Te bus qu é siempre é siempre busqu Cor í ín Tellado
Te busqué siempre (1983) Título Original: Te busqué siempre (1983) ( 1983) Editorial: Bruguera Sello !ole""i#n: !orinto 8$1 %énero: !ontempor&nea' rotagonistas: Marcel Plisnier *ni +au Argumento:
Uni Ñau tras ser abandonada por su marido marido y morir sus padres, se va de su ciudad natal. Después de casi cinco años, se encuentra con su marido que lleva tiempo buscándola para enmendar su error. Uni tiene su trabajo, un gran secreto por esconder y ninguna intención de modificar su vida porque aya parecido !arcel.
Corín Tellado – Te busqué siempre
—Un día te lo presentaré. Ya sé que tú estás siempre muy ocupada y aparte de eso pocas cosas te interesan en esta !ida. "#o es eso Uni$ Pero es i%ual creo que te %ustará conocer a mi no!io. "&ué te parece$ 'Mi no!io( )lena un poco la boca esa palabra "!erdad$ Uni *au apenas sí parpade+. ,erda ,erda Curtis Curtis su compa compa-er -eraa de aparta apartame mento nto siempr siempree abla ablaba ba por los codos codos.. /lla /lla escucaba. #unca 0ue muy abladora. 1demás2 "qué tenía ella que decir$ 1penas nada nada porque era demasiado lo que podría decir si quisiera. Por eso era me3or no decir nada. —"4as comido Uni$ Uni$ —)o ice antes de !ol!er a casa. casa. —"Te parece que que te lo presente ma-ana$ Uni reco%ía sus cosas. )as iba doblando. /staba en0undada en un pi3ama oscuro y una bata de 0ina tela estampada atada a la cintura. Cal5aba cinelas. 6ba de un lado a otro. 1l día si%uiente tendría que estar en la %uardería muy temprano. —#o sé a qué ora !endré ma-ana. ma-ana. ,erda —di3o amablemente. amablemente. /so sí era siempre muy amable. Poco abladora pero encantadora en su trato discretísimo. ,erda a !eces se desesperaba. /n realidad la conocía poquísimo. 4acía tres a-os que !i!ían 3untas y no podía decir ,erda que cambiaran unas cien palabras en los tres a-os. #o porque Uni 0uese un ser adusto. '7 no nada de eso( Uni *au era una cica estupenda. )a me3or compa-era del mundo. )o que ella poseía era de todos. 8amás decía una mentira. 8amás ablaba por ablar Uni 3amás aría una traici+n. Uni 3amás cometería una 0alsedad. #o se sabía de d+nde procedía ni a d+nde pensaba ir cuando le diera la %ana. #i lo que pensaba ni lo que sentía pero 3amás molestaba a nadie. /ra un ser intro!ertido. 9i!ía para sí pero a que no la necesitaran los demás porque cuando era así Uni se daba con cuerpo y alma. /lla aún recordaba aquella !e5 un a-o escaso antes cuando le atac+ la %ripe. :ue orrible. ;eis días con cuarenta de temperatura. ;i no 0uese por Uni se ubiese muerto. Uni tenía sus obli%aciones en la %uardería donde traba3aba como en0ermera pues bien asta el último médico de la %uardería pas+ por el ático donde ella se consumía de 0iebre. Y lue%o cuando pas+ todo y ubo de pre%untarle a quién debía las medicinas. Uni con su sonrisa abitual medio melanc+lica medio triste di3o que a nadie. )a !erdad sea dica que ella antes de !i!ir con Uni en aquel ático era más li%erita. ;alía con un cico cada día e incluso se pasaba noces 0uera. 6ba a 0iestas y bo"tes de moda 3amás poseía un 0ranco porque todo lo %astaba.
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Uni de3+ la ropa 3unto al armario sobre el respaldo de una silla. )e %ustaba tenerlo todo a mano para las oco menos cuarto del día si%uiente. /ntraba en la %uardería a las oco y media 3ustas. )a tenía allí cerca. Por eso acept+ el o0recimiento de ,erda tres a-os antes. —#o lo sé ,erda. ,erda. #o entiendo de esas cosas. cosas. )o comprendes comprendes "!erdad$ #o. ,erda nunca nunca lo comprendería. comprendería. Y sacudi+ la cabe5a cabe5a diciendo diciendo así. —#o lo comprendo. /sa !ida tuya tan austera2 "&ué esperas de la eistencia Uni$ /res libre. Tienes un buen empleo. ,anas dinero2 /res 3o!en. "Cuántos a-os tienes$ —9einticuatro ecos ecos el otro día. —
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Uni *au cerr+ los o3os y apa%+ la lu5.
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pero resultaba molestísimo. Te ase%uro que tu!e que de3arla. #o abía quien a%uantara a la patrona. Pero tendré que de3ar también el apartamento. Eesulta demasiado caro para mí sola. Uni pens+ inmediatamente. Tampoco ella estaba contenta con la casa de uéspedes. ;i aquella cica la admitiera para compartir su apartamento2 )o di3o. /lla lo re0leionaba todo. 8amás tomaba determinaciones rápidas pero aquel asunto la empu3+ a obrar con rapide5 porque la !erdad estaba arta de pelear todos los días con los demás uéspedes.
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Corín Tellado – Te busqué siempre
—Uni2 "puedes !enir un momento$ Uni siempre estaba dispuesta. Con su uni0orme blanco su inteli%encia su reser!a y su abilidad como en0ermera resultaba indispensable en aquella %uardería donde se multiplicaba todos los días. —Te llama el doctor Yale. Uni torci+ un poco el %esto. /l doctor Yale era un pesado. ;iempre andaba reclamándola y lue%o resultaba que cuando lle%aba a su lado no le decía apenas nada. /s decir le decía todo cuanto ella no quería que le di3ese. —"&ué le pasa al doctor Yale$ —pre%unt+ a su compa-era. #icole se al5+ de ombros. —#o sé por qué le aces caso —0ar0ull+ #icole—. 1nda siempre aciendo números por ti. Uni se puso seria. /ra esbelta.
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—;í pero2 —;abes que detesto las 0alsedades. #o seré 3amás 0alsa. 4ay cosas que me interesa no decir pero eso no quiere decir repito que yo traba3e con dos bara3as no 3ue%o 3amás. #o me casaré nunca con el doctor Yale. Pá%inas J@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—"Cuándo se ol!idará de su deber para sentirse mu3er tan s+lo$ —#unca doctor —di3o con %ra!edad—. 4ace cerca de cuatro a-os que estoy aquí. #unca e !ariado mi conducta. —"&ué tal 1rcer$ /ra lo que dolía. Y en realidad no tenía por qué. )e pre%untaban por 1rcer que ya empe5aba a ir a la escuela de la %uardería. /ra un cico listo. "&ué tenía de particular que le pre%untara precisamente Yale$ Muy pocos en la %uardería conocían el la5o que la unía a 1rcer. #icole la directora. /l doctor Yale2 Muy pocos más y todos eran mara!illosamente discretos. —Muy bien. —4e pre%untado a la maestra por él. Me di3o que era un mucaco muy aplicado. "#o se sienta$ —
#> Pá%inas A@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—#o debe decirlo. ;abe usted mi respuesta. "Cuántas !eces la e pronunciado$ Yale se a%it+. —/scuce Uni. "Piensa !i!ir así el resto de su eistencia$ Todo puede arre%larse. Yo le o0re5co cuanto ten%o y soy. Una !ida c+moda una !ida social2 completa. Un o%ar para 1rcer2 ";abe que cuando pase la primaria tendrá que de3arlo marcarse$ —)o en!iaré a un buen cole%io. —"#o podemos los dos 0ormar un o%ar y2$ Uni dio un paso atrás y pe%+ la espalda a la madera de la puerta. —;obre el particular —di3o con %ra!edad— ya emos discutido. Mucas !eces doctor. 4ay montones de mu3eres más di%nas de usted que yo. 1demás yo no le amo. —")o a querido muco$ Uni cerr+ un se%undo los o3os. 'Marcel( ;í muco. Pero2 "cuánto tiempo de eso$ Más de cinco a-os. #o menos. 1l%o menos. Cuatro a-os y medio 3ustos. ;entía odio dentro de sí. #unca lo sinti+. Por él sí. :ue2 orrible. #unca esper+ tal cosa de Marcel. —
#o oy+ la !o5 del micro. Pero !io a Már%ara llamarla aciendo se-as. ;e acerc+ a recepci+n todo lo li%era que pudo. —"&ué pasa$ —"#o oyes$ Te llaman al telé0ono. —#o oía. 4ay tanto %uiri%ay en el patio. )os ni-os acaban de salir a tomar el sol. —"Pues ace sol$ —0ar0ull+ Már%ara que nunca estaba contenta con nada. —Un poco de sol in!ernal. )o su0iciente para toni0icarlos.
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Corín Tellado – Te busqué siempre
—'Pua00( Pobres criaturas. ";abes lo que te di%o$ /sas madres que así abandonan a sus i3os las de%ollaba yo. Már%ara no sabía. /l ser!icio auiliar subalterno no conocía aquel episodio de su !ida %racias a la discreci+n de los pocos que lo conocían. Tenía muco que a%radecerles. —6ré a !er quién me llama. —Ya te lo di%o yo. Una mu3er llamada ,erda. ',erda( "&ué le pasaba a aquella loca$ Pocas !eces la llamaba a la %uardería pero cuando lo acía casi siempre era para una estupide5. ;e meti+ en la cabina y asi+ el auricular. —
#> Pá%inas B@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—/stá bien. —Tienes que ayudarme. —/stá bien —susurr+ con su abitual paciencia—. /staré en el apartamento dentro de ora y media. —"Tanto$ "#o puedes ir antes$ Pens+ en 1rcer. )e %ustaba dormirlo. /ra un permiso especial que ella tenía de la superioridad. —6mposible. —/stá bien. 1llí te !eremos. 1 no lle!es nada. #i comas en el autoser!icio. Yo iré car%ada con 0iambres y bebidas. —"4aces bien ,erda$ )a mucaca suspir+ al otro lado. —Me %usta. —1ntes te %ustaron otros. —/sto es distinto. —=ien. Como quieras. 6ré dentro de ora y media. Pero ten presente que qui5á le desa%rade saber que no !i!es sola. 4aces mal no diciéndole que !i!es con una compa-era. —)o comprenderá. Col%+. ;e qued+ un tanto suspensa.
#> Pá%inas @AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—=ueno —decía ,erda un poco ner!iosa—. /s que no !i!o sola "sabes$ Marcel 0runci+ el ce-o. /ra rudo de aspecto. Carecía de toda ele%ancia. 9irilidad parecía tener muca. Pero no tenía un átomo de distinci+n. /l cabello de un rubio oscuro los o3os rabiosamente a5ules contrastando con la te5 curtida y la blancura pro!ocati!a de sus dientes. #o era muy alto.
#> Pá%inas ?@AB
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,erda suspir+. Todos eran i%ual. Tom. ;am Pierre2 /lla pens+ que Mar era distinto. —/lla se irá a la cama en se%uida. Comerá al%o y se acostará. #o abla nada o casi nada. )ee libros de teto. /s en0ermera "sabes$ Claro. 1demás en0ermera. Ll conoci+ a una en0ermera. Cerr+ los o3os.
