los pacientes con historial de traumatismos cráneo-encefálicos recordaron un promedio de 4.8 palabras (dt = 1.6) en la condición A1 de lectura de la lista de palabras. En la condición A5, es decir, después de la presentación inicial y cuatro repeticiones, el promedio de palabras recordadas fue 9.5 (dt = 3.3). Después de la presentación de la lista B de interferencia, el promedio de palabras recordadas en la condición A6 fue 7.4 (dt = 3.8).
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Los pacientes con diagnóstico de enfermedad de Alzheimer recordaron un promedio de 3.0 palabras (dt = 1.5) en la condición de lectura inicial de la lista de 15 palabras (A1). En la condición A5, la media fue 5.0 (dt = 2.1) y en la administración posterior a la lista de interferencia, estos pacientes recordaron un promedio de 2.8 palabras (dt = 2.1). Se hizo evidente, a partir de los resultados de esta investigación, que los pacientes con la enfermedad de Alzheimer tienen mucha mayor dificultad en los procesos mnésticos valorados por este instrumento. Se notó que los pacientes con la enfermedad de Alzheimer tienen una curva de aprendizaje mucho menos eficiente que los pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos. Van Gorp et al. (1989) investigaron la ejecución de pacientes con el virus de la inmunodeficiencia humana humana (VIH-1) en una batería de instrumentos neuropsicológicos, dentro de la cual se encontraba el TAAVR. Fueron incluidos en esta investigación 20 pacientes seropositivos quienes presentaban infecciones oportunísticas u otras manifestaciones asociadas con el síndrome de inmunodeficiencia humana ( SIDA). Estas afectaciones, sin embargo, no estaban relacionadas con el funcionamiento del sistema nervioso central. Una segunda muestra de 14 pacientes presentó síntomas del síndrome de inmunodeficiencia humana, sin las características de definición del mismo presentadas por el grupo mencionado con anterioridad ( seropositivos). La tercera muestra estuvo compuesta por 13 controles saludables seronegativos, sin historial de consumo de drogas o enfermedades psiquiátricas. Los participantes seronegativos recordaron un promedio de 12.23 palabras (dt = 1.59) en el ensayo A5, mientras que los pacientes seropositivos recordaron un promedio de 12.43 palabras (dt = 1.74) bajo esta condición. Los pacientes con SIDA recordaron un promedio de 10.55 palabras (dt = 3.87). De acuerdo a los autores de este estudio, las diferencias entre estas medias no fueron significativas. En la condición de memoria dilatada o diferida (A7), los controles saludables (seronegativos) recordaron un promedio de 10.00 palabras (dt = 2.97) y los pacientes seropositivos un promedio de 10.79 (dt = 2.83). Los pacientes con SIDA recordaron un promedio de 8.08 palabras (dt = 4.94). Las diferencias entre estas medias tampoco fueron significativas. Cuando se les pidió a los participantes de esta investigación que identificaran las palabras de la lista utilizada en una condición de reconocimiento, los controles saludables (seronegativos) reconocieron un promedio de 13.69 palabras (dt = 1.32), los seropositivos reconocieron un promedio de 14.71 palabras (dt = 0.73) y los pacientes con SIDA, 12.65 (dt = 2.37). La diferencia entre los dos primeros grupos y el tercero fue significativa a nivel de p < 0.01. Minden et al. (1990) investigaron el funcionamiento neurocognitivo de una muestra de 50 pacientes con diagnóstico de esclerosis múltiple, así como el de un grupo de 35 controles saludables de similares características demográficas. La edad promedio del grupo de pacientes fue 40.5 años (dt = 8.6) y su nivel educativo promedio fue 14.0 años (dt = 2.7). La edad promedio de los controles saludables saludables fue 37.3 años (dt = 10.8) y su nivel educativo promedio promedio fue 14.6 años (dt = 2.4)
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Se les administró a todos los participantes en esta investigación el TAAVR. En la primera lectura de la lista de 15 palabras (A1), el grupo de pacientes fue capaz de recordar un promedio de 5.2 palabras (dt = 1.5), mientras que los controles saludables recordaron un promedio de 6.0 palabras (dt = 1.4). Esta diferencia fue significativa, según los autores de esta investigación (p < 0.01). En la administración número cinco de la lista de palabras (A5), el grupo de pacientes fue capaz de recordar un promedio de 7.6 palabras (dt = 2.0). Los controles saludables fueron capaces de recordar un promedio de 9.1 palabras (dt = 1.2). De acuerdo a los autores de esta investigación, esta diferencia fue altamente significativa (p < 0.000). En la administración inmediatamente posterior a la presentación de la lista de palabras (A6), la media de palabras recordadas fue 6.0 (dt = 2.4) por el grupo de pacientes y 7.6 (dt = 2.3) por los controles. La diferencia entre estas medias fue descrita como significativa por los autores de este estudio (p = 0.000). En la administración dilatada o diferida (A7) de la lista de palabras, es decir, 20 minutos después, el grupo de pacientes recordó un promedio de 6.0 palabras (dt = 2.8) y el grupo de controles saludables, 7.1 palabras (dt = 2.9). Esta diferencia también fue descrita por Minden et al. (1990) como significativa (p = 0.04). Aunque en todas las condiciones de administración, el TAAVR fue capaz de distinguir entre controles saludables y pacientes con esclerosis múltiple, en algunas ocasiones la diferencia entre ambas medias fue modesta, haciendo que la interpretación clínica deba ser llevada a cabo con cautela. La sensitividad de un instrumento neuropsicológico a los cambios asociados con la edad es un tema de sumo interés para clínicos e investigadores por igual. Mitrushina et al. (1991) investigaron como el pasar de los años se refleja en las puntuaciones del TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998). Estos investigadores estudiaron una muestra de 156 ancianos saludables entre las edades de 57 y 85 años con una edad promedio de 70.7 años (dt = 5.4) y un nivel medio de educación de 14.1 años (dt = 2.9). Un primer grupo de 28 participantes entre las edades de 57 y 65 años mostró una edad promedio de 62.8 años (dt = 2.3) y un nivel promedio de educación equivalente a 14.2 años (dt = 2.0). Este grupo fue capaz de recordar un promedio de 6.4 palabras (dt = 1.5) en la condición A1, 10.3 palabras (dt = 3.0) en la condición A5, A5, 10.3 (dt = 3.0) en la condición A6 y 13.2 (dt = 1.3) en la condición de reconocimiento de las palabras. El grupo de 45 participantes entre las edades de 66 a 70 años, con una media de 68.2 años (dt = 1.3) y un nivel educativo promedio de 14.0 años (dt = 2.0) recordó un promedio de 5.9 palabras (dt = 1.6) en la condición A1. En la condición A5, este grupo recordó un promedio de 11.5 palabras (dt = 3.0), en la condición A6, después de la presentación de la lista de interferencia, 9.1 palabras (dt = 3.3) y 13.0 (dt = 1.1) en la condición de reconocimiento de las palabras. El tercer grupo estuvo compuesto por 57 participantes entre las edades de 71 y 75 años, con una media de 72.9 años (dt = 1.4) y un nivel educativo promedio de 14.6 años (dt = 3.4). Este
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grupo recordó un promedio de 5.1 palabras (dt = 1.8) en la administración A1, 10.3 (dt = 2.9) en la A5, 8.4 (dt = 3.5) en la A6 y 12.7 (dt = 1.9) en el reconocimiento. El grupo de 26 participantes entre las edades de 76 y 85 años tenía una edad promedio de 72.9 (dt = 1.4) y un nivel educativo promedio de 14.6 años (dt = 3.4). Este grupo recordó un promedio de 5.1 palabras (dt = 1.6) en la condición A1, 9.7 palabras (dt = 2.8) en la condición A5, 7.7 (dt = 3.4) en la condición A6 y 12.6 (dt = 1.9) en reconocimiento. Estos resultados fueron sumamente reveladores. Si bien la capacidad para producir las palabras e demostrar la memoria de las mismas cae con la edad, la capacidad de reconocerlas se mantiene intacta a través de los años, lo que hace pensar que la capacidad de adquisición de la información no disminuye con la edad. Ryan, Paolo y Skrade (1992) llevaron a cabo una investigación con participantes encarcelados quienes padecían del síndrome del virus de inmunodeficiencia humana (SIDA). A tal efecto, estos investigadores examinaron una muestra de 30 reclusos de tres penitenciarías federales en los Estados Unidos. De estos 30 participantes, 15 eran seropositivos con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y los otros 15 fueron seronegativos en relación a dicha entidad patológica. De acuerdo a Ryan, Paolo y Skrade (1992) ambos grupos eran comparables en variables demográficas. Los participantes seropositivos y los seronegativos presentaron procesos similares de adquisición de información en este instrumento, pero los seropositivos tenían mayores dificultades con los ensayos A2, A4 y A5, así como en reconocimiento y el total de palabras recordadas en los primeros cinco ensayos ( ∑A1-A5). Mostraron también mayores dificultades en recordar palabras ubicadas en el medio de la lista. Revisión Revisión del estado actual actual del conoc imiento Composici Composició ón, estructur a factorial y muestras normativas
Vakil y Blachstein (1997) estudiaron la ejecución de 528 voluntarios saludables en el TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998). Según estos investigadores, la edad de la muestra osciló entre los 21 y 91 años. Esta fue dividida en 6 grupos, según la edad, así como en hombres y mujeres. Los 57 hombres que fueron incluidos en el grupo entre 20 y 29 años recordaron un promedio de 7.72 palabras (dt = 1.51) en la primera administración (A1) del TAAVR. En la quinta administración de la lista (A5), este grupo recordó un promedio de 13.39 palabras (dt = 1.33). Inmediatamente después de haber sido presentada la lista de interferencia (A6), los participantes incluidos entre las edades de 20 y 29 años recordaron un promedio de 12.19 palabras (dt = 1.99). En el ensayo de memoria dilatada o diferida, es decir a los 20 minutos (A7), este grupo de participantes masculinos obtuvo una puntuación media de 12.12 (dt = 2.24). El grupo de mujeres entre las mismas edades, es decir 20 a 29 años, estuvo compuesto por 60 participantes. Estas participantes fueron capaces de recordar un promedio de 7.88 palabras (dt = 2.04) en el ensayo A1. En la administración A5 de la lista, las 60 participantes entre edades
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de 20 y 29 años recordaron un promedio de 14.15 palabras (dt = 1.02). Inmediatamente después de haber sido presentada la lista de interferencia (A6), las participantes de este grupo pudieron recordar un promedio de 12.88 palabras (dt = 1.98). En la administración dilatada (A7) de la lista de palabras, las participantes de este grupo pudieron recordar un promedio de 12.87 palabras (dt = 2.45). La muestra de 39 hombres pertenecientes al grupo entre 30 y 39 años recordaron un promedio de 7.28 palabras (dt = 2.16) en la primera administración (A1) del TAAVR. En el quinto ensayo (A5), este grupo pudo recordar un promedio de 13.08 palabras (dt = 1.71), mientras que inmediatamente después de haber sido presentada la lista de interferencia (A6), este grupo pudo recordar un promedio de 11.49 palabras (dt = 3.04). En la administración de memoria diferida (A7), el promedio de palabras recordadas fue 11.67 (dt = 2.66). Las 24 mujeres que fueron incluidas en el grupo de edades entre 30 y 39 años recordaron un promedio de 7.58 palabras (dt = 1.53) en la primera administración de la lista (A1). En la quinta administración (A5), este mismo grupo recordó un promedio de 13.88 palabras (dt = 1.51). Después de haber sido administrada la lista de interferencia (A6), este grupo de mujeres pudo recordar un promedio promedio de 13.13 palabras palabras (dt = 1.87), mientras mientras que en la administración diferida diferida (A7) pudieron recordar un promedio de 12.75 palabras (dt = 2.25). En las edades entre 40 y 49 años, el grupo de hombres estuvo compuesto por 42 participantes. Este obtuvo una puntuación promedio de 7.38 (dt = 2.41) en la primera administración (A1) de la lista de palabras al TAAVR. En la quinta administración (A5) de esta lista, los 42 hombres entre las edades de 40 y 49 años obtuvieron una puntuación promedio de 12.71 (dt = 1.3), mientras que para la administración A6, los valores correspondientes fueron 11.52 (dt = 2.10). En la tarea de memoria dilatada de este instrumento (A7), este grupo recordó un promedio de 11.33 palabras (dt = 2.47). En el grupo de 44 mujeres de la misma edad, la puntuación promedio obtenida en la primera administración (A1) de la lista de palabras del TAAVR fue 7.64 (dt = 2.39). En la quinta administración (A5), este grupo fue capaz de recordar 13.07 palabras (dt = 1.55), mientras que inmediatamente después de haber sido presentada la lista de interferencia, la cantidad promedio de palabras recordadas fue 11.59 (dt = 2.51). En la administración de memoria dilatada o diferida (A7), la cantidad de palabras recordadas por este grupo ascendió a un promedio de 11.70 (dt = 2.33). Participaron en esta investigación 27 hombres entre las edades de 50 y 59 años. La cantidad promedio de palabras que fueron capaces de recordar en el primer ensayo (A1) fue 6.52 (dt = 1.71). En la quinta administración (A5), este grupo obtuvo un promedio de 12.41 palabras (dt = 1.95), mientras que en la administración de la lista inmediatamente después de haber sido presentada la lista de interferencia i nterferencia (A6), obtuvieron una puntuación promedio de 10.48 (dt = 2.71). En la administración diferida o dilatada (A7), aproximadamente a los 20 minutos, estos participantes fueron capaces de recordar un promedio de 10.52 palabras (dt = 3.08). El grupo de 28 mujeres pertenecientes al intervalo entre 50 y 59 años de edad recordó un promedio de 7.18 palabras (dt = 1.70) en el primer ensayo (A1) de este instrumento. En el quinto ensayo (A5), este grupo fue capaz de recordar un promedio de 13.32 palabras (dt = 1.44). En la
