La aproximación diagnóstica en musicoterapia.
Gustavo D. Gauna.
Universidad Abierta InterAmericana. Facultad de Psicología. Licenciatura en Musicoterapia.
En la clínica y la textura social.
Autor Mta. Gustavo Gauna. M.P. M.P. !"#! !"#!.. $utor Licenciado en Mta. %nri&ue 'icolaas. (uenos Aires. )unio *++#.
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A mis colegas- a&uellos con los &ue emos dis/rutado m0s de veinte a1os de aprendi2a3e 4 amistad. 5Ustedes saben &uienes son6. Gustavo Gauna. )unio *++#. 7an Francisco- 8órdoba.
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9Al entrar en crisis- el naturalismo descubrió la importancia del desarrollo de tal tarea 4 ca4ó en la cuenta de &ue ella nunca tiene /inal. : como su3eto 4 ob3eto- diagnosticador 4 lo diagnosticable se complementan
correlativamente-
el
su3eto
diagnosticador &ueda despla2ado del lugar central pues para el desarrollo diagnóstico es la relación no el su3eto- &uien cumple la necesaria /unción de uni/icación de los signos registrados. $odos esto tra3o como consecuencia uni/icar la tarea diagnóstica con la terap;utica. :a no existiría por un lado un conocimiento 4 por otro 9una cura9. %n la misma medida &ue se desarrolla el diagnostico surge el modo terap;utico el cual- revirtiendo sobre el primero- lo ir0 modi/icando.9,
9'o a4 &ue disolver el enigmasino
sólo
desci/rar
su
con/iguración...9*
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7aurí )orge. 9
sica9. %diciones Paidos. %spa1a. *+++.
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Primera parte Aspectos Generales. ,. *. ". #. ?.
Introducción. ipótesis. Bb3etivos generales. Bb3etivos especí/icos. Antecedentes.
%l diagnóstico en psi&uiatría. %l aporte semiológico . %l diagnóstico en musicoterapia.
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@. Las preguntas. !. Metodología.
Segunda parte. acia un cuerpo teórico.
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C. De un co4ote 4 la intuición diagnóstica. =. Aproximación 4 articulación 7u concepto. ,+. De las variables emotivas 4 la sub3etividad. ,,. De/iniendo conceptos %l caso Leandro. ,*. La lectura sociocultural %l entorno sociocultural de la patología. ,". Aproximación 4 articulación. 7u /orma. ,#. La dimensión /ormal de los contenidos. ,?. Un soldado negro- /ranc;s &ue enlo&ueció en 9la aldea global9. ,@. De la desconstrucción.
Tercera parte . Las acciones diagnósticas.
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,!. La textura de la tarea diagnóstica ,C. Aproximación 4 articulación. 7u din0mica. ,=. La aproximación diagnóstica en Ea&uel.
Cuarta parte. Aproximación diagnóstica 4 tratamiento en musicoterapia. P0gina ?!. *+. Los contenidos de la aproximación diagnóstica. *,. %lvio aproximación diagnóstica 4 tratamiento en musicoterapia. **. De la estrategia de ubicaciones. *". Conclusiones: Mapas conceptuales.
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*#. Bibliografía.
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Primera parte:
,. Introducción. *. ipótesis. ". Bb3etivos generales. #. Bb3etivos especí/icos. ?. Antecedentes. %l diagnóstico en psi&uiatría. %l aporte semiológico. %l diagnóstico en musicoterapia.
@. Las preguntas. !. Metodología.
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1) Introducción. Mire lo vengo a consultar por&ue si bien mi i3o de cuatro a1os no tiene nada especí/ico- 4o lo noto triste. 'o me gusta como lo veo." %n mi recorrido como musicoterapeuta- el aspecto m0s saliente de mi traba3o clínico a sido el aborda3e terap;utico de ni1os dentro del 0mbito del consultorio privado. 7i bien en los primeros a1os de mi labor pro/esional- los ni1os presentaban en su totalidad cuadros patológicos determinados H de/iciencias mentales- cuadros neurológicos- par0lisis cerebral- etc. - con el tiempo los pacientes /ueron siendo ni1os sin cuadros especí/icos. ago re/erencia a ni1os &ue abían sido adoptados- &ue eran iperactivos- retraídos- con abulia- tristes- con síndromes asociados como enuresis 4Jo encopresis- con alteraciones en la adaptabilidad socialK estos /ueron cada ve2 m0s &uienes solicitaban por mi a4uda. 8on el paso de los a1os- puedo o4 di/erenciar ciertos aspectos entre a&uello &ue la /ormación me abía dado 4 a&uello &ue tuve &ue ad&uirir como recurso pertinente ante los re&uerimientos de la actividad clínica. Mi pregunta a&uella &ue siempre me sedu3o rondaba en torno al cómo es &ue nuestra pr0ctica tiene los e/ectos &ue 4o podía ver en los ni1os. Los cambios vertiginosos eran un aspecto a tener en cuenta. 7in embargo- a&uello &ue m0s me interrogaba 4 a>n lo ace es el eco de la amplitud de estos cambios 4 de lo abarcativo en t;rminos de los aspectos de la personalidad de los ni1os. Eecibir a una persona &ue pide a4uda- &ue est0 su/rimiento- re&uiere de nosotros una percepción lo m0s amplia posible de toda sus condiciones de vida salud /ísica- realidad /amiliar- entorno sociocultural- situación económica- educación 4 paradigmas de vidaentre mucos otros. $odos ellos preguntan por nuestra ;tica. %s 3ustamente la respuesta ;tica- &ue ninguno de estos aspectos &uede excluido 4 no los de3aremos de lado en esta oportunidad. 7ólo es &ue intentaremos este acercamiento al tema desde una perspectiva especí/ica- reconociendo la necesidad de integración con todas las dem0s. Me re/iero a a&uello &ue primero surge saber &u; es lo &ue le pasa al otro su3etoN- &u; es lo &ue lo tiene malN. 7in embargo- en la medida en &ue a/irmamos esta pregunta- tambi;n la pondremos en duda. %s necesario para una disciplina cientí/ica como la musicoterapia- en relación a sus erramientas clínicas 4 en la producción de conocimiento- contar con el saber detallado de
De una madre &ue viene a consultar por su i3o. ,,
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original la necesidad de encontrar coloc0ndole un nombre a&u;l cuadro clínico &ue el paciente su/re 4 desde allí elaborar la terap;utica recomendada- a partir de los conocimientos cientí/icos 4a desarrollados. %s esto tan innegable en su /undamento- como &ue es discutible su /orma.
8u0les son a&uellas instancias &ue no podemos negar en el devenir del conocimiento del otro &ue su/re- es uno de los propósitos de este estudio.
8u0les son a&uellos recursos &ue podemos poner en 3uego- desde la epistemología 4 pr0ctica musicoterap;utica- para construir una aproximación ;tica 4 est;tica al su/rimiento del otro- es el otro propósito a abordar.
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. !ipótesis.
%l diagnóstico en musicoterapia Haproximación diagnóstica tiene como ob3eto reconocer cu0les son los par0metros sobre los cuales se constru4ó el discurso del padecimiento 4 enunciar alternativas en su posible desconstrucción est;tica.
". #b$eti%os generales , De/inir un cuerpo teórico especí/ico- en relación al tema del diagnóstico en musicoterapia. * Articular una propuesta diagnóstica en musicoterapia con una visión est;tica de la sub3etividad. " 8onstruir estrategias pertinentes para el desarrollo de la instancia diagnóstica en musicoterapia- extensibles a una visión sociocultural del tema.
&. #b$eti%os específicos. ,.,. Distinguir conceptos teóricos 4a desarrollados 4 a desarrollar- pertinentes con el necesario registro previo de datos para la acción musicoterap;utica. ,.*. Delimitar las instancias de una lectura diagnóstica posible- desde el lengua3e del arte. *.,. Identi/icar redes articulatorias &ue ubi&uen a las acciones diagnósticas dentro de las estrategias terap;uticas. *.*. Articular una unidad de lengua3e entre la aproximación diagnóstica 4 el tratamiento en musicoterapia. *.". Identi/icar posiciones estrat;gicas- &ue /aciliten la desconstrucción est;tica del discurso &ue en/erma. ".,. De/inir acciones especí/icas- &ue permitan una aproximación diagnóstica en musicoterapia. ".*. Identi/icar a&uellos enunciados de la din0mica del arte- compatibles con una visión interdisciplinaria del diagnóstico individual 4 comunitario- en salud.
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'. (ntecedentes. %l diagnóstico es una instancia propia del acer terap;utico. 7in embargo- tal como sucede con otros t;rminos conocidos- aciendo un recorrido de su istoria podemos conocer la evolución de su signi/icado asta o4 día.
l diagnóstico en psi*uiatría. Podemos encontrar &ue por diagnóstico se entiende 9%l 0rea sem0ntica del vocablo diagnosis- integrada por t;rminos como diagignosko- separar- decidirK diagnome, deliberación 4 decisiónK dignomon- perspica2- vigilante 4 atentoK diagnorizo- acerconocer 4 divulgar 4 diagnóstikos- designó en sus orígenes el eco 4 los actos de reconocer 4 discernir- 4 con/iguró un campo signi/icativo atinente a un modo de conocer consistente en separar 4 discriminar las notas de lo cognoscible. Diagnosticar era en e/ecto- discernir- esto es- conocer racionalmente algo de modo l>dico 4 perspica2 penetrando en lo cognoscible 4 en3uiciarlo decidiendo algo. Pero si bien el t;rmino se populari2ó en su uso m;dico- su empleo era m0s amplio lo utili2aban los dramaturgos... 4 aparece en obras de Isócrates 4 Aristóteles con la signi/icación de distinguir 4 apreciar el valor de algo9 # %n el D7M IO podemos encontrar dentro de los /undamentos istóricos &ue9 A lo largo de la istoria de la medicina a &uedado clara la necesidad de con/eccionar una clasi/icación de los trastornos mentales- pero siempre a abido escaso acuerdo sobre &u; en/ermedades deberían incluirse 4 sobre cu0l sería el m;todo óptimo para su clasi/icación9?. 9%l propócito del D7MIO es proporcionar descripciones claras de las categorías diagnósticas- con el /in de &ue los clínicos 4 los investigadores puedan diagnosticar estudiar e intercambiar in/ormación 4 tratar los distintos trastornos mentales.9 @ %n el Primer 8ongreso de psi&uiatría de la Provincia de 8órdoba- el Doctor %miliano Galende opinó 9 Durante los >ltimos doscientos a1os la psi&uiatría se a dedicado a diagnosticar en/ermedades sin advertir &ue durante esos doscientos a1os muca gente a su/rido.9 9(asar la tarea diagnóstica exclusivamente en un procedimiento cientí/ico criticista termina relativi20ndola- 4 conduce a bi2antinas di/erenciaciones semiológicas ilusión 4 pseudoilusión- delirio 4 pseudodelirio- etc. por&ue la b>s&ueda de precisión 9cientí/ica9 desemboca en un empobrecimiento conceptual. La clínica &ueda entonces subordinada al diagnóstico- concebido como la coronación de un saber. Así como el diagnóstico empirista desembocó en una nosología- el positivista lo i2o en la clasi/icación9 !
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7aurí )orge. Bp.cit. D7MIO. Introducción OI. Pierre Picot. (arcelona. @ Ibídem. Introducción OI. ! 7aurí. Ibídem ?
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%s el mismo autor- el &ue nos invita a pensar &ue no podemos negar &ue toda actividad diagnóstica tiene de una manera ine&uívoca tres instancias 9 ...conocer los ecos 4 discursos atribuidos a la persona- reconocer los signos 4 darles un nombre9. C
l aporte semiológico. 9De esta manera &ui20s conseguiremos per/ilar H aun&ue sea provisoriamente el 0mbito de la investigación semiótica en el /uturo 4 sugerir un m;todo uni/icado para acer /rente a los /enómenos en apariencia mu4 distintos 4 asta aora irreductibles. 7i la operación tiene ;xito- nuestro modelo semiótico abr0 conseguido mantener la comple3idad del campo con/iri;ndole una estructura 4 por lo tanto- trans/ormando el campo en sistema. 8omo es obvio- si los elementos el campo tenían una existencia 9ob3etiva9 H en el sentido de &ue existen como aspectos de la cultura la estructura del campo como sistema a de considerar como ipótesis operativa- la red metodológica &ue emos ecado sobre la multiplicidad de /enómenos para ablar de ellos.9 = 8omo veremos a lo largo de el desarrollo de esta tesis- ablaremos de una operación &ue logre mantener la comple$idad del campo con/iriendo una estructura &ue nos permita advertir una +ipótesis operati%a. %l traba3o reali2ado por Eoland (artes en el libro 9 mitologías9- nos a4udar0 en esta tarea semiológica .
l diagnóstico en musicoterapia. 'o es /recuente encontrar en las publicaciones de musicoterapia- estudios mu4 pro/undos sobre el diagnóstico. Pueda ser &ue mucos musicoterapeutas 4 autores- no lo consideren &ui20s como una instancia especí/ica &ue debamos abordar los musicoterapeutas. Oeamos algunas de/iniciones para veri/icar esto. $a4er Gaston- pro/esor en la d;cada del cincuenta en la Universidad de Qansas de/inía 9 M>sica es la ciencia o el arte de reunir o e3ecutar combinaciones inteligibles de tonos en /orma organi2ada 4 estructurada en una gama de in/inita variedad de expresióndependiendo de la relación de sus diversos /actores componentes. $erapia tiene &ue ver con el 9como9 puede ser utili2ada la m>sica para provocar cambios en las personas &ue las escucan o la e3ecutan9 ,+ Pero para la 'AM$ ,,- la musicoterapia es 9 %l uso de la m>sica en la consecución de ob3etivos terap;uticos la restauración- mantenimiento 4 acrecentamiento de la salud tanto /ísica como mental. %s tambi;n la aplicación cientí/ica de la m>sica- dirigida por un terapeuta en un contexto terap;utico para provocar cambios en el comportamiento. Dicos cambios /acilitan a la persona el tratamiento &ue debe recibir a /in de &ue pueda comprenderse me3or a sí misma 4 a su mundo para poder a3ustarse me3or 4 mas adecuadamente a la sociedad9 ,* Ante estos dos e3emplos de de/iniciones de la musicoterapia- provenientes de reconocidos interlocutores- podemos observar &ue ning>n caso se insin>a el eco &ue C
Ibídem. %co Umberto. La estructura ausente. Lumen. %spa1a. ,===. ,+ %xtraído de la 9Eevista %spa1ola de Musicoterapia9. (arcelona. %nero ,===. ,, 'ational Association o/ Musicterap4. %%.UU. ,* Ibídem. =
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la musicoterapia pueda tener el desarrollo de una actividad diagnóstica. Ambos/undamentan la tarea de la musicoterapia a partir de la instancia del tratamiento. Pero a abido autores &ue se an detenido en esta instancia 4 an reali2ado estudios sobre el tema. %l Musicoterapeuta 'orteamericano Qennet (ruscia escribe &ue en %stados Unidosdividen el proceso clínico en tres /ases. A la primera la llaman 9assessment9 4 esta destinada 9a comprender al paciente9. Oeamos la relación &ue plantea entre la evaluación H tercera parte del proceso clínico 4 el asseessment. 9 %ntonces- lo &ue llamamos evaluación- consiste en tratar de ver si el paciente a cambiado como resultado de lo &ue emos eco. A veces se basa en in/ormación &ue recogimos en el assessment. Pero a veces no- por&ue si decimos &ue la musicoterapia a4uda a alcan2ar ob3etivos no musicales- el progreso &ue &ueremos poder probar puede no verse necesariamente en la m>sica.9 : contin>a 9%n mi opinión- el assessment tiene &ue ver m0s con la m>sica- por&ue esa es el 0rea con al &ue realmente traba3amos 4 la evaluación puede ser reali2ada tanto en la m>sica como /uera de ella.9 ," %l musicoterapeuta argentino Eub;n Gallardo plantea 9 8omo los instrumentos &ue posee actualmente la musicoterapia son limitados- las conclusiones a las &ue se llega en cada evaluación H diagnóstica deben ser relativi2adas- en cuanto a su ob3etividad cientí/ica- 4 acompa1ados por los resultados obtenidos en otros estudios 4 espacios de interconsulta con otros pro/esionales9. : contin>a 9 La musicoterapia re&uiere de una metodología especí/ica- en cuanto al uso de los recursos ac>sticomusicales- 4 de una psicometría orientada acia la comprensión pro/unda de sus posibilidades diagnósticas 4 los e/ectos &ue resulten de su aplicación9. ,# %n el Modelo (enen2ón- opina el musicoterapeuta Diego 7capira- podemos observar &ue uno de los aspectos de la pr0ctica musicoterap;utica 97e /undamenta en el comple3o sonido ser umano- sea el sonido musical o no- tendiente a buscar m;todos 4 diagnósticos terap;uticos. %ste comple3o se extiende desde las /uentes de emisión del sonido- comprendiendo la naturale2a- el cuerpo umano- los instrumentos musicales- los aparatos electrónicos- el medio ambiente el recorrido de las vibraciones con sus le4es ac>sticas- los órganos receptores de esos sonidos- la impresión 4 percepción en el sistema nervioso 4 toda la repercusión biológica 4 psicológica para la elaboración de la respuesta &ue cierra el comple3o- 4a &ue ella es una nueva /uente de estímulo. %ste modelo considera como ob3etivo /undamental producir estados regresivos 4 aperturas de canales a esos niveles en los pacientes- emprendiendo por nuevos canales de comunicación- el proceso de recuperación9.,? La Musicoterapeuta argentina Al/onsina (assutto a publicado un traba3o de investigación en donde partiendo de ideas del musicoterapeuta Qennet (ruscia- reali2a aportes al 9diagnóstico especí/ico en musicoterapia9. ,@ ,"
Qennet (ruscia. 8on/erencias porte1as. %diciones A7AM. (uenos Aires *++,. Eub;n Gallardo. Musicoterapia 4 salud mental9. %diciones Universo. (uenos Aires ,==C. ,? Diego 7capira. Musicoterapia. Facetas de lo ine/able.%nelviros. Eío de )aneiro. *++*. ,@ Al/onsina (asutto. 9Aportes al diagnóstico especí/ico en musicoterapia9. Eevista I8MU7. (uenos Aires. *++,.*++*. ,#
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9La sesión inicial del diagnóstico est0 planeada para obtener el raport 4 ubicar al paciente en una situación de improvisación. %s esencial la presentación de los medios musicales e instrumentos.9 9Las improvisaciones son anali2adas musicalmente acorde a seis per/iles- cada uno de los cuales /ocali2a sobre un proceso musical particular. Los seis per/iles son integración- variabilidad- tensión- congruencia- saliencia 4 autonomía9. Los criterios para todos los per/iles /orman un continuo de cinco gradientes o niveles- 4endo de un extremo o polaridad al opuesto9. 9Los per/iles del diagnóstico improvisacional- an sido dise1ados para proporcionar insigts al terapeuta sobre el paciente &ue /acilitar0n el proceso terap;utico. 'o proveen la base para la toma de decisiones o distinciones diagnósticasK sin embargo- los datos de los PsDI- pueden tener implicancias para el entendimiento de /actores etiológicos.9 Por >ltimo- en ,==@- de/iní al diagnóstico musicoterap;utico 9 como a a&uella construcción de un espacio nuevo para dos- en donde el musicoterapeuta permite un proceso de descubrimiento de di/erentes tipos de materiales- sobre todo sonoros- 4 en donde todas las expresiones del paciente son apo4adas sonora 4 corporalmente9 ,! A modo de síntesis- podemos observar &ue en casi todas las propuestas se ace inca pie en el eco de la recolección de datos 4 se con/iguran medios para llevar a cabo esta tarea. La di/erencia m0s clara a mi entender 4 &ue est0 en concordancia con la propuesta expresada por 7aurí - est0 en lo expresado por mi en dos momentosK en tanto ubica a la instancia diagnóstica en el %ínculo entre el paciente , el musicoterapeuta: 9 a&uella construcción de un espacio nuevo para dos9 , en tanto define la actitud del musicoterapeuta en su función de diagnosticar 9en donde todas las expresiones del paciente son apo4adas sonora 4 corporalmente9. %n cuanto al tema de los materialesa4 un desarrollo posterior en el mencionado libro- &ue veremos m0s adelante- en el título 9 Los contenidos de la aproximación diagnóstica9.