#> Pá%inas D@AB
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—Pasa pasa. Te !oy a presentar a mi ami%o. —1%uarda un se%undo. ,erda no se 0i3+ en la palide5 de Marcel ni en los dedos crispados que apretaban el !aso.
Uni !estía un modelo de lana estampado.
#> Pá%inas F@AB
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/n realidad Uni pre%unt+ por el correo como pudo decir que estaba llo!iendo. Trataba únicamente de llenar un !acío. 'Como si aquel !acío se pudiera llenar( —#o sé si a !enido —di3o ,erda en alta !o5—. #unca espero nada ni tú tampoco2 Uni pens+ que abía sido idiota pre%untando aquello. —;e%uramente que subiste el peri+dico de la tarde —y lue%o de espaldas a ambos buscando no sé qué en un mueble—. 7s de3o solos. #o quiero estorbar. Con tu permiso ,erda me retiro. ,erda no quería eso. ,erda quería por el contrario que Uni conociera un poco a Mar. /lla estaba entusiasmada con Mar como 3amás lo estu!o con nin%ún otro ombre. Y ella acía muco caso a Uni. Por esto deseaba que se quedara con ellos. —'Pero si se%uramente no as comido( —Claro que sí —minti+—. )o ice en el autoser!icio de la esquina. Tenía apetito. 1demás como ayudo a ser!ir a los ni-os siempre pico al%o —ya estaba en la puerta de su cuarto y se%uía de espaldas a ellos dos—. 4asta ma-ana pues. —<íselo tú Mar —%rit+ ,erda—. Yo quiero que coma con nosotros. Mar apur+ el contenido del !aso de un solo tra%o. )e ardía la %ar%anta. ;entía como una quema5+n en todo su ser. Tantos a-os buscándola2 Y de súbito la encontraba allí. '1llí( #o di3o una sola palabra y ,erda que era al%o tonta y carecía en absoluto de psicolo%ía a-adi+ presurosaN —9amos !amos Mar. <íselo tú. Mar apret+ los labios. :ue a decir al%o pero Uni se metía en su cuarto y cerraba la puerta sin !ol!erse. —Ya lo !es —di3o Marcel de modo raro—. ;e a ido a dormir. —72 'con lo que yo deseaba que te conociera me3or( —"Para qué$ —#o sé. Yo a%o siempre caso de lo que dice Uni. Marcel consult+ el relo3. &uedarse allí no. Ya estaba arto. Una a!entura podía allarse en cualquier parte Pero allí precisamente allí2 /ra demasiado. Tenía que ablar con Uni. Pero no en aquella casa. —Ten%o que irme —di3o Marcel desconcertando a ,erda—. 1ora recuerdo que ten%o un cliente citado para las die5. 1suntos de ne%ocios. Ya sabes que a la par que poseo una %asolinera ten%o un %ara3e en el cual !endo autos usados. Compro y !endo. "Te importa que !en%a otro día$ ,erda pens+ en el %asto eco para dar de cenar a Mar y pens+ asimismo en su propia desilusi+n sentimental. —"Por qué no !as y !uel!es$
#> Pá%inas G@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
Ll 3amás !ol!ería allí. 1l menos a !er a ,erda. "&ué pensaría Uni$ Claro ya sabía lo que pensaba Uni. #unca lo i%nor+ y por eso la abandon+. 1pret+ los labios. —)o siento. 4oy no podré !ol!er. Parecía al%o rudo. ,erda casi sollo5ante le acompa-+ asta la puerta. ;e diría que Marcel Plisnier uía. Casi ni apret+ su mano. ;e meti+ en el ascensor y cerr+ con un o %olpe.
#> Pá%inas H@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—Uni2 "estás acostada$ Uni respondi+ con un tenue acento de !o5 casi con0uso. —#o2 Pasa. ,erda pas+. /staba malumorada y 0uriosa. :ue acia la cama de su ami%a y se sent+ en el borde metiendo las dos manos 3untas entre las rodillas que apret+ con 0iere5a. —Yo no lo entiendo —eclam+ mientras miraba la espalda de su compa-era que se allaba sentada ante el tocador desmaquillándose—. #o lo comprendo. Mar no es un cico 0ino lo sé. Pero en medio de su aparente rude5a es delicado. Y me de3+ plantada. ")o entiendes tú$ —")e as dico que estabas acompa-ada por una ami%a$ ,erda sacudi+ la cabe5a. —Claro que no. ;e lo di3o cuando lle%+ aquí. —/so está mal. /stos ombres2 buscan siempre un plan. #o creo que pueda tener plan con dos mu3eres que piensan y son di0erentes. —Uni tienes un mal concepto de mí "!erdad$ Uni nunca 0ormaba conceptos de nadie. )o tenía de Marcel y de eso acía !a muco tiempo. )o consider+ como era nada más. #o como ella lo conoci+ sino como lo !io después. Y se%uía teniendo un mal concepto. Pero de eso no podía saber ,erda nada. #i lo sabría 3amás. '8amás( #adie lo sabría porque si Marcel por primera !e5 en su !ida 0ue discreto suponía que lo se%uiría siendo en el 0uturo. "Por qué el destino era así$ "Por qué$ /lla !i!ía tranquila y Marcel no sabía 'ni lo sabría nunca( 1quello estaba muerto. =ien muerto. —#o ten%o mal concepto de ti —di3o con súbita dul5ura—. =ien sabes que no. Pero2 "qué conoces de ese ombre$ —Ya te di3e2 Uni se !ol!i+ en el taburete. 9estía una bata encima de la combinaci+n. ;u semblante estaba al%o tirante. —"&ué me di3iste$ &ue tiene una %asolinera. —Y un %ara3e. —Muy prosper+ —sise+ entre dientes. —"&ué dices$
#> Pá%inas J@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—#ada nada. Pensaba que qui5á ace dos días no tenía nada. 7 también que la %asolinera no es suya y es en cambio un simple encar%ado. —Puede ser ya que nunca abla de si mismo. Tras decir aquello busc+ un ci%arrillo en su 0alda. —#o ten%o ci%arrillos. —)o siento —di3o Uni ba3o—. Ya sabes que no 0umo. —#o 0umaré yo tampoco. ;i%amos por donde iba2 —"Obamos2 por al%una parte$ — Pá%inas A@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—/s2 posible. ;e meti+ en el ba-o. 1l cerrarse por dentro no se cambi+ de cara inmediatamente. /staba deseca. "C+mo era posible$
#> Pá%inas K@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
"#o estaba dico todo$ —"Me oyes Uni$ —Te2 oi%o. —"<+nde$ —"Para qué$ —"C+mo para qué$ —Me di3iste que me 0uese —cort+ bre!e y seca. #adie de los que la conocían podría asociar aquella !o5 a la de la sua!e y paciente en0ermera. —Te 0uiste. Te busqué —%rit+ él—. Te busqué siempre. Te 0uiste de =ruselas a los pocos meses. —/s i%ual. —#o lo es. &uiero !erte. Tenemos que ablar muco. —#ada. —7ye no me tomes el pelo. Me parece que me conoces. 4oy estoy bien situado. 4e traba3ado muco. "Me entiendes$ =ien sabe
#> Pá%inas ?B@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—"Y si 0uera así$
#> Pá%inas ?@AB
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—
#> Pá%inas ??@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—Madame Morton2 8ulie Morton qued+ un tanto suspensa al !er entrar a Uni en su despaco pronunciando su nombre de aquella manera tan temblorosa. /lla admir+ siempre a Uni *au precisamente por su !alor por su 0orma de traba3ar por la tra%edia de su !ida que supo superar y sobre todo por su maternidad. 1l !erla en aquel instante sinti+ la sensaci+n de que Uni se derrumbaba y pens+ asimismo que muy %ra!e tenía que ser lo que le ocurría para que Uni se de3ara derrumbar así. —Pasa Uni. Pasa y cierra. )a 3o!en obedeci+. 9estía el uni0orme blanco y lle!aba en la mano una especie de %rá0ico lo cual indicaba que en aquellos momentos sé dedicaba a !isitar aquella parte de las alcobas de los en0ermos. —Pasaba por aquí y pensé. —;iéntate. "7curre al%o$ Uni se sent+ ante la mesa de su 3e0e. )a se-ora Morton era !iuda tenía dos i3os casados y al%una !e5 iban a !isitarla sus nietos. ;e dedicaba á aquella labor porque además de ser médico de pro0esi+n era una mu3er llena de bondad. —7curre lo más inesperado —di3o Uni—. 4e !isto a mi marido. Madame Morton se qued+ tensa primero.
#> Pá%inas ?D@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
Madame Morton 0ue siempre muy discreta. 8amás le pre%unt+ por qué siendo casada estaba sola y con su i3o2 /n aquel instante no tenía más remedio que pre%untar. —Me abandon+. —4abría una ra5+n. —;iempre ay una ra5+n para que se a%an las cosas. )a ra5+n eran mis padres en0ermos. —'1( —"Por qué tus padres te permitieron casarte tan 3o!en$ —Mis padres nunca se opusieron a nada de lo que yo decidía. Me querían demasiado. 1demás estaban en0ermos. Mamá 0alleci+ supon%amos que oy y papá la si%ui+ quince días después. #i él ni ella podían mo!erse apenas. /staban en0ermos del cora5+n. Papá abía sido empleado de una casa de autom+!iles. Tenía su retiro. Muy peque-o. Mamá no traba3+ nunca pero se dedicaba a cuidarme a mí y a cuidar a papá. Total que nuestras relaciones 0ueron cortas. Marcel y yo nos queríamos pro0undamente. #os casamos. /mpe5aron en se%uida las penurias. Para él y para mí %anaba Marcel pero se%ún él no podía mantener a mis padres. Yo no podía abandonarlos de modo que sur%ieron las discusiones diariamente. 1quel amor tan bonito se 0ue apa%ando. ;e quedaba peque-o y débil cada día. —Marcel estaba en su dereco bien umano Uni. Ll se abía casado conti%o. "Por qué no trataste de en!iar a tus padres a un asilo$ —"Procedía$ Yo no podría 3amás ser tan in3usta y tan inumana. /llos me abían educado adecuadamente de una 0orma superior a su !ida social y econ+mica. Pá%inas ?F@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
Madame Morton asi+ el bra5o de la 3o!en y lo oprimi+ con sua!idad. —9eamos Uni. Una pre%unta concreta. ")e amas aún$ —#o —rotunda. —;i puede demostrarte que te busc+ a los tres meses2 —1un así. 4ay cosas que se apa%an y no se encienden 3amás. —)e as querido. —;í. —#o tienes dereco a ne%arle la eistencia de su i3o. Uni se detu!o en seco y la mir+ anelante. —";e lo !a a decir usted$ —7 no —sonri+ la dama—. Yo s+lo te aconse3o. Pero siempre aré y diré lo que me pidas. —,racias madame. —/ntremos aquí. Eecorrieron la sala de un lado a otro. 4abía !arios ni-os encamados. Un médico acía la cura de otros. 1l etremo opuesto una en0ermera peinaba a un mucacito de apenas tres a-os. —Ma-ana !endrán a buscar seis ni-os —di3o madame Morton quedamente al oído de Uni—. ;e los lle!an buenas 0amilias. Cuando coloco a uno de estos mucacos me siento muy 0eli5. /s terrible que al%unos desa0ortunados mucacitos pasen su !ida sin conocer el calor de un o%ar.
