Teoría crítica de la Sociedad Armando Muñoz Comunicador Social Esp. Pensamiento Político Contemporáneo, Magíster en Filosofía, Est. Doctorado en Humanidades.
Escuela de Frankfurt Instituto de Investigación Social de la Universidad de Frankfurt. 3 de febrero de 1923 (Escuela de Teoría Crítica de la Sociedad) Idea de Felix J. Weil (D. en Ciencias Políticas de UF), Argentino (1898), quien tomó su herencia recibida de su padre alemán para apoyar el estudio de la teoría marxista. Inicialmente (1922) se pensó en realizar eventos como la «Primera Semana de Trabajo Marxista», pero se ambicionó con fundar el instituto. El instituto recibió apoyo del padre de Weil, de la población acaudalada judía y de burgueses alemanes simpatizantes del socialismo. El acento era más dogmático que crítico. Fue netamente investigativa hasta 1930 cuando asumió la dirección Max Horkheimer. El acento es más crítico que dogmático. Algunos de los intelectuales y partidistas del comunismo son: Gerlach, Grunberg, Horkheimer, Wittfogel, Borkenau, Gumperz, Korsch, Pollock, Lowenthal, Fromm, Kirchheimer, Neumann, Massing, Adorno y Marcuse. Y otros además como Walter Benjamin y Jean Baudrillard. Inició la publicación de su Revista de Investigación Social en 1932, como actividad principal de difusión de las ideas de los miembros.
Frente al fascismo En 1933 fue clausurado por el fascismo, por sus ideas opuestas al régimen. Se trasladaron a sus seccionales de Ginebra y París. Horkheimer había trasladado el capital a Holanda. Luego a Estados Unidos, a la Universidad de Columbia, donde se desplazó el instituto en 1934. En 1946, al terminar la guerra, reciben la invitación a retornar a Frankfurt. En 1950 vuelve el instituto y se alimenta de la participación de jóvenes intelectuales como Jürgen Habermas, quien se le conoce como el continuador de la teoría crítica de la Sociedad. Otros como: Alfred Schmidt, Albrecht Wellmer, Oskar Negt, Herbert Schnadelbach, Hans Joas y Axel Honneth.
Características de la Escuela de Frankfurt Intención radical de ver realizada la idea de razón del idealismo alemán y de la ilustración. Se intenta una crítica de la sociedad al asumir que todo conocimiento está mediado social e históricamente; incluyendo una crítica de las ciencias, de la cultura y del arte. Se define que la Sociedad es una totalidad compleja en la que se relacionan las diversas formas de articulación histórica y de objetivación de la razón misma. Liberación del pensamiento marxista de la positivización de ciertos materialismos científicos. Posiciones neomarxistas que conservaron el sentido ilustrado y moderno de las ideas de Marx. Transformación de la sociedad a partir de un desarrollo crítico de las ciencias sociales. Tradición filosófica de Kant, Hegel y Marx.
Aspectos fundamentales Análisis de las formas de integración de las sociedades posliberales, con un especial interés en una crítica del nacionalsocialismo. Asuntos de socialización mediados por la estructura autoritaria de la familia y su relación con el desarrollo de la personalidad individual y de la identidad del yo. (influencia del psicoanálisis) Los medios de comunicación y la cultura de masas. Ante la cosificación de los tres espacios fundamentales del individuo: la política, la familia y el espacio público de comunicación. La teoría del arte, estética, en Adorno. La crítica del positivismo científico (teoría tradicional y teoría crítica).
Jürgen Habermas Ruptura con los padres de la Escuela de Frankfurt. Reconoce el carácter fundamentalista del marxismo, teniendo confrontaciones con el marxismo dogmático. Critica el pensamiento marxista y a los neoconservadores del pensamiento de izquierda. Responde al cambio de paradigma. Propone un nuevo paradigma: la racionalidad comunicativa. Defiende un nuevo esquema epistemológico de las ciencias sociales, como ciencias de la discusión, un sentido más participativo de democracia y una concepción renovadora de la ética.
Cambio de paradigma Habermas propone un cambio de paradigma tras haber encontrado que Horkheimer, Adorno y Marcuse no lograron salir del paradigma de la filosofía de la historia, ni pudieron superar la tradición de las ciencias sociales representada en Max Weber, ni la de la filosofía alemana representada por la fenomenología. Habermas propone pasar de la filosofía de la consciencia a la teoría de la acción comunicativa. Habermas pasa de una razón centrada subjetivamente a una racionalidad intersubjetiva (discursiva). Pasa de pensar la unidad de análisis del trabajo social a la de la acción comunicativa.
Teoría de la acción comunicativa Se caracteriza por plantear una sociedad en términos de racionalidad comunicativa y racionalidad sistémica, dado en el mundo de la vida, el tejido comunicativo y las estructuras sociales coordinadas sistemáticamente. Hay tres acciones fundamentales en el mundo de la vida: trabajo, lenguaje e interacción social con base en el reconocimiento mutuo. Hay tres tipos de intereses: en el trabajo el interés técnico, en el lenguaje el interés práctico y en la interacción el interés emancipatorio.
La racionalidad tiene menos que ver con el conocimiento o con la adquisición de conocimiento que con la forma en que los sujetos capaces de lenguaje y de acción hacen uso del conocimiento. La utilización comunicativa, esto es, racionalidad comunicativa , remite a la capacidad de lograr la participación de hablantes que se relacionan intersubjetivamente para llegar a un consenso. La acción comunicativa es, entonces, igualmente entendimiento lingüístico. Como se ha reseñado, Habermas ve que el concepto de entendimiento es indispensable, en tanto que es un acuerdo racionalmente motivado, alcanzado entre los participantes, que se mide por pretensiones de validez susceptibles de crítica. En la acción comunicativa lo que se busca es la situación ideal en la que el entendimiento pudiera en su proceso alcanzar algo entre los miembros del mismo mundo de la vida. La actitud imperante es la de, en circunstancias apropiadas, poder alcanzar una disposición al entendimiento.