LA INTERPRETACIÓn DE LOS SUEÑOS
Asociación Gnóstica Internacional De Antropología Psicoanalítica
La Interpretación de los Sueños
San José, Costa Rica Enero 2002
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La Interpretación de los Sueños
INTRODUCCIÓN ¿De Qué Están Hechos los Sueños? Experiencia del soñar Aproximadamente 90 minutos después de que usted se duerme, su cerebro se activa intensamente. Desde la base de su cráneo se proyectan impulsos de un alto voltaje eléctrico, sin sentido ni control, que desencadenan ondas químicas que a su vez inundan el cerebro. La materia gris buscará desesperadamente la coherencia de estos eventos neurológicos. Usted está paralizado mientras los eventos se desdoblan en el interior de su cabeza, donde las imágenes se suceden unas a otras. •
Usted está soñando. Antes de que amanezca probablemente experimentará cuatro sueños más. Los detalles no los recordará al despertar, en su lugar las imágenes desaparecerán dentro del campo inconsciente para formar parte del inconsciente colectivo, pues el acto de soñar es parte de la herencia evolutiva de la humanidad. Investigación del sueño Para los psicoterapeutas, este nocturno teatro de la mente es considerado como un estrato particular de símbolos. Para los científicos los sueños son aún más provocativos. Algunos consideran que los sueños sirven como un sistema o mecanismo de advertencia de enfermedades, otros investigan como los sueños se inician como una simple fotografía y se van desarrollando y complicando a medida que el niño se hace adulto, de manera que rastreando este proceso los psicólogos tratan de descifrar el desarrollo del aparato cognoscitivo. •
Cultura popular Aún después del descubrimiento, en 1953, del estado cerebral en el que los sueños ocurren (período REM), este fenómeno siempre fue considerado como algo efímero, sin una base sólida como para atraer a la ciencia. Durante las décadas de los 60s y 70s, el tema se convirtió en parte de la cultura popular, señal del nacimiento de una nueva era. •
• Manejo Creativo Lo que entonces fe una moda, hoy se ha convertido en una corriente. Hasta los ejecutivos utilizan sus sueños para resolver sus dilemas empresariales. Hoy, por ejemplo, la Escuela de Negocios de Stanford en los Estados Unidos, en su curso de “Manejo Creativo” (Creative Management) utiliza como libro de texto “Viviendo Sus Sueños” (Living Your Dreams) de la psicóloga norteamericana Gayle Delaney.
Sueño creativo Los sueños parecen ser un medio muy efectivo para resolver problemas. Los casos de grandes creaciones que tuvieron su origen o desenlace a través de un sueño no son pocos. Robert Louis Stevenson reveló que la idea para crear al Dr. Jekyll y al Sr. Hyde le provino de un sueño. Elías Howe, tratando de inventar la máquina de coser, soñó que había sido capturado por salvajes con lanzas que tenían agujeros en sus puntas. Al despertar idealizó la aguja de su máquina con el ojal en a punta y no en el medio como originalmente la tenía. Es difícil explicar esta gran creatividad que se sucede en los sueños. Los sueños nos ofrecen gran penetración y a través de ellos se pueden tejer experiencias presentes y pasadas de una manera sumamente creativa. •
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Período REM Para los científicos, soñar es una colección de imágenes mentales que aparecen durante el período del sueño llamado de movimiento rápido de los ojos (Rapid Eye Movement) o REM. El período REM se caracteriza por el rápido movimiento de los ojos, labios paralizados y respiración irregular. El 85 a 90 por ciento de los casos de soñadores de laboratorio que son despertados en período REM recuerdan sus sueños. Este estado lo experimentan fetos de 23 semanas, así como las aves y los mamíferos. •
Sueños y carácter Existen en los sueños temas comunes como volar, precipitarse o caminar desnudo en público, experiencias que capturan de manera universal los sentimientos de aspiración o temor. Pero curiosamente en los sueños también se refleja el género y carácter de la persona. En el pasado, los sueños de las mujeres se relacionaban más con escenas de interiores, del hogar; los de los hombres con exteriores. Las mujeres reflejan más la emoción y la conversación, los hombres tienden a soñar más con imágenes mecánicas. Sin embargo hoy en día las diferencias se estrechan por cuanto los sueños se consideran como reflejos de procesos internos, procesos que han variado en gran parte gracias a la revolución sexual. •
Sueños y desarrollo del niño Introducción del símbolo La edad también tiene mucho que ver con los sueños. Niños de 3 y 4 años, según estudios de laboratorio, suelen soñar con imágenes y momentos específicos, sin narrativa alguna, como si fueran historietas de dibujos, con muy poco contenido emocional y en los cuales ellos nunca están presentes. Alrededor de los 5 o 6 años algunos niños empiezan a soñar con historias, con acción y movimiento, pero aún sin ser protagonistas de sus sueños. Solamente hasta los 7 u 8 años algunos niños ya se ven a sí mismos en sus propios sueños, convirtiendo al sueño en una experiencia con contexto psicológico así como fisiológico. • •
Uno de los requisitos aparentemente indispensables para soñar como adultos, que los niños incorporan generalmente después de los 8 o 9 años de edad, es el uso de los símbolos. De acuerdo con David Faulkes, investigador de la Universidad de Emory y quien mayormente ha trabajado con niños, los sueños no son exactamente repeticiones de eventos específicos sino “fusiones de piezas de conocimiento y memoria” que el cerebro conjunta. Según Faulkes, “los sueños se desarrollan en la misma dirección y al mismo nivel que la inteligencia”. • El sueño lúcido Otro aspecto interesante del soñar es la capacidad de hacerlo de una manera lúcida. Esta capacidad conocida como sueño lúcido se desarrolla naturalmente en solamente el 10% de la población y en un promedio de solamente un sueño lúcido al mes. Pero de acuerdo con psicólogos de la Universidad de Stanford, esta capacidad se puede aprender. Lo han logrado con voluntarios a los que, utilizando máscaras especiales, les vigilan el dormir hasta llegar al período REM, momento en el cual una luz roja intermitente se activa. Cuando el soñador ve la luz la incorpora al sueño y éste elemento le alerta entonces del hecho de que está soñando. Una alternativa a este experimento es escoger algún aspecto de los sueños, preferiblemente uno recurrente, y entrenarse en el reconocimiento de ese elemento de tal manera que cuando aparezca en el sueño nos llame la atención al hecho de que estamos soñando. Una especie de elemento iniciador del sueño.