#> Pá%inas ?G@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—;í ya sé que me consideras una persona cruel para dos ancianos padres. Pero cuando una mu3er o un ombre se casan 0orman una sociedad común. #o manda el respeto al marido o a la mu3er que se manten%a a dos seres de la 0amilia. —"Y la caridad al pr+3imo$ "<+nde la de3a usted$ —Ciertamente pero eso ya es secundario querida Uní. Tiene que salir de dentro. ;i él de3+ de quererte a ti es otra cosa. Pero él a ti nunca de3+ de quererte "no es eso$ —#o bastaba. —Tendríamos muco que discutir querida Uni. Tú as de3ado de amarle. 1ora no deseas reanudar tu !ida a su lado de acuerdo. Pero que tu rencor no te indu5ca a ser in3usta. Personalmente no tienes más que3a de Marcel que la de que no quiso mantener a tus padres. Pero aora te pre%unto yoN ")e sobraba el dinero a Marcel$ —#o claro —susurr+ Uni quedamente. )a mano de la dama cay+ sobre la suya y la oprimi+ con sua!idad. —Eecapacita. /s posible que las cosas en adelante sean di0erentes. #o amas a Yale que se ubiese casado conti%o una !e5 di!orciada.
#> Pá%inas ?H@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
;e quitaba el uni0orme y se ponía el modelo de calle impecable. :ue entonces cuando #icole le di3o que antes de marcarse pasase por el despaco de madame Morton pues ésta deseaba !erla. ;e person+ allí !istiendo un modelo %ris sua!ecito de 0ina lana. Un abri%o sport de corte in%lés y cal5ando botas altas pues acía 0río y llo!i5naba. Toc+ con los nudillos en la puerta. 6nmediatamente se oy+ la !o5 de la dama. —Pasa. Cru5+ el umbral y cerr+ tras de sí. —Me parece que te de3é intranquila. —#o —di3o—. Me de3+ pensando sin saber a ciencia cierta qué pensaba. —4ay al%o que me preocupa más que nada. )a situaci+n no es tranquili5adora pero más que la situaci+n di%o yo que son tus sentimientos acia Marcel. —#o eisten. —")o !es$ /so es lo que me inquieta. 9as a !erte con él. Piensa lo que !as a acer. "Por qué no pruebas$
#> Pá%inas ?J@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
#i aquella !o5 de su padre en la a%onía cuando le decía que buscase a Marcel y reanudase su !ida. /lla siempre pens+ que i%noraban lo que abía eco Marcel. 1bandonarla. Pero el solo eco de saberlo a la ora de su muerte producía aquella quema5+n que lo acía todo árido y des%arrante. )lam+ un tai y de3+ de pensar. #o sabía lo que iba a decir porque tampoco sabía lo que iba a escucar.
#> Pá%inas ?A@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
)o !io en se%uida. :uerte y !i%oroso. Con los cabellos de un rubio oscuro cayéndole en la 0rente. /n0undado en un mono blanco sir!iendo %asolina como un empleado más. #o cabía duda al%una. )a %asolinera era suya porque detrás en la espalda de los monos de los empleados abía una palabra tan s+loN Marcel. 1l !erla a ella descender del tai no se inmut+. ;i%ui+ sir!iendo la %asolina si bien le i5o una se-a con la mayor naturalidad. —Por esa puerta —le %rit+—. /s mi o0icina. Mudamente Uni subi+ los seis escalones que la separaban de aquella puerta y antes de que pudiera abrirla un 3o!en la empu3+ y le dio 0ranco paso. —Monsieur Plisnier !endrá en se%uida —le di3o. Uní como un aut+mata se col+ dentro. Una mesa dos sillones un so0á al 0ondo y las paredes llenas de estantes con arci!os. Mir+ por el !entanal y s+lo se !eían calles y pla5as. )a %asolinera imitaba una %lorieta en una esquina de la anca y populosa calle de modo que se !eía todo per0ectamente. Pens+ Uni que la ciudad de =esan5on no tendría más allá de los cien mil abitantes por lo cual tratar de ocultarse no creía que 0uese 0ácil. Para Marcel sí. /n realidad ella 3amás le busc+ en aquella ciudad "&uién iba a decir que el destino los uniera allí$ Pens+ también que pudo pasar a ;ui5a y entonces se%uramente Marcel no la encontraría 3amás. —Ya estoy aquí —di3o la !o5 de Marcel deteniendo su pensamiento. ;e !ol!i+ apenas. Marcel sonreía satis0eco ;e quitaba el mono con la mayor tranquilidad quedando en0undado en un 3ersey ne%ro y unos pantalones %rises bastante correctos. —;iéntate Uni. 4ace tanto tiempo que no nos !emos que me parece mentira que seas tú. —#os emos !isto ayer. —/s que me parece que aún estoy en ayer —ri+ Marcel mansamente—. )a !erdad es que no te ima%inaba yo !i!iendo con una mucaca como ,erda. ;e derrumb+ en una butaca y sac+ un ci%arro de la mesa. )o encendi+ sin de3ar dé mirar a su mu3er. —/stás %uapísima. —#o e !enido a escucar tus piropos. —#unca 0ui piropero. 9eamos "ten%o yo que decir las cosas o pre0ieres que las di%amos los dos$ —"4ay al%o que decir$ Marcel se derrumb+ en el butac+n de cuero y etendi+ las dos manos sobre el tablero de la mesa. /ntre los dedos conser!aba el puro abano recién encendido.
#> Pá%inas ?K@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
Mir+ a su esposa con detenimiento. —Mira en torno —di3o con %ra!edad—. 4oy ten%o muco que o0recerte.
#> Pá%inas DB@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—#o temas —ri+ Marcel con amar%ura que a su pesar conmo!i+ a Uni—. #o te !oy a a%arrar a la 0uer5a. #o sería yo quien soy si tratara de tomar por la 0uer5a lo que deseo de otra manera muy distinta —se inclin+ más acia ella—. Uni2 "no podemos$ )a mucaca retrocedi+ y se qued+ como pe%ada a la pared. /lla ya lo conocía. "Podía ol!idarlo todo$ "#o era su mu3er$ 'Y una mu3er sensible( Eecordaba a su pesar los besos de Marcel. )as caricias de Marcel su ternura !i!a palpitante. ;u ternura sí en medio de su indescriptible e%oísmo. —Uni2 —Ten%o que irme. )o tenía allí mismo. Casi tapándola con su cuerpo. Casi ro5ándola. —Uni —la !o5 de Marcel era tenue y ronca al mismo tiempo—. 7ye2 "por qué no subes a casa a !er c+mo !i!o$ /stoy solo. ;iempre solo. :ormé ese o%ar para ti y para mí. Puedes creerme. "Creerle$ "Y ,erda$ "Y tantas otras que se%uramente pasaron por su !ida en aquellos a-os$ "/s que Marcel se ol!idaba de que ella 0ue su mu3er y lo conocía$ #o era Marcel ombre que pasara sin mu3eres. /ra absorbente y acaparador apasionado asta la saciedad. 1spir+ 0uerte. &uiso uir de la pared pero Marcel con un simple mo!imiento la pe%+ a su cuerpo contra el !entanal. —&uita2 Marcel no se quit+. Marcel estaba loco por ella. Por eso sin tocarla con las manos meti+ la cabe5a ba3o la suya y le busc+ los labios. Uni parpade+. ;inti+ como una loca palpitaci+n en su boca. 'Tanto tiempo( "Cuánto$ Más de cuatro a-os cerca de cinco tal !e5 más sin sentir en su boca un beso de ombre. )o sentía en aquel instante. Eeconocía los besos de Marcel acaparadores absorbentes ur%antes2
#> Pá%inas D@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
Crey+ que todo daba !ueltas.
#> Pá%inas D?@AB
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Crey+ que iba sola por la calle. Pero oy+ sus pasos de repente. —Uni. —#o. —"
#> Pá%inas DD@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
Y c+mo ellos dos al estar solos soslayaban cada una de aquellas necesidades para quererse. :ue bonito aquel amor. #o tenían nada. '#ada( /cepto ellos sus cuerpos sus sentimientos y %o5aron la !ida con intensidad porque 3unto a Marcel abía que morir y !i!ir. Y ella !i!i+. 9i!i+ con todas sus 0uer5as. —Uni2 piénsalo. #o !oy a 0or5arte a ti no puedo. /ra lo peor. 1quel acento suyo. 1quella sua!idad de su !o5. 1quel decir2 Y aquellos besos que lle!aba en los labios como un sello cálido y 0iero. —Te pido que re0leiones. Uni. Te lo pido. Te pido un poco de caridad para mi ansiedad. 9i!e conmi%o. Te 3uro2 ;e !ol!i+. Tenía como san%re en la boca. /ra el 0ue%o de su miedo de su rabia de su ansiedad que aunque no admitiera eistía como una auténtica y absoluta realidad. —"&ué puedes 3urar tú$ —le %rit+ a su pesar—.
#> Pá%inas DF@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
sobre todo suplicar lo que 3amás e suplicado. #o emos tenido una con!ersaci+n. 4emos ablado apenas. Tenemos que re0leionarlo todo desmenu5arlo todo y lue%o permitiré que tú me 3u5%ues. Uni no quería oírle. /mpe5aba a temer que él la con!enciera. Por eso se desli5+ dentro de la !er3a y por eso apret+ las dos manos en%uantadas en los barrotes elados. —Márcate —le di3o— márcate. —"Cuándo podemos !ol!er a !ernos$ Uni parpade+. —"Cuándo$ #unca es me3or así. /stábamos me3or uno sin el otro. ;i%amos del mismo modo. ;e escurri+ por el 3ardín. Marcel tan !iolento tan 0iero y no supo rebelarse. #o por no saber sino por e!itarle un dolor a Uni.
Madame Morton estaba abituada a oír mucas cosas.