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administración inmediatamente después de haber sido leída la lista de interferencia (A6), este grupo recordó un promedio de 11.93 palabras (dt = 2.69), mientras que en la administración de memoria dilatada o diferida (A7) produjeron un promedio de 12.11 palabras (dt = 2.23). Los 48 hombres pertenecientes a las edades entre 60 y 69 años fueron capaces de recordar 6.13 palabras (dt = 1.88) en el primer ensayo (A1) de este instrumento. En el quinto ensayo, los valores correspondientes fueron 11.38 y 2.75. En la administración inmediatamente posterior a la lectura de la lista de interferencia (A6), estos participantes fueron capaces de recordar 9.21 palabras (dt = 3.08). En el ensayo A7, el promedio de este grupo fue 9.13 (dt = 3.32). Por otro lado, el grupo de 67 mujeres que pertenecieron al intervalo de 60 y 69 años fueron capaces de recordar 6.46 palabras (dt = 2.04) en el primer ensayo (A1) de la lista del TAAVR. En el quinto ensayo (A5), este grupo fue capaz de recordar 12.33 palabras (dt = 1.85). Inmediatamente después de haber sido administrada la lista de interferencia (A7), este grupo de participantes recordó un promedio de 10.18 palabras (dt = 2.81), mientras que en el ensayo de memoria diferida (A7), la puntuación media fue 12.72 palabras (dt = 2.81). Cuarenta y cuatro hombres entre las edades de 70 y 91 años participaron en esta investigación. Este grupo fue capaz de recordar un promedio de 5.30 palabras (dt = 1.37) en la primera administración de la lista de palabras (A1). En la quinta administración (A5), fueron capaces de recordar 10.84 palabras (dt = 2.10). En la administración (A6), inmediatamente después de la presentación de la lista de interferencia, este grupo fue capaz de recordar un promedio de 7.70 palabras (dt = 2.64), mientras que en la administración diferida o dilatada (A7) fueron capaces de recordar 8.14 palabras (dt = 2.62). En las 48 mujeres dentro del mismo intervalo de edad, la cantidad promedio de palabras recordadas en la primera administración de este instrumento (A1) fue 5.25 (dt = 2.30). En la quinta administración (A5), este grupo fue capaz de recordar un promedio de 10.69 palabras (dt = 2.07), mientras en la administración que tuvo lugar inmediatamente después de haber sido presentada la lista de interferencia (A6), la puntuación media fue 8.15 (dt = 3.00). En la administración dilatada o diferida, es decir a 20 minutos después (A7), las participantes de este grupo obtuvieron una puntuación promedio promedio de 8.8 (dt = 2.63). Johnstone et al. (2000) estudiaron el fenómeno de la recuperación de la memoria en función de uno o múltiples ensayos. Los autores de esta investigación estaban interesados en las implicaciones que este fenómeno pudiese tener para la rehabilitación cognitiva. Los participantes que se incluyeron en este estudio fueron 291 pacientes referidos a un departamento de medicina física y de rehabilitación para para evaluación, por presentar disfunciones disfunciones cognitivas. Se le aplicó a cada uno de los pacientes una batería de instrumentos neuropsicológicos, dentro de la cual se incluyó el TAAVR. La edad promedio de los participantes de esta investigación fue 32.49 años (dt = 11.83) y su nivel educativo promedio fue 12.45 años (dt = 2.39). El 63.2% de los pacientes fueron hombres y el 36.8% fueron mujeres. En la primera administración de la lista de palabras del TAAVR (A1), los pacientes incluidos en esta muestra pudieron recordar un promedio de 5.74 palabras (dt = 1.80), mientras
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que las puntuaciones fluctuaron entre 0 y 13 palabras. En el quinto ensayo de la lista original (A5), el promedio de palabras recordadas fue 10.71 (dt = 2.70). Las puntuaciones obtenidas por estos pacientes fluctuaron entre 3 y 15 palabras. A partir del conjunto de resultados obtenidos en todos los instrumentos neuropsicológicos administrados como parte de esta investigación, los autores derivaron cuatro factores que surgieron de la correlación entre estas puntuaciones. El primer factor fue denominado memoria verbal, el segundo factor, memoria espacial, el tercer factor se denominó aprendizaje verbal y el cuarto factor, aprendizaje motor . La administración A1 del TAAVR tuvo una carga altísima (r = 1.00) sobre el factor de memoria verbal. Por el contrario, no hubo relación con el factor de memoria espacial (r = -0.0), ni con el factor de aprendizaje motor (r (r = -0.04). Hubo una cierta relación, aunque no significativa, con el factor de aprendizaje verbal (r = -0.42). En la administración A5, se observó una carga significativa (r = 0.61) sobre el factor de aprendizaje verbal. Hubo también una carga relativamente alta, aunque no necesariamente significativa desde el punto de vista estadístico (r = 0.56), con el factor de memoria verbal. Al igual que la administración A1, la administración A5 no mostró ningún tipo de correlación con los factores de memoria espacial (r = -0.01) y aprendizaje motor (r (r = -0.03). Los resultados de esta investigación confirman la independencia de los procesos verbales y no verbales, así como la relativa independencia de los procesos de memoria, tal y como se puede observar en la administración A1 de este instrumento, y de aprendizaje, tal y como se puede observar en la administración A5 del mismo. Traumat Trau matis ismos mos crá cr á neo-enc neo -encefá efálico li cos s
De acuerdo a Geffen et al. (1994), la queja más frecuente de los pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos es la dificultad en la memoria. A tal efecto, estos autores utilizaron el TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998) con el fin de determinar la presencia de las dificultades en la memoria indicadas por estos pacientes. Geffen et al. (1994) seleccionaron una muestra de 18 pacientes hombres quienes habían sufrido un traumatismo cráneo-encefálico de grado moderado a severo, con una edad promedio de 21.3 años dentro de un intervalo de 15 a 28 años. El nivel educativo de esta muestra fue de una media de 10.6 dentro de un intervalo de 9 a 16 años de escolaridad. El CI promedio pre-mórbido del grupo de pacientes fue de una media de 101.8, fluctuando entre 90 y 113. Los autores seleccionaron también un grupo de 23 controles saludables entre las edades de 16 a 25 años, con un promedio de 20.1 años. El nivel educativo de esta muestra fluctuó alrededor de una media de 11.4 años, con una dispersión entre 10 y 14 años. El CI promedio de la muestra de controles fue de 106.6, con un valor mínimo de 95 y un valor máximo de 123. En el ensayo A1 de este instrumento, el grupo de pacientes recordó un promedio de 5.1 palabras, con una desviación típica de 1.5, mientras que en el ensayo A5, el valor promedio fue de 9.4
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palabras recordadas, con una desviación típica de 2.8. El total promedio de palabras recordadas por los pacientes en los primeros cinco ensayos (∑A1-A5) fue 38.8, con una desviación típica de 9.2. Por último, en el ensayo A6, es decir recordar la lista original después de haber escuchado y recordado una lista de interferencia, el número promedio de palabras recordadas por los pacientes fue 6.2, con una desviación típica de 2.6. El grupo de controles saludables recordó un promedio de 7.6 palabras en el ensayo A1, con una desviación típica de 1.7. En el ensayo A5, el promedio fue 12.4, con una desviación típica de 1.7. El número promedio total de palabras recordadas en los ensayos ∑A1-A5 fue 54.0, con una desviación típica de 6.0. Por último, en el ensayo A7, el promedio fue 11.1 palabras recordadas, con una desviación típica de 1.6. Las diferencias entre las medias de todas las condiciones de administración del instrumento arrojaron valores estadísticamente significativos al nivel de p = 0.001. En este sentido, el TAAVR puede ser considerado un instrumento útil en la identificación de trastornos de memoria en pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos. icos. En términos de predecir el grado de severidad de la lesión en términos de la duración de la amnesia post-traumática en el grupo de pacientes, fue el ensayo A7 el que mostró una correlación significativa (r = -0.72) al nivel de p < 0.001. Es decir, a mayor el período de amnesia post-traumática, la ejecución en el ensayo A7 fue peor. En este sentido, la ejecución de los pacientes en el ensayo A7 le puede dar al clínico una mejor idea de la severidad de la lesión sufrida por el paciente. En una investigación sobre la memoria cotidiana en pacientes lesionados cerebrales, Kinsella et al. (1996) le administraron el TAAVR a una muestra de 24 pacientes quienes habían sufrido una lesión cerebral traumática. Todos los pacientes habían sufrido un traumatismo cráneo-encefálico con pérdida de conciencia y amnesia post-traumática. Las lesiones fueron generalmente severas, requiriendo hospitalización inicial con un promedio de 1.97 meses y una desviación típica de 2.58. Habían requerido también ser ingresados en un programa de rehabilitación con un promedio de duración de 6.98 meses, con una desviación típica de 7.31. El tiempo promedio de amnesia post-traumática de estos pacientes fue de 7.79 semanas, con una desviación típica de 11.02. La mayoría de las lesiones eran producto de accidentes vehiculares. La edad promedio de esta muestra fue de 32.5 años, con una desviación típica de 13.6. Alrededor de la mitad de los pacientes habían realizado parte de la educación secundaria y la otra mitad habían completado la misma. De los 24 pacientes incluidos en la muestra, 18 eran hombres y 6 mujeres. Se seleccionó una muestra de control de 24 participantes, también 18 hombres y 6 mujeres, con una edad promedio de 31.8 años y una desviación típica de 13.3. La muestra de controles fue equiparada equiparada con la de pacientes en términos del nivel educativo. Se les administró a ambas muestras el TAAVR. El total de palabras recordadas por la muestra de pacientes en los ensayos ∑A1-A5 fue 41.00, con una desviación típica de 10.24, mientras que los controles recordaron una media de 50.13 palabras, con una desviación típica de 9.06. La diferencia entre estas medias fue descrita como significativa al nivel de p < 0.01 por los autores de este estudio.
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En la administración dilatada de este instrumento (A7), el promedio de palabras recordadas por los pacientes fue de 7.17, con una desviación típica de 3.32, Los controles, por el contrario, recordaron un promedio de 9.67 palabras, con una desviación típica de 3.29. De nuevo, la diferencias entre las medias fue descrita como significativa al nivel de p < 0.01 por Kinsella et al. (1996). Los hallazgos de esta investigación validan el uso del TAAVR en la identificación de déficits residuales de memoria en pacientes con lesiones cerebrales por traumatismo cráneo-encefálico. cráneo-encefálico. El TAAVR fue utilizado por Haines y Norris (2001) para comparar la ejecución de un grupo de voluntarios saludables y la de un grupo de pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos leves. El grupo de 20 voluntarios reclutado en un hospital de veteranos de los Estados Unidos presentó una edad promedio de 41.65 años (dt = 7.62) y un nivel educativo promedio de 12.05 años (dt = 1.15). El grupo de 20 pacientes pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos cráneo-encefálicos presentó una edad promedio de 37.85 años (dt = 8.48) y un nivel educativo promedio de 11.40 (dt = 1.31). Se utilizó la sumatoria s umatoria de las puntuaciones obtenidas en los primeros 5 ensayos del TEST DE APRENDIZAJE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE DE REY (Rey, 1964; Schmidt, 1996; 1996; Spreen y Strauss, 1998) (ΣA1-A5) como medida de memoria auditiva verbal. La puntuación promedio obtenida por el grupo de voluntarios normales fue 52.80 (dt = 7.36), mientras que el promedio obtenido por los pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos leves fue 44.10 palabras recordadas (dt = 9.49). La diferencia entre estas medias fue significativa al nivel p < 0.005, de acuerdo a los autores de esta investigación. Se utilizó también el ensayo de memoria dilatada (A7) del TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL VERBAL DE REY (Rey, 1964; Schmidt, 1996; 1996; Spreen y Strauss, Strauss, 1998) como otra medida de consolidación de la memoria auditiva verbal. La puntuación media obtenida por el grupo de voluntarios fue 13 palabras recordadas (dt = 1.95). Por el contrario, los pacientes que tenían un historial de traumatismos cráneo-encefálicos leves produjeron un promedio de 9.50 palabras (dt = 4.57) en esta tarea. Una vez más, los autores indican que la diferencia entre estas medias fue significativa al nivel de p < 0.05. Es evidente, a partir de los datos obtenidos en esta investigación, que los traumatismos cráneo-encefálicos resultan en una disminución de la capacidad en la memoria auditiva verbal, tal y como es valorada por medio de las medidas obtenidas en las diferentes condiciones de administración del TAAVR. Kersel et al. (2001) realizaron una investigación en la cual siguieron el funcionamiento neuropsicológico de una muestra de lesionados cerebrales severos durante el primer año después del trauma. Escogieron una muestra de 65 pacientes con indicios de lesión cerebral severa, incluyendo una puntuación menor de 9 en la ESCALA DE COMA DE GLASGOW (Teasdale y Jennett, 1974) obtenida dentro de las primeras 24 horas después del trauma y un período de más de 24 horas entubados por motivo del trauma cráneo-encefálico, entre otros.
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La edad promedio de estos pacientes fue 28 años, con una desviación típica de 11 años. La mayoría (75%) había sufrido trauma cráneo-encefálico en un accidente automovilístico. Se realizaron dos exploraciones neuropsicológicas durante el primer año después de trauma: 6 meses después y un año después. Se utilizó el TAAVR como parte de la batería neuropsicológica administrada a estos pacientes. A los 6 meses después del trauma, la media de palabras recordadas en la condición de memoria inmediata (A1) fue 5.06, con una desviación típica de 1.95. Al año, la media de la misma condición de administración fue 5.71 palabras recordadas, con una desviación típica de 2.62. En la condición de memoria de todas las palabras presentadas en los primeros cinco ensayos ∑A1-A5, la media a los 6 meses fue 36.86, con una desviación típica de 15.45. Al año, el promedio de la totalidad de palabras recordadas en los ensayos A1-A5 fue 40.00, con una desviación típica de 16.77. En la memoria dilatada (A7), la media fue 6.51 a los 6 meses, con una desviación típica de 4.76, mientras que al año, la media fue 6.97 y la desviación típica correspondiente 5.05. Las diferencias entre las medias de las condiciones de memoria inmediata (A1) y memoria total (∑A1-A5) entre 6 meses y un año fueron significativas, con un valor de p < 0.05. A pesar de la leve mejoría experimentada entre los 6 meses y el año, según los autores, el 74% de la muestra mostraba impedimento en la memoria inmediata (A1) a los 6 meses y 63% al año. En relación a la memoria de la totalidad de palabras recordadas en los ensayos ∑A1-A5, el 66% de la muestra mostraba impedimento impedimento a los 6 meses y el 63% al año. Estos hallazgos establecen claramente que los trastornos de la memoria auditiva-verbal son parte integral del cuadro de déficits neurocognitivos que acompaña a los traumatismos cráneo-encefálicos severos. Demuestran, también, la sensibilidad del TAAVR frente a estas dificultades de la memoria. En una investigación sobre el rendimiento de pacientes con traumatismos cráneoencefálicos leves en instrumentos neuropsicológicos que valoran los procesos de memoria, PereaBartolomé, Ladera-Fernández y Morales-Ramos (2002) incluyeron una muestra de 60 pacientes quienes habían sufrido un traumatismo cráneo-encefálico leve cumpliendo los criterios establecidos sobre dicho diagnóstico. La edad promedio de este grupo fue 37.48 años (dt = 18.87), con un nivel de educación promedio de 7.07 años (dt = 2.64). Treinta y seis de estos pacientes fueron hombres y 24 mujeres. Se comparó la ejecución de estos pacientes en el TAAVR con una muestra de 60 controles saludables con una edad promedio 34.95 años (dt = 14.36). Los miembros del grupo de controles saludables incluyeron 35 hombres y 25 mujeres. El nivel educativo promedio de este grupo fue 7.3 años (dt = 5.13). En la primera administración (A1) de la lista de palabras del TAAVR, los pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos recordaron un promedio de 3.87 palabras (dt = 1.13), mientras que los controles saludables pudieron recordar 5.02 palabras (dt = 1.83). Esta diferencia fue significativa a nivel estadístico, de acuerdo a los autores de esta investigación.
