POLÍTICA Y FILOSOFÍA EN LA OBRA DE JEAN J ACQUES ROUSSEA U
TRANSEÚNTE
Simone Goyard-Fabre Política y filosofía en la obra de Jean-Jacques Rousseau
Roberto Artega Lizbeth Sagols Traductores
INTRODUCCIÓN Simone Goyard-Fabre
En Jean Jacques Rousseau joven secretario de la Embajada de Francia en Venecia proyecta escribir las lnstitutions politiques 1 La obra enigmática y soñada más que pensada nunca salió a la luz Sin embargo el sueño debía proseguir en primer lugar transfor mado en en una aventura que se inicia bajos los árboles que bordean la carretera que conduce a la prisión de Vincennes 2 donde Rousseau visitaba a Diderot; luego esta Iluminación se convertirá en toda una problemática filosófica En una pequeña obra apareció a la cual por otra parte el autor prestó poca atención Cerca de dos siglos y medio han pasado y es te libro El contrato social —definitivamente un gran libro aunque en formato pequeño— suscita interminables controversias pesar de —trabajado que ha sido muchastodavía veces comentado Es verdad que en aeste texto en extremo por una pluma exigente— se revela ya la singularidad excepcional de un pensamiento que rompió con el clasicismo de la tradición y revela unido al conjunto de su obra el pensamiento de un hombre obsesionado por el tormento de la existencia Hay Nos referimos salvo indicación expresa a la edición de las Œuvres complètes de Rousseau Bibliothèq ue de la Pléiade Lettre à Malesherbes in t p y [Para las traducciones remito apuntando el titulo traducido de la obra entre corchetes La ed itorial está referida en la bibliografía [Carta a Malesherbes “La iluminación Ed Cit Psúbita” ] de la carretera de Vincennes se describe en la Carta a Malesherbes escrita en Montmorency el de enero de Pléiade t p Véase también Confessions t p [Confesiones p ] Sobre esta “iluminación” ver en particular la puesta a punto de René Pomeau en Études Jean Jacques Rousseau p
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incuestionablemente un “problema Rousseau ”: que va de la Ilumi nación de Vincennes a las ensoñaciones solitarias sobre las orillas del lago de Bienne Este “problema”3 acompaña en el autor que Kant calificaba de “Diógenes sutil” el curso de todo el conjunto majestuoso y caótico del pensamiento 4 se preguntaba Ernst Cassirer en un ensayo que data de precisamente sobre “ Le probléme Jean Jacques Rousseau ” La fecha de publicación de este artículo lo vuelve e specialmente significativo si se quiere estar bien informado sobre el clima socio político y ético de los años treinta que en Alemania señala el asenso del nazismo y a la vez nos permite situar el cont exto filosófico en el cual Cassirer y Heidegger se comprometían respectivamente por razones políticas 5 sobre caminos divergentes: el exilio voluntario para el primero; la prestación de servicios bajo juramento para el ot ro 6 Ya en en el transcurso de las conversaciones que sostuvieron los dos filósofos comentando a Rousseau y que tuvieron lugar en Davos se podía escuchar cómo Rousseau de manera patética había puesto a la luz la problemática antes de Kant: el “proceso creativo” difícil e infinito que ha de realizar el hombre para hacerse verdaderamente humano A la hora que comienzan a desencadenarse las fuerzas de la ambición de conquista y destructoras del Reich que amenaza rían al mundo occidental con su hundimiento Cassirer y Heide gger se oponían en su manera de comprender al hombre En su Kant Eine Vorlesung Ethik Curso de Im Auftrage der Kantgesellschaf t Berlín traducción parcial en in Revue de l ’enseignement philosophique no p ; véase P El texto de este ensayo publicado en el Archiv fûr Geschichte der Philosophie es esencialmente la reanudación de una conferencia dada en París el de febrero de ante la Société française de philosophie Bulletin de la Société française de philosophie no ; traduction française in Revue de métaphysique et de morale n°s et El texto de este ensayo publicado en el Archiv fûr Geschichte der Philosophie es esencialmente la reanudación de una conferencia dada en París el de febrero de ante la Société française de philosophie Bulletin de la Société française de philosophie no ; traducción al
de métaphysique de morale la primera francésObserva en la Revue Alexis Philonenko etpresentando Núms traducción y al francés de Das Problem Jean Jacques Rousseau publicada en la Revue de métaphysique et le morale n° Este debate se traduce al francés como Débat sur le kantisme et la philosophie Éd itions Beauchesne
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Débat sur le kantisme et la philosophie 7que supera ampliamente el marco del kantismo Heidegger afirmaba descubrir al rededor de él “voluntad de voluntad” en la que la conquista de poder se efectúa en un trayecto mortal; Cassirer sin ser un “neokantiano ortodoxo” defendía por el contrario la irrecusable nobleza de la acción que produce la cultura como obra de la razón valorando en la humanidad la capacidad de autonomía Lo que fue dicho en Davos deja ver no sólo un profundo corte en la interpretación del kantismo sino también y de manera más amplia la oposición de dos tipos de filosofía Esta tensión confiere al texto de el Probléme Jean Jacques Rousseau que Cassirer redactó poco después la dimen sión y el acento de una revelación: la obra de un hombre único basta para indicar la alternativa entre la valentía de la obra oposición porenunasus parte y la inercia de la sumisión por la otra; encierra repliegues de manera paroxística el sentido últ imo de una reflexión sin cesar recomenzada por medio de distintas aproximaciones al mundo humano En su punto nodal e l “problema” que plantea Rousseau aparece como el lugar de la confrontación política y filosófica en donde el hombre mismo se pronuncia o por la libertad o por el servilismo Se trata entonces en el acto filosófico y a partir de este mismo revelar que el hombre vive siempre en una encrucijada y que tiene que elegir entre la pasividad y el valor Sin duda esta alternativa explica la interminable recurrencia de las interpretacion es divergentes de la obra de Rousseau: obra singular tan singular como el hombre que es su autor; una obra que escapa tanto a las normas del clasicismo como a los impulsos innovadores de la filosofía de las Luces que le es contemporánea; una obra finalment e en la cual parece insertarse de manera deslumbrante y pérfida la equivocidad del doble sentido En ella vemos desplegarse el movimiento del pensam iento sin cesar reactivado por la razón Aunque en el discurso que lleva este movi miento los fines no parecen claramente establecidos ni fijados el impulso al cual obedece es de una fuerza ejemplar A pesar de las incertidumbres que la minan tiene una profundidad que consigue desafiar las incertidumbres de la escritura y el desarrollo de una
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problemática concreta y viva que tiene la compleja arquitectura de un sistema de pensamiento que sin embargo Rousseau se niega a pensar como tal 8 Ahora bien la dinámica inmanente del pensamiento de Rous seau es especialmente potente ante la cuestión política y aparece como un ejercicio de retórica en cuanto tal cuestión se aborda de frente y de manera temática tal como se dejar ver en El contrato social Sin embargo a decir verdad Rousseau se planteó la cues tión política mucho antes de haber compuesto esta célebre obra; es más esta cuestión lo mantuvo siempre inquieto Ciertamente no escribió el libro sobre las Institutions polítiques que había soñado en Venecia Pero hay que señalar que por una parte durante su vida Rousseau no dejó de disputarle a Hobbes el honor de ser el primero en trazar en fi losofía el ca mino de la “ciencia política” Y por la otra hay que tener presente tal como él lo describe en Las confesiones su biografía intelectual que lo que en teoría que él reconociemiento de política ejerció muy pronto sobre él un atractivo irresistible fue la idea de que “todo en la existencia humana tendía radicalmente a la política y que de cualquier manera que se tome ningún pueblo será nunca otra cosa que lo que la naturaleza de su gobierno le hará ser” 9 a condición no obstante de que este pueblo no ceda paso a una aceptación pasiva de la naturaleza de los gobiernos sino que trabaje voluntaria y libremente para producirlo Dehumana esta manera la política inscribe en el corazón la exis tencia de una maneraseespecífica y srcinal que de fascinó siempre a Rousseau: ella no revela ninguna falta de sensibilidad no es una construcción lógico demostrativa edificada por el enten dimiento; sin pasar por las mediaciones de la deducción expresa la “inmediatez de la razón ” 10 Como tal posee una seriedad trágica que Rousseau toda su vida intentó analizar Y no cesó hasta en sus últimos escritos que a primera vista podrían creerse ajenos a
en mi“Los vidasistemas ni en mi de conducta” esta especie Lettre están más à MalládedeMirabeau mi; no pongo hacia ninguno el de marzo de [Carta a M Mirabeau] Confessions t p Señala al respecto Cassirer no el Verstand sino del Vernunft Loc cit p
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la política pero que como veremos no es el caso de buscar los fundamentos o incluso los arcanos que según su propia declaración ningún filósofo hasta él antes ha conseguido revelar Estos fundamentos profundos hasta el misterio tienden según Rousseau a la naturaleza del hombre La idea podría parecer banal en siglo o incluso para la modernidad que se afirma recha zando las prerrogativas de la teología: el “descubrimiento metafí sico del hombre” apenas parece cuestionable Con la retirada del Dios trascendente el hombre se convirtió en el centro de referencia obligado Ya sea que Rousseau se pregunte sobre el “hombre de la naturaleza” o sobre el “hombre del hombre” coloca a éste en el centro de su pensamiento que excava tanto en la aventura humana como en las posibilidades todavía inexploradas que se revelarán por él La aparente trivialidad de la interrogación sobre el hombre que persigue Rousseau al compás de sus distintas obras es una ilusión óptica En ninguna de sus obras se propone plantear un tratado de la naturaleza humana tal como o curre con Hobbes o Locke Incluso si el Discurso sobre las ciencias y las artes y el Discurso sobre el srcen de desigualdad pueden leerse como las premisas antropológicas de sus grandes obras posteriores ellos mismos no constituyen una “ciencia del hombre” Rousseau esta lejos de ofrecer un teorización clara del concepto de hombre como tienden a hacerlo Helvétius o Condillac en registros filosóficos diferentes como también está lejos de anunciar unael reflexión y sistemática sobre la “antropología desde punto deordenada vista pragmático” como lo hará Kant posteriormente El conjunto de cuestiones que interesa a Rousseau al considerar la lenta marcha realizada por los hombres en el transcurso del tiempo se refieren al sentido de su presencia en el mundo Rousseau no está cierto como si lo están los Enciclo pedistas y en general los filósofos de las Luces de un conocimiento de la naturaleza humana Al trastornar el universo natural al cual srcinariamente han sido lanzados los hombres por su obsesión de la cultura y debido a las exigencias que ella misma impone se tejió en el mundo una red de nuevas relaciones Éstas trastornaron el significado de las categorías de trabajo propiedad igualdad comunicación y también transformaron las instituciones políticas y judiciales En suma reestructuraro n el espí
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ritu público proporcionándole puntos de referencia que no son ya naturales Rousseau se propone incluir lo que est á en juego de ést a transformación y quiere medir el sentido y alcance que puede tomar en adelante en la vida misma de los hombres La interrogación sobre el hombre que atormenta a Rousseau atraviesa seducto ramente su obra entera y toma un giro fundamen talmente reflexivo más que cognitivo Abre una vía filosófica que al apartarse del cuestionamiento positivista de la joven antropología científica del siglo es auténticamente metafísica en la medida en que indica el eminente valor de la pasión de la humanidad que en Rousseau hace hervir el pensamiento Él explora entonces la naturaleza humana para “distinguir lo que el hombre tiene en su fondo de aquellas circunstancias y progresos que se han añadido o cambiado en el estado primitivo del hombre” 11 La antinomia omnipresente entre el estado “de naturaleza” y el estado “civil” o “político” despliega toda su fuerza en el registro de una meditación metafísica de la cual Rousseau en el segundo Discurso precisó los presupuestos fundadores: por una parte dejar de lado “todos los libros científicos que sólo nos enseñan a ver los hombres como se ha hecho” 12; por el otro desechar también “todos los hechos” 13 en los cuales se detiene la mirada empirista ya que ésta no sabe ver más que un contenido pesado de materialidad y por consiguiente privado de sentido y valor Desde el inicio la meditación sobre el quedeemprende Rousseau le metamorfosis impone investigar delhombre concepto hombre en su propia esto laes fuerza en el trabajo que el hombre realiza sobre sí mismo cuando abandona la naturaleza para construir su condición política En consecuencia uno puede comprender que el pensamiento político y jurídico de Rousseau sea indisociable de la concepción que tiene del hombre de su finalidad y del destino que se forjó al compás de la historia Esta es la razón por la cual la filosofía política de Rousseau lejos de limitarse a una reflexión sobre las “institucione s políticas” puede ser caracterizada de manera más exacta y profunda como una polí Discours sur l’srcine de l’ inégalité t préface p el srcen de desigualdad prólogo p ] Ibid p [Ibíd p ] Ibid p [ Ibíd p ]
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[ Discurso sobre
tica filosófica en la cual el hombre único arte sano de su condición es también el único amo de su destino ¿Se revela con ello el rico potencial encerrado no tanto por su naturaleza srcinal como por la “perfectibilidad” que le es dada y que lo vuelve miserable en cuanto su obra socio política deja entrever la distancia que separa lo que es de lo que habría podido ser de acuerdo con las disposiciones iniciales de su naturaleza? El sólo hecho de plantear esta cuestión resume la ambivalencia que reina en el mundo humano y que tanto preocupa a Rousseau Él busca entonces las razones los retos y la salida Por eso no hay que asombrarse de que entre las numerosas exégesis de su gran obra dos lecturas antagónicas hayan encontrado partidarios: la primera inclinada hacia la “ciencia política” le rinde homenaje por haber puesto —gracias a su concepción del hombre que aclara la razón en búsqueda del progreso— las bases Estado moderno e incluso del gobierno democrático; la segunda más metafísica hace hincapié en el tormento que lacera el alma del filósofo hasta el punto de proyectar sobre todas las instituciones políticas —soberanía voluntad general legislación regímenes gubernamentales— el germen negador que causa el decaimiento orillándolo a una filosofía de la desdicha y de la desesperación Que por medio de las categorías los conceptos las modalidades relacionales de las instancias instituidas la filosofía política de Rousseau contribuido a trazar las vías Estado racional del mundohaya moderno es apenas discutible Sindel mayor dificultad se reconoce que Rousseau ha escrito un not able capítulo de la doctrina política en general Al igual que Montesquieu y antes que él o que Siéyes después de él Rousseau ha conformado los conceptos de poder soberano constitución ley relación y separación entre los poderes; planteó el problema de la guerra y la paz del federa lismo de las relaciones internacionales; todos los juristas de derecho público han recibido de sus análisis y reflexiones una gran lección que hoy mismo va puntual en el derecho de Estado moderno y que sacude y se abre a los horizontes más amplios de la geopolítica; hori zonte que es imposible descuidar Que se haga el elogio o la crítica de la filosofía jurídico política que tiene por base el Contrato social no significa que se puedan poner entre paréntesis ni sus considera
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ciones ni sus efectos Queda claro que después de Rousseau ya no se puede concebir el derecho político como se concebía antes de él —es por esto que muchos comentadores lo consideraron como un pensamiento “revolucionario ” 14 Con toda seguridad fue muy mal leído y sopesando los errores pasados podemos decir que se hizo un trabajo de interpretación demasiado apresusado Una lectura más penetrante de los escritos de Rousseau detecta en ellos y más concretamente en la búsqueda de los principios y fundamentos del derecho político la inquietud y la tristeza q ue hace de su “ filosofía política ” una “ política filosófica ” Cassirer tiene razón al destacar contra los que creen detectar rupturas y aporías dentro del conjunto de su obra y particularmente en la obra política y ética de Rousseau la unidad de la problemática filosófica que en ella es enunciada y que se renueva sin cesar Al plantear la responsabilidad del hombre en el corazón de la política Rousseau asigna a la idea de libertad la vocación y la función de una idea regulativa Por ello a la inversa de Montesquieu él estaba al tanto de la inquietante polisemia de éste concepto Antes de Kant asimiló la libertad claramente a la capacidad de autonomía que en el hombre es una prerrogativa esencial una vez que ha sido asumida Ahora bien con la idea de libertad autonomía que fue divisada desde distintos puntos de vista se reconoce según Rous seau el único principio de todo el conjunto fundador y rector de la política Pordetanto es filosóficamente imposible y comprenderla otra manera que situándola en el concebirla orbe de la voluntad propia del orden práctico Al seguir este eje obligado la política se construye —a este respeto hay que señalar que Rous seau inicia el camino que seguirá Kant— como la solución de una problemática viva en la cual incluso si en el mundo de los hombres la libertad está condenada a ser impura constituye sin embargo un deber ser ideal Su filosofía tiene la suficiente altitud para reconocer que el horizonte de la política es al igual que todo ideal inacces ible Entre los primeros en seguir esta vía es necesario citar a Laka nal que escribe: “Es la Revolución hasta cierto punto la que explica el Contrato social ” « Rapport sur la translation des cendres de Rousseau » Le Moniteur septembre p ; cité par Lucien Jaume L´ État moderne Vrin p
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Pero con su obra quiso indicar una orientación y hacer de ella el índice de un vector que condensa la idea que vuelve al derecho político un orden inteligible Rousseau sabía mejor que nadie que nunguno de los pueblos de la tierr a nunca alcanzarían este horizonte ideal Con una mirada sutil y profunda consideró el abismo abierto entre el deber ser y el ser de la política como la elocuente señal de una decadencia Per o de manera más profunda nos muestra como los misterios de la política filosófica se ocultan en sus reflexiones sobre el hombre y siempre se esconden bajo la dualidad aparente del sentido: por una parte la política filosófica de Rousseau devuelve al misterio ontológico del hombre condenado a la errancia que le inflige su historicidad; por la otra la política filosófica de Rous seau conlleva la extraña mezcla de la desesperación y la esperanza axiológica ya que a pesar de la idea de la imposible redención del hombre que la obra entera expresa como una verdadera obsesión el imperativo racional de un acuerdo entre el orden y la libertad sigue brillando como una estrella —aunque inaccesible 15 En el pensamiento de Rousseau la se rpiente se muerde la cola El derecho político no se puede comprender más que filosóficamente: se refleja en la herida siempre abierta entre lo que el hombre es lo que quiere y lo que puede Al situar al hombre en esta encrucijada el derecho por una parte abre la vía de la esperanza que se lanza hacia la normatividad ideal y pura; por la otra indica el camino de la acción queojos se empantana la finitud las posibilidades humanas A los de Rousseauentodo sucedede como si el hombre no acertara ha permanecer sobre el buen camino He aquí porqué el artículo de Cassirer que citábamos más arriba publicado en un momento que conllevaba la necesidad de elegir impuesta por la política alemana de los años treinta toma para quien no se limite a leerlo como la exposición “de la política de Rousseau” acentos de una profundidad conmocionante No solamente nos señala en que consiste en los escritos el “problema” Rousseau; sino que coloca la conciencia de la libertad y de la respon sabilidad del hombre en el corazón de la política ideal del autor de Kant y Fichte en su lectura de Rousseau obtienen esta lección y la meditan
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El contrato social y pone de manifiesto que el misterio ontológico y el horizonte axiológico del pensamiento humano tienen una irre cusable omnipresencia La problemática srcinalidad de Rousseau es la de ser un pensador intempestivo que se desvía de las certezas deductivas de la “ciencia política” de Hobbes; quién no oculta su hostilidad hacia la filosofía especulativa de las Luces menos escla recedora que enceguecedora; quién desconfía del progreso el cual no es más que la máscara de una decadencia ontológica; quién finalmente observa no sin pavor un doble enigma que va a tratar si no de resolver al menos de esclarecer: el enigma del hombre esto es: la desgarradura siempre dispues ta a hondarse entre el amor de sí y el amor propio y el enigma del mundo esto es: la dualidad entre el deber ser y el ser entre normatividad y facticidad La política de Rousseau contiene en sus análisis una cuestión filosófica abismal —la cuestión más difícil sin duda de la filosofía— que conduce a la vez a la finalidad del hombre: lo que él debe ser y lo que debería ser y sobre el destino: lo que ha hecho y en lo que ha devenido Queremos poner de manifiesto que Rousseau en la arquitectura de una obra que no tiene nada de sistemática se pregunta constan temente si es posible superar el doble sentido que se transforma de manera trágica en la ambivalencia que constituye al mismo tiempo una ambigüedad de lo político Así como el pens amiento del pensa miento no termina de pensarse a sí mismo el doble sentido abierto de la política a Rousseau con una intensidad que lo conduce en laatormenta extrema soledad al límite máximo de lataldesespe ración: “Algo peor no es ya posible” escribe sobre una carta de baraja 16 En efecto el pensamiento El contrato social que se elevó hasta la idealidad inteligible de la pura normatividad política choca también inexorablemente con la imposibilidad de su realización y al mismo tiempo con la imposible redención de un tipo de hombre a quien la historia concreta “ha encadenado ” Por ello Rousseau no deja de explorar la omnipresencia de este manifiesto y lacerante doble sentido Será necesario seguirlo en su meditación que distingue varios Pléiade t p
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niveles de la reflexión multiplica los puntos de vista y abre perspec tivas siempre renovadas Este seguimiento es difícil No obstante sí a veces es difícil superar las ambigüedade s de los textos de Rousseau queda claro que en un primer nivel de lectura —que corresponde a un primer nivel de reflexión del filósofo la problemática del Estado de contrato supera ampliamente el estudio técnico de las estructura s jurídicas de la política El aparato del derecho público hace surgir por su génesis ordenamiento y función cuestiones que corresponde a la mirada del filósofo escudriñar para descubrir —como lo indica el subtítulo El contrato social— los “principios”: en este sentido se puede hablar de la filosofía política de Rousseau Además cuando se considera que los principios fundadores del corpus jurídico constituyen el fundamento de la sociedad civil la interrogante se concentra en torno a la especificidad de las normas que el hombre se da a sí mismo al ir creando su propia condición política: a este problema de fondo se suma por medio de la técnica del derecho el problema “fundamental” de una política filosófica en la cual se revela la verdad del hombre No obstante la complejidad de la condición civil es tal que requiere un segundo nivel de reflexión En efecto lejos de inscri birse solamente sobre el horizonte normativo del deber ser con los caracteres ideales de la libertad la condición política se prueba también en el decaimiento que afect a al Estado desde su nacimiento ydenados” en la miseria quesegundo abrumanivel a los de hombres partes enca A este lectura “por quetodas corresponde a un segundo nivel de la meditación la política ofrece entonces a quien quiera sondearla hasta su trasfondo una lección filosófica sobre el estatuto existencial del hombre Ambigua y siempre en conflicto su existencia revela la fragmentación que separa la finalidad del hombre de su destino —fragmentación trágica que enseña que las tentativas de actualización de la libertad se abaten en la inexorable finitud que manifiesta la enajenación del hombre Así al pasar sucesivamente a los dos niveles de lectura que requieren los dos niveles de la meditación de Rousseau transi taremos en la primera parte de la filosofía política a la política filosófica destacando la revolución que emprendió Rousseau en la manera de pensar El análisis de los conceptos maestros de la filo
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sofía política revelan por su significación la altura a la cual se eleva la reflexión en El contrato social : las demandas trascendentales de la razón que son los principios fundadores y reguladores del derecho político indican al hombre el fin sublime al que está destinado por su naturaleza En una segunda parte veremos como la desgarradura entre el fin ideal del hombre y su destino histórico social que se va a ampliar de manera dramática conduce a Rousseau al tormento exis tencial que lo mina Nos preguntaremos sobre el quebrado estatuto existencial de la humanidad —estatuto revelador por la brecha que continuamente se acrecienta entre el fin del hombre y su destino de la dificultad de ser que lo amenaza ¿Es Rousseau conducido por la inflación dualista de las contradicciones humanas y estando delante del abismo en el que se queja de ser hombre a la escritura de la desesperanza que dirigirá su filosofía del mal y la desgracia? o bien ¿será que su rasgo de genio está en la prolongación de la intuición crítica que anima su política filosófica de reafirmar en su pensa miento desgarrado la unidad fundamental de la que es vehículo?
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/ En la obra manifiestamente pluridimensional de Rousseau la política no es un objeto de estudio entre otros Ciertamente nadie puede negar seriamente que esta obra también trata de música pedagogía psicología economía moral historia religión y que la pluma de Rousseau lejos de limitarse a escribir austeros ensayos de “ciencia política” como se decía en los siglos y se dedique felizmente al género novelesco poético o epistolar Basta con examinar la inmensa bibliogra fía que rodea su obra para ver de un solo golpe que al igual que sucede con V oltaire o Diderot a los que por supuesto se cuida de imitar en tanto q ue sus complexiones intelectuales son diferentes Rousseau también tuvo la curiosidad enciclopédica que se el siglo se Con todosemaldispersa insta lado en un tiempo enexaltaba el q ue elenpensamiento extiende y se disuelve mezclándose él declara que entre los múltiples temas sobre los cuales disertan abundantemente sus contemporáneos uno sólo retiene verdaderamente su atención: único ya que está por todas partes En Las Confesiones hacen remontar a su estancia veneciana entre los años el descubrimiento que se volverá su intui ción fundamental que en el transcurso de toda su vida buscará aclarar y en torno a la cual en cualquier caso todos sus escritos se construirán de manera más o menos directa: “Todo tiende radical mente a la política ” 17 Confessions livre Pléiade t p
[ Confesiones p ]
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Por supuesto que Rousseau no da una definición rigurosa de la política pero en cambio destaca la omnipresencia que posee en todos los ámbitos de la existencia humana desplegando una energía fundacional Así es como en el Discurso sobre las ciencias y las artes da a entender que las raíces de la cultura y de las costum bres tienen un carácter político Esta observación que en la obra posterior no será contradicha nunca no es ni un argumento retó rico ni una simple ocurrencia Las principales obras que hicieron la gloria de Rousseau incluso considerando que fueron las que le infligieron muchos daños no aportan ninguna corrección a esta primera afirmación Al contrario: el Discurso sobre el srcen de desigualdad el artículo sobre Economía política destinado a la Enci clopedia El Contrato social el Extracto y juicio relativos al proyecto de paz perpetua del abad de Saint Pierre las Consideraciones sobre el gobierno de Polonia el Proyecto de constitución para Córcega los Fragmentos políticos y el Fragmento sobre el Estado de guerra… todos ellos confirman de manera expresa que la política es su tema esen cial No será sino hasta más tarde con la aparición del tratado de pedagogía que constituye el Émile o bien con la aparición de sus obras más líricas —como la Nouvelle Helöise y las Ensoñaciones del paseante solitario— que la política aparece exclusivamente como telón de fondo Por otra parte Rousseau se explica en las Cartas escritas desde la montaña en sus Diálogos donde se erige en juez de Jean Jacques y por social supuesto sus Confesiones Ya seadelabordado términos de crítica en elenmarco constructivista derecho en público destinado a regular el Estado o bien desde la perspectiva normativa de una constitución ideal el tema político aparecerá así sea en segundo plano o incluso en filigrana dando al corpus de la obra por su constante importancia una incuestionable unidad Tanto los t eóricos del derecho y de la ciencia política como los historiadores de las ideas no se han equivocado: Rousseau ocupa en estas disciplinas un lugar de primera fila con todas sus obras La obra que Robert Derathé consagró en a la política de Rous seau 18 así como las Actas de las Jornadas de Estudio que tuvieron R Derathé Jean Jacques Rousseau et la science politique de son temps rééd Vrin
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19 fueron y siguen siendo entre otras lugar en Dijon en mayo de producciones un ejemplo y un sólido testimonio de la fertilidad de las ideas de Rousseau dentro el derecho político moderno Esta es la razón por la cual no es posible aunque hayan sido muchas veces estudiadas guardar silencio sobre los problemas cardinales de la política tal como se desarrollan en El contrato social Su omisión sería una grave laguna o incluso constituiría una falsificación de su pensamiento A la manera clásica consagraremos un capítulo a “la filosofía política de Jean Jacques Rousseau” con el fin de por una parte examinar los conceptos y las categorías que se articulan en lo que es necesario llamar su “doctrina política” y por otra delimitar la srci
nalidad de su investigación en la figura ideal del contratoy de sus razonamientos que culminan / Sin embargo Rousseau no es jurista ni legislador ni historiador de las ideas políticas Es necesario convenir en que el historiador y el historiador de la filosofía pueden a veces asombrarse de las relaciones que se dan entre la historia política y las distintas filo sofías que ella pudo suscitar; Voltaire no dejará de manifestar su ironía sobre este punto Es el jurisconsulto a quien debe consul tarse sobre el estatuto jurídico del “contrato ” fundador de la Repú blica así como sobre la pertinencia de las categorías que estruc turan la disposición interna o garantizan el funcionamiento del Estado; Montesquieu conocía mejor que Rousseau los mecanismos del derecho público Si bien es verdad que el autor de El contrato social no buscaba elaborar una obra documentada tambié n es cierto que ello no es del todo exacto; Rousseau mismo afirmó que no se proponía interrogar “ni a los libros” ni “a los hechos” pero justa mente hay que hacer notar que el carácter científico de su obser vación no constituía su preocupación principal La suya no es la opinión del científico positivista: él no estudia por sí mismo el proceso de fundación del Estado; su reflexión no tiene por objeto describir la pirámide de normas que con base en la constitución la ley estructuran la sociedad civil; su intención no es disecar para
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« Études sur Le Contrat social de Jean Jacques Rousseau » Belles
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posteriormente analizar científicamente las reglas que harán posible la aparición de la justicia y la libertad En sus escritos políticos Rousseau no mantiene por lo general las exigencias de rigor que en su propio tiempo se reclamaban al hombre de ciencia tal como lo representan d´Alembert y Buffon Porque él evoca con dolor la decadencia y la crisis endémica de la cual percibe los primeros estigmas al caminar rumbo a la f ortaleza de Vincennes Rousseau adopta deliberadamente un planteamiento reflexivo de cuya primera formulación él mismo se ve como pionero Que no haya escrito el “Discurso del Método” no debe asombrarnos si consideramos su temperamento Con todo desde la redacción de su primer Discurso declara que comienza por “descartar todos los hechos” 20 y a partir de ahí los considera de igual valor que las especulaciones —aquellas en que los teólogos comentan los textos de las Escrituras así como también aquellas a partir de las cuales los jurisconsultos elabora sus teorías del derecho natural— dándoles libre curso Su refutación de los procedimientos empíricos es el axioma metodológico que colocado al principio mismo de su obra no variará: será desde ahora de orden doctrinal No obstante sería imprudente inferir de la máxima que ordena “descartar todos los hechos” que Rousseau inicia a partir de la investigación que emprende un método a priori Él desconfía del constructivismo deductivo de Grotius y de Hobbes y no transit ará como ellos de las 21 Las “pruebas definiciones y lostanprincipios hacia sus consecuencias racionales” son sospechosas como el recurso a los hechos Por eso Rousseau opone la misma negación tanto a la demostración lógica que exige el racionalismo como a la “caza de Pan” requerida por el empirismo Sin enbargo su pensamiento a nivel metodo lógico no es de ninguna manera exclusivamente negativo: frente a las gestiones que se basan o en una postulación a priori o en lo dado a posteriori en la experiencia se propone sustituirlas por un método de reflexión apto no para inferir lo que se construye o para describir lo que se ofrece en el devenir de los asuntos humanos sino
Discours sur l’srcine de l’inégalité sobre el srcen de desigualdad p ] Ibid p [Ibíd p ]
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Pléiade t p
[Discurso
un método susceptible de entender el sentido —el sentido radical— de lo que se produce o pue de producirse en él El problema al q ue se puede aplicar esta regla metodológica es en el fondo — aunque no esté enunciado en estos términos— un problema trascende ntal Por supuesto Rousseau no lo sabe aún y él mismo no posee todavía de manera completa esa mezcla de herramienta mental y vocabulario justo necesaria para lograr una formulación clara Sin embargo incluso desde la penumbra anuncia ya una revolución metodoló gica cuyo alcance va más allá de las normas operatorias del método de trabajo / En efecto en lo más profundo de los fenómenos institucionales de los que cuenta laélfilosofía los diversos escritos dedaRousseau ahonda política en la desplegada significaciónenque ellos han tomado e incluso que debieran tomar en la condición humana Rousseau no se limita a investigar la causa de los fenómenos insti tucionales esto lo llevaría a una ciencia determinista que él rechaza por la insuficiencia filosófica que conlleva Como lo sugiere la ilumi nación vivida en el camino de Vincennes y como lo confirma la prosopopeya de Fabricius 22 la investigación filosófica es ante todo para Rousseau interrogación y reflexión Ella no emplea e l método analítico sintético de los racionalistas del siglo ; se expresa por medio de una profundización progresiva de las manifestaciones institucionales de la condición de los hombres una profundización que conviene proseguir hasta el encuentro de lo que en ellas hay de fundamental y fundador En este esfuerzo metodológico inno vador sucede que Rousseau en función de la naturaleza específica del fenómeno institucional que examina reorganiza o adapta un esquema operatorio ya utilizado por las teorías clásicas; a veces también al contrario inventa un planteamiento puntual inédito Pero lo más importante es que al interior de su meditación el objetivo del sentido nunca se pierde de vista Más allá de la feno menalidad de la “civilización” y de las instituciones políticas —y también a partir de ellas gracias a las distintas hipótesis de trabajo Discours sur les sciences et les arts t p
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que construye el proyecto filosófico de Rousseau es como sugiere Fabricius entender el sentido radical y esencial de las capacidades que la naturaleza puso en el hombre y que la historia tal como lo muestran los dos primeros Discursos adulteró En esta perspectiva piensa Rousseau que no tiene precedentes En el primer capítulo estudiaremos cómo Rousseau avanza ndo de la institución de la República o del Estado a la arquitectura de las instituciones que las constituyen construye una filosofía política cuyos conceptos y categorías conservan hoy aún una extraordinaria fertilidad Pero como explicaremos en el segundo capítulo el pensa miento de Rousseau profundo aunque a veces incierto y a menudo encubierto se eleva lejos de lo que son la historia política y la “civilización ” justo sobre las cimas de la más alta normatividad a la cual el hombre habría podido lanzarse; elabora una política filosófica que no es su menor srcinalidad De ahí el conflicto de las interpre taciones divergentes a las cuales dio lugar al resumir las perspec tivas de un racionalismo crítico que preparó una “revolución” en la teoría del derecho político moderno Apoyado en una intuición trascendental in statu nascendi el difícil discurso jurídico político de Rousseau traza en frágiles líneas el bosquejo arquitectónico de una “teoría pura del derecho polít ico” y lleva a plena claridad como indicaremos en el tercer capítulo la inaccesible idealidad de la norma estatal —esquema cuyo significado ambivalente revela de manera vigorosa la capacidad reguladora de los puros principios racionales en el Estado del contrato
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La obra de Rousseau contiene todos los elementos de un tratado de “ciencia política ” que expone la génesis y la estructura de la condi ción civil de los hombres y propone una te oría general del Estado Los contemporáneos de Rousseau Diderot Mably Helvétius e incluso Voltaire siempre estuvieron muy atentos de los esfuerzos de análisis y teorización del derecho que acompañaron después de Hobbes a la joven ciencia política y a los primeros despertares de la sensibilidad; consideraron a menudo que se trataba del aspecto principal de las primeras grandes obras de Rousseau Es sobre todo la cuesta doctrinal de los escritos principales de Rousseau la que retuvo en la historiografía del pensamiento y aún hoy retiene la atención los comentaristas Aunque recientes epor studios se inclinan hacia unade lectura más moderada y se preguntan ejemplo sobre la antropología que está al principio de la política o sobre el senti miento de desdicha de la existencia que tor turó a Rousseau ante la civilización alienante resultado del curso de la histo ria las tesis de El contrato social han retenido siempre el interés de los politólogos Sin pretender emprender un estudio exhaustivo de los conceptos rectores que sostienen la arquitectura jurídico política del Estado en este capítulo describiremos sus temas dominantes que a pesar de las dificultades inherentes a sus conceptos son también los más innovadores: el esquema teórico global generalmente ignorado por cierto por los especialistas del derecho y la política Elaborado a partir de la antinomia conceptual entre “estado de naturaleza” y “estado civil” el plano de la política está dominado según Rousseau por la t emática del “contrato social”
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De “la primera convención” a la cual “es necesario remon tarse siempre” para comprender la generación de la República se derivan en efecto sus atributos esenciales Éstos se concentran en la voluntad general del pueblo soberano cuya vocación funcional se expresa a través de la ley fuente prodigiosa de justicia y libertad a condición de que la relación entre el soberano y el gobierno sea clara y esté bien equilibrada En este esquema cuya claridad cate gorial a primera vista parece ejemplar la política de Rousseau se revela claramente dominada por la superioridad del derecho público interno del Estado Al estudiar tal como las presenta Rousseau estas categorías del derecho estatal nos preguntaremos si realmente poseen la claridad conceptual de la cual parecen ser depositarias / El contrato social principio de la institución de la autoridad civil El estudio del “contrato social” en la obra de Rousseau se ha hecho muchas veces —lo que se explica fácilmente puesto que este concepto confiere a su pensamiento político la unidad orgánica de su construcción Sin embargo no es inútil volver a intentarlo: podremos medir la energía creativa que deposita Rousseau en la connotación que concede a este filosofema magistral para deter minar su naturaleza intrínseca y examinarlo con una mirada crítica después de haberlo contrastado con sus antecedentes doctrinales A. Algunos antecendentes doctrinales La idea de contrato social no es una invención de Rousseau; tiene una larga historia 23 en cuyo curso se deja fácilmente percibir su evolución semántica en cuanto se pone de nuevo en el contexto filosófico donde se inscribe No se puede sostener sin embargo sin caer en exageraciones
Remitimos aquí a nuestra obra L’interminable querelle du contrat social Presses de l´Université d’Ottawa
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como hizo F Atger al principio de su clásico Essai sur l´histoire des doctrines du Contrat social que “habría que remontarse a la historia de las civilizaciones primitivas donde encontraríamos que 24 las formas políticas resultan ser generalmente contractuales ” Afirmar que “el rey es un jefe contractual” que trata individual mente con otros jefes del clan para establecer su autoridad y que establece tratados y compromisos con adversarios potenciales 25 es sostener a la vez una reconstrucción de la realidad política operada por un espíritu “moderno” y lo que resulta más serio partir de una confusión entre los conceptos de “contrato” y de “contrato social ” 26 Por el contrario la Grecia antigua y en particular Atenas que constituyó una verdadera “escuel a de ciencias políticas” 27 en la que se desarrolló el estudio de la Politeia —de las constituciones y de las leyes— suscitó aun antes de Platón y Aristóteles una extensa corriente de reflexión jurídico política La antítesis establecida por los sofistas entre Nomos y Phusis 28 conduce a Antifón a oponer los imperativos de la ley que son convenciones a las cadenas de la naturaleza que se vinculan con la necesidad y a insistir como lo hizo después Demóstenes en el papel de la concordia en la Ciudad No obstante la sabia heurística de los sofistas se diluye en un mar de sutilezas Por eso resulta discutible la idea de que son los iniciadores de la idea de contrato social Por su parte Platón nos presenta a Sócrates en la última mañana de su vida esperando la muerte en prisión escuchando la conmovedora propuesta de F Atger Essai sur l’histoire des doctrines du contrat social thèse de droit Université de publiée à Nîmes p Ibíd p Ibíd p Examina remos más adelante lo que con relación a la idea del contrato sinalagmático entendid o como compromiso recípr oco de las par tes constituye la srcinalidad del “contrato social” en Rousseau en particular que4 sobre este tema no sigue ni a Hobbes ni a Pufendorf ni a Locke Tomamos prestada esta expresión de P M Schuhl: « Platon et l’activité politique de ‘Académie » in Revue des Études grecques ; ver también Le merveilleux la pensée et la action ; Revue philosophique ; Études 5 platoniciennes Véase la historia de esta pareja conceptual en Heinemann Nomos und Phusis Bâle 6 Platón Critón e c
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las leyes que contiene precisa y concreta una teoría del contrato El ciudadano está vinculado a su Ciudad por un pacto tácito; “se puso de acuerdo ” con las leyes para hacer lo que ellas ordenan 29: un acuerdo moral para que ninguna injusticia se cometa; un acuerdo político que impone al ciudadano la absoluta obligación de respetar las leyes; se trata de un acuerdo espiritual puesto que en el Hades cualquiera que haya roto el compromiso que lo liga con la Ciudad pasa para haber perpetrado una falta inexpiable En la vida t errestre el pacto civil es un pacto sagrado Sin embargo Sócrates no resume ni da ninguna teorización del contrato social Cuando Platón declara que la ley vincula al ciudadano con la Ciudad por medio de un contrato que no se puede deshacer, así sea por una única vez, sin causar la muerte de la Polis , tiene la viva intuición del pacto por el cual el ciudadano, que debe a la ciudad todo lo que él es, sabe que la Ciudad espera de él que sea lo que debe ser. En esta intuición, la estructura del pacto civil se perfila como la forma jurídica del contrato: promesa y aceptación, deuda y obligación. No obstante pretender sin mayores matices que el Sócrates de Platón sea el inventor de la teoría del contrato social y , además, afirmar que Rousseau se inspiró directamente en el análisis platónico para desarrollar su doctrina se ría carecer de prudencia y probidad. Aunque se admita la presencia de cierto y determinado “platonismo ” en Rousseau, aunque se reconozca la fascinación que
Contratoysocial siempre ejerció sobre el autorentre del Rousseau modelo de la Ciudad antigua, la diferencia Platóneldista mucho de poder ser pasada por alto: la idea de convención o de pacto que se formula en la filosofía política platónica no aparece como el esquema operatorio necesario en la generación del derecho y la legitimación de la Ciudad. 30 Aunque la idea soc rática de “contrato” aparezca reflejada en los análisis de Cicerón en la República , quien hace hincapié en la importancia de los conceptos de foedus, consensus, consilium, pactum, concordia ..., y cuyo eco pervive en el pensa-
Más que un anacronismo es un franco error —interpretar el pacto descrito por Platón como implicando el pactum associationis o el pactum subjectionis a cuáles recurrirá el pensamiento medieval en su comprensión de la política
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miento de Rousseau, esta idea no tiene la claridad y la distinción necesaria para su conceptualización como doctrinal decisiva. Sí, por otra parte, Rousseau ve la idea de contrato social como la idea central de su filosofía política, hasta el punto que tituló de esta manera su obra más importante, no ignora que es necesario superar las vacilaciones y las dificultades de donde surgió, bien haya sido de entre los jurisconsultos o de entre los filósofos de la época de la Edad Media e incluso de los comienzos del siglo . 31 Pero Rousseau no es historiador de las ideas y no describe la genealogía de sus conceptos Sólo de manera extraordinaria revela sus fuentes de inspiración Ciert amente no ocultó ni su admiración por los “hombres ilustres”: cerca de su “querido Plutarco” quien bosquejó sus retratos inmortales ni tampoco ocultó la fascinación que ejercieron sobre él la Ciudad de Esparta 32 y sobre todo la República romana 33 “modelo de todos los pueblos libres” Con A este respecto sería falso ocultar el hiato que existe entre la concepción del contrato en los pensadores medievales y en los autores modernos Las cosas en verdad son bastante complejas Por una parte el compromiso contractual entre el soberano y su vasallos – éstos deben obediencia a él –allí la fe jurada la palabra dada la promesa hecha tienen un lugar importante en las estructur as socio políticas de la época feudal en que dentro de cada feudo estos conceptos designan el apretado vínculo de “servicio” La sociedad feudal era según una celebre expresión una “sociedad
CoursSólo d’ histoire duprivilegios droit Parisque respo de asistencia Eismein p ndían que tenía por basemutua” la c onfianza recíproca adm itía a cargos o de prerrogativas que a cambio de las responsabilidades asumidas: la “felonía” era por el “reto” la ruptura del vínculo de vasallaje que sellaba el juramento de lealtad Hasta en la sociedad política eran vínculos de hombre a hombre que prevalecían Sin embargo es necesario por otra parte a ñadir que la doctrina que se trate “del augustinismo” poco fiel a san Agustín pero ese es otro problema o del tomismo —no incluía entonces la vida política en la horizontalidad de una teoría contractualista que permanecía en la terra human ; tenía necesidad para pensar la vida política una relación de trascendencia A hora bien el teorización del concepto de contrato social incluso balbuceando sólo resultará posible cuando la relación del hombre con el hombre aparezca más importe que la relación del hombre con Dios; entonces es dentro del orbe político —y tampoco en un contexto político teológico que la problemática contractualista tomará toda su fuerza Jacquesrefiriendose Rousseau etaleEsparta: mythe de“La la Polis Antiquité modeloDenise del Contrato Leduc social Fayette ” Jean ha escrito es el Vrin p Esta afirmación tendría necesidad sin embargo de matiz arse filosóficamente Cf Discours sur l’srcine de l’inégalité Dédicace p Véase [Discurso sobre el srcen de desigualdad p ]
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Esparta y Roma descubrió la “lengua de los signos” en los que Licurgo y Numa Pompilius encerraron el secreto de la vida polí tica 34 También podemos admitir que el esquema gnóstico q ue se resume en tres momentos esenciales: edad de o ro caída y redención haya ejercido una influencia decisiva sobre la visión que tiene Rous seau del mundo sociopolítico 35 Y sería difícil pretender negar la afirmación de que Rousseau pudo hallar en la obra de Malebranche la idea de un pacto generador de la voluntad general 36 Con todo es importante señalar que Rousseau había decidido “cerrar todos los libros ” Incluso si no es necesario entend er esta resolución en un sentido absoluto habría podido escribir: Prolem sine matre creatam tal como ocurre con Montesquieu cualesquiera que hayan sido las reminiscencias filosóficas o históricas que atormentaban su meditación Sin embargo, parece que contamos con algunas excepciones que pueden resquebrajar el silencio que Rousseau quiso imponer a su erudición. En efecto, es probable que las ideas defendidas con pasión por los monarchomaques hayan tenido una incidencia nada desdeñable sobre su propia visi ón del orden político. P or otra parte , algunas líneas del Discurso sobre el srcen de desigualdad , consagradas a la libertad 37, citan palabras de Herodoto que bien pudo leer en Plutarco 38, o que muy probablemente pidió prestad o de una anécdota referida por Etienne de La Boétie, en su Discurso sobre la
servidumbre .39 De igualvoluntaria modo, la oposición que destaca Rousseau entre “un puñado de gente que nada entre superfluidades” y “la multitud muerta de hambre q ue carece de lo necesario” 40, no deja de evocar Emile libro Pléiade t p [Emilio p ] Tal tema es desarrollado por Roger Payot Jean Jacques Rousseau ou la gnose tronquée PU Grenoble Patrick Riley Te general Will before Rousseau Princeton University Press Discours sur l’srcine de l’ inégalité P [Discurso sobre el srcen de desigualdad Plutarco p ] Apophtegmata Laconica en Moralia E del Boétie Discors de la servitude volontaire Flammarion p [Discurso de la servidumbre voluntar ia p ] Discours sur l’srcine de l’inégalité p [ Discurso sobre el srcen de desigualdad ]
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las ácidas observaciones del joven amigo de Montaigne a quien, al parece ha leído. En tal caso ¿cómo no dejarse impresionar por la poderosa intuición contractualist a que se encuentra en el factum del ejercicio escolar de La Boétie? En cualquie r caso, Rousseau no ignoraba los panfletos que los proselitistas protestantes, los llamados “monarcómacos”, que habían publicado de continuo en Ginebra contra los príncipes, ridiculizando el compromiso contractual que los vincula con el pueblo y que, de ignorarlo, los convertiría en tiranos. Son los llamados contestatarios: Francois Hotman, d´Odet de La Noue, éodore de Bèze, Du Plessis Mornay…, Rousseau debió haber prestado especial atención a los procedimientos contractualistas en los cuales estos autores apoyaban su defensa de la libertad del pueblo. Puede ser que, por añadidura, el proselitismo calvinista de los monarcómacos explique, al menos en parte, e l interés que Rousseau tuvo para con su planteamiento político; él no podía dejar de observar que su doctrina era inseparable de los conflictos suscitados, en particular en Ginebra, por el antagonismo existente entre los partidos. En medio de la fracturada revuelta ocasionada libelos, apenas podía dejarse advertir la influencia ejercida por la doctrina en la Ciudad-Iglesia de Calvino 41 en donde se reconocían los “derechos del pue blo.” En su Contrato social, Rousseau saludará en Calvino no al teólogo sino al pensador político 42, cuya preocupación era establecer y mantener un equilibrio entre el poder y los sujetos. este lapunto, como enpensamiento, tantos otros, Rousseau nada nos informa,En sobre marcha de su en la autobiografía que traza en sus Confesiones, y prefirió sólo exponer el resultado; descifró ciertamente en las diatribas de los monarcómacos la lógica gubernamental que, una vez purificada de sus postulados teológicos y afinada en sus estructuras jurídicas, hacía posible la problematización del concepto de contrato social. Pero si Rousseau pudo percibir, en el discurso De la Boétie, en la doctrina de Calvino y en las prolongaciones que tuvo con los monarcómacos , las señales de una renovación de las estructuras L´institution chrétienne de Calvino se publico en Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Suiza se cita como ejemplo de una tierra de libertad lo mismo que Holanda Esparta y Roma
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y de los esquemas operatorios de la política, la tarea de pasar de la problemática contractualista como posibilidad a la formulación del pacto social y a la teorización de su concepto, no fue un asunto menor. Las señales que había entrevisto lejos de presentársele como la ocasión de una empresa banal de especulación desencadenaron en su pensamiento un esfuerzo de profundización reflexiva que se dedicó exclusivamente en las dos versiones de El contrato social a las estructuras jurídicas de la normatividad política Es decir despertándose a una nueva inteligibilidad de las señales políticas se esforzó por poner de relieve los principios fundadores que garan tizan la legitimidad del poder del Estado Para tener éxito en esta empresa innovadora, era necesario que Rousseau transformara las configuraciones aún indecisas en las cuales se detenían las intuiciones de los autores renacentistas. A pesar de su rechazo por los libros, sacó provecho de las obras de Althusius, Grotius y Hobbes 43, no sin manifestar vivamente su espíritu crítico y desarrollando considerables matices en los juicios de valor que sobre estos autores daba. Su proyecto —estos es de lo más importante— era ir más allá de las perspectivas hasta entonces esbozadas, puesto que, a sus ojos, “el derecho político está aún por nacer”: Grotius, sobre este tema, fue “un niño con mala fe”; Hobbes “se basó en sofismas”; el ilustre Montesquieu “se limitó a 44 Aunque tratar del derecho positivo de losque gobiernos est ablecidos.” Rousseau, en el fondo, supone “el derecho político no nacerá jamás”45, se propone proceder a una nueva problematización de la idea de contrato social. Este planteamiento, para el cual, ha dicho, “es necesario hacerse de reglas” 46, requerirá nada menos que de la renovación epistemológica de la tradicional filosofía del derecho
Rousseau cita a Althusius en sus Lettres écrites de la montagne carta Pléiade t p y pondera con una sincera admiración la importancia de la Politica en la que se expresa el desplazamiento de la soberanía hacia el pueblo Sobre su mesa de trabajo Rousseau conservaba
De jureposee belli según ac pacisél de sistema” el el aroma Grotiusdel escánda Y siloodia no apor Hobbes ello admira cuyo menos “horrible la capacidad de aná lisis del autor de De Cive y del Léviathan Emile livre p [Emilio p ] Ibid [Ibíd ] Ibid p [Ibíd p ]
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político. B / La nueva problemática del contrato social La naturaleza del contrato social tal como lo concibe Rousseau aparece en toda su especificidad cuando se compara su concep tualización con el análisis que llevó a cabo omas Hobbes en su Leviatán Hobbes, con su voluntad de inaugurar la “filosofía política” 47, le conferió a ésta la dimensión de “ciencia”. Definió el contrato social en términos de una epistemología mecanicista y lo convirtió en el mecanismo esencial de la maquinaria política. Lo consideró como medio para conducir los hombres srcinalela único la concordia, es decir, de laa guerra naturaldea laladiscordia paz civil. El estudio de la naturaleza humana mostró al filósofo, iluminado por Tucídides , del cual habí a traduci do La Guerra del Peloponeso en 1620, que los hombres, para escapar al infierno de una condición natural cuyo carácter violento trae por consecuencia su muerte, no tienen otro remedio que recurrir a un artificio, es decir, a un mecanismo de protección. Nacida de un cálculo racional de intereses, beneficios y pérdidas, esta astucia de vocación teleológica, conlleva en el sistema racional de Hobbes un sentido pragmático y utilitario inmediato. Si “cada uno cede el derecho a disponer de todas las cosas” —y si todos hacen lo mismo— no48aparecerán los antagonismos naturales que generan la guerra. La renuncia al derecho de naturaleza individual, a condición de que sea recíproca “Si la física es una cosa muy nueva la filosofía política también lo es No es más antigua que mi obra Del ciudadano” De Corpore Epístola dedicatoria El De Cive se publico en Hobbes Elements of Law § Leviathán p trad F Tricaud : «Que l’on consente quand les autres y consentent aussi à se dessaisir dans toute la mesure où l’on pensera que cela est nécessaire à la paix et à sa propre défense du droit qu’on a sur toutes choses ; et ‘u’on se contente d’autant soi liberté de même »à l’égard “Que sedes estéautres de acuerdo qu’on en cuando concéderait el otrosaux allíautres están àdel’égard acuerdo le también a privarse en la medida en que se pensará que eso es necesario para la paz y para su propia defensa del derecho que se tiene sobre todas las cosas; y que se satisface con tanta libertad respecto a los otros que se concedería a los otro al respeto uno mismo”
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y, por consiguiente, general, se impone como el nexo gracia al cual la construcción de la paz resulta posible. Este concepto constituye el axioma básico de la Commonwealth : el acto voluntario que cada uno realiza desistiendo del ejercicio de su derecho natural modifica la distribución general de las fuerzas entre los individuos, sin cambiar nada ni alterar su cantidad y sin perturbar el equilibrio resultante. El artificio que Hobbes llama covenant en sus textos ingleses y pactum en sus textos latinos tiene por principio la regla del equilibrio de fuerzas o poderes ( potentiae, powers ) que exige la razón. Este contrato opera la transferencia voluntaria de los derechos de cada uno en favor de “un único” beneficiario: el Leviatán, “unidad real en una sola y misma persona”, esto es, en una entidad política en la que la fuerza ( potentia, potestas ) es el resultado de la adición de todas las fuerzas (poderes o potentiae ) confiadas por los contratantes. 49 “En él reside la esencia de la República, que podemos definir así: una persona de cuyos actos una gran multitud, por actos mutuos realizados entre sí, ha sido instituida por cada uno como autor, al objeto de que pueda utilizar la fort aleza y medios de todos, como lo juzgue oportuno, para asegurar la paz y la defensa común.” 50 En la lógica analítico-sintética de Hobbes, el Poder ( Potestas ) erigido by way of covenant no es un acontecimiento histórico y no da lugar a ninguna exist encia constatable; es la deducción racional por la cual República el Estado instituyen, 51 y es simbolizada por un “diosla mortal” queo es el “granseLeviatán.” El pacto generador de la sociedad civil es más “que un consenso o un acuerdo”: es la unidad real de todo en la persona civilis que se expresa por la voz de aquel, hombre o asamblea, que representa la soberanía poderosa del pueblo en su conjunto. Como tal, el contrato social es el artificio operatorio que determina a la vez al ser y a la marcha del conjunto [cuerpo], y es tan artificial como éste. En la lógica política de Hobbes, el pacto maestro que instaura la “persona pública ” Hobbes De Cive § Hobbes Leviathan p Ibíd p Discours sur l’srcine de l’ inégalité préface p de desigualdad p ]
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[ Discurso sobre el srcen
que constituye la República, no es ni un pactum associationis ni un pactum subjectionis : sino que expresa el procedimiento racional que crea y funda matemáticamente a la sociedad, la cual no puede ser sino civil. El individualismo voluntarista que desencadena y conlleva la institución del Estado es la señal del aseguramiento técnico que instala el anti-naturalismo en el corazón del sistema artificialista construido por la ciencia política de Hobbes. La inteligibilidad de tipo mecanicista así introducida en el pensamiento político, hace de la sociedad civil un objeto de ciencia al cual se aplica el método demostrativo definido en el Short ract . La filosofía de siglo debía, en su frenesí racionalista y técnico, problematizar las perspectivas bosquejadas por Hobbes. Un siglo después de la publicación del Leviatán , Rousseau, más que ningún otro, se escandaliza por la ext raña polisemia que, desde Hobbes, acompañaba en la “ciencia política” la inflación y las distorsiones del contractualismo. La idea del contrato, de Pufendorf a Locke o de Wol f a Burlamaqui, le pareció mal pensada y atrapada en una sofística exagerada. Por eso decidió “dejar todos los libros científicos” 52, porque el pensamiento estaba empañado, lleno de dogmatismo, falseado por los a priori de un método demasiado seguro de sí mismo. Hobbes y G rotius, incluso si son menciona dos, caen bajo el golpe de est a condena. Rousseau considera, por añadidura, que tanto Pufendorf como Locke nadaban entre “ideas vagas yuna metafísicas” que los mantuvieron alejados de la claridad que exige ciencia auténtica. Al igual que los filósofos que intentaron “remontarse hasta el estado de naturaleza” ellos no lo consiguieron. Sus teorías no nos enseñan nada, ya que contienen un error de método: “presentan siempre el mismo vicio: estos autores hablaban del hombre salvaje y pintaban al hombre civil.” 53 Su análisis del contrato, por más intrépido e innovador que haya sido con relación a las tesis medievales, no podía satisfacer a Rousseau. Su acto de pensar, que rechaza categóricamente el curso de las gestiones realizadas por sus antecesores en materia de “ciencia política ”, es inmediatamente convertido en
Ibíd p
[Ibíd p ]
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un compromiso filosófico del que él sabe por adelantado que será necesario asumir los efectos. Desde el momento en que Rousseau admite —como Hobbes también admitía en las antípodas del naturalismo aristotélico— que la sociedad es resultado de un pacto de un contrato —afirma si srcinalidad lo que a su vez constituirá también su particular dificultad: la problemática que enuncia su método cuyo alcance es obviamente más que metodológico abre una nueva vía para las doctrinas políticas Él es consciente de la importancia que reviste para el derecho político el planteamiento necesario para la renova ción de su problemática pero no sabe todavía medir sus verdaderas consecuencias filosóficas “Es necesario saber lo que debe ser para juzgar bien lo que es” escribirá Rousseau el Emilio 54 Esta máxima pedagógica que se dirige en primer lugar a su discípulo vale también para su lector político Esta es la razón por la que Rousseau afirma que es nece sario “hacerse de reglas” para poder realizar las observaciones; éstas servirán de “escala” para medir su exacta medida y para decidir la acción a emprender Este consejo que tiene la mayor importancia para la exégesis de los textos todavía no ha sido bien entendido Conviene por ello convertirlo en una verdad metodológica con el fin de poder seguir a Rousseau en su problematiza ción del “contrato social” Muchas veces se ha subrayado la importancia que Numerosos tienen en la gran obra de Rousseau sus dos primeros Discursos comentadores inspirándose más o menos los unos en los otros han destacado la diferencia que existe entre la concepción de contrato expuesta en el Discurso sobre el srcen de la desigualdad y el análisis ocho años más tarde desarrollado en El contrato social Se puede admitir sin mayor problema que en el lapso que hay entre estas dos obras el pensamiento de Rousseau evolucionó Sin embargo, esta evolución es sobre todo la maduración, a partir de una perspectiva novedosa, de la intuición srcinal que iluminó a Rousseau desde el momento en que frente a la corrupción que se instalaba en todos los ámbitos (tal era el objeto del Discurso sobre Emile livre p
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[Emilio p ]
las ciencias y las artes ) y ante la desigualdad que reinaba por todas partes (tal era el objeto del Discurso sobre el srcen de la desigualdad ), comprendió que la “miseria humana ” había invadido el siglo. 55 De esta lenta maduración, operada entre 1750 y 1762, son frutos el Manuscrito de Ginebra y los Fragmentos políticos que conforman, por los diferentes puntos de vista adoptados, un verdadero giro cuyo resultado quedará establecido de manera perfectamente clara en el Contrato social , su más vivo testimonio. Midiendo la gravedad “de la contradicción entre nuestro estado y nuestros deseos entre nuestros deberes y nuestras inclinaciones entre la naturaleza y las instituciones sociales entre el hombre y el ciudadano” 56 la constante amargura con la cual inicia El contrato social —condensada en una fórmula lapidaria: “El hombre nació libre y por todas partes se encuentra encadenado” 57— precisa las impresiones desde hace mucho tiempo acumuladas frente al triste espectáculo que ofrece el mundo Rousse au es consciente de “chocar de frente con todo lo que constituye la admiración de los hombres” de las Luces 58 Pero si se sabe intempest ivo e iconoclasta no por ello es un pensador menos profundo Es un filósofo preocupado por lo que Leo Strauss llama “las cuestiones fundamentales” distingue en todos los problemas dos niveles de comprensión —el del hecho y el del derecho — que suscitan dos tipos de interrogación: una inves tigación empírica y una investigación de principios Si Rousseau sigue siendo ajenomenos a la terminología planteamiento no y por ello observa la distinción del entre la cuestión criticista quid faeti? la cuestión quid juris ? Como por añadidura es un pensador obsti nado y en definitiva metódico —a pesar del recurso de la escritura espontánea que a veces utiliza— le gusta decir que todos sus escritos están animados por “los mismos principios ” 59 Esto lo repite en Fragments politiques Pléiade t p Ibid [Ibid ] Le Contrat social p [El Contrato social p ] ciencias Discours y las artes surp les sciences et les arts Préface p [ Discurso sobre las Lettre a M de Malesherbes del de enero de en Lettres philosophiques presentadas por H Gouhier Vrin p ; Lettre a M de Beaumont del de noviembre de Pléiade t [Carta a M de Malesherbes; Carta a M de Beaumont]
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varias ocasiones por lo que es necesario creerle y buscar esta unidad de la obra 60 Aunque el corpus de la obra no tiene dado que es un texto abierto el diseño arquitectónico de un “sistema” está animado como lo hace notar Cassirer “por una idea central determinada que le confiere unidad orgánica ” 61 No sólo todas las dudas que habían alimentado Rousseau al encontrarse con las costumbres e ideales del siglo están concentradas “en un único punto” sino que la problemática del sentido de la sociedad política establecida por el Segundo Discurso se prolonga sin ruptura en El contrato social donde expone en su idealidad el medio para salir del callejón sin salida donde la condición humana se extravía 62 El problema que Rousseau concibe y formula es sin ninguna duda más interesante que la solución contractualista por la cual pretende resolverlo En esto Rousseau es verdaderamente filósofo: es en efecto su aproximación filosófica a la idea del contrato social lo que aclara el sentido de su concepto de bien mucho más que la naturaleza jurídica o pseudo jurídica del proceso contractualista que él describe Por eso es necesario no perder de vista las diferencias metodológicas de la meditación que se establecen entre el Segundo Discurso y la versión definitiva de El contrato social : únicamente partiendo de ellas nos es posible según la expresión de Éric Weil “pensar los pensamientos ” de Rousseau 63 y medir la altura a la cual se eleva su razonamiento sopesando la vía que mana de la simple E Cassirer L’unité dans l’oeuvre de Rousseau » Bulletin de la Société française de philosophie p recogido en Pensée de Rousseau Seuil p da en el centro de la controversia que opone a los adversarios y a los partida rios de la unidad de la obra de Rousseau Entre los primeros citemos a E Faguet y D Mornet que declaran que en el Contrato social se realiza una ruptura con respecto al resto de la obra de Rousseau; entre los segundos citemos R Hubert A Schinz y G Lanson; pero estos últimos autores consideran la unidad del pensamiento de Rousseau en perspectivas diferentes E Cassirer Loc Cit en Pensée de Rousseau p ni incluso “No desacuerdo hay punto como entretanto la descripción pretenden los delhistoriadores estado de naturaleza contradicción y la apología del estado civil entre el Discurso sobre el srcen de desigualdad y el Contrato social ” ha escrito Robert Derathé Pléiade t p Éric Weil «Rousseau et sa politique» in Essais et conférences Plon t p
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crítica hacia una reflexión criticista En efecto Rousseau no es un filósofo srcinal porque “escriba sobre política ” como antes lo había hecho ya Platón es un filósofo srcinal por la manera como aborda la cuestión política que le interesa desde los años de Venecia Antes de Bergson Rousseua comprende que es más importante —y más difícil— poseer bien una problemática que aportar soluciones Con una lucida heurís tica él no dudó en transformar las interrogantes y la problemática tradicional en la cual dice están atrapados los libros de los juriscon sultos y los filósofos Examinar los hechos describir la situación del hombre que “aunque nació libre se halla por todas partes encade nado” y analizar las relaciones entre el mando y la obediencia que una larga tradición declara específica de la sociedad civil le parece una vía que no conduce a ninguna parte Entonces decide y lo expresa sin ambigüedades en el Manuscrito de Ginebra 64 como si a partir de este texto encontrara la regla fundamental de su método de trabajo que “no es necesario disputar hechos” sino “buscar el derecho y la razón ” Es necesario “comenzar por buscar el srcen de la necesidad de las instituciones políticas”, 65 esto es, descubrir las condiciones de inteligibilidad de la existencia política y, por tanto, sus condiciones de posibilidad y validez. “Lo que quiero buscar”, escribe Rousseau al inicio del Contrato social , es “si en el orden civil hay alguna regla 66 de administración segura.”aLa interrogación la legitimidad del cuerpolegítima públicoyconduce la búsqueda de lassobre razones de derecho que fundan la soberanía del Estado. 67
Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ] Ibíd p [Ibíd p ] El término “administración” no debe entenderse en un sentido técnico como en el artículo Economie politique p [ Economía política [Manuscrito de Ginebra p ] ; p ] o en el Manuscrit de Genève p aquí se relaciona a la voluntad general en tanto que ella es “la norma de las acciones del cuerpo social ” Le Contrat social p [El Contrato social p ] Tal problemática livres de laesRépublique esencial del obviamente presupone Estado comoque lo mostró segúnBodin Rousseau en Lesla six soberanía el criterio [Los seis libros de la República] El autor del Contrato social sólo pondrá en cuestión el órgano poseedor de la soberanía: a diferencia de Bodin no hace ya del Príncipe al tenedor de la soberanía; ésta pertenece solo al pueblo
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Y esta búsqueda se torna difícil en razón de las categorías inte lectuales en las que se basa Si es evidente que para evitar toda caída en el empirismo no debe confundirse al emprender dicha investigación el parecer con el ser es necesario sobre todo con el fin de descifrar los fundamentos de jure de la sociedad civil distin guir el punto de vista del ser y el punto de vista del deber ser En la metodología de Rousseau los conceptos de “punto de vista” y de “perspectiva” tienen ya antes de Kant la mayor importancia En esto la sutileza de nuestro pensador es extrema porque aunque es indudablemente para él una categoría normativa irreducible a la positividad del hecho ello cuenta demasiado poco Dado que en Rousseau el pensamiento lleva indudablemente las huellas de la sensibilidad y conlleva la nostalgia de promesas incumplidas la categoría normativa del deber ser se subsume a la vez en aquello que debe ser de conformidad con la naturaleza del hombre y con lo que hubiera podido ser si la naturaleza del hombre no hubiese sido pervertida por la civilización y el progreso al que ella da lugar El planteamiento de Rousseau no parte del conflicto ni de la dialé ctica entre razón y sensibilidad La tendencia normativista que adquiere su investigación es deliberadamente racional: la lógica impone “remontarse siempre a una primera convención” 68 si se 69 quiere escapar al “absurdo” de la esclavitud y la fuerza bruta Sin embargo en el fondo de este imperativo de la razón se puede entrever sospecha de desesperación la historialade una naturaleza perdida que invade su alma frente a Por eso Rousseau deja emerger, en la formulación misma de la problemática, la preferencia que mantiene por lo que debe ser o hubiera podido ser ; quiere “encontrar una forma de asociación (...) donde cada uno (...) sigue siendo tan libre como antes.” 70 Tal es en cualquier caso “el problema fundamental” 71 que pretende examinar La problemática que el concreta es la de la fundación de la sociedad civil o como indica el subtítulo de El Ibíd p [Ibíd p ] Ibíd p [Ibíd p ] Ibid p [ Ibíd p ] Manuscrit de Genève p ; Le Contrat social p [Manuscrito de Ginebra p ; El Contrato social p ]
