Psicologia. Lo Inconsciente - Jose Topf - Heberto Rojo-watermark (2)

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Índice Índice de contenid co ntenidoo Portadilla Legales Introduccion Parte I El status de lo inconsciente Dos hipótesis hipótesis básicas del psicoanálisis Hacia un modelo de la actividad psíquica Acerca del conflicto edípico Parte II Las rupturas rupturas epistemológicas del pensamiento freudiano Primera form formu ulaci lación ón freudiana freudiana del aparato psíquic psíquico o Los caminos caminos de la pulsión la pulsión ...Veinte años ...Veinte años después La cura por cura por la palabra pa labra Parte III Introducción Introduc ción El modelo modelo teórico de Carl Gustav Jung La escue e scuela la de las relaciones o bjetales de Melanie Klein La teoría vincular teoría vincular y de la enfermedad única única de d e Enrique Enrique Pichón Riviè Rivière re Bibliograf ia ia

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Psicología Lo inconsciente José Töpf Töpf Heberto A. Rojo

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Töpf, José Jo sé Psicol Psi cología, ogía, lo inconsciente. inconsc iente. - 1 a ed. - Ciudad Ciudad Autónoma Autónoma de Buenos Buenos Aires : Eudeba, 2014. - (Psicología) E-Book. ISBN ISBN 978-950-2 3-2252-0 1. Psicología Psico logía.. CDD 150

Eudeba Universidad de Buenos Aires Primera edición: febrero de 2014 © 2014 Editorial Univers Universitaria itaria de Buenos Aires Socieda Socie dad d de Economía Mixta Av. Rivadavia 1571/73 (1033) Ciudad de Buenos Aires Tel.: 4383-802 4383 -8025 5 / Fax: Fax: 4383-2202 4383-2 202 www.eudeba.com.ar Diseño de tapa: Juan Cruz Gonella Digitaliz Digitalización: ación: Proyecto45 Pr oyecto451 1

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Introducción Este texto quiere dar una reseña de diversos modos de abordar el estudio de los procesos inconscientes, con especial referencia al psicoanálisis que se origina en el pensamiento de Sigmund Freud. Material en principio destinado a quienes quienes se hallan en los inicios i nicios de las carreras carrer as de Psicología, Psicol ogía, intent intentaa hacer una una exposición sucinta sucinta de las psicologías psicol ogías de lo inconsciente inconsciente que que pudiera ser se r orientadora para todo lector que quiera tener tener un panoram panoramaa de estas corrientes cor rientes del pensamiento psicológico contemporáneo. Hemos querido mostrar cómo el conocimiento de lo inconsciente arraiga en la tradición de toda nuestra cultura y cómo paulatinamente se fue convirtiendo en tem temaa de las l as incipient i ncipientes es teorías teoría s psicológicas psi cológicas que se iniciaron hacia fines del siglo XIX, hasta constituirse en el eje de las posteriores teorías psicoanalíticas. psicoanalítica s. Nos pareció im i mportante portante mostrar mostrar los ant a ntecedentes ecedentes de estos modos modos de pensar y las circun ci rcunstan stancias cias culturales, culturales, sociopolí soc iopolíticas ticas y científicas en que se originaron. De entre ellas abordamos en particular las ideas básicas del psicoanálisis tal como fueron pensadas por su fundador, el médico vienés Sigmund Freud, de quien hem hemos os querido mostrar el e l proceso pr oceso de d e construcción construcción de su s u teoría teoría.. Pero también se han incluido otros modos de pensamiento psicoanalítico, continu continuadores adores o disidentes dis identes del cuerpo c uerpo teórico troncal, entre ellos ell os también también las ideas formuladas por Enrique Pichón Rivière en nuestro medio, donde los desarrollos del psicoanálisis tienen particular relevancia. Si bien el texto dista mucho de dar un panorama acabado de las actuales psicologías psicol ogías de lo inconsciente, inconsciente, es posible tener desde él una una mirada mirada abarcadora abarcado ra de la vastedad del tema. tema. Sabemos que que estamos estamos en deuda con autores y escuelas relevantes que en esta edición no hemos incluido. El lector lec tor se encontrará encontrará primero con una una revisión revisió n de conceptos conceptos e ideas i deas que consideramos consideramos básicos bás icos para un mejor entendim entendimient iento o de la teoría teorí a psicoanalítica. psi coanalítica. A continuación se expone, en el texto del profesor Heberto Rojo, una sinopsis

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José Töp

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Parte I Psicologías de lo inconsciente Orígenes y conceptos básicos José Töpf

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El status de lo inconsciente Contra Contra lo que suele suponerse, suponerse, los aspectos incon i nconscientes scientes del psiquismo psiquismo no son temas que sólo en este último siglo comenzaron a cobrar interés para el pensamient pensamiento o hum humano. Desde Desde mu muy antig antiguo, uo, filósofos, sacerdotes, teólogos, médicos, édicos , pensadores y estudiosos estudiosos de todas las culturas culturas quisieron conocer acerca de la naturaleza humana, por qué somos como somos, a qué se deben nuestras semejanzas y nuestras diversidades. O sea, por qué hacemos lo que hacemos, qué es lo que motiva nuestra conducta. Las explicaciones fueron fueron de naturaleza naturaleza diversa, diver sa, ya teológicas, ya naturalistas, pero siempre han considerado al ser humano como una totalidad viviente, lo que significa también indisolublemente vinculado a su entorno y a los otros. Del mismo modo, ese misterio que es su actividad anímica –o psíquica, diríam dir íamos os ahora–, la posibili posib ilidad dad de percibir, perci bir, de soñar, de pensar, pensar, de hablar, también fueron pensadas como totalidades, cuyo origen y naturaleza había que descifrar. En las culturas antiguas, los fenómenos que hoy clasificamos como conscientes e inconscientes merecieron tratamientos idénticos. Tan atendible era una imagen percibida como una imagen soñada. Tan valioso era conocer por intuició intuición n como como conocer por razonam razonamient iento. o. Es en los siglos siguientes, y en nuestra civilización de Occidente, donde se empezó a asignar tan poderosa importancia a la Razón, a la Conciencia, y por ende a la l a Voluntad. oluntad. Si bien bie n en la Antigüedad Antigüedad Clási Cl ásica, ca, en e n Grecia y su zona zona de influencia, se desarrollaron de modo muy importante las matemáticas y el

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Santo Tomás, Descartes, Spinoza, o el movimiento de la Reforma y su convicción de que las Escrituras debían ser leídas y comprendidas por cada creyente. El Renacimiento –entiéndase, renacimiento de lo griego– afianzó más aún a ún esta tendencia tendencia de la l a cultura cultura de Occidente, Occidente, de la que es heredero el positivism positivis mo lógico de principios del siglo si glo veinte. veinte. Por cierto que en gran medida se debe a esta tendencia el desarrollo de las ciencias modernas, de la tecnología y de la investigación investigación científica. científica. Pero también también se le debe una una visión vis ión limitada, limitada, parcial, parci al, y por lo l o tanto tanto errónea, acerca de la naturaleza humana. La Psicología, Psic ología, ciencia ci encia relativam rel ativament entee reciente, re ciente, se consolida como como tal precisam preci sament entee en el marco marco de estos principios pri ncipios racionalistas. raci onalistas. Supone Supone que que en lo psíquico hum humano lo esencial es la capacidad c apacidad de comprensión comprensión intelectu intelectual al de los lo s hechos y la capacidad de gobernar las propias acciones. Es decir, la Conciencia y la Volunt Voluntad. ad. Las demás capacid capa cidades ades,, que se consider consi deran an compartidas compartidas con otras otras especie e speciess inferiores, se las la s supuso supuso no exponenciales exponenciales de la condición condici ón hum humana. Lo que en un un principio fue fue señalar seña lar cuáles eran las características caracterí sticas específicamente humanas, pronto pasó a ser la definición del objeto de estudio de la Psicología, Psicol ogía, y más más tarde ya no sólo el modo de defin de finir ir el objeto obj eto de una una ciencia, sino una opinión acerca de la naturaleza humana misma. El Hombre, que alguna alguna vez se había definido como el rey de la Creación, pasó a pensarse como la cúspide racional de la Evolución. Razones había para ello, no sólo naturalistas. El desarrollo de las ciencias permitió permitió conocer acerca del de l univers universo, o, de los seres se res y de las cosas. cosas . El enorme enorme desarrollo desarr ollo tecnológico tecnológico perm per mitió construir construir maquinarias aquinarias –aparatos de

