Conferencia 16. Psiquiatría y psicoanálisis
La conferencia gira en torno a la introducción en la comprensión de los fenómenos neuróticos, que tienen mucho en común con las operaciones fallidas y del sueño. Aclara que lo lo que presenta como como concepción concepción psicoanalítica psicoanalítica sea un sistema especulativo, especula tivo, es más bien experiencia; expresión directa de la observación y resultado de su procesami procesamiento, ento, la concepción psicoanalítica de los fenómenos neuróticos. Para ello, parece indicado empalmar empalmar con los fenómenos ya tratados, tanto a modo m odo de analogía como de contraste. Se echa mano a una acción sintomática en que según se ve incurren muchas personas en las horas de consulta. El analista no atina a hacer gran cosa con la gente que lo visita en su consultorio médico para desplegar d esplegar frente a él, en un cuarto de hora, las lamentaciones de su larga vida. Su saber más profundo le impide pronunciar pronunciar el veredicto a que recurriría otro médico: «Lo que usted tiene no es nada», e impartir el consejo: «Tome una ligera cura de aguas». Uno de nuestros colegas, preguntado por lo que hacía con sus pacientes de consultorio, respondió incluso, con un encogimi encogimiento ento de hombros hombros:: «Les impongo una multa de unas buenas coronas». Por eso no les asombrará enterarse de que aun en el caso de psicoanalistas psicoanali stas con mucha clientel clientela a las horas de consulta no suelen ser muy concurridas. La omisión del paciente obedece entonces a un determinismo. El paciente pertenece al gran número de los que claman por una autoridad mundana, de los que quieren ser deslumbrados, deslumbra dos, intimidados. Y ahora entra en una sala de espera desierta, por añadidura añadidur a en extremo modesta, y eso lo perturba. La psiquiatría no aplica los métodos técnicos del psicoanálisis, omite todo otro anudamiento anudamient o con el contenido de la idea delirante y, al remitirnos a la herencia, nos proporciona proporci ona una etiología muy general y remota, en vez de poner de manifiesto primero la causación más particul particular ar y próxima. En la naturaleza del trabajo psiquiátrico no hay nada que pudiera rebelarse contra la investigaci investigación ón psicoanalítica. Son entonces los psiquiatras psiquiatras los que se resisten al psicoanálisis, no la psiquiatría. El psicoanálisis es a la psiquiatría lo que la histología a la anatomía: esta estudia las formas exteriores de los órganos; aquella, su constitución a partir de l os tejidos y de las células.
Conferencia Nº 17: El Sentido de los Síntomas.
En esta conferencia Freud hace una clara distinción entre el enfoque de la psiquiatría clásica de su época y la del psicoanálisis. psicoanálisis. El describe a la sintomatología de la llamada Neurosis Obsesiva, en donde hay conductas c onductas para muchos irracionales, irracionales, y a diferencia de la psiquiatría que los consideraban como “degenerados” “degenerados” y no trataban de explicar
estas conductas, el plantea que hay un sentido oculto detrás de cada síntoma. Para esto el narra dos casos de su propia clínica en dónde quiere demostrar que siempre hay un suceso precedente y desencadenante que está oculto a la conciencia del paciente. El dice que el síntoma en es individual y Rico sentido, y este sentido se entrama con la historia del enfermo. Coincide en este punto con Janet al considerarlos “exteriorizaciones “exteriorizaciones del Inconsciente”.
También hace una diferencia entre la sintomatología de la neurosis obsesiva y la de la
histeria de conversión. En esta última la angustia se aloja en el cuerpo y en la Neurosis Obsesiva el sufrimiento esta en el alma, caracterizada por pensamientos recurrentes que el enfermo no puede refrenar y son movidos a realizar acciones que no le dan satisfacción alguna. Estos pensamientos son el disparador de una esforzada actividad de pensamiento que deja exhausto al enfermo. Hay impulsos en estos pensamientos que no puede materializar entonces realiza un montón de actividades para evitar llevar a cabo esas atrocidades para la conciencia. El resultado es el triunfo de la huída y la precaución. El enfermo no puede dejar de hacer estas rutinas, porque en ellas desplaza la pulsión que lo atormenta, pero no las suprime. Él lo describe como un penar estrafalario. El plantea que analizar el síntoma te lleva al núcleo más íntimo de un caso. “El primer caso que plantea es el de una mujer de 30 años cuya acción obsesiva más
recurrente era la de correr de una habitación a la otra, detenerse en el medio frente a una mesa, llamar a la mucama por cualquier tontería, despedirla y luego corría a la habitación siguiente. Al preguntarle por qué lo hacía decía “no saber”, pero de pronto
supo porque lo hacía. Relato que en la noche de bodas su marido resulto impotente. Este había corrido de una habitación a las otras reiteradas veces para intentar concretar el acto sexual sin éxito alguno; y es te exclamo que era “como para avergonzarse ante una mucama”. Por eso tomó un frasco con tinta roja y manchó en
vez de las sábanas, un mantel, para simular que había desvirgado a su mujer. Freud hace un paralelismo entre mesa y cama. En este caso la paciente se identifica con su marido, representa su papel. El núcleo de esta acción es el llamado a la mucama a quién le pone la mancha ante los ojos y de esta manera salva al marido de la vergüenza.” Con este caso Freud insinúa que detrás de estas acciones repetitivas hay algo oculto que casi siempre seria de carácter sexual. Para demostrarlo plantea el siguiente caso. “Cuenta el caso de una señorita de 19 años que tenía una molesta rutina a la hora de acostarse. Digo molesta porque su ritual le llevaba casi 2 horas en realizarse y era un hecho inevitable si quería dormir. Ella exigía que parasen todos los relojes de péndulo de la sala, y sacar hasta el pequeño reloj de pulsera de su mesita de noche, porque no la dejaban dormir con el tic-tac. También exigía que retirasen todos los floreros y jarrones de su dormitorio por miedo a que se cayeran y también tenía un modo particular de acomodar sus almohadas, en donde no podían tocar el respaldo, y ella debía acomodar la cabeza exactamente en el centro del rombo que formaba el almohadón. Además exigía que sus padres dejaran la puerta entornada de su dormitorio. Freud interroga en varias oportunidades a la paciente y después de muchas resistencias de ella a asociar su sintomatología, descubren la relación que tienen los relojes con el “latir” involuntario del clítoris en las noches. También al
obligarlos a los padres a dejar su puerta entreabierta exige que estos no tengan intimidad sexual. Freud analiza cada detalle narrado por ella como si fuera un sueño desde su simbología, y vuelve a demostrar que lo oculto y reprimido es de índole sexual.”
