SECUENCIA DIDÁCTICA PARA 2DO AÑO SB CORRESPONDIENTE A LA UNIDAD III: AMÉRICA Y EUROPA EN EL CONTEXTO DE FORMACIÓN DEL SISTEMA CAPITALISTA. Fundamentación: A partir de la programación curricular del Segundo año de la Escuela Secundaria Básica se iniciará un recorrido sobre Europa en el contexto de formación del Sistema Capitalista haciendo hincapié en la Revolución Industrial como el suceso que dio el impulso definitivo a esta nueva forma de organización económica y social. Mediante esta secuencia didáctica, correspondiente a la Unidad de Contenidos III del mencionado diseño curricular, se procurará que durante cuatro clases los estudiantes construyan el tiempo histórico, pudiendo dar cuenta de las múltiples dimensiones temporales y elaborando relaciones, de forma crítica y reflexiva de los procesos de cambio en Europa y América. Se buscará también, también, que los alumnos alumnos tengan los conocimientos conocimientos acerca de la importancia de la Revolución Industrial en Inglaterra y de cómo este país paso a ser la ordenadora del sistema mundo, los cambios en las relaciones de producción en el campo y en la ciudad, las fábricas, el proletariado y la burguesía, las características del mundo social industrial, las condiciones de trabajo, la explotación de la mano de obra, el capitalismo; que los alumnos comprendan como los diversos sujetos sociales se constituyen como tales en un contexto histórico, espacial y cultural. Asimismo, se busca profundizar las propuestas de los diseños de años anteriores, así como generar un puente en el alumno que una el pasado y el presente. Como objetivos básicos de esta secuencia se espera promover la participación crítica sobre la lectura de los textos en los alumnos por medio de diversas actividades didácticas. A su vez, a través de estas actividades se aspira a fortalecer el ejercicio de las prácticas de lectura y escritura en los alumnos. En la primera clase, se hará una primera aproximación con el concepto Revolución, se buscará que a través de los saberes propios y de la investigación puedan aprender y significar el concepto, y que además puedan
comprender que existen diferentes tipos de revoluciones. También se desarrollaran aspectos generales de este proceso histórico dando lugar a la segunda clases para abarcar aspectos más particulares y de mayor complejidad. Las actividades de esta clase apuntan a la creatividad y a la comprensión de texto, dónde se espera que los alumnos adquieran los conocimientos básicos de la Revolución Industrial. Se evaluarán de esta clase el compromiso y la participación durante la puesta en común, y la misma será conceptual. Durante el recorrido de la segunda clase, se buscará que los alumnos den cuenta de cómo los hechos históricos condicionan a la sociedad y la transforman, es por eso que en este encuentro se les dará a conocer quiénes fueron los nuevos sujetos impulsados por la Revolución Industrial, cómo eran sus condiciones de vida, y cómo fueron los comienzos del trabajo asalariado. Se han pensado actividades para poner en juego la creatividad y la puesta en práctica de lo aprendido, mediante una producción escrita por lo que también se propiciará las prácticas de escritura. Con esta actividad se buscará generar una conciencia crítica, ya que se podrá ver los aspectos positivos y negativos del proceso histórico. La evaluación será conceptual, y se apreciará la originalidad y la creatividad de la producción escrita. Con la tercera clase, se intentará cerrar parcialmente el tema exponiendo la consolidación del Sistema Capitalista, y diversas teorías económicas de la escuela clásica. Se buscará generar un ámbito para la reflexión y el debate. Se esperará que los alumnos construyan un panorama más amplio a cerca de la Revolución Industrial, teniendo en cuenta la multicausalidad de los hechos. Las actividades propuestas intentaran crear una actitud crítica. La evaluación será la participación y el compromiso en clase. La cuarta y última clase será destinada a la evaluación escrita, la misma apunta a la necesidad de integrar todos los contenidos de manera que los alumnos signifiquen lo aprendido. Para ello se propondrá una evaluación de a dos, que permitirá el uso del material teórico utilizado durante las últimas clases, lo que marcará la necesidad de tener la carpeta completa y los materiales al día. Lo que se pretende con la propuesta es que con sus
compañeros puedan realizar una producción escrita la cual no constará en copiar y pegar textos, sino invitará a la reflexión y comprensión de los sucesos, a la apelación de las relaciones causa/efecto y argumentaciones que fundamenten sus respuestas. Propiciando así la interdisciplinariedad, donde los alumnos no sólo utilicen competencias aprendidas en Historia, sino en otras áreas.
