PERSPECTIVAS GENERALES SOBRE PSICOTERAPIA SIMBÓLICA Dr. Lorenzo García Samartino, Lic. Gustavo Bulacio Sumario En este trabajo se describen aspectos de una técnica psicoterapéutica que utiliza los símbolos representados r epresentados por las imágenes que surgen durante una vivencia imaginaria. La Psicoterapia Simbólica, desarrollada en la Argentina por María Ana Ennis en la década de 1960, tiene puntos en común con otras técnicas que utilizan imágenes, por ejemplo el Ensueño Despierto Dirigido de Desoille y con la Imaginería Afectiva Guiada de Leuner. En esta presentación se reseñan algunos de sus aspectos más importantes: origen, consignas iniciales, desarrollo del trabajo imaginativo, intervenciones del terapeuta y simbolización de lo imaginado. Palabras clave Ensueño despierto dirigido, Psicoterapia simbólica, Imaginación en Psicoterapia, Símbolos en Psicoterapia. Summary The paper describes aspects of a psychotherapic technique which utilizes represented symbols' images, presented in an imaginary vivence. Symbolic psychotherapy, developed in Argentina by María Ana Ennis during the sixties, has common points with other techniques that use images, like Desoille's Rêve Éveillé Dirigé and Leuner's Guided Affective Imagery. We remark some important characteristics: origins, initial instructions, development of imaginary work, therapist interventions and symbolization of what is imagined. Key words Guided day dream, Symbolic Psychotherapy, Psychotherapy. 1
Agradecemos a la Dra. María Ana Ennis la revisión del manuscrito.
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Pontificia Universidad Católica Argentina. Carrera de Psicología. Bmé. Mitre 1869. Buenos Aires. Rep. Argentina. 3
Pontificia
Universidad
Católica
Argentina.
Carrera
de
Psicología.
Introducción
La Psicoterapia Simbólica (PS) "se fundamenta en la interpretación de los símbolos que se obtienen de los sujetos a partir de un sueño o del sueño despierto dirigido... Es una psicoterapia breve en relación con otras técnicas, en cuanto a la duración total del tratamiento y en cuanto al número de entrevistas... es objetiva en cuanto a que el material que el terapeuta usa es el que se le presenta dado por el paciente como producto de la imaginación de ese paciente, de la simbología que éste presenta y de la interpretación que el mismo paciente hace en el transcurso de las sesiones... y es integral porque abarca los distintos planos de la personalidad, el biológico, el psicológico, el sociológico, el ético, el filosófico y el religioso". (7) Origen Su origen se remonta a la década de 1960, cuando en la Universidad de Loyola de la ciudad de Chicago, María Ana Ennis conoció, a través de Magda Arnold, una técnica de imaginación activa que consistía en pedir a los pacientes que se imaginaran que bajaban por una escalera, en un lugar conocido. (28) La técnica era una modificación de la enseñada por un discípulo de Jung. Pero, mientras que éste interpretaba el material dado por el paciente con una concepción jungiana de los símbolos, Arnold los consideraba como algo propio del sujeto y
de su historia, y que sólo él podía develar. Por este motivo, le preguntaba al paciente qué le simbolizaban las imágenes del trabajo imaginativo. Cuando Ennis regresó a Buenos Aires y puso en práctica la técnica observó que los pacientes, con mucha frecuencia, rememoraban experiencias conocidas de su vida. Ante la posibilidad de que los resultados estuvieran relacionados con la consigna elegida, la modificó y propuso que bajaran por "una escalera desconocida". Al hacer este cambio notó que algunos sujetos, al final del descenso, llegaban a lugares inesperados, por ejemplo un castillo, el fondo del mar o un bosque. Y más aun, con cierta frecuencia el significado simbólico de esas imágenes era similar. Alentada por este hallazgo y "como fruto de una larga experiencia",(14) comenzó a utilizarlas como nuevas consignas iniciales. Años después conoció, a través de un trabajo de Desoille, (13) la técnica del Sueño Despierto y Dirigido. Ésta es en algo similar a la PS, si bien difiere en la fundamentación y la forma de dirigir los trabajos imaginativos. (12) Las mismas diferencias la separan de la Imaginería Afectiva Guiada de Leuner. (37) Desarrollo de una sesión de Psicoterapia Simbólica El fin de la PS es terapéutico. Si bien los trabajos imaginativos pueden aportar elementos que permitan establecer el tipo de trastorno mental que afecta al sujeto, antes de iniciar la psicoterapia se deben realizar los