Freud concluye que los síntomas neuróticos tienen un sentido similar al de las operaciones fallidas y los sueños y que están en vinculación directa con el paciente. El plantea que la tarea del analista es descubrir esta situación del pasado en la que la idea estaba justificada y la acción respondía a su fin. El habla de que los síntomas tienen rasgos “típicos” y rasgos “particulares”. Es estos que se va a poder investigar la
historia que los desencadeno. Los rasgos típicos son los que van a ayudarnos para enmarcar al paciente en un diagnostico, y los “singulares” sirven de material para
desentramar la vivencia particular.
Conferencia Nº 18. La fijación al trauma, inconsciente.
Freud saca de los dos casos anteriores (Conferencia 17), dos de las conclusiones más importantes que presenta como paradigmas. 1) Las dos pacientes parecen estar fijadas a un momento de su pasado, dentro de su enfermedad; enajenadas del presente y del futuro. Hace como analogía de esta clase de neuróticos, a las neurosis traumáticas, en donde tienen en su base una fijación al momento del accidente traumático, como puede ser una guerra o accidentes *, donde después suelen soñar con esta vivencias traumáticas a las que parecen quedar fijados. En el caso de la joven que no pudo consolidar el matrimonio y eso puede asimilarse como un trauma, en cambio la segunda, el amor hacia el padre de la niñez, no podría decirse como traumático. Entonces toda neurosis tiene como base una fijación de un hecho del pasado, pero no toda fijación tiene como consecuencia la neurosis. 2) El nexo entre la escena de la noche de bodas y la acción obsesiva permanecía oculto para ella y fue destrabado bajo la influencia del trabajo de la cura, el cual costó mucho esfuerzo al igual que el caso de la muchacha que separaba la almohada del respaldo. Ese nexo es el que proporciona lo que hemos llamado el «sentido» de la acción obsesiva, el cual generalmente es desconocido para el quien los tiene, por tanto se pude decir que son procesos que quizás algún momento fueron conscientes, pero la necesidad de un trabajo analítico para interpretarlos para hacerlos conscientes, hacen suponer que sean inconscientes. Por tanto reconoce la importancia de Breuer, del descubrimiento de que los síntomas desparecen al llegar a hacer conscientes las precondiciones inconscientes, o sea, mudar al consciente lo inconsciente, aunque contra esto se encuentra la amnesia que hace olvidar el nexo entre ambos, tal como en estos casos. Para ello es importante el desde donde y el para que de los síntomas. El desde donde, se resuelve en impresiones provenientes del exterior, que fueron conscientes alguna vez y que pueden haber pasado a ser inconscientes y él para que de un síntoma es un proceso endopsicológico, que pudo nunca haber sido consciente y haber permanecido inconsciente. Conferencia Nº19. Resistencia y represión.
Cuando se emprende el reestablecimiento de un enfermo él nos opone una tenaz resistencia que se mantiene durante todo el tratamiento, sin reconocerlos como tales. Es harto diversificada, refinada, difícil de reconocer. Cuando se fija la R.T.F. (calma observación de sí sin reflexión, comunicación de las percepciones interiores en la secuencias en que emergen – sentimientos, pensamientos, recuerdos – resignación de cualquier motivo que lleve a la exclusión o selección , el resultado del tratamiento depende de su obediencia) se convierte en el blanco de la resistencia. Se evade de
sus imperativos. Pero decirlo todo significa realmente decirlo todo. Los neuróticos obsesivos le sobreimponen su conciencia moral y dudas, los que padecen histeria de angustia la llevan al ad absurdum produciendo ocurrencias harto alejadas. Cuando se logra cierta obediencia se traslada a la lucha con argumentos, objeciones a la doctrina analítica. Admite razones, quiere ilustrarse, se individualiza como distracción de nuestras tareas específicas. Otras veces, en vez de recordar repite unas actitudes y mociones afectivas de su vida que transferencia de por medio puede emplearse para resistencia de por medio pueden emplearse para resistirse al médico y a la cura. Si se trata de un hombre tomará este material de su relación con el padre en cuyo lugar pone al médico y entonces sus resistencias parten del afán de afirmar su autonomía , de su ambición de igualar o superar al padre. El propósito de descaminar al médico para haber sustituido el propósito de la cura. Las m ujeres, transferencia tierna, erótica; hace que se pierdan los intereses actuales de la cura, que se abandonen los compromisos asumidos. Celos y amargura frente al rechazo, estropea el entendimiento con el médico. No sólo juicio adverso, contienen tanto el material más importante del pasado del enfermo que se convierten en los mejores soportes si se les sale dar el giro adecuado. Siempre se pone al principio al servicio de la res istencia. Esas resistencias tienen que salir a la luz, y entendemos que el vencimiento de éstas es la operación fundamental del análisis. Además, el enfermo explota todas las contingencias que puedan surgir durante el tratamiento. Esta resistencia se convirtió en la base de nuestra concepción dinámica de la neurosis. Los resultados de la hipnosis eran caprichosos y no duraderos, por eso la abandoné. Tal estado sustraía al médico la percepción de las resistencias, no pudiendo colegir la dinámica de la neurosis, comenzando el psicoanálisis propiamente dicho cuando se renunció a su ayuda. En el curso del tratamiento la intensidad de la resistencia varía, desecha su actitud crítica y la vuelve a retomar; en su afán de oponerse a cualquier precio puede dar la imagen de un imbécil en el campo afectivo. Por tanto, su crítica no es una función autónoma sino auxiliar de sus actitudes afectivas y dirigida por su resistencia. Ahí registramos fuerzas poderosas que se oponen a un cambio de estado, tienen que ser las mismas que en su tiempo lo impusieron. La existencia del síntoma tiene por premisa que algún proceso anímico no fue elevado hasta el final, devenir cc. El síntoma es sustituto de lo que se interceptó. Debe haberse producido una violenta renuncia por lo que permaneció icc. Esa misma renuncia se opone durante la cura al esfuerzo por volver a trasportar lo icc a lo cc. Esto lo sentimos como resistencia. El proceso que la resistencia revela, recibe el nombre de represión. Se aparta del juicio adverso en cuanto se conserva la energía y no resta recuerdo; se consuma sin que el yo lo note. La condición de cc o icc es sólo una de sus propiedades, no unívoca, sentido sistemático; cualidad como indicio de su destino. Símil de la fotografía, estadio negativo, positivo. El proceso s ingular pertenece primeramente al sistema psíquico de lo icc y después, en ciertas circunstancias puede pasar al sistema cc.