#> Pá%inas DG@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—"Y qué debo acer$ —"Me lo dices a mí$ Marcel puede reclamarte. )e%almente puede acerlo. Y tú tendrás que se%uirlo o tomar una drástica determinaci+n. /s decir2 pedir la separaci+n2 le%al del matrimonio. Me pre%unto yo desde mi umanidad y apelando a la tuya2 "es eso lo que deseas$ Uni 3unt+ las manos. /staba como quien dice metida en un terrible dilema moral. #o sabía lo que acer. )o supo asta el día anterior pero cuando lo !io se a%it+. Como si durante a-os y a-os estu!iera cie%a y se abituara a su ce%uera pero al !ol!er a !er2 todo se abría y después toda la lu5 era escasa para sus o3os ambiciosos. —#o deseo la separaci+n le%al —susurr+ coibida— porqué nadie sabe que estoy casada ecepto usted. Todos los pocos que lo saben creen que ten%o un i3o sin marido. —Y pre0ieres pasar esa !er%en5a a la !erdad que te ayudaría a reanudar tu !ida —se inclin+ acia adelante—. Te estaba esperando Uni. ;abía que !endrías y sabía que estarías llena de dudas. /scuca yo en tu lu%ar le diría lo de 1rcer. —#unca. —")o !es$ "#o eres tú cruel robando el i3o a su padre$ 1ntes lo 0ue él porque quiso darte demasiado y le doli+ lo que a ti te robaban tus padres. —Mis padres no. —Marcel nunca de3+ de amarte Uni. "#o lo entiendes$ Con todo lo que me cuentas yo ten%o que pensar que Marcel te ama. #unca de3+ de amarte. Tus padres 0ueron un obstáculo ciertamente no porque Marcel lo creyera así sino porque realmente lo 0ueron. —#o puedo. —"#o puedes2 qué$ —9ol!er a !i!ir con Marcel. ;e puso en pie. 8unt+ las manos de nue!o. Mir+ a la dama con ansiedad. —/stás distinta —di3o madame Morton muy despacio sin de3ar de mirarla—. Muy distinta Uni. 1ntes parecía que nada te conmo!ía. 9i!ías para dos cosas concretas. Tu pro0esi+n y tu i3o2 1ora tienes al%o más. )a inquietud de Marcel tu inquietud por él. /se al%o que siente toda mu3er cuando se !e perturbada por un sentimiento que si bien lo siente a la par lo desabituara esta. Ten calma. Me das pena. #o por tu obstinaci+n ante la ansiedad de tu marido sino por ti misma. Por eso y que sientes y que lucas contra ello con todas tus 0uer5as. 9ete y medita. Muco Uni. #ecesitas toda tu !oluntad para re0leionar. —,racias. —"1 mí$ "Y por qué$ —#o lo sé. &ui5á porque me escuca. 4ace muco tiempo que no ablo de mí con nadie. Y ablar aora2 es una necesidad. —/stás con0undida conti%o misma. Piensa en eso. ;í pens+. Pero no sac+ nada en limpio.
#> Pá%inas DH@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
Madame Morton al día si%uiente subi+ a su auto y se 0ue a ecar %asolina a la %asolinera de Marcel Plisnier.
#> Pá%inas DJ@AB
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1pareci+ aquel mocet+n en0undado en el mono blanco. —"Cuánta$ —)lene el dep+sito —di3o la dama con sua!idad. /l mo5o era Marcel. 4abía !arios empleados por allí. Uno le limpiaba el parabrisas el otro le miraba el aceite. Marcel sostenía la man%uera con mano se%ura. Miraba acia el 0rente y sus o3os a5ules tenían una rara epresi+n de ansiedad o anelo. —Ya está —di3o asomando la cabe5a por la !entanilla. )a dama le mir+. —"/s usted2 Marcel$ /ste asinti+ con un bre!e mo!imiento de cabe5a entretanto daba el cambio a la dama. —"&uiere subir un rato conmi%o Marcel$ ;oy2 ami%a de Uni. Ll se a%it+. &ued+ con los billetes en la mano en%uantada. 1presuradamente se quit+ el %uante y a%arr+ la !entanilla del auto. —/s usted ami%a2 —;í. —;ubo —con un !o5arr+n 0uerte orden+—. Cuídense de esto. 9ol!eré lue%o. ;ubi+ al auto y la dama lo puso en marca. 4ubo un silencio. /l auto dio la !uelta a la %asolinera y emprendi+ la marca calle aba3o. —")o sabe2 todo$ —Todo. —"Por qué$ —"Por qué2 qué$ —Uni es reser!ada. #o se da 0ácilmente. "Por qué con usted2$ —;oy su 3e0a. Me llamo madame Morton2 ;oy la directora de la %uardería2 —1. Piensa que yo2 soy un monstruo. —#o. —"#o me retrat+ así mi mu3er$ —;+lo2 un poco despiadado para dos ancianos en0ermos. —#o eran ancianos y no estaban en0ermos. Y yo tenía ilusi+n2 —casi %rit+—. 6lusi+n con mi mu3er. Poner oy mi piso y ma-ana comprar mi cama y pasado un per0ume para mi esposa y al día si%uiente o al mes si%uiente comprar la salita2 "#unca tu!o usted esos anelos$ Tu!e que irme. Todo cuanto %anaba se lo lle!aban las medicinas. Yo no tenía nada
#> Pá%inas DA@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
contra mis sue%ros pero limitaban mi !ida amorosa. )e restaban 0uer5a !i%or. "/ntiende eso$ #o no es 0ácil de entender. 4ay que !i!irlo para saber lo que es. —Me ima%ino lo que será. Pero tú abandonaste a tu mu3er. #o le diste eplicaciones. —")a mand+ Uni$ —#o Marcel. Me abl+ de ti. 1yer la de3aste ante la puerta de la %uardería. :ue a mi2 —")e di3o2 que la besé$ Madame Morton parpade+. —#o —di3o al rato—. /so2 no me lo di3o. —Tampoco le di3o que reconoci+ mis labios y mis manos y mi aliento. "#o se lo di3o$ Ya sabía lo que quería saber. Marcel Plisnier amaba a Uni. )a amaba con toda la 0uer5a de su ser que no era poca. —#o podía decirme nada de eso. Marcel —murmur+ quedamente—. /s cosa suya. ;uya y tuya entiende. Yo quería conocerte. &uería saber si eras capa5 de acer 0eli5 a Uni. ;e inclin+ acia ella. Tan %randull+n tan 0iero tan 0eo y a la par tan ni-o para pre%untar con anelo. —"Y qué2 piensa aora$ )a dama sonri+. —Me parece que la amas de !eras. Te !oy a dar un conse3o Marcel. Por lo muco que aprecio a Uni y por lo que empie5o a apreciarte a ti2 reclámala. Marcel respir+ 0uerte. Tenía las mandíbulas cuadradas rí%idas. —Me odiará siempre. —Ponla en el dilema de ele%ir. )a separaci+n le%al o reanudar la !ida en común. —#o puedo soportar su odio. )o mir+ con admiraci+n. —"4asta ese etremo la quieres$ —Más aún. 4e pasado sin dormir y sin comer. 4e !endido caramelos en los bares. 4e tra0icado en dro%as. ;í sí. #o me mire de ese modo. #o soy un monstruo. 4e traba3ado en los muelles. 4e !endido carb+n. 4e pasado noces enteras en los cabarets !endiendo tabaco !iendo c+mo los demás se di!ertían. Y e comprado al 0in la %asolinera a base de letras. ";abe usted cuándo terminé de pa%ar mi ne%ocio$ 4ace escasamente un a-o.
#> Pá%inas DK@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—#o quiero 0or5arla. )a amo demasiado. Ya desistía de encontrarla y de repente al !erla otra !e52 sentí como si toda la san%re se re!ol!iera en mi cuerpo. Como si me rompieran las !enas en mil peda5os. #o sabe usted lo que es eso. —)o estoy sabiendo —di3o ba3o enternecida—. Tendrás mi apoyo. 4a5 al%o 0iero como tú eres. Pídele una entre!ista en la %uardería. —7 no. #unca me perdonará2 —Tienes que acerlo así.
#> Pá%inas FB@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
,erda no acía más que dar paseos por el sal+n que 0ormaba casi todo el apartamento. Uni acababa de lle%ar y disponía su cena. —"&ué te parece$ —%ritaba ,erda de !e5 en cuando—. /l muy cerdo no a !uelto. ";abes lo que ice esta ma-ana$ "#o$ Uni se lo ima%inaba. Por eso estaba pensando si decirle la !erdad. Pero ,erda no le dio tiempo. —:ui a la %asolinera. —1 —y sin transici+n como si quisiera e!itar mucas cosas—. "#o comes$ —"&uién abla de comer$ Claro tú no sabes lo que es esto. #unca estu!iste enamorada creo yo. Yo lo estoy de ese cerdo. ";abes lo que me di3o$ #ada relacionado con ella porque ,erda de ser así empe5aría por decirlo a %ritos. —Me di3o que estaba casado. )a sartén dio un !ira3e. /caba cispas por el 0ondo. —/ste 0ue%o —murmur+ coibida. Pero ,erda no tenía relaci+n al%una con el 0ue%o de la cocina de %as. —'Casado( "Y sabes lo que a-adi+$ &ue pensaba reclamar a su mu3er porque estaba enamorado de ella. "4as oído al%o más cruel$ Uni no tenía apetito. ;e pre%untaba para qué aría ella la comida. —
#> Pá%inas F@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—,erda2 ,erda yo2 ten%o que decirte al%o. '&ué raro en Uni( 8amás se emocionaba. 8amás perdía el control. /n los a-os que lle!aban !i!iendo 3untas 3amás ,erda !io a Uni de aquella manera como si toda la sensibilidad le saliera por los o3os y las manos que desataban su delantal de 0lores. —Uni2 "tienes al%ún problema$ "Te o0endí en al%o$ —y ba3o emocionada por la desconocida emoci+n de su ami%a—. Yo te admiro muco. Tu silencio. Tu secreto umano. Porque tú2 tienes tu secreto "!erdad$ Tú !i!es siempre para ti misma pero a la !e5 te enteras de todas las amar%uras de los demás. Yo no !i!o así. Yo !i!o para mí. #unca !i!í para nadie más. —"/stás2 muy enamorada de Marcel$ ,erda dio un salto. 1pret+ el pu-o y lo blandi+ en el aire. —#o lo sé. #o lo sé. 7tros ombres me icieron esas cosas pero Marcel a mí me parecía di0erente. —"Por qué era di0erente$ —pre%unt+ Uni con !o5 tenue—.
#> Pá%inas F?@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—,erda Marcel es2 es2 ,erda no la oía. Parecía disparada. ;e secaba las lá%rimas y ablaba al mismo tiempo. —4ablan de principios. Todos los que censuran ablan de esos principios que ellos tu!ieron. Pero2 "y quién no los tu!o$
#> Pá%inas FD@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—/s que2 me ale%ro me ale%ro de que sea tu marido. Ya no le odio. Pero por 0a!or tú ol!ídalo todo. Pilla entre tus manos esa 0elicidad que te o0rece Marcel. Yo sabía que él tenía al%o. )o sabía lo presentía. /ras tú tu recuerdo2 —Calla calla. —/s que ten%o %anas de llorar conti%o. 7 ni pienses que estoy en0adada. #o me duele ya2 te ase%uro que no me duele2
#o se le ocurri+ pensar que Marcel se atre!iera a tanto. 1l sonar el timbre ,erda dio un salto.
