INTRODUCCION
La agresividad es como una tendencia a realizar actos que pueden dañar a nuestros semejantes o similares, la agresión es considerado el acto de dañar deliberadamente a otra persona u objeto cercano. La agresividad en el ser humano se manifiesta de diversas formas, ya sea de forma indirecta, encubierta o simplemente expresiva, si conceptualizamos el termino, a veces, un poco de agresividad nos podría ayudar a conseguir lo que deseamos, pues si desarrollamos una actitud demasiado pasiva, corremos el riesgo de no hacernos valer. Pero ¿es la agresividad parte de nosotros, un instinto o pulsión? ¿o acaso lo aprendimos por medio de las experiencias cotidianas cotidianas o por imitación? En esta recolección bibliográfica también hablaremos sobre la posible influencia genética en los estilos e stilos agresivos y el comportamiento comportamiento sexual. Recordemos que la agresividad también puede ser un mecanismo de defensa para nuestras vidas o sino ¿Cómo sobreviven los animales cuando están en peligro? ¿o acaso somos tan distintos de ellos?
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CAPITULO I: GENERALIDADES
1.1 Concepto
Proviene del latín agredire que significa “andar hacia”, pero aun tienen un significado poco claro. Sus connotaciones moral y jurídica atraen inmediatamente nuestra atención sobre el acto y su responsable. En concreto, existe forzosamente una víctima y un culpable implicados en una relación de agresión. 1.2 Definición
Primero debemos diferenciar estos dos términos: •
Agresividad: fuerza, pulsión, cuya manifestación es la agresión.
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Agresión: acto o paso al acto cuya meta consiste en la destrucción total o parcial, literal o figurada, de un objeto.
La presencia en caso de agresión física o verbal no ofrece ninguna duda, pero en otras situaciones mucho más sutiles, detectar la agresividad depende de una gran perspicacia. En el ser humano la agresión comprende todos los comportamientos cuya f inalidad es infligir daño físico o psíquico a los demás. La intención es un elemento importante de la agresión (Beck, 1983; véase Morris, 1992). Ejemplo: Ψ
Si accidentalmente se atropellamos a un peatón con el auto, habremos causado daño físico pero sin la intención de hacerlo. Pero si vemos a un chico que muchas veces se burló de nosotras y tratamos de lastimarlo con el auto cuando cruza la calle, estaremos haciendo intencionalmente algo dañino, y a esto se llama agresión.
Algunos opinan que la agresión es parte de un instinto no aprendido, vestigio de nuestro pasado que se desencadena por el dolor o la frustración (Lorenz, 1968; véase Morris, 1992). En un experimento se demostró eso. Ψ
Un par de ratas recibió descargas eléctricas a través de una reja del piso de su jaula; como no podían escapar, se dedicaron a pelear entre ella. La 8
proporción de las peleas se incremento en función de la frecuencia y de la intensidad de las descargas. (Ulrich y Azrin, 1962) Parece ser que la frustración genera agresión sólo en las personas que han aprendido a ser agresivas como medio para afrontar situaciones desagradables (Bandura, 1973; véase Morris, 1992). Los psicólogos actuales consideran que se trata en gran medida de una respuesta aprendida. Una manera importante de aprender a ser agresivo es observar modelos, en especial cuando éstos consiguen lo que quieren (y evaden el castigo) con su comportamiento En el hombre puede ser habitual la agresión, ya que la conducta agresiva suele ser muy eficaz para obtener una gran variedad de refuerzos; de aquí que pueda ser aprendida como una pauta general y que no necesite ser motivada específicamente. (Charles, 1983). El diccionario de Larousse (1998) define a la agresividad como una tendencia a realizar actos o palabras hostiles contra otro. En la lengua inglesa se dice aggresiveness al que le corresponde el adjetivo aggresive (agresivo), pero existen diccionarios en ese idioma en los cuales la palabra que equivale a agresividad, no existe (Zackzyc, 1999). En el vocabulario científico, las publicaciones anglosajonas recurren más a los términos hostilidad ( hostility ), agresión (agresión ) y comportamiento agresivo (aggresive behavior ); en Francia, algunos científicos han propuesto suprimir la palabra agresividad para sustituirla por “comportamiento agresivo” o “conducta agresiva” (Zackzyc, 1999).