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Pero mientras tanto, un presente exitoso hacía suponer cercano el dominio del hombre sobre la naturaleza y sobre sí mismo, cercana también su posible perfección, la que habría habría que acelerar, ciencia y tecnología tecnología mediante. mediante. Se Se entenderá entonces por qué prosperó tan intensamente la banal arrogancia de pensarse como como el Ser de la l a Razón Razón y de la Voluntad. oluntad. Y se entenderá entenderá también también el porqué de su desesperación desesper ación ante ante la dramática dramática caída en e n las guerras guerras y horror horrores es de los años sig si guientes. uientes. El crecient crec ientee aument aumento o de las l as penurias personales pers onales y de los problemas sociales social es fue haciendo evidente la incapacidad de la psicología académica para hallarles solución, lo que impulsó la búsqueda de otras explicaciones posibles. posibl es. Por ejem eje mplo, el papel pa pel que pudiera pudiera jug j ugar ar el psiquism ps iquismo o inconsciente inconsciente en la determinación de la conducta humana, idea en fuerte oposición a la psicología psicol ogía hegem hegemónica ónica de ese entonces. entonces. Así es como como en esa transición transición del siglo XIX al siglo XX puede observarse un hecho en cierto modo absurdo: científicos científicos que necesitan discutir discutir con otros cient ci entíficos, íficos, a veces ve ces acerbamente, acerbamente, acerca de si el psiquism p siquismo o inconsciente inconsciente existe o no existe, discusión que hubiese sido impensable siglos atrás. Como si hoy en día alguien tuviese que discutir si la electrici e lectricidad dad existe o no existe. Podemos Podemos no saber qué es, y de hecho no lo sabemos, pero no podemos poner en duda su existencia.

Presencia de lo Inconsciente Sigmund Freud, el fundador del cuerpo teórico más vasto en el campo de las psicologías psicol ogías de lo inconsciente, inconsciente, fue fue quien quien con mayor claridad pedagóg pe dagógica ica escribió acerca de la presencia continuada de este modo de la actividad psíquica en todo todo com iento iento cotidiano. T ó para ello el lo el análisis anális is del

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desarrollo desarr ollo de la ciencia psicológica, psi cológica, y confun confundirnos dirnos respecto res pecto de la extensión extensión y de la l a im i mportancia portancia de lo l o incon i nconsciente sciente en la actividad psíquica humana. umana. Conviene entonces aclarar que la mayor parte de la actividad psíquica humana es inconsciente, como lo es la actividad psíquica de otras especies, hasta donde podemos podemos saber sa ber de d e ello. el lo. Y está muy muy bien que así sea, s ea, porque por que de lo contrari contrario o nos sería serí a im i mposible posibl e una una adecuada ade cuada coordinación y ejecución de nuestros actos. Luego, además de esta actividad inconsciente, el hombre adquiere capacidad de reflexión, de objetivarse, es decir, de tener conciencia de sí. Esta actividad consciente aparece tardíamente en el desarrollo de la especie especi e y del in i ndividu divid uo, y abarca una una pequeña parte de nuestra nuestra actividad activid ad psíquica cotidiana. Puede que esta afirmación sorprenda, porque nuestra cultura continúa impregn impregnada ada de fervor racionalista. ra cionalista. Sin advertirlo, adver tirlo, participamos pa rticipamos del supuesto supuesto de ser sólo seres de Conciencia. Por más que se escriba y se lea sobre el tema, finalmente es habitual escuchar cosas del tipo “...yo no lo hice, o lo habré hecho inconscientemente”, donde subyace la antigua convicción de que somos sólo nuestra conciencia, y como si lo nuestro inconsciente no fuésemos nosotros. nosotros. Por ende, tam también bién seríam sería mos sólo sól o responsables resp onsables de lo l o que racionalmente queremos, y no de la totalidad de lo que somos y de lo que hacemos, y de lo inconscientemente deseado.

Modos Modos de e nten te nde r lo inconsciente inconsciente Repetidas veces vec es hemos emos mencionado mencionado el vocablo inconsciente, inconsciente, por lo que ya ya es tiempo de hacer algún comentario sobre los dos sentidos en que suele usarse. En primera instancia, inconsciente y consciente equivalen a decir

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¿Represión de qué? De experiencias que fueron fugazmente conscientes, produjeron dolor y fueron fueron reconvertidas en inconscient inconscientes. es. Es lo que se suele llamar el inconsciente reprimido o construido, construido, concepto co ncepto fundamen fundamental tal en e n las teorías psicoanalíticas ps icoanalíticas freudianas. freudianas. Este es tema tema que se verá ver á en particular más más adelante, aquí sólo quisimos quisimos puntu puntualizar alizar los dos modos de entender entender el e l vocablo voc ablo inconsciente.

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Dos hipótesis básicas del psicoanálisis Doce años después de spués de que Freud iniciara su s us prim pri meros trabajos trabaj os en el cam ca mpo de la clínica de las perturbaciones mentales y sus consiguientes intentos de explicación de la l a dinámica dinámica de los procesos pr ocesos psíquicos, tanto tanto patológicos como normales, decide llamar a este cuerpo teórico con el nombre de Psicoanálisis. El mismo tuvo un desarrollo importantísimo a lo largo del siglo XX en algunos centros centros psicológicos psicol ógicos de Europa, Europa, los Estados Unidos Unidos y en particular en e n nuest nuestro ro país. Actualmen Actualmente, te, las diversas diver sas escuelas y corrient corrie ntes es a las que dio lugar lugar disputan espacios hegemónicos. Como Como en toda teoría, teorí a, en el Psicoanálisis Psicoanálisi s freudiano hallamos hallamos hipótesis fuertes fuertes e hipótesis hipótesis secundaria secundarias. s. La existencia existencia simultánea simultánea de actividad ac tividad psíquica consciente consciente e inconsciente, inconsciente, así como como la noción de la existen e xistencia cia de un espacio psíquico inconsciente inconsciente producto producto de la represión, repre sión, form forma a parte de la hipótesis central central de la l a teoría, teoría , unánim unánimem ement entee aceptada acep tada por las l as diversas di versas corrient corri entes es psicoanalíticas. psicoanalítica s. La La hipótesis hipótesis acerca a cerca de la l a sexualida sexualidad d como como elemento elemento motor motor de la actividad psíquica const c onstitu ituye ye su hipótesis hipótesis secundaria secundaria.. Aceptada por todas

