Reseña El hombre y su lenguaje de Eugenio Coseriu
Coseriu, Eugenio. El Eugenio. El hombre y su lenguaje. Estudios de teoría y metodología lingüística. lingüística. Madrid, Gredos, 1977. (Cap. II “El lenguaje y la comprensión de la existencia” y Cap. III “La creación metafórica en el lenguaje”)
Eugenio Coseriu (1921-2002) fue un lingüista ruso conocido principalmente por ser uno de los personajes más más importantes e influyentes de la la filología del siglo XX. En los años cincuenta, desarrolló las bases fundamentales de su teoría del lenguaje, que consistía en principio en el complemento y finalización de la lingüística estructural. Sin embargo, en algunas de sus publicaciones de este periodo va mucho más allá de la concepción estructural del lenguaje. De hecho, en sus tratados más importantes toma una postura crítica frente a los postulados de Ferdinand de Saussure modificando o complementando su última teoría del discurso, refiriéndose entre otros autores a Hegel, Humboldt y Aristóteles. En 1977 Coseriu publica El publica El hombre y su lenguaje en dónde introduce una serie de trabajos de distintas fechas, algunos publicados con anterioridad por l a Facultad de Humanidades, cuyo Departamento de Filología dirigió durante varios años. Cada capítulo consiste en un trabajo diferente en donde trata ciertos aspectos fundamentales del lenguaje y su relación con el hombre. En la presente reseña me centrare el capítulo II “El lenguaje y la comprensión de la existencia del hombre actual” actual” y el capítulo III "La creación metafórica en el lenguaje" de la obra. En el capítulo II Coseriu trata detenidamente la relación entre el lenguaje y la comprensión del hombre actual, estudiando las maneras de entender esta relación y analizando por separado la partes involucradas en esta. En el
capítulo III, aborda la concepción de lenguaje desde distintas preguntas para luego justificar que el lenguaje es esencialmente una actividad cognoscitiva y su rasgo creador le permite utilizar diversos recursos como las metáforas para distintos fines. El tema principal del capítulo II es la relación entre el lenguaje y la comprensión de la existencia del hombre actual. En primer lugar, Coseriu introduce las principales dos maneras de entender está relación. En la primera manera se entiende el lenguaje como una magnitud variable, suponiendo entonces que el lenguaje es distinto en nuestro tiempo a lo que era en tiempos más antiguos y que manifiesta de algún modo aspectos propios de la existencia del hombre actual. En la segunda manera, se entiendo por el contario al lenguaje como una magnitud fija, suponiendo que el lenguaje no ha cambiando sino que la actitud del hombre actual frente al lenguaje es la que ha cambiado. Antes de pasar a analizar cuál de estas dos maneras de entender la relación es posible, Coseriu explica tres rasgos esenciales del lenguaje que ayudan a comprender la relación. El primero es que el lenguaje es significado. El significado es esencial del el lenguaje porque estructura los objetos contenidos en la conciencia humana, trata el ser de las cosas y posibilita la designación de lo existente. El segundo rasgo es que el lenguaje es intencional, es decir, una actividad motivada por fines y condicionada por causas. Para explicar este punto, Coseriu recoge la posición de Humboldt que caracteriza al lenguaje como energeia en el sentido de actividad libre o creadora. El tercero es que el lenguaje se presenta siempre como lengua o como idioma, es decir, como históricamente determinado. Lo que significa que el lenguaje no es una actividad de un sujeto absoluto sino de un sujeto histórico que además presupone de otros sujetos p articipes de la misma historicidad.
Luego de estudiar los anteriores tres aspectos del lenguaje Coseriu analiza la primera manera de entender la relación entre el lenguaje y la comprensión de a existencia. La relación en este sentido, plantea la pregunta de sí se puede hablar de un lenguaje actual que corresponda a la existencia actual del hombre y a la comprensión de esta existencia. Para Coseriu desde la lingüística la respuesta seria negativa, pues teniendo en cuenta los rasgos característicos del lenguaje, este es el mismo de siempre ya que si deja de tener alguna de esas tres características esenciales dejaría de ser lo que es. Además, a pesar constantes cambios lingüísticos las lenguas muestran una considerable unidad con su propia historia. Por lo tanto, el lenguaje no es característico del hombre actual, sino del hombre simplemente. Coseriu justifica con varias razones que esta pregunta n o la puede responder satisfactoriamente la lingüística todavía. Coseriu examina entonces la relación desde la otra perspectiva, en la que la actitud frente al lenguaje refleja de algún modo la comprensión de la existencia humana. La relación vista de este modo en cambio si es posible debido a que la actitud humana es algo reflexivo y hasta cierto punto motivado. De hecho, explica Coseriu, si existe determinada actitud del hombre moderno frente al lenguaje caracterizada por la aceptación de otras lenguas, el entendimiento antropológico y la centralización del lenguaje como objeto de diversas ciencias. Este último punto ha llevado a que por un lado se considere el lenguaje como una limitación o por otro lado se confié demasiado en él cuando se quiere buscar la verdad de las cosas. Ninguna de estas dos posiciones es correcta. Coseriu concluye que la comprensión del hombre debe comenzar por la comprensión del lenguaje pero que este es solo el primer escalón. Es decir que la interpretación comienza en el lenguaje y por el lenguaje pero el lenguaje mismo no es interpretación.