Piaget, J. (1991). Cap 2 La primera infancia infancia de los dos a los siete años. En Piaget, J. Seis estudios de psicologa, 2!"#! $arcelona% La&or S.'. II. La primera infancia de los dos a los siete años Con la aparición del lenguaje las conductas se modifican profundamente en su aspecto afectivo e intelectual, el niño es capaz mediante el lenguaje de reconstituir sus acciones pasa pasada das s bajo bajo la form forma a de rela relato to y de anti antici cipa parr sus sus acci accion ones es futu futura ras s medi median ante te la representación verbal. De ello se derivan tres consecuencias esenciales para el desarrollo el principio de la socialización de la acción, la aparición del pensamiento y finalmente de forma forma primo primordi rdial al una una interi interiori orizac zación ión de la acción acción como como tal, tal, que que de ser puram puramen ente te perceptiva y motriz, pasa a reconstituirse en el plano intuitivo de las imágenes y las experiencias mentales. Desd Desde e el punt punto o de vist vista a afec afecti tivo vo,, ello ello tien tiene e como como cons consec ecue uenc ncia ias s una una seri serie e de transformaciones paralelas como el desarrollo de los sentimientos interindividuales y de una afectividad interior interior que se organiza de una forma más estable. Cuando se produce la aparición del lenguaje el niño se ve enfrentado, no ya como antes nicamente con el universo f!sico, sino tambi"n con dos mundos nuevos y, por otra parte, estrec#amente solidarios el mundo social y el de las representaciones interiores. $l lactante #a empezado adoptando una actitud egoc"ntrica, en la cual la incorporación de las cosas a la actividad propia prevalec!a sobre la acomodación, para lograr situarse paula paulatin tiname amente nte en un unive universo rso objet objetiva ivado do %en el que que la asimil asimilaci ación ón al sujet sujeto o y la acomodación a lo real se armonizan una con otra& de igual modo el niño reaccionará resp respec ecto to a las las rela relaci cion ones es soci social ales es y al pens pensam amie ient nto o medi median ante te un egoc egocen entr tris ismo mo inconsciente y sólo se adaptará progresivamente segn leyes de equilibrio análogas, pero transpuestas en función de estas nuevas realidades. $l resultado más evidente de la aparición del lenguaje es el permitir un intercambio y una comunicación permanente entre los individuos' es sabido que el lactante aprende poco a poco a imitar sin que exista una t"cnica #ereditaria de la imitación, luego la imitación sensorio(motriz se convierte en una copia más o menos precisa de movimientos que recuerdan los movimientos conocidos, y finalmente el niño reproduce los movimientos nuevos más complejos %como el rostro y la cabeza&. )a imitación de los sonidos sigue un curso semejante se prolonga finalmente en adquisición del lenguaje mismo. Con el lenguaje el niño descubre un mundo de realidades superiores a "l' sus padres y los adultos que le rodean se le presentaban ya como seres grandes y fuertes, el respeto del del pequ pequeño eño por por el gran grande de lo que que #ace #ace que que las las acept acepte, e, estas estas inter intercom comun unica icacio cione nes s representan igualmente un decisivo papel en el progreso de la acción. $n la medida en que estos intercambios conducen a formular la acción propia y a #acer el relato de las acciones pasadas, tambi"n transforman las conductas conductas materiales en pensamientos #abla a s! mismo sin cesar en monólogos diversos que acompañan sus juegos y su acción estos soliloquios, comparables a lo que será posteriormente el lenguaje interior continuo del adulto y el adolescente. adolescente. $stos aut"nticos monólogos, as! como los monólogos monólogos colectivos, constituyen más de una tercera parte del lenguaje espontáneo entre niños de tres o cuatro años, y disminuyen regularmente #acia los siete años. $l indi indivi vidu duo o perm perman anec ece e aun aun inco incons nsci cien ente teme ment nte e cent centra rado do sobr sobre e s! mism mismo o y este este egocentrismo con respecto al grupo social reproduce se trata de una indiferenciación