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La Interpretación de los Sueños Sueños y enfermedades El lenguaje en el sueño Estudiando los sueños de ciertos pacientes y su comportamiento, investigadores de la Universidad del Estado de Michigan han encontrado una estrecha relación entre éstos y ciertas condiciones de su salud, sobre todo en pacientes con condiciones cardíacas. “Los sueños quizás nos indiquen que algo anda mal, advirtiéndonos sobre cierta vulnerabilidad”, dicen. Pero la mayoría coincide en que el principal problema es su lenguaje críptico. Interpretar lo que Delaney llama “su lenguaje metafórico y visual” es crítico para su análisis literario, un análisis de símbolos. “Los sueños son muy parecidos a la poesía,” dice ella. “Los entiendes si logras entender la metáfora.” • •
Estaba oscuro y un hombre con un cuchillo me perseguía. Cuando me volví hacia el para enfrentarlo, hice que viniera hacia un lugar iluminado para poder verlo. Cuando vino se convirtió en un gran charco. Me agaché para probarlo. Sabía a licor. Delaney le pide a su cliente que defina y describa cada imagen como si lo hiciera a un marciano, por cuanto diferentes imágenes mantienen diferente significado para cada soñador. ¿Qué es un cuchillo? ¿Qué es licor? Entonces el soñador hace un resumen de la trama, describe los sentimientos de sueño y recapitula las definiciones. Finalmente Delaney le pregunta al soñador que piense en situaciones de la vida real que reflejen las imágenes o sentimientos del sueño. El cliente, una dama, se da cuenta de que ha estado huyendo del temor de que todos los hombres se conviertan en alcohólicos como lo fue su padre. Una secuencia similar podría significar algo distinto para otro soñador, pero aún así arrojaría luz sobre cosas de las cuales solo conoce vagamente. Dice Delaney: “Los sueños nos muestran aquello que no nos atrevemos a confrontar directamente cuando estamos despiertos”. Soñar como respuesta neurológica El lenguaje metafórico Para el Dr. J. Allan Hobson, psiquiatra de La Universidad de Harvard, el soñar es el producto de las señales electroquímicas emitidas por el cerebro. Este genera automáticamente una gran cantidad de símbolos que son ensamblados de la mejor manera posible para crear una historia coherente. “El soñar no es producido por los eventos diarios que hacen surgir recuerdos enterrados sino que es un proceso tan automático como el respirar.” Una especie de descarga nerviosa. • •
Las investigaciones de Hobson han desencadenado una amarga crítica por aquellos que creen que estas teorías reducen los sueños a un simple producto del estado REM y sus combinaciones químicas. Sin embargo, en una publicación muy reciente, “El Cerebro Soñador” (The Dreaming Brain) Hobson suaviza su posición sobre el significado de los sueños y su importancia enfatizando el hecho de que el cerebro busca necesariamente un significado para todas esas señales neurológicas. La reacción a esa búsqueda resulta en una explicación al lenguaje metafórico de los sueños. Hobson insiste en que los sueños están llenos de imágenes tan vívidas porque “el cerebro trabaja asociativamente. Las asociaciones de un nivel alto se convierten en metáforas las cuales contienen gran cantidad de material en económicas unidades.” Para Faulkes, de la Universidad de Emory, quizás esta sea una explicación también a la manera en que trabaja la memoria. Tal vez la metáfora sea la manera en que guardamos el conocimiento, organizando los recuerdos por su contenido emocional, su apariencia o de alguna otra manera.
¿Son Los Sueños Una Realidad Aparte? •
El Mundo de los Sueños
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La Interpretación de los Sueños El Plano Astral Las enseñanzas esotéricas de cualquier latitud nos cuentan una historia diferente sobre los sueños a la que hemos escuchado anteriormente. Ellas sugieren que, más que ser ilusorios en comparación con el mundo “real” de la vida despierta, el mundo de los sueños es en sí mismo real. Existen tradiciones que incluso consideran al mundo de los sueños como un estado anterior al de la sustancia, y que las formas en el llamado “período de sueño” sustentan el mundo material. Puntos de vista similares se pueden encontrar entre los aborígenes australianos, en Platón, en la cábala y entre la mayoría de las escuelas esotéricas. •
Desde esta perspectiva se podría decir que se plantea el mundo de una manera subjetiva, es decir, desde adentro, desde el punto de vista del sujeto que sueña, en contraposición con el objeto de investigación que sería el soñador en un laboratorio. Esta perspectiva desde el interior vendría a ser el “mundo de los sueños”, el “plano astral”, el “período del sueño” de los aborígenes, el mundo de “Yetzirah” de los cabalistas, “aquello”, “lo Otro”, la “otredad”. Este se ínter penetraría con el mundo físico, así como el sueño es a la vez un evento fisiológico y una experiencia subjetiva, sin identificarse con el mundo. La “ilusión” del mundo De hecho, como es bien sabido, las experiencias subjetivas no se limitan al mundo de los sueños. En la vida cotidiana, mientras estamos “despiertos”, éstas se suceden unas a otras segundo a segundo, mientras las experiencias del mundo material se filtran a través de las emociones, los pensamientos, las reacciones, etc., el mundo de “maya”, la ilusión, el mundo de la descripción. En el estado del soñar, sin embargo, esta subjetividad se acentúa hasta llegar a convertirse en toda la experiencia en sí. •
La “realidad” de los sentidos El sueño compartido Ahora bien, considerando los sueños como un mundo, en el sentido de que su experiencia se produce en un contexto definido, ¿cómo podríamos definir la veracidad de ese mundo? La realidad es un concepto bastante difícil y complicado de definir, aunque el significado convencional es simple: aquello que es posible experimentar a través de los cinco sentidos y que debe ser experimentable de una manera pública, es decir, no solamente por uno.