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existieron templos en los que los fieles dormían y soñaban, y estos sueños, relatados a los sacerdotes, sacerdo tes, eran interpre interpretados tados como como preanuncios preanuncios de acontecimien acontecimientos tos a los l os que habría de ajust aj ustarse arse el vivir v ivir cotidiano. En la cultura cultura maya, acá en América, el diagnóstico de una enfermedad y las prescripciones para su cura cura se obtenían de la información información dada por los sueños. Su peculiaridad peculiari dad inaudita inaudita es que los sueños a consider considerar ar no eran los del dolient dolie ntee sino los del d el sanador sa nador que había había pasado pa sado la l a noche noche junto junto a él, y que la medicación así prescripta prescr ipta la injería el sanador s anador que había había diagnosticado diagnosticado la l a enferm enfermedad edad y no el enfermo enfermo que la padecía, pade cía, y al parecer con evidente evidente beneficio para el enferm enfermo. o. Las actuales actuales y en cierto modo atrevidas consideraciones consideraci ones de la la psicología psicol ogía trasper traspersonal sonal todavía están a bastante bastante distancia distancia de poder pode r explicar estos fenóm fenómenos. enos. Laín Entralgo, Entral go, en La en La Curación por la palabra pal abra en la ntigüedad Clásica, Clásica, hace un minucioso análisis de los modos de intervención psíquica en los tiempos tiempos homérico homéricos, s, a través de ensalmos, ensalmos, cánticos cánticos e impetraciones. Los textos informan de quienes, ya sea en la antigüedad o en la Edad Media, poseyeron p oseyeron don de lenguas, lenguas, una forma forma de comunicaci comunicación ón de inconsciente inconsciente a inconsciente inconsciente a través de la salmodia de textos textos bíblico bí blicoss hasta perderse perders e su sentido sentido literal

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inconsciente del psiquismo, y por lo tanto de motivaciones que son capaces de determinar formas complejas de comportamientos sin que tengamos conciencia de ello. Pero no fue fácil instalar esta idea en la psicología de la época. Luego, uego, dado el e l énfasis en la prim pr imacía acía de los aspectos conscientes del psiquismo, psiquismo, a este espacio subyacente subyacente se lo denominó denominó subconsci subconsciente ente,, o sea aquello que está por debajo de bajo de la conciencia, y así se lo conoció larg lar gament amente, e, no sólo en la medicina psiquiátrica sino si no en el cam ca mpo de la l a literatu li teratura, ra, del cine y aún perdura y en las concepciones populares populares.. Otros Otros acontecimien acontecimientos, tos, provenientes provenientes éstos del campo campo psiquiátrico, ps iquiátrico, aportaron a portaron observaciones que hicieron más verosímil la suposición de aspectos inconscientes en el comportamiento humano. Digamos antes que toda cultura, según sus circunstancias históricas, tiene un determinado modo de ser, y según ello construye sus modos de relación interpersonal, sus modos de vinculación familiar, su arte, y sus estilos de recreación recre ación y también también sus enferm enfermedades. edades. Queremos Queremos decir que cada sociedad socieda d enferma así como vive. Por ejemplo, en los tiempos actuales y en nuestro medio, altament altamentee competitivo, competitivo, los l os modos de ser se r valorados val orados como como deseables dese ables son los que implican capacidad de uso de la agresión, bloqueo de los afectos y

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sonambulism sonambulismo, o, los estados crepuscu cr epusculares lares,, los estados de exaltación mística mística – como el de Raskolnikov en Crimen y Castigo –, lo que se llamó estados segundos, o segundos, o sea se a de en e nsoñación, soñaci ón, o ciertos estados de amnesia amnesia que pueden pueden producir en quien quien la padece una una otra vida de la cual despierta meses meses o años después, después, o las crisis cri sis de doble personalidad de de las l as que no se es con co nsciente, o, como como ya dijim diji mos, las tendencias tendencias a la l a sugestión sugestión necesar necesarias ias para la l a producción de fenómenos de hipnosis colectiva. Sobre estas bases se va instalando la paulatina convicción acerca de la existencia de fenómenos psíquicos inconscientes y su probable relación en el origen, la etiología, de las afecciones psíquicas. Diversos estudiosos del tema se fueron acercando a esta convicción, aunque fue Herbart quien más tempranamente concibió la noción de inconsciente, e incluso la noción de represión, cercanas a lo que el psicoanálisis teorizó luego al respecto. Pero cupo a Sigmund Freud y a sus co-pensadores el mérito de haber sabido sintetizar sintetizar el pensamiento pensamiento psicológico de la época é poca y avanzar avanzar hacia la construcción construcción de un cuerpo teórico específicam especí ficament entee volcado vol cado a desentrañar desentrañar el papel de lo l o inconsciente inconsciente en la construcción construcción del sujeto hum humano, ano, así como como comprender comprender sus s us complej complejas as motivaciones, cuya cuya exposición detallada puede

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consumo. Súbitamente la mano de obra industrial resulta escasa, y en el afán de aumentarla y a la vez de abaratarla se motiva a la población femenina a ingresar ingresar como como operarias oper arias en las fábricas. Este hecho hecho aparent apa rentem ement entee carent ca rentee de vinculación con lo que aquí nos ocupa tiene un papel predominante en los movimientos ovimientos políticos, pol íticos, culturales, culturales, sociológicos sociol ógicos y también también psicológicos. psi cológicos. Si las mujeres se alejan de las tareas domésticas de sus casas, y eventualm eventualment entee del trabajo para pa ra otros en sus casas –como –como costu cos tureras reras por ejemplo– e ingresan ingresan en las fábricas, fábrica s, los estilos de convivencia y los si sistem stemas as de valores se modifican intensamente. Se establece una nueva relación entre lo público públic o y lo privado pri vado y entre entre lo femenin femenino o y lo masculino. masculino. Realizar Realizar el mismo mismo trabajo qu q ue los l os hombres hombres y en su mismo espacio laboral labora l hace repensar r epensar a





























sexo conlleva preguntarse, al principio tímidamente, acerca de cuestiones más pudorosas, como como ser si el derecho dere cho a una una sexualidad sexualidad gozosa gozosa es sólo sól o privativo de los hombres, por lo general por fuera de su convivencia matrimonial, o es tema tema que concierne concier ne a am a mbos cónyug cónyuges. es. Simultáneamente las ciencias biológicas continúan su desarrollo, y la fisiología, la l a endocrinología y los hallazg halla zgos os en el campo campo de la anat a natom omía ía comparada van instalando en el seno de la cultura opiniones que avalan esta lucha lucha por la igu i gualdad aldad jurídica y la igualdad de aspira a spiraciones. ciones. Tam También bién aportan el tema de la sexualidad como tema de su tiempo. Ideas y experiencias que hasta entonces eran privativas del confesionario, de la conversación privada o del consu c onsultorio ltorio médico, pasan a poder leerse leers e en textos textos que llevan a la faz





























No está de más más recordar recor dar que esta asociación asociaci ón provien provie ne de antigu antiguo. o. La La relación entre sexualidad y muerte se halla inscripta incluso en antiguas prácticas religiosas r eligiosas.. Y la relación rel ación entre entre sexualida sexualidad d y estados de éxtasis éxtasis místico, prácticas pr ácticas religiosas r eligiosas,, creación creac ión artística y también también estados de enajenación o de locura fue tema de los tiempos antiguos, de la Edad Media, y de las la s opiniones médicas médicas de todos los tiempos. tiempos. Sirva Sirv a como como ejem eje mplo que la denominación de histeria, histeria , antigua en la nomenclatura psiquiátrica, se origina en la creen cree ncia griega de que el hysteros, o hysteros, o sea s ea el útero, era presumiblemen presumiblemente te un órgano órgano móvil, que al ascender produce prod uce interrupción interrupción de la l a circulación ci rculación sanguínea, con sensaciones de ahogo, de desmayo, y alteración de las capacidades mentales, y que al descender provoca pérdida de sangre.





























no fue unánimemente aceptado por quienes constituían su grupo de trabajo y dio origen o rigen,, como como verem ver emos, os, al alejam alej amiento iento de Breuer y luego luego a las primeras escisiones, escis iones, las de Adler y Jung Jung.. Más allá de lo que hoy hoy en día podam poda mos compartir o disent dis entir ir con el peso que la sexualidad tiene en el cuerpo teórico del psicoanálisis, lo que aquí venimos exponiendo nos puede explicar algunas raíces de la íntima convicción de Freud acerca de su función motivadora de toda conducta. 1. El joven Freud, Freud, cuando cuando creyó cre yó haber haber comprobado c omprobado el origen o rigen sexual de las neurosis, neurosi s, escribió a su prometida, con entusiasmo: “... “...puedo puedo a firmar que he dev elado el tema de la neurosis, cuyo origen es tal, que sólo cuando seas mi esposa podré revelártelo”. revelártelo”.





