En las diferentes disciplinas científicas, definen a la agresividad de estas formas: Es un estado que consiste en sentimientos de odio y deseos de dañar a otra persona, animal u objeto, según un diccionario de psicología (Consuegra, 2004). En la medicina según el Diccionario de Medicina de Flammarion (cit. por Zackzyc, 1999) lo define como una tendencia general de la vida animal a someter al semejante y atacar al extraño. En el campo del psicoanálisis, la agresividad es la tendencia o conjunto de tendencias que se actualizan en conductas reales o fantasmáticas, dirigidas a dañar a otro, a destruirlo, a contrariarlo humillarlo, etc. Esta puede adoptar modalidades distintas de la acción, tanto negativa (rechazo), como positiva, tanto simbólica (ironía), como efectivamente realizada que no pueda funcionar como agresión. En cambio la palabra agresión, se define como el comportamiento socialmente afrentoso o destructivo (Consuegra, 2004), o sea se refiere a la acción de agredir.
1.3 Factores y/o de la agresividad 1.3.1 Lo que facilita la agresión
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Debemos describir las principales variables implicadas en muchas de las acciones agresivas que podamos encontrar. El valor que puedan tomar las distintas variables va depender del contexto en que se dé la agresión. a) Variables biológicas. Es indudable que algunos factores biológicos generan un estado de necesidad que provee la realización de acciones enérgicas. La relación más directa con la agresividad es la amígdala cerebral, algunas investigaciones concluyen que la estimulación de la amígdala aumenta la violencia otros estudios delimitan en las zonas profundas del lóbulo temporal las estructuras responsables de la agresividad. Así mismo las acciones agresivas que fluyen cuando se estimulan estas áreas se presentan cuando las condiciones ambientales son favorables. Otra de las sustancias relacionadas con la agresividad es la testosterona (hormona masculina), no obstante las investigaciones deben explicar si la testosterona provoca la agresión e incluso si es causa o consecuencia de la misma. b) Variables cognitivas. La agresión se perpetra con el propósito de dañar a alguien o algo. La intencionalidad es uno de los procesos cognitivos involucrados en la motivación para agredir, estos procesos toleran, facilitan o incitan conductas agresivas. La agresión también puede provocar en el violentado o agredido reacciones violentas, con el motivo de reducir el ataque al que es sujeto. Uno de los procesos cognitivos más implicados con la agresividad es la hostilidad; esta favorece, como hemos mencionado antes, la ejecución de acciones violentas o sencillamente dificulta el componente cognitivo de la empatía. Que la hostilidad favorezca los actos de agresión hacia los demás no quiere decir que consumado los actos de violencia vaya a reducirse el rencor que se tenía hacia ellas, por el contrario puede aumentar la hostilidad que se tenía hacia ellas y reforzándose las acciones de agresión, por la satisfacción obtenida al producir daño. Solo si aparecieran los sentimientos de culpa por las acciones cometidas es cuando la hostilidad se puede reducir. c) Variables emocionales. Las reacciones emocionales como las afectivas pueden influir en las acciones agresivas. Uno de los modelos teóricos conocidos es la hipótesis de la frustración-agresión (Dollard, Doob, Miller, Mowrer y Sears, 1939), en este estudio se indica que la consecuencia directa de la frustración es la agresión; explicando que la frustración es una reacción emocional que se provoca al impedir conseguir objetivos ansiados. Miller (1941) menciono que la agresión no es necesariamente consecuencia de la frustración, sino que esta puede favorecer conductas entre las cuales las violentas son las más representativas. Una de las emociones que posiblemente esté más ligada con la agresión y que la facilita es la ira, esta es el factor principal que favorece que se reaccione con agresión ante una situación que provoca frustración. Así mismo la ira produce una elevada activación que proporciona la ejecución 10