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contrato social la de establecer los “principios del derecho político ” Tal problematización es inédita: no buscará en manera alguna semejanza con las explicaciones metafísicas de Aristóteles o santo Tomás; no pretenderá establecer el hecho sociopolítico dentro de una axiomática cosmo teológica; tampoco seguirá la vía del racio nalismo constructivista trazada por Hobbes; menos aún adoptará el planteamiento deductivista de los jurisconsultos vinculados a la idea a priori de un derecho natural como Chris tian Wolff Desvián dose de la marcha sofisticada de estos autores Rousseau trata los hechos por el derecho: no busca comprender por qué la sociedad como tal puede controlar al hombre sino que se esfuerza por poner de relieve lo que vuelve inteligible la condición de los hombres tal como tendrían o debieran ser Por consiguiente se comprende que Rousseau no haya querido ser ni legislador ni consejero de príncipes Su propósito no era proponer reformas sobre la base de una ciencia política explicativa ni tampoco entraba dentro de su preocupación escribir un tratado programático o un proyecto de gobierno Se pregunta sobre el ideal puro con pesar obsesivo Su problemática política “fundamental” —o mejor fundacional está desprovista de todo objetivo de apli cabilidad 72; permanece alejada de toda forma de pragmatismo Dicho de otro modo en esta problemática el pacto social en que residen las condiciones de inteligibilidad de una sociedad política legítima no requiere ser realizado: por su misma naturaleza es irrealizable
ideal 73
C/ La significación ideal del pacto social Es necesario reconocer que el Proyecto de constitución para Córcega y las Consideraciones sobre gobierno de Polonia adoptan en gran parte una perspectiva pragmática Rousseau entonces estaba procurando dar hasta cierto punto una consulta jurídica Veremos más adelante Cáp que no pretende “aplicar” los principios jurídico políticos establecidos por su filosofía del contrato social fundamento Filosóficamente el ser en todas el las contrato épocas social de la historia designa Por lo que otra parte tendríasería de absurdo querer operar la proyección en el porvenir: es demasiado tarde irremediablemente La naturaleza del hombre una vez corrompida no puede ser rehabilitada; la libert ad una vez perdida no se recupera jamá s El Contrato social p ]
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El problema que plantea Rousseau se refiere única y exclusiva mente a la fundación —la más básica y profunda que hace posible la comprensión de la sociedad política Y dado que este problema es fundamental sólo le conviene una formulación pura y sublime Es pues un gran error pensar que el estado del contrato refiere a una República perfecta que los hombres podrían instaurar para atenuar la miseria del mundo Rousseau no busca los medios de instituir un gobierno justo sobre la tierra de los hombres: por otra parte él mismo señala que “nunca habrá gobierno justo” Pero el pensa miento realiza su acto de reflexión filosófica lo más alto posible cuando se eleva hasta la idealidad pura con el fin de pensar con base a un planteamiento reflexivo lo que hubiera debido o podido ser el Estado conforme a la naturaleza srcinaria del hombre y deja a un lado todas las perversiones por las que se dejó sitiar Es entonces cuando Rousseau coincide con Hobbes al considerar que la sociedad política no es natural sino artificial y que resulta de la asociación de los individuos; pero se aleja del autor del Leviatán por una observación que aunque parece anodina no por ello carece de importancia pues constituye el sostén de su filosofía política: “Hay muchas maneras de reunir a los hombres pero sólo existe una para unirlos ” 74 Por consiguiente no hay más que una manera de dar cuenta del paso del estado de naturaleza al estado civil En este caso los hechos parecen simples y contundentes como lo recuerdan sus primeras un conjunto realizado con civil” lirísmo y dureza Comparado conobras: el “hombre salvaje” el “hombre o “civilizado” está pervertido por las ciencias por el comercio y las relaciones de poder inherentes a la sociedad política Por que Rous seau “busca el derech o y la razón” no puede limitar su reflex ión a la descripción de este estado de cosas y a las “mil maneras” todas ellas empíricas que provocaron la congregación de los seres humanos La cuestión fundamental no es saber cómo se ha operado el paso del estado de naturaleza al estado civil esto es describir la generación efectiva de este “cambio completo” pues esto no nos revelaría su sentido Ahora bien lo importante es el sentido de este cambio más que el cambio mismo Sólo se descifra la investigación asentando Manuscrit de Genève p
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[Manuscrito de Ginebra p ]
aquello que garantiza la fundación No basta por lo tanto con preguntarse sobre los fenómenos institucionales que estructuran la existencia civil es necesario capt ar con una mirada radical el poder regulador y normativo que anima sus principios organizacionales Sólo en efecto como sucede frente a un juzgado o como si se estuviera delante del tribunal de la razón lo posible se constituye en juez de lo real Un planteamiento casi jurisdiccional concentra la fuerza operatoria del método de trabajo que sobre un terreno muy resbaladizo es iniciado por los dos primeros Discursos y que el Contrato social con una factura ejemplar pone en marcha Los derechos naturales del hombre no son derechos en el sentido jurídico del término pues no hay sociedad más que en el orden civil o político tal como afirman Rousseau y Hobbes En efecto no existen sociedades naturales: el estado de naturaleza cuyo concepto es puramente especulativo designa el lugar teórico de unas individualidades absolutamente independientes unas de otras y no presupone la preexistencia de ninguna comunidad orga nizada El hombre no es sociable por naturaleza; la sociedad que nace del paso del estado de naturaleza al estado civil resulta de esta “primera convención” a la cual es necesario remontarse siempre En esto consiste la ar tificialidad que constituye el pacto social cuya decisión y construcción sólo son imputables al hombre Pero si en este punto Rousseau está de acuerdo con Hobbes no concibe el contrato socialhabía de la visto mismaque manera que élconvención a pesar de que el autor del Leviatán la primera no tiene un srcen cronológico en la proto histor ia empírica de la sociedad civil El error de Hobbes piensa Rousseau fue concebir el pacto social como una composición a partir de mecanismo de fuerzas resul tante de un cálculo racional El análisis de Rousseau conducido formalmente y no materialmente pone a plena luz en el corazón de la sociedad política la mediación del universal entre individuo y comunidad Es decir halla que las condiciones de posibilidad y de legitimidad del Estado residen en una exigencia filosófica pura q ue puede caracterizarse como una idea a priori de la razón Se impone comprender por qué esto sucede de esta manera Los dos Discursos más sorprendentes por el planteamiento propedéutico poco frecuente dada la argumentación bien conocida
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que en ellos se despliega pusieron de manifiesto que en el género humano el estado social se instaura en cuanto la razón arranca a los hombres de la simplicidad de su naturalidad individual 75 Solamente que como los hombres al dirigirse hacia su socia lización se hacen la guerra el género humano perecería si no se impusiera la formación de la sociedad desde el interior la nece sidad de establecer un gobierno y de dictar leyes Esta necesidad propiamente política obliga a apelar a una regla irreductible a toda consideración de hecho y válida en derecho de manera universal 76 “El pacto social” constituye “la base de toda sociedad civil” “pres en la naturaleza de este acto donde hay que buscar la sociedad que se forma ” 77 Según El contrato social el pacto es la única regla o principio por el cual se hace inteligible la apari ción de la condición política Ciertamente así abordado el problema confiará Rous seau al marqués de Mirabeau 78 es equiparable al de la cuadra tura del círculo Pues es difícil entender bien las cláusulas Pero “bien entendidas” éstas “se reducen a un sólo conocimiento: la enajenación total de cada asociado con todos sus derechos a la comunidad ” 79 El Manuscrito de Ginebra destacaba que el pacto indica “un método para la formación de las sociedades políticas” 80 y La investigación de los Discursos posee dos caracteres srcinales En primer lugar se desarrolla por medio del método hipotético de la conjetura: el estado deprotohistórico naturaleza queRousseau es un concepto sin contenido empírico o histórico o incluso no puede sino imaginar al hombre natural “como ha debido salir de las manos de la naturaleza” Discours sur l ’srcine de l’ inégalité p [ Discurso sobre el srcen de desigualdad p ] En segundo lugar el planteamiento de Rousseau no se inclina mas hacia el deductivismo de la metafísica ontológica que en el reduccionismo de la psicología empírica: el esquema ideal del estado de naturaleza no solamente es concebido por contraste con el esquema real que manifiesta la sociedad civil sino que sólo obtiene plenitud de sentido por el efecto de una conversión metodológica que frente al dogmatismo de las determinaciones empíricas substituye una investigación reflexiva referente no a la realidad sociopolítica sino sobre el método de producción que ésta implica Sin poseer el conocimiento aún Rousseau por medio de este planteamiento se transporta hacia las vías de la filosofía crítica Le Contrat social p [ El Contrato social p ]
Émile Lettre du livre juillet p á M de Mirabeau in Lettres philosophiques édition H Gouhier Vrin p Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ] El subrayado es nuestro
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el Fragmento sobre el estado de guerra precisa que el pacto determina “la esencia del cuerpo político ” 81 Lejos de ser como sostiene un autor contemporáneo82“el acontecimiento que señala la emergencia del cuerpo político” se presenta con “una naturaleza particular” que es “propia solamente de él” y se caracteriza por la idealidad pura que hace de él la norma principal que funda la legitimidad del derecho político Resumamos este acto único por el cual en un gesto unánime cada uno y entonces todos consienten libremente y sin reservas en alienar su ser con todos sus derechos a la comunidad: “cada uno de nosotros pone conjuntamente sus bienes su persona su vida y toda su potencia bajo la suprema dirección de la voluntad general y recibe en cuerpo a cada miembro como parte indivisible del todo ” 83 Por lo tanto “cada uno dándose a todos no se da a nadie”; en consecuencia la condición de cada uno será “igual a la de cualquier otro ” 84 Un “contrato” de esta naturaleza evidente mente no es arbitrario: no tiene semejanza con un mecanismo de opresión concebido por el rico para dominar al pobre o del fuerte sobre el débil: es el modelo o la norma pura válida “para todos los tiempos” 85 para todo “ser de razón ” y en él se condensa el debe r ser político Cada uno se convierte en “parte indivisible” de este todo que constituye “lo común” 86 de la persona pública del Estado 87 Así comprendido el contrato social es no el acto instaurador de la República como aparece en Hobbes sino la regla a partir de la cual
p
Fragment sur l’état de guerre p El subrayado es nuestro Gérard Mairet presentación del Contrat social Marabout Université
Émile livre p [Emilio p ] Esta definición repite esencialmente aquélla que Rousseau ha dado en el Le Contrat social p [ Contrato social p ] pero para hacerla más compl eta utiliza los términos «sus bien es» y «su vida» Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Lettre á M Rey del de noviembre de Le Contrat social p [El Contrato social p ] especificidad En el Émile de estelibro pacto: p“El pueblo [Emiliosólo p ]contrata Rousseau consigo escribemismo destacando es decir la el pueblo en su conjunto como soberano con los particulares como sujetos: condición que constituye toda la astucia y el juego de la máquina política y que sola vuelve legítimos razonables y sin peligro a los compromisos que sin eso serían absurdos tiránicos y propensos a los más enormes abusos”
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una sociedad resulta pensable y por consiguiente posible como entidad política: la norma que funda la legitimidad De inmediato observamos que los efectos jurídico políticos del pacto social así entendido son prodigiosos: conforman una cadena intelectual que al no poder ser quebrada por nada “hace que el contrato inscriba la soberanía esencial del cuerpo del Estado en su conjunto en el pueblo” cuya voluntad general única legisladora deberá componerse junto al gobierno 2/ La voluntad general ó la voz del pueblo soberano En el corazón mismo de la teoría política de Rousseau el concepto de voluntad general toma por su relación inmediata con que el filosoes la fema principal del contrato social una fuerza tan notable clave de todas las instituciones del Estado Así como el concepto de contrato social no fue inventado por Rousseau sino que es reconsiderado completamente por él del mismo modo la idea de voluntad general encuentra en la historia de la filosofía política incuestio nables precedentes Pero lo importante sobre todo es entender en la obra de Rousseau la reordenación completa de su concepto a fin de medir cómo la voluntad general nacida del pacto social aparece como la fuerza viva de la soberanía del pueblo y cómo esta energía creativa contiene a la vez su génesis su naturaleza intrínseca y su vocación jurídico política [35] A / Los antecedentes de la idea de voluntad general Mucho antes de Rousseau el concepto de voluntad general perte necía a la historia de las ideas políticas 88 Es difícil sin forzar los textos hacer remontar es ta aparición como uno podría en principio supone poder hacer a san Pablo o a san Agustín: por una parte esta expresión no es empleada por estos autores; por otra el contexto en el cual se podría descubrir su presencia se refiere a la justicia divina y por tanto es más teológico que filosófico o político En el siglo Véase Patrick Riley Te General Will Before Rousseau Princeton
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la controversia entre los jansenistas y jesuitas a propósito de la naturaleza de la justicia divina ofrece a Antoine Arnauld 89 la ocasión de reconocer expresamente “la voluntad general” que tiene Dios de salvar a “todos los hombres ” Pero en el contexto teológico de la controversia el concepto no puede sino permanecer como puramente teológico Sensiblemente en la misma época Pascal 90 recurre al concepto de “voluntad general” en sus Escritos sobre la gracia y en sus Pensamientos se opone a la expresión “voluntad particular ” Pero si estos conceptos son relevantes en él lo son no sólo con un registro teológico sino antropológico; esta expresión forma parte “del universo del discurso pascaliano” de estas “contrariedades ” que conducen a “contrapesar los opuestos” sin permitir aún un tematización sistemática de su sentido y su función en el centro de la “paradoja humana” En cuanto a san Agustín 91 Rousseau apenas se refirió a él: seguro conocía mejor a Pascal 92 Algunas de sus observaciones sobre el cuerpo social hacen eco de las tesis pascalianas Sin embargo esto no es suficiente para ver en la meditación antropológica de Pascal la fuente de la idea de voluntad general que será una de las piezas claves del centro mismo de la teoría política de Rousseau Queda claro que con el fin de llegar a la teorización de la idea de voluntad general Rousseau tuvo de manera más o menos consciente distintas influencias y que éstas transformándose terminaron por cristalizarse mundo intelectual Así pues la nature et de la grace branche —que Bayle en las
con cambios cabemúltiples citar como ejemploenelun nuevo raité de y el raité de morale de Male Nouvelles de la République des Lettres y
Antoine Arnauld Première Apologie pour M Jansenius Philippe Sellier Pascal et saint Agustin A Collin Que Rousseau conoce a san Agustín no cabe duda lo cita en sus Fragments politiques V § Parece incluso a veces retomar sin llegar a declararlo expresamente las concepciones éticas de la virtud o la sabiduría expuestas en la Civitas Dei Pero nunca relaciona su idea de la voluntad las dos Ciudades general ni con los análisis agustinianos de la voluntad ni con el estudio de Véase Lettre à Christophe de Beaumont Pléiade t p [Carta a Christophe de Beaumont p ] en donde cita a Pascal Pensées n° éd Brunschvicg [Pensamientos No en el comentario a la Epístola a los Corintios
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Leibniz en su Téodicée contribuyeron a dar a conocer— las cuales pudieron ejercer sobre Rousseau una influencia decisiva Por otra parte él declara haber leído entre otros libros de filosofía las obras de Malebranche 93 Solamente que contra todo lo esperado lo que Rousseau retiene no es la distinción terminológica que Malebranche establece entre las extrañas “voluntades particulares” de Dios y las “voluntades generales” por las cuales él determina el orden natural y sus “rela ciones con la perfección” observable No es incongruente afirmar que el concepto teológico de voluntad general a la cual recurre Malebranche se politiza en tanto el orden de la creación se trans pone como es el caso en Rousseau a los reinos terrestres 94 Sin embargo le interesa mucho más a Rousseau la distinción semántica radical entre por una parte el “interés particular” que encierra al individuo en su egoísmo y por otra el “bien público ” que toma su sentido y valor del todo social Desde el Discurso sobre el srcen de desigualdad esta distinción esclarece la devaluación de los valores políticos que constata en torno a él a la hora en que los intereses de los individuos las facciones los partidos se imponen y triunfan sobre la cohesión general de la comunidad Tal es el escándalo moral y político que a sus ojos mina el mundo moderno en vías de afirmarse Para él este escándalo significa el advenimiento de la desdicha y del mal metafísico que corroe a la humanidad y que se manifiesta una carencia ser lecturas y una deficiencia ontológica cargada concomo un peligro mortaldeLas malebranchianas de Rousseau tienen una importancia radical en relación con la parte más profundamente metafísica de la formación de su pensamiento En cualquier caso debe quedar claro que las ideas de Malebranche contribuyeron a atizar su desacuerdo con las ideas enunciadas por Diderot sobre la “voluntad general” en su artículo “Derecho 95 natural” de la Enciclopedia Confessions Pléiade t I p
[Confesiones p ] Véase Bréhier «Les
moderne lectures ma lebranchistes de Jean Jacques Rousseau» in Etudes de philosophie P Riley Op cit p Sobre este punto véase: Robert Wolker “e influence of Diderot on Rousseau” Studies on Voltaire and the th century Foundation Voltaire vol
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Diderot afirma que hay una continuidad en la evolución que conduce del hombre natural al ho mbre social; según él la condición natural del hombre se prolonga en las sociedades civiles bajo las cuales no existe más que la sociedad general “del género humano” Es sólo el género humano el que determina lo justo y lo injusto 96 pues “su única pasión es el bien de todos” Diderot prosigue su argumentación: “Las voluntades particulares son sospechosas; ellas pueden ser buenas o malas; pero la voluntad general es siempre buena; nunca se ha equivocado y no se equivocará jamás ” Rous seau no pudo dejar de ser afectado por esta observación sobre todo cuando Diderot con una implacable lógica añade: “es a la voluntad general a la que el individuo debe dirigirse para saber qué debe hacer el hombre el ciudadano el sujeto el padre el niño [ ] Es ella quien fija los límites de todos los deberes ” 97 Solamente que Diderot se expresa en la clave de la filosofía naturalista y en consecuencia identifica a la sociedad del género humano con la especie en tanto ser colectivo al punto de declarar que la voluntad general inmanente en la especie indica al individuo “cuando le conviene vivir o morir” Es decir lo que no impugna “la especie entera” define el derecho natural Esto corresponde exactamente a la voluntad general: buscar “el interés general y común ” Así pues la voluntad general según Diderot hace oír su voz en cada uno de los seres particulares que conforman la tot alidad de la humanidad Garantiza naturalmente cohesión la perpetuidad puesto casi haciendo el oficio deladios en su yperfección esencial “nunque ca se equivoca” Diderot asimila la voluntad general de la especie a la razón y la declara en consecuencia conforme al derecho natural universal; la piensa en el contexto filosófico de un monismo mate rialista donde el cuerpo social no es solamente “un ser de razón” sino también un vasto organismo concreto que preexiste a los individuos a los que contiene La respuesta de Rousseau a la vez impresionado e irritado por el articulo de Diderot no se hizo esperar: El capítulo segundo del
Diderot Loc: “Derecho natural” § Ibíd §
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Primer Libro del Manuscrito de Ginebra que según Masson 98 data de y que lleva el título “De la sociedad general del género humano” constituye la refutación de las tesis sostenidas por el artículo “Derecho natural” de Diderot Desde esta fecha queda claro que para Rousseau no se puede seguir la vía del naturalismo de la voluntad general 99 Incluso si se descartan los desacuerdos emocionales que lo separan de Diderot todo indica claramente que Rousseau sobre el terreno de la filosofía política acusa a Diderot de cometer errores y mentiras Al retomar un argumento que ya presentaba su concepción de la voluntad general y que está contenido en su artículo Economía política cuya redacción parece ser ligeramente anterior a la del
Segundo Discurso expresamente la teoríadedelasla sociabilidad naturalRousseau y denuncia el carácter rechaza “mistificador” ideas de Diderot sobre “el género humano ” ¿Cómo admitir que la voluntad general sea en el conjunto de la especie una “voz inte rior” natural sobre la cual “en el silencio de las pasiones” ni los hábitos ni las reglas de la sociedad jueguen ningún papel? Puede ser que Rousseau planteándose esta cuestión —que por su misma formulación constituye la refutación definitiva contra el univer salismo materialista de Diderot— se acordase de la distinción que utilizaba Montesquieu en El espíritu de las leyes entre las voluntades generales y las voluntades particulares 100 Pero en realidad respecto a esto no hay más que una simple conjetura provocada por una simple coincidencia lexicográfica: por una parte Rousseau no cita a Montesquieu; por otra El espíritu de las leyes no proporciona ni una definición precisa ni el análisis conceptual de estas dos figuras de la voluntad Es pues necesario convenir que Rousseau al hablar de la voluntad general tuvo anteceso res y pudo tomar partido de manera más o menos directa respecto a sus distintas concepciones sin que
la SociétéP Jean Jacques Rousseau M Masson «Questions t de chronologie rousseauiste » Annales de R Hubert Rousseau et l’Encyclopédie Étude sur la formation des idées politiques de Rousseau Paris Montesquieu L’Esprit des lois livre Pléiade t p [ El Espíritu de las Leyes p ]
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ninguna de ellas predominara sobre las otras; ninguna parece haber sido para él definitiva y determinante Esto sin embargo no auto riza a concluir por supuesto que su concepto de voluntad general se coloque bajo la señal del eclecticismo Parece al contrario que esta teoría que Rousseau elabora —como la del contrato social a la que está estrechamente vinculada— es específica y srcinal B/ La srcinalidad del concepto de voluntad general en la teoría de Rousseau La idea de voluntad general ocupa en El contrato social un lugar nodal a partir del cual Rousseau ilumina su importancia y lo consi bajo una triple relación: a partir de su generación estructura ydera función —No se debe abusar de la interpretación que ve la clave de la voluntad general desde el punto de vista de la génesis Evidentemente Rousseau no pretende reescribir la historia; además al descartar los hechos no puede tampoco prever su desarrollo examinando empíricamente su histor icidad Sin embargo para asir el significado decisivo que él da a la voluntad general al asimilarla en el estado del contrato a la vox Dei es indispensable seguir el itinerario genea lógico que conforma la propedéutica de una reflexión que se va profundizando Sobre esta vía se descubre la doble postulación de la teoría política que Rousseau se propone elaborar Como Hobbes —y a diferencia de Aristóteles— Rousse au no reconoce la existencia natural de la sociedad; es necesario por tant o construirla como una obra de arte partiendo de los individuos en estado de naturaleza Es decir la genealogía de la condición política del hombre se basa en dos postulados: el individualismo y el artificialismo Habiendo apelado a la hipótesis metodológica del estado de naturaleza Rousseau en el Discurso sobre el srcen de la desigualdad describió primero en complacencia y no sin nostalgia la condición inicial del hombre que no conocía nada más que a sí mismo y que movido por un “amor de sí” inmediato sólo se preocupa por su conservación Sin historia sin instituciones sin luces el hombre no tiene relación más que consigo mismo Al carecer de herramientas
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y de signos lingüísticos es incapaz de tener alguna comunicación Así pues el individuo del estado de naturaleza encerrado en su individualidad ignora a los otros Su independencia es asimismo su inocencia: no odia a nadie no prefiere nada ni a nadie la rela ción social no tiene para él ningún sentido Aunque no es más que una ficción ésta postulación individualista subyace sin embargo a la genealogía sociopolítica que expone Rousseau Significa que el hombre “natural” ó “primitivo” en su “perfecta independencia” que también es una “libertad sin reglas” 101 es incapaz de poner la distancia necesaria para relacionarse con alguien distinto de sí mismo No obstante este paradigma individualista de l pensamiento de Rousseau a diferencia de la subjetividad moderna no implica una lógica de la emancipación que traslada al hombre de un hori zonte cosmológico a un horizonte teológico sino que de manera más sencilla —al menos a primera vista— significa que el hombre de los orígenes obedece y se obedece exclusivamente a sí mismo Empero Rousseau no identifica en absoluto la independencia natural del individuo con la autonomía la cual será posteriormente con Kant el criterio del humanismo de un humanismo por otra parte no individualista : en su pensamiento el individualismo se limita a postular la determinación propia y con ello la auto suficiencia del hombre natural que en el estado de naturaleza es lo adecuado Pero la perspectiva genealógica que dirige la mirada de Rousseau revela un punto ruptura ensólo el individualis natural En efecto pronto si el hombre de de la naturaleza escuchaba amo su voluntad particular resulta en consecuencia una suerte de “salvaje feroz ” 102 que sería “el enemigo del género humano” Éste —el cual a pesar de su individualismo Rousseau acepta subrepticiamente por influencia de Diderot — perecería si no cambiara su manera de ser Rous seau trata de aclarar esto recurriendo esta vez sin duda influido por Hobbes a un segundo postulado: el del ar tificialismo político Para “el hombre indepe ndiente” 103 las fuerzas de la naturaleza dice Rousseau se revelan menos protectoras que hostiles Con el fin de Manuscrit de Genève p [Manuscrito deGinebra p ]: El hombre natural ca rece de socialidad y racionalidad Ibid p [Ibíd p ] Cf Ibid p [Véase Ibíd p ]
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garantizar su supervivencia el individuo apela “al arte” a partir del cual se da un proceso de asociación que le permite resistir a la adversidad y a las tensiones conflictuales qu e en la lógica misma del individualismo no se dejan de generar Entonces el artificialismo rompiendo la soledad natural de los individuos toma el relevo: por convenios y pactos que implican no sólo la relación con los otros sino también el reconocimiento de su alteridad: e l hombre al unirse a los otros hombres cree que con la sociedad que instaura podrá desafiar las amenazas de la naturaleza Recurriendo a las poten cialidades de la perfectibilidad que hasta ese momento permane cían inhibidas dentro de su naturaleza 104 el hombre fábrica las herramientas inventa el lenguaje comienza a forjar instituciones Y como los individuos ya han probaron “la miseria de un estado que creían feliz” 105 se acercan y “el arte [viene] en ayuda de la naturaleza” 106 Entonces en la génesis conjetural de las sociedades tal como la esboza Rousseau el paso del estado de naturaleza al estado social y civil se basa en un postulado artificialista; esto de manera inmediata significa que el hombre más allá de su natu ralidad debe crear él mismo su humanidad ya que sólo así será verdaderamente hombre entre los hombres y con e llos Esta perspectiva es bella y noble; pero sería imprudente ver en ella sólo la reanudación de la teoría de Hobbes tal como ésta se presenta en el pensamiento de Rousseau La condición natural de los hombres es según Rousseau la “guerra de todos contra todos” que cesa nosegún Hobbes por medio del constructivismo teleológico de la razón Es más bien el estado de desamparo lo que se deja adivinar en la apelación que el individuo enfrentado a los obstáculos naturales que no puede franquear solo lanza a su alter ego : “ayuda me” El artificialismo que por el fenómeno de la asociación termina con la independencia natural no consiste en un cálculo racional de inte Observemos de paso que la facultad de perfeccionamiento
sur l’srcinededeRousseau l’inégalitéal mismo sobre el srcen caracteriza la especie Discours en la declaración p tiempo [ Discurso al individuo ya de desigualdad p ] lo que no va sin conllevar una determinada fluctuación en la arg umentación de Rousseau Manuscrit de Genève p [ Manuscrito de Ginebra p ] Ibid p [Ibíd p ]
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reses Por el contrario tiene básicamente como lo da a entender el artículo sobre la Economía política 107 un alcance existencial de cuyo concepto da cuenta de voluntad general 108 La génesis conjetural de las sociedades políticas 109 según Rous seau resulta menos del efecto del constructivismo racional que del voluntarismo: se arraiga no en un acto del entendimiento realizado en “el silencio de las pasiones” sino en el compromiso voluntario y libre 110 que es el primum movens del pacto: la asociación civil es “el acto más voluntario del mundo” 111 Por este acto cada uno pasa a ser por su propia voluntad “parte indivisible del todo” 112 Para ponerlo de manera más precisa el artificialismo qu e preside al pacto de asociación es el reflejo del voluntarismo que se afirma de prin cipio como la clave del contrato social y la condición civil de los hombres Dicho de otro modo más allá de las vicisitudes que debió conocer la asociación de los individuos en el curso de la evolución hipotética del género humano el “pacto fundamental” necesario para la erección de las sociedades significa que voluntariamente los hombres reinician su historia Es decir al comprometerse libre mente para celebrar el contrato social los seres humanos quieren y aceptan un nuevo destino Por el compromiso que implica la voluntad ésta hará posible “el arte perfeccionado” que permitirá “la reparación de los males que el arte inicial hizo a la naturaleza”: ella salvará a los hombres Sólo depende de ellos el sustituir las diversas voluntades particulares Economie politique p [ Economía política p ] Por esta razón nos conviene recordar también que Rousseau no pide prestado a Diderot su concepto de voluntad general; le da un significado completamente particular que no es el de la lectura natura lista que entonces defendía el maître d’oeuvre de la Enciclopedia Aunque Rousseau haya afirmado en el Manuscrit de Genève que “no hay sociedad natural y general entre los hombres” p [ Manuscrito de Ginebra p ] aquí es necesario excluir a esta sociedad aún marcada de naturalidad que es la unidad familia r ya que no es “general” Discours sur l’srcine de l’inégalité p ; Emile Pléiade t p p ] [Discurso sobre el srcen de desigualdad Ed Cit p ; Emilio Ed Cit Le Contrat social p [ El Contrato social p ] “La voluntad general resultante del pacto social es “la voluntad constante de todos los miembros del Estado” Le Contrat social p [El Contrato social p ]
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de los individuos independientes del estado de naturaleza por una voluntad general de un cuerpo colectivo que será el “yo común” de la sociedad civil —Solamente que en el pensamiento de Rousseau nada no es tan simple Abandonando la opinión genealógica por el punto de vista lógico estructural Rousseau inscribe en la idea del pacto social descrito de ahora en adelante como el “esquema” de la voluntad general 113 la razón de las estructuras inmanentes que lo caracterizan fundamentalmente Cuando las fuerzas naturales oponen un obstáculo a los hombres éstos explica Rousseau no tienen otro medio para conser varse que el “de formar por agregación una suma de fuerzas que pueda triunfar sobre las resistencias” que les opone la naturaleza 114 El hombre no puede crear nuevas fuerzas; pero la suma de las fuerzas individuales puede formar una fuerza capaz “de unir y de dirigir las que existen” y “de hacerlas actuar de concierto” Esta suma de fuerzas será el resultado de la participación y ayuda que cada uno querrá aportar para crearla De tal manera que parece que según una lógica simple la voluntad general se srcina a partir de las voluntades particulares y se construye por agregación En otros términos todo indica que la voluntad general es producto del acto fundamental del contrato en tanto que él reúne a todas las voluntades particulares No tan obstante la lógica de relación Rousseauentre no obedece a un plantea miento sencillo; la propia el contrato social y la voluntad general no es tan simple ya que “hay mil de maneras de reunir a los hombres pero sólo una de unirlos” 115 La versión defi nitiva del Contrato social destaca vigorosamente la diferencia entre una agregación y una asociación 116 Un fenómeno de agregación sería en este caso la adición mecánica de fuerzas individuales; si se expresa en términos de volu ntad el resultado se ría un “agregado” de Es lo que Fichte verá perfectamente en el Le fondement du droit 2 naturel Le Contrat social p § [ El Contrato social p ] 3 Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ] 4 Le Contrat social p [El Contrato social p ] 5 Ibid p y [ Ibíd p ]
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distintas voluntades singulares y separ adas que en razón de su natu raleza no tendrían nada en común y que puramente yuxtapuestas las unas con las otras conservarían su singularidad Para que nazca la voluntad general no es suficiente la agregación de diversos indivi duos sino su asociación: ésta implica que las voluntades parti culares se unen en un cuerpo colectivo con un objetivo: el interés público y el bien común Sólo puede lograrse este objetivo si cada asociado se aliena completamente con todos sus derechos a la comunidad entera y no tiene en consecuencia “n ada que reclamar” 117 Tal será el “pacto fundamental” que Rousseau llama “contrato social” Por esto no se entiende que la voluntad general del “yo común” que genera este “contrato ” sacrifique las voluntades particulares o que incluso las aniquile; en el acto fundador de la sociedad civil no tiene lugar ninguna renuncia por parte de los part iculares; la unión contractual produce al contrario señala Rousseau un “intercambio ventajoso” 118; de modo que la voluntad general instaura para todos en lugar y en el lugar de la independencia precaria que tenían los individuos en el estado de naturaleza una libertad y una segu ridad que en conjunto con la igualdad la ley tendrá el encargo de promover y garantizar Así pues el análisis de Rousseau parece claro: “la suprema direc ción de la voluntad general” no es el efecto de una pluralidad de voluntades particulares insertadas indefectiblemente con su parti cularida coincide que n enessulaunión con elpública” “yo común” de del un “Estado cuerpo moral y d; colectivo” “persona y única que hace nacer el contrato Sin embargo es necesario no confundir la voluntad general con la voluntad de todos En el capítulo VI del Libro Primero de El contrato social el vocabulario de Rousseau es a este respecto especialmente elocuente “Cada uno se da de ma nera completa a todos ”; cada miembro se convierte en parte indivisi ble del todo La voluntad general expresa de esta manera la superioridad del todo social sobre la pluralidad de los individuos que son sus miembros Ella es por sí misma totalidad Cada uno al poner “de manera conjunta ” su persona y sus bienes no puede en lo sucesivo
Ibíd p
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probar su personalidad sino en la persona pública de la comunidad de la que se ha vuelto inseparable Estando libremente de acuerdo con el contrato él mismo se inclina libremente también excepto si ello implicara un rechazo de sí mismo ante la voluntad general de la comunidad: se incorpora a su totalidad Empero la dialéctica que se establece entre individualidad y totalidad es ciertamente difícil de comprender Se debe notar que ella efectúa a su manera la transposición en el derecho político del viejo problema metafísico de lo uno y lo múltiple: porque el cuerpo político generado por el contrato es el “todo” que forma la unión del pueblo en cuerpo es importante distinguir la “voluntad general” que lo anima de la “voluntad de todos” 119 Sobre este punto Rousseau es menos cat egórico que lo que pretenden algunos de sus comentaristas; es necesario sin embargo seguirlo en su propósito En el Manuscrito de Ginebra escribe que la voluntad general “es raramente la de t odos” 120; en El contrato social repite que “a menudo es bien notoria la dife rencia entre la voluntad de todos y la voluntad general” 121 En la abstracción de su concepto la voluntad general se distingue indudablemente de las voluntades particulares que incluso reunidas por adición sólo observan lo que tiende a sus intereses privados mientras que la voluntad de la persona pública sólo observa el interés común 122 Pero Rousseau es mucho más sutil En este punto en particular aporta al derecho 123 político esclarecimiento matemático mostró en tiempo rasgos deungenio Las voluntades particularesque susceptibles desuformar una agregación presentan entre ellas dice Rousseau las diferencias es decir “más” y “menos”; ahora bien cuando estas voluntades se unen las diferencias “se destruyen unas a otras” pero no al punto de como en una suma algebraica en la que las diferencias se anulan y se equilibran por un fenómeno de compensación sino que se encuentran integradas dentro del conjunto que las absorbe de modo que por esta integr ación “permanece por adición de las diferencias
Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ] Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Ibid [ Ibíd ] Georges Gurvitch L’idée du droit social p
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la voluntad general” Esta expresión es inesperada y misteriosa Es inesperada porque más bien nos inclina a pensar que no son los elementos diferentes sino los elementos similares consustánciales a las múltiples voluntades particulares los que al acercarse y unirse forman una voluntad general común y única Entonces la lógica común y el buen sentido parecen ser desafiados: la voluntad general engloba la voluntad de todos; pero la voluntad de todos no es la voluntad general Por añadidura la expresión es misteriosa y por consiguiente nos desvía porque evidentemente Rousseau quien parece recurrir aquí al nuevo instrumento matemático proporcio nado por el joven cálculo integral manejó el lenguaje malsana mente No obstante como en otras problemáticas Rousseau tiene una intuición profunda e innovadora: la voluntad general no es intercambiable incluso en cuanto concepto con la abstracción de la generalidad Su idea se caracteriza no por la erradicación de las diferencias entre las voluntades individuales que en el contrato se asocian cuantitativamente sino por su incorporación cualitativa al conjunto La voluntad general no tiene la forma plana e insípida de un querer común desprovisto de relieve Al contrario envuelve en un amplio conjunto las particularidades aunque estas sean desde ñables y a las alternativas aunque estas sean infinitesimales de las voluntades individuales Es decir la voluntad general engloba y conjunta en un todo tanto las “preferencias” de cada uno como tantas diferencias singulares existan; ella expresa en una “integral” socio política su totalización y su límite Así la intuición matemática que Rousseau tiene de la integra ción de las diferencias explicaría de manera luminosa que aunque la voluntad general en su principio se forma a partir de todas las voluntades particulares asociadas sin embargo por una suerte de idealidad matemática es englobante y como tal irreductible a la adición llana de las voluntades de todos El mismo Rousseau escribe: “Lo que generaliza la voluntad es menos el número de las voluntades realmente expresadas que el interés común que las une ” 124
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—Finalmente Rousseau examina desde el punto de vista funcional la vocación jurídico política propia de la voluntad general El paso del estado de naturaleza al estado civil al generar la “persona pública ” que reúne la totalidad de las “personas privadas” porque efecto s tan notables como los de la expresión manifie sta de la voluntad general Ella es en el estado del contrato la autoridad soberana del “cuerpo político” o “República” Como tal “sólo puede dirigir las fuerzas del Estado según el fin de su institución que es el bien común ” 125 De esta manera Rousseau expone una lección magistral de ciencia política en la cual las ideas de soberanía y de ley alcanzan para la doctrina futura un punto de no retorno De manera muy clásica en boga al menos desde Bodin él considera que el principio de la vida política es la autoridad soberana Pero a sus ojos no cabe duda que la soberanía no es la soberanía de un rey o de un príncipe La soberanía no es otra cosa sino “el ejercicio de la voluntad general” que pertenece exclusivamente al pueblo en su conjunto Una vez sustentado lo anterior Rousseau procederá a su análisis La autoridad soberana de la voluntad general es inalienab le nos dice En efecto ninguna voluntad puede transmitirse; la dirección de la fuerza pública que tiene por función y responsabilida d asumir la voluntad general no puede ser efectiva más que de manera directa e inmediata lo que excluye toda representación En el centro de la totalidad estatal un gobierno representativo constituiría si acaso se pudiera deciren una “totalidadEn parcial ” —pero o constituye unaa contradicción los términos cualquier caso est resu lta claro que través de la representación la voluntad general pierde su inalienabi lidad En efecto ésta no se somete a ninguna especie de compromiso incluso si este se refiere a algún tipo de compromiso respecto a los “representantes” del pueblo; “es absurdo pensar” declara Rousseau “que ella [la voluntad general] se ponga a sí misma cadenas para el futuro ” 126 Si supongamos una situación similar pudiera darse el pueblo no existiría ya como cuerpo político y el Estado se disolvería Es pues necesario que la voluntad general “integre” las voluntades particulares en una voluntad “simple y única ” es decir aquella que Ibid p Ibid p
[ Ibíd p ] [ Ibíd p ]
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constituye la propia esencia del cuerpo político Por tanto no se le puede “desmembrar”; “ no puede ser dividida sin que al mismo tiempo sea destruida” 127 continúa afirmando Rousseau: “De lo que precede se sigue que la voluntad general es siempre recta” y no pudiendo errar “tiende siempre al bien público ” 128 Esta es la razón por la cual debido a la unanimidad del prin cipio que la erige 129 la voluntad general se afirma como el poder legislativo del Estado y contribuye de este modo a su propia omni potencia omnipotencia perfectamente legítima puesto que por una parte hunde sus raíce s en el cuerpo del pueblo [en su conjunto] y por otra es obra de la razón “La voluntad pública extrae su mayor peso de la razón que la dictó” 130 Socialidad y racionalidad van juntas; la voluntad general es la razón pública Es por eso que Rous seau hace hincapié en este punto capital de su teoría: la acción del Estado debe necesariamente pasar por la vía mediadora de la legis lación: el cuerpo político “actúa por leyes y no podría actuar de otra manera ” 131 Sin embargo una condición se impone: es necesario que las leyes sean generales formalmente ellas no puede emanar sino de la voluntad general y materialmente “el objeto de la ley debe ser también tan general como la voluntad que lo dicta ” “Las leyes son pues “el cerebro” e incluso “el alma” del cuerpo político 132 En la teoría de Rousseau la voluntad general sustituye a la ley natural trascendente de la filosofía política tradicional 133 En consecuencia las leyes que 134emanan de ella brindan al Estado “el movimien to y la voluntad” de las cuales resulta “el orden público” Rousseau no dedica ningún capítulo del Contrato social ínte gramente al examen de la dialéctica que se establece en el ejercicio de la voluntad general entre el orden y el desorden Pero por su funcionalidad la voluntad general permite explica Rousseau con Ibid p Ibid p Ibid p
sq [ Ibid p ] [Ibíd p ] [Ibíd p ]
Lettres Economie écrites politique de la montagne p [ Economía ca rta política Pléiade pt ] p Manuscrit de Genève p [ Manuscrito de Ginebra p ] Véase Leo Strauss «Les tro is vagues de la modernité» traduction en Cahiers philosophiques n° p Le Contrat social p [ El Contrato social p ]
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insistencia sustituir la relación ho mbre a hombre por la relación del ciudadano con la ley Con esto se entiende comunmente que en el estado del contrato la libertad natural que es independiente y auto suficiente es suplantada por la libertad civil que por el contrario es obediente de las normas del todo socio político Por banal que haya pasado a ser es ta idea es importante señalar que desde luego se trata de una tesis fuerte: enuncia soberbiamente la postura de los grandes liberalismos político s clásicos según la cual el hombre es más libre bajo la ley que sin la ley; o bien formu lado de otra manera según la bella fórmula de Spinoza el hombre es “más libre en la Ciudad donde vive según el decreto común que en la soledad donde sólo se obedece a sí mismo” 135 Además de acuerdo con la ideal de la voluntad general la igualdad de los ciudadanos se le presenta a Rousseau como una de las condiciones más importantes del orden público: cada uno se da entero en el pacto: de ahí nace la voluntad general “la condición es igual para todos”; la alienación se hace sin reserva “la unión es tan perfecta como puede serlo y ningún asociado tiene ya nada que reclamar ” 136 Todas las diferencias q uedan abolidas; los ciuda danos se encuentran en igualdad de condiciones El orden público quiere su identidad cívica y el Estado puede exigir todo de los ciudadanos incluso su vida A decir verdad bajo este esquema en apariencia clara se oculta ya lo veremos adelante de política dificultades Sin embargo desde el más artículo sobreuna la miríada Economía Rous seau escribe que la voluntad general es “el primer principio de la economía pública” y “la regla fundamental de todo gobierno ” 137 Sobre este punto nunca varió su opinión Al contrario con cons tancia descifró en la voluntad general el secreto de la unidad socio política y en el último libro de El contrato social tuvo en cuenta con Spinoza Ética proposición Bien entendido este argumento es uno en los que étrangement se basan los comentaristas de Rousseau “totalitarismo” que ven en su teoría Nuestro las objetivo primiciasnodeconsiste la “dictadura aquí enjacobina” entrar ene debate incluso con del esta interpretación purament e ideológica que exa minaremos más lejos con respecto al conflicto i nterpretaciones de la doctrina de Rousseau Le Contrat social p [El Contrato social p ] Economie politique p [Economía política p ]
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una firmeza ejemplar que “la voluntad general es indestructible” 138: que aquello que rompe la unidad social es perverso; y cuando la voluntad general es muda es que se ha roto el vínculo social en los corazones las instituciones han perdido su alma y el Estado está cerca de su ruina Se comprende fácilmente que por su naturaleza y función la voluntad general dé cuenta de las “ventajas” que obtienen los hombres con el establecimiento y la perpetuidad de la sociedad civil Solamente si la voluntad general posee la extraordinaria fue rza operatoria que garantiza el paso de la pura libertad natural del individuo a la pura soberanía del cuerpo del pueblo —ella pueda conllevar en su concepto como tantas otras nociones cardinales de la doctrina de Rousseau—las paradojas que la hacen enigmática y la rodean incertidumbre Desdedeluego que es por un rasgo de genio que Rousseau hace de la voluntad general soberana la instancia jurídica suprema gracias a la cual puede efectuarse con toda legitimidad en la sociedad civil el cambio del hecho al derecho Pero entonces incluso recurriendo al joven cálculo integral para expresar la naturaleza excepcional de la voluntad común y única que anima al Estado Rousseau no consigue conducir el análisis hasta su feliz término La formulación desconcierta por la figura metafórica —a veces mecanicista a veces organicista— que él confiere a la voluntad general y que le impide separar el concepto de sus implicaciones especulativas Vemos que para los lectores de Rousseau y para él propio Rousseau el problema de la voluntad general sigue siendo en el derecho político compa rable a lo que en la geometría representa la cuadratura del círculo Este problema obviamente no es menor y hay que relacionarlo con la inmensa cuestión de la ley 3/ La ley, expresión de la voluntad general Se podría afirmar sin mayor duda que teniendo el siglo una verdadera pasión por las leyes Rousseau no escapó a la nomo filia de 139
su tiempo
Su obra según la más clara evidencia parece obsesio
Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Véase Jean Carbonnier « La passion des lois au siècle des Lumières
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nada por la búsqueda del legislador 140 hasta tal punto que Cassirer consideró a la ley como la piedra angular del sistema político de Rousseau Él considera que “La apología de la ley y su validez universal recorre todos los escritos políticos de Rousseau ” 141 Para Rousseau quien distingue cuatro tipos de ley 142 la impor tancia que éstas tienen en la sociedad civil es evidente: en efecto si el pacto social hace surgir al soberano como “persona pública” este no es más que “un ser abstracto y colectivo” 143 si bien la acción concreta del pueblo en su conjunto debe necesariamente pasar por la vía mediadora de la legislación “El cuerpo político actúa por medio de leyes y no podría actuar de manera diferente ” 144 En otras palabras las leyes son el “cerebro ” del cuerpo político y expresan la voluntad general de queMirabeau lo ánima Esto constituye comoenescribe Rous 145 seau al marqués “el mayor problema política” un problema que nunca ha sido verdaderamente tratado 146 aunque es de la más alta importancia ya que la fundación de las leyes al brindar al cuerpo político “el movimiento y la voluntad” 147 coloca
» in Bulletin de l’Académie royale de Belgique sesión del de diciembre de Quinta serie t p No estaría de más pedirle al ordenador contar en las obras de Rousseau la frecuencia con que aparecen los términos ley legislador
legislaciónVéase legislativo … E Cassirer “Das Problem J J Rousseau “ en Archiv fur Geschichte der Philosophie vol p ; Traducción al francés Revue de métaphysique et de morale Loc Cit p Rousseau distingue además de la ley natural cuatro tipos de leyes: —las leyes políticas quiénes regulan la acción del cuerpo político y las relaciones entre el soberano y el Estado; —las leyes civiles quiénes regulan las relaciones de los ciudadanos entre ellos; —las leyes criminales y penales que sancionan la desobediencia a las leyes civiles; —las leyes no positivas quiénes designan más bien los hábitos o incluso las costumbres en su conjunto Lettres écrites de la montagn car ta Pléiade t p Ibid pdel [Ibíd Lettres philosophiques Ed H Gouhier Carta de julio p de] “El tema es aún muy nuevo; la definición de la ley está todavía por hacerse” Émile livre in Pléiade t p [ Emilio p ] Le Contrat social p [ El Contrato social p ] p
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a las leyes por “encima de los hombres ” 148 La definición de la ley como “expresión de la voluntad general” 149 es célebre y se cree entenderla tanto más fácilmente cuanto que inspiró una amplia descendencia aunque Rousseau no lo hubiera deseado así y que la pasión admirativa que ella despierta es a menudo una traición En verdad la claridad de la doctrina no deja de estar acompañada de incertidumbres y dificultades Sin embargo Rousseau analizó la naturaleza de la ley; la definió como obra extraordinaria y delimitó su espacio específico A / La naturaleza de la ley Fiel método de trabajo parayelucidar la naturaleza de la leya su inicia descartando “lasRousseau ideas vagas metafísicas” que según dijo quizá sirvan para esclarecer “lo que es una ley de la natura leza” pero que dejan en “la ignorancia lo que es una ley dentro del Estado ” 150 Procurando conocer lo que precisamente sus ante cesores en particular Grotius y Pufendorf dejaron en la sombra examina “la naturaleza de las leyes civiles” preguntánd ose a su vez sobre la fuente de donde nacen y sobre sus caracteres propios En el artículo Economía política Rousseau designa explíci tamente la voluntad general del cuerpo político como la fuente de las leyes 151 En las dos sucesivas versiones del Contrato social define la ley civil como “un acto público y solemne de la voluntad general ” 152 En las Cartas escritas desde la montaña escribe: “La ley habla donde habla el soberano ” 153 La voluntad general que se presenta como la voluntad propia de la “persona pública” del Lettres philosophiques Ed H Gouhier p Économie politique p ; Manuscrit de Genève chap et ; chap p ; Le Contrat social p ; Fragments politiques Pléiade t p ; Lettres écrites de la montagne e lettre p ; e lettre p ; Emile livre p [Economía política p ; Manuscrito de Ginebra p ; El Contrato social p ; Emilio libro p ] Manuscrit de Genève [Manuscrito de Ginebra p ; El Contrato p social ; Le Contrat p ] social p Économie politique p [ Economía política p ] Manuscrit de Genève p ; Le Contrat social p [Manuscrito de Ginebra p ; El Contrato social p ] Lettres écrites de la montagne carta p
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Estado es caracterizada como la “autoridad suprema ” que lleva por nombre “sob eranía” y que es de acuerdo con la doctrina de Bodin “potencia de dar y es srcen de la ley ” Mientras el jurisconsulto del siglo XVI 154 empeñado en justificar la monarquía de Francia declaraba que el poder soberano “da la ley a los sujetos en general sin su consentimiento” 155 simplemente porque encarnada en la persona del príncipe él está por encima de las leyes; para Rous seau el poder soberano pertenece al cuerpo político nacido del contrato y se afirma como soberanía del pueblo: las leyes son pues “las declaraciones de la voluntad colectiva” y son animadas por el “yo común ” 156 La prerrogativa de hacer las leyes es un atributo esencial del pueblo soberano no del príncipe No obstante lo más importante –y también lo más novedoso no reside en esto sino que se encuentra en el hecho de que según Rousseau la potencia legisladora está más allá de todas las voluntades particulares es “la voluntad general” que no hay que confundir con la “voluntad de todos” Hemos visto que la voluntad de todos no es más que una agregación de las distintas voluntades particulares mientras que la voluntad general conforma una voluntad única e indivisible del pueblo en su conjunto Pensada de manera srcinal según el modelo del cálculo integral ella resu lta de la “integración” de las voluntades particulares de la multitud en el cuerpo político en conjunto En ella desaparecen del cuerpo común nolasesdiferencias en tanto síindividuales; mismo máscada que miembro una fracción completamente desprovista de individualidad; no es más que un ser abstracto un elemento matemático igual que cualquier otro Dado que la comunidad política se fundó a partir de “la alienación total de cada asociado con todos su s derechos a toda la comunidad” cada uno de ellos se dio por entero a todos y la condición general es la misma para todos
non pas d’ailleurs Rousseauá cita propos a Bodin de la souveraineté que una vezmais Economie des fínances politique publiques p [Economía política p ] Jean Bodin Les six livres de la République p [ Los seis libros de la República p ] Le Contrat social p [ El Contrato social p ]
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La voluntad general integra así estas unidades abstractas despro vistas de sus voluntades particulares y de sus “fuerzas propias” dentro del cuerpo político y expresa la ley de la formación y la norma de su orden inmanente En adelante cada ciudadano será “la parte de un gran todo” del que recibe hasta cierto punto “su vida y su ser ” 157 La génesis del soberano explic a la prioridad ontológica abso luta “el ciudadano no es nada sólo no puede nada no es sino por todos los otros” 158 así como también la autoridad política es inalienable e intransferible 159 En consecuencia ya que conviene distinguir en la persona pública la fuerza y la voluntad 160 tan necesarias la una como la otra pero sobre todo complementarias la una con la otra el soberano a diferencia del gobierno que sólo tiene una potencia ejecutora es investido de un “derecho legislativo ” 161 En el ejercicio de este derecho él es el único capacitado par a “dirigir las fuerz as del Estado según el fin de su institución que es el bien común ” 162 La idea puede pasar para banal y tradicional Con todo la srcinalidad de Rousseau es bien real cuando hace hincapié a partir de en el carácter racional de la fuente de las leyes: “La voluntad pública extrae su mayor peso de la razón que la dicta ” 163 Como sabemos sociabilidad y racionalidad van juntas y como el pacto social funda una sociedad que de inmediato es una sociedad civil éste en virtud de su principio no puede ser sino racional: la voluntad general es la razón pública; de la fuente racional práctica que conforma al soberano emanan las volunt queinmediatos llevan el nombre de leyes Por tanto la ley civil expresa “losades datos de la razón” puesto que no hay más autoridad común que ella
Ibid p [ Ibid p ] Ibid p [ Ibid p ] Ibid p [ Ibid p ] Manuscrit de Genève p [ Manuscrito de Ginebra p ] Économie politique p [ Economía política p ] más adelante estudiaremos las relaciones entre el Soberano y el Gobierno en el Estado del contrato Véase Infra p de Ginebra Ibid pp] ; Manuscrit de Genève p [Ibíd p ; Manuscrito Économie politique p [ Economía política p ] Hay que recordar que en su lettre à Christophe de Beaumont Rousseau declara que la razón es “una adquisición del hombre” e incluso apunta “una de las más lentas” Pléiade t p [Carta a Christophe de Beaumont Ed Cit p ]
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Rousseau antes que Kant quien lo admiraba justamente por esto comprendió que la ley es la “esquematización” práctica de la voluntad general Eso significa que envuelve la potencia de la obligación que inmanente a la razón hace de la legislación civil completa la “más sublime de las instituciones humanas ” 164 Ella no sólo simboliza por su fundación en la razón por su funda ción misma la idea pura de un Estado de derecho es decir del Estado como sujeto jurídico sino que posee una validez universal y absoluta De aquí se desprende que una comunidad civil que pretendiera prescindir de las leyes constituiría una franca contradicción en los términos: no podría constituir un Estado y sus miembros devueltos a la simple naturalidad en vez de ser ciudadano s completos y libres no serían más que una serie de individuos ser viles Por otra parte la deducción racional de la ley que explica sus caracteres específicos aquí expuestos es afirmada a menudo por la teoría “de la generalidad de la ley ” Ciertamente la idea de la ley como norma general no es nueva; era ya familiar a Aristóteles a Papinien o Ulpiano Pero Rousseau renueva su presentación y alcance La generalidad de la ley declara es doble: formal y material Y hay que entender estos conceptos de “forma” y “materia” de la ley La formulación que aparece en el Manuscrito de Ginebra contiene 165 “La forma está en la autoridad sobre este puntoasíacentos que instituye”: pues lainéditos generalidad de la ley se de signa en primer lugar formalmente como hija legítima de una democracia srci naria soberana “La materia está en la cosa instituida o resuelta”: como objeto de la ley no tiene otra finalidad que el bien común no puede so pena de contradicción lógica o nulidad política contem plar un objeto particular Por tanto “el objeto de la ley debe ser general tanto como la voluntad que lo dicta” Si emana de todos vale para todos Esta “doble generalidad” 166 conforma “el verda dero carácter de la ley” de modo que solamente cuando “todo el
Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ] Ibid p [Ibíd p ] Rousseau precisa que generalidad y universalidad son términos sinónimos ibid [Ibíd p ]
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pueblo se pronuncia sobre todo el pueblo” es ella realmente existe El srcen y la finalidad de la ley convergen Pero la paradoja no es más que aparente la ley que “debe partir de todos para retornar a todos” tiene como la filosofía según Hegel la belleza perfecta del círculo De la teoría de Rousseau se siguen dos consecuencias Primero porque la ley es un acto de soberanía que vale erga omnes y que “la voluntad general no puede en tanto que general pronunciarse ni sobre un hombre ni sobre un hecho” 167 ella se distingue de todo acto de magistratura el cual es un decreto del soberano referente a un objeto particular 168 La lección es discutible ya que una ley no es siempre general por su objeto 169 Esto no fue claramente enten dido por los juristas de la Revolución No obstante Portalis maître d´oeuvre del Código Napoleónico consagrará esta distinción entre ley y decreto 170 —En segundo lugar porque la ley es formalmente generada por la voluntad general que es “siempre recta y no puede errar” “la ley es buena por el simple hecho que ella es ley ” 171 En virtud de su arraigo racional puro práctico la ley es en cuanto a su forma tan perfecta como puede serlo Se creería estar escuchando la voz de Kant para quien “sólo la voluntad colectiva del pueblo puede ser legisladora” 172 y para quien además de manera más profunda toda regla y la obligación que práctica le está vinculada están fundadas 173 en la jurídica lex permissiva de la razón En efecto para Rous seau como para Kant la voluntad general que instituye la ley no
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Le Contrat social p m ; p
[ El Contrato social p
Manuscrit de Genève p ; Le Contrat social p [Manuscrito de Ginebra p ; El Contrato social p Sobre este aspecto del problema ver a Raymond Carré de Malberg La loi expression de la volonté générale Economica La obra es un comentario crítico de la Constitución francesa de Code civilJean in Discours rapports sur le Code Discours civil préliminaire le projet de Étienne etMarie Portalis Bibliothèquesur de philosophie politique et juridique Presses de l’Université de Caen p y Lettres écrites de la montagne carta p Kant Doctrina del derecho § Ibíd §
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podría sin contradicción no ser la buena voluntad: sólo observa al interés común de modo que el pueblo “quiera siempre su bien ” 174 Así pues todas las leyes que por su fundación obedecen a la ley misma de la razón son en su forma universal rectas y justas 175 En verdad la rectitud formal de la ley no implica su excelencia material: ya que si la voluntad general que es la razón pública no puede errar el pueblo que delibera no siempre ve el bien del que es capaz 176; sucede que se equivoca o se corrompe y no siempre está lo suficientemente esclarecido La razón duda de sí bajo el peso de diferentes presiones o de las pasiones; entonces el soberano en vez de considerar a “los sujetos en conjunto y [a] las acciones como abstractas” 177 pretende resolver en relación a los individuos es decir sobre casos par ticulares; en tales condiciones el soberano no es más una persona pública: sus decisiones no responden ya al formalismo racional y a la exigencia de universalidad por lo que ya no son leyes Pero esta desviación de la vocación de las leyes pone de relieve a contrario el imperativo categórico racional del cual son portadoras En el formalismo de la ley que ya se expone en la teoría de Rousseau se pueden leer los dictamina rationis de los cuales Kant pronto hará la piedra de toque de su doctrina jurídica y el principio de la revolución copernicana del derecho Rousseau por supuesto no va tan lejos; pero a su modo de ver el formalismo la ley expresadenotoda sólolegislación la racionalidad pura y universal que es de el fundamento civil sino también la racionalidad del sentido del cual toda ley es portadora En eso el formalismo racional de la legislación civil revela ser hasta cierto punto el principio de legitimidad del orden político En este oficio permit e incluir los “prodigios” que hace posible la invenció n El Contrato social p Kant Doctrina del derecho § : “la voluntad unificada del pueblo no debe poder hacer por medio absolutamente de la ley ninguna injusticia a cualesquiera” Le Contratley social Contrato “Ninguna general espmala”[ ElÉmile p social [Emilio p p] ] ; Carta a Mirabeau en Lettres philosophiques Ed H Gouthier p dónde se citan las palabras de Ovidio Metamorfosis versos : vides meliora proboque deteriora sequor; [Emilio p ] Le Contrat social p [ El Contrato social p ]
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“sublime” de la ley civil: en efecto la ley por medio de la cual se dicta a cada ciudadano los preceptos de la razón política es a quien “solamente [ ] los hombres deben justicia y libertad ”
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B / Los prodigios de la ley Es creando las condiciones jurídicas que hacen posible la justicia y la libertad que la obra ex traordinaria de las leyes civiles es llevada dentro de la filosofía del derecho de Rousseau a una revolución doctrinal cuya envergadura conviene medir Rousseau admite la existencia de una justicia y de una libertad naturales; pero el considera que en el estado de naturaleza el hombre se limita vivir unelvivir satisfecho tiene conciencia de talesa valores; hombre naturaly feliz comoqueunnoanimal pertenece al orden universal y no se plantea problemas La ley natural lo controla simplemente porque impone al mundo entero su necesidad Ocupado en conservar su vida y en gozar al satisfacer sus instintos el hombre no se eleva a la conciencia de la ley que lo regula Lo justo natural que se confunde con el orden universal y la libertad natural que se confunde con la necesidad vital le son innatos Sin embargo en la inmediatez de su existencia la ignora ya que “no tiene el espíritu de asombrarse de las mayores maravillas ” 179 Para el hombre que en el estado de naturaleza vive sólo para sí y se limita a sí propio como ser independiente entendiendo por esto una ingenua adhesión a sí mismo todo pasa como si no hubiera ni justicia ni libertad puesto que él no tiene todavía ninguna idea Justicia y libertad no se perfilan sino hasta que aparecen las relaciones interhumanas; en vez de la yuxtaposición contingente de los individuos estas implican una asociación voluntaria a favor de la cual utiliza las “facultades que el hombre natural ha mantenido en potencia ” y que se desarrollan afirmando su perfectibilidad que consiste en la capacidad de des naturalización Entonces el cambio Économie politique p ; Manuscrit de Genève p [ Economía política p ; Manuscrito de Ginebra p ] Discours sur l’srcine de l’inégalité p [ Discurso sobre el srcen de desigualdad p
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antropológi co que por medio del contrato hizo de un animal estú pido y limitado un ciudadano y un hombre 180 se realiza al mismo tiempo que se efectúa una metamorfosis cualitativa y normativa por medio de la cual la justicia substituye al instinto El hombre pierde su independencia natural que no era más que una pseudo libertad salvaje y sin leyes y al mismo tiempo adquiere la libertad civil y la libertad moral: “No es sino la fuerza del Estado la que hace la libertad de sus miembros ” 181 Así la libertad supera dentro del Estado el juego de las simples determinaciones naturales En el Estado civil el hombre no sólo ve y quiere la libertad sino que la tarea de la ley es obligarlo puesto que “la libertad sin la justicia es una verdadera contradicción” 182 a hacerse al mismo tiempo libre y justo El gran prodigio de la ley —obra extraordinaria casi santa y al menos sagrada— es conciliar el dogma positivo de la autoridad con la eminente nobleza de la libertad 183 La lógica política impone en consecuencia que la justicia y la libertad sigan la suerte de las 184 leyes: obra de la ley ellas se afirman o se extinguen con ella ¿Cómo podría ser de otra manera puesto que “la ley es anterior a la justicia y no la justicia anterior a la ley”185 y que la libertad es para el ciudadano la adhesión a la obligación que implica la naturaleza racional de la ley? Se podría creer que en Rousseau hay como en Hobbes una tentación “positivista” Rousseau en efecto exalta a la ley civil haciendo muchasdeveces su elogio: incluso considera que para el establecimiento un nuevo carácter político susceptible de hacer pedazos al absolutismo por medio de la renovación de los funda mentos de la legitimidad jurídica político el “establecimiento de las leyes” es la tarea prioritaria de la República que debe ofrecer todos sus cuidados a esta “gran y difícil empresa ” 186 Él insiste en Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Ibíd p [ Ibíd p ] Lettres écrites de la montagne carta p Économie politique p [ Economía política p ] Discours sur l’srcine inégalité no de las leyes y la autoridad dede susl’ defensores p hay«En ni seguridad cuanto cesan ni el libertad vigor para nadie» [ Discurso sobre el srcen de desigualdad p ] ; Lettres écrites de la montagne carta p Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ] Le Contrat social p [ El Contrato social p ]
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la “necesidad de las leyes positivas” 187 aptas para enseñar a cada uno de los hombres siempre débiles y falibles ellos mismos “lo que deben querer” y a impedir puesto que la primera ley es respetar las leyes retornar al estado de naturaleza donde les es imposible realizar su humanidad Dicho de otro modo la ley en tanto que acto de soberanía es “un convenio del cuerpo del Estado con cada uno de sus miem bros”; como tal es legítimo eq uitativo útil y sólido 188 Los pueblos no se pueden propasar Corresponde a las leyes civiles anunciar a todos la sabiduría y la equidad que las dictó y que hace de ellas la guía del ciudadano Por último su fundamento racional base del “derecho recto y positivo” 189 que las constituye hace que no sea necesario que sean muy una garantíaa suficiente de calidad; sunumerosas; cantidad essualgoracionalidad totalmenteessecundario; veces incluso un número demasiado grande puede ser nocivo Sin embargo aunque Rousseau declara que “la ley es anterior a la justicia” rechazando la tesis de Montesquieu para quien existe “rela ciones de justicia posibles previas a la ley positiva que las establece” 190 e incluso teniendo en cuenta el entusiasmo que conduce a Rousseau de la fuerza de la ley a la religión civil resulta muy difícil sostener que estamos frente a premisas positivistas Lejos de rechazar la idea del derecho natural Rousseau pretende al contrario 191 que existe “un derecho natural propiamente dicho” previo a la razón y “un derecho natural razonado ” que no es producto de la espontaneidad y que se sitúa en un nivel muy distinto Si el derecho natural en su primera figura no es más que “un sentimiento verdadero pero muy vago y a menudo obstruido por el amor a nosotros mismos” que sigue siendo lacónico y dudoso toma en una segunda figura un significado por entero notable: no es ya naturalmente natural es decir srcinario e inmediato; sino que pasa a ser en razón de la mutación existencial que efectúa el pacto social analógicamente Manuscrit de Genève p
[Manuscrito de Ginebra p ]
Ibid pp [Ibíd p ] Montesquieu L’Esprit des lois Pléiade t p [ El espíritu de las leyes p ] Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ]
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natural es decir que si nada ha cambiado en su finalidad ésta para realizarse utiliza las vías de la razón organizadora En esta transformación la ley civil asume una función dialéctica entre el estado de naturaleza y el estado civil De esta manera Rousseau a medio camino entre Pufendorf y Hegel bosqueja la tesis que será en Kant la idea directriz de la Doctrina del derecho : regresa a las teorías jusnaturalistas sin negar por adelantado el derecho natural Con acentos patéticos Rousseau escribe: “Toda justicia viene de Dios sólo él es su fuente; pero si supiéramos recibirla de tan alto no necesitaríamos ni gobierno ni leyes ” 192 De tal manera que el derecho natural en su trascendencia no es el paradigma que preside la institución de las leyes civiles sino que corresponde a las leyes civiles dar a las normas naturales venidas de Dios el sello humano que las convierte para los hombres en accesi bles y efectivas “En el estado civil todos los derechos son estipulados [fixés] por la ley” 193; es de este modo que reciben la sanción de la cual están desprovistos en su estado natural srcinario Esta sanción los vuelve admisible para los hombres porque la ley que es la misma para todos vela por la reciprocidad de las relaciones jurídicas: “Los compromisos que nos vinculan con el cuerpo social sólo son obli gatorios porque son mutuos ” 194 La sanción del derecho por la ley constituye su garantía Por esta razón el poder soberano del Estado no suprime ninguno de los derechos de los que el hombre goza naturalmente porque libert del hombre es “así deLagrande” y es mayor en el estado civilla que en ad el estado de naturaleza dife rencia es que los derechos humanos so n aquí salvajes y anárquicos por lo tanto inútiles; y allá están validados y garantizados y por lo tanto son efectivos y eficaces Lejos de que la dificultad jurídica que atañe a las leyes del Estado entrañe en la obediencia civil una “alienación” cualquiera ella permite por el contrario que los hombres hagan “un inter Ibid p ; Le Contrat social p [Ibíd p ; El ContratoLesocial ] social p Contrat [El Contrato social p ] 2 Manuscrit de Genève p [ Manuscrito de Ginebra p 3
Le Contrat social,
ii, iv, p. 375. [El Contrato social, p. ] .
