Reseña sobre el ensayo: “Revolución Mexicana 1910-1920” de John Womack El estudio histórico de la revolución mexicana desde sus inicios estuvo lleno de paradigmas y subjetividades. Lo que para algunos fue una revolución del pueblo para el pueblo, para otros no fue más que la utilización del mismo por determinados líderes para alcanzar sus objetivos. La conceptualización clásica de la revolución puntualizaba que tanto el pueblo como sus intereses habían quedado institucionalizados en el gobierno, pero en realidad esto no sucedió así ya que después de la lucha, los campesinos y obreros fueron menos beneficiados mientras que las empresas transnacionales y el capital americano se multiplicaban y crecían, arrojando así la deducción que proponía que la revolución había sido traicionada o que simplemente había muerto. Aun así, ésta es considerada como “La primera revolución social del siglo XX” y a su vez es comparada con las revoluciones rusa y china. Las concepciones que nacieron bajo la óptica prorrevolucionaria o contrarrevolucionaria quedaron extrañadas dado que las investigaciones y análisis recientes fueron más objetivas. Un nuevo significado había surgido, en el cual se explica que más que ser una lucha entre las clases alta y baja, la lucha que dio comienzo en 1910, acaeció entre individuos de los estratos medio y alto; a pesar de que existió la participación de las masas populares, ésta sucedió de manera discontinua. El escenario económico- social que prevaleció durante esta etapa, permutaba según la política que se siguiera, sin embargo, existió una continuidad en este decenio (19101920) ya que las crisis acontecidas en el transcurso de este periodo no fueron lo suficientemente profundas o críticas como para romper o descontinuar el proceso productivo. Otro aspecto importante recae en el hecho de que los sindicatos y los movimientos campesinos pasaron a ser fuerzas significativas. La creación de la constitución de 1917 hacía físicas las peticiones de la sociedad. Adentrándose en el tema y sus procesos, el contexto de la primera etapa de la revolución señala un escenario en donde los principales problemas recaían en la mortalidad de su dirigente, ya que el General Porfirio Díaz contaba con 80 años de edad mientras que por otra parte, era relevante la necesidad de una reforma en la política del país. Aunado a estos problemas, se contaba con grandes complicaciones en el mundo corporativo y financiero, a su vez la competitividad entre las grandes compañías frente a las pequeñas empresas mexicanas también representaba un conflicto de gran importancia. Los planes para dar inicio a la revolución fueron creados en el Paso Texas. A través del plan de San Luis Potosí, Francisco I. Madero se proclamó presidente provisional y anunció el levantamiento en armas para el día 20 de noviembre de 1910. Dentro del mismo plan, una parte que hablaba sobre la problemática de las tierras y su expropiación llamó la atención de los campesinos. Muy a pesar de Madero, las disputas fueron neutralizadas por el gobierno y Díaz inició un nuevo mandato el 1 de diciembre. En el año posterior, las revueltas se volvieron más evidentes. Entre los maderistas del Norte, principalmente Chihuahua, Madero al reunirse con éstos, encontró verdaderos líderes de combate como lo fueron Pascual Orozco y Francisco Villa. En el sur de México se amotinaron nuevas bandas en las cuales militaban campesinos sobre todo de Morelos, los cuales reclamaban las tierras de sus antecesores. Un batallón de alrededor de 25.000 personas estaban en pie de guerra dispuestos a tomar ciudades enteras, pero principalmente las tierras que ellos creían que se les habían quitado. Al final esta sublevación era ya incontrolable y representaba un peligro consistente. Cuando Orozco sale victorioso al tomar Ciudad Juárez, da a los Madero otra oportunidad de renegociar la situación y el 21 de Mayo se firma con los súbditos de
Díaz un tratado para poner fin a las discrepancias. Cuatro días después, el dictador renunció a su cargo y una semana más tarde partió rumbo a Francia, aunque Francisco León de la Barra ocuparía su cargo. El primero de octubre de ese mismo año se llevaron a cabo las “elecciones más libres que probablemente haya tenido el país”, ganando con un 53% la candidatura MaderoPino Suárez, y ya el 6 de noviembre Madero es reconocido como presidente porlos países europeos y Estados Unidos, tomando posesión por un período de 5 años. Mientras duró el gobierno de Madero, se disfrutó de un crecimiento económico constante, pero esto no implicaba la reestructuración del antiguo régimen. La tibieza con la que Madero manejó su gobierno concluyó en disputas con campesinos dirigidos por Emiliano Zapata, el cual proclamaría en el Plan de Ayala su descontento y su desconocimiento como presidente. Además de la problemática que surgiría con los obreros a través de huelgas y anarquismo agregándole conflictos con el capital extranjero, principalmente el americano. Por si fuera poco, el gobierno de Madero se vio tentado por varios golpes militares, entre los cuales las reacciones con los porfiristas