#> Pá%inas FF@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
Marcel ya estaba delante de Uni. )a miraba lar%amente sin que ella se mo!iera o parpadeara. —Yo me !oy —di3o ,erda presurosa buscando un abri%o por los respaldos de las sillas —. #o sé d+nde está mi abri%o. 1ora recuerdo que ten%o una cita2 ni2 no te importa "!erdad$ —#o te marces —di3o Uni con ansiedad ablando por primera !e5—. &uédate aquí. )o que Marcel y yo tenemos que decirnos2 puedes oírlo. Marcel miraba a una y a otra sin decir palabra. /speraba. &ue Uni y ,erda decidieran si esta última se quedaba o no. —#o puede ser Uni. Comprende. —Te pido2 ,erda no quería. #o por despeco ni dolor. 1 Uni nunca podría %uardarle rencor de nada. 1demás estaba se%ura de que ni Marcel ni Uni tenían la culpa de que ella su0riera. 4abía sido el destino y de poco !ale reprocarle a este último. —9ol!eré pronto —sonri+ aturdida—. Tal !e5 Marcel aún esté aquí. —Te pido2 ,erda iba acia la puerta. Caminaba presurosa. Uni 3unt+ las manos entre las rodillas. )as apret+ con desesperaci+n. —,erda2 /sta a%itaba la mano 3unto a la puerta. 1bri+ y se desli5+ acia el rellano cerrando de nue!o. Marcel cay+ pesadamente en una butaca 0rente a Uni. —<é3ala —murmur+—. /s me3or así2 Uni no tenía 0uer5as para reprocarle nada. #i para !ol!er a remo!er ceni5as. &uisiera cerrar los o3os y quedarse inm+!il allí con la cabe5a recostada en el sill+n y detener el cerebro muco tiempo. —/stu!e con madame Morton. )a !o5 de Marcel tenía como un silbido. Uni le!ant+ los o3os. ;e qued+ mirando a su marido con desesperaci+n. —"Por qué$
#> Pá%inas FG@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
;e detu!o. Mir+ a Marcel que se%uía sentado. —#o quiero !i!ir conti%o. #o puedo. "#o entiendes$ #o es que no quiera es que no puedo. "&ué puedo o0recerte ya$ "Mi desilusi+n$ "Mi amar%ura$ "Todas las reminiscencias de un pasado que doli+ tanto$
Marcel no se le!ant+ pero sus dedos se al5aron y asieron aquellos otros que caían desmayadamente a lo lar%o del cuerpo 0emenino. )os oprimi+.
#> Pá%inas FH@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
Uni se sacudi+. 1pret+ las dos manos en el bra5o del sill+n. —/s2 lo que no tendremos —di3o 0uerte—. /so no. #o sería capa5 de admitirte en mi !ida pri!ada2 con todas las consecuencias inerentes al matrimonio. Marcel se le!ant+. :ue acia ella. Tenía una epresi+n resi%nada en el rostro. Tan 0uerte tan !iolento y parecía imposible su mansedumbre. —/stá bien. 1dmito eso. Uni se !ol!i+ acia él con 0iere5a. —";abrás tú mantener !i!a una palabra$ "Cuándo aprendiste$ —Me aces reproces que no mere5co. Cierto que lucé para sacarte de aquella casa. Cierto que no era de mi a%rado la con!i!encia con tus padres. Todo eso lo recono5co. Pero piensa tú un poco y dime si al%una !e5 te 0alté a ti a ti.
#> Pá%inas FJ@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
1l acerlo trope5+ con Marcel. /ste intent+ atraerla acia sí pero los o3os de Uni 0i3os en él le mantu!ieron inm+!il.
#> Pá%inas FA@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
Yale apareci+ ante ella en el anco pasillo. 6ba tan abstraída que no se 0i3+ en la alta 0i%ura que caminaba a su encuentro. —Uni2 —72 —"Puede !enir un momento$ Ten%o que ablarle. )e si%ui+ como un aut+mata. )le!aba más de dos días lucando consi%o misma. #o tu!o ni siquiera ocasi+n de ablar a solas con madame Morton. Tal !e5 porque la dama no se la dio o tal !e5 porque ella no supo buscarla. Tampoco sabía nada de Marcel. Eeclamaci+n le%al no abía eco nin%una y pens+ en aquel instante al entrar en el despaco del doctor Yale si éste iba a participarle al%o re0erente a la reclamaci+n de su marido. Pero no no creía a Marcel capa5 de acer tal cosa y menos de que el doctor Yale conociera aquel secreto íntimo de su !ida. —;iéntate Uni. Ten%o que ablarte. Como sabes soy el encar%ado de controlar la edad de los ni-os que an de !i!ir en este centro. —#o me di%a usted que2 1rcer2 —/s lo que ten%o que decirte Uni. 1rcer tiene un tiempo limitado para salir de aquí.
#> Pá%inas FK@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—,racias doctor2 —#o2 quieres —di3o sin pre%untar. Uni mo!i+ la cabe5a de un lado a otro. —)o pensaré. #o en un matrimonio con usted doctor —di3o ao%adamente—. 1 eso ya di respuesta ace tiempo2 —"#o cambiarás tu modo de pensar$ —#o. —"4ay una ra5+n$ Mil ra5ones. Pero no estaba dispuesta a eponerlas. #adie le obli%aba ni nada a !olcar su !ida más íntima ante aquel doctor aunque éste la amase. —"Cuándo me contestarás$ —
#> Pá%inas GB@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
tasar eso 0ueran todos los i3os de 0amilia los míos no !i!ían con mis nueras. Y !i!en las respetan y las aman. Pero yo2 estorbo. —Usted es rica y sana. —Uni ya ablamos de eso. /s muy posible que si tus padres 0uesen ricos y sanos i%ualmente estorbarían a un ombre tan enamorado como Marcel. "/stá claro aora$ —Me abandon+. —;í querida. Para re%resar a tu lado tres meses después. —/so no lo sé yo. —/so debes creérselo a tu marido. Pero2 se me anto3a que no as !enido aquí a ablarme del pasado —re!ol!i+ en los papeles que tenía sobre la mesa—. ;upon%o que el doctor Yale ya te diría que 1rcer tiene que salir de este centro. —1 eso !enía. —"&ué decides$ Tienes tres meses2 para lle!arte a 1rcer. —6ré a !i!ir con Marcel. )a dama no respir+ apenas. Pero en su 0uero interno ubiera dado saltos de ale%ría. —
,erda estaba allí. #o se lamentaba en absoluto. ;e diría que su !ida se%uía siendo la de siempre. Y de eco lo era pero en su cora5+n eistía al%o distinto. 8unto a Uni abía aprendido a !i!ir moralmente me3or. 8unto a Marcel aprendi+ lo que era una consideraci+n2 Tal !e5 por eso estaba en casa a aquella ora de la noce. Cuando son+ el telé0ono ella lo a%arr+ primero pues Uni o3eaba una re!ista sin pasar las o3as. —
#> Pá%inas G@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
#> Pá%inas G?@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
Col%+. &ued+ un poco tensa. 8adeante. 9io a ,erda acercarse a ella. Ponerle una mano en el ombro. —4aces bien —susurr+ ,erda—. Yo me quedo muy sola otra !e5 pero tú2 aces bien. #o sabía si acía mal o bien. )o que sí sabía era que su i3o necesitaba aquel sacri0icio suyo. ,erda no sabía que tenía un i3o ni lo sabía nadie ecepto tres personas en la %uardería@casa@cuna. Y aquellas tres personas no lo dirían 3amás entre tanto ella no diera orden de que lo icieran. —Me iré ma-ana —di3o con !o5 ueca—. Tendrás que buscar una mucaca que te ayude a pa%ar esto. —#unca encontraré encontraré una mucaca mucaca como tú Uni. Uni. /stoy se%ura. 1prendí muco de ti.
#> Pá%inas GD@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
)lo!ía. Uni tenía el turno de las oco de la ma-ana asta las tres de la tarde. Comía en la %uardería. 1 !eces dos por semana acía el turno de noce con #icole. /sta no sabía que estaba casada. Y muco menos que pensaba de3ar el apartamento para irse ir se a !i!ir con su marido. Tampoco ,erda estaba en casa cuando ella cerr+ todas sus maletas y pidi+ un tai. #adie que la !iera podía decir que Uni *au estaba enloquecida. enloquecida. Pues lo estaba. ;us mo!imientos eran serenos. ;u !o5 al llamar al tai armoniosa y sin embar%o por dentro estaba deseca. ;ubi+ al tai sin una !acilaci+n. Y cuando quedaron cerradas en el portamaletas todas sus cosas mir+ la 0acada de la casa la calle anca llena de %ente y suspir+. &uedándose pe%ada pe%ada en una esquina del auto con las dos manos metidas en los %uantes. —
#> Pá%inas GF@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
Uni apret+ los labios. #o contest+. ;e i5o la tonta. /l taista no se atre!i+ a pre%untar de nue!o. —":alta muco$ —pre%unt+ ella con !o5 rara. —1 la !uelta de esta esta calle. Me paro paro delante de la %asolinera %asolinera "!erdad$ "!erdad$ —#o sé d+nde puede parar usted. usted. —/l piso tiene la entrada entrada por el otro lado. lado. —Pues entre por por aí. 1sí lo i5o. /l portero sali+ rápidamente y ayud+ al taista a meter el equipa3e en el montacar%as. montacar%as. —Ten%o la lla!e —di3o el portero entre%ándosela a Uni—. Monsieur Plisnier me la dio ará cosa de media ora. Ll no pudo estar aquí. Me3or. "
#> Pá%inas GG@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—)o tiene todo aquí se-ora. —,racias. Mucas2 %racias. —;i desea al%o más de mí2 —,racias —repiti+—.
1nocecía.
#> Pá%inas GH@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
;e lo a%radeci+. /ra lo que más temía. /l primer encuentro en el o%ar que iban a compartir de nue!o los dos. Pero si Marcel se comportaba con naturalidad las cosas para ella irían muco me3or. —"/stás aí Uni$ —le oy+ %ritar riendo como antes como si 3amás se ubiesen separado como cuando se casaron y aún no estorbaban los sue%ros—. /stoy quitándome la pelli5a. '&ué nocecita más 0ría y qué llu!ia más impertinente( 1pareci+ en la cocina en aquel instante. /u0+rico 0uertote lleno de !ida. 9istiendo un pantal+n %ris no muy plancado un 3ersey de cuello subido de color ne%ro de %ruesa lana. Mir+ a un lado y a otro como si 0i3arse en ella le estu!iera proibido. —"4ay de comer por aí$ "4as mirado en el 0ri%orí0ico$ —lo abría él como si Uni estu!iera en su casa todos los días durante una !ida casi entera—. 1ora mismo preparo yo unos 0iambres. ";abes si ay pan por aí$ )e mandé al portero que tra3era de todo pero ese tunante2 i%ual se ol!id+ —iba de un lado a otro buscando cosas—. ;í sí aquí tenemos pan. "<+nde abrá metido ese tipo la cer!e5a$ Uni se encontr+ diciendo sin darse cuentaN —/stá aba3o en el 0ri%orí0ico. —7 es !erdad2 Una cena suculenta. "#o te sientas$ 1quella naturalidad de Marcel produ3o en ella una íntima emoci+n. Como un aut+mata se sent+ y desple%+ el mantel que estaba doblado en el centro de la mesa. —/stupendo —decía Marcel como si todos los días repitiera aquella escena—. "&uieres 3am+n o pre0ieres queso$ ")as dos cosas$ —se ec+ a reír a lo bruto como él acía siempre—. 'Yo ten%o un ambre de lobo( 6ma%ínate. Todo el día en la %asolinera arreando a los mucacos —se al5+ de ombros al tiempo de sentarse ante la mesa llena de comestibles —. ";abes lo &ue te di%o$ Tiene ra5+n el re0ránN Q4acienda tu amo te atienda.R "Conocías el re0rán$ —y lue%o sin esperar respuesta llenando con su cácara natural el !acío o el ueco de aquella !ida de Uni desconcertada—. #o importa. /s un re0rán !ie3ísimo con una l+%ica aplastante. ";abes cuánto saqué yo este a-o$ Pa%ué las últimas letras a primeros de a-o y aora que ya está terminado ten%o un ne%ocio de compra y !enta de autos con un ami%o. )a cosa !a bien —le ser!ía cer!e5a al tiempo que ablaba. )ue%o le prepar+ un bocadillo—. Come. "#o tienes apetito$ —)o ten%o —se encontr+ diciendo casi con naturalidad. —/stupendo. #o ay me3or placer que ese comer cuando se tiene ambre. "#unca lo as descubierto$ —la miraba con sua!idad demostrando que era tal !e5 más espiritual de lo que parecía—. Yo sí. 4e pasado ambre. Muca ambre. ;e ec+ a reír y empe5+ a comer.