Evaluación: Para la evaluación del tema se promediará la nota conceptual y la nota numérica. La primera abarca el trabajo grupal e individual, la participación en clase, el compromiso y el respeto hacia la docente y sus pares, y la segunda, la nota numérica que será el resultado de la única evaluación escrita. Serán aprobados aquellos que su nota numérica promediada supere los 7 (siete) puntos. Por el caso contrario, aquellos que no estén aprobados, tendrán una instancia de recuperatorio.
Bibliografía del alumno:
Romero, Luis Alberto; Tato, María Inés; Ratto, Silvia; Farberman, Judith; Djenderedjian, Julio. “HISTORIA. América y Europa entre los siglos XV y XVIII. 2” Buenos Aires. Puerto de Palos. 2008
Bibliografía del profesor:
Área: Historia Curso: 2do año Secundaria Básica Tiempo: 2 módulos Fecha: 13/08/2012 Tema: La Revolución Industrial
Propósitos:
Que el alumno comprenda el concepto revolución, y sepa diferenciar los diferentes tipos de revoluciones. Que el alumno pueda ubicar temporal y espacialmente los sucesos. Que el alumno pueda hacer relaciones causa/efecto.
Expectativas de logro:
Reconocer la importancia de las relaciones de producción y poder. Construir el tiempo histórico a partir de los contenidos vistos.
Contenidos:
Revolución Industrial : Conceptos básicos: revolución/ industrialización/ urbanización
1er momento: La docente iniciará la clase preguntando a sus alumnos “¿qué entienden por revolución? ” armando colectivamente un torbellino de ideas en el pizarrón, los alumnos podrán utilizar enciclopedias, diccionarios y si poseen sus netbooks podrán buscar definiciones en internet. Se esperará que surja de ellos los diferentes tipos de revoluciones que pueden haber, o en su defecto serán anotadas por la docente.
2do momento: Actividad: 1) Con el material recaudado en el pizarrón, más lo indagado en libros, enciclopedias, diccionarios o internet, en pequeños grupos, elaborar con sus palabras una definición para el concepto REVOLUCIÓN.
3er momento: Se hará la puesta en común de las producciones, y se intentará que todas estén lo más completas posibles.
4to momento: Actividad: 2) Leer atentamente los siguientes textos y respondan:
LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN INGLATERRA Hacia finales del siglo XVIII Inglaterra puso en práctica una serie de innovaciones tecnológicas en la fabricación de telas que incrementó notablemente la producción. La aplicación de máquinas al trabajo industrial permitió producir una mayor cantidad de bienes en menos tiempo y con menos trabajadores. El uso de maquinaria, además, activó otras áreas de la economía; por ejemplo, la minería del carbón y del hierro. La industrialización produjo también una nueva organización del proceso de trabajo. A partir de 1780, aproximadamente, la fabricación de de textiles se trasladó a las fábricas (desplazando al sistema domiciliario que los campesinos realizaban en sus casas) establecimientos que concentraban en un mismo lugar a los trabajadores y a las máquinas. Poco a poco, alrededor de las fábricas se fueron formando nuevas ciudades donde vivían los obreros.
Aunque los cambios fueron graduales, suele hablarse de una “revolución” para
referirse a los profundos efectos que se produjeron a largo plazo sobre la economía y sobre la sociedad. Algunos de estos cambios fueron el peso que adquirió la industria en la economía, la expansión y la consolidación del mercado, la aceleración de la urbanización* y la aparición de nuevos grupos sociales, como los trabajadores y los empresarios. Inglaterra fue el primer caso de industrialización y sirvió de modelos a otros países, aunque en cada lugar se desarrolló según sus propias características. *urbanización (lat. Urbs=ciudad): Acción que consiste en acondicionar una porción de terreno, abrir calles, e instalar luz y demás servicios urbanos.