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Gustavo Gauna. %ntre los sonido 4 el silencio. 8apítulo oco. %ditorial Artemisa. Eosario. ,==@. ,!
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-. as preguntas. %s necesario para el desarrollo teóricoclínico de la musicoterapia- avan2ar sobre un concepto propio del diagnósticoN De ser asíK 'ecesitaría entonces la musicoterapia un cuerpo nosológico propio sobre las patologías &ue podría abordar clínicamenteN 7i partimos de una concepción est;tica del su3etoK 8ómo abría &ue pensar el vínculo en el contexto diagnósticoN 8u0l sería la relación entre la actividad diagnóstica en musicoterapia 4 el /uturo tratamientoN %n el plano intredisciplinarioK
/. Metodologia %l presente traba3o se nutre de veinte a1os de traba3o como musicoterapeuta- en dondesobre todo en la actividad privada en consultorio- e tenido &ue sostener tratamientos musicoterap;uticos. %n relación a los mismos- e desarrollado el seguimiento en a&uellas situaciones clínicas en donde supuse &ue se presentaban aspectos de universalidad- &ue podían ser did0cticos 4 e3empli/icar las di/erentes instancias del diagnóstico- tratamiento 4 alta en musicoterapia. $odo este recorrido a sido acompa1ado con supervisiones- congresos- 3ornadas 4 encuentros personales con mucos colegas- &ue siempre enri&uecen las perspectivas de uno- tanto en el aspecto personal como pro/esional 4 &ue indudablemente est0n a&uí presentes. Para esta presentación- los conceptos est0n re/eridos- en principio- a la actividad clínica en ni1os- tanto con una patología de base como en el 0mbito de la prevención en salud mental. %s a partir de aber cursado las c0tedras de la Licenciatura en Musicoterapia- &ue reali2ado un ordenamiento del material en base a los lineamientos surgidos principalmente de la 80tedra de Investigación a cargo de la Licenciada Marcela (ottinelli. 8on el material recogido con anterioridad- muco 4a publicado- e reelaborado algunos conceptos en /unción de los nuevos aprendi2a3es provistos por la Licenciatura. $ambi;n e abordado en el traba3o musicoterap;utico de los >ltimos meses- nuevos lineamientos en base a estos nuevos aprendi2a3es. %n conclusión- el presente traba3o es la síntesis de ambos momentosK anterior 4 posterior a aber cursado las 80tedras de la Licenciatura en Musicoterapia de esta Universidad&ue an sido una oxigenación altamente provecosa para mi crecimiento pro/esional.
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Segunda parte.
C. De un co4ote 4 la intuición diagnóstica. =. Aproximación 4 articulación 7u concepto. ,+. De las variables emotivas 4 la sub3etividad. ,,. De/iniendo conceptos %l caso Leandro. ,*. La lectura sociocultural %l entorno sociocultural de la patología. ,". Aproximación 4 articulación. 7u /orma. ,#. La dimensión /ormal de los contenidos. ,?. Un soldado negro- /ranc;s &ue enlo&ueció en la aldea global. ,@. De la desconstrucción.
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0. e un co,ote , la intuición diagnóstica. 8u;ntase de un asno &ue tomando agua en una carca escuca gemidos de gran dolor. Acerc0ndose al lugar encuentra a un caim0n &ue tenía una gran piedra sobre su cabe2a. %l caim0n le comenta al asno &ue mientras dormía- la pesada piedra abía caído sobre su boca 4 &ue no se la podía sacar de encima. Ante el pedido de a4uda- el asno libera al caim0n. Rste le pide entonces &ue lo lleva asta una carca para poder beber. %l asno accede como tambi;n accede a cargarlo asta un lago cercano para &ue pueda re/rescarse me3or. Llegados al lago- el caim0n le agradece su bondad 4 le solicita un >ltimo /avor- &ue es &ue lo lleve asta el centro del lago- donde podr0 estar en su lugar natural. %l asno tambi;n accede 4 al llegar el caim0n- a ombros del asno- al centro del lago- le dice &ue ese es el lugar ideal para saciar su ambre 4 &ue se lo va a devorar. Mu4 asustado 4 tembloroso- el asno implora por su vida pregunt0ndole al caim0n si esa era su gratitud. %l caim0n se ríe sobre la gratitud 4 dice &ue la gratitud no existe 4 &ue por lo tanto se lo va a devorar en ese preciso momento. %l asno ve &ue pasa un caballo 4 le propone al caim0n &ue le pregunten sobre la gratitud 4 &ue seg>n ;ste conteste ;l se lo comer0 o no. %l caim0n accede 4 el caballo cuenta de lo desagradecido &ue a sido el ombre con ;l- &ue despu;s de traba3ar toda la vida aora &ue est0 vie3o lo an ecado. %l caballo le sugiere al caim0n &ue nadie /ue agradecido con ;l- &ue tenía ra2ón 4 &ue la gratitud en realidad no existía 4- por lo tanto&ue se coma al asno. Abría 4a su boca el caim0n para devorar al asno cuando pasa por allí un perro. %l asno le implora al caim0n &ue pregunten otra ve2 al perro 4 este accede. %l perro despu;s de aber escucado lo sucedido reali2a un comentario sobre su vida mu4 parecido al del caballo 4 tambi;n opina &ue la gratitud no existe- con lo cu0l le sugiere al caim0n &ue se devora al asno. 8uando el caim0n estaba por acerlo pasa por el lugar un co4ote ola ermano asnoola ermano caim0n &u; ac;is los dos 3untos en el lagoN. %l caim0n comenta entonces &ue no existe la gratitud 4 &ue se va a comer al asno. %l co4ote dice &ue eso de la gratitud no lo entiendo a lo cual entre el asno 4 el caim0n contaron nuevamente toda la istoria. %l co4ote le pregunta al caim0n sobre cómo i2o para &ue el asno lo llevase a cuestas. Así el asno cargó nuevamente al caim0n sobre su lomo. %l co4ote pidió entonces conocer el lugar donde comen2ó todo- si deseaban conocer su opinión. Al llegar allí- el co4ote di3o no ver la piedra 4 &ue no podía entender cómo la pesada piedra abía caído sobre la boca del caim0n. Presuroso el caim0n muestra la piedra 4 le pide al asno &ue se la vuelva a colocar sobre su boca así el co4ote podía ver. Al acerlo el caim0n pide r0pido la opinión del co4ote4a &ue la piedra era mu4 pesada 4 le acía da1o. %l co4ote entonces contesta &ue la gratitud no existe 4 &ue por eso mismo le sugiere al asno &ue lo de3e allí tirado.
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La istoria corrió r0pidamente entre la selva 4 todos los animales se enteraron de lo sucedido. 'unca nadie m0s a4udó a un ermano caim0n cuando se encuentra en apuros. ,C
Dos lecturas pueden ser pertinentes. La primera lectura podría estar m0s cerca de los contenidos del cuento. %n este sentido podríamos opinar &ue tanto el caballo como el perro- no pueden separarse de su propia visión de los ecos. %sto implicaría una imposibilidad para escaparse de su propia istoria. $odo es visto en base a la propia experiencia 4 no existe la posibilidad de entender los ecos si nos es /unción de la propia experiencia. 'o existe distancia ante el eco. %l asno por su parte- no puede distinguir entre lo &ue es a4udar al otro 4 ponerse a sí mismo en peligro. 'o discrimina 4 con/unde- sin poder leer las redes de mensa3es &ue provienen del a/uera. %l caim0n se mane3a sin escr>pulos- por su propia conveniencia. Pero esto le trae un comple3o problema. %l caim0n no posee autoridad moral para acer lo &ue se propone- 4 por ende no puede negarse al 3uicio del a/ueraK el del caballo 4 el perro. Por esto mismoel caim0n sólo puede 3usti/icar 4 no /undamentar su actitud de &uerer comerse al asno despu;s de la a4uda &ue ;ste le brindó. aciendo un corte asta a&uí- podríamos pensar &ue el caballo 4 el perro se relacionan con la antesala de la patología mental- por la incapacidad de discriminar vivencias 4 situacionesK &ue el asno estaría cerca de a&uel per/il de la patología en donde todo se con/unde 4 nada se ace anticipable 4 &ue el caim0n utili2a una din0mica cercana a la del sistema &ue en/erma- &ue tergiversa permanentemente las reglas por ;l mismo impuestas- aprovecando las debilidades de los individuos &ue lo sustenta 4 alienando su capacidad sub3etiva. Pero el co4ote- ace otra cosa. A saber ,La lectura diagnóstica Rl se presenta con cierto grado de autoridad 4a &ue en su primera articulación de3a entrever cierta capacidad para escucar 4 percibir m0s all0 de los acontecimientos asta ese momento sucedidos. Lo primero &ue reali2a es una lectura diagnóstica. ola ermano asno- ola ermano caim0n-
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QoSonosctletl. Lo &ue susurra el viento. Pla2a )an;s. (arcelona ,==C. **
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* %l declararse ignorante. %l co4ote se declara- silenciosamente- ignorante lo &ue no implica &ue lo sea - 4 por lo tanto denota un re&uerimiento el de &ue se le aga entender lo sucedido. %so de la gratitud no lo entiendo- deberías explic0rmelo me3or. Rl se entrega a un conocimiento sin presupuestos previos 4 3uega a entender la situación desde su nivel m0s primario a&u;l en donde el conocimiento de algo no est0 a>n su3etado. Por eso es &ue todas sus intervenciones se relacionan con preguntas &ue buscan develar los ecos de una experiencia. Pero esta actitud del co4ote- &ue 4a demostró su autoridad- coloca a lo sucedido en el borde de lo ;tico. Por esta ra2ón- es &ue el caim0n no puede actuar comi;ndose al asno 4 necesita su respuesta. Por esta ra2ón tambi;n el co4ote atrapa al caim0n en un devenir ;tico del cu0l- a&u;l- no se puede escapar. " %l acer ecológico. Pero el co4ote es mu4 cuidadoso de los materiales 4 ob3etos &ue pone en 3uego. %s interesante- para el campo de la comunicación social 4 del arte de la terapia- intentar acercarse al cuidado &ue el co4ote utili2a en su din0mica comunicativa. Rl escuca 4 sólo pone en 3uego los elementos entregados por los &ue est0n dentro de la situación con/lictiva. %l co4ote no adiciona ning>n elemento extra1o- de a/uera- de otro contextode otro pensamiento. %l co4ote 3uega su rigor ;tico- en mantenerse dentro del contexto entregado por la propia istoria 4 no tergiversa ning>n contenido. 7ólo ace en /unción de los ecos &ue se le entregan 4 de la aceptación &ue le muestran. # Del poner en 3uego su autoridad. %ste es uno de los argumentos de la e/icacia de lo sucedido. %l co4ote elige no caminar por el camino conocido 4 se entrevera en los avatares de esta istoria. 7u costo puede ser el de perder el sentido 4a ad&uirido de algo- en este caso- su concepto de la gratitud. %s probable no e&uivocarse- si pensamos en &ue el co4ote tenía una respuesta a primera vista ante la situación planteada. Pero- en una lección de ;tica- el co4ote elige el borde 4 por ende entra en 3uego consigo mismo. %ntiendo por 9borde9- a a&uella ubicación en el devenir del lengua3e- &ue se ale3a lo m0s posible de lo 4a estipulado. %s este 3uego con ;l mismo el &ue atrapa seductoramente al caim0n- 4a &ue podríamos pensar &ue el caim0n percibe en la actitud del co4ote una autoridad /altante en su propio accionar.
Pero la eficacia se mide en los +ec+os. 2 el borde *ue el co,ote elige es el *ue le permite reali3ar una e4plosión de sentidos. l co,ote no niega lo dic+o por el caim5n6 por el caballo o por el perro. s m5s7 el co,ote afirma lo ,a afirmado por ellos6 pero lle%a la situación a tal punto en *ue +ace *ue dos afirmaciones iguales6 obtengan resultados opuestos. a eficacia de esta acción est5 cercana a una coe4istencia de tiempos6 incluso en diferentes espacios. (utoridad , eficacia de una apro4imación8articulación6 son un intercambio de e4periencia , %i%encia. l co,ote6 en esto6 ofreció c5tedra
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La segunda lectura abla- 3ustamente- de esta coexistencia de tiempos. Podríamos pensar entonces &ue en este cuento a4 en realidad dos istorias. UnaK la del caim0n 4 el asno BtraK la &ue el propio co4ote entabla entre ;l mismo 4 la istoria del caim0n 4 el asno. : a&uí las posibilidades 4a son otras. %n este sentido estaríamos tentados a pensar &ue el co4ote invierte temporalmente la istoria. %l co4ote- entonces- estaría recorriendo acia atr0s cada uno de los pasos reali2ados por el asno 4 el caim0n. %sto es lo &ue sucede en la visión de la istoria &ue tiene tanto el asno como el caim0nK aceptan volver al principio para contestar la pregunta de la &ue depende la vida del asno. Pero esta idea de la inversión temporal de la istoria no parece enca3ar ni en la actitud del co4ote - ni en los resultados &ue va a tener para el caim0n. :a &ue en su 3uego- el co4ote- no vuelve al lugar del principio de la istoria- sino &ue llega m0s atr0s. %n este sentido- en realidad el co4ote est0 creando una istoria nueva- en donde sus preguntas cargadas de aparente ignorancia- son el recurso &ue ;l necesita para llegar a una propia impresión de los ecos. %l co4ote se de3a impresionar por los ecos 4 es allí- al ver al caim0n con la piedra sobre el ocico- &ue aclara sus ideas. %l &ue buscaba la inversión era tanto el asno como el caim0nK ellos deseaban volver a la situación primera Ambos para salvar la vida. Pero el co4ote- cu4a ma4or sabiduría es crear su propia istoria- no llega al lugar buscado por los otros dos. Rl llega a otro- le3ano al del imaginario del caim0n- ni anterior ni posteriorK uno distinto. Btro. :a &ue para el caim0n la peor contestación esperable era el veredicto de &ue la gratitud no existiese 4 por lo tanto el no podría comerse al asno
Pero el co,ote 9 d5ndole la ra3ón al caim5n 8 le contesta otra cosa: no sólo no te comes al asno6 sino *ue adem5s te morís. ste +ec+o muestra *ue en realidad6 no +ubo una in%ersión de los +ec+os6 sino *ue +ubo otros +ec+os6 distintas representaciones6 diferentes paradigmas puestos en $uego.
,.7obre el lengua3e. %s curioso el eco de &ue el co4ote rea/irma lo dico por el caim0n al expresar &ue 9 'o existe la gratitud 9. %s curioso 4a &ue a/irmando esto- el co4ote termina modi/icando todos los t;rminos de lo &ue estaba sucediendo. Independientemente de lo enga1oso del lengua3e verbal- en relación a la relatividad de sus aspectos conceptualesel co4ote consigue este resultado por su uso de los aspectos /ormales. %l abre permanentemente los ecos 4 las posibilidades de interpretación. Lo ace asta tal punto &ue ace posible &ue la misma a/irmación en el plano verbal termine en realidad implicando lo contrario- en el plano de los ecos.
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(l crear su propia +istoria6 el co,ote6 recrea la forma , transgrede los contenidos. (sí entendido6 los +ec+os de la realidad de$an de pertenecer al 5mbito de lo %erdadero , pasan al 5mbito de lo posible.
%s el lengua3e un 0mbito de e/icacia /ormalK el lengua3e tratado conceptualmente implica un intento de acercamiento a 9la verdad9. %l lengua3e pensado /ormalmente abre espacios &ue cierra posteriormente como necesidad para una nueva e in/inita apertura. La e/icacia del accionar del co4ote- /ue pensarse en la instauración de una /orma a&uella &ue vuelve permanentemente sobre sí misma- sin encontrar nunca el punto inicial. *. Del conocimiento. 'adie puede negar la abilidad del astuto co4ote- &ue reside /undamentalmente en encontrar la /alta ;tica del caim0n /alta &ue le impide la libertad de actuar sin autori2ación 4 &ue no le permite escaparse de la in&uisitoria del co4ote. Pero este espacio se genera por la actitud del co4ote- &ue constru4e una istoria distinta a la sucedida entre el asno 4 el caim0n. %s ;sta 3ustamente- la e/icacia de la clínica en musicoterapia..
a musicoterapia6 al actuar sobre los aspectos %i%enciales6 no redit=a una +istoria a partir de la b=s*ueda de contenidos6 sino *ue crea otra +istoria6 ni anterior ni posterior7 otra6 *ue se funda en aspectos formales # sea6 pensados en función no del contenido de los +ec+os6 sino m5s bien6 en los posibles recorridos de estos contenidos. >?o lo entiendo@6 >cómo +as +ec+o@6 >no %eo ninguna@6 >eso no lo creerA@6 son aperturas *ue no permiten *ue la forma cierre +asta *ue no sea encontrada otra %ariable al contenido en $uego.
