Universidad del Valle
Profesor: Fernando Flórez
Licenciatura Licenciatur a en Artes Visuales
Leticia Vergara Buriticá
Psicología Psicolog ía del Arte
Código: 0738378
Reseña
Gombrich, Ernst. La Historia del Arte . Introducción. El arte y los artistas . México. Editorial Diana. 1993. Págs. 15-37. En repetidas ocasiones Gombrich se ha referido al arte como una palabra que no tiene un concepto definido, que más bien tiene su significado de acuerdo al contexto histórico, por ello hace énfasis en que “No existe, realmente el Arte. Tan solo artistas ” ” (Pág.15) y que las actividades que éstos realizan son consideradas arte, por lo tanto no hay un Arte con mayúscula, esto es una idealización que se tiene. Nuestros gustos influyen en la apreciación de una obra, pues cuando nos gusta generalmente es porque nos trae gratos recuerdos sobre un lugar o una situación, entonces decimos que esta u otra obra nos gustan, que es bella, hasta ahí todo va bien, pero cuando una imagen se nos hace repulsiva por una experiencia negativa tendemos a rechazarla, olvidando que la belleza no solo está en la apariencia sino también por ejemplo en la dedicación que su autor tuvo al realizarla; si comparamos el retrato del hijo de Rubens, un niño de delicadas facciones, con el retrato de la madre de Durero, donde vemos la marce de la vejez podemos decir que aunque el primero será juzgado como bello por la mayoría de las personas, el segundo retrato también lo es porque el sentimiento que movió a los dos pintores es el amor por sus seres queridos; entonces lo importante es observar sin prejuicios para poder apreciar una obra y sacar lo más valioso de ella. Un aspecto que hace que nos guste o no una obra es la expresión del personaje, por ejemplo la obra Guido Reni, sobre una cabeza de Cristo en la cruz, aunque tiene una expresión de dolor, las personas se sienten identificadas con este sentimiento y la valoran como una gran obra, tanto que muchas reproducciones son adquiridas por las personas en la mayoría de los casos sin tener el conocimiento sobre historia del arte o simplemente temas relacionados sobre como funciona el arte.
Un tema que toca Gombrich en este capítulo y que creo que a todos nos ha pasado es cuando se critica una obra por estar “fuera de la realidad” mejor dicho por no pintar las cosas como aparecen ante nuestros ojos, porque así nos lo han inculcado desde niños, pero allí el autor hace una claridad que creo que es fundamental y es que primero debemos saber si esa formalización era intencional o si el artista se equivocó, solo cuando conozcamos los motivos por los cuales se realizó la obra de esta manera podemos lanzar nuestra apreciación sobre la misma, y sobre todo descubrir detalles que pueden ser ocultados por los prejuicios que tengamos pues no nos dejan tener una experiencia completa al relacionarnos con la imagen. Retomando lo anterior sobre representar tal y como vemos algo, se llega a una contradicción en el texto cuando se habla del tema religioso, pues aquí lo representado no es lo que el ojo ha visto sino lo que la mente ha imaginado, y cuando se busca una imagen fiel a la realidad se castiga y se trata de blasfema, un ejemplo es la pintura de Caravaggio sobre San Mateo, al pintarlo como un hombre trabajador y un poco tosco si se puede decir, fue rechazada por la iglesia y de inmediato tuvo que ser pintada de nuevo de acuerdo a los parámetros establecidos por ellos, un realismo castigado por los prejuicios de cómo debe aparecer un santo en una pintura. Una consideración muy importante del autor, lo que llamamos arte en nuestros días, en algún momento no lo fue para los creadores de las obras, todo ese misticismo que le damos a una pintura, a una escultura, hace que se eleven, olvidando que probablemente fueron objetos que nada tenían que ver con ello, y que como dice Gombrich “son objetos realizados por y para seres humanos”. (pág.32) Otra de las ideas desarrolladas por E.G. es la de “acertar” (pág.32) cuando un artista al realizar su obra prueba distintos métodos de cómo formalizar, para encontrar un equilibrio entre los que quiere hacer y como lo va hacer para que se vea su intención en la obra, por ejemplo los estudios, los numerosos bocetos que se realizan antes de una pintura o una escultura para lograr esa armonía que hace de ella una obra de arte. Para terminar voy a mencionar uno de los peligros al que hace referencia E.G. y es el del “conocimiento a medias” (pág.37), pues al creer que se sabe sobre algo se cree que se sabe todo y vamos a juzgar de acuerdo al poco saber que poseemos y nos haremos ideas erradas de las cosas, por ejemplo cuando se observa una obra y no la entiendo, pero sin embargo y por apariencia gracias a lo poco que se sabe, es de conocimiento que es muy famosa en la historia del arte,
se dirá entonces que es “<>” (pág.37) así no sea de nuestro agrado, y más aun sin saber los motivos por los cuales es “muy interesante”. Este texto fue muy claro en sus ideas, los temas expuestos son ejemplificados de manera simple para la comprensión del lector, además que en la mayoría de las situaciones descritas uno se siente identificado y esto ayuda a una mayor comprensión del escrito.