Hacia un modelo de la actividad psíquica Sobre la base de las experiencias hipnóticas se afianzó la idea de la existencia existencia de representaciones r epresentaciones inconscientes inconscientes en el psiquismo, psiquismo, product pr oducto o de prohibiciones expresament expresamentee vertidas como en la hipnosis, hipnosis, o de mecanismos mecanismos de represión, como forma de retirar de la conciencia experiencias dolorosas, pero que siguen siguen siendo siendo eficaces, o sea actu a ctuant antes es en el comportam comportamiento iento cotidiano. ¿Qué queremos decir con que son eficaces? Lo diremos con un ejemplo. A muchos no sucede que para conciliar el sueño necesitamos estar tapados. Y si































pensamient pensamiento, o, le dio la l a convicción de que que si estos acontecimient acontecimientos os pudiesen sortear la represión y pasar al dominio de la conciencia y ser aceptados por ella, éste sería el modo como la persona podría liberarse de sus síntomas. De manera que los primeros tratamientos se centraron en procurar suficiente





























prematu prematuro ro del ser s er hum humano, su indefensión indefensión originaria originaria y la consiguiente consiguiente etalización de etalización de la especie. Estas ideas acerca del trauma del nacimiento las desarrolló luego Otto Rank, uno de sus discípulos más cercanos, que luego derivó en ser uno más de sus enconados disidentes.





























inconsciente también busca una inmediata satisfacción ante cualquier necesidad. En las fantasías, las ensoñaciones o los sueños no es necesario esperar a que llegue el Tiempo y Tiempo y el Espacio el Espacio adecuados adecuados para cada comportamiento. La fantasía de su realización se da de manera inmediata. A





























explicativo de lo que sucede en campos incluso muy disímiles, como es el de la fisiología, fisi ología, por ejemplo. De ahí ahí que desde la escuela es cuela primaria escu esc uchemos chemos acerca de cosas tales como el “aparato digestivo”, el “aparato circulatorio”, el “aparato respiratorio”, y así otros más. Está claro que estos aparatos son





























ámbito psicosocial. Freud escribe al respecto que se trataría de algo semejante a explicar la función óptica de un microscopio sin detenerse ni en sus lentes, ni en su espejo, ni en el cilindro que los sostiene, sino en lo que sucede al interior del













































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































Los caminos de la pulsión La sexualidad ocupa un papel preponderante en la teoría freudiana ya que permite permite explicar las motivaciones más más profundas profundas del alm al ma hum humana. Freud Freud en su obra Tres ensayos para una teoría sexual (1905), (1905), profundiza la temática iniciada por los científicos de finales de siglo, quienes interesados por dicho tema construyeron la sexología o ciencia de lo sexual, como una ciencia biológica del comportam comportamiento. iento. Partiendo de hipótesis hipótesis basadas ba sadas en la herencia herencia y su transform transformación, ación, intentaron intentaron así explicar las diferencias de d e las l as conductas conductas sexuales humanas. Con respecto a esta es ta postura postura el e l psicoanálisi ps icoanálisiss produce pr oduce una una ruptu ruptura epistemológica profunda, desarrollando un acercamiento a lo sexual apoyándose en lo biológico y lo genital, pero a su vez trascendiéndolo ya que la sexualidad pasa a ser la esencia de toda la actividad psíquica humana. Por lo tanto, para esta nueva teoría el concepto de sexualidad es mucho más abarcativo de lo que pensaba la ciencia por aquel entonces. Por el año 1938 en el artículo “Compendio “Compendio de psicoanálisis psi coanálisis”” sin si ntetiza tetiza sus investigaciones del siguiente modo: “...a) La vida sexual no comienza sólo con la pubertad, sino que se inicia con evidentes manifestaciones poco después del nacimiento. b) Es nece necesario sario establecer es tablecer una neta disti distinción nción entre los lo s conceptos conce ptos de lo sexual y lo genital. El primero es un concepto conce pto más amplio amplio y comprende muchas muchas otras o tras actividades actividades que no guardan guardan relación alguna alguna con los lo s órgan ó rganos os genitales. c) La vida vida sexual sexual abarca abarca la función f unción de obtener obte ner placer en zonas del cuerpo, una una función que posteriormente es puesta al servicio de la procreación, pero a menudo las dos funciones no llegan a coincidir íntegramente.”

Partiendo de estas premisas podremos observar como ejemplo el placer que manifiestan anifiestan los bebes b ebes llevándose l levándose los l os objetos obj etos a su s u boca, ya que la misma misma se constituye en una zona erógena o productora de placer. Dice Freud: “Es así como en la estructuración estr ucturación del psiquismo las energías ener gías o fuerzas que que en él actúan se

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alimentarse se va a construir un nuevo orden. En tanto la alimentación le va a permitir permitir al bebe be be satisfacer su necesid necesidad ad somática, somática, le otorgará paralelam parale lament entee una nueva experiencia: la sensación de placer. Señala N. Braunstein que en este mom moment ento o “El orden or den de la necesidad necesida d estudiado por la l a biología bio logía se separa s epara del orden or den del deseo, que será estudiado por el psicoanálisi ps icoanálisis.” s.” A este mom moment ento o lo denominaremos mítico, en tanto esta “primer vivencia o experiencia de satisfacción “es una construcción teórica, de la que no podemos dar cuenta de que se dé en un momento preciso, pero nos permite comprender la génesis de la con co nstitución stitución de lo psíquico. El encuent encuentro ro con c on un un otro otro (aún ( aún no no diferenciado), dejará dejar á inscripto inscri pto en el bebe ciertos rasgos, que funcionarán como signo de aquello que produjo placer. La satisfacción generada como consecuencia de la interacción con un otro (succión del pecho) abrirán el camino de lo pulsional. Poco a poco, ante la ausencia de esta vivencia, se generará un aumento tensional, motorizando el deseo de reencuentro. Pero no será el placer generado lo que centrará la búsqueda, sino aquel aquel rasgo ras go o signo signo que ha ha quedado inscripto en su psiquismo psiquismo (huella (huella mnémica), némica), asociado asociad o a la l a excitación originada originada por la necesidad necesida d fisiológica (m ( motivada por la sensación s ensación de ham hambre). bre).