#> Pá%inas GJ@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—';i estoy acostumbrado( —decía 0eli5—. ;i yo nunca como por los autoser!icios. Me arre%lo aquí. Pre0iero una comida 0ría a meterme en esos sitios donde se comen las sobras de los demás.
#> Pá%inas GA@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
#o tenía nada que decir. #ada que reprocar. ;e sentía como pillada en 0alta. Como si 0uera ella la culpable de aquella separaci+n matrimonial. 1sí llenaba Marcel todo el o%ar. 1sí acía natural la nue!a con!i!encia. &uisiera tener moti!o para %ritar para uir de nue!o para reprocarle todo lo que su0ri+ en aquella soledad de aquellos a-os. Pero no. #o podía. Porque Marcel no daba moti!os para ello. )o reco%i+ todo y después al5+ los bra5os riendo de3ándolos caer de nue!o a lo lar%o del cuerpo. —Una buena cena "e$ "&ué te parece si aora 0uéramos a !er la tele!isi+n al living $ "7 pre0ieres acostarte$ "4as ele%ido cuarto$ —;í. —/stupendo. /l que quieras "e$ —di3o riendo de nue!o abriendo su boca entera enorme ense-ando la ilera de sus blancos dientes—. 4ay uno me3or que los demás. /se para ti. Yo me arre%lo donde quiera —y sin esperar respuesta abriendo la puerta—. Pasa. 6remos al living . Pas+ como un aut+mata. Con su !estido bei%e con estampado en marr+n y amarillo. ;us 5apatos marr+n y aquel aire de ni-a coibida que le daba su misma mirada un poco asustada. /lla pens+ que tendría que re-ir con Marcel. :renarlo discutir. Pero Marcel parecía aber !i!ido con ella toda la !ida. Me3or aún que cuando se casaron porque en aquella época ella era una ni-a y Marcel se desesperaba por !i!ir solo con ella2 —Tú ya sabes —decía Marcel deteniendo sus pensamientos y encendiendo el tele!isor —. /s tu casa. Cuando quieras al%o de mí me lo dices. Yo no ten%o necesidad de ad!ertirte de nue!o que te amo que estoy deseando ser dicoso conti%o. Tú ya sabes2 —;é. —/stamos conociéndonos de nue!o "no es eso$ —reía con aquella risa suya tan 0amiliar que cada !e5 se acía si cabe aún más 0amiliar—. ;omos muy buenos ami%os. "#o te parece$ —se derrumb+ en una butaca bastante le3os de ella—. ;iéntate. Uni. /so es. "&uieres tomar una copa$ "#o$ 1ora puedo o0recerte de todo. #o es que sea millonario "e$ Pero encontré mi camino.
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Corín Tellado – Te busqué siempre
—#o te preocupes del relo3. Te llamaré yo. —,racias. Marcel. —
:ueron días orribles !i!iendo una comedia.
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Corín Tellado – Te busqué siempre
Todas las ma-anas se encontraba con madame Morton. Y cada ma-ana los o3os de la dama la escudri-aban. 4uía de aquella mirada. #adie podía ima%inar ni siquiera madame Morton lo que ella estaba su0riendo !i!iendo en el piso de Marcel de nue!o que s+lo re0le3aba en sus o3os lo que sentía pero que en cambio sus 0rases eran las más !acías y las más absurdas que se podían ima%inar. Todo se%uía i%ual. Por las noces acía ella la comida. )a tenía dispuesta cuando lle%aba Marcel. Comían 3untos. 4ablaban de todo. 1 !eces los dedos de Marcel iban acia los suyos pero antes de lle%ar se retiraban con 0iere5a. 7tras !eces en aquellos silencios en el living que resultaban interminables e insoportables. )os encuentros en el pasillo por la ma-ana. )a tesitura suya. )a ansiedad insoportable de Marcel. )as miradas que se cru5aban. )os silencios que eran más elocuentes que las palabras. Y las noces que ella pasaba 0uera. /ra como una a%onía para Marcel. #o acía 0alta que lo di3era se le !eía en los cruces que marcaban su 0rente cuando ella re%resaba al amanecer. ;iempre lo encontraba allí sentado en la cocina ante una ta5a de ca0é 0río que casi siempre estaba intacto. 1sí días y días2 #unca se atre!ía a pre%untarse a sí misma qué sentía por Marcel y dentro de aquel casi mudo o%ar. Pero no acía 0alta. Contra todo y contra todos sentía en su alma una 0alta total de rencor. "C+mo podía ella ol!idar aquel abandono$ /l dolor de sus padres su soledad2 Pues era así. Contra todo prop+sito no recordaba con rencor tales momentos. Pensando en todo aquello de3aba la %uardería aquella ma-ana a las siete en punto. 4acía un 0río orrible y llo!ía. #o encontraría un tai libre por los contornos estaba se%ura. Mir+ a #icole y di3o 0rotándose las manosN —Yo me quedo —di3o #icole—. #adie me espera. )a mir+ 0i3amente. "1caso sabía #icole que a ella la esperaba un marido$ #o era posible. Madame Morton no lo di3o a nadie. /lla 3amás ablaba de sí misma. —Tú !ete si quieres —a-adi+ #icole retrocediendo acia el interior del !estíbulo—. Yo no atra!ieso la calle a esta ora y con este 0río. /lla tenía que ir.
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Marcel. "Marcel$ ;í era Marcel. /staba sentado ante el !olante cubierta la cabe5a con una !isera el cuello de la pelli5a subido y las manos en%uantadas. 1l !erla aparecer abri+ la porte5uela. Uni no di3o nada. ;e desli5+ dentro se apret+ en el asiento 3unt+ las manos ba3o la barbilla. —#o debiste !enir —di3o ba3o. Marcel puso el auto en marca. —"Cuándo de3arás eso$ —pre%unt+ roncamente—. Me muero2 cada !e5 que pasas una noce 0uera. —/s2 mi deber. —Me duele ese deber. #o lo necesitas. 4ablaba como un marido celoso. ;e%uro que no podía remediarlo. Ll bien quisiera pero no era posible. —/stoy yo aquí —a-adi+ al rato—. Ten%o dinero para mantenerte. "Y 1rcer$ "&ué diría él si supiera que allí dentro entre aquellas paredes estaba su i3o$ Un día tendría que decírselo. :altaban dos meses2 /n ellos tenía que decidir el por!enir de 1rcer y estaba decidido ya. ;e men%u+ más en el abri%o en el rinc+n del auto. ;úbitamente Marcel desli5+ una mano en%uantada acia las suyas. )a apret+ con ansiedad. Por primera !e5. Uni sinti+ la necesidad de aquella protecci+n masculina tanto que no 0ue capa5 de retirar su mano. 1sí lle%aron a casa. 1sí la ayud+ él a descender del auto y así prote%iéndola ba3o el para%uas la acompa-+ asta el portal. —;ubiré conti%o. Te aré ca0é. /ra demasiado. #o quería.
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Corín Tellado – Te busqué siempre
:ue al lle%ar a casa. 1l abrir la puerta con su lla!e empu3arla sua!emente acia el interior. Un sua!e calorcillo la recon0ort+. 1l %irar trope5+ con Marcel. #i uno ni otro supieron por qué ocurri+. ;e%uramente porque los dos por la misma causa que no se con0esaban uno a otro lo necesitaban. Marcel la a%arr+ inopinadamente por un bra5o. #o pudo uirle. )a bes+ lar%amente. &ued+ un poco 3adeante cuando Marcel a0lo3+ su abra5o. &uiso mirarlo. 7 no quiso. #o lo supo a ciencia cierta. Marcel se iba. Calaba la !isera con 0iero ademán. )e!antaba el cuello de la pelli5a aún más. /lla quisiera decirle un mont+n de cosas pero estaba enco%ida en una esquina del all sin decir palabra. 9eía la espalda de Marcel en la puerta y sus manos sin %uantes ur%ando en los bolsillos como buscando al%o. —Marcel2 ;e 0ue sin responder. #o oy+ el 5umbido del ascensor pero sí sus pasos recios perderse escaleras aba3o. &uedándose allí con la cara oculta entre las manos. Y después al rato como un aut+mata se diri%i+ a su cuarto. Tenía la boca elada. Y unos deseos indescriptibles de tomar al%o caliente. 1l%o como los besos de Marcel. 1l%o dulce sua!e y amar%o al mismo tiempo. Pero no podía. Por eso se 0ue directamente a su cuarto y se de3+ caer en el leco como un 0ardo. "&ué sentía$ "Todo lo que sinti+ cuando empe5+ a conocer a Marcel y 0ue suya$ ;u mu3er. ')a mu3er de Marcel( 1pret+ las sienes. &uisiera sentir rencor. Eecordar uno por uno los días que !i!i+ sola con sus padres moribundos con el i3o que ocultaba en sus entra-as con aquellos terribles días después de la muerte de sus padres con aquella lar%a !isi+n en torno sin un panorama concreto. Pero no podía. ;e a%it+ en el leco. Trat+ de meterse entre las ropas !estida y todo pero qued+ suspensa temblando cuando oy+ de nue!o la lla!e en la cerradura. /c+ los pies a tierra y qued+ sentada en el borde de su leco. 1manecía. /l día empe5aba a aclarar.