Para esto el co4ote- a>n sabiendo 4 teniendo una clara idea de lo &ue pudo aber sucedido- 3uega a no saber- de30ndose impresionar por la propia vivencia- contorneando otra /orma 4 creando una nueva istoriaK creando un lengua3e.
;. (pro4imación , articulación: su concepto. 7i bien el t;rmino &ue estamos proponiendo es el de 9 aproximación diagnóstica9 4 no se a encontrado este t;rmino en otra bibliogra/ía- es 3usto acer mención a cierta inspiración para el mismo. %n su obra 9 Met0/oras del símbolo9 Mario $revi- al proponer la 9met0/ora de la sombra9 abla en determinado momento H p0gina ,"@ - de la aproximación comprensiva. Describiendo unos sue1os- comenta &ue si bien no tiene
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ninguna intención de proponer una interpretación de ellos- si se evidencia una determinada estructura. : dir0 9 Frente a estos expedientes- podemos servirnos sólo de una met0/ora- no como intento de interpretación H de an0lisis sino como tentativa de una prudente aproximación comprensiva- un cauto movimiento &ue partiendo de la conciencia cotidiana- se mueva acia el sue1o con un comportamiento analógico &ue intente reducir las distancias - &ue intente encontrar o sorprender un punto de contacto &ue permita el trasvase recíproco entre experiencia diurna 4 a&uella nocturna.9 ,=
(doptaremos entonces6 el tArmino apro4imación diagnóstica para referirnos6 a esta altura del presente estudio6 a una instancia no referida a una instancia temporal determinada del tratamiento en musicoterapia6 *ue tiene por ob$eto reconocer , discernir las conductas *ue espont5neamente surgen del paciente. %ntenderemos a 9articulación9 en un sentido de a&uello &ue se o/rece como 9posibilidad de nexo entre...9. %s importante entender este t;rmino en /unción de su impronta perteneciente en un primer momento al campo de la din0mica an0lisissíntesis. . %sta articulación- pensada en una din0mica estrat;gica- es la erramienta &ue posee el musicoterapeuta para poner en 9posibilidad de nexo a...9 a a&uellas expresiones espont0neas &ue trae el paciente.
(doptaremos el tArmino articulación dentro de un pensamiento estratAgico. a articulación es conceptualmente una din5mica *ue ofrece la posibilidad *ue dos formas e4presi%as coincidan en un ro3amiento , tomando contacto puedan dialogar en función de un determinado reconocimiento. a articulación es fundamentalmente una +erramienta del musicoterapeuta , es un doble mo%imiento: el de an5lisis del discurso del paciente7 por un lado 8 5mbito cercano al de la semiología musical 86 , el de una síntesis en función de criterios terapAuticos 8 5mbito cercano al del cuerpo teórico de la musicoterapia 8.
1. e las %ariables emoti%as , la sub$eti%idad. %l tema de la sub3etividad es una comple3idad di/ícil de sortear a los e/ectos de avan2ar sobre el tema diagnóstico. %l problema radica en &ue para lo &ue tradicionalmente se conoce como diagnóstico- es /undamental una concepción de la sub3etividad establecida- adoptada- creídaK para reci;n desde allí salir a lo patológico de esta sub3etividad individual 4 &ui20s tambi;n social. 'ecesita la musicoterapia esta concepción establecida 4 dura de la sub3etividad para avan2ar sobre la situación diagnósticaN Puede la musicoterapia abordar este tema desde otros paradigmas &ue los 4a conocidos en este 0mbitoN
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$revi Mario. 9Met0/oras del símbolo9. Antropos. (arcelona. ,==@. *@
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'o de3a de ser un orgullo para mí- el a/irmar &ue sí- &ue puede. : es tambi;n un orgullo a/irmar &ue son los musicoterapeutas los &ue 4a an reali2ado gran parte del traba3o. 97ospecar sobre el su3eto es convidar a pensar el devenir como instancia &ue privilegia al su3eto en su calidad de ser en el instante 4 le otorga de esta manera la posibilidad de soportar el estado de las cosas o renovarlo en sus in/initas posibilidades de operar en cada actuali2ación.9 *+ 9La Improvisación Libre puede de/inirse como un Territorio material a ser transitado por un 7u3eto- /ormali2ando e invistiendo de sentido al sonido 4 tal ve2 al movimiento a partir de vincularse con un instrumento musical o con su propio cuerpoK decimos- el 7u3eto opera con la materia otorg0ndole un Sentido, una Forma. Por lo tantollamaremos Discurso a toda operación de producción de ;ste orden ." 21
9La /orma de la interrogación- o de la pregunta- implica una noticia sobre la cosa preguntada. 'oticia &ue da lugar a la posibilidad de la existencia de la pregunta. Un aparecer de la cosa- temati2ado en la pregunta- podría instalar alguna 7ospeca. La sospeca se /unda en apariencias a&uello &ue Tes en tanto aparece 4 al aparecer parece Tser. 7ospecar sobre el su3eto conlleva a una nosu3eción a estructuras preeminentes &ue condicionen la existencia a una constitución originaria. 7ospecar sobre el su3eto es reconocer implícitamente su existencia 4 al mismo tiempo permitir &ue la misma se mani/ieste en el devenir de lo posible. %stas dos instancias- pensadas en simultaneidad- nos en/rentan a una parado3a &ue encierra el car0cter esencial del punto de partida o de culminación de la sub3etividad- en tanto a&u;l reconocimiento- puesto en el lugar de una mirada- una escuca Hotra- le otorga al su3eto su calidad de 7er. A&uello &ue se inaugura en cada in/lexión entre lo producido 4 la nada.** %s la nada el punto de re/erencia sobre el &ue se posa la di/erencia. ablar de una sub3etividad- es ablar de una di/erencia. De di/erentes maneras de percibir- vivenciar 4 de acer en consecuencia. 9 %s pensar en lo posible- en lo relevante- en lo trascendente de lo &ue acontece en un espaciotiempo &ue se con/orma circularmente en el presente- en un a&uí 4 aora &ue actuali2a lo producido H lo &ue es- o lo &ue viene siendo- el presente del pasado- lo visible- lo concreto- en la nada Hel vacío- lo &ue no es- o me3or- lo &ue in/initamente puede ser. La verdad 4a no es sinónimo de certe2a. Instalada en el plano de la creaciónJacción- en la coincidencia del evento con el sentido- deviene de un proceso- percepción /ormali2ación &ue opera an0logamente 4Jo simult0neamente al acontecimiento. ablamos entonces de una transmutación de la certe2a por el enigma- donde el concepto de verdad se Tposiciona dentro de una construcción est;tica. 7ólo puede indicarnos un territorio de loporconocer. $erritorios posibles en el vacío o la nada. Forma. *+
Gianoni Daniela. 9De abismos 4 super/icies9. $esis. UAI. Eosario *++*. (ennardis María )os;.9 De la dimensión 4 la /orma9. $esis UAI. Eosario *++*.. ** Ibídem. Gianoni. *,
*!
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Forma &ue se organi2a en tanto entrecru2amiento discursivo. 7e implica en relaciones. La existenciaN. Parado3a de la Forma. 7oportar el Tser en tanto Forma- es soportar su sin ra2ón. %s ablar de un 7u3eto leve- una met0/ora est;tica.9 *" %sta levedad a la &ue se re/iere Gianoni se /undante para las /ormas de producción &ue pensamos en musicoterapia. %s una producción discursiva con sentido de reconocimiento. %s una entrega al decir de un discurso- discurso &ue es /orma- como la m>sica 4 &ue siempre pregunta por los bordes o sea por la umano en sus di/erencias. 7ostiene (ennardis 9Para cual&uier 7u3eto transitar el Territorio&ue propone la Impro visación Libre- podría pensarse como una Vivencia Estética- 4a &ue- lo &ue en ese contexto ocurre- es la aparición de un acontecimiento >nico e irrepetible- /or3ador de sus propias le4es de constitución. Fenómeno %st;tico9. 9%ste evento se con/igura en tanto se suceden un /ormarse las texturas posibles interrelaciones &ue el 7u3eto HProductor asigne a la materia sonora- H materia signi/icante.9& 8omo veremos m0s adelante- en la g;nesis de la expresión no est0 el expresar algo. La expresión es una acción espont0nea- mu4 cercana a la vivencia tónica- en donde el organismo reacciona ante cierto estimulo- primero interno 4 tónico 4 posteriormente m0s cercano a las sensaciones externas. La expresión- tal como la conocemos com>nmente- es en la medida en &ue a4 otro &ue la observa o percibe. La expresión es un acto &ue sub3etivi2a a la persona. %s una producción &ue otorga cierto entendimiento de la relación entre lo &ue esta a/uera 4 adentro. Pero este entendimiento no es necesariamente omeost0tico ni se rige por principios de economía psí&uica. %ste entendimiento es entendido desde la din0mica del arte in&uieto 4 sospecoso. 'unca cree en todo lo &ue observa 4 siempre plantea la duda. 'o entiende a lo epistemológico como un ancla &ue determina- sino &ue lo comprende como tra2os sobre super/icies de variada consistencia a&uellas &ue dibu3an tra2os de distinta pro/undidad 4 permanencia .. Así no estamos ablando de un su3eto su3etado a determinada concepción cercana a cual&uier verdad- sino &ue estamos pensando en una sub3etividad&ue con cierta levedad se despla2a por la super/icie de los acontecimientos. Una sub3etividad reconocida por el propio su3eto como creada 4 soportada en el inter3uego de una red de discursos 9%l su3eto como producido en el entrecru2amiento de di/erentes discursos. Un e/ecto de super/icie. %l ser del su3eto de3a de tener el primado de a&u;lla instancia superior- originariaabarcativa 4 por ende deductible. Factible de asir en la ra2ón como /enómeno explicable desde la generali2ación 4 por consiguiente predecible- maleable- moldeable- vulnerable a los encuadres estadísticos.9*? %s a partir de la presentación del pensamiento comple3o- &ue ciertos pensamientos sobre la sub3etividad nos an abandonado- o deberían acerlo. Las /ormas de conocimiento*"
Gianoni. Bp.cit. (ennardis. Bp.cit. *? Eodrigue2 %spada Gustavo.9 Los espe3os &ue suenan9. $esis. U.A.I. (uenos Aires. *++*. *#
*C
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trans/ormadas en /ormas de accionar del poder- an colocado a la sub3etividad muco m0s dependiente de la in/ormación- en /unción de la libertad. %sto es &ue si 4o en realidad no s; de la dimensión de lo &ue me in/orman o me3or dico de lo &ue no me in/orman mi condición de su3eto libre se ve totalmente coartada. Por ello no sólo emos perdido la verdad como tal- sino &ue 4a emos perdido la intención de saber de su existencia. %s &ue ante la palpable realidad asta estamos tentados a pensar &ue las redes instaladas de poder- an de3ado inutili2able cual&uier registro 4 /uncionalidad de verdad en cual&uiera de nosotros. %n este sentido sólo &ueda ampliar los campos de percepción 4 registro. ablamos de un su3eto &ue para recuperar su sub3etividad- debe escaparse de lo dado 4 practicar un acto inaugural propio- &ui20s seguramente bastante le3ano a lo dado- a lo explicadoa lo educado 4 a lo aprendido. nico9- &ue por estos días se nos presenta como dos alternativas contrarias- parado3almente con la misma /orma. B est0n con nosotros o est0n con ellos *@. Falsa opción 4 /alsa sub3etividad disponible en este marco- 4a &ue unos 4 los otros responden a la misma /orma. Forma tan determinante- &ue 4a el contenido no tiene la m0s mínima relevancia.
ntonces el musicoterapeuta $uega una din5mica de presencias , ausencias , lo +ace estratAgicamente. strategia *ue se funda en ubicarse en a*uellos espacios corporales , sonoros necesarios para *ue el discurso contin=e , con el6 las posibilidades de reconocimiento por parte del paciente.
*@
George (us. Discurso posterior a los atentados del ,, de septiembre. (audrillard. La ilusión 4 la desilución est;ticas. *C (audrillard. Ibiden Pag ,,+. *!
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%l tema de la di/erencia. ... para crear una di/erencia se necesitan como mínimo dos entidades. Para producir in/ormación- vale decir- noticias acerca de una di/erencia- debe aber dos entidades H reales o imaginarias tales &ue la di/erencia entre ambas pueda ser inmanente a su relación mutua 4 toda la cuestión debe ser de tal índole &ue las noticias acerca de su di/erencia puedan representarse como una di/erencia inerente a cierta entidad procesadora de in/ormación- como un cerebro- o tal ve2- como una computadora. *= Las variables emotivas. %l concepto de variables emotivas es la integración de todo lo antes dico.
os e$es sobre los cuales se constru,ó el discurso del padecimiento6 se sinteti3an en la manera en *ue constru,eron las diferencias percepti%as , *ue se formali3an en las %ariables emoti%as. %n la devolución diagnóstica de un paciente ni1o ante sus padres- centr; la atención en &ue unas de las características &ue abía notado en el 3oven sobre todo en la improvisación con los instrumentos musicales era la *ue todo para Al parecía ser lo mismo. 'o abía indicios de emotividad ni sorpresa ante el descubrimiento de lo nuevo &ue le interesabaK todo parecía ser igual. La sorpresa me la dio el padre- &ue me interrumpió 4 me di3o 9 %s así- ;l no marca di/erencias 4 acepta todo lo &ue se le d;- me sigue a todos lados- no toma decisiones 4 tiene su auto estima por el suelo9. Incluso surgió posteriormente en la entrevista- &ue abía abido una situación en la casa con un primo ma4or &ue ;l- en la &ue en el cuarto del 3oven- a&u;l lo tocaba 4 ;l nunca abía dico nada. %l día del descubrimiento el padre le preguntó si abía sido la primera ve2 4 el 3oven contestó &ue no- &ue acía rato &ue esto pasaba.
as %ariables emoti%as son la e4presión de a*uella construcción de las percepciones en sus diferencias6 son el e$e sobre le cu5l se elabora la propuesta de la apro4imación diagnóstica en musicoterapia. s la materia dispuesta a ponerse en mo%imiento6 a ubicarse en otro espacio6 a enarbolar de desconstrucción estAtica del padecimiento .
11. efiniendo conceptos: l caso eandro." %studiaremos este caso como una estrategia en musicoterapia. Oeremos cómo la expresividad- inclusive en este paciente- en &uien existen mucas limitaciones desde lo intelectual- se va estructurando en un recorrido acia la salud. 8ómo cuando no se sobreinterpreta la expresión el paciente- despu;s de desplegar el material psí&uico- lo va armando 4 va colocando al terapeuta en los di/erentes roles &ue el proceso musicoterap;utico necesita. 8ómo nuestra manera de pensar puede ser la de una disciplina autónoma en teoría 4 pr0ctica. *=
(atson. 9%spíritu 4 naturale2a9 Amorrourt> Pag. *,. %xtraído de 9%ntre Los sonidos 4 el silencio9. Gustavo Gauna. %ditorial Artemisa- Eosario. ,==#.
"+
"+
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%ste ni1o- Leandro- de catorce a1os- padecía 7índrome de DoVn. 7u 8.I. era de *?. %ra sociable 4 divertido- nunca se oponía a nada 4 si alg>n compa1ero lo molestaba- ;l apenas se de/endía. Poseía un vocabulario de pocas palabras mal pronunciadas pero utili2aba un excelente lengua3e gestual. 7u intensidad en el uso de la vo2 era poca 4 dis/rutaba muco de la m>sica- reali2ando sonidos con su vo2 de gran ri&ue2a tímbrica. 7u grupo /amiliar estaba integrado por su madre 4 padre con dos ermanos m0s. %sta experiencia tuvo lugar en una escuela especial. Al comen2ar a vernos en /orma individual- dos veces por semana 4 ante mi permiso para acer libremente sin consignas verbales previas- Leandro en dos semanas entregó mucos datos de importancia. Ante el micró/ono del grabador comen2ó a decir 9pap0- mam09- reali2ando un 3uego con la intensidad- la altura 4 la textura- en donde claramente se escucaba un ale3amientoun sonido &ue comen2aba claro 4 cercano- lentamente se iba escapando en el espacio asta acerse entrecortado 4 distante. 7e escucaba como si alguien abandonase a otroexpresado con muca angustia. $erminada esta secuencia de unos veinte segundos de duración- Leandro se ale3ó del micró/ono 4 comen2ó a dar saltitos 4 a reír- demostrando dar importancia a lo reali2ado por ;l mismo. Posteriormente trae el llanto- cuando escuca llorar a un compa1ero en otra sala. 7e interesa muco- &ued0ndose pensativo ante el sonido pero no accede al 3uego de llorar- ante mi propuesta sonora. Por >ltimo se rescató la imposibilidad de Leandro de poner límites a sus compa1eros 4 delimitar un espacio propio. A nada decía &ue no 4 parecía no valorar ni de/ender sus deseos- &ue eran mucosK inclusive es de rescatar el dato de su ba3a intensidad en la vo2. Parecía &ue nunca abía gritado por nada ni a nadie. a&uí la presencia esta marcada por la ausencia de esa característica sonora. %sta modalidad expresiva la presencia por ausencia es de suma importancia para el marco interpretativo. ", $anto el tema de la distancia &ue se escucaba por el uso particular de los par0metros del sonido- H &ue se puede escucar como una situación de abandono - como el del llanto o el de la /alta de límite acia el otro- eran temas ricos para acer planteamientos psicológicos- m0s todavía cuando de su lega3o surgía &ue la madre expresaba nunca aberlo aceptado 4 aber llorado con ;l en bra2os durante los primeros meses de vida. 7in embrago- la estrategia terap;utica tomó otro per/il. Le3os de interpretar "* estos contenidos para organi2ar la terapia- pens; en desblo&uear esta /alta de agresividad en de/ensa de su propio espacio- con la seguridad de &ue el tema del llanto 4 el abandono sería traídos por ;l mismo 4 ubicados en la terapia- en el momento pertinente. %s decir&ue se eligió partir de la cuestión netamente vincular para organi2ar un 9acuerdo sonoro9 en donde toda la expresión H sobre todo la puesta de límite - pudiera ser expresada sin di/icultad. Rste es el momento en &ue se trans/iere todo el material 9escucado9 en el diagnóstico a la postura terap;utica.