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cambio ventajoso” 195 cuyo alcance se mide en cuanto se lo inscribe en el espacio específico de la legislación C / Espacio específico de la legislación El Estado según Rousseau no es un fin en sí Tiene por función garantizar la felicidad de los ciudadanos ya que t anto en la sociedad civil como en el estado de naturaleza “todo hombre quiere ser feliz” El imperio de la legislación civil está pues ordenado en su conjunto hacia el “mayor bien de todos” —lo que sólo se puede comprender especificando el espacio propio que ocupa la ley civil en su relación con la ley de la naturaleza Rousseau rechazanilaslosdistintas definiciones tradicionales de ley de la naturaleza: jurisconsultos romanos que influidos por el estoicismo quienes ven en ella el reflejo del orden cósmico ni los modernos Pufendorf y Burlamaqui que se refieren a tales como principios de la naturaleza del hombre supieron entender su concepto declara Rousseau: cada uno la definió “a su manera” y la estableció según “principios metafísicos” muy obstrusos No obstante rechazar estas definiciones no implica que se rechace la idea de una ley natural inherente a toda criatura y anterior a la razón Rousseau reconoce en la naturaleza una potencia legislativa universal 196 como la autoridad que ella ejerce al “dirigir a todos” y que no es susceptible de contrastación Por eso no le está permi tido al hombre ni en el estado de naturaleza ni en el estado civil infringir esta “ley sagrada”; por otra parte no se la infringirá nunca impunemente 197 ¿No es reconocer que el orden inmanente de la naturaleza es y debe ser el último fundamento de las leyes de la República? Pero en este punto el pensamiento de Rousseau no se asemeja
Lettres écrites de la montagne carta p La naturaleza «législatrice» se compara con la «ley de Esparta» en el Discours sur l’srcine de l’ inégalité p ; cf Fragments politiques p [ Discurso sobre el srcen de desigualdad p ] La Nouvelle Héloïse car ta Pléiade t p
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al de los jurisconsultos de la Escuela del derecho natural Su srci nalidad la hace difícil A su modo de ver la fundación de las leyes civiles con base en la ley de naturaleza no es el punto principal sino el teleológico El Manuscrito de Ginebra explica por qué en su pluralidad las leyes fuente del derecho positivo tienen por voca ción contribuir al bien común: “La primera y única ley funda mental verdadera es la que se deriva del pacto social”: y consiste en que cada uno prefiera en todas las cosas el bien más grande de todos además “va contra la naturaleza que uno quiera dañarse a sí mismo” Con todo si es cierto que en virtud del principio de conservación el fin de todo gobierno es la felicidad del pueblo no hay gobierno que pueda “forzar a los ciudadanos a vivir felices El mejor [gobierno] es el que los pone en estado de serlo si son razonables” 198 El propósito de las leyes es ayudar a los hombres a realizar su voluntad de felicidad y por lo tanto la voluntad de libertad que la naturaleza depositó en ellos No realiza su potencia práctica gracias ni a la divina perfección de una ley de la naturaleza universal que el legislador tomaría por arquetipo ni en las deter minaciones que requieren de un carácter humano inmutable Su fundación no es otra que la esperanza de libertad y de fe licidad que está en el corazón del hombre; ella misma reside en la voluntad de realización de esta esperanza en lo que Rousseau entrevé como la “finalidad” del hombre La majestad este fin se explica por laelteleología moraldel de la razón orientadadehacia la libertad y hacia bien soberano hombre Como tal ella se convierte imperativamente en el deber de la República La empresa es “sublime” y se comprende que sea necesario contar verdaderamente “con dioses para dar leyes a los hombres ” 199 A falta de luces trascendentes el oficio del “gran Legislador” —al cual los Antiguos dieron las figuras inolvidables de Moisés Licurgo o de un Numa Pompilius— será piensa Rousseau el de asumir esta tarea Requerirá para ello de la amplitud de la visión del profeta De cualquier forma deberá ser él cuyo empleo no Fragments politiques p Le Contrat social p [ El Contrato social p ]
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es ni la magistratura ni la soberanía “un hombre extraordinario dentro del Estado” Su mirada en vez de volverse hacia el pasado siempre sobrepasada por “el pueblo del presente” deberá atravesar el infinito de los tiempos con el fin de leer el destino esencial del pueblo Eso no podría significar como declara en el Manuscrito de Ginebra sobre este punto corregido por El contrato social que su obra esté “por encima de toda fuerza humana ” 200 Muy sutil mente Rousseau considera que la tarea del legislador es ajustar las leyes para lograr esta realización —labor encaminada a hacer del hombre verdaderamente un hombre y que no requiere más que medios humanos Lo más difícil en este caso es que el legislador para defender las prerrogativas de la razón y realizar las más altas esperanzas sólo cuenta con “una autoridad que no es nada” No teniendo el apoyo de la fuerza ni del razonamiento debe por su “razón sublime” y “como un intérprete de los dioses” no usar más que la persuasión Necesita de “un alma grande ” No es empero ni un enviado de los dioses ni un superhombre “El verdadero milagro que debe probar su misión” reside en el hecho de incluir que “el hombre del hombre” libre justo feliz será aquel que como nunca antes ha sucedido en la historia no perderá de vista la perfección final querida por la naturaleza El legislador es en quien se encarna el orden de las cosas y la esperanza de los hombres; en consecuencia el orienta la voluntad general que es racional en su universalidad formal a la cualpoco le proporciona contenido queque el pueblo ya menudo clarividenteelpor sí mismorazonable quiere pero no siempre alcanza a ver Al guiar a los hombres sobre las vías de su realización el legislador obedece a la finalidad de la razón que ha querido la naturaleza En una visión que anuncia la perspectiva kantiana Rousseau confía a este “hombre providencial” que es el legislador el inmenso y sublime deber de hacer que el hombre por medio de las leyes pueda un día reconciliar la cultura y la naturaleza Por la mediación del legislador las leyes civiles pueden tra bajar en la re naturalización del hombre
p
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Ibíd p
[Ibíd p ] ; Lettres écrites de la montagne carta
En este punto conviene no obstante hacer justicia a la lucidez de Rousseau que no se extravía en un racionalismo soñador Anti cipa no sin cierto heroísmo intelectual que el legislador fracazará en su extraordinaria misión no porque no sabrá ponerse a la altura de lo sublime que ella exige sino porque los hombres reales sobre esta tierra no lo comprenderán Con todo este previsible fracaso no condena a Rousseau a una tristeza infinita Porque está conven cido que la autodeterminación de la libertad sólo es posible por la mediación de las leyes o —lo que viene a ser lo mismo— por la exigencia de racionalidad que impone a los hombres la tarea esen cialmente práctica de construir su propia condición él examina con meticuloso cuidado los medios por los cuales el Estado puede estableciendo una relación precisa y rigurosa entre la soberanía y el gobierno trabajar bajo el imperio de la ley en la realización del más alto destino humano 4/ La soberanía y el gobierno en el estado del contrato La filosofía política de Rousseau sólo se revela plenamente más allá del análisis de los principales conceptos que conforman las estruc turas esenciales del Estado se dirige al estudio de los órganos e instituciones susceptibles de dar vida y movimiento a la República En efecto por una parte la problemática del Contrato social puede considerarse como una de las más clásicas en la medida en que como hemos visto Rousseau buscando los fundamentos del derecho político vuelve sobre la cuestión de la soberanía del Estado Por otra parte sin embargo Rousseau no es en este problema un filósofo político que se puede situar en la misma línea de pensamiento que sus antecesores Bodin o Hobbes: Bodin al teorizar por primera vez la idea de soberanía pretendía dar una base doct rinal a la monarquía de Francia cuyas debilidades comprobaba penosamente; Hobbes al inscribir el concepto de “soberano ” en el racionalismo mecanicista de su sistema le otorgaba una forma geométrica perfecta; Rousseau por su parte apuntando a lo que es “fundamental” se pregunta ni sobre lo que es ni sobre lo que hace al poder no soberano en el Estado sino que se cuestiona sobre lo que lo convierte en legítimo válido y seguro También se podría pensar que Rousseau al tratar
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expresamente la cuestión del derecho público desde un punto de vista fundacional no debía preguntar sobre la objetivación práctica de la soberanía Sin embargo si aborda por completo este problema es que a su modo de ver el poder legislativo del soberano debe necesariamente encontrar su prolongación en el gobierno que es la potencia ejecutora A decir verdad Rousseau al abordar esta cuestión que se levanta nada menos que sobre la relación entre la forma pura o la esencia de la República y su expresión concreta en el Estado apenas si deja el plano de la especulación y muy poco se preocupa por lo empírico: lo que propone es una teoría de la práctica razonando como siempre sobre lo principal Por lo tanto de acuerdo con esta preocupación de radicalidad la problemática enunciada es simple porque es esencial: Rousseau se pregunta si la racionalidad de la idea de soberanía pura y universal en su ex igencia normativa puede incorporarse a la necesaria dimensión práctica de la política En términos más incisivos la cuestión consiste en saber si según Rous seau no se condena a to do gobierno debido a la diferencia irredu cible entre los planes y las órdenes a una inadecuación con relación a la voluntad general soberana que es el fundamento último Con el fin de incluir la relación entre soberanía y gobierno coloquémonos sucesivamente en el punto de vista de la lógica jurí dica y desde la perspectiva del análisis de alcance filosófico A/ El punto de vista de la lógica jurídica Dos observaciones previas permiten situar el problema en la economía general del pensamiento de Rousseau La primera observación es de carácter estructural: la idea de soberanía por su conexión esencial con el concepto de voluntad general aparece de manera omnipresente en el Contrato social ; es más se encuentra en el centro de cada una de las cuatro partes de la obra En cambio el problema del gobierno se plantea como un problema específico que aparece nicamente el libro III Esta diferencia tópica aeslo significativa: la relación en de los dos conceptos va de lo general particular La segunda observación es de carácter léxico: Rousseau no distingue entre los términos “soberanía” y “soberano”: uno y
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otro se refieren “al Estado cuando es activo” es decir cuando éste es caracterizado por el poder que tiene de legislar Indiferentemente se puede decir que la soberanía pertenece al “yo común ” del pueblo en su conjunto o bien que el pueblo en quien reside la voluntad general es el soberano En cuanto al término “gobierno ” Rousseau considera que el sentido “no ha sido explicado todavía del todo” 201; el gobierno precisa ha sido “confundido de mala manera a propó sito del soberano ” A hora bien él no es “más que el ministro ” y su oficio propio se reduce al “ejercicio legítimo del poder ejecu tivo” 202 La semántica basta para poner de relieve el problema: la relación entre poder legislativo y poder ejecutivo —La relación del soberano con gobierno es en primer lugar la de lo general con lo particular “El principio de la vida política reside en la autoridad soberana” que nacida del pacto social se confunde con la voluntad general de la “persona pública ” que e s el Estado 203; ella pertenece pues al conjunto de los ciudadanos y “la voluntad general para ser realmente tal debe serlo tanto en su objeto como en su esencia ” Más concretamente la voluntad general es general en su fuente puesto que implica la voluntad unánime de los que forman el cuerpo político; ella es general por su naturaleza puesto que expresa la unidad del yo común en la República; es general en su finalidad puesto que contempla el interés común Su vocación legislativa la poder señal de una estricta “Ella debe está partircolocada de todosbajo para aplicarse a todosracionalidad: ” Perdería su rectitud natural si tendiera a algún objeto particular o determinado; en el ámbito de los asuntos particulares se encuentra desprovista de competencia; no puede pronunciarse ni sobre un hombre en particular ni sobre un hecho individual Por otra parte Rousseau hace notar que lo que generaliza la voluntad es menos “el número de voces que el interés común que las une ” 204 Por tanto la soberanía calidad propia y exclusiva de la voluntad general no vale más que
Le Contrat social Ibid p Ibid p Ibid p
Liminaire p [ Ibíd p ] [Ibíd p ] [Ibíd p ]
[ El Contrato social p ]
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referida al orden general 205 No conociendo más que “el cuerpo de la nación” establece ninguna discriminación entre los ciudadanos que la componen “Común a todos” tiene por garante “la fuerza pública” y por único objetivo “el bien general ” 206 La soberanía es pues la soberanía del pueblo 207 y como es inconcebible que el pueblo al estar reunido en conjunto como un único cuerpo quiera hacerse algún mal a sí mismo su generalidad que procede de la exigencia de universalidad de la razón significa su carácter absoluto e irreprochable La soberanía del pueblo expresa en su rectitud formal la soberanía de la razón La dificultad viene de que el pueblo que quiere siempre su bien no siempre lo ve El pueblo ”insuficientemente informado” corre siempre el riesgo ser víctima de las intrigas y de en las derecho faccionesEl que dividen en la de realidad la soberanía indivisible gobierno de los hombres es difícil y se debe considerar las particu laridades de las diversas condiciones Ésta tarea considera Rousseau debe efectuar la comunicación entre el soberano que e s activo y el Estado que es pasivo 208 es decir es importante tener presente cómo se articulan en el cuerpo público las condiciones de ciudadano y sujeto : ella se refiere solamente a la del gobierno Solamente que ella es tanto más delicada cuanto que la misma palabra “gobierno” es problemática En El contrato social Rousseau ha postulado que el gobierno opera en la persona pública de la misma manera que Es necesario admitir que la tesis de Rousseau que afirma la “generalidad de la ley” es contradicha por el derecho positivo que menos homogéneo que lo que él dice en el Contrato social deja lugar a leyes que se refieren a objetos o categorías particulares Y ello por supuesto significa que la voluntad general implica no solamente que cada uno se compromete con todos y cada uno con los demás en particular sino que todos los ciudadanos se comprometen con ellos mismos: “El acto de asociación refuerza un compromiso recíproco del publico con los particulares contratando por decirlo así consigo mismo se encuentra comprometido bajo una doble relación: a saber como miembro del Soberano hacia los particulares y como miembro del Estado hacia el Soberano” Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Lo que no está exento El pacto de dificultades social da segú al cuerpo n veremos político másunadelante poder absoluto sobre todos los miembros y es este mismo poder que ”dirigido por la voluntad general lleva el nombre de Soberanía” Le Contrat social p [El Contrato social p ] Ibid p [ Ibid p ]
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opera en el hombre la unión del alma y el cuerpo” 209 Ahora bien el Manuscrito de Ginebra explícito y enigmático afirmaba: “Como en la constitución del hombre la acción del alma sobre el cuerpo es el abismo de la filosofía del mismo modo la acción de la voluntad general sobre la fuerza pública es el abismo de la política en la constitución del Estado Es allí donde todos los legisladores se han perdido ” 210 Es justo reconocer la problematicidad intrínseca del concepto de gobierno Es necesario pues descender e n el abismo y no perderse en él El gobierno es definido por Rousseau como “un cuerpo inter medio establecido entre los sujetos y el soberano para su mutua correspondencia ” Este cuerpo intermedio lleva el nombre de Prín 211 De cipe ; sus miembros stricto sensumanera son lospor gobernadores llaman magistrados o reyes que ninguna lo tanto es se posible como lo hizo una larga tradición que es barrida aquí de un sólo golpe confundir entre el rey el príncipe y el soberano Sólo el pueblo es soberano El príncipe designa al cuerpo de los magis trados que no son más que los ministros del soberano; el rey como “gobernador” es uno de estos magistrados Una vez establecidos estos términos Rousseau esclarecerá en dos momentos sucesivos la naturaleza del gobierno En un primer momento nada impide imaginar que la relación entre el soberano el conjunto de los ciudadanos activos y el Estado el conjunto
de los sujetos pasivos conformen una relación de coincidencia o incluso de identidad Se tendría entonces e l caso de una democracia directa y como tal el gobierno sería inútil Ahora bien Rousseau dista mucho de creer en la viabilidad de esta obra maestra del arte político: “nunca ha existido verdadera democracia y no existirá jamás” 212; sólo un pueblo de dioses se gobernaría democrática mente Por eso aparece en un segundo momento que la repú blica de los hombres para constituirse adecuadamente necesita de un gobierno que sirve para “la comunicación entre el Estado Ibid [Ibid ] Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ] Le Contrat social p ; Émile livre V p [El Contrato social p ; Emilio p ] Le Contrat social p [El Contrato social p ]
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y el soberano”; es decir establece una mediación entre la genera lidad de los actos legislativos del soberano y la particularidad de los comportamientos de los sujetos El gobierno es la instancia que tiene vocación para incluir los asuntos privados bajo la regla pública En él se encuentran “las fue rzas intermedias” que median entre la generalidad y la particularidad Esta es la razón por la que es importante distinguir entre las leyes y los decretos de magistratura que se aplican a casos concretos o a objetos par ticulares De esta manera de inmediato se entiende el sentido que tiene esta mediación para la lógica jurídica: la voluntad del soberano sólo se comprende con relación a las exigencias formale s universales de la razón que está al principio de la institución contractual del Estado; el gobierno por la acción de los magistrados confiere una eficacia concreta a las decisiones del soberano particula rizándolas: eso signi fica que legislación y administración es decir según Rousseau el gobierno de los ministros conllevan en la toda República dos funciones distintas cuyos dos órganos institucionales son también distintos y deben tener su propia carga Esto aparentemente está claro Con todo desde el punto de vista especulativo se trata nada menos que de “la cuadratura del círculo” De lo que precede resulta en efecto por una parte que ningún gobierno puede ser adecuado a la voluntad soberana; por otra que todo gobierno es necesariamente impuro La consecuencia es evidente: lo general particular gobierno no como puedemediación ser juzgadoentre bueno en sí; a ylolosumo puede un ser considerado mejor o menos bueno que otro Mientras que el sobe rano es por su forma misma de una rectitud absoluta y tal como debe ser el gobierno por el contrario no puede ser considerado más que desde una perspectiva pragmática y relativista Es este paso de lo normativo a lo positivo —que es también el paso de lo absoluto a lo relativo— que vuelve fundamentalmente problemática la articulación entre lo general y lo particular en el Estado del contrato; pero según Rousseau este problemática no conduce a ninguna aporía —Adoptando otro punto de vista sobre el problema de la relación entre soberano y gobierno el de la metodología perspectivista que
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le es familiar Rousseau encamina su lógica jurídica hacia una lógica política En consecuencia examina la relación entre la potencia legis
lativa del soberano y la potencia ejecutora del gobierno De tal manera que ya no se trata de someter a examen un problema de naturaleza sino un problema de función “No es bueno que aquél que hace las leyes las ejecute” ha escrito Rousseau Montesquieu para descartar los maleficios de un abso lutismo siempre cargado de amenazas despóticas ya había hecho esta observación a partir de la cual elaboraba el esquema de una política constituc ional de libertad Rousseau evoca bien los peligros de despotismo o de la anarquía que nacen de la confusión entre los poderes 213 y es deliberadamente hostil como también lo es Montes quieu al cúmulo de las funciones que por la indistinción entre lo privado y lo público o entre lo particular y lo general corre el riesgo de favorecer muchas formas de corrupción Pero Rousseau no se orienta hacia una teoría constitucionalista en la cual “por la disposición de las cosas” el poder detiene al poder 214 sino que él prefiere razonar matemáticamente La relación existente entre el soberano y el Estado nos dice es como la de los extremos en una proporción continua es decir geométrica donde el gobierno es la media proporcional Dicho de otro modo el s oberano es al gobierno lo que el gobierno es al Estado: Soberano (activo) ______________ Gobierno
Gobierno
= _____________ Sujeto (pasivo)
Por tanto el problema político es un problema de equilibrio de poderes: “No se podría alterar ninguno de los tres términos sin romper al momento la proporción ” 215
Ibid ‘Espritpdes] lois p Montesquieu N p L [Ibíd Por un juego de equilibrio de los poderes tal poder por el ejercicio de las competencias que se le asignan termina en el ejercicio de las competencias de otros poderes [El espíritu de las leyes p ] Ibid [Ibid ] Ibid [Ibid ]
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Para Rousseau estos tres términos no son como había estable cido la tradición constitucionalista el poder legislativo el poder ejecutivo y el poder judicial; son el soberano es decir los ciuda danos el Estado es decir los sujetos y el gobierno es decir los magistrados Así pues todo se esclarece gracias a la matemática: sí el soberano quisiera controlar sería demasiado pote nte con relación al gobierno; sí el gobierno quisiera legislar su poder abusivo lo volvería excesivo con relación al soberano: en los dos casos Montesquieu ya lo había visto el despotismo se instalaría como promotor del abuso y el desorden 216 y al final se perfilaría la disolución de la República Y si los sujetos en el Estado no obedecen más a las leyes el soberano y el gobierno serían entonces demasiado débiles tanto uno como el otro: la anarquía reinaría Para evitar estos males que destruyen la República es necesario que la obediencia de los sujetos a las leyes esté compensada por la autoridad de los ciudadanos sobre el gobierno En efecto el pueblo en un Estado constituye un parámetro cuantitativamente variable de modo que la participación de cada ciudadano en el poder sobe rano se debilita en la medida en que la demografía aumenta lo que significa que mientras “más aumenta el Estado más disminuye la libertad ” Con el fin de atenuar este debilitamiento que sufre el gobierno a medida que el pueblo incrementa su número le corres ponde por lo tanto ser menos flexible y más fuerte: “Entre más 217 Eso no el Estado precisa aumenteRousseau más el gobierno estrecharse obstante no quieredebe decir que los ”magistrados deban ser más numerosos ya que el aumento de su número sería para el pueblo una señal de su debilidad: “La relación de los magis trados con el gobierno debe ser la opue sta a la relación de los sujetos con respecto al soberano” 218 aunque “el número de los je fes [debe disminuir] en razón al aumento del pueblo” Se comprende así comó no hay “una constitución de gobierno única y absoluta sino que hay tantos gobiernos diferentes en naturaleza como Estados diferentes en tamaño ” 219
Ibid p Ibid p Ibid Ibid p
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[ Ibíd p ]
Esta matemática gubernamental confiesa Rousseau no podría entenderse más que de manera simbólica ya que “la precisión geomé trica no tiene lugar en las cantidades morales” Ella ayuda a distin guir sin embargo al cuerpo de los magistrados y a los ministros de soberano la distinción que debe establecerse entre el príncipe y el gobierno como en el cuerpo político se distinguen al Estado y al soberano: el príncipe y el Estado son órganos estructurales; el gobierno y el soberano son potencias funcionales de poder Así se traza la complementariedad del gobierno y el soberano No basta con decir que el soberano legisla en términos ge nerales y que el gobierno ejecuta las decisiones legislativas por la aplicación de decretos a los casos particu lares; es necesario comprende r que “el arte del legislador es saber fij ar el punto donde la fuerza y la voluntad del gobierno siempre en proporción recíproca se combinan con la relación más ventajosa para el Estado” 220 Bajo estas condiciones si el soberano no puede ser pensado más que en su rectitud formal —es únicamente lo que debe ser— en cambio el gobierno en quien se concentra la “administración” de la República es juzgado según su fuerza: no según una fuerza absoluta que es siempre igual a la del Estado sino según su fuerza relativa que depende de su concentración y su actividad efectiva Es decir que el gobierno sigue siendo un poder subalterno en derecho subo rdinado —lo que Weber llamará un “un estado mayor administrativo”— que debe ser controlado por laparte voluntad soberana del Esteejecutivo estatuto yfuncional corres ponde por otra a la naturaleza del legislativo puesto que el ejecutivo es una potencia que actúa y el legislativo es una potencia que quiere A pesar de eso “el gobierno hace esfuerzos de continuo contra la soberanía” 221; su tendencia cualquiera que sea el régimen —democrático aristocrático o monárquico— es a degenerar De aquí se desprende que la esfera política por su propia naturaleza conlleva siempre inadecuaciones entre el soberano y el gobierno —que exigen ser interpretadas B/ El sentido filosófico de la relación entre soberanía y gobierno Ibid p Ibid p
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El sentido filosófico de la relación que establece Rousseau entre soberanía y gobierno corre el riesgo de ser f alseado por el esclareci miento pragmático que aportan los textos consagrados a la Cons titución de Córcega y los dedicados al Gobierno de Polonia P ero sobre todo en este punto no se puede omitir subrayar el hecho de que las “consideraciones ” que expone son reflexiones suscitadas por los acontecimientos o bien pensamientos de un experto llamado a consulta De ninguno de ambos escritos se pueden extraer argu mentos decisivos a nivel especulativo Para entender el significado filosófico de las estructuras institucionales y de las funciones orgá nicas de la República es mejor permanecer en el nivel del pensa miento teórico reflexivo de El contrato social Él mismo Rousseau señaló en sucesivas ocasiones y lo repite de nuevo en el contrato social que el único régimen en el cual se corresponde exactamente la relación del soberano con el gobierno —a saber la democracia directa— es imposible de facto entre los hombres Hay un desfase irreducible entre lo que el hombre piensa y lo que construye y es justamente en este corte entre el derecho y el hecho que se refugia el estat uto metafísico del hombre La voluntad general cuyo concepto de soberanía como forma o principio esencial de la política es su revestimiento no pertenece como mostramos más arriba al orden de los hechos: es un ser de razón ideal y puro Se define al soberano como un deber ser: es la norma de toda política Esta es laprincipio razón por la cual lase idea de sobe ranía toma la dimensión de un universal: inscribe en toda sociedad civil porque es la regla La autoridad soberana es en todas partes la misma 222 Los fundamentos del Estado no son dife rentes según los regímenes gubernamentales 223 Como Hobbes había comprendido toda sociedad civil radica de derecho en una demo cracia srcinaria puesto que la soberanía por el acto del contrato que la instituye es la voluntad del pueblo: “Todo gobierno legí timo es republicano” 224 escribe Rousseau Pero la democracia srci naria no designan un tipo de régimen y el término de “gobierno” Ibid p [ Lettres écrites de la montagne carta p Le Contrat social p [ El Contrato social p ]
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que emplea Rousseau aquí no implica la potencia ejecutora de las leyes La democracia srcinaria designa el acto de nacimiento de
res la sociedad civil; indica la condición necesaria; y la República publica sólo es legítima en razón de esta fundación pura En cuanto al gobierno tiene como instancia orgánica una función práctica que Rousseau llama de “administración” Creer que puede coincidir con la norma de la política es un error desas troso que consiste en proyectarla fuera de su orden Por una parte los dos primeros Discursos nos permitieron entender que la nostalgia por la bella Ciudad griega es ineficaz del todo: la pureza primitiva está perdida definitivamente; los pueblos modernos están irreme diablemente corrompid os Por otra parte —el argumento es mucho más poderoso— El contrato social expone que “todo cuerpo político comienza a morir a partir de su nacimiento ” 225 Es una obra de arte colocada como tal bajo la señal de la temporalidad: todo Estado por lo tanto degenera y muere “Si Esparta y Roma perecieron ¿qué Estado puede pretender durar para siempre?” 226 Los gobiernos son precarios más o menos robustos más o menos frágiles porque al dar a la política las figuras concretas e históricas de la particula ridad se sale del orden normativo que es universal atemporal y ahistórico Así se explica que las leyes en la efectividad que les procura la acción del gobierno no llegan nunca a garantizar la estabilidad del Estado Rousseau tieneserque reconocer que por entreel las perspectivas normativas del deber político trazadas contrato social y la figura positiva de los distintos gobiernos se interpone fatal mente la finitud que liga al hombre con la temporalidad Nunca la existencia de los estados podrá ser incorporada a la esencia de la política: la sociedad civil nunca podrá ser lo que debería ser Este infranqueable desfase entre lo que debe ser el soberano y lo que son los regímenes políticos nos permite comprender mejor el concepto de intermediario por el cual Rousseau caracteriza al gobierno Utilizando la terminología de Kant recientemente se ha
Ibid p Ibid
Ibid [Ibíd ]
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sostenido que el gobierno “esquematiza” la voluntad general 227 Entendemos por esto que Rousseau expondría el significado tras cendental del gobierno en tanto que como la imaginación según Kant sería un poder de síntesis En la filosofía kantia na la conexión sintética se opera entre la diversidad de la sensibilidad y las unidades categoriales del entendimiento En Rousseau la conexión sintética operara entre la universalidad formal de la voluntad general sobe rana y las particularidades concretas de los gobiernos La interpre tación es tanto más seductora cuanto que “en el marco acerado de lo universal” la potencia soberana de la voluntad general se afirma bien como la Idea que es el principio regulador de la política Con todo Rousseau aquí no piensa sintéticamente: la mediación que el gobierno entre el soberano y el Estado entre los ciudadanos yopera los sujetos no e stá incluida en el método de pensamiento funcio nalmente unificante; al contrario es la indicación de la distancia que separa y separa rá siempre la norma de lo político de la realidad política La mediación constituye una buena ligazón pero une sin unificar Uno podría pensar que el último recurso a la sabiduría del legislador es exigido por las faltas de la voluntad general del pueblo soberano así como por los fallos de los “gobernadores” Dentro del pensamiento de Rousseau la intervención del legislador estaría destinada a transformar estratégicamente la conexión entre sobe rano y el Estado en una verdadera unión puesto que este “hombre extraordinar io” cuyo oficio no señala ni al legislativo ni al ejecuti vo —no es ni soberano ni magistrado— intent aría esclarecer al pueblo “persuadirlo sin convencerlo” Pero Rousseau reconoce que el legislador fracasará en su empresa: no es más que un hombre y aunque providencial es mortal; su obra está marcada por la precariedad El pueblo el resto de los hombres no lo comprenderán y se mostrarán rebeldes a toda reforma El legislador no tardará en probar su soledad ¿Sino por qué afirmar que la soberanía está en la perfecta rectitud de su idea más allá de los límites de la naturaleza humana? ¿La relación de desesperanza
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Alexis Philonenko Jean Jacques Rousseau et la pensée du malheur t
entre soberanía y gobierno significa para Rousseau que la praxis política se presenta siempre como el lugar de un fracaso? ¿Será éste un nuevo misterio del Estado? La bifurcación que se instaura inevitablemente entre la sobe ranía y el gobierno no puede ser despojada del sentido filosófico que inquieta todo el pensamiento político de Rousseau: a la figura pura y transtemporal del soberano no puede corresponder debido a la fragilidad de las cosas humanas más que la mortalidad de los Estados Pero preguntémonos: ¿no se trata de un nuevo “misterio ” de la política? Para el hombre superficial sí indudablemente; pero para Rousseau pensador profundo no: la distancia irremediable que existe entre la soberanía y el gobierno se revela cargada de un sentido metafísico que el autor de El contrato social sitúa en adelante en lo más profundo de la política: la desgarradura entre lo que debería ser la condición política y aquello que expresa que los hombres no conocen en definitiva mayores bienes o males que los que ellos mismos se han dado 228 El gobierno que es su obra es incapaz de incorporar la norma pura del derecho político Conclusión/ La altitud del pensamiento político El tratado de “ciencia política ” en e l cual Rousseau es tudió la insti tución contractual del Estado y distinguió los principios de las institucio nes es el lugar que posee una factura “científica ” ejemplar: al exponer las estructuras de la República revela las esperanza y los efectos de lo que se puede llamar el Estado de derecho o de manera más exacta el Estado del derecho en la justa medida en que la sociedad civil sólo obtiene existencia y sentido a t ravés del crisol de las leyes y las reglas de la voluntad general soberana Solamente si son analizados por medio de ellos mismos y relacionados con la concepción global del Estado del contrato las categorías y los conceptos que constituyen la arquitectura aparecen como potentes y parecen ofrecer a la teoría política de Rousseau una majestuosa claridad; es importante entender su significado y reubicarlos en el Emile p
[Emilio p ]
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marco de la filosofía general que los engloba Ahora bien el paso de la filosofía política a la política filosófica de Rousseau deja entrever zonas obscuras que aparecen junto a las deslumbrantes claridades de su doctrina Tampoco hay que extrañarse de que aunque el pensamiento de Rousseau supo encontrar en El contrato social su más alto nivel de expresión haya tenido necesidad desde el siglo de ser interpretado Esta necesaria interpretación resulta conflictiva La cuestión consiste en saber si las querellas interpretativas se deben a incerti dumbres y ambigüedades ocultas en el discurso de Rousseau incluso cuando este parece límpido y claro o bien si Rousseau lejos de ser incierto y ambiguo en los intersticios de su texto y a pesar de las innegables imprecisiones y torpezas que contienen no se propone una verdadera “revolución ” en la manera de pensar la institución y la institucionalización de la vida pública de la sociedad Intentemos recoger el mensaje inscrito en la política filosófica por la cual Rousseau prepara como en secreto la renovación de la mirada que posará sobre la Ciudad humana
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CAPÍTULO II LA POLÍTICA FILOSÓFICA: EL HUMANISMO CRÍTICO EN EL ESTADO DE CONTRATO Rousseau pensador profundo es también un pensador difícil cuando aborda en el Contrato social la “cuestión fundamental ” que se refiere a los f undamentos del derecho político La dificultad a la cual se enfrenta el lector o intérprete se dirige al significado de la categoría filosófica de fundamento cuya acepción tradicional tras torna Rousseau Rousseau no abandona deliberadamente la vieja metáfora arqui tectónica de fundame nto como base sobre el cual reposa un edificio de modo que encuentra al basarse enpolítico él el principio su unidad su estabilidad Pero su pensamiento se apartade de este plany teamiento al asimilar el concepto de fundamento al de postulado que construirá al Estado por medio de un razonamiento hipotéti co deductivo Los fundamentos del derecho político no son para Rousseau la primera piedra de la institución civil su inicio absoluto —el punto alfa de la edificación de la Ciudad Lejos de mantener esta acepción técnica designan más que la base de la República o Estado la referencia sin la cual no es posible pensarla tanto en su naturaleza y finalidad como en sus estructuras inmanentes Al estudiar la “primera convención” constituida por el pacto social vimos que desde el punto de vista epistemológico exigido por la elaboración de la “ciencia política” el “contrato” es aquello que hace la cosa pública posible o pensable Ahora bien si por una parte los fundamentos del derecho político que busca Rousseau no se descubren al compás de un planteamiento dogmático por la otra tampoco se inscriben en el orden de una ontología El análisis jurídico político de las categorías esenciales de la República nos dejó entrever que no se encontrará su naturaleza en el marco de la tradición filosófica de inspiración cosmológica o teoló gica; este marco tradicional a partir de la época de los Discursos le pareció a Rousseau como unanometafísica vagavalor y hueca que debido su dogmatismo ontológico tiene ningún e xplicativo Rousa seau hace de la pregunta por el hombre el centro de su meditación política Y aunque él mismo midió la importancia de la renova
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ción filosófica de la ciencia política llevada a cabo por Hobbes con apoyo en un análisis de la naturaleza humana no puede seguir al autor del Leviatán cuya lógica deductiva no hace sino trasladar a las conclusiones lo que ya había sido puesto en los principios En medio del siglo XVIII esta refutación que acompaña al detalle una orientación revolucionaria de la filosofía y singularmente de la filosofía del derecho político pasaba generalmente por paradójica e intempestiva A decir verdad aun cuando se presentía el despla zamiento del eje filosófico de la política no se le comprendía del todo Él mismo Rousseau no podía clarificar ni sistematizar verda deramente la intuición metodológica y filosófica que lo inspiraba y que en definitiva debía permanecer a lo largo de su obra en statu nascendi Pero debido a que esta intuición de la necesaria renovación categorial del pensamiento de la política la encontramos omnipresente en El contrato social y porque fue o bien invisible para algunos o incomprensible para otros en cualquier caso dio lugar a malentendidos que durante mucho tiempo debían lanzar problemas sobre la obra de Rousseau Con todo una lectura más fina y atenta nos puede enseñar q ue la búsqueda de los principios fundadores del derecho político anun ciada a partir del subtítulo del Contrato social está totalmente desti nada en el espíritu de Rousseau a dar una respuesta a la cuestión que ya se planteaba cuando como secretario de M de Montaigu Embajador de Francia en Venecia veía quey “todo en lael condición humana tiende radicalmente a la política” que para hombre el acceso al orden de la sociedad civil implica su desnaturalización o al menos un distanciamiento con relación a la naturaleza No solamente escribe en el Discurso sobre el srcen de desigualdad : “Es del hombre de quien tengo que hablar” 229 indicando de este modo el marco antropológico de su búsqueda sino que también observa amargamente como se puede apreciar desde las primeras líneas del Emilio que en cuanto el hombre se convierte en ciudadano “trastorna tod o: le gustan la deformidad y los monst ruos No quiere
Discours sur l’srcine de l’inégalité desigualdad p ]
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[Discurso sobre el srcen de
nada tal como lo hizo la naturaleza ” 230 Solamente que en tanto la antropologización de la política como la desnaturalización del hombre que se ha convertido en ciuda dano aparecían como tesis iconoclastas muy difíciles de entender y más difíciles aún de aceptar Eso explica por que apenas publicado El contrato social haya sido inmediatamente condenado e n Ginebra y además haya sido quemado el de junio de La obra perma neció poco conocida al menos hasta el tiempo de la Revolución francesa donde se creyó poder utilizarla e incluso aplicar las ideas que en ella se ex ponían Incluso aquéllos que entonces tuvieron la audacia de leerlo se confundieron: creyeron que tras los Discursos el filósofo iconoclasta hasta el escándalo proponía una clase de antropología empírica la cual elalacento estaba sobredel el corte que separa hasta en la antítesis hombre de lapuesto naturaleza hombre civil El primero en efecto afirmaba Rousseau “se limita únicamente al instinto físico es nulo es estúpido”; el segundo por el contrario se enfrenta a los otros se compara sin cesar con ellos; por su perfectibilidad rompe sus ra íces naturales calcula y se las ingenia para construirse una estatura artifi cial En esta mutación existencial la razón habría hecho su obra con el fin de preparar el ar te social y los métodos artificiales de los cuales es constr uctora 231 Tal lectura no era completamente falsa; ella no estaba exenta tampoco en un siglo que despertaba a la crítica de cierta seduc ción que exacerbaba la escritura lírica del segundo Discurso Con todo esta seducción fue corta y superficial Habría sido necesario leer y releer con minucia El contrato social para descifrar en las interlíneas del análisis institucional la dimensión filosófica y el significado que daba Rousseau a la antinomia que establecía entre el hombre civil y el hombre natural Al examinar las condiciones de aparición de la sociedad civil y aquellas de las instituciones que le confieren su vida y movimiento y más profundamente aún al pretender leer en sus principios fundacionales bajo la señal de lo universal su justificación última Rousseau trazaba el esquema de Emile livre p [ Emilio p ] Discours sur l’srcine de l’ inégalité p desigualdad p
[Discurso sobre el srcen de
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la condición política de los hombres tal como habrían debido ser si la “civilizac ión” no hubiera aport ado sus gérmenes corr uptores Por lo tanto si se relaciona la antropología lírica de los Discursos con la intención reticente de El contrato social todo indica que constituye una suerte de investigación historiológica que no tiene otro valor sino el propedéutico Rousseau al colocar su meditación sobre la condición política de los hombres en otro punto de vista que el de los Discursos asciende ipso facto a otro nivel de reflexión El pacto fundamental que llama “pac to social” se presenta como aquello que funda la posibilidad del derecho político es decir como la norma de toda República Rousseau deja conjeturar al lector probablemente desconcer tado por la novedad de estas perspectivas político filosóficas aún nunca entrevistas que en este espejo normativo dónde se leen las exigencias de la razón se perfila lo que es y lo que debe ser el destino del hombre La antropologí a empírico poética del segundo Discurso queda completamente superada y la filosofía política de Rousseau se sublima en una política filosófica de un estilo inédito que comienza por lo que se podría llamar —usando la terminología kantiana que la escritura de El contrato social todavía no forja— un “analítico” que busca descubrir el significado último del hombre en los princi pios fundadores de la condición civil Aun cuando no ha empleado este vocabulario Rousseau es conducido por su planteamiento que explora la textura de las no categorías y los conceptos la República a renovar sólo —como pudimos principales observar ende el capítulo anterior— su figura jurídica sino también su estatuto filosófico En eso Rousseau a menudo desconcierta a sus lectores Los perturba sobre todo si tenemos en cuenta que su obra da lugar a ambigüedades y a incertidumbres conceptuales que a veces sobre cargan con opacidad al texto Es por ello qu e no debe sorprendernos que al mismo tiempo que la lectura de la obra de Rousseau se ha ampliado hasta convertirse en una herramienta indispensable en el corpus de la filosofía política sin embargo todavía suscité un terrible conflicto de interpretaciones Pero este conflicto que adquirió múltiples formas es estéril por que generalmente los exegetas a falta de haber retenido la advertencia que da el propio
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Rousseau cuando él mismo declara que su proyecto consiste en examinar el hecho por el derecho 232 demostraron una incomprensión filosófica Para percibir la audacia filosófica que requiere de una gran fuerza dentro del revolucionario método de pensar de Rousseau fueron necesarios los ojos de Kant El supo ver en Rousseau las primicias de la revolución crítica que causa la revocación completa de los esquemas tradicionales del dogmatismo jurídico político Lejos de atascarse en medio de cuestiones empíricas o históricas como la génesis efectiva de las sociedades civiles Rousseau en su búsqueda de los fundamentos del derecho político se eleva hast a la formulación de hipótesis tra scendentales que en la claridad pura de una idea reguladora de la razón permite entrever en el Estado ideal lo que debe ser la finalidad del h ombre aun en contra de todas las deplorables contingencias de su historicidad A pesar de la equivocidad presente en algunos pasajes del Contrato social es importante denunciar las faltas y los errores que jalonan la larga querella de interpretaciones de una obra política que no se asemeja a ninguna otra En este capítulo mostraremos más allá de la innegable problematicidad de los principales conceptos que conforman la estructura del pensamiento de Rousseau y una vez descartados los malente ndidos suscitados a partir de la polémica interpretación de su obra cómo se despliega en la política filosófica
socialdeunpromesas formulada en El contrato humanismo crítico cuya potencia está asombrosamente cargada / Rousseau: incierto y ambiguo: de la problematicidad de sus principales conceptos Rousseau a quien se leyó relativamente poco en su tiempo fue objeto sin embargo de numerosos y virulentos ataques así como de acres refutaciones más o menos pertinentes 233 Las autoridades de Ginebra condenaron oficialmente el Contrato social y el Emilio En Ibid p Véase Robert Derathé «Les réfutations du Contrat social au e siècle» Annales de la Société Jean Jacques Rousseau n° p
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efecto no siempre se comprendió el significado de los filosofemas rectores de su pensamiento político Sin embargo es necesario reconocer que considerados en su lectura más fina conllevan vaci laciones e indecisiones conceptuales que comprometen su sentido y alcance A/ Los primeros ataques Voltaire contemporáneo exacto de Rousseau y avecindado en los alrededores de Ginebra fue uno de los primeros en protestar por las peligrosas ambigüedades que en su concepto puntúan el pensa miento sociopolítico de Rousseau Lo hizo con la ironía corrosiva y el exceso verbal son tan particulares Los Voltaire dos hombres apenasla si hicieron algo que paraleentenderse Muy pronto le declaró 234 guerra a Rousseau y éste se la h izo igualmente Voltaire no dudó en caricaturiza r a Rousseau ridiculizando como algu ien “que anda a cuatro patas”; [ ] escribe que “estaba totalmente loco” 235; lo trató de “bufón” 236 y después de haberle metido pleito a la Nouvelle Helöise criticó punto por punto El contrato social en su libro Ideas républicaines 237 redactadas la fecha no carece de importancia tan solo tres años después de la publicación de El contrato Voltaire denunciaba las “puerilidades” y las “contradicciones” de la obra el “evidente” absurdo de algunas propuestas las “extravagancias” la “manifiesta falsedad” y la “ ignorancia presuntuosa “ de otras; también se declara contrario al “montón indecente de las pequeñas antítesis cínicas” que no convienen a ningún libro sobre el gobierno Su método para la crítica es siempre el mismo: consiste “en oponer hechos a las aserciones doctrinales de Rousseau ” 238 Rousseau por su parte tuvo la osadía de lanzar su estrepitoso “V oltaire le odio”; la guerra entre los dos hombres fue despiadada Véase Henri Gouhier Rousseau et Voltaire Portraits dans deux
miroirs político Vrin de la querella La obra en verdad no se dedica en exclusiva al horizonte Voltaire lettre à iériot del de junio de Voltaire Sentiment des citoyens en Pléiade p Voltaire Idées républicaines en Pléiade p René Pomeau Politique de Voltaire A Colin p
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En realidad la crítica puntillista e hiriente que Voltaire desa rrolló tuvo por objetivo obtener un buen lugar para sentarse en primera fila ante una verdadera campaña de denigración orquestada contra el “Ciudadano de Ginebra” Pero la tormenta fácilmente revela que Voltaire no comprendió ni pudo valorar los principios que Rousseau enuncia ni los análisis conceptuales que expone en el Contrato social En cuanto a la filosofía profunda en la que se basa la obra Voltaire la ignora soberbiamente: Pensador superficial se atiene al orden de los hechos y se olvida el orden de las razones que para él tienen un misterio que ni siquiera pretende investigar No obstante la polémica entre Voltaire y Rousseau toma más allá de antagonismo de dos psicologías que en todo se oponen una dimensión simbólica: después de la publicación de sus dos Discursos Rousseau adquirió la reputación de ser un provocador que menos precia lo que valoraban los “filósofos” de su siglo Por tanto no es de extrañar si las ideas expuestas por él en El contrato social gene ralmente entresacadas de su estricto orden filosófico les parezcan a muchos lectores como le sucedió al mismo V oltaire complejas e incluso obscuras hasta la opacidad Así le sucede a Hume por ejemplo quien con una especie de premonición había indicado antes de que Rousseau mismo desa rrollara la idea y expusiera sus resultados los errores de lo que a su modo de ver la idea de contrato social era portadora 239 Hume se refería sobre todo más quea ev identeCon a filosofía Hobbes pero Rousseau se como sintió era juzgado priori ello se de enredaron irremediablemente las relaciones de estos dos hombres En cualquier caso ante la amistad rota Hume denunci aba en la teoría del contrato social el triunfo de la racionalidad y del sistema geométrico que la genera: el estado del cálculo y el mecanismo le parecía una herejía Además Hume descubría incluso en las concep ciones más moderadas las de Pufendorf y Locke las secuelas de una metafísica que tenía la pretensión de fundar al Estado sobre bases ontológicas y teleológicas Por diferentes que sean estas distintas figuras de la teoría contractualista debido a sus antecedentes filo
parte
David Hume ratado de la naturaleza humana libro segunda
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sóficos decía Hume tiene en común el error de supeditar el pensa miento político a axiomas o a dogmas fundamentales que son producto de la pura abstracción y permanecen ajenos a la historia y a la experiencia El error que conllevan es en primer lugar un error axiomático que procede de la postulación dogmática que en la inmediatez de la naturaleza humana desconoce la prioridad de la socialización En segundo lugar es un error de procedimiento que los condena a extender un artificialismo que —atenido al recurso de la idea por cierto confusa de ley natural— da como resultado una teoría de “razonadores ” que resulta extraña a los hechos Ante el carácter altamente especulativo que descubría en las doctrinas del contrato social Hume no tiene empacho en transmutar su anti dogmatismo en escepticismo: frente a la oposición a las peticiones de la naturaleza humana y de la experiencia vivida propias del racionalismo la idea de contrato social será siempre para Hume la aberración filosófica más manifiesta de la política moderna 240 Así pues por adelantado el rechazo de las teorías del contrato social incluido el que lo consideraba como la consecuencia de un raciona lismo doctrinario que se basaba en una postulación individualista y voluntarista que prolonga una tentativa geométrico mecanisista alejaba a Hume de Rousseau Seguramente se puede argumentar que las críticas de Hume son de manera general tributarias de su propio estilo filosófico: preocu pado “las incertidumbres teorizante” Humepor se exponer coloca siempre en el puntodel de dogmatismo vista de la sensatez que en él es asimilable al “sentido común ” tal como se manifiesta en la experiencia diaria y en la historia concreta Sin embargo su rechazo de la racionalidad lógica del contrato es definitivo Como conse cuencia de este conflicto filosófico no sólo se rompe la amistad que por un tiempo había logrado establecer con Rousseau tambien se sacude en sus propias bases la idea contractualista y queda expuesta a una falibilidad que Rousseau no sospechaba Si además consideramos que la hostilidad a los principios defendidos por Rousseau toma en Hume como en Voltaire a A este respecto ver Essais politiques éd Raymond Polin Vrin Quatre discours politiques Presses universitaires de Caen
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et
pesar de la diferencia de estilos y propósitos un giro extremo cuya aspereza no es necesariamente convincente hemos de comprender que tal aspereza es reveladora del malestar intelectual que causan algunos acentos de las tesis contractualistas Todo esto a pesar de que Rousseau afina el contenido y perfecciona la idea de contrato social y la transporta hasta una altura filosófica q ue nadie antes de él habiá alcanzado y que no hubiera logrado de no ser por una aeorización no carente de dificultades intrínsecas Es necesario reconocer que el pensamiento político de Rousseau a pesar de su claridad aparente q ue emana de su firmeza discursiva no siempre se desarrolla sin trabas a nivel de los conceptos que utiliza Por ello hay que detenerse sobre el problematicidad inhe rente a sus tres principales conceptos: el contrato social la voluntad general y la ley conceptos que perfilan la resolución de toda su política B / La indecisión conceptual del pensamiento de Rousseau En el registro filosófico político de Rousseau la idea de pacto social es sin duda la que ha generado más dificultades La idea de pacto social se expuso a graves reticencias por una parte porque no tiene la misma connotación en los Discursos y en el Contrato social; por otra parte lo que es mucho más importante también se expuso al rechazo porque en sí mismo el concepto del contrato tal como lo define Rousseau en su obra principal conlleva indudablemente zonas oscuras —A menudo los comentadores han destacado la duplicidad qué dicen reviste el concepto de contrato social tal como se presenta en primer lugar en el Discurso sobre el srcen de desigualdad y también en las dos versiones del Contrato social Nadie podrá discrepar con la tesis que afirma: “La voz el estilo el humor no son los mismos en el Discurso y en el Contrato ” 241 Jean Starobinski «Du Discours de l’inégalité au Contrat social» in Études sur Le Contrat social de Jean Jacques Rousseau Belles Lettres p
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El segundo Discurso afirma el mismo Rousseau constituye un “estudio histórico de la moral” Es el relato de una historia más conjetural que real cuyo curso describe etapa por etapa: la natu raleza pre social el momento patriarcal la aparición de la divi sión del trabajo y la conflictiva emergencia de la propiedad hasta llegar al estado civil Rousseau hace aparecer al contrato como un ardid inventado por la imaginación 242 Aparece para que los seres humanos ya desnaturalizados y pervertidos puedan escapar al estado de guerra al cual ellos mismos han dado lugar en el trans curso de su devenir histórico Entonces “todos corrieron detrás de sus cadenas creyendo garantizar su libertad ” 243 En efecto este “contrato” fue imaginado por el rico que por razones económicas —tan imperiosas como evidentes— somete al pobre a sus deseos y órdenes La ambición insaciable de unos y la crédula ingenuidad de otros convergen para reforzar la desigualdad El ardid así utilizado constituye una “mistificación” 244; el contrato celebrado a favor de una “contingencia histórica desventurada”245 sólo puede ser leonino: constituye una estafa En El contrato social Rousseau no habla de este falso contrato del que él mismo supuso su emergencia en el momento en que desarrolló sus conjetur as sobre la génesis histórica de la humanidad Su punto de vista perfectamente fijado por los requisitos metodo lógicos de su planteamiento no parte de una hipotética genealogía
deber histórica sinoeldel derecho y de exigencias necesarias para definir modelo ideal dellasestado civil del El pacto so sercial al cual es necesario remontarse siempre como a un convenio primordial constituye la exigencia racional que vuelve posible e inteligible la aparición del estado civil así fundado en su existencia y justificado en su legitimidad Los puntos de vista adoptados por una parte en el segundo Discurso y por otra en las dos redacciones de El contrato social
de desigualdad Discourspsur] l’srcine de l’ inégalité p [Discurso sobre el srcen Maurice Halbwachs Contrat social Aubier p Jean Starobinski Pléiade t p Discours sur l’srcin e de l’ inégalité p [Discurso sobre el srcen de desigualdad p ]
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son ciertamente diferentes Sin embargo concluir de aq uí como lo hicieron un buen número de comentaristas que para Rousseau hay dos concepciones del contrato social y que estas son irreducibles entre sí nos parece que es ir demasiado de prisa en el trabajo de interpretación En efecto al leer atentamente el Discurso de uno se da cuenta que a partir de esta fecha Rousseau dista mucho de limitarse a la descripción de las transformaciones que habrían acaecido en la lenta genealogía del mal al cabo de la cual el hombre termina por perderse Sí Rousseau se interroga so bre lo que “puede constituir el srcen de la sociedad y sobre las leyes que pusieron nuevos obstáculos al pobre y dieron nuevas fuerzas al rico” 246 hay que reconocer que también quiso “examinar los hechos por el derecho ” 247 Por ello señala: “Sin entrar en las investigaciones que deben aún hacerse sobre la naturaleza del pacto fundamental de todo gobierno me limito aquí siguiendo la opinión común a considerar el establecimiento del cuerpo político como un verda dero contrato entre el pueblo y los jefes a quienes elige contrato por el cual las dos partes se obligan a cumplir las leyes que allí se estipulan y que forman los vínculos de su unión ” 248 El problema para Rousseau será explorar el contrato político que de inmediato resulta inasimilable en cuanto derecho a cualquier contrato arbi trario sellado en la historia hipotética con el fin de asegurar el sometimiento de los pobres a los ricos Es bueno asentará Rousseau
Ginebra en el Manuscrito “corregir nuevas natur asociaciones ” los efectos nocivos dedeesta quimera que es lapor socialidad al y espon tánea 249 La idea la tiene en su corazón y la repite en los Fragmentes polítiques: “Esforcémonos por extraer del mal mismo el remedio que debe curarnos ” Este remedio es el contrato social: “Por nuevas asociaciones habrá que reparar el vicio interno de la asociación general ” 250 Así se rechazan los “dudosos testimo nios de la historia” Es en términos deliberadamente jurídicos que Rousseau aborda el problema de una asociación contractual entre los hombres Cier ta Ibid p Ibid p Ibid p Manuscrit de Genève p Fragments politiques p
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mente Rousseau sólo ofrece incluso en un análisis diluido y a menudo indeciso de su idea de contrato social: a veces habla de un contrato de gobierno que como el que encontramos en Pufen dorf parece tomar la forma de un doble pacto que constituye al mismo tiempo un pactum associationis y pactum subjectionis ; a veces bosqueja en grandes líneas el esquema de un contrato único donde como en Hobbes mientras que cada uno se asocia a todos nace un pueblo soberano Sin embargo aunque el discurso de Rousseau se desenvuelve entre largos y sinuosos recovecos que desconciertan al pensamiento en verdad debemos reconocer que contiene la intuición del “contrato social” como principio de derecho y como categoría racional de la condición política del hombre Es por eso que por una simplificación abusiva se opusieron los datos de los hechos relatados en el segundo Discurso a los requisitos del derecho señalados en el Contrato social Si el concepto de contrato social está bien la problematica de la obra de Rousseau no reside en la diferencia que separa las contin gencias de una historia conjetural de la humanidad y las exigen cias de la idealidad jurídica del estado civil; tampoco reside en la incomprensible alquimia que haría pasar de una a otra Rousseau expresamente declara que abandona la “historia hipotética” de los gobiernos y que se propone reiniciar desde otra perspectiva difícil sin duda pero que es precisamente en ella dónde se revela la natura leza racional ideal no delsepacto de laselsociedades civiles Pero al leer a Rousseau puedefundador olvidar que carácter problemático de la idea del contrato es inherente a partir del segundo Discurso a la figura del pacto destinado a constituir como posible “la base inquebrantable” de la autoridad política Es de esta misma figura del pacto que el Manuscrito de Ginebra y El contrato social afinaron los ragos del contrato descartando “lo que no le es esencial” 251 para descubrir “la norma de administración legítima y segura” 252 del orden civil No se puede negar que este nuevo examen se sitúa bajo una luz diferente a aquella del Discurso y que ahora es dirigido por un nueva sensibilidad lo que implica variaciones de acento y Manuscrit de Genève p Le Contrat social p
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[ Manuscrito de Ginebra p ] [El Contrato social p ]
rigor demostrativo: según el Discurso el contrato fue una ocasión fallida en la historia infeliz que condujo a los sinsabores de la “civi lización”; en el Contrato social el contrato indica en la perspectiva de una analítica reflexivo normativa lo que habría debido ser la condición humana Se trata sin embargo de dos perspectivas y de dos estilos diferentes: Rousseau en y en aunque compro metido en la misma cuestión de fondo No obstante ni la permanencia de esta cuestión de fondo ni el planteamiento que radicaliza —y por medio del cual Rousseau se propone responder de jure al problema de fundación que plantea— bastan para la cabal aclaración del concepto de “pacto fundamental” con todo lo que se ha puesto y vuelto a poner sobre él con tanta obstinación y perseverancia Ciertamente la “unión engañosa” 253 resultante del falso contrato celebrado en medio de la desigualdad entre ricos y pobres “hombres groseros fáciles de seducir” 254 es rechazada definitivamente a la hora en que Rousseau prepara el Contrato social Queda claro y Rousseau lo señala sin rodeos que él no busca la clave de una autoridad civil leg ítima ni en la fuerza 255 ni en la autoridad paternal 256ni en el supuesto derecho que tendría el vencedor de reducir al vencido a la esclavitud 257 El contrato social al arrancar a los hombres de su hipotética condición natural expresa la necesidad racional sin la cual perecería la humanidad Desde entonces como Rousseau muy pronto intuyó la inicia tiva humana —de la objeto— cual el contrato es “arte” el signoque y laporformación cuerpo político es el revela un medio deldel juicio y de la reflexión viene “en ayuda de la naturaleza” Nada hay en el Contrato social que contradiga sobre este respecto al segundo Discurso : las mismas afirmaciones se hacen pero en se sitúan a otro nivel filosófico distinto del de El problema que consiste en “cambiar la usurpación en un verdadero derecho” 258 es importante a efectos de f undar las leyes que “de una hábil usurpación hicieron Manuscrit de Genève p
[ Manuscrito de Ginebra p ]
de desigualdad Discourspsur] l’srcine de l’ inégalité p i f [Discurso sobre el srcen Le Contrat social p [El Contrato social p ] Ibid p Ibid p Ibid p
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un derecho irrevocable ” 259 A pesar de la nitidez de la problemática así enunciada el análisis permanece empañado por cier ta penumbra que en varios puntos es difícil disipar Así resulta que la naturaleza del contrato social pensado como repite Rousseau desde el punto de vista del derecho en el capítulo anterior estudiamos sus consi deraciones y analizamos la única cláusula en la cual se condensan las condiciones que requiere su conclusión dista mucho de ser clara cuando se interroga por su validez jurídica A primera vista todo parece asegurar que Rousseau extrae el concepto de contrato social de las anfibologías que desconcertaban en las doctrinas de sus precursores Pero a diferencia de los monar cómacos de Grotius o de Pufendorf define el contrato como la “primeraseaconvención” necesaria única y suficiente para que un pueblo pueblo 260 Despojando el pacto fundamental de todo carácter empírico y temporal así como de toda consideración ideo lógica —que dicho claramente no pertenecen a su esencia 261— Rousseau le confiere un estatuto trans histórico y universal que hace del pacto la norma del estado político Pero si examinamos más minuciosamente la noción de contrato desde el punto de vista del derecho que Rousseau dice adoptar llevando la interrogación no sobre los orígenes empíricos de la sociedad civil sino sobre el estatuto lógico de su fundamento nos damos cuenta de q ue encierra dos dificultades Al hacer de la primera convención un puro acto de asociación Rousseau condena formalmente el “pacto de sumisión ” que podría establecerse entre los sujetos y aquéllos que se eligen como jefes 262; en efecto tal acto no es un contrato cuya naturaleza sea vincular a los hombres sin someterlos He aquí lo q ue es claro y justo Pero lo que sigue en la argumentación de Rousseau no lo es El pacto fundamental tiene “un carácter particular y propio de él” 263 puesto que convierte a una colectividad en una “persona ” única habilitada