estudios psiquiátricos y psicológicos que se consideren necesarios para llegar a un diagnóstico. También se prescribirá e indicará el tratamiento que el cuadro clínico requiera. La Psicoterapia Simbólica comienza, después de explicar brevemente en qué consiste la técnica, con el trabajo imaginativo conocido con el nombre de "La escalera". (15) A éste lo siguen, en sesiones sucesivas, otros trabajos. Cada una de ellas dura aproximadamente una hora, aunque puede extenderse si la situación lo requiere. Por la experiencia adquirida se recomienda que las sesiones sean semanales. La frecuencia disminuye con la mejoría del sujeto. Cada trabajo se realiza por etapas cualitativamente diferentes. Durante la primera el sujeto, en estado de relajación muscular y con los ojos cerrados, desarrolla una vivencia imaginaria. En la segunda, con los ojos abiertos interpreta el contenido simbólico de lo que imaginó. En la última, el terapeuta lee lo que simbolizó. La primera etapa comienza cuando se le enuncia al sujeto una consigna que incluye una imagen inicial, que actúa como desencadenante de la vivencia imaginaria. La propuesta del terapeuta debe invitarlo a trabajar; aclararle que debe tratar de vivir lo que imagina; que le dé libre curso a la imaginación, sin excluir imágenes o situaciones, aunque le parezcan ilógicas, vergonzosas, desagradables o conflictivas. Que describa todo lo que encuentra, siente y/o hace imaginativamente. Con el fin de acentuar y facilitar la vivencia y que el trabajo no se convierta en un simple relato de lo imaginado, el terapeuta se dirige al sujeto en tiempo presente. Con el mismo propósito y cada vez que lo considera necesario, le pide que se acerque, toque y describa las cualidades sensibles de lo que imagina. Durante todo el trabajo el terapeuta toma nota de lo que dice y hace el sujeto. Consignas y desarrollo habitual
En este trabajo las imágenes iniciales se describen en el orden propuesto por Ennis. Sin embargo, como ella misma lo aclara, puede alterarse según las necesidades del sujeto. (18, 34) Sin embargo, es una característica de la PS que el primer trabajo sea el descenso por "una escalera desconocida". Escalera Se le sugiere al paciente: "Usted está ante una escalera desconocida por la que va a descender. Dígame todo lo que ve, oye, toca, lo que siente y lo que hace". Se incentiva al paciente a describir lo que imagina invitándolo a que diga el color, cómo son los escalones y con qué material está construida. Es importante animar al sujeto para que baje hasta el final e investigue todo lo
que encuentra, enfrentando las dificultades que se le presenten, aun aquellas que le despierten temor. También se le pide que investigue el lugar en que termina la escalera. Es frecuente que los pacientes imaginen que llegan a un lugar cerrado, la más de las veces un sótano. También puede terminar en un lugar abierto o en uno conocido. En todos los trabajos, pero en éste con más razón por ser el primero, el terapeuta debe aguzar la atención para detectar las reacciones que la vivencia desencadena en el paciente. Se han observado distintas reacciones: palidez y transpiración de grado tal de tener que suspender la sesión; (8) suspiros, gestos de sufrimiento, lloro, deseos de vomitar;(9) sacudidas casi convulsivas;(10) risas, sentirse mareada.(11) Ennis refiere que utiliza este trabajo a fin de que el sujeto exprese lo que puede descubrir de su propio interior.(27) Castillo La consigna es: "Usted está frente a un castillo desconocido, entre e investíguelo. Dígame todo lo que ve, oye, toca, lo que siente y lo que hace". Se invita al sujeto a investigar las distintas partes del castillo. Si no nombra ambientes que pueden existir, por ejemplo sótanos o torres, se le pregunta si quedó alguna parte sin recorrer. A fin de que investigue aspectos desconocidos u ocultos de su personalidad, se le puede sugerir que busque el "lugar secreto" del castillo. Hay pacientes que describen diferencias entre el aspecto exterior y la estructura interior del castillo imaginado o, ya adentro, encuentran elementos de tortura o cárceles; cadáveres o restos óseos; o personajes que inspiran temor, cariño o curiosidad. Ennis refiere que el paciente con este trabajo imaginativo investiga aspectos de su mundo interior relacionados con sus sentimientos, vivencias y valores. (25) El castillo como símbolo es utilizado por Jung, (35) y en otro campo por Santa Teresa.