Romero, Luis Alberto; Tato, María Inés; Ratto, Silvia; Farberman, Judith; Djenderedjian, Julio. “HISTORIA. América y Europa entre los siglos XV y XVIII. 2” Buenos Aires. Puerto de Palos. 2008
LAS CARACTERÍSTICAS DE LA INDUSTRIALIZACIÓN Las nuevas técnicas eran sencillas y surgieron de las pequeñas modificaciones que desde hacía décadas habían sido introducidas por los artesanos en sus herramientas de trabajo. En su mayoría, se trataban de técnicas disponibles desde hace mucho tiempo, que no demandaban saberes especializados para ponerlas en práctica. La novedad radicaba en la decisión de los empresarios de aplicar esos saberes prácticos acumulados para mejorar la producción. El hecho de que la técnica aplicada fuera sencilla tuvo diversas consecuencias. Por un lado, su costo era accesible y se requería invertir muy poco dinero para aplicarla. Las enormes ganancias que al principio se obtuvieron de esta actividad compensaron los riesgos asumidos por los inversores. Gracias a estas facilidades empezaron a surgir muchas pequeñas y medianas empresas. Por otro lado como la simplicidad tecnológica implicaba también que las nuevas máquinas podían ser accionadas por una mano de obra no especializada. Por este motivo era muy frecuente que los empresarios contrataran a mujeres y a niños para trabajar en sus fábricas. Muchos de los nuevos obreros eran campesinos que habían perdido sus tierras después del proceso de cercamiento, producido en Inglaterra a partir del siglo XVI. Otros provenían de los workhoses, que habían sido creados como
consecuencia de las llamadas leyes de pobres. Estos asilos pusieron a disposición de los empresarios textiles el trabajo de numerosos indigentes, especialmente de niños, quienes eran incorporados a las industrias como aprendices. Las ventajas de la aplicación de maquinaria a la producción textil eran numerosas: la calidad de los productos era uniforme, se podía producir en grandes cantidades, en forma mas rápida y empleando menos trabajadores que los que intervenían en el sistema de trabajo domiciliario. Además, como los costos de producción eran bajos los precios podían abaratarse y el mercado podía ampliarse, es decir, los productos podían ser adquiridos por un número mayor de consumidores. En ese sentido, el algodón era un producto ideal, porque permitía la fabricación y las telas livianas de relativa calidad que podían ser vendidas en las colonias. El desarrollo de la industria textil estimuló a otras actividades económicas, la construcción de las nuevas maquinarias hizo necesaria la extracción de hierro. Además, para hacer funcionar las máquinas de vapor se utilizaba el carbón por lo que se incrementó la demanda de ambos minerales. Por otra parte, para que en las fábricas se pudiera trabajar más horas por día, comenzó a aplicarse la iluminación de gas.
Romero, Luis Alberto; Tato, María Inés; Ratto, Silvia; Farberman, Judith; Djenderedjian, Julio. “HISTORIA. América y Europa entre los siglos XV y XVIII. 2” Buenos Aires. Puerto de Palos. 2008
LAS CONDICIONES PARA LA INDUSTRIALIZACIÓN Hacia mediados del siglo XVIII Inglaterra presentaba varias condiciones particulares que explican por qué la Revolución Industrial se produjo allí y no en otro país del continente europeo. Entre esas condiciones estaba, en primer lugar, la existencia de un amplio mercado interno. Desde el siglo XVII venía produciéndose una demanda importante de diversos productos. En gran medida, ello se debía a las transformaciones agrarias, que habían impulsado a los campesinos a migrar a las ciudades y, por consiguiente, debían recurrir al mercado para proveerse de los productos de uso cotidiano. Los consumidores demandaban alimentos y bebidas, textiles, hierro y carbón para la fabricación de variados utensilios domésticos. Gracias a la aceleración de los cambios en la producción agraria a lo largo del siglo XVIII, el campo inglés estaba en condiciones de responder adecuadamente a esa demanda creciente por los siguientes motivos.
