Sigmund Freud y Melanie Klein -El concepto de ser humano-
En este ensayo me dedicaré a exponer las teorías de dos autores psicoanalíticos, Sigmund Freud y Melanie Klein, para después compararlas y hacer notar tanto sus diferencias como sus similitudes. En esta ocasión me concentraré exclusivamente en sus teorías del desarrollo, elegí a estos autores porque en lo personal sus teorías me parecen extraordinarias y complementarias. Antes de empezar hay que tener en mente que la teoría de Melanie Klein está basada en la teoría de Freud, por lo que encontraremos muchas similitudes. Sin embargo es en las diferencias en dónde vamos a encontrar los aspectos más interesantes y complementarios entre ambas teorías. Considero que estos autores se complementan y enriquecen maravillosamente, a mi parecer forman un gran equipo tanto en la teoría como en la clínica psicoanalítica. “Desde hace más de treinta años trabajamos con la idea de pluralismo: estudiar diferentes teorías, todos los autores posibles con sus puntos de vista individuales, enseñar y convivir en la complejidad de conocimientos. Como ya mencionamos en otra parte de este libro, la noción de pluralismo nos dio las bases ideológicas para la enseñanza universitaria de la psicología, la psicoterapia psicoanalítica y el psicoanálisis en el Centro Eleia.” (Celia Leiberman y Norberto Bleichmar, Sobre el psicoanálisis contemporáneo, editorial Paidós, México, 2013, págs. 54-55.)
Sigmund Freud La teoría de Freud sobre la interpretación de la personalidad, se basa en las experiencias con sus pacientes, el análisis de sus propios sueños y sus numerosas investigaciones. En ésta ocasión expondré únicamente la teoría del desarrollo psicosexual. Freud decía que el niño era un perverso polimorfo, que dirige sus deseos sexuales hacia cualquier objeto, desorganizadamente y sin represión, nadie recuerda ésta etapa de la infancia debido a lo que él llamó “amnesia infantil”, todo es reprimido. “Es instructivo que bajo la influencia de la seducción el niño pueda convertirse en un perverso polimorfo, siendo descaminado a practicar todas las trasgresiones posibles. Esto demuestra que en su disposición trae consigo la aptitud para ello; tales trasgresiones tropiezan con escazas resistencias porque, según sea la edad
del niño, no se han erigido todavía o están en formación los diques anímicos contra los excesos sexuales: la vergüenza, el asco y la moral. ”(Freud S.(1905), Tres ensayos de Teoría Sexual, Parte II “La sexualidad infantil” pag. 173) Dicho esto, las fases del desarrollo psicosexual que propuso Freud, son: fase oral, fase anal, fase fálica, fase de latencia y la fase genital. Primero tenemos el periodo infantil, comprendido por la fase oral, anal y fálica: Fase oral. Durante esta fase el órgano de placer es la boca, ya que es el primero en proporcionarlo por medio de la alimentación. Es una fase sádica que se da durante el primer año de vida y su objetivo es incorporar al objeto de amor elegido. Fase anal. En ésta fase los impulsos agresivos orales del primer año, alcanzan un mayor desarrollo durante el segundo año, cuando la zona erógena pasa a ser el ano. Esta es una fase de conducta agresiva en un primer momento, después aparecen impulsos eróticos, caracterizados por la retención y la excreción, ya que coincide con la etapa de control de esfínteres. Fase fálica. Se da entre los tres y cuatro años de edad. Aparece por primera vez la diferencia anatómica entre hombre y mujer. En ésta fase la zona genital es la zona erógena y la masturbación es casi universal. Todo gira alrededor del falo, los hombres notan que las mujeres no tienen falo, por lo que las amenazas de castración se tornan mucho más reales, por el otro lado las niñas al notar esto, se asumen castradas. Durante esta fase se da el complejo de Edipo, para Freud éste complejo se da diferente en hombres y en mujeres. Edipo masculino. El niño desea a su madre, por lo que quiere eliminar al padre para así quedarse con ella. Después de las amenazas de castración el niño prefiere conservar su falo, por lo que se identifica con el padre para después conseguir a una mujer como su madre. Ambos sexos pasan por un Edipo tanto negativo como positivo, debido a la bisexualidad latente en todos los seres humanos. Al final el niño debe definirse para tener un Edipo resuelto, si el niño se define en un Edipo negativo es aquí en donde se daría la homosexualidad. En este período se forma el superyó, debido a la internalización de las normas sociales y de los padres. El Edipo femenino por otro lado es mucho más complejo, por lo que no me adentraré en ello, sólo hay que tener en mente que para Freud se daban de forma distinta. Fase de latencia. Esta es una fase comprendida desde los cuatro o cinco años, hasta la pubertad. Esta es una fase en la que todo impulso sexual esta reprimido, probablemente debido a los castigos de los padres ante toda conducta sexual. En
esta fase los niños están concentrados en la escuela, en estudiar, en aprender, en memorizar, están en constante intelectualización. Fase genital. La pubertad marca el renacimiento de la sexualidad y el inicio de la fase genital. Esta fase muestra diferencias básicas con la sexualidad infantil, primero los adolescentes renuncian al autoerotismo y orientan su energía sexual a otra persona, en segundo lugar ahora es posible la reproducción, en tercer lugar la vagina de las mujeres obtiene el mismo estatus que tenía el pene, y finalmente se logra una síntesis de todas las zonas erógenas como auxiliares de los genitales, que alcanzan la supremacía como zona erógena.