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Un día %ris de3ando caer el a%ua que %olpeaba sin piedad en las persianas. 1%uard+ aún. #ada. 7ía un ruido apa%ado en la cocina o en el living . Y después al rato2 —"Puedo pasar Uni$ )a !o5 de Marcel sua!e y ronca a la !e5. 1quella !o5 que nadie podía ima%inar saliera de un cuerpo tan 0uerte como el de Marcel. —Pa2 pasa. Marcel empu3+ la puerta con el ombro. ;u sonrisa de ni-o %rande un poco aturdida en los o3os y en los labios. —Pensé que no entrarías en la cocina y subí a calentarte ca0é. #o quería. #o quería porque la desarmaba más. Porque la !encía. Porque se !eía a sí misma como un peque-o monstruo 0emenino cerrando las puertas de su intimidad al ombre que pese a todo más la merecía. —#o debiste2 no debiste2 molestarte. Marcel como la cosa más natural del mundo ponía delante de ella la bande3a con el desayuno. —4ace un 0río ne%ro —0ar0ull+ con su !o5arr+n de !aquero !estido de paisano normal —. 1l lle%ar a la o0icina de la %asolinera penséN Q1quélla se acuesta y no toma nadaR. Pues yo e subido por eso. —,ra2 %racias. —1nda t+mate el ca0é. 1quel beso. 1quel lar%o beso. Como si no se lo diera nunca. ;í así era la epresi+n de Marcel. Como si 3amás la besara y aquello tu!iera lu%ar todos los días2 Con mano inse%ura tom+ el ca0é. Y después puso la ta5a !acía en la bande3a. Eespir+ 0uerte. —Me2 me2 siento bien. —Me ale%ro. 1ora acuéstate —y de súbito con la mayor naturalidad como si lo iciera todos los días y acía cinco a-os que no lo acía—. "Te ayudo a des!estirte$ Uni *au enro3eci+. Como si 3amás tu!iera un marido. Como si su amor por aquel marido no 0uese un poco loco en su misma loca 3u!entud. Como si por primera !e5 un ombre la besara y la mirara. —#o —susurr+ coibida—. ,racias Marcel. —Pues acuéstate tú —di3o él abrumadoramente normal— y no te le!antes en todo el día. "#o tienes que ir a la %uardería$ Me3or. Yo subiré temprano y aré la comida. Y la cena la mandaré subir del bar.
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—"Por qué eres2 así2 conmi%o que nada2 nada te doy$ Marcel car%+ la bande3a como un camarero. /ra %rotesca su 0i%ura en0undada en la pelli5a con la bande3a entre las manos y la !isera aun puesta. —/s que te quiero Uni. /so ya lo sabes tú. ;e 0ue.
/staba muy cansada. Por eso se durmi+ muy pro0undamente. Con el calor de aquel beso y aquel ca0é en la boca con la mente !acía sin problemas con la se%uridad de ser respetada y la certidumbre de ser querida. 1sí se durmi+ y así la despert+ el ruido de la cocina. ;e tir+ del leco despa!orida. "&ué ora sería$ =usc+ el relo3. )as dos en punto de la tarde. =usc+ las cinelas y la bata y tras cal5arse unas y ponerse la otra atando el cord+n de la bata de 0elpa corta asta las rodillas asomando los pantalones del pi3ama a5ul celeste se acerc+ al tocador y se cepill+ el cabello. 6nmediatamente después sali+ de su cuarto y atra!es+ el pasillo. &uedándose en!arada en el umbral de la cocina. Marcel canturreaba. Tenía puesto un delantal en torno a la cintura. )as man%as del 3ersey ne%ro arreman%adas y cosa curiosa y %rotesca no se abía quitado la !isera. 1l sentir a su mu3er dio la !uelta en redondo con la sartén entre las manos. &uedándose un poco suspenso. ;us o3os se a%itaron parpadeantes. —
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Uni se qued+ muda suspensa. )a !o5 de Marcel era demasiado ronca. —Marcel2 —9ete —di3o él—. 9ete. Uni retrocedi+ un paso y qued+ pe%ada al marco con las dos manos crispadas en la espalda. 1l %irar Marcel sus o3os parecían ocultarse ba3o el peso de los párpados. ;in duda la !io mucas !eces así por los pasillos de pasada nada más. 9erla en aquel instante en la cocina !estida de aquella manera2 él no lo resistiría. Por eso roncamente !ol!i+ a decir. —Por 0a!or2 !ete a cambiarte. #o supo por qué Uni sali+ a paso lar%o. Con las dos manos aun en la espalda. Crispadas 0rías. Como un aut+mata busc+ su cuarto y así se meti+ en el ba-o y así se !isti+. Puso una 0alda y un suéter. Cepill+ de nue!o el cabello y sin pintura en el rostro 0resca y sua!e se diri%i+ de nue!o a la cocina con la certidumbre de que Marcel la miraría de otra manera. Pero Marcel cocinaba sin canturrear. #o tenía la !isera puesta ni el delantal y sus dedos al dar la !uelta a la tortilla de 3am+n tenían un li%ero temblor. —Parece que aora ya no sé cocinar —0ar0ull+ oyéndola pero sin mirarla. —Termino yo. Tú puedes ir a la salita a leer el peri+dico. —Me %usta la cocina. ;e !ol!i+ acia ella. ;e ec+ a reír con aquella risa suya que ocultaba mucas cosas. /ra como si la risa en su boca 0uese un preteto una ocultaci+n a tantos sentimientos doble%ados. —/sta tarde —di3o él de repente buscando el rinc+n de la cocina donde siempre se sentaba— me la tomo libre. /s sábado. "&ué te parece si 0uéramos los dos a cenar por aí$ #unca abía ido. Cuando se casaron porque no tenía dinero para tales dispendios o mucas !eces porque pre0erían la intimidad de su alcoba y la impetuosidad de su amor.
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—Mar2 Marcel2
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—&uita quita —di3o y le parecía imposible que su !o5 saliera tan tenue de sus labios —. Por 0a!or Marcel. )a detenía allí en sus rodillas 3u%uet+n y sarcástico dentro de un sarcasmo lleno de sua!e ternura. )e alisaba los cabellos con una mano mientras que con la otra la cerraba por la cintura. ;u !o5 cosquilleaba en el oído 0emenino y sus dedos como si no pudieran estarse quietos oscilaban en la cintura subiendo acia el peco. —Marcel te pido2 —#o soy tan 0eo Uni —decía Marcel emocionado pero ocultando su emoci+n ba3o una risa muy ronca—. Cuando tenías diecisiete a-os y yo !einticinco te %usté. ")o recuerdas$ Te %ustaba muco. #os !eíamos así a escondidas. Tú salías del 6nstituto y yo de mi 0ábrica de ierros2 "Te acuerdas$ ;iempre me decíasN Q4as de cortarte bien las u-as Marcel. )as tienes un poco ne%rasR. Yo me las cortaba de tal manera que después me dolían las yemas de los dedos. &uedándose inm+!il en sus rodillas. Pero estaba como tensa. Marcel súbitamente la solt+. —Ya sé que no estás a %usto en mis rodillas —susurr+ como dolido—. Ya lo sé. Uni quedándose inm+!il muy dereca 3unto a él. —#o es2 eso. —#o Uni. Ya sé. Marcel parecía triste. Casi en!e3eci+ de repente. Pero Uni de súbito desli5+ la mano y alis+ los cabellos de Marcel que la !isera al ser quitada bruscamente abía alborotado. —Perdona Marcel. #o me re0ería a tu 0ísico.
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—#o. #unca Marcel. 4abía que creerla. Conocía demasiado a Uni para ima%inarla mintiendo. —6%ual2 no me crees. Marcel le quit+ la 0uente de las manos y la deposit+ en la mesa. —9amos a comer. —"#o me crees$ —;í —a0irm+ rotundo—. Te creo. Tendría que no conocerte y te cono5co. 4ace muco tiempo que no te siento 3unto a mí pero no me ol!idé nunca de c+mo eres. 1l ablar le asía una mano por el aire y la lle!aba a la boca. —Mira —di3o riendo—. 1sí acen los caballeros con las damas. "&ué te parece Uni$ —/stás un poco loco. —;í. Cada !e5 que ba3o a la o0icina y me pon%o a re-ir con los mucacos de mi %asolinera recuerdo que te ten%o en casa y me pon%o contento y de3o de re-ir. "9es qué simple$ #o soy un caballero pero yo pienso que no ace 0alta serlo para respetar a una dama. "#o te parece$ —;iéntate. —Tú primero. —Marcel c+mo eres. )a mir+ ce%ador. —"#o sabes c+mo soy$ /lla se a%it+. ;e estremeci+ de pies a cabe5a. )o sabía. 4acía muco tiempo que lo tenía ol!idado y de repente al !i!ir con él2 lo recordaba todo. /ra turbador recordar c+mo era Marcel. Por eso la intimidad a su lado era casi2 conmo!edora. —;iéntate —susurr+ aturdida sin responder. Marcel lo i5o. ;e le acerc+ por la espalda y así pe%ado a ella sin tocarla con las manos le meti+ la cabe5a en la %ar%anta y la bes+ 3unto a la barbilla. —Mar2 Marcel. —;í sí. 9oy a comer. Comieron. Como intimidados. Como si ambos pretendieran des!iar la con!ersaci+n muy le3os de lo que ambos sentían en realidad. Uni abl+ de la %uardería. Pá%inas HK@AB
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—;e lo !oy a decir oy. Madame Morton le apret+ la mano. )o i5o con una inmensa ternura. —;í sí Uni. 1sí tienes que acer. —/s que2 —"4as comprendido$ =a3+ los o3os. )e daba !er%en5a ablar de ella y de Marcel. Pero con la única persona que podía acerlo era con madame Morton. Como si !i!iera su madre y le eplicara2 ;ería consolador poderle decir a su madre. —;í. )e comprendo ya. Marcel nunca de3+ de quererme. —"Y tú$ )a miraba con 0i3e5a. —Yo2 —
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/ra cierto. #o lo necesitaba. /staba dentro. /ra2 una !erdad que estaba bien dentro. 1mbas se allaban en el despaco de madame Morton. /ran las cuatro de la tarde. /lla lo pens+ muco antes de decidirse. Pero estaba allí. 1 al%uien tenía que decírselo. Primero 0ue a buscar a ,erda y la portera de la casa le di3o que ,erda se abía ido del apartamento acía más de dos semanas. ;e abía ido al =rasil con una casa de modas. ;e%uro que no se 0ue con la casa de modas pero al%o abía que decirle a la portera. ,erda era así. Un día abía caído y se%uía cayendo y cayendo porque nadie tenía !alor para le!antarla y ella sola no podía. —Uni2 1bri+ los o3os y mir+ a madame Morton. – —;í madame. —"/n qué pensabas$ —/n una ami%a. Pero no importa. 4e !enido a decirle que le !oy a con0esar a Marcel lo de nuestro i3o. /s posible que !en%amos a buscarlo ma-ana o pasado2 #o sé. /sta noce sal%o con él por aí. #o sé ad+nde. "&ué más da$ 9oy con él. —Uni sin rencor. "Eencor$ "Podía quedar al%o dentro$ #ada. #ada en absoluto. —;in rencor. —Te creo —a%arr+ su mano por encima del tablero de la mesa—. #o temas. #adie sabrá 3amás lo que pas+. —/s que no pienso !ol!er. Marcel su0re cada !e5 que ten%o que quedarme aquí. #o ten%o dereco2 a sacri0icarlo así. —/so me %usta Uni. Me %usta muco. —<í%ale a 1rcer que ma-ana o pasado !ol!eré y se irá conmi%o. <í%ale que le !oy a lle!ar a casa. —)e di%o2 que eres su madre. —#o no2 ;e lo diré yo a Marcel. #o sé. —
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Corín Tellado – Te busqué siempre
—#unca —di3o con acento ao%ado—. ;é que nunca2 ;alimos esta noce —a-adi+ como si aquello le obsesionara—. Marcel y yo salimos por primera !e5. #i de casados pudimos salir. #o teníamos dinero2 —Tampoco oy saldrás y lo tienes Uni. )a mir+ asombrada. —9erás c+mo no sales —ri+ la dama enternecida—. 9erás !erás2 Tenía ra5+n madame. Pero en aquel momento Uni abía perdido el ábito matrimonial y no se daba cuenta de por qué lo ase%uraba madame.