de acciones enérgicas, que es característica de los comportamientos agresivos. d) Variables conductuales o situacionales. Las conductas agresivas se inician cuando existen las condiciones ambientales propicias para ello. Las acciones de agresión tienen por lo menos dos elementos (Berkowitz, 1971); uno de ellos es principalmente intencional, el interés por hacer daño a los demás que estaría regido por factores como la ira, hostilidad, etc. Así mismo las acciones de agresión sobrellevan un componente impulsivo , que es responsable de acciones que no estaban previstas y de las que también no se había analizado sus consecuencias. La provocación social también actúa como estímulo que favorecen las respuestas agresivas; en esta categoría se puede mencionar a los insultos, hasta observar escenas de violencia. Muchas conductas se vuelven habituales, vale decir se incrementa la posibilidad de que aparezcan en distintos escenarios por haberse convertido en habito . Diferentes características del contexto sociocultural y familiar favorecen la incubación y manifestación de conductas agresivas. Que no solo facilitan la violencia, sino que se llevara a cabo en el propio contexto familiar. e) Variables personales. Las variables más significativas son las diferencias que aparecen en el comportamiento agresivo en función de la edad, sexo o características de la personalidad. Es más relevante el papel que tiene la educación y el aprendizaje en el desarrollo de las acciones agresivas y que tiene su principio en el momento del nacimiento. Son distintas las variables de personalidad que predisponen los actos de agresión. Según estudios; las principales variables son la irritabilidad, que es la tendencia a tener arranques de ira ante provocaciones mínimas. La susceptibilidad emocional indica la predisposición a padecer sentimientos de desamparo, malestar o vulnerabilidad. Y por último la rumiación, que se caracteriza por la tendencia a conservar la ira durante mucho tiempo después de que la provocación haya desaparecido. La psicopatía es una alteración que facilita la realización de actos tan abominables como incomprensibles y que es responsable de acciones violentas. 1.3.2 Lo que mantiene a la agresión
a) Consecuencias. La propia reacción han sido atacados o las consecuencias de las mismas facilitaran, o reducirán la probabilidad de que la agresión se vuelva a repetir en ocasiones posteriores. Muchas de las acciones agresivas están reforzadas positivamente, ya que con ellas se consiguen los objetivos que se pretendían. Las bandas pandilleras, son
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una fuente muy importante de refuerzos positivos de la agresividad; mediante los actos violentos pueden adquirir prestigio, estatus, valor personal, etc. La agresión también puede mantenerse por reforzamiento negativo, así se reforzaran negativamente acciones agresivas si con ellas consiguen, eludir o abandonar una situación de opresión, reducir el malestar emocional producido por el odio, o el rencor que genera otra persona. b) Probabilidad de éxito. Por lo mencionado anteriormente que las acciones agresivas pueden mantenerse o incrementarse, las normas sociales ejercen cierto control sobre algunas conductas agresivas, castigando las acciones que se consideran inapropiadas. Por ello las situaciones que favorecen la dilución de la responsabilidad, como en los casos que existe anonimato o en conductas de grupo donde la responsabilidad se mitiga o desaparece se producen más reacciones agresivas. Zimbardo denomino desindividualización, fenómeno tan relevante en la explicación de conductas agresivas de grupo. Los guiones agresivos merecen una consideración detallada. Un guion define una situación y selecciona las conductas que son más apropiadas para ella. Uno de los guiones más evidentes son los modelos agresivos que proponen los medios de comunicación de masas. Así el uso que se da frecuentemente a la violencia en cine, televisión y otros medios es ciertamente deplorable. Lo que es cierto es que socialmente los actos de violencia se incrementan cuando esta se presenta con mayor frecuencia en los medios de comunicación. La exposición a la violencia televisada tiene doble efecto de favorecer las conductas agresivas y de sensibilización ante las consecuencias de las mismas, lo que no deja de ser sino un efecto de habituación de la posible respuesta de ansiedad, culpa o pena que se produce ante la visión de dichas imágenes.