le crean más problemas de tipo económico y militar, aunque el tercero fue victorioso el cuál fue dirigido por Victoriano Huerta. Ya posicionado como nuevo presidente, Huerta permitió exilio a Pino Suárez y Madero, pero el 22 de febrero 1913 estos fueron asesinados bajo vigilancia militar, terminando así con la primera etapa de la revolución. El gobierno de Huerta no poseía el apoyo de los sectores más importantes, entre ellos y el decisivo era que no satisfacía las demandas de Estados Unidos. Conforme el paso del tiempo, las dificultades económicas sobresalieron y aunque el petróleo seguía siendo la actividad económica predilecta, el decaimiento en el l precio de la plata deprimió a la industria minera,provocando una baja generalizada de la actividad económica de los estados fronterizos. En general, la nueva administración tuvo que enfrentar problemas aún más fuertes que el gobierno anterior, debido a los enérgicos enfrentamientos suscitados por las legiones que aún resistían desde el maderismo y que iban en contra totalmente de éste nuevo régimen. Ya en marzo de 1913, el general Venustiano Carranza, gobernador del estado de Coahuila, encabezó la principal resistencia y proclama el Plan de Guadalupe, en el cual se culpaba a el Tribunal Supremo de Justicia, a Huerta y al Congreso por traición y anuncia la organización de un nuevo ejército constitucional, pero en éste no se abordan temas sociales o reformas económicas. La dinámica que se sugirió a partir de 1914 fue la de ocupar y tomar las más estratégicas e importantes ciudades del país. El ejército constitucionalista triunfó y trazó sus verdaderas intenciones, después del rompimiento entre Villa y Zapata contra Carranza, El 21 de agosto Carranza se instaló su nuevo gobierno y éste a su vez es reconocido por Estados Unidos. Éste esgrimió la tarea del carrancismo que consistía en la reconstrucción de la patria ya que después de 3 años en guerra, veía claramente cómo debería de estar formado el estado mexicano. Carranza no negó la importancia de las peticiones de Zapata y Villa y creó el 19 de enero de 1916 una Comisión Agraria Nacional el cual tendría la tarea fundamental de supervisar lasdecisiones que se tomaran localmente sobre las tierras. En ese mismo año, Carranza había presentado ya un borrador de la nueva constitución que regiría a la nación, la cual sólo daba más poder al poder ejecutivo y el permiso de la creación de un banco central. Aunque Carranza ganó una presidencia más fuerte y la autorización para el banco central, el comité hizo incluir cláusulas con carácter económico y social dejando así como más importantes el artículo 3 que habla sobre la educación sin religión, el artículo 27 menciona que los recursos son bienes de la nación, declaraba a su vez que todos los ciudadanos tenían derecho a tierra
y agua y la expropiación de latifundios para pasar a ser propiedades de carácter comunal. El artículo 123 restringía la jornada laboral a 8 horas diarias y garantizaba el derecho a formar parte de un sindicato y el aplazamiento a huelga, mientras que el artículo 130 reglamentaba el culto religioso y prohibía a los sacerdotes a criticar la constitución o al gobierno. Así el 1 de mayo de 1917 se formalizó el nuevo Estado mexicano siendo en la Cd. de México donde el primer jefe tomaría potestad como nuevo presidente. En el lapso de 1918 y 1919 se definió la política exterior y la recuperación económica ofreció incrementos en diversas clases de poder político. Las incongruencias que tuvo Carranza durante su gobierno fueron grandes ya que siguió favoreciendo a los hacendados devolviéndoles sus tierras y complaciendo a las empresas americanas violando así el artículo 3 y el artículo 27 constitucionales respectivamente. A partir de 1918, los conflictos internos se hicieron cada vez más notables, los cuales se esperaba fueran resueltos con las elecciones de 1920. Obregón se lanzó a la candidatura al igual que Pablo González y gracias al dedazo de Carranza otro contrincante salió a la luz, Ignacio Bonillas el cual tenía relaciones y buenos contactos en Washington. En 1919 los obregonistas de Sonora proclamaban el plan de Agua Prieta en el cual denunciaban a Carranza por violar la constitución, así fue que el 7 de mayo del mismo año, el General y todo su gabinete partieron con destino a Veracruz pero el día 21 del mismo mes éste fue asesinado. Adolfo de la Huera asumió el poder interino, culminando así la etapa revolucionaria del país. En este sentido, cabe mencionar que la guerra por la revolución nos deja un sentimiento de desazón y una sensación de vacío ya que lo que se pretendía satisfacer, como las demandas de los campesinos y una política externa justa, no se lograron resolver. Aún en el año de 2013, es costumbre el violentar los artículos de la Constitución, y también el relegar a la sociedad de los procesos tanto políticos como económicos dejando así una pregunta en el aire y que al menos para una parte de la juventud es importante y de la cual no se ha hecho siquiera un esbozo de la respuesta… ¿Qué es necesario para salvar al país de nosotros mismos?