",
Lo interpretativo ace re/erencia a esa particularidad del musicoterapeuta para escucar. Un escuca m0s /ormal &ue conceptual "* 7e entiende por interpretar a relacionar 9un eco perteneciente a la expresividad de un paciente en la clínica9 con un 9desarrollo conceptual de alguna ciencia de la salud9. ",
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%n la sesión siguiente- Leandro se encontró con una gran ca3a al entrar. (uscó dentro de ella 4 encontró un par de maracas. $omando ambas- me entregó una 4 comen2ó a caminar alrededor de la ca3a. Así surgió un ritual primitivo- en donde ambos caminamos por unos minutos dando vueltas. Eepentinamente- Leandro me ordenó entrar a la ca3aluego de mi primera resistencia con el ob3eto de observar su decisión de lucar por conseguir lo deseado- accedí a entrar. Inmediatamente comen2ó a reír 4 a bailar- 4 mientras cantaba empe2ó a tocar su maraca contra la ca3a 4 ante mi respuesta- cada ve2 golpeaba m0s /uerte. 8uando la intensidad /ue muca- repentinamente me destapó 4 me sacó de la ca3a- me acostó en el piso 4 reali2ó una ceremonia en donde pasó la maraca por todo mi cuerpo detalladamente. Despu;s se alegró muco ante mi 9curación9- me levantó 4 /inali2ó la sesión. Interpret; esto como un acercamiento a/ectivo al tema de la agresividad 4 una buena posibilidad de mane3a este tema dentro del marco simbólico de la expresión sonora. Para avan2ar m0s a>n 4 con ciertos elementos 4a codi/icados en su expresión- comenc; en la siguiente sesión a caminar con un rapador en la mano- dando vueltas en círculo por el gabinete. Leandro se ubicó espont0neamente detr0s de mi e imitó mi acción con una pandereta. Eepentinamente comenc; a tirarle el sonido del raspador /uerte con ata&ue brusco en dirección a su cara. :o estaba intentando desculpabili2ar la situación agresiva de dos manera di/erentes. Primero- al llevarla por intermedio de lo sonoro- al plano simbólico. 7egundo- al reali2arla 4o primero. Leandro aumentó la intensidad de su pandereta 4 repentinamente ante un sonido mío de muca intensidad- se /renóK nos miramos /i3amente en un silencio prolongado- &ue el cortó con sonidos guturales pro/undos 4 amena2antes. Fue el momento del silencio. La &uietud corporal. La mirada /i3a en los o3os- la tensión tónica 4 el silencio- /ueron la expresión de dos posibilidades &ue se le presentaban a Leandro. La primera era mantener las conductas anteriores- en donde todo era gracioso 4 se buscaba derivar toda conducta con/lictiva para evitar las situaciones de puesta de límite 4 de de/ensa de su propio espacioK actitudes ;stas &ue implicaban una /orma de agresividad por su parte. - La segunda era tomar la nueva conducta sustentada por el espacio representativo otorgado por el di0logo sonorocorporal- &ue implicaba una merecida puesta de límite- en este caso- a mi persona. -
$om0ndome del bra2o me sentó en el rincón del gabinete mirando a la pared 4 me dio una leve palmada en la cara. %stos sonidos amena2antes 4 pro/undos- se icieron muco m0s /uertes 4 de ata&ue brusco. Fueron los primeros &ue 4o le escuc; 4 seguramente /ueron los primeros &ue pudo expresar en su vida- con estas características. %n el capítulo segundo ablamos del materialmensa3e. A esto nos re/erimos. %s indudable &ue el contenido de esta sesión es de superlativa importancia para Leandro. Pero es tan importante esto como el mensa3e &ue ;l est0 entregando al musicoterapeuta en busca de una conducta concreta. :a lo abía expresado a partir de su inter;s por la misma por un lado- 4 por su imposibilidad de 3ugarla por el otro. %sta imposibilidad a "*
La aproximación diagnóstica en musicoterapia.
Gustavo D. Gauna.
nivel de lectura musicoterap;utica- es de una innegable importancia. Leandro necesitaba &ue 4o llorara- 4 4a abía signi/icado ;l mismo- la importancia de este sonido. :o accedí a su pedido- 4a &ue 3u2gu; m0s importante con/iar en el desarrollo expresivo &ue en interpretaciones 4 distancias terap;uticas. Ante mi llanto ;l se ale3ó de mi 4 comen2ó a reír a carca3adas 4 dis/rutó de gritarme varias veces m0s- no accediendo a mis ruegos sonorocorporales de perdón. $oda una energía contenida- &ui20s por mucos a1os-. 7e vio re/le3ada en su tono muscular. $reinta minutos de esta actividad /inali2aron con su permiso para &ue me levante 4 terminemos caminando en un rueda- imitando a un tren en donde 4o reali2aba el ritmo de las ruedas 4 ;l el del silbato- nos abra2amos. %s por dem0s importante rescatar el proceso sonorocorporal por el cual se /ue /ormando este acuerdo sonoro. 8ómo- ante para su permiso para &ue 4o saliera del rincón 4 pudiera acceder a otro nivel el de parado Leandro tomó mi ritmo 4 comen2ó a complementarlo rítmicamente 4 tímbricamente asta construir una armoni2ación sonora de muca ri&ue2a- este era el reordenamiento de todo lo modi/icado anteriormente- a nivel relacional. Durante meses- ante la mínima provocación- Leandro repetía el modelo de esta sesión. Rl esperaba 4 dis/rutaba con estas situación. Mientras esto sucedía- comen2ó a veri/icar cambios en su conducta se de/endía m0s- mani/estaba me3or sus deseos 4 estaba de me3or umor. %stas variantes emotivas /uera de la sesión- /ueron las &ue permitieron continuar con el ritual en la sesión- 4a &ue aseguraban &ue- le3os de estar ante algo estereotipado- Leandro estaba movili2ando sus estructuras psí&uicas. Un día al llegar al establecimiento- me comentan &ue se abía colocado mi ca&ueta 4 se abía paseado diciendo &ue era Gustavo. %se mismo día ocupó mi gabinete 4 me planteó el 3uego de no de3arme entrar- 3uego al &ue accedí. Leandro necesitaba introducir variantes en la terapia 4 su expresividad nos estaba reorgani2ando. %n la sesión siguiente- al entrar ;l- le colo&u; mi ca&ueta 4 me sent; en el rincón &ue ;l siempre elegía. 7onriente- se sentó en el lugar &ue generalmente 4o ocupaba 4 comen2ó a entregarme los instrumentos musicales &ue m0s le gustaban. Por otra parte tomó los instrumentos musicales &ue 4o generalmente usaba. icimos m>sica unos minutos. Pocas sesiones m0s 4 Leandro tra3e el tema del llanto nuevamente. Me sentó en sus /aldas 4 me acarició- me dio la mamadera 4 me colocó el cupete- todo con su mano 4 me solicitó &ue llorara. Posteriormente le o/recí cambiar los roles- lo &ue aceptó gustoso. Eepetí todo lo &ue me propuso 4 lo dis/rutó muco. Lo >nico &ue no aceptó /ue mi propuesta de &ue llorara. Leandro nunca lloró- ni a>n ante los dolores mu4 /uertes de estómago- lagrim0ndole los o3os- tuvo la actitud del llanto. %sta 9Ausencia9 la actitud del llanto 4 el propio llanto marca 3ustamente su presencia en concepto de contenido psí&uico. %s en este momento en donde el devenir expresivo- independientemente de las di/erentes interpretaciones teóricas posibles- nos permitió acceder- no 4a a la salida transitoria de un contenido- sino a una resolución m0s amplia de la situación. Ante una pandereta &ue suena en mis manos- Leandro busca otra. Me pide mi ba&ueta 4 4o se la entrego. Le solicito &ue me de la su4a- pero se niega. %sta buscando nuevamente el modelo de relación &ue veníamos traba3ando. 8uando 4o le exi3o &ue me entregue la ba&ueta- Leandro me toma del bra2o 4 simula castigarme- situación id;ntica
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Gustavo D. Gauna.
a las asta aora vividas- con la >nica di/erencia &ue en ve2 de de3arme en el rincón- me ubica sobre sus piernas- eco por dem0s signi/icativo. Ante el comien2o de mi llanto Leandro no reacciona- pero un minuto despu;s interrumpe mi llanto 4 pidi;ndome silencio- comien2a a acariciarme. 7iguen cuarenta minutos de un tenso silencio- Leandro con la mirada perdida- manteniendo >nicamente el di0logo tónico. Así siguieron semanas de tratamiento- mientras comen2ó cada ve2 m0s con m0s intencionalidad a de/enderse de los otrosK a tomar iniciativas transgresoras como escaparse de la escuela 4 sentarse en el auto de en/rente de la misma para &ue lo veanK a &uerer cambiar de lugar los muebles de su cuarto ante el desconcierto /amiliar K a organi2ar /rases como 9 Gustavo te &uiero muco9- un día al llegar 4o al establecimiento. Leandro abía encontrado una manera de resolución abía eco &ue el 9beb; /eo 4 malo9 por el cu0l mam0 lloró- pagase todas las culpas. Despu;s de muco llorar- ese día completó una ubicación representativa- llegaron entonces las caricias 4 el a/ecto. Así Leandro el actual- puede verse di/erente a sí mismo 4 a los dem0s- plantear sus deseos 4 reclamar sus necesidades. Podríamos decir &ue nuevas variantes /ueron completando ciertas constantes- reorgani2ando su mundo simbólico. %sta es la posibilidad de la musicoterapia- todo el tratamiento podría resumirse en un recorrido sonoro 4 musicales. : estamos ablando de la obra de un 3oven de catorce a1os con un 8.I. de treinta 4 cinco. sica como recurso terap;utico no necesita ser insertada dentro de un es&uema de otra disciplina terap;uticaK esto sería limitarla. $iempo despu;s me encontr; con ;l pintando un dibu3o de un ombre grande 4 uno ci&uito. Me miró 4 delante de mí corto con una ti3era dividiendo ambos dibu3os. Medió el m0s grande 4 me di3o 9Gustavo9. $omó el m0s ci&uito 4 me di3o9 Leandro9. Rl se dió el alta a sí mismo.
1. a lectura socio8cultural: l entorno socio8cultural de la patología"" Leandro inicia su istoria de un modo &ue parece constituir el e3emplo inverso de lo &ue el es el aspecto social de la en/ermedad. 'ace 4 3unto con la cali/icación de DoVn se cierne la 9imposibilidad9 &ue resume la generalidad de las expectativas paternas a su respecto 9'o podr0 acer tal cosa9- 9'o ser0....9- en síntesis- &ui20s 9'o se parecer0 a mi 4 no podr0 seguir mi camino9. A>n /isonómicamente- el mogolismo 9emparenta9 a &uienes su/ren el mal- sum0ndose una posible consecuencia dentro del grupo /amiliar la vivencia del ale3amiento /ísico. %n este sentido- 9ser mogólico9- dispara - pone en marca una istoria estandari2ada acerca de su mal. Acorde con lo dico- todo lo &ue se trate en ;l ser0 desde la perspectiva de la inibición 4 no de la expresión &ue module los sonidos &ue no pude modular- &ue e3ercite /ísicamente sus aspectos m0s torpes- etc. ""
%scrito compartido con la Lic. María 8ristina Dasso. "#
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Gustavo D. Gauna.
La expresión se de3a de lado puesto &ue a4 &uienes interpretan 4 expresan su persona a la lu2 del 7índrome de DoVn 9Leandro en un exponente de lo &ue todos conocemos9. Lo &ue aga corroborar0 nuestra istoria. %sta /i3ación de un rol 9el mogólico9- a4uda al entorno a tener por cierto &ue no a4 nada &ue esperar de ;l. "# Despertar al ni1o &ue reclama detr0s de seme3ante parapeto- atender 4 desarrollar sus aspectos expresivos- lo aría escapar del lugar &ue se le asigna- sin saber &u; expectativas /or3ar.
%l individuo paga el precio del orden del grupo.
La persona debe pertenecer al 0mbito de lo en/ermo para garanti2ar &ue estamos sanos- esto en dos sentidos.
,W. 8omo emos visto en Leandro- para convertirlo en un buen en/ermo pero no en un sano H relativamente a la existencia de sus aspectos sanos. "? *W. Para catalogar su e/icacia social 4 no alentar expectativas. Una modalidad terap;utica orientada a la observación del /enómeno comunitario &ue este ni1o procede a crear desde sí- permite advertir Primero &ue a4 algunas cuestiones &ue se mani/iestan regularmente pugnando por su enri&uecimiento expresivo. - 7egundo &ue en la din0mica misma de la expresión tales regularidades se /lexibili2an- dando cabida a nuevos mensa3es &ue Leandro transmite con gran claridad- mientras &ue /ormularlas por vía verbal supondría un es/uer2o intelectual &ue ni su edad ni condición le permitirían- esto sumado al tremendo es/uer2o a/ectivo &ue supondría ob3etivar este mensa3e para la verbali2ación. - De esta manera- su conducta con el musicoterapeuta se convierte en met0/ora &ue se plasma e interpreta simult0neamente en diversos niveles- por la e/icacia simbólica inerente a la met0/ora misma. -
-
A Integrando todo lo reali2ado con anterioridad en una pie2a armónica como 93uego9 sonorocorporal. ( aciendo posible a partir de la convención de &ue 3uega - expresar el eno3o - el reto- el amor- la ternura en una secuencia donde el uno no inibe al otro- sino m0s bien resuelve creativamente el planteo &ue cada ve2 parece agotarse con/lictivamente el encierro- el reto. 8 Procediendo esta resolución por /uera . en el 3uego 4 por dentro en Leandro a la ve2- puesto &ue la experiencia a permitido al ni1o 9verse a/uera9 H Gustavo es ;l 4 ob3etiv0ndose- comprenderse me3or 4 /ormular &ue sería bueno acer con ;l lo &ue ;l- en el papel de Gustavo- reali2a perdona- acaricia 4 ama. "#
7obre %sto volveremos en el título 9aproximación diagnóstica 4 vínculo9. %ste comentario ace re/erencia a un concepto desarrollado en otro capítulo sobre 9Los '>cleos de 9salud. "?
"?
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Gustavo D. Gauna.
D La met0/ora trae ostensiblemente H pero a la ve2 con enorme cuidad - el tema del llanto un tema de su istoria se deposita si mismo en le 3uego 4 le permite seguir 3ugando- puesto &ue este con/licto va desanud0ndose 4 volvi;ndose di/erente al armoni2arse con otras conductas &ue - en con3unto- representan una istoria relatada por el propio protagonistaAsí el musicoterapeuta se desempe1a como interlocutor de una istoria construida con los recursos &ue elige el protagonistaK Genera al espacio de con/iguración de la obraK 7e o/rece ;l mismo como recept0culo de lo &ue Leandro desea poner a/uera : devuelve- luego de neutrali2ados los signos depositados por e/ecto de este di0logo terap;utico- reintegr0ndole lo &ue es su4o mediante la recuperación de la di/erencias H Leandro es Leandro- Gustavo es Gustavo. $odo lo &ue se daba inicialmente de modo /ragmentario Leandro no grita- no llora- se ale3a- etc.- constitu4e una totalidad &ue el ni1o percibe como lo &ue ;l es- armoni2ada por e/ecto del di0logo terap;utico- vuelta pensable 4 reconocible como 9lo propio9 9este so4 4o9- es decir- ni m0s ni menos- lo &ue todos aspiramos a poder decir para comen2ar a aceptarnos.
1". (pro4imación , articulación: su forma. 9 ola ermano asno- ola ermano caim0n.
esde la dimensión de la forma6 la (pro4imación es entendida como cierta repregunta *ue se reali3a sobre los contenidos *ue el paciente entrega en la sesión. (nte cada e4presión significati%a *ue el paciente entrega6 es la posibilidad de un cuestionamiento mínimo efecti%i3ado por la inter%ención del musicoterapeuta6 *ue por un lado informa de la recepción de su llegada6 a la %e3 *ue %uel%e a preguntar por ella toda. La articulación en su /orma es como el ensa4o de un encastre. %n el caso Leandro- el musicoterapeuta escucó 4 delimitó estos tres contenidos el llanto- la imposibilidad del limite 4 el llamado con distancia. Pero una ve2 desplegados- el musicoterapeuta dinami2a un 3uego de presencias 4 ausencias en donde propone una /orma de articulación- &ue en este caso- es aceptada por Leandro. %s lo &ue se nota en este cuadro %P. PA8I%'$% Para un desarrollo teórico m0s exaustivo sobre esta tema ver de Eodrigue2 %spada Gustavo APB:ADA7 98eremonias de conocimiento9. )ornadas de A.M.U.E.A.. (uenos Aires. ,==". M$A. "@
"@
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%7PA8IB %7PB'$X'%B
Gustavo D. Gauna.
BFE%8I%MI%'$B D% MA$%EIAL%7.
Leandro.
Llamado con Distancia.
Inter;s llanto. 'unca llorar.
Imposibilidad de límite 4 de/ensa de su espaciocuerpo. !ipótesis operati%a:
Mta L Mta L L L H como Mta L L L L
avan2a sonoramente- invade su espacio. consigue poner límite. 7e eno3a grita. llora. ríe. se trans/orma en la persona del Mta. ace llorar al Mta H como L. decide &ue Mta. H como L no llora m0s. ad*uiere conductas de autonomía. vuelve a 3ugar con persona3es reales. decide /in de tratamiento.
A p ro x im a c
ió n su b 3e
ti
v a .
La madre lloró con ;l en bra2os cuando nació con 7índrome de DoVn. Pone límite
ace llorar al
.
otro
)uega distancias
.
a/ectivas
Produccione s del diagnóstico.
8onductas de autonomía. Al traer el llanto- el musicoterapeuta trae lo otro ausente &ue /altaba. :a Leandro abía traído el grito 4 el límite. %l musicoterapeuta aora trae el llanto. La aproximación diagnóstica abía traído la /orma arriba descripta. La articulación- dentro de la estrategia "!