desigualdad Discours p ] sur l’srcine de l’inégalité p [Discurso sobre el srcen de Le Contrat social p [El Contrato social p ] Ibid p [ Ibíd p ] Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ] Émile livre p [Émilio p ]
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por medio de su misma emergencia a conformar un compromiso recíproco entre todos sus miembros individualmente conside rados Comprendemos que en otros términos el contrato social no compromete a los individuos los unos respecto a los otros sino solo recíprocamente “al público con los particulares” No tiene pues nada banal el contrato sinalagmático En absoluto se podría considerar como un contrato multilateral creador de una institu ción No obstante el carácter excepcional que le concede Rousseau no deja de ser extraño En su proceder la instauración del contrato social es francamente inusual puesto que una de las partes contra tantes el público es decir el conjunto del pueblo al momento del contrato no existe aún: está precisamente constituyéndose; el pueblo no es pues en este momento más que una esperanza o una promesa una ficción en definitiva de una persona jurídicamente reconocible como tal Así el pacto tácito que se suscribe entre los individuos considerados ut singuli y el pueblo en su conjunto no constituyen formalmente un acuerdo contractual: una de las partes si bien existe existe bajo una figura plural desprovista de perso nalidad autónoma y la otra parte si bien en el futuro obtendrá una personalidad jurídica y moral en el momento del pacto no existe aún puesto que es creada por él El contrato social que define Rousseau y según el cual “cada uno de nosotros pone en común su voluntad sus bienes su fuerza y su persona bajo la suprema direc ción voluntad general” coloca bajo un vicio de fo rma que lleva de porlanombre petición de se principio ¿Es necesario añadir aun otra dificultad? Rousseau declara que el cuerpo público en gestación —aún virtual y subordinado por tanto a la conclusión del pacto— “contrata consigo mismo” 264 ; comprendemos que el pueblo como cuerpo soberano contrata con los particulares como sujetos; de modo que cada uno es contratado bajo una doble relación “como miembro del soberano hacia los particulares y como miembro del Estado hacia e l soberano ” 265 Todo sucede dice él mismo Rousseau como si cada individuo contratara consigo mismo puesto que el pueblo sólo esta formado por los Émile livre p [Emilio p ] Ibid p [Ibíd p ]
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individuos que lo componen que están en proceso de convertirse en ciudadanos Ahora bien un contrato celebrado consigo mismo incluso no teniendo lugar dentro del orden jurídico— se considera nulo y sin valor ¿Ante estas objeciones acaso se puede responder que Rousseau no es jurista y no pretende hacer en este caso una exposición de técnica jurídica? En esto evidentemente no hay error Sin embargo Rousseau formuló la problemática del contrato social en términos jurídicos: “Encontrar una forma de asociación que defienda y proteja con toda la fuerza común la persona y los bienes de cada asociado”; y busca explícitamente los principios fundadores y rectores del derecho político; en esta búsqu eda comenzó por el examen del “derecho del más fuerte” y refutó el pretendido “derecho de esclavitud” Ahora bien incluso si es cierto que es menos favorable desde el punto de vista jurídico la forma del acto que lo que es desde el punto de vista filosófico la necesidad del consentimiento unánime de los individuos que él coloca como el srcen de la sociedad civil es preciso admitir que la naturaleza e specífica del pacto fundamental es difícil de delimitar y que desde luego no queda comprendida en el estricto y riguroso proceder contractual Este insólito carácter es notorio en la formulación que emplea Rousseau; revela que también allí se oculta una curiosa petición de principio: según el contrato cada se coloca “bajo la dirección de la voluntad general” ¡para lograruno la formación a la cual por su compromiso precisamente está contribuyendo! —Algunas de las dudas conceptuales que encierra la idea del contrato social en el pensamiento de Rousseau se derivan de otras incertidumbres y en particular de la indecisión correspondiente al concepto de voluntad general al punto de volverlas bastante enigmá ticas a pesar del lugar que está llamado a ocupar en la República ¿Es en realidad la voluntad general el efecto del contrato como pretenden dar a entender las “cláusulas bien entendidas” de esta forma de asociación de donde nace la sociedad civil? O bien ¿no es más lógico que con el fin de colocar bajo su “suprema direcci ón” a todos los miembros contratantes que conforman el cuerpo moral
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y colectivo del Estado la voluntad general anteceda al contrato? Sí además consideramos que según Rousseau —quién hace hincapié en este punto con el fin de separarse de sus anteceso res— el contrato social es un contrato de unión y no un contrato de sumisión ¿cómo comprender lo que cada uno al momento mismo del pacto se coloque bajo la suprema dirección de la voluntad general acep tando con esto someterse a ella? Ciertamente Rousseau considera que “cada uno uniéndose a todos mantiene su libertad tanto como antes” de modo que la voluntad general que es también “la de todos” sólo se obedece en definitiva a sí misma Sin embargo es difícil entender los vínculos complejos y embrollados que unen al contrato libremente consentido y al ordenamiento supremo de la autoridad civil mientras Rousseau no analice la innomida idea de autonomía De esta manera podemos observar que la idea de voluntad general —que como hemos most rado no se confunde con la voluntad de todos— se refuerza en los paralogismos que corren el riesgo de revelarse aporéticos y pueden tener repercusiones defi nitivas e inneliminables sobre otros conceptos constitutivos de la doctrina política de Rousseau La dialéctica que se establece en el seno de la voluntad general entre individualidad y totalidad resulta especialmente difícil de entender En efecto si es cierto que la distinción entre la voluntad general y la voluntad de todos responde en Rousseau a un rasgo de genialidad le permite losuna diseños matemáticos del en joven cálculo que integral la cualutilizar conlleva extraña insuficiencia el análisis Ciertamente es notable que según Rousseau el concepto de voluntad general aporte a su manera la solución política del viejo problema metafísico de lo Uno y lo Múltiple Dado que el cuerpo político que engendra el contrato es “el todo” que forma la unión del cuerpo del pueblo en su conjunto Rousseau se aplica ordina riamente según él mismo dice a distinguir la “voluntad general” de la “voluntad de todos” En verdad Rousseau es mucho más mati zado: en el Manuscrito de Ginebra escribe que la voluntad general “es raramente la de todos” 266; y en El contrato social observa que “a
Manuscrit de Genève p
[Manuscrito de Ginebra p
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menudo sobrevienen diferencias ” 267 entre una y otra y precisa que “lo que generaliza la voluntad es menos el número de las volun tades realmente expresadas que el interés común que las une ” 268 Pero son estos mismos matices los que empañan la dialéctica entre individualidad y totalidad en un punto determinado debido a la insuficiencia del análisis a pesar de la intuición matemática inno vadora que lo anima que termina por encallar en una aporía Es necesario regresar a la relación que transforma al individuo solitario quien vive de manera anárquica en el estado de naturale za en un ciudadano que vinculado a sus semejantes es forzado al igual que ellos a obedecer a las leyes del Estado que son idénticas para todos Relacionada con la economía global de filosofía de Rousseau estamanera tesis a inmediata menudo repetida convertida familiar no parece de implicary nada que nosendeba sorprender: en efecto Rousseau por su individualismo de principio postuló que no existe sociedad natural y que el hombre lejos de ser un animal social es un solitario libre de actuar a su manera sin que ninguna contrariedad pese sobre él Luego el contrato social rompe la sobe ranía del individuo asociándolo a todos los otros en una voluntad común y única una voluntad dete ntadora de la soberanía política Esto parece quedar claro pero en verdad no lo está En esta visión de las cosas en realidad se superponen dos dificultades En primer lugar ¿cómo es posible que un individuo que en su independenc ia se autodetermina pueda transformarse —en cuanto pacta con todos los otros individuos que también se autodeter minan de manera discrecional— por medio de esta relación con los otros en un sujeto que se obliga para con la ley general? El “milagro ” del contrato consistiría en que permite absorber por medio de la voluntad general la soberanía diferencial de los individuos quienes en adelante quedan obligados a obedecer no a sus propios instintos o deseos naturales sino a la ley que expresa una única y soberana voluntad general Ahora bien Rousse au destaca en su análisis lo que no deja de ser una idea menos difícil de entender: que la voluntad Le Contrat social p es nuestro Ibid p [ Ibíd p ]
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[El Contrato social p ] El subrayado
general lejos de borrar las diferencias individuales al no conser var más que elementos comunes a todos resulta al contrario “de la suma de las diferencias” y de tomar en cuenta las desigualdades entre los intereses privados que antes se enfrentaban Por medio de la traducción matemática que el cálculo integral permite dar de esta operación la reflexión filosófica es desafiada con el dilema entre diferencia e identidad De tal manera que nos enfrentamos a la disyuntiva siguiente: o la voluntad general es verdaderamente común a todos y en consecuencia corresponde a la unanimidad que el contrato traza para todos exigiendo a través del corpus de las leyes un modelo de conducta idéntico cuya libertad estat utaria de los ciudadanos será en la igualdad su efecto más patente y donde la ley que es la misma para todos borrará las diferencias que se reabsorben y eliminan; o bien la voluntad general integra en ella misma las diferencias individuales y éstas se reflejan en la ley haciendo que este dilema sólo contenga una generalidad aleatoria Es necesario añadir que este dilema es inquietante para Rousseau en función del tormento de la igualdad : si la voluntad general pretende en su acto constitutivo la estricta igualdad de todos los contratantes y en su finalidad la igualdad de derecho de los ciudadanos no puede en razón de su regla de generación y en consecuencia de su carácter inmanente hacer de la igualdad un valor fundamental: en su propia esencia lleva implicadas diferencias que incluso así sean infinitesimales constituyen degeneral manerasólo completa lastender desigualdades En cualquier caso la voluntad podría en conse cuencia hacia la igualdad de manera asintótica En segundo lugar aunque admitamos que Rousseau busca en la imagen del cálculo integral la expresión de la voluntad general queda por explicar la transmutación de las distintas relaciones de fuerzas que existen entre los individuos que conforman una voluntad colectiva única homogénea y soberana En estricta lógica la asociación de individuos independientes y heterogéneos no puede producir una unidad homogénea De un individuo a otro individuo hay discontinuidad; ahora bien el todo según la declaración de Rousseau constituye la voluntad general que debe formar en su plenitud una unidad sin faltas y sin discontinuidades Una pluralidad de individuos no conforma una unidad social
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—“Con mucho aserrín no se obtiene un árbol” ha dicho Bergson— existe entre los individuos que contratan y la voluntad general que ellos mismos promueven una diferencia de naturaleza y valor de la cual el calculo integral no es susceptible de dar cuenta Sin duda Rousseau ha entrevisto la dificultad; y para superarla mezcla de manera extraña sin ninguna reticencia metáforas mecanicistas y organicistas Por tanto el paso del individualismo primordial a la globalidad hoy se diría al holismo que implica la voluntad general corre el riesgo de quedar determinado por el paralogismo que comete Rousseau en su intención de volver conciliables los antitéticos conceptos de individualidad y de totalidad Frente a esto podríamos contestar que el autor del Contrato social está más preocupado por los efectos “extraordinarios” que produce la voluntad general en el Estado del contrato que por los juegos dialécticos que difusamente se operan dentro del mismo La objeción no queda sin alcance: es cierto que la vocación legis lativa de la voluntad general soberana constituye uno de los temas más fértiles de la doctrina de Rousseau Sin embargo como hemos visto con ello la idea de “ley” se rodea ella también en el Estado del contrato de pesados equívocos —De acuerdo con la tradición Rousseau apreció con razón que el cuerpo político “actúa por las leyes y no podría actuar de manera 269 diferente ocasiones Rousseau repitegeneral” la celebreNodefi nición: las” leyesEnsonvarias la “expresión de la voluntad sólo Rousseau parece incorporarse a la teoría clásica de la ciencia polí tica sino que da una deducción racional de la ley destinada a dar cuenta de su doble generalidad formal y material que implica a su modo de ver su esencia y gracias a la cual ella genera por medio de su extraordinaria obra la justicia y la libertad En esta demostración a la que nos conduce Rousseau con acentos exaltados brilla la gran fuerza de la convicción que le brinda su racionalidad Pero asimismo hay que reconocer que en medio de esta seductora claridad se desliza insidiosamente el equívoco que vuelve inclasifi cable el pensamiento de Rousseau
Lettres écrites de la montagne car ta p
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En efecto puesto que la ley es generadora de la libertad de los ciudadanos y de la justicia distributiva que regula sus relaciones es creadora del derecho; este poder judicativo de la ley debería lógica mente implicar para Rousseau una orientación hacia el positivismo jurídico con el consecuente rechazo de las tesis jus naturalistas Ahora bien la posición de Rousseau no responde a este esquema dualista: con difíciles matices reviste ot ro significado Es innegable que en Rousseau encontramos a la sombra de su concepción nomocéntrica una tentación positivista que se puede comparar con la de Hobbes Rousseau magnific a la ley civil a la que califica como “acto de soberanía ” esencial para el Estado ya que el pueblo no puede sobrepasarla 270 Las leyes civiles no obtienen su peso por ser numerosas sino por su fundación racional: prefiguran toda la sabiduría y la equidad que las dictó La dificultad consiste sin embargo en comprender cómo la ley al imponer su orden en el espacio político no entra en conflicto con las órdenes de la conciencia moral En este punto Rousseau no siempre es coherente: si considera en el Emilio que no es posible ser a la vez ciudadano y hombre y que en consecuencia es necesario elegir entre estas dos formas de ser 271 en El contrato social afirma por el contrario que no hay antinomia alguna entre la razón pública —que dicta la ley y la conciencia personal –a la que van dirigidas estas misma órdenes Para comprender es necesario distinguirla según él entre la sociedad humana esto en general que constituye humanidad —en su carácter universal— y las sociedades particulares —políticas y civiles— que son como decía Grotius “establecimientos humanos” Ahora bien puesto que la ley civil es para la Ciudad la norma de lo justo y de lo injusto en buena lógica es de igual modo la autoridad política y la autoridad moral En consecuencia el hombre no está sometido a ninguna otra ley que a la de la República del cual es miembro; este es el único medio con el que cuenta para encontrar su lugar en el orden estatal y también para poder ser realmente Carta a Philopolis Pléiade t p : “Son necesarias las artes las leyes los gobiernos al pueblo como le son necesarias las muletas a los ancianos ” Émile livre p [ Emilio p ]
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lo que debe ser De esta manera las leyes civiles conforman por sí mismas un “código moral ” 272 Por otra parte Rousseau sostiene que “todas las instituciones que ponen al hombre en contradicción consigo mismo no valen nada” 273 y que “el espíritu social” especí fico de las sociedades políticas exige siempre “ligar los corazones de los ciudadanos al Estado ” 274 Existe pues una “profesión de fe pura mente civil” cuyo soberano “fija los distintos artículos [ ] como son los sentimientos de sociabilidad y sin la cual no es posible ser buen ciudadano sin ser a la vez un sujeto fiel ” 275 Ella implica el amor a las leyes a la justicia y a la patria Por lo tanto obedecer a las leyes que uno ama conforma una verdadera escuela de la virtud Eso prueba que la ley civil “es sagrada” Va dirigida a la conciencia de los ciudadanos; habla a su corazón donde no se contradice ni equivoca la esperanza moral Esta apología de la ley y su poder moral impresiona por su nobleza pero es política y filosóficamente inquietante ¿Qué legis lador al establecer el derecho constitucional de las ciudades respon dería a similares preocupaciones éticas? ¿Acaso el ordenamiento de las reglas jurídicas en la República se construye en función de criterios morales? Cuando Rousseau afirma que Licurgo al querer escribir “en el corazón de los espartanos” 276 —porque el corazón de los ciudadanos “es el mejor guardia del Estado” 277— grababa el modelo eterno de las leyes civiles cede a la fascinación del mundo antiguo los estadosesmodernos puedenque tener otras exigenciasolvidando políticas que Ciertamente posible admirar en Lace demonia se haya dado la unión entre el espíritu ético y la obra del arte político; indudablemente cuando el legislador sabe “poner la ley social en el fondo de los corazones” 278 los hombres son felices y viven su libertad y “su felicidad es la de la República”: no siendo
Lettre a Voltaire del générale p
de agosto de
Ibid Le Contrat p social p Ibid p Fragments politiques p Ibid p Ibid p
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t Correspondance
[El Contrato social p ] ; p
más que por ella son para ella 279; ella tiene todo lo que ellos quieren y es por ella que ellos son todo lo que son La felicidad de cada uno pasa por la felicidad de la patria de manera que todo que da en orden Pero en este cuadro que bosq ueja la perfección moral de las leyes civiles comparables al “oro puro que es imposible desnatura lizar por alguna operación ” 280 Rousseau se deja llevar hacia nubes bien distantes del austero deber ser de la política En el Estado del contrato el gobierno de la ley del cual Rousseau muchas veces destacó el carácter racional no tiene la figura poética del éticidad perfecta Así el lector que se pregunte sobre la naturaleza intrínseca del contrato social de la voluntad general o de la ley civil se enfrenta en el discurso de dificultades invencibles menudo encubiertas porRousseau una seriecon de impulsos verbales que noApor ello constituyen obstáculos epistemológicos y filosóficos menores sino que llegan a veces a introducir en la exposición política el vértigo del doble sentido No es necesario asombrarse que la obra filosó fico política de Rousseau al multiplicar los puntos de vista de los problemas y al complacerse en la magia de la equivocidad haya suscitado lecturas múltiples y divergentes Las interpretaciones a menudo excesivas han dado lugar a varias e interminables polé micas cuyo contenido es necesario recordar para captar el mensaje que encierra el humanismo crítico de Rousseau 2 / El juego del doble sentido y el conflicto de las interpretaciones Los comentarios al corpus político de Rousseau son impresionantes por su número lo que ciertamente sugiere la evidente riqueza de la obra pero lo que también muestra la dificultad que existe de penetrar en su secreto de manera definitiva Nuestro propósito no es intentar establecer el catálogo exhaustivo de estos múltiples trabajos de exégesis No obstante el conflict o de las interpretaciones suscitadas por la filosofía política de Rousseau es especialmente significativo en cuanto traduce la omnipresencia del doble sentido Ibid p Manuscrit de Genève p
[Manuscrito de Ginebra p ]
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que inquieta al hombre y a su obra Uno puede en particular preguntarse sobre la fe de los textos mismos: sí el concepto del pacto social tal como lo determina Rousseau inclina su política filosófica hacia el voluntarismo individualista o bien hacia el esta tismo centralizador La posibilidad de estas dos “lecturas” sugiere de inmediato su obvia insuficiencia Estas dos perspectivas sin embargo merecen ser examinadas aunque la densidad de la obra de Rousseau se adapta mal a la maleabilidad que conducirá a una perpetua antítesi s doctrinal entre el individualismo de una “ política de la soledad” y el estatismo que sería el preludio del jacobinismo o incluso según algunos del “totalitarismo” El debate en efecto es viejo pero siempre regresa
A / Una lectura individualista De los argumentos fuertes y en particular del descubrimiento de la soledad como la fuente viva de la condición política 281 proviene la interpretación individualis ta de la política de Rousseau 282 No es un paso en falso en efecto descifrar en el principio mismo del pacto social el rol de la voluntad necesa ria que concierne a todo individuo para asociarse con todos los otros La inteligencia y el sentimiento que acompaña tal voluntad son por supuesto asunto de cada uno Es por eso que nadie puede ponerse en el lugar de otro por lo que el contrato como fundamento de la visión política de Rousseau es como señala Raymond Polin el “acto libre de hombres libres ” —Bajo estas condiciones es necesario relacionar la teoría del contrato con la concepción antropológica de los dos primeros Discursos Al contrario de la mayoría de los pensadores políticos modernos Hobbes Pufendorf Locke o incluso Montesquieu cualesquiera que puedan ser sus profundas diferencias Rousseau frente a la creciente importancia adquirida por la opinión pública 283 considera Véase Raymond Polin La politique de la solitude Sirey Véase Alfred Cobban Rousseau and the modern State Londres Véase Lettre à Christophe de Beaumont in Pléiade t p : la opinión “vuelve todos los hombres enemigos unos de otros”; es ella con todo y no la razón quién reina es maestra entre los hombres [Carta a Christophe
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que el proceso de socialización ha desnaturalizado a los hombres: no solamente lo ha corrompido sino que en todo individuo ha arruinado su esencial naturaleza que estaba abocada al amor de sí El hombre natural era un individuo plenamente feliz; su sociali zación lejos ser un progreso ha ocasionado —como sucede con la estatua de Glauco de la cual habla Platón alteraciones que lo han desfigurado al punto de volverlo irreconocible 284 Este simbolismo inquietante permite una lectura del segundo Discurso como si este fuera “un tratado del mal” 285 Pero la intención de Rousseau no es describir el curso de una historia efectiva cuya destructiva marcha deplora Al contrario Rousseau se propone descartando todos los hechos razonar analíticamente con el fin de reconstruir en la esfera del pensamiento “ un estado que ya no existe que puede ser que no haya existido que probablemente no existirá jamás” 286 A partir del cual se bosqueja en una ficción emocionante la figur a física y meta física del individuo “tal como tuvo que haber salido de las manos de la naturaleza” 287 En tanto las primeras palabras del Discurso anuncian: “es del hombre de quien hablo” —de este “hombre de la naturaleza” que su destino histórico transformó fatalmente en un “hombre del hombre”— la fe que Rousseau concede al natura lismo no se concibe fuera del individualismo de principio V oltaire se equivoca completamente cuando acusa a Rousseau de querer devolver al hombre lo que tiene de animal El propósito del segundo
Discurso no es en manera invitación rechazar progreso “andando a cuatroalguna patas”;una se trata de unapara opción metafíel sica: al afianzar su pensamiento en el naturalismo Rousseau traza un cuadro antropológico en el que él reconoce al individuo una vocación normativa que desafía todas las formas de la contingencia socio histórica Él nunca reniega del amor de sí que parece implicar y prefigurar la autonomía universal de la conciencia y que es la base de Beaumon p ] Lettre à M de Franquières Pléiade t p Discours sur l’srcine de inégalité p [Discurso sobre el srcen de desigualdad Tal esp la] interpretación de A Philonenko en Jean Jacques Rousseau el la philosophie du malheur Vrin Discours sur l’srcine de l’ inégalité p [ Discurso sobre el srcen de desigualdad p ] Ibid p
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sobre la cual construirá todo su sistema En cuanto al hombre del hombre, que como muchas veces observó se asemeja poco al hombre de la naturaleza, hasta el punto que parece ser su antítesis, el primero es él quien vive en sí mismo, el segundo “si empre fuera de sí, no sabe vivir más que en la opinión de los otros”. El hombre del hombre no puede ser objeto más que de una “antropología negativa” 288. No es necesario asombrarse. Rousseau insiste especialmente: la sociedad poco a poco, por sus artificios, desmanteló y arruinó la naturaleza srcinal que cada uno había recibido como dotación. La lectura que se propone destacar la inspiración individualista de Rousseau no se detiene en esta observación A partir del contra to social que introduce el Estado civil este enfoque descubre que cada individuo es capaz por un acto de su voluntad en el cual se mezclan su razón y su pasión de superar la nocividad de la condición social a la cual su perfectibilidad en el curso de la historia lo condenó El hombre que en su naturaleza srcinal es un sujeto libre para la acción es capaz por medio del pacto fundamental que instaura la condición civil de renunciar a su libertad natural a sus intereses y a sus precarias posesiones Para alcanzar en el Estado el estatuto de ciudadano tiene necesidad de los recursos de su voluntad indi vidual y tiene por ello que velar por todos dándose por entero y sin reserva a la comunidad En el instante mismo en que esta [la voluntad general]deselosconstituye hunde sus raícesdeja en 289 la libre decisión individuosla comunidad Ciertamente el individuo de ser un individuo en cuanto pacta con to dos los otros para forma r el cuerpo público; pero sin el acto de voluntad de cada uno y por tanto de todos el Estado político no se ría ni concebible ni posible ni legítimo Es decir es en cada individuo que es posible entender la naturaleza humana esencial y distinguir en ella la finalidad del hombre que se dirige a una verdadera libertad en la cual cada uno no se obedece sino a sí mismo Hagan lo que hagan los hombres Jean Starobinski La transparence et l’obstacle p [La transparencia y el obstáculo p ] “La libertad ” ha escrito Pierre Manent conlleva momentos de sumisión y obediencia que no destruyen su esencia ” Naissances de la politique moderne p
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—que se dejen llevar por el movimiento de una historia que secreta el mal y la desdicha o que se unan voluntariamente por el pacto que bajo la ley los forzará a ser libres— su destino depende para cada uno de ellos de su libre voluntad Sería un error concluir de estas premisas individualistas que la filosofía de Rousseau se coloca bajo el signo de un naturalismo determinista próximo al de D´Holbach La política filosófica de Rousseau expuesta en los márgenes del segundo Discurso al relacionarse con el paradigma individualista expresa indudablemente una rebelión contra la historia y contra la sociedad pervertida del siglo XVIII; pero sobre todo es fundamen talmente normativa y esto lo enunciará muy claramente el Contrato social : “el problema fundamental” es que “cada uno al unirse a todos no obedezca sin embargo más que a sí mismo y mantenga su libertad como antes ” 290 No debe dejar de señalarse respecto a este punto que el indivi dualismo de Rousseau responde a la tentación ideológica del libera lismo político Y él obviamente no tiene la culpa En efecto en la lógica misma de un individualismo que implica el reconocimiento de cada uno y de todos en el acto mismo del contrato fundador de la sociedad civil se afirma la promoción del hombre: al indi viduo que se complace siendo un “animal estúpido y limitado” que vive en su soledad y en una independencia salvaje el pacto lo convierte en razónydeun la “persona queunlo vuelve posi ble en “un ser inteligente hombre” pública es decir:” en ciudadano y una persona moral 291 en quien la libertad civil y política es la más alta conquista Por añadidura en la naciente sociedad civil la igualdad jurídica perfecta de los ciudadanos es el primer efecto del contrato: aquello que la naturaleza pudo haber puesto de desigualdad física entre los hombres el pacto lo substituye por una igualdad moral y legítima Esto último implica un “compromiso recíproco de todos hacia cada uno” 292; la política contractualista del Estado es apta para realizar las virtualidades de la naturaleza humana inscritas en Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Ibid p [ Ibíd p ] Lettres écrites de la montagne car ta p
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todo individuo Al término de estos análisis podemos concluir que el individua lismo puede ser considerado como uno de los vectores regulativos del pensamiento político de Rousseau Pero esta lectura enfrenta pronto fuertes resistencias Rous seau mismo fue considerado a menudo en razón de algunas de sus formulaciones y en particular por la diferencia que establece entre la voluntad general y la voluntad de todos la suma de una pluralidad de individuos nunca hace la unidad indivisible del cuerpo público como un crítico acerbo del individualismo que desde Hobbes apoyaba el edificio de la política moderna Las reticencias formu ladas por Hegel en contra de la postulación individualista que cree detectar en El contrato social son especialmente sorprendentes En la Fenomenología del espíritu Hegel que utiliza las mismas fórmulas de Rousseau 293 observa que en el tiempo de la Ciudad moderna es necesario que “cada uno haga todo sin dividirse y que lo que surge como separación del todo sea la operación inmediata y consciente de cada uno ” 294 Posteriormente en los Principios de filosofía del derecho de Berlín Hegel denunciará que en el individua lismo político y jurídico hay un pesado error que hipote ca desde sus mismas fuentes la teoría de Rousseau Considerar escribe Hegel que el Estado “resulta del libre árbitro de los que se unieron en él” 295 y que encuentra su legitimación en la afirmación de las voluntades individuales es una falta graveabstracto” Todo contrato según Hegel 296 en lo que denomina “derecho el acuerdo de dosimplica volun tades particulares independientes Este acuerdo se establece sobre el modo en que se obtiene; como tal es esencialmente un acto de derecho privado 297 Pero el error de toda teoría contractualista de la política y especialmente el error cometido por Rousseau es trans poner al derecho público un esquema y unas categorías propias del derecho privado En el modelo contractualista del Estado Hegel ve
de del l’esprit espíritu Aubier tHegel p Phénoménologie [ Fenomenología tradp al] francés de J Hyppolite Ibid p [Ibíd p ] Hegel Principios de filosofía del derecho § Ibíd § Ibíd §
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más allá de la superioridad en el derecho del paradigma privado una herencia del pensamiento feudal al cual opone lo que él denomina “derecho racional ” 298 Hegel no puede sino denunciar los acentos individualistas que dice descubrir en El contrato social Tal error a la vez lógico y jurídico es también un error ontológico que presupone la prioridad de las partes sobre el todo es decir de los individuos sobre la sociedad mientras que “el todo es anterior a las partes” El individualismo en el cual se insertaría la teoría del contrato social declara Hegel tal como él entiende que se presenta en la obra de Rousseau conlleva un obstáculo para la comprensión del Estado: establecido sobre las bases individualistas de un acto contractual al Estado le falta lo que es esencial a saber su realidad y su efecti vidad Por tanto el individualismo en el cual según Hegel Rousseau fundamentó la condición política del hombre priva al Estado de su sustancia y este vacío ontológico es el índice de su nulidad La crítica que Hegel pronuncia con aspereza contra Rousseau al que sin embargo admira por haber magnificado la voluntad de lo universal reposa por completo sobre la denuncia de los postulados individualistas por los cuales el autor de El contrato social habría admitido la preeminencia de las voluntades individuales 299 En su opinión el concepto de contrato social envolvería dentro del pensa miento de Rousseau la tara de la espontaneidad de un libre árbitro arraigado en la inmediatez Tal es a sus ojos la ilusión desastrosa 300 que Es fuenecesario el principio del fracaso la Revolución FranHegel cesa —cuya reconocer que alde mismo tiempo que lectura de Rousseau dista mucho de ser un ejemplo de probidad intelectual— eleva a su más alto nivel las tesis de Rousseau para condenarlas y que para ello reconoce y subraya la postulación indi vidualista que implica según él la política filosófica de Rousseau resulta posible otra lectura de El contrato social Esta segunda lectura detecta en el pensamiento político de Rousseau los gérmenes del estatismo que el jacobinismo y el socialismo de Estado estaban
Hegel La Constitución de Alemania; Actas de la Asamblea de los Estados de Wurtemberg; Principios de filosofía del derecho § Ibíd § Observemos que en sus Lecciones sobre la historia de filosofía Hegel será menos severo y menos injusto respecto a Rousseau
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prestos a recibir como herencia esta segunda lectura pudo sentirse autorizada B/ UNA LECTU RA ESTATISTA La lectura estatista de la obra política de Rousseau tiene desde los Jacobinos 301 y Benjamin Constant hasta el corazón del siglo acentos diversos Su punto en común es acusar a Rousseau de ser deliberadamente liberticida Tal lectura excluye de inmediato la posibilidad de una interpretación liberal del Contrato social —En principio es interesantes a este respecto ver cómo por la 302
mediación de los Jacobinos Rousseau presente en la Revolución Francesa Mientras que El está contrato socialvivamente casi no había 303 sido considerado desde su publicación en Fabre d´ Eglan tine treinta años más tarde hizo continuos comentarios sobre él en la Tribuna de la Convención donde Rousseau f ue profusamente citado Por una parte según Robespierre la vida civil necesitaba “elocuencia y virtud” como sólo Rousseau supo demostrarlo; por otra parte él había construido soberbiament e como lo repite incan sablemente Saint Just 304 un “modelo” socio político que anima la voluntad general verdadera del cuerpo común de la República Los Jacobinos creían hallar en Rousseau la refutación del indi vidualismo moderno: el ciudadano consideraban ellos no es el individuo y reducirlo a éste sería poner en peligro la so beranía única e indivisible del pueblo El jacobinismo subraya la importancia del concepto de la soberanía unitaria que Rousseau convirtió en la esencia del Estado y el corazón mismo de su teoría política La relación entre la teoría jacobina y las tesis de Rousseau es compleja a pesar de la tendencia simplificadora que respecto de ella Sobre este problema ver Lucien Jaume Le discours jacobin et la démocratie Fayard
La en germen “Noeneslos el totalitarismo textos patrióticos es bien [de más Rousseau]” bien el jacobinismo Raymond Polin que está politique de la solitude p la obra fue reeditada una sola vez entre y En revancha fue reeditada ocasiones entre y Saint Just Discurso del de abril
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manifiesta generalmente Así por ejemplo Robespierre considera que la representación es necesaria en el Estado lo que es algo muy poco fiel a lo que señalaba quien él saluda como su guía intelectual Sin embargo Robespierre y Saint Just encuentran en el Contrato social su elogio del “servicio público” y piensan como Rousseau que si alguna falla se manifiesta en él la ruina del Estado está cerca 305 De manera general la defensa jacobina del Estado centra lizador encontró en la obra de Rousseau los puntos de apoyo que los voceros de la teoría juzgaban sólidas A decir verdad en su inexacta fidelidad separaban las tesis del pensamiento fundacional de El contrato social y las transportaba a un marco programático determinado por su voluntad de práctica política Esto había sido llevado a cabo por otra parte antes del jacobinismo lo hacía ya Sieyès seguido por otros Constituyentes como Mounier y Barnave cuando al instrumentar el proceso de la democracia directa y mili tanto en favor de una Asamblea Nacional en la cual los diputados no fueran simplemente “portadores del voto” o Comisarios que estuvieran vinculados a sus comitentes lo que excluía el mandato imperativo se hacían valer en conjunto como “la nación entera” Con el fin de volver operativos los conceptos especulativos que pedían prestados a Rousseau Sieyès y sus amigos mediatizaban la competencia legislativa de los diputados de la Asamblea Nacional las aspiraciones de los ciudadanos a la libertad y a la igualdad Así concedieron a ladiferente palabra “República” una nueva otorgaron un sentido que no se encuentra en laforma plumay le de Rousseau En su pragmatismo militante no celebraban en la ley el prestigio que viene del carácter idealista y abstracto de su doble generalidad sino el poder concreto de sellar la unidad de la nación y de promover como dice el artículo de la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano del de agosto de la igualdad de los ciudadanos El jacobinismo de Robespierre y Saint Just irá más lejos incluso Poniendo como lo había preconizado Rousseau “la ley por encima de los hombres” atribuirán a la ley un carácter tan inviolable y sagrado que la convertirán en asunto de culto Al quedar revestida de esta mística la ley será pensada como Le Contrat social p
[El Contrato social p ]
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la moralidad en sí y para sí; tal enseñanza provocó que cuatro olas legislativas entre marzo de y la mitad del año decidieran que todo lo que estuviera “fuera de la ley” estaba muerto tanto civil como moralmente Los Jacobinos creyendo ser fieles a Rousseau lo declararon “genio tutelar” de la Revolución y en pleno Terror montañés la Convención decidió darle honores en el Pantheón Robespierre hasta hizo adoptar en junio de la institución de la “religión civil” sobre la cual Rousseau tanto había meditado En esta teatral fidelidad hacia Rousseau el legalismo centra lizador de los Jacobinos era de cierta manera una traición a sus pensamientos más profundos Queda que el jacobinismo encontró su inspiración inicial en la lectura de El contrato social y le fue ampliamente infiel al convertirlo en el promotor del fenómeno legislativo y del poder del Estado —La interpretación estatista de la filosofía política de Rousseau que se dio inmediatamente de spués de la Revolución Francesa tenía que seducir a otros espíritus Así Benjamin Constant quien ciertame nte no se vinculó al pensamiento jacobino se acerca a ella En su lectura de Rousseau al contrario de Hegel él detectar en El contrato social el proceso del anti individualismo Aunque bajo la pluma de este autor las posiciones adoptadas al compás de las obras y por oportu nismo político no tengan siempre la misma tonalidad sin embargo se pueden resumir en lo queincisiva: se refieretanto a Rousseau centrándolas a partir de una caracterización El contrato social como el Leviatán constituyen el breviario del despotismo 306 En medio de observaciones más o menos contradictorias proba blemente imputables a las circunstancias histórico políticas de su tiempo Constant acusa Rousseau de haber deshonrado y despre ciado la libertad individual y haber admirando y glorificando los poderes de una legislación que transforma la autoridad del Estado en despotismo Una vez avanzada la argumentación que tiene co mo sustento la literalidad de El contrato social esta perturbó a más de un comentarista Para que nazca el Estado dice en definitiva Benjamin Constant Principes de politique Pléiade p
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;p
Constant parafraseando a Rousseau es necesario que en una unani midad sin excepción “cada uno se de entero con todos sus derechos a toda la comunidad ” El precio a pagar para cada uno es un fardo muy pesado que hace posible la soberanía del cuerpo público: ¡el individuo renuncia hasta cierto punto a ser el mismo! Además la obediencia a la ley que en Rousseau hace la condición de la libertad de los ciudadanos le parece a Constant un temible sofisma: ¿no existen las leyes en efecto en los regímenes absolutistas o incluso tiránicos en que la obediencia es sinónimo de opresión? Aunque las acusaciones de Benjamin Constant contra Rousseau se rodean con matices a menudo descuidados por los historiadores del pensamiento político ellas han teji do la leyenda de un Rousseau partidario de una política colectivista en donde quedan incluidos Hippolyte Taine y Émile Faguet quienes dirán que había pedido prestado el modelo a Platón y que a no dudar sería capaz de encerrar a las humanidad en una prisión o en un claustro Según la terminología de Karl Popper “la sociedad abierta” encontraría en Rousseau a un feroz enemigo Esta caracterización es excesiva indudablemente y si bien es cierto que t iene por base algunas céle bres fórmulas que definen el contrato social la forma de proceder dista mucho de la probidad intelectual que exige la exégesis de un texto Al acusar a Rousseau de construir el modelo de la política estatista o como ha señalado Cassirer el “socialismo de Estado” estas distintas críticas sacrificar al individuo la comunidad puesto queleenreprochan el Estado del contrato cada unopor se obli garía para sobrevivir a insertarse en las estructuras de los poderes públicos donde su independencia no podría encontrar ya el menor lugar Esta acusación se agrava cuando los comentaristas preguntan sin mayores matices si Rousseau al haber declara do: “nos acercamos al Estado de crisis y al siglo de las revoluciones” 307 no es el padre de la Revolución Francesa Desde luego que Rousseau había presen tido el movimiento ideológico y político que él predecía y que no tardaría en trastornar la historia Pero esto constituyó un “culto desconcertante” que se volvió contra el mismo Rousseau cuando Emile livre p
[ Emilio p ]
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en particular después de la Comuna los hombres de izquierda le imputaron con fines partidarios la paternidad de la Revolución de o incluso de la III République 308 No puede ponerse en duda que haya sido una referencia intelectual en el acontecer revolucio nario de Francia pero que no debe entenderse por esto alabarlo o difamarlo No hay nada en sus obras ni en sus discursos o en sus intenciones implícitas que lo vinculen a un profetismo Por otra parte es imprudente creer que las contundentes formulaciones de Rousseau se inscriben dentro de la sistematicidad de una doctrina proselitista; el hombre el escritor y e l pensador gustaba demasiado de las sinuosidades y de las paradojas verbales para eso La dificultad que encuentran los intérpretes de Rousseau viene de los rodeos de los desfases e incluso de las aparentes contradic ciones de su escritura que siempre están cargadas de sentido Un sentido doble que frecuentemente rodea sus ideas y además está reforzado por acentos líricos o pasionales Como ha se ñalado Jean Ehrard “el tono es parte de su pensamiento” Solamente que lo encendido de sus palabras lejos de esclarecer los conceptos o perfilar con claridad las categorías de la política los rodea con sombras y ambigüedad es De esta manera se comprende que en la lectura de la obra se encuentren al mismo tiempo la apología del individualismo liberal y la defensa del estatismo centralizador El conflicto de las interpretaciones y la divergencia de los juicios referidos al discurso de revelan equivocidad semán ticaRousseau que muchas vecessiempre en él seacentuándola desliza No eslanecesario sorprenderse de que además a medida que se va distinguiendo la vivacidad del carácter falsificador de las lecturas de la obra política de Rousseau la contienda de las interpretaciones haya podido dar una vuelta más y refleje más o menos fielmente las situaciones históricas alterando seriamente el sentido de los textos En el siglo XIX la crítica poco amable que hacen Proudhon y Lamartine de El contrato social constituye un primer ejemplo de esta lectura ambigua que a la hora de los movimientos revolucio Tanguy L’Aminot «Le culte embarrassant Rousseau père de la Révolution et de la IIIe République en » in Études Jean Jacques Rousseau Reims p sq
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narios socialistas se estaba dispuesto a practicar sobre un texto en adelante célebre cuyas tesis s e consideraban imprescindibles para el pensamiento político La aproximación que estos intérpretes hacen al discurso de Rousseau los conduce a falsificar su sentido: buscan en él dogmas políticos mientras que Rousseau se dedicaba sobre todo a cuestionar y a problematizar El resultado es desconsolador De manera tal que cuando Proudhon escribe a Jules Michelet en una carta de abril de que en El contrato social se resume el “código de todas nuestros mistificaciones representativas y parla mentarias” hasta el punto que su autor es calificado de “charlatán” enuncia nada menos que una contra verdad respecto al texto de Rousseau –específicamente sobre el Capítulo del libro — que él leyó mal y sin duda alguna con intenciones partidarias Del mismo modo cuando Lamartine en Le faux contrat social considera que El contrato social de Rousseau pertenece como La República de Platón y el élémaque de Fénelon al conjunto de las utopías polí ticas revela su total incomprensión En menos de páginas acusa: Rousseau escribe Lamartine tiene quizá sentimientos justos pero tiene ideas tan falsas que El contrato social consiste en “una nada sonora y hueca” La afirmación es tan sumaria que se convierte en sospechosa como fácilmente se convendrá En el siglo XX la lectura falsificadora de El contrato social adquirió una forma paroxística entre los comentadores que preten dieron encontrar totalitarios en esta obra 309 sin“No temerverellas anacronismo matriz de los regímenes tendencias yla las afini dades totalitarias de las teorías sociopolíticas de Rousseau es negar lo que allí está enunciado” escribe ferozmente Lester G Croc ker 310 El autor de esta afirmación considera que a diferencia del pluralismo democrático el totalitarismo se define como el acto de “imponer un único molde a las ideas a los sentimientos y en Véase en particular J L Talmon Te srcins of totalitarian democracy London Socker and Warburg Tengamos en cuenta que los comentarios
La faute de Vaughan tipo de interpretación sin ser radicalmente Véase también incisivos el libro también de Jacques se inclinan Julliardhacia este à Rousseau Seuil quién aunque sobre otro tono denuncia el terrorismo totalitario que merodea en la teoría de Rousseau L G Crocker «Rousseau e la voie du totalitarisme » in Rousseau et la philosophie politique Annales de philosophie politique p
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algunos aspectos a las acciones” Ahora bien según este mismo autor la obra de Rousseau y particularmente el Capítulo del libro de El contrato suministra los argumentos que justifican esta definición En efecto sostiene que en el se encuentra planteada “la absorción del individuo por el ser de la voluntad general la conversión de la voluntad individual en la de un ser abstracto al cual se enajenó la exclusión de los derechos ya que no son más que los vestigios de la independencia natural la imposibilidad de toda disidencia o toda oposición ” Y cuando Rousseau escribió: “Está en la esencia del poder soberano: poder ser ilimitado o lo puede todo o no es nada” 311 es evidente como se ha interpretado que Rousseau afirma la “unidad total” del Estado La influencia del “yo común” se extiende sobre “todo”: la justicia el interés general la nacionalidad la economía la educación ; los votos en el Estado del contrato están “como el mismo plebiscito dirigidos” ya que la vox populi está bien “informada” es decir tutelada; se elimina la posibilidad de las minorías De tal manera que en la escritura de Rousseau se encontraría un sinnúmero de fórmulas que exaltan con la creación de la naturaleza artificial del Estado la domina ción totalitaria la cual claramente encuentra en éste un lugar de excelencia La Nouvelle Héloïse expondría cómo según Rousseau e l individuo sería aplastado en la sociedad El Emilio suministraría la idea cardinal del autor poniendo de manifiesto que el alumno sin duda lo que que no debe querer más que lo ” que susólo amohace quiere quequiere haga”“pero Ciertamente la “utopía colectivista de Rousseau transcribiría un sistema anti humanista y terrorista en el cual “la disolución de la distinción dentro del yo común” 312 constituiría por anticipado el índice elocuente de los regímenes totalitarios Es una lectura curiosa en verdad aquélla de la cual surge sin medir bien su alcance la acusación de totalitarismo lanzada contra Rousseau Sacando de su contexto distintas expresiones de la voluntad general a fin de dedicarse de manera más estricta a su letra esta Lettres écrites de la montagne carta p L G Crocker Loc Cit p
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lectura plana y pesada falta radicalmente al espíritu del autor La voluntad general donde Rousseau pone el alma “siempre recta ” de la República no es como sostienen los intérpretes que acabamos de citar un dogma que sería el principio de la acción unitaria y globalizadora del Estado 313 Es el corazón de la política filosófica de Rousseau la regla de inteligibilidad de la existencia política Por enorme que sea el equívoco de la lectura que busca en la teoría de Rousseau los miasmas del terrorismo totalitario esta lectura constituye sin embargo la indicación de un peligro herme néutico frente al cual es importante mantenerse en guardia cuando se trata de comprenderla Es poco serio indudablemente sostener que la filosofía política de El contrato social procede de un sueño enfermo o lo que es aun peor de una nada del pensamiento Sin embargo no está de más reconocer que en ciertas zonas de su obra subsisten nubes sombrías que opacan el análisis de los conceptos maestros del Estado del contrato El sacar de su contexto las frases célebres de Rousseau conduce a menudo al reino de la equivocidad El desface que separa el espíritu de la letra da testimonio de la dificultad inherente a un pensamiento que gusta moverse bajo la máscara del doble sentido C/ LAS RAZONES DE LA QUERELLA DE LAS INTERPRETACIONES La agudeza del conflicto de las interpretaciones tiene su fuente en el discurso mismo de Rousseau: si él utiliza oposiciones que parecen claras cada uno todo; ser parecer; felicidad desdic ha; natu raleza cultura también recurre a menudo a imágenes y a metá foras tanto mecanicistas como organicistas o bien al choque de conceptos antinómicos por ejemplo cuando distingue la “voluntad general” y la “voluntad de todos” a rebuscados enlaces de pala bras como “forzar al ciudadano a ser libre” a lo cual se añaden aparentes incoherencias y fórmulas ambiguas Uno puede pensar que esta manera de escribir finamente trabajada corresponde a un Véase la puesta a punto W Chapman Rousseau: totalitarian or liberal? Nueva York Columbia UP
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arte retórico refinado que está destinado menos a demostrar que a argumentar el pro y el contra ; así lo sugieren las notas y los margi
nalia de sus manuscritos Pero junto al acto de escribir que lleva a cabo Rousseau está el acto de pensar: acto complejo porque en él es particularmente profundo y doloroso: “Lo que hace la miseria humana es la contradicción que encontramos entre nuestro estado y nuestros deseos entre nuestros deberes y nuestras inclinaciones entre la naturaleza y las instituciones sociales entre el hombre y el ciudadano ” 314 Ciertamente al volver al hombre “uno ” se le puede hacer tan “feliz tanto como puede serlo ” 315 Pero para encontrar el camino de esta feliz unidad el pensamiento de Rousseau cons truye un edificio de hipótesis y tesis sutiles de sugerencias y razo namientos así como también de antítesis nunca superadas o de cuestiones planteadas cuya ausencia de respuesta brilla dentro de sus obras Así puede: “Entregar por completo al hombre al Estado o dejarlo por entero a sí mismo ” 316 Jean Starobinski describió en este pensamiento atormentado los efectos de la transparencia y de la claridad señalando tanto la opacidad como los halos y las brumas También es necesario observar en él cómo el choque inicial del hecho y del derecho triunfa al encaminarse hacia un horizonte normativo bajo la luz bajo que da sentido último a la cuestión política: entre el “despotismo arbitrario” y la “democracia austera” Rousseau “pone la ley encima del hombre ” 317 Pero bien sabe que 318 esta nueva cuadratura dentro de “elexige juego la máquina política” del círculo deldehombre que rompa su dependencia para con las cosas para pasar a estar “bajo la dependencia de las leyes” El hombre —cruel dilema— debe alienarse para realizarse Rousseau no cesó en su obra como tampoco en su vida de confrontar a sus lectores y a sus intérpretes con este dilema Esto en gran parte explica la lucha de las interpretaciones que suscitó la complejidad de su reflexión política Sin embargo la cuestión que ahora se plantea es saber si las dos vías que abren su obra el
Fragments politiques p Ibíd Ibíd Lettre à Mirabeau del de julio de Émile IV p [Emilio p ]
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individualismo liberal y el estatismo centralizador con la literal ambivalencia de sus observaciones son pertinentes para entender su lección Si Rousseau comparó el problema político con la cuadratura del círculo fue en primer lugar por el supuesto de su meditación que siempre se reiniciaba y al hacerlo refutaba la certeza de todos los dualismos: aquellos de la tradición a los que se opone con mayor o menos claridad doctrinal al idealismo y al realismo tanto como a las nuevas pretensiones ideológicas que eran elaboradas unas contra las otras del individualismo y del colectivismo Pero ello a conti nuación y de manera mucho más profunda colocaba las primeras señales de un camino filosófico hasta entonces insospechado La resonancia inédita aunque aún filtrada de la reflexión polí tica de Rousseau anuncia lejos de las interrogaciones tradicionales una revolución metodológica destinada a trastornar radicalmente la manera de pensar el derecho político
/ El pensamiento del derecho político y la revolución “crítica” Al de nunciar hasta la saciedad “el genio de las contradicciones y de los sofismas” 319 que habría vivido en Rousseau y que habría enfatizado en su discurso el entrecruzamiento de distintos y hete rogéneos métodos de trabajo se explica porque muchas veces no se le ha comprendido Indudablemente su pensamiento es difícil de comprender: la pluralidad de puntos de vista adoptados para explorar la sociedad la complejidad de las operaciones mentales que marcan su itinerario intelectual la inconstante connotación de su vocabulario los trucos retóricos de su escritura el movimiento a veces teatral de su pensamiento la yuxtaposición de análisis matemáticos y de arranques líricos son otros tantos factores que complican la comprensión del sentido y el alcance de su obra Al fin de la cual “se puede hacer decir muchas cosas a Rousseau” 320
jacobinisme pour nombre servir à l’recuerda histoire du El abad Hamburgo Barruel escrito : Rousseau en sus Mémoires “cuyo solo la ingeniería de las contradicciones y sofismas” Jean Starobinski « Du Discours de l’inégalité au Contrat social » Études sur Le Contrat social de Jean Jacques Rousseau Dijon Belles Lettres p
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—tantas que se ha llegado a plantear la cuestión de la coherencia y la unidad de su pensamiento Sin embargo si las fracturas que acompañan tormentosamente en Rousseau el acto de pensar así como el acto de escribir no pueden borrarse y son parte del obstáculo epistemológico que se opone a una comprensión fácil son sin embargo cualquier cosa menos una carencia filosófica Kant que seguramente fue el lector más penetrante y más atento a las sutilezas de El contrato social no se equivocó al confesar en en sus Observaciones en relación con el sentimiento de lo bello y lo sublime la influencia ejercida sobre su propio pensamiento por el universo intelectual de Rousseau 321: “A pesar de las opiniones extrañas y paradójicas” la “perspicacia de espíritu” y el “noble impulso de genio” de este autor dice el filósofo “me volvieron a poner sobre el camino recto” 322 Él piensa indudablemente más en las cuestiones antropológicas y éticas que en los problemas políticos o jurídicos Pero no duda en comparar a Rousseau con Newton 323: tanto uno como otro tienen la estatura de pioneros Newton “fue el primero ” en ver el orden y la regularidad en los fenómenos natura les; Rousseau “fue el primero” en descubrir la naturaleza profunda del hombre bajo la diversidad de las formas y acciones humanas Sobre todo fue Kant quien comprendi ó sober biamente que el genio de Rousseau consiste oscilando entre las sombras y lo implícito en transponer una cuestión de método en una cuestión fondo: planteamiento lo hace inaccesible si uno quiere situarlodeen la tradición pero unque planteamiento tan audaz no siempre consciente por cierto que fue el motor de una revol ución en la manera de pensar y notablemente de pensar e l derecho político Así se explica el entusiasmo y la atención con que Kant leyó a Rousseau: la revolución metodológica iniciada por los dos Discursos y desplegada en El contrato social conduce a su autor por una intuición crítica en status nascendi al límite máximo de la “La primera impresión que tiene un lector inteligente que no ha tiempo leído las esobras que de encuentra M J J Rousseau allí una perspicacia puramentede porespíritu vanidadpoco o para común pasarun el noble impulso de la genio y una rica sensibilidad de alma ” en trad B Geonget Vrin p Ibíd Ibíd en Loc Cit p
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filosofía trascendental que permanece como tal innominada en su obra Al menos Rousseau contribuyó a forjar las claves de un racio nalismo crítico destinado a trastornar la concepción del hombre y de sus obras A. Rousseau y su “revolución” en el acto de pensar A partir de el Discurso sobre las ciencias y las artes Rousseau tiende sobre el mundo de los hombres una mirada que tiene algo novedoso y particular: esta mirada no ha sido acusada como es el caso de Pufendorf o de Locke de no tener más que “ideas vagas y meta físicas” una mirada incisiva aplicada a entender en los hechos la génesis de conlleva la sociedad esta primera obra la idea de génesis en humana el espírituDesde de Rousseau una comprensión lineal del devenir y él categóricamente la rechaza Su mirada observa en perspectiva: al favorecer los puntos de vista Rousseau dio una representación de la condición de los hombres para la cual los nudos son más importantes que las líneas y las rupturas más significativas que los movimientos uniformes y continuos Esta visión perspectivista y selectiva que conlleva además una filosofía implícita del tiempo se encuentra desarrollada en el Discurso sobre el srcen de desigualdad en el Discurso sobre el srcen de las lenguas y sobre todo en El contrato social donde aparecen momentos extraordinarios dentro del curso de los siglos que son como las rocas de una alta cumbre desde la cual Rousseau obser va a la humanidad y a su destino “Solo contra su siglo” dirá Kant quien toda su vida fue un lector asiduo de la obra de Rousseau y quien piensa que ésta contiene a pesar de sus paradojas brillantes seductoras e irritantes a la vez un procedimiento intelectual cuyo mérito es desafiar los más potentes dogmatismos —los de un Leibniz o los de un Wolf por ejemplo que sólo saben hablar del hombre abstracto bajo la ley de la Providencia— sin caer en el escepticismo que tiende a des truir todo y se vuelve perezososino e ineficaz No sólo un sabio que piensa justamente” que el talento queRousseau dirige su“es seductora palabra no obstruye ni la intención filosófica intempestiva ni su desenvolvimiento sui generis
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Rousseau consciente de que su proyecto chocaba de frente con todo lo que tiene valor en el Siglo de las Luces y que constituye por lo general la admiración de los hombres observa con tristeza el mundo corrompido en el cual reina la desigualdad: Mientras que “la miseria humana” ha invadido el siglo y la decadencia bajo el nombre de “progreso” se instala con insolencia el hombre por todas partes se encuentra encadenado Ya hemos observado que más allá de esta amarga constatación Rousseau busca siempre el ordenamiento jurídico que según afirma: “la razón está forzada a establecerse sobre otros f undamentos” distintos de los instintos y las inclinaciones 324 En esta búsqueda se expresan según la expresión de Leo Strauss sus “reflexiones fundamentales” 325 que lejos de consti tuir una genealogía empírica que se atiene respecto a la condición humana al orden de los hechos lo conducen a preguntarse según un procedimiento hipotético sobre el único orden de las razones 326 Así pues el problema de fondo que desde el principio inquieta a la reflexión política de Rousseau consiste en investigar “en qué puede devenir el género humano si es abandonado a sí mismo” 327 Tal punto de vista determina el curso de su pensamiento: para poder examinar los hechos por el derecho es necesario seguir un plantea miento comparable al de un juez y elaborar frente al tribunal de la razón un proceso de tipo judicial Con tal proceder Rousseau no puede no obstante eludir la cuestión saber cómo se articulan en la política de la razón ydelos requerimientos del derecho natural las Loexigencias importante no es describir cómo la civilización ha corrompido al h ombre sino cómo este cambio ha sido posible Esta radicalización que se inicia en el Segundo Discurso prosigue en El contrato social y se continúa en el Emilio posee tres características srcinales En primer lugar Discours sur l’srcine de l’ inégalité p ; Le Contrat social p [ Discurso sobre el srcen de desigualdad p ; El Contrato social p ] Leo Strauss trad Franç Droit naturel et histoire Plon p El problema de derecho que se plantea a Rousseau que no puede dar lugar se trata a una “dearqueología conducir razonamientos que remontaríahipotéticos de facto aly estado condicionales” de naturaleza; second Discours p [segundo Discurso p ] gracias a que se puedan “formar conjeturas únicamente extraídas de la natura leza del hombre” Discours sur l’srcine de l’in’ l’inégalité p [Discurso sobre el srcen de la desigualdad p ]
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como lo entrevimos al enunciar la problemática que se propone aclarar Rousseau ésta se desarrolla a partir del método hipoté tico de la conjetura: La naturaleza es un concepto operatorio no contiene material empírico histórico o proto histórico Rousseau no puede sino imaginar al hombre natural “tal como ha debido salir de las manos de la naturaleza ” 328 Rousseau supone que existe entre el hombre natural y el hombre civil un contraste irreducible —en éste no se oponen dos imágenes antitéticas del hombre sino que de manera más profunda se oponen dos estatutos exist enciales radical mente diferentes en su naturaleza: mientras que en su estatuto real la sociedad civil no constituye “más que un conjunto de hombres artificiales y de pasiones ficticias” es a partir de su estatuto ideal que es necesario concebir al “hombre srcinal ” El hombre natural sólo existe en el orden del pensamiento puro Rouss eau lo remite de esta manera aun sin poder formularlo apropia damente a falta de un vocabulario adecuado como punto de anclaj e a un horizonte puro y a priori pero que no es de ninguna manera trascendente En segundo lugar el planteamiento de Rousseau no proviene del deductivismo de la metafísica ontológica ni del reduccionismo de la psicología empírica: es de tipo trascendental En efecto el esquema ideal del estado de naturaleza se perfila como la condición de posibilidad de un destino que la perfectibilidad del hombre 329 ha desfasado por completo Expresado en términos kantianos el pensamiento de Rousseau el hombre natural puro es tanto libre paraa lael bien como paraindica el malque Él era srcinariamente La historia que en el siglo se le denomina corrientemente progreso califica la finalidad de las múltiples expresiones de la libertad para el mal En tercer lugar porque la idea de la “naturaleza del hombre” que simboliza al “hombre nat ural” del “estado de naturaleza” aparece en un horizonte trascendental de sentido y de valor y toma su modelo y se afirma como el patrón respecto del cual la sociedad civil y el hombre civilizado se convierten en objeto de un juicio reflexivo y axiológico Este modelo no tiene nada de un arquetipo trascendente ni Ibid p Ibid p
[ Ibíd p ] [Ibíd p ]