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En la quinta administración (A5) de la lista de palabras, los pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos recordaron un promedio de 8.67 (dt = 2.23) mientras que los controles saludables recordaron recordaron un promedio promedio de 11.77 palabras palabras (dt = 2.04). Esta diferencia diferencia también fue estadísticamente significativa. En la reproducción de memoria después de haber sido presentado una lista de interferencia (A6), los pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos recordaron un promedio de 6.23 palabras (dt = 3.52), mientras que los miembros del grupo de controles saludables recordaron un promedio de 10.92 palabras (dt = 2.5). Se llevó a cabo, también, la administración del TAAVR en los pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos en diferentes momentos de su recuperación. Los resultados mencionados con anterioridad se refieren al momento en que se obtiene la línea base en estos pacientes. En una segunda administración llevada a cabo al mes de la primera evaluación, la cantidad de palabras recordadas en el primer ensayo (A1) fue 4.2 palabras (dt = 1.53), mientras que en la tercera exploración, a los 6 meses, los valores correspondientes fueron 4.67 palabras recordadas (dt = 1.43). Finalmente, se llevó a cabo una exploración al año, en la cual los pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos recordaron un promedio de 5.23 palabras (dt = 1.68) en la primera administración de la lista de palabras (A1). En el quinto ensayo (A5), los pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos recordaron un promedio de 7.37 (dt = 2.96) al mes de la primera exploración. A los seis meses, los valores correspondientes en la quinta administración (A5) fueron 10.57 palabras (dt = 2.42). Al año de la primera exploración, el valor promedio correspondiente de palabras recordadas fue 10.77 (dt = 2.29) en la quinta administración (A5). En la administración posterior a la presentación de la lista de interferencia (A6), los pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos recordaron un promedio de 7.37 palabras (dt = 2.96) al mes de la primera exploración. A los seis meses, los valores correspondientes fueron de 7.93 palabras (dt = 3.04). Al año de la exploración inicial, los pacientes con traumatismos cráneoencefálicos recordaron un promedio de 7.95 palabras (dt = 2.84) en la administración posterior a la presentación de la lista de interferencia. Según los autores de esta investigación, se demuestra una tendencia consistente de significación estadística a medida que van pasando los diferentes momentos de evaluación, es decir, en la exploración inicial de línea base, al mes de la misma, a los seis meses de la misma y al año de esta. En otra investigación sobre el efecto del traumatismo cráneo-encefálico sobre la capacidad de aprendizaje auditivo verbal, Perea-Bartolomé, Ladera-Fernández, Ladera-Fernández, y Morales-Ramos (2000) le administraron el TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998) a una muestra de 100 participantes quienes habían sufrido un traumatismo cráneo-encefálico. La muestra estuvo compuesta por 86 hombres y 14 mujeres. La edad promedio de este grupo fue 36.76 años (dt = 15.7) y su nivel educativo promedio fue 8.12 (dt = 4.3). De estos pacientes, 48 habían sufrido traumatismos cráneo-encefálicos por haber estado envueltos en accidentes de tráfico, 30 por estar involucrados en accidentes
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laborales, 8 por caídas fortuitas, 6 por deportes, 3 por asta de toros, 2 por agresiones y otros 2 dentro de una categoría no determinada. Los resultados obtenidos por estos pacientes en el TAAVR fueron comparados con los obtenidos por un grupo de 100 controles saludables cuya edad promedio fue 34.90 años (dt = 14.36) y cuyo nivel promedio de educación fue 8.40 años (dt = 5.2). El grupo de controles saludables estuvo compuesto por 52 hombres y 48 mujeres. Los pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos fueron evaluados un total de 4 veces. En la primera exploración en la cual se estableció la línea base, los pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos produjeron produjeron un total de 3.58 palabras (dt = 1.28) en la primera administración de la lista (A1). La segunda exploración se llevó a cabo al mes. El valor correspondiente a la primera administración de la lista de palabras (A1) fue 4.36 (dt = 1.62). La tercera exploración se llevó a cabo a los 6 meses de la primera, y la puntuación promedio obtenida por los pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos en la primera administración de la lista de palabras (A1) fue 4.64 (dt = 1.71). Finalmente, se llevó a cabo la cuarta exploración al año de la primera, en la cual los pacientes con traumatismos cráneoencefálicos recordaron 5.19 palabras (dt = 1.83) en la primera presentación de la lista de palabras (A1). Los controles saludables se examinaron solamente una vez y fueron capaces de recordar un promedio de 5.30 palabras (dt = 1.73) en la primera administración (A1) de la lista. Se notó que el traumatismo cráneo-encefálico leve muestra una tendencia hacia la mejoría desde el establecimiento de la línea base en la primera exploración hasta la cuarta exploración llevada a cabo al año. Mientras que las puntuaciones promedio entre el grupo con traumatismo cráneoencefálicos y los controles saludables difirieron notablemente en la primera exploración, no difirieron significativamente en la cuarta. En la quinta administración (A5) de la lista de las 15 palabras correspondiente al TAAVR, los pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos recordaron un promedio de 7.90 palabras (dt = 2.68). Al mes, los valores correspondientes fueron 9.52 (dt = 2.94), mientras que a los 6 meses pudieron recordar un promedio de 9.8 palabras (dt = 3.19). Al año, los pacientes con traumatismos t raumatismos cráneo-encefálicos leves reprodujeron un promedio de 10.35 palabras (dt = 2.87). Los controles saludables fueron evaluados, de nuevo, una sola vez. La puntuación promedio obtenida en la quinta administración (A5) de la lista de palabras fue 11.49 (dt = 2.13). Una vez más, se notó una tendencia hacia la mejoría a partir de la primera exploración hasta la cuarta, llevada a cabo un año después. Los pacientes con traumatismos cráneoencefálicos produjeron un promedio reducido de palabras, si se les compara con la producción de los controles saludables, en la quinta presentación de la lista de palabras (A5) en la primera exploración, mientras que al año, el valor promedio se acerca al promedio obtenido por los controles saludables.
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Se utilizó también como medida dentro de esta investigación la reproducción de la lista de palabras posterior a la presentación de la lista de interferencia (A6). En la primera exploración bajo esta condición de administración, los pacientes con c on traumatismos cráneo-encefálicos reprodujeron un promedio de 4.98 palabras palabras (dt = 3.64), en la segunda exploración, exploración, al mes de la primera, el valor promedio recordado fue 6.65 palabras (dt = 3.84). A los 6 meses, los pacientes con traumatismos cráneo-encefálicos recordaron un promedio de 7.42 palabras (dt = 3.68), mientras que al año reprodujeron un promedio de 7.60 palabras (dt = 3.67). Los controles saludables reprodujeron un promedio de 10.70 palabras (dt = 2.41) en la administración de la lista de palabras posterior a la presentación de una lista de interferencia (A6). Se notó una tendencia a la mejoría en la reproducción de la lista de palabras después de la lista de interferencia en el recordar la lista de palabras después de la presentación de la lista de interferencia, a través de los diferentes momentos en que los pacientes con traumatismos cráneoencefálicos fueron valorados. Se notó también que a partir de la tercera exploración, a los 6 meses de la inicial, no hay un aumento notable posterior. Tampoco, estos valores se acercaron al promedio obtenido por los controles saludables. Es muy probable que, si bien la capacidad de recordar palabras, como tal, sí mejora a través del tiempo, el paciente con traumatismo cráneo-encefálico leve no mejora su capacidad de recordar palabras después de haber sido presentada una lista de interferencia. Boake et al. (2001) estudiaron la capacidad predictiva de los instrumentos neuropsicológicos en relación a los resultados de productividad a los cuales podía llegar una muestra de pacientes con historial de traumatismo cráneo encefálico. Dentro de este contexto, estos investigadores le administraron una batería neuropsicológica a una muestra de 230 pacientes con historial de traumatismos cráneo-encefálicos, cuyas edades oscilaron entre los 18 y 64 años. Las edades más representadas en esta muestra (80%) estuvieron entre los 20 y los 49 años. El nivel educativo de esta muestra incluyó personas en diferentes rangos educativos. Hubo un grupo relativamente amplio (68) que nunca completó el nivel de educación correspondiente al bachillerato. El resto de los pacientes, excepto cinco de quienes no se sabía el nivel educativo, completó por lo menos el bachillerato o algún nivel educativo superior al mismo. La mayoría de los traumatismos cráneo-encefálicos (130) fueron por causa de algún tipo de accidente vehicular. La segunda categoría (50) tuvo que ver con algún ataque con traumatismo cráneo-encefálico. Se incluyó el TAAVR TAAVR dentro de los instrumentos instrumentos utilizados en esta esta investigación. De la muestra original de pacientes, 171 fueron valorados con este instrumento. La puntuación promedio total obtenida por los pacientes en los primeros cinco ensayos ΣA1-A5 fue 35.1 (dt = 11.1). Las puntuaciones oscilaron entre valores de 15 y 65 palabras recordadas en los primeros cinco ensayos. Los autores de esta investigación indicaron que, a partir de estos resultados, se clasificaron como impedidos en la memoria auditiva verbal al 61% de estos participantes. Los resultados de esta investigación indican claramente que el TAAVR es un instrumento capaz de reflejar el estado cognitivo de pacientes que hayan sufrido un traumatismo cráneoencefálico. Hubiera sido interesante saber si estos pacientes produjeron un número reducido de
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palabras de las cinco administraciones de la primera lista por no haber podido consolidar la memoria auditiva a través de diferentes ensayos, o si es que su dificultad está relacionada con la atención, lo cual se reflejaría en una puntuación mucho más baja en la primera administración de la lista de palabras, y no necesariamente producto de no haber consolidado la información a través de las cinco presentaciones de la lista de palabras. En muchas ocasiones, las metas que se fijan los pacientes son de gran importancia para determinar los resultados del proceso de rehabilitación en este sentido, Gauggel, Hoop y Werner (2002) investigaron este fenómeno en una muestra de pacientes lesionados cerebrales. La muestra de pacientes seleccionada para esta investigación estuvo compuesta por 87 lesionados cerebrales, los cuales tenían etiología trau traumática mática o por accidente vascular cerebral, cerebral, en la mayoría de los casos. Esta muestra fue dividida en tres sub-muestras, de acuerdo a las metas que se fijaban los pacientes para su recuperación. A un grupo de 29 pacientes se les fijaron metas relativamente poco ambiciosas, caracterizadas por la expresión hacer lo mejor que uno puede. Esta muestra presentó una edad promedio de 47.4 años (dt = 13.7) y su nivel promedio de educación fue 9.7 años (dt = 1.2). Este grupo obtuvo una puntuación promedio de 12.7 (dt = 8.1) en la ESCALA DE DEPRESIÓN DEL CENTRO DE ESTUDIOS EPIDEMIOLÓGICOS (Radloff, 1977). A un segundo grupo les fueron asignadas metas relativamente altas. Este grupo de 30 participantes presentó una edad promedio de 39.0 años (dt = 15.6) y su nivel educativo promedio fue 9.8 años (dt = 1.2). La puntuación promedio obtenida por este grupo en la escala de depresión utilizada en esta investigación fue 12.6 (dt = 8.9). Un tercer grupo compuesto por 28 participantes tuvieron la oportunidad de fijar sus propias metas para su recuperación. La edad promedio de este grupo fue 38.6 años (dt = 15.9) y su nivel educativo promedio fue 10.0 años (dt = 1.4). La puntuación promedio obtenida por este grupo en la escala de depresión utilizada en este estudio fue 9.0 (dt = 5.7). Se les administró a todos los pacientes participantes en esta investigación la versión Alemana del TEST DEL APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998). Se utilizó como puntuación el número de palabras recordadas correctamente en los primeros cinco ensayos de este instrumento ( ΣA1-A5). El valor promedio obtenido por los pacientes con metas de rehabilitación relativamente modestas fue 41.5 (dt = 10.3). El promedio del grupo de pacientes con metas altas asignadas externamente fue 44.4 (dt = 12.0). Los pacientes que se asignaron sus propias metas para su recuperación recordaron un promedio de 39.6 palabras (dt = 12.4) en los primeros cinco ensayos en el TEST DEL APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998). Es muy interesante notar que aunque los pacientes que se habían asignado a sí mismos sus metas de rehabilitación obtuvieron una puntuación menor en la ESCALA DE DEPRESIÓN DEL CENTRO DE ESTUDIOS EPIDEMIOLÓGICOS (Radloff, 1977), no necesariamente hubo una diferencia significativa entre ellos y los otros dos grupos en la cantidad promedio de palabras que fueron capaces de recordar en los primeros cinco ensayos del TEST DEL APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998). En
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este sentido, se vuelve a notar una disociación entre las capacidades de aprendizaje auditivo verbal de estos pacientes y su estado afectivo. Sherer et al. (2002) investigaron el estado neurocognitivo temprano después de un traumatismo cráneo-encefálico y su relación con los resultados de productividad. Esto se llevó a cabo dentro de un modelo de traumatismo cráneo-encefálico de investigación y demostración financiado por el Instituto Nacional de Investigaciones Sobre Discapacidades y Rehabilitación de los Estados Unidos. Participaron en esta investigación un total de 388 pacientes con diagnóstico de traumatismo cráneo-encefá cráneo-encefálico. lico. La mediana de edad de este grupo fue 29 años, con valores de 21 años y 39 años correspondientes al percentil 25 y al percentil 75, respectivamente. La mayoría de estos pacientes tenía un nivel educativo que osciló entre 9 años y algunos estudios universitarios. Se les administró a todos los participantes de esta investigación una batería de instrumentos neuropsicológicos neuropsicológicos dentro de la cual se encontraba el TAAVR. Se utilizó como una de las medidas en este estudio la puntuación total, es decir, a partir de la sumatoria de los cinco ensayos de la primera lista (ΣA1-A5). El valor de la mediana en esta puntuación obtenida por este grupo de pacientes fue 34 palabras, con valores de 27 y 42 correspondientes al percentil 25 y 75, respectivamente. La mediana del número de palabras recordadas por este grupo de pacientes en la administración inmediatamente posteriormente a la lista de distracción (A6) fue 5 con valores de 2 y 8 correspondientes respectivamente al percentil 25 y 75. Se llevó a cabo un análisis factorial de todos los resultados obtenidos por este grupo de pacientes en los diferentes instrumentos utilizados en la exploración neuropsicológica. El TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998) cargó de forma significativa sobre un factor que se describió como el Componente 1, sobre el cual cargaron todas las medidas verbales utilizadas en esta exploración. El valor correspondiente a la carga de la puntuación ΣA1-A5 sobre este factor fue 0.75, mientras que en el ensayo (A6) la carga fue de 0.65. Se hizo notar a través de los resultados obtenidos en esta investigación, que el TAAVR es sensitivo a la presencia a los trastornos neurocognitivos asociados con los traumatismos cráneoencefálicos. Efectos de latigazo
Cuando hay un accidente automovilístico el cual resulta en un efecto de latigazo, se puede asumir que el cerebro fue sometido a fuerzas de aceleración, desaceleración y rotación, las cuales pueden resultar en lesión difusa de los axones y tener como consecuencias disfunciones cognitivas. A tal efecto, en una investigación sobre los efectos del latigazo sufrido en accidentes, primordialmente automovilísticos, sobre el funcionamiento neurocognitivo de los accidentados, Gimse et al. (1997) utilizaron el TEST TEST DE APRENDIZAJE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998) dentro de la batería de instrumentos que se les administró a un grupo de 42 pacientes referidos a evaluación neuropsicológica, posteriormente posteriormente a haber sufrido un accidente en el cual se había identificado la presencia de un latigazo.
