Técnicas para mejorar la atención Nuestro cerebro, como ya me habrás escuchado decir más de una vez si me has venido siguiendo, funciona de una forma similar a nuestros músculos. Necesita ser estimulado, ejercitado y entrenado para mantenerse en “forma”. Así pues, todas nuestras habilidades mentales, entre ellas nuestra capacidad de prestar atención a los detalles, pueden ser aprendidas, desarrolladas y mejoradas con la práctica y un poco de esfuerzo voluntario por nuestra parte. Para atender un objeto y todos sus detalles debemos detenernos en él, y observarlo de forma activa y participativa, es decir, interaccionar con él.
1. Presta atención al estímulo correcto Debes ser capaz de seleccionar esa información que sea relevante o de tu interés (los estímulos diana). Para trabajar esta atención selectiva puedes realizar un ejercicio en el que debas seleccionar un estímulo frente otros muchos estímulos distintos. Por ejemplo, mediante una figura como la que se muestra a continuación, donde vemos un conjunto de estímulos distintos: letras vocales, letras consonantes, números. El ejercicio consistiría en encontrar lo más rápido posible: -Todas las letras T que contenga la figura. -Todas los números 4 que contenga la figura. -Todas las letras K que contenga la imagen.
2. Distingue estímulos muy similares Otra actividad muy útil para trabajar la atención selectiva es aprender a distinguir estímulos que puedan ser muy similares o prácticamente idénticos, pero que contengan alguna diferencia. De este modo, no solo estarías aprendiendo a seleccionar adecuadamente esos estímulos a los que les quieres prestar atención y a apartar todos aquellos que sean distintos, sino que estarías aprendiendo a focalizar tu atención sobre los detalles de los estímulos diana. Para hacerlo, una actividad eficaz son los típicos ejercicios de encontrar las diferencias entre dos dibujos prácticamente idénticos.
3. Diferencia los estímulos del estímulo Fijarnos en un solo estímulo no es suficiente, ya que el ser humano tiene tendencia a fijarse en aspectos generalmente grandes, y a veces obviamos que cada uno de esos estímulos tiene muchos detalles que no podemos pasar por alto. Un ejercicio para practicarlo es el siguiente: Ante esta tabla, debes encontrar en cada fila, el número que sea igual al que aparece en la izquierda de todo. Si nos fijamos en la primera línea, el número 82325 está repetido solo una vez (en la tercera columna), pero los demás tienen números parecidos: el 8 y el 2 están en todas las columnas, el 3 en la segun da tercera y cuarta… Si realizáramos esta tarea de la misma forma que podemos escuchar a nuestro compañero de trabajo sin fijarnos en exceso en sus palabras, nos podríamos equivocar y marcar otro número. En cambio, si realizamos un mayor esfuerzo de concentración lo haremos correctamente.
4. Acostúmbrate a trabajar con dos estímulos Del mismo modo que es importante poder centrar tu atención en un solo estímulo relevante, lo es poder centrarla en dos. Y es que cuando aprendes a focalizar tu atención, no debes hacerlo solo ante un estímulo, sino sobre dos o más. Con esta tarea en la que focalizas tu atención en dos estímulos, por un lado aprendes a seleccionar una cantidad pequeña de estímulos a los que prestar atención eludiendo a los demás, y por otro lado aprendes a dividir tu atención en dos estímulos distintos. Así pues, ante esta tabla donde hay solo dos letras:
Escribe 1 debajo de P y escribe 2 debajo de B.
Hazlo lo más rápido que puedas y sin cometer errores.
5. Divide tu atención Tener la capacidad de poder prestar atención a más de un estímulo a la vez es probablemente una de las mejores habilidades que tenemos. Si nos fijamos, nuestro entorno está rodeado de estímulos, y lo más habitual es que tengamos que atender a más de una cosa a la vez. -Estás haciendo la comida y hablando con tu hermanaEn esta imagen hay 4 figuras distintas. Coloca un número debajo de cada una de ellas lo más rápido que puedas. De esta forma, mientras realices este ejercicio no podrás prestar atención a un solo estímulo, sino que tendrás que atender a 4 de forma simultánea.
6. Agrupa estímulos en una categoría Cuando tenemos una gran cantidad de estímulos en los que nos queremos fijar primero de todo debemos agruparlos. En el momento que somos capaces de agrupar estímulos, nuestra tarea atencional se simplifica, ya que organizamos nuestra mente para prestar atención de una forma dirigida y productiva. Para practicar la agrupación puedes realizar el siguiente ejercicio:
Agrupa las estrellas de la siguiente imagen de tres en tres lo más rápido que puedas.
Cuenta cuantos grupo de estrellas hay en total
Cuenta cuantas estrellas hay en total
Cuenta cuantas estrellas quedan sin agrupar
7. Invierte tu atención Tener una buena capacidad atencional es especialmente importante cuando realizamos actividades costosas. Para trabajar nuestra atención más profundamente, un buen ejercicio es realizarlo con números. En concreto con este ejercicio debes atender a los números que se presentan, y escribirlo en orden inverso. Por ejemplo, ante el primer número 625, el inverso sería 526. De esta forma, trabajas tu proceso atencional mientras realizas otra tarea de razonamiento.
8. Mantén tu atención visual Mantener la atención en una actividad durante periodos prolongados de tiempo es una tarea difícil, muy sujeta a posibles distracciones o falta de concentración. Por ello, es bueno ejercitarla. Para hacerlo, se puede realizar el siguiente ejercicio:
Cada tabla contiene todos los números del 1 al 36 excepto uno.