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de idea platónica: frente a la metafísica esencialista de la onto logía clásica Rousseau opta por una lógica normativista cuya idea de derecho natural es el epicentro funcional Que se trate piensa del fuego o de la agricultura de las lenguas o de la escritura de la propiedad o del movimiento de las riquezas la historia de la civilización es la renuncia al derecho natural por parte del género humano 330 De esta negación procede la gran ilusión del progreso: “Todos corrieron detrás de sus cadenas creyendo garantizar su libertad ” 331 Ahora bien el “hombre no tienen más males que aque llos que él mismo se ha dado ” 332 Por tanto las leyes las artes los gobiernos nunca serán para el pueblo sino lo que las muletas son para los ancianos 333 Así pues a partir del Discurso sobre el srcen de desigualdad Rousseau regresa a la lógica hipotético deductiva de los clásicos Al sustituir el orden de los hechos por el orden de las razones o para hablar en el lenguaje de Kant —cuyas fórmulas Rousseau todavía no pudo encontrar— al buscar los requerimientos universales de la razón en la condición sociopolítica en la cual los hombres se hayan instalados tiende a inclinar su pensamiento hacia el juicio reflexivo Sin saberlo penetró en el camino de la filo sofía crítica: al tribunal de la razón y con ello dio a los conceptos tradicionales de estado de naturaleza y de derecho natural la figura inédita e intrépida de principios reguladores que no constitutivos cuya fuerza práctica es idónea para garantizar tanto su inteligibi lidadContinuando como las condiciones de posibilidad del derecho político y la en El contrato social la búsqueda “del derecho razón” Rousseau se pregunta “si en el orden civil puede haber una regla de administración legítima y segura ” Es necesario pues que su pensamiento al distanciarse del naturalismo de los hechos tome una gran altitud para concebir la problemática del Estado y descu brir siempre a partir de un juicio de reflexión las normas puras que universalmente conforman la legitimidad del derecho político El contrato social no tiene pues por objetivo describir la República perfecta que por medio de sus instituciones podría conjurar los Ibid p Ibid Ibid p n Lettre à Philopolis p
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[Carta a Philopolis]
males que la historia desliza hacia la sociedad real En esta obra Rousseau no milita a favor de ninguna ideología ya se trat e de un individualismo liberal o de un estatismo colectivista En el corazón del siglo no participa en el combate político y no opta por ninguna tendencia partidista Elabora una teoría pura del derecho político y gracias a su investigación se eleva hasta la normatividad fundacional que por medio de las ideas reguladoras de la razón otorgan a su f ormulación una validez universal El discurso político de Rousseau al poner de relieve las condi ciones de emergencia de la sociedad civil destaca la idealidad funda mental del Estado del contrato; con ello se accede por primera vez en la historia de filosofía del derecho a la legalidad universal del pensamiento puro Es decir Rousseau recurre aun si dentro de su discurso permanece sin ser nombrado a un horizonte trascendental que le permitirá en el Estado cuyo contrato social garantiza la legitimidad mediar entre la individualidad natural y la comunidad civil con la forma universal de las ideas de la razón Es necesario según Rousseau que los hechos sociales y las insti tuciones políticas sean juzgadas efectivamente por medio de las normas puras de la razón: ya no es cuestión de al experimentar el valor y la legitimidad apelar a una ley natural trascendente o a una voluntad providencial El derecho político ha descendido verdade ramente sobre la tierra: es al hombre exclusivamente a quien le será
razón humana imputado únicamente la fuerza de laLa “revolución” en quien sey es funda la posibilidad de práctica construirlo realizada por Rousseau es perturbadora y en su tiempo fue difícil de comprender Como lo señalaron Ernst Cassirer y Éric W eil fue necesaria la perspicaz mirada kantiana para medir su alcance Esta mirada es necesaria asimismo “para pensar los pensamientos” de Rousseau 334 y para poder seguirlos sobre el camino de su raciona lismo crítico B/ EL R ACIONALISMO “CRÍTICO” DE ROUSSEAU
Eric Weil «Rousseau et sa politique» in Essais et conférences Plon t P
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Como hemos mostrado más arriba la investigación de Rousseau sobre el derecho político se organiza en torno a algunos conceptos centrales —el pacto fundamental la voluntad general la ley El esclarecimiento que aporta su filosofía normativa crítica al manejo de estas categorías del pensamiento político exige con el fin de descifrar las exigencias racionales que los hace posibles y garantiza la legitimidad del derecho político no confundir el parecer y el ser y menos aun el punto de vista del ser con el punto de vista del deber ser Rousseau observa escrupulosamente estas dos precau ciones metodológicas y sobre la base de un imperativo racional puro y universal —a saber escapar a la absurdidad de la esclavitud y de la fuerza bruta 335 atrapados uno y otro en una empresa desas trosa— él construye la idealidad del orden político Este ideal no es ni un proyecto ni un programa de legislación Es extraño a todo pragmatismo y est á desprovisto de toda aplicabilidad Será en el pacto social en donde residen según Rousseau tal como lo repetirá Kant en en eoría y práctica las condiciones de inte ligibilidad de una sociedad política legítima Por su naturaleza que de hecho como dirá Kant al aclarar el pensamiento aún implícito de Rousseau es e l de una “simple Idea de la razón” es al igual que toda Idea “evidentemente irrealizable ”: la idealidad de principio y trascendentalidad del estado del contrato es imposible de traducir a una realidad empírica con la que fuera perfectamente congruente Ella designa detrás en y deSollen todas que las experiencias histórico políticas un todas deber las ser épocas un puro tiene valor de “norma” de hilo conductor: la Idea pura del Es tado es un principi o regulador Esta es la razón por la cual sería absurdo quererla traducir en realidad sociopolítica efectiva o querer proyectarla en el futuro: por una parte asignarle la eficiencia de un principio constitutivo sería transportarla a un orden que no es el suyo; por otra según Rousseau es irremediablemente demasiado tarde En cualquier caso reducir el concepto de contrato social y el del estado del contrato a las instituciones equivaldría a falsear por completo su sentido Esta idea tiene una importancia extrema para filosofía del derecho En efecto Rousseau antes que Kant piensa las estructuras del Estado Le Contrat social p
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[El Contrato social p ]
dentro del marco de una racionalidad que impone distinguir lo ideal de lo real A este respecto se puede afirmar aunque en un lenguaje que ciertamente aún no es el propio de Rousseau que el estado ideal del contrato es una idea más que un concepto: tiene la perfección trascendental cuya pureza prohíbe su adecuada reali zación Pero así como según Kant rechazar esta idea porque es “irrealizable ” sería traer a colación “un muy vergonzoso pretexto” según Rousseau esta idea fundamental para cualquiera reflexión sobre la política tiene la vocación de un principio regulador del cual no es posible privarse Igual que para Kelsen en la cima del cuestionamiento kantiano la teoría pura del derecho depende de la hipótesis trascendental para Rousseau el contrato es la “regla” o la “escala” que hace posible una teoría pura del Estado El método de trabajo por medio del cual Rousseau conduce su meditación política tiene un alcance mucho mayor que el metodo lógico La “Idea de la razón” a la que eleva su reflexión constituye una presuposición racional incondicional y universal del Estado En consecuencia ella conduce un problema de fondo Puesto que cada uno dándose a todos por medio del contrato no se da a nadie y en adelante sólo obedece a las leyes que él se da a sí mismo la rectitud formal del poder sobe rano coincide en el Estado así pensado con la regla de la autonomía Según el razonamiento de Rousseau tal situación no es ni una utopía ni una panacea; no es una esencia del cielo inteligible rayo como proveniente de la República perfecta; el contrato socialniseunafirma el principio primero y puro de la condición civil: “El hombre se ve forzado a consultar a su razón antes de escuchar sus inclinaciones ” 336 Pensado idealmente en su deber ser según las exigencias puras de la razón el contrato hace posible gracias a la voluntad general y por mediación de la ley la síntesis de la libertad y el orden Para decirlo en la lengua que forjará Kant interpretando a Rousseau: corresponde a una idea de la razón cuya forma universal y a priori engloba las condiciones de posibilidad en conjunto de la legitimidad del Estado 337 Ibíd p [ Ibíd p Véase Kant Reflexionen ni datada de Téorie et pratique [eoría y práctica p ]
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La resonancia trascendental del planteamiento de Rousseau es tan clara que Georges Gurvitch no dudó en escribir: “Las tesis de Kant pueden considerarse como la reproducció n y la interpretación precisas de la teoría política de Rousseau ” 338
Conclusión / La perspectiva crítico-racional del código cívico, según Rousseau El carácter problemático e incluso ambiguo que a menudo los comentaristas han denunciado en la teoría de Rousseau hasta el punto de interpretarla en direcciones divergente s y hasta polémicas no adquiere una importancia que desconcierte si no se le relaciona obstinadamente con las categorías y los esquemas tradicionales del pensamiento político En efecto Rousseau no solamente es según la expresión de Bernard Gagnebin “un hombre de obras profundas” sino también un pensador intempestivo e iconoclasta que por la profundidad y radicalidad de su reflexión es el heraldo de una revolución en el pensamiento filosófico del derecho político Precursor de un modo de pensar que será el de la filosofía crítica sabe aclarar las aporías en que desembocan inevit ablemente las concepciones “metafísicas” del dogmatismo político tradicional obsesionado por las nubes del cielo inteligible o bien atascado en lo empírico Con un realismo que no tiene nada de pragmático y que incluso su discurso político parece encubrir un menosprecio un tanto cínico dada su indiferencia a la política concreta Rousseau ha creado un código cívico el cual Georges Gurvitch « Kant y Fichte interprètes de Rousseau » in Revue de métaphysique et de morale in p El autor concede sin embargo que existe diferencias entre K ant y Rousseau principalmen te porque según él la voluntad general tiene en Rousseau de «carácter metafísico» lo que es eminentemente discutible mientras que Kant ve en ella un «principio regulador» lo que nos parece ser también el caso de Rousseau Alexis Philonenko impugna la interpretación «kantiana» del pensamiento de Rousseau En Téorie et praxis dans la pensée morale et politique de Kant
et de sería FichteestaVrin ¿No en verdadseuna pregunta fábula? p«y acerca : «¿Kant Kantdiscípulo de Pufendorf de Rousseau?» » En su Introducción a la traducción de la Doctrina del derecho Vrin p declara incluso que «el acuerdo sentimental que generaciones enteras de historiadores de la filosofía creyeron descubrir entre Rousseau y Kant » no es sino producto a menudo de la pura invención »
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no es su menor aportación pues tiene la altura de un deber ser incondicional en términos puramente normativos Al inaugurar este nuevo método de pensar que le conduce “a examinar los hechos por el derecho” no se limita a abandonar los caminos de la filo sofía teológico política para abrir la vía del humanismo jurídico Su humanismo se vuelve “crítico”: Rousseau no sólo coloca
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FIN DE LAS PRIMERAS CORRECCIONES
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Rousseau no sólo coloca al hombre en el corazón de su concep ción del orden político sino que hace de las exigencias universales de la razón el único fundamento posible de la posibilidad y validez del derecho político Tiene la profunda intuición según la cual un apretado vínculo une entre si en la comprensión del Estado el humanismo y el racionalismo lo que finalmente hará la especi ficidad del criticismo Sin nunca realizar un imprudente salto a lo absoluto que lo volvería a sumergir en un nuevo dogmatismo se opone al racionalismo triunfante de las Luces para buscar en la razón el poder y los límites de la fuerza práctica contenida en sus requisitos incondicionales De esta manera Rousseau descubre sobre el horizonte trascendental que entreve la idea racional simple y pura de la normatividad republicana Desde la perspectiva critico racional de El contrato social Rous seau no podía evidentemente no tener claro el desarrollo de una problemática de los medios susceptibles de materializar su Idea del Estado: él lo sabía “irrealizable” como toda Idea de la razón: no podía pensar en fenomenizarla Sin embargo bien pudo preguntarse sí por medio de la influencia teórica de su nueva filosofía política no se perfilaría una influencia práctica tal que el proyecto abortado de sus Institutions polítiques pudiera encontrar su realización Tal percepción del sentido de la obra de Rousseau se extravía de nueva cuenta en la incomprensión en una especie de “ilusión trascendental” es enellanúcleo esferadedeverdad la realización de sus ideas en donde RousseauNo coloca de su política filosófica Por el contrario destaca la imposible realización de la pura norma tividad estatal En el esclarecimiento invencible que aleja la insti tucionalización concreta del Estado del horizonte filosófico de la República Rousseau tanto con pavor como con nostalgia descifra el más profundo de los dramas en los que irrevocablemente se desarrolla la condición humana
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CAPITULO III LA IDEALIDAD INACCESIBLE DE LA NORMATIVIDAD ÉSTATAL
Rousseau confiesa que nunca deseó ser legislador; por otra parte afirmó que si hubiera sido príncipe o legislador no habría perdido su tiempo diciendo lo que era necesario hacer; lo habría hecho o se hubiera callado 339 Por eso El contrato social no propone ningún programa político y hasta se puede afirmar como observa Bernard Gagnebin que Rousseau tenía una verdadera “repulsión hacia la política act iva” 340 Si bien uno puede admitir que el Proyecto de cons titución para Córcega y las Consideraciones sobre el gobierno de Polonia y su proyectada reforma 341 permiten profundizar su pensamiento sobre aspectos y del realizados Estado noa se puede omitirdistintos la indicación que del estosgobierno textos fueron solicitud de patriotas extranjeros No se puede pretender por tanto leerlos ni como una Biblia institucional ni como un testamento constitu cional; aunque es preciso reconocer que estos textos conllevan sin embargo entre sus intersticios y sus límites un significado filosófico profundo En cuanto al último capítulo de El contrato social titulado de manera sorprendente “De la religión civil” manifiesta plenamente la distancia que aleja irremediablemente las instituciones civiles del horizonte filosófico y se inscribe en la normatividad pura de toda República Este capítulo sugiere con una fuerza asombrosa la vía sobre la cual conviene comprometerse para buscar si bien no alcanzar el centro donde rozaremos la política filosófica de Rous seau
I/ Los proyectos para Córcega y Polonia
Le Contrat social I p [El Contrato social p ] Bernard Gagnebin Pléiade T Introducción p Las borraduras las digresi ones y las notas que contienen los manuscritos autógrafos de Rousseau revelan cuánto hasta en los títulos de estos escritos dudó sob re el vocabulario a utilizar
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A / UNA CONSTITUCIÓN PAR A CÓRCEGA
de constitución para Córcega El fue iniciado sin que seauProyecto se hiciera del rogar Así inicia la redacción del trabajo queRous le pide el capitán Mathieu Buttafoco y que finalmente quedó incon cluso: nunca utilizó como él lo había previsto con el fin de revisar la redacción precipitada y provisional que había hecho en el escrito “Asuntos de Córcega” hallado dentro de sus papeles Cier tamente sería tentador creer que Rousseau ve en la bella isla el lugar de excelencia en el cual al preservar los caracteres especí ficos del pueblo corso las ideas propuestas en El contrato social podrían encontrar una realización casi perfecta tanto más perfecta cuanto que los habitantes de cada burgo jurarían velar por los inte reses de la nación ante la Biblia Una vez sellado el contrato los corsos comprenderían mejor que cualquier otro pueblo lo que en verdad importa: que “un gobierno sin ley no puede ser un buen gobierno” 342 que hay que obedecer a los jefes legítimos que “en todo se ajustarán a las leyes” lo que en caso de conflicto o de tiranía justifica y vuelve válido s los actos de resistencia Dado que la nación se formó “ para el gobierno”343 los ciudadanos sabrían vivir y morir por la patria Pero tal tentación procede de la ilusión Las ideas aquí señaladas son indudablemente exaltadas; sin embargo no contienen nada nuevo ni en sus principios ni en el desarrollo de las máximas institucionales relativas a la propiedad la economía la agricultura la administración las relaciones exteriores que son sucesivamente previstas Sobre todo el problema no consiste en dar al “noble pueblo” de Córcega “las leyes artificiales y sistemáticas inventadas por hombres”; el único y verdadero problema es Rous seau lo dice sin rodeos combatir y destruir los prejuicios “para formar un buen gobierno” 344 ya sea que se le considere “desde su comienzo o en su desarrollo ” 345 Así Rousseau desea poner al país corso “bajo las únicas leyes de la naturaleza y el orden que dirigen Projet de Constitution pour la Corse p para Córcega p ] Ibid Ibid p Ibid p
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[ Proyecto de Constitución
los corazones y no tiranizan las voluntades ” Solamente que como escribe a Buttafoco en marzo de su “alma se encuentra agotada y no está en condiciones de pensar” y que su “facultad inteligente ha muerto” Es pues inaceptable que se haga de su Proyecto de cons titución para Córcega un arma de combate político Se desprende que el texto no es susceptible de añadir lo que ya se ha establecido en El contrato social B / EL GOBIERNO DE POLONIA Aunque la factura de las Consideraciones sobre el gobier no de Polonia revela un trabajo considerable este escrito no implica la aplicabi
El elcontrato lidad de lassecretas ideas deque obra nació aemisario partir dedelas entrevistas conde social MichaelLaWielhorski los confederados de Bar tuvo con Rousseau a quien había venido a consultar después de haberle planteado a Mably los problemas que encontraba Rousseau probablemente después de haber estudiado el ableau du gouvernement de Pologne memoria que Wielhorski 346 donde propone no las habría redactado en el invierno de cláusulas de una reforma constitucional sino las observaciones sobre ese país cuya historia era todavía caótica y carecía de consistencia En eso no hay nada srcinal Alrededor de los años nume rosos son los au tores Mably Jaucourt Voltaire Mirabeau los Fisió cratas que expresan sus opiniones sobre la República de Polonia Cuando Rousseau atiende la solicitud para dar su contribución a la literatura del momento por supuesto lejos de las tendencias cosmopolitas de las Luces tiene igual que el amor depositado por los habitantes de Córcega a la identidad de su isla una verdadera simpatía por el carácter nacional al cual está fuertemente atado el pueblo polaco Bernard Gagnebin indica en las notas de la edición de la Pléyade p que una obra clásica hacía entonces autoridad sus publicum regni
Poloniae popularizado Dantzig Por añadidura que tras numerosos la famosa obra manuales del “jurisconsulto o de impresosdelhabían rey” Christian Pfeffel Memoires sur le gouvernement du poloniae los escritos relativos a las instituciones de Polonia no eran raros en la segunda mitad del siglo rodeados a veces de todo un aparato de propaganda en favor de la política conducida por Choiseul respecto a Polonia
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Pero con el fin de destacar “la fisonomía nacional” de Polonia Rousseau quiere simplemente inspirarse en sus propios principios y sobre todo en los esquemas del contrato y de la voluntad general ya que son ellos los que tal como los estableció en El contrato social los que harán nacer por el amor a las leyes y a la libertad el compromiso que se tiene para con la patria Por tanto buscar temas inéditos en las Consideraciones sobre el gobierno de Polonia texto del cual Rousseau ha incluso admitido que conlleva cierta debilidad intelectual y cierto desorden es una empresa inútil Rousseau desa rrolló tales consideraciones ha sta la saciedad habla él mismo de sus “insistencias ” la idea central que constituye el centro mismo de su obra política: “El único estudio que conviene a un buen pueblo es el de sus leyes: es necesario que las medite sin cesar para gustarlas para observarlas para corregirlas incluso ” 347 Las Consideraciones sobre el gobierno de Polonia constituyen una suerte de De legibus que consiste en un comentario concienzudo y aplicado en torno a las ideas expuestas en El contrato social sobre la democracia la amplitud del Estado los tipos de gobierno los modos de administración A este respecto este laborioso escrito aporta algunos corolarios prácticos que se agregan al pensamiento teórico de las obras previas Éstos por supuesto no carecen de importancia para Rousseau cuya escritura muchas veces es inflamada y vehe mente Sin embargo esto no basta para hallar en el pensamiento de RousseauEllosautor horizontes inéditos deexplícito un pragmatismo cualquiera es perfectamente sobre estepolítico punto: su único objetivo es permitir a la nación polaca tomar conciencia de sí misma vivificarse aumentar su celo para con el bien público evitando “el peligro de las revoluciones ” 348 Tal es patéticamente la “ofrenda” que apor ta Rousseau mejor aún que ofrece más con su corazón que con su pluma a la patria de Wielhorski 349
Fragments politiques Des lois § p Considérations sur le gouvernement de Pologne p sobre el gobierno de Polonia p ] Ibid p n c [ Ibíd p ]
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[Consideraciones
C/ EL SENTIDO OCULTO DE LOS CONSEJOS DE ROUSSEAU Rousseau nunca pensó ser el legislador de Córcega ni el autor de una reforma constitucional para Polonia Porque le parecía que tanto en Córcega como en Polonia la virtud normativa del pacto social podía contribuir a esclarecer y a guiar la instauración de un buen gobierno aceptó en calidad de “experto” dar consejos o formular algunas “consideraciones ” De esta manera no ocultaba las inclinaciones de su corazón para con la Isla de Córcega y por la “bella patria polaca”: para que ésta pueda expresa con una sinceridad no fingida “triunfar sobre sus enemigos y pueda ser libre y feliz permaneciendo pacífica y dando un gran ejemplo al universo entero ” 350 Pero Rousseau se guardó bien al formular estos consejos de modificar los princi pios fundamentales de la Ciudad Estado que anteriormente había establecido Se asemeja al “Legislador” cuyo retrato grabado en El contrato social 351 permite cuando se lo explora atentamente evitar muchas confusiones 352 El Legislador cuya figura tan particular es asombrosa si se le relaciona con la filosofía política en general no está dotado según Rousseau del poder de hacer leyes: es a la voluntad general del pueblo soberano a la que corresponde expresarse por medio de las leyes Solamente que aunque la voluntad general en su rectitud racional formal pueda errarhaceellopueblo ve La siempre lo que quiere y cuando lo venono siempre mejorno353 fórmula de Ovidio: Vídeo meliora deteriora sequor conlleva una actualidad eterna Porque la psicología popular es falible y está tensada entre la razón y las pasiones 354 y al manifestarse duda es indispensable que el pueblo este informado sea esclarecido y guiado “De ahí
Ibid p [Ibíd p ] Le Contrat social p
[El Contrato social p
]
Economía política social Legislador Esque bastante en en elnotable artículoque el Contrato destinado corrigea lala Enciclopedia imagen del aún es presentado a la manera clásica por Rousseau como él o los que establecen las leyes de acuerdo con la voluntad general p Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Emile livre p [Emilio p ]
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nace la necesidad del Legislador” 355 no como “hacedor de las leyes” sino como el “hombre extraordinario ” por medio del cual la “razón sublime” es portadora de las “luces públicas” que deben esclarecer el juicio del pueblo Entonces Rousseau que se dirige tanto a los corzos como a los polacos; se esfuerza como el “Legislador” de El contrato social en hacer oír la voz de la razón; aunque él no sea el soberano o ni siquiera un magistrado 356 Las confesiones señalan muy claramente que Rousseau quería “ejercer plenamente [su] derecho a pensar” y que nunca busca una “aplicación ” 357 Y así lo hace en el libro redactado en que según palabras de Goethe ha colocado las bases “de un mundo que comienza” del cual ningún proseli tismo ni ningún proyecto revolucionario debían salir Rousseau mismo en se la explica ante JeandeJacques: “Él Rousseau siempre ha insistido conservación las instituciones exis tentes sosteniendo que su obstrucción sólo serviría para quitar los paliativos y dejar los vicios substituyendo el bandidaje por la corrupción ” 358 Sin duda sería imprudente concluir en lo que Vaughan deno mina “el radicalismo abstracto ” de la filosofía de El contrato social Por el contrario permanece la idea de que el normativismo crítico de Rousseau no propone máximas prácticas de gobierno cuya apli cación trastornaría las estructuras políticas existentes e inclinaría a los estados hacia otros fines Rousseau siempre se manifestó contra los “razonadores” que rehacen el mundo: este pragmatismo no tiene lugar en su reflexión política Hasta en sus últimos escritos despliega el horizonte filosófico sobre el cual se inscriben los princi pios fundadores y rectores de un Esta do civil ideal —lo que Kant su mejor lector comprendió admirablemente Si el problema político es comparable como el cree a la cuadrat ura del círculo no es porque sus principios estructurales sean difíciles de aplicar sino porque el pensamiento para poder concebir este problema debe tomar una gran altura y tener una gran pureza Solamente que en este punto conviene descartar todo mal entendido: el estado del contrato no Le Contrat social [El Contrato social p ] Ibid p [ Ibíd p ] Les Confessions livre p [ Las Confesiones p ] Rousseau juge de Jean Jacques Pléiade t p
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es el modelo o el arquetipo de la marcha que los estados modernos debería realizar con el fin de poder escapar a la crisis social y moral que los mina Es un ideal puro cuyo valor universal reside en su forma eterna; el de noviembre de Rousseau escribe a Rey: “ El contrato social es un libro para todos los tiempos ” De manera que el contrato que funda el Estado según Rousseau es como dirá Kant una “simple idea de la razón” sin la cual no sería posible pensar” la pura ética de la ley ” 359 Por otra parte cuando Rousseau para responder a las Cartas escritas de la campaña publicadas por el Fiscal General Tronchin hablaba en sus lettre escrites de la montagne 360de la unidad del Estado no sitúa esta unidad a sus ojos esencial en la red de las instituciones concretas de la República; son principios decía de un convenio primordial que establecido entre los miembros de la sociedad civil los vincula y les impone obligaciones de acuerdo con los requisitos de las “ leyes naturales” Rousseau no siempre fue muy explícito sobre este punto De todos modos el carácter fundacional que conllevan las peti ciones inscritas en la idea de ley natural permite descartar los malen tendidos cuando se pretende comprender la posición que adopta en el Proyecto de constitución para Córcega y en las Consideracion es sobre el gobierno de Polonia Rousseau quien torpemente oculta la dife rencia que existe entre un orden trascendente y una e xigencia tras cendental embargo en siempre consideró queo más el núcleo de verdad del Estado sin se encuentra las leyes naturales concretamente en el ideal del dere cho natura l que ellas conll evan También cuando recuerda en las Lettres écrites de la montagne la idealidad del funda mento de la sociedad política considera que no se entendió bien su intención filosófica Él quiere destacar pareciendo anticiparse al error de lectura que cometerá su comentarista V aughan que no hizo “tabla rasa” ni “dejó de lado” la idea de ley natural 361 Su “clarivi dencia especulativa ” no consiste como cree Vaughan en rechazar la idea de ley natural sino en criticar las concepciones anticuadas que Ernst Cassirer «Le problème Jean Jacques Rousseau» trad in Revue de métaphysique et de morale n° p Lettres écrites de la montagne carta p Vaughan Political Writings of Jean Jacques Rousseau T p
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hacen de ella la expresión tanto de la fuerza como de la autoridad paternal y de la voluntad de Dios 362 Contra estas falsas y anticuadas teorías su objetivo no es negar la idea de ley natural sino renovar su significado profundo e irremplazable: el texto de la VI Carta que destaca la idealidad primordial de este principio ineliminable del derecho político es perfectamente explícita 363 y la VII Carta elimina como si fuera aun necesario todo equívoco En cualquier caso resulta que los “principios” del derecho político son infinita mente más importantes que la realización más o menos parcial e imperfecta que pueden intentar los hombres aquí o allá Conden sada en la idea misma de contrato social su fuerza se nutre de las exigencias de la pura racionalidad que envuelve una concepción renovada de la ley natural y del derecho natural razonado que la dirige En este punto Rousseau no cambió nunca: es por su natu raleza ideal y trans empírica que estos principios obligan a todos a respetar el pacto fundador del Estado; imponen a cada uno de acuerdo con los requerimientos incondicionales de la ley natural “el deber de cumplir sus compromisos ” La ley natural por supuesto es superior en su universal racionalidad a todas las leyes civiles; y las instituciones estatales cualesquiera que sea la forma que tomen según las regiones y los distintos regímenes no deben establecer nada que contravenga a es te ordenamiento He ahí lo que la nación corsa debe saber; he ahí también lo que el patriotismo de los polacos entre sus principios Sin embargo hay algo que encontró los contemporáneos de Rousseau no pudieron compren der igual que muchos de sus comentaristas : que la ley natural no es para él una ley trascendente cósmica o divina sino una voluntad rectora inmanente a la razón de los hombres Debido a esta incomprensión acusaron a Rousseau de maltratar a la gran y divina ley natural y de ser un filósofo perdido en las nubes de una razón pura que h abía elaborado una utopía política la cual ningún país del mundo podría acoger jamás Al contrario Rousseau se propone probar a todos los que no entienden el sentido de su Lettres écrites de la montagne carta p Ver también la lettre de Montmorency del de octubre de Correspondance générale t p quién a partir de esta fecha destaca el ineliminable idealidad de los principios del derecho político
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revolución filosófica su vocación de realismo Esta es la razón por la que de la VII a la IX carta de las Lettres éscrites de la montagne multiplica las observaciones sobre las crisis y los sobresaltos de la vida política de la ciudad de Ginebra A la hora en que refugiado a Mótiers y convencido de que la condena de su Contrato social en Ginebra es inmerecida redacta sus Cartas y se separa de la bella ciudad que sin embargo le gustaba tanto “Los ginebrinos me hicieron demasiado mal para no odiarme y yo los conozco dema siado para no despreciarlos ” 364 Un poco más tarde escribe: “para mi Ginebra no existe ya ” 365 Ante la incomprensión de la cual es objeto está más resuelto que nunca a “no detenerse mas sobre estos hechos definitivamente perniciosos ” La impetuosa inspiración de sus Cartas produjo por medio de la crítica efectos que Rousseau no podía prever; por ejemplo por parte de los ginebrinos la exigencia de cancelar sus derechos políticos Pero lo importante está en otra parte: el también afirmaba más fuerte que nunca que la política filosófica de El contrato social aun si había sido prolongada por las reflexiones específicas sobre Córcega o Polonia no podía leerse ni entenderse sino a la luz de los “principios ” racionales que garanti zaban su fundación última Por eso no es inútil volver de nuevo sobre la asombrosa reso nancia del último capítulo de Elcontrato social que consagrado a “la religión civil” esclarece precisamente lo que los lectores y los contemporáneos de Rousseau a saber el carácter inaccesible en razónnodepudieron su purezacomprender: de la normatividad racional y pura sin la cual el Estado del contrato es ininteligible / LA “RELIGIÓN CIVIL” Y SU ALCA NCE FILOSÓFICO
Hablar de la “religión civil ” es hablar de un enlace de palabras osadas en tanto los términos ut ilizados son a primera vista incompatibles y por añadidura adquieren un aire desafiante con relación a la
p p
Lettre à Moultou Lettre à Lenieps
de abril de de julio de
Correspondance générale t Correspondance générale t
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tradición occidental cristiana Elaborada a partir de creencias que van dirigidas al corazón ¿puede la religión realmente concordar con la racionalidad pura del Estado del contrato? Además el capítulo que Rousseau consagra a la religión sólo parece estar vinculado leja namente al tema general de una obra que pretende la búsqueda de los principios del derecho político Por último está rodeado como ha sido señalado en varias ocasiones por los comentaristas con el misterio de sus orígenes: cuando en diciembre de el editor Rey recibe el borrador de El contrato social las páginas consagradas a la “religión civil” no formaban parte de él; y aunque el Manuscrito de Ginebra conlleva al reverso de las hojas a que tratan del “Legislador” una primera versión sin título de las reflexiones sobre la “religión civil” la fecha de su composición perma nece incierta 366 Pero aquí lo importa nte es menos si la fecha del text o se puede razo nablemente situar en el curso del año que subrayar la aparición de una idea que aunque tiene inflexiones moderadas atraviesa la obra entera de Rousseau Las asombrosas páginas con las cuales termina El contrato social no son pues ningún accesorio Todo lo contrario: poseen una dimensión simbólica en la que se cruzan la fuerza del idealismo político de Rousseau y la gravedad de su tormento metafísico La idea de fondo de este capítulo sobre “la religión civil” es esclarecer “el concurso de la religión en el establecimi ento del orden 367 tranquilamente se puede decir que esta idea aparece omni civil” presente en la obra entera de Rousseau y que en las páginas inquie tantes con las cuales concluye El contrato social toma un carácter “cizañoso” Este último aspecto atrajo especialmente la atención de los críticos Estos se lanzaro n contra Rousseau que a sus ojos no so lo permanecía como el pensador intempestivo que se había revelado en los Discursos sino que era un filósofo político que al asociar la religión a la ciudadanía se atrevía a desafiar la quintaesencia
complètesEsta de Rousseau versión primitiv Edicióna fue de la publicada Pléiade por t R pDerathé En en las el nOeuvres p de este volumen R Derathé repara en el estado confu so de esta versión: El manuscrito está lleno de correcciones y añad idos Sin embargo la “parte fundamental” de esta primera redacción subsiste en el Contrato social Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ]
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Ni los Jesuitas de Trévoux ni los doctores de la Sorbona y los señores del Parlamento de P arís hicieron mayor esfuerzo para pene trar en la intención política y metafísica de Rousseau; prefirieron condenarlo sobre las apariencias y de esta manera todos creyeron o quisieron creer que por defender al ciudadano contra el h ombre puesto que Rousseau afirmaba que no se puede ser los dos a la vez 368 Rousseau elaboraba las más odiosas acusaciones contra la religión cristiana evidentemente Entonces el provocador fue perseguido y el El contrato social y el Emilio fueron condenados por un auto de fe Con menos seguridad los exégetas de Rousseau han dado varias interpretaciones del espinoso capítulo que distan mucho de ser convergentes Rousseau quería enjuiciar al cristianismo defender la religión natural disculpar a Dios de las miserias del mundo des afiar a los “espíritus fuertes” imbuidos de ateísmo combatir prejuicios y supersticiones reconciliar al hombre y al ciudadano exponer las condiciones sociales de la virtud expulsar la intolerancia manifestar la espiritualidad del ser humano En su abundancia las ideas de Rousseau dan lugar en el límite de las interpretaciones a los matices o incluso a diferencias de lectura a veces difícilmente compatibles entre ellas Con todo nos parece que la dificultad puede ser supe rada si lo que se quiere es por una par te buscar en la fase preliminar del capítulo sobre la religión civil la emergencia de la distinción entre “religión delbien hombre” la “religión del plicación ciudadano” la otralapermanecer atento ypara avalar la ex quey élpor da respondiendo a las objeciones que lo condenaron y que giran en torno a las relaciones que se dan entre la “religión del ciudadano ” y la “Profesión de fe del vicario saboyano” Veremos que este capí tulo singular tanto por su evolución como por lo inesperado de su objeto Rousseau lanza una luz inexorable sobre la inaccesible realización de la normatividad pura del es tado del contrato
Émile Pléiade t livre p
[ Emilio p ]
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A/ LA RELIGIÓN DEL HOMBRE Y LA RELIGIÓN DEL CIUDADANO Desde el título del capítulo: “De la religión civil” se esconde el deli cado problema de las relaciones entre política y religión –problema en cierto sentido tan viejo como el mundo puesto que su aparición es contemporánea del nacimiento de las so ciedades civiles– pero que también permaneció en la oscuridad desde los inicios de la historia y que muy probablemente seguir á siendo uno de los problemas más espinosos y angustiantes para la humanidad Por eso importa clarificar los términos Ahora bien a la hora en que Rousseau envió el manuscrito de El contrato social a su editor Rey fue muy consciente de que si bien a lo largo del texto había buscado “los principios del derecho político” era necesario a fin de tener una visión global del problema clarificar “el concurso de la religión en el establecimiento del orden civil” A decir verdad Rousseau desde su estancia en Venecia estaba preocupado por esta cuestión y sus primeras intuiciones ya poseían una fuerza inquebrantable En el Discurso sobre el srcen de desigualdad después de haber considerado al “establecimient o del cuerpo político como un verda dero contrato entre el pueblo y los jef es que ha elegido” 369 Rousseau observaba que tal constitución puede dar lugar –puesto que los hombres son psicológicamente frágiles a posibles abusos de poder o a la inobservancia de los compromisos recíprocos Por eso los gobiernos humanos tienen necesidad escribía entonces Rousseau “de una base más sólida que la sola razón” que presida al contrato: es “necesario para el descanso público que la voluntad divina” intervenga 370 para apoyar la autoridad soberana del Estado Aquí Rousseau está pensando en el papel desempeñado por las religiones históricas que a veces supieron moderar las disensiones y los desór denes que se implican según los jurisconsultos cuando se establece una relación necesaria entre el derecho humano y el derecho divino El concepto de “religión civil” no se había forjado aún Pero Rous Discours sur l’srcine de l’inégalité seconde partie p [Discurso sobre el srcen de desigualdad p ; Ibíd p ] Ibid p [ Ibíd p ]
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Ibid p
seau que se presenta en la página inicial de su Discurso como el “Ciudadano de Ginebra” y que desde la primera frase declara: “es del hombre de quien tengo que hablar” 371 se pregunta si no corres ponde a la religión proporcionar al gobierno un carácter “sagrado e inviolable ” 372 Dos años más tarde meditando sobre el terremoto de Lisboa y sobre la ley natural es más explícito En su Carta a Voltaire del de agosto de habla de un “código moral” o de una “especie de profesión de fe civil” impuesta por las leyes 373 Dando a su pensa miento una giro cada vez más radical considera que la declaración de las máximas de un “catecismo del ciudadano” 374 sería más juiciosa que el “catecismo del hombre” propuesto por Voltaire en su Poema sobre la Ley Natural La dicotomía entre religión y polític a –es decir entre hombre y ciudadano– proporcionó a la meditación política de Rousseau una subestructura categorial que ya había encontrado en su pensamiento un giro definitivo Es sobre esta base que Rousseau lanzará en las dos páginas consagradas al “legislador” las notas de trabajo que conforman el último capítulo de El contrato social La problemática tomó una forma radical y el vocabulario se volvió temerario Rousseau sin temer esta insólita alianza de palabras que no dejará de provocar escándalos procura clarificar bajo la expresión esta vez explícita de “religión civil” aquello que en la Ciudad puede relacionar la “religión” conalosusque incluido religión”que del ciudadano del Lo hombre importante ojosestá más allá deenlas“laevidencias suministra la historia es descartar si se quiere ir hast a el fondo del problema los vértigos semánticos de la palabra “reli gión” En efecto si nos atenemos a la historia –conservando su coefi ciente conjetural la religión se encuentra en una estrecha relación con la sociedad posee grandes estados de servicio pero esta rela ción se rodea problemáticamente con gruesas brumas Después de
Ibid p [Ibíd p ] Lettre à Voltaire in Pléiade t p Ibíd p Le Contrat social livre chap p ; cf éga lement Le Contrat social livre chap p [El Contrato social p ; véase también Contrato social p ]
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haber recordado la exactitud del “razonamiento de Calígula” que se refería a las relaciones de los dioses y el pueblo 375 y según el cual “los amos 376 del mundo eran de un carácter superior al resto de los hombres” Rousseau observa que los primeros reyes fueron dioses y que los gobiernos fueron srcinariamente teocráticos 377 De hay nació el politeísmo y hubo tantos dioses como pueblos De ahí se sigue que para cada Estado habiendo establecido su culto y sus dioses el pueblo extranjero fuera siempre enemigo; la intolerancia teológica y civil se instaló Dado que cada religión se ligó a las leyes del Estado convertir a un pueblo era controlarlo y los misioneros eran conquistadores Si a veces a los vencidos se les dejaban sus dioses así como sus leyes estos dioses “eran vistas como sumisos y se les forzaba a hacerles homenaje a los vencedores” 378 También señala que en el inmenso Imperio romano la multitud de los dioses paganos se aglutinó en “una sola y única religión” En los tiempos del paganismo eran los dioses los que como en el tiempo de los héroe s de Homero “combatían por los hombres” 379 y no los hombres por los dioses ” El advenimiento del cristianismo llevó a cabo un gran cambio en cuanto Jesús “al establecer sobre la tierra un reino espiritual” separó el sistema teológico y el sistema político “Es necesario dar al César lo que es del César y dar a Dios lo que pertenece a Dios ” En adelante “el Estado cesa de ser uno” y con ello toda buena política “fue imposible entre los estados era ladelexpresión de lo espiritual y loa temporalcristianos:” pertenecíalaalIglesia gobierno Estado Hobbes se atrevió proponer “reunir las dos cabezas del águila” pero aunque en su Leviatán el poder secular tenga autoridad hasta sobre la religión comprendió que el espíritu del cristianismo permanecerá siendo el espíritu dominante y será más fuerte que el poder del Estado Nadie ignora los acentos trágicos de la lucha iniciada por el cris Le Contrat social livre chap p ; cf également Le Contrat social livre chap p [ El Contrato social p ; véase también Contrato social pManuscrit de Genève El c apítulo consagrado al “Legislador” p ] [Manuscrito de Ginebra p ] Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Ibid p [ Ibíd ] Ibid p
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tianismo entre el poder espiritual y el poder temporal Esta lucha toma en el pensamiento de Rousseau un carácter históricamente inefable; del cual a sus ojos los sentimientos opuestos de Bayle y Warburton constituyen el índice elocuente: el primero considera que la religión es no es útil al cuerpo político; el segundo afirma por el contrario que el cristianismo es “el más firme apoyo” de los gobiernos civiles Sin embargo sería un error creer que el “anticristianismo” es el elemento más importante del pensamiento de Rousseau Lo que le es esencial es que con una sensibilidad aguda percibe el punto nodal del problema que él tiene en el corazón: la comprensión filosófica de los límites oscuros de la política y de la religión exige no solamente la búsqueda de los principios fundadores del derecho político tal como se propuso a lo largo de El contrato social sino además y sobre todo al refinamiento de las “idea s demasiado vagas” que se formulan generalmente respecto a la religión Para poder remontar a las raíces del problema que incide en las relaciones entre política y religión los vértigos que revuelven el sentido de las palabras y en particular el de “religión” deben ser analizados Al menos es necesario replicar la burla que aflige a los que se atrevían a reír “desdeñosamente” 380 Que la religión sea “general” y se refiere “a la sociedad general del género humano” 381 o bien que sea “particular” es decir civil o política no implica queRousseau sea unitaria ni homogénea Ella ello se divide precisa en tres tipos: la religión del hombre la religión del ciudadano la religión del sacerdote La religión del hombre “sin templos sin altares sin ritos” es la pura religión del Evangelio: “Limitada al culto puramente interior del Dios supremo y a los deberes eternos de la moral” ésta es la religión del corazón que igual que la religión del vicario saboyano de El Emilio corresponde dice Rousseau al “verdadero teísmo” Es la religión natural cuyo objeto es “el derecho divino natural” es decir como Grotius lo explicó 382 el derecho establecido por Dios Discours sur l’srcine de l’inégalité Pléiade p [Discurso sobre el srcen de desigualdad p ] Manuscrit de Genève titre p [ Manuscrito de Ginebra p ] Grotius § Droit de la guerre et de la paix §
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para todo el género humano La religión del ciudadano es propia de un sólo país: ella misma crea sus dioses sus dogmas sus ritos su culto exterior se “prescribe por leyes” Al inspirarse e n Grotius Rousseau ve en ella “el derecho divino civil o positivo” que iden tifica los deberes del hombre con los del ciudadano y se limita a los “altares” de un único pueblo fuera del cual “todo es para él infiel extranjero bárbaro” Tales fueron declara Rousseau “las reli giones de los primeros pue blos” La religión del sacerdote es la “más bizarra” Se encuentra en Oriente por donde penetró con los lamas y los japoneses; en Occidente el cristianismo romano es su ejemplo Distinguiendo lo espiritual y lo temporal da a los hombres dos legislaciones dos jefes dos patrias; pretende someter a los hombres a deberes contradictorios Instaura un derecho innombrable que impide al hombre ser “a la vez devoto y ciudadano” El juicio de Rousseau es inapelable: rompiendo la unidad natural del hombre así como su unidad social haciendo de él un “ser doble” sin cesar en contradicción consigo mismo 383 el catolicis mo romano “no vale nada” Incluso sería perder el tiempo “divertirse en demostrarlo” Rousseau no oculta su intransigencia respecto a esta religión del sacerdote que representa en su principio y a través de su liturgia el cristianismo degener ado que no tiene ya nada en común con el cris tianismo del Evangelio; políticamente es “a todas luces malvado” Pero es mejor no hablar más a este respecto He aquí lo que pareció abominable losahí jesuitas jansenistas altas autoridades edeintolerable la iglesia;ade siguiólosla condena dey lasElmás contrato social y de El Emilio Entonces quedan cuando se examina “la religión en relación a la sociedad” 384 “dos especies” de religión “por considerar polí ticamente” a través de sus cualidades y sus defectos: estas “son la religión del ciudadano” y “la religión del hombre” En la religión del ciudadano “es bueno aquello que reúne el culto divino y el amor a las leyes” Ell a hace de la patria el objeto de adoración de los ciudadanos que son respetuosos de su legislación y están dispuestos a morir por ella “Es una especie de teocracia” en Émile Pléiade t p et p [Emilio p y p ] Le Contrat social p [ El Contrato social p ]
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la cual “servir al Estado es servir al dios tutelar ” 385 El príncipe es el un único pontífice y los magistrados son hasta cierto punto como sacerdotes P or lo tanto morir por su país es el camino del martirio violar las leyes es un acto impío y castigar a un culpable es expo nerlo a la furia de Dios Con todo a pesar de su carácter sagrado la religión del ciudadano es mala no solamente porque en ella tienen lugar el error la mentira y la superstición sino también porque “ahoga el verdadero culto de la divinidad en un vano ceremonial” No es necesario asombrarse de que se vuelva tiránica practique la intolerancia y la exclusión; se comprende que lo haga incluso por medios sangrientos ¿No se atreve a hacernos creer que matar a los que no admiten a sus propios dioses es una acción santa? Por medio de tales la caída pueblo en unclaro estado “de guerra” queprácticas daña a suprovoca seguridad y a sudelhonor Queda que una religión así no mere ce el nombre de “religión ”; sino que inclu so constituye una contradicción en los términos En cuanto a lo que Rousseau llama “la religión del hombre” ella designa no al cristianismo romano tal como se perpetuó en la institución sino al cristianismo puro del Evangelio para el cual los hombres son todos hijos del mismo Dios La fraternidad universal une a la sociedad en un conjunto sin fisuras Con acentos místicos Rousseau declara tal religión “santa y sublime” El cristianismo del Evangelio es una religión muy espiritual que no tiene respeto por el mundo temporal La patria del cristiano no es de este mundo Sin embargo dentro de esta religión del hombre surge una dificultad que la vicia profundamente: esta dificultad viene de que dicha reli gión apartando los corazones de las “cosas de la tierra” no mantiene ninguna relación particular con el cuerpo político; además si es cierto que deja a las leyes del Estado su fuerza inmanente no les añade ninguna otra Y si se la considera políticamente todo indica que es “contraria al espíritu social” No es posible en efecto que el cristiano que únicament e observa al cielo y espera todo de la reden ción sea en la ciudad terrestre un buen ciudadano En definitiva “una sociedad de verdaderos cristianos no sería más una sociedad de hombres” Ibid p
[ Ibíd p ]
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Quizá incluso no puede haber ya ningún verdadero cristiano sobre la tierra 386 Por medio de tales aserciones Rousseau provoca la indignación Y en ello fue sin duda alguna excesivo Se convendrá que el problema planteado por Rousseau es vertiginoso puesto que el vicio destructivo de la religión del hombre se hallaría en su perfección misma 387 Por sus implicaciones la religión no signifi caría nada menos sino que la destrucción de la humanidad de los hombres Esta contradicción mortal aflige a Rousseau porque el filósofo del estado del contrato se da cuenta con pavor que el cristiano —situando su verdadera patria fuera del mundo 388— es indiferente a todo aquello bueno o malo que se produce en el Estado; no ofrece cura ni a las miserias terrestres ni a los desordenes públicos ni a las derivas políticas que provoca un dictador un usurpador o un loco Puesto que lo fundamental es para él “ir al paraíso” preferirá aun en las guerras mismas morir más que vencer En una religión tal domina la servidumbre Uno estaría tentado a decir que Rous seau antes que Nietzsche denuncia a los cristianos como “hechos para ser esclavos” 389 y como portadores de la disminución de los hombres y de su naufragio en la desdicha En cuanto al Estado si se deja tentar por este cristianismo se dirige sin remedio a la r uina y al colapso Si nos obs tinamos en hab lar de una “república cristiana” nos olvidamos que “una de estas dos palabras excluye a la otra” 390 la tonalidad desengañada las reflexiones que hace Rous seauEn sobre las distintas figuras de ladereligión se comprende induda blemente mejor de manera retrospectiva por qué propuso a Voltaire en su carta de una “profesión de fe civil” la cual querría “pura mente negativa ” aunque respetuosa de los “princip ios de la moral y del derecho natural” 391 “Puramente negativa”: quiere decir que “el catecismo del ciudadano” debería proscribir los ritos hipócritas y los dogmas que debilitan y que se alimentan del cristianismo
Le Narcisse Contratpréface social véase Pléiade p t[ El pContrato social p ] Ibid p [ Ibíd p ] Ibid p [Ibíd p ] Ibid Lettre à Voltaire Pléiade t p
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degenerado de los tiempos modernos En cualquier caso Rousseau tiene el corazón desgarrado En la historia de su pensamiento tan atormentado como haya sido queda sin embargo bastante claro por que no le es posible sonreír ni a la posición de los “filósofos” de su siglo a los que acusa de materialismo ni al “ateísmo” de los Enciclopedistas que le parece un horror Si está próximo a Pierre Bayle al poner en cuestión el cristia nismo y deplorar las graves carencias socio políticas está también trastornado por las críticas de Voltaire contra la Providencia y su corazón no puede renunciar a los “principios de la moral y el derecho natural” que hasta en la política tienen la fuerza invencible de un absoluto según él considera De aquí se sigue que a la hora en que redacta las notas que constituirán el último capítulo de su obra consagrada a los “principios del derecho político” el gran problema sea para él buscar cómo pueden coexistir el racionalismo del contrato y el fervor religioso del corazón o en otros términos “la profesión de fe civil” que en pedía a Voltaire escribir y la “profesión de fe del vicario saboyardo” del cual desde noviembre de Rousseau evoca la espiritualidad pura como el credo de su corazón B / LAS DOS PROFESIONES DE FE La preocupación que corroe a Rousseau en cuanto piensa la sociedad de los hombres es algo ya antiguo cuando acaba su Contrato social La antinomia entre mística y racionalismo lo atormenta y provoca en su alma una herida cuya profundidad es metafísica En la correspondencia que mantuvo con Voltaire sobre el problema del mal después del desastre de Lisboa Rousseau reco nocía preferir el optimismo metafísico de Leibniz y Pope al pesi mismo del patriarca de Ferney 392 Imputando el hombre “perfec cionado y por consiguiente corrompido ” la responsabilidad de las desdichas que debe soportar él denuncia sin rodeos el error de los sacerdotes y filósofos que creen que un Dios justo regula el curso Ibíd p
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de los acontecimientos sobre la tierra Y concluía en uno de estos períodos que revelan los impulsos de su alma exaltada: “ Todas las sutilezas de la metafísica no me harán dudar un momento […] de una Providencia bienhechora La siento la quiero creo en ella la espero la defenderé hasta mi último suspiro ” 393 La confesión esta cargada de emoción y es conmovedor ver a un hombre al que t ras tornan la corrupción y la miseria de la humanidad conceder su fe al providencialismo divino A fines del año Rousseau comenzó sus Cartas a Sophie d´Houdetot concernientes “a los principios de la moral” donde intenta expresar lo que murmura en él “la voz de la conciencia ” 394 en la que encuentra la infalibilidad del instinto divino Sin duda su objetivo exponer lo que lo aleja del frenesí racionalista al que acusa de secretar los “sistemas absurdos ” de los “filósof os” de su siglo Pero él lo expresa en términos tomados de la religiosidad La correspondencia con Sophie permite percibir a medida que Rous seau escribe cuánto crece en su corazón el sentimiento que lo liga a Dios con una evidencia cada vez más límpida 395 Rousseau hace su “profesión de fe” 396; y en la ex altación del sentimiento anuncia los grandes impulsos místicos del vicario saboyano La conciencia moral se afirma como “instinto divino [ ] juez infalible del bien y del mal sublime emanación de la sustancia eterna ” 397 Estos son los mismos términos que retomará Rousseau en El Emilio cuando en el otoño redacte laaquí profesión del vicario saboyano No entraremos ni en de la fe controvertida genealogía de los manuscritos ni en las complejas exégesis de estas celebres páginas Sólo queremos retener la intención religiosa con el fin de enfren tarla al tema de la “religión civil” Cuando Rousseau en las líneas más impresionantes de lo que él mismo consideraba en su manuscrito srcinal como una “plegaria” 398 escribe: “Conciencia conciencia instinto divino
Ibíd Lettrespà Sophie Pléiade t p [Cartas a Sophie p ] Ibid p [Ibíd p ] Ibid p [Ibíd p ] Ibid p [Ibíd p ] Émile Pléiade t p [Emilio p ]
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inmortal y celeste voz guía segura de un ser inteligente y limi tado pero inteligente y libre; juez infalible el bien y del mal ”
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condensa en pocas palabras la quintaesencia de la religión natural que no tiene necesidad de igles ias altares y sacerdote s y cuyo “culto esencial es el del corazón ” 400 Su “teísmo” encuent ra sus raíc es en el corazón humano sensible a la benevolencia de Dios Esta religión perfecta en su misma idea no necesita de ningún recurso de la revelación; se construye sobre “el derecho divino natural” 401 que es la ley del Evangelio: “la cual está en nuestro corazón y es nuestro tesoro” como dice la Escritura Contr a los materialistas que rondan el siglo y contra los delirios místicos que son señales de debilidad Rousseau como en una plegaria apela a la espiritualidad más alta de su alma que también es la más profunda de su corazón: que la voluntad de Dios rei ne por todas pa rtes en el mund o Tal podría ser –o mejor aun debería ser– la norma de oro del “catecismo del hombre” ya que no cabe duda el pensamiento de Rousseau se proyecta como en un espejo –en el que ha ce múltiples confidencias– en la religión del vicario saboyardo El problema que se plantea es entonces ¿cómo situar en rela ción a los acentos de la religión natural que liga el corazón del hombre a los horizontes de espiritualidad queridos por Dios en su perfección con la otra profesión de fe de Rousseau –aquélla que se refiere a la “religión civil” y que se continua en “el catecismo del ciudadano” al hombre con las leyes del ado? a la La figuraque delvincula ciudadano sólo toma sentido conEst relación Ciudad y para Rousseau que siempre ha mirado con desconfianza la idea de cosmopolitismo la religión civil no puede ser sino una religión nacional De manera que no solamente la idea de “república cristiana” constituye una contradicción en los términos: “cada uno de estas dos palabras excluye a la otra” 402 sino que de manera más general una fe que s e alimenta de un universalismo humanista que induciría a ignorar el amor a la patria y a las leyes En esta medida sería también ella misma contradictoria teóricamente y perversa Ibid p [ Ibíd p ] Ibid p [Ibíd p ] Le Contrat social p Ibid p [Ibíd p ]
[ El contrato social p ]
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prácticamente puesto que rechazaría los deberes de los ciudadanos hacia el Estado La idea parece clara Con todo Rousseau se esfuer za por superar todo equívoco La única finalidad del Estado del contrato es la “utilidad pública” los sujet os sólo deben dar cuenta de sus opiniones al soberano en la medida en que juegan un rol dentro de la comu nidad Ciertamente “le importa al Estado que cada ciudadano tenga una religión que le haga gustar sus deberes; pero los dogmas de esta religión no intere san ni al Estado ni a sus miembros sino t an solo en cuanto estos dogmas se relacionan con la moral ” 403 El prin cipio de esta religión es simple: no obser va al cielo; no se refiere al mundo espiritual; en la Ciudad terrestre permanece dentro de “los límites de la utilidad pública” 404 que el soberano en virtud del pacto social no puede sobrepasar; “no tiene competencia para el otro mundo y la vida futura de los sujetos no debe ser para él objeto de preocupación; importa solamente que haya en el Estado “buenos ciudadanos” En consecuencia los artículos de la “profesión de fe puramente civil” proceden del “sentimiento de sociabilidad” sin el cual la vida civil sería inconcebible e imposible 405 Como los asuntos espirituales no están incluidos dentro la autoridad del soberano se deja toda libertad al ciudadano para tener las opiniones o creencias que a él le plazca En cambio el poder soberano sin obligar a nadie a creer en los artículos de la religión civil no puede rechazar –no “impío” como “insociable”– a quién los crea y no se como comporte consino amor a las leyes a la justicia o a su país Y si alguno después de haber reconocido la constitución del Estado y los dogmas de la religión civil recurre a la mentira a los ojos de Rousseau comete el mayor de los crímenes: es reincidente y por ello condenado nada menos que a la pena de muerte En cuanto a los dogmas de la religión civil exclusivamente corresponde al soberano fijarlos; como lo quiere la razón estos se reducen a un pequeño número y son simples y precisos “sin expli Ibid p Ibid p Ibid p
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[ Ibíd p ] [Ibíd p ] [ Ibíd p ]
caciones ni comentarios ” Unos son positivos otros negativos Los primeros son la creencia en la existencia en un Dios todo poderoso en la inmortalidad del alma la felicidad de los justos el castigo de los malvados “la sant idad del contrato socia l y de las leyes” Forman “el código moral” que señala Rousseau en su Carta a Voltaire : si resumen la moral del ciudadano también proceden de un espíritu de religión que los sitúa en el orbe de la divinidad donde reina la inteligencia la benevolencia y la beneficencia Los segundos se limitan a uno sólo: rechazar la intolerancia Bajo la pluma de Rous seau el concepto de tolerancia sigue estando filosóficamente menos elaborado que en Locke 406; no es tampoco como en Voltaire el principio de un militantismo vigoroso Sin embargo su significado es claro: excluye tanto la intolerancia teológica como la intole rancia civil que por otra parte son inseparables ya que la primera tiene siempre algún efecto civil T anto se debe “tolerar a todas [las religiones] como tolerar a los otros” 407 con tal que sus dogmas no tengan nada contrario a los deberes del ciudadano y no vengan a perturbar el orden público por ejemplo por medio de una acción de proselitismo Con todos estos dogmas Rousseau se propone reconciliar la racionalidad de los principios del derecho político que regulan el estado del contrato y los deberes de la humanidad que requieren del respeto escrupulosamente moral de la sociabilidad La coexis tencia del derecho políticodey de requerimientos morales Signi fica ménos para Rosseau lo los significó para Hobbes menos un problema político de religión que un aspecto ético religioso de la política No conciben que la política deba asumir prerroga tivas teológico políticas o meta políticas sobrepasar a la política: el estado del contrato es completamente un Estado “moderno” humanista y laico Simplemente “la religión del ciudadano” que es en resumen el civismo o el patriotismo no puede admitir la mentira con respecto a las leyes: mentir es ofender la naturaleza del hombre y el derecho natural —que es su lugar por excelencia Sin embargo el amor del Locke Carta sobre la tolerancia Le Contrat social p [ El Contrato social p ]
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hombre que se puede llamar si se lo comprende bien “la religión del hombre” no debe abandonar el mundo político A condición de no confundir esta religión natural ni con el cristianismo adulterado del catolicismo de Roma ni con la falsa religión de los sacerdotes el amor del hombre no está en contradicción con el compromiso que el ciudadano tiene con su patria Ciertamente la religión civil no extrae su fuerza más que de ella inscribiéndose en el marco nacional mientras que la religión del hombre tiene la dimensión de la universalidad ¿Pero cómo podría amar el ciudadano su patria si no tuviera un corazón capaz de reconocer la humanidad del hombre? ¿Acaso el qué ciudadano y hombre no tengan el mismo estatuto filosófico implica que la religión del ciudadano consista en una negación o una traición de la religión natural del hombre; acaso sus dogmas positivos no implican por otra parte lo s dogmas funda mentales de la religión natural como la creencia en la “existencia de la divinidad” y en “la vida futura”? ¿No conceden al contrato social y a las leyes un carácter “sublime y sagrado ”? La religión civil no es como lo declarará Lamartine en su polémica con Rousseau una “doctrina impía” La tesis de Rousseau especulativa e idealista no carece cierta mente de belleza en sus conclusiones Pero que haya sido elaborada a partir de una crítica amarga e incisiva al cristianismo histórico que Rousseau considera degenerado –es lo que sus contemporáneos no le perdonaron sobre “la civilpor estáeso co suscitó nstruido como una crítica aEllacapítulo idea cristiana enreligión sí misma; la indignación de los cristianos Los jesuitas de Trévoux dieron el tono acusando a Rousseau “de inconsistenci as e impiedades” En su Anti Contrat social Bauclair dice que su corazón es trastocado por las consideraciones de Rousseau 408; y al autor del contrato social le replica que “un buen cristiano puede observar las leyes políticas de un Estado cualquiera que estas sean sin faltar a su culto”; y añadía que se encuentra “dentro del orden de la religión cristiana el orden civil y político de todo Estado ” 409 Rousseau emprendió su defensa En sus obras posteriores se Bauclair L’Anti Contrat social p Ibid p
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yp
esforzó por aclarar su posición y por aplacar la furia de sus adver sarios Cualesquiera que hayan sido sus esfuerzos la cuestión que se plantea sin embargo es saber si él consigue superar las contra dicciones de las que se le acusaba y si llega a dar una unidad a su pensamiento C/ LA UNIDAD DEL PENSAMIENTO EN U N MUNDO DISLOCADO El de junio de el Parlamento de París condenó El Emilio ; la obra fue quemada el de junio El de junio el Pequeño Consejo de Ginebra condeno El contrato social y a El Emilio a ser “azotados y