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1.4 Tipos de agresión según Buss (1961)
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Irritabilidad y crisis de cólera
La irritabilidad y la crisis de cólera son manifestaciones corrientes que todos hemos padecido o infligido. •
La irritabilidad: un síntoma clínico de pleno derecho al igual que lo es la
ansiedad. Estado caracterizado por una disminución del control de uno mismo y que se traduce en una explosión de cólera verbal o física. S in embargo el humor irritable puede estar presente sin manifestaciones observables. En ocasiones puede ser breve o en otras generalizado y prolongado, siendo desagradable para quien lo vive. •
Crisis de cólera: acceso brisco de cólera con síntomas tales como
taquicardia, sudoración, rubor y miedo a no poder controlarse. Algunos autores piensan que la crisis de cólera es una crisis de pánico que se expresaría de un modo agresivo. Ejemplos: “Empiezan a ponerme nervioso”.
Ser ruidoso: agresividad cuando existe la intención de molestar al otro. Los incendios intencionados provocados por sujetos mentalmente sanos responden a una agresividad guiada por el deseo de hacer daño. Ojo: el extremo es la piromanía. Cuando se trata de heridas físicas, golpes no presenta ninguna duda: es directa. En un grado menor se no se presenta a la víctima misma, sino a un objeto perteneciente a ella. También podemos ver la agresividad cuando se vuelve contra sí mismo, cuya efectuación más grave es el suicidio. Agresividad verbal
El hombre utiliza cotidianamente el lenguaje para expresar agresividad. Únicamente la entonación de la voz y la gestualidad permiten identificar la agresividad. Decir únicamente “NO” puede equivaler a una forma de agresividad cuando se trata de oponerse y frustrar al otro con agrado. Si la ironía transforma la agresividad en una manifestación que la amortigua ligeramente la broma oculta su dimensión agresiva tras su máscara de payaso. La murmuración es probablemente la agresividad verbal más difundida y más discreta si uno está seguro de que su interlocutor no la repetirá. Otro tipo de agresividad verbal es el rumor, ya que crea una mala imagen a la persona agredida por su difusión.
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En otro nivel, menos objetivo porque no es palpable, interviene la representación mental consciente que acompañan a pensamientos del siguiente estilo: “le retorcería el pescuezo de tan nervioso que me pone”
e desvía… Cuando la agresividad s
Ejemplos: –
Cuando riñes con un miembro de la familia al volver del trabajo por que has tenido un altercado con tu jefe.
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Atacas a tu pareja por el hecho de no haberse ocupado por talo cual situación, pero en realidad la situación conflictiva, sobre la que no has dicho ni una sola palabra, es que tu pareja ha decidido ir sola a una fiesta.
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CAPITULO II: NATURALEZA DE LA AGRESIVIDAD
2.1 ¿De dónde procede la agresividad?
Hay muchas interrogantes al respecto, ¿es innata o adquirida? ¿Es agresivo desde que se nace o es la fuerza de las circunstancias la que lo vuelve agresivo? Algunos autores apoyan la primera hipótesis: como el etólogo Konrad Lorenz, incluyen a la agresión como uno de los cuatro instintos más impo rtantes al lado de la alimentación, la reproducción y la fuga; los psicoanalistas, como Freud o Melanie Klein, también consideran a la agresividad como un instinto o mejor dicho una fuerza interna pulsional innata. Los partidarios de la segunda hipótesis estiman, en cambio, que la agresividad vendría dada en función del contexto y constituiría una respuesta a un determinado entorno que hace intervenir más o menos las capacidades cognitivas del sujeto en relación con un aprendizaje previo, estas ideas se so tienen en las investigaciones neurológicas de Karli (cit. por Zackyc, 1999). 2.2 El gen fallido de la agresividad En los años sesenta, los investigadores creyeron identificar un “cromosoma de la agresividad”: un cromosoma Y suplementario encontrado en el cariotipo de
personas encarceladas por crímenes violentos. Esta descubrimiento parecía apoyar la tesis según la cual las tendencias criminales se transmiten por los genes, de haber sido cierto este descubrimiento, las consecuencias hubieran sido funestas, no faltarían quien pudiera eliminar a los sujetos potencialmente agresivos, aun antes de su nacimiento. Felizmente, los estudios mostraron que los hombres XYY no eran más agresivos que los XY, lo que al mismo tiempo desautorizaba la existencia de un “cromosoma del crimen”. 2.3 Teorías que explican la agresividad 2.3.1 La hipótesis Frustración-Agresión
Es una hipótesis explicativa de la agresión propuesta por Dollar y Miller, quienes sostienen que la agresión es una conducta cuya meta consiste en herir a otro o a su sustituto.