entre el yo y la realidad exterior asistimos durante la primera infancia a una transformación de la inteligencia que, de ser simplemente sensorio(motriz o práctica, se transforma a partir de a#ora en pensamiento propiamente dic#o, bajo la doble influencia del lenguaje y la socialización. $l lenguaje, en primer lugar, al permitir al sujeto explicar sus acciones, le facilita simultáneamente el poder de reconstituir el pasado, y por tanto de evocar en su ausencia los objetos #acia los que se #an dirigido las conductas anteriores, y anticipar las acciones futura. $l propio lenguaje ve#icula, en efecto, conceptos y nociones que pertenecen a todos y que refuerzan el pensamiento individual mediante un amplio sistema de pensamiento colectivo. $s sabido que el juego constituye la forma de actividad inicial de casi cada tendencia se observa, muc#o antes de que aparezca el lenguaje, un juego de funciones sensorio motrices que es un juego de puro ejercicio, sin intervención del pensamiento ni de la vida social, puesto que nicamente acciona movimiento y percepciones. *l nivel de la vida colectiva %de los siete a los doce años&, al contrario, vemos cómo se constituyen en los niños juegos reglamentados caracterizados por ciertas obligaciones comunes que son las propias reglas del juego que #ace intervenir al pensamiento, pero a un pensamiento individual casi puro y con el m!nimo de elementos colectivos+ se trata del juego simbólico o juego de imaginación e imitación jugar con muñecas, comidita de niños, etc. constituyen una actividad real del pensamiento que es esencialmente egoc"ntrica. u función consiste, efectivamente, en satisfacer al yo mediante una transformación de lo real en función de los deseos el niño que juega con la muñeca re#ace su propia vida, pero corrigi"ndola segn su idea de la misma, revive todos sus placeres o todos sus conflictos, pero resolvi"ndolos, y principalmente compensa y completa la realidad mediante la ficción. $n el otro extremo encontramos la forma de pensamiento más adaptada a, la realidad que conoce la primera infancia, y a la que puede denominarse pensamiento intuitivo+ se trata, en cierto modo, de la experiencia y la coordinación sensorio(motriz propiamente dic#as, pero reconstituidas o anticipadas mediante la representación. -ara saber cómo piensa espontáneamente el niño no #ay m"todo más instructivo que el de inventariar y analizar las preguntas que plantea, casi, en el mismo momento de empezar a #ablar. $ntre estas preguntas las primitivas tienden simplemente a saber dónde se encuentran los objetos deseados y cómo se llaman las cosas conocidas pero a partir de los tres años, y a menudo muc#o antes, aparece una forma esencial de pregunta que se multiplica #acia los siete años los -or qu"/ $l animismo infantil es la tendencia a concebir las cosas como si estuvieran vivas y dotadas de intenciones. *l finalismo y al animismo se puede añadir el artificialismo o creencia de que las cosas #an sido construidas por el #ombre o por una actividad divina actuando segn una pauta de fabricación #umana. $stos esquemas de asimilación egoc"ntrica, que actan libremente en el juego simbólico y dominan an, de esta forma, el pensamiento verbal. Cuando preguntamos algo a niños menores de siete años resulta sorprendente la pobreza de sus pruebas, su incapacidad para motivar sus afirmaciones e incluso la dificultad que experimentan para saber, mediante retrospección, cómo #an llegado a formularlas.
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111"119 El lenguaje y el pensamiento desde el punto de vista genético 0. $l pensamiento y la función simbólica $l lenguaje #a modificado profundamente esta inteligencia en actos iniciales y le #a añadido el pensamiento, los acontecimientos ya no son nicamente captados en su inmediatez perceptiva, sino que tambi"n se insertan en un marco conceptual y racional que enriquece su conocimiento. $l lenguaje es necesariamente interindividual y está constituido por un sistema de signos. -ero junto al lenguaje, el niño pequeño, que está menos socializado que a partir de los siete u oc#o años y sobre todo que el propio adulto, el juego simbólico aparece casi al mismo tiempo que el lenguaje, pero de forma independiente a "l y representa un papel considerable en el pensamiento de los pequeños, como fuente de representaciones individuales %a la vez cognoscitivas y afectivas& y de esquematización representativa igualmente individual. )a constitución de la función simbólica consiste en diferenciar los significantes de los significados, de tal modo que los primeros puedan permitir la evocación de la representación de los segundos, el lenguaje no es más que una forma particular de la función simbólica, y como el s!mbolo individual es, ciertamente, más simple que el signo colectivo, nos es permitido concluir que el pensamiento precede al lenguaje, y que "ste se limita a transformarlo profundamente ayudándole a alcanzar sus formas de equilibrio mediante una esquematizaron más avanzada. )as operaciones preposicionales %lógica de las proposiciones&, con sus estructuras de conjunto particulares, que son las de la red %lattice& y de un grupo de cuatro transformaciones %identidad, inversión, reciprocidad y correlatividad& no aparecen, en efecto, más que #acia los once o los doce años y sólo se organizan sistemáticamente entre los doce y los quince. Contrariamente, a partir de los siete u oc#o años, vemos cómo se constituyen sistemas de operaciones lógicas que no interesan an a las proposiciones como tales sino a los propios objetos, sus clases y sus relaciones, no organizándose más que con respecto a las manipulaciones reales o imaginarias de estos objetos. 