de révoux quemados” La Sorbona censuró las dos obras El Journal adoptó un tono despiadado Y mientras en Motiers Rousseau al enterarse que el Arzobispo de París Christophe de Beaumont ha redactado un edicto contra él evidentemente se sintió humillado y sobre todo incomprendido A sus ojos no quedó duda alguna de que no solamente sus detractores no habían prestado atención a la genealogía de la idea de “religión civil” expuesta desde su Carta a Voltaire sino sobre todo que ni los teólogos jesuitas o jansenistas ni los doctos de la academia habían s eguido el hilo conductor de su meditación Se dedica pues en su Carta a Christophe de Beaumont como luego en las Lettres écrites de la montagne a responder a las objeciones que se le plantearon para sacar a la luz su idea metafísica fundamental En noviembre de Rousseau en la larga carta que envía a Christophe de Beaumont Arzobispo de París y Proviseur de la Sorbona no oculta su perplejidad: ante las acusaciones de las cuales es el objeto no puede entender que el “ateo Spinosa” haya enseñado pacíficamente su doctrina mientras que a él se le acusa de impiedad 410 El quiere dice defenderse abiertamente 411 ya que finalmente no tiene nada de este “monstruo” pues él no abraza la bandera que hizo sonar “el clarín de la anarquía y la trompeta Lettre à Christophe de Beaumont Pléiade t p de Beaumont p ] Ibid p [ Ibíd p ]
[Carta a Christophe
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del ateísmo” 412 Siempre cortés se sabe pequeño ante un grande denuncia con toda fi rmeza el “falso razonamiento” dirigido contra sus escritos y la calumnia pronunciada contra su persona 413 Sus creencias religiosas y su fe cristiana basadas exclusivamente en la Escritura y en la razón 414 no tienen declara por que estar sujeta a sospecha: él mismo se llama “discípulo de Jesucristo” 415 Solamente que reconoce que ve en torno a él en la religión más que en la política a través de mentiras que le descomponen el corazón imágenes que lo indignan 416 Entonces al detestar la intolerancia y el fanatismo lo “falso” en la religión se volvió explica como su vicario saboyano a “una reli gión simple y pura que hace temer a Dios y amar a los hombres” 417 –señalando:correcciones he ahí la “verdadera” Las enmiendas las numerosas que tiene elreligión manuscrito dan pruebay del cuidado que Rousseau puso el la redacción de esta carta en la cual no quiso profanar la religión ni tampoco su intrusión en la política Su única intención era denunciar el estado de ánimo que reinaba en el catolicismo al cual los dogmas y su terca intransigencia lo asemejan a una casta Las alusiones a la religión civil en esta misiva aunque filtradas por la cautela son esclarecedoras Rousseau dice expresamente que una manera de examinar las religiones es preguntarse sobre sus “efectos temporales y morales sobre la tierra según el bien y el mal que puede hacer a la sociedad y al género humano ” 418 Y él se complace –él que a pesar de todo lo que dijo no tiene nada de impío ni de impostura 419– en evocar como en un horizonte de esperanza a condición de que los reyes y los ministros renun cien a sus prejuicios y a sus cortas visiones 420 “la religión humana y social” verdaderamente espiritual y universal que al hacer las
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Ibid p Ibid p Ibid p
[ Ibíd p ] [Ibíd p ] [Ibíd p ]
Ibid Ibíd Ibíd Ibíd Ibíd Ibíd
[ Ibíd p ] [Ibíd p ] [Ibíd p ] [ Ibíd p ] [ Ibíd p ]
p p p p p
guerras y los sacrificios iría a la gloria de Dios para el bienestar del humanidad 421 Tal esperanza solo podría no obstante significar inmediatame nte que la religión “más verdadera ” es también “la más sociable” 422 Esto mismo es precisamente lo que según Rousseau está en cuestión y sobre lo cual se preguntará sin fin hasta el final de su vida 423 En resumen Rousseau no cree que la alianza entre cristianismo y el humanismo pueda llega a ser efectiva Con todo la primera de las Lettres écrites de la montagne comenta este tema dándole una dimensión que las últimas páginas de El contrato social no habían desplegado por completo Esta vez Rousseau responde al Fiscal General Jean Robert Tronchin que había instigado la sentencia del Pequeño Consejo condenando al Emilio y al Contrato social y que por añadidura era el autor de las Lettres écrites de la compagne aparecidas en Ginebra en septiembre de Su honor reconoce 424 fue humillado Él abogará pues de nuevo por su causa esta vez delante de los protestantes de Ginebra yendo hasta el fondo de las cosas Con el fin de evitar toda ambigüedad en su observación y de disculparse por anticipado de toda intención perniciosa 425 se propone “fijar con la mayor precisión” el objeto del debate que estalló debido a la enunciación de dos profesiones de fe enunciadas una en El contrato social y otra en El Emilio; una concerniente adelacartas religión civil ala Usteri otra a ella religión dirigidas de abrilnatural y el Como de julioendeel par Rousseau en la primera de las Lettres écrites de la montagne aporta útiles precisiones Nada se gana dice esencialmente cuestionando la profesión de fe del vicario saboyardo: en éste texto la religión la pura espiritualidad refleja la conciencia del hombre según la natu raleza Rousseau no ha dicho jamás ni tampoco ha querido decir que el “Evangelio sea absurdo y pernicioso para la sociedad ” 426
Ibíd p [ Ibíd p ] Véase Lettre à M de Franquières Pléiade t p Lettres écrites de la montagne ° carta Pléiade t p Ibid p Ibid p
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Tal acusación no sólo es odiosa sino que procede de una evidente mala intención ya que finalmente él ha escrito exactamente lo contrario El problema aparece cuando uno se cuestiona esta parte de la religión que tiene como referente la moral la justicia el bien público la obediencia a las leyes naturales y positivas las virtudes sociales los deberes del hombre y del ciudadano 427 Como tal y por este único aspecto la religión entra en la competencia del gobierno a quien sirve de concepto regulativo: si desde su punto de vista algún asunto resulta condenable no es porque se trate de un asunto erróneo; para esto el gobierno no es juez; en cambio a él le corresponde juzgar como nocivo aquello que tiende a cortar el nudo social 428 La cuestión pues consiste en saber si la religión es útil o incluso necesaria para el pueblo Es a esta cuestión que se ligaba recuerda Rousseau el penúltimo capítulo de El contrato social examinando “cómo las instituciones religiosas pueden entrar en la constitución del Estado ” 429 Para poder examinar bien este problema el considera en seguida como no dejó de subrayar no la verdad o falsedad de la religión sino cómo es que ella forma «parte de la legislación» De esta manera nos trans portamos al centro del problema Ahora bien para Rousseau que lo repitió en todos sus escritos queda absolutamente claro que la religión “es útil e incluso necesaria para el pueblo” Ésta es la razón por la que él consolida dice los “verdaderos principios ” y combate con todasprejuicio sus fuerzas la superstición cruel el estúpido ” de“ellasfanatismo religionesciego envilecidas y decadentes Defender a estas últimas y pedir que el pueblo las respete es volcarlo a la superstición y a la tiranía; es conducirlo a su perdición Es importante pues no confundir la causa sublime de la religión natural con estas odiosas desviaciones: En lugar de Dios ¡no se puede poner al Diablo! Por supuesto la religión civil es nacional y en consecuencia totalmente diferente del cristianismo del Evangelio que en su prin cipio es una religión universal para la cual “todo el género humano Ibíd p Ibíd p Ibíd p
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es un pueblo de hermanos ” 430 Si se quiere hacer del cristianismo una religión nacional se cometen dos faltas una respecto a la religión que la espiritualidad eleva fuera de este mundo la otra respecto431al Estado preocupado sobre todo por los intereses terrenales Es necesario pues comprender cuando se examina “cómo las institu ciones religiosas pueden entrar en la constitución del estado” que se trata no de dar las religiones por verdaderas o falsas ni incluso por buenas o malas por sí mismas sino solamente en su relación con el cuerpo político y como partes de la legislación En esta problemática específica se coloca el legislador ante una alternativa La primera posibilidad es que él sólo considere el punto de vista político; entonces establecerá en el Estado del contrato al pública derechopero natural que sirvenconforme a la utilidad que racionalizado son indiferenteslasalnormas género humano del que se ocupa solamente la institución social universal del “cristianismo perfecto” Incluso si en este caso él apela a una especie de tribunal moral y coloca las normas junto a los dogmas de la profesión de fe cristiana eso no significa que se haya instau rado una “república cristiana” o que el cristianismo –cuya natu raleza corresponde al cielo y cuya función es preocuparse por la salud de las almas– se convierta en una religión de Estado No es posible en esta primera hipótesis que el legislador lleve el hábito del vicario: para el primer jefe es importante establecer claramente la diferencia entre el cristianismo puro con su horizonte de luz y de paz y el “cristianismo dogmático o teológico” que por sus diversas interpretaciones es “un campo de batalla siempre abierto entre los hombres ” En esta alternativa frente a la que se encuentra colocado el legislador la segunda posibilidad consiste en dejar el cristianismo en su verdadero espíritu desligándo lo de “todo vínculo de carne” “sin otra obligación que la de la conciencia sin otro género en los dogmas que las costumbres y las leyes ” 432 La pureza de la moral que envuelve la religión cristiana bien comprendida es “siempre buena y sana para el Estado” 433 con tal que el legislador Ibíd Ibíd Ibíd Ibíd
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no la integre a la constitución y la considere objeto de opinión de creencia y de sentimiento Esto claramente significa la separación de la iglesia y del Estado ya que el cristianismo del Evangelio forma “hombres más que ciudadanos” En cuanto al cristianismo dogmá tico es patente q ue transpuesto a ley política constituye “una mala institución ” 434 La posición de Rousseau es perfectamente clara: “La ciencia de la salud del alma y la del gobierno son muy diferentes ” El cristia nismo como religión del hombre está inspirado en la “simplicidad sublime” de su espiritualidad: el amor de la humanidad; por su parte la religión civil en razón del exclusivismo propio de la legis lación estatal que se dirige al ciudadano inspira el patriotismo En efecto es necesario recordar que de manera negativa los gobiernos “no tienen ninguna aut oridad sobre los almas” y sobre su destino en el otro mundo 435: esto s ería una terrible “inquisición ” En cambio está el civismo lo que es de primera importancia destacar de manera positiva esta vez que en el Estado se sublima a sí m ismo en patrio tismo sin tener que apelar al misticismo cristiano El patriota es el ciudadano que siempre preocupado con el buen uso de la razón cumple perfectamente su deber sobre la tierra: rinde al Estado un culto público 436 no por que erija la “razón de Estado” en divi nidad sino porque pone de manifiesto que en su patria terrestre todo ciudadano tiene una razón del corazón y que ésta constituye 437 verdaderamente su “calidad El compromiso en prodedeh laombre” patria declara Rousseau es “exclusivo” 438 es decir incompatible con el ecumenismo utópico e impuro de los cristianos modernos así como con el cosmopolitismo idealista y abstracto que celebran los espíritus ilustrados del siglo XVIII El amor a la patria señala Rousseau en el artículo Economía política es “un sentimiento cien veces más vivo y delicioso que el
Ibíd p t p p
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Lettres écrites àdeUsteri la montagne générale Véase Lettre del desegunda abril decar taCorrespondance p Le Contrat social p [El Contrato social p ] Carta a Usteri del de abril de Correspondance générale t
de una amante” 439 Catón al respecto fue mayor que Sócrates: éste murió por la verdad; aquél defendió “el Estado la libertad las leyes contra los conquistadores del mundo” y cuando no vió más la patria que debía servir no pudo sobrevivir y dejó la tierra ¿No adoraba en el fondo de su corazón la “religión del ciuda dano”? Por la virtud que lo vinculaba a su patria buscaba su feli cidad en la de todos y era muy devoto a la comunidad El patrio tismo constituye para un pueblo el principio de la virtud 440: he ahí porqué las propias instituciones deben ocuparse como sucedía con “los gobiernos antiguos” de fomentar el amor a las leyes 441 El legislador que como en los gobiernos elogiados por los modernos filósofos quiera a la vez el patriotismo y el cosmopolitismo “no obtendrá lo unoa lanireligión lo otro”: las dos virt del udesciudadano son incompatibles la primeranitiende racionalizada la ú ltima 442 a la religión del sentimiento humano De igual modo el patrio tismo no puede concordar con el universalismo cristiano fascinado con la fraternidad general que en la experiencia muestra día con día su carácter ilusorio Civismo y patriotismo se reconcilian en el impulso “republi cano” que arraiga la fuerza del Estado en el amor que cada uno tiene Rousseau lo había explicado a los corsos y a los polacos pero es en El contrato social donde confía al “Legislador” la sublime “misión” de educar al pueblo para ligarlo a su patria Fascinado por Lacedemonia Rousseau piensa que el europeísmo el federalismo o el internacionalismo que elogian Leibniz y el abad de Saint Pierre son un gran error político Encuentra en las Repúblicas antiguas la excelencia de la relación que el ciudadano mantenía con la Ciudad: sólo era por ella; sin ella no es nada 443 En este civismo hipostaciado la religión del Evangelio no será nunca ni combatida ni negada; ella se reconoce como pertenecie nte a otro orden un orden distinto de aquel de la religión civil el cual [Economía política p ]
Ibíd p Lettres écrites de la montagne segunda carta p ; Manuscrit de Genève p [ Manuscrito de Ginebra p ] Fragments politiques Sur le bonheur public primavera Pléiade t p
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culmina en el amor a la República que es un culto al deber ser ideal y puro del Estado del contrato Lejos de ser la guardia del cielo que la filosofía tradicional siempre ha buscado inscribiendo la Ciudad en el orbe teológico político lejos sobre todo de mezclarse con los dogmas del catolicismo romano la religión civil es el republica nismo en el que resuena en respuesta a la santidad del contrato social y de las leyes el “sagrado amor de la patria”: “Un niño tan pronto abra los ojos debe ver la patria y hasta su muerte no debe voltear más que a ella ” 444 No obstante la religión civil no encuentra su perfección en el culto del Ser supremo pregonado por Robespierre en su Discurso a la Convención del floreal del año II mayo ni por otra parte en la exacerbación nacionalista que se manifestará en el siglo XIX Estas son algunas de las interpretaciones desviadas que ocultan la parte fundamental que Rousseau expresa con una claridad ejemplar a lo largo de su carrera: “la patria escribía en el artículo Economía política no puede subsistir sin la libertad ni la libertad sin la virtud” Así lo repite en sus Consideraciones sobre el gobierno de Polonia : el “amor por la patria [es] el amor de las leyes y de la libertad” La religión civil que consiste en amar a la República rinde justicia a la patria de la libertad En su Carta a Christophe de Beaumont Rousseau escribía que todos sus libros “respiran las mismas máximas” 445 Y decía verdad: su desgarrado pensamiento posee de unalasprofunda unidad Pero para percibirla es necesario en medio contradicciones y ambi güedades que parecen rodear a su teoría política reconsiderar los pensamientos de Rousseau Sin duda en primer lugar será necesario rendirse ante la evidencia: desde la Carta a Voltaire de su meditación parece colocarse bajo el signo de un dualismo que determina toda su reflexión y que está tensado en el mundo entre lo temporal y lo espiritual El antagonismo de dos instancias divididas la razón y el corazón golpea al ser humano Por eso se ve surgir una serie de Considérations sur le gouvernement de Pologne Pléiade t chap [ Consideraciones sobre el gobierno de Polonia p ] Lettre à Christophe de Beaumont Pléiade t p [Carta a Christophe de Beaumont p ] p
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antinomias que p or pertenecer a distintos registros –el ciudadano y el hombre lo profano y lo sagrado el exterior y el interior la comunidad y el individuo la demostración y la convicción lo laico y lo místico la política y la religión…– son el signo de la tensión que desgarra el universo de los hombres “La religión civil” misma se hace díptica con la fe del Vicario saboyano El problema es a la vez tan extenso y profundo que el dualismo parece omnipresente en la obra de Rousseau y casi toma una dimensión ontológica Pero en un segundo momento es necesario descartar un malentendido La dimensión ontológica ligada al dualismo aparente del pensa miento de Rousseau constituye una única “máxima ” que e n medio de múltiples matices –explicables para la mayoría de los textos por las condiciones de su composición– proporciona a la obra entera su unidad Entre las dificultades q ue suscita tal unidad la “religión del ciudadano” nunca fue para Rousseau la antítesis categórica e insuperable de la “religión del hombre” “Convenga Monseñor escribe Rousseau a Christophe de Beau mont que sí Francia hubiera profesado la religión del Vicario saboyano [ ] ríos de sangre no hubieran inundado los campos franceses 446 ”Indudablemente la religión civil está fundada como la Ciudad del contrato sobre una convicción y una exigencia de la razón; pero no mantiene necesa riamente con la religión de los verdaderos creyentes que se dirige al corazón una relación polémica o compe titiva En una relación cuya naturaleza específica la religiónAsí civilsenoconforma es contraria a la religión del hombreessino complementaria la “unidad” que Rousseau siempre ha reivindicado para su pensamiento La difi cultad subsiste sin embargo ya que esta unidad no es estática; es una unidad dialéctica en la cual los términos al parecer contrarios realmente se unen en su transformación Para Rousseau lo que está en juego en esta compleja relación es la verdadera libertad: no la independencia de los individuos sino su interdependencia dentro de la comunidad civil Ésta exige que la política en el Estado que hace nacer el contrato asuma una misión existencial determinada por el deseo de la vir tud moral La profesión de fe civil no implica Lettre à Christophe de Beaumont Pléiade t p Christophe de Beaumont p ]
[Carta a
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el rechazo de la profesión de fe del vicario saboyano: el punto no es que la religión del ciudadano conduzca finalmente hacia Dios por medio de un impulso místico –ella no pertenece a una teodicea sino que al ligarse la condición del hombre a la comunidad civil sigue la vía de la razón: cuando el ciudadano ama a la República su patriotismo sin rechazar a la Divinidad se esboza como una antropodicea De esta manera la “religión civil” propuesta por Rousseau separa al universo político de la teología y de las “ideas vagas” de la meta física Con un sentido profundo de lo que debe ser un verdadero humanismo pone de manifiesto que el hombre dentro de los límites de su existencia terrestre es responsable de su propia condición; que los ciudadanos adquieren conciencia de la medida de sus límites es decir de aquello que constituye su dignidad y construye entre ellos un vínculo auténticamente religioso Por lo tanto en la Ciudad cuya unidad no encuentra su fundación en una voluntad divina trascendente sino en la inmanencia de las leyes que los hombres se dan ellos mismos “la religión civil” es el camino de la autonomía Los principios que la regulan no son los “de la religión del h ombre” pero los hombres no pueden estar en contradicción con ellos puesto que sólo el hombre verdaderamente humano y razonable es capaz de darse él mismo sus propias leyes El amor a la patria que es el amor a las leyes y a la libertad conduce al hombre a su verdad al
debe sersabe menos lo que estay verdad en las sociedadesirrealizable políticas futuras –teoría aque Rousseau ve fundamentalmente pero que por su idealismo puro es profundamente filosófica Si según Rousseau existe un conflicto latente entre el ciuda dano y el hombre este conflicto no se presenta en su pensa miento normativo como una antinomia insuperable Ciertamente sería inútil tratar de reconciliar el patriotismo del ciudadano en el Estado con el cosmopolitismo o el ecumenismo que llama a la humanidad en su universalidad: esta reconciliación reconoce Rousseau por adelantado es imposible Pero en el centro de la religión civil el civismo republicano en razón de sus principios constituye una escuela de virtud que integrando las exigencias de la moral en la sociedad política conforma la dignidad y el honor no sólo del ciudadano sino también del hombre verdadera
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mente humano La religión civil adquiere de esta manera la figura sublime de un ideal político cuya pureza en el alma atormentada de Rousseau no carece de problematicidad CONCLUSIÓN / LAS IDEAS DE LA RAZÓN, PRINCIPIOS REGULADORES DEL ESTADO Es pues hacia un hor izonte de idealidad sin división que Rousseau vuelve siempre la mirada Nunca piensa fenomenizar los princi pios ideales puros en los cuales se basa la sociedad civil y menos aun cuando se trata de la religión civil o cuando se plantean los problemas constituciona les de Córcega o de Polonia; esto no puede constituir la cuestión parasocial “realizar” normatividad del contrato El contrato tiene ella estatuto de unadel ideaEstado de la razón y esta idea sirve para pensar al Estado Lejos de inscribirse en la República como una máxima práctica de funcionamiento ella es el principio racional último que funda la legitimidad La norma tividad del Estado expresa la pura y exigente racionalidad que en su universalidad es el índice de su fundamento de su sentido y de su valor
Conclusión de la primera parte UNA CRÍTICA DE LA RAZÓN POLÍTICA Resultaría temerario evidentemente pretender leer a un autor a través de las rejillas de otra filosofía que lo muestre y en par ticular recurriendo a esquemas epistemológicos o a categorías reflexivas que le son posteriores No podemos cuestionar en la obra política de Rousseau los axiomas que no contiene incluso cuando éstos venidos de otra parte podrían ayudar a comprenderlo Es decir nuestra intención no es proponer una lectura kantiana o neokan tiana de los escritos políticos de Rousseau: si es verdad como mostramos al final de los análisis que anteceden que una intuición crítica y seguramente aún de incompleta e imperfecta anima lainnominada reflexión que conduce al autor El contrato social hasta los límites de la razón legisladora en el Estado Rousseau como más tarde Kant descifra en la idea de la República una dimensión
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trascendental que hace de ella una norma racional y universal La normatividad pura que ella envuelve no podría en ningún tiempo ni en ningún lugar encontrar su realización Sin embargo Rousseau no se limita a esto en su meditación Siempre estuvo preocupado como él mismo expresó por el hombre y por su estatuto existencial Esto lo conduce a poner de manifiesto más allá del estudio de los conceptos y categorías estructurales que exige el deber ser político que es la libertad humana lo que está en cuestión En la intuición trascendental que despliega la política filosó fica de Rousseau la libertad es en efecto el índice del destino del hombre Pero incluso en la condición civil que el Estado del contrato condensa en el deber ser la libertad tiene el brillo de una estrella inaccesible Por lo tanto el destino humano aparece como una traición a la finalidad del hombre A decir verdad desde el momento en que se esbozó en los Discursos la problemática del Estado civil y de las instituciones políticas un invencible tormento existencial determinó el pensa miento de Rousseau No cesó de investigar sobre la condición polí tica para encontrar la fuente de tal sentimiento de inquietud Por una parte al multiplicar las opiniones sobre las múltiples facetas de la construcción política para descubrir sus principales funda mentos procedió por medio de una analítica casi trascendental que le permitió poner en evidencia en el registro puro del pensa miento lo queLejos el hombre hubiera podido para llegar a especulativo ser lo que debería de la preocupación porhacer la praxis política Rousseau se preguntó como él mismo lo ha dicho sobre “el problema fundamental” que le hizo señalar el principio lógico puro del derecho político Con este planteamiento Rousseau abrió para la doctrina política las puertas de un nuevo universo intelec tual como lo mostramos en la primera parte de este estudio Por medio del tratamiento radical de la cuestión de la sociedad civil sin saberlo expresamente puso los primeros ejes de una crítica de la razón política Y lo importante es que haya podido por medio de la marcha inédita de su reflexión ver perfilarse bajo la claridad el fin del de las exigencias normativas del derecho político que hombre es la libertad Por otra parte sin embargo hasta en sus más puras cumbres Rousseau ve el pensamiento de luz que inunda el
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deber ser de la condición civil mancharse de manera patética de sombras y tormento Eso es lo que constituye la singularidad de su pensamient o cuyo carácter excepcional es impresionante: Por una parte la pureza del racionalismo ético que inaugura crea dentro del clasicismo filo sófico político en el cual se inscribe un amplio corte que puede ser considerado como la “revolución copernicana” del método de la politología; por otra parte es el lugar donde se reflejan las fisuras y las rupturas donde Rousseau quebrado en el fondo de su corazón comprendió que ellas serán por siempre el lote del destino humano Es entonces cuando su filosofía parece comprometerse sobre otro camino cuando pasea solitario entre los bosques soñando y herborizando ¿Será ésta la última ambivalencia de la política filosófica de Rousseau que después de afirmar la completa responsabilidad del hombre para tejer trágicamente su propio destino encontrará consolación en la contemplación de la naturaleza y en su encuentro con Dios? La cuestión es difícil y el mismo Rousseau no ocultó la inquietud metafísica que día tras día lo atormentaba y devoraba Ya que si combatió y no dejó nunca de combat ir el optimismo jurídico de su tiempo la gris filosofía de las Luces también luchó en lo más profundo de su ser contra la ilusión metafísica de una posible redención de la humanidad: esta según pensaba está irrem ediable desnaturalizada Si él pues se liga con obstinación al Estado del contrato hasta el punto de no hacer ningún retoque a su doctrina a pesar de las tormentas que desencadenó es por que él cree fundamentalmente en los requisitos normativos de su política filosófica: ésta está plena de energía racional y son sus principios trascendentales los que dirigen el destino del hombre a la libertad gracias a la cual este accede a la verdadera humanidad Pero cuando Rousseau constata que por todas partes en torno a él el hombre está condenado a una errancia dramática comprende penosamente que el modelo político ideal en el que se lee lo que debería ser el hombre no per te nece a este mundo Mide la falsedad existencial del optimismo y el progresismo caro a su siglo El conflicto entre la historia y la libertad desgarra al hombre Entre su finalidad y su destino se abre
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un campo de accidentes imposibilidades y aporías Invencible la desdicha acecha tomando según perspectivas indefinidamente cambiantes múltiples figuras ¿Propondrá entonces Rousseau una “filosofía de la existencia” que señalada por la garra de la “desdicha” se inclinaría hacia la desesperación? En la segunda parte de este estudio intentaremos poner de manifiesto que Rousseau prosiguiendo incansablemente una analí tica de la libertad se pregunta sin cesar y de mil maneras acom pañado de lacerantes acentos por qué la condición humana está escindida entre su deber ser y su ser En las meditaciones solitarias de los paseos que narra es sus últimas obras o en los diálogos que mantiene consigo mismo Rousseau parece dar a su discurso otra tonalidad y algunas veces con claridad otras sólo esbozándola parece comprometerse filosóficamente en otra vía Sigámoslo por estos caminos escar pados en donde sin cesar compara el fin sublime del hombre y su sombrío destino
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147 SEGUNDA PARTE DE LA FINALIDAD DEL HOMBRE A SU DESTINO: EL ENIGMA DE UN ESTATUTO EX ISTENCIAL QUEBRADO A menudo se ha observado que la atormentada sinceridad de Rous seau en sus últimas obras conmueve hasta el punto de tener acentos románticos P ero para el paseante solitario que sin tregua coloca al hombre y a su destino en el centro de una meditación que al hacerse más profunda se vuelve cada vez más metafísica la sinceridad es menos la expresión de un sentimentalismo que la búsqueda de la verdad Cuando Rousseau trabaja la imagen de lo que ha devenido la condición del hombre la aplica a una búsqueda esencial de la naturaleza humana que paradójicamente constituye la “ensoñación sin objeto” y también sin sujeto del paseante a quien la soledad coloca sobre el camino que conduce del mundo al cielo Por ello la política filosófica de Rousseau toma un significado que llega hasta lo sublime Al constatar que el hombre desde las primeras jornadas de su historia ha colmado el mundo con los males que el mismo se ha dado Rousseau no quiere ser un romántico de avanzada como tampoco pretende ser el profeta de la desdich a El mismo descarta la posibilidad de estas dos interpretacio nes cuando en sus Confesiones “se pinta a sí mismo” y en una inquisitiva introspección describe la “historia de su alma” 447 no para hacer hincapié en la asombrosa singularidad de su yo sino para descubrir lo que Jean François Mattei llama “la figura metafísica de la errancia” Si los hombres se extraviaron entre los caminos donde erran sin esperanza no han encontrado de nuevo el camino –es demasiado tarde por siempre jamás– para adquirir los medios de su posible redención puesto que perdieron el sentido del orden del mundo La naturaleza srcinal era armonía universal; ahora bien el hombre gracias a su “perfectibilidad” introdujo el desorden por Confessions livre in Pléiade t [ Confesiones p ]
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todas partes: ¿no es esta la causa de la distancia que aleja el triste destino humano de su sublime finalidad? 448 Si tal es el caso ¿no sería necesario para que la política filosófi ca de Rousseau encuentre algún eco en el mundo en el cual vivimos lleno de males y desdi chas que la humanidad pudiera recuperar su lugar en el orden cósmico? Al pasear solitario entre los valles y los bosques es poco probable que Rousseau haya divisado el momento místico de una elevación por la cual a solas con Dios se habría perdido en la contemplación del mundo Siempre comentó con todos su descon fianza llena ella misma de respeto hacia una ininteligible trascen dencia También mientras ronda por las orillas del lago de Bienne que le recuerda tanto al Lago Lemman de su infancia las exigencias puras de la razón donde encuentra la clave de su concepción política lo condujeron hacia una especie de panteísmo en el seno del cual e l hombre de la gran naturaleza reencuentra la divinidad del mundo y la verdad perdida el naturalismo salvaje que parece no ser más que una utopía Rousseau soñador solitario incluso en sus últimos paseos nunca niega las intuiciones más profundas de su política filosófica Al final de sus ensoñaciones que son una suer te de testa mento espiritual sigue pensando qu e le corresponde sólo al hombre convertirse en el artífice de la libertad cuya ley la razón a todos ha mostrado que ella es su suprema finalidad Si el hombre hizo de su destino unasutraición a su verdadera finalidad habiendo usado mal perfectibilidad dio mal curso a eslasporque capacidades que la naturaleza le había confiado T ambién es cierto que en tanto sea ciego al orden del mundo y sordo a la armonía universal no podrá obedecer los requerimientos de la razón omnipresente tanto en él como en el gran Todo de la naturaleza La cuestión es evidentemente saber si es posible corregir las torpezas que causan la desdicha en la civilización y que poco a poco han determinado a la condición humana Frente a esta obsesiva cuestión que lo angustia Rousseau formuló una respuesta negativa: Rousseau parece repetirse sin cesar a sí mismo lo que escribe en el Le Contrat social: “Lo que se ajusta bien y al orden es tal por la natur aleza de las cosas e independiente de los convenios humanos” p [Contrato social p ]
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el hombre desnaturalizado por la reflexión y el progreso nunca podrá retornar a las fuentes puras y vivificantes de la naturaleza Pero en el alma atormentada del paseante solitario esta impo sibilidad constituye menos el reconocimiento de un fracaso que una profesión de fe en la normatividad pura del deber ser: ella sola da la medida del hombre y la tarea infinita que le incumbe asumir sin desfallecer Examinaremos en el primer capítulo cómo las potencias de lo normativo que animan la ciudadanía la comunidad civil y el orden público le indican al hombre cuáles son en medio de la vas ta armonía del cosmos los caminos de su libertad como finalidad verdadera de su naturaleza En el segundo capítulo decifraremos sin embargo como en un espejo la problemática intrínseca de la democracia y los espejismos de la paz mundial descubriendo de esta manera la inconmensurable distancia que separa la idea de libertad de las meras razones del derecho político que conforman incluso si se quiere ser liberal el imposible cortejo del ideal político A través de estos ejemplos podremos comprender cómo el rechazo al dogmatismo de la tradición filosófico política es hasta en los últimos años de Rousseau cualquier ot ra cosa menos escepticismo Pero como siempre sucede cuando se trata de la reflexión singular de este pensador a quien corroe la inquietud srcinada por el desfase existencial que desgarra a los hombres la ambigüedad opaca y pesada acecha: si porlasunaintuiciones parte aunque cadadevezElmás atormentada y sin poder madurar criticas contrato social esta meditación abre sin reticencia ni retroceso la vía de acceso a la problematización crítica de la política y el derecho que formulará Kant al “pensar los pensamientos de Rousseau” ella despiert a por la otra un tormento invencible puesto que la fuerza normativa de las leyes extraordinaria en tanto que idea se abate necesariamente con las contradicciones las paradojas y las debilidades de la historicidad ¿Habrá forjado Rousseau como la esfinge el enigma del hombre a partir de sus características metafísicas más profundas?
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PRIMER CAPÍTULO LOS PODERES DE LA NORMATIVIDAD Y LA FINALIDAD DEL HOMBRE Desde el Discurso sobre las ciencias y las artes el hombre se instala en el centro del pensamiento de Rousseau y a lo largo de la obra seguirá siendo su único objeto de investigación y reflexión Este planteamiento el cual prosigue con constancia desde la Ilumina ción de Vincennes y el cual había alterado a Rousseau hasta lo más intimo de su ser como si se tratara de una crisis religiosa lleva en sí las señales de una revolución filosófica Apenas superadas las ansiedades causadas por el deslumbramiento de un instante 449 ¿Liberado Rousseau “el de sentimiento liberado qué si nodedeestar la tutela de la unificado religión orientado”experimentó revelada y de la omnipotencia trascendental e impenetrable de la Divinidad? ¿Unificado por medio de qué si no por el despertar fulgurante de la concienci a de sí? ¿Orientado hacia dónde si no por medio de la certeza de estar sobre el camino correcto del la cual la razón humana es la irreemplazable constructora? La prosopopeya de Fabricius 450 aporta sobre este particular el testimonio inme diato proporcionando asimismo al significado epistemológico y filosófico de la intuición de Rousseau una sumtuosa presentación Extirpar la imagen obsesiva de un Dios incomprensible es el único medio para que el hombre limpie el camino que media hacia la verdad de su ser En el momento mismo en que Rousseau descubre que el hori zonte de las potencialidades del hombre está muy lejos de ser como lo fue Voltaire por ejemplo un pensador fundamentalmente irreligioso; él rompe el dilema establecido entre la fe en un Dios tutelar y la creencia en un hombre responsable En este asunto en el cual uno podría creer que es después de Bayle que lo refiere a Pope y a Voltaire un tema banal para la reflexión crítica la srci nalidad de Rousseau está en no discutir el problema metafísico de
F Bouchardy Introducción Pléiade t p Discours sur les sciences et les arts p [Discurso sobre las ciencias y las artes p
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la teodicea sino por el contrario en dedicarse al problema político de la sociedad A la sombra del camino que bordea la carretera a Vincennes no elabora manifiestamente ni un Discurso del Método ni la estructura programática de su obra futura Pero su decisión filosófica es clara y definitiva: trastocará una larga y digna tradi ción teológico política y formulará nuevas normas para la condición humana Para la exégesis de la obra de Rousseau es importante comprender de qué manera al filo de una meditación que toca múltiples problemas de la condición humana es el hombre –y no Dios– quien constituye el eje alrededor del cual se ordena el verda dero sistema de una interrogante sin cesar retomada y renovada Ahora bien en este esfuerzo de comprensión es necesario descartar aunque parezca seductora a primera vista la tentación de establecer un corte entre las obras filosóficas y las obras autobiográ ficas: lo que el pensamiento de Rousseau tiene de más propio está presente en sus escritos teóricos y la filosofía compleja que elabora incansable mente es el soporte de sus co nfidencias y de sus confesiones La gran obra cualesquiera que sean sus distintas tonalidades constituye un todo que se caracteriza por la omnipresencia del hombre: nada humano es ajeno a Rousseau Esto es justamente como él mismo dice de lo que él ha hablado “es del hombre” de quien hace el centro de su filosofía Solamenteen quela no con constatar el hombre surge omnipresente granbasta aventura y que porquemedio de su capa cidad creativa y su responsabilidad trabaja y vive desde h ace siglos Además Rousseau nunca se limita a establecer un estado de los hechos y los lugares Si se interesa como declara al rey Stanislas de Polonia 451 por la “genealogía” de los desastrosos efectos generados por el desarrollo de las ciencias y las artes no es entre verdades de hecho que busca la dignidad del hombre El Discurso sobre el srcen de la desigualdad señala con claridad cuánto desfigura al ser srci nario la aparición efectiva de esta por las f alsedades y quimeras que trae consigo: ¿cómo reconocer al hombre en la e statua de Glauco? Observations de Jean Jacques Rousseau de Genève sur la réponse qui a été faite à son Discours Pléiade t p ; cf p
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Más allá de la experiencia y de la historia es necesario repite Rousseau razonar : solamente con el favor del razonamiento bien conducido se descubrirán las potencias inmanentes que permiten al hombre suplantar a Dios en las instituciones de la condición civil y política La antropología constitu ye una buena clave del sistema político de Rousseau como explicó Víctor Goldschmidt en el magnífico comentario que dio del primer Discurso 452 Pero esta clave no está destinada a abrir el registro en el cual se inscribe el estatut o consti tutivo del hombre: Rousseau no está interesado en esta búsqueda como ocurre con Hobbes o Locke quienes pretenden elaborar una antropología descriptiva explorando la naturaleza humana Ella tiene otro alcance: abre para el hombre la vía de una auto interro gación teórica que es la clave maestra de una filosofía de la libertad Dicho de otro modo el razonamiento de Rousseau en el se gundo Discurso y particularmente en las dos versiones de El contrato social lejos de proponer una vuelta al ser empírico del hombre tienden a construir un humanismo normat ivo y crítico que tiene por objetivo y por efecto mostrar cómo los poderes de la razón determinan el deber que tiene el hombre de trabajar para su libertad como su más alto destino Bajo la mirada de Rousseau las potencias de la normatividad que habitan en el ser humano son tales que lo que se debe hacer
ciudadaníanormativo se hacer De tal manera quedel la humanismo es en el Estado delpuede contrato la primera expresión que dejaba conjeturar el primer Discurso y que confirma El contrato social Siempre asegurándose de replegar al hombre sobre sí mismo Rousseau explica por otra parte que la comunidad civil entera tiene tanto a nivel estatal como en las relaciones inte r estatales el deber de aumentar la libertad y de asumir en ella todo lo esperado Solamente que frente al espectáculo de una existencia en la cual a menudo el deber ser y el deber hacer reciben un cruel mentís Rousseau siempre permanece preocupado y atormentado En el crepúsculo de su vida por medio de una profundización metafísica favorecida Víctor Goldschmidt Anthropologie et politique Les principes du système de Rousseau Vrin
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por sus ensoñaciones solitarias se plantea la cuestión de saber por qué el hombre permanece tan olvidadizo del sentido inmanente del proceso que debe transportarlo a la libertad como su destino último y sublime Para dar una respuesta a esta cuestión él explora con obstinación las m ás altas exigencias contenidas en la idea pura de la libertad política: Encuentra que es cada vez más cierto que el hombre debe imperativamente obedecer a la ley que se da a sí mismo para poder coincidir con la verdad de su naturaleza I / DEL INDIVIDUO AL CIUDADANO: EL SENTIDO DE UNA MUTACIÓN
En este apartado propósito no consistirá en describir el itinerante recorridonuestro de la humanidad desde las primeras mañanas del mundo Muchos comentarios del Discurso sobre el srcen de la desigualdad se han hecho y recuerdan siguiendo el texto narra tivo de Rousseau el prolongado y lento trayecto de los “cambios sucesivos en la constitución humana” 453 que condujeron a ésta del hipotético estado de naturaleza al establecimiento de los cuerpos políticos El lirismo y los acentos conmovedores de este escrito se prestaron a envidia; las supuestas intenciones ideológicas del autor han sido a favor o en contra repetidas hasta la saciedad Nuestro objetivo consiste en entender el sentido y el alcance del cambio por el cual en virtud del pacto social el individuo se transforma en ciudadano Para alcanzar este objetivo no debe descuidarse nada en el planteamiento que desarrolla Rousseau Ahora bien a pesar de los múltiples estudios en torno de sus obras no se ha obser vado lo suficiente que en el Prólogo del Discurso sobre el srcen de desigualdad decía de manera intrépida e inquietante que espera “salvar una multitud de dificultades que según él nos ocultan el conocimiento de los fundame ntos reales de la sociedad humana” 454 De igual modo al responder a V oltaire cuyos acres comentarios le parecían insoportables daba a entender que éste prestaba demasiada Discours sur l’srcine de l’ inégalité p desigualdad p ] Ibíd p [ Ibíd p ]
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[ Discurso sobre el srcen de
atención al fijarse en “el progreso de las cosas” a las “conexiones ocultas que el vulgo no percibe jamás” 455 y a los efectos espec taculares que son el “medio más seguro para correr de error en error ” 456 Voltaire escribía en la Carta a Philopolis que el pueblo necesita un gobierno de la misma manera que los ancianos nece sitan bastones 457 y que es forzoso reconocer que hay “muy pocos buenos gobiernos” 458 Por su parte Rousseau no ocultaba más que a medias palabras la razón de esto: los gobiernos desconocen los principios fundadores de la política La vía que él se propuso seguir estaba trazada por completo: pretende encontrar los principios sobre los cuales dentro “del cuerpo social” tiene su base el derecho político Es a este objetivo al que metódicamente consagró las dos versiones sucesivas de El contrato social De una versión a otra precisó la investigación principal la única susceptible según pensaba de aportar alguna claridad no tanto sobre la génesis la estructura o el funcionamiento de la sociedad política como sobre su signifi cado inmanente En la investigación que conlleva esta filosofía de los principios enteramente orientada hacia la búsqueda del sentido que les es inherente el pensamiento de Rousseau es especialmente sutil Aunque sus célebres obras muchas veces se hayan analizado y comentado no es siempre fácil penetrar en sus misterios –proba blemente– debido a una doble carencia presente en la escritura misma autor:comprensión no aportó losdeajustes lexicográficos necesarios para la del perfecta su pensamiento y no aclaró la metodología trascendental implícita que sostiene su reflexión Si se quiere entender el significado que reviste en su política filosófica el paso del estado de naturaleza a la condición civil el primer objetivo es obviar esta doble laguna: más allá de una necesaria clarificación lexicológica y metodológica es una cuestión de fondo profunda y fundamental porque afecta a los fundamentos mismos del destino del ser humano Esto es lo que está en juego
Lettre à Voltaire del de septiembre de Ibíd p Lettre à Philopolis p Ibíd p
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A / ESCLARECIMIENTOS LEXICOGRÁFICOS Las que constantemente título y el vacilaciones subtítulo de de susRousseau tratados políticos permiten medircambió frente ela qué dificultad terminológica –y filosófica se enfrenta su empresa de manera inmediata Si el título srcinario del Manuscrito de Ginebra era “ Del contrato social ” Rousseau lo eliminó y después lo sustituyó por el “ De la sociedad civil ” lo restableció y conservó en la versión definitiva de su T ratado Del mismo modo los subtítulos asignados en un inicio al ensayo sucesivamente refieren a la Constitución del Estado a la formación del cuerpo político a la formación del Estado a la forma de la República y en su versión definitiva adquiere la expresión más amplia de “Principios del derecho político” que fue la que Rousseau retuvo Uno pude notar una indecisión similar en el título del primero libro del Manuscrito de Ginebra en donde la fórmula “De la formación del cuerpo político” fue sustituida por “Primeras nociones del cuerpo social” Las numerosas variantes del texto ciertamente responden en el gran escritor que Rousseau reveló ser desde sus primeras obras a la preocupación de mejorar el desarrollo de su discurso pero también revelan sintomática s vacilaciones de su reflexión De tal manera que “al investigar en dónde se srcina la nece sidad de las instituciones políticas” 459 la cuestión que se propone no es laindicaba búsqueda orígenes la CiudadDiscurso sino de laacuerdo conde lo que endeel los Prólogo deldesegundo búsqueda los principios universales en los cuales descansa el edificio político Al no querer disputar con los hechos Rousseau de manera delibe rada pone entre paréntesis la cuestión de las fuentes y del “inicio de las sociedades civiles”; determinando “el derecho y la razón” que comandan los fundamentos él procede a la axiomatización de la condición política de los hombres Con este modo de proceder su reflexión pone de relieve no los diversos medios de reunir a los hombres en distintas comunidades sino la única manera “de unirlos” que es dirá el principio fundador de todo cuerpo polí
Manuscrit de Genève p
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[ Manuscrito de Ginebra p ]
tico 460 En El contrato social repite de manera notablemente incisiva que “es necesario remontar siempre a una primera convención” 461 Solamente entonces aparecerá con toda claridad el pensamiento directriz de la obra: “Sería bueno escribe examinar el acto por el cual un pueblo es un pueblo ya que este acto [ ] es el verdadero fundamento de la sociedad ” 462 Los término s “principios” y “funda mentos” toman desde este momento el sentido que conservarán en toda la obra posterior: “los principios del derecho político son lo que fundamentan la validez y lo convierten en “ legítimo y seguro ” Evidentemente Rousseau no es Kant y no establece la distinción entre “principios” y “fundamen tos”; pero ya no busca en la realidad empírico histórica de las sociedades civiles y en sus instituciones “el suelo” en el quesocial e stas expone hundenelsuspoder raícesfundacional Sobre esta de base analítica de El contrato loslaprimeros principios de la sociedad civil Entonces Rousseau al buscar “el derecho y la razón” quiere encontrar aquello que nunca se ha propuesto la filosofía política tradicional –la condición universal por la cual adquieren sentido y valor todas las manifestaciones de la condición política y sin la cual ellas no tendrían ni sentido ni valor Es decir los “principios ” del derecho político constituyen la base porque sólo ellos contienen la razón sine qua non de su legi timidad; son la norma del orden y de su validez Rousseau ve en ellos la necesaria hipótesis fundadora que la razón crea para dotar de sentido a las sociedades políticas Para delimitar estos principios que fundan el sentido de las sociedades políticas hay que empezar por aclarar la metodología que el planteamiento de Rousseau tiene por base de manera implícita Esta consiste en una “revoluci ón” en la manera de pensar de la cual ya indicamos más arriba su srcinalidad y su novedad B / EXPLICACION METODOLÓGICA Rousseau no consideró conveniente revelar al lector las reglas de su Ibid p [Ibíd p ] Le Contrat social [El Contrato social p ] Ibíd
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método Sin embargo con sumo cuidado elaboró lo que él mismo llama el “arte de escribir” 463 es decir en su espíritu el arte de convencer a sus lectores de las verdades que expone 464 Fiel a este proyecto retórico formulado en su juventud Rousseau siempre complementó su talento de escritor con demostraciones lógicas y una argumentación casi judicial Esta es la razón por la q ue descar tando tanto las inducciones históricas dudosas como las fatuas deducciones metafísicas procede dice por “razonamientos hipo téticos y condicionales” 465 que le permiten “examinar los hechos por el derecho ” 466 Seguramente sobre este asunto Rousseau habría podido oponer a la cuestión Quid facti ? en la cuál a su modo de ver Grotius 467 estaba sumergido la cuestión Quid juris ? que colocan los juristas en la sala de audiencia y que ellos examinan de manera ejemplar para decir lo que es “de derecho” Rousseau no se detiene sobre estas consideraciones a la vez metodológicas y lingüísticas Con todo establece si bien sin aclararlo pero de manera sistemática la distinción entre los dos tipos de cuestiones Así pues cuando defiende contra los males de la sociedad existente el ideal puro de la sociedad civil no considera este ideal en su contenido sino que asimila la forma a una norma incondicional que impone en el Estado la ley de la razón La idealidad según la cual Rous seau piensa la sociedad civil es dentro de su política filosófica la expresión de la voluntad de legitimación que es la punta de lanza de laLarazón consecuencia de esta norma metodológica implícita se impone inmediatamente: Rousseau se desvía del horizonte de la trascendencia que las teorías tradicionales hasta Grotius y Pufen dorf lo mismo que Locke y Montesquieu habían asignado a la política Rousseau ciertamente nunca especuló sobre “la muerte de
p
Idée de la méthode dans la composition d’un livre véase Pléiade t “Cuando se emprende un libro uno se propone intruir al público
désabusant de algo quedenoalgunas sabía falsas lo queopiniones se hace cuyos enseñándole era imbuido” nuevasIbíd verdades p o lo Discours sur l’srcine de l’ inégalité p [Discurso sobre el srcen de desigualdad p ] Ibíd p Le Contrat social p [El Contrato social p ]
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Dios” pero ya no busca en la voluntad divina los postulados que dirigen la institución política Rechazando la cuestión “de hecho” que podía sin dificultad inscribirse en el marco de una teología política donde la omnipo tencia del Dios creador determina la condición de los hombres Rousseau pone en la cuestión “de derecho” que él examina una nueva concepción de la legitimidad: en vez de la legitimidad tradi cional de derecho divino esta nueva legitimidad se encuentra de lado de la inmanencia es decir dentro de los requerimientos de la razón humana capaz de autonomía en la que se encuentran el sentido y el valor de las sociedades civiles Evidentemente no se justifica atribuir a Rousseau un teoriza ción clara entorno al “desencanto” de la política Pero sus breves reflexiones sobre el derecho natural 468 –el derecho naturalmente natural y previo a la razón y el derecho natural razonado por el hombre– dejan entrever el normativismo liberal que corresponde en su formulación al cuestionamiento crítico inaugurado por su teoría de la sociedad estatal como orden del derecho racional Aparece así en el núcleo de su metodología implícita que para Rousseau la sociedad civil sólo adq uiere forma y sentido en relación a las potencias normativas de la razón humana 469 Realizados estos esclarecimientos resulta posible desprender dentro del humanismo normativo de Rousseau el sentido de una mutación que en virtud del pacto social transforma al individuo en ciudadano C / ¿QUÉ SIGNIFICA LA MUTACIÓN CÍVICA DEL HOMBRE? Al abordar el estudio de la ciudadanía no pretendemos aquí mostrar
Manuscrit de Genève p
[Manuscrito de Ginebra p ]
pura derecho radicalizEs adosignificativo este normativismo que HansNoKelsen es necesario en su eoría concluir quedel Kelsen sea haya un adepto a la filosofía del derecho de Rousseau puesto que a diferencia del autor de El contrato social descar ta deliberadamente el concept o de soberanía Das Problem Der Souveränität p que por el contrario Rousseau tiene como uno de los pilares de su doctrina
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cómo es que Rousseau establece su emergencia: vimos cómo su filo sofía política hace de la aparición de la ciudadanía el primer efecto jurídico político del contrato social Éste señala Rousseau produjo “un cambio muy notable ” puesto que de un animal estúpido y limitado hizo un hombre completo y responsable: es decir un “ser inteligente” que en adelante como miembro de la República accede a la ciudadanía y en tanto que hombre se abre a la moralidad 470 Nosotros buscamos ahora el significado del proceso por medio del cual el concepto de ciuda danía encuentra su sentido y cómo este al inscribirse en la política filosófica de Rousseau indica su esencial unidad “El género humano perecerá si no cambia su manera de ser” escribió Rousseau 471 Comprendemos que si el hombre hubiera permanecido en el estado natural srcinari o –qué este último nunca haya existido efectivamente y que esté pensado como un concepto de trabajo con una simple función operatoria no altera en nada este asunto– seguiría siendo un individuo es decir un ser infra humano; atrapado en la animalidad no se movería más que por su instinto de conservación Lo mismo da si Rousseau postuló en este estado de inocencia la bondad srcinaria natural del hombre pues el antagonismo vital de los individuos no tarda en manifestar la extrema precariedad de su condición Rousseau no concluyó de esto como Hobbes la guerra natural de todos contra todos; hay tantos ” en esta idea piensa que la axiomática 472 Tampoco estáhobbesiana de acuerdo merece“sofismas una condena sin apelaciones con la doctrina de la sociabilidad natural que defendiero n Grotius y Pufendorf’ 473 basándose dogmáticamente en una postulación meta física Sus análisis lo llevan más allá de los motivos de una antropo logía que inevitablemente permanecería insertada en lo empírico hacia una filosofía del sentido que parte de la condición sociopolí tica del hombre en tanto éste accede al estado de ciudadanía En la asociación que sella el pacto social la persona particular
Sud
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Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Ibid p [ Ibíd p ] Sobre esta cuestión ver nuestra “lectura” del L’état de guerre Actes Ibid p S sq Ibíd p
de cada contratante cede su lugar a un “cuerpo moral y colectivo” compuesto ciertamente de tantos miembros como en la asamblea tienen voz pero caracterizado esencialmente por la unidad intrín seca de su “yo común” 474 El paso de la multiplicidad a la unidad –de la “multitud” al “ pueblo”– que efectúa el contrato social subs tituyendo la voluntad general por las voluntades particulares es acompañado por el advenimient o del cuerpo político en el cual “los participantes tiene la autoridad so berana” y se llaman como señala Rousseau “ciudadanos” 475 Esta breve anotación se inserta en un apartado que por s u densidad parece un retazo de léxico: la “persona pública” que antes tomaba el nombre de Ciudad toma ahora el nombre de República o Cuerpo político ; sus miembros llaman a éste Estado cuando es pasivo; Soberano cuando es activo; Potencia cuando se compara a otros similares; en cuanto a los as ociados toman colec tivamente el nombre de Pueblo ; cuando participan en la autoridad soberana tomar el nombre de Ciudadanos y se denominan Sujetos cuando están sometidos a las leyes del Estado 476 Contra todo lo que se podría esperar Rousseau no se dedica en ninguna de las dos versiones del Contrato social a desarrollar estas sucintas definiciones Sólo el concepto de “ Soberano ” le parece que merece un análisis sistemático puesto que en el se condensa la esencia de la persona pública de la República Si Rousseau afirmando esto retoma la idea central de La República de Bodin convertida en metódicamente una obra clásicalos desde entoncesdeno se aplica Ciuda como él a analizar conceptos Soberano dano Burgués Sujeto y Magistrado Pero como siempre conviene estar atento al vocabulario que utiliza Él recuerda en una nota 477 aludiendo Bodin 478 que la Villa no es la Ciudad y que si las casas fundan la Villa solamente los Ciudadanos fundan la Ciudad: no se puede pues confundir a un ciudadano y a un burgués Además para él el Soberano no se confunde con el monarca o el príncipe
Le IbidContrat psocial p [ El Contrato social p ] Ibíd Ibid p note [ Ibíd p nota] Jean Bodin Les six livres de la République p [ Los seis libros de la República p ]
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que reina en un Estado; es el “poder soberano ” a quien per tenece la “soberanía” 479 Dicho esto se debe a d´Alembert –único entre los franceses y en oposición a todos ellos como lo expuso en su art ículo “Ginebra” de la Enciclopedia – “el verdadero sentido de la palabra ciudadano” precisamente por la relación que tiene con la idea de soberanía d´Alembert supo ver que el ciudadano en vez de reco nocerse como el burgués por la virtud social de la cortesía civilité posee en el marco jurídico de la Ciudad República un “derecho de ciudadanía ” inseparable de la categoría jurídica de soberanía El concepto de ciudadano sólo tiene sentido con relación al estado de derecho del cual el contrato social es el principio fundador El “ciudadano de Ginebra” se reconoce evidentemente en el espejo de la ciudadanía tal como él la concibe Por otra parte osten siblemente el artículo Economía política la Carta a d´Alembert El contrato social Emilio y la Carta a Christophe de Beaumont son signos de su ciudadanía Ahora bien si Rousseau ve un derecho en la ciudadanía es que la concibe también como un deber 480 No es “un título inútil”; es lo que en toda República distingue al ciudadano del sujeto: éste se somete a las leyes; aquél las hace 481 Este punto decisivo es necesario que quede bien claro Por las mismas fórmulas que utiliza Rousseau indica más lo que no es el ciudadano que lo que es en verdad Contrariamente a lo que formuló Aristóteles él piensa que no hay –y que no puede haber– por ciudadanos unorazón se esfuerza paranaturaleza llegar a serlo Además elNo artese nace sociociudadano político cuya es cons tructora en este caso recurre a métodos artificiales como los que nutren en la comedia al personaje y confinan a la mentira cuando esta parece triunfar: “En cuanto podemos hacer lo que no debemos queremos esconder lo que no debimos haber hecho” 482 Los “prejui cios públicos” son entonces la máscara engañosa de la ciudadanía En el fragmento sobre L’état de guerre Pléiade p Rousseau pregunta “¿Qué es una persona pública? La respuesta es clara: “Respondo existencia que este ser“; moral un poco quedespués se llama añade: Soberano “la República a quién oel “cuerpo pacto social político” dio lano siendo más que una persona jurídica sólo es un ser de razón “ Manuscrit de Genève p [ Manuscrito de Ginebra p ] Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Emile p [Emilio p ]
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Sin embargo una vez que ha caído la máscara de la cortesía que reviste de buen grado al burgués de los tiempos modernos la figura del ciudadano se perfila en el horizonte normativo del deber ser Rousseau señala entonces no lo que es el ciudadano sino lo que de conformidad con la norma pura de la República debería ser La ciudadanía considerada a la vez como derecho y como deber se define pues a partir de un orden teórico y especulativo del que Rousseau no sale nunca como un concepto puro sin sustancia empírica: la figura del Ciudadano como la de la Ciudad es ideal Por lo tanto lo q ue debería ser el ciudadano puede ser dicho en pocas palabras: se caracteriza como una parte integral e indisociable de la voluntad general sobe rana: es un “miembro indivisible del todo” 483: “los ciudadanos forman al soberano la autoridad soberana perte nece al pueblo en su conjunto y es por lo tanto de los ciudadanos Del Estado es de quien el ciudadano “recibe hasta cierto punto su vida y su ser” 484 y en la República el ciudadano sólo es por media ción de ella no es nada sino por ella ” 485 Quizás tal fue la condición del ciuda dano en la Ciudad antigua Pero si bien es cierto que Rousseau guarda nostalgia por “la bella totalidad” griega y permanece fascinado por Lacedemonia es sola mente porque en la decadencia que en su siglo se llama “ progreso” el estatuto del ciudadano sólo se determinab a a partir de su relación formal con el todo de la Ciudad: relación formal y pura en la que ser y deber hecho y del derecho lo real ypolítico la normaNada coinciden con las más altasserexigencias pensamiento pues sería más falso que pensar al ciudadano como un individuo: una muta ción jurídica se opera al ir de éste a aquel esta mutación consiste en “un intercambio ventajoso” 486: en adelante la fuerza deja su lugar al derecho; la justicia substituye al instinto; el derecho de propiedad sustituye al hecho de la posesión Solamente que hay que insistir sobre ello: esta mutación sólo tiene s entido en relación a un “yo común ” que es el cuerpo político en su totalidad Es decir
p
Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Ibid p [ Ibíd p ] Fragments politiques «Sur le bonheur public» texto de la primavera Le Contrat social p
[ El Contrato social p ]
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el concepto de ciudadano sólo se piensa a partir de la categoría racional y normativa de voluntad general o de totalidad política El texto es categórico al establecer una distinción inneliminable entre el ciudadano cuyo significado sólo se aprehende e n lo universal y el hombre que será siempre un ser particular: “Cada individuo puede como hombre tener una voluntad particular contraria o distinta a la voluntad general que tiene como ciudadano ” 487 Rousseau es necesario creerle trazó esta lección de civismo a partir de “las dignas imágenes de la Antigüedad” 488 a las cuales frente al mundo decadente que ve instalarse en torno a él les confiere utilizando las figuras platónicas de lo Mismo y lo Otro el deslumbrante prestigio de la alteridad La historia griega poblada de “grandes hombres” y de “héroes” 489 lo transport a “a otro universo en medio de otros seres” 490 donde las leyes ni siquiera tenían neces idad de estar escritas para ser obedecidas 491: ellas residían en “el corazón de los espartanos” 492 ¿Qué decir sino que su poder no correspondía a su letra puesto que allí no tenían sino espíritu es decir respon dían a las exigencias y a las aspiraciones de los ciudadanos ? Ellos querían el orden la virtud y el honor; Licurgo comprendió admi rablemente que los propios ciudadanos debían ser los artesanos de las leyes Tales fueron en Esparta los paradigmas del civismo Pero Rousseau en su retorno hacia los horizontes antiguos no se limita a la idealización de un pasado nostálgico Supera493a al la que leyenda y prueba poder de fascinación mito espartano le otorga unaeldimensión normativa ydel universal cuya racionalidad pura contiene a su modo de ver la verdad Por tanto en el cuerpo político la capacidad legislativa de la voluntad general sólo puede existir si en ella misma cada ciudadano por el derecho de participación en el poder que como en la Ciudad antigua Ibid p [ Ibíd p ] Fragments politiques « Parallèle entre Sparte et Rome » p Ibíd p sobre el gobierno Considérations de Polonia sur lepgouvernement de Pologne ] El subrayado es nuestro p [ Consideraciones Lettre à Grimm Pléiade t p : “Los Lacedemonios no tenían ni jurisconsultos ni abogados” Fragments politiques « Des lois » § p Fragments politiques « Histoire de Lacédémone » p