Primero, las diferentes regiones del territorio inglés se encontraban bien conectadas entre sí gracias a una importante red de ríos y canales de navegación. Esto compensaba las deficiencias del transporte terrestre y permitía que el mercado interno se abasteciera correctamente. Segundo, Inglaterra disponía también de un mercado externo en constante crecimiento. La poderosa flota inglesa controlaba casi todos los mares y había adquirido colonias en varias partes
del mundo. Por este motivo, Inglaterra se aseguraba mercados constantemente. El mercado externo requería la fabricación masiva de artículos consumidos por sectores sociales cada vez más amplios. El ritmo ascendente de esa demanda no podía ser satisfecho a través de los métodos tradicionales de producción, por lo que constituyó un poderoso estímulo para la mecanización de la industria textil. Tercero, el gobierno inglés constituyó un factor clave en la expansión de los mercados para los productos textiles. Para ello, no dudó en intervenir en numerosas guerras a fin de desplazar y debilitar a sus rivales comerciales. Por ejemplo, promovió el uso de la fuerza para desindustrializar a la India, su principal competidora en la producción de telas de algodón. Hasta entonces, desde ese país, controlado por la Compañía Británica de las Indias Orientales, provenían las telas de algodón sofisticadas y de alta calidad, que se vendían en el mercado internacional. Pero a partir de comienzos del siglo XIX, la Corona británica promovió la destrucción de los telares de la India mediante el uso de la fuerza militar. De esa manera, la industria textil inglesa despojó a la producción india de sus consumidores habituales y, además, se introdujo en el enorme mercado de esa región, que ya no puso continuar autoabasteciéndose. La combinación de los tres factores
mencionados: mercado interno, mercado externo y el rol del gobierno, le permitió a Inglaterra ser el primer país del mundo en industrializarse. El mercado interno dio inicio a la Revolución Industrial, tanto por su demanda constante de bienes, que mantuvo el desarrollo de diversas industrias en expansión, como por su oferta de mano de obra y de alimento para las industrias. Sin embargo, el mercado externo y el respaldo
del gobierno a la actividad algodonera fueron importantísimos. El mercado externo, especialmente el colonial, crecía a una velocidad, mucho mayor que el interno, creando nuevos consumidores. El Estado inglés, por su parte, actuó decisivamente para garantizar las posibilidades de expansión del comercio internacional.
Romero, Luis Alberto; Tato, María Inés; Ratto, Silvia; Farberman, Judith; Djenderedjian, Julio. “HISTORIA. América y Europa entre los siglos XV y XVIII. 2” Buenos Aires. Puerto de Palos. 2008 a) Justifique la siguiente afirmación: “La Revolución Industrial fue un hecho multicausal”
b) ¿Qué aspectos positivos pueden resaltar de la Revolución? ¿y negativos?
3er momento: Se hará la puesta en común de las actividades y se irán anotando los conceptos más importantes en el pizarrón. Se anotaran las diferentes causas que desataron la Revolución Industrial estableciendo relaciones con los diferentes actores sociales, siendo este un tema a desarrollar en el próximo encuentro. La docente hará relaciones de CENTRO y PERIFERIA para establecer como la Revolución Industrial infirió en América. Explicando cómo Inglaterra y los países manufactureros condicionaron a América a ser exportador de materias primas.
Área: Historia Curso: 2do año Secundaria Básica Tiempo: 2 módulos Fecha: 20/08/2012 Tema: La Revolución Industrial
Propósitos:
Que el alumno conozca quienes fueron los actores sociales involucrados en la Revolución. Que el alumno vincule cuales fueron las consecuencias sociales de la Revolución.
Expectativas de logro:
Reconocer la importancia de las relaciones de producción y poder. Articular el nivel conceptual en cada caso con los acontecimientos actuales.
Contenidos: Revolución Industrial: Actores sociales y sus condiciones de vida
1er momento: La docente pedirá a los alumnos que rápidamente comenten que estuvieron trabajando la clase anterior. Se llevará a cabo un breve repaso. Se despejaran dudas.
2do momento: Se hará circular por el aula diferentes tarjetas con imágenes características de la Revolución Industrial y en forma comentada se hará mención de lo que en ellas observaron.
Tarjeta 1: Cualquier ciudad inglesa de esa época tenía las características de Coketown, una localidad imaginaria inventada por el escritor Charles Dickens. Coalbrookdale de noche. Óleo de Philip James de Loutherbourg, de 1801.
Tarjeta 2: Fábrica textil en Holborn Hill, Inglaterra, hacia 1820
Tarjeta 3: A fines del siglo XIX Lancashire llegó a ser una rica y pujante ciudad industrial. Postal de Lancashire en 1890.
Tarjeta 4: La clase media asumió frente a los trabajadores, una actitud de superioridad social y moral. La clase media se consideraba a sí misma como una clase respetada.
