Lectura 3 de la clase Psicología y ComunicaciónDescripción completa
Descripción: Reporte de la conferencia 4 y 5 de Sigmund Freud
SIGMUND FREUD - S. Fischer Verlage
Unidad didáctica para 1º de Bachillerato sobre Freud.Descripción completa
Riassunto dettagliato sulle teorie di Sigmund Freud
Unidad didáctica para 1º de Bachillerato sobre Freud.
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EJERCICIOS DE PARABOLADescripción completa
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freud lo femenino
Descripción: Es muy común que necesitemos una fuente de voltaje de X o Y capacidad para nuestros proyectos. Aquí les dejamos una fuente de voltaje variable (no regulada) que puede dar varios voltajes de salida:...
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Freud. reud. Confe Confere renci ncia a de intr introducci oducción ón al Psicoanálisis Psicoanálisis y psiquiatría.
Ahora querría introducirlos en la comprensión de los fenómenos neuróticos. El campo de fenómenos de las neurosis les es ajeno si no son m!dicos" no tienen otro acceso a !l que mis comunicaciones" y de nada #ale el mejor discer discernim nimien iento to cuando cuando falta falta la famil familiar iarida idad d con con el mater material ial que ha de ju$%arse. &o es mi propósito propósito despertar con#encimientos con#encimientos quiero dar incitaciones y desarrai%ar prejuicios. 'ólo puede pretender con#encimiento quien" como yo lo hice" ha tra(ajado durante muchos a)os con el mismo material y ha #i#ido" !l mismo" estas e*periencias nue#as y sorprendentes. Por otra parte" ni por un instante de(en creer que esto que les presento como concepción psicoanalítica sea un sistema especulati#o. Es más (ien e*pe e*peri rien enci cia+ a+ e*pr e*pres esió ión n dir directa ecta de la o(se o(ser# r#ac ació ión n o result esultad ado o de su proc proces esam amie ient nto o. 'i este este ,lti ,ltimo mo proc proced edió ió o no de mane manera ra su-c su-cie ient nte e y justi-cada" he ahí al%o que se #erá con el ulterior pro%reso de la ciencia y por cierto cierto ten%o ten%o derech derecho" o" trasc trascur urrid ridos os ya casi casi dos deceni decenios os y medio medio y (astante a#an$ado yo en la #ida" a ase#erar sin jactancia que fue un tra(aj tra(ajo o partic particula ularm rment ente e difíci difícil" l" intens intenso o y empe) empe)os oso o el que (rind (rindó ó estas estas o(se o(ser# r#ac acio ione nes. s. A menu menudo do he reci( eci(ido ido la impr impres esió ión n de que que nues nuestr tros os opon oponen ente tes s no quer quería ían n cons consid ider erar ar para para nada nada este este ori% ori%en en de nues nuestr tras as ase#eraciones" ase#eraciones" como si creyesen creyesen que no eran sino unas ocurrencias ocurrencias de cu)o su(je u(jetti#o i#o a las las que que otro tro podr podría ía opone ponerr su pro propio pio capric pricho ho.. Est Este compor comportam tamien iento to oposi opositor tor no me resulta esulta del del todo todo compr comprens ensi(l i(le. e. /ui$á /ui$á pro#en%a de que los m!dicos se comprometen muy poco con los neuróticos oyen con tan poca atención lo que ellos tienen que decirles que se han enajenado la posi(ilidad de e*traer al%o #alioso de sus comunicaciones" y por tanto de hacer en ellos o(ser#aciones en profundidad. En esta ocasión les prometo que en el curso de mis conferencias conferencias polemi$ar! poco" al menos con personas indi#iduales. Además" puedo in#ocar en mi fa#or que en el curso de mis tra(ajos he modi-cado mis opiniones so(re al%unos puntos importantes sustituy!ndolas sustituy!ndolas por otras nue#as" de lo cual" desde lue%o" hice comunicación p,(lica en cada cada caso. caso. 0 el resul resultad tado o de esta esta sincer sincerida idad2 d2 Al%un Al%unos os ni siquie siquiera ra han han tomado conocimiento de mis autoenmiendas y toda#ía hoy me critican por tesis que desde hace mucho ya no si%ni-can para mí lo mismo. 