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Estos pacientes presentaban, además, problemas visuales y mareos. La edad promedio de estos pacientes fue 38 años, con valores que oscilaron entre los 24 y los 62 años. El tiempo promedio que había trascurrido entre el accidente y la evaluación fue 4.1 años, con valores que oscilaron entre 1 y 7 años. Se incluyó en esta investigación, además, una muestra de controles saludables cuya edad promedio fue 39 años, con valores que oscilaron entre 24 y 62 años. En la quinta administración de la lista de palabras (A5) de este instrumento, los pacientes quienes habían sido sujetos a un efecto de latigazo produjeron un promedio de 11.65 palabras, con una desviación típica de 2.46. En la misma tarea, los controles saludables produjeron un promedio de 13.35 palabras, con una desviación típica de 1.37. De acuerdo a los autores de esta investigación, la diferencia entre estas medias fue significativa al nivel de p = 0.021. Es interesante notar, que la queja principal dada por estos pacientes tenía que ver con los procesos visuales. No obstante, la capacidad de adquirir y consolidar información verbal se vio claramente afectada por haber sido sujetos a un efecto de latigazo. Enfermedad de Alzhe Alzheimer imer y demencias relacionadas r elacionadas
Tierney et al. (1994) estudiaron la ejecución de controles saludables así como pacientes con la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson en el TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998). Estos investigadores incluyeron una muestra de 38 controles saludables con una edad promedio de 75.4 años (dt = 5.1) y un nivel educativo de 13.4 años (dt = 2.5). Participaron en esta investigación, además, tres grupos de pacientes, dos de los cuales presentaba el diagnóstico de enfermedad de Alzheimer (moderado y severo) y otro con enfermedad de Parkinson. Los 18 pacientes con la enfermedad de Alzheimer a nivel moderado tenían una edad promedio de 75.0 años (dt = 8.1) y un nivel educativo promedio de 13.1 años (dt = 3.5). Los 33 pacientes con diagnóstico de enfermedad de Alzheimer a nivel severo presentaron una edad promedio de 76.0 años (dt = 8.9) y su nivel educativo promedio fue 10.2 años (dt = 4.1). Los 12 pacientes con demencia relacionada con la enfermedad de Parkinson que participaron en esta investigación tenían una edad promedio de 72.5 años (dt = 7.5) y su nivel educativo promedio fue 13.5 años (dt = 4.8). En el primer ensayo (A1) de la lista de palabras perteneciente al TAAVR, los controles saludables obtuvieron una puntuación promedio de 5.8 (dt = 1.9). Los pacientes con enfermedad de Alzheimer a nivel moderado recordaron un promedio de 2.7 palabras (dt = 2.1), mientras que los pacientes con enfermedad de Alzheimer a nivel severo recordaron solamente un promedio de 1.6 palabras (dt = 1.2). Los pacientes con demencia relacionada con la enfermedad de Parkinson recordaron un promedio de 2.9 palabras (dt = 1.6). En el quinto ensayo de este instrumento (A5), los controles saludables fueron capaces de recordar un promedio de 10.7 palabras (dt = 2.9). Los pacientes con enfermedad de Alzheimer a nivel moderado recordaron un promedio de 5.3 palabras (dt = 3.4), mientras que los que tenían diagnostico de Alzheimer a nivel severo pudieron recordar un promedio de 2.6 palabras (dt = 1.9).
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Los pacientes con demencia relacionada con la enfermedad de Parkinson fueron capaces de recordar un promedio de 5.3 palabras (dt = 2.8). En el ensayo inmediatamente posterior a la presentación de la lista de interferencia (A6), los controles saludables obtuvieron una puntuación promedio de 8.7 (dt = 3.7). Los pacientes con enfermedad de Alzheimer a nivel moderado pudieron recordar un promedio de 1.8 palabras (dt = 3.0), mientras que los que presentaban un diagnóstico de enfermedad de Alzheimer a nivel severo recordaron solamente un promedio de 0.5 palabras (dt = 1.2). Los pacientes con demencia relacionada con la enfermedad de Parkinson fueron capaces de recordar 3.2 palabras (dt = 2.9). Los resultados de esta investigación muestran claramente que, tanto la enfermedad de Alzheimer, como la demencia relacionada con la enfermedad de Parkinson, afectan definitivamente la memoria auditiva verbal, tal y como es valorada a través del TAAVR. Los pacientes con demencia relacionada con la enfermedad de Parkinson se comportaron en los diferentes ensayos de este instrumento de forma muy similar a los pacientes con un nivel moderado de la enfermedad de Alzheimer. Hubo una excepción en el ensayo inmediatamente posterior a la presentación de la lista de interferencia, en el cual los pacientes con la enfermedad de Alzheimer a nivel moderado presentaron un declive marcado en su capacidad de memoria auditiva verbal. No ocurrió esto de forma similar en los pacientes con enfermedad de Parkinson. La capacidad de los instrumentos neuropsicológicos para mostrar cambios fisiopatológicos en el cerebro humano fue examinada de forma indirecta por Reiman et al. (2001). Estos autores examinaron dos grupos de participantes en una investigación para determinar la eficacia de la tomografía por emisión de positrones para reflejar los cambios en actividad cerebral en personas con alto riesgo de presentar la enfermedad de Alzheimer. Examinaron a un grupo de participantes entre las edades de 50 a 65 años quienes tenían un familiar cercano con diagnóstico de probable enfermedad de Alzheimer. Se examinaron muestras de sangre de estos pacientes para determinar la presencia del genotipo de la Apolipoproteína E. Un grupo de 10 participantes fueron identificados como portadores del genotipo ( ε4 heterocigotos) y 15 como no portadores. La muestras de heterocigotos ε4 tenía una edad promedio de 55.9 años, con una desviación típica de 3.4. El nivel promedio de educación de este grupo fue de 15.4 años, con una desviación típica de 2.9. Los participantes no portadores tenían una media de edad de 57.1 años y una desviación típica de 4.4. Su nivel medio de educación fue de 16.1 años, con una desviación típica de 1.9. Todos participantes fueron sometidos a una exploración neuropsicológica al momento del diagnóstico y dos años después. La muestra fue sometida también a tomografías por emisión de positrones en las mismas dos ocasiones. Dentro de los instrumentos utilizados en la exploración estaba el TAAVR. El grupo de ε4 heterocigotos obtuvo una puntuación media de 51.4, con una desviación típica de 6.7 en el número total de palabras recordadas en los ensayos A1-A5 ( ∑A1-A5) en la primera
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administración de este instrumento. En esta misma administración, los ε4 heterocigotos obtuvieron una puntuación promedio de 10.9 en el ensayo A1, con una desviación típica de 1.3. En la condición de memoria dilatada (A7) obtuvieron una puntuación promedio de 10.7, con una desviación típica de 2.0. Dos años después, la puntuación total media de ∑A1-A5 fue 55.7, con una desviación desviació n típica de 4.9. En el ensayo A1, la puntuación promedio fue de 10.2 y la desviación típica de 2.1. En la memoria dilatada (A7), el promedio fue 9.4 puntos, con una desviación típica de 2.2. En los ensayos ∑A1-A5, el grupo de no portadores obtuvieron una puntuación total promedio de 49.5, con una desviación típica típi ca de 6.2, en la primera administración administr ación del TAAVR. En el ensayo A1, la puntuación promedio fue de 10.0 palabras recordadas, con una media de 1.9. En el ensayo de memoria dilatada (A7) este grupo obtuvo un promedio de 9.5 y la desviación típica fue de 2.6. En la segunda administración del instrumento, este grupo obtuvo una puntuación total de 52.2 en los cinco primeros ensayos (∑A1-A5), con una desviación típica de 5.3. En el ensayo A5, la media fue 10.0 y la desviación típica 2.5. Finalmente, en la condición de memoria dilatada (A7), este grupo pudo recordar una media de 9.9 palabras, con una desviación típica de 2.5. Según los autores de este estudio, los análisis estadísticos de grupo × momento de administración no identificaron diferencias significativas. Por el contrario, los portadores o ε4 heterocigotos mostraron deterioro significativo en diversas regiones cerebrales entre la primera y la segunda tomografía por emisión de positrones en comparación con los no portadores. Es interesante notar que, aún en ausencia de impedimentos neurocognitivos, puede haber cambios fisiopatológicos en el cerebro en dirección a un deterioro. Es decir, aún en ausencia de deterioro en funciones tal y como se manifiestan en los hallazgos neuropsicológicos, puede haber un substrato cerebral afectado por la enfermedad de Alzheimer. La diferenciación de la demencia producida por la enfermedad de Alzheimer y la producida por multi-infarto es de suma importancia para los cínicos, sobre todo, en la fase incipiente del estado demencial. Gainotti, Marra y Villa (2001) utilizaron las puntuaciones de número de errores y tiempo en una tarea de atención en la cual los participantes tenían que tachar estímulos idénticos a un modelo en una lámina. Estos autores utilizaron, además, el TAAVR como parte de los instrumentos administrados a una muestra total de 108 pacientes de los cuales 68 estaban afectados por la enfermedad de Alzheimer y 40 por la demencia multi-infarto. Las características demográficas de los pacientes con enfermedad de Alzheimer fueron las siguientes. El promedio de edad fue 67.8 años (dt = 6.7) y el nivel de educación fue de 10.0 años promedio (dt = 3.00). El segundo grupo tuvo una edad promedio de 68.3 años (dt = 7.6) y un nivel educativo promedio de 9.7 años (dt = 3.5). Se examinó también un grupo de 40 controles saludables, cuya edad edad promedio promedio fue 69.3 años (dt = 8.0) y su nivel educativo promedio promedio 8.4 años años (dt = 4.2). Se estableció una condición de memoria inmediata en el TAAVR en la cual se sumaron todas las palabras producidas en los ensayos A1-A5 ( ∑A1-A5). Los pacientes con enfermedad de Alzheimer recordaron un promedio de 19.4 palabras (dt = 8.8), mientras que los pacientes con demencia multi-infarto produjeron un promedio de 23.4 palabras (dt = 9.8). Los controles saludables produjeron un promedio de 38.2 palabras (dt = 9.2). Todas las diferencias entre grupos fueron significativas.