La representación más grosera de los sistemas es la especial, a su vez, la más cómoda. Gran vestíbulo (s. icc), otro más estrecho (prcc), individuo en el salón prcc (cc), umbral entre icc y prcc (guardián) [...] Son imágenes auxiliares para comprender las observaciones. La organización del aparato psíquico tendría que ser para pasar justificada, validez universal. El guardián es la censura a la que estaba sometida la formación del sueño manifiesto. La diversidad de los modos de trabajo en la vida anímica se convirtió en la característica de ambos sistemas; la relación con la conciencia se consideró un signo de pertenencia a alguno de los dos sistemas. Pero el sueño no es un fenómeno patológico. La represión es la condición previa del síntoma. Éste es el sustituto de algo estorbado por la represión. En cuanto a qué fuerzas la imponen, son fuerzas del yo. Por otra parte, el análisis permite indicar el propósito de los síntomas neuróticos; éste nos introduciría siempre en las vivencias y deseos sexuales del enfermo, sirven al propósito de la satisfacción de los deseos sexuales; los síntomas sirven a la satisfacción que les falta en la vida. Estas personas enferman a raíz de una frustración cualquiera, cuando la realidad les escatima la satisfacción de sus deseos sexuales. Ello reafirma la tesis anterior. Opuestos no equivalen a contradicción; los síntomas llevan el propósito de obtener satisfacción sexual o bien, defenderse de ella; en la histeria prevalece el primero, en la neurosis obsesiva el segundo. Esta bipolaridad tiene un fundamento en una pieza de su mecanismo: son productos de compromiso, subrogan tanto a lo reprimido como a lo represor; la subrogación puede inclinarse entonces, más a un lado o al otro, es raro que una influencia falte por completo. En la histeria coinciden, en la neurosis obsesiva s separan en dos tiempos, dos acciones sucesivas que se cancelan. Con bastante frecuencia se limitan a reanimar una sensación o figurar una fantasía de un complejo sexual, carácter infantil... las objeciones a una ampliación extrema de la satisfacción sexual se reduce a una discusión de lo que es lícito llamar sexual...
Conferencia Nº 20. Vida sexual de los seres humanos
Para la ciencia hay un grupo de personas cuya vida sexual se apartan del promedio, estos, son los perversos que disfrutan relaciones con el mismo sexo, (los homosexuales o invertidos) que renuncian a la reproducción. Pueden o no ser personas éticas e intelectuales. Los científicos han entrado a considerar un tercer sexo. Pero hay otra serie de anormales: En los que se ha mudado el objeto sexual, boca y ano en lugar de vagina. • Los que cuentan los genitales por su función excretora y no sexual, apartadas por
indecorosas en la educción del individuo, siguen atrayendo el interés sexual. • Otros reemplazan genitales como objeto sexual, y lo reemplazan por otra parte del
cuerpo: Pecho, trenza o pie por dar un ejemplo.
• Para otros una pieza de vestido colma todos sus deseos: Zapato, ropa, etc. Son los
fetichistas. En la sexualidad humana adulta puede verse una sexualidad normal y una perversa donde no siempre su objeto de deseo es el sexo opuesto y la meta normal es el coito en la unión de dos genitales, existe una variedad de prácticas sexuales tomadas por los perversos que alteran el objeto sexual normal e igualmente la meta normal propuesta por la sociedad, pero ellos tienen la seguridad de que así gozaran y sin sentir remordimiento alguno por esta acción. Estas inclinaciones sexuales normales como anormales vienen de una sexualidad infantil. 1. Aquellos que han mudado su objetosexual: Algunos han renunciado a la unión de los genitales y en el acto sexual lo constituyen con un compañero del mismo mismo sexo o a una parte del cuerpo( Boca-ano, en lugar de la vagina) Otros cuentan los genitales más no por su causa de sus funciones sexuales, si no por funciones excretorias atrayéndole un interés sexual. En esta extensa variedad de gustos otros tienen de reemplazo una parte del cuerpo, el pecho de una mujer, el pie, una trenza...otros no se interesan por una parte del cuerpo si no por una pieza de indumentaria que les llena todo los deseos; Un zapato, ropa interior entre otros. Los demás reclaman el objeto sexual total haciéndole determinadas demandas, raras u horrendas como un cadáver, un animal o un niño. Dentro de este grupo de perversiones o parafilias se encuentran la zoofilia, pederasta, nenofilia, fetichismo... 2. Los que alteran la meta: Grupo constituido por los perversos que han establecido como meta de los deseos sexuales lo que normalmente solo es una acción preliminar y preparatoria. Son los que anhelan mirar, palpar a la otra persona o contemplarla en sus funciones íntimas. Algunos sienten placer desnudando sus partes y exhibicionandolas. Haciendo daño a su objeto de deseo, martirizándolos, humillándolos. La sexualidad infantil carece de semejante centramiento y organización; sus diversas pulsiones parciales tienen iguales derechos y cada una persigue por cuenta propia el logro de placer.Tanto la ausencia como la presencia de centramiento armonizan muy bien, desde luego, con el hecho de que ambos tipos de sexualidad, la perversa y la normal, han nacido de lo infantil. También hay casos de sexualidad perversa que presentan una semejanza mucho mayor con la infantil: son aquellos en que numerosas pulsiones parciales han impuesto sus metas o, mejor, han persistido en ellas con independencia unas de otras. En tales casos es más correcto hablar de infantilismo de la vida sexual que de perversión. La neurosis es lo más corriente que fenómenos de estimulación, sensaciones e inervaciones que son propios de los genitales -incluso los procesos de la erección- se desplacen a otras regiones del cuerpo alejadas de estos (p. ej., que se trasladen hacia arriba, a la cabeza y el rostro). Hablemos un tanto de qué pasa con los neuróticos, el neurótico sujeto de la duda que
por ese Super Yo instaurado por la cultura. A veces no puede alcanzar el placer sin remordimiento como lo hacen los audaces perversos, en el neurótico los síntomas son satisfacciones sexuales sustituidas, en la neurosis histérica, los síntomas se inscriben en el cuerpo, perturbando las funciones del órgano mas no el órgano es tá dañado, somatizando y exteriorizando las mociones perversas que quieren sustituir los genitales por otros órganos, comportandose como genitales sustitutos, atribuyendo las mociones sexuales perversas al inconsciente, a la vez ellos utilizan lafantasía sexual para así masturbarse. Hablemos del infante ya que si anteriormente se especifico que estas inclinaciones sexuales de objeto y meta arraigan desde una sexualidad infantil, será preciso hablar de ese lactante que con sus primeras mociones sexuales han aparecido apuntaladas en otras funciones importantes para la vida. Su principal interés del infante prematuro está dirigido a la recepción de alimento, luego durmiéndose después de haber saciado esta necesidad, expresa una saciedad satisfacción beatifica, la cual se repetirá después en una vivencia de orgasmo sexual, el lactante quiere repetir la acción no