(18) El mar Se le propone al paciente: "Usted está en una costa desconocida en la que hay una embarcación; diríjase en ella a alta mar, hasta perderla de vista. Cuando llegue, sumérjase y vaya hasta el fondo del mar. Si es necesario utilice el equipo que considere adecuado. Dígame todo lo que ve, oye, toca, lo que siente, y lo que hace". Es importante que el sujeto no se quede "nadando" cerca de la superficie y que llegue hasta el fondo del mar. Una vez que recorrió parte del fondo y si el terapeuta lo considera adecuado, para generar situaciones nuevas que enriquezcan el contenido del trabajo imaginativo se le sugiere que se dirija hacia la zona más profunda del mar. En el fondo se pueden encontrar animales que inspiran temor, barcos hundidos, lugares misteriosos y personas vivas o muertas. Ennis refiere que con esta vivencia imaginativa los pacientes, aunque no lo refieran directamente, por el significado simbólico que le asignan a la imagen inicial o por el conte (16) (3) nido del trabajo, sacan en claro temas referidos a su vida afectiva. Desoille le da un significado similar. Subir una montaña y volar hacia arriba Se le dice al sujeto: "Usted está ante una montaña desconocida. Súbala, y a medida que lo hace cuénteme todo lo que ve, oye, toca, lo que siente, y lo que hace. Cuando llegue a la cumbre, vuele hacia arriba en línea recta". Si al ascender la montaña el paciente encuentra dificultades y no logra sortearlas, el terapeuta le puede sugerir soluciones para superarlas.
Cuando el sujeto llega a la cumbre se le propone que la investigue. Después se le recuerda: "Ahora vuele hacia arriba por sus propios medios". Cuando tiene dudas acerca de cómo hacerlo, se le indica que debe participar activamente en el ascenso por medio de movimientos del cuerpo o por una fuerza interior. Si no lo logra, se le sugiere que utilice el medio que considere apropiado. Al volar hacia arriba puede encontrar personas, llegar a otros planetas, al sol o al "cielo". Para finalizar se invita al sujeto a descender en algún lugar que pueda resultar agradable, por ejemplo un campo o un bosque. Ennis, que comenzó a utilizar esta imagen inicial a partir de su experiencia personal, considera que la cumbre de la montaña simboliza una meta de la vida inmediata, y el ascenso la forma de alcanzarla. En el "volar hacia arriba", el sujeto se dirige hacia un ideal representado en aquello que encuentra o en el lugar al que se llega. (17) Desoille describió un trabajo similar proponiéndole al sujeto que vuele guiado por otros personajes.(22) Bosque Se da la siguiente consigna: "Usted va a atravesar un bosque desconocido. Investíguelo y dígame todo lo que ve, oye, toca, lo que siente y lo que hace". Una vez que el sujeto lo ha recorrido y si se considera oportuno para promover una mayor cantidad de vivencias, se le puede sugerir que busque e investigue la zona más oscura o el lugar secreto del bosque. Ennis, que comenzó a utilizar esta imagen inicial como fruto de su experiencia personal, (19) señala que con frecuencia es interpretada como la vida social o el contacto con los demás. Espada La consigna es: "Usted encuentra o le dan una espada desconocida. Descríbala y dígame que le parece hacer con ella". Se emplea en varones, aunque también la administramos a mujeres. Si el sujeto no lo refiere, se le pregunta por el lugar donde la encuentra o quién se la da; el tamaño y la forma de la espada y cuan hábil es para manejarla. Luego se le sugiere que vaya por un camino desconocido, llevando consigo la espada, y diga todo lo que ve, oye, toca o siente, y el uso que le da. A medida que avanza, el terapeuta debe estar atento al uso que hace de la misma. Por último, si no hubiese dicho nada al respecto, puede preguntársele. En PS se considera que esta imagen hace relación a la virilidad, como la escuela de Desoille. (3) Pero, mientras que en ésta se sugiere realizar ascensos y descensos con la espada, en PS se enfatiza el uso que se le da durante la vivencia imaginaria.(24) Copa La consigna que utilizamos es: "Usted encuentra una copa desconocida o alguien se la da. Descríbala y dígame qué le parece hacer con ella". Las preguntas que se le hacen al sujeto, por regla general mujeres, aunque también la empleamos en varones, persiguen objetivos similares a los expuestos en el trabajo de la "Espada". Después que el sujeto la describe, se le sugiere que lleve la copa por un camino desconocido y que comunique todo lo que ve, oye, toca, lo que siente y el uso que le da. Es habitual que la utilicen para beber, y también que compartan el contenido con alguna persona.