Tarjeta 5: El proceso de urbanización no tardó en acondicionar el terreno.
3er momento: Luego de que las tarjetas recorran toda el aula, se les preguntará a los alumnos como imaginan que era la vida cotidiana de las personas que vivían en esa época. Después de escucharlos, sin hacer intervenciones se les entregará a los alumnos tres textos los cuales deberán leer atentamente.
LAS CONDICIONES DE VIDA DE LAS CIUDADES INDUSTRIALES Todas las ciudades que surgieron durante la Revolución Industrial eran muy parecidas entre sí. Esto se debió a que respondían a la lógica de los empresarios industriales, que apreciaban la funcionalidad y la utilidad de los edificios antes que su apariencia estética. Como resultado de ello, el paisaje urbano adquirió un aspecto monótono. Por lo general las fábricas y las estaciones de ferrocarril se encontraban en el centro de las ciudades. Alrededor de ese núcleo industrial y comercial se hallaba en el área de viviendas que, al principio, fue común para los trabajadores y los empresarios. Pero a medida que avanzó el siglo XIX, estos últimos fueron alejándose hacia la periferia, donde construyeron sus viviendas.
A medida que se desarrollaban las actividades industriales, las nuevas ciudades comenzaron a atraer trabajadores de las áreas rurales, que buscaban trabajo. Este constante movimiento de personas provocó serios inconvenientes, dado que las ciudades no estaban preparadas para incorporar masivamente a los nuevos habitantes. Por ejemplo, la población de Glasgow entre 1780 y 1830, aumentó cinco veces, pero la estructura de la ciudad mantuvo sus dimensiones originales. Por consiguiente, la mayoría de los habitantes de los centros vivían hacinados en viviendas precarias, húmedas y mal ventiladas. Los servicios sanitarios eran muy deficientes. No había cloacas, agua potable, ni recolección de residuos. En
consecuencia, las ciudades solían ser focos de propagación de enfermedades contagiosas, como el cólera y la fiebre tifoidea. Los trabajadores industriales, quienes habitualmente estaban mal alimentados, se enfermaban con facilidad y muchos de ellos morían. La contaminación era muy común. No había disposiciones municipales que prohibieran a las fábricas volcar los
desechos industriales en los ríos y canales, o que regularan la polución producida por el humo de las fábricas. Sólo en la segunda mitad del siglo XIX los gobiernos locales comenzaron a intervenir en esas cuestiones a través de la legislación y de medidas concretas de gobierno, a fin de mejorar los servicios urbanos básicos y de proporcionarles a sus habitantes una mejor calidad de vida.
LOS TRABAJADORES La industrialización en Inglaterra hizo uso de un abundante número de trabajadores no especializados, especialmente de mujeres y de niños, quienes recibían salarios muy inferiores a los percibidos por los varones adultos. Era muy frecuente que en las fábricas se emplearan familias enteras. Para la mayoría resultaba difícil alcanzar ingresos que le permitieran cubrir sus necesidades básicas. En las fábricas la duración y la intensidad del trabajo estaban determinadas por el reloj, por el ritmo impuesto por las máquinas y por el control estricto ejercido por los capataces. Las jornadas de trabajo duraban más de doce horas. Con el desarrollo de la iluminación de gas, incluso, se prolongaron aún más.
A las largas jornadas de trabajo se sumaba la dura disciplina a la que debían someterse los trabajadores. Si no cumplían con ella se les aplicaban multas, que iban desde la reducción de sus salarios hasta la pérdida del puesto de trabajo. Por otro lado, las condiciones en que los trabajadores debían desempeñar sus tareas eran altamente insalubres por las características mismas del ambiente laboral. Al igual que las viviendas obreras las fábricas estaban mal ventiladas y eran húmedas; además, se hallaba muy contaminado por el ruido incesante de las máquinas y por las partículas que desprendía el algodón durante su elaboración.
LA CLASE MEDIA Los propietarios de las fábricas constituyeron un nuevo grupo social: la clase media, también denominada burguesía. El término “clase media” se
refería precisamente a su posición intermedia en la sociedad de este período, entre la aristocracia y los trabajadores.