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Los autores describen una condición de memoria dilatada (A7) de este instrumento, en la cual les pidieron a los participantes que recordasen cuantas palabras pudiesen a los 15 minutos del A5, sin utilizar una lista de interferencia. Bajo estas condiciones, el grupo con enfermedad de Alzheimer produjo un promedio de 2.2 palabras (dt = 2.1), mientras que los pacientes con demencia multi-infarto produjeron un promedio de 3.6 palabras. Por último, los controles saludables produjeron un promedio de 8.1 palabras (dt = 3.2). Una vez más, todas las diferencias entre grupos fueron significativas. En un ensayo de reconocimiento de las palabras de la lista dentro de una lista mayor, los pacientes con enfermedad de Alzheimer identificaron correctamente 9.0 de las palabras (dt = 4.3) y los pacientes con demencia multi-infarto reconocieron un promedio de 9.3 palabras (dt = 4.3). Por el contrario, los controles saludables reconocieron un promedio de 13.3 palabras (dt = 1.7). Los resultados de la presente investigación no solo reafirman la utilidad del TAAVR para distinguir entre los dos tipos de demencia estudiados, si no que también apuntan al tipo de déficit presentado por estos pacientes en la memoria auditiva verbal. Es decir, muestran dificultades específicas en acceder a las palabras y producirlas, con los pacientes con enfermedad de Alzheimer mostrando un impedimento mayor, mientras que la memoria de reconocimiento está igualmente afectada en ambos grupos. Enfermedad de Parkin Parkinson son y deme d emencias ncias relacionadas r elacionadas
Según Kubu, Grace y Parrent (2000), ha habido un resurgimiento de las intervenciones neuroquirúrgicas en la enfermedad de Parkinson, ya que las opciones de medicamentos actualmente disponibles no producen los efectos deseados o producen efectos secundarios indeseados. La palidotomía o lesionar el Globo Pálido interior (GPi) ha resultado en mejoras en las funciones motoras de los pacientes, aunque no siempre en el estado neurocognitivo de los mismos. Tampoco, según expresan estos autores, se ha tomado en cuenta el lado de la lesión, según los principios de asimetría funcional del cerebro. Con el propósito de explorar el efecto sobre las funciones neurocognitivas de las lesiones infligidas en el lado izquierdo o el lado derecho del GPi por medio de radiofrecuencia guiada por micro-electrodos, Kubu, Grace y Parrent (2000) le administraron el TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998) a 10 pacientes con palidotomías izquierdas (PI) y 8 pacientes con palidotomías derechas (PD). El promedio de edad de la muestra total fue de 61.1 años con valores que fluctuaron entre 35 y 77 años. El nivel promedio de educación de la muestra total se acercó a los 12 años. La muestra de pacientes con PI fue capaz de recordar un promedio de 37.7 palabras (dt = 7.9) combinando los ensayos ∑A1-A5 de este instrumento antes de ser sometidos al procedimiento. El promedio bajo las mismas condiciones 8 meses después fue de 36.4 (dt = 6.2). La diferencia entre estas dos medias no fue significativa estadísticamente. En este sentido, esta medida obtenida a partir del TAAVR no fue sensitiva a los cambios producidos por la PI. Los pacientes con PD recordaron una media de 42.9 palabras (dt = 6.5) antes de la operación y una media de 38.0 palabras (dt = 6.9) 8 meses después de la misma en la totalidad de los ensayos ∑A1-A5 de este instrumento. Esta diferencia entre medias tampoco fue significativa. En
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general, la cantidad total de palabras recordada por los pacientes en los primeros 5 ensayos de este procedimiento procedimiento no fue una medida sensitiva a los cambios estructurales producidos en el GPi, tanto en el lado izquierdo como en el derecho. Tampoco fue sensitiva a estos cambios la condición de memoria dilatada (A7) del TAAVR. Los pacientes con PI recordaron un promedio de 7.2 palabras (dt = 3.4) antes del procedimiento y un promedio de 7.1 palabras (dt = 2.4) después del mismo. De la misma manera, los pacientes con PD recordaron un promedio de 8.4 palabras (dt = 2.7) en la valoración pre-operatoria y 7.6 (dt = 2.8) en la post-operatoria. Aunque los autores de este estudio no explicitan en el mismo cuanto tiempo transcurrió entre la administración inicial y la dilatada de este instrumento, se presupone este haya sido de por lo menos 20 minutos. Contrario a los resultados obtenidos con el TAAVR, estos mismos autores encontraron que el TEST DE ASOCIACIÓN CONTROLADA DE PALABRAS (Spreen y Strauss, 1998) sí fue capaz de distinguir entre pacientes con lesión izquierda y lesión derecha y el estado del paciente sometido a la PI antes y después de la operación. En una investigación sobre los efectos cognitivos las palidotomías póstero-ventrales unilaterales, Alegret et al. (2003) estudiaron un grupo de pacientes quienes habían sido sometidos a este procedimiento 4 años después del mismo. Los participantes de esta investigación fueron 11 pacientes con enfermedad de Parkinson en estado avanzado. Este grupo estuvo compuesto por 4 hombres y 7 mujeres y presentó una edad promedio de 62.82 años (dt = 8.17) y un nivel educativo promedio de 7.18 años (dt = 3.22). Estos pacientes habían sufrido la enfermedad de Parkinson por un promedio de 18.55 años (dt = 5.15). Se les administró el TAAVR a todos los pacientes antes del procedimiento quirúrgico. Se llevó a cabo una segunda evaluación a los 3 meses post operativos y posteriormente a los 4 años. El total de palabras recordadas los primeros cinco ensayos de este instrumento ( ΣA1-A5) fue 42.00 (dt = 6.02) en la valoración preoperativa, 38.18 (dt = 8.83) en la valoración llevada a cabo a los 3 meses y 39.64 (dt = 9.79) en la valoración llevada a cabo a los cuatro años. Es evidente, a partir de los resultados obtenidos en esta investigación, que las palidotomías unilaterales póstero-ventrales no tienen un efecto significativo sobre la memoria auditiva verbal, tal y como se valora en el TAAVR. Sí ndro nd rome me de Klin Kl inefel efelter ter
Geschwind et al. (2000) estudiaron una muestra de 29 pacientes que padecían el síndrome de Klinefelter. Este es un síndrome que afecta a la población masculina y se caracteriza por la presentación de un cromosoma X adicional, resultando en un cariotipo con la composición XXY. El fenotipo presentado por estos pacientes puede incluir, según estos autores, una estatura superior al promedio, pobre desarrollo de las gónadas, infertilidad, ginecomastia y trastornos en el aprendizaje. La muestra de 29 pacientes estudiada por Geschwind et al. (2000) presentó una edad promedio de 35.4 años (dt = 11.8) y su nivel educativo promedio fue 13.3 años (dt = 2.3). El nivel intelectual de los pacientes con el síndrome de Klinefelter fue determinado por medio de la
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ESCALA DE INTELIGENCIA WECHSLER PARA ADULTOS-REVISADA (WAIS-R; Wechsler, 1981). El valor promedio obtenido por estos pacientes en el CI de la Escala Verbal fue 100.90 (dt = 15.66), el cual corresponde al percentil 50 de la muestra normativa de este instrumento. El CI promedio de la Escala Manipulativa de estos pacientes fue 98.38 (dt = 15.46), lo cual los ubica en el percentil 45, según la muestra normativa de este instrumento. Finalmente, el CI promedio de la Escala Total obtenido por medio del WAIS-R correspondió a un valor de 99.36 (dt = 15.05). Este valor se ubica en el percentil 50 de la muestra normativa de este instrumento. Los resultados obtenidos en el WAIS-R por los pacientes con el síndrome de Klinefelter los ubica dentro de un nivel promedio de inteligencia. Se les administró a todos los pacientes que participaron en esta investigación una batería de instrumentos neuropsicológicos dentro de la cual se encontraba de TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998). La puntuación promedio obtenida por el grupo de pacientes con el síndrome de Klinefelter en el quinto ensayo de la repetición de la lista de palabras (A5) fue 11.55 palabras (dt = 1.96). Esto ubica a este grupo en el percentil 32 de la muestra normativa estudiada por Selnes et al. (1991). En la repetición de la lista de palabras posterior a la presentación de la lista de interferencia (A6), la puntuación promedio obtenida por estos pacientes fue 10.00 (dt = 3.02). Este valor ubica a este grupo en el percentil 47 de la muestra normativa valorada por Selnes et al. (1991). En el ensayo de memoria diferida (A7), el grupo de pacientes con el síndrome de Klinefelter fue capaz de recordar un promedio de 9.93 palabras palabras (dt = 3.13) lo cual corresponde al percentil 52 del grupo normativo utilizado por Selnes et al. (1991). La inspección de estos resultados indica que los pacientes con el síndrome de Klinefelter parecen tener dificultades leves en la consolidación de la lista de palabras a través de ensayos repetidos. En este sentido, estos pacientes parecen tener una dificultad relacionada con los procesos mnésticos asociados con el lóbulo temporal izquierdo. Sin embargo, una vez tienen la información consolidada, esta no se deteriora por haber sido sujeta a una condición de interferencia y se mantiene en la memoria evocada en la condición de recuerdo diferido a 20 minutos. Accidentes Acci dentes vasculares cerebrales y demencias demencias vasculares
Hochstenbach et al. (1998) estudiaron el declive de las funciones corticales que se evidencia en pacientes después de un accidente cerebro-vascular (ACV) o derrame cerebral. Estos autores argumentaron que, aunque los ACV son unos de los trastornos neurológicos más frecuentes, el deterioro cognitivo que producen no ha sido estudiado a fondo. En esta investigación, Hochstenbach et al. (1998) utilizaron los datos acumulados de las exploraciones neuropsicológicas neuropsicológicas llevadas a cabo con 229 pacientes quienes habían sido remitidos r emitidos a evaluación por haber sufrido un ACV. La mayoría (86.9%) había sufrido un infarto cerebral. La muestra estaba dividida relativamente equitativamente entre pacientes con ACV del hemisferio
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izquierdo (49.8%) o del hemisferio derecho (45.0%). En términos de las áreas afectadas, la mayoría de los ACV fueron corticales c orticales (59.8%), con una buena representación sub-cortical (35.8%). Las edades de los pacientes fluctuaron entre 18 y 70 años. Se seleccionó, además, una muestra de controles saludables. Las edades de estos 33 participantes oscilaron alrededor de los 52.4 años, con valores entre 25 y 73. El TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998) fue incluido en la batería de instrumentos neuropsicológicos administrados a todos los participantes. La media obtenida por 194 pacientes en la condición de memoria inmediata o sumatoria de los primeros cinco ensayos de este instrumento ( ∑A1-A5) fue 32.53 (dt = 10.98), mientras que en el grupo de controles saludables, este valor fue 43.79 (dt = 12.04). En el ensayo de memoria dilatada de este procedimiento (A7), los pacientes obtuvieron una media de 6.08 (dt = 3.34). Por otro lado, los controles saludables obtuvieron una media de 9.76 (dt = 3.43). Además de ser sensibles a la ejecución de los pacientes y controles saludables, ambas medidas fueron sensibles al hemisferio donde se localizó el ACV y al sexo de los pacientes. Los 46 pacientes con ACV en el hemisferio izquierdo obtuvieron una media de 29.09 en la condición de memoria inmediata ( ΣA1-A5), mientras que los 73 pacientes con ACV en el hemisferio derecho obtuvieron una media de 36.68. En la memoria dilatada (A7), los pacientes con ACV en el hemisferio izquierdo obtuvieron una media de 5.24, mientras que los pacientes con ACV en el hemisferio derecho obtuvieron una media de 7.00. La diferencia entre las medias medias en la condición de memoria inmediata inmediata fue significativa al nivel de p ≤ 0.000 y la diferencia entre medias en la condición de memoria dilatada fue significativa al nivel de p ≤ 0.010. Epilepsia y trastornos convulsivos convul sivos
Levav et al. (2002) estudiaron la ejecución de una amplia muestra de pacientes epilépticos en una batería de instrumentos neuropsicológicos, dentro de la cual se encontraba el TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998). Estos autores incluyeron pacientes con tres tipos de epilepsia en su muestra: 11 pacientes con epilepsia mioclónica juvenil (EMJ), 24 pacientes con epilepsia infantil con ausencias (EIA) y 30 pacientes con epilepsia del lóbulo temporal (ELT). Incluyeron, también, una muestra de 55 controles saludables sin antecedentes antecedentes personales o familiares de epilepsia. Los pacientes con EMJ tenían un promedio de edad de 36.8 años (dt = 6.3), así como un nivel educativo promedio promedio de 11.7 años (dt = 3.3). Los pacientes con EIA EIA tenían una media media de edad de 16.3 años (dt = 11.9). Su nivel educativo promedio fue 6.9 años (dt = 4.1). Los pacientes con ELT tenían una edad promedio de 34.6 años (dt = 6.9), con un promedio de 14.2 años (dt = 2.9) de educación, mientras que el grupo de CS tuvo una edad promedio de 27.8 años (dt = 16.5), con un nivel educativo promedio de 12.2 años (dt = 5.6). En la condición de memoria inmediata, a través de los primeros cinco ensayos ( ∑A1-A5), el grupo EMJ obtuvo una media de 56.9 palabras recordadas (dt = 6.9). El grupo con EIA obtuvo
