Terror Bajo Tierra. "La Torre Central, cuando esté terminada, será el edificio más alto de toda Sudamérica. Y por eso los trabajos no se detienen por ningún motivo. Sin embargo, bajo las calles de Santiago, en lo más profundo de enormes cavernas, los ""intraterrestres"" no comparten el entusiasmo de la gente de la superficie, porque los trabajos de construcción están destruyendo su mundo."Terror bajo tierra"" de las consagradas escritoras nacionales Jacqueline Balcells y Ana María Güiraldes, sin duda es una historia muy apropiada para estos tiempos, en que nuestra capital vive la aparición de enormes torres de acero y vidrio, como la Torre Titanium o el Costanera Center.Y en ese contexto, resulta apasionante la idea de ambas autoras al plantear la existencia de un mundo subterráneo habitado por seres peludos, albinos, de baja estatura, pero dueños de una antigua y compleja civilización.App, Nem y Luk deciden subir al mundo exterior casi como una delegación diplomática, con el objetivo de razonar con los seres humanos, cuyas máquinas están causando constantes derrumbes y heridos entre su pueblo. Sin embargo, el ""primer contacto"" entre ambas razas no es lo esperado, ya que tanto los trabajadores como el guardia de la construcción responden con violencia.Eso llevará a los ""intraterrestres"", específicamente a App, a organizar un plan desesperado. Uno que llevará a Tomás (cuyo padre precisamente trabaja en la construcción del rascacielos) y a su amiga Laura, a vivir la detalles que podrían haberse mejorado, en beneficio de la verosimilitud. Por ejemplo, si la Torre Central abarca un espacio muy determinado en su construcción, ¿cómo es que daña a todo el mundo intraterrestre? ¿Toda esa cultura y esa cantidad de gente solo vive apiñada bajo lo que sería la gran torre? No parece posible, la novela describe largos pasadizos, cuevas, lagos y cascadas subterráneas que parecen abarcar mucho más que las pocas cuadras de una gran torre. Si es así el impacto hacia abajo, que daña mucho más que lo que está directamente bajo el subsuelo, ¿cómo es que la construcción no daña también en la superficie? ahí hay un tema que, a la luz de la física, me parece poco verosímil. Otra cosa, la quinta puerta va a dar a la cordillera (lo que comprueba la gran extensión del mundo abisal), pero toda su simbología es marítima, ¿no era más coherente que dicha puerta llevara, en realidad, hacia el mar, a una isla desconocida o deshabitada, por ejemplo? Son dos pequeños reparos a una novela interesante, entretenida, digna de ser leída e incorporada, incluso, en las lecturas escolares, por cuanto la reflexión respecto de civilización y barbarie, el respeto a las minorías, la ecología, etc., son temas muy relevantes de la novela. Finalmente, no quiero dejar pasar un guiño de las autoras al genero de la Ciencia Ficción, que abordan con su novela, en la página 82, cuando se relata la captura de Tomás, el protagonista, protagonista, por parte de los los intraterrestres y la reunión en el Consejo, Consejo, se lee: “No se encontraba viviendo su vida, sino que asistía a la histor ia de otros, como metido en una película de ciencia ficción”
Novela apasionante, sin duda, para los jóvenes lectores, con un ritmo en que los acontecimientos no se detienen y las descripciones se circunscriben a lo necesario para explicar los hechos. Tras su lectura, seguramente, costará olvidar la valentía de Tomás y Laura, la sabiduría e inteligencia de App, la humilde amabilidad de Prila y la ternura de la pequeña Tistis. Así como tampoco serán fácilmente olvidables los actos violentos de los obreros y la sanguinaria rebelión de Brot. Toda una entretención, ¡a disfrutarla!