Las experiencias de los soñadores lúcidos El sueño colectivo Dentro de este criterio de experimentabilidad, tenemos primero que las sensaciones que se producen durante los sueños –visiones, sonidos, sensaciones, etc., no son en sí las experiencias de los sentidos en el mundo de la vigilia, haciéndoles, por consiguiente, perder “realidad”. Ante este argumento encontramos, sin embargo, las experiencias de los soñadores lúcidos quienes a través de la práctica logran vivir en sus sueños con tanta coherencia y vivacidad –y con una conciencia del momento tan presente- como en la vida despierta. • •
En cuanto al criterio de las experiencias oníricas como algo público, bien sabemos que los sueños son experiencias subjetivas y privadas, que no son definitivamente de dominio público. Sin embargo, el mundo de los sueños, al ser accesible a todos, incluso 6
La Interpretación de los Sueños a algunas especies animales según se ha comprobado, significa que se alguna manera todos tenemos posibilidad de algún tipo de contacto con él. A esto se agregan las investigaciones sobre el “sueño compartido” en donde se ha comprobado que con un poco de trabajo y práctica es posible reunirse con otros en el mundo de los sueños, convirtiéndole en una actividad colectiva y pública. De hecho, este principio ya es conocido en culturas como la Senoi de Malasia y los aborígenes australianos, donde encontramos la realidad del sueño colectivo permeando la realidad del mundo material.
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Las dos realidades La tradiciones esotéricas Encontramos entonces, observando la evidencia tanto interna como externa – subjetiva como objetiva- con lo que podríamos considerar como dos mundos o dos realidades: la realidad de la psiquis o subjetivo mundo de los sueños, y el sólido y compacto mundo de las sillas, las mesas y las neuronas. Ambos se ínter penetran sin confundirse, sin embargo no son idénticos. Y la controversia permanece entre si el uno es más real que el otro. • •
que es transitorio es solamente un símbolo” .
Volvemos a las tradiciones esotéricas de oriente y occidente para tratar de entender mejor esta dicotomía pues para ellas la realidad no es aquello que está disponible a los cinco sentidos, sino aquello que es eterno y atemporal. Inclusive para muchas de ellas, como para la tradición budista tibetana que logra acceder a la realidad onírica a voluntad mediante la disciplina yoga del sueño, al final de cuentas tanto el mundo material como el onírico son irreales. Como decía Goethe, “Todo lo
SUEÑOS Y VISIONES EN EL ANTIGUO CRISTIANISMO El lugar que ocupan los sueños para los cristianos ha pasado de ser casi el centro de la experiencia espiritual hasta perder hoy casi todo significado para los creyentes. Una de las causas podría verse en la revolución científica del siglo XVII; pero el proceso se inicia en realidad de una manera más siniestra con la concentración del poder político y espiritual en unas cuantas manos y la transformación de la iglesia en una institución organizada. Sin embargo la naturaleza de la experiencia de soñar permanece constante a través del período del imperio romano. El mundo de los sueños de los cristianos y paganos de entonces se puede ubicar en una región de tres niveles del universo conformada por el reino terrestre, el reino celestial y una zona intermediaria en medio. El contacto inmediato, por supuesto, era con el reino terrestre, el mundo material de tiempo y espacio y de la experiencia de los sentidos. La esfera celestial era remota, inefable e infinita, el hogar de los dioses paganos, del Uno neoplatónico, del Dios cristiano. Entre estos dos reinos estaba lo que Platón llamaba το µεταξυ (to metaxu), “el medio”, el intermedio. [Metaxu: del griego “intermediario”, no binario, intermedio, puente.] Es la región de contacto entre lo humano y lo divino. En él moran los dioses menores
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La Interpretación de los Sueños llamados daimones, quienes sirven de mediadores entre Dios o los dioses y los humanos. “Estos espíritus –menciona Platón en Symposium- forman el mediador de las artes proféticas, de los ritos sacerdotales de sacrificio, iniciación y encantamiento, de adivinación y de magia… es solo por la mediación del mundo de los espíritus que el hombre puede tener una comunicación, ya sea despierto o durmiendo, con los dioses.” Desde el siglo primero, cuando Pablo se refiere a él como “el reino del aire” (Eph. 2:2) hasta Agustín en el quinto, este concepto de to metaxu era rara vez cuestionado. San Agustín todavía lo utiliza como la formulación platónica excepto que los daimones y dioses paganos ahora comparten con los ángeles y se han convertido en demonios del mal. Para los antiguos cristianos y paganos, las manifestaciones primordiales del otro mundo en el terrestre era a través de sueños y de visiones. Para el historiador Peter Brown “Las fronteras entre lo humano y lo divino permanecían excepcionalmente fluidas, de la misma manera la importancia de los sueños en la vida religiosa de la época. Era el paradigma de una frontera abierta: cuando un hombre estaba dormido y sus sentidos corporales en quietud, la frontera quedaba completamente abierta entre él y los dioses”. No existía una gran distinción entre los sueños y las visiones. El Nuevo Testamento es a menudo ambivalente sobre lo que ocurre, ambos se intercambian. A diferencia del plano celestial, la metaxu estaba aun envuelta en el tiempo y el espacio, aunque con menor rigidez que el mundo material. La metaxu es lo que el historiador de las religiones Houston Smith llama el plano psíquico, el plano de los arquetipos junguianos, de la sincronicidad, de los fenómenos ocultos y paranormales como de los sueños. El