1.Indique a qué autor corresponde el siguiente párrafo. Analice el contenido del mismo “Las facultades esenciales del hombre -sus funciones humanas, latentes y potencialestienen una capacidad ilimitada de desarrollo. Si el hombre es ahora nada más que una bestia de trabajo, no es necesario que permanezca en esta situación puede alcanzar las formas más altas de la creatividad, el pensamiento y la acción (…) las facultades creadoras latentes del hombre se hallan sofocadas y reprimidas por la situación propia de todas las sociedades clasistas. El sistema existente, el capitalismo, no solo estaba impidiéndole realizar sus potencialidades humanas, sino que hasta lo despojaba de sus necesidades animales: el aire fresco, el alimento, el sexo, etcétera. El hombre por ejemplo, no se experimentaba como resultado de condiciones externas y naturales ni simplemente como una fase del recurrente inevitable ritmo del metabolismo humano.”
El fragmento citado pertenece a Irving Zeitlin, extraído de su obra Ideología y teoría sociológica, donde analiza a varios teóricos importantes, entre ellos Marx, a quien estudia en el mencionado fragmento. En el texto se puede apreciar como Marx condenaba al capitalismo y lo consideraba culpable de las limitaciones de las capacidades de los hombres, ya que, como dice el texto, consideraba que las facultades humanas eran ilimitadas, y que cada hombre tenía la capacidad de desarrollarlas infinitamente. Sin embargo en el sistema capitalista, donde el hombre se encontraba alienado por el trabajo, se comenzaba a deshumanizar, perdiendo hasta sus instintos más animales, y así estas capacidades se encontraban coartadas por la presión ejercida fundamentalmente por el sistema. Aunque los “oprimidos” de los que habla Marx es el colectivo de trabajadores, y cada uno de estos es oprimido por su patrón (el capitalista dueño del lugar de trabajo), podemos decir que la presión a la que es sometido el proletariado es en realidad ejercida por parte del sistema de producción capitalista en general. Sin embargo como se plantea también en el fragmento, el hombre puede escapar a esto, no siendo necesario que permanezca alienado. Como explica bien Zeitlin, Marx sostenía que “El hombre es producto de las condiciones
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sociales que él mismo ha creado, pero no es necesario que permanezca prisionero de tales condiciones”1 Partiendo de esto Marx plantea, no como algo que debe aplicarse, sino como algo que naturalmente va a ocurrir (así como el pasaje del sistema feudal al capitalista), un sistema económico comunista, donde la división del trabajo (lo que él considera el pilar del sistema reinante en la época y de la opresión de la que era víctima el trabajador) este dada de una manera menos radical, donde no se categorice a las personas en un labor, sino algo más dinámico: “(…)donde cada individuo no tiene acotado un circulo exclusivo de actividades, sino que puede desarrollar sus aptitudes en la rama que mejor le parezca, la sociedad se encarga de regular la producción general, donde hace cabalmente posible que yo pueda dedicarme hoy a esto y mañana a aquello (…)” 2
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Zeitlin, I. (2004) Ideología y teoría sociológica. Buenos Aires: Amorrotu editores, pag 103 Marx, K. (1985). La ideología alemana. Buenos Aires: Pueblos unidos, p. 34
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2. ¿Qué entiende Weber por “espíritu capitalista”? “Espíritu capitalista” es un concepto introducido por Max Weber en su obra La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Es una idea compleja, ya que no tiene una definición concreta, sino que se va definiendo a lo largo de toda la obra, como él mismo lo expresa en el primer capítulo de esta. A grandes rasgos podemos decir que el “espíritu capitalista” hace referencia a “esa” mentalidad que tiene como objetivo ganar dinero, por la sola acumulación de éste, como lo expresa el autor: “que aspira profesional y sistemáticamente al lucro por el lucro mismo”3. Esto quiere decir que se cambia la concepción tradicional, de ganar dinero para la supervivencia, para cubrir las necesidades básicas de la familia. El ganar dinero deja de ser una mera necesidad, para pasar a ser un móvil en sí mismo. Weber explica que pasa a ser una obligación moral, un deber absoluto. El trabajo deja de ser un medio de vida para ser una forma de ganar dinero “el hombre queda referido a ese ganar dinero como al objetivo de su vida, no es la ganancia la que queda referida como un medio para las satisfacción de sus necesidades materiales”4 Sin embargo, “espíritu capitalista” y sistema capitalista son conceptos distintos, y no necesitan uno del otro para existir. Es decir, en una sociedad regida por un sistema económico capitalista,
no necesariamente habrá un “espíritu