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una media de 53.5 (dt = 8.2) y el grupo con ELT un promedio de 53.2 (dt = 10.4). El grupo de CS recordó un promedio de 53.7 palabras (dt = 8.6) bajo esta condición. Como es evidente por los valores observados, no hubo diferencias significativas entre grupos de pacientes, ni con el grupo de controles. En la condición de memoria dilatada dilatada (A7), el grupo con EMJ recordó un promedio de 11.7 palabras (dt = 2.2). El grupo con EIA un promedio de 12.2 palabras (dt = 1.8) y el grupo con ELT 11.1 palabras (dt = 2.9). Los CS obtuvieron una media de 11.1 palabras recordadas (dt = 2.4) en esta condición de administración. Tampoco en esta condición de administración se encontraron diferencias significativas entre grupos de pacientes o con el grupo de controles. Es interesante notar que los diferentes tipos de epilepsia estudiados por estos autores no parecen afectar la capacidad de recordar palabras o establecer una curva de aprendizaje de una lista de palabras. Lee et al. (2003) estudiaron el efecto del Topiramato como terapia adjunta sobre los procesos cognitivos de los pacientes epilépticos. Estos investigadores examinaron una muestra de 22 pacientes con diagnóstico de epilepsia, cuya edad promedio fue 37.2 años, con valores que oscilaron entre los 14 y 58 años. Se les administró el TAAVR en dos ocasiones a estos pacientes. En la primera ocasión, durante la cual estaban recibiendo Topiramato como terapia adjunta a su régimen medicamentoso, estos pacientes fueron capaces de recordar un promedio de 4.8 palabras (dt = 1.5) en el primer ensayo (A1) de este instrumento. En la segunda ocasión que fueron valorados, sin estar en ese momento bajo los efectos del Topiramato, estos pacientes fueron capaces de recordar un promedio de 5.1 palabras (dt = 1.6). La diferencia entre estas medias no fue significativa, según estos investigadores. En el quinto ensayo (A5) del TAAVR, estos pacientes recordaron un promedio de 10.6 palabras (dt = 2.4) en la primera administración del instrumento y 10.5 (dt = 2.9) en la segunda. Tampoco fueron significativas las diferencias entre estas dos medias. En el ensayo A6, es decir, posterior a una lista de interferencia, los pacientes incluidos en esta investigación recordaron un promedio de 6.7 palabras (dt = 3.9) en la administración en la cual estaban bajo los efectos del Topiramato. En la segunda administración, no estando bajo los efectos de dicho medicamento, estos pacientes fueron capaces de recordar un promedio de 7.3 palabras (dt = 4.5). Estas medias no mostraron tampoco una diferencia significativa a nivel estadístico. En el ensayo de memoria dilatada o diferida (A7), es decir, después de 30 minutos, los pacientes que participaron en esta investigación fueron capaces de recordar un promedio de 6.4 palabras (dt = 4.6) en la primera administración del instrumento. En la segunda administración, el promedio de palabras recordadas fue 7.0 (dt = 5.0). Estos valores tampoco arrojaron diferencias significativas entre las medias. Finalmente, en el ensayo de reconocimiento de una lista lis ta de palabras, el número promedio de palabras identificadas por este grupo de pacientes fue 13.6 (dt = 1.6) bajo los efectos del
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Topiramato, mientras que en el segundo ensayo, el promedio de palabras recordadas fue 13.5 (dt = 2.2). Una vez más, la diferencia entre estas medias no fue significativa. Es evidente que ninguna de las medidas obtenidas a partir del TAAVR es sensitiva a la ausencia o presencia de los efectos del Topiramato en estos pacientes. En este sentido, se puede afirmar que el Topiramato no afecta la capacidad de recordar material auditivo verbal en situación inmediata, o en consolidar una curva de acumulación de información dentro del proceso de memoria, la cual refleja la capacidad de recordar más palabras a medida que se va llevando a cabo más ensayos, recordarlas posteriormente a la presentación de una lista de interferencia, y en la memoria diferida o dilatada, a 30 minutos. Esclerosi s múltipl lt iple e
Friend et al. (1999) estudiaron las funciones lingüísticas en pacientes con esclerosis múltiple. A tal efecto, estos autores les administraron una batería de diversas pruebas relacionadas con procesos del lenguaje a una muestra de 38 pacientes con esclerosis múltiple del tipo relapsante-remitente y 30 pacientes con la versión crónica-progresiva de esta enfermedad. Al mismo tiempo, evaluaron también los procesos lingüísticos de 42 controles saludables quienes participaron en la investigación. El grupo de pacientes con esclerosis múltiple del tipo relapsante-remitente presentó una edad promedio de 42.89 años, con una desviación típica de 7.35. Los pacientes con la variante crónico-progresiva presentaron una edad promedio de 46.67 años, con una desviación típica de 7.59. Los controles saludables presentaron una edad promedio de 45.83 años, con una desviación típica de 7.25. En términos de nivel educativo, el promedio de años de escolaridad del grupo de pacientes con esclerosis múltiple del tipo relapsante-remitente fue 15.71, con una desviación típica de 2.58. En el grupo de la variante crónica-progresiva de la enfermedad, el promedio educativo fue 14.38 años, con una desviación típica de 2.64. Los controles saludables presentaron un nivel educativo promedio de 15.48 años, con una desviación típica de 1.98. Dentro de las funciones lingüísticas estudiadas por estos autores, se evaluó la capacidad de consolidar la memoria auditiva verbal. Esto se realizó por medio de la administración del TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998). En el primer ensayo (A1) de este procedimiento, el grupo de pacientes con esclerosis múltiple de tipo relapsante-remitente relapsante-remitente obtuvo un promedio de 5.00, con una una desviación típica de 1.43. Los pacientes con la variante crónica-progresiva de la enfermedad recordaron un promedio de 4.33 palabras, con una desviación típica de 2.07. El grupo de controles saludables pudo recordar un promedio de 6.21 palabras, con una desviación típica de 1.59. Si bien la diferencia entre ambos grupos de pacientes con esclerosis múltiple no fue significativa en este instrumento, sí lo fueron las medias de ambos grupos de pacientes con esclerosis múltiple y el grupo de controles saludables. El nivel de significación estadística indicada por los autores de esta investigación fue p< 0.05. En el ensayo de memoria dilatada (A7) de este instrumento, el grupo de pacientes con esclerosis múltiple de tipo relapsante-remitente obtuvo un promedio de 7.95 palabras recordadas, con una desviación típica 3.56. Por el contrario, los pacientes con la variante crónico-progresiva c rónico-progresiva de
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la enfermedad pudieron recordar un promedio de 5.13 palabras, con una desviación típica de 3.34. Los controles saludables, por el contrario, produjeron una media de 11.07 palabras, con una desviación típica de 2.63 en el ensayo de memoria dilatada de este instrumento. De acuerdo a estos autores, hubo diferencias significativas entre los dos grupos de pacientes con esclerosis múltiple, estando en mayor riesgo de presentar trastornos de memoria los que presentaron la variante crónica-progresiva de la enfermedad. Ambos grupos, sin embargo, difirieron del grupo de controles saludables. De nuevo, el nivel de significación estadística fue p < 0.05. Otra diferenciación llevada a cabo por estos autores fue una comparación entre pacientes que presentaban un alto índice de síntomas de depresión y aquellos que no presentaban depresión. El promedio de palabras recordadas en el primer ensayo (A1) del TAAVR por pacientes con síntomas de depresión fue 4.63, con una desviación típica de 1.80, mientras que los pacientes sin depresión alcanzaron un promedio de 5.57 palabras recordadas, con una desviación típica de 1.51. En términos del ensayo de memoria dilatada (A7), los pacientes deprimidos recordaron un promedio de 6.85 palabras, con una desviación típica de 3.93, mientras que los pacientes no deprimidos recordaron un promedio de 5.86 palabras, con una desviación típica de 1.21. Es importante notar, que no hubo diferencias significativas entre las puntuaciones obtenidas por los pacientes deprimidos y no deprimidos, en el primer ensayo de memoria inmediata (A1) o en el ensayo de memoria dilatada (A7) del TAAVR. Efectos Efectos tóxicos
La toxicidad es un factor importante a ser considerado en relación al estado neurocognitivo de aquellos pacientes remitidos a exploración neuropsicológica. En este sentido, Powell (2000) investigó el efecto de la toxicidad del mercurio sobre la memoria verbal, tal y como se refleja este proceso en la realización del TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998). Los participantes de este estudio fueron 15 obreros (zulúes) quienes habían trabajado en una planta de acetato de mercurio por un promedio de 2.53 años (dt = 2.3) hacía un promedio de 5.03 años (dt = 1.8) en el momento de llevar a cabo la exploración neuropsicológica. La edad promedio de este grupo fue 37.1 años (dt = 10.3) y su nivel educativo, en el sistema sudafricano, fue 8.0 (dt = 2.0), donde 10 es el equivalente de haber estudiado hasta los 18 años. El contacto tóxico con el mercurio ocurrió mayormente por medio de la inhalación de vapores. Es posible que hubiese, hubiese, además contacto con la sustancia sustancia por medio de la piel y los alimentos. Estos trabajadores mostraron un nivel de mercurio en orina dentro del nivel tóxico. El autor examinó un grupo de 15 controles saludables de similar edad y nivel educativo. El nivel promedio de edad de los controles saludables fue 35.3 años (dt = 12.1). El nivel promedio de educación de este grupo fue 7.5 (dt = 2.8) en el sistema sudafricano. En la condición de recordar las 15 palabras después de haberse hecho este procedimiento cuatro veces anteriores (A5), los trabajadores con nivel tóxico de mercurio
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recordaron un promedio promedio de 10.0 palabras (dt = 2.8). Los controles saludables saludables recordaron una media de 11.7 palabras (dt = 1.6). En la condición de memoria dilatada (A7), los trabajadores con toxicidad recordaron un promedio de 7.9 palabras (dt = 3.4), mientras que los controles saludables recordaron un promedio de 10.4 (dt = 1.8). Aunque la diferencia entre las medias en la condición A5 fue significativa al nivel de p < 0.05, la diferencia que llama la atención es entre las medias de la condición A7, la cual fue significativa al nivel de p < 0.01. No hay duda que aún cinco años después de haber sido expuestos a los efectos tóxicos del mercurio, estos trabajadores tr abajadores mostraban mostraban déficits en su habilidad de recordar a mediano plazo material verbal previamente aprendido. Trastornos Trastornos inmunológicos y virus vir us de inmunodeficiencia humana humana
Hamby, Bardi y Wilkins (1997) estudiaron una muestra de 117 pacientes seropositivos con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), con miras a obtener una base de datos psicométricamente sólida para futuras comparaciones. La edad promedio de este grupo fue 33.8 años (dt = 8.4) y su nivel promedio educativo fue 13.6 años (dt = 2.9). El 89% de esta muestra fueron hombres y la mayoría (57%) eran asintomáticos. Solamente el 10% presentaba síntomas del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Se les administró a todos los participantes de esta investigación el TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998). La puntuación promedio obtenida por este grupo en el primer ensayo de la lista de palabras (A1) fue 6.25 (dt = 1.90). En el cuarto ensayo de la lista (A4), el valor promedio de palabras recordadas por este grupo fue 12.36 (dt = 1.96). En el ensayo posterior a la lista de interferencia (A6), la puntuación promedio obtenida por estos pacientes fue 6.00 (dt = 2.10). Se hace notar que los valores obtenidos por estos pacientes en las diferentes medidas del TAAVR que fueron utilizadas en esta investigación, se ajustan relativamente bien a los valores normativos esperados en personas de la misma edad que no tengan ningún tipo de condición que ponga en riesgo su integridad neurológica. En una investigación sobre la ejecución neuropsicológica de pacientes con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) resultado del uso intravenoso de drogas, Vázquez-Justo, Rodríguez Álvarez y Carro Ramos (2003) utilizaron el TAAVR con una muestra de 90 pacientes seropositivos, 48 pacientes seronegativos y 22 controles saludables. La edad promedio de los pacientes seropositivos con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) fue 33.66 años (dt = 4.98) y su nivel educativo promedio fue 10.01 años (dt = 3.17). Estos pacientes presentaron un conteo CD4 promedio de 330.66 (dt = 316.70). Los pacientes seronegativos, sin el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), presentaron una edad promedio de 28.75 años (dt = 4.65) y su nivel promedio de educación fue 10.33 años (dt = 3.54). El conteo CD4 promedio de estos pacientes fue 966.00 (dt = 346.21).
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Los controles saludables incluidos en esta investigación presentaron una edad promedio de 29.45 años (dt = 5.57), con un nivel educativo promedio de 12.14 años (dt = 2.73). El conteo CD4 promedio de este grupo fue 1056.67 (dt = 557.91). Los pacientes seropositivos con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) obtuvieron una puntuación total de 39.98 (dt = 9.83) en la suma de los cinco ensayos de la primera lista de este instrumento (∑A1-A5). Los pacientes seronegativos obtuvieron una puntuación promedio de 46.85 (dt = 7.45) en esta condición de administración del TAAVR. Por último, los controles saludables recordaron un total de 53.05 palabras (dt = 8.77) en los primeros cinco ensayos de este instrumento (∑A1-A5). Los autores de esta investigación indicaron que las diferencias entre los tres grupos, es decir los pacientes seropositivos, los seronegativos y los controles saludables fueron significativas entre los pacientes seropositivos y los controles saludables (p < 0.01), así como entre el grupo de pacientes seropositivos y los pacientes seronegativos seronegativos (p < 0.01). Los resultados resultados obtenidos en esta investigación indican claramente que la presencia del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) afecta adversamente la capacidad de consolidar la memoria verbal a través de cinco ensayos. Se notó también que existen diferencias significativas en la misma dirección que las diferencias entre los tres grupos en el aprendizaje auditivo verbal en el conteo promedio CD4. Estos hallazgos son sumamente interesantes, ya que señalan una relación entre el estado inmunológico del paciente y sus funciones neurocognitivas, tal y como se valoran por medio del TAAVR. Trastornos Trastornos afectivos
En una investigación sobre las disfunciones neurocognitivas que se pueden encontrar en pacientes deprimidos que están siendo sometidos a un tratamiento por terapia electroconvulsiva, Rami-González et al. (2003) examinaron 11 pacientes deprimidos en remisión quienes habían sido sometidos a un promedio de 31.6 tratamientos de terapia electroconvulsiva (dt = 11.1), a través de un promedio de 27.2 meses (dt = 17.7). La edad promedio del grupo de pacientes que había recibido terapia electroconvulsiva era 63.9 años (dt = 8.8) y su nivel educativo promedio era 8.0 años (dt = 2.4). La ejecución de estos pacientes en el TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998) fue comparada con la de 11 pacientes, también con diagnósticos de depresión, pero quienes no habían sido sometidos a terapia electroconvulsiva. La edad promedio de estos pacientes fue 63.8 años (dt = 9.1) y su nivel educativo promedio fue 9.3 años (dt = 2.9). Se utilizó como medida del TAAVR la puntuación de aprendizaje, tal y como fue explicada con anterioridad en este capítulo. El grupo de pacientes que recibió terapia electroconvulsiva obtuvo una puntuación promedio de 14.3 (dt = 4.7) en esta medida derivada del TAAVR. El promedio obtenido por los pacientes deprimidos quienes no habían recibido terapia electroconvulsiva fue fue 16.3 (dt = 4.2).