Nuevo Testamento ofrece numerosos ejemplos de sueños proféticos, clarividencia, experiencias fuera del cuerpo y apariciones de espíritus: sueños precognitivos guían a José y a María antes y después del nacimiento de Jesús (Mateo 1:2), una visión clarividente inspira a Pedro a emprender su viaje a Macedonia (Actas 16:9) y una extraordinaria cadena de visiones clarividentes llevan a Pedro y al centurión Cornelius a juntarse desde una gran distancia (Actas 10:1-11:18). Otro fenómeno paranormal, la experiencia fuera del cuerpo, aparece también en ambas fuentes cristianas y paganas de la época. Desde Platón (La República) hasta Plotino (Eneada) y San Agustín es aceptado sin discusión, generalmente bajo el concepto de la phantasia o parte visionaria del alma que se separa del cuerpo durante el sueño o en experiencias cercanas a la muerte. De acuerdo con Atanasio, teólogo y obispo de Alejandría del siglo III, cuando el cuerpo de un hombre duerme, él “en su movimiento interno –contempla lo que está fuera de sí mismo, atraviesa tierras ajenas, se reúne con amigos y ocasionalmente a través de ellos conoce de antemano sus acciones diarias. Como abandonando el cuerpo, pero permaneciendo en él, el alma contempla cosas supraterrestres, ocasionalmente reuniéndose con santos y ángeles que ya no tienen cuerpo terrestre.” Para los antiguos cristianos los sueños no eran simples reflejos de la vida común de los soñadores. Por el contrario, cada sueño era particularmente importante y potencialmente significativo, podía ya ser una epifanía, esto es, una manifestación del poder celestial en la vida terrestre de un individuo. Aún cuando Dios aterrorizara a través de sueños y visiones, como lo manifiesta Job (Job 7:14), eran estos el lenguaje preferido de Dios para hablar a las personas. Tertuliano (c.160-c.240) el primer padre de la iglesia latina, llegó tan lejos en este asunto hasta afirmar que la mayoría de la humanidad, incluyendo los paganos, adquirían su conocimiento de Dios a través de los sueños. Su contemporáneo pagano, Celso el platónico, estaba de acuerdo.
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La Interpretación de los Sueños Tertuliano clasificaba los sueños en tres categorías que reflejaban el tipo de sueños que se experimentaron a lo largo de los primeros siglos del cristianismo primitivo. La primera categoría se refería a aquellos que provenían de la gracia de Dios, los más importantes, “honestos, sagrados, proféticos, inspirados, edificados en inducidos por la virtud.” En ellos se encuentran las misteriosas y simbólicas visiones que necesitaban interpretación, o las claras manifestaciones y mensajes de algunos de los mediadores e Dios, pues no hay recuento de visiones directas de El). Según comenta el teólogo Orígenes (c.185-225) las conversiones, cambios de carrera, y otros asuntos importantes para el individuo y la iglesia eran generalmente instigados a través de contactos con el otro mundo. La segunda clase de sueños según Tertuliano eran aquellos que contemplaban asuntos de la vida cotidiana, ansiedades, fatiga, hambre, etc. Tanto cristianos como paganos reconocieron que la mayoría de los sueños entraba en esta categoría. Incluso el Viejo Testamento ofrece precedentes de este tipo de sueños sin importancia (Ecl. 5:3, Isa 29:8, Sal 73:20). Utilizando el modelo tripartito del cosmos mencionado anteriormente, podemos reconocer al primer tipo de sueños, aunque utiliza como intermediario un nivel intermedio, provienen del reino celestial. El segundo tipo se encuentra limitado al plano terrestre. Aquellos de la tercera clase según Tertuliano, provendrían de la metaxu. Estos sueños “vanos, engañosos, vagos, ilícitos e impuros” provienen de Satán y de otros demonios y, aunque en ocasiones resulten ciertos, generalmente sirven para desviar al soñador. [Claro pues representan las manifestaciones del I.C. que conforman el lenguaje pre-lógico, manifestaciones de la sombra anatematizada en el cristianismo.] Era extremadamente importante saber diferenciar entre un sueño verdadero y uno falso, tan importante como diferencias entre verdaderos y falsos profetas o entre espíritus buenos y malos, como lo dice la primera epístola del apóstol Juan (1ª Juan 4:1). A diferencia de los paganos, quienes tuvieron en Artemidoro (hacia finales del segundo siglo de la era cristiana) a un excelente recopilador de sueños y quien incluso escribiera un tratado sobre ellos, los cristianos dejaron muy poca información. Aunque al principio los sueños eran considerados potencialmente valiosos, sin importar quien fuera el soñador, entre los siglos II y V el valor sagrado manifiesto en sueños y visiones se contrajo, de ser algo disponible a cualquiera, a limitarse fundamentalmente a miembros prominentes de la iglesia. La famosa profecía de Joel parece cumplida en los primeros años del cristianismo: “Yo derramaré mi Espíritu sobre cualquier mortal. Tus hijos y tus hijas profetizarán, los ancianos tendrán sueños y los jóvenes verán visiones.” (Joel 3:1). Posteriormente tendría cada vez menos significado por varias razones. En primer lugar, existía la tendencia tanto en el cristianismo como en el paganismo (remontándonos hasta Platón) en creer que el regalo de las epifanías favorecían más a la gente virtuosa que a los menos virtuosos. Pablo le dice a los Corintios que “los espíritus distinguidos” eran un regalo especial que no se le otorgaba a cualquier persona (1ª Cor 12:10). Segundo, la enigmática naturaleza de los sueños llevó de manera natural a consultar a especialistas, tal y como lo hacemos ahora. Los interpretadores profesionales de sueños, comunes en el mundo pagano, fueron prohibidos por la iglesia. La mayoría de los cristianos buscó entonces respuesta en sus líderes espirituales.