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Gustavo D. Gauna.
musicoterap;utica- abía dibu3ado una /orma en donde dos de los contenidos &ue se mani/estaban por su ser ausente aora estaban presentes. %stos son &ue Leandro grite&ue Gustavo llora.
esde el punto de %ista de la forma6 la (rticulación +aría referencia a lo *ue comunmente llamaríamos la inter%ención en musicoterapia. sto es el momento en *ue una e4presión espont5nea del paciente entra en contacto con a*uella e4presión del musicoterapeuta D *ue %iene del doble $uego de an5lisis , síntesis) , ambas se forman , se deforman con la b=s*ueda de entrar en contacto , di5logo. %l musicoterapeuta en el caso Leandro ace exactamente esto. Al entrar en 3uego el tema de los límites H sesión del canto de la ca3a 4 al traer Leandro esta nueva /orma de límite &ue ;l encuentra posible- poniendo a Gustavo adentro 4 cantando- el musicoterapeuta introduce el llanto como nueva /orma a devenir. Ambos contenidos estaban ausentes- 4 aora- presentes se ro2an de una daterminada manera H asta el momento anterior era una 9 posible manera9 4 es el momento de ma4or articulación de la e/icacia del símbolo. %s como si ambos contenidos ubieran encontrado a&uel per/il en el cual ro2arse para poder entrar en dialogo. %se per/il pertenece al 0mbito del contorno de la /orma de ambos contenidos.
1&. a dimensión formal de los contenidos.
"C
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8onsiderar al Discurso 7onoro como una construcción de sentidonos permite encontramos ante la existencia de Formas &ue abitan al discurso- Formas &ue dicen lo &ue acontece en ;l- &ue pueden o no llegar a con/ormar una posición posible desde donde situar al 7u3eto Productor. %sa Forma, reconocible- ace aparición. 7e muestra a la escuca del Musicoterapeuta en las Producciones Discursivas del 7u3eto Productor. %sa Forma, podría decirse &ue es móvil- se puede trasladarK puede a!itar otros lengua3es. %s ;sta una posición desde donde el Musicoterapeuta dirige su observación a un vínculo- relaciones- &ue permiten expandir campos de exploración. Dar lugar a &ue el 7u3etoProductor explore Formas de o"erar con la materia- Formas de construir Discursos. %stos Discursos posiblemente sean portadores de Formas Posibles de operar del 7u3eto Productor Hvincularse- crear- expresar- construir- &ue se puedan an0loga a situaciones de la vida cotidiana."! %l tema de los contenidos en musicoterapia es por dem0s de/initorio de un pensamiento 4 de sus acciones terap;uticas. %stamos ablando de una tem0tica &ue necesita de una mu4 rigurosa distinción entre sus elementos. 'os re/erimos con contenidos a todos a&uellos aspectos- pensamientos- acciones 4 otras instancias- &ue el paciente trae a la sesión de musicoterapia. La discusión de cu0l debe ser la interpretación- lectura- registro- valoración- etc.- de estos contenidos a generado 4 genera innumerables posturas. 'o es esta la intención en este momento. La idea a pensar se posa en el lugar en &ue el musicoterapeuta se coloca en pensamiento 4 acción ante estos contenidos. %s &ue el contenido como tal- puede ser la gran trampa del accionar clínico. :a &ue si bien la clínica es producida por el paciente- es inevitablemente- permitida por el musicoterapeuta. )ustamente- estamos pensando en t;rminos de permisos en el sentido de aperturas posibles.
(ennardis Bp.cit. "=
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%l traba3o sobre mitologías "C de Eoland (artes- puede darnos una a4uda a este desarrollo. %ntendiendo a la semiología como una ciencia de las /ormas- puesto &ue estudia las signi/icaciones independientemente de su contenido- el autor nos propone un cuadro &ue relaciona al sistema lingYístico con el mito.
,W
,. signi/icante *. signi/icado. ". signo. I.
".
7entido.
7IG'IFI8A'
%$*W
II. 7IG'IFI8ADB. 8oncepto.
Forma.
III. 7IG'B. 7igni/icación. %n donde ,W pertenece al 0mbito de la lengua 4 *W pertenece al 0mbito del mito. %l signo del primer nivel- instancia de la lengua es a su ve2 el signi/icante del segundo nivel- instancia del mito. %ntendiendo a la construcción del mito como una manera de construcción de sentidonos detendremos 3ustamente en el cuadro &ue inclu4e ambos niveles- o sea- el tercer nivel de la lengua 4 el primer nivel del mito. %xpresar0 (artes 9%l signi/icante del mito se presenta en /orma ambigua es- a la ve2sentido 4 /orma- lleno por un lado- vacío del otro. 8omo sentido- el signi/icante postula de inmediato una lectura- se lo capta con los o3os- tiene realidad sensorial.9 "= : contin>a mas adelante 9Al devenir /orma- el sentido ale3a su contingencia- se vacíase empobrece- la istoria se evapora- no &ueda mas &ue la letra.9 #+ 7e entiende entonces &ue en el traspaso entre ambos niveles- lengua3e a mito- se est0 a su ve2 constru4endo a&uel metalengua3e &ue tanto a nivel de vínculos interpersonales como de vínculos sociales- posee gran importancia en la construcción del sentido. 7e propone- una aproximación diagnóstica &ue opera 3ustamente- a ese nivel- en la coexistencia del tercer elemento de la lengua con el primer elemento del mito signo en la lengua 4 signi/icante en el mito. La ra2ón de esta propuesta es doble ,W
"C
(artes. Eoland. Mitologías. 7iglo I. M;xico. ,=C+. Ibídem. P0gina *+C. #+ Ibídem. P0gina *+=. "=
#+
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Gustavo D. Gauna.
*W
!a, a*uí una in%ersión del campo del conocimiento6 e$ecutada en el discurso sonoro del musicoterapeuta. sto es: *ue la producción sonora del musicoterapeuta %agabundea con confian3a6 por los recursos del arte6 esperando enca$ar le%emente en algo *ue circula por allí. so *ue circula es un contenido6 pertenencia del paciente *ue necesita de un atento terapeuta *ue no lo fi$e al mismo sentido del cual pro%iene. Por eso el musicoterapeuta sólo ro3a la producción del paciente.
Eemite a interpretar en base a un saber previo.
Pensar el contenido /ormalmente.
7e inscribe como b>s&ueda de una ubicación.
7u pregunta sería cu0l es el sentido 4Jo explicación de la conducta del pacienteN
7u pregunta sería desde donde intervengo para &ue encuentre su ubicaciónN
#,
Eelato clínico &ue se desarrollar0 en detalle en la cuarta parte. #,
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Gustavo D. Gauna.
Preguntarse por el desde dónde- exige al discurso del musicoterapeuta un no de3arse agarrar nunca- es un caminar por el borde del lengua3e. %l musicoterapeuta de %lvio- aun&ue se &ueda en un mismo lugar- se coloca en un borde para %lvio- a&u;l lugar en el &ue el ni1o por el momento no podía abitar la estabilidad en una conducta. Le3os de &uedarse con el concepto supuesto &ue /unda una conducta como contenido la ra2ón del tirar de %lvio- determinada por la supuesta explicación de alguna ciencia umanística - el musicoterapeuta trans/orma la conducta de %lvio en un contenido cargado de un devenir /ormal. Aora es esto- pero en un rato puede ser esto otro.
a diferencia se plantea en *ue el >contenido como concepto@ busca la afirmación de otra cosa6 mientras *ue el >contenido como forma@ nunca para de sospec+ar la alternati%a7 la transgresión de lo ,a dic+o.
Dir0 (audrillard 98uando se dice &ue se supera una idea- ello &uiere decir &ue se la niega. 7uperar una /orma no es lo mismo en absoluto- superar una /orma es pasar de una /orma a otra9.#* La condición de contenido /ormal- es otorgada por el pensamiento del musicoterapeuta. %n el caso de %lvio expresada en el lugar &ue abita en el discurso sonoro del ni1o 4 en su tran&uilidad al no cambiar de actitud tocando la canción siempre al mismo tempo. %s una cuestión de actitud del terapeuta &ue e3ecuta una acción &ue sabe de esperar en /unción del momento m0s pertinente para entrar a desli2arse con3untamente con el discurso del paciente. Eesponde a un pensamiento estrat;gico- a un pensamiento comple3o- a un pensamiento est;tico. %l P%'7AMI%'$B %7$%$I8B es el nombre de una posición desde la cual puede intentarse la comprensión de los /enómenos propios de la clínica musicoterap;uticautili2ando la improvisación libre como paradigma. M0s generalmente- una posición desde la &ue el Arte observa a la 7alud una %pistemología. : acaso una proposición ;tica.#" 9 $al ve2 a&uí pueda aclararse mas a>n la di/erencia entre un pensamiento positivista- o mas generalmente cienti/icista- 4 una posición est;tica el primero valora a la explicación como una interpretación o elaboración progresiva- &ue va acia algo- acia la verdad. %n el pensar est;tico lo &ue a4 es una modi/icación del sentido- en tanto el discurso es un discurso polis;mico- abierto al sentido9 ##
#*
(audrillard. Bpcit. Eodrigue2 %spada. Bpcit. ## Eodrigue2 %spada Gustavo. 9La transición est;tica9. OII 8ongreso Mundial de Musicoterapia. Oitoria. %spa1a. ,==". #"
#*
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Gustavo D. Gauna.
%sta dial;ctica acciónespera es un aprendi2a3e del propio musicoterapeuta 4 es /undamento de la e/icacia del acto clínico en musicoterapia. %s concordante con un pensamiento est;tico- en el sentido de entender a la clínica en musicoterapia como a una estrategia de ubicaciones. Dos son las posibles decisiones &ue emos de tomar. (uscamos la seguridad en una ciencia de m0s reconocimiento 4 tiempo de existencia 4 de allí construimos un saber &ue posteriormente abr0 &ue traducir. 'os acemos cargo de a&uello &ue es en nuestro lengua3e- el del arte- 4 desde allí buscamos a&uella rigurosidad ;tica necesaria para el desarrollo de nuestro conocimiento.
%l pensamiento est;tico no puede pensar en t;rminos de verdadK solamente puede sostener un percibir/ormali2ar- en t;rminos de la rigurosidad de un devenir en el lengua3e. Pensar a la clínica en musicoterapia como una estrategia de ubicaciones- es poner en 3uego dos ideas. %n t;rminos de %dgar Morín la estrategia es el arte de traba3ar con la incertidumbre. %n t;rminos de George Gadamer el arte entendido como símbolo se mani/iesta como un 3uego de presencias 4 ausencias. %n concordancia con este pensar- el musicoterapeuta en su accionar clínico entiende a la producción del paciente como a&uello incierto en t;rminos de sentido e intenta desarrollar sus acciones clínicas en un 3uego de presencias 4 ausencias en /unción de una lectura semiológica musical del acer del paciente.
(sí pensada la clínica en musicoterapia6 la eficacia de nuestra pr5ctica estaría en función de un musicoterapeuta *ue pueda desarrollar cierta +abilidad para colocarse en alg=n recorrido de la producción discursi%a del paciente. %s entender a la producción del paciente como un discurso con alternancias entre a&uello &ue no puede moverse H est0tico 4 en/ermo 4 a&uello &ue todavía posee un devenir posible H est;tico 4 sano . La producción del musicoterapeuta- en concordancia con un pensamiento /ormal- busca conectar de alguna manera los contenidos ubicados entre a&uellos espacios en capacidad de movimiento del paciente- &ue est0n entrecortados por a&uellos otros est0ticos. #? 7i pensamos entonces &ue lo sano se mani/iesta en cierta capacidad de movimiento de lo &ue aparecía como est0tico /alto de una alternativa est;tica - pensaremos &ue las producciones clínicas del musicoterapeuta tender0n a buscar a&uellas variables m0s le3anas al contenido primarioK a&uellas &ue abren un ma4or espacio de representacióna&uellas &ue se ubican en el borde del lengua3e. %s este el espacio de ma4or e/icacia del discurso sonoro.
#?
%ste es el concepto desarrollado en entre los sonidos 4 el silencio en torno al tema del diagnóstico en musicoterapia. #"
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Gustavo D. Gauna.
1'. En soldado negro6 francAs *ue enlo*ueció en la aldea global. (artes comenta el siguiente e3emplo. %n la portada de la revista Paris Matc- se ve una /oto en donde un 3oven negro vestido con uni/orme /ranc;s ace la venia con los o3os levantados- a lo &ue seguramente- es la bandera de a&u;l país .#@ $eniendo en cuenta lo comentado en el título anterior- podríamos pensar en la siguiente interpretación.
Significante.
Significado.
Milicia Francesa en el exterior.
,W
Signo 7entido
Significado. H 8oncepto .
Presencia imperialista Franc;s. Significante -Forma . %n disponibilidad.
Imperialismo.
*W
Signo. H 7igni/icación . designa. 'oti/ica. ace comprender. Impone.
7upongamos- para 3ugar con las ideas- &ue nuestro soldado negro vestido con uni/orme /ranc;s- enlo&ueció. Una ma1ana- en ve2 de saludar a la bandera del país &ue llegó un día al su4o para con&uistarlo- salió corriendo 4 delirando. $omando los conceptos desarrollados- sería interesante poder determinar en &u; lugar del cuadro expresado anteriormente- se desarrolla la p;rdida de lo sano. %n el lugar del signi/icante 4 signi/icado de la primera instancia la del lengua3e es di/ícil de pensar- 4a &ue tanto el gesto de la venia como la existencia de la milicia /rancesa como tal- no pueden alienar el sentido de ninguna sub3etividad. %n el lugar del signo de la instancia del lengua3e- espacio compartido con el signi/icante 4 el signi/icado de la segunda instancia la del mito es tambi;n di/ícil de pensarlo como nacimiento de lo patológico si no llegamos a la comprensión de cómo estos elementos /ueron cargados de signi/icación en la vivencia de nuestro 3oven negro- &ue saluda a la bandera de Francia con los o3os levantados 4 &ue lo emos enlo&uecido para el propósito de nuestra investigación.
#@
(artes. Bp.cit. Pag. *+!. ##
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Gustavo D. Gauna.
Llegamos así al signo de la segunda instancia 4 encontramos &ue en esta signi/icación per/ectamente se puede comprender &ue se pudo aber dado un proceso de transculturación- &ue en la vida particular de este 3oven negro &ue de/iende la bandera de un país &ue pudo aber con&uistado el su4o propio pudo aber implicado acciones 4 vivencias &ue en determinado momento- lo pudieron aber en/ermado la guerraaber matado compatriotas de la misma ra2a- ir en contra de los principios de la propia /amilia- etc. Ante esta situación- la manera en &ue ;l tuvo &ue comprender una realidad 4a instaurada en una transculturación impuesta- se nos presenta como una totalidad- &ue en determinado momento tuvo &ue aber trocado el sentido de lo preexistente. %sto nos lleva entonces a pensar- cu0les son las condiciones desde donde se instaló la textura de esta imposición /0ctica 4 cu0les pudieron aber sido las reacciones posibles de una sub3etividad como la del 3oven negro. %ntonces a4 dos cosas a de/inir- para este 3uego. Primero- cómo completaríamos el cuadro en su segunda instancia la del mito seg>n este e3emplo 7egundo-N. por lo expuesto asta a&uí- cu0l sería el nivel en donde se constru4e lo en/ermoN. Primero- podríamos proponer este mito como el de 9la aldea global9- en donde el sentido signi/icante sería un mundo cada vez m#s cico . %n relación al concepto signi/icado sería la interde"endencia . %n relación a la signi/icación signo en el mito sería el dereco am"liado del m#s $uerte . Pero el signi/icante del mito se presenta en su doble posibilidad
lleno desde su sentido 4 vacío desde su /orma.
%s así &ue desde su sentido- el mundo cada vez m#s cico - tiende a pensar &ue los &ue m0s tienen- pueden 4 ad&uierenK m0s posibilidades tienen sobre los bienes- cada ve2 m0s comunes- escasos 4 compartidos- de este mundo. Pero- desde su /orma- un mundo cada vez m#s cico, puede ser una apertura a nuevas posibilidades. Lo lleno- como determinado 4 armado seg>n (artes- sería lo &ue abría en/ermado a este 3oven- cuando de alguna manera se dió cuenta de &ue detr0s de las acciones &ue reali2aba servir a la milicia de un país - no +abría sólo reali3ado +ec+os sino mas bien +abía abra3ado %alores7 %alores de dudosa procedencia para su cultura. Desde la relación signi/icantesigni/icado en su cara llena de sentido - el mito aparece entonces saturado de explicitación- con una claridad &ue encandila 4 con la clausura de la sugestividad- la ambiguedad 4 la seducción. 7in ellas- el mito de3a su e/ectoK 4 los consumidores 4 este caso el protagonista H si en/erma tambi;n de3an de creerlo.
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La aproximación diagnóstica en musicoterapia.
Gustavo D. Gauna.
Desde su cara de la /orma- abstracta 4 vacía seg>n (artes - el imaginario social podría recuperar una signi/icación- una desconstrucción- &ue permita a esta /orma vacía /ormali2ar nuevamente su vivencia del sentido. %s entonces en la in/lexión &ue se puede establecer entre el sentido 4 la /orma del signi/icante del mito- &ue podemos reconocer una posible tendencia a la clausura de la signi/icación sana 4 entender a su ve2 &ue la manera m0s sana 4 ;tica de recuperarla- es la de leerla en su posibilidad /ormal- a&uella est;tica del vaciarse 4 proponer volver a signi/icar- sin caer en la trampa del contenido como saber te1ido de verdad- como concepto cerrado a corroborar- como saber &ue nos viene a explicar.
ntendiendo al mito como un e$emplo de construcción de sentido social6 *ue designa6 notifica6 +acer comprender e impone7 se puede entender a la apro4imación diagnóstica en la clínica musicoterapAutica de manera an5loga a la apro4imación diagnóstica en la te4tura social. a semiología6 ciencia de las formas *ue estudia las significaciones independientemente de su contenido6 nos in%ita a continuar el traba$o del arte6 a*uel *ue delimita formas para deformarlas6 a*uel *ue constru,e ,a pensando en desconstruir6 a*uel *ue sólo propone para %ol%er a proponer. a manera en *ue el arte siempre fue con%ocado por el +ombre ante su sufrimiento6 de esto nos +abla.
