Sobre Sob re la la influen influencia cia de los factores sexuales en la genesis y evolucion del lenguaje
a publicación del presente trabajo exige una justificación, desde dos puntos de vista. En primer lugar, puede parecer que los pensamientos expuestos son an demasiado inacabados y las comprobaciones demasiado incompletas, y soy ciertamente el Ultimo en negar este hecho. Si me he decidido, de todos modos, a no seguir postergando su publicacion, esto se debe a que espero que, mediante la discusion pablica, se avance mas en la investigación de los oroblemas aqui tratados, de lo que podria lograr yo solo a traves de mi propia retlexiOn. l.o que expongo, pues, de ningUn modo pretende valer como teoria acabada, sino solo incitar at estudio de un problema sumamente importante, aunque casi ignorado hasta el presente; at mismo tiempo quiero mostrar cuales son, en mi opinion, los puntos alrededor de los cuales debe girar Ia discusiOn, si esta pretende ser fructifera. El segundo punto se refiere al hecho de publicar mi trabajo justamente en estas paginas (1), a pesar de mantener una relation bastante lejana con el psicoanalisis y a pesar de que, especialmente Ia segunda parte del tratado (2), que trata exclusivamente cuestiones etimológicas, dificilmente pueda pretender despertar el interes de los arculos Inas amplios. Hay un buen motivo por el cual no he dejado simplemente de lado o publicado en forma aislada esta segunda parte. Considero que una hipOtesis solamente tiene valor si, ademas de satisfacer el pensamiento puramente abstracto, demuestra su utilidad en la practica cientifica, es decir, si suministra la slave para Ia comprension de he100
Hans Sperber (Upsala) chos y relaciones que hasta el momento resultaban oscuros. La parte etimologica, justamente, ha de mostrar la posibilidad de aplicar mis suposiciones a la practica filologica.
Comienzos del lenguaje Debo a6n mencionar especialmente que muchos de los pensamientos expuestos a continuation no son novedosos. As( por ejemplo Noire (3) ha destacado, con total precision, la gran importancia que han tenido los metodos de trabajo primitivos para los comienzos del lenguaje, y Jespersen (4) ha expresado Ia opinion de que la sexualidad ha jugado un rol decisivo en la genesis del lenguaje. De todos modos, creo poder sostener que recien a partir de Ia combinación de la rigurosa fundamentacion de esta y otras ideas, es que se crea un andamiaje fuerte y solid° para las investigaciones futuras. Tal como he dicho, esta creation es el objetivo principal de mi trabajo. Mi primer tarea consiste en mostrar, que ya e n la g en es is de l le ng ua je los factores sexuales deben haber jugado un rol importante. Creo poder prescindir de una revision de los intentos realizados hasta el presente por fundamentar el origen del lenguaje, dado que Borinski (5) recientemente ha efectuado una tal revision. Hasta hace poco tiempo, casi no hab(a problema que interesara mas a los investigadores y a los representantes de las areas cient(ficas afines, que la cuesti6n de como ha Ilegado el hombre a entrar en posesion del lenguaje. En Ia actualidad, las cosas son muy distintas. Esto se debe a que, en gran medida, se considera que el origen del lenguaje es un problema, cuya soluciOn solamente parece posible a los sonadores metaf(sicos, mientras que el h o m b r e d e I a p r a c t i c a c i e n t i f i c a p r e f i e r e c o n t e n t a rs e c o n u n " i g n o r a b i m u s " antes que tejer hipotesis indemostrables. Y, 6Itimamente, fuentes autorizadas han Ilegado a sostener que el problema sera insoluble en su forma habitual, por estar mal planteada la pregunta. En su "Volkerpsychologie" (Psicolog(a de los Pueblos El Lenguaje, 2da. parte, 2da. edition, peg. 615), Wundt explica: -
"Un punto de trim exterior al lenguaje, es decir, la suposicion de un estado en el que el hombre no solo careciera de lenguaje, sino ademcis tumblen necesariamente de todos las caracteristicas de las cuales este debia proceder, una tat suposici6n es para ella (la psicologia) una fiction vacia, que no sirve pare nada, porque deja de lado las condiciones mediante las cue/es se puede Ilegar a comprender la existencia del lenguaje. Si, en cambio, la psicologia lingilistica solo pue de fijar fij ar su pun to de mira mir a den tro del lengu le ngu aje, aje , tratan tra tan do de anali ana li- zar e interpreter interprete r psicologicamente psicologic amente sus formes evolutivas reales, deja
entonces de existir para ella un problema particular relativo al origen que debe ser diferenciado de esta investigation. Antes bien, la solution a este problema, en la medida en que este sea posible, debe ester contenida en los resultuclos de las relaciones y de los origenes de los fenomenos efectivos del lenguaje, de manera similar a como todo to que la fisiologia sabe decir acerca del origen fisiologico del 101
hombre estci contenido en los resultados de la historic de la evolution fisiologica".
Con todo el respeto que me merece Wundt, me resulta aqui imposible compartir su opini6n. Nadie duda ya de que la especie "humana" se ha desarrollado a partir de seres vivientes de un orden inferior, animales unicelulares ( protozoarios). Es igualmente seguro que estos seres primitivos no poseian lenguaje. Alguna vez, en el interminablemente largo camino que va desde el protozoario hasta el hombre, debe haber existido, entonces, un punto en el que se haya insertado la formation del lenguaje. Con anterioridad a este punto se extiende un tiempo en el que aim no existia o estaban poco desarrolladas las fuerzas que luego condujeron a su creation. El "estado originario sin lenguaje" es, en consecuencia, una suposiciOn inevitable, y de ningUn modo una "ficción vacia". Existe pues este problema, cuya pertinencia cuestiona Wundt; en otras palabras, la pregunta acerca de cuales fueron las circunstancias y los fenómenos gracias a los cuales se produjo el pasaje del estado sin lenguaje a los comienzos del mismo, esta justificada, y debe ser tratada de manera tan necesariamente cientifica como cualquier otro problema linguistic° cientifico.
Psicologia lingiiistica Asimi smo es ta mo s au to rizado s, ta l vez no te óri ca per o si prac ticam en te, a separar este problema del ambito de la psicologia I ingUistica, en el sentido de Wundt. Sabemos que todo tratamiento aislado de una cuestion c i e n t i f i ca Ileva al descuido de las relaciones, a una delimitaciOn que no se origina en la naturaleza de la cosa, sino en la limitaciOn del espiritu humano. Pero no puedo aceptar que el problema que aqui nos interesa constituya en este sentido una exception, que haga especialmente peligroso un tratamiento diferenciado. Es natural que en el curso ulterior de sus investigaciones, Wundt no pudiera hater prosperar un problema que sencillamente negaba. Dejando para mas adelante la discusión de algunas otras de sus afirmaciones, pasemos ahora a tratar Ia cuestion del origen del lenguaje; es tan cierto que esta cuestion esta ustificada como que son insatisfactorios todos los intentos realizados hasta el presente por resolverla. Antes de pasar a tratar mi tema especifico, el de la genesis del lenguaje, debemos ponernos de acuerdo sobre aquello a que nos referimos bajo el term ino "lenguaje". Ante todo, indiquemos que solamente se trata de la genesis del lenguaje hablado; hemos dejado de lado los diferentes tipos de lenguajes mediante signos. Pero aUn con esta delimitation, la palabra "lenguaje" sigue siendo equivoca. Ciertos investigadores la utilizan en todos aquellos casos en que impulsos psiquicos se convierten en sonidos vocales. Para ellos, la genesis del lenguaje, es decir, la capacidad de utilizar Ia voz para Ia descarga de tenskin animica, logicamente solo es un problema relativo a las ciencias naturales, cuya resolución corresponde a los anatomistas y a los fisiologos. En cambio, para el psicólogo lingilistico, este problema recien se vuelve abordable una vez que ha agregado al concepto de lenguaje otra cosa: no solamente el hecho de emitir un sonido, sino que este sonido sirva, tambien 102
para transferir un contenido psiquico de un individuo a otro. En otras palabras, un investigador lingUistico que analiza el problema de la genesis del lenguaje, necesariamente debe adherir a la terminologia de aquellos estudiosos que solamente hablan de "lenguaje" cuando existe el proposito de Ia comunicaciOn. En este sentido, por ejemplo„ un grito de dolor no es, en si mismo, una manifestation lingiiistica; se convierte sin embargo en tal, en el momento en que es proferido para obtener la ayuda de otros. En consecuencia, nuestro problema se formula de la siguiente manera: i. bajo que suposiciones o condiciones podria surgir en un individuo dotado de voz, pero hasta ese momento carente de lenguaje, el proposito de efectuar una comunicaciOn a otro? Evidentemente, solo si ha efectuado la observation de que los sonidos que ha emitido involuntariamente hasta ese momento han tenido la capacidad de influir sobre el accionar de este segundo individuo.