3os otros me reprochan justamente esas mudan$as y me declaran por eso mismo poco sólido. 0&o es cierto que quien ha cam(iado al%unas #eces sus opiniones no merece cr!dito" cr!dito" pues con harta pro(a(ilidad puede andar errado tam(i!n en las ase#eraciones que ,ltimamente ha hecho2 En el análisis de esta peque)a acción sintomática ustedes no encuentran nada que no les sea ya familiar+ la ase#eración de que no es contin%ente" sino que posee un moti#o" un sentido y un propósito que pertenece a una
tra(a$ón anímica pesquisa(le y que" en calidad de peque)o indicio" anoticia de un proceso anímico más importante. Pero" so(re todo" que la conciencia de quien la consuma i%nora el proceso cuya marca es la acción misma+ nin%uno de los pacientes que han dejado a(iertas am(as puertas admitirían que mediante esa omisión quisieron testimoniarme su menosprecio. 4uchos" pro(a(lemente" recordarían ha(er tenido un conato de desen%a)o al in%resar en la sala de espera desierta pero el ne*o entre esta impresión y la acción sintomática su(si%uiente ha permanecido con se%uridad desconocido para su conciencia. 5Ahora a(andonaremos estos peque)os análisis de una acción sintomática para pasar a la o(ser#ación de un enfermo. 7elata caso clínico de la sue%ra y la carta. Ahora (ien" 0qu! actitud adopta el psiquiatra frente a un caso clínico así2 8arto lo sa(emos+ la misma que adoptaría frente a la acción sintomática del paciente que no cierra las puertas que dan a la sala de espera. 3a declara una contingencia sin inter!s psicoló%ico" y no le da más importancia. El psiquiatra intenta primero caracteri$ar el síntoma mediante una propiedad esencial. 3a idea con que esta mujer se martiri$a no ha de llamarse disparatada en sí misma ocurre" en efecto" que hom(res casados de edad a#an$ada mantienen relaciones amorosas con muchachas jó#enes. Pero otra cosa hay aquí disparatada e incomprensi(le. El ,nico fundamento que tiene la paciente para creer que su tierno y -el esposo pertenece esa cate%oría de hom(res 9no tan rara" por lo demás9es la ase#eración de la carta anónima. 'a(e que ese escrito no posee fuer$a pro(atoria al%una" puede esclarecerse satisfactoriamente su ori%en de(ería poder decirse" entonces" que no tiene fundamento para sus celos" y así se lo dice no o(stante" sufre como si admitiera la total justi-cación de esos celos. A ideas de este tipo" inaccesi(les a ar%umentos ló%icos y tomados de la realidad" se ha con#enido en llamarlas idea delirantes. 3a (uena se)ora padece" pues" de un delirio de celos. 8e ahí la característica esencial de ese caso patoló%ico. :ras esta primera compro(ación" nuestro inter!s psiquiátrico se a#i#ara con fuer$a toda#ía mayor. 'i una idea delirante no puede ser desarrai%ada re-ri!ndola a la realidad" no ha de pro#enir de esta. 0 de dónde #endría entonces2 E*isten ideas delirantes del más di#erso contenido 0por qu! justamente los celos son en nuestro caso el contenido del delirio2 Aquí querríamos escucharlo al psiquiatra" pero aquí mismo nos deja en la estacada. 'e internará" e*clusi#amente" en una sola de las cuestiones que hemos planteado. ;n#esti%ará en la historia familiar de esta se)ora y nos aportará qui$ás esta respuesta+ <;deas delirantes se presentan en aquellas personas en cuyas familias han aparecido repetidas #eces estas y otras pertur(aciones psíquicas=. Con otras pala(ras" esta se)ora ha desarrollado una idea delirante porque esta(a predispuesta a causa de una trasmisión hereditaria. Es por cierto al%o" pero" 0es todo lo que queremos sa(er2 0:odo lo que ha cooperado en la causación de este caso patoló%ico2 0:endremos