capitalista”, sino que simplemente el modo de producción se ajustará a este sistema, pudiendo los capitalistas no tener una mentalidad de acumulación del capital. Aquí Weber realiza una crítica a Marx, plantea que si esto se da, entonces la infraestructura no condiciona a la superestructura, ya que el pensamiento de la sociedad no coincide con su modo de producción. Esta idea es contraria a lo que planteaba Marx: que a partir de las bases materiales se “construían” las ideas de la sociedad. Así mismo el autor plantea que en algunos lugares donde no estaba desarrollado el sistema capitalista, si se daba un “espíritu capitalista”. En este
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Weber, M. (2006) La estica protestante y el espíritu del capitalismo. Madrid: Alianza, p. 73 Ibíd. p. 64
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caso toma como ejemplo a Benjamin Franklin, en quien se va a basar para describir y fundamentar esta idea. Plantea que según los escritos de éste, Franklin tenía una mentalidad que coincidía con el “espíritu capitalista”, pero en su tiempo, aún no se había desarrollado el sistema capitalista en su lugar de origen. Aquí el autor se pregunta entonces de dónde proviene esta mentalidad, debido a que, como ya se expreso, no creía que la base material era la que generaba las ideas reinantes en una época, sino al contrario, las ideas se traducían en un modo de actuar. Comienza a orientar su investigación a aquello que influía en las ideas y la moral de las personas, la religión. Descubre así que la reforma protestante es un factor común a estos individuos y regiones donde predominaba el “espíritu del capitalismo”. Pero no cualquier rama del protestantismo, sino que encuentra la base de sus supuestos en el calvinismo. Esto es debido a que en el protestantismo en general, luego de la reforma de Lutero, se da una nueva concepción del trabajo, donde este es el medio digno para vivir y es la forma de acercarse a Dios, algo que en el catolicismo no ocurría, dado que el trabajo no tiene una dimensión religiosa: la concepción de trabajo coincide con la concepción tradicional del mismo, trabajar para sobrevivir. Las labores realmente importantes que debía hacer el hombre eran aquellas que lo llevaran a la salvación, las buenas acciones y atenerse a los mandamientos. En cambio con el protestantismo se da una variante en este sentido, el luteranismo destaca que el modo digno de vivir es mediante el trabajo. Sin embargo el que concluye con esto, y quien Weber destaca como cimiento del “espíritu capitalista”, es Calvino y lo formulado por él, quien a diferencia del catolicismo plantea que no hay forma de conseguir la salvación mediante los actos en la vida, ya que desde un principio los hombres tienen un destino decidido por Dios y no hay forma de cambiarlo. Según esto, no importa lo que los hombres hagan en su vida, van a ser salvados o no, según sea la disposición de Dios. Así es que frente a esto la mejor forma de actuar es creerse elegido y no cuestionárselo, ya que el cuestionamiento es singo de una fe débil. La forma que este encuentra para no caer en la duda, es abocarse al trabajo. Así es que Weber concluye que la ética 4
que predica el calvinismo y en especial el protestantismo acético influye en la conformación del “espíritu capitalista”
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3. ¿Cuál es el lugar de la cultura en la teoría marxista? Podemos decir que el lugar que le asigna Marx a la cultura en su teoría es secundario. Para la teoría marxista, que se apoya en el materialismo dialectico e histórico; las ideas, la moral, las costumbres, todo aquello que constituye la cultura de una sociedad, está vinculado y depende directamente de la base material, de los modos de producción que tiene la sociedad, y de las relaciones de producción que de los mismos se desprendan. Por lo tanto, esto último que Marx describe como infraestructura, son los soportes de la cultura y de las ideas, todo aquello que se construye sobre la base material, a lo que Marx llama la superestructura. En conclusión, cualquier modificación en la infraestructura, como cambios en los modos de producción, darían como consecuencias un cambio en la superestructura, como la cultura o la ideología. Así es que expresa en su obra
La ideología alemana “La
producción de las ideas y representaciones, de la conciencia, aparecen al principio directamente entrelazadas con la actividad material y el comercio material (…)”5 Esta concepción es totalmente opuesta a la de Weber, que sostiene que todo parte de las ideas, y pone a la cultura en primer plano. Considera que la estructura material depende directamente de la ideología de la sociedad, y critica en este punto a Marx: “(…) la concepción del materialismo histórico ingenuo de que estas „ideas‟ surgen como „reflejo‟ o „superestructura‟ de situaciones económicas”6 Esta idea planteada por Marx, fundamental para su teoría, es la base del materialismo histórico que es, en última instancia el método que utiliza para el análisis de las sociedades.