Por lo tanto, antes que pudiera originarse el proposito de la comunicadiem, y con el, el lenguaje, deb ian haberse cumplido las siguientes condiciones, tal como indica una sencilla evaluation: un individuo A debia haber exteriorizado reiteradas veces sus efectos mediante sonidos; un segundo individuo B debia haber reaccionado regularmente ante esos sonidos, de manera visible para A; A debia haber reconocido la relation entre sus propios gritos y las reacciones de B. Recien despues de haber recorrido estos estadios preliminares, podia aparecer en A el propósito de utilizar su voz para una comunicación a B; en consecuencia, de ahi en mas, A podia gritar intencionalmente cada vez que deseara la reaction de B. A partir de ese momento, A ya no solo pose (a una voz, sino tambien un lenguaje.
Primeras manifestaciones Si nos preguntamos ahora en que situacion suponemos que deben haberse originado las primeras manifestaciones linguisticas, encontramos en las explicaciones dadas hasta aqui, algunas condiciones que limitan considerablemente la cantidad de situaciones a ser tenidas en cuenta: deben participar como minimo dos individuos (A y B); al menos un individuo (A) debe hallarse en el estado afectivo que lo Ileva a gritar; deben estar actuando ciertas fuerzas, que induzcan al individuo B a reaccionar con regularidad ante los gritos de A; Ia reaction de B debe ser deseada por A (de lo contrario, A no tendria motivos para provocar la reaction de B con sus sonidos); la situacion debe ser de naturaleza tal, que se repita a menudo y, en rasgos generales, sin variantes; la situacion debe ser lo menos complicada posible. Las dos Ultimas condiciones se infieren necesariamente tan pronto se piensa en las facultades espirituales esperables de A; se trata aqui de seres humanos de una escala evolutiva casi inimaginablemente baja o mas bien de ani.males propiamente dichos. Teniendo en cuenta la escasa inteligencia de estos seres, es inconcebible que unos pocos casos alcanzaran para que A descubriera una relation causal entre llamado y reaction. Es igualmente poco probable que una situacion complicada, en la que varios elementos atrajeran simultdneamente Ia atencion de A, hubiera permitido Ilegar a la conclusion decisiva. Si cotejamos ahora estas condiciones con las situaciones a las que se adjudico hasta el presente la genesis del lenguaje, se ve claramente que todas fracasan en algtin sentido. Veamos un ejemplo: se suele idear una escena en 103
la que, digamos, dos "hombres primitivos" son atacados, duran te la caza ( ipor lo general hasta se los imagina armados con arco y flecha!), por un animal inesperadamente peligroso; uno de ellos grita de susto y ve que su camarada, justamente a consecuencia del grito, logra huir a tiempo; en otra oportunidad podra gritar intencionalmente para alerta a su senor colega acerca de un peligro inminente; posee un Ilamado de alarma, es decir, un elemento Iinguistico.
Emergencia de un afecto Si examinamos esta situation, vemos facilmente que se han cumplido las dos primeras condiciones, es decir, la presencia de dos invididuos y la emergencia de un afecto, en este caso, el temor. Tambien Ia tercera, segt.in la cual, la reaction de B debe producirse con una regularidad basada en Ia naturaleza de la cosa, puede aplicarse a este ejemplo, ya que, si bien el grito de A dificilmente provoque Ia huida de B, es cierto que en Ia mayoria de los casos, tarde o temprano B se enfrentara con el enemigo, y por lo tanto, at menos aparentemente reaccionara ante el Ilamado de A. En cambio, debemos cuestionar seriamente si se ha cumplido la cuarta condition: que Ia reaction de B sea deseada por A. Por supuesto, actualmente es para nosotros una idea enaltecedora haber brindado un servicio a un camarada, pero resulta al menos incauto proyectar nuestros sentimientos altruistas en el alma del "hombre primitivo". Una teoria que trabaje con tales supuestos, poseera una base muy poco sólida. incluso Ia quinta condition, Ia frecuencia de la situation, podriamos darla por satisfecha; pero la Ultima, su simplicidad, no esfa cumplida, con lo cual la "teoria del llamado de alarma" pierde toda versimilitud. Esto es asi ya que la atención de A de ninguna manera puede centrarse aqui exclusivamente en la conducta de B; por el contrario, el interes principal de A evidentemente estara concentrado en el peligro mismo; ademas, la posibilidad de que A reconozca una relaciOn causal verdadera o aparente entre el Ilamado y Ia reaction, se ve reducida a un En realidad, existen solo dos situaciones que cumplen completamente las condiciones arriba expuestas. La primera de ellas es aquella en que Ia cria hambrienta grita espontaneamente, a consecuencia de lo cual, es alimentada por Ia madre, hasta que finalmente comprende la relacion, y llama a Ia madre mediante gritos intencionales. La segunda es la del apareamiento, en el cual la excitation sexual del macho se exterioriza mediante sonidos, a los cuales reacciona la hembra con su acercamiento. A una de es ta s do s situac iones, o a am bas , ha de rem itirse Ia genes is del lenguaje.
Lenguaje individual No cabe duda de que la relación del nifio con su madre explica el origen del lenguaje individual, es decir, que todo individuo humano es Ilevado a efectuar sus primeras manifestaciones linguisticas por su demanda de Ia madre o sus sustitutos. igualmente cierto es, segun mi opinion, que se debe desechar la creencia de que el lenguaje humano como tal tuviera total o parcialmente este origen. Dejando de lado los primeros sonidos reflejos, el niiio no crea su lenguaje por si mismo, sino que lo recibe de los adultos. Dado que Ia influencia del lenguaje infantil sobre el lenguaje en su totalidad es apa-
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rentemente insignificante (6), tampoco se le puede conceder a los pequenos demasiada importancia en lo que respecta a su genesis. Seem mi opinion, todo parece indicar que debemos reconocer en la sexualidad una de las raices del lenguaje, o mejor dicho, la raiz principal. H e m o s p r o c u r a d o d e f i n i r a n t e r i o r m e n t e e l p u n t o e n el q u e s e h a insertado la evolucion del lenguaje hablado; es necesario que, en cierto modo, c o m p r o b e m o s a h o r a I a e x a c t i t u d d e n u e s t r a s c o n c l u s io n e s , f o r m u l a n d o n o s la siguiente pregunta: zparten desde aguel punto caminos que conducen a aquellos estados de Ia vida linguistica que conocemos por experiencia propia?