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El pequeño sujeto ya ya no buscará buscará satisfacer su necesidad biológica bi ológica solamente, solamente, sino algo más más que eso. Pero com co mo la primera experiencia es única e irrepetibl i rrepetible, e, cada próximo próximo reen ree ncuentro cuentro dejará deja rá en él un “ plus de plus de insatisfacción”, comparándolo con lo que Freud denomina “defraudación”. Esto llevará a la imposibilidad de descargar totalmente la energía pulsional, incrementándose a posteriori la posteriori la carga de tensión psíquica frente a una nueva necesidad (fisiológica) o ante un nuevo estímulo psíquico, cobrando mayor fuerza fuerza y energía energía el deseo. Será Ser á así como como la acción de la l a succión puede puede independizarse independizarse de d e la l a necesidad necesida d fisiológica fisi ológica (ham ( hambre) bre) tomando tomando otros caminos, caminos, como como por ejemplo el chupeteo. chupeteo. Si bien bi en en un un principio la l a acción acc ión se “apoya” “ap oya” en una necesidad, el deseo será irreductible a ella, dado que su origen no es en relación con un objeto real, sino con un objeto fantaseado. Intentará así cumplir cumplir su descarga a través de d e la represent repre sentación ación de aquella primer experiencia mítica que quedó en su recuerdo. Dicha representación no es en sí misma más más que la in i nscripción scri pción de los signos signos de lo acontecido. Por el lo en psicoanálisis psicoanális is se habla de cumplimien cumplimiento to de deseos y no no de realización real ización de deseos, ya que no se hace referencia a objetos específicos, a lo real de lo material, a la satisfacción de la necesidad, sino a una “realidad psíquica” que alude a los deseos y a sus respectivas fantasías, a lo inconsciente. El deseo implicará un retorno imposible, un mirar hacia atrás fundado en la ilusión del reencuentro con lo perdido, a la total descarga de la pulsión, pero, paradójicamen paradój icamente, te, es un una motorización motorización del psiquismo psiquismo que impulsa impulsa al sujeto hacia adelante, a la permanente búsqueda. Freud utiliza por primera vez el término pulsión en el artículo “Tres ensayos para una una teoría sexual” sexual” (1905); (1 905); en un pasaje añadido a ñadido en 1910 expone expone que la pulsión es la represent repres entación ación psíquica de una una fuent fuentee endosomática endosomática de estimulac estimulaciones, iones, que fluye fluye de d e manera manera continua. continua. Siendo la pulsión un concepto de demarcación o límite entre lo somático y lo psíquico, el concepto de “libido” designará el aspecto psíquico, caracterizándose como la energía y la manifestación dinámica de lo pulsional. El concepto de pulsión impone una diferencia entre lo dinámico del funcionam funcionamiento iento psíquico psí quico humano humano y el rígido rígid o “prede “p redeterm terminismo” inismo” condu co nductual ctual

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humano. En el artículo “Pulsiones y destinos de pulsión” (1915) Freud enumera cuatro características de la pulsión: empuje, fuente, objeto y fin. El “empuje” constituye su esencia, produciendo la fuerza que genera la actividad psíquica. La “fuent “fuente” e” es el proceso p roceso somático somático locali l ocalizado zado en un una parte par te del cuerpo o en un órgano, cuya excitación es representada en el psiquismo por la pulsión. El “objeto” es el medio por el cual la pulsión alcanza alcanza su descarga, puede ser s er tanto tanto la represent repres entación ación psíquica psí quica de un objeto externo externo como como la represent repres entación ación psíquica de una una parte del propio cuerpo. Siendo susceptible de ser sustituido por otros objetos psíquicos en el devenir de la historia del sujeto. El “fin”apun “fin”apunta ta al logro l ogro de la satisfacción, a la descarga de la excitación o tensión tensión interna, interna, siendo si endo dicha actividad activida d sosten sos tenida ida y orientada por la fantasía. fantasía. Podemos ya ya acordar que a diferencia diferencia del instinto, instinto, la pulsi pulsión ón no tiene un objeto y un fin predeterminado por la especie. Las variaciones propias de la sexualidad hum humana que que esta característica caracterís tica le otorga fu fueron las que condujeron condujeron a Freud a sus trabajos trabaj os de d e invest i nvestigación. igación. Intentando articular el concepto de pulsión con la primer experiencia de satisfacción, podemos podemos señalar se ñalar que desde el nacimient nacimiento o hasta la pubertad la pulsión sexual sexual se halla halla formando formando un conjunt conjunto o de “pulsiones parciales”, parcial es”, siendo si endo las mismas el fundamento de la “sexualidad infantil”. Freud señala que las pulsiones sexuales sexuales secundaria secundariam mente ente se vuelven independien independientes, tes, ya ya que inicialmente inicialmente se apoy apo yan sobre las l as funciones funciones vitales (por ej., el e l hambre) hambre) que le proporcionan proporci onan una fu fuente ente o “zona “zona erógena” erógena” y un un objeto, desprendiéndose de ello el concepto de “apoyo” o “apuntalamiento”. Pero señala también que posteriormente posteriormente se independizarán independizarán abandonan abandonando do el objeto obje to inicia iniciall y volviéndose “autoeróticas”. El “autoerotismo” se refiere a un momento en que las pulsiones parciales se satisfacen cada una independientemente de la otra, sin ninguna organización de conjunto. Es una excitación que nace y se satisface en el mismo lugar o zona erógena (por ej., la succión del pulgar). Ya desde el año 1897, en el intercambio de correspondencia con su amigo W. Fliess, Freud comienza a bosquejar mentalmente la idea de una sucesión de or l ue atraviesa la alidad, ali dad, estableciendo es tableciendo posteri

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Si la libido libi do puede desplazarse despla zarse en relación relaci ón con su objeto y con su fin, fin, tendrá tendrá entonces durante la vida infantil diferentes fuentes de excitación. Teniendo cada una de ellas distintas modalidades de lograr la sensación de placer le corresponderán corres ponderán a cada zona erógena erógena diferentes modali modalidades dades eróticas. Por ejemplo: la succión del pulgar, pulgar, la succión del pech pec ho, la defecación, la masturbació asturbación n, etcétera, llegando a extenderse extenderse a la l a totalidad del cuerpo, incluso a los órganos órganos internos. internos. De esta diversi di versificación ficación de la libido libi do en diferentes diferentes zonas zonas erógenas le corresponderán las siguientes fases del desarrollo “psicosexual”: oral, anal, fálica, período de latencia, y genital. En la “fase oral” la búsqueda de placer esta centrada en la cavidad bucal y en los labios, lab ios, la l a actividad activida d de la l a alim ali mentación entación y la del chupeteo chupeteo permiten permiten comprender cómo la pulsión sexual se apuntala sobre una función vital, pero también cómo puede adquirir autonomía y lograr el placer autoeróticamente. La primera experiencia de satisfacción se desarrolla durante la fase oral, pero nos sirve como modelo modelo para par a comprender comprender la esencia del fun funcionamiento cionamiento psíquico en general. general. Debemos Debemos señalar señal ar que respecto a la oralidad oral idad y a la alimentación alimentación el deseo des eo y la satisfacción quedan marcados marcados para siempre: ya no será el objeto obj eto concreto –aliment –alimento– o– sino todo aquello que represent repr esenta, a, aquello que arrastra. Ya no es lo mismo cualquier alimento. La “fase anal” transcurre aproximadamente entre los dos y cuatro años, momento que coincide con la maduración biológica del músculo voluntario denominado esfínter anal. Esta fase esta ligada a la función de defecación (expulsión-retención), en relación con su dominio y con su control, pero también también al valor val or sim si mbólico bólic o asign asi gnado ado a las l as heces. De este doble dobl e juego de expulsión-retención de la materia fecal se construye una modalidad pulsional que da como como resultado una una serie ser ie de fantasías fantasías que serán será n la base de determinadas determinadas conductas conductas pasivas pasi vas y activas relaci r elacionadas onadas con el tema. tema. Las pasivas se relacionarán rel acionarán con el erotismo anal anal y las activas con el sadism sadis mo anal: fantasías fantasías de destrucción del objeto, obje to, de control y de dominio. dominio. La im i mportante portante significación significación que adquiere para el sujeto el producto producto que sale sal e de él (las heces), la desarrolla Freud cuando habla de la equivalencia simbólica; heces = regalo = dinero. Permitiéndonos comprender las fantasías que están detrás de muchas de las manifestaciones adultas, por ejemplo la