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Marx , K., (1985) Op. cit p. 25 Weber , M. (2006) Op. cit. p. 64
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4. Señale lo que significan los tipos ideales y en particular haga referencia al tipo ideal construido por Weber para explicar la Ética protestante.
Los tipos ideales son una herramienta construida por el investigador para utilizarla en el estudio de determinados acontecimientos de la sociedad. Es como una “realidad paralela idealizada”, a la que el investigador le atribuye todo aquello que le interesa estudiar. Se les asignan las características de determinada la sociedad que se desea estudiar. Es un esquema teórico y abstracto de esta realidad, construido en base a las generalidades de la realidad empírica y se las enfatiza, pero no es la realidad y no debe confundirse con ella, aunque el objetivo de este instrumento es explicar los fenómenos de la realidad y pude servir como una base para realizar una hipótesis. Como explica Zeitlin cada investigador puede asignarle distintas características “Según los propósitos, el punto de vista, los valores, etcétera, del investigador (…)” y según lo qué se quiera estudiar. Estos tipos ideales se utilizan para compararlos con la realidad, en un proceso de vaivén donde “la lógica analítica involucrada inicia con un proceso inductivo que va de la realidad empírica a la constitución de los elementos que integrarán el tipo ideal; un segundo proceso interno de tipo deductivo que dará su carácter unívoco,
claro, coherente y racional; y, como tercera fase, el proceso
comparativo entre el tipo ideal y la realidad empírica” 7. De esta forma lo explica Stephen Kalberg en la reseña de Max Weber: Dimensiones fundamentales de su obra. Esta herramienta es utilizada en la metodología de Weber, y la vemos representada, por ejemplo, cuando analiza la Ética protestante. Para llegar a la conclusión expuesta en la pregunta número dos (que la ética protestante “inspiro” de alguna manera a la mentalidad capitalista, y le otorgó alguna de las máximas que posteriormente el capitalismo asumiría como propias), utilizó como tipo ideal en primera instancia a Benjamin Franklin y su “espíritu protestante”, que como ya se dijo, era su referente para afirmar este concepto.