En otras palabras: ies posibie explicar que ahora podamos utilizar el lenguaje para designar cosas que guardan ninguna o escasa relación con la sexualidad? Creo poder afirmar ahora que justamente nuestra hipOtesis —Ia genesis del lenguaje por factores sexuales— permite comprender la paulatina expansión del lenguaje, la ampliaciOn de su terreno a cada vez mas objetos y actividades, mientras que, por ejmplo, la suposiciOn de que su genesis parte del Ilamado de hambre de los ninos, segtin mi modo de ver, no permite explicar nada. De aqui en adelante tratare de aportar pruebas que confirmen esta hipotesis. L a s d i s c u s i o n e s m a n t e n i d a s h a s t a a q u i h a n t e n i d o p or o b j e t o f i j a r el "origen del lenguaje" en el sentido estricto de Ia palabra, con mayor exactitud que la lograda hasta ahora. El lector critic° habr4 notado que el problema habitualmente designado como Ia cuestiOn del "origen del lenguaje", apenas si ha sido tocado en estos comentarios. La mayoria de los escritores que han tratado el terra no se han interesado en averiguar ante todo como ha Ilegado el hombre o su predecedor animal a la primera manifestación linguistica , sino que la pregunta que para ellos se hallaba en un primer piano se puede formular de Ia siguiente manera: Lama se explica que los hombres hayan unido ciertos grupos sonoros con Ia representation de determinadas cosas, o en otras palabras, que hayan creado un vocabulario? El que estos problemas, el de la genesis de la
primera manifestation linguistica y el del vocabulario, no hayan sido estrictaeinte separados en Ia literatura cientifica, es una de las causas de la incertidumbre que atin reina respecto a ambos. T a l c o m o h e d i c h o , c r e o p o d e r d e m o s t r a r a h o r a q u e la s u p o s i c i O n de que Ia excitation sexual es una o tal vez la principal fuente de las primeras manifestaciones linguisticas, nos ayudara a comprender el problema del vocabulario. Es un hecho teOricamente aceptado por Ia ciencia aunque, lOgicaFnente, muy poco aprovechado hasta ahora, que el estado cultural de un pueblo tiene en su lenguaje un correlato exacto; que la evoluciOn l i n g u i s t i c a y Ia cultural corren paralelas. Esto rige naturalmente tambien para los origenes del lenguaje. As( esta claro, por ejmplo, que el llamado de seducción no podia evolucionar antes que se formara la familia. Recien la constante c o m p a i i i a d e o t r o s i n d i v i d u o s p o d i a c r e a r m e d i o s p ar a e l e n t e n d i m i e n t o mutuo. En base al mismo razonamiento debemos suponer de entrada, que el avance cultural que sepal 6 radicalmente al hombre de los animates, es decir, el invento de las herramientas, debe haber tenido una enorme influencia sobre Ia evolucion del lenguaje. Creo poder demostrar ahora, que las actividades primitivas, ejecuta-
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das con ayuda de herramientas, eran acompariadas por manifestaciones similares a los Ilamados de seduction, por estar sexualmente acentuadas. Entiendo Ia expresion "sexualmente acentuadas" en el sentido de que Ia actividad de las herramientas ten(a, en Ia fantasia del hombre primitivo, una cierta semejanza con aquella de los Organos sexuales humarios; que, de algin modo, se vela en el trabajo con herramientas, la reproduction del acto sexual y que, en consecuencia, aparec(an tambien, durante el trabajo, afectos similares a los de Ia copula, lOgicamente en intensidad menor, poniendo en tension el alma del hombre. Naturalmente, esta tension deb(a liberarse de manera analoga a la propiamente sexual, es decir, que deb(a Ilevar a Ia emisiOn de sonidos. No todos los tipos de trabajo permiten comprobar esta primitiva acentuación sexual con la misma seguridad. Mientras que para algunas actividades Ia cosa esta completamente clara, debemos, en otros casos, contentarnos con reflexiones que dif(cilmente merezcan la denominaciOn de comprobaciones. Sin embargo, espero poder presentar ahora evidencias nada despreciables, cuyas lagunas podran completarse en el futuro. Comenzare por un grupo de actividades que justamente constituyen un ejemplo t(pico para mi hipOtesis: se trata de los trabajos que tienen por objeto el cultivo de la tierra. Es un hecho conocido que en la fantasia de los pueblos agricolas existe un exacto paralelismo entre Ia germination de las plantas en Ia tierra por un lado y Ia procreaciOn, es decir, el nacimiento y crecimiento del hombre por el otro. El lenguaje lo demuestra a traves de infinidad de expresiones e imagenes, que son comunes a ambos terrenos: Ia creation del hombre se produce mediante una semilla que coloca el germen de Ia vida en el seno de Ia madre; los hijos de los hombres son sus frutos; los hombres se reproducen; por otro lado, hablamos del seno de Ia tierra, que hate nacer a las plantas.
Representaciones primitivas Pero lo que mas nos interesa aqui es el hecho de que Ia representation primitiva identifica al arado con el falo y a Ia tierra con Ia mujer que concibe, es decir que ye en Ia actividad del arado un acto sexual. Los hechos que lo demuestran han sido tan bien tratados por Albert Dieterich en su hermoso libro "Madre Tierra" (1905) que bastar(a con remitirlos a esa obra. Sin embargo, para comodidad del lector, resumire algunos de ellos. Caben aqui todas las costumbres supersticiosas en las que el arado interviene como s(mbolo de Ia fertilidad. Pero encontramos un lenguaje mucho mas claro en ciertos parrafos griegos, segim los cuales el pecado de Edipo consistir(a en haber "sembrado la sagrada tierra de la madre" (7); hallamos asimismo que tanto en griegO como en germanico, Ia palabra "arar" tiene tambien el sentido de "procrear"; y que un adultero es quien 'arc en tierra ajena" (8). Que no se trata aqui de un simbolismo vago, sino de representaciones muy dristicas, se desprende claramente de las imagenes de jarrones reproducidas por Dieterich (o. c. 107 ss.), en las cuales se ye un objeto que representa al mismo tiempo el arado y el falo. ,
Tambien Ia investigation etimolOgica ha aprovechado esta evidente conexiOn entre la action de arar y el coito, con el objeto de iluminar transiciones de sentido dif(cilmente interpretrables de otro modo (comparese p. ej. Meringer, Indg. Forsch. 16, 181). Dado que el cultivo de Ia tierra con el arado no pertenece ya a las culturas mas antiguas, es importante constatar que existe un simbolismo 106
muy similar en aquellos pueblos que no conoc(an otra forma de aprovechar el suelo que Ia de revolver la tierra con un palo de excavar, en busca de raices. La description que hate Dieterich (op, cit. p. 94 ss.) de una fiesta australiana de Ia fertilidad, no permite dudas al respecto. Pero no solo el arar esti acentuado sexualmente; lo mismo puede decirse de los dos principales metodos utilizados para la reducción de los cereales, denominados con las palabras latinas "pinsere" (machacar) y "molere" ( moler). En estos casos, el mortero y la piedra sobre la cual se muele, son los representantes del Organ° femenino, mientras que la mano del mortero y Ia piedra que frota, respectivamente, representan al pene. Hasta el momento, lOgicamente, solo nos hemos referido a hechos pero estos son suficientemente claros; lat. molere, griego: pti )A Xc u) , ingles: mill, grind, significan al mismo tiempo "care" y "moler"; pinsere, segun Ia opinion general, esti relacionado con el lit. pisti, que significa "care". El termino lat. pilum " mano de mortero" retorna en el bajo aleman y danes pil "pene".