000. $l lenguaje y la lógica de las proposiciones )as operaciones proposicionales %o sea aquellas que caracterizan la lógica de las proposiciones en el sentido de la lógica contemporánea& constituyen, por el contrario, un aut"ntico producto del lenguaje. $fectivamente, las implicaciones, disyunciones, incompatibilidades, etc., que caracterizan a esta lógica sólo aparecen #acia los once o los doce años, en un nivel en el que el razonamiento se #ace #ipot"tico(deductivo y se libra de sus lazos concretos para situarse en un plan general y abstracto cuyas necesarias condiciones generatrices sólo parecen ser facilitadas por el pensamiento verbal. $l problema psicológico de la formación de las operaciones proposicionales consiste en determinar cómo el sujeto pasa de las estructuras concretas.
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Pro&lemas de psicologa gen*tica $n el terreno de la inteligencia, es imposible dar una interpretación psicológica exacta de las operaciones lógicas, de las nociones de nmero, espacio, tiempo, etc., sin estudiar previamente el desarrollo de estas operaciones y estas nociones+ desarrollo social, claro está, en la #istoria de las ciudades y de las diversas formas colectivas de pensamiento&, pero tambi"n del desarrollo individual. 0. 0nnatidad y adquisición e #a pretendido a menudo, por ejemplo, que en el niño exist!a un instinto de imitación. -ero el estudio de la formación de la imitación entre 1 y 2, y 34 a 51 meses permite, al contrario, seguir paso a paso el aut"ntico aprendizaje que comporta esta función y las relaciones de este aprendizaje y la inteligencia sensorio(motriz en desarrollo, el recurso a lo innato no resuelve nunca los problemas sino que los remite simplemente a la biolog!a y, mientras no se #aya resuelto definitivamente la cuestión fundamental de la #erencia adquirida podemos seguir suponiendo que en el origen de un mecanismo innato se encontrarán los factores de adquisición en función del medio. )a maduración no es, sin duda, nunca independiente de un cierto ejercicio funcional, en el que la experiencia representa su papel' en los reci"n nacidos normalmente %captar un objeto en el campo visual, llevar frente a los ojos un objeto cogido al margen del campo visual& se produjeron en el primero a los 2 meses, en el segundo a los cuatro meses y medio y en el tercero a los 6 meses sin que existiera una notable diferencia entre el nivel intelectual de los tres. $llo se debe a que el primero fue objeto de pocas experiencias, mientras que con el tercero llev" a cabo, a partir de los 5 meses de edad, una serie de ensayos sobre la imitación de los movimientos de la mano. -or tanto el ejercicio parece representar un papel en la aceleración o el retraso de ciertas formas de maduración. )a segunda observación es que la maduración del sistema nervioso abre simplemente una serie de posibilidades %y la no maduración lleva consigo una serie de imposibilidades&, pero sin que estas posibilidades den lugar a una actualización inmediata mientras las condiciones de experiencia material o de interacción social no provoquen esta actualización. -ero el criterio psicológico de la constitución de las estructuras operatorias y, por consiguiente, del perfeccionamiento de la reversibilidad %siendo "sta un proceso que progresa gradualmente durante el desarrollo& es la elaboración de invariantes o de nociones de conservación. 3. Del nacimiento a un año y medio o dos años se puede #ablar de un per!odo sensorio( motriz, anterior al lenguaje, en el que an no existen ni operaciones propiamente dic#as ni lógica, pero en el que las acciones se organizan ya segn ciertas estructuras que anuncian o preparan la reversibilidad y la constitución de las invariantes. -or ejemplo, #acia los 7 o 2 meses el beb" no presenta ninguna conducta de bsqueda del objeto que desaparece de su campo visual mientras que #acia los 35 o l os 34 meses el objeto se #a #ec#o permanente y da lugar a conductas de bsqueda sistemática %en función de sus posiciones sucesivas&+ pero la constitución de esta primera invariante que es el objeto permanente en el espacio cercano está relacionada con una organización de los movimientos propios.