bajo la impulsión de hambre si no de alcanzar un placer chupeteando, teniendo como habito hacer esto antes de dormirse. Placer en los niños: Placer producido en los labios y p lacer al chupetear una zona de su propio cuerpo. El mamar el pecho de la madre pasa a hacer el punto de partida de la sexualidad, Al hablar de diferencia sexual en el infante el niño cree que hay un genital universal para niña y niño, desmintiendo esto cuando se da cuenta que la niña carece de él, sintiendo angustia a perder su pene y se hace a la idea que ella lo tuvo alguna vez solo que ha sido castigada y lo ha perdido, el lo tomara como un posible castigo de sus deseos indecorosos que se presentan en el Complejo de Edipo, mientras que la niña al darse cuenta que no tiene pene, se siente perjudicada, sintiendo envidia del pene del niño,desarrollando un deseo de ser hombre, deseo que se retomara mas tarde en la neurosis histérica, la niña se alejara de forma hostil de su madre por no haberle hecho completa, siendo una mujer en falta. Conferencia Nº 21. Desarrollo libidinal y organizaciones sexuales
Lo que confiere un carácter tan inequivalente sexual a la práctica perversa, a pesar de la ajenidad de su objeto y de sus metas es la circunstancia de que el acto de satisfacción perversa desemboca no obstante, las mas de veces en un orgasmo completo y en el vaciamiento de las practicas genitales solo en un adulto, en un beso, que ya sería un acto perverso pues consiste en la unión de dos zonas erógenas bucales, en lugar de dos genitales, este acto puede llevar a la descarga genital y a un orgasmo, para unos mirar, palpar ya consisten en un goce sexual. Aunque algunos neuróticos practican esto no quiere decir que sean neuróticos perversos, pues la estructuras entre si no se pueden cruzar. La perversión consiste en que estas desviaciones que se consumen de forma exclusiva, la sexualidad perversa esta por regla general, notablemente centrada en
unas acciones que presionan hacia una meta casi siempre única y con una pulsión parcial que somete a las otras a sus propósitos, es decir la diferencia entre sexualidad normal y perversa es la diversidad de las pulsiones parciales dominantes y por tanto de las metas sexuales. La sexualidad normal y perversa arraigan de una sexualidadinfantil pero en un niño difícilmente son posibles el orgasmo y la excreción genital, estos son sustituidos por unos indicios que son reconocidos como sexuales, esta sexualidad carece de organización, tiene pulsiones parciales, tiene igual derecho, cada una persigue por cuenta propia el logro del placer, pues lo alcanza mediante ciertas actividades por que aun no conoce la unión de los genitales para llegar al coito, desde el tercer año de edad la sexualidad del niño, por esta época ya empiezan a excitarse los genitales y quizás sobreviene un periodo de masturbación infantil. Durante el sexto al octavo año de vida en adelante se observan una detención y un retroceso en el desarrollo sexual, llamado periodo de latencia y que es víctima de una amnesia infantil, lo comienzos de esta vida sexual contenidos en el proporcionan el motivo de este olvido, siendo el resultado de una represión que se olvida por que causa malestar y angustia. La conformación de la vida sexual del niño antes que instaure el primado de los genitales, se expresa en la primera época infantil, la anterior al periodo de latencia y se organiza de manera duradera a partir de la pubertad, antes de la latencia donde se sitúan las pulsiones parciales genitales, se sitúan las pulsiones sádicos anales, donde todavía no hay una diferencia de sexos, esta se caracteriza es por una expresión de apoderamiento que fácilmente desborda hacia lo cruel, las aspiraciones de meta pasiva seanudan a las zonas erógenas del orificio anal, muy importante en este periodo, la pulsión de ver y saber se despiertan con fuerza, los genitales solo participaran en la vida sexual de forma órganos para la excreción de orina y eses, antes de esta fase existe una organización más temprana y primitiva, en que la zona erógena es la boca donde este desempeñara el papel principal El punto de partida de viraje de ese desarrollo subordinado de todas las pulsiones parciales bajo el primado de los genitales y con el sometimiento de la sexualidad a la función de la reproducción, antes de esto lo que hay es una sexualidad descompaginada, con una práctica autónoma de las diversas pulsiones parciales que aspiran a un placer de órgano vinculándose con el objeto que algunas veces es retenido como el apoderamiento, ver y saber que se da por unas organizaciones pro genitales. El primer objeto de los componentes orales de la pulsión sexual es el pecho materno, que satisface la necesidad de nutrición del lactante, la pulsión oral se vuelve autoerotica al abandonar el pecho y reemplazarlo por una parte del mismo cuerpo. El propósito y lo que se espera de la sexualidad infantil es abandonar el autoerotismo, permitir buscar placer en un objeto ajeno y unificar los diferentes objetos de las pulsiones singulares, sustituyéndolas por un objeto único, esto se lograra cuando dicho objeto único es a su vez es un cuerpo completo en su totalidad parecido al propio.
Conferencia 22: Algunas perspectivas sobre el desarrollo y la regresión.
Etiología. La función libidinal recorre un largo camino de desarrollo hasta entrar al servicio de la reproducción de manera normal. Tiene 2 peligros: INHIBICION. Y REGRESION. Partes de la función libidinal quedaron retrasadas de modo permanente en los primeros estadios, y cierto grado de inhibición se mezclara en el cuadro de desarrollo total. 1ª Peligro: FIJACION DE LA PULSION. En cada aspiración sexual separada, hay partes que quedan retrasadas en estadios anteriores del desarrollo. 2ª Peligro: REGRESION: “retroceso de la libido a estaciones anteriores de su desarrollo”.
-Las partes q ya han avanzado pueden revertir, en un movimiento de retroceso, hasta una de las etapas anteriores. -La aspiración será impulsada a una regresión cuando el ejercicio de su función y el logro de su meta de satisfacción tropiece con obstáculos externos en la forma más tardía o de nivel evolutivo superior. -2 TIPOS: Retroceso a los primeros objetos investidos por la libido; y Retroceso de toda la organización sexual a estadios anteriores. Ambos tipos de regresión están presentes en las Neurosis de Transferencia y desempeñan un importante papel en su mecanismo. Cabe aclarar la diferencia entre regresión y: REPRESION: proceso por el cual un acto admisible en la Conciencia, se vuelve ICC y pertenece al sistema ICC. Cuando el acto anímico ICC no se lo admite en el PRCC., sino q es rechazado por la Censura. No tiene vínculo con la Sexualidad. Se subordina a la REGRESION. Hay un retroceso desde una etapa más alta del desarrollo a una más baja. Es el retroceso de un acto psíquico a un estadio más profundo y anterior del desarrollo. En sentido DINAMICO: un acto psíquico es retenido en lo ICC. Es un concepto: TOPICO y DINAMICO. REGRESION: concepto descriptivo. Tiene relación con la F IJACION.
Histeria: “regresión de la libido a objetos sexuales primarios, incestuosos”.