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lo define jurídicamente se da a sí mismo sus propias leyes “Cada ciudadano no opina sino según él mismo” 494 y su participación en el poder significa su autonomía 495 En la normatividad del Estado del contrato ciudadanía y soberanía son indisociables De aquí se sigue que dentro de la lógica política de Rousseau preguntarse sobre los límites que conviene asignar a la so beranía con el fin de proteger a los ciudadanos es un falso problema 496 El ciudadano no pudiendo ser nada más que para la República no es nada sino por ella Por su concepción de ciudadanía Rousseau pone en el centro mismo del universo político producido por la causalidad práctica de la razón legisladora la más alta exigencia que le s ea posible pensar al ser humano Partiendo del elogio incondicional de la Ciudad ideal que recorre las páginas de El contrato social Rousseau hace de la ciudadanía en perfecta coherencia con su sistema una idea reguladora del Estado del contrato Dentro del idealismo trascendental que esclarece la transforma ción del individuo en ciudadano la rectitud de la potencia sobe rana coincide sobre el horizonte de lo universal con la regla de la autonomía He ahí porque el ciudadano al darse a todos no se da a nadie; he ahí por que al obedecer a las leyes que se ha dado a sí mismo sólo se obedece a sí La perfecta reciprocidad entre la voluntad general de la “persona moral” que jurídicamente es la República y la autonomía que expresa la participación del ciuda dano en el poder deben entenderse como una relación dentro de la conformación del orden que exige toda institución política En esta reciprocidad el Estado puede alcanzar su verdad: es gobernado en vista del “interés común” y “nadie piensa en sí mismo al votar por todos ” 497 En la articulación de la ciudadanía con la comunidad la mayor herejía sería por supuesto tomar un medio como fin Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Rousseau con esta idea continua oponiendo utilizando como sobre antigua la tela dedonde fondolade ciudadanía su pensamiento implicaba de lala participación imagen de la en alteridad el propio la ver Ciudad y el Estado moderno donde el pueblo ciertamente no tienen más esclavos pero lo son Le Contrat social p [El Contrato social p ] Ibid p [Ibíd p ] Ibid p [Ibíd p ]
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/ EL HORIZONTE NO RM ATIVO DE LA COMUNIDAD CIVIL
Los requisitos trascendentales a los que obliga la idea de ciudadanía introducen a todo ciudadano en cualquier República dentro de una red de relaciones interhumanas: a diferencia del individuo el ciudadano nunca está solo Su autonomía no consiste en su inde pendencia Kant no se equivoca al seguir a Rousseau haciendo de la norma de coexistencia el principio universal del derecho 498 y la máxima propedéutica de una auténtica libertad Si es cierto que Rousseau no supo adosar su política filosófica a un idealismo trascendental elaborado sin embargo confía en su reflexión en tanto imprime al concepto de comunidad política proveniente del lenguaje tradicional de los jurisconsultos y filósofos una tonalidad inédita Después de los apresurados contrasentidos suscitados por este concepto se le debe devolver su justo a lcance La empresa es tanto más delicada cuanto que Rousseau al refe rirse a la comunidad política utiliza un vocabulario bastante inde terminado –cuerpo político Estado República persona pública persona moral pueblo – que puede ser el signo de cierto descon cierto Por añadidura la falibilidad de este vocabulario corresponde a una vacilación filosófica que oscila entre una concepción mecani cista y una imagen organicista de la esfera política: Rousseau habla tanto “máquina” que es necesario poner encomparable movimientoa yun regularde499una como de un “cuerpo social y político” 500 organismo vivo Pero ciertamente esto no es lo fundamental puesto que no teoriza filosóficamente ninguna de las dos visiones que tiene de la cosa política –tan próximas una de la otra como indica por otra parte él mismo 501
§C
Kant Doctrina del derecho Introducción a la doctrina del derecho
Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ] Le Contrat social p ; p ; p [ El Contrato
social p L’état ; p ; dep guerre ] P : “La diferencia entre el arte humano con respecto a la obra de la naturaleza se hace patente en sus efectos los ciudadanos tienen el bello nombre de miembros del Estado no podrían unirse a él como los verdaderos miembros lo están al cuerpo; es imposible hacer que cada uno de ellos no tenga una existencia individual y separada
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Lo importante es que por medio de las imágenes analógica s que da de la República 502 los fines que le pertenecen corresponden a los ciudadanos: es decir la relación de las partes los ciudadanos en relación al conjunto la comunidad estatal se expresa por medio de una conexión fundamental y sistemática Es la unión de los miembros de la “persona pública” lo que en la República forma un conjunto “único e indivisible” que elimina la singularidad de cada uno Como la “bella to talidad” de la antigua Ciudad griega a la cual tanto Hegel como Rousseau confesaron un lúcido amor de juventud la comunidad civil que caracteriza al Estado es plenitud y armonía Tal como la platónica Callipolis ella representa según los términos de Hegel la “unidad ética absoluta ” el Ideal en el que se descifra la verdad esencial de la política 503 Ahora bien a lo larg o del primer libro de El contrato social Rousseau desarrollo la fundación contractual que da cuenta de la naturaleza de la comunidad civil Pero en su política filosófica él la considera también desde otro punto de vista con el fin de alcanzar el sentido que hace de ella la imagen invertida de la modernidad decadente En este caso el planteamiento de Rousseau es tan nuevo que por cuál él puede solo bastar a su propia conservación; los nervios son menos sensibles los músculos tienen menos vigor todos los vínculos son más flojos el menor accidente puede dividirlo todo Que se considera cuánto en la agregación del cuerpocuánto político fuerza pública inferiorena ella juego sumadedetoda las fuerzas par ticulares haylapor decirlo así esfricción la máquina y se encontrará que c ualquier proporción guardada el hombre más débil tiene más fuerza s para su propia conservació n que el Estado más robusto tiene por los suyos Así como lo indicó Robert Derathé Jean Jacques Rousseau et la science politique de son temps p es más importante en vez de preguntarse según qué cronología estas a nalogías habrían aparecido en Rousseau seguir a Durkheim que los ha señalado “estrechamente solidarios en el pensamiento de Rousseau” – al respecto el autor del Contrato social utilizando por otra parte la metáfora § ; Hobbes De corpore politico Elements of Law § piensa que es porque la sociedad civil es “un cuerpo artificial” que puede compararse al cuerpo humano y no el revés Eso no significa por supuesto que Hegel tenga como Rousseau una concepción contractualista de la unidad política; al contrario basa la argumentación en esta unidad para et criticar § la idea del contrato social Principios de filosofía del derecho § Eso no significa por supuesto que Hegel tenga como Rousseau una concepción contractualista de la unidad política; al contrario basa la argumentación en esta unidad para criticar la idea del contrato social Principios de filosofía del derecho § et §
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la revolución metodológica que realizó sólo llega a consumarse de manera imperfecta Ésta aunque permaneció inc ompleta es ver da deramente srcinal Posee al menos una gran fuerza de conven cimiento en la cual todo indica que la comunidad civil definida como la unidad de una pluralidad de los miembros de la República no tiene nada de una “utopía ” que Rousseau habría descubierto al término “de un viaje imaginario”: ella es el lugar del “orden social”; ese “derecho sagrado ” que para “servir de base a todos los otros” 504 implica el uso legítimo de los cánones de la razón A / LA COMUNIDAD CIVIL O LA ANTI-UTOPÍA Rousseau no du da enaasimila r la comunida d civil al “yoque común” de la República es decir la unidad de un cuerpo político siendo un “cuerpo artificial” al que se aplica el nombre de Soberano es un “ser de razón” –o más bien no es más que un ser de razón desprovisto de consistencia sustancial Así se explican las lecturas de Rousseau que elogiosas o críticas –aquí no radica el problema– interpretaron al Estado del contrato como una utopía política La comunidad civil sin sustancia sería una quimera; sería la imagen del mundo político de la alteridad que Rousseau despreciador de su tiempo y adversario de las Luces oponía al universo en declive que crece en torno a él Tal lectura seductora quizá por los arranques líricos de humanismo que puede suscitar nos parece que constituye no solamente un error político ya que la política exige un realismo que excluye la evanescencia de los sueños sino sobre todo un paso filosófico en falso producto de una lectura engañosa de El contrato social La axiomática de la política filosófica de Rousseau no se vinculó de ningún modo con las bellas imágenes de la Ciudad utópica del país del más allá al que se no llegará nunca En su brillante libro titulado Lumieres de l´utopie Bronislaw Baczko505 mostraba apoyándose esencialmente como lo había hecho antes de él Jean Fabre 506 en las Consideraciones sobre el gobierno de Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ] Bronislaw Baczko Lumières de l’utopie Payot p Jean Fabre « Réalité et utopi e dans la pensée politique de Rousseau
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Polonia que Rousseau lejos situar la nueva Ciudad cuyo plan elabo raba “en el vacío de un más allá imaginario” la establecía “en medio de las realidades históricas y sociales tan densas que se resisten a los sueños” 507 Si se admite que este texto redactado por Rousseau durante el invierno de a instancias del conde Wielhorski portavoz de los confederados de Bar puede prestarse a una lectura realista no es nos parece por motivos circunstanciales vinculados como lo sostiene B Baczko a la coyuntura histórica En este texto como en El contrato social es por razones esencialmente filosóficas que Rousseau no forja en manera alguna una utopía política Cuando Tomás Moro acuñó la palabra “utopía” le otorgó una extraordinaria fuerza semántica: si en sus textos esta palabra designa como lo indica el subtítulo de su obra “la mejor forma de gobierno” implica sobre todo un vector de fuga cu ya interpretación resulta por otra parte multidimensional Por una alteración más o menos acentuada del discurso utópico una plétora de uto pías polí ticas terminaron imponiendo una imagen de un mundo ideal que tiene al mismo tiempo la transparencia y la inconsistencia de los sueños: las quimeras de la utopía se extienden en una fiesta donde las instituciones terminan por ceder sometidas al vértigo de la perfección a la seducción de los paradigmas Ah ora bien Rousseau nunca sucumbió a esta fascinante espiritualidad de las imágenes ni a los milagros de la utopía Las máximas políticas de las Considera
ciones sobre social el gobierno de Poloniaa los fortiori ladereflexión y aimpulsos teóricalas de El contrato no responden un visionario: primeras porque la historia tiene demasiada densidad como para ser “pretexto de utopía” 508 la segunda porque la postulación racional pura del estado del contrato se sitúa a otro nivel filosófico distinto del imaginario o del sueño Incluso se puede decir que el sistema político de Rousseau se presenta como la anti utopía Las Consideraciones sobre el gobierno de Polonia al multiplicar los detalles relativos a las instituciones gubernamentales judiciales económicas o pedag ógicas const ituye “un llamado a las almas” 509 y » in Annales Jean Jacques Rousseau p B Baczko Op cit p Ibíd p Ibíd p
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más concretamente al “celo patriótico” 510 a la grandeza nacional “a la energía del valor y al amor a la libertad ” 511 Estos valores de la existencia constituyen lo que Jean Fabre con fortuna llama “la primer novela de la energía nacional” 512; pero Rousseau no se atiene ni a los arranques líricos ni a las imágenes: piensa por medio de conceptos y precisamente por eso tales valores de la existencia son para él incompatibles con evanescentes quimeras ideológicas: novela y utopía no son sinónimos La coherencia conceptual y categorial de El contrato social aunque requiere para ser comprendida superar algunas indecis iones en el vocabulario implica para legitimar el aparato institucional del Estado tanto en su forma orgánica como en su capacidad funcional exigenciaenracional deidílica idealidad y normatividad que es imposibleuna encontrar la visión de un paraíso político Rousseau no formula el sueño cívico a la manera del ut ópico ni se extravía en la fría abstracción de una República desprovista de vida y movimiento Entre estos dos polos a los que por otra par te él no tiene la intención de acercarse ni de orientarse ofrece del concepto de voluntad general soberana en el cual se concentra la verdadera naturalez a de la comunidad civil un análisis trascende ntal cuyo eje es la única cláusula del contrato –“dar cuenta la alienación total de cada asociado con todos sus derechos en la comunidad”– En un primer nivel de inteligibilidad este análisis pone en evidencia la condición por la que el “acto de asociación” de los individuos conlleva la emergencia de la comunidad civil; en un segundo nivel de inteligibilidad ella indica más allá de la condición de posibilidad de la sociedad civil su condición de autenticidad: lejos de ser la simple agregación de una multitud de individuos requiere la unión en la unanimidad de todos los asocia dos 513 En su “ardiente entusiasmo” por la unidad Rousseau había obser vado en el Manuscrito de Ginebra: “Hay mil maneras de reunir a los hombres
Considérations sur le gouvernement de Pologne p [Consideraciones sobre el gobierno de Polonia p ] Ibíd p Jean Fabre Introducción Pléiade t p Le Contrat social p [El Contrato social p ]
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pero sólo existe una manera de unirlos ”514; en el Contrato social hace de la unanimidad necesaria para esta unión 515 la condición de legitimidad del cuerpo político erigido de este modo en un pueblo La problemática establecida por Rousseau con el fin de dar cuenta de su concepto de comunidad civil implica por lo tanto el rechazo de los “falsos conceptos del contrato social” 516 La definición del pueblo como “cuerpo colectivo ” lejos de proceder de las nubes de la imaginación procede de un racionalismo crítico en el cual se dan sus condiciones de existencia y sentido Rousseau está determinado a no ceder a las sirenas de la utopía tanto que escribe en las Consideracion es sobre el gobierno de Polonia : “Veo mi locura sobre todos los tratados de la razón ” 517 Si su “locura” es oponerse la disgregación individualista que instala la anarquía en el mundoa moderno el bosquejo político de otro mundo carac terizado por la fuer za unitaria y ordenado por el “yo común ” coloca su teoría política baj o el signo de la diferencia en el que segú n él se “extravía” 518 Pero su extravío no t iene nada de una fuga al “país de ninguna parte” Es la respuesta que aporta a la exigencia de orden y equilibrio que por medio del análisis crítico de la condición humana descubrió incluso cuando el hombre está encadenado en el trasfondo de la razón Es entonces cuando se fascina por la unidad que sobre el horizonte normativo de la razón crítica la comunidad civil debe sellar La voluntad general del pueblo en su conjunto lejos de ser la imagen etérea de un sueño socio político toma así en el paso de su racionalismo crítico las características de una “necesid ad” imperativa y absoluta: constituye una anti utopía severa frente al deseo como lo será en la Doctrina del Derecho el criticismo kantiano Dentro del movimiento de su pensamiento Rousseau comprende antes que Kant que la razón dirige cómo se debe pensar o actuar “aunque no se encuentre ejemplo alguno” Manuscrit de Genève p El subrayado se nuestro [ Manuscrito de Ginebra p ] El subrayado es nuestro Le Contrat social hace la unidad de la comunidad p civil[ElContrato p ] social p ] ; esta unanimidad Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ] Considérations sur le gouvernement de Pologne p [Consideraciones sobre el gobierno de Polonia p ] Ibíd
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A mil de leguas de la filosofía “Iluminista” que se encanta con el nombre de “pr ogreso” con los sue ños y las q uimeras de la política utópica Rousseau no abandona del camino entrevisto en la Ilumi nación Vincenn es: lo importante no es huir de un mundo que sabe corrupto sino sobre todo entender los requerimientos normativos de la razón sin los cuales ninguna República es posible ni legítima La comprensión del concepto de “comunidad política ” resulta de la exposición trascendental de su concepto Cualesquiera que sean las diversificadas y siempre imperfectas figuras que manifiesta cuando se la considera en la existencia efectiva lo important e reside en el corazón mismo de la política filosófica de Rousseau en la unidad de sentido que caracteriza a esta idea Esta unidad de sentido responde a las más altas exigencias de la razón Rousseau puede en adelante explicar que más allá de todos los esfuerzos emprendidos en el mundo de los hombres por dar a la República las figuras institucionales diversificadas siempre defectuosas e inacabadas en su propia diversidad la unidad ideal normativa de la condición civil expresa en nombre de las exigencias racionales puras y universales una filosofía del orden al servicio de la libertad B / FILOSOFÍA DEL ORDEN: EL DERECHO NATURAL RAZONADO Contra todos los avatares socio históricos Rousseau puso de mani fiesto en sus dos primeros Discursos que vinieron a causar el desga rramiento de la modernidad que el concepto de comunidad política implica como aca bamos de verlo la unidad d el Todo que f orma a la República En tanto que tal representa la preeminencia ontológica del cuerpo político del “yo común” sobre los miembros a quienes engloba Tal primacía se articula con una doble justificación: lógica y práctica Por una parte desde el punto de vista lógico cada asociado aliena completamente todos sus derechos a toda la comunidad se da por entero a ella de modo que la comunidad lo engloba y que no es ya más que un elemento de esta de la cual depende “su vida
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y su ser” 519 Por la otra desde el punto de vista práctico cada miembro de la asociación “se ve forzado a actuar sobre otros p rincipios” 520 distintos a los que corresponden a su individualidad natural: debe en vez de escuchar a sus inclinaciones que lo insertan en la parti cularidad consultar a la razón capaz de indicarle la universalidad de las máximas de su acción De esto resulta que cada ciudadano no es nada ni puede nada sino que es por todos los otros 521 El orden de coexistencia de los individuos pasa a ser e n el estado civil el de su interdependencia La primacía ontológica lógica y práctica del todo de la comu nidad política sobre la singularidad de sus miembros opone a los efectos nocivos del individualismo fuerza dedecohesión de del una constitución centralizadora La uni latotalidad la Ciudad contrato responde a las exigencias de la racionalidad que la fundan Puesto que “cada individuo se convierte en un miembro indivi sible del conjunto” el trazo jurídico político de la comunidad civil constituye un reto ante la dispersión y el desorden El compromiso recíproco del público con los particulares 522 no permite entre ellos ningún intervalo aunque la esencia de la sociedad no consiste en ninguna otra cosa sino en la actividad sus de miembros 523 Las disensiones las divisiones las dificultades y las tensiones mismas que provocan la desdicha de la conciencia no tienen lugar en el orden inmanente de la República: “El orden social ha escrito Rous seau en el Manuscrito de Ginebra es un derecho sagrado que sirve de base a todos los otros” 524 Este derecho sagrado precisa él inmediatamente “no tiene su fuente en la natu raleza”: no es pues un “derecho natur al” en sentido tradicional que los antiguos hab ían dado a este término un derecho que inherente al cosmos se inscribiría en la naturaleza de las cosas Si por añadidura prosigue Rousseau este derecho está “fundado
Le IbídContrat social p p [ El Contrato social p ] Ibíd p Ibíd p L’état de guerre p Manuscrit de Genève p [ Manuscrito de Ginebra p ]
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en una convención” tampoco responde al modelo moderno de un constructivismo artificialista como el que propone Hobbes en el Leviatán al postular que el derecho natural es una fuerza o un poder que pertenece a la naturaleza de cada individuo Según Rous seau el orden social es un derecho sagrado porque expresa “un derecho natural razonado” 525 Sin duda es necesario no ceder ante las polémicas exageraciones de una formulación jurídico política que después de la retórica febril de los Discursos trata de hallar a la hora del artículo Economía política un difícil equilibrio Lo que permanece es que la admiración de Rousseau no se debilitará jamás respecto a la actividad política del sabio que como Licurgo o Solón sabe ser obedecer las normas trascendentes de un código de la naturaleza elaborar un modelo objetivo racional de organización política y dar las leyes a la Ciudad En primer lugar la institución jurídica ha de tener por objetivo poner obstáculos a todo aquello que pueda provocar la desintegración de la unidad social En tanto que para alcanzar este objetivo el “derecho natural” no es de ninguna ayuda ya que en él se ocultan vastos misterios cosmológicos 526 corresponde al “derecho natural razonado” evitar los vicios que amenazan a la humanidad Por fuerza hay que admitir que Rousseau en este punto perma nece en una situación incierta puesto que por una parte lleva a cabo el proceso de la razón en el que é l ve los logros maléficos de la filosofía Luces y por la otra a las capacidades de esta la razón Y de sin las duda se equivoca al noapela distinguir de manera expresa razón racional teórica y especulati va de la razón razonable práctica y lúcida Sin embargo es manifiestamente la primera razonante e instrumental a la que condena como propia de los “filósofos” de su siglo En consecuencia Rousseau apela con esto al derecho natural razonado para instituir el orden de la República los poderes de una razón hecha de clarividencia y mesura que cortada a la medida de
Ibid Es este menosprecio p del derecho natural lo que Leo Strauss le reprochara intensamente a Rousseau Droit naturel et histoire ; «Les trois vagues de la modernité » clasificándolo por esta razón entre los “modernos” incluidos con todo informa al pleito a pesar de que Rousseau mismo los crítica
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las dimensiones humanas puede indicar la vía del sabio gobierno de las ciudades Así el Proyecto de constitución para Córcega es menos un escrito programático que una profesión de fe en el orden jurídico político La intención de Rousseau no es como hemos vist o buscar en la Isla de Córcega la realización del ideal político erigido por El contrato social Pero para este país de Europa que por su configuración y por la naturaleza de sus habitantes era aún capaz de cambiar su legislación 527 era necesario a fin de elabor ar un “plan de gobierno” un hombre que fuese en primer lugar un sabio Éste guarda una semejanza como entre hermanos respecto al “hombre extraordi nario dentro del Estado” que es el Legislador de El contrato social 528: ni magistrado ni soberano él no legislará más Su proyecto –como el de Rousseau– es exponer con la preocupación constante por el orden público “los principios que [ ] deben servir de base” a la legislación que los corsos necesitan 529; debe pues elaborar las “máximas” fundacionales de la eventual Constitución a la cual pueda aspirar el pueblo de la Isla Se tratan de hacer que este pueblo ame “la ocupación que queremos darle de fijar sus placeres sus deseos su gustos” para que “la felicidad de la vida” se exprese y al mismo tiempo se limiten “los proyectos de ambición” 530 Este objetivo sólo será accesible extrayendo “la ley fundamental es decir la Constitución de las distinciones obtenidas de la naturaleza de 531 Haciendo abstracción de los accidentes de la historia las y lacosas” diplomacia Rousseau se adentra en la psicología natural del pueblo corso 532; el primer imperativo de la legislación es respetar el temperamento srcinal 533 “Noble pueblo escribe no veo por qué
Le Contrat social p [El Contrato social p ] Ibid p sq [ Ibid p ] Projet de Constitution pour la Corse p [ Proyecto de constitución para la Córcega p ] Ibid p [ Ibíd p ] Ibíd p Rousseau expone con complacencia “la división de desigualdad la nación corsa personal en tres “podría clases:afortunadamente ciudadanos patriotas sustituir y aspirantes a desigualdad cuya de raza o vivienda que resulta del sistema feudal municipal” cuya abolición desea Es ella que determina “el carácter nacional” del pueblo corso En Le Contrat social p Rousseau como Bodino
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darles leyes artificiales y sistemáticas inventadas por los hombres por el contrario les devuelvo las leyes de la naturaleza y del orden que dirigen nuestros corazones y no tiranizan la voluntad ” 534 Con estas palabras Rousseau no declara la verdad de un jus naturalismo meta político cuyo peligro dogmático por otra parte ya había denunciado Él considera que las leyes de la naturaleza no tienen un poder f undacional que choque con la razón El “derecho natural razonado” cuyo concepto envuelve en una extraordinaria síntesis las determinaciones de la naturalez a de las cosas y los reque rimientos de la razón humana es el principio de orden sobre el cual se construye la sabia legislación Rousseau expone en un amplio cuadro las medidas necesarias de acuerdo con este espíritu para contener la propiedad “en los limites más estrechos”: no afectar a la propiedad srcinaria que es la base sólida del pueblo y que al mismo tiempo permite escuchar la sabiduría de una razón razo nable que debe circunscribir su uso con el fin de limitar los abusos que desde el punto de vista económico y psico so ciológico secretan la locura de los hombres y causan un desorden anárquico en sus instituciones Las medidas que preconiza Rousseau son buenas considera porque traducen la venturosa síntesis de la naturaleza y la razón que contiene el principio de orden formulado por el “derecho natural razonado” Sería inútil buscar en el Proyecto de constitución para Córcega la teorización de losdel principios ordenSin queembargo Rousseaua coloca entre losfilosófica fundamentos derecho de político pesar de las descripciones y las digresiones en las cuales s e demora este texto la lógica del Proyecto despliega en él constantemente el sentido: el “espíritu” de la Constitución como el “espíritu de las leyes” desborda la letra 535 Si Rousseau en sus reflexiones políticas no olvida nunca la y Montesquieu ha destacado la importancia de las causas naturales y del clima “sobre las distintas forma que pueden tomar los Gobiernos” [Contrato
social p Projet ] de Constitution pour la Corse p [Proyecto de constitución para Córcega p ] En las Considérations sur le gouvernement de Pologne Él mismo Rousseau utiliza la expresión “espíritu de las instituciones” p [Consideraciones sobre el gobierno de Polonia p ]
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“prudencia” es decir la sabiduría de los grandes legisladores como Licurgo Solón o Numa Pompilius él encuentra en el “espíritu” de las leyes esta filosofía del orden a la vez natural y racional que norma toda recta legislación y la vuelve digna de respeto y amor Esta es la razón por la cual la defensa de la causa nacional que pudo afectar a algunos lectores de los proyectos institucionales para Córcega o Polonia no podría incluirse como una tentación román tica que habría podido inspirar Rousseau En ef ecto el sentimiento patriótico consiste tanto para Rousseau como para Montesquieu en el amor “a las leyes y a la libertad” 536; no es un himno que cele bre la naturaleza orgánica de una comunidad arraigada en el suelo la raza o la historia; los principios mismos que se mezclan en la Repú blica son expresión del derecho natural razonado y conforman su fundamento Es una lástima que Rousseau no haya expuesto la teoría de esta categoría fundadora del derecho político: como a menudo sucede en su pensamiento ofrece una nueva y potente intuición pero no la desarrolla Con todo presiente la fuerza de la renovación doctrinal que una vez más será Kant el primero en medir su alcance En efecto en tanto Rousseau distingue el derecho natural –naturalmente natural– y el derecho natural razonado –el más alto pensamiento de los hombres– toma distancia con rela ción al jus naturalismo clásico o moderno La condena de las vías metafísicas desplegadas por la filosofía jus naturalista atrapada en una serie de “galimatías estaalusivo toma de distancia Rousseau eninexplicables” efecto sobre se estecondensa punto esenmás que explícito Su pensamiento es por añadidura complejo porque no establece un franco antagonismo entre las dos figuras que presta al derecho natural Ciertamente recurre para promover las institu ciones y las leyes en Córcega en Polonia y más idealmente en todo Estado a las necesidades de orden y mesura que su planteamiento crítico reconocieron como inmanentes a la razón Sin embargo es importante a sus ojos no contravenir a la ley natural que dice él más allá del arte y de la historia “habla inmediatamente [a todos] por voz de la naturaleza ” 537 ¿No es pensar antes que Kant que al Ibíd p [ Ibíd p ] Aunque haya criticado por auto contradictoria la idea de un
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ajustarse a la pureza del ideal político formulado por el Contrato social la institución jurídica de la Ciudad debe superar imperativa mente la antinomia que se establece entre la razón y la Naturaleza? Cuando el orden razonado o razonable es el principio del derecho de los Estados el arte político reúne la armonía de la naturaleza: lo importante dice expresamente Rousseau al pensar en Córcega –pero la observación tiene un alcance general– es colocar siempre a los hombres sólo “bajo leyes de la naturaleza y el orden” La síntesis de los imperativos de la razón y de las leyes de la naturaleza que operan en el derecho natural razonado a partir del cual debe según Rousseau erigirse el edificio constitucional de los Estados aunque alusiva es a todas luces notable Al propor cionar a la condición humana su norma suprema ella se convierte en el vector más potente de un racionalismo crítico a la vez jurí dico y ético Lejos de buscar en la trascendencia del cosmos o en la voluntad todopoderosa de un Dios creador a la manera de las filosofías tradicionales del derecho el paradigma al cual obedece la Constitución de las Ciudades el racionalismo crítico de Rousseau revela la finalidad sublime de tal paradigma por la mediación de las leyes civiles que siguen al derecho natural razonado del que el hombre en la inmanencia es el orfebre; las leyes indican la orien tación del mundo humano dirigido hacia la justicia y la libertad 3 / LA ORIENTACIÓN DEL HOMBRE A LA JUSTICIA Y A LA LIBERTAD La “necesidad de las leyes positivas” 538 dentro del Estado es tal que los hombres le deben la justicia y la libertad sin las cuales no serían verdaderamente humanos 539 Rousseau se hace pues según
“derecho del más fuerte” ya que la fuerza no hace derecho escribe en las Considérations sur le gouvernement de Pologne : “la más inviolable ley de perturbar: la naturaleza “No es hay la leylegislación del más fuerte” punto pde Constitución Y añade lo queque pueda no deja eximir de de esta ley” Aunque es verdades que en este pasaje se refieren al “sistema militar” y al de la guerra [Consideraciones sobre el gobierno de Polonia] Manuscrit de Genève p [ Manuscrito de Ginebra p ] Ibid p [Ibíd p ]
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la expresión de E Cassirer “el heraldo de la ley ” 540 No hay que deducir de lo anterior que Rousseau abre la vía del positivismo jurídico: más allá del anacronismo de una aserción semejante un franco error trastornaría el sentido de las perspec tivas jurídico políticas abiertas en El contrato social Más filósofo que jurista Rousseau escribe: “Sin las leyes el Estado formado no es más que un cuerpo sin alma” 541: las leyes proporcionan el alma a la República Su rectitud formal –parten de todos para aplicarse a todos 542– no corresponde solamente a la estética perfecta del círculo que Hegel elogiará en ellas Su invención es “sublime” ya que dictando a “cada ciudadano los preceptos de la razón pública ” da a los hombres –como sólo ellas pueden hacerlo– la justicia y la 543
libertad Éstas “prodigios de la gobierno ley” Podemos entonces considerarlas comosonloslos signos de un buen Pero Rousseau es un pensador exigente De la semiología desple gada por las múltiples figuras de la legislación de la Ciudad en los ámbitos de la política la diplomacia la economía la pedagogía extrae una lección filosófica con otro tipo de profundidad: la fina lidad del orden jurídico político no significa para él nada menos que la finalidad del hombre Así comprendemos que el hombre sólo encuentra su verdad sobre tierra en los valores de justicia y libertad A / EL ADVENIMIENTO DE LA JUSTICIA: UN CUENTO FILOSÓFICO La ley expresión de la voluntad general es la norma de la j usticia y de la injusticia 544 Aunque la idea de justicia sea en el pensamiento de Rousseau un concepto rector esta formulación formulada en el artículo Economía política conlleva una ambivalencia filosófica
Ernst Cassirer La philosophie des Lumières p
[Filosofía de las
Luces p Manuscrit de Genève p ] [Manuscrito de Ginebra p ] Ibid p Économie politique p ; Manuscrit de Genéve p [Economía política p ; Manuscrito de Ginebra p ] Ibíd [Ibíd ]
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que torna difícil su perfecta inteligibilidad Rousseau gracias a su clara conciencia de la dificultad que conlleva como una sombra el concepto de justicia describe la emergencia de la justicia en el mundo de los hombres en una especie de extenso cuento socio jurídico En el estado de naturaleza primitivo el hombre es “un animal estúpido y limitado” cuya vida se desarrolla al ritmo y en propor ción a sus necesidades 545 En él no existe “ninguna verdadera idea de justicia” Sin embargo en verdad es necesario tener en cuenta el honor que el “Ser supremo ha puesto e n toda la raza humana” otorgándole la razón para que a diferencia de los animales los hombres puedan moderar sus tendencias y sus pasiones y así controlarse Resulta que “en la j uventud del mundo” los seres humanos dotados de instinto y de razón vivieron a la vez en el aislamiento y en la coexistencia Pero en est a “sociedad inicial” no había leyes; no había ni derecho ni in juria ni justicia ni injusticia Si un desacuerdo ocurría entre individuos entre ellos mismos se dirimía cada uno mantenía con los otros relaciones de equilibrio más o menos espontáneas y por consiguiente siempre frági les y precarias En esta sociedad naciente se instaló un “horrible estado de guerra” en el que la idea del justo –no de la “guerra justa”– no tenía ningún sentido Roussea u admite que en este estado de hostilidad latente que caracteriza los inicios de la socialización se podrían entrever las primeras normas de la justicia Pero estas normas no eran de ninguna manera imperativas: no tenían fuerza de ley No sólo tenían poca repercusión sino que expresaban una justicia metafóricamente “natural” simplemente porque se realizaban de forma simultánea a “los dos principios previos a la razón ”: el deseo de conservación de sí y la piedad en la cual hayan su límite Apenas eran normas verdaderas susceptibles de tener alguna eficiencia En esta situación que Rousseau califica de “miserable” y que abruma a los hombres con una multitud de “calamid ades” éstos recu
Discours sur l’srcine de l’ inégalité p desigualdad p
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[Discurso sobre el srcen de
rrieron a la capacidad de “perfectibilidad”
546
la cual el Creador les
ha otorgado para señalar su diferencia En loslasinicios de la sociedad agraria que comenzó a instalarse surgieron “p rimeras normas de justicia” consideradas necesarias para resolver de la mejor manera posible las confrontaciones En un medio donde los recursos eran abundantes dichas reglas debían permitir que cada uno se asignase “los suyos”: suum cuique tribuere Sin embargo estas normas no eran ni jurídicas ni morales: est aban esencialmente vinculadas a la propiedad y al trabajo que según Rousseau garantizaba su funda mento; apenas si tenían otro alcance que el económico Las cosas cambiaron cuando por medio del “proyecto más reflexivo que nunca haya entrado en el espíritu humano” los hombres comenzaron a dejar los terrenos de la sociedad inicial ampliamente tributaria de las determinaciones de la naturaleza y concertaron la posibilidad de un Estado civil La justicia les pareció entonces que debía situarse a otro nivel que el de la “rigurosa igualdad” que dice: “Haz a otros lo que quieres que se te haga a ti”; era necesario para eso que la idea de lo justo se diferenciara del sentimiento innato de equidad que vive en el corazón humano Más allá de la naturalidad y del sentimen talismo la justicia pensaron debe obedecer a las máximas “de la razón pública ”: entonces se esboza el panorama de lo justo apenas sugeido en la razonada” condición natural y que deberá substituida por una “justicia cuya racionalidad serásernecesariamente proporcional es decir distributiva Tanto a nivel jurídico como a nivel moral lo justo bien calculado y ponderado será la norma del bien y del mal: “Haz tu bien con el menor mal que sea posible ” 547 La justicia garantizará por igual la paz de las sociedades y la paz de las almas Con este cuento filosófico por medio del cual Rousseau describe la aparición de lo justo en el mundo de los hombres coloca por medio de un método que le es familiar pero que raramente explícita toda una filosofía del derecho cuy a envergadura desborda incluso el Ibid p Ibid p
[ Ibíd p ] [Ibíd p ]
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marco del derecho político al cual consagrará El contrato social En esta filosofía del derecho se dibuja una trama normativa que toma a pesar de la brevedad de la exposición casi un cariz sistemático Se convierte incluso en un elemento decisivo de la reflexión de Rousseau en torno a la condición humana En la filosofía del hombre que inquieta a Rousseau la voluntad general nacida del contrato es “para todos los miembros del Estado en relación a ellos y a él la norma de l o justo y de lo injust o” Regre sando a las tesis jusnatura listas y oponiéndose sin mayor polémica a Montesquieu 548 Rousseau afirma que “la ley es anterior a la justicia y no la justicia a la ley” 549 Es decir que a su modo de ver el concepto de lo justo no alcanza la plenitud de su sentido y validez más que dentro del estado del contrato; o bien que el axioma principal que determina la Idea ha de ser siempre el triunfo del bien común sobre los intereses particulares Ciertamente explica “toda justicia viene de Dios sólo él es su fuente” 550 Pero como los hombres dentro de los límites de las capacidades que les son propias no saben recibirlo de tan alto necesitan gobiernos y leyes para observar el horizonte de la justicia a falta de poder alcanzarla Sin duda Rousseau admite que existe una justicia universal y trascendente expresada por la ley divina de la naturaleza que emana de la sola razón que la funda sobre “el simple derecho de la humanidad” 551 Pero al mismo tiempo reconoce que esta justicia e s 552 en sí yentre por sílosy hombres sobre todoRousseau que al “carecer natural” inútil explica de en sanción un apartado que no es insertará en la versión definitiva de El contrato social que la única y verdadera ley fundamental que se deriva de manera inmediata del pacto social es que “cada uno prefiere en todas las cosas el mayor
Montesquieu L ‘Esprit des lois Pléiade p : “Antes de que hayan sidp hechas las leyes había relaciones de justicia posibles Decir que no hay nada de justo ni de injusto sino lo que ordenan o defienden las leyes positivas es decir que antes de que se trazara el círculo todos los rayos no
espírituesdedelasequidad leyes pa nteriores eran iguaque positiva les los Es necesa establece rio reconocer ”p [Elrelacion ] a la ley Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ] Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ] Le Contrat social p [ El Contrato social p ]
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bien de todos” 553; esto hace necesario por tanto por la recipro cidad la necesidad “de convenios y de leyes para unir los derechos a los deberes y traer la justicia a su objeto” 554 Más incisivo el texto de El contrato social destaca que la diferencia entre el estado de naturaleza y el estado social se refleja con una fuerza notable en la concepción de just icia Todo era común en el estado natural la reciprocidad no era necesaria; como no hice promesa alguna a los otros sólo les reconozco “lo que me es inútil” En cambio en el Estado civil esto no es así: “Todos los derechos son fijados por la ley” 555 Queda claro que la distinción establecida entre el derecho natural inmediato y el derecho natural razonado repite como un eco la diferencia entre una “ley de la naturaleza” y una “ley del 556
Estado” “El sentimiento verdadero muy vago” puedenle tener los hombres de una justicia naturalpero universal pero que inaccesib y vana es sólo una de estas “ide as metafísicas” que no tienen alcance jurídico alguno Al contrario las leyes positivas del Estado propor cionan al cuerpo político “el movimiento y la voluntad” confieren eficacia a los preceptos que ellas enuncian: así se instituye la just icia Uno podría decir que se debe de hacer a los otros lo que querríamos que se nos hiciera a nosotros lo que constituye un máxima bella y noble; pero que está lejos en su idealidad moral de servir como fundamento a la justicia; ella tiene necesidad de ser fundada porque nada en la naturaleza de los hombres siempre propen sos a seguir su amor propio se opone a los sofismas de su egoísmo: ¿Un juez que condena a un criminal no desearía ser absuelto si él mismo fuera criminal se pregunta Rousseau? ¿Y qué es lo que en el estado de naturaleza me impediría que considerara como mío esto de lo cual sin ninguna consideración por los otros yo me podría apoderar? “Es en la ley fundamental y universal donde encontramos el mayor bien de todos y no en las relaciones particulares de hombre a hombre en donde es necesario buscar los verdaderos principios de lo justo y de lo injusto” 557 Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ] Ibid p [Ibíd p ] Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Ibíd Manuscrit de Genève p [ Manuscrito de Ginebra p ]
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Si un acto injusto fuera preparado en el Estado significaría el incumplimiento de la finalidad de éste: toda República tiene por oficio garantizar plenamente el bien de la comunidad unida en el cuerpo político T al es para Rousseau lo que en términos kantianos se puede considerar como el imperativo categórico de la justicia Lo justo por lo tanto tiene su arraigo en los poderes prácticos de la razón Expresa entre los hombres una exigencia invencible de reci procidad que eleva la justicia a la universalidad de su concepto Las críticas que formulará Hegel contra la concepción volunta rista y subjetivista de la justicia y el derecho para las cuales vuelve a Rousseau responsable 558 y que según su propia declaración tendrá n influencia sobre el curso de la Revolución francesa 559 quedan sin alcance real y no alcanzan su objetivo Rousseau en efecto puso de manifiesto que en su principio mismo la justicia tiene como misión garantizar en la sociedad política por medio de la ley y por el respeto a las prescripciones generales el acuerdo del interés particular y el bien común La “verdadera justicia ” dice es obra de la legislación que se encarga de hacer posible la conjunción de las libertades particulares y el orden público En esta filosofía del derecho que rechaza las tesis jus naturalistas sin ceder de ningún modo a un positivismo jurídico del que Rousseau no acepta la doctrina la norma f undamental de la justicia consiste en asignar a cada uno “lo que se le debe suum cuique puesto que la particular 560 es como la libertad civil uno de los pilares depropiedad la comunidad” ; pero esta misma norma implica que al tomar en consideración al bien común la ley se compone de obligación y de sanción Dentro del Estado no hay justicia pensable sin la exis tencia de un derecho penal y de “leyes criminales” las cuales “en el fondo son menos una especie particular de leyes que la sanción de todas” 561 La norma de justicia es así el índice de lo que dentro de la sociedad civil debe ser la condición común Cuando Benjamín Constant reprocha a Rousseau cualesquiera Hegel Principios de filosofía del derecho § Ibíd § Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ] Ibid p et Le Contrat social p [ Ibíd p y el Contrato social p ]
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que puedan ser las fluctuaciones coyunturales de su pensamiento el absolutismo riguroso de sus principios y su concepción de una justicia sancionadora “el más terrible apoyo de todos los géneros de despotismo” 562 comete un error de la misma naturaleza que aquel por el cual se opone a Kant con respecto a la legalidad y a la moralidad de una acción: confunde forma ideal y forma empírica normatividad y facticidad No haciendo caso de este modo de la dimensión fundacional del deber ser que en el pensamiento de Rousseau constituye el hilo conductor de todas sus demostraciones no comprende que sólo la exigencia racional y universal en su perfecta inmanencia vuelve inteligible la idea de justicia No ve que en el humanismo racionalista de Rousseau según la enérgica expre sión de Cassirer hay una “ética pura” de la justicia y el derecho En la política filosófica de Rousseau la idea de lo justo no implica una igualdad conmutativa muy abstracta en su simplicidad aritmética; designa entre los sujetos de derecho que son los ciuda danos un orden construido por medio de equilibrios y reciproci dades que a la ley corresponde “fijar” de acuerdo con los requisitos normativas de la razón Sin embargo para Rousseau el establecimiento de un orden justo sólo constituye una etapa sobre el camino que conduce a un fin más alto: al idealismo crítico de naturaleza ético político cuyos principios conforman la libertad civil que constituye el más alto fin del hombre en la República B / AL FINAL DEL CAMINO, LA LIBERTAD Sería banal después de tantos exegetas decir que el problema de la libertad está en el centro del pensamiento político de Rousseau En verdad este centro no es único o mejor aun se encuentra por todas partes En efecto la idea del Estado designa según el autor de El contrato social la rectitud perfecta de la vida en sociedad –lo que Kant expresará con mayor sutileza diciendo que el Estado según la 563
idea in der Idee
sirve de directriz bajo la Constitución para que
Benjamín Constant Principes de politique Pléiade p Kant Doctrina del derecho §
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se de la coexistencia de las libertades Si tal formulación explicit a no se encuentra en el texto de Rous seau su idea si está bien present e Se afirma incluso en el marco del idealismo trascendental innominado del que ya vimos como se diseñó En la filosofía de Rousseau la problemática de la libertad puede parecer compleja y sin pena podemos conceder que no siempre esta desarrollada de manera clara La misma palabra libertad se presenta rodeada de una poli semia 564 que no siempre se supera; pero la preocupación por la libertad muy pronto emerge 565 es omnipresente en la obra entera Sin embargo esta constante inquietud no posee una dimensión metafísica él se acerca a la cuestión de la libertad por el sentido polí tico que la caracteriza “Pueblos libres escribe Rousseau recuerden siempre esta máxima: ¨Se puede adquirir la libertad pero ésta una vez perdida no se recupera jamás ¨ 566 –fórmula tanto más conmo vedora en cuanto repite la celebre frase preliminar de El contrato social : “El hombre nació libre y por todas partes se encuentra encadenado ” 567 Rousseau postula que el hombre “tal como ha debido salir de las manos de la naturaleza” 568 es por naturaleza un individuo libre y –tiene una existencia independiente Solamente que el primado de la libertad natural no debe generar ilusiones Por una parte el hombre natural es libre no porque viva con independencia fuera de la sociedad –la punto independencia es la libertad– sino seguir porque al ser hasta cierto insular ynoautárquico no puede otras máximas sino las suyas Por otra parte el hombre siendo por naturaleza libre y perfectible se encuentra enfrentado a una contra dicción desgarradora que le es inherente: no puede sino oponerse a su libertad natural en cuanto reconoce su perfectibilidad Así su socialización implica su alienación: el hombre se convierte en otro se des naturaliza
leyes
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Véase Montesquieu L’Esprit des lois p [ El espíritu de las Señalemos un Fragment sur la liberté que data de Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Ibíd p [Ibíd p ] Discurso sobre el srcen de desigualdad p
Una vez enganchado al proceso de desnaturalización el hombre se acostumbra mal a las necesidades artificiales que crea: su perfec tibilidad que podía inclinarlo hacia el bien le hace inclinarse hacia el mal y de este modo él mismo se autodestruye Al recurrir a la causalidad propiamente humana de su perfectibilidad el hombre lejos de manifestar su libertad la ha puesto en peligro de muerte En la sociedad “civilizada ” que construye ya no es libre; por todas partes se encuentra encadenado Pero Rousseau aterrado por el peso de las cadenas que destruyen la libertad del hombre tiene por ella una pasión tan intensa que no cesa en su obra política en ésencia y pedagógica sólo circunstancialmente de querer dar razón de esto Postulado como el principio natural que señala la especificidad del hombre en relación al animal la libertad deviene el fin ético político sin cuyo objetivo el hombre no es humano En un lenguaje que no es el propio de Rousseau pero que desa rrolla la potencialidad presente en su pensamiento podemos decir que la libertad indica la más alta orientación humana En efecto Rousseau declara expresamente desde las primeras líneas de El contrato social que su intención “es buscar si en el orden civil hay alguna forma de administración legítima y segura” formulado en términos de libertad el “problema fundamental” que se propone examinar: “Encontrar una forma de asociación que defienda y proteja con toda la fuerza común la persona y los bienes de cada asociado la cual cada unosuuniéndose a todoscomo no obedezca más que aysípor mismo y mantenga libertad tanto antes ” 569 Evidentemente no podemos descuidar en esta declaración la cuestión del “ámbito real” a la cual se consagra el capítulo en el que Rousseau estudia cómo en e l estado del contrato “la posesión cambió de naturaleza” y se convierte en “propiedad” bajo la ley del soberano 570 El derecho sobre las cosas al igual que cualquier otro derecho en el sentido jurídico del término es en el Estado un efe cto del contrato que “sirve de base” a todos los demás derechos 571 Así Le Contrat social p ; cf Manuscrit de Genève p sq [El Contrato social p ; véase Manuscrito de Ginebra p ] I bid p [ Ibíd p ] Rousseau obser vaba a partir del segundo Discurso que la propiedad lejos ser natural no es “mas que producto de una convención e institución
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pues existe algo más profundo que el derecho de propiedad un “derecho sagrado” que conforma la matriz del “orden social” Pero aquí conviene sobre todo observar más allá de la reflexión que se refiere al “derecho real” que Rousseau relaciona al concepto de libertad la problemática inherente al procedimiento “contrac tual” que funda el Estado Queda entendido que “renunciar a su libertad es renunciar a su cualidad de hombre” 572 y que lo que fundamentalm ente está en juego en la asociación civil es –que cada uno y entonces todos– salvaguarden la libertad Y la solución del “problema fundamental” vinculado al estatuto del “cuerpo moral y colectivo” de la República es formulada también por Rousseau en términos de libertad: “Lo que el hombre pierde por el contrato social es su libertad natural y un derecho ilimitado a todo lo que pudiera interesarle y que pudiera alcanzar; lo que gana es la libertad civil y la propiedad de todo lo que posee [ ] Se podría añadir que es el acceso en el Estado civil a la libertad moral lo que convierte al hombre en amo de sí mismo ” 573 De este modo el paso del Estado de naturaleza al Estado civil efectúa en el hombre un “intercambio ventajoso”: renuncia a un tipo de libertad para conquistar otra En verdad este “intercambio” consiste en algo más que una simple mutación jurídico política y moral puesto que por medio de ella la libertad cambió de forma y de sentido En su significación existencial ella es portadora de un alcance filosófico considerable puesto que indica menos finalidad de la condición humana y su vocación en elnada orden de loslavalores —Un “cambio muy notable”.
El estudio de los filosofemas claves contenidos en la teoría polí tica de Rousseau sacó a la luz los procedimientos que permiten el paso de la naturalidad del hombre a su civilidad La ortodoxia jurídica del “contrato” social es según hemos visto eminente mente discutible Pero es interesante examinar filosóficamente en este extraño “contrato” en el cual según Rousseau “cada indi
humana
Le Contrat social p [El Contrato social p ] Ibid p [ Ibíd p ]
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viduo contrata por decirlo así consigo mismo ” 574 el alcance de este “cambio muy notable” 575 que modifica sustancialmente el estatuto de la libertad Decir glosando a Rousseau que la libertad civil y la libertad moral se encuentran por medio del acto del contrato substituyendo a la libertad natural no es evidentemente falso Pero si es desde una perspectiva analítica filosóficamente insuficiente Para captar el sentido de este extraordinario cambio es necesario alcanzar en el discurso mismo de Rousseau la presuposición trascendental que por un pensamiento oculto y no consciente de sí mismo colocó en sus análisis conceptuales El “cambio muy notable” que se produce en la condición de los hombres al pasar al Estado civilestablecidas confiere al hombre como” ha 576 escrito Raymond Polin “libertades por libertades Esta expresión no es una tautología –no significa que según Rous seau los hombres recorren un camino circular lo que la haría del todo inútil A pesar de las apariencias tal formulación tampoco es misteriosa sino que por el contrario indica el paso por medio del cual los hombres se sustraen al reino del hecho su libertad natural para acceder al reino del valor su libertad política y moral La libertad natural era con respecto al bien y al mal axioló gicamente neutra: el hombre coincidía con su naturaleza Pero el deseo y el gusto de la libertad fueron la perdición de los hombres Entonces “los pueblo se dieron jefes para defender su libertad y no para servirlos” 577 Tal fue “la máxima fundamental de todo el derecho político”; al menos fue la máxima primera portadora de una finalidad intrínseca que haciendo pronto de ella el imperativo de la política enseñaba desde el principio que los medios de los gobiernos sólo valen por los fines de la política En adelante la libertad debía perfilarse sob re un horizonte axio lógico: se habría convertido en un fin cívico y ético 578 Para defen
Ibid Ibíd pp ]] pp [[Ibíd Raymond Polin La politique de la solitude p Discours sur l’srcine de l’inégalité p [Discurso sobre el srcen de desigualdad p ] Le Contrat social p [ El Contrato social p ]
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derla era necesario transformar su concepto: era necesario suplantar sin por ello negar las determinaciones de la autarquía natural por las exigencias de una autonomía racional que respondiera al ideal de la libertad o mejor aún a la Idea reguladora que sirve de medio a la eminencia del valor El contrato fue según Rousseau el procedi miento que responde a este objetivo cuya lógica es menos poner de acuerdo a la naturaleza con la libertad que transponer la libertad a otro nivel para expresar más allá de todas las manifestaciones de la espontaneidad inmediata los más altos requerimientos humanos La empresa fundacional que Rousseau se asignaba como tarea como hace mención en el subtítulo de El contrato social obtiene de este modo una doble justificación a la vez axiológica y t eleológica La elaboración del derecho político no valdría una hora de dolor si éste no contribuyera a la realización del hombre es decir si no conllevara la vocación en sus múltiples expresiones para garantizar la orientación del hombre a la libertad –no tanto por otra parte a la libertad privada que obtiene cada uno con el disfrute de sus capacidades o sus bienes sino el de la libertad cívica que permite a cada uno participar en la vida pública y en los mecanismos del poder Ahora bien el camino que conduce hacia esta libertad lejos de estar trazado por adelantado por el juego de las determinaciones naturales o por una llamada preestablecida de ciertos requisitos trascendentes constituye una verdadera creación o recreación del hombre por sí mismo Porquemarca toda enajenación ción o perversión el hombre el camino deessudesnaturaliza libertad con normas y leyes que sirven no para establecer el estatuto de manera absoluta sino para elevarlo por medio del propio obrar a la libertad de su libertad Entendamos que el ciudadano que participa en la elaboración y en la redacción de las leyes está obligado por ello mismo con ellas: “Cualquiera que se niegu e a obedecer a la voluntad general será obligado por todo el cuerpo lo que no significa otra cosa que se le forzará a ser libre ” 579 La ley expresión de la voluntad general dicta a cada uno los preceptos de la razón pública y por un “arte inconcebible” encuentra “el medio de someter a los hombres para volverlos libres”: ella conecta en efecto “la voluntad con el Ibid p
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[ Ibíd p ]
propio consentimiento”; hace “valer su consentimiento contra su denegación” y “bajo un aparente sometimiento nadie pierde nada de su libertad sino lo que puede dañar a la de otro ” 580 Es por la única fuerza de las leyes escribe además Rousseau que el hombre es libre ya que al someterse a ellas no obedece a las autoridades que se embriagan de sí mismas generan despotismo y esclavitud 581 De manera que resulta que cualquiera que desobedezca a las leyes en vez de afirmar su libertad la destruiría y caería en lo ilógico puesto que al suscribir el contrato acepta por adelantado las leyes que decretará la voluntad general y la injusticia puesto que la voluntad soberana no puede errar Por el significado del vínculo entre la moralidad y la civilidad 582 la persona moral —cuya apari ción conlleva la formación del ciudadano creando de manera autó noma las máximas de su acción— escucha “la voz del deber ” 583 Los límites que la promoción cívica y ética asignan a la libertad inmediata del individuo le dan su sentido y medida con respecto al otro y por lo tanto a la coexistencia de las libertades de todos A diferencia de Montesquieu Rousseau no elaboró en términos de derecho constitucional una declaración de la libertad: ésta no se da a su modo de ver en el juego o articulación de los mecanismos institucionales que promueve y protege la libertad de los ciuda danos Él más bien piensa aunque de manera compleja y bastante obscura que sobre un horizonte de valor la libertad es la eterna esperanza en el espíritu de los hombres la rectitud del querer que y la intención La decisión que tomaacompaña la voluntad de cada uno de cumplir el pacto social implica tácitamente que el hombre no realiza plenamente su verdadera humanidad hasta que determina Manuscrit de Genève p [ Manuscrito de Ginebra p ] Lettres écrites de la montagne carta p Rousseau siempre ha mantenido que las virtudes morales de la persona aparecen con el acceder del hombre a la ciudadanía en la v ida social: “Este paso del estado de naturaleza al estado civil produce en el hombre un cambio muy notable dando a sus acciones la moralidad que les faltaba antes social Contratoen social “ Le Contrat pues al mismo tiempo unap persona [ El jurídica sentido p ] ético El ciudadano moral Véase es Fragments politiques p No es necesario evidentemente confundir la persona jurídica en este sentido ético con la “persona moral” que es la República o el Estado en sentido jurídico del término Le Contrat social p [ El Contrato social p ]
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él mismo su propio poder de afirmarse Es en este sentido que según Rousseau existe una interdependencia entre el derecho político y la libertad: la legislación al expresar la voluntad general ofrece a cada uno la manera de producirse a sí mismo como ser autónomo En el “cambio notable” que manifiesta el paso del estado de naturaleza al Estado civil la perfectibilidad carácter diferencial de la huma nidad con relación a la animalidad dirige a la libertad para realizar su esencia por medio de su propia transformación: de tendencia espontánea se convierte en voluntad reflexiva De esta manera no solamente el hombre no deviene lo que verdaderamente es hasta que se vuelve libre sino que en él la crea ción concomitante de la humanidad y la libertad elimina en ambas el misterio de un destino incomprensible Por lo tanto es posible medir el alcance filosófico del “inter cambio ventajoso” que opera en el hombre el acceso del individuo a la sociedad civil -- El alcance del “intercambio ventajoso”.
Rousseau otorga a la libertad civil y moral una innegable dimensión de esperanza Hizo de ella como dijo Kant “el centro dinámico” de su política filosófica que excluyendo en adelante sus equívocos trazos la inteligibilidad de un mecanismo cosmológico y la finalidad providencial se coloca bajo la señal del humanismo Como no hay en el Estado otro destino para el hombre que la libertad civil y moral que él construye por las leyes la forma y la sustancia de la “naturaleza no natural de la libertad” 584 deviene ella misma en la obra de Rousseau una de las más altas glorias del humanismo político y jurídico Solamente que nada es tan simple en la política filosófica del autor de El contrato social Este humanismo no carece de dificultad puesto que Rousseau distinguiendo entre el hombre y el ciudadano afirma que entre ellos existe una incompatibilidad y que la educa ción debe optar entre hacer uno o ha cer al otro Sólo el hombre por su compromiso voluntario con el pacto creador del orden político es capaz de dar un sentido moral a su existencia “No es escribe P
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La expresión es de Pierre Manent Naissances de la politique moderne
Rousseau sino la fuerza del Estado la que hace la libertad de sus miembros ” 585 En tal fórmula lejos de inclinarlo como a veces se ha sostenido hacia un sistema político “totalitario” que586 conllevaría el aplastamiento o incluso la negación del hombre envuelve una reflexión filosófica sobre la finalidad del orden jurídico político destinado a garantizar la coexistencia de las libertades Aunque se admita que sobre este punto el pensamiento político de Rousseau –a diferencia de la Doctrina del derecho de Kant– carece de siste maticidad y seguridad el propósito que lo guía posee la suficiente nitidez para que su alcance quede claro: la liber tad civil y moral es el valor en el que la humanidad del hombre encuentra su realización He ahí por qué el orden social “es sagrado ” El hombre deviene al reino de la razón convirtiéndose en el creador y el señor de la legislación que le impone obligaciones de las cuales él mismo es autor no puede sin negarse desobedecer a las leyes que él mismo se ha dado ; entonces se compromete sobre los caminos de una libertad autónoma Tal sería pues el orgullo del hombre capaz de responder él mismo de su condición: su respon sabilidad es la clave de su libertad 587 Sobre el horizonte de orden y valor que Rousseau asigna a su política filosófica la libertad en cuanto autonomía se perfila como el más noble y razonable fin que es esencial a la humanidad del hombre 588
CONCLUSIÓN / LAS MÁS ALAS EXIGENCIAS DE LA RAZÓN Los poderes de lo normativo son así las indicaciones de las más altas exigencias que el hombre puede encontrar en sí mismo La Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Véase J G Talmon Les srcines de la démocratie totalitaire traducción París ; L G Crocker « Rousseau et la voie du totalitarisme » in Annales de philosophie politique n° p Véase Lettre à un ami con fech a del de junio de Correspondance générale t p en la cuál Rousseau expresamente hace de la del valor de la existencia responsabilidad la clave de la libertad —de la libertad autonomía— pues Rousseau confiará el “entusiasmo” que siempre ha probado para tal libertad por una tal que lejos de todas “las enfermedades sociales” se realiz a al mismo tiempo que la verdad y la virtud Confessions Pléiade t p [ Confesiones p ]
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justicia y la libertad constituyen el deber ser que se impone como un imperativo al final del camino del que la razón humana está a cargo y tiene la responsabilidad de trazar el itinerario Así se perfilan en la República las figuras ejemplares de la civilidad y la moralidad que le parecen a Rousseau como la finalidad del hombre El fin de la condición humana es que el hombre a diferencia de los otros seres tiene el privilegio de determinarse él mismo por medio de su propia razón; lo que constituye sin duda un ideal Lo más notable es sin embargo que por medio de “los prodigios de la ley” estos fines la justicia y la libert ad deben poder encontrar su realización Por su finalidad el hombre es grand e; por obra de la ley la asunción de su finalidad lo hace mayor aún: he ahí su honor Esta idea designa el punto más alto de la política filosófica de Rousseau de la cual es posible en adelante entender su dimensión trascendental: la gran aventura de la humanidad depende básica mente del querer y de los poderes del espíritu humano La j usticia y la libertad como una especie de finalidad sin fin son el signo de una humanidad que llegará a alcanzar plenamente la conciencia de sí experimentando la fuerza de la normatividad para lo que se requiere la obligación cívica y el deber moral Sin embargo Rousseau al conquistar las cimas de su reflexión política no es un pensador feliz Permanece atormentado por las imágenes que su lirismo describe en sus dos primeros Discursos y mide la divergencia queefectivamente aumenta entre que el hombrepenosamente debería y podría ser y lo que es loEntonces aunque no le haya conferido un carácter sistemático a la analítica teleológica en que se basa su doctrina del Estado nada le parece en realidad más peligroso que los caminos del derecho y de la libertad tal como estos han sido trazados por los pueblos modernos Incluso en El contrato social en donde exp resa con más fuerza el poder de lo normativo que ordenan el derecho político Rousseau muestra el pavor que siente al considerar la distancia que separa el destino efectivo del hombre de su finalidad ideal Es esta una situación tan paradójica como dolorosa ¿destruirán las desiluciones de la política los prodigios de la ley?