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La Interpretación de los Sueños Y en tercer lugar, los sueños y las visiones eran manifestaciones de un poder sobrenatural. Como todo el poder, este se empezó a concentrar en cada vez menos manos. Los sueños más significativos llegaban a manos del obispo. Esta concentración de poder se fue haciendo cada vez más evidente hasta la edad media. Para el siglo VI encontramos, por recuentos del historiador Gregorio de Tours, que hasta los sacerdotes ordinarios, monjes y monjas eran descalificados de tener sueños significativos o de interpretarlos. Para el siglo XVI, en la época de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Ávila, virtualmente no existían sueños ni visiones en el sentido en que se habían visto antes. Solamente la trascendental, inefable y directa visión de Dios de los grandes místicos era real. Todo lo demás era una ilusión. Hoy en día la tarea está completa para el cristianismo. El nivel intermediario ha desaparecido y con él la oportunidad del contacto personal y la experiencia de lo divino. La iglesia relega el asunto de los sueños a la pseudo categoría de la psicología. La razón es clara. Tal y como lo vio la iglesia establecida en el pasado, a aquellos que hablan directamente con los ángeles o con la divinidad en sus sueños es difícil venderles la idea de que solamente los sacerdotes están calificados para mostrarles el camino, la verdad y la luz.
EL LENGUAJE DE LOS SUEÑOS El sueño es una conversación con nosotros mismos en la que el inconsciente nos enfrenta a problemas, necesidades o cuestiones que nos atañan directamente, y lo hace en un lenguaje propio, muy simbólico. Este lenguaje se diferencia del que empleamos habitualmente porque no es el que aprendimos conscientemente y luego vamos elaborando, sino que es un lenguaje instintivo y común a toda la humanidad. Y dado que cada uno de nosotros va incorporando nuevos contenidos a la conciencia durante la vida, este lenguaje interno se va modificando y adaptando a ellos. Pero las características esenciales permanecen inalteradas pues pertenecen al inconsciente colectivo de la humanidad.
El Inconsciente Colectivo Jung advirtió, a través de su estudio de los sueños, que repetidamente aparecen los mismos símbolos y conceptos que son comunes a toda la humanidad, y ello sin que el soñador tenga la menor idea del por qué de los mismos y sin necesariamente saber su significado. Jung acumula una gran cantidad de ejemplos que lo llevan a la conclusión de que en el inconsciente existe una diferenciación en los materiales que lo integran en dos grandes categorías: las pertenecientes al inconsciente personal, elaborado por el propio individuo a través de la vida, y las pertenecientes al inconsciente colectivo, categoría heredada de arquetipos que se transmiten en toda la especie humana. Este inconsciente colectivo sería el que en los animales encerraría lo que se llama el “maravilloso instinto”, que les permite hacer cosas que no son aprendidas. En los hombres, además de los instintos, nos dota de la mente que se ha dado en llamar pre lógica o primitiva, que se halla en la base del lenguaje de los sueños, en la cultura de los pueblos primitivos e incluso en lo que se conoce como “tradición oculta de la humanidad”.
La Mentalidad Pre-lógica 11
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Se trata de una mentalidad en la que si bien el proceso deductivo es correcto, parte de una premisas que no son necesariamente las habituales y posee una amplitud mayor que la mentalidad lógica, limitada por la concatenación de silogismos (deducciones) de la que no le permitimos separarse. Se fundamente en dos principios básicos: la intuición y la ley de las correspondencias. Por intuición entendemos el conocimiento que adquirimos sin saber cómo, y que a pesar de que aparentemente no se sustenta sobre bases sólidas, es tanto o más cierto que el que podemos adquirir a través de los sentidos o de la deducción. Es el saber que llega directamente sin intermediarios y que desgraciadamente se pierde ahogado por la racionalidad. Por ley de las correspondencias entendemos el conocimiento que nos dice que cuando en un plano de la vida o del universo ocurre algo, este mismo algo repercute en todos los demás planos aún cuando no sepamos el por qué. Es la ley que permite a nuestros sueños sustituir una idea por una imagen que la exprese y a alterar las formas de las cosas para expresar un proceso. Es la ley que posibilita el lenguaje de los sueños y la existencia de todos los símbolos y arquetipos del universo. La finalidad de la mentalidad pre-lógica es la de comunicarnos con nosotros mismos y por ello su lenguaje se basa tanto en palabras como en imágenes que se encadenan y arrastran unas a otras con una gran amplitud, aún cuando parezca que no tienen orden ni concierto. Las características más importantes del lenguaje de los sueños se resumen en: condensación, desplazamiento y simbolismo.
La Condensación La condensación consiste en que un solo objeto, persona o situación adquieren las características de otras varias, de tal modo que una persona puede representar a la vez a un amigo, al padre, a la madre o al jefe de la oficina, o que una palabra se forme por la condensación de otras varias (cocama por coche cama). A la vez, al expresase el sueño preferentemente en imágenes cada una de ellas puede expresar varias cosas o incluso todo un proceso con tan solo modificar su forma o transformarse en otra cosa distinta. En el ejemplo del padre que aparece como un gigante, esa sola imagen describe todo el proceso de magnificación del padre en la conciencia del soñador.