Esta imagen inicial también es utilizada por Desoille; (5) en ambas técnicas se la relaciona con aspectos vinculados a la feminidad.(29) Volcán La consigna que utilizamos es: "Usted está frente a un volcán desconocido. Busque el cráter y descienda al interior para investigarlo. Dígame todo lo que ve, oye, toca, siente y qué le parece hacer". Si el sujeto requiere ayuda para llevar a cabo la vivencia imaginativa, se le señala que puede utilizar el equipo que considere necesario. A veces ve que el volcán tiene un fondo de tierra o piedras, y en algunos casos agua. En esos casos, después de haber recorrido el lugar, se les pregunta si hay alguna conexión con el centro de la tierra; si no lo tuviere, se le propone que la haga. Ennis señala que esta imagen es símbolo de la vida instintiva, de la agresividad como parte del instinto de conservación y de lo sexual como instinto de conservación de la especie. El "Volcán" fue investigado en PS por Ennis y Haydee Andrés.(21) Desoille le atribuye el mismo sentido simbólico.(2) Espejos Se le dice al sujeto: "Baje a un sótano desconocido en el que hay uno o más espejos. Mírese en ellos y describa cómo se ve". No es infrecuente observar que los pacientes se vean reflejados de una manera diferente a lo que son, en su edad, o en su aspecto. Con el fin de indagar que hay detrás de esa forma de verse, se le propone que imagine que el espejo es una puerta-espejo y que investigue que hay detrás de ella. La consigna que utilizamos es: "Ese espejo es una puerta-espejo, ábrala e investigue lo que hay detrás, diga todo lo que ve, oye, toca, siente o que le parece hacer con lo que encuentra". Si imagina muchos espejos, se le dice que investigue cada uno de ellos o los que más le agradan o desagradan. En algunas ocasiones se le propone que investigue detrás de alguno que se considera relevante, aunque el paciente no lo haya elegido. Detrás de las puertas-espejos pueden aparecer lugares, cosas o personas desconocidas o situaciones que los sujetos han vivido en con anterioridad. No es extraño que después de investigar y arreglar aquello que les resultaba desagradable o fuera de lugar, cuando los sujetos vuelven a mirarse en el espejo, noten cambios con respecto a la imagen que habían observado en un comienzo, viéndose más parecidos, en el aspecto o en su físico, a lo que realmente son. Los pacientes relacionan simbólicamente este trabajo con la imagen que tienen de sí mismos, es decir, con su propia identidad. Este trabajo también fue introducido en PS por el trabajo conjunto de Ennis y Andrés (20) Llave Se le dice: "Usted encuentra o le dan una llave desconocida. Dígame cómo es, describa el lugar donde la encuentra o quién se la da, y luego busque qué puede abrir con ella. Dígame todo lo que ve, oye, toca, lo que siente, y lo que le parece hacer". Esta imagen inicial se utiliza cuando el sujeto manifiesta o el terapeuta considera la necesidad de tomar una decisión frente a un problema concreto. Por medio del trabajo imaginativo el sujeto tiene la posibilidad de acceder simbólicamente a alguna solución que no había tomado en cuenta o que no se animaba a experimentar. (22)
Camino Damos como consigna: "Usted va por un camino desconocido. Dígame todo lo que ve, oye o toca; lo que siente y lo que hace". Se intenta que la recorrida no sea un simple paseo, sino que el sujeto investigue todo lo que encuentra y se lo anima para que, como en los otros trabajos, elimine, evite o supere los obstáculos que se le presentan en el camino. Es importante, si no lo dice, preguntarle adónde lo conduce y qué le parece hacer allí. Ennis refiere que en este trabajo se simboliza el camino de la vida, sus metas y sus obstáculos. (22) Brujo o Bruja y Monstruo Esta consigna se puede utilizar en el transcurso de dos trabajos diferentes: en el fondo del mar o en el medio de un bosque. Se le propone al sujeto: "Usted está (en el fondo del mar o en el medio de un bosque) y en cuentra una cueva en la que hay un Brujo o una Bruja y un Monstruo. Dígame todo lo que ve, oye, toca, lo que siente y lo que hace". Durante la vivencia imaginativa se le requiere al sujeto que describa las características de la cueva y sus habitantes. Finalmente se le propone que los lleve afuera del mar o del bosque. En este trabajo se suelen representar simbólicamente vínculos, en los que el sujeto de alguna manera es parte, que se ponen en evidencia por los rasgos, las actitudes o las transformaciones que sufren los personajes. Ennis refiere que los sujetos suelen proyectar sobre ellos lo que consideran terrible, malo, agresivo o monstruoso de ellos mismos; o de algo o alguien con quien tienen estrecha relación. (31) Desoille utiliza las imágenes de Brujo y Bruja, y el Dragón de la Fábula, en lugar del Monstruo, en trabajos imaginativos diferentes.