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La diferencia entre estas dos medias no fue caracterizada como significativa por los autores de esta investigación. A tal efecto, es evidente que el uso de la terapia electroconvulsiva no afecta la capacidad de aprendizaje auditivo verbal, tal y como se mide a través de este instrumento. Naismith et al. (2003) investigaron también la ejecución neuropsicológica de pacientes con depresión. A tal efecto, estos autores investigaron una muestra de 55 pacientes quienes habían sido diagnosticados con depresión y presentaron una edad promedio de 52.7 años (dt = 12.6), así como un nivel educativo promedio de 11.3 años (dt = 3.1). De esta muestra, 18 fueron hombres y 37 fueron mujeres. La puntuación promedio obtenida por estos pacientes en el MINI-EXAMEN DE ESTADO MENTAL (MMSE; Folstein, Folstein y McHugh, 1975; Folstein et al. 2001, 2002), fue 27.8 (dt = 1.9). Se estudiaron, además, 22 controles saludables quienes presentaron una edad promedio de 55.5 años (dt = 9.6). El nivel educativo promedio de este grupo fue 11.7 años (dt = 2.2) y estuvo compuesto por 9 hombres y 13 mujeres. La puntuación promedio obtenida por este grupo en el MMSE fue 28.6 (dt =1.4). Se les administró a todos los participantes de esta investigación el TAAVR. La puntuación promedio obtenida por los pacientes deprimidos en la suma de las palabras recordadas en los primeros 5 ensayos (∑A1 – A5) de la primera lista de palabras de este procedimiento fue 43.5 (dt = 10.3). Los controles saludables pudieron recordar un promedio de 49.0 palabras (dt = 8.0) bajo esta misma condición de administración. La diferencia entre estas medias fue significativa al nivel de p = 0.028. Es interesante notar que esta es una de las pocas investigaciones en la cual la presencia de depresión, como tal, está asociada con algún tipo de impedimento neurocognitivo en una población de pacientes pacientes relativamente jóvenes. jóvenes. Esto no quiere decir, que en otras poblaciones poblaciones clínicas, como puede ser los pacientes que han sufrido un traumatismo cráneo-encefálico o pacientes que presentan el virus de inmunodeficiencia humana, la presencia de depresión esté también asociada con impedimentos en las funciones neurocognitivas. Anorexia nerviosa
La anorexia nerviosa es una condición que pudiese poner en peligro la vida misma de las pacientes que la sufren. Mathias y Kent (1998) exploraron la relación entre la pérdida extrema de peso y el funcionamiento cognitivo de una muestra de 34 pacientes, con un promedio de 22 años (dt = 7.4) de edad, quienes llenaban los requisitos diagnósticos de esta condición en términos del Índice de la Masa Corporal. El tiempo promedio entre el diagnóstico de esta condición y la exploración neuropsicológica neuropsicológica fue 3.4 años (dt = 6.4). Mathias y Kent (1998) compararon la ejecución del TAAVR de las pacientes anoréxicas con la de un grupo control de 31 participantes. La edad promedio de este grupo fue 20.8 años (dt = 3.6) y su Índice de Masa Corporal se encontraba dentro de límites normales. Las pacientes anoréxicas anoréxicas obtuvieron una puntuación media media de 57.3 (dt = 8.9) en la condición de administración de memoria inmediata o sumatoria de los primeros cinco ensayos
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(∑A1-A5) de este procedimiento. El valor correspondiente al grupo de controles saludables fue 60.2 (dt = 7.2). En el ensayo A6, el promedio de palabras recordadas por el grupo de pacientes fue 12.4 (dt = 2.6) y por el grupo de controles normales 12.6 (dt = 2.8). En la memoria dilatada o ensayo A7, el grupo de pacientes recordó un promedio de 12.0 (dt = 3.3) palabras, mientras que el grupo de controles saludables recordó una media de 12.8 palabras (dt = 2.4). Ninguna de las diferencias entre las medias medias comparadas fue significativa, significativa, de acuerdo a estos autores. Los resultados de esta investigación ayudan a clarificar varios puntos importantes en relación al uso de instrumentos de exploración neuropsicológica. En primer lugar, los mecanismos fisiopatológicos subyacentes a la anorexia nervosa no parecen afectar el estado de las funciones de memoria auditiva verbal medidas por este instrumento. Otra contribución de estos datos tiene que ver con la relación del estado emocional de las pacientes y el estado neurocognitivo. Se les aplicaron a estas pacientes el INVENTARIO DE DEPRESIÓN DE BECK (BDI; Beck y Steer, 1987) y el INVENTARIO DE ANSIEDAD ESTADORASGO (STAI; Spielberger et al., 1983). Los resultados obtenidos indicaron que las pacientes anoréxicas estaban sumamente deprimidas y ansiosas, con diferencias significativas a nivel de p ≤ 0.000. Aún estando claramente deprimidas y ansiosas, el estado neurocognitivo de estas pacientas no se vio alterado por la presencia de depresión o ansiedad. Trastorn Trastorno o obsesivo-compulsi obsesivo-compulsivo vo
Matais-Cols (2003) estudió el aprendizaje declarativo y de procedimiento en pacientes que sufrían síntomas obsesivos compulsivos a nivel subclínico. Participaron en esta investigación 53 estudiantes universitarios quienes fueron reclutados de una muestra mayor de 476. Se identificaron 25 participantes quienes presentaban síntomas obsesivo-compulsivos a nivel subclínico. Se identificaron también 28 controles quienes no presentaban síntomas obsesivoscompulsivos. La edad promedio de los 25 estudiantes de la universidad de Barcelona que participaron en el grupo identificado como el grupo que presentaba síntomas obsesivo-compulsivos a nivel subclínico fue 18.7 años (dt = 0.8). De estos participantes, 21 fueron mujeres y 4 hombres. Se les administró, entre otros instrumentos el INVENTARIO DE DEPRESIÓN DE BECK (BDI; Beck y Steer, 1987). La puntuación promedio obtenida por estos participantes en este instrumento fue 9.7 (dt = 6.9). Los 28 controles sin síntomas obsesivo-compulsivo presentaron una edad promedio de 19.1 años (dt = 1.3). De estos participantes, 24 fueron mujeres y 4 fueron hombres. La puntuación promedio de este grupo en el BDI fue 5.4 (dt = 5.9). Se les administró a todos estos estudiantes el TAAVR. La puntuación promedio obtenida por los participantes con síntomas obsesivo-compulsivos subclínicos en el primer ensayo (A1) de la lista de 15 palabras fue 8.7 (dt = 2.2). Los controles sin síntomas obsesivo-compulsivos obtuvieron una puntuación promedio de 8.3 (dt = 2.2) en el primer ensayo (A1) de la lista de palabras.
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En el quinto ensayo (A5), los participantes con síntomas obsesivo-compulsivos fueron capaces de recordar un promedio de 14.5 palabras (dt = 0.6), mientras que los controles sin síntomas obsesivo-compulsivos recordaron un promedio de 14.5 palabras (dt = 0.7). En el ensayo de memoria diferida (A7), es decir, a los 20 minutos después de haber sido presentada la lista de interferencia, los participantes con síntomas obsesivo-compulsivos recordaron un promedio de 13.6 palabras (dt = 1.3), mientras que los participantes sin síntomas obsesivo-compulsivos recordaron una media de 13.8 palabras (dt = 1.00). Es evidente, que la presencia de síntomas obsesivo-compulsivos a nivel subclínico no causa ningún tipo de afectación a la memoria declarativa tal y como se valora por medio de los diferentes ensayos del TAAVR que se utilizaron en esta investigación. Esquizofrenia
Snitz et al. (1999) investigaron los procesos de memoria de trabajo en pacientes esquizofrénicos y los correlatos neuropsicológicos y óculo-motores de los mismos. Compararon la ejecución de una muestra de pacientes esquizofrénicos con la de una muestra de controles en varias medidas neuropsicológicas, incluyendo el TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998). La muestra de pacientes esquizofrénicos constaba de 42 participantes cuya edad promedio fue 35.7 años, con una desviación típica de 10.5 y un nivel educativo medio de 12.7 años, con una desviación típica de 1.8. La muestra de controles estuvo constituida por 54 participantes, cuya edad promedio fue 36.0 años, con una desviación típica de 13.4. El nivel educativo del grupo de controles fue significativamente más alto que el del grupo de pacientes, siendo la media de 15.0 y la desviación típica de 1.7. Se estimó el nivel intelectual de los participantes a partir de el WAIS-R y se encontró que los miembros de la muestra de controles tenían un CI Total significativamente más alto, con una media de 109.7 (dt = 13.4) que los pacientes esquizofrénicos, esquizofr énicos, con una media de 92.8 (dt = 13.4). Se tomó como medida la cantidad total de palabras recordadas por tanto los pacientes como los controles en los ensayos primeros 5 ensayos ( ∑A1-A5) del TAAVR. El valor promedio obtenido por los pacientes esquizofrénicos fue de 35.2 con una desviación típica de 9.4. La correlación de esta medida con una Tarea de Respuesta Dilatada (8 segundos) utilizada para valorar la capacidad de memoria de trabajo en estos pacientes fue 0.34. Los autores indicaron un nivel de significación estadística de p < 0.05 en esta correlación. Los controles obtuvieron una media de 52.8 en el total de palabras recordadas en los primeros cinco ensayos (∑A1-A5) de este instrumento, con una desviación típica de 9.9. La correlación con la Tarea de Respuesta Dilatada (8 segundos) fue sumamente baja, con un valor de 0.17. No cabe duda que los pacientes esquizofrénicos muestran una pobre capacidad en el aprendizaje auditivo verbal, tal y como se refleja en la ejecución de este instrumento. La relación de esta puntuación con una Tarea de Respuesta Dilatada (8 segundos) señala un componente de falla
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en la memoria de trabajo como uno de los factores que debe ser tomado en cuenta en la conceptualización conceptualización de los trastornos cognitivos que acompañan a la esquizofrenia. Sí ndrome ndr ome de d e Gilles Gill es de la Touret Tou rette te
En una investigación en relación con los efectos del síndrome de Gilles de la Tourette sobre las funciones ejecutivas, la memoria y el aprendizaje, Channon, Pratt y Robertson (2003) compararon la relación entre la presencia de este síndrome como condición única, con la de la presencia del mismo en comorbilidad con el déficit de atención e hiperactividad o el trastorno obsesivo compulsivo. A tal efecto, estas autoras les administraron una batería de instrumentos neuropsicológicos a cuatro grupos de participantes. Un grupo de 14 participantes, quienes presentaban solamente el síndrome de Gilles de la Tourette, tenía una edad promedio de 13.71 años, con una desviación típica de 2.05. Un grupo de 9 participantes presentó el síndrome de Gilles de la Tourette, conjuntamente con déficit de atención e hiperactividad. Este grupo acusó una edad promedio de 12.33 años, con una desviación típica de 2.24. El tercer grupo de pacientes con el síndrome de Gilles de la Tourette tenía, conjuntamente con el mismo, un trastorno obsesivo compulsivo y acusó una edad promedio de 15.17 años, con una desviación típica de 2.48. El cuarto grupo de participantes de esta investigación estuvo compuesto por 21 controles saludables, con una edad promedio de 13.67 años y una desviación típica de 2.52. Se incluyó dentro de la batería de procedimientos neuropsicológicos administrada a todos los participantes de esta investigación el TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998). Los pacientes con síndrome de Gilles de la Tourette como condición única obtuvieron una puntuación promedio de 49.93, con una desviación típica de 11.15, en la suma de los ensayos 1 a 5 de este procedimiento ( ΣA1-A5). En esta misma condición de administración, los pacientes con el síndrome de Gilles de la Tourette y déficit de atención e hiperactividad obtuvieron una puntuación promedio de 46.56, con una desviación típica de 5.15. En el mismo procedimiento, los pacientes con el síndrome de Gilles de la Tourette y el trastorno obsesivo compulsivo obtuvieron una puntuación promedio de 48.17, con una desviación típica de 9.93. Por último, los controles saludables obtuvieron una puntuación total promedio en los cinco primeros ensayos (ΣA1-A5) del TAAVR de 55.24, con una desviación típica de 6.24. Las diferencias entre las medias de los 3 grupos con el síndrome de Gilles de la Tourette no parecen ser significativas. Sin embargo, estos tres valores difirieron significativamente del obtenido por el grupo de controles saludables al nivel de p = 0.039. En la condición de administración de recordar la lista de 15 palabras después de haber presentado una segunda lista de interferencia (A6), el grupo de pacientes con el síndrome de Gilles de la Tourette solamente pudo recordar un promedio de 14.43 palabras, con una desviación típica de 3.59. El grupo de pacientes con el síndrome de Gilles de la Tourette, conjuntamente con un déficit de atención e hiperactividad, recordó un promedio de 9.00 palabras, con una desviación típica de 2.40.
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El grupo de pacientes con síndrome de Gilles de la Tourette y un trastorno obsesivo compulsivo obtuvo una puntuación promedio de 10 palabras, con una desviación típica de 2.68. Finalmente, el grupo de controles saludables pudo recordar un promedio de 12.19 palabras, con una desviación típica de 2.62, en esta condición de administración de este instrumento. Las autoras indicaron que hubo diferencias significativas entre las medias de los 4 grupos, con un nivel de significación estadística de p = 0.044. Cuando se determinaron los valores promedios de estos grupos, se notó una diferencia entre la ejecución de los 2 grupos con el síndrome de Gilles de la Tourette acompañado, ya sea por el déficit déficit de atención e hiperactividad hiperactividad o el trastorno trastorno obsesivo compulsivo, y los que presentaban solamente solamente el síndrome de Gilles de la Tourette y los controles c ontroles saludables. Condici Condi ciones ones metabólicas metabóli cas y sist si sté é micas mic as
El síndrome de eosinofilia-mialgia fue descrito por primera vez en los Estados Unidos alrededor de 1989. Se describió como una epidemia la cual fue resultado de la ingestión de productos que contenían un aminoácido sintetizado (L-Triptofan), el cual fue consumido en muchos casos con el fin de corregir trastornos del sueño. Los síntomas encontrados habitualmente en pacientes que padecen este síndrome son: anomalías en la piel, trastornos pulmonares, disfunción hepática, síntomas sistémicos, anomalías sensoriales y motoras, dolores severos y trastornos cognitivos. A tal efecto, Armstrong et al. (1997) estudiaron un grupo de 23 pacientes quienes presentaban este síndrome, así como una muestra de 18 controles saludables, quienes habían sido equiparados en términos de edad y nivel educativo. La edad promedio de los pacientes con el síndrome de eosinofilia-mialgia fue 46.7 años y su nivel educativo promedio fue 14.7 años. Los 18 participantes del grupo de control presentaron una edad promedio de 47.6 años (dt = 8.1) y su nivel educativo promedio fue 14.8 años (dt = 2.5). La diferencia entre ambos grupos en edad no fue significativa. La puntuación promedio obtenida por los pacientes con el síndrome de eosinofilia-mialgia en la quinta administración de la lista de palabras (A5) fue 12.65 palabras (dt = 2.7). El grupo de 18 controles saludables obtuvo una puntuación promedio de13.33 (dt = 2.2) en esta misma tarea. De acuerdo a los investigadores, la diferencia entre estas dos medias no fue significativa. Se utilizaron otras medidas obtenidas a partir del TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998), como fueron el porcentaje retenido después de presentar dicha interferencia, así como el porcentaje de la lista retenido durante un ensayo dilatado. Tampoco ninguno de estos dos valores arrojó diferencias significativas entre ambas muestras. Es evidente que la presencia de trastornos en la adquisición de una curva de aprendizaje auditivo verbal no es una de las dificultades que presentan los pacientes que sufren del síndrome sí ndrome de eosinofilia-mialgia. Grace et al. (1999) utilizaron el TAAVR para explorar los impedimentos en funciones cognitivas de las que se quejan frecuentemente los pacientes con el síndrome de fibromialgia. Esta condición se caracteriza por dolores musculares difusos, así como de otra cantidad de síntomas
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físicos y psicológicos, entre ellos los trastornos del sueño, las cefaleas, los trastornos gastrointestinales, gastrointestinales, la depresión, y la ansiedad. Estos autores seleccionaron 30 pacientes diagnosticados con fibromialgia, excluyendo a aquellos que hayan sufrido algún tipo de traumatismo cráneo-encefálico. La edad promedio de estos pacientes fue 45.87 años (dt = 9.79) y su nivel educativo medio fue 13.72 años (dt = 3.03). Las puntuaciones totales, a través de 5 ensayos de recordar la lista de 15 palabras de este instrumento (ΣA1-A5), obtenidas por estos pacientes fueron comparadas con las de un grupo control de participantes saludables. El nivel medio de edad de los participantes controles fue 44.73 años (dt = 9.35) y la media en términos de años de educación fue 14.27 (dt = 2.42). El nivel promedio de palabras recordadas por los pacientes con fibromialgia fue 53.57 (dt = 9.09). Por otro lado, los miembros del grupo control obtuvieron una puntuación media de 55.20 palabras recordadas (dt = 6.90). Estos resultados muestran que no hay una diferencia significativa, ni estadística o clínicamente, entre ambos grupos. Es decir, los pacientes con fibromialgia no muestran los impedimentos en el aprendizaje auditivo-verbal frecuentemente encontrados en pacientes con lesiones o disfunciones cerebrales. El TAAVR puede ser considerado, en función de estos hallazgos, como un instrumento capaz de resistir el impacto de condiciones psicológicas tales como la depresión y la ansiedad, así como la presencia de dolor, siendo particularmente sensitivo a lesiones o disfunciones cerebrales. Los procesos metabólicos relacionados con el funcionamiento hepático pueden tener un efecto sobre el estado cognitivo del paciente. Dentro de este orden de ideas, Mattarozzi et al. (2004) llevaron a cabo un estudio en Italia en el cual compararon el funcionamiento neurocognitivo de una muestra de pacientes quienes habían sido sometidos a un transplante de hígado con el de una muestra de controles saludables. Se les administró a todos los participantes de esta investigación el TAAVR, TAAVR, como parte de una batería de instrumentos neuropsicológicos. Los 23 pacientes con transplante transplante de hígado tenían una una edad promedio de de 46.52 años (dt = 7.45) y su nivel medio de educación fue 9.17 años (dt = 3.15). Participaron en este grupo cinco mujeres y 18 hombres. La etiología de la cirrosis hepática que provocó la necesidad del transplante fue viral en 21 de los pacientes y biliar en dos de ellos. Se les administraron instrumentos neuropsicológicos a estos pacientes en tres ocasiones: antes del transplante, a los seis meses del mismo y a los 18 meses después. Los 23 controles saludables presentaron una edad promedio de 46.95 años (dt = 7.06) y su nivel educativo promedio fue 9.17 años (dt = 3.24). Este grupo incluyó también cinco mujeres y 18 hombres. La primera comparación se llevó a cabo entre los pacientes y los controles saludables antes del transplante. La puntuación total promedio obtenida por los pacientes en los primeros cinco ensayos de este procedimiento ( ΣA1-A5) fue 45.23 (dt = 8.34), mientras que los controles saludables obtuvieron una puntuación promedio de 49.30 (dt = 8.59), bajo la misma condición de administración.