El Desplazamiento Consiste en transferir los sentimientos y emociones que sentimos por una persona, objeto o situación, a otras personas, objetos o situaciones que en realidad son diferentes, o al contrario. Por ejemplo en el sueño podemos sentir gran atracción por una persona que no nos inspira nada en la vida real, o que nos es perfectamente desconocida, mientras que a lo mejor en el mismo sueño nos aparece como indiferente aquella otra a quien en realidad amamos. Lo que sucede es que en el sueño se reprime la censura conciente de los condicionamientos religiosos, morales y sociales que chocan contra los deseos reprimidos. Suprimida esa censura y careciendo de importancia lo normal y correcto, afloran las apetencias inconscientes, y éstas se pueden personificar sin que interese tanto la persona sino la manifestación en sí.
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El Simbolismo El símbolo presupone la identificación entre el significado y el significador desde el punto de vista de un dinamismo organizador. Esto lo diferencia del signo, congelado, en el que se presupone más un acuerdo. El símbolo está cargado de afectividad y dinamismo, y además de representar algo en forma más o menos velada, es realizador, algo que es muy evidente en los arquetipos jungianos que llegan a conformase en estructuras o imágenes guía. Una definición acertada es la de Platón sobre la idea, de la que decía “es una realidad primordial de la que surgen, como ecos y desdoblamientos, las realidades existenciales. También la de Goethe, quien afirma que “en el símbolo, lo particular representa a lo general, no como un sueño ni una sombra, sino como viva y momentánea revelación de lo inescrutable.”
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El Simbolismo en los Sueños El símbolo incrementa notablemente la fuerza y expresividad del mensaje contenido en las imágenes del sueño. Como símbolo, una imagen como la de un trozo de pan expresa infinitamente más cosas que el pan físico, ya sea en materia, en imagen o en palabra. De la única manera en que el sueño puede burlar la censura que impide el paso de contenidos que rehusamos o no podemos aceptar, es hacer llegar a nuestra parte conciente el mensaje de nuestra parte instintiva a través de imágenes simbólicas.
Distintos Niveles del Simbolismo Onírico Los símbolos en los sueños pueden clasificarse de varias maneras, que atienden a su grado de universalidad: universales, locales y personales. Entendemos por símbolos universales los que son comunes a toda la humanidad, tanto a través del tiempo como en los distintos continentes y civilizaciones y que se consideran como pertenecientes a lo más profundo y ancestral del inconsciente colectivo. Son universales el símbolo del agua, del fuego, de la cruz, etc… Consideramos locales aquellos otros que, a pesar de ser generales, lo son dentro de una cultura o de una época, pero no en las demás, pues quedaron en nuestro inconsciente mucho más tarde, dentro de esa época o civilización. Sería local el simbolismo del teléfono, del ferrocarril o del avión. O el de algunos animales que poseen simbolismos muy distintos según el tiempo o el lugar. Por otra parte, cuando ocurre algún acontecimiento que deja huella o trauma, cualquier objeto, persona o detalle que conciente o inconscientemente atraiga nuestra atención, quedará ligada permanentemente a dicho acontecimiento, convirtiéndose en un símbolo del mismo. Es de esta forma que en el transcurso de la vida, pero más especialmente en la infancia, vamos creando toda una serie de símbolos que son propios y distintos para cada uno de nosotros, y que constituyen lo que llamamos símbolos personales.
EL DESARROLLO DEL APARATO PSÍQUICO [Del libro “El Matrimonio Perfecto” de Samael Aun Weor] Toda sensación es un cambio elemental en el estado de la Psiquis. Las sensaciones experimentadas dejan siempre una huella en nuestra Memoria. Tenemos dos tipos de Memoria: la espiritual y la animal. La primera conserva los recuerdos de las sensaciones experimentadas en las dimensiones superiores del espacio. La segunda conserva el recuerdo de las sensaciones físicas. Los recuerdos de las sensaciones constituyen las percepciones. Toda Percepción Física o Psíquica es realmente el recuerdo de una sensación. Los recuerdos de las sensaciones se organizan en grupos que se asocian o se disocian, se atraen o se repelen. La suma total de varias sensaciones convertidas en causa común se proyecta externamente como objeto. Entonces decimos: este árbol es verde, alto, bajo, tiene olor agradable, desagradable, etc. Cuando la percepción es en el Mundo Astral o en el Mental decimos: este objeto o sujeto tiene tales cualidades, tal color, etc. En este último caso la