7egundo- el nivel donde se construiría esta /alta a lo sano- sería tanto el signo en el lengua3e como el signi/icante 4 signi/icado en el mito. Pero por &u;N. Por&ue estamos entendiendo al mito como a un robo de lengua3e- uso abusivo de su sentido 4 de sus recursos- para provocar una determinada comprensión cerrada a la alternativas. %s entender a la construcción de mitos como recurso de sectores de podercon un ob3etivo alienante para determinada comunidad. %n este momento- nuestro 3oven negro- vestido con uni/orme /ranc;s- saludando a la bandera tricolor- nos propone analogías con nuestro apreciado co4ote.
,@. e la desconstrucción. 9%sta distribución engendra posibles signi/icaciones siguiendo los procesos /ormales donde se combinan los elementos constitutivos. Desci/rar estas combinatoria necesita traer a la lu2 las relacionesarticulaciones 4 líneas estructurales del texto. : este es el propósito de la lectura ma4;utica9.#!
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7aurí. Bp.cit. Pag C*. #@
La aproximación diagnóstica en musicoterapia.
Gustavo D. Gauna.
a4 en la co4ote una actitud ;tica- una insistente in&uietud. %s &ui20s- el abandonarse al devenir del discurso- &ue por momentos nos ace perder en la incertidumbre de la improvisación. 'o puedo negarme a mi mismo la emoción de a&uellos momentos en las sesiones de musicoterapia- con los pacientes- en donde existe cierta imposibilidad de predecir el /uturo inmediato. %s como &ue algo en el terreno de lo lingYístico se exige a sí mismo la alternativa m0s le3ana- la menos conocida- la m0s peligrosa. : es &ue ambos- paciente 4 4o- con/iamos en algo. Rl o ella con/iar0n en mi 4 4o en la rigurosidad de un proceder. Rste no puede- por su parte- estar por /uera del lengua3e. 7in embargo- lo lingYístico no parecer ser su/iciente. Los estudios sobre la emoción &ue siempre me an acompa1ado- an operado como salvaguarda de a&uella incertidumbre en busca de su ob3eto. %l lengua3e - en la b>s&ueda de un devenir duda- la emoción no. %s la emoción- en mi caso pensado perteneciente al 0mbito del tono muscular- la &ue le da tiempo al lengua3e para la construcción de sus ob3etos. #C %l co4ote se entrega 4 se de3a impresionar por la experiencia- es ;sta su epistemología de la escuca. 'uestro soldado negro/ranc;s- si es &ue en/ermó mentalmente- es por&ue no tuvo- 3ustamente - esta capacidad del co4ote de entrar 4 salir. Por eso es &ue si bien ;l sabe 4 3ustamente- por eso- declara su ignorancia- esto no implica &ue no est; en condiciones de un nuevo conocimiento. %s esta din0mica la &ue le permite gestar una construcción lingYística- &ue por su propia topología- se constru4e en un posible doble movimiento. )uego doble entre lengua3e 4 emoción &ue es arte de un su3eto &ue se discurre con cierta levedadK &ue aun&ue levede3a uella. %n este caso lo importante es el lugar &ue el propio terapeuta le otorga a la construcción de conocimiento por ;l mismo producida. A esto me re/ería cuando ablaba de 9la estrategia del escape9 #=- insinuando &ue la expresión es para el terapeuta lo &ue el ori2onte es para el caminante. Rste- aun&ue mire el ori2onte 4a lo esta pisando- 4a &ue el espacio &ue o4 pisa- /ue el ori2onte del paisa3e anterior. La ense1an2a es &ue el caminante al mirar- 4a reconoce en el ori2onte no la meta- sino un nuevo 9abrirse a9. %s este posicionamiento epistemológico- el &ue /unda al pensamiento estrat;gico como erramienta esto es entender al reconocimiento como roce. Llego para mirarme reconocerme 4 escaparme. 8ada construcción se constru4e con el espíritu de /ugarse de ella misma- es una construcción &ue 4a se sabe en disponibilidad de... 9Así- la estrategia del musicoterapeuta /ue participar desde lo sombrío. Disminu4endo la intensidad de su relación con ella- sus expresiones /ueron sólo el recorte sombrío de ;l mismo. Eecorte sombrío &ue en ciertos momentos ro2aban lo &ue Laura propuso. %sto le permitió a ella dos aspectos /undamentales Uno- no verse re/le3ada en el otro 4 otro un espacio para &ue su incipiente expresividad se /ortaleciera.9 ?+ Despu;s de esta postura clínica- lo &ue se plantea desde el pensamiento deconstructivo no nos debería sonar extra1o
#C
Derrida )ac&ues. 9 La desconstrucción en las /ronteras de la /iloso/ía9 Paidos. %spa1a. ,=C=. 7e ace re/erencia a la 9la retirada del su3eto9 en la Eetirada de la met0/ora. #= Gauna Gustavo. 9Del arte ante la violencia9. 'uevos 3óvenes. *++*. 'eu&u;n. P0gina ?* ?+ ibídem #!
La aproximación diagnóstica en musicoterapia.
Gustavo D. Gauna.
9La desconstrucción irrumpe en un pensamiento de la escritura- como una escritura de la escritura- &ue por lo pronto obliga a otra lectura no 4a inmantada a la comprensión ermen;utica del sentido &ue &uiere decir un discurso- sino atenta a la cara oculta de este 4 en el límite- a su /ondo de ilegibilidad 4 de deseo de idioma - a las /uer2as no intencionales inscriptas en los sistemas signi/icantes de un discurso &ue acen en este propiamente un texto- es decir- algo &ue por su propia naturale2a o por su propia le4 se resiste a ser comprendido como expresión de un sentido- o &ue m0s bien expone ;ste como e/ecto 4 con su legalidad 4 necesidad especí/ica de una ilusión de la conciencia.9?, %n estos t;rminos sólo podemos pensar a la clínica en musicoterapia con un permanente doble movimiento en el tiempo. 'o se va para atr0s en la b>s&ueda de un sentido como pensaría &ui20s alguna epistemología cercana a entender al discurso el paciente como un remitir a determinado conocimiento preestablecido - tampoco se va sólo acia delante. 7e deviene siempre en una dial;ctica de tiempo- en donde los movimientos del tiempo coexisten.
Fue el co,ote dude del sentido de todo6 funda la pregunta sobre el estado de las cosas. sta pregunta es la *ue se contesta con un %ol%er +acia atr5s en lo +ec+o en el tiempo. Pero mientras se +ace 8 %ol%er a contar todo 86 los e$es fundantes de ese +acer6 se desploman en relación al sentido , al lengua$e. Por esto a su %e36 en realidad se constru,e un tiempo +acia adelante. spacio de tiempo este6 en *ue en realidad se pone en duda el sentido de lo actuado , se desconstru,e lo anterior. a misma afirmación6 desde el lengua$e6 obtiene el sentido contrario. $anto el co4ote como el musicoterapeuta- sólo pueden acer esto- poniendo a 3ugar su autoridad- 4a &ue es esta situación la &ue permite el corrimiento del sentido como contenido.
o *ue enfermaría al asno no es el sentido de la gratitud cono concepto6 sino la construcción del %ínculo *ue el caim5n le propone desde la met5fora de la gratitud. o *ue enfermaría al $o%en negro6 no es la in%asión francesa en sí6 sino la imposición del sentido lleno6 cerrado6 impuesto6 en función de un construcción social de sentido. %l co4ote al preguntar en el /ondo del lago por lo &ue acían 3untos- no se interesa por lo &ue acían allí- ;l reconoce &ue a&uello &ue constru4ó a&uella situación es lo &ue a4 &ue poner en cuestionamiento. 9%l pensamiento &ue a llegado a llamarse así en el trance de su di/usión o de recepción a insistido de mucas maneras en la imposibilidad de aislar un sentido originario principal en el centro de una construcción conceptual o el con3unto de una obra. La desconstrucción desautori2a- desconstru4e teórica 4 pr0cticamente los axiomas ermen;uticos usuales de la identidad totali2able de la obra 4 de la simplicidad o individualidad de la /irma.9 ?* ?,
Derrida. Bp.cit. Ibídem.
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#C
La aproximación diagnóstica en musicoterapia.
Gustavo D. Gauna.
Tercera parte
,!. La textura de la tarea diagnóstica.?" ,C. Aproximación 4 articulación. 7u din0mica. ,=. La aproximación diagnóstica de Ea&uel.
?"
%ste título est0 basado en el capítulo cuarto del libro de )orge 7aurí. Bp.cit. #=
La aproximación diagnóstica en musicoterapia.
Gustavo D. Gauna.
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La aproximación diagnóstica en musicoterapia.
Gustavo D. Gauna.
,!. La textura de la tarea diagnóstica.?# %l psi&uiatra )orge 7aurí propone en su obra 9
l momento constituti%o. 8onocer- reconocer 4 nombrar la identidad de lo estudiado- obteniendo los datos correspondientes- es la acción central de este primer momento- &ue puede estar basada en una determinada clasi/icación- &ue pueda permitir un registro de identidades. 7in embargo- esto no es su/iciente para conocer en pro/undidad la din0mica de lo &ue se estudia. %s interesante detenerse- en esta instancia- en las opiniones de 7aurí- sobre un tema de tanta relevancia como es el de la repetición tanto en el ombre como en el arte. 9La istoria no repite- cambia- lo cual no descarta la repetición ni tampoco cierto 9retorno9- pero m0s &ue reaparecer 9lo mismo9 surge una di/erencia- no necesariamente una diversidad. A este respecto se1ala con agude2a Deleu2e- &ue si bien lo diverso est0 dado- la di/erencia es a&uello por lo cual lo dado- esta dado como diverso9. ?? Eepetir produce di/erencias 4- en esta producción- respaldado en la comprobación de la distancia entre la experiencia 4 la aparición de lo 4a conocido- al diagnosticar encuentra su materia. Por este motivo- como la reaparición de 9lo mismo9 sólo garanti2a un estancamiento pero no un crecimiento- la acción de conocer comprueba en las repeticiones la producción de la di/erencia- no la reedición de 9 lo mismo9. %sto ace a la tarea diagnóstica un tra4ecto de lugares siempre di/erentesK tipi/ic0ndolos permite poder m0s adelante reali2ar su &ueacer con ma4or seguridad. %l proceso de repetición participa tambi;n en el establecimiento de la regularidad de aparición o de la persistencia de los signos cu4a comprobación contribu4e al desarrollo de es&uemas cognocitivos orient0ndolos a la tarea a reali2ar. : de este modo va 9constru4endo9 una identidad a lo comprobado- necesaria para ordenar el conocimientoK esto no implica- sin embargo- &ue lo diagnosticado sea del modo en &ue se la teori2a. %n otras palabras &ue- para los /ines diagnósticos importa la repetición sint0ctica 4 no la sem0ntica la repetición de un tipo de conducta en una situación similar no es de por sí índice de patología- pero lo es cuando se ace compulsivo 4 dominante9.?@
l momento operati%o. La tarea de conocer 4 reconocer- &ue se mani/iesta como una actividad dial;ctica consistente en un discernimiento. %ste discernimiento lleva al cribado de los datos recogidos. B sea- separar - distinguir 4 elegir. Al respecto el autor dir0 9 %n relación a 9lo cognoscible9- separar- discernir 4 decidir tiene una /unción desveladora 4 des ?#
%ste título est0 basado en el capítulo cuarto del libro de )orge 7aurí. 7aurí lo cita a Deleu2e G. 9 Di//erence 4 repetition9. P.U.F. paris ,=!@. "W %dición. P.*C@. ?@ 7aurí. Bp.cit. P0gina "#. ??
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Gustavo D. Gauna.
constructiva de los diagnosticable- es decir de ese c>mulo de datos e in/ormaciones a procesar donde es posible penetrar con ma4or o menor pro/undidad9 ?! %s en esta instancia donde se pone en 3uego la posibilidad de reali2ar estas actividades de selección 4 decisión en base a pautas seg>n normas 4 re/erentes convencionales. %sta instancia abla del criterio del pro/esional &ue reali2a el diagnóstico. %s tanto un lugar de elección de ;tica 4 est;tica- como un lugar de elección epistemológica 4 teórica. 9 Al desconstruir- la tarea diagnóstica pone entre par;ntesis los contenidos- sus atributos 4 las normas convencionales- sin detenerse a condenarlas pues si así lo iciera 9condenaría9 la tarea cerr0ndola 4 tapi0ndola. : entonces- de30ndose llevar por el /lu3o de la vida donde todos los signos son importantes- trata de descubrir su sentido9. ?C
a te4tura temporal. Podemos entender a esta instancia con el eco de colocar al 9pasado /undante9- en dial;ctica con una 9actuali2ación posible9. 'o negamos para nuestro propósito- un posicionamiento diagnóstico en musicoterapia la impronta /undante &ue posee el pasado. Pero entendemos &ue una 9actuali2ación posible9- /i3a su ob3etivo 4 su medio en un per/il netamente vivencial- acorde a la experiencia musicoterap;utica- en donde lo &ue se /acilita 4 catali2a- est0 cercano a &ue las uellas /uncionen como retención de 9lo sido9 4 9pretensión de los cual ser09. ?=
n este sentido6 el diagnóstico es la constitución de un %ínculo apto para una desconstrucción estAtica6 cu,o ob$eto es abrir un espacio8tiempo para *ue lo %i%ido 8 *ue causa a=n +o, dolor 86 se apro4ime a este nue%o %ínculo , le permita un reconocimiento sobre la din5mica de su propia construcción e4presi%a. Oolviendo a algunos aspectos del mito- tal como lo a estudiado Eoland (artes- se podrían compartir algunas comentarios- pensando en la relación de la aproximación diagnóstica con la textura social 9 n ?!
Bpcit p0gina "@. Ibidem. P0gina "@. ?= $;rminos empleados por 7aurí. Ibidem. P0gina"=. @+ (artes. Bp.cit. Pag. **". @, Ibidem. Pag. *+C. @* 7aurí. Bp-cit. Pag. *+=. ?C
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Gustavo D. Gauna.
permanecen o4- como 9%l catc9- 9Los romanos en el cine9 o 9%l bistec 4 las papas /ritas9- conllevan una pertinente lectura de la construcción social del sentido. La importancia del mito- así presentado- residiría en la capacidad del mismo en volver ambigua una realidad- &ue en el caso de la patología mental- 4a se da como vivida a la ve2 &ue cerrada. La lectura /ormal- se presenta pertinente entonces para el pensamiento est;tico 4 la desconstrucción- tanto en el plano de la sub3etividad como en el de la textura social. Eetomando el concepto de 9retención 9 de 7aurí- ;l se pregunta 98ómo opera la diagnosis en esta retenciónN. Aora bien- en la personali2ación 9lo retenido9 son uellas- pa&uetes de in/ormación 4 reli&uias de lo vivido- testigos modi/icados de 9lo sido9 uella no es calco- 4 en la operación de rememorarlas se le asocian otras provenientes de experiencias an0logas o contempor0neas a su grabación. La tarea diagnóstica no considera pues a lo retenido como restitución de lo &ue pudo aber pasado- &uerido o vivido- ni como recolección. Develar la arc; punto de arran&ue reencuentra la reinscripción- aora dominante- de un pasado in/lu4ente en la pretensión- 4 en el porvenir posible. Mas &ue un retorno a lo anterior- se trata de una suerte de polo de atracción donde puedan congregarse otras experiencias vinculadas a la evocada. Mas el ombre sólo puede conocer lo arcaico- mudo por sí cuando se lo simboli2a lo cual lo modi/ica en virtud del cual se ace discurso temati2ante de 9lo sido9. $ampoco el 9sido9 es discurso de por sí- pero expresa en un discurso nacido del encuentro con el diagnosticador capa2 de veiculi2arlo. Para diagnosticar- el pasado no es letra muerta pero tampoco de por sí- es texto9. @" %sto es lo sucedido en el diagnóstico reali2ado en el caso Leandro. Lo mismo reali2ado por el co4ote.
10. (pro4imación , articulación. Su din5mica. Al re/erirnos al tema de la din0mica de estos dos conceptos- encontramos /undamentalmente dos actitudes. La primera- cercana a la aproximación- propone un musicoterapeuta &ue o/rece su expresividad en /unción del devenir de la expresividad del otro. %s tanto su presencia en silencio como su sonido en /unción sost;n de la producción del otro. a4 en esta actitud un estar adentro- cu4a principal /inalidad es la abilitar &ue lo &ue el otro aga pueda ser puesto a rodar- pueda ser escucado. La segunda actitud- cercana a la articulación- implica un doble movimiento del musicoterapeuta en donde por un lado permite la apertura de esta nueva producción discursiva mientras &ue por otro lado busca la manera de ubicar esta expresión en un lugar m0s din0mico del discurso. %s un movimiento de apertura 4 cierre- &ue tiene por ob3eto producir una nueva apertura &ue nacer0 de una ubicación di/erente a la anterior.
Gista desde su din5mica6 la dialActica apro4imación8 articulación6 es una circularidad en donde la apro4imación es a*uella actitud de estar desde @" 7aurí. Bp.cit. Pag "=.escuc+ar ese contenido *ue necesita de la presencia del otro adentro para terapeuta para *ue apare3ca6 mientras *ue la articulación es a*uella actitud e4presi%a del musicoterapeuta en una integración de an5lisis , síntesis6 *ue ?" busca acti%amente la posibilidad de roce entre los contenidos puestos en $uego.
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Gustavo D. Gauna.
%ste 3uego de din0micas entre aproximación 4 articulación siempre se dan con un musicoterapeuta inmerso en el 3uego expresivo. %s un doble per/il &ue plantea el terapeuta en donde se retrae en presencia para &ue el discurso contin>e a la ve2 &ue se ace presente en una propuesta &ue intenta ligar los contenidos. %sto tiene en cuenta la posibilidad de la crisis como posibilidad de reconocimiento. Bctavio Fern0nde2 Mou30n propone el concepto de crisis vital. %n relación al rol del terapeuta en este modelo de crisis ;l opina. 9 %s /undamental para provocar esta crisis en el modelo de crisis vital &ue el terapeuta se encuentre inmerso- involucrado en ella. Rl necesariamente debe ser parte de la situación caótica 9 sin salida9 para obligar a todos a buscar una nueva manera de interacción. De esta manera se da un salto /uera de la vie3a estructura.9 @# %n este sentido- la aproximación diagnóstica- es una instancia atemporal 4 permanente cu4a característica desde la din0mica- es el o/recimiento de la propia expresión en /unción del devenir expresivo del pacienteK así como se plantea una circularidad entre paciente 4 musicoterapeuta tambi;n se plantea una circularidad entre aproximación diagnóstica 4 articulación terap;utica. Bpina 7aurí 9 $ambi;n el empirismo 4 el criticismo consideraron &ue el diagnosticar era un proceso pero este terminaba cuando establecía la presencia de una especie mórbida o una entidad nosológica. Al entrar en crisis- el naturalismo descubrió la importancia del desarrollo de tal tarea 4 ca4ó en la cuenta de &ue ella nunca tiene /inal. : como su3eto 4 ob3eto- el diagnosticador 4 lo diagnosticable se complementan correlativamente- el su3etodiagnosticador &ueda despla2ado del lugar central pues para el desarrollo diagnóstico es la relación no el su3eto- &uien cumple la necesaria /unción de uni/icación de los signos registrados. Todo esto tra$o como consecuencia unificar la tarea diagnóstica con la terapAutica. 2a no e4istiría por un lado un conocimiento , por otro una cura K no podemos opinar &ue Don
1;. a apro4imación diagnóstica de
Bctavio Fern0nde2 Mou30n. 9La creación como cura9. Altamira. Argentina. 7aurí. Bp.cit @@ %3emplo clínico extraído de 9Del arte ante la violencia9. Bp.cit. @?