(6) Ennis no utilizó el Dragón de la Fábula, porque consideró que no era una imagen culturalmente conocida en la Argentina. Mina Se le propone al sujeto "Usted está delante de una mina desconocida a la que va a investigar. Dígame todo lo que ve, oye, toca, lo que siente, y lo que hace". Durante el desarrollo de la vivencia imaginativa adquiere valor sobresaliente la estructura de la mina, qué se extrae de ella, si se explota o está abandonada. Y, por fin, qué destino le da el sujeto a la mina y a lo que encontró en ella. Siguiendo a Ennis, en este trabajo los sujetos ven simbolizados sus capacidades y sus valores interiores. (32) Otras imágenes En PS también se utilizan imágenes iniciales propuestas por el mismo sujeto. Por ejemplo, para investigar y poner de manifiesto los motivos profundos de un sentimiento de malestar o angustia, se le pide que exprese simbólicamente esa vivencia.(30) También se puede comenzar un trabajo pidiéndole que imagine una imagen no cotidiana, (23) o que está ante una pantalla en la que se proyecta una imagen. (30) Consignas por el estilo son: que narre un sueño que le haya llamado la atención(33) o el primer recuerdo que le venga a la mente o el primer recuerdo desagradable. (34) En estos trabajos es frecuente que lo imaginado tenga relación con alguna vivencia o sentimiento que el sujeto no sabe cómo expresar de otra manera.
Otras imágenes iniciales que hemos utilizamos son: la Torre, el Aljibe, la Semilla, el Templo, la Grieta en el fondo del mar. En estos casos el trabajo se lleva a cabo de una manera similar a la descripta en las imágenes anteriores. Intervenciones del terapeuta A través de la PS el sujeto descubre aspectos de sí mismo a partir de las representaciones que imaginó. Al ignorar el significado simbólico de lo que experimenta durante la vivencia imaginativa, puede enfrentar situaciones que cotidianamente evitaba y/o descubrir capacidades que desconocía. El terapeuta debe favorecer ese proceso. Con este fin, puede intervenir cuando la vivencia imaginativa se detiene, proponiendo situaciones que favorezcan su continuación. O, si considera necesario que el paciente investigue más a fondo un hallazgo, animarlo a que enfrente las dificultades que encuentra o supere los obstáculos. Para poder participar adecuadamente en el trabajo, el terapeuta debe acompañar imaginativamente al sujeto. Sus sugerencias deben ser guiadas por la estricta lógica, el sentido común y el respeto de la libertad de aquel. Las intervenciones tienen en PS, como el símbolo, un doble papel. Por una parte un papel "arqueológico", cuando intenta sacar a la luz aspectos de sí mismo que el sujeto desconocía. Y otro "teleológico", al brindarle al sujeto la posibilidad de dotar de un sentido, de un "para que", a aquello que experimenta y descubre de sí mismo. El objetivo "arqueológico" se cumple cuando el terapeuta le propone que toque lo que ve; que observe lo que se oculta detrás de algo, que descubra lo que está enmascarado; que encuentre lugares secretos u oscuros y qué puede hallar en ellos. El mismo fin persigue cuando le pide que averigüe si el "Volcán" está conectado con el centro de la tierra; o que busque que hay detrás de la "puerta espejo"; o que saque de la cueva al "Brujo"; o que vea dónde lo conduce el "Camino" o que revise el "Castillo" y busque su "lugar secreto". Así, el terapeuta intenta que el sujeto se conozca de una manera realista, siempre respetando su tempus. El aspecto "teleológico" de la PS se promueve cuando, por ejemplo, ante situaciones que al sujeto le provocan angustia o que requieren que éste tome una decisión y no se anima a hacerlo, el terapeuta lo invita, en primer lugar, a que enfrente y describa lo que ve o lo que le ocurre. En este primer paso el sujeto utiliza intuitivamente todos sus recursos para superar el obstáculo; más tarde, al analizar lo que le simboliza la situación, podrá conocer la causa que la generó y relacionarla con situaciones de su vida cotidiana. Si con el procedimiento descripto no logra superar la situación, el terapeuta le pregunta al sujeto: "¿Qué puede