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La Interpretación de los Sueños suma total de sensaciones es interna, y su proyección es también interna, pertenece a las dimensiones Cuarta, o Quinta, o Sexta, etc. Las percepciones físicas las vemos con el aparato físico, y las psíquicas con el aparato psíquico. Así como tenemos sentidos físicos, de percepción, así tenemos también sentidos psíquicos de percepción. Los Conceptos se forman siempre con los recuerdos de las percepciones. Así, los conceptos emitidos por los Grandes Adeptos fundadores de religiones, se deben a los Recuerdos Trascendentales de sus Percepciones Psíquicas. La formación de Percepciones conduce a la formación de las palabras, y a la aparición del lenguaje. La formación de percepciones internas conduce a la formación del lenguaje mántrico. Es imposible la existencia del lenguaje cuando no hay conceptos, y no hay conceptos cuando no hay percepciones. Aquellos que lanzan conceptos sobre los Mundos Internos sin haberlos percibido jamás, por lo común falsean la realidad, aún cuando tengan buenas intenciones. En los Niveles Elementales de la Vida Psíquica muchas sensaciones son expresadas con gritos, alaridos, sonidos, etc., que revelan alegría o terror, placer o dolor. Esto sucede en el Mundo Físico y también en los Mundos Internos. La aparición del lenguaje representa un cambio en la conciencia. Concepto y Palabra son una misma Substancia. El Concepto es interno y la palabra es externa. Este proceso es semejante en todos los niveles de la conciencia y en todas las dimensiones del espacio. Las ideas son únicamente conceptos abstractos. Las ideas son conceptos más grandes y pertenecen al mundo de los Arquetipos Espirituales. Todas las cosas existentes en el Mundo Físico son copias de esos Arquetipos. El contenido Místico de las Sensaciones y Emociones Trascendentales no puede ser expresado en el lenguaje común. Las palabras sólo pueden sugerirlos, señalarlos. Realmente sólo el Arte Regio de la Naturaleza puede definir esas Emociones Superlativas y Trascendentales. En toda civilización serpentina se conoció el Arte Regio. Las Pirámides de Egipto y México, la Esfinge Milenaria, los Viejos Monolitos, los Sagrados Jeroglíficos, las Esculturas de los Dioses, etc., son los arcaicos testigos del Arte Regio que sólo habla a la Conciencia y a los oídos de los Iniciados. El Iniciado aprende este Regio Arte durante el Éxtasis Místico. El espacio, con sus propiedades, es una forma de nuestra receptividad sensible. Esto lo comprobamos cuando mediante el desarrollo de los Chacras llegamos a percibir todo el Espacio en forma Tetradimensional, en lugar de la forma Tridimensional a la cual antes estábamos acostumbrados. Las características del mundo cambian cuando cambia el aparato Psíquico. El desarrollo de los Chacras hace que el mundo cambie para el Iniciado. Con el desarrollo de los Chacras eliminamos de nuestra mente los elementos subjetivos de las percepciones. Subjetivo es lo que no tiene Realidad. Objetivo es lo Espiritual, lo Real. Para la aparición de la Conciencia Cósmica se requiere cierta cultura: la educación de los elementos afines a la Conciencia Cósmica, y la eliminación de los elementos contrarios a la Conciencia Cósmica. Los rasgos más característicos de aquellos individuos preparados para recibir la Conciencia Cósmica es que miran al mundo como Maya (Ilusión). Ellos presienten que el
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La Interpretación de los Sueños mundo, tal como la gente lo ve, es sólo una ilusión y buscan la Gran Realidad, lo Espiritual, lo Verdadero, aquello que está más allá de la ilusión. Para el nacimiento de la Conciencia Cósmica es necesario que el hombre se entregue de lleno a lo Espiritual, a lo interno.
LOS ELEMENTOS DEL CONOCIMIENTO Para poder describir el conocimiento tal y como lo conocemos a través del estudio de la lógica y poder analizarlo críticamente, es necesario empezar por distinguir los elementos que intervienen en él, a saber: el sujeto; el objeto; la operación y la representación.
a) El Sujeto: Se trata de la persona que conoce; es llamado también el sujeto cognoscente. Es aquel que capta algo, el que aprehende con su mente las características de un ser u objeto. A través de las facultades cognoscitivas, en nuestro caso únicamente las inferiores, este centro del conocimiento se haya en la posibilidad de darse cuenta de los que pasa alrededor suyo. b) El Objeto: Viene a ser la cosa o persona conocida. Siempre el sujeto conoce un objeto, y el acto de conocer une a estos dos elementos. Sujeto y objeto son dos términos que se correlacionan; uno supone al otro; como la derecha supone a la izquierda. c) La Representación: Esta vendría a ser ya el fenómeno interno del conocimiento. En las facultades cognoscitivas del sujeto se producen ciertas representaciones que intentan reproducir en la mente de éste lo que está sucediendo en el exterior, si es así el caso. Con el solo hecho de cerrar momentáneamente los ojos podemos reproducir la imagen de los objetos que tenemos a nuestro alrededor. Estas representaciones llegan a tener una importancia tan grande para la lógica formal que algunos autores les llaman conocimientos demostrando con ello su terrible falta de profundidad. La representación interna es pues un contenido del interior de la mente que se refiere a un determinado objeto; una fotografía.