La acentuaciOn sexual Analogas son las relaciones entre los principales metodos utilizados para trabajar los materiales mas duros, como es el caso de Ia fabrication de herramientas. La acentuacion sexual que tenia Ia acci6n de cortar con las herramientas. desafiladas de que disponian los hombres primitivos, se puede deducir de Ia gran frecuencia con que aparece, aon en dialectos modernos, la doble significación de "cortar mal, con herramienta desafilada" y "care". Me remito al estirio ficken (suavio ficklen) "cortar torpemente", alemin ficken "coIre"; frisio oriental fuckseln "serruchar apresurada y defectuosamente", junto al dialecto aleman fuchsen "care", bavaro fegerin "cortar con cuchillo de poco filo" (derivado ya sea at aleman vogeln "colre" o al alsaciano f e g e n , idem); en alsaciano g i x e n "care" G i x "cuchillo desafilado"; en aleman nordico Fummel "cuchillo sin filo" junto a fummeln "corre"; en suabio fienken, "cortar con cuchillo sin punta" junto a futje "vulva". Especialmente este ultimo ejemplo es importante porque aqui evidentemente es secundario el significado de "cortar con cuchillo desafilado". Tampoco la acci6n de afilar, que en una etapa un poco alas evolucionada se convirti6 en una importante tecnica,' debe haber carecido de una con'notaciOn sexual, comparense expresiones tales como el estirio wetzen " co ire". Tambien en este caso el simbolismo es facilmente comprensible. La herramienta cortante es el órgan° masculino; el objeto a trabajar, y en consecuencia, Ia hendidura resultante, es el femenino. Con una naturalidad at:in mucho mayor se debia producir una comparaciOn analoga en la tarea de perforacion. En este caso puede remitirme nuevamene a un trabajo previo; Adalbert Kuhn (9) ha reunido muchas situaciones pertinentes, que naturalmente se refieren, en su mayor parte, a un tipo especial de perforation; se trata de Ia production del fuego con Ia ayuda de dos palos, uno de los cuales es horadado en el otro mediante un movimento giratorio. La exactitud con que este procedimiento recuerda el acto sexual humano, se ve demostrada por un himno del hind6 antiguo, que acompanaba la production del fuego sagrado. Transcribo a continuation los trozos pertinentes de Ia traducciOn de Kuhn: "Este es el palo giratorio, el procreador (pene) esto dispuesto, traed a la Soberana de la tribu (10), dejadnos que Agni (11) remolinee segos la antigua costumbre. En ambos palos yace el jcitavedas (11), asi como en las embaraza107
das el bien resguardado fruto del vientre; diariamente Agni debe ser loado por el hombre solicit° ofrendador de sa . crificios. Deja que penetre (el palo) en la yacente, tit que eres el experto; inmediatamente ella concibe, ha parido al fecundador, con punta rojiza, luminoso su camino, el Ileisohn (11) ha nacido en el (palo) adecuada"
Quien desee mas demostraciones las encontrara en el libro de Kuhn. Solamente deseo recalcar que tambien los demas tipos de perforación tienen que estar fuertemente acentuados sexualmente. Comparese p. ej. en suizo Nepper: "taladro" y "pene"; en ingles bore "care". Tambien se debe observar que los agujeros de los mangos de las herramientas de Ia edad de piedra, efectuados sin la ayuda de ningcin metal, solamente con un palo de madera y arena mojada, evidencian Ia perseverancia de sus constructores; en mi opinion, Ia Llnica explication posible es que el trabajo de perforaci6n estaba acentuado placenteramente. Segon algunas alusiones, se puede pensar que sucede algo similar con las tecnicas destinadas a la fabricación de vestimentas. Mencionemos el frances coudre "coi're"; el bavaro flicken idem; en frances aiguille: "pene", que parecen demostrar que tambien podemos establecer una asociaci6n entre la costura y el acto sexual; en ingles leather stretching "care", insintla que tampoco el trabajo de curtiembre carec(a de acentuacion sexual. Con respecto al tejido, parece demostrar lo mismo un acertijo del islandes antiguo (cuyos detalles me resultan harto oscuros), que compara el proceso del tejido con el acoplamiento de dos caballos (12). En cambio, no cuento hasta el momento, con comprobaciones referidas al proceso de hilado. Por mas incompletas que puedan ser estas explicaciones (13), las considero suficientes para demostrar la verosimilitud de la hipOtesis arriba enunciada: que el hombre primitivo, at ejecutar sus principales trabajos era transportado por las representaciones sexuales adheridas a ellos, a un estado de excitacion o at menos de tension ps(quica, que se exteriorizaba en sonidos, de igual manera como la excitacion sexual primaria Ilevaba a proferir gritos de celo. De este modo, al proferir el Ilamdo que lo solia acompariar, se creaba un medio para despertar en otras personas la representacion de este trabajo, es decir, una palabra para designarlo.
Primera palabra cultural Prosiguiendo por este camino, hemos Ilegado entonces a un punto en el que podemos comprender la formation de la primera "palabra cultural". Sin embargo, se presenta aqui una dificultad: aim admitiendo que el invento del primer metodo humano de trabajo haya Ilevado a la creation de un grupo de sonidos adecuado para Ia denomination de este trabajo, icOrno se explica que no se empleara tambien el mismo grupo de sonidos para la designation de las nuevas actividades inventadas, y que, por el contrario, se creara una nueva "raiz linguistica" para cada una de ellas? Es decir que, si Ia tension sexual originada, por ejemplo, en la excavation de la tierra, se libera en una determinada forma sonora, ipor que ha de producir una nueva conformation sonora si se origina bajo la influencia de un segundo trabajo, como por ejemplo, el hacer fuego? Pero esta dificultad es facilmente subsanable: teniendo en cuenta Ia gran lentitud con que an hoy en di a se producen las innovaciones en los pue-
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blos poco civilizados, debemos recordar que entre las diferentes conquistas culturales, necesariamente deb fan transcurrir muchas generaciones, por lo que debemos imaginarnos el proceso de la siguiente manera: con Ia invention de Ia primera herramienta, fue creada un palabra que inicialmente contenia una a c e n t u a c i ó n s e x u a l t a l , q u e d e b e m o s a d s c r i b i r u n d ob l e s e n t i d o : " r e a l i z a r e l a c t o s e x u a l " y " d e s e m p e r i a r u n d e t e r m i n a d o t r a b aj o , p . e j . e x c a v a r " . Pero esta palabra fue aprendida por una nueva generation mucho antes de que se despertara en ella la pulsion de apareamiento; en consecuencia, debiO retroceder la significaciOn sexual de la palabra, asumiendo, de algtin modo, el caracter de sentido figurado y transferido. Y, si bien la acentuacion sexual del trabajo ocasionalmente pod ia aparecer en forma leve, de todos modos debia, por lo general, caer en el olvido, tanto mas cuanto que el trabajo en cuestion se convertia en algo cotidiano. En cambio, la cosa era diferente para los inventores de un nuevo trabajo. Como he de explicar mas adelante, tenemos todo el derecho de suponer que el invento de un nuevo metodo de trabjo solo podia efectuarse bajo Ia influencia de una tension sexual, de modo que todo nuevo trabajo estaba acentuado en grado mucho mayor que otro aprendido desde la juventud. La expresi6n "Ia seduction de lo nuevo" vale aqui en sentido literal. Entonces, cada vez que se inventaba un nuevo trabajo, su ejecutante no se encontraba en un estado de animo tranquilo, que hubiera podido Ilevar, eventualmente, a la transmision de una palabra existente, sino que, por el contrario, se hallaba en un estado de excitation tal, que le bath proferir Ilamados de trabajo a modo de interjecciones. Y es evidente que estos Ilamados deb ian recibir una conformation sonora diferente a aquella creada cientos o miles de arios antes por otros individuos para la designation de un tipo de trabajo mas antiguo.