Melanie Klein Klein desarrolló su teoría, teniendo experiencia directa con niños y teniendo en mente que lo innato, lo constitucional, es lo que mayor importancia tiene en el desarrollo. Klein trata de explicar lo que sucede en el mundo interno, en la fantasía. Freud nunca apoyó a Klein, debido a que ella y su hija Anna Freud, tuvieron desacuerdos y Freud se vio obligado a apoyar a su hija. Klein describe posiciones, a diferencia de las fases de Freud, habla de la posición esquizo-paranoide y la posición depresiva, en éstas posiciones estamos fluctuando durante toda nuestra vida. Otro dato importante a saber es que la agresión posee un papel central tanto en el desarrollo psíquico temprano como a lo largo de la vida, para Klein ésta es constitucional, el bebé viene cargado con un instinto de muerte, la cantidad de éste tiene que ver con sus aspectos constitucionales, qué tanta voracidad y agresión trae de nacimiento. Posición Esquizo-paranoide. Existe un mundo interno de relaciones objetales, que en un inicio son parciales, la primera de éstas es la relación con el pecho materno. En esta etapa de la vida existe mucha ansiedad, debido a todos los estímulos internos, ya que el bebé viene cargado de agresión, cree que algo de fuera lo está atacando. Estos ataques son atribuidos al pecho, ya que es su única relación objetal en el momento. El bebe utiliza el mecanismo de defensa: escisión, para separa lo bueno de malo, así crea en su mente a un pecho bueno y a uno malo. Otro mecanismo de defensa utilizado es la proyección, el bebé proyecta todos sus instintos y deseos agresivos al pecho malo, por lo que después se siente muy perseguido, el pecho malo se vuelve persecutorio y le genera mucha angustia y ansiedad. Esto se convierte en un círculo vicioso, ya que a mayor angustia y ansiedad, mayor es la proyección.
La tarea del bebé es introyectar a un objeto bueno e identificarse con él, ya que así disminuye la ansiedad y se logra la integración. La envidia es otro aspecto muy importante en Klein, al igual que la agresión, es constitucional y es una manifestación de la pulsión de muerte. La envidia siempre busca dañar, en esto influye la tolerancia a la frustración. La envidia entorpece la escisión, ya que transforma los objetos buenos en malos y frena el pase a la posición depresiva. Genera mucha proyección y la persona se siente constantemente perseguida, ya que todos los objetos han sido dañados y se vuelven muy persecutorios. Posición depresiva. En esta posición se da la integración de los objetos parciales, para así formar objetos totales. Esto se da gracias a las experiencias nutricias. El bebé comienza a darse cuenta que el objeto malo al que él daña, es el mismo que el objeto bueno que lo cuida, por lo que comienza a sentir culpa y deja de atacar para no perder a ese objeto. En ésta posición comienza la ambivalencia. El bebé comienza a reparar, debido a la culpa que siente por haber dañado al objeto. Se comienzan a internalizar objetos más totales, en el mejor de los casos objetos mayormente buenos, así se da un mundo interno más tranquilo y una mayor facilidad para relacionarse. Otro concepto importante en Klein que creo vale la pena mencionar, es el de Edipo temprano. Klein plantea la idea de un Edipo en el inicio de la vida, es un Edipo que se desarrolla completamente dentro del cuerpo de la madre. Se cree que la madre lo tiene todo dentro de su cuerpo, pene, bebés, pecho, leche, coitos con el padre, el bebé quiere entrar al cuerpo de la madre y destruirlo todo. Por lo tanto Klein propone que desde muy temprano el bebé tiene una idea de los genitales y una idea de coito. Finalmente por amor a la madre el bebé deja sus impulsos. “Klein es pionera indudable de toda la corriente psicoanalítica contemporánea que enfatiza la existencia de relaciones de objeto tempranas como fundantes del desarrollo psíquico y de la personalidad.” (Norberto M. Bleichmar y Celia Leiberman de Bleichmar, El psicoanálisis después de Freud, Ediciones Paidós ibérica, México, pág. 94)
Dicho lo anterior, me parece que tanto la teoría de Freud como la de Klein son maravillosas. Muy a mi parecer creo que se complementan de buena manera. Claramente la idea de que las obras de Freud y Klein son continuas y complementarias ha sido polémica entre muchos autores, algunos lo aceptan y otros lo refutan, “Al estudiar el conjunto de la producción kleiniana hay autores que enfatizan, como ella misma lo hizo, la continuidad con las ideas freudianas. Así,