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la prim pr imacía acía de los órganos órganos genitales, genitales, pero pe ro no al modo en que que ocurrirá ocurrir á en la fase genital genital que se inicia i nicia en la pubertad, sino que tendrá tendrá la l a característica cara cterística de que tant tanto o para la niña como para el niño el único órg ór gano reconocido es el el masculino: el “falo”, siendo si endo en este período el homólogo omólogo femenin femenino o el clítoris. clí toris. Toda la actividad intelectual se pone al servicio de la curiosidad sobre la sexualidad. La utilización de “fálica” para denominar denominar a esta e sta fase no queda sujetada al concepto concepto de pene pe ne como como realidad real idad anatómica anatómica sino s ino al valor val or sim si mbólico que éste adquiere. Considerado el falo como como uno uno de los l os sím sí mbolos univers universales, ales, adquiere a su vez significaciones significaciones personales: per sonales: el su s ujeto como persona total total pu p uede ser s er identificado identificado al falo, puede representar re presentar también también la fantasía fantasía de d e completud, completud, de virilidad, de potencia, etcétera. Una de las principales p rincipales fantasías fantasías que surgen surgen en esta fase del desarrollo desarr ollo gira alrededor de la posesión o no del falo: “tener falo o estar castrado”. Como lo señalam señala mos con c on anteriori anterioridad, dad, la l a niña sostiene también también esta fantasía, fantasía, en la medida en que produce una libidinización de su clítoris, no tomando en cuenta su zona vaginal como centro de excitación. Por lo que para ambos sexos su interés interés gira en torno torno de la represent repres entación ación de la posesión posesi ón “fálica “fálica”” y en la posibilida posibi lidad d de su separación del cuerpo, estando estando esta última última fantasía fantasía relacionada relac ionada con lo que Freud denomina denomina “Complej “Complejo o de castración”. Dicho complejo se constituye constituye com c omo o un sentimiento sentimiento inconsciente inconsci ente de am a menaza que experimentan los niños cuando verifican la diferencia anatómica con el sexo opuesto. En el artículo “Anális “Análisis is de d e una una fobia de un niño niño de cinco años” (1909), ( 1909), se se citan algunos comentarios textuales realizados por un niño, llamado Juanito,

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de su hermana y se pone a reír: “...Le preguntan: —¿De qué te ríes? Juanito Juanito:: —De la cosita co sita de Hanna. Hanna. —¿Por qué? Juanito Juanito:: —Porque —P orque es muy bonita.”

No siendo muy muy sincero en su respuesta (dice Freud), ya que que lo enfrent enfrentaa a la concreción imagin imaginaria aria de la l a fantasía fantasía de castración, ca stración, Juanito Juanito llega ll ega a reconocer por prim pri mera vez la diferencia sexual sexual anatómica anatómica en vez de negarla. negarla. Correlativamente Correlativamente el “Com “ Complejo plejo de Edipo” es una una noción central central para el psicoanálisis, psicoanális is, y si antes antes de Freud el mito mito de Edipo era sólo sól o relacionado rela cionado a la tragedia tragedia de d e Sófocles, hoy no no puede dejar de asociars asoc iarsee también también al desdes cubrimient cubrimiento o freudiano. Se relaciona rel aciona así el destino con el determinism determinismo o de la vida psíquica. J. Starobinski señala al respecto que: “Edipo Edipo simboliza s imboliza lo univ univers ersal al del inconsciente inco nsciente disfrazado disfrazado de destino.”

Este “Complejo nuclear”, como fuera denominado inicialmente, se despliega entre los tres y cinco años aproximadamente, cuando el niño comienza a sentir sensaciones voluptuosas hacia su madre y paralelamente siente con respecto a su padre admirado un sentimiento de rivalidad, ya que es él el obstáculo de amor hacia su madre, generándose un sentimiento ambivalente de odio y amor. También puede adoptar una posición inversa de sentim sentimient ientos, os, amor hacia el padre y hostilida hostilidad d hacia la l a madre, lo qu q ue se denomina Edipo negativo. Siendo ambas posibilidades complementarias

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Aun con las mismas consecuencias finales en su resolución, ocurre que en el caso del Edipo femenino Freud intenta afanosamente determinar qué es lo que aleja alej a a la l a niña de dicha di cha conflictiva, conflictiva, pero no lo logra claram cla rament ente. e. Mientras Mientras que en el varón var ón la angust angustia ia que genera genera la fantasía fantasía de temor temor a la castración lo aleja alej a de la l a triangulación triangulación edípica; a la mujer, mujer, la angu angustia de castración la ha introducido introducido en dicha dic ha conflictiva, conflictiva, como como consecuencia consecuencia de la l a desilusión de silusión con la madre de no poseer el e l falo y de no habérselo otorgado a ella. el la. Al no haber una una causa clara que la lleve a alejarse, luego de varios intentos de explicación Freud llegará a la idea de que la conflictiva edípica en la niña se disipa lentamente en comparación con el varón. Retomando Retomando el concepto concepto de sobredeterminismo sobredeterminismo de la l a vida vi da psíquica, ps íquica, podemos señalar señala r que son varios los factores que impulsan impulsan al sujet s ujeto o al complejo complejo de Edipo, pudiendo así citar ci tar la herencia filogenética filogenética a través de las l as fantasías fantasías primordiales, a los l os vínculos vínculos prim pr imarios arios establecidos establecid os y a las actitudes actitudes de los padres que reactualizan su propia historia infant infantil il edípica. edí pica. Podemos tomar como ejemplo algunos comentarios del padre de Juanito, donde quedan expuest expuestos os claramen c laramente te el complej complejo o de castración y el complejo complejo de Edipo: “...En ...En la noche del 27 al 28, 28 , Juanito Juanito nos sorpre s orprende nde levan levantánd tándose ose a oscuras de su cama y viniéndose a la nuest nuestra. ra. Su cuarto cuarto está separad s eparado o del nuest nuestro ro por un gabinete. gabinete. Le preguntamos preguntamos por qué se ha ha levan levantado tado y si es que le ha dado dado miedo. Dice: ‘No, mañ mañan anaa lo diré’. Se duerme en e n nuest nuestra ra cama y lo llev ll evo o dormido dor mido a la suya.” suya.”

Al día siguiente el padre lo interroga por lo sucedido: “...Juanito dice: por la noche había en mi cuarto una jirafa grande y otra toda arrugada. La

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reprochaba a la madre porque lo con co nsentía. sentía. El complejo de Edipo es un complejo nuclear porque es determinante en la estructuración estructuración psíquica del sujeto. Si bien el mecanismo ecanismo de represión repres ión arrastra arras tra al sujeto a una una amnesia amnesia de lo acontecido acontecido (amnesia (amnesia infantil infantil sobre sobr e los lo s prim pr imeros eros cinco años de vida) estas viven vive ncias y su modo particular de intento intento de resolución determinaran una manera de vincularse con sí mismo y con el mundo. A partir de la declinación del complejo de Edipo comienza a desarrollarse un período denominado de “latencia”. Durante su transcurso hasta la pubertad ocurre que, por efecto de la represión, hay una disminución notable de actividades y fant fantasías asías ligadas directam di rectament entee a la sexu s exualida alidad, d, pero si hay un predominio predominio de sentimient sentimientos os tiernos con sus relaciones objetales, objetales , aparecen también sentimientos de pudor, de asco e inquietudes relacionadas con el aprendizaje, con lo moral y con lo estético. A este momento del desarrollo libidinal se lo denomina período y no fase, porque en su transcurso no se produce una una nueva nueva organiz organización ación de la sexualida sexualidad. d. Llegada la pubertad, las pulsiones parciales se unifican bajo la primacía de la genitalida genitalidad, d, organizán organizándose dose y jerarquiz jera rquizándose, ándose, volviéndose así as í el placer que conlleva los l os prelimin pr eliminares ares al orgasmo. orgasmo. En esta nueva nueva “fase “ fase genital”, genital”, aquellas a quellas pulsiones que que no logran logran integ integrars rarsee en form formaa definitiva definitiva a la genitalida genitalidad d encuent encuentran ran el camino camino de la l a sublimación sublimación (por ej.: actividades artísticas, intelectuales, intelectuales, etcétera). La maduraci maduración ón biológica y la in i nternalización ternalización de la prohibición del incesto impulsan impulsan al sujeto a una una canalización canalización exogám exogámica ica de sus deseos sexuales. E. Roudinesco y M. Plon señalan que Freud no estableció una terminología