Propiedad de las palabras De esta manera, el hombre se fue apropiando paulatinamente de una serie de palabras para las actividades primitivas, que sonoramente diferian entre si, pero que coincidian cnceptualmente en que, ademas de su significado prqpio (excavar, arar, cortar, etc.) tambien eran equivalentes para el concepto "co rre". Debo indicar aqui, que la estrecha relation entre la creation de la lengua y aquella de las herramientas tiene atin otra ventaja importante con respecto a otras teorias. Tal como explicaramos mas arriba, fracasan todas agueIlas hip6tesis que remiten a las primeras exteriorizaciones lingilisticas a expresiones de susto o de sorpresa, por Ia sencilla razon de que solamente escuchando un Ilamado reiteradas veces se puede Ilegar a retenerlo en la memoria y a reproducirlo; esto es asi, ya que los individuos que crearon las primeras raices linguisticas deben haber estado muy poco preparados mentalmente. Justamente esta precondici6n de Ia repetición reiterada e incluso interminable de las palabras en formaci6n, esta dada naturalmente, si derivamos la lengua de los sonidos que acompanan el trabajo. Es un hecho conocido que las exclamaciones y canciones que aun hoy suelen acompariar a todos los trabajos colectivos, son repetidas infinitamente con muy escasas variaciones, si es que las tienen (14). De todas las expresiones linguisticas humanas, justamente las canciones laborales son las que estan mas intimamente relacionadas con la originaria acentuación placentera de cada trabajo. Como hemos dicho mas arriba, estos ruidos acompanantes estan ligados en primera linea al trabajo colectivo; y dado que, en las escalas c u l t u r a l e s i n f e r i o r e s , l a t r i b u , l a h o r d a l o s i g n i fi c a b a n t o d o y e l i n d i v i d u o 109
origen de las rakes lingiiIsticas al trabajo grupal. De esta manera tambien se explica alas facilmente la acufiación y perduraciOn de estas raices; fueron aprendidas, justamente, por un gran conjunto de personas al mismo tiempo. Una segunda circunstancia tambien puede, en cierta medida, abogar por la correción de lo aqui expuesto; se trata de los conocidos hechos folklóricos que se pueden resumir como "la fuerza magica de la palabra". La sola mention de un nombre alcanza para influenciar magicamente a su portador. nada, no nos equivocaremos at atribuir tambien
"Hablando de Roma, el burro se asoma" (15). Por lo que yo se aCin ,
no ha sido aclarada la causa de este notable fenómeno. En lo que se ha podido rastrear históricamente hasta ahora del desarrollo mental de Ia especie humana, no hemos logrado encontrar una situation cultural que explique este particular poder del nombre. Sin embargo, se podria decir: atraemos a nuestros amigos, mencionando su nombre, ellos acuden tan pronto los Ilamamos; de aqui se puede concluir que tambien otros seres apareceran apenas se pronuncie su nombre. Si lo consideramos segtin las circunstancias actuales esto no alcanza para explicar la creation de la superstición del nombre; a aquellos casos en que el sujeto llamado reacciona a la mention de su nombre se opone una cantidad mucho mayor de casos en que se pronuncia su nombre, p. ej. en una conversation con terceros, sin que por ello sufra ningtin tipo de influencia. Asimismo, distinguimos ahora demasiado claramente entre el llamado y la simple mention de un nombre, como para poder entender la forma real de la supersticiOn. A lo sumo podriamos comprender un "si Ilamamos al burro, este se asoma".
El llamado de seducciOn Ambas dificultades desaparecen si el lenguaje, en Ultima instancia, efectivamente se inicia con el llamado de seducciOn; en este caso, cuanto menos se hubiera alejado el lenguaje de su origen, tanto mis favorables habrian sido las condiciones para que se originara Ia supersticiOn de palabras. Esto se debe a que, at menos inicialmente, era exclusivamente un medio para Ilamar a alguien; la cantidad de casos en que el llamado era exitoso debia ser relativamente considerable con respecto a aquellos que resultaban infructuosos; y ademis, no existia ninguna utilizaciOn del lenguaje en conversaciones tranquilas, con lo cual quedaban excluklas aquellas menciones de nombres, que no significaran un llamado sino simplemente una mention, y que son las que prevalecen en la actualidad. Si esta suposiciOn fuera correcta, el "poder magic° de las palabras" seria tan antiguo como el lenguaje y seria de esperar que esta creencia se debilitara a medida que el lenguaje se distanciara de su determinaciOn original, es decir del llamado, para convertirse en un medio de conversation; lamentablemente, esto no puede ser demostrado histOricamente, ya que todos los lenguajes a los que tenemos acceso ya no son lenguajes de ll amado sino de conversation, pero ello no le quitaria tina cierta verosimilitud interna. La gran importancia de las herramientas en la genesis del lenguaje ya ha sido reconocida por Noire hace 35 anos (16). El considera que los llamados que acomprian todo trabajo colectivo son el ori gen del lenguaje. A pesar de Ia exceptional confianza con que expone su teoria, no ha logrado otorgarle una validez general. Segtin mi opinion, esto se debe a que no ha podido
demostrar que el trabajo colectivo y los Ilamados acompanantes son real y necesariamente inseparables. Si pone como ejemplo los Ilamados con que una tropa de soldados acompana su ataque a un puesto enemigo, o aquellos con que un grupo de espectadores observa el salvataje de un barco, se trata de situaciones cuya singularidad y peligro provocan una excitation que luego se transforma en sonidos linguisticos. Sin embargo, para ser convincente, hubiera debido demostrar que tambien el trabajo cotidiano puede provocar una tension psiquica similar. Considero que Ia justificaciOn intentada mas arriba, de que todo trabajo primitive se halla acentuado sexualmente, Ilena por completo este vacio. Antes de proseg uir el raz onam iento iniciad o, trat ar e de defe nder las conclusiones a las que hemos arribado hasta aqui, de las objeciones que bien pueden haber surgido en mucho lectores.
La tension sexual En primer lugar, se podria dudar de la hipOtesis de que el invento de un nuevo trabajo se haya producido efectivamente bajo la presiOn de una tension sexual. He Ilegado a esta conclusión, teniendo en cuenta que no puede ser mera casualidad que practicamente todos los metodos de trabajo primitivos esten sexualmente acentuados; que todos ellos, por su naturaleza, o bien permitan Ia comparación con la actividad sexual de los hombres, o bien, como en el caso de la producci6n del fuego, justamente Ia provoquen. La Unica explicación que cabe, en mi opinion, es que la fantasia sexual del hombre ya estaba jugando un rol determinante en la conformaciOn de estos metodos de trabajo. Me imagino el proceso de Ia siguiente manera: desde la epoca en que el hombre dejo de tener un periodo de celo como los animales, debia darse cada vez mas el caso de que un individuo se yiera privado de satisfacer su pulsiOn sexual por falta de un congenere del otro sexo. En consecuencia, el sujeto en cuestión debia liberar por otro camino la eneracumulada dentro suyo. Se dedic6 entonces a toda clase de exteriorizaciones de fuerza (17) y por naturaleza, debia preferir aquellas actividades que, por cierta similitud exterior con el acto sexual, fueran especialmente adecuadas para funcionar como subrogados del mismo. Al l ect or i n for mado n o se l e es capar a q ue h e to cado aq u i un tema muy discutivo Ultimamente. Efectivamente, en los Ultimos tiempos, ha sido destacado con gran insistencia, en especial por S. Freud y sus discipulos, y negado con el mismo ahinco por otros, que los mayores logros del espiritu humano, en especial los artisticos, estan en relación extraordinariamente estrecha con este tipo de impulsos sexuales no agotados. Es evidente que no puedo arrogarme una decision en esta cuestiOn tan terriblemente complicada. Sin embargo, para mis fines alcanza con constatar que indudablemente debemos atribuir una gran importancia a la pulsiOn sexual en el desarrollo de la vida espiritual del hombre, tanto mas al acercarnos a los origenes de Ia cultura humana, es decir, cuando menos se puede contar con los denominados instintos superiores. E n r e a l i d a d , p o r l o q u e v e o , n a d i e h a n e g a d o e l e l em e n t o s e x u a l , por ejemplo en el arte, solamente se discute su mayor o menor importancia. De alli que considere pertinente que a una pulsion que ha influenciado todos los terrenos de Ia vida humana, se le adjudique tambien el lugar que merece, en la formation del lenguaje (18). 11 1
Otra dificultad que se plantea, pero que no deberia cuestionar la corrección de mi razonamiento, sino Unicamente su poder de conviction, se refiere a que probablemente Ia mayoria de los lectores se rebelen contra una teoria basada en la aparente exorbitancia de que originariamente todas las palabras, o al menos la mayoria de ellas, —no quiero discutir por ahora que Ia lengua de los nirios y la imitation de los sonidos tambien puedan haber ejercido cierta influencia— solamente hayan, de alguna manera, expresado un Unico concepto, el del acto sexual.