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Gustavo D. Gauna.
Ea&uel era mu4 bonita. De unos cinco a1os- los padres la tra3eron a la consulta por un cuadro bastante marcado de iperactividad. Del di0logo con los padres- surgió &ue la ni1a 4a no estaba en los planes de la /amilia. La madre &ueda embara2ada despu;s de mucos a1os 4 cuando 4a no tenía esperan2as de cumplir su deseo de tener otro i3ollega Ea&uel. Mimada por toda la /amilia- la ni1a recibió muca estimulación 4 tempranamente comen2ó a poner muca atención en la televisión &ueriendo prepararse para des/ilar en los típicos programas in/antiles a tales e/ectos. Pasaba muco tiempo en el espe3o mir0ndose 4 cuando llegaron a la primera consulta- estaban pronto a llevarla a competir en una actividad de este tipo. La aproximación diagnóstica de la ni1a comprendió &ue todos sus contactos con los ob3etos tenían como din0mica un uso indiscriminado- en donde toda la expresividad se colocaba en el a/ueraK cantando- bailando 4 mostr0ndose sin ninguna investigación del ob3eto. 7u uso de la vo2 tenía las mismas características acer permanentemente- no escucar al otro- /alta de pausa 4 silencios 4 di/icultad de entablar un di0logo. 'o abía una construcción desde lo rítmico a partir de sus di/icultades en el tempo 4 su par0metro m0s estable era la intensidad- &ue llegaba a ser cocante 4 de duraciones prolongadas. Durante el tratamiento- dos /ueron sus elementos constantes. Primero el enlentecimiento del tempo. Ante el di0logo sonoro con el musicoterapeuta- Ea&uel mantuvo m0s tiempo su relación con los ob3etos. Lentamente se incorporaron a su expresión el silencio 4 la cadencia- acompa1adas de una mirada m0s persistente. 7egundo la ubicación de la vo2. Rsta- &ue era cillona 4 mu4 ubicada en el a/ueracomen2ó a ponerse m0s adentro- sinti;ndosela m0s propia- m0s pro/unda- m0s de ella.
%s a partir de estos cambios expresivos &ue la ni1a /ue modi/icando r0pidamente su relación con el a/uera. Aprendió m0s en las actividades escolares- escucando m0s al adulto. Participaba m0s en los 3uegos con los compa1eros 4 su actividad l>dica era m0s sedentaria. %staba tran&uila- dispuesta a un compartir en todas sus actividades. 8omo escena /inal de su tratamiento se la podría visuali2ar pidiendo grabarse- mientras e3ecutaba una canción- para la cual abía preparado una serie de instrumentos con &ue acompa1arse. %n la canción surgían momentos de corte en donde cambiaba de instrumentos musicales esperas 4 silencios. 7u vo2- metida en su peco- se la escucaba propia. )ugaba rítmicamente con instrumentos melódicos. Podríamos pensar a Ea&uel como una ni1a &ue recibió dos tipos de estímulos &ue se integraron de manera tal &ue ella no los pudo ubicar. %l primero /ue planteado desde el deseo de los padres 4 la /amilia la madre comentó &ue cuando /ue al m;dico esperaba encontrarse con la noticia de la menopausia 4 se enteró de &ue estaba embara2ada trans/ormando la llegada de la ni1a como un acontecimiento por dem0s esperado H con exceso de sentidos disponibles para la estructura /amiliar. %l segundo era &ue Ea&uel poseía desde los patrones culturales- ciertas características &ue la ubicaban con mucas posibilidades de mostrarse 4 sobresalir en todos lados llamaba la atención por su simpatía 4 belle2a- percibi;ndose ella di/erente 4Jo con características particulares. ??
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Gustavo D. Gauna.
Ambos padres- desarrollaban una vida mu4 agitada 4 podríamos suponer &ue no ubo en Ea&uel la posibilidad de una dosi/icación en los estímulos recibidos. %sta istoria /amiliar- 3unto a este exceso de sentidos disponibles no dosi/icados- /ueron soporte de una construcción expresiva en donde no surgía la distancia con los ob3etosestos aparecían indi/erenciados 4 sin variables en sus cualidades sonoras. 'o abía entonces tampoco capacidad de investigación- ella sólo tocaba sobre un pulso &ue m0s &ue estable era repetitivoestereotipado. Los di0logos no eran di0logos- eran de3ar de acer sonido por&ue otra cosa venía de a/uera pero no era escucada como tal. 7u vo2 era sin variables- mu4 puesta en el a/uera- cillona 4 generalmente descali/icando a lo otro. 'o se vislumbraban cambio de actitudes 4 las secuencias las traía ella- como repetición de cosas 4a escucadas- principalmente en las televisión. @!
(*uellas características *ue se ofrecen en el an5lisis de la e4presi%idad de
Hmbito de las primeras e4periencias de %ida6 de la cultura como respeto a la sub$eti%idad , de el sistema social como relaciones sanas de poder.
@!
Fueron estos conceptos los &ue se le devolvieron a los padres al terminar la aproximación diagnóstica eca a la ni1a. Me sorprendió el acuerdo &ue los padres expresaron en el lengua3e &ue utili2;. ?@
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Gustavo D. Gauna.
Cuarta parte
*+. Los contenidos de la aproximación diagnóstica. *,. %lvio aproximación diagnóstica 4 tratamiento en musicoterapia. **. De la estrategia de ubicaciones.
?!
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Gustavo D. Gauna.
*+ os contenidos de la apro4imación diagnóstica. 9'o a4 &ue disolver el enigma-
?C
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Gustavo D. Gauna.
sino sólo desci/rar su con/iguración...9 @C
sto marca entonces la idea de *ue el diagnóstico es un espacio de producción. l diagnóstico 9 en un abordaje terapéutico que se piensa desde la dinámica del arte 8 es un permiso para *ue el paciente pueda descubrir 9 aún sin saberlo pero ante la atenta escucha del musicoterapeuta 9 a*uello *ue esta en disponibilidad de pasar de estar est5tico 9 o sea patológicamente organizado 8 a ser estAtico 9 o sea en condición de salud -. Así pensado- el musicoterapeuta entiende &ue un su3eto puede expresar producir distintas vivencias discursivas 4 su traba3o es el de rescatar las di/erencias- en bene/icio de una lectura &ue comprenda al su3eto en su posibilidad de salud. Eescatar las di/erencias- pertenece al campo del distinguir. : es este gran traba3o de la din0mica diagnóstica. )ustamente por eso ablamos de din0mica- 4a &ue todo diagnóstico en musicoterapia puede ser eso 4 eso es pasible de trans/ormarse siempre- en otra cosa. %s &ue la din0mica del arte- en su recorrido deconstructivo constante- siempre exige de cierta alternativa posibleK alternativa perteneciente a la ;tica del pensamiento est;tico. %l simp0tico co4ote dio muestra clara de esto. %s por ello &ue toda construcción de conocimiento en musicoterapia se inscribe en un 3uego /ormal- en donde el contenido del acto es pensado en /unción de alternativas de ubicación. %s por esto &ue pensamos &ue uno de los aspectos primordiales a distinguir en el desarrollo de la aproximación diagnóstico en musicoterapia- es 3ustamente cu0les son- a&uellos contenidos &ue est0n en posibilidad de ser corridos por el paciente- o seaubicados en otro espacio del discurso. Pensado desde el punto de vista de cierto en/o&ue teórico- no negaremos &ue en la situación diagnóstica- a4 elementos &ue son tenidos en cuenta. %n el libro %ntre los sonidos 4 el silencio existe una descripción de los mismos. Eeali2ando una nueva lectura de estos- lectura surgida del paso de los a1os. Describiremos los mismos. @= La relación de distancia con los ob3etos.
%l primer aspecto a tener en cuenta en relación al tema de la distancia- es 3ustamente la distancia &ue el musicoterapeuta se plantea durante esta instancia. 'o entendemos a la situación diagnóstica como a un estudio sobre la otra persona. 'o estamos detr0s de un dato - de una serie de datos o de un nombre t;cnico. Proponemos un espacio &ue le permita al Btro su/riente 4 al 'osotros expectantes poder desarrollar la comprensión de una din0mica de ser. %sto nos plantea un diagnóstico &ue no puede de3ar de ser una situación normal para el otro. 'ada arti/icial puede existir en una propuesta- &ue tiene como ob3eto ser la base para un /uturo traba3o- en donde la improvisación 4 el traba3o expresivo espont0neo- van a ser los pilares de la construcción del vínculo. 8on el nombre de diagnóstico musicoterap;utico- acía re/erencia en el a1o ,==# a @C
Adorno. Bp.cit. :a e dado un e3emplo clínicodid0ctico en los casos de Leandro- %lvio 4 Ea&uel.
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La aproximación diagnóstica en musicoterapia.
Gustavo D. Gauna.
%&'uella construcción de un es"acio nuevo "ara dos, en donde el musicotera"euta "ermite un "roceso de descu!rimiento de di$erentes ti"os de materiales, so!re todo sonoros y en donde todas las ex"resiones del "aciente son a"oyadas sonora y cor"oralmente(. )*
%s en esta de/inición donde surge una propuesta en relación al tema de la distancia- en lo &ue o4 entendemos como din0mica diagnóstica. A saber ,. La situación diagnóstica es un encuentro. %s una propuesta de encontrarse con el otro- no- solamente- con lo &ue le pasa al otro. %sto le exige al musicoterapeuta un primer corrimientoK el del escaparse de lo sintom0tico 4 /ortalecer el vínculo. Un vínculo &ue na2ca sin pre3uicios- sin cercenamientos cientí/icos descriptos como posibilidades e imposibilidades- sin sentimientos /altos de distancia necesaria para cual&uier proceso terap;uticoK es decir un vínculo entregado a la est;tica del arte. Dir0 la musicoterapeuta Gabriela Paterlini 9Desde esta perspectiva- consideramos al vínculo como una estructura din0mica en continuo movimiento- &ue engloba tanto al su3eto como al ob3eto. De a&uí podemos decir &ue un vínculo crea un territorio. %ste territorio est0 con/ormado por la trama discursiva &ue resulta de la interacción de los su3etos &ue participan de ese vínculo. %n este punto nos estamos re/iriendo a redes vinculares- ese particular entramado &ue se te3e en el entrenos de las relaciones vinculares.9 !, *. Los materiales son una manera de actuali2ar los modos de relación &ue el su3eto pudo construir 4 es 3ustamente el traba3o sobre ob3etos noconocidos com>nmente- el &ue permite la aparición de estos modos en todo su devenir. Desde este punto de vistaes de acer notar tambi;n- &ue es ante este tipo de ob3eto 4 este encuadre de los modosen donde surge la vivencia emotiva en su posibilidad m0s primaria. ". %ntonces la expresión del paciente. %s en este aspecto &ue se entiende al diagnóstico como una construcción. La expresión no es entendida como a&uello &ue denota una serie de algo- sino por el contrario- es entendida como a&uello &ue es anticipación de /uturas posibilidades 4 alternativas. %s por esto &ue la lectura &ue el musicoterapeuta reali2a de los contenidos de la producción del paciente- son pensado como elementos en devenir /ormal- muco m0s &ue como elementos &ue remiten a cierto concepto.!* 'os resulta imposible separar a la expresividad de la emotividad. %s una relación dial;ctica entre dos instancias /undantes de la sub3etividad umana. %xisten en ellas las construcciones m0s abarcativas 4 primarias de la sub3etividad 4 3ustamente es por eso &ue en su deveniracción- se mani/iestan a&uellas producciones &ue m0s cercanas est0n a la posibilidad de deconstruir la situación patológica. #. %l aspecto /undante en la distancia planteada en esta din0mica diagnóstica- es la distancia &ue plantea el propio musicoterapeuta. %ste debe e&uilibrar dos aspectos !+
Gauna. 9%ntre los sonidos 4 el silencio9. Bp.cit. Pag. ,,?. Paterlini Gabriela. $esis de Grado. U.A.I. (uenos Aires. *++*. !* %s la lectura del co4ote- la aproximación diagnóstica de Leandro- el rescate de lo /ormal del mito. %s a lo &ue 7aurí llama la lectura ma4;utica. !,
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Gustavo D. Gauna.
/undamentales. Primero el de permitir a la ve2 &ue seguri2ar- la incipiente producción sonora del paciente. %sto sólo se puede reali2ar desde adentro de la situación expresiva. 7egundoK desde este lugar reali2ar la lectura diagnóstica en relación a las tem0ticas &ue proponemos inmediatamente . la relación con los ob3etos. Las posibilidades de las propias construcciones. Las /ormas 4 los tiempos de los di0logos. Las din0mica en los cambios de actitudes. %l cuerpo 4 la vo2. Aspectos relativos al entorno sociocultural 4 /amiliar.
a manera de transformar estas instancias de una lectura diagnóstica en una de%olución oral6 en un informe escrito6 en un cuadro con indicadores ,o cual*uier otra manera de comunicar resultados cuali o cuantitati%os de un estudio6 son ,a +abilidades propias de la formación de cada profesional. e$os de ser esto un es*ui%e a un dar indicaciones concretas de cómo se lle%a adelante un diagnóstico en musicoterapia6 es %alorar la diferencia *ue cada colega posee6 en sus capacidades personales tanto como en su elección personal en la formación profesional del musicoterapeuta. sta tesis da e$emplos concretos de de%oluciones diagnósticas , de sus posibles contenidos en la lectura6 pero no plantea ninguna serie de indicadores en particular6 ,a *ue así como se plantea *ue la construcción del %ínculo en el diagnóstico es propia de cada musicoterapeuta6 la manera de rescatar , discriminar la lectura diagnóstica es6 tambiAn6 propia de cada profesional. Pero entonces existe alguna relación entre la lectura diagnóstica en la clínica 4 las posibles lecturas est;ticas de los acontecimientos socioculturalesN !"
Siguiendo los recorridos +asta a*uí desarrollados6 no tengo dudas en afirmar *ue son lecturas absolutamente compatibles tanto como interdependientes. # sea6 esto, afirmando *ue los musicoterapeutas no sólo tenemos +erramientas para reali3ar una lectura diagnóstica en la clínica6 sino tambiAn en la te4tura social. %l an0lisis reali2ado por el semiólogo musical )ean Molino- nos brinda elementos por dem0s pertinentes. Molino de/ine al 9eco musical9 - como un eco social total dentro de lo &ue explicaría %dgar Morin en su 9epistemología de la comple3idad - &ue se mani/iesta como un 9ob3eto simbólico9. !# !"
Los dos mapas conceptuales &ue se encuentran en las conclusiones- dan una respuesta. Molino )ean. 9eco musical 4 semiología de la m>sica9. Artículo.
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Gustavo D. Gauna.
%ste ob3eto simbólico se presenta en tres dimensiones
Como producción K creación de una realidad nueva- irreductible a una explicitación puramente intelectual- &ue no signi/ica directamente nada 4 sin un contenido explícito o sea sin un signi/icante transparente.
Como recibido por el o,ente K apertura a otro &ue participa de esta ceremonia- en donde no necesariamente se da una correspondencia entre autor 4 o4ente 4 en donde no existe una relación de verdad- sino de apertura a lo posible.
Como ob$etoK materia sometida a una /orma.
%stas tres dimensiones en el 0mbito de la producción- nos brindan- a su ve2- tres dimensiones en el 0mbito de la recepción- o sea- del an0lisis simbólico
el an5lisis poiAtico6 el an5lisis estAsico , el an5lisis neutro del ob$eto .
8omo veremos en las conclusiones- todo el desarrollo reali2ado en las situaciones clínicas- son compatibles con las lecturas lo &ue Molino llama an0lisis - de las vivencias sociales en la construcción de sentido.
1. l%io: apro4imación diagnóstica , tratamiento en musicoterapia. %lvio llegó a la consulta de musicoterapia traído por sus padres- los cuales estaban preocupados 4a &ue el ni1o se abía vuelto mu4 agresivo en el 3ardín de cinco a1os. %lvio se mostraba mu4 acelerado- en actividad permanente. Dentro de este marco sus sonori2aciones eran muestra clara de aspectos de su personalidad. Diagnosticaremos esta expresividad solamente con los sonidos &ue el musicoterapeuta pudo escucar. Datos en este caso- tan signi/icativos- &ue con atención se podr0n desci/rar a&uellos elementos patológicos. %lvio ablaba permanentemente- intercalando en /rases coerentes palabras al a2ar sin ning>n tipo de sentido reconocible. Por momentos su tempo era estable- aceler0ndose repentinamente. Acompa1ado de un descontrolado aumento en la intensidad 4 cambios de altura- llegaba al grito estridente. %n sus di0logos verbales le comentaba al musicoterapeuta lo &ue iban a acer 3untos 4 sin esperar ning>n tipo de respuesta de ;ste- ;l continuaba con lo &ue deseaba. 7olía traer lo &ue aparentaban ser /rases ecas de otro lugar de la televisión - 4 las cantaba en base a /órmulas rítmicas mu4 marcadas 4 repetitivas- &ue repentinamente perdían su tempo. %sto le causaba muca gracia 4 pedía &ue /ueran grabadas. %ntre medio de estas sonori2aciones abía risas mu4 volcadas acia el a/uera- tanto como vocali2aciones reali2adas a partir de una /uerte aspiración de aire. 7u actividad postural era de una marcada desorgani2ación tónica. 7u expresividad toda era descontrolada 4 su silencio sólo provenía de escucarse a sí mismo en el grabador.