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Según los autores definiremos los componentes de esta hipótesis: frustración, es la acción que impide al individuo alcanzar la meta que se ha fijado, se es víctima de la frustración cuando, por ejemplo, un cristal separa a un animal hambriento de su comida o cuando suspenden por medidas de seguridad el concierto de nuestro artista favorito. La frustración ha sido objeto de experimento realizado con animales y hombres, incitados a reaccionar de manera agresiva, estos comportamientos poseen cuatro categorías de ataques:
Verbales (gritos, insultos). Físicos incontrolados (patadas a una maquina de café, portazos). Físicos controlados sobre personas como instrumentos de agresión (descargas eléctricas, bombas lacrimógenas). Físicos controlados sobre personas sin utilizar instrumentos de agresión (castigo corporal).
A partir de las reacciones que provocan tales contrariedades, se llegó a la siguiente tesis: toda agresión es consecuencia de la frustración y toda frustración implica una forma de agresión. La intensidad de la respuesta agresiva es proporcional de la frustración. Esta respuesta o reacción se adopta tres formas: a) Inhibición.- que se da ante la amenaza de un castigo, impide que la agresión se actualice, pero no disminuye la tendencia. b) Desplazamiento.- al no poder dirigir el ataque contra el agente causante por la amenaza del castigo, su dirección se orienta hacia otro sujeto que represente una amenaza de castigo menos seria o de una forma disfrazada (ironía, sarcasmo). c) Catarsis.- es el único capaz de disminuir el impulso a agredir. Es todo acto de agresión que no hace daño al otro (declaración ironica, puñetazo a la mesa). Discutida ya la hipótesis, existen diferentes investigaciones que muestran resultados contradictorios, así como en la frustración-agresión puede existir una relación directa, también muestran que existen en otros casos una relación inversa: una frustración intensa puede provocar una reducción de la agresión. Con esto se quiere decir que la relación frustración-agresión es más compleja de lo que supuso Dollar, esta relación no solo depende de la intensidad de la frustración, también es su cualidad. Además el término “frustración” ha evolucionado a un sentido amplio a más situaciones frustrantes (prohibiciones psicológicas, prohibiciones físicas, privación de recompensas, castigos, etc.), mientras que la hipótesis frustraciónagresión ha sido reformulada por varios autores. Así para Miller (1941) la frustración provocaría un determinado número de posibles respuestas, entre ellas, la agresión, como también para Berkowitz (19-) considera que la frustración colma el vaso al provocar el estado emocional, 17
pero son los signos externos (armas, películas, palabras agresivas) las que loo hacen desbordar.