Debes encontrar cuál es el que falta y escribirlo en la casilla marcada en azul
Hazlo lo más rápido que puedas.
Desarrollo de la memoria Si quieres potenciar tu capacidad de memorizar te aconsejo estés atento a lo siguiente:
Mejora la percepción defectuosa: intenta que en el aprendizaje intervengan todos los sentidos consiguiendo la máxima atención y concentración. Ejercita la observación y entrénate para captar detalles contrastados y otros no tan evidentes. Pon en práctica el método de clasificación: se retiene mejor los elementos de un conjunto si procedemos a su clasificación. Capta el significado de las ideas básicas de un tema. Procura pensar con imágenes, ya que la imaginación y el pensamiento están unidos. Para conseguirlo hay tres principios: Exagerar determinados rasgos como si se tratase de una caricatura Captar lo novedoso. Dar movimiento a nuestras imágenes pensadas como si fueran una película Fija contenidos con la repetición y procura repetir las ideas evitando la asimilación mecánica. Haz pausas mientras lees o estudias para recordar lo que vas aprendiendo. Si aprendes algo justo antes de dormir se recuerda bastante bien a la mañana siguiente. Esto se explica porque durante el sueño no se producen interferencias. Revisa lo antes posible el material estudiado a través de esquemas o resúmenes. Así se aumenta el número de repeticiones-fijaciones consiguiendo que el olvido se retrase. Utiliza las reglas mnemotécnicas
Mejorar la concentración 1. La técnica del espacio – Consiste en “crear” tu propio espacio de trabajo para mantener la concentración. Si eres consciente de que algo surgirá durante el tiempo en que estás concentrad@, intenta solucionarlo antes de empezar. Eso incluye comer algo o beber. Planifica tus períodos de máxima concentración cuando las circunstancias sean las mejores para ti. 2. La Técnica del objeto – Consiste en enfocar tu atención en un objeto de tu entorno. Escoge un objeto de tu entorno y obsérvalo durante 1 o 2 minutos usando un temporizador, fijándote en sus colores, texturas, formas y en cualquier movimiento que pueda tener. No analices nada, solo míralo y fíjate en él. Si tu mente empieza a deambular, vuelve a fijar tu atención en el objeto. Practica 1 o 2 minutos cada vez. 3. La técnica de la respiración- Consiste en observar tu respiración. Esta técnica es parecida a la anterior, con la diferencia de que en vez de enfocarte en un objeto, te concentras en tu respiración. Cierra los ojos y respira profundamente, fijándote en como entra y sale el aire de tus pulmones. No intentes hacer nada con él, únicamente pon toda la atención y el foco en tu respiración durante 15 segundos cada vez. Es una manera rápida y fácil de calmar tu mente distraída siempre que te sientas desconcentrado. 4. La técnica de la separación- Consiste en imaginar que te separas de tu entorno. Cuando estés, por ejemplo, trabajando en tu ordenador o leyendo, imagina que existen paredes o montañas insonorizadas a tu alrededor que te separan y te aíslan del resto del mundo. Hazlo de forma intencionada durante unos minutos. Esta técnica es particularmente útil si tienes que trabajar en un ambiente ruidoso o ajetreado y no puedes hacer nada para evitarlo. 5. La técnica de la acción – Consiste en hacer algún pequeño movimiento para restablecer el foco. A veces es necesaria una acción física para recuperar la concentración. Por ejemplo, algo tan sencillo como escribir, teclear o coger un bolígrafo puede ayudarte a “ volver”
de nuevo a tu tarea. 6. La técnica de “5 más” Empieza con algo simple, como mantenerte enfocado sin distracción durante 5 o 10 minutos. Una vez hayas logrado este pequeño objetivo, intenta extender ese tiempo 5 minutos más, forzándote a mantener la concentración un poco más, antes de hacer un descanso. Aumenta el tiempo progresivamente, 5 minutos más cada vez hasta que puedas
enfocarte durante 50 minutos sin interrumpirte ni distraerte a ti mismo. Cuando tengas que concentrarte intensamente, no lo hagas durante más de 60 minutos seguidos, tómate un pequeño descanso para renovar la capacidad de mantener la concentración. 7. La técnica del premio- Consiste en premiarte cuando alcances tu propio objetivo específico. Por ejemplo, si estas escribiendo un informe, concédete un descanso o hazte un pequeño masaje tan pronto como acabes una página concreta o hayas explicado un tema en particular. 8. La técnica del interés Puesto que es más fácil enfocarse en algo que te interese, piensa en cualquier aspecto de la tarea que la haga interesante. Si el tema no te interesa, quizá pueda resultarte atrayente en cómo esta tarea puede beneficiarte a ti o a otras personas. O tal vez puedas enfocarte en las habilidades que adquieres al hacer esa tarea. Rétate a ti mismo para ir mejorando tu interés con el tiempo. 9. La técnica de los pensamientos En vez de intentar suprimir los pensamientos que te distraen mientras estás trabajando, escríbelos de manera que puedas ocuparte de ellos más tarde. Esto te descarga automáticamente del pensamiento perturbador y libera tu mente para que puedas concentrarte en lo que tienes entre manos ahora.
BIBLIOGRAFÍA: http://www.lifeder.com/ejercicios-para-mejorar-la-atencion/ http://www.psicopedagogia.com/tecnicas-de-estudio/memoria http://organizatutrabajo.com/9formasdemejorarlaconcentracion/