La revolución industrial había puesto de manifiesto la posibilidad del ascenso social de individuos de origen humilde. Muchos de ellos habían logrado mejorar su posición y hasta hacer fortuna gracias a su propia dedicación, ingenio, trabajo, capacidad de ahorro y visión para los negocios. En este sentido se dicen que eran hombres que “se habían hecho a sí
mismos”, gracias a sus mer itos
personales y no a su origen familiar. La educación universitaria y el ejército también fueron herramientas importantes para ascender socialmente. A pesar de la necesidad de tomar distancia de la aristocracia y de reafirmar su propio valor individual, la clase media se vio atraída por incorporarse a la antigua elite. En el caso inglés, los miembros más importantes de la elite eran los llamados “pares” o la nobleza
privilegiada, seguidos en orden de
importancia por la gentry, es decir, los terratenientes ricos. Sólo era posible incorporarse a este último sector, algo que por otra parte pudo concretar una minoría muy pequeña de la clase medias. De todos modos, esa aspiración indicaba la admiración por unestilo de vida que pretendieron evitar. Así, algunos industriales muy ricos lograron vincularse con la aristocracia y copiar algunas de las costumbres nobiliarias, como los modales, las casas de campo, las fiestas, el matrimonio arreglado de sus hijos y el acceso a los cargos en el Parlamento.
Romero, Luis Alberto; Tato, María Inés; Ratto, Silvia; Farberman, Judith; Djenderedjian, Julio. “HISTORIA. América y Europa entre los siglos XV y XVIII. 2” Buenos Aires. Puerto de Palos. 2008
4to momento: Luego de la lectura atenta de los alumnos se procederá a mostrar un pequeño fragmento de la película “Tiempos modernos”, escrita, dirigida y protagonizada por el inglés Charles
Chaplin, y estrenada en 1936. http://www.youtube.com/watch?v=-YO86Bepf5Y&feature=related
5to momento: Actividad: 1) Imagina que sos un personaje de la época (trabajador en las fábricas/ campesino/ integrante de la clase media) y en una producción escrita de cómo mínimo una carilla describí como sería un día de la vida cotidiana de dicho personaje. 2) ¿Qué similitudes o diferencias puedes establecer con la realidad?
Área: Historia Curso: 2do año Secundaria Básica Tiempo: 2 módulos Fecha: 27/08/2012 Tema: La Revolución Industrial
Propósitos:
Que el alumno ubique cual fue el contexto de formación del sistema capitalista. Que el alumno pueda identificar a la Revolución Industrial como un proceso de consolidación para el Sistema Capitalista
Expectativas de logro:
Comprender y reflexionar en qué consiste el Sistema Capitalista. Analizar los cambios de fuerzas productivas y tecnológicas que incentivaron la expansión atlántica y la importancia de un capitalismo comercial que la permitió.
Contenidos: La Revolución Industrial: El desarrollo del Capitalismo.
1er momento: La docente retomará los contenidos vistos desarrollando el siguiente mapa conceptual en el pizarrón: A partir de 1780
Revolución
Mercado interno que se
Industrial
abastecía correctamente
Primero en Porque tenía
Inglaterra
Mercado externo en crecimiento
Generó
Gobierno que apoyaba la
Surgimiento de
Desarrollo de
Deterioro de las condiciones
ciudades industriales
diferentes industrias
de vida de los trabajadores
2do momento: EL DESARROLLO DEL CAPITALISMO La Revolución Industrial dio el impulso definitivo a una nueva forma de organización económica y social: el capitalismo. El desarrollo que venía produciéndose hacía varios siglos, adquirió madurez y se consolidó, para dar lugar a una economía en la que el mercado pasó a ocupar un lugar central. A fines del siglo XVIII la producción se orientó, principalmente, al intercambio y no l consumo directo. En el mercado capitalista se encontraban los empresarios, que eran los propietarios de los medios de producción y los trabajadores quienes libremente vendían su trabajo a cambio de un salario. Según los principios del liberalismo económico, la teoría económica desarrollada durante la ilustración, la función del Estado era resolver las cuestiones que no podían ser solucionadas por los empresarios ni por los trabajadores en el mercado. Los diversos economistas agrupados en la llamada escuela clásica, elaboraron diferentes teorías acerca del sistema capitalista.