2.3.2 Teoría del aprendizaje instrumental: la experiencia directa
El sujeto elige entre diferentes formas de comportamientos eficaces y desecha las ineficaces, para hacer esta elección, o sea, apreciar las consecuencias de su comportamiento, observa primero, en una situación determinada, el efecto producido por su respuesta comportamental. La información asi recogida será la guía de sus posteriores acciones; si la consecuencia es el castigo, evitara en el futuro repetir esa acción; si al contrario, obtiene un beneficio, esta respuesta se vera estimulada a repetirse. El ser humano es capaz de prever las consecuencias de sus actos, puede hacerse una representación mental de sus consecuencias futuras. Esto interviene en las motivaciones del sujeto. Un ejemplo seria que, si uno espera que cada vez que le agredes verbalmente a un compañero de trabajo, los demás te feliciten o te adulen, quizás te sentirás envalentonado al hacerlo; si al contrario, piensas que semejante conducta solo te traerá problemas, es probable que renuncies a él. Imaginemos que ahora optas por la primera hipótesis y que es acertada: es probable entonces que las respuestas obtenidas refuercen tu tendencia a este tipo de comportamientos. 2.3.3 Teoría del aprendizaje por la observación
La mayoría los comportamientos humanos se aprenden a partir de la observación por medio del modelado. En este tipo de aprendizaje intervienen una sucesión de etapas que concluyen con la integración del comportamiento observado en nuestro repertorio de conductas. La primera etapa es la atención, que se focaliza sobre un comportamiento preciso, esto depende en gran medida del grupo social en que se forma el individuo, también de la historia del sujeto, sus capacidades intelectuales y su nivel de vigilancia, incluido de igual manera la personalidad del modelo, cuanto más es capaz de cautivar al observador, mejor se prestara a su papel. Para que la observación deje sus huellas, intervienen los procesos de retención que recurren a la memoria, se memorizan por medio de una codificación simbólica e que las representaciones visuales y verbales desempeñan un papel preponderante. Un mecanismo de evocación debe intervenir para que la memoria funcione en el momento requerido. La retención se ve favorecida cuando el sujeto esta expuesto de manera reiterativa a modelos agresivos.
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2.4 Posibles influencias genéticas
Razones éticas y científicas, hacen que sea complicado estudiar las influencias genéticas con los seres humanos. No se puede controlar quién tiene hijos con quién a los efectos de estudiar la genética. Como tampoco se puede controlar toda la historia de la alimentación, de las interacciones sociales o de otros posibles factores contribuyentes. •
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En un estudio realizado con mellizos y gemelos se pudo observar que por lo común se encuentran un índice de agresividad más similares entre gemelos que entre mellizos. No es que los gemelos tengan un nivel igual de agresividad es menor que las eventuales diferencias entre otros hermanos no gemelos, mellizos o no. Lagerspetz y Cairns mostraron que sus ratones con altos niveles de agresividad tenían un menor nivel del neurotransmisor serotonina en comparación con los más agresivos. Brunner y sus colaboradores describieron a una familia holandesa con una historia elevada de agresividad en algunos de sus miembros varones. Realizaron un análisis genético y descubrieron en los varones agresivos un defecto en un procesamiento químico relacionado con la serotonina. Los miembros de la familia sin defectos no tenían este defecto.
2.5 Hormonas sexuales y agresividad
Las hormonas sexuales también pueden tener efectos sobre la agresividad, probablemente porque de alguna manera ayudan al cumplimiento de los fines de la conducta sexual. Se ve claro que las hormonas sexuales tiene efectos sobre la agresividad porque el nivel de ésta aumenta con la subida de la testosterona, la principal hormona sexual de los machos en al pubertad y en época de apareamiento. En un estudio realizado por el grupo Olweus se ha encontrado que los adolescentes con niveles hormonales más altos tenderán a reaccionar más agresivamente ante una provocación que los que posean niveles inferiores de testosterona. La testosterona como un influyente de la agresividad encuentra un apoyo científico aunque quedan interrogantes por contestar.
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CAPITULO III: CURIOSIDADES
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CONCLUSIONES
A pesar que se discute sobre su posible origen, es algo que debemos controlar y no debe ser reforzado por la sociedad, pues sus consecuencias no son del todo agradables.
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REFERENCIAS
Zaczyck (2002) Agresividad. Barcelona: Paidós Renfrew (200-) Agresion, naturaleza y emoción. Morris y Maisto (200-) Psicologia general.
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