Encubrimiento de lo sexual Nos encontramos, por un lado, demasiado sujetos por nuestra modernas reglas de decencia, como para poder aceptar sin dificul tad un estado como el que presupone mi teoria, en el que se pronunciaban palabras sexualmente acentuadas con toda naturalidad. Y por otro lado, nos resulta increible a simple vista, que un Onico termino pudiera ser tan fabulosamente diferenciable, como para que de el surgiera la infinidad de significados de que dispone el lenguaje moderno. Ambas di ficu lta de s desap ar ec en si la s an al izamos ma s de cer ca . La ep oca en que no existia aUn el intentional encubrimiento de lo sexual, no es tan lejana como nos gusta pensar. Basta con visitar a nuestro vecinos eslavos para ver que nuestra timidez ante las expresiones sexuales se reduce entre ell os, a un minim° (19). Por otro rado, es evidente que no se pueden aplicar a los seres infrahumanos que crearon las primeras raices linguisticas, las. leyes del decoro, segUn las cuales todo aquello que tiene que ver con Ia sexualidad es expulsado de las conversaciones sociales. lion le que ibien deberia haberse exteriorizado en las escalas culturales mas primitivas, me parece adecuado reproducir aqui un trozo de Ia obra de Karl v. d. Steinen "Entre los pueblos naturales del Brasil Central" (p. 65): Pero teniendo en cuenta que min se puede hallar el pudor es un sentimiento innato en el hombre, por lo cud'
"Al preguntar por las palabras, las partes del cuerpo constituian un terra importantte y fdcil de tratar. A los Bacaiii les resultaba muy extrario que yo lo quisiera saber todo, pero por otro lado se sentian muy orgullosos de que su lengua [tiara tan rica y de disposer de una palabra para coda parte. Los divertian mucho mis preguntas y sus respuestas no escatimaban informaciOn, alli donde con nuestros prejuicios hubieramos esperado que sintieran vergiienza o que respondieran con terminos latinos o expresiones del lenguaje infantil Respetuosamente --ya que, mirando a troves de la lente de mi cultura, vi que estaban desnudos-- habth esperado el momento en que las muleres salieran de la choza: sorpresivamente, la respuesta me fue dada por una divertida voz de mujer proveniente del exterior. Mis cuidados no habian tenido ningun sentido... Es innegable que este tema, que a nosotros nos resulta chocante, les proporciona un decidido placer a los bacairl, tan to hombres como mujeres; y si algan pedante, que quisiera demostrar a todo precio, que el pudor es un bien innato de la humanidad, utilizara esta alegria pare concluir que se trata de los remordimientos de conciencia de una tribu que ha descendido de un nivel moral aids elevado, solo podrth responderle que su alegre rise no era irrespetuosa ni daba la sensation de estar encubriendo una incomodidad interior. Por el contrario, tenth indudablernente un leve matiz erOtico, y si se dejaben de lado las diferentes circunstancias desencadenantes y acompanantes en un pueblo verdaderamente natural, se asemejaban a las risas que se escuchan en ocasion de las bromas en las tertulias femeninas, en 112
los juegos de prendas y en otras clianzas inocentes que surgen durante la relaclan entre ambos sexos. Y en otro lugar (p. 91) relata: "Un hombre que quiere comunicar al extrario que es el padre de otro, una mujer que se quiere presenter como la madre de un nino, se reconocen seriamente como progenitores dignos, tocando los organos de los que surge la vide, utilizando asi, la aclaracion rncis espontanea y natural del mundo."
Se ve entonces, que at5n hoy existen pueblos, cuya forma de encarar las cosas naturales, incluyendo las sexuales, dista tanto de la mojigateria con que una Lady de nuestra sociedad moderna evita"su mention, como del lascivo disimulo de un Roue o de la seria objetividad de un erudito. Y sin embargo, los pueblos que describe K. v. d. Steinen cuentan, en otro aspecto, con un muy desarrollado sentido del pudor (p. 6 6 ) . Tanto mayor motivo tenemos para presuponer que en la epoca ancestral de la humanidad y en parte hasta en los periodos avanzados de Ia historia, las cosas sexuales eran tratadas de manera similar a Ia de los bacaIris: con un ingenuo y sincero agrado. Pero, tal como hemos dicho, aunque se tuviera que aceptar que el pudor y la etiqueta no podian representar un obstaculo para la creation y evolución de las palabras sexuales, se podria dudar, no obstante, de que esta evolucion pudiera Ilegar a ser tan rica como lo exige Ia teoria arriba expuesta. Tambien en este caso me encuentro en la agradable situation de poder justificar mi hipotesis, digamos practicamente. Si bien p o c o a t e n d i d o por parte de los etimOlogos, es un hecho innegable que palabras del significado de "care" pueden sufrir, aim en tiempos modernos, una evoluciOn increiblemente rica en su significado, y que incluso tienden a desdoblarse en palabras universales que pueden ser aplicadas a todos los hechos y cosas posibles. No quisiera que las demostraciones de lo expuesto, que pueden ser muy extensas, interrumpan mi razonamiento, por lo cual las reservare para el final de este trabajo (20); en cambio, expondre ahora un factor que, si bien no constituye un poderoso apoyo a mi hipcitesis, como se podia pensar en un primer momento, tampoco puede ser dejado de lado.
El genero gramatical Kleinpaul, en su amena obra "Los enigmas del Lenguaje", que muchas veces no ha sido tenido en cuenta debido a su estilo folletinesco, ha e x p u e s t o u n a t e o r i a q u e i n i c i a l m e n t e m e p a r e c i ó a p oy a r s u s t a n c i a l m e n t e mi hipOtesis sobre el origen del lenguaje. basa el genero gramatical, es decir el hecho de designar tambien como "masculinas" o "femeninas" las expresiones utilizadas para los objetos inanimados, en que el hombre ha sexual izado Ia naturaleza.
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Si bien esta explicaciOn sobre el origen del genero gramatical me vendrla de perillas, debo hacer notar que Kleinpaul incurre aqui en un error, cosa que sucede tambien con todos los demas autores que trataron este tema. En efecto, denominamos "masculinas" o "femeninas" aquellas palabras cuyo articulo y otros atributos tienan la misma forma que en aquellas expresiones que designan seres vivientes masculinos o femeninos respectivamente. Este definition sirve tanto para las lenguas clasicas como para el aleman o romantico. Se trata pues, en las lenguas modernas, exclusivamen-
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to de un "fencimeno de congruencia" (21). Dado que nuestros terminos gramaticales "masculino" y "femenino" proviene .indirectamente del griego (22), debemos, antes que nada, saber que es lo que ha motivado a los gramaticos griegos a elegir las expresiones appnv y 150ln para designar el "fenomeno de congruencia", que tambien era el genero gramatical en su lengua madre. Podemos decir, con gran seguridad, que no lo hacian por "sexualizar" o "personificar" a los objetos inanimados, sino porque las designaciones de los seres masculinos o femeninos de Ia naturaleza constituran un grupo importante entre los substantivos "masculinos" y "femeninos" respectivamente, y ante todd tambien porque las mismas desinencias que, agregadas a un adjetivo, ten fan la facultad de convertir al sustantivo a el vinculado en masculino o femenino (gramatical), cuando designaban un ser viviente expresaban el sexo natural del mismo. Debido entonces, a que las desinencias -a, -oc, agregados a la raiz de- convertian a esta en la expresión para designar una persona femenina o masculina respecticamente, se denominaba tambien femeninas o masculinas respectivamente a estas desinencias, y debido a que muchos adjetivos adoptaban estas desinencias al relacionarse con ciertos sustantivos, tambien los sustantivos se denominaban masculinos o femeninos segun que exigieran una u otra desinencia del adjetivo.