Mecanismo principal: REPRESION. Se cumple la unificación de las pulsiones parciales en los genitales: sus resultados chocan con la resistencia del sistema prcc. Enlazado con la CC. Neurosis Obsesiva: “regresión de la libido al estadio anterior de la organización sádico -
anal. Regresión en cuanto al objeto. Hecho llamativo y decisivo para la exteriorización en síntomas. El impulso de amor se enmascara como impulso sádico. Participa la REPRESION; donde regresión de libido sin represión seria PERVERSION. Pues bien, las personas contraen una NEUROSIS cuando se les quita la posibilidad de satisfacer su libido, vale decir, por una FRUSTRACION. Y sus síntomas son justamente el sustituto de la satisfacción denegada. De todas maneras, esto no implica q necesariamente se ha de enfermar ante una privación; sino q tal factor se registra en todos los casos de neurosis investigados. La frustración, para producir efectos patógenos tiene q recaer sobre la forma de satisfacción q la persona quiere con exclusividad, la única de q ella es capaz. En base a esto hay q tener en cuenta las MOCIONES PULSIONALES DE CARÁCTER SEXUAL SON PLASTICAS, o sea, pueden reemplazarse entre sí; una puede tomar sobre si la intensidad de las otras; cuando la satisfacción de una es frustrada por la realidad, la de la otra puede ofrecer un resarcimiento total. Capacidad de mudar su objeto, para cambiarlo por otro más asequible. Pues bien, entre los procesos q protegen de enfermar por privación, encontramos a la SUBLIMACION, por la cual, la aspiración sexual abandona su meta de placer parcial o de la reproducción, y adopta otra q se relaciona genéticamente con la resignada, q es Social. Por lo cual, se dedica a tramitar cierta parte de la libido. De todas maneras, la Privación conserva su poder patógeno. Ya q e l grado de libido insatisfecha q los seres humanos pueden tolerar, en promedio, es limitado. La plasticidad o libre movilidad de la libido en modo alguno se ha conservado intacta en todos; y la sublimación solo puede tramitar una parte de la libido. La más importante d estas restricciones es la q recae sobre la movilidad de la libido, pues hace depender la satisfacción del individuo del logro de un número muy escaso de metas y objetos. Baste recordar q un desarrollo libidinal incompleto deja tras si Fijaciones libidinales muy extensas a fases anteriores de la org y del hallazgo de objeto. Es así q se discierne en la FIJACION LIBIDINAL el 2º factor importante q se conjuga con la FRUSTRCION para causar la enfermedad. Con respecto a la causación de NEUROSIS ambos factores se hacen presentes a manera de SERIES COMPLEMENTARIAS: uno aumenta cuando el otro disminuye. Por lo cual “su constitución sexual no les habría provocado la neurosis si no hubieran
tenido tales vivencias, y estas no habrían tenido un efecto traumático sobre ellos con otr a disposición de su libido”.
-Por indagación psicoanalítica se ha llegado a considerar otro factor de importancia en la causación de neurosis: CONFLICTO PSIQUICO - “lucha entre mociones de deseo” En este, un fragmento de la personalidad sustenta ciertos deseos; otro se revuelve y se defiende contra ellos. Sin un conflicto de esa clase no hay neurosis. Por lo cual, el CONFLICTO es engendrado por la FRUSTRACION. Hace q la libido pierda su satisfacción y se vea obligada a buscar otros objetos y caminos. Pero es tos despiertan “enojo” en una parte de la personalidad; de modo q se impida, imposibilite
la NUEVA MODALIDAD DE SATISFACCION. Desde aquí parte encamino hacia la FORMACION DE SINTOMA: “satisfacción nueva; sustitutiva”.
Pues bien, para q la Frustración Exterior tenga efectos patógenos es preciso q se le sume la Frustración Interior. Ambas se refieren a diversos caminos y objetos. -Ahora bien, ¿Cuáles son los poderes de q parte el veto a la aspiración libidinosa? O sea, ¿Cuál es la otra parte en el conflicto patógeno? Son las fuerzas no sexuales: PULSIONES YOICAS. Se libra entre pulsiones yoicas y sexuales. Se presenta como conflicto entre diversas aspiraciones sexuales: una es siempre acorde al YO; y la otra convoca al YO a defenderse. Por lo cual hablamos de “Conflicto entre el YO y la Sexualidad. PULSIONES YOICAS. Recorren un importante camino de desarrollo; no es del todo independiente de la libido, ni deja de reaccionar sobre ella. Los intereses libidinales no están de entrada en oposición con los de Autoconservación: el YO en cada etapa se mantiene de acuerdo con la organización sexual q en ese momento tiene y se subordina a ella. Ante esto, la correspondencia entre las fases evolutivas del YO y la libido, y la perturbación de esta correspondencia podría ser un Factor Patógeno. ¿Cómo reacciona el YO cuando su libido deja tras si una fuerte fijación? Si la admite : Perversión. Si no la admite: hay represión donde la libido experimento fijación. Es entonces q tenemos un tercer factor de la etiología de las Neurosis: INCLINACION AL CONFLICTO, q depende tanto del desarrollo del YO como de la libido.