#> Pá%inas J?@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
4acía un 0río intenso. Uni *au entr+ en su casa la casa que compartía con su marido 0rotándose las manos. 1l !erse en el peque-o all sinti+ una súbita sensaci+n de %o5o. Mir+ en torno con los o3os muy abiertos. /ra como si por primera !e5 pisara aquel o%ar y al%uien la empu3arla acia él le ad!irtiera que era suyo. Y ella sinti+ una íntima ale%ría indescriptible al comprobar que en e0ecto le pertenecía.
#> Pá%inas JD@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
Marcel se recost+ en el umbral. &uedándose en!arado al%o con0uso con los o3os brillantes 0i3os en ella. —#o estoy2 lista aun. Marcel no sabía qué decir. )a !erdad es que si bien Uni era su esposa acía muco tiempo que no la !eía !estida así2 1sí tan íntimamente. —Marcel2 —se aturdi+ ba3o la mirada de su marido—. /staré2 en se%uida. Marcel empe5+ a reír. /l recurso de su risa que ocultaba mil emociones 3untas y atropelladas. —"&ué te pare5co yo$ /stoy sucísimo. 4emos tenido2 —trataba de ablar con naturalidad sin mo!erse del umbral— unas a!erías aba3o de en!er%adura. Pero ya pas+ todo. #ecesito un ba-o con deter%ente —ri+ 0lemático. —9ete pues. —";aldremos$ —"#o2 lo as dico tú$ Marcel mo!i+ su poderosa cabe5a. 1ún tenía la !isera puesta y el 5amarr+n de cuero con cuello lar%o de pelusa. Tenía las dos manos metidas en los bolsillos ladeados y sus o3os ba3o el peso de los párpados despedían un brillo acariciante. —#o !ale que s+lo lo di%a yo Uni. "#o te as dado cuenta aún de eso$ —a!an5aba casi sin darse cuenta—. Yo quiero que las cosas las desees tú. ;i tú deseas salir salimos pero si no lo deseas2 —quit+ una mano del bolsillo y como si no se percatara él mismo de lo que acía la ele!+ y la de3+ caer en los lisos cabellos su mu3er—. Parece seda —di3o como aturdido—.
#> Pá%inas JF@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
—;í. Pero se%uía allí.
)e oy+ canturrear en el ba-o conti%uo. 7y+ el 5umbido de la máquina de a0eitar y el corro del a%ua al caer en el la!abo. Pero no pudo mo!erse. Pensaba que tenía que !estirse pero la !erdad es que no era capa5 de le!antarse del taburete. —6remos a bailar —%ritaba Marcel a tra!és del tabique—. "&ué te parece$ —#o2 sabré. —Te ense-aré yo. Y riendo. —;erá %rato !ol!er a empe5ar. ";abes Uni2$ /sper+ que continuara pero Marcel i5o su aparici+n por la puerta de la alcoba en0undado en los pantalones del tra3e de un %ris oscuro. /l t+ra al descubierto y el cabello aún úmedo resbalando unas %otas por la 0rente. Tenía el peine en la mano y lo le!antaba acia la cabe5a. 1l !er a Uni en el mismo sitio qued+ con el peine en alto y la mirada asustada. —"1ún estás aí$ Uni se a%it+ en el taburete.
#> Pá%inas JG@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
ob3eti!o y lo mani0iestan así. Me acerco y te miroN Q/stás colosal cica. Me parece que a tu lado puedo pasar un rato a%radable. 7ye "qué tal lo pasarías tú al mío$R —Marcel2 —Pero yo soy un ombre casado —di3o Marcel sin sarcasmo %ra!emente—. Y por eso le pre%unto a mi mu3er —la le!antaba y la acercaba a su peco desnudo—. "&uieres que probemos a bailar aquí$ —#o2 no Marcel. Marcel ya no decía nada. #o podía decir nada. 1l acercarla a su peco ol!id+ que estaba ablando. Con una ternura que parecía impropia de su corpac+n la dobl+ en su peco le busc+ los o3os. —Marcel —musit+ Uni entrecortadamente—. Marcel. Marcel la acariciaba y la miraba como si 0uese una cría peque-ísima. Parecía que tenía miedo a tocarla. /ra su mu3er y la adoraba. 1lisándole el cabello con una mano buceaba en los ne%ros o3os con ansiedad. :ue simple el mo!imiento de Uni. ;imple y necesario. ;e oprimi+ instinti!amente contra él y así débil y bonita le!ant+ los bra5os y le rode+ el cuello.
#> Pá%inas JH@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
1manecía. )a !o5 de Uni tenía como un silbido ao%ado. —#o te di3e nada. #o podía decírtelo asta saber2 asta saber2 —Uni —%rit+ Marcel ansiosamente—. "C+mo as podido callarlo$ "C+mo as podido tanto tiempo$ —Tenía miedo —casi sollo5aba Uni. Marcel la apretaba contra sí. Tan poderoso. Tan brutote en apariencia y para amar a Uni era el ser más delicado y tierno del mundo. —Uni querida2 un i3o2 "Por qué te 0uiste$ ";abiendo que ibas a tener un i3o por qué no me esperaste$ —Tú me abías abandonado. — Pá%inas JJ@AB
Corín Tellado – Te busqué siempre
6ma%ínate. Yo siempre 0ui un mucaco sacri0icado y si bien no en!idié a los poderosos mucas !eces me quedaba absorto mirando a esos ni-os que lo tienen todo que !an en auto que !isten impecablemente que !an de la mano de sus padres saltando 0elicísimos. /so sí lo miré Uni y lo ecé de menos. Mi i3o no ecará nada de menos. Podrá tener auto y buenos !estidos y podrá ir también de la mano nuestra de sus padres. "9es por qué estoy tan emocionado$ —#o sé —susurr+ ella a punto de sollo5ar— c+mo pude ser tan dura conti%o Marcel querido. #o me lo eplico. —Tenía que ser así. Para que nos conociéramos me3or tenía que ser así —de repente se ol!id+ de su i3o y mir+ a Uni con anelante ansiedad—. Te quiero Uni. #unca de3é de quererte. Tú no sabes lo que yo su0rí antes de irme. Yo quiero dártelo todo. 'Todo( 1ntes también quería. Y no podía darte nada. Y lo poco que te daba no ser!ía para ti porque tú lo %astabas para tus padres. /so es natural pero era a la !e5 terrible para mí. Porque mientras tú carecías de todo por tus padres no ibas a acerles nada. '#ada( ;e iban a morir i%ual. "/ntiendes eso$ #o no lo entiendes. #o ay nadie capa5 de entender eso. Yo su0rí y salí de aquella casa tratando de buscar una soluci+n. #o la encontré y !ol!í a tu lado. —Calla Marcel. —/s que aunque me calle lo ten%o aquí. 1quí2 /s como una pesadilla. Tú no sabes lo que es buscar a un ser querido y no allarlo. Tú no sabes lo que es eso. Yo me !eía como un monstruo y !i!ía desamparado. Por eso traba3é tanto y por eso traté de acer al%ún dinero. Tú no sabes las cosas que yo ice. 4asta tra0iqué con dro%as durante al%ún tiempo pero aquello era odioso para mi conciencia y pensé que era me3or morir pobre que condenado y lo de3é. )ue%o empecé con otra cosa. —Marcel2 /ra ella la que lo besaba. )a que buscaba sus labios y se quedaba ba3o sus besos silenciosa muco tiempo. /mpe5aba a aclarar el día. /n un momento inesperado. Uni uy+ de allí y se col%+ del telé0ono. —Uni —%ritaba Marcel—. Uni2 —9oy aora. 9oy2 !oy2 1l rato apareci+ de nue!o. Eeco%i+ la bata del suelo y se la puso y sus o3os parecían despedir cispitas doradas. —Madame Morton traerá a 1rcer. Marcel. 1nda le!ántate. Tenemos que prepararnos para recibir a nuestro i3o2
Marcel andaba por la casa como si le pusieran dinamita en los pies. Tan pronto estaba en la puerta de la calle como en la cocina donde una Uni deliciosa con una tibia sonrisa en los labios preparaba ca0é. —#o acaban de lle%ar Uni. —#o seas impaciente.
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Corín Tellado – Te busqué siempre
—)o dices así porque tú lo !eías todos los días. Pero yo no lo cono5co Uni. "#o te das cuenta$ —Claro que sí. /s como tú Marcel. Tu pelo lacio tus o3os a5ules tu sonrisa impertinente. #i encar%ado así sería más eacto. —';ube el ascensor( —%rit+ Marcel precipitándose a la puerta. Casi en se%uida son+ un timbre. Marcel abri+. #o mir+ a madame Morton. '7 no( Mir+ al crío que iba de la mano de la dama. 1rcer era el !i!o retrato de su padre y miraba con o3os a%udos al mocet+n aquel que se arrodillaba en el suelo y quedaba a su altura. —1rcer —decía aquel mocet+n con !o5 que al ni-o se le anto3aba muy rara—. "C+mo estás$ 1rcer era un cico muy bien educado. —/stoy bien se-or. "Y usted$ Uni ya estaba allí. 1rcer al !erla de3+ de 0i3arse en el mocet+n arrodillado. Corri+ acia ella %ritandoN —'Uni Uni2( Madame Morton no pas+ del umbral. 4i5o un arco con la mano emiti+ una sonrisa sabia y sali+ cerrando de nue!o. Marcel sin ponerse en pie 0ue de rodillas acia el %rupo 0ormado por su mu3er y su i3o. Marcel tenía los o3os brillantes y al%o le resbalaba por la me3illa. —Uni este se-or2 —";abes 1rcer$ /ste se-or que está tan emocionado es tu papá2 1rcer dio un salto. —"Mi qué$ —Tu papá. —"Y mi mamá$ Marcel ya lo tenía apretado en sus bra5os y decía un mont+n de cosas raras. )loraba y ablaba a la !e5 y 1rcer sinti+ como si se le pusiera un nudo en la %ar%anta. —Uni2 —%imi+—. Papá está2 está2 llorando —y después ansiosamente—. Y tú Uni también también2 —Y tú 1rcer —di3o Uni abra5ándose a su marido y a su i3o—. Tú también estás llorando. )loraban los tres y así se quedaron allí muco tiempo de rodillas en la al0ombra del pasillo apretados los tres. Más tarde. Marcel sentaba a 1rcer en sus rodillas ya en el interior del living y le decía a0anosamente sorbiendo las lá%rimasN
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