5. De los dos a los siete u oc#o años se inicia el pensamiento con el lenguaje, el juego simbólico, la imitación diferida, la imagen mental y las restantes formas de la función simbólica. $sta representación creciente consiste, en gran parte, en una interiorización progresiva de las acciones, #asta entonces ejecutadas de forma puramente material %o sensorio(motriz&. -ero las acciones interiorizadas no alcanzan an el nivel de las operaciones reversibles puesto que, en el plano de la representación, es muc#o más dif!cil de lo que parece invertir las acciones+ por ejemplo, representarse el orden de los puntos de referencia situados sobre el camino de regreso cuando acaban de ser enumerados en su orden exacto con respecto al camino de ida. -or carecer de operaciones reversibles y de las estructuras de conjunto en las que aqu"llas desembocan, el niño de este nivel no logra comprender la conservación de los conjuntos 6. 8acia los siete u oc#o años, por t"rmino medio %pero, repitámoslo, estas edades promedio dependen de los medios sociales y escolares& el niño llega, despu"s de interesantes fases de transición en cuyo detalle no podemos entrar aqu! para no extendernos demasiado, a la constitución de una lógica y de estructuras operatorias que denominaremos concretas. $ste carácter por oposición al formal es particularmente instructivo para la psicolog!a de las operaciones lógicas en general+ significa que, en este nivel, que es, por tanto, el de los inicios de una lógica propiamente dic#a, las operaciones no se aplican an sobre las proposiciones o enunciados verbales, sino sobre los objetos, que se limitan a clasificar, agrupar, a poner en correspondencia, etc. $n otras palabras, la operación naciente está an relacionada con la acción sobre los objetos y con la manipulación efectiva o apenas mentalizada. in embargo, por muc#o que linden con la acción estas operaciones concretas se organizan ya en estructuras reversibles que presentan sus leyes de totalidad. 33. $n cuanto a la construcción del nmero "sta se efecta en la misma edad bajo su forma operatoria. 8asta los seis o siete años existen ya nmeros para las pequeñas colecciones, pero sin los caracteres de conservación caracter!sticos de la operación+ por ejemplo, despu"s de #aber puesto seis fic#as rojas en correspondencia t"rmino a t"rmino con seis fic#as azules %al principio se limita a construir una #ilera de igual longitud sin correspondencia& será suficiente con unir o espaciar una de las dos colecciones para que el sujeto de cinco o seis años no crea ya en la equivalencia. 8acia los siete años, al contrario, la serie de los nmeros se constituye merced a operaciones, consistentes simultáneamente en adicionar de forma inclusiva %clase& y en ordenar %seriación& con la operación inversa, que facilita la conservación del todo, y siendo la seriación la forma de distinguir sin embargo una unidad de la siguiente. $l nmero entero puede ser concebido, por tanto, como una s!ntesis de la clase y de la relación sim"trica %orden&, de lo que se desprende su carácter simultáneamente ordinal y cardinal. 1. 9inalmente, #acia los once o los doce años %con un nivel de equilibrio #acia los catorce o quince& aparecen nuevas operaciones por generalización progresiva a partir de las precedentes se trata de las operaciones de la lógica de las proposiciones que a partir de a#ora pueden referirse a simples enunciados verbales %proposiciones&, o sea a simples #ipótesis y no ya exclusivamente a objetos. $l razonamiento #ipot"tico(deductivo se #ace as! posible y, con "l, la constitución de una lógica formal, o sea, aplicable a cualquier contenido. $ntonces se constituyen dos nuevas estructuras de conjunto, que señalan la finalización de las estructuraciones, #asta entonces incompletas, del nivel precedente. e trata de+ *. )a red de la lógica de las proposiciones, reconocible por la aparición de las
operaciones combinatorias. :esulta muy interesante constatar, #acia los once o doce años, la capacidad del preadolescente para encontrar por primera vez, y sin una enseñanza escolar para agrupar los objetos segn todas las combinaciones.