Conferencia Nº 23. Los caminos de la formación del síntoma
Síntomas son actos perjudiciales, inútiles para la vida en su conjunto, en contra de la voluntad, conllevan displacer o sufrimiento. Su principal perjuicio consiste en el gasto
anímico que cuestan y el que se necesita para combatirlos. Empobrecimiento de la persona en cuanto a la energía anímica disponible. Son el resultado de un conflicto en torno de una nueva modalidad de satisfacción pulsional. Las dos fuerzas enemistadas vuelven a coincidir en el síntoma, se reconcilian en el compromiso de la formación del síntoma; de ahí su resistencia, doblemente sostenido. Una de las partes es la libido insatisfecha rechazada por la realidad; debe buscar otros caminos (frustración) – dice objeto denegado (frustrado), realidad irreprochable en cuanto a cambiar de objeto –, se emprende la regresión, satisfacción dentro de una de las organizaciones ya superadas o mediante un objeto ya resignado. La libido es cautivada por la fijación en esos lugares de desarrollo. Si estas regresiones no despiertan la contradicción del yo, no sobrevendrá una neurosis sino una perversión. Pero si el yo (conciencia e inervación motriz, y por tal satisfacción de aspiraciones anímicas) no presta su acuerdo, la libido es como atajada, y tiene que escapar a algún lado según lo exige el principio del placer. Entonces inviste posiciones reprimidas (fijaciones dejadas en las vías de desarrollo reprimidas) se sustrae del yo y sus leyes; las representaciones sobre las que son volcadas las investiduras pertenecen al icc, sometidas a sus principios, en particular, condensación y desplazamiento. Se establecen, entonces, constelaciones semejantes a las de la formación del sueño. La subrogación de la libido en el icc tiene que contar con el yo – pcc. La contrainvestidura la fuerza a escoger una expresión que coincida con la suya propia. El síntoma se engendra como un retoño del cumplimiento del deseo libidinoso icc desfigurado de manera múltiple. Una ambigüedad escogida ingeniosamente provista de dos sentidos contradictorios. La escapatoria de la libido en condiciones de conflicto es posibilitada por la preexistencia de fijaciones. Ha logrado abrirse paso hasta una satisfacción real aunque restringida y apenas reconocible. Todo lo dicho y lo que se diga, se refiere exclusivamente a la formación del síntoma en la neurosis histérica. Dónde halla la libido tales fijaciones: prácticas y vivencias de la sexualidad infantil, en los afanes parciales abandonados y en los objetos resignados en la niñez. Unas vivencias accidentales (dice contingentes) en la infancia son capaces de dejar como secuela fijaciones de la libido. El hecho de que el desarrollo no se ha completado las habilita para tener efectos traumáticos. La fijación libidinal del adulto se nos descompone en dos factores: la disposición heredada y la predisposición adquirida en la primera infancia. Causación de la neurosis = predisposición por + vivencial accidental fijación libidinal del adulto (traumático) constitución social vivenciar (vivenciar prehistórico) infantil. La constitución sexual hereditaria brinda una gran diversidad de disposiciones según que esta o aquella pulsión parcial (por sí o en unión) posea fuerza particular; la constitución sexual forma con el vivenciar infantil otra serie complementaria, semejante a la de predisposición – vivenciar accidental adulto.
La libido de los neuróticos está ligada a v ivencias sexuales infantiles; pero si fueron investidas regresivamente, no sugiere esto que las vivencias libidinales cobraron importancia sólo tardíamente. Dos observaciones:
Existencia de neurosis infantil, generalmente histeria de angustia. Sería inconcebible que la libido regresase con tanta regularidad a épocas tempranas, si ahí no hubiera nada que pudiera ejercer una atracción sobre ella. La fijación sólo cobra valor si la hacemos consistir en la inmovilización de un determinado monto de energía libidinosa.
Entre la intensidad e importancia psíquica patógena de las vivencias infantiles y la de las más tardías hay una relación de complementariedad; tenemos los extremos de la “inhibición del desarrollo” y de la “regresión” y, entre ellos, todos los grados de
conjugación de ambos factores. Los síntomas crean un sustituto para la satisfacción frustrada, por medio de una regresión a épocas anteriores, ligado a ello el retroceso de estadios anteriores del desarrollo en la elección de objeto o en la organización. El síntoma repite aquella modalidad de satisfacción de su temprana infancia desfigurada por la censura, volcada a una sensación de sufrimiento y mezclada con elementos que provienen de la ocasión que llevo a c ontraer la enfermedad. La modalidad de satisfacción es extraña. Irreconocible para el enfermo, aporta sufrimiento (en parte del conflicto bajo cuya presión se formó el síntoma, está destinado a provocar resistencia o repugnancia) Prescinden del objeto y resignan, por tanto, su vínculo con la realidad exterior (retroceso al principio de placer); retroceso a un autoerotismo ampliado, reemplazan una modificación del mundo exterior por una modificación del cuerpo. En ésta han cooperado los mismos procesos icc que en el sueño; condensación y desplazamiento. Figura algo como cumplido: una satisfacción a la manera de lo infantil; pero por medio de una condensación extrema puede comprimirse en una sensación o inervación únicas, y por un desplazamiento extremo circunscribirse a un pequeño detalle del complejo libidinoso. La libido está fijada a vivencias infantiles desde las cuales se crean síntomas. Estas escenas no siempre son verdaderas; generalmente no lo son, en oposición a la verdad histórica. Las vivencias infantiles construidas en el análisis o recordadas, son unas veces irrefutablemente falsas, otras verdaderas, generalmente una mezcla de verdad y falsedad. Los síntomas son ora la figuración de vivencias que tuvieron una influencia sobre la fijación, ora la figuración de fantasías. Difícil decidirse. Primer apoyo en los recuerdos infantiles, que pueden estar igualmente falseados, mezclar mucho de verdad y falsedad. Es algo propio de los enfermos y no del análisis. También las fantasías poseen una suerte de realidad: poseen realidad psíquica por oposición a una realidad material; en el mundo de la neurosis la realidad psíquica es la decisiva. Algunos acontecimientos que retornan: observación del comercio sexual entre los padres, seducción por una persona adulta y la amenaza de castración. Fantasía o realidad, no hemos logrado registrar diferencia alguna en cuanto a las
consecuencias. Estas fantasías son necesarias y si no sucedieron en la realidad, se inventan en la fantasía. En su obediencia al principio de realidad, el niño debe renunciar de manera transitoria o permanente a los objetos y metas de su aspiración de placer – no sólo sexual –. Pero no se lleva a cabo sin resarcimiento; ha reservado una actividad del alma emancipada del requisito de realidad. Toda aspiración alcanza la forma de representación de cumplimiento, a lo que se anuda una satisfacción aunque a sabiendas de su no – realidad. Las producciones de la fantasía más conocidas son los sueños diurnos (satisfacciones imaginadas de deseos eróticos, de ambición y grandeza que florecen con tanto más exhuberancia cuanto más llama la realidad a moderarse o a ser paciente) No necesariamente cc, los hay icc. Éstos son la fuente de los sueños nocturnos y de los síntomas neuróticos. Cómo encuentra la libido el camino hacia esos lugares de fijación. Objetos y orientaciones de los lugares de fijación o sus retoños son mantenidos en la fantasía, gozan de cierta tolerancia por parte del yo bajo una condición cuantitativa, infringida ahora por el reflujo libidinal de la regresión, ahora son sometidas a la represión, si antes fueron prcc o cc; y son libradas así a la atracción del icc. Allí m igra hacia sus orígenes icc, los lugares de fijación. La retirada de la libido a la fantasía es un estadio intermedio en el camino de la formación del síntoma (introversión) Éste designa el extrañamiento de la libido respecto de posibilidades de satisfacción real, y la sobreinvestidura de las fantasías inofensivas. El carácter irreal de la satisfacción y el descuido de la diferencia fantasía y realidad, ya h En de igual género en su respecto – sino de cuánto más de una pulsión parcial respecto de otra, esté presente en la disposición. Lo mismo vale para la capacidad de resistencia a contraer una neurosis (capacidad de sublimación; Q no aplicada tolerada)
Conferencia Nº 24. El estado neurótico común.