d) La Operación: Es el acto de conocer, el proceso psicológico necesario para ponerse en contacto con el objeto y lograr obtener su fiel representación. Vendría éste a ser el acto de ver, oír, pensar, etc., operaciones cognoscitivas que duran un momento. Se diferencia de la representación porque ésta perdura en el interior del sujeto, en la memoria, de donde es posible extraerla cuando es necesario. Comúnmente se entiende por saber la acumulación de representaciones y se dice que una persona sabe tanto más cuanto mayor sea el número de sus representaciones internas. El conocimiento sería, desde el punto de vista de la lógica más formal, la operación por la cual un sujeto obtiene representaciones internas de un sujeto. UTILIDAD DE LOS SUEÑOS Y TÉCNICAS DEL SOÑAR “¿Cuáles son los funcionalismos mentales durante el sueño? ¿Qué emociones nos agitan y conmueven? ¿Cuáles son nuestras actividades fuera del cuerpo físico? ¿Qué sensaciones instintivas predominan?...” “Es preciso recordar siempre que hay influencias superiores que actúan sobre nosotros y que son registradas por nuestro aparato psíquico, pero si estamos apegados a nuestros
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La Interpretación de los Sueños sentidos y no ponemos atención plena a nuestra vida interior, entonces tampoco lograremos percibir estas influencias.” Samael Aun Weor Se ha demostrado que las neuronas del tronco del cerebro que están relacionadas con la atención y la memoria reposan durante el sueño, sobre todo durante aquellas fases en a que más se sueña. Mientras estas células descansan, las neuronas sensorio-motoras se activan periódicamente, suministrando un programa para el mantenimiento activo de muchos circuitos cerebrales. Esta actividad neuronal facilita la consolidación de las experiencias diurnas y permite una comparación entre la información vieja y la nueva. Debido a esto, es posible sugerir que el cerebro es creativo durante el sueño; se produce una renovación de las ideas y de los sentimientos y se obtienen soluciones nuevas a problemas viejos. Para beneficiarse de los sueños es necesario aplicar cierto esfuerzo; la solución puede saltar súbitamente, pero lo más probable es que haya que elaborarla. Los sueños justifican la atención del soñador y han sido de mucha utilidad para científicos y famosos. Los neurofisiólogos J. Allan Hobson y Robert W. McCarley han avanzado la hipótesis de que los elementos en los sueños proceden de una síntesis de información producida por la activación de generadores de esquemas motores y sistemas sensorios. El cerebro es primero activado internamente y luego sintetiza esta información para formar las circunstancias fisiológicas de la experiencia onírica. Esta teoría de Activación-Síntesis de los sueños sostiene que los estímulos se generan a partir del sistema nervioso central y que son posteriormente procesados como si procedieran del mundo exterior. La función vigilante de estas neuronas es la integración sensorio-motora; su expresión mientras se duerme facilita las señales de las que toman forma los sueños
Archivos de Información Diaria La primera función que desempeña el cerebro durante el sueño sería la de codificar todos los datos de una forma especial que permitiese su fijación en la memoria y que podríamos denominar sueños de codificación, de los que raras veces somos concientes. En ellos apareen los hechos ocurridos durante el día mezclados y deformados de tal manera que nos parecerán absurdos e irracionales y con un valor muy distinto al que les daríamos en la vigilia. Dice el VM Samael: “…podemos afirmar que la mayoría de los sueños se encuentran vinculados con el centro instintivo-motor, esto es, son el eco de las cosas vistas en el día, de simples sensaciones y movimientos, mera repetición astral de lo que diariamente vivimos.”
El Sueño Creativo Resolución de Problemas Durante el Sueño Son muy conocidos los casos de personajes célebres que resolvieron sus problemas gracias a los sueños. No es necesario llegar a extremos exclusivos de cerebros privilegiados. Es posible para todos “ir a consultar con la almohada” cuando nos acosa
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La Interpretación de los Sueños un problema y muchas veces es posible que éste se solucione durante el sueño o que o podamos ver más claramente a la mañana siguiente. Al codificar el cerebro los datos más recientes, en este caso el planteamiento del problema, actualiza todos los datos que ya existen en la memoria permitiéndoles muchas veces surgir a la superficie de la conciencia en donde podremos aprovecharlos. Una sencilla manera es la de escribir antes de irse a dormir, de tal manera que se organice la información y se reafirme el deseo de resolver el problema. Una corta reflexión en el asunto antes de dormir ayudará enormemente.
La Incubación de los Sueños Era habitual entre los pueblos antiguos, como los griegos o las tribus indo americanas por ejemplo, la costumbre de incubar el sueño. Para ello será necesario prepararse con anticipación, creyendo firmemente en la posibilidad de tener un sueño que le ilumine. Observe todos los elementos como si fueran estos piezas de un instrumento que va a utilizar para obtener un resultado favorable. Desde la dieta y la alimentación durante el día hasta las condiciones del recinto donde duerme. Todo debe ayudar y favorecer a la concentración en un propósito con toda firmeza. Persevere sin desalentarse si no obtiene resultados inmediatos.
El Sueño Lúcido Despertando Conciencia Durante el Sueño Será necesario que los sueños sean invadidos por nuestra parte concientiva para que puedan ser útiles y agradables. A esta técnica se le denomina sueños lúcidos. Es necesario recordar que todas estas técnicas no son de rápido resultado, llevan tiempo y se ha de tener perseverancia. Algunos consejos pueden ayudar a lograr el objetivo más rápidamente. •
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Es importante empezar por recordar los sueños. Soñamos varias veces durante la noche. Existen ejercicios muy específicos para retener el recuerdo en la memoria física, como el evitar moverse abruptamente al despertar y realizar una retrospección antes de levantarse. Prepare un cuaderno para apuntar los sueños. Déjelo al lado de la cama junto con un bolígrafo. En cuanto recuerde sus sueños, anótelos. Recuerde que el recuerdo de los sueños se va diluyendo y que es conveniente registrarlos inmediatamente. No escatime en detalles. Acostumbre practicar un ejercicio de relajación antes de irse a dormir. Relaje bien su cuerpo y libere toda la tensión posible, no se la lleve a la cama. Trae de formar imágenes correspondientes a algún sueño que quiera soñar. Véase a usted mismo en e lugar o con la persona deseada o solucionando el problema que le preocupa. Si se despierta naturalmente durante la noche, será un buen momento para provocar un sueño lúcido. Vuelva a adormecerse pensando en la idea de tener un sueño lúcido, de despertar conciencia en el sueño, hasta que éste vuelva a invadirle. Si despierta durante un sueño, no se mueva, trate de concentrarse en lo que soñaba y de regresar a la escena del sueño, de continuarlo. Pregúntese constantemente si está despierto o dormido. Trate de cerciorarse de que está despierto, tratando de estirarse el dedo o buscando elementos que le convenzan. Hágalo de tal manera que si está
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La Interpretación de los Sueños despierto pueda convencerse a sí mismo de que durante el sueño se hará la misma pregunta y despertará su conciencia en el sueño.
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