Designation de objetos Se podria pensar, que justamente la circunstancia de que ciertos sustantivos exigieran la misma desinencia adjetiva (o pronominal) que una gran cantidad de palabras con sexo masculino o femenino natural, se habria debido a que los objetos designados por estas palabras, originariamente habian sido pensados sexualmente. Esto tambien es posible, aunque no indudable, si pensamos que existen lenguas que, por medio de sus generos gramaticales, dividen a la naturaleza en seres superiores o inferiores, perteneciendo los hombres al primero de los grupos y las mujeres al segundo (23). Una circunstancia semejante podria haber existido en la lengua indogermana. Sin embargo, es poco probable, ya que en ese caso deberia hallarse una mayor cantidad de ejemplares en que junto a campus "campo" existiera un campa "campo pequeno o malo", o junto a hasta un hastus "Ianza buena o grande"; pero de todas maneras, hasta tanto no se estudien exhaustivannente los fenómenos correspondientes en una mayor cantidad de familias lingaisticas, no quisiera aventurar Ia hipcitesis de que el genero gramatical implique una sexualizacion del mundo exterior. Retomare el hilo de mi investigaciOn, diciendo que mediante las frases expuestas anteriormente he Ilegado a establecer una serie de rakes, especificamente de rakes verbales. Pero como se sabe, la antigua hipOtesis seem Ia cual las rakes verbales constituirian las mas antiguas formaciones linguisticas, ha sido desestimada por muchos investigadores; unos lo han hecho defendiendo la prioridad de los sustantivos con respecto a los verbos (24) y otros negando Ia existencia de las rakes, por ser exclusivamente abstracciones gramaticales de las diversas formas de palabras, que no podrian ser consideradas como magnitudes reales, verdaderamente existentes en su momento (25). 114
Declinackin de raices El segundo de estos factores ha sido detalladamente comentado por Delbrilck (26) quien ha defend ido la existencia real de las rakes, de una manera que considero completamente acertada. Sin embargo, creo que sus explicaciones requieren una ampliaciOn, ya que no presta Ia necesaria atenciOn a una importante salvedad que hace Wundt (27): "La suposicion de dos periodos principales en la evolution del lenguaje, a saber, una epoca de rakes no declinadas y otra en la que existe la formation de palabras y la flexion, serla contradictoria con la "continuidad evolutiva" a la que estd subordinado el lenguaje al igual que todo to viviente. Entre la epoca de las rakes y la verdadera evolution del lenguaje se encuentra aqui un abismo que... solo puede ser superado mediante un milagro."
Entonces, aquel que como yo, postule un periodo de raices como condición ineludible para nuestro lenguaje flexional, estara obligado a serialar un camino que' Ileve desde las raices hasta Ia flexion, demostrando asi, que se puede prescindir de tal "milagro". La cuestión del origen de la flexion, que es el meollo principal de conexiOn entre as palabras, esti. estrechamente relacionada con aquella del origen de Ia frase de varios elementos, y en consecuencia, serail analizadas en conjunto. Segin Paul, Ia diferencia basica entre el lenguaje humano y el animal consistirla en que el primero utiliza conexiones de palabras, oraciones que constan de varias palabras, mientras que el segundo solo conoce, por as( decir, frases de una soda palabra. Pero no hay por que pensar que Ia facultad de formar frases de varios elementos implique una modification cualitativa y un incremento de Ia capacidad del pensamiento. Ya sea que diga "el perro ladra" en esta forma habitual, o que, sefialando al perro diga "ladra", el pensamiento es el mismo en ambos casos. Lo que hace necesaria la designation lingiiktica del sujeto es, antes bien, Ia liberation de Ia expresion linguistica do Ia situacion actual. Dado que originariamente toda manifestation linguistica presupone un afecto de cierta magnitud, debe haber habido una epoca en que el lenguaje solo o casi solo fuera provocado por impresiones actuates, las que naturalmente superan a las imagenes mnernicas en su acentuaciOn afectiva; es decir que solamente era capaz de referirse a aquello que se encontraba presente, y no de relatar hechos pasados. Pero mientras dependiera tanto de la situacion presente, el hablante no teraa motivo para designar lingasticamente aquello que el oyente podia captar por si mismo de la situacion. En consecuencia, la necesidad de formar Ia frase con dos elementos, expresando especialmente sujeto y predicado, recien puede haber surgido despues que el lenguaje hubiera sacrificado buena parte de su caracter de manifestacion de afectos y de conexiOn con la actualidad. Sin embargo, Ia misma evolution linguistica que creo esta necesidad, simultineamente suministró los medios para su satisfaction; mientras que en un primer momento fueron n e c e s a r i a s f u e r t e s e s t i m u l a c i o n e s p a r a q u e e l a n i m al , m u d o h a s t a e s e momento efectuara sus primeras manifestaciones sonoras, basta el estimulo mas insignificante para hacer hablar al hombre moderno, sin evidenciar en la mayoria de los casos, emotion alguna. Tal como insinuaramos, este progresivo debilitamiento del estimulo 115
requerido para la expresi6n lingaistica esta relacionado con Ia emancipation del lenguaje con respecto al presente actual, ya que cada vez en mayor medida fue bastando el mero recuerdo de hechos pasadoS, con sus acentuaciones afectivas relativamente escasas, para crear manifestaciones linguisticas. Este mismo proceso es el que tambien determina que las manifestaciones linguisticas se vuelvan mas faciles, frecuentes y rapidas, es decir, que se vuelvan capaces de acompanar el ritmo del pensamiento, que se hate cada vez mas rJpido durante Ia evolution cultur ' -
Manifestaciones lingiiisticas Justamente esta rigs rapida sucesiem de as manifestaciones cas es, en mi opinion, otra condition para el origen de las oraciones de dos elementos. Por ejemplo, en una cierta escala evolutiva se decia primero "perro" ( = "este es un perro" o "aqui hay un perro") y recien despues de una pausa: " ladra". Es decir que se efectuaban dos actos de pensamiento independientes, que se expresaban en dos oraciones independientes, formada cada una de ellas por una palabra. Al aumentar Ia velocidad del pensamiento, Ia pausa entre ambas frases se fue haciendo mas breve, hasta que ambas se sucedieron inmediatamente, fundiendose finalmente en una Unica formación, no solo tica, sino, en cierto sentido, tambien de pensamiento, ya que el juicio "aqui hay un perro", por su naturaleza puramente anticipatoria se volviO menos importante a la conciencia que el posterior "ladra".
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De este modo surgió Ia posibilidad final de formar oraciones de dos elementos. La explicaciOn de que esta posibilidad se convirtiera en regla debe buscarse, como hemos dicho, en que para la comprension era neceSaria una especial resaltacion linguistica del sujeto y del predicado en todos aquellos casos en que no se pudiera conectar con una situation presente, como es el caso de cualquier relato.
Elementos de la oraciOn Quisieramos detenernos alin un momento en la constitution de la primera oración de dos elementos. Es evidente, que en aquel momento el lenguaje ya debi'a poseer sustantivos y verbos, ya que solo bajo esta condición puede formarse una °radon que designe lingliisticamente tanto at sujeto actuante como el predicado. Mas adelante intentara justificar Ia opinion de que las raices lingUisticas contendrian, desde el comienzo, el germen para desempefiar tanto funciones verbales como sustantivas, y que durante el transcurso de la evolution el significado sustantivo de una raiz podria Ilegar a prevalecer sobre el verbal, mientras que existian en la epoca de la formación de Ia primera oracion de dos elementos, a6n no pueden haber diferido formal mente.entre Es impensable por ejemplo, que en aquel momento ya fueran declinados los sustantivos y conjugados los verbos, ya que as flexiones presuponen l a existencia de oraciones de varios elementos, y recien se originaron en el contexto de tales oraciones. La diferencia entre sustantivo y verbo radicaba entonces, exclusivamente, en que ciertas raices designaban unica y exclusivamente una actividad, mientras que, en las otras, prevalecia la representation ya sea de la herramienta interviniente en dicha actividad, del objeto para el cual esta servia o bien de aquel que era creado por ella. Esta leve division entre sustantivo y -
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verbo explica Ia curiosa circunstancia de que la capa mas antigua de las desinencias flexión sea comOn a ambas clases (comparece Hirt, I dg. Forsch. ) 17, 37 id ',pinion, Ia aceleracion del ritmo linguistic° explica por si misma el origi.,1 cl la flexion. En la medida en que se unieran cada vez mas p a l a b r a s p a r a t n a r u n a o r a t i o n , d e b i a s u r g i r n e c e s ar i a m e n t e u n o r d e n a miento entre is rnismas. Mientras que en la epoca de las oraciones de un solo element°, cada palabra naturalmente Ilevaba un acento principal, en el contexto de Ia oration de varios elementos aparecio, en cambio, lo mas importante y lo menos importante, los acentos principales y los acentos secundarios. l
Las palabras originariamente independientes, al no estar acentuadas, fueron restringiendo su contenido fonetico y conceptual, uniendose finalmente como afijos a palabras con acentuación principal; de esta manera, pues, se origin() la flexion, como consecuencia natural de Ia creciente ejercitacion en el hablar y no gracias a un milagro. En lo que hate a la pregunta sobre si las rakes mas primitivas eran sustantivos o verbos, debo fundamentar mas detalladamente mi punto de vista.