En la causa y en el mecanismo de todas las neurosis actúan siempre los mismos factores, solo que en la formación de los síntomas, el papel prevaleciente recae en distintos lugares. El síntoma es sustentado por el yo en virtud de que ofrece una satisfacción a la tendencia yoica represora. Además, la tramitación del conflicto mediante la formación del síntoma es más cómodo y agradable para el principio de placer ya que ahorra al yo un gran trabajo interior que es sentido como penoso. El neurótico en todos los casos se refugia en la enfermedad frente a un conflicto. Este refugio es una huida, la cual le da al yo una ganancia secundaria. La escapatoria en la neurosis depara al yo una cierta e interior ganancia de la enfermedad, y en muchas situaciones de la vida a esta ganancia de la enfermedad se asocia una ventaja exterior palpable. (Beneficio secundario)
Cuando una organización psíquica como la de la enfermedad ha subsistido por largo tiempo, al final se comporta como un ser autónomo, manifiesta algo así como una pulsión de autonservacion. La etiología en las formas comunes de las neurosis actuales, es la vida sexual. Si se lleva una vida sexual normal no hay neurosis (actual) (neurastenia, neurosis de angustia y la hipocondría). Una persona enferma de neurosis únicamente si su yo ha perdido la capacidad para colocar de algún modo su libido. En todos los casos, y sin que interesen los caminos por os cuales se produjo la enfermedad, los síntomas de las neurosis son sufragados por la libido y atestiguan la aplicación anormal de ésta última. Los síntomas en las neurosis actuales provienen de la libido y son aplicaciones anormales de la, un sustituto de la satisfacción. Los síntomas en las neurosis actuales no tienen sentido alguno, carecen de significado psíquico. No solo se exteriorizan en el cuerpo, sino que ellos mismos son procesos enteramente corporales, en cuya génesis faltan todos los complejos mecanismos anímicos, entonces ellos son realmente lo que por tanto tiempo se creyó que eran los síntomas psiconeuroticos. La función sexual influye tanto sobre la vida del cuerpo como sobre la del alma. Si en los síntomas de las psiconeurosis se ven manifestaciones de la perturbación en sus efectos psíquicos, en las neurosis actuales se verá las directas consecuencias somáticas de los trastornos sexuales. Las neurosis actuales tienen una semejanza con los estados patológicos generados por la influencia crónica de materias toxicas extrañas y por el brusco retiro de ellas, es decir, con las intoxicaciones y los estados de abstinencia (toxinas que son engendradas por el propio metabolismo). Se ven en las neurosis unas consecuencias de perturbaciones en el metabolismo sexual, sea que estas toxinas sexuales se produzcan en mayor cantidad que la que puede dominar la persona, o sea que circunstancias internas y aun psíquicas, perjudiquen el empleo correcto de esos materiales. El nexo existente entre los síntomas de las NA y de las PSICONEUROSIS muestra que la formación del síntoma en la psiconeurosis deviene del síntoma de la neurosis actual, el cual es el núcleo, la etapa previa del síntoma psiconeurotico. Por condensación y desplazamiento ha pasado a ser respecto de toda una serie de fantasías o recuerdos libidinosos, el sustituto de su satisfacción. Conferencia Nº 25. La angustia.
La angustia es una experiencia emocional penosa producida por excitaciones de los órganos internos del cuerpo; es un estado consciente que puede ser distinguido subjetivamente por la persona, de otras experiencias de dolor, depresión, melancolía y tensiones producidas por el hambre, la sed, el sexo y otras necesidades corporales No existe la angustia inconsciente, así como tampoco existe el dolor inconsciente Angustia es sinónimo de miedo; Freud distinguió 3 tipos de angustia: Angustia Real, Angustia neurótica y Angustia moral. Estos 3 tipos, difieren solo respecto de sus
fuentes: ANGUSTIA REAL: Es una experiencia emocional penosa que se produce al percibir
un peligro en el mundo externo. La percepción del peligro y el surgimiento de la angustia pueden ser innatos. Los temores se adquieren mas fácilmente durante la infancia. Las experiencias que colman de angustia se llaman traumáticas, porque reducen a la persona a un estado infantil de invalidez. El prototipo de todas las experiencias traumáticas es el trauma del nacimiento. Todos los miedos se relacionan con las primeras experiencias de des validez y derivan de ellas; por eso es tan importante proteger al niño pequeño de experiencias traumáticas. ANGUSTIA NEUROTICA: Es provocada por la percepción de un peligro proveniente de los instintos. Puede manifestarse en 3 formas: a) Aprensión flotante: Esta angustia caracteriza a la persona nerviosa que siempre está esperando que ocurra algo terrible, esta persona tiene miedo de su propio ello; b) La Fobia: es un miedo intenso e irracional y se da de esta forma porque la fuente principal de la angustia se encuentra en el ello más que en el mundo externo. El rasgo característico de la fobia es que la intensidad del miedo no guarda proporción alguna con la peligrosidad del objeto que la persona teme. Detrás de cada miedo neurótico hay un deseo primitivo del e llo por el objeto que se teme. La persona desea lo que teme, o desea algo asociado con el objeto temido o simbolizado por este. c) La tercera forma de angustia neurótica se observa en reacciones de pánico o casi pánico. Estas reacciones se manifiestan repentinamente, aparentemente sin ser provocadas. A veces se lee que una persona enloqueció y disparo contra diversos individuos a quienes no conocía y que no le habían hecho nada. Más tarde no pudo explicar porque hizo tal cosa. Estas reacciones son ejemplos del comportamiento de descarga cuya finalidad es liberar a la persona de una angustia neurótica excesivamente penosa, haciendo lo que el ello exige, a pesar de las prohibiciones del yo y del superyó. El pánico es una forma de reacción extrema que se manifiesta en formas menos v iolentas. La angustia neurótica se basa en la angustia real en el sentido de que una persona tiene que asociar una demanda instintiva con un peligro externo antes de que aprenda a temer sus instintos. La angustia neurótica no es posesión exclusiva de la gente neurótica. La gente normal también experimenta angustia neurótica, pero esta no domina su v ida en el mismo grado en que lo hace en la vida de los neuróticos ANGUSTIA MORAL: Se experimenta como sentimientos de culpa o de vergüenza en el yo, es suscitada por la percepción de un peligro proveniente de la conciencia moral. El miedo original del que deriva la angustia moral es un miedo objetivo: el miedo a los padres que castigan. El conflicto es puramente intrapsiquico, ya que la angus tia moral es una consecuencia del miedo objetivo a los padres. La angustia moral tiene lazos estrechos con la angustia neurótica; y estos lazos son creados por la disciplina del los padres que en gran parte se dirigen contra la expresión de impulsos sexuales y agresivos. En la angustia neurótica y moral el peligro no está en el mundo externo ni en un daño físico doloroso o una privación física la que la persona teme. ¿ Que teme entonces? Tiene miedo del miedo en sí. Esto es evidente en el caso de sentimientos de culpa que son directamente penosos para la persona La distinción entre los 3 tipos de angustia, no quiere decir que la persona que experimenta la angustia se dé cuenta de su fuente real. Puede pensar que tiene miedo a algo del mundo exterior, cuando en realidad su miedo surge de un peligro impulsivo o de una amenaza del superyó. Un estado de angustia puede tener más de una fuente, o también pueden mezclarse las tres.