que contentarnos con suponer que es indiferente" ar(itrario o ine*plica(le que se haya desarrollado un delirio de celos en #e$ de cualquier otro delirio2 0 es lícito que entendamos tam(i!n en sentido ne%ati#o el aserto que proclama el predominio de la in>uencia hereditaria" a sa(er" que son indiferentes las #i#encias que so(re#inieron a esta alma pues esta(a condenada a producir al%una #e$ un delirio. ?i%amos que el psiquiatra" justamente" no conoce nin%,n camino que lo ha%a a#an$ar más en el esclarecimiento de un caso de esta índole. :iene que conformarse con el dia%nóstico y una pro%nosis del desarrollo ulterior" pro%nosis inse%ura por rica que sea su e*periencia. Ahora (ien" 0puede el psicoanálisis desempe)arse mejor2 'í" por cierto espero mostrarles que aun en un caso así" de tan difícil acceso" es capa$ de descu(rir al%o que posi(ilite la comprensión más directa. Primero" les rue%o que atiendan a este peque)o detalle+ fue la propia paciente quien pro#ocó esa carta anónima que sir#e de apoyo a su idea delirante" cuando" el día anterior" dijo a la intri%ante muchacha que su má*ima des#entura sería que su marido mantu#iera una relación amorosa con una muchacha jo#en. 'ólo entonces conci(ió la ser#idora la idea de en#iarle la carta anónima. 3a idea delirante co(ra así una cierta independencia de la carta ya antes ha(ía estado presente como temor 90o como deseo29 en la enferma. Ahora a%re%uen ustedes al%unos peque)os indicios más que sólo dos sesiones de análisis han (rindado. 3a paciente se comportó con mucha renuencia cuando se la e*hortó a comunicar" tras el relato de su historia" sus ulteriores pensamientos" ocurrencias y recuerdos. Ase#eró que nada se le ocurría" lo ha(ía dicho todo" y trascurridas dos sesiones fue preciso interrumpir realmente el ensayo con ella" pues ha(ía proclamado que ya se sentía sana y esta(a se%ura de que la idea enfermi$a no reaparecería. 3o dijo" desde lue%o" sólo por resistencia y por an%ustia frente a la prosecución del análisis. Pero en esas dos sesiones ha(ía dejado caer al%unas o(ser#aciones que permitieron una interpretación determinada" y aun la hicieron ine#ita(le y esta interpretación echa una lu$ ful%urante so(re la %!nesis de su delirio de celos. 8a(ía dentro de ella un intenso enamoramiento por un hom(re jo#en" ese mismo yerno que la instó a (uscarme en calidad de paciente. ?e este enamoramiento" ella no sa(ía nada o qui$á muy poco dada la relación de parentesco e*istente" esta amorosa inclinación podía enmascararse fácilmente como una ternura inocente. :ras todas las e*periencias que hemos reco%ido en otras partes" no nos resulta difícil una comprensión empática @einfhlenB de la #ida anímica de esta decente se)ora y honrada madre de D a)os. n enamoramiento así" que sería al%o monstruoso" imposi(le" no pudo de#enir conciente no o(stante" persistió y" en calidad de inconciente" ejerció una seria presión. Al%una cosa tenía que acontecer con !l" al%,n remedio tenía que (uscarse" y el ali#io inmediato lo ofreció sin duda el mecanismo del despla$amiento" que con tanta re%ularidad toma parte en la %!nesis de los celos delirantes. 'i -o sólo ella" una se)ora mayor" se ha(ía enamorado de un hom(re jo#en" sino tam(i!n su anciano marido mantenía una relación
amorosa con una jo#en muchacha" entonces su conciencia moral se descar%a(a del peso de la in-delidad. 3a fantasía de la in-delidad del marido fue entonces un pa)o frío so(re su lla%a ardiente. 