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Kalberg , S (2008) Max Weber: Dimensiones fundamentales de su obra. Buenos Aires: Prometeo libros p.3
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Esto significa que Weber utilizó los dichos de Franklin “como más le sirvieron” y enalteció algunas características y dichos de éste, como por ejemplo “el tiempo es dinero”. Dejando de lado aquellos aspectos que no se ajustaban a su hipótesis. De esta manera el autor justifica que este modo de actuar (según creía Weber que así era) y de pensar se debía a su educación protestante, y más específicamente calvinista. En este sentido Zeitlin expresa que “(…) si en realidad se los quiere comprender hay que considerarlos como arraigados a su estricta educación calvinista (…)”. Esta justificación es otra manifestación del tipo ideal, ya que Weber sostiene que el “espíritu capitalista” de Franklin es debido exclusivamente a la educación religiosa en la que fue formado, ya que como recalca el autor, en el lugar de origen de Franklin aún no se había desarrollado el sistema capitalista, y por esto se lo atribuye a la formación religiosa. Al concluir que la rama religiosa calvinista es la responsable de esta “ética”, más específicamente el protestantismo acético, utiliza nuevamente esta herramienta del tipo ideal, tomando ahora a Richard Baxter, destacando los aspectos que podían ayudar a orientar, para donde deseaba, su investigación. Zeitlin habla de lo que significaron estas personalidades para Weber, “si Franklin resumió a la vez el nuevo ethos capitalista y el concepto protestante del seguimiento de una vocación con obligatoriedad moral, Baxter expresó en sus escritos religiosos „una actitud practica y realista‟ “ 8 Debido a este método Weber recibió muchas críticas en su investigación, como la de Ephraim Fischoff, que alude a que “el método del tipo ideal lleva una serie de deformaciones y parcialidades” 9
8 9
Zeitlin, I., (2004). Op. cit. p. 146 Ibíd. p. 149
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5. Señale que entiende Durkheim cuando hace referencia a una sociedad en estado anómico.
Si partimos de la base que para Durkheim, como expresa Zeitlin, la anomia es “la ausencia de normas morales apropiadas por las cuales orientarse”10, podemos decir que una sociedad en estado de anomia es aquella que perdió las normas morales que la unen como sociedad. Ya que para el autor “La semejanza de ideas morales positivas es el único vinculo que puede unir a los hombres en sociedad”. Esto pude darse por una pérdida de la solidaridad orgánica, la cual deriva del trabajo y, como se explica en la sexta pregunta, mediante los gremios de oficios se inculca una moral integradora. Al perderse la solidaridad se pierde la base de los valores comunes a la sociedad, por esto el individuo se siente desvalido. Este estado de abandono se define por el concepto de sociedad que tiene Durkheim: “La sociedad no es en absoluto un simple conglomerado de seres vivientes (…). Por el contrario, la sociedad es sobre todo una verdadera máquina organizada, cuyas partes constituyen todas de diferente modo al movimiento de la totalidad” 11. Por lo tanto, al individuo ser parte de un todo, en una sociedad donde no cabe la idea de individuo particular, sino que cada uno depende del resto, al dejar de existir un relacionamiento entre los organismos que la comprenden, ya que la existencia de la sociedad “es más o menos segura o precaria según que sus órganos desempeñen con mayor o menor regularidad las funciones (…)” 12, deja de existir la solidaridad. Es este el punto donde se da la anomia, la pérdida de todo aquello que ampara al individuo dentro de la sociedad. A partir de esto podemos decir que el “estado de anomia es imposible donde quiera que los órganos solidarios se hallan en contacto suficiente y suficientemente prolongado”13.
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Zeitlin, I., (2004). Op. cit. p. 307 Ibíd. p. 268 12 Ibíd. p. 68 13 Durkheim, E., (S/D) La división del trabajo. (S/D) p. 282 11
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Para restablecer la sociedad orgánica se debería implementa una nueva moral, un nuevo sistema de valores, que coincidieran con el sistema con el cual la sociedad no se encuentra conforme, Durkheim sostiene que, es la sociedad la que debe ajustarse al sistema económico y no este a la sociedad “Podrían eliminarse los conflictos y la anarquía (…) hallando e imponiendo un orden religioso-moral apropiado a las nuevas condiciones científico-industriales.”14
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Zeitlin, I., (2004). Op. cit. P. 268
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6. En la teoría de Durkheim cuáles son los mecanismos por los cuales la sociedad se mantiene integrada.