Primera manifestacidn Si partimos de Ia premisa de que el Ilamado de seducción constituye verdaderamente Ia primera manifestation linguistica, podemos suponer que contenra el germen de diversos tipos de palabras. Naturalmente, despertaba Ia representation de la actividad sexual, es decir, que era un verbo; pero tambien hada pensar en el companero del otro sexo, con lo cual tambien era un sustantivo; dado que estaba acentuado placenteramente, contenia un concept° de cualidad, un adjetivo y por ultimo era un advervio de lugar, ya que indicaba la ubicacion del que Ilamaba. Tenemos todos los motivos para suponer que la representación de Ia actividad era aquella que usualmente era la mas importante en Ia conciencia del oyente. Incialmente el companero del acto sexual era un mero detaIle; lo importante, por cierto, era que este se Ilevara a cabo. Del mismo modo debemos suponer que los Ilamados primitivos de otbajo inicialmente solo se referian al trabajo, es decir que eran verbos. Si bien se podria argumentar que tambien los objetos con los que se trabaja deben estar sexualmente acentuados, se debe tener en cuenta que la misma ejecucion del trabajo como medio para la descarga de tension psiquica, era sin duda lo mas importante. Desde este punto de vista, debemos insistir en que las primeras palabras era rakes verbales, aunque no negamos que resonaran tambien representaciones sustantivas. Es muy adecuado reproducir, en este contexto, una frase de K. v. d. Steinen (28): "Es extraordinariamente dificil evitar confusiones, ya que los indios, interrogados sobre el nombre de una cosa, siempre dicen para que sirve." Hemos avanzado, pues, hasta el punto de postular que existiO un " period° de rakes", solamente para encontrarnos con una nueva serie de problemas que apenas habian sido advertidos hasta ahora. Si en aquella epoca existia una raiz que significara "arar" y que simultaneamente, en segundo lugar, abarcaba las representaciones de "arado" y "tierra arada", i.cómo se puede explicar que posteriormente esta raiz se dividiera en una serie de palabras formalmente diferentes, teniendo cada una de ellas uno solo de los tres significados? 117
No pretendo resolver esta pregunta con las siguintes indicaciones. Me limitare a exponer ciertas consideraciones que, a mi modo de ver, podran al menos indicar el camino adecuado para resolver exitosamente.
Representation sustantiva Para que un sustantivo pueda separarse formalmente de una raiz verbal es condición que la representaciOn sustantiva cuyo germen se encuentra en Ia raiz, aparezca cada vez mas frecuentemente en el primer piano de la conciencia. Esto presupone nuevamente un desplazamiento de las costumbres del pensamiento con respecto a la epoca en que prevalecian las representaciones verbales, y solo puede ser explicado como resultado de una variation en las condiciones externas. -
Podriamos adivinar en que ha constido esta variation: cuanto mas avanzaba Ia cultura, tanto mas claramente se comenz6 a diferenciar el hombre aislado como individualidad, con respecto a la gran masa; por ejemplo, podemos suponer que al animal sexualmente excitado, salvo raras excepciones, le era indiferente que hembra reaccionaba a su Ilamado de seducción; pero alguna vez se debe haber alcanzado un punto evolutivo en que el hombre quisiera atraer con su Ilamado de seducción a una determinada mujer y que, por otra parte, Ia mujer solamente respondiera al Ilamado de un determinado hombre, ignorando a los restantes; es decir que unia a una determinada variante del Ilamado de seduccion la representacion de un cierto individuo; de este modo, la variante en cuestion se habia convertido en un sustantivo. Si el desarrollo de las relaciones personales y privadas pueden haberse traducido en una tal reestructuración del pensamiento verbal, ciertos procesos andlogos pueden haber tenido consecuencias similares en otros terrenos. Si por ejemplo, las condiciones sociales estaban tan avanzadas como para que un hombre pudiera tener la propiedad privada de un arado del cual se sentia orgulloso por alguna particularidad, era mas facil que la raiz "revolver la tierra" adquiriera un significado sustantivo para el que para el hombre primitivo que excavaba con Ia primera rama que encontraba. Recien cuando el contenido conceptual de una raiz se habia desplazado lo suficiente como para adquirir con similar frecuencia caracter sustantivo y verbal, estaba suficientemente preparada su separaciOn en un sustantivo y un verbo. Sobre la manera en que pueden haber surgido los afijos que expresaban tambien formalmente esta escisión psicologica, ya he expuesto mas arriba una hipatesis.
Consideraciones finales Resumire brevemente el contenido de lo expuesto: se debe considerar al llamado de seducción como Ia mas antigua manifestación linguistica. La genesis de las rakes que designaban Is diferentes actividades tiene su explicaciOn en la acentuaci6n sexual de los diferentes tipos de trabajos. Es inevitable la suposición de un period() de rakes. Las rakes tenian, en un primer momento, caracter de verbos. La suposicion de que todas las rakes lingiiisticas estaban inicialmente relacionadas con conceptos sexuales, se ve aliviada por el hecho de que Ia gran importancia histórica del rol de estos conceptos puede ser comprobada en Ia historia de l a lengua. En Germanic°, las rakes de palabras con significado sexual tienen 118
la tendencia a desarrollar a menudo un "sistema de significado" de retorno. Como significado originario de las rakes verbales solamente pueden valer conceptos acentuados efectivamente. Aguellos que erigen nuevas teorias se yen facilmente inclinados a exagerar el alcance de las mismas, dejanto de lado otras posibilidades de explicaciOn coincidentes. A fin de evitar, en Ia medida de lo posible, este error, debere plantear, antes de concluir, la siguiente pregunta: iestamos realmente obligados a explicar la genesis de todas las raices lingU(sticas de la manera en que lo hemos hecho aqui —es decir, en primer lugar el Ilamdo de seduccicin y luego las manifestaciones acompafiantes del trabajo, a la manera de Ilamados de seduccion? Despues de reflexionar detenidamente sobre esta cuestiOn, creo poder afirmar lo siguiente: considero ineludible la conclusion de que la primera manifestaciOn lingUistica debe haber sido un llamado de seducciOn; el anudamiento de la evoluciOn ulterior del lenguaje humano a los metodos de trabajo sexualmente acentuados se hace verosimil por el hecho de que, a mi modo de ver explica, mejor que las hipOtesis previas, las circunstancias históricas. Pero tambien es evidente que el lenguaje humano puede contener elementos que hayan surgido del llamado de seducciOn por otros caminos, tal como lo demuestran, p. ej. los Ilamados de alarma de algunos animales, a los que logicamente no se puede aplicar la teoria de las herramientas. Y por u lt imo dire que exhaustivas investigaciones sobre Ia esencia de la imitation de los sonidos (onomatopeya) podrian tal vez obligar nos a modificar las suposiciones aqui expuestas. Seguramente, pues, se, pueden pensar circunstancias que limiten el area de validez de mis hipotesis. Por el momento, sin embargo, no hay nada que confirme que debemos reconocer verosimilitud a tales posibilidades, y hasta tanto ello no suceda, puedo abrigar la esperanza de que el camino seguido en el presente trabajo sea el correcto. ,
Traduccion: Haydee Heinrich
Notas: 1) Este trabajo fue publicado en el N° 1 de la Revista Imago, en Mayo de 1912. (N. de R.) 2) De esta segunda parte solo se publica aqui el res umen final (N. de R.) 3) "Der Ursprung der Sprache", Mainz 1877. 4) "Progress in Language", Londres 1894. "Der Ursprung der Sprache", Haile, 1911. 5) 6) Meringer, "Aus dem Leben der Sprache", p. 238. "Aischylos", Sep. 752 f. 7) 8) "Theognis" 581. 9) "Die Herabkunft des Feuers and des G8ttertranks" - Berlin, 1859.
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