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En la condición de memoria a los 15 minutos, correspondiente a la administración A7, la puntuación promedio obtenida por los pacientes fue 10.19 (dt = 2.85). Los controles saludables obtuvieron una puntuación puntuación promedio de 10.86 (dt = 2.3). En ninguno de los dos casos la diferencia entre las medias correspondientes fue significativa. Trece de los pacientes fueron evaluados en las tres ocasiones mencionadas anteriormente. En la valoración antes del transplante en la condición de memoria del total de los cinco primeros ensayos (ΣA1-A5), la puntuación promedio alcanzada por estos pacientes fue 43.14 (dt = 8.56), mientras que en la exploración llevada a cabo a los seis meses, el promedio fue 45.20 (dt = 8.71). A los 18 meses, estos pacientes obtuvieron una puntuación promedio de 50.14 (dt = 9.12) en esta condición de administración. La comparación entre la media obtenida antes del transplante y a los seis meses del mismo arrojó una diferencia significativa al nivel de p < 0.006. En la condición de memoria dilatada, es decir a los 15 minutos (A7), la media obtenida por estos pacientes antes del transplante fue 9.45 (dt = 2.57). A los seis meses del mismo, la meda fue 9.70 (dt = 2.59), mientras que a los 18 meses, esta fue 11.75 (dt = 3.29). La diferencia entre la media obtenida obtenida antes del transplante y a los seis meses del mismo mismo fue significativa al nivel de p < 0.04. Estos resultados indicaron que el estado neurocognitivo de los pacientes mejora con el transplante de hígado, en cuanto a los procesos de memoria auditiva verbal medidos por el TAAVR. La mejoría parece alcanzar su mayor grado a los seis meses post-operatorios. No obstante, es interesante notar también que un año después de esta segunda valoración no se evidencia un deterioro de estas funciones neurocognitivas. Enfermedades cardiovascul cardi ovasculares ares
Vingerhoets, Vingerhoets, Nooten y Jannes (1997) estudiaron el impacto de la enfermedad enfermedad cardiovascular sobre el estado cognitivo de los pacientes aplicándole una batería de instrumentos neuropsicológicos a un grupo de candidatos a cirugía cardiovascular, quienes habían padecido de condiciones cardiacas por un promedio de 5.8 años (dt = 8.4). Dentro de los instrumentos seleccionados para ser aplicados a esta muestra de 77 pacientes se encontraba el TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998). La edad promedio del grupo de pacientes fue de 59.3 años (dt = 8.3) y su nivel educativo promedio fue de 9.8 años (dt = 2.4). Los autores examinaron también una muestra de 37 controles saludables cuya edad promedio fue de 57.6 años (dt = 8.6). La media de años de educación de los controles saludables fue de 10.5 años (dt = 2.1). Se utilizó el número total de palabras recordadas por los participantes en los ensayos A1-A5 (∑A1-A5) del TAAVR. El valor promedio de palabras recordadas por el grupo de pacientes cardiacos fue de 41.4 (dt = 7.8). Por otro lado, los controles saludables recordaron un total de 48.8 palabras promedio (dt = 8.9). De acuerdo a los autores de este estudio, la diferencia entre ambas medias fue significativa estadísticamente. A tal efecto, el TAAVR es sensitivo a los impedimentos en las funciones corticales superiores que presentan los pacientes con un historial de enfermedad cardiovascular. Dentro de las
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funciones cardiovasculares identificadas como precarias en estos pacientes se encontraban un corazón agrandado, una mayor cantidad de nitrógeno en la urea y una historia más prolongada de enfermedad cardiaca. Las complicaciones cerebrales que puedan surgir de la intervención quirúrgica cardiaca han sido ampliamente constatadas, según Kilminster et al. (1999). De acuerdo a estos autores, pueden surgir dos tipos de complicaciones. Una, de tipo focalizado, que puede ser el resultado de uno o más derrames cerebrales. La otra es difusa y no se evidencia una focalización de una lesión determinada. Una de las dificultades mayores en identificar este tipo de deterioro por medio de la valoración neuropsicológica es la falta de una línea base en contra de la cual comparar los resultados obtenidos después de la cirugía. c irugía. A tal efecto, Kilminster et al. (1999) estudiaron una muestra consecutiva de pacientes quienes habían sido referidos para algún tipo de operación que involucrase un by-pass cardiopulmonar y quienes podían completar una batería de tests neuropsicológicos antes y después de la intervención. La muestra de 130 pacientes estudiados tenía una edad media de años 63.5 (dt = 8.8). La gran mayoría de estos pacientes (107) fue sometida a un by-pass de la coronaria. Dentro de los instrumentos utilizados utilizados en esta investigación estaba el TAAVR. TAAVR. Durante la exploración pre-operatoria, la media de palabras recordadas en el ensayo A1 fue 4.92 (dt = 1.64), mientras que este mismo valor en la exploración post-operatoria fue 5.15 (dt = 1.70). En el ensayo A5, la media pre-operatoria fue 10.67 (dt =2.44) y la post-operatoria 11.01 (dt = 2.51). En la exploración pre-operatoria, la media de palabras recordadas en la lista de interferencia (B) fue 4.62 (dt = 1.44) y en la post-operatoria 4.24 (dt = 1.32). Por último, en el ensayo A6, la media pre-operatoria fue 8.69 (dt = 3.46) y la post-operatoria 8.74 (dt = 2.90). Aunque la diferencia entre las medias pre-operativa y post-operativa de la lista de interferencia (B) fue significativa a nivel estadístico (p ≤ 0.05), la diferencia real es tan pequeña que no tiene significado clínico. De acuerdo a esta investigación, no hay un deterioro constatable en las funciones de atención y memoria verbal valoradas por el TAAVR como resultado de una intervención quirúrgica cardio-pulmonar, tal y como fueron sometidos estos pacientes. La exploración neuropsicológica llevada a cabo en el período post-operatorio refleja el estado pre-operatorio del paciente, según los hallazgos de este estudio. Selnes et al. (2001) estudiaron 102 pacientes quienes habían sido intervenidos por medio de una operación de injerto por derivación de la coronaria antes de la operación, al año de la misma y a los cinco años de esta, con una batería de instrumentos neuropsicológicos, dentro de la cual se encontraba el TAAVR. El promedio de edad de estos pacientes antes de la operación fue 63.3 (dt = 9.5), habiendo alcanzado estos un nivel medio de 13.4 (dt = 3.0) años de educación formal. De estos pacientes, 52 estaban en sus hogares cuando se realizó la operación o esta fue electiva, 11 estaban en el hospital con angina de pecho, 32 estaban en el hospital recibiendo heparina intravenosa y 3 estaban en una unidad de cuidados intensivos recibiendo heparina
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intravenosa. El nivel promedio de tensión arterial sistólica de estos pacientes en el momento momento de la operación era 131 mmHg (dt = 20) y la diastólica 76 (dt = 11). En el ensayo de memoria inmediata (A1) del TAAVR antes de la operación, estos pacientes recordaron un promedio de 5.00 palabras (dt = 1.56). Al año después de la misma, el promedio recordado recordado fue 5.32 palabras (dt = 1.68) y a los cinco años post-operatorios post-operatorios 5.15 (dt = 1.60). El total de palabras recordadas en los primeros cinco ensayos de este instrumento ( ∑A1A5) arrojó un valor promedio de 39.68 (dt = 8.89) antes de la operación. Al año, el valor correspondiente fue 42.54 (dt =9.91) y a los cinco años 39.53 (dt = 9.55). En la condición de memoria dilatada (A6), el promedio de palabras recordadas por estos pacientes fue 7.35 (dt = 3.08) antes de la operación. Al año después de la misma el promedio fue 8.83 (dt = 3.22) y a los cinco años, 7.27 (dt = 2.95). Aunque los autores señalan la relativa mejoría observada en las puntuaciones entre la exploración pre-operatoria y al año post-operatorio, estas diferencias no fueron significativas. En este sentido, los procesos de atención y memoria verbal de estos pacientes se mantienen estables antes y después de la operación, así como a los cinco años de la misma. Cabe notar que las puntuaciones obtenidas por estos pacientes, aún en la valoración pre-operatoria, fueron relativamente bajas, indicando que es posible que, de alguna manera, la enfermedad coronaria haya dejado una secuela en sus funciones neurocognitivas. Alcoholismo Alcoholi smo y abuso de sustancias
Kokavec y Crowe (1999) compararon la ejecución cognitiva de alcohólicos que tenían episodios de alto consumo y aquellos que abusaban del alcohol de forma regular y crónica. Participaron en esta investigación 100 individuos quienes tenían un historial de alto consumo de alcohol. De esta muestra, 82 fueron hombres y 18 fueron mujeres. La edad promedio de los hombres que participaron en esta investigación fue 42.3 años (dt = 11.1) mientras que la edad promedio de las mujeres fue 43.2 años (dt = 11.4). Se dividió esta muestra en 2 grupos, de acuerdo a sus patrones de consumo de alcohol. Si los pacientes consumían 10 o más tragos de alcohol de forma irregular en un período no mayor de 2 días por semana, se les catalogaba como usuarios episódicos. Si el consumo de alcohol era 10 o más tragos diarios, se les clasificaba como alcohólicos regulares crónicos. Los 50 participantes considerados como alcohólicos episódicos presentaron una edad promedio de 40.8 años (dt = 10.7) y su edad promedio de haber comenzado a beber excesivamente fue 18.9 años (dt = 7.6). Los 50 participantes clasificados como alcohólicos regulares crónicos presentaron una edad promedio de 44.2 años (dt = 11.4). La edad promedio en que empezaron a beber en exceso fue 17.3 años (dt = 6.5). Se les administró a todos los participantes de esta investigación el TEST DE APRENDIZAJE AUDITIVO VERBAL DE REY (TAAVR; Rey, 1964; Schmidt, 1996; Spreen y Strauss, 1998). En el primer ensayo de este instrumento (A1), el número promedio de palabras
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recordadas por el grupo de alcohólicos episódicos fue 5.5 (dt = 1.9). Los alcohólicos regulares crónicos obtuvieron una media de 4.7 (dt = 1.7) en esta condición de administración. En el quinto ensayo de la lista de palabras (A5) pertenecientes al TAAVR, los participantes descritos como alcohólicos episódicos recordaron un promedio de 10.5 palabras (dt = 2.7), mientras que los alcohólicos episódicos recordaron un promedio 9.2 palabras (dt = 2.9). En la condición de administración posterior a la presentación de la lista de distracción (A6), los participantes que bebían de forma irregular y mucho más intensa, es decir de forma episódica, el valor promedio de palabras recordadas fue 4.2 (dt = 1.8). En los participantes descritos como alcohólicos regulares crónicos, la media correspondiente fue 9.2 palabras (dt = 2.9). En la administración A7, es decir, a partir de la memoria diferida, la puntuación promedio del grupo de alcohólicos episódicos fue 8.3 palabras (dt = 3.5). En los alcohólicos regulares crónicos la puntuación promedio en esta condición fue 6.9 palabras (dt = 3.4). Finalmente, se llevó a cabo un ensayo de reconocimiento de la lista de palabras. En los participantes del grupo de alcohólicos episódicos el valor promedio de palabras recordadas fue 12.3 (dt = 3.2) en el ensayo de reconocimiento. Por el contrario, el grupo de alcohólicos regulares crónicos obtuvo un promedio de 10.7 (dt = 3.2). Bibliografía Alegret, M., Valldeoriola, F., Tolosa, E., Vendrell, P., Junqué, C., Martínez, J., & Rumià, J. (2003). Cognitive effects of unilateral posteroventral pallidotomy: A 4-year follow-up study. Movement Disorders, 18 (3), 18 (3), 323-328. Armstrong, C., Lewis, T., D’Esposito, M., & Freundlich, B. (1997). Eosinophilia-myalgia syndrome: Selective cognitive impairment, longitudinal effects, and neuroimaging findings. Journal of Neurology, Neurosurgery, and Psychiatry, 63, 63, 633-641. Beck, A.T. & Steer, R.A. (1987). Beck Depression Inventory Manual. San Antonio, TX: Psychological Corporation. Boake, C. (2000). Edouard Clarapède and the Auditory Verbal Learning Test. Journal of Clinical and Experimental Neuropsychology, 22 (2), 22 (2), 286-292. Boake, C., Millis, S.R., High, W.M., Delmonico, R.L., Kreutzer, J.S., Rosenthal, M., Sherer, M., & Ivanhoe, C.B. (2001). Using early neuropsychologic testing to predict long-term productivity outcome from traumatic brain injury. Archives of Physical Medical and Rehabilitation, 82, 82, 761-768. Bigler, E.D., Rosa, L., Schultz, F., Hall, S., & Harris, J. (1989). Rey Auditory Verbal Learning and ReyOsterrieth Complex Figure Design performance in Alzheimer’s Disease and closed head injury. Journal of Clinical Psychology, 45 (2), 45 (2), 277-280.
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