Adam Smith El economista más influyente de la escuela clásica fue el escocés Adam Smith (1723-1790), autor de La Riqueza de las Naciones, publicado en 1776. A partir de sus observaciones acerca de funcionamiento de la economía capitalista, Smith formuló varias leyes que la regían. La primera era el interés egoísta de los empresarios que, con el objetivo de obtener de ganancias, se dedicaban a producir los artículos que la sociedad necesitaba consumir. Este interés se conjugaba con el bien común gracias a lo que Adam Smith llamaba la “mano invisible del mercado”
que armonizaba los intereses opuestos. La segunda ley elaborada por Smith era la de la competencia. Ésta evitaba el monopolio, es decir, el ejercicio exclusivo de una actividad económica, y estimulaba la producción de bienes de calidad y a precios razonables. La tercera erala ley de la oferta y la demanda, según la cual estos factores regulaban por igual los precios de las mercancías y los salarios de los trabajadores, manteniendo de manera natural el equilibrio de la economía. La cuarta ley se refería a la acumulación y a la población. Cuando los empresarios lograban acumular importantes ganancias, se producía un aumento de la demanda de trabajo y, por consiguiente, los salarios se elevaban. Así, mejoraba el nivel de vida de los trabajadores, se reducía la cantidad de personas que moría y aumentaban los nacimientos. Con el tiempo, las mayor disponibilidad de mano de obra haría descender nuevamente los salarios.
De acuerdo con Smith, la verdadera fuente de riqueza era el trabajo. El valor de los bienes se calculaba en función de la cantidad de trabajo necesario para producirlo.
Thomas Malthus Thomas Malthus (1766-1843) fue el único pensador de la escuela clásica que no consideraba que una población en crecimiento fuera garantía del progreso económico. Por el contario, se mostró pesimista acerca de la evolución del sistema capitalista. En su obra más difundida, Ensayo sobre el principio de la población (1798), sostuvo que la población crecía mucho más rápido que la oferta de alimentos necesarios para satisfacer sus necesidades. Por lo tanto, según Malthus, la escasez de alimentos frenaba el crecimiento demográfico y desembocaba en hambrunas, enfermedades y guerras, que traían como consecuencia el decrecimiento de la población. Por el contrario, todo aumento de la oferta de alimentos que superara el nivel existente de la población estimulaba ese incremento.
David Ricardo El economista inglés David Ricardo (1772-1823) también efectuó varios aportes a la economía clásica. Su principal trabajo, Principios de economía política y tributación, fue publicado en 1817. Entre sus postulados destacaba la teoría del valor de trabajo. Según ésta, el valor de los productos se repartía desigualmente entre el salario del trabajador y las ganancias del empresario. Por este motivo, los intereses de ambos eran opuestos. Las mercancías contenían más trabajo que el salario que percibían los trabajadores. La diferencia entre el trabajo realizado y el salario recibido constituía la plusvalía, de la cual se apropiaba el empresario, conformando su ganancia. David Ricardo amplió algunas ideas que había comenzado a desarrollar Adam Smith. Por ejemplo, la de división internacional del trabajo, o división del proceso de producción mundial entre países y regiones mediante la especialización en la realización de determinados bienes. Para Ricardo los países poseían ventajas comparativas, es decir que podían producir determinados bienes de manera más eficiente que otros.
Área: Historia Curso: 2do año Secundaria Básica Tiempo: 2 módulos Fecha: 03/09/2012 Tema: La Revolución Industrial
Propósitos:
Que el alumno pueda integrar en una producción escrita todos los contenidos trabajados.
Expectativas de logro:
Establecer relaciones entre los conceptos vistos y los acontecimientos actuales.
Contenidos: La Revolución Industrial
1er momento Para la evaluación se les pedirá a los alumnos que se ubiquen de a dos, que reúnan todo el material utilizado durante las últimas tres clases (fotocopias y actividades realizadas en clases). Luego se les entregará las consignas para el examen. Evaluación escrita: Historia 2do año SB Alumnos:
Fecha:
1) Elaborar un texto expositivo-explicativo relacionando y teniendo en cuenta los siguientes ítems: -Concepto de revolución -Causas y consecuencias de la Revolución Industrial -Actores sociales -Sistema capitalista 2) Escriban una conclusión crítica o no del tema. Pueden incluir una opinión personal.