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... Veinte años después Por el año 1920 el Psicoanálisis se había constituido como un sólido cuerpo teórico, que permitía desde el campo de la ciencia acceder a la comprensión de los l os aspectos as pectos más más irraci i rracionales onales del alma alma hum humana. A diferencia de sus primeros años había construido construido un un lugar lugar que se expandía expandía en los diversos di versos círculos científico-cultu científico-culturales rales.. Si bien para muchos uchos su s u base teórica había encontrado encontrado una una cierta ci erta estabilidad, estabil idad, no lo fue fue así para Freud, cuyo cuyo espíritu espíri tu crítico y de investigación continuaba con la misma fuerza que en sus comienz comienzos. os. Hasta aquí había arri a rribado bado a una una elaboraci el aboración ón de una una teoría pulsional señalando que que la misma misma es una una carga carga energética energética que impulsa impulsa al organismo hacia un fin, y que se diferencia del instinto ya que éste tiene un objeto y un fin predeterminados. Agrupa a las pulsiones en un par antitético dividiéndolas en pulsi en pulsiones ones del Yo Yo o de autoconservació autoconse rvación n (por ejemplo, hambre), que están al servicio del principio de realidad y pulsi y pulsiones ones libidinales o sexuales (amor), sexuales (amor), que están gobernadas gobernadas por el principio pr incipio del placer, sustitu sustituy yendo éstas luego luego por las de libido li bido objetal obje tal y libido libi do narcisista. Partiendo de ciertas cier tas conceptualizacion conceptualizaciones es de la biología, bi ología, Freud se da cuenta cuenta de que ya no no puede explicar la l a búsqueda de satisfacción por parte del sujeto con esta primer teoría pulsional, correspondien corre spondiente te a un único único tipo de pulsiones, pulsi ones, pulsiones de vida (autoconservaci (autoconservación, ón, sexuales). sexuales). “En los trab tr abajos ajos de mis últimos años, años, (M (Más ás allá del principio pri ncipio de pla cer, cer, Psicología Psicología de d e las masas y análisis anál isis del de l Yo Yo y El Yo Yo y el e l Ello), Ello), he dejado dejado libre li bre curso a mi tendencia a la especulación, espec ulación, contenida conte nida duran durante te mucho tiempo tie mpo y he intentad i ntentado o una nuev nuevaa solución sol ución al

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“Recuerdo mi propia pro pia resistencia resist encia cuando cuando la idea de de la pulsión de destrucción destrucc ión me aparec apareció ió por primera vez, vez, y cuánto cuánto tardé en aceptarla.” aceptarla.” Freud, Freud, S.: S.: El El malestar malest ar en la l a cultura cultu ra..

J. Schabelson señala que el ser hum humano a lo largo l argo de la historia sintió la muerte como un hecho ajeno a sí mismo, que corta el hilo de la vida, inexplicable desde lo racional y por lo tanto librado a lo religioso, a la voluntad de Dios. Tanto Freud como Heidegger (en sus primeros trabajos) producen una una ruptura ruptura con respecto al concepto de muert muerte; e; para ellos será una una condición previa para la vida, dejando de ser s er un hecho hecho repentino repentino o fortuito. fortuito. La oposición entre pulsiones de Vida y de Muerte es introducida por Freud en el artículo Más artículo Más allá (1920) . Las Las pulsiones de all á del principio pri ncipio de placer (1920). muerte tienden al retorno a un estado inorgánico, a un estado de reposo tal, que desaparecen desapar ecen por completo completo las tensiones tensiones (nirvana (nirvana); ); mientras mientras que las de vida vi da tienden tienden a conservar unidades unidades vitales existentes existentes y construir construir a partir par tir de éstas unidades más complejas. Entre los motivos manifiestos que llevaron a Freud a esta nueva conceptualización se encuentra el trabajo con sus pacientes; observa en los mismos mismos una una compulsió compulsión n a la repetición de actos o ideas que no no podían explica explicarse rse por una una búsqueda de satisfacción libidinal libidi nal ni ni tampoco tampoco por

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los inicios de sus elaboraciones teóricas, utilizado tanto para referirse a la personalidad en e n su conjun conjunto to como, como, en otras otras oportunidades, oportunidades, para par a designar designar el sistema preconsciente-consciente. Es a partir de 1920 que Freud comienza a reconceptualizarlo adquiriendo características propias en la teoría psicoanalítica. psicoanalítica . En el artículo “El Yo Yo y el Ello” Ell o” (1923) es donde pone pone de relieve reli eve el hecho hecho de que la instancia instancia represora repres ora Yo Yo y sus sus operaciones oper aciones defensivas son las que permiten evitar la angustia en el sujeto, siendo en su mayor parte inconscientes. El Yo no será ahora equivalente a conciencia sino que algunos de sus aspectos as pectos serán ser án inconscientes. inconscientes. Estas últimas elaboraciones del funcionamiento mental lo llevan a la necesidad de reformular la tajante división del aparato psíquico en dos sistemas, sistemas, para pa ra con co nsiderar sider ar una una nueva formulación del formulación del mismo en tres instancias: llo, llo , Yo y Superyó. Superyó. Lo significativo será que tanto el Yo como el Superyó hunden sus raíces en el Ello. Como los límites de estas instancias son imprecis imprecisos, os, esta e sta formu formulación laci ón se diferen di ferenciará ciará notablement otablementee de la primera. La conceptualización de esta tópica se conforma definitivamente en el artículo Nuevas artículo Nuevas lecciones lecci ones introductorias int roductorias al psicoanálisi psicoaná lisiss (1932). No deviene ya de las ideas del funcionam funcionamient iento o propio propi o de la l a física sino que en ella se juega

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diferenciación progresiva en la constitu constitución ción psíquica. A partir del nacimient nacimiento o no hay todavía una diferenciación entre el yo y el no-yo por parte del sujeto. Este incipiente incipiente aparato apar ato psíquico está constituido constituido sólo só lo por el Ello el Ello,, lo que le otorgará a la pulsión un origen inicial. Freud se referirá a él metafóricamente como como el caldero calder o de las l as pulsiones, o sea se a como un un caos o un caldero calder o hirviente de estímulos. Si lleváramos esta tópica a una representación gráfica, lo haríamos con uno de sus extrem extremos os abiertos, abi ertos, orient ori entado ado a lo l o somático, somático, recibi r ecibiendo endo las necesidades pulsionales que es de donde donde cargará su energía, energía, las que posteriorment posteriormentee serán traducidas traducidas en expresi expresiones ones psíquicas. Recordemos que la pulsión es el límite entre entre lo l o somático somático y lo psíquico. Si lo com co mparamos con el inconsciente inconsciente de la primera tópica nos nos encontram encontramos os que mant mantiene iene su misma legalid legalidad, ad, careciendo careci endo por lo tanto, tanto, de organización, organización, no no generando generando una una acción conjunt conjuntaa y dando dando curso al principio de placer. pl acer. Diremos Diremos entonces entonces qu q ue el Ello es inconsciente y inconsciente y que la energía energía pu p ulsional lsi onal es móvil y capaz de descarga, d escarga, pues de otro modo modo no se produciría el libre libr e desplazam despla zamiento iento y la condensación condensación característica caracterís tica de esta instancia instancia psíquica. Es el gran reservorio de la libido (energía dinámica de la pulsión sexual).