por ejemplo, el concepto de Introyección de objeto que Freud desarrolla en Duelo y melancolía (1917) puede ser entendido como el origen de la idea de objeto interno kleiniano; o la dualidad instintiva de Más allá del principio de placer (1920), como el punto inicial que Klein consideró para teorizar sobre las pulsiones agresivas y libidinales. Otros autores, por el contrario, marcan que hay una ruptura entre Freud y Klein. Afirman que se trata de una nueva teoría del funcionamiento mental y del desarrollo psíquico. La idea del conflicto freudiano como lucha entre el impulso y la defensa es reemplazada por la de conflicto entre deseos de amor y odio.” ((Norberto M. Bleichmar y Celia Leiberman de Bleichmar, El psicoanálisis después de Freud, Ediciones Paidós ibérica, México, pág. 97) Klein nos habla de una teoría puesta desde el momento del nacimiento basada en el mundo interno y en las fantasías, que se extiende a lo largo de toda la vida, para Klein fluctuamos entre sus dos posiciones durante toda la vida. Freud nos habla de fases mucho más estructuradas y ubicadas en el tiempo. Creo que las dos se pueden combinar de forma muy exitosa, ya que un niño puede estar obviamente en una de las fases de Freud, y a la vez estar en una de las posiciones de Klein. Creo que si se logran combinar las dos teorías se puede llegar a tener un panorama mucho más amplio, y un entendimiento mucho más completo, tanto en el campo teórico como en el clínico. Quiero comentar la diferencia del Edipo en ambos autores, Freud nos habla de un complejo de Edipo entre los tres y los cinco años, Klein nos habla de un Edipo previo, en los primeros meses de vida. Este es un Edipo más primitivo en todos los aspectos, desde los mecanismos de defensa que utiliza hasta el escenario en el que este sucede. El de Freud sucede en la realidad con la madre y el padre, el de Klein sucede en la fantasía del niño dentro del cuerpo de la madre. Creo que el complejo de Edipo planteado por Klein es un precursor del Edipo de Freud, los dos se enriquecen entre sí. Así no sólo hablando de Freud y Klein sino de muchos otros teóricos psicoanalíticos, hay que crear mentes más abiertas para poder encontrar los complementos que existen en todas las teorías, saber utilizarlas en distintos contextos, sin la necesidad de casarse con una sola y refutar todas las demás. Finalmente, en cuanto a teorías psicoanalíticas, siempre va a haber discusiones, ¿cuál es la correcta?, ¿cuál es la más acertada?, ¿éstas teorías se complementan o se contradicen?, hablando ya sobre el área clínica, creo que lo importante es saber decidir cuál es la apropiada para el problema que tiene éste paciente, saber combinar y utilizar un pluralismo de teorías dependiendo de la situación.
“El criterio que prevalece en la comunidad psicoanalítica contemporánea es la diversidad, la complejidad, la aceptación de múltiples significados, por ejemplo, para la comprensión de un sueño o del material de las sesiones. Se privilegia el diálogo y la apreciación de cada modelo en su contexto. Lo que interesa es la existencia simultanea de nuevos esquemas de comprensión, con los fundamentos teóricos y clínicos que sustentan diferentes posturas técnicas y, a la vez, amplían el espectro de pacientes en los que se puede aplicar el método psicoanalítico, mejorando los resultados terapéuticos, no solo en la resolución de los síntomas y trastornos del carácter, sino también en la profundidad que cada individuo logre para la comprensión de su funcionamiento mental y emocional.” (Celia Leiberman y Norberto Bleichmar, Sobre el psicoanálisis contemporáneo, editorial Paidós, México, 2013, pág. 53)
Bibliografía
Celia Leiberman y Norberto Bleichmar, contemporáneo, editorial Paidós, México, 2013.
Sobre
el
psicoanálisis
Freud S.(1905), Tres ensayos de Teoría Sexual , Parte II “La sexualidad infantil”
Norberto M. Bleichmar y Celia Leiberman de Bleichmar, El psicoanálisis después de Freud, Ediciones Paidós ibérica, México.
Robert, M (1987), La revolución psicoanalítica, Cap. XV La teoría de la sexualidad, págs. 229-242, Fondo de cultura económica, México.
Feist, J y G. (2007), Teorías de la personalidad, McGraw Hill, México
Mondragón, C. et al. (2002), Concepciones del ser humano, Editorial Paidós, México.
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