'u propio amor no le ha(ía de#enido conciente" pero el re>ejo de !l" que le aporta(a esa #entaja" ahora se le hi$o conciente de manera o(sesi#a" delirante. :odos los ar%umentos en contra no podían" desde lue%o" dar fruto al%uno" pues sólo se diri%ían a la ima%en re>ejada" no al modelo a que aquella de(ía su poder y que acecha(a inataca(le en lo inconsciente. En primer lu%ar+ 3a idea delirante ha dejado de ser al%o disparatado o incomprensi(le" posee pleno sentido" tiene sus (uenos moti#os" pertenece a la trama de una #i#encia" rica en afectos" de la enferma. En se%undo lu%ar+ Es necesaria como reacción frente a un proceso anímico inconsciente cole%ido por otros indicios" y precisamente a esta dependencia de(e su carácter delirante" su resistencia a los ataques (asados en la ló%ica y la realidad. En tercer lu%ar+ 3a #i#encia que hay tras la contracción de la enfermedad determina uní#ocamente que ha(ría de en%endrarse una idea de celos delirantes y nin%una otra cosa. 5&o descuiden tampoco las dos importantes analo%ías con la acción sintomática que hemos anali$ado" a sa(er" en cuanto al esclarecimiento del sentido o del propósito y en cuanto a la dependencia de al%o inconsciente que esta(a dado dentro de la situación. 3a psiquiatría no aplica los m!todos t!cnicos del psicoanálisis" omite todo otro anudamiento con el contenido de la idea delirante y" al remitirnos a la herencia" nos proporciona una etiolo%ía muy %eneral y remota" en #e$ de poner de mani-esto primero la causación más particular y pró*ima. Pero" 0hay ahí una contradicción" una oposición2 0&o es más (ien un completamiento2 0Acaso el factor hereditario contradice la importancia de la #i#encia2 0&o se conju%an am(os" más (ien" de la manera más e-ca$2 4e concederán que en la naturale$a del tra(ajo psiquiátrico no hay nada que pudiera re(elarse contra la in#esti%ación psicoanalítica. 'on entonces los psiquiatras los que se resisten al psicoanálisis" no la psiquiatría. El psicoanálisis es a la psiquiatría lo que la histolo%ía a la anatomía+ esta estudia las formas e*teriores de los ór%anos aquella" su constitución a partir de los tejidos y de las c!lulas. Es inconce(i(le una contradicción entre estas dos modalidades de estudio" una de las cuales contin,a a la otra. pre#isi(lemente" en una !poca no muy lejana comprenderemos que no es posi(le una psiquiatría profundi$ada en sentido cientí-co sin un (uen conocimiento de los procesos de la #ida del alma que #an por lo profundo" de los procesos inconscientes. stedes sa(en que nuestra terapia psiquiátrica no ha sido capa$ hasta ahora de in>uir so(re las ideas delirantes. 0Podrá hacerlo acaso el psicoanálisis %racias a su intelección del mecanismo de estos síntomas2 &o" se)ores míos" no puede al menos pro#isionalmente" es tan impotente contra esta enfermedad como cualquier otra terapia. Podemos comprender"
es #erdad" lo que ha ocurrido dentro del enfermo" pero no tenemos medio al%uno para hacer que !l mismo lo comprenda. Aca(an de escuchar que yo no pude lle#ar el análisis de aquella idea delirante más allá de los primeros es(o$os. 0A-rmarán por ello que el análisis de esos casos es desestima(le porque no arroja fruto2 Creo que no" en modo al%uno. :enemos el derecho" más a,n" el de(er" de culti#ar la in#esti%ación sin mirar por un efecto ,til inmediato. Al -nal 9no sa(emos dónde ni cuándo9 cada partícula de sa(er se traspondrá en un poder hacer" tam(i!n en un poder hacer terap!utico. Aunque para todas las otras formas de contracción de enfermedades ner#iosas y psíquicas el psicoanálisis se mostrara tan huero de !*itos como en el caso de las ideas delirantes" se%uiría siendo con pleno derecho" un medio insustitui(le de in#esti%ación cientí-ca. Es #erdad que entonces no estaríamos en condiciones de ejercitarlo el material de hom(res en que queremos aprender" un material #i#iente" tiene su #oluntad propia le hacen falta moti#os para cola(orar en el tra(ajo" y en tal caso rehusaría hacerlo. Por eso" permítanme que concluya hoy con esta comunicación+ e*isten #astos %rupos de pertur(aciones ner#iosas para los cuales la trasposición de nuestra mejor comprensión en un poder hacer terap!utico se ha compro(ado en los hechos". y en el caso de estas enfermedades" de difícil acceso por otras #ías" o(tenemos" en ciertas condiciones" !*itos que no les #an en $a%a a otros cualesquiera en el campo de la medicina clínica.