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Gustavo D. Gauna.
!?
%n determinado momento del tratamiento musicoterap;utico- %lvio trae espont0neamente una /órmula rítmicomelódica- compuesta entre sonidos propios 4 el nombre de un persona3e- &ui20s conocido desde la televisión. Para reali2ar esta sonori2ación- enlentece su tempo- lo mantiene estable 4 repite la /órmula tres veces a di/erentes alturas- tom0ndose incluso algunos espacios para introducir variaciones- &ue no pierden la ilación rítmica.
!@
$iempo despu;s- ante una anterior propuesta de %lvio- el musicoterapeuta comen2ó a cantar. %lvio se resistió 4a estaba muco m0s estable en su conducta 4 mientras el terapeuta continuaba 3ugando con esta melodía- el ni1o se ale3aba 4 se acercaba sonoramente- como probando di/erentes posibilidades. %ntre ale3amientos 4 acercamientos se articuló una improvisación con3unta- &ue terminó en una resolución en la tónica- con %lvio cantando el nombre del persona3e antes mencionado.
s importante comentar *ue en esta sesión6 el musicoterapeuta se +abía sentado en el piso con la guitarra6 de$ando un bon goe enfrente de Al. Mientras l%io tiraba por el aire6 los pocos ob$etos *ue estaban en el piso del consultorio6 el musicoterapeuta sólo siguió cantando la misma canción6 al mismo tempo , a la misma intensidad. l%io cada %e3 miraba m5s al adulto 8 *ue no lo miraba a Al 8 , despuAs de tirar todos los ob$etos6 se paró enfrente del adulto. (llí fue cuando el !?
%ste gr0/ico da cuenta del sonido espont0neo de %lvio al comen2ar el tratamiento musicoterap;utico. 'ótense los bruscos cambios desde la altura &ue /ueron acompa1ados con gritos estridentes las líneas acia arriba 4 un marcado aceleramiento en sus movimientos ascendentes. !@ %ste gr0/ico pertenece al tratamiento. 'ótese la aparición de /rases- la permanencia en cierta idea rítmicomelódica a la ve2 &ue se incorporan pe&ue1as variantes como por e3emplo- en la segunda /rase. %n cierto aspecto- parece una típica presentación (arroca. @"
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Gustavo D. Gauna.
musicoterapeuta6 sin de$ar de cantar6 lo miró a los o$os a l%io , el niJo 8 le%antando los +ombros 86 susurró 2 buaK , se sentó a tocar. 8on el correr del tratamiento- /ue claro &ue los sonidos estereotipados &ue %lvio traía a la sesión- provenían de la televisión. 7obre estas mismas sonori2aciones- ;l /ue constru4endo sus nuevas posibilidades discursivas- enri&ueciendo sus variables expresivas- tanto en lo sonoro- como en lo corporal 4 en lo verbal.
!!
%l grupo /amiliar del ni1o- poseía una gran di/icultad para estructurarse como tal. Ambos padres mostraban e incluso expresaban los inconvenientes &ue poseían para compartir un determinado modo de vida. Por alguna ra2ón- %lvio no pudo apreender una determinada manera de estar en este grupo /amiliar. 7us acomodaciones 4 decodi/icaciones- no parecen aber sido satis/actorias. %lvio entonces se pega a algunas cosas. %n una individualidad &ue no comprende la estructura de lo &ue percibe- acciona en lugar de percibir. Para esto- se acopla a lo &ue ve- a lo &ue escuca 4 a lo &ue le llegaK indiscrimin0ndose 4 trans/ormando lo escucado en expresión repetida 4 estereotipada. %l paso del tiempo en este modelotrans/ormó su expresividad en masiva- mu4 cercana a lo psicótico. La comunicación masiva implica de por sí- un espectro en el 0mbito de lo violento. a. %sto no est0 en contra de mantener recursos publicitarios o de seducción para el cliente. %st0 en la línea de &ue el productor respete las posibles imposibilidades interpretativas 4 de decodi/icación del otro. :a &ue la comunicación masiva actuando durante tanto tiempo- comen2ado en edades tempranas 4 sin la contención pertinente puede alienar a la persona sin &ue ella ni si&uiera se d; por enterada. %lvio no /ue dotado desde su ogar- con a&uello necesario para di/erenciar lo &ue vienelo &ue aparece 4 lo &ue pasa. 'o dotado en esto a la ve2 &ue no /ue marcadoseguramente- en espacios como el a/ectivo.
!!
Lo &ue a&uí se presenta es un di0logo sonoro. %l a2ul es %lvio mientras el ro3o es el musicoterapeuta. 'ótese los entrela2amientos entre ambas voces. %l musicoterapeuta mantiene un lugar estable sobre el cual %lvio se pasea- acerc0ndose 4 tomando m0s distancia. Los distintos tra2os nos muestran modi/icaciones tímbricas 4 en el /inal se da un ralentando mu4 marcado. @#
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Gustavo D. Gauna.
%lvio no podía /renarse por&ue no podía interpretar ni los tiempos ni los espacios de lo de a/uera. Al encontrar su expresividad nuevas maneras de relacionarse con lo externose produce una din0mica &ue va permitiendo &ue lo interno como necesidad expresiva 4 lo externo como estímulo &ue atrae- va4a desarrollando cierta capacidad lingYística. Incipiente expresividad- &ue al musicoterapeuta le tra3o reminiscencias del (arroco- 4 &ue %lvio extendió posteriormente- a la improvisación libre.
. e la estrategia de ubicaciones. M0s all0 de toda teori2ación 4Jo /ormali2ación- la e/icacia de la clínica es la ra2ón >ltima de toda pro/esión clínica. Pero cómo medirlaN- si medirla es lo pertinente. 9%l aborda3e de la musicoterapia no necesita de una clínica &ue explicite un contenidoel aborda3e de la musicoterapiareconoce una /ormali2aciónen la cu0l la lectura terap;utica es el recorrido /ormal del contenido9.!C Intentemos pensar todo lo asta a&uí expuesto de la siguiente manera. Un su3eto 4 su padecer llega a la consulta clínica musicoterap;utica. 7u dolor- a&uello &ue ;l debe aprender a soportar 4 soporta de diversa manera- pone en 3uego el desa/ío de entender lo &ue sucede. %l intento de un entendimiento racionalmente explicado desde una teoría- no es el recurso pertinente para un lengua3e /ormal como el del arte. a4 a&uí una toma de postura- &ue no se niega 4 se reconoce en toda su dimensión. Por medio del traba3o de la improvisación el paciente comien2a a colocar en ruedo una serie de contenidos propios. Inevitablemente propios por a&uello &ue el arte genera en todo umano. %l musicoterapeuta tiene como principal ob3etivo lograr &ue este discurso contin>e 4 en /unción de un pensamiento est;tico- lo &ue busca es generar la ma4or cantidad de alternativas posibles !=. %sta apertura permanente &ue propone el musicoterapeutagenera en cada su3eto distintas posibilidades de percepción- &ue con el tiempo de traba3o terap;utico devienen en posibilidades de reconocimiento. l%io tirando ob$etos %a obser%ando una alternati%a *ue lo %a deteniendo 8 la del musicoterapeuta tocando en la guitarra la misma canción al mismo tempo 86 +asta *ue en determinado momento reconoce algo de lo propio inscripto en lo ausente , se detiene ante el musicoterapeuta. 7on estos momentos de reconocimiento los &ue van reali2ando ubicaciones de a&uello &ue llegó primero 4 cercano al padecimiento. %stas ubicaciones implican necesariamente un corrimiento de lo est0tico para encontrar una posición est;tica en concordancia con entender a la clausura est;tica como /orma del padecimiento. C+
!C
Gauna Gustavo 'anc4 4 sus cuatro enunciados- en Del arte ante la violencia. %n relación a conceptos de Eodrigue2 %spada- desarrollados en 9La est;tica de lo sano9. Bp.cit. C+ %n relación a conceptos de Eodrigue2 %spada- desarrollados en 9La est;tica de lo sano9. Bp.cit. !=
@?
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Gustavo D. Gauna.
Pero di3imos &ue abía algo en la actitud del musicoterapeuta &ue debía estar presente. 8uando %lvio se detiene delante de ;l- el musicoterapeuta levanta los o3os 4 los mira /i3amente. %s en este momento en donde el musicoterapeuta propone una ubicación H a esto llam; en %ntre los sonidos 4 el silencio cierre representativo- t;rmino del cu0l o4 dudo- aun&ue no del concepto - siendo libertad del paciente la de aceptarla a no. Libertad e3ercida en /unción de la construcción vincular- en relación a determinadas capacidades neurológica- culturales- psí&uicas- es decir sub3etivas.
s allí entonces en donde se posa el cómo de la eficacia de la clínica en musicoterapia: es el momento en el *ue el contenido 9 a*uello *ue surge en la e4presión cercano al sufrimiento 9 de%iene transgredido por la forma. !ec+o captado por la percepción del musicoterapeuta , de alguna manera de%uelto en tArminos de re8ubicación en la formali3ación de la e4presi%idad del paciente. !ec+o generado por el paciente , permitido por el musicoterapeuta6 en donde una parte del contenido logra correrse de cierto lugar , en forma de %ariable consigue re8ubicar a lo constante 9 en esta situación en el lugar de lo est5tico 9 en otra capacidad del de%enir lengua$e.
l >no tirar de l%io@6 est5 en su propia conducta6 en tArmino6 toda%ía6 de lo ausente. scapado del contenido como concepto6 el musicoterapeuta propone un abolir >el significado de..@ e instala otra red %incular posible6 en donde l%io pueda reconocer otra cosa *ue >el tirar@. l musicoterapeuta se detiene en un lugar6 como +ec+o estratAgico6 en donde sospec+a una anticipación posible: a*uella *ue se corre del reconocimiento de la %erdad como significación. a impro%isación libre es la tAcnica *ue responde a esta estrategia. l L 2 Bua K de l%io es la consecuencia del encuentro del niJo con el silencio , la nada. :a &ue a&uello ritual en el arte se /ormali2a en la anticipación&ue es la &ue permite una recursividad en donde emoción 4 conciencia se renuevan incansablemente a /avor de un universo simbólicoK a /avor de la sub3etividad de un su3eto. C, %l canto siempre igual del musicoterapeuta no era para %lvio una exposición al silencio 4 a la nadaN %l canto siempre igual del musicoterapeuta no era para %lvio el recupero de a&uello &ue su sub3etividad abía perdido en la construcción de lo vincularN
ntonces la din5mica del musicoterapeuta pone en escena un $uego de presencias , ausencias 9 todas ellas en posibilidad de presencia en el discurso del paciente 9 por medio del cual espera mientras el paciente propone sus contenidos6 , act=a C,
Gauna Gustavo. 'anc4 4 sus cuatro enunciados. %n Del arte ante la violencia. op.cit. @@
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Gustavo D. Gauna.
cuando el paciente no encuentra las %ariables *ue le permita continuar. s este el momento en *ue el terapeuta %a reali3a un corrimiento 0 desde un lugar ,a +abitado en el lengua$e , su acción act=a como puente entre el contenido est5tico del paciente a otro en de%enir estAtico. ( este modo de actuar del musicoterapeuta denominA > la estrategia del escape@. 0" : b>a /ue lo &ue el musicoterapeuta escucó &ue %lvio di3o mientras levantaba los ombros. %n realidad no es lo importante. Lo importante estaría cercano a pensar &ue para %lvio algo de lo &ue siempre era igual de3ó de serlo. algo &ue estaba instaurado e inamovible comen2ó a desli2arse. algo desde donde no se podía ver nada di/erente- cambió de est;tica. $an simple como eso. $an comple3o como eso.
C*
%n relación al concepto de Derrida sobre la desconstrucción. Bp.cit. Gauna Gustavo. Bp.cit.
C"
@!
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Gustavo D. Gauna.
". Conclusiones. Pensando a la musicoterapia como una disciplina &ue a generado conocimiento en las >ltimas d;cadas- pienso en este traba3o como un umilde aporte a una de las cuestiones &ue m0s nos a costado de/inir a los musicoterapeutas. %l diagnóstico es un imprescindible paso de toda estrategia de curación- pero no podemos de3ar de lado para un riguroso entender- &ue la comunidad de pro/esionales de la salud a generado tambi;n sobre ;l- un espacio de poder.
@C
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9%l &ue diagnóstica lo ace por&ue sabe tambi;n como revertir esta situación de en/ermedad9. 9%l &ue diagnostica decide sobre...9. 8omo musicoterapeutas no podemos negarnos la posibilidad de saber &u; decir sobre esta instancia- a la ve2 &ue no nos podemos apartar de a&uella metodología de investigación &ue es pertinente en los avances actuales del desarrollo del saber. De/iendo a&uí toda mi tarea como musicoterapeuta al igual &ue la de mis colegas pero deseo centrar mi atención en a&uella &ue esta relacionada con el traba3o en mi consultorio privado. Usted se preguntar0 Por &u;N. Por &ue es allí- donde el paciente nos elige directamente- se convence de nosotros- 4 es allí tambi;n- donde nuestra e/icacia sale a demostrar toda su potenciaK o no. La 9aproximación diagnóstica9- tal como la e descripto a lo largo de este escritointenta /undamentar- por medio de la musicoterapia- el reconocer cu5les son los par5metros sobre los cuales se constru,ó el discurso del padecimiento , enunciar alternati%as en su posible desconstrucción estAtica. Por eso es &ue postulo &ue este instancia del tratamiento en musicoterapia- tiene dos aspectos /undamentales ,W s una responsabilidad Atica - a&uella de poder nombrar 4 explicar cu0les son las impresiones 4 erramientas para respetar el su/rimiento del otro- durante el proceso musicoterap;utico. *W s una rigurosidad profesional a&uella de nombrar el padecimiento a conocer en el mismo lengua3e en &ue se abordar0 terap;uticamente - &ue responde a un acernos cargo como pro/esionales 4 como comunidad de pro/esionales- de nuestras propuestas para la salud. Pensar en estas dos variables- es aceptar el desa/ío &ue el pensamiento est;tico a&uel pensamiento pertinente con la esencia del arte en su entrecru2amiento con la salud - a prodigado en el alivio del dolor- tanto en la actividad en el consultorio como en los /enómenos socio culturales &ue observamos a diario. Los cuatro capítulos de esta tesis os aspectos generales - el desarrollo !acia un cuerpo teórico6 la de/inición de as acciones diagnósticas 4 la interrelación de la (pro4imación diagnóstica , el tratamiento en musicoterapia K an intentado desarrollar una corroboración de la ipótesis de esta tesis- &ue no es otra &ue la de comprender la din5mica estAtica de la desconstrucción en salud. 8on muca pasión deseo o/recer este traba3o a todos mis &ueridos colegas- compa1eros de ruta en este traba3o nuestro de posicionar a la musicoterapia en la interdisciplina en salud- permitiendo así a&uella apertura 9a lo posible9- &ue todo ser umano tiene en su capacidad artística para lo sano.
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Gustavo D. Gauna.
Gustavo D. Gauna. 8órdoba- 3unio *++#.
Aproximación diagnóstica en la clínica musicoterap;utica. P?S(MI?T# STTIC#. Apertura a lo posible H co4ote .
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Gustavo D. Gauna.
SENT# P<#ECT#< Adisciplina est;tica.
iagnóstico en musicoterapia.
Tratamiento en musicoterapia . Articulación.
Aproximación.
Doble movimiento de an0lisis Como concepto Eeconocer 4 discernir las conductas &ue del discurso 4 de síntesis espont0neamente surgen del paciente. en /unción de criterios terap;uticos.
Como forma: cierta repregunta ante cada expresión signi/icativa &ue el paciente entrega- es un cuestionamiento mínimo e/ectivi2ado por la intervención del musicoterapeuta-
La intervención en musicoterapia. Momento en &ue una expresión espont0nea del paciente entra en contacto con a&uella expresión del musicoterapeuta 4 ambas se /orman 4 se de/orman.
Como din5mica: La dial;ctica aproximación articulación- es una circularidad en donde la apro4imación es a&uella actitud de estar desde adentro para escucar ese contenido &ue necesita de la presencia del otro terapeuta para &ue apare2ca- mientras &ue la articulación es a&uella actitud expresiva del musicoterapeuta en una integración de an0lisis 4 síntesis- &ue busca activamente la posibilidad de roce entre los contenidos puestos en 3uego.
s&ueda de la desconstrucción estAtica sobre estos par5metros , ofrecer alternati%as en su nue%a ubicación.
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Gustavo D. Gauna.
Aproximación diagnóstica en la textura social. P?S(MI?T# STTIC#. Rtica el discurso social. H mito .
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Gustavo D. Gauna.
<(CI#?S P#<. %n la red sociovincular.
(pro4imación (pro4imación iagnóstica en musicoterapia .
(rticulación pre%enti%a pre%enti%a en musicoterapia .
Eeconocimiento Eeconocimiento de las variables culturales.
Acciones preventivasgeneradoras de cultura.
Como ob$eto %nri %nri&u &uec ecim imie ient ntoo de la /orm /ormaa del del signi/ican signi/icante. te. 9 $odo signi/ica signi/icante nte es m0s rico rico cuant cuantita itativa tivame mente nte &ue &ue el signi/icado9. (artes. Como %ínculo: Eeconocimiento de la textura social vinc vincul ular ar.. H Eela Eelaci cion ones es de pode poderr 4 relaciones de dominación .
Pedagogía social perceptivadel ob3eto est;tico.
7ub3etividad en el entrecru2amiento de discursos sociales. H concepción de levedad .
Como producción: 8onstrucción vincularsocial noviolenta.
Identificación de los par5metros sobre los cuales se constru,ó la clausura social del sentido. l arte como anticipación , posibilidad de desc descon onst stru rucc cció ión n de los los sist sistem emas as soci social ales es alienantes. D relaciones %iolentas de dominación .
!"
La aproximación diagnóstica en musicoterapia.
Gustavo D. Gauna.
&. Bibliografía: ADBE'B $eodor. $eodor. 9 7obre la m>sica9. Paidos. (arcelona. *+++. (AE$%7 (AE$%7 Eoland. 9Mitologías9. 7iglo I %ditores. M;xico. ,=C+. !#
La aproximación diagnóstica en musicoterapia.
Gustavo D. Gauna.
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