hacer?" Esta pregunta le obliga a plantear el problema a otro nivel, poniendo en juego los recursos intelectuales, afectivos y el sentido común, asumir una posición frente a lo que vive y expresar lo que le "gustaría" que suceda. Después que el sujeto manifestó "lo que puede hacer", el terapeuta le puede preguntar: "¿Qué le parece adecuado hacer?" Así, lo invita a poner en juego su escala de valores, sus creencias y sus principios. De esta forma, en la vivencia imaginativa sigue los mismos pasos que en su vida cotidiana, cuando debe decidir entre una cosa u otra. Con esta pregunta también se pone en evidencia si hay diferencias y de qué tipo, entre lo que desea y lo que, según sus valores, debería hacer. Así, el paciente desarrolla su capacidad de observación y su adecuación a la realidad; experimenta cambios de situaciones, descubre que tiene recursos propios que no conocía o que habitualmente no ponía en juego, y
asume conductas en las que integra sus valores éticos, además de lo que puede hacer sólo por "gusto" o "placer". Antes de finalizar el trabajo imaginativo se lo invita a que se haga dueño de lo que imaginó y modifique lo que aún no le resulta agradable. La consigna es: "¿Modificaría algo de lo que encontró o de lo que vio?" Ésta es una nueva oportunidad que se le brinda al sujeto para que cambie aquellos aspectos que no le gustan o que le resultan inadecuados o que de alguna manera y de un modo más general no le permiten alcanzar un estado de plenitud. Esta intervención también tiene un objetivo "teleológico". Este cambio final le permite sintetizar, en la praxis del trabajo imaginativo, sus posibilidades, sus deseos y su escala de valores en un todo equilibrado en el que puede modificar y dar sentido a lo que lo angustia o que experimenta como algo doloroso. El paciente es el que lleva adelante el trabajo imaginativo, con una excepción. Si imagina algo que va contra su propia vida, el terapeuta lo invita, y si llega el caso le dice que no realice tal o cual acción o que realice tal otra. Esta actitud del terapeuta no hace sino favorecer la tendencia básica más importante de todo sujeto: la preservación de la vida.(36) Simbolización de lo imaginado Una vez que terminó la vivencia imaginaria, en la misma sesión si el tiempo y las circunstancias lo permiten —o lo exigen—, o en la sesión siguiente, se lleva a cabo la interpretación simbólica de lo que el paciente imaginó. Se le aclara al paciente que lo que se busca es encontrar aspectos de sí mismo, de su vida, su historia o de la realidad que puedan haber sido representados o simbolizados por las imágenes que imaginó. Que no hay símbolos "buenos o malos", "correctos o incorrectos", sino que lo imaginado es un modo de expresión de sí mismo y de sus vivencias personales. Esta parte de la PS se realiza con los ojos abiertos y cara a cara. Después que el paciente expresa lo que le simboliza la imagen inicial se procede de la misma manera con las imágenes que describió durante la vivencia. El terapeuta no interpreta los contenidos imaginativos, pero puede, mediante preguntas, estimular al paciente para que exprese lo que le simboliza o lo que interpreta de una situa ción. Siempre se toma como válido el significado que da el paciente. El terapeuta nunca interpreta. Si el paciente al analizar lo imaginado da pocas referencias a su persona, se le sugiere que se pregunte qué aspecto suyo o qué circunstancia de su vida pudo estar simbolizada en ese símbolo, con el fin de que pueda hacer referencias más concretas a sus vivencias. A medida que progresa la terapia, el paciente logra hacer interpretaciones cada vez más personales de lo que imagina. Al expresar simbólicamente los diversos aspectos de su interioridad, el sujeto se reconoce en ellos, sin perder nunca de vista su unidad. Por último se procede a leer lo simbolizado aplicándolo a su realidad a manera de "devolución", tratando de arribar a conclusiones que lo ayuden a superar sus dificultades. Conclusiones La Psicoterapia Simbólica constituye una técnica psicoterapéutica que puede considerarse breve, que ha demostrado ser de utilidad en el tratamiento de (26) neurosis en general cuando no está alterado substancialmente el juicio, y en las personalidades inmaduras con buen cociente intelectual, trastornos de personalidad, tratamiento de las somatizaciones, obsesiones, depresiones reactivas y de los trastornos por ansiedad, después de una medicación adecuada