Es importante destacar que para Durkheim la sociedad debe estar integrada. Para lograr esto es necesario que haya solidaridad, una solidaridad orgánica que se logra mediante el trabajo. Sin embargo el autor reconoce que en el sistema actual la división del trabajo es muchas veces injusta, por lo que se dan conflictos, lo que él quiere evitar. No rechaza la idea de la división del trabajo, sino que la afirma, pero tiene otra concepción de la misma. Al contrario que Marx, que cree que las capacidades de todos los hombres son ilimitadas, Durkheim cree que los hombres tienen una predisposición natural por ciertos trabajos: algunos por su naturaleza están más capacitados para dominar y otros menos; la división no sea daría por un tema de poder sino por capacidad. Así es que según Zeitlin, Durkheim “(…) concibe un sistema en el cual algunos hombres tienen inclinación „natural‟ por las „funciones‟ que (…) son humanamente degradantes.”15. La división concebida de esta manera se daría como resultado una base industrial pura, pero para que esto de paso a la solidaridad orgánica que el autor busca, los individuos deben integrar gremios de oficios, que son los que realmente cumplen un papel integrador. A su vez estos gremios deben predicar una moral integradora y deben lograr que los individuos estén satisfechos. Esta nueva moral debe enseñar a sus integrantes que el lugar que tienen es el que les corresponde y por lo cual no deben estar disconformes con éste (la disconformidad llevaría al conflicto). Con respecto a eso Durkheim piensa, según nos dice Zeitlin, que “Para que impere el orden social es necesario que la masa de los hombres este conforme con su suerte. (…) que se halle convencida de que no tiene derecho a tener más. (…) [debe hallarse] una autoridad cuya superioridad reconozca y que le diga que es lo correcto” 16. Esta autoridad son los gremios de oficios y grupos ocupacionales que ejercen e inculcaran esta moralidad.
15 16
Zeitlin, I., (2004). Op. cit. p. 281 Ibid – p. 273
11
¿Por qué la nueva moralidad debía ser inculcada por estos grupos? Era una labor de los gremios porque para él, el individuo en la sociedad “es una abstracción, está sumergido en un grupo que, a su vez, se halla subordinado a la Sociedad”17, por lo que “Solo mediante el sistema corporativo puede elevarse el nivel moral de la vida económica”18. Pero no solo estos grupos deben hacerlo, también las instituciones como la familia y la educación son fundamentales en la impartición de la moral. La moralidad planteada debía inculcar las ciencias positivas, “paciencia y una moderación de apetitos”19, además de disciplina y moderación . Estos valores, tenían como objetivo que el individuo se subordinara a la sociedad. Además debían ser comunes a toda la sociedad en su conjunto y por esto eran inculcados también mediante la educación y la familia, como ya se explico. Los niños debían aprender que los objetivos que se propusieran no podían sobrepasar sus limitaciones naturales, determinadas por las características de cada uno. Desde el nacimiento, mediante la educación y la familia, al individuo se lo impulsa a desarrollar sus capacidades innatas, y a no pretender alcanzar eso para lo que “no nació”. Si en todo este sistema, existían individuos que no aceptaran la división del trabajo natural, individuos que generaban conflictos, se consideraba que estos estaban enfermos, era una forma patológica y por sobre todo excepcional. Esta patología era del individuo en particular, el problema lo tenía él, no la sociedad. Ya que cuando un individuo se encuentra en estado de anomia trae como consecuencia estas formas patológicas. Estos tenían carencias en sus valores, no se encontraban conformes con las normas morales de la sociedad, no tenían disciplina, y se los consideraba moralmente malos.
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Zeitlin, I., (2004). Op. cit.. 287 Ibid p. 285 19 Ibid p. 280 18
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De esta forma es que para Durkehim, la “moralidad integrada” como él lo llama, mantiene articulada a la sociedad, porque “Actuar moralmente es actuar en términos del interés colectivo” 20
20
Ibid. P. 299
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Bibliografía
Durkheim, E., (1998). Las reglas del método sociológico. Madird: Altaya
Durkheim, E., (S/D) La división del trabajo. (S/D)
Durkheim, E., (S/D) El Suicidio. (S/D)
Kalberg, S (2008) Max Weber: Dimensiones fundamentales de su obra. Buenos Aires: Prometeo libros
Marx, K. (1985). La ideología alemana. Buenos Aires: Pueblos unidos,
Weber, M. (2006) La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Madrid: Alianza
Zeitlin, I. (2004) Ideología y teoría sociológica. Buenos Aires: Amorrotu editores
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