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... De De este es te modo mo do ha destrona destro nado do al principio de placer que rige ilimitadamen i limitadamente te su s u poder poder en el Ello, Ello , y lo ha sustituido por el principio princi pio de realidad que que promete mayor mayor segurida s eguridad d y mejor éxito.” Nueva éxito.” Nuevass lecciones leccione s introductor introd uctorias ias al a l psicoaná psi coanálisi lisiss (1932).

Su constitución será a partir de lo que del otro humano toma como modelo, por medio medio de ident i dentificaciones. ificaciones. Se constitu constituye ye a partir de las prim pri meras relaciones relac iones objetales objetale s con aquellas personas que cumplier cumplieron on las funciones funciones parentales, agregándose agregándose posteriorment posteriormentee a la conflictiva edípica edípic a otras figuras figuras significativas. Su función perceptiva permite el registro del otro, con quien en sus primeros momentos se establece un encuentro libidinal, resultado de sensaciones en la superficie de su cuerpo (ej.: caricias de la madre), que le permiten su integración, y posteriormente, su diferenciación, lo que podemos considerar como una proyección de su organismo en su psiquismo. Este encuentro dará así lugar a las identificaciones, donde el Yo hace propias o internaliza internaliza algunas algunas características o rasgos r asgos del objeto. Esta constitu constitución ción paulatina paulatina de integración integración y posterior diferenciación del otro le permite permite al sujeto una una form formaa de encauzar encauzar las demandas demandas pulsi pulsionales. onales.

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que yo. El Superyó será Superyó será la tercera instancia psíquica que se constituye, a partir de la prolongada prolongada dependencia dependencia del sujeto a la autoridad autoridad de los padres y fundamentalmente con la declinación del Complejo de Edipo. “El Superyó es para nosotros la representación de todas las restricciones morales, el abogad abogado o de toda aspiración a un perfeccio perfec ciona namiento; miento; en suma, aquello aquello que que se s e nos ha hecho hecho psicológicamente psico lógicamente aprehensible. Siendo Siendo en sí procedente proce dente de la influencia de los padres, padres, posterio poste riormente rmente de educadore educadores, s, etc. El examen examen de de estas est as fuentes nos ilustrará sobre su significación. significaci ón. Por lo regular r egular los padres y las autor autoridad idades es análogas análogas a ellos ello s siguen en la educación del niño las prescripciones de su propio Superyó. ...De este modo el Superyó del niño no es constituido en realidad conforme al modelo de los padres mismos, sino al del Superyó parental; recibe el mismo contenido pasand pasando o a ser el sustrato sustr ato de la tradición tradició n de de todas las valoracio valoraciones nes permanentes, permanentes, que por tal camino se han han transmitido transmitido a través través de generaciones.” Nueva generaciones.” Nuevass lecciones leccione s introductorias introductorias al psicoanálisis (1932). psicoanálisis (1932).

Afirmamos el principio de que la constitución definitiva del Superyó es resultado de la declinación decli nación del Complejo Complejo de Edipo, ya que su consecuen consecuencia cia es es

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término término Superyó. Super yó. En aquel momento momento es tomado tomado como sinónimo sinónimo del de l Ideal Ide al del Yo, pero per o en el artículo citado de d e 1932 Freud realiza reali za un una diferen di ferenciaci ciación ón de tres funciones: Ideal funciones: Ideal del de l Yo, Yo, conciencia concienc ia moral y autoobservaci aut oobservación ón.. El Superyó realiza reali za una una observación observaci ón actual actual al a l Yo Yo y lo com c ompara para con el Ideal operando la censura en la medida en que se aleja de éste. Las tensiones entre el Yo y el Superyó dan como resultado sentimientos de inferioridad y de culpabilidad. El primero relacionado relaci onado con el alejamien al ejamiento to del Ideal del Yo Yo y el segundo segundo por el no no cumplimiento normativo de la conciencia moral; por lo que el Superyó determinará al Yo lo que ha de reprimir y lo que no. Si bien algunos de sus aspectos son conscientes, la mayor parte del Superyó es inconsciente. El Ideal del Yo le permitirá al sujeto un modelo al que intentará adecuarse

























































Si en los primeros años el objetivo del psicoanálisis era hacer consciente lo inconsciente, Freud dirá a partir de esta formulación: “Lo que era Ello, Yo ha de ser”.





























La cura por la palabra “Las palabras primitivamente formaban parte de la magia y conservan en la actualidad algo de su antiguo poder.” S. Freud.

Si partimos de los orígenes de la teoría psicoanalítica, debemos recordar que Ana O., aquella paciente tratada por Breuer y sobre la que luego teorizó unto a Freud, denominó ese tratamiento hipnótico “cura por conversación”, o en broma, “limpieza de chimenea”.





























Este particular discurso no se hallará regido por las leyes de la clásica escuela asociacionista: asocia cionista: cont c ontigüidad, igüidad, sem s emejanz ejanza, a, cont c ontraste, raste, sino s ino que las formas formas en que que se agrupan agrupan estas asociaciones, asoci aciones, su diversidad diver sidad y eng engañosos modos de conexión, conexión, son el resultado r esultado de la propia dinámica dinámica de los l os mecanismos mecanismos de defensa defensa in i nconscientes conscientes del sujeto. Al Al correrse cor rerse del hilo conductor conductor que le da coherencia a su discurso, el mismo se organizará desde otro lugar, permitiendo en el análisis una vía más accesible para develar los contenidos reprimidos. Aunque el inconsciente está presente en todos los actos y en el decir corriente del sujeto, su emergencia será más evidente en aquellas interrupciones no esperadas esperad as conscient c onscientem ement entee en el discurso, com c omo o por ejemplo: lapsus linguae, linguae, neologismos, etcétera. Debemos agregar que la palabra para el psicoanálisis































que él mantenía y defendía. Freud va a definir como criptoamnesia el olvido de este texto que sin duda es un antecedente interesante en su pensamiento con respecto al valor de las asociaciones espontáneas, de las que fuera determinan determinando do su valor terapéutico terapéutico en e n el devenir de sus trabajos trabaj os con los





























citar también como ejemplo, la interpretación popular de las imágenes oníricas con cábalas o premoniciones. Es a partir del psicoanálisis que la interpretación interpretación cobra sentido sentido en relación rel ación con la historia del sujeto y no con simbolismos simbolismos univers universales. ales.





























El método método in i nterpretativo será utili utilizado zado también también para develar la significació significación n inconsciente inconsciente de otras actividades hum humanas a las la s que no se puede acceder acc eder por medio de la asociación libre, por ejemplo en psicoanálisis aplicado. Pero la base del psicoanálisis psicoanális is ha sido y será la de develar devel ar las motivaciones





























Yo. Si bien este recuerdo en acto está al servicio de la resistencia, por otro lado permite permite en el análisis análisi s captar in statu nascendi los nascendi los elementos elementos del conflicto conflicto infant infantil, il, pasando así de ser sólo un obstáculo a un element elemento o privile pri vilegiado giado para





























Parte III Otras formulaciones psicoanalíticas























































































































































































































































































































































Psicologia. Lo Inconsciente - Jose Topf - Heberto Rojo-watermark (2)

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