ROL DE LA M UJER EN LA SOCIEDAD SO CIEDAD PERUAN A
En esta etapa el rol de la mujer fue fundamental para el desarrollo y sostenimiento de la sociedad incaica. A continuación se explicará de manera breve alguno de los roles que cumplía la mujer dentro de la sociedad. De acuerdo al rol laboral que cumplía la mujer se ha encontrado textos que certifican que la mujer cumplía con trabajos en el campo, como parte de su aporte al Ayllu. Por ejemplo, ella era quien sembraba las semillas , siendo sumamente importante que esta labor caiga en sus manos ya que la tierra posee el mismo género y se creía que si la mujer sembraba la tierra iba a responder mejor a su pedido, por compartir la misma naturaleza sexual.1
“En la tradición andina, las divisiones laborales están bien definidas entre los géneros y no se puede transgredir la costumbre. Mientras la semilla permanece en la chacra, el hombre es responsable de la cosecha y de su transporte; una vez en la casa la mujer asume la tarea que le corresponde (…) Las mujeres mayores son las encargadas de enseñar a las jóvenes cómo se selecciona las semillas y todo el procedimiento de su mejor conservación.” (Rostworowski 1995)
El rol sexual de la mujer juega un papel importante ya que ella era la única capaz de crear nueva vida. La mujer se consideraba más valiosa en cuanto era capaz de tener hijos e incluso se le otorgaba un nombre definitivo en cuanto hubiera tenido su primera menstruación 2,
la mujer prehispánica daba credibilidad a su feminidad de acuerdo a su fertilidad. Es importante recalcar que en la sociedad incaica la virginidad no tenía valor alguno, ya que para dicho contexto los hijos suponían una fuerza laboral a futuro. Como parte de su rol domestico, una vez que estuviera embarazada la mujer tenía que ofrecer ofrendas a los dioses hasta el momento del parto. No interesaba tanto el lugar en el cual se diera el parto, pero una vez realizado se solía llevar al pequeño al arroyo más cercano y la mujer tomaba el agua en su boca e iba desparramando el agua sobre el cuerpo del recién nacido.
La mujer volvía a sus labores cotidianas a los pocos días de haber tenido al bebe. Y a este se le ponía en una cuna en la cual permanecería hasta ser destetado, lo cual ocurría a los 2 años de edad. La mujer durante la lactancia no podía sostener relaciones sexuales, pues se creía que el acto sexual podría dañar la leche materna y por tanto ya no alimentar al recién nacido. Una vez el niño o niña hubiera crecido se decidía quien le impartiría su formación de acuerdo al género, si era mujer la crianza estaría a cargo de la madre quien le enseñaría las labores de campo, cocina, tejido, entre otros; si era hombre las enseñanzas las asumiría el padre.3
Por otro lado, en el imperio incaico habían mujeres que se dedicaban a labores especiales para el culto al sol, las principales labores eran las de preparar finos textiles para altos mandatarios de estado y preparar bebidas de forma masiva que serian usadas en los ritos. Adicionalmente, estas mujeres estaban a disposición total del Inca, quien cuando lo requería podía disponer de alguna de ellas para otorgarla como esposa a algún mandatario. 4
Estas mujeres denominadas Acllas, vivian en lugares especiales para poder realizar de manera satisfactoria sus labores: los Aclla Huasi. Existian distintos tipos Acllas: “…las Yurac Aclla, siempre de sangre inca, que eran consagradas al culto y eran consideradas esposas del Sol. Se guían las Huayrur Aclla, generalmente las más hermosas muchachas y entre ellas el Inca escogía a sus esposas secundarias. Las Paco Aclla se convertían con el tiempo en las es posas de los curacas y jefes a quienes el Inca quería agra dar, mientras las Yanac Aclla eran las muchachas que no destacaban ni por su rango ni por su belleza y
cumplían las funciones de sirvientas de las de más. (…) las Taqui Aclla, escogidas por sus aptitudes de cantoras, ellas tañían tambores y pincullo alegrando las fiestas de la corte.” (Rostworowski 1995) Estos han sido los roles más relevantes que cumplió la mujer dentro de la sociedad incaica, siendo importante su participación para mantener estable la cultura que se desarrollo durante el incanato. Por todo lo expuesto, se puede inferir que la mujer durante este periodo no fue considerada inferior al hombre ya que ambos tenían funciones especificas, por lo tanto, ambos cumplían roles imprescindibles dentro del Ayllu.
En contraria de la cosmovisión europea sobre la mujer, esta tenia derechos y obligaciones que cumplir, no estaba relegada a un hombre. Incluso existieron Curacas mujeres que eran respetadas del mismo modo que un Curaca hombre. Por todo ello, se puede concluir que en este periodo prehispánico la mujer fue valorada como tal y pude desarrollar actividades que le eran satisfactorias.