Conferencia Nº 26. La teoría de la libido y el narcisismo. Freud reserva el nombre de “ Libido “ para las fuerzas pulsionales de la vida s exual
que el yo dirige a los objetos de sus aspiraciones sexuales y a todas las demás pulsiones de autoconservación las llama “ interés “.
Explica la relación entre libido yoica y libido de objeto a través de las amebas, indicando que estos seres emiten sus seudópodos al exterior y pueden recoger estas prolongaciones y adoptar de nuevo forma de glóbulo, de esta misma forma se envía la libido a los objetos mientras la masa principal de la libido permanece en el interior del yo, en condiciones normales, la libido yoica se traspone en libido de objeto y puede recogerse en el interior del yo nuevamente. Sin embargo en algunas personas es imposible el envío de la libido hacía los objetos y esta se queda en el interior del yo, tomando a este ultimo como su objeto y es así como surge el narcisismo; pero ¿ Como distinguir el narcisismo y egoísmo? El narcisismo es el complemento libidinoso del egoísmo. Se puede ser absolutamente egoísta y mantener relaciones de objeto libidinosas, en la medida en que la satisfacción libidinosa se cuente entre las necesidades del yo; el egoísmo cuidara que el objeto no traiga perjuicios al yo. También se puede ser egoísta y al mismo tiempo narcisista, es decir, tener una escasa necesidad de objeto; así pues el narcisismo es lo obvio, lo constante y el narcisismo el elemento variable. Ahora bien, el recogimiento de la libido de objeto en el interior del yo, no es directamente patógeno, pero pasa a ser patógeno cuando un determinado proceso es el que obliga a quitar la libido de los objetos y esta libido convertida en narcisista, no puede hallar el camino de regreso hacía los objetos y en todos los casos de neurosis narcisista, la fijación de la libido se remonta a fases muy anteriores del desarrollo. La elección de objeto puede producirse según 2 tipos: a) El Narcisista en el que el yo propio es remplazado por otro que se le parece en todo lo posible b) El Tipo de apuntalamiento en que las personas han adquirido valor por haber satisfecho necesidades de la vida y son escogidas como objetos también por la libido. Por ultimo cabe recalcar que una fuerte fijación libidinal en el tipo narcisista de la elección de objeto ocasiona la disposición a la homosexualidad manifiesta.
Conferencia Nº27. La transferencia.
Freud indica que para sustituir en el paciente lo inconsciente por lo consciente, debemos representarnos a lo inconsciente tópicamente; se debe rebuscar en su recuerdo el lugar en que eso se produjo por obra de una represión, y si esta represión se elimina, la sustitución de lo inconsciente por lo consciente se consuma. Pero ¿cómo se remueve una resistencia que mantiene en pie a una represión? Coligiéndola y presentándosela al paciente, recordemos que esta resistencia no pertenece al inconsciente, si no al YO. Freud llama transferencia al fenómeno que está en la mas intima relación con la naturaleza de la enfermedad misma. Toda la proclividad de afecto del paciente estaba ya preparada en la enferma y con el tratamiento psicoanalítico se transfirió sobre la persona del médico. Esta transferencia puede presentarse como un tormentoso
reclamo de amor o en formas más atenuadas. Sin embargo Freud observo que en los pacientes masculinos la transferencia negativa. La transferencia surge en el paciente desde el comienzo del Tx. Y durante un tiempo constituye el más poderoso resorte impulsor del trabajo; pero si después se muda en resistencia es preciso prestarle atención y ver que modifica su relación con la cura bajo 2 condiciones: 1) Cuando como inclinación tierna ha dejado ver los signos de su procedencia de la necesidad sexual, que suscita entonces una resistencia interior contra ella, y 2) Cuando surgen los sentimientos hostiles que importan un v inculo afectivo al igual que los tiernos. Freud señala que queda prohibido ceder a las demandas del paciente derivadas de su transferencia y que sería absurdo rechazarlas con indignación, se supera la transferencia cuando se demuestra al paciente que sus sentimientos no provienen de la situación presente y no son validas para la persona del médico; si no que repiten lo que a él le ocurrió con anterioridad y de esta forma lo forzamos a mudar su repetición en recuerdo. Los que adolecen de neurosis narcisistas no tienen capacidad e transferencia, rechazan al médico con indiferencia y debido a esto no es posible curarlos. Conferencia Nº28. La terapia analítica.
La tarea terapéutica analítica, consiste en desasir la libido de sus provisionales ligaduras sustraídas al Yo, para ponerla de nuevo al servicio de este. ¿Donde está la libido del neurótico? Está ligada a los síntomas, que le procuran la satisfacción sustitutiva, la única posible por el momento. Por tanto, es necesario apoderarse de los síntomas, resolverlos y para lograr esto es necesario remontarse hasta la génesis de estos síntomas, hasta el conflicto del cual nacieron. La pieza decisiva del trabajo, se ejecuta cuando en la relación con el médico, en la transferencia se crean versiones nuevas de aquel viejo conflicto, como el enfermo querría comportarse como lo hizo en su tiempo, mientras que el médico lo obliga a tomar otra decisión. La transferencia se convierte entonces en el campo de batalla y en lugar de la enfermedad propia del paciente, aparece la de la transferencia y en lugar de los diversos tipos de objetos libidinales irreales, aparece un único objeto también fantaseado: la persona del médico. El trabajo terapéutico se descompone en 2 fases: 1) Toda la libido es esforzada a pasar de los síntomas a la transferencia y 2) Se libra batalla en torno de este nuevo objeto, y otra vez se libera a él de la libido. El buen desenlace consiste en que se elimine la represión de tal forma que la libido no pueda sustraerse nuevamente al Yo mediante la huida al inconsciente. Mediante el trabajo de interpretación, que traspone lo inconsciente en conciente, el Yo es engrosado a expensas de lo inconsciente, y por obra de la enseñanza, se reconcilia con la libido y se inclina a concederle alguna satisfacción mediante la sublimación. Freud dice que los sueños, los actos fallidos y las asociaciones libres, nos sirven para colegir el sentido de los síntomas y descubrir la colocación de la libido. Nos muestran los deseos que cayeron bajo la represión y los objetos a los cuales quedo aferrada la libido sustraída al Yo.