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CAPÍTULO II LAS ANGUSTIAS DEL DESTINO: LA IMPOSIBLE REALIZACIÓN DE LA POLÍTICA En El contrato social Rousseau no disputó con los hechos sino con el derecho La marcha de su pensamiento en búsqueda de los principios fundadores del derecho político lo condujo hasta las cumbres de la pureza donde se sitúa la Ciudad ideal el lugar donde se encuentran la justicia y la libertad Sin embargo en la política filosófica de Rousseau el tipo ideal de la política que representa el estado del contrato no pertenece como la República perfecta en el idealismo de Platóndea las esencias inteligibles y eternasy Rousseau sinpolítico cesar confronta manera dolorosa a la realidad a los nudos de la historia y pone en evidencia la ambigüedad que malogra todo cuerpo político: aunque sea perfecta la exigencia de sus principios fundadores su “inclinación a degenerar” es “el defecto inherente e inevitable que desde su nacimiento tiende sin descanso a destruirlos ” 589 El Legislador mismo cuya gran alma tiene la misión 590 bella al poseer los caracteres de los enviados de Dios no llega hacerse entender por el pueblo 591 y su sabia palabra no logra detener la degeneración del Estado incluso de aquellos mejor constituido s Por otra parte “si Esparta y Roma cayeron ¿qué Estado puede esperar durar para siempre?” 592 Rousseau coincide con Montesquieu cuando observa que marcadas por la finitud del hombre 593 “todas cosas humanas tienen un final” 594: las institu ciones incluso las mejores son llevadas inexorablemente por los vientos de la historia que las sacuden y las apartan del milagro de Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Ibid p [ Ibíd p ] Manuscrit de Genève p [ Manuscrito de Ginebra p ] Le Contrat social p [ El Contrato social p ] de guerrey “El fijado porL’état la naturaleza del cu hombre al no podría tiene un patérmino sar De algu de fuerza nos sentidos y tamaño que prevé encuentra sus facultades lim itadas [ ] Es bel lo elevarse en idea pero sigue siendo pequeño” p Montesquieu L’Esprit des lois p [El Espíritu de las leyes p ]
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una eterna perfección Por añadidura el Estado al ser un cuerpo artificial cuyas dimensiones pueden siempre aumentar “se vuelve débil mientras más grande sea” 595 Su tamaño es “puramente rela tivo”; su maleabilidad lo debilita y lo aleja cada día más de las cumbres de la idealidad ¿Cómo habría podido Rousseau cuya meditación se había elevado hasta el horizonte normativo puro de los requerimientos trascendentales de la razón humana no sentir remontar en él tomando conciencia de la dificultad del ser de la política un dolo roso tormento existencial? Los requisitos de la razón política le parecen ineluctablemente atraídos por las contingencias fácticas que pesan sobre la historicidad del mundo que lo lanzan hacia un abismo de sombras La política no es nunca pura Así pues como veremos la idea pura de la democracia –la estrella diamantina conforme a la cual los hombres hubieran debido guiarse– adquiere el brillo de una categoría a la cual sólo los dioses pueden acceder Del mismo modo la idea pura de la paz universal –la esperanza que debería ampliar la vida política más allá de las fronteras estatales– se transforma en una quimera engañosa hasta el maleficio Estos dos ejemplos cuya ejemplaridad alcanza el simbolismo ponen en evidencia la desviación desastrosa que constituye por relación con la finalidad sublime del hombre el pesado destino de los pueblos Aunque Rousseau elaboró una política filosófica que es y que quiso irrealizable debidoentre a su laaltitud teórica e ideal la desga rraduraserque abre la historia finalidad de los hombres y su destino adquiere a sus ojos la gravedad de una gangrena que nada detendrá en su progresión No habrá nunca gobierno justo; la paz del mundo será siempre un milagro; el grito de la libertad que tiene la belleza de llevar la verdad de la humanidad se perderá en el desierto Frente a este espectáculo que no es posible dejar de ver Rousseau no se siente de ninguna manera autorizado a despreciar la idealidad trascendental de la política: el ideal de la República conserva para él su bella y pura normatividad Pero la historia se le presenta como un camino de perdición El decaimiento de la humanidad lo obsesiona con una intensidad que se vuelve cada vez L’état de guerre p
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más dramática en sus reflexiones Mostremos deteniéndonos en los problemas altamente signi ficativos de la democracia y de la paz entre las naciones cómo en el centro del drama filosófico que vive Rousseau la historia por una paradoja fatal es la traición a los principios del derecho político y por consiguiente una traición a la humanidad del hombre en la cual la política al contrario y de acuerdo la Idea de Russeau debería ser el crisol
I / La democracia una categoría de dioses Hacer de Rousseau el partidario de la democracia pasa a menudo por lugar contribuyó ampliamente a forjar verda deroun mito en común torno alque autor de El contrato social Con todoun este lugar común que es contradicho por la letra de los textos suena falso; es un credo erróneo Ciertamente Rousseau estuvo preocupado por la idea democrática y fascinado como estaba por la historia antigua reconoce su lugar eminente en la política así como reco noce también a pesar de las v icisitudes de los gobiernos su irresis tible presencia en el curso de los siglos Pero siempre sorprendente e imprevisible afirma que el gobierno democrático en razón de su pureza solo convendría a un pueblo de dioses: la democracia es “tan perfecta” que “no conviene a los hombres ” 596 No se trata como se ha dicho tantas veces respecto a otros puntos en el corpus de las obras de Rousseau de una de las contra dicciones aparentes de su teoría política Rousseau expone respecto a la democracia un pensamiento que es mucho más difícil que lo que una lectura ligera deja entrever: eleva el problema a una altitud que ningún filósofo político anterior a él había visto o siquiera sospechado Por eso para tomar conciencia respecto de ella importa situar el ideal que se hace de la democracia en la problemática general de la reflexión filosófico política que elabora En efecto sabemos que Rousseau preocupado por la fundamentación de los principios del derecho busca lo que legitima la condición política Le Contrat social p
[ El Contrato social p ]
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de los hombres alguna forma que ella pueda t omar aquí o allá De manera que él está menos preocupado por la elaboración de una tipología de los regímenes que por lo que confiere validez a las formas de la República De alguna manera es cierto que Rousseau avanza encubierto: si su concepto de la política es indisociable de la soberanía popular la “obra maestra del arte político” que conlleva el concepto de demo cracia es cualquier otra cosa según él que aquello que la tradición secular definió como “el gobierno del pueblo por el pueblo” Y en esto no existe ni nguna paradoja P roponiéndose dar cuenta de la larga marcha decadente de la historia de los pueblos por medio de una reflexión que sin cesar conlleva la idealidad perfecta que exige la razón Rousseau pone de manifiesto que el concepto de demo cracia corresponde a un ideal puro e inaccesible a los hombres De igual manera remontándose a las fuentes mismas de la dinámica de los regímenes saca a plena luz los atolladeros probablemente inevitables en las cuales los gobiernos democráticos modernos se hayan atascados: el régimen que instauran se distingue dramáti camente de la perfección ideal de la democracia Esta desviación se manifiesta evidentemente al filo de la historia que se puede comprender como una declinación Pero esta tesis no sólo tiene un sentido histórico Rousseau pone de manifiesto explorando las consideraciones en relación con la democracia que su dramatismo tiende a un sentido filosófico Para comprenderlo es necesario seguir el curso de los análisis que Rousseau realiza sobre la constitución democrática en el que él estima que la constitución es particularmente en el pensamiento de los modernos pero también en sí misma un tema provocador y peligroso Este curso es poco común pero incorpora e n una suerte de ajuste metodológico el planteamiento que Rousseau ya había adoptado en el estudio de los filosofemas claves de su doctrina — planteamiento crítico inédito e insólito para sus contemporáneos el cual expuso su v isión de la democracia a muchas incomprensiones e interpretaciones engañosas Para rectificar el error corriente que hace de Rousseau a la luz de la Revolución Francesa el portavoz del régimen democrático recordaremos en primer lugar que en la problemática que él formuló y examinó la soberanía del
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pueblo constituye el fundamento de toda sociedad política y no únicamente el criterio del gobierno democrático A continuación veremos cómo una vez establecida la distinción entre Soberanía y Gobierno se puede afirmar explorando las modalidades estructu rales del gobierno democrático que su institución es imposible en el mundo humano Por último interpretaremos el análisis que lo conduce a conceder a la democracia el est atuto filosófico srcinal y poderoso de ser una idea pura de la razón El nivel donde se lleva a cabo la reflexión de Rousseau no se sitúa como una apología del régimen democrático sino como el discurso fundador de una polí tica perfecta que no adultera las ilusiones de una modernidad en vías de extraviarse en los caminos de la historia Pero lo que es importante comprender aún es que en estas ilusiones Rousseau ve reflejarse la anfibología de una idea a la cual el hombre no es capaz de elevarse por su naturaleza limitada A / SOBERANÍA DEL PUEBLO Y GOBIERNO DEMOCRÁTICO Está claro que para Rousseau la voluntad general es la voluntad del pueblo soberano Pero el problema surge en cuanto se pregunta sobre las formas constitucionales que puede tomar el gobierno en la sociedad civil Aquí será necesario recordar que desde sus primeros Discursos Rousseau rechazó la idea del progreso que según los filósofos de las Luces debía ser el vector de esperanza de la modernidad: Por el contrario él venera el pasado y encuentra e n la Ciudad antigua las virtudes que conforman la verdad y la grandeza del República 597 Con todo cuando enuncia un pensamiento tan ambiguo como fue antes él de Sócrates plantea el problema político en su más profunda radicalidad –“El hombre nació libre y por todas partes se encuentra encadenado ¿Cómo ha sucedido este cambio? Lo ignoro ¿Qué es lo que puede legitimarlo? Creo poder responder
Evidentemente es necesario entender el término República en su sentido srcinal de Res publica
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esta cuestión”598 es en el establecimiento de los gobiernos del futuro en lo que sin duda esta pensando Ahora bien aunque en los siglos futuros el hombre civil conservará siempre en el trasfondo de su ser la marca de su carácter srcinal no soportará ya las cadenas que durante el tiempo como consecuencia de los gobiernos se ha forjado teniendo por intención regular su existencia Ciertamente el hombre es por naturaleza libre tanto para el bien como para el mal y porque en él conviven las pasiones más contradictorias: “tiene necesidad de un amo” Rousseau lo pensó antes que Kant Pero el problema es inmenso: en efecto el amo que hará las leyes por las que los h ombres han de conducirse será él mismo t ambién un hombre habitado de pasiones antagónicas; y los ciudadano s a los dirigirán estas leyes est siempre tentados no renunciar aque lassetendencias pasionales quearán al encerrarlos dentroadel egoísmo individual ocultan el interés general de la comunidad A este inquietante problema que conlleva una antropología profunda Rousseau aportó inmediatamente un elemento de respuesta que a pesar de su factura negativa constituye el axioma básico de todo su discurso político: el derecho naturalmente natu ral 599–en el cual se basó una larga tradición filosófico política– no puede servir de fundamento para la f ormación de la sociedad civil porque hay una antinomia entre el bien común que ella reclama y el interés del individuo al cual se refiere la naturaleza En conse cuencia es necesario crear o “instituir” la sociedad civil o política Por eso se h an de buscar los fundamentos de esta institución en El contrato social al que Rousseau se abocó abandonando deliberada mente las vías tradicionales del jus naturalismo La intención de renovación que tiene la teorización filosófica del fenómeno político que propone Rousseau está de este modo animada por la voluntad de solucionar el conflicto que en la polí tica de los tiempos modernos opone al individuo y al Estado La función esencial del pacto social es superar este antagonismo Sin embargo otro filosofema más escondido y que al parecer sólo se Le Contrat social p [El Contrato social p ] Recordemos que Rousseau distingue “el derecho natural propiamente dicho” puramente natural y “el derecho natural razonado” Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ]
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aclarara ocasionalmente o incluso de forma secundaria atraviesa la meditación política de Rousseau otorgándole su srcinalidad En efecto el contrato social hace nacer a la sociedad civil la cual hunde siempre sus raíces en la voluntad general del pueblo; pero si la soberanía del pueblo implica de este modo el criterio de todo Estado o República no determina por sí misma ningún modelo de gobierno Importa por lo tanto para Rousseau no confundir como lo hicieron desde su punto de vista todos los filósofos políticos hasta entonces estos dos distintos conceptos: soberanía y gobierno El error de Hobbes por ejemplo fue haber creído que el poder sobe rano del Leviatán engloba como en la República de Bodin 600 las funciones del gobierno por el eje rcicio de los “poderes” legislativo ejecutivo y judicial que se encuentran unidos indisolublemente De igual modo Montesquieu cualquiera que haya sido su “bello genio” 601 había considerado que las prerrogativas vinculadas a los órganos constitucionales del Estado prevalecen sobre la idea de soberanía al punto de ocultarla 602 Al contrario según Rousseau los conceptos de soberanía y gobierno aunque vinculados en todo Estado por una relación muy precisa son distintos en razón de su propia naturaleza Esta distin ción lo hemos visto más arriba es capital dentro de la economía general de su pensamiento político de suerte que en el marco filosófico de una teoría de la práctica política un único problema se el de–que la relación entre por una parte la esenciay formal de plantea: la República reside en la soberanía del pueblo– por otra su expresión concreta en el gobierno del Estado Importa antes de examinar este problema cardinal clarificar sus términos
En verdad Bodin en Six livres de la République estableció una diferencia entre Estado y Gobierno libro Cáp p Ed Del Puys ; rééd Scientia Aalen [ Los seis libros de la República p ]: el Estado se opone al Gobierno como la forma esencial y siempre simple particular de la República popular se oponen aristocráatico los o“innumerables real accidentes” de su régimen Le Contrat social p [El Contrato social p ] Es lo que resultaría del más famoso capítulo del L’Esprit des lois [El espíritu de las leyes] libro Cáp : “De la Constitución de Inglaterra”
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“La autoridad soberana” “principio de la vida política” 603 esta blece la ley Confundié ndose con la voluntad genera l de la “persona pública” que es el Estado 604 pertenece al conjunto de los ciuda danos que forman el cuerpo público Colocada por su nacimiento bajo el signo de la racionalidad del contrato el cual es “un acto puro del entendimiento que razona” 605 se caracteriza dice Rousseau de manera cuestionable por su intangible generalidad: en su fuente puesto que nace de la unanimidad de aquello s que forman el cuerpo político; en su naturaleza puesto que expresa la unidad del “yo común” de la República; por su finalidad puesto que tiene el bien común por objetivo Por eso la legislación que tiene vocación de decretar ella misma debe “partir de tod os para aplicarse a todo s” lo excluye que penetrando en hecho el ámbito particular se pronuncie oque sobre un hombre o sobre un “Común a todos” la sobe ranía reside en el cuerpo de la nación en el que ella no conoce más que la unidad de la voluntad general y no la multiplicidad de las voluntades de todos Dicho de otra forma siempre y de manera necesaria en Rousseau la soberanía es la soberanía del “pueblo ” Y como es inconcebible que el pueblo en conjunto quiera hacerse a sí mismo un mal la generalidad del poder soberano que procede de la exigencia de universalidad de la razón concluyendo el pacto social conlleva un carácter absoluto e irreprochable La generalidad formal de la voluntad pública soberana explica con esto la perfecta rectitud La voluntad general soberana es “inalterable y pura” 606; en su deber ser que es la única manera de ser no puede ni fallar ni errar 607 De este esbozo con valor definicional no se deduce que la soberanía sea el paradigma del Estado ideal: este esencialismo dogmático no corresponde al planteamiento especulat ivo y reflexivo de Rousseau quien siempre “examina los hechos por el derecho” Comprendamos y retengamos más bien que el contrato social define la soberanía por “el acto puro del entendimiento que ra zona” como una idea directora o reguladora de la política es decir como un Ibid p [ Ibid p ] Ibid p [Ibid p ] Manuscrit de Genève p [ Manuscrito de Ginebra p ] Le Contrat social p [El Contrato social p ] Ibid p [Ibid p ]
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principio formal y normativo En cuanto al gobierno éste tiene otra naturaleza y cumple una función distinta a la que le ha asignado a la antropología En efecto si el pueblo soberano quiere siempre su bien o no lo ve siempre o él mismo no sabe realizarlo Por añadidura “insuficientemente informado” y sujeto a las pasiones se arriesga en muchas ocasiones a ser víctima de grupos y facciones 608 quiénes de facto dividen la soberanía indivisible de jure Como la particularidad de las condi ciones no puede en la República ponerse entre paréntesis es al gobierno verda dero “cerebro del Estado” al que le incumbe tenerla en cuenta y para ello ejecutar la ley Ahora bien considera Rous seau el error común de la tradición incluso en Montesquieu es que no han sabido distinguir cualesquiera que h ayan sido los matices la sujeción ideal de la soberanía que establece la ley y la naturaleza concreta del gobierno quien la ejecuta 609 Por consiguiente la filo sofía política tradicional ocultó el problema inherente a la articula ción que en toda República vincula poder soberano y gobierno Es verdad que la relación de lo general a lo particular se descubre por medio de la relación entre el soberano y el gobierno que hace al arte de gobernar difícil al punto de hacerlo asemejar a la cuadratura del círculo en geometría: se trata nada menos que “de poner la ley encima del hombre” 610 tarea esencial precisamente cuando se habla de democracia Ésta es la razón por la cual es nece sario estarque atento a la terminología que utiliza Rousseau El pueblosus en tanto voluntad general es soberano; más precisamente miembros llaman al cuerpo político Soberano cuando es activo y Estado cuando es pasivo Es necesario saber cómo se opera la comu nicación entre el Soberano y el Estado 611; puesto que los miembros del pueblo se llaman ciudadanos en tanto participan en la autor idad soberana y como tales son act ivos; en cambio se denominan sujetos cuando están sometidos a las leyes y por lo tanto son pasivos; se Ibid p
[ Ibíd p ]
Ibid Lettresécrites Ibíd p ] carta Pléiade p ; Lettre à pde la [ montagne Mirabeau del de julio de [Carta a Mirabeau]; Considérations sur le gouvernement de Pologne Pléiade p [Consideraciones sobre el gobierno de Polonia p ] Le Contrat social p [ El Contrato social p ]
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trata de saber cómo se articulan en el cuerpo público las condi ciones de ciudadano y de sujeto Se puede pensar que la respuesta a esta cuestión se coloca en el concepto de Gobierno Pero este término como tanto otros es intrínsecamente problemático y Rousseau declara que al hablar de él “todos los legisladores se ha perdido” 612 No se comprende que el gobierno es “un cuerpo intermedio establecido entre los sujetos y el soberano para su mutua correspondencia” ni que en todo Estado –la Ciudad antigua o la moderna República– el gobierno está encargado “de la ejecución de las leyes y del mantenimiento de la libertad tanto civil como política ” 613 De ahí se sigue que invariablemente la soberanía se caracteriza por su unidad formal indivisible; que el Estado es el cuerpo político y que el pueblo está formado por ciudadanos que son asimismo sujetos; y que el “gobierno” para realizar el equilibrio político q ue está encargado de establecer puede adquirir figuras diversas que son características de los “regímenes ” de la República Ahora bien en este punto muy precisamente la tradición filosófico política es engañosa desde el momento en que pretendió definir las “distintas especies o formas de gobierno” diferenciándolas “ por el número de los miembros que las componen” 614 Por supuesto nada prohíbe considerar como en la perspectiva clásica que la monarquía la aristocracia y la demo cracia son formas de gobierno respectivament e confiadas a un único magistrado número magistrados o al pueblo en su conjuntoa ounareducido este en su mayordeparte P ero aunque Rousseau parece al principio del libro III de El contrato social aceptar tal presentación de los distintos regímenes finalmente la considera superficial y la juzga en cualquier caso inadecuada para dar cuenta de la naturaleza conceptual del gobierno así como de la articulación funcional de la soberanía y del gobierno Estas precisiones catégoriales más que terminológicas que aquí era necesario recordar le permiten a Rousseau echar un nuevo vistazo sobre la democracia Basándose en ellas y porque la idea de Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ] Ibid [Ibíd p ] Le Contrat social p [ El Contrato social p ]
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democracia es más que cualquier otra la que él lleva en el corazón Rousseau se propone corregir la definición seductora pero a la vez espinosa que dio y que se obstina en dar de ella Para ello es impor tante poner de relieve los caracteres específicos que le son propios y situarlo en su propio registro B / EN TORNO A LA ESPECIFICIDAD DE LA DEMOCRACIA Todo gobierno legitimo615 declara solemnemente Rousseau es repu blicano 616; tanto la monarquía como la aristocracia o la democracia No obstante la forma democrática de gobierno merece atención especialcriterio En efecto la democracia no t laiene la soberanía pueblo como aunque así lo piensen mayoría de los del autores antiguos o modernos Según Rousseau es la sociedad civil es decir el cuerpo político llamado República –antes Cité [Ciudad] y ahora República 617 – que se caracteriza cualquiera que sea la forma de Rousseau definió al Gobierno como un cuerpo “que lleva el nombre de Príncipe” y cuyos miembros se llaman “magistrados o reyes ” es decir “gobernadores” Pero también precisa que “para exponer la causa general de las diferencias [entre las distintas formas de Gobierno ] es necesario distinguir al Príncipe y al Gobierno” Le Contrat social p [ Contrato social p Entre dos afirmaciones que haydiscrepancia: contradicciónel Gobierno Pero en el análisis queestas d a Rousseau aumentaparece esta aparente en efecto es la potencia que actúa para la potencia que quiere; aparente cama los “hombres del Poder” que forman el cuerpo gubernamental no son más que los “Ministros” o los “funcionarios” del Soberano; pues el Gobierno no tiene por sí mismo “poder” y se limita a realizar la voluntad general del pueblo Aunque la concepción constitucional que resume aquí Rousseau aparece de manera bien sumaria ¿no es el ejecutivo en la República un verdadero “poder” junto con el poder legislativo? aparece a través ella que el número de los miembros que componen el cuerpo gubernamental es políticamente decisivo: “la fuerza total del Gobierno ” siendo siempre la del Estado “ “ no actuar sobre todo el pueblo Pues el Gobierno es tanto más débil cuanto que los magistrados allí tienden a ser más numeroso ” Esta máxima declara Rousseau es fundamental Por una parte enciende la diferencia semántica y política entre el Príncipe el Gobierno stricto
sensu por sucaracterizado competenciapor y susu autoridad sola función supeditada ejecutora de Poradministración otra parte es lapues base jurídico matemático del estudio comparativo de los distintos regímenes gubernamentales de la República Ibid p [ Ibid p ] Ibid p [Ibid p ]
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gobierno que se dé por la soberanía del pueblo en su conjunto La democracia no es una forma particul ar de soberanía sino un régimen de
gobierno: es aquel régimen en e l cual el cuerpo de los magistrados que está a cargo de ejercer legítimamente el poder ejecutivo es más numeroso puesto que se convierte en el “depositario” de la carga “de todo el pueblo o de la mayor parte del pueblo ” Eso t iene como efecto destaca no sin humor Rousseau que h ay en este tipo de gobierno “más ciudadanos magistrados que ciudadanos simples particulares” 618; ni más ni menos Pero Rousseau es un pensador a veces enigmático La “máxima fundamental” del gobierno es como ha dicho “entre más numerosos sean los magistrados en mayor medida se acerca la voluntad [del] cuerp o gubernam ental a la voluntad general” En una prima lectura se estaría tentado a pensar que una vez más Rousseau no es muy coherente y que en definitiva que en cualquier sentido que lo que haya dicho el gobierno democrático se confunde con la soberanía del pueblo Es necesario seguirlo en su análisis para esquivar por medio de un sutil rodeo la equivocidad que parece pesar sobre su observación En la persona del “magistrado” conviene distinguir explica tres clases de voluntades que allí coinciden: la voluntad propia del individuo la voluntad de cuerpo común a t odos los magistrados la voluntad general del pueblo soberano 619 Estando clara esta visión el nivel ideal analítica lo que importa es debe no confundir de la “legislación perfecta”prosigue tal como ser y la realidad polí tica –lo que llama “el orden natural”– que lleva la marca de las imperfecciones humanas También en una democracia perfecta o ideal las voluntades particulares deben ser “nulas” mientras que la voluntad de cuerpo consustancial al gobierno debe “supeditarse” a la voluntad general soberana que siempre dominante resulta ser la “única norma de todas las otras” En cambio en la democracia real triunfa el individualismo natural: las voluntades particulares siempre más fuertes triunfan sobre la voluntad general y sobre la voluntad de cuerpo en su conjunto En este tipo de gobierno cada Ibid p Ibid p
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[ Ibid p ] [ Ibid p ]
miembro es “en primer lugar él mismo” antes de ser magistrado ciudadano
y
Distinguir el ideal y lo real no tendría nada de banal si para Rousseau como para todos los grandes filósofos esta norma meto dológica no desbordara infinitamente el método En consecuencia es por medio de este planteamiento que Rousseau mide las conse cuencias efectivas que se dejan aprehender en su examen de la fuerza de los gobiernos Cuando la voluntad particular y la voluntad de cuerpo coinciden perfectamente 620 ésta tiene “el más alto grado de intensidad que puede obtener” de modo que “el más activo de los gobiernos es el de uno sólo ” Al contrario cuando todos los ciudadanos son magistrados –lo que es el caso en la democracia– la voluntad del cuerpo confundida entonces con la voluntad general no es más activa que ella y las voluntades par ticulares se afirman con toda su fuerza Por supuesto la volunta d general ni en la democracia ni mucho menos en una monarquía o en una aristocracia conserva su perfecta rectitud Pero “donde se multiplican los magistrados el gobierno no adquiere una fuerza real mayor porque esta fue rza es la del Estado cuyo medida permanece siempre igual” Con el gobierno demo crático el Estado cuya fuerza absoluta no varía conlleva “un mínimo de fuerza relativa o activa ” 621 la expedición de los asuntos es pues tanto más lenta cuanto que de ella se encarga más gente Por actúa menos que lo que todo recomienda la prudencia puesañadidura se deliberasemucho y por otra parte ello dentro de una permanente inestabilidad Inmediatamente se ven los riesgos a los cuales se expone la democracia incluso en los Estados “pequeños y pobres” 622: porque se basa en el falso principio según el cual “la relación de los magistrados con el gobierno” tiende a igualar “la relación de los sujetos con el Soberano” no realiza políticamente más que un equilibrio ilusorio: la democracia pierde de una parte –desde el punto de vista del ejecutivo– lo que cree ganar de la otra –desde el punto de vista del legislativo La conclusión es tan clara Ibid Ibid p [ Ibíd p ] Ibid p [ Ibíd p ]
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como definitiva: entre mayor sea el número de los gobernantes más falible será el gobierno 623 En tanto Rousseau que en su tiempo ve crecer el amor a la democracia dado que los ciudadanos hacen las leyes mejor y son los mejor armados para ejecutarlas 624 emprende la desmitificación del pensamiento político de los Modernos La democracia es imposible en el mundo de los hombres Solamente que para erradicar la ilusión no basta con decir usando el argumento psico sociológico político que el pueblo dentro del Estado quiere el bien pero no lo ve La vieja fórmula de Ovidio: Vídeo meliora proboque deteriora sequor que destaca el señuelo de la infalibilidad popular quizás sea justo pero es muy insuficiente Es en términos de derecho político que es necesario razonar destacando la irreducible diferencia de naturaleza entre soberanía y gobierno Ahora bien el régimen en el cual tiende a reducirse esta diferencia –la democracia precisamente donde las voluntades particulares y los intereses privados tienen la pretensión de identificarse con la voluntad general y con el interés público– se orienta hacia la confusión de las prerrogativas: se da en él la inje rencia de los intereses privados en los asuntos públicos o al menos la influencia de unos sobre otros; y “nada es más peligroso ” que el fenómeno desviacionista que trae consigo la corrupción de la misma sociedad política En esta reflexión sociopolítica que puede parecer desencantada
social que Rousseau en ellección capítulo de El contrato democraciada una de derecho constitucional Estadedica leccióna la se da en una frase cuya brevedad es elocuente: “No es bueno que aquellos que hacen las leyes las ejecuten” 625 Tal máxima jurídica tiene un fundamento filosófico: que “el gran número” gobierne va “contra el orden natural” En consecuencia la definición tradi cional de la democracia como gobierno del pueblo por el pueblo conlleva un grave defecto de fondo: la identificación que instaura entre poder legislativo y poder ejecutivo basta para establecer la condena ¿Cómo el pueblo se interroga Rousseau podría perma Lettres écrites de la montagne carta p Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Ibid p [ Ibíd p ]
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necer siempre “inmediatamente organizado para estar al pendiente de los asuntos públicos”? ¿Cómo impondrá silencio a las agitaciones internas y a las convulsiones que sacuden a las masas populares? Por añadidura si recurre como el preconizó a las “comisiones” o a la “representación” se vería atrapado en dificultades lógicas que en la práctica no podrá superar: la soberanía es indivisible un pueblo que se diera representantes para controlarse no sería más un pueblo 626: en todo rigor la soberanía no puede ser representada La misma falta de lógica de la situación representativa hace imposible prácticamente una democracia verdadera Ciertamente dirá nada impide imaginar un Estado que reuniendo todos los parámetros teóricamente necesarios para una democracia viable –un Estado muy pequeño donde todos los ciuda danos puedan conocerse; una gran simplicidad de costumbres para que no se eleven a debates espinosos; mucha igualdad en los rangos y en las fortunas poco o nada de lujo la omnipresencia de una virtud sin desfallecimientos mucha vigilancia y valor para evitar las agitaciones internas y los cambios de forma Pero esta demo cracia imaginaria contravendría la naturaleza de las cosas y se erige sobre el horizonte imposible de la utopía A esto se puede oponer que desde el punto de vista lógico que exige “tomar el término de democracia en el rigor de la acepción” un pueblo en quien las prerrogativas legislativas y ejecutivas coincidieran perfectamente estaría siempre bien gobernado Estaría igualmente gobernado si una conclusión incisiva se impusiera: tal pueblo bien no tendría nece sidad de gobierno T al observación lejos ser una simple ocurrencia tiene implicaciones filosóficas amplias y fuertes Significa en primer lugar de manera clara que para Rousseau como para Montesquieu la política no se reduce nunca a una simple técnica: en ella se expresan de manera profunda las disposiciones constitucionales y legislativas las costumbres los hábitos las creencias la manera de ser de los pueblos 627 Significa en segundo lugar mucho más sutil mente que la idea de democracia designa un reino tan perfecto que Ibid p Lettre à Pictet
[Ibíd p ] de marzo de
Correspondance générale t p
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los hombres al intentar realizarlo lo a rrancan de su orden y con ello producen su antítesis mortal En esta marcha dialéctica se ve que el ideal de la transparencia es irrealizable y que un gobierno demo crático al buscar su perfección tiende a autodestruirse Por eso “nunca ha existido verdadera democracia y no existirá jamás” ” 628 El gobierno democrático sólo podría escapar a la desnaturalización y a la autodisolución de la política si desaparecieran completament e los antagonismos entre los intereses privados y el interés público Ahora bien es necesario llegar hasta el final del razonamiento: la situación ideal que implica una verdadera democracia podría ser la de un “pueblo de dioses”; pero dentro del mundo d e los hombres es una hipótesis irrealizable “Un gobierno tan perfecto no conviene a los hombres ” 629 La democracia es una categoría de dioses De la idea de que la realización de la democracia es impo sible entre los hombres Rousseau no deduce que el mejor régimen sea el gobierno monárquico que reúne en un único magistrado –“una persona natural” o un “hombre real” que se llama monarca o rey 630– la voluntad del pueblo y la voluntad del príncipe Admite que esta forma de gobierno es la que por su principio unitario tiene más fuerza; pero la rechaza porque en su lógica inmanente reside el germen del poder absoluto que constituye la peor de las amenazas para la libertad de los sujetos Además Rousseau parece tener alguna preferencia por el gobierno aristocrático al menos bajo su forma 631 “Es dice el mejor orden y lo más natural es que los más electiva: sabios gobiernen a la multitud” 632; incluso él declara que la aristo cracia es por su estructura institucional por sus ventajas prácticas y por su virtud de moderación el mejor de los gobiernos 633 Pero más allá de sus temores o sus preferencias Rousseau no se desvía del planteamiento reflexivo que adoptó en su búsqueda de los principios fundadores de la política y que le aparta de la vieja
Ibíd p Ibíd Ibíd Bajo su forma p natural la aristocracia “sólo conviene a pueblos simples”; bajo su forma hereditaria ella es “el peor de todos los Gobiernos” Le Contrat social p [El Contrato social p ] Ibíd p ; véase Lettres écrites de la montagne carta p
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problemática “del mejor régimen” Cuando se pregunta sobre las formas políticas sólo esta preocupado por determinar lo que garan tiza su legitimidad Su investigación sobre el gobierno democrático se da lejos de los caminos tradicionales de la filosofía política es el espejo en el cual se refleja un método de pensar puramente teórico cuya novedad atorada en una cierta indecisión metodológica y lexicológica ha permanecido incompren dida por lo general Esta es la razón por la cual tanto lectores y comentaristas creyeron encon trar bajo la pluma de Rousseau una defensa de la democracia a la cual prestaron una resonancia política muy pragmática Este es el error: el discurso fundador sostenido por Rousseau se ha elevado a otra altitud filosófica El manejo del escápelo de la crítica al cual nunca renunció al explorar la democracia le permite ver en ella un principio de reflexión es decir la Idea trascendental y pura de la Ciudad bien ordenada C / LA ALTURA FILOSÓFICA DEL DISCURSO DE ROUSSEAU Al tratar Rousseau el problema de la democracia no lo inscribe a la manera de las teorías políticas clásicas dentro de una tipología de los regímenes que a sus ojos conlleva su descripción histórica o tiende a su análisis institucional Él estudia la democracia como filósofo es decir su reflexión aplica la “revolución metodológica” cuya radicalidad en el estudio de los filosofemas claves de la condi ción civil ya hemos medido y nos ha permitido también indicar su intención crítica Por supuesto Rousseau no ignoraba que con este planteamiento se exponía a muchas incomprensiones Es por el efecto de un pesado error que numerosos lectores de Rousseau se han visto conducidos a creer que él es partidario del régimen democrático Su error proviene de su ceguera frente a la revolu ción filosófica que emprende in nascendi en los análisis políticos de El contrato social Los críticos no comprendieron que Rousseau en tanto que pensador político se plantea la problemática expre samente en el marco de la especulación pura en el nivel de los “principios ” que sir ven de fundamento y legitimación a la sociedad civil y la hacen inteligible El contrato social a diferencia de los
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textos consagrados a la Constitución de Córcega y al Gobierno de Polonia no es la obra de un experto que llamado a consulta expone unas “consideraciones” suscitadas por los acontecimientos y cuyo destino es convergir con los fines pragmáticos de la organización gubernamental Rousseau desarrolla en su política filosófica un pensamiento teórico cuyo objetivo consiste en descubrir el significado y el valor de las estructuras institucionales de la República y las funciones específicas asignadas a sus distintos órganos Su planteamiento puramente reflexivo excluye toda preocupación practico pragmá tica: trata a los hechos por el derecho; se pregunta tanto cuando aborda el problema de la democracia como cuando estudia otros problemas políticos sobre su axioma fundacio nal y sobre sus princi pios reguladores Es pues importante descartar todo malentendido: Rousseau nunca ha querido enunciar una defensa de la democra cia 634 Por el contrario no ve en ella ni el mejor de los regímenes ni siquiera un régimen que convenga a los hombres sobre todo tomando en cuenta que esta se da dentro de un mundo donde el progreso conlleva el germen de la decadencia Pero no es necesario deducir que la democracia ponía antaño su verdad en los inicios de la historia mient ras cantaba la “juventu d del mundo” 635 y que es en ésta en la que ha de buscarse el principio Por una parte no se puede remontar el curso del tiempo y en este caso la historia no podría aportar ninguna enseñanza Pornolaseotra de manera general los principios de la democracia confunden con más sus orígenes o su comienzo ya que no pertenecen al orden de los hechos El planteamiento de Rousseau obedece a la voluntad de ruptura que le hace descartar lo dado a la experiencia y lo aleja de los dogmas contenidos en los libros En efecto los cánones tradicionales de la filosofía jurídico política edificada hasta él conllevan tanto catego rías formales como esquemas operatorios inadecuados Él considera a la democracia con la penetrante agude za de una nueva mirada que obedece al igual que los análisis de El contrato social a la intuición En una Lettre à d’Ivernois con fecha de enero de escribe: “Nunca he aprobado el Gobierno democrático” Projet de Constitution pour la Corse Pléiade t p [Proyecto de Constitución para la Córcega p ]
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de una filosofía de tipo criticista Las “ideas vagas y metafísicas” de sus predecesores los mantu vieron piensa Rousseau en perspectivas siempre superficiales a las cuales se les escapó la fuerza de los verdaderos principios De Platón y Aristóteles a Grotius y Pufendorf filósofos y juristas han hablado de la democracia han descrito la fenomenalidad de un régimen y la han inscrito dentro de una tipología de los diferentes gobiernos: es lo que hemos llamado la “naturaleza” de la democracia Adop tando una problemática esencialista y siguiendo el planteamiento de las ontologías clásicas la compararon con la “naturaleza ” de los regímenes monárquico y aristocrático El proyecto reflexivo de Rousseau no puede adaptarse a esta simple puesta en perspectiva No sólo el problema de la democracia no es un problema de hecho sino que implica una relación estricta entre soberanía y gobierno cuya naturaleza al pretender deducirla por medio del dogmatismo deductivo de la metafísica ontológica no fue el adecuado para dar cuenta de su naturaleza Según esta relación la democracia es el único régimen que corresponde exac tamente a la “proporción continua ” matemáticamente establecida entre el soberano y el cuerpo de los magistrados Sería la media proporcional entre el soberano y el Estado y como tal no podría ser sino una democracia directa Ah ora bien es necesario repetirlo este gobie rno sería “tan perfecto” que sólo conve ndría a “un pueblo de dioses imposibilidad razón de la” Su pureza de su ideal en el mundo humano es patente en He aquí lo que Rousseau se propone explicar y justificar Su discurso sobre este punto como sobre la mayoría de los temas que trata se despliega en dos perspectivas: en primer lugar el de la ciencia política clásica a continuación el de la reflexión filosófica cuyos acentos críticos renuevan la problemática política Desde una primera perspectiva el análisis de la democracia que propone el discurso de Rousseau se inscribe en el marco de la ciencia política clásica y toma el tono de la desaprobación Aunque “la perfección del orden social consiste [ ] en el concurso de la fuerza y de la ley” 636 la definición de gobierno democrático como L’état de guerre Pléiade t p
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aquel donde el pueblo soberano confía la carga del poder ejecutivo a quienes detentan el poder soberano legislativo es estima Rous seau un error Un error en tanto que se prentenden que “Quien hace la ley sabe mejor que nadie cómo debe ejecutarse e interpre tarse 637” La confusión entre el poder legislativo y el ejecutivo altera la sustancia del Estado ya que es contraria a la vez a la naturaleza de la soberanía en la cual se expresa la voluntad general del pueblo en su conjunto y a la naturaleza del gobierno que es un intermediario entre el soberano y los sujetos El pueblo no es magistrado 638 En consecuencia si el régimen democrático se deja controlar por el “gran número” se expone a contravenir a la naturaleza de las cosas con terribles peligros Por eso no est á bien “que aquél que hace las leyes las ejecute y que el cuerpo del pueblo desvíe su atención de los objetivos gene rales para darlo a los objetos particulares ” 639 Por otra parte un pueblo que se gobernara siempre bien ajustándose perfectamente a las leyes ni siquiera requeriría de gobierno alguno La intervención de “representantes” no resolvería las dificultades inherentes a un régimen democrático En la práctica política un gobierno represen tativo es una forma mala de gobierno F ilosóficame nte considerado envuelve una contradicción inevitable: la soberanía que es “una e indivisible” incluso cuando el cuerpo público es numeroso “no puede ser representada por la misma razón que ella misma no se puede alienar ” 640 La democracia no tolera o bien si un gobierno se dice “representativo ” no representantes; puede ser democrático Desde el momento en que un pueblo se da representantes ya no es libre” 641; ¿Habría que pensar entonces que la perfección demo Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Lettres écrites de la montagne carta p : “La Constitución democrática en el presente ha sido examinada m al Ninguno de los que han hablado distinguió suficientemente al Soberano del Gobierno la potencia legislativa de la ejecutiva Ibíd p Ibíd que misma razón no puede p : “La ser alienada soberanía[ no ] Los puede diputados ser representada del pueblopor no son la pues ni pueden ser sus representantes; no son más que sus comisarios; no pueden concluir nada definitivamente Toda ley que el pueblo en persona no ratificó es nula; no es una ley ” Ibíd p
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crática que requiere “el arte admirable” por el cual se imagina la coincidencia de la soberanía y del gobierno se inscribe inevitable mente en el esquema de un reino utópico o en la idealidad de un modelo trascendente que significaría su imposibilidad? Esto sería razonar según el método de pensamiento al cual Rousseau justo quiere renunciar Por eso Rousseau considera la democracia desde una segunda perspectiva donde esclarecida por medio de un juicio reflexio nante deja de ser una forma y adquiere un sentido que nulo hasta entonces no se habría podido sospechar Que el ideal democrático sea inaccesible a los hombres significa que representa para ellos no lo que hay de mejor en la escala tipológica de los regímenes políticos sino la norma pura de gobierno es decir aquello que en la interrogación reflexiva de El contrato social indica su fundación y legitimidad Esto es muy probablemente lo que Rousseau querría hacer comprender a la ciudad de Ginebra en la cual las relaciones del Pequeño Consejo y el Consejo General de hecho eran delicadas 642 Para poder entender esta difícil cuestión él precisa la extraordinaria intuición epistemológica que ya hemo s visto en varios análisis y que debía transformar la doctrina En términos que no acierta todavía a encontrar pero cuya fuerza presiente podríamos decir que Rousseau al explorar el problema de la democracia realiza avant la lettre la “revolución coperni cana” que caracterizará al pensamiento crítico Endemocrática el enfoque casi trascendental que ha perfilado Rousseau la idea no pertenece al marco de un pensamiento deductivo en donde ella designaría el principio constitutivo del régimen gubernamental Si bien ella implica un modelo político el error es dice él consi derar tal modelo como un paradigma trascendente como se siguen creyendo en las teorías tradicionales de la “turba filosófica ” 643 En el estatuto filosófico inédito que le da Rousseau la idea democrática implica un ideal puro que es el principio regulador de un modo de gobierno es decir un principio de reflexión política Al desplaza Lettres écrites de la montagne car ta p Discours sur l’srcine de l’inégalité n p srcen de desigualdad
[ Discurso sobre el
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miento de la interrogación que efectúa así Rousseau corresponde el desplazamiento del sentido otorgado a la democracia: lejos del dogmatismo político que caracteriza a la clasificación tipológica de los regímenes Rousseau en vez de describir las estructuras de un régimen particular intenta descubrir la norma el “hilo conductor” que lo determina Esta investigación le permite poner de manifiesto que la democracia no es un régimen como los otros En efecto la Constitución democrática siendo en su pura idea lidad la “obra maestra del arte político” presenta la dificultad de que “cuanto más admirable es el artificio de la idealidad menos permite ser penetrada por los ojos de todos ” De aquí se derivan los errores de este régimen cuando los hombres se aventuran a instaurarlo En los Estados que se dicen democráticos el gobierno no se limita a usurpar la función del soberano; hace todo para que el poder ejecutivo triunfe sobre el legislativo 644 Su pretensión involucra al Estado en un movimiento irreversible que secreta su disolución Bajo el régimen democrático donde el pueblo soberano pretende gobernar el gobierno se convier te en un Estado dentro del Estado; declarándose “cerebro del Estado” se llena peligrosamente de los miasmas del decaimiento; hinchado hasta la desmesura cae contradictoriamente en parálisis; el “corazón del Estado” obstruido cesa de latir 645; y al final todo ello encubre la muerte política del pueblo El veredicto es sombrío y es difícil ser más severo respecto aenlasuConstitución Rousseau no seintelectual atemoriz a acercamientodemocrática crítico sino Con que todo con mucha audacia va aun más lejos A su modo de ver no basta con decir que las democracias de antaño han desaparecido para siempre: alimentar la nostalgia por la “bella Ciudad griega” es completamente inútil La pureza primitiva se ha perdido definitivamente; los pueblos modernos están irremediablemente corrompidos Es necesario comprender que este destino histórico –que en un futuro cercano se cumpliría no deja de condenar a los gobiernos democráticos a la nada política– proviene del error filosófico que preside dogmá ticamente su instauración arraigándola en la soberanía popular [ Consideraciones sobre el gobierno de Polonia Cáp p Le Contrat social p [ El Contrato social p ]
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Creer que la democracia puede encontrar su realización entre los hombres es un error desastroso: es proyectar una idea fuera de su orden y olvidar que al hacerlo ella misma se apresura a su propia destrucción Considerar la democracia con una mirada puramente reflexiva es poner de relieve la insuperable fisura entre el deber ser –ideal y puro– de la norma democrática y la realidad efectiva –empírica y mortal– de un gobierno que se dice democrático Éste colocado bajo la señal de la temporalidad es frágil y “comienza a morir desde su nacimiento ” 646 Al contrario la idealidad democrática tiene mucho mayor valor normativo que práctico La norma democrática es ajena a las figuras concretas históricas particulares; como toda norma es universal atemporal ahistórica Ningún régimen político en su facticidad institucional se incorporará nunca a la forma pura del ideal democrático En el mundo de los hombres la democracia es y será siempre impura El error es creer que la Constitución democrática es aquella en donde estaría la base del mejor gobierno que pueden darse los hombres Si así fuera 647 sería posible efectuar el paso entre la teoría y la práctica Si este paso pudiera tener lugar habría en cualquier caso una recaída Pero esto es decir demasiado poco La distancia que separa y separará siempre la norma de la política de la realidad política es insuperable Saint Just no se equivocó al decir en este sentido queunelhombre pueblo sólo tiene un enemigo: su gobierno seau no es de ocurrencias; filosóficamente piensaRous que la pura rectitud del ideal democrático está más allá de los límites de la naturaleza humana –lo que no deja de sugerir que en su discurso la praxis política es el lugar de un fracaso o al menos siempre de un irresoluble conflicto igual que la idea pura de la democracia que traza en esta praxis el horizonte trascendental de la esperanza de libertad No sólo con los regímenes absolutistas y bajo las Constituciones monárquicas uno asiste al fenómeno “del abuso del gobierno y su tendencia a degenerar ” 648 La muerte del Le Contrat social p [ El Contrato social p ] Lettres écrites de la montagne carta p Le Contrat social p Ibid p [ El Contrato social p ;
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cuerpo político es inevitable dentro de cualquier régimen Cierta mente la voluntad general es el principio indestructible y puro de la política; pero ningún gobierno y sobre todo no un gobierno democrático le dará vida Se puede medir el desconcierto que sintió Rousseau frente el requerimiento de dar consejo a los polacos y a los corsos Para los hombres tal como son la forma pura de la democracia a pesar de ser la cuna de la libertad en cuanto fin de la humanidad seguirá siendo al igual que todo ideal de la razón práctica inaccesible Más incluso: cuando la historia ha intentado su realización institucional ha cobrado a los hombres un pesado tributo: cuando se pierde la libertad por la “civilización” “no se le recuperará jamás ” 649 Hay en eso algo metafísicamente abismal: al contrario del hombre super ficial que se satisface con lo empírico y temporal el filósofo en profundidad que es Rousseau piensa q ue la imposibilidad de realizar políticamente el ideal democrático procede de la “perfectibilidad” humana: libre tanto para hacer el mal como para hacer el bien los hombres no conocen ni bienes ni males que no se hayan dado a sí mismos 650 Con una mirada infinitamente afligida Rousseau consi dera que tras la administración democrática incapaz de actualizar nunca su puro principio regulador y de unificar su norma pura se insinúa la sombra de la desdicha: desviando de su orientación final al hombre que se abandona a un destino que lo agot a Ciertamente artículo deEconomía habíasaber halladoemplear una vía saludable para unelgobierno libertad política “Si conviene a los hombres tal cual son escribe Rousseau vale mucho más aún volverlos tal que se tiene necesidad que sean ” 651 Si por tanto el gobierno democrático no quiere hundirse en el mar de confusiones que lo acechan y desafían y en el cual la desdicha lo amenaza debe consagrar sus mayores esfuerzos a la educación política de los ciuda danos 652 en los cuales las ideas de orden y bien público no deben faltar El sentido cívico y el patriotismo que forman esta valiosa educación constituyen sin duda alguna un apoyo para la arries Ibid p Emile in Pleiade t p Economie politique in Pléiade t p [Economía política p ] Consideraciones sobre el gobierno de Polonia Cáp p
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gada aspiración democrática que envenena las almas de los pueblos modernos Son el antídoto frente a la ilusión que se alimenta del deseo imaginario de ser los dueños del mágico anillo de Gigés 653 Pero en definitiva para Rousseau la democracia encarnada en la realidad que pretende darle la historia política consiste en un pesado fardo de ideas falsas porque implica desde el primer momento de su institución la perversión total de su principio fundador Es una ilusión creer que se pueden realizar las altas exigencias del ciuda dano y de la libertad Los regímenes democráticos en la experiencia política de la historia son tan perniciosos que es mejor con el fin de exorcizar el mal lanzar el maléfico anillo Tal conclusión se caracte riza por un pesimismo sin concesione s No significa sino que los “demócratas” al pretender s er los herederos de Rousseau cometen una extraña “captación de su herencia ” 654 En efecto la perfidia de la historia política desborda ampliamente a los ojos de Rousseau el marco de los regímenes de gobierno De manera general saca fuera de su propio orden los requerimientos trascendentales que presenta el derecho político ante el tribunal de la razón En vez de buscar comprender el derecho político al explorar la fundación normativa pura que le confiere su especifi cidad los protagonistas políticos acaban generalmente en un “posi tivismo” práctico que tiene por único objetivo colocar el hombre de manera útil y cómoda en la sociedad: la razón histórica perdió de vista las determinaciones la razón de pura De manera especial los de proyectos paz interestatal que se multiplican a lo largo del siglo en q ue vivió Rousseau revelan más claramente aún que el derecho interno de los Estados la imposible realización de la idealidad política Mientras que en su pura esencia el derecho político se funda en razón de la necesidad de orden y libertad de seguridad y paz que tienen los seres humanos la vida institucional no responde ya a la legitimidad esperada de los prin cipios fundadores del derecho: el hombre permanece “encadenado ” mientras que por medio de su compromiso cívico espera la libertad; Rêveries du promeneur solitaire e Promenade [Ensoñaciones del paseante solitario Paseo] Esta expresión pertenece a Stéphane Rials «Les socialistes trahissent Rousseau » Le Figaro de abril de
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la guerra subsiste entre los Estados mientras que con la ampliación del contrato social la humanidad alimenta su esperanza de paz Así al tiempo que Rousseau denuncia la ilusión que consiste en creer que por medio de buenas leyes la democracia puede transformar la vida de los hombres aportándoles la libertad y la felicidad a la vez deplora los milagros que generan en una espiral tan engañosa como frenética los proyectos de paz perpetua 2 /La paz del mundo, una ribera inaccesible
Cuando Rousseau pinta del mundo humano un amplio y fasci nante cuadro comprende que la perf ectibilidad de la raza humana por conflictualidad que manifiesta es aterradora: ellatanto supone una la concepción metafísica de la humanidad dispuesta para el mal como para el bien que tiene consecuencias directas en las figuras jurídicas de la coexistencia humana Al estudiar el mundo Rousseau ve que de potencia a potencia la disposición mutua es por todas partes la misma y es constante: todo Estado extranjero es un enemigo es necesario debilitarlo o incluso destruirlo 655 De esta constatación Rousseau lleva a cabo una deducción: entre los “cuerpos políticos” resultantes del contrato social no sólo reina un “estado de guerra” latente sino que el menor desacuerdo es calificado de in juria se transforma en casus belli y en “guerra verdadera” 656 –como si la más terrible beligerancia hubiera nacido del cuidado que los hombres se han tomado para prevenirla 657 Ahora bien si antaño se cantaba la gloria de las batallas y el heroísmo belicoso ahora reconoce Rousseau los jurisconsultos elaboran las vías del derecho para conjurar las guerras y regular el comercio de las naciones Solamente que en el momento en el cual los filósofos y los juristas ven en el derecho internacional público destinado a regular la coexistencia humana un proyecto cargado de esperanza Rousseau despreciando lo que otros llaman “luces” y “progreso” dista mucho de considerarlos como la antorcha de la L’état de guerre Pléiade t p Ibíd p Ibíd p
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felicidad y la paz No oculta su pesimismo ante tal “quimera” Su tristeza es tanto más profunda cuanto que este derecho interestatal en su pretensión de construir la paz mundial no llena de ninguna manera su oficio: el espectro de la guerra continúa rondando más terrible que nunca sobre los pueblos “civilizados ” No es la menor srcinalidad de Rousseau colocar el derecho a la paz —en tanto figura principal de un derecho internacional en el que la mayoría de sus contemporáneos ponían una inmensa esperanza — bajo la señal de lo negativo Desde la época en que proyectaba escribir las lnstitutions poli tiques 658 se preguntaba sobre la espinosa y extensa cuestión del derecho de gentes en el que veía un nido de sofismas Más tarde al reflexionar sobre la idea del federalismo tal como la expone entre múltiples proyectos de paz el celebre escrito del abad de Saint Pierre descubrirá en ella una gran ilusión Señala sin reservas sus desacuerdos 659 Pero Rousseau es un pensador profundo y quiere ir al fondo de las cosas Lejos de limitarse a enumerar quejas y objeciones contra estas figuras de un derecho internacional en búsqueda de sí mismo mide con pavor la divergencia que una vez más a sus ojos separa el Ideal puro de los proyectos pacifistas y la realidad espantosa de un
de Rousseau a su editorgénérale de Ámsterdam datada de marzoUna de carta véase Correspondance t p M Rey indica que preparaba una obra titulada Principes du droit de guerre que debería constar de dos partes: una consagrada a los problemas del derecho interno de las naciones o “derecho público general” otra consagrada a los problemas del derecho externo o “derecho internacional público” En el estudio que dedica a la paz el vocabulario de Rousseau pide como a menudo requiere su obra una aclaración Para Rousseau el derecho de gentes del que habla es el que conciben los autores “modernos”; como Grotius Pufendorf Wolf Vattel ; este derecho de gentes debe distinguirse del jus gentium de los romanos definido por las Institutes de Justiniano y Gaïus como del Jus naturae El derecho de gentes moderno es según la expresión de Grotius un “establecimiento humano” en quien se puede ver como en Rousseau pero en ello es necesaria mucha prudencia intelectual sobre el panorama de un derecho internacional En cuanto al término de le da en el siglo; “federalismo” para: Rousseau designatiene la alianza la connotación que forma bastante como lovaga ha dicho que se Montesquieu “una sociedad de sociedades” No tiene pues el sentido jurídico técnico que le da nuestro derecho contemporáneo según el cual hay federación cuando los Estados se unen para formar un Estado mayor que los engloba y que reconocen como soberano
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mundo donde la erradicación de la guerra le parece imposible A / EL FRACASO DE LOS PROYECTOS PACIFISTAS Desde el siglo XVII el racionalismo triu nfante celebra en el hombre su poder de dominar la naturaleza Rousseau vive en un tiempo en que se glorifica al humanismo esclarecido capaz de insuflar desde lo más alto al mundo humano una normatividad generadora de felicidad Tras los pasos de Grotius la Escuela del derecho natural y de gentes así como los planes de paz perpetua que se multipli caron después de Sully participan de la filosofía por la cual los “Modernos” haciendo avanzar al hombre en la escena del mundo se creyeron Ahora autorizados tradición¿cuál naturalista de los “Antiguos” bien sea eliminar preguntalaRousseau es el resultado de estos cantos de victoria? La respuesta es mordaz: a las q uimeras del derecho de gentes se añaden las ilusiones del federalismo Rousseau en muchas ocasiones señaló que no quería interrogar ni a los hechos ni a los libros Con todo si a veces obser va en torno suyo sólo ve según dice entre incendios y llamas las imágenes omnipresentes de la muerte y la agonía 660; el tumulto y los gritos que lo acompañan revelan sus efectos perversos y fatídicos Entonces consternado Rousseau por una vez “abre las libros de derecho y de moral”; “escucha a los científicos y a los jurisconsultos”; penetra en “sus sugerentes discursos ” sobre661 el orden civil y las instituciones públicas sobre la justicia y la paz Pero vuelve a cerrar inmedia tamente estas obras que le parecen llenas de mentiras puesto que por todo el mundo prevalecen la opresión las lágrimas el hambre los campos de batalla la sangre ¿Carecen estos sabios de claridad al punto de parecerse a los “compañeros de Ulises encerrados en la caverna del Cíclope” en espera de ser devorados? 662 Rousseau se indigna por semejante falta de lucidez La filipica que lanza contra los jurisconsultos de la Escuela del derecho natural y de gentes es tan severa que prohíbe cualquier adhesión a sus teo rías L’ état de guerre p Ibid p Ibid p
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—Paradójico y sin medida justa Rousseau adjudica a Grotius la pesada responsabilidad de esbozar las “falsas ideas” 663 del derecho
de gentes que otros repiten desconsideradamente Esta es la razón por la que teniendo a Pufendorf y a su traductor Barbeyrac por los legatarios de Grotius –siendo que a este último tiene filosófi camente mucho que rendirle 664– se detiene en su critica a ellos 665; no se asombra de que Burlamaqui no conceda al “derecho público ” ninguna ampliación interestatal Contra todo lo que podría espe rarse sólo hace una breve alusión a Christian Wolff 666; ni siquiera nombra a Émeric de Vattel 667 En cambio la crítica que dirige a Grotius no tiene reservas Qué tan bien fundada esté es otro asunto ya que Rousseau no hace otra referencia más que a De jure belli ac pacis 668 sobre el cual opera una lectura muy selectiva En ella los reclamos se acumulan Rousseau acusa a Grotius de ser un “sofista” e incluso “un sofista pagado ” 669 En primer lugar Grotius razona a la inversa y de manera falsa pues establece siempre “el derecho por el hecho” 670 y se enfrasca en una masa de ejempl os históricos a partir de los cuales pretende construir las pruebas a posteriori con el mismo valor que las normas jurídicas A continuación ofrece de la guerra 671 una concepción demasiado extensa que engloba sin discriminación todos tipo de conflictos armados: privados
Ibíd p Sobre la relación Pufendorf y Grotius remitimos a nuestro estudio « Pufendorf et Grotius : deux faux a mis ou La bifurcation philosop hique des théories du droit naturel » in Samuel Pufendorf : filosofo del diritto e della politica Naples Los conoce sin embargo puesto que al llegar a casa de la Sra de Warens había encontrado en su habitación un ejemplar de los Devoirs de l’ homme et du citoyen la traducción hecha por Barbeyrac de los Officio que es el resumen De jure naturae et gentium de Economie politique p [ Economía política p ] Le droit des gens de Vattel se publicó en Recordemos que el ratado de Grotius se publicó en y que Barbeyac ofreció la traducción francesa en Véase el Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ]; véase ] Recordemos también Émile que Grotius livre era in abogado t p [ Emilio libro en t p Le Contrat social t livre chap p [El Contrato social p ] Grotius repite la definición de Cicerón: “La guerra es una manera de arreglar los desacuerdos por las vías de la fuerza” Por Officiis
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públicos o mixtos 672 Por último al repetir la vieja problemática de la justicia de guerra sólo se pregunta sobre su relación con el derecho natural pensado como dictatum rectae rationis 673 En consecuencia cualquiera que sea su celebridad sobre este tema él no ve en el jus gentium más que una lex specialis que se inserta en el reino general del jus natural Ciertamente se propone humanizar la guerra por los temperamenta belli 674 Pero señala Rousseau ¿quién se atreverá a decir que el jus in bello que consiste en las treguas los armisticios los ceses al fuego constituyen un derecho de paz? ¡Qué inconsecuencia! Y además aderezado con demasiada moral y sentimientos 675 el derecho de gentes según Grotius no es un orden internacional auténticamente jurídico 676 Frente a esta noble inten cióntan Rousseau opone realismo que frío y“apesimista: el jussusgentium está atrapa do en laun ineficiencia falta de sanción leyes no son más que quimeras más falibles aún que la ley natural ” 677 –En cuanto a las perspectivas federalistas que trazan los autores de su siglo y en particular el abad de Saint Pierre en su famoso Proyecto de paz perpetua a Rousseau no le parece menos ilusorio incluso si los censura con menos vehemencia
Grotius en De jure belli ac pacis disti nguía entre “guerras públicas” o “solemnes” ; e ; “guerras privadas” ; ; “guerras mixtas” Ibid Ibid Rousseau no parece conocer las fuentes neoescolásticas a las cuales Grotius se refiere P Haggenmacher « Grotius le texte et la légende » in Grotius et
l’ordre que el juridique derecho dePayot gentesLausana es pensado por p Grotius ha dicho como muy “unpertinentemente orden jurídico moral en la pretensión universal” L’état de guerre p Remitimos sobre este tema al bello libro de André Robinet G W Leibniz Le meilleur des mondes par la balance de l’Europe
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Rousseau no pretende bosquejar un cuadro general de los proyectos federalistas: no menciona ni al europeísmo de Leibniz
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ni a la República federativa que aparece en El espíritu de las leyes de Montesquieu 679 ni El derecho público de Europa de Mably 680 Sin embargo el hecho de que se aboque al Proyecto de paz perpetua del abad de Saint Pierre no es fortuito Ciertamente Mably por medio de madame Dupin le había pedido preparar una edición de las obras de Castel de Saint Pierre 681 Pero en ese momento la tarea le apareció inmensa 682 y la limitó al Proyecto de Paz y a la Polysynodie ; las ideas “del buen abad” suscitaron al mismo tiempo su interés y sus dudas Por otra parte su Extracto del Pro yecto que no es un “extracto” literal puesto que ya contiene un juicio de valor y su Jugement más explícito constituyen algunos de sus escritos más instructivos Castel de Saint Pierre contaba con una “Gran Alianza en forma de gobierno confederado” 683 de modo que “uniendo a los pueblos por vínculos simila res a los que unen a los individuos [en el Estado]” se sometiera a los Estados miembros a la autoridad de las leyes Todas las potencias de Europa debían formar de esta manera por una ampliación del contrato social “un a suerte de sistema que tuviera la fuerza y la solidez de un verdadero cuerpo político” cuya unidad sería un reto para las disensiones de la pluralidad Ante este Remitimos sobre este tema al bello libro de André Robinet G W Leibniz Le meilleur des mondes par la balance de l’Europe Véase L’Esprit des lois libro p [El Espíritu de las leyes p ] Véase L’Esprit des lois libro p [El Espíritu de las leyes p ] Mably había publicado en en La Haya una obra titulada Le droit public de l’Europe fondé sur les t raités Remitimos sobre este punto a nuestra “presentación” del Projet pour rendre la paix perpétuelle en Europe de l’abbé de Saint Pierre Paris Garnier ”Después de alguna prueba de este trabajo ” confía Rousseau veo que no me estaba propio y que yo no lo habría Abandoné pues esta intención después de haberlo realizado simplemente para el Projet de paix perpétuelle y la Polysynodie lettre de Rousseau à M de Bastide del de diciembre de Pléiade tElpensamiento p del siglo incluso en los tratados de derecho no establece distinción entre los conceptos de federación y confederación ; los dos términos designan unívocament e una alian za de Estados para formar a un gran Estado que los englobe e impone su legislación a todos los Estados miembros
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extenso plan que el abad consideraba generador de la paz e uropea Rousseau no oculta su escepticismo a la vez filosófico y jurídico Desde el punto de vista filosófico la internacionalización del pacto social le parece que corresponde a una idea muy frágil de la 684 cual ya había denunciado su inconsistencia desde Él reconoce de buen grado las “inmensas” ventajas psicoló gicas que presentaría teóricamente una alianza de los Estados a escala europea: una vez suprimidas las codicias y las ambiciones de algunos soberanos lo que estaría en juego a nivel político no se limitaría a un contexto particularista sino que sería medido con relación al interés común Pero este sistema de alia nza depende de la razón y del consentimiento de los soberanos Ahora bien “la locura de la razón”685 que embriaga al abad lo conduce a grandes errores dice Rousseau Con acentos proféticos que aún hoy deberían hacernos reflexionar Rousseau pregunta ¿qué soberano aceptaría limitar sus prerrogativas y ver su poder limitado por las leyes de la Unión federal? El abad de Saint Pierre en quien piensa confunde la imaginación con la razón carece de realismo político creyendo que el interés de la Unión puede prevalecer sobre el interés de los prín cipes o de los Esta dos Su federalismo construye un edificio “donde primero era necesario construir los cimientos ” 686 En resumen “razonaba muy bien pero sobre falsos principios ” 687 Por añadidura la indigencia jurídica del federalismo preconi zado por Castel de niño” Saint los Pierre consterna a Rousseau: el abad688dice “juzgaba como un medios del derecho federativo Rous seau desde su republicanismo considera que una liga federativa debía unir no solo a los príncipes sino a los pueblos Además el razonamiento que consiste en afirmar que el derecho internacional destinado a regular “la gran ciudad del mundo” 689 y que resulta de p ]
Véase la nota del Contrat social in fine p
[Contrato social
Fragments et notes § p Ibid § p
Ibid § p Économie politique p [Economía política p ] La «gran ciudad del mundo» se asemeja mucho al Civitas maxima de CH Wolf Institutions juris naturae et gentium pars cap § ; se basa en el error que Diderot cometerá en su artículo «Derecho natural» de la Enciclopedia cuando cree
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la complejidad del derecho interno es capcioso ya q ue la “voluntad general” corresponde siempre a un Estado determinado Por último la legislación creada por medio de una alianza federativa “a falta de coacciones y sanción reconocida” –este punto es capital y parti cipa de la lucidez asombrosa donde por medio de esclarecimientos fulgurantes de los que Rousseau a veces es capaz– será inoperante y no hará cesar la situación agónica de la jungla internacional Así pues “quimeras ” e ilusiones acompañan a la idea federativa 690 Rousseau mide aterrado el peligro político de semejantes mila gros Si admite que el monismo universalista de una gran comu nidad mundial que sostiene la unidad del género humano no es probablemente más que un vértigo de los filósofos que se puede tomar como algo inofensivo –lo que por otra parte no es del todo seguro– en cambio él piensa que tender hacia un cosmopolitismo jurídico constituye en verdad una llana aberración Si suponemos un poder legislativo supra estatal éste debería combinarse con un ejecutivo tan fuerte y tan dispersado sobre el planeta que dentro del derecho internacional su fuerza aplastaría al derecho Elogiar la ciudadanía mundial para Rousseau partidario de los valores del patriotismo 691 y el orgullo nacional 692 corresponde nada menos que a la aceptación de la idea de un cuadrado redondo: es una contradicción en los términos Evidentemente Rousseau piensa como Grotius y el abad de Saint Pierre de un“derecho “derechodelpúblico de Europa” al dejar la víaque librela alausencia pretendido más fuerte” es la principal causa de las guerras 693 Pero dista mucho de aprobar la internacionalización de los proyectos del derecho que plantea el derecho de gentes y el federalismo proclamados por los proyectos de paz y del optimismo jurídico de las Luces A pesar del aliento pacificador que los acompaña su error es empapar a las naciones llamadas “ci vilizadas” con un idealismo utópico que el derecho no que «la voluntad general» puede pertenecer «a la especie entera»
sur le projet sino aumentar Si se quiere las tropas” la paz Jugement entre las naciones “nodeespaix necesario p escribir libros Émile Pléiade t livre p [Emilio p ] Véase las Consideraciones sobre el gobierno de Polonia y el Proyecto de Constitución para la Córcega Extrait du Projet p
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tolera y que según Rousseau constituye la vía al fracaso B / FILOSOFÍA DE UN FRACASO O LA IRR EPARABLE DESGARADURA Aparte de denunciar las ilusiones especulativas y los “galimatías inexplicables” 694 que corrompen la teoría del derecho de gentes los proyectos de paz perpetua o de federación europea y más aún el horizonte cosmopolítico que trazan Rousseau más profundo que nunca se pregunta por q ué los proyectos pacificadores del derecho internacional se dirigen desde sus primeros pasos a un fracaso inevitable Su respuesta infinitamente grave y que contiene todos los matices se puede descubrir en tres de su medi tación: la antropología la filosofía del distintas derecho yfacetas la metafísica –Espontáneamente uno estaría tentado a pensar que el fracaso del derecho internacional se debe a motivos antropológicos Éste es un error que ilustra ampliamente según Rousseau “la absurda doctrina de Hobbes ” 695 Con una ironía casi socrática replica a este “odioso sistema” que la falsa psicología de las pasiones y los falsos princi pios del individualismo analítico m ecanisista con base en los cuales se construyó tal individualismo sólo abren “abismos y misterios donde el sabio comprende lo menos ” 696 El hombre en efecto no es un lobo para el hombre; no se ve conducido por un deseo desen frenado e insaciable de poseer: ¿Para qué por otra parte le serviría la posesión de todo el universo? Habitante único del planeta ¿ante qué ojos extendería su poder después de haber implantado “la guerra de todos contra todos”? Hobbes se equivocó: el hombre no pretende atacar y combatir 697 “la especie humana no se formó solamente para ser destruida 698” Los principios de la antropología
L’état Le Contrat de guerre social p p [ El Contrato social p ] Ibíd p Discours sur l’srcine de l’inégalité t p [ Discurso sobre el srcen de desigualdad p ] L’état de guerre p
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hobbesiana son tan falsos 699 que sería insensato adoptarlos y buscar en ellos las razones del fracaso del derecho internacional –De manera más profunda desde la perspectiva de la filosofía del derecho la incomprensión de los principios jurídicos explica al menos parcialmente a los ojos de Rousseau el fracaso inevitable que encuentran las empresas de internacionalización del derecho que tienen el fin de instaurar la paz Además esta incomprensión se sitúa sobre dos planos que conviene distinguir cuidadosamente Por una parte Rousseau pone de manifiesto que desde el punto de vista filosófico y desde una perspectiva casi fenomenológica el concepto del derecho de gentes es el fruto envenenado de una falsa doctrinal que conlleva la naturaleza mismaEndeefecto la beligerancia quiere encauzar el derecho internacional el error deque la doctrina de los jurisconsultos es dejar de ver que la naturaleza de la guerra es no se r natural Los hombres explica Rousseau son por naturaleza “pacíficos y tímidos” 700 y aunque a veces han tenido querellas interindividuale s “no tienen gran disposición para hacerle la guerra a sus semejantes ” Es solamente cuando “la concordia artificial” resultante del acto contractual erige “cuerpos políticos” que aparecen las guerras interestatales “El fenómeno de la guerra no es ni natural ni privado sino artificial y público 701: “no hay punto de guerra entre los hombres; no lo hay sino entre los Estados ” 702 La guerra dice además Rous seau –e incluso ahora tendría razón sobre este punto– “no es una relación que se estable zca de hombre a hombre sino una relación de Estado a Estado en ella los particulares sólo son enemigos acciden talmente no como hombres ni como ciudadanos sino solamente
Émile p [Emilio p ] L’état de guerre p Ibíd p : “Si no hubo nunca y que hay de verdadera guerra que puede entre los particulares llamarse realmente ¿quiénesenemigos? son pues Respondo entre los que cuales sontiene las personas lugar y públicas ¿Y qué es una persona pública? Respondo que es este ser moral que se llama Soberano a quién el pacto social dio la ex istencia y en el cual todas las voluntades llevan el nombre de leyes Ibíd p
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en cuanto que soldados ” 703 Para decirlo de una vez “los particu lares se preocupan muy poco de los acontecimientos de la guerra pública” 704; los mismos combatientes no saben nunca muy bien porqué pelean Ahora bien a falta de haber entendido la naturaleza esencial de la guerra la teoría del derecho de gentes declara que la paz es preferible a la guerra lo que o no dice nada del todo; o bien pretende legitimar jurídicamente el jus belli y humanizar el jus in bello lo que es extraviarse sobre caminos éticos especulativos que no llevan a ningún lado Por otra parte en terreno propiamente jurídico el derecho internacional –trátese del jus gentium o del modelo federalista del siglo XVIII– conlleva según Rousseau un vicio esencial en su concepción erige una inmensa voluntad legis ladora Este porque pesado ysefundamental error trae consigogeneral su propia condena En efecto su pos tulación básica segú n la cual la “sociedad general” del género humano debe pensarse sobre el modelo de las “sociedades particulares” 705 es inaceptable desde la lógica de Rous seau En efecto este axioma entendido filosóficamente significaría que la gran comunidad humana es homogénea en todas sus parte s componentes y que no hay diferencia de naturaleza entre el Todo y sus partes Ahora bien la vida interior de un Estado se realiza al mismo tiempo que su necesidad de independencia sobre la escena del mundo Es una evidente carencia de la doctrina no reconocer el pluralismo de la vida política a escala mundial
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Le Contrat social p [El Contrato social p ] Fragments sur la guerre § p Manuscrit de Genève p [Manuscrito de Ginebra p ] En una carta a Malesherbes del denoviembre de Rousseau escribe: “El derecho natural es el mismo para todos los hombres que lo recibieron de la naturaleza con una medida común y de los límites que no pueden pasar; pero el derecho de gentes que tiene las medidas de las institución humana y que no tienen término absoluto varía de nación a nación ; en todo país sólo hay una manera de observar las leyes y es la que tiene la naturaleza del Gobierno” Correspondance générale t V p En esta fecha Rousseau está lejos pensar como en que “el universo es Annales Jeanmiembros” Jacques Rousseau Chronologie universelle una gran «familia Dufour Pages de inédites la que» todos somos I Más que nunca él se opone a la tesis Diderot defendida en el artículo “Derecho natural” de la Enciclopedia según cuál h ay en la raza humana una volun tad general común Por otra parte en en la redacción definitiva del Contrato social ya había suprimido el capítulo que el Manuscrito de Ginebra dedicaba
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Dicho de otro modo es razonar una vez más de manera inversa el sólo ver en el derecho internacional una simple ampliación del
procede de la derecho interno de los Estados: el derecho estatal ley como expresión de la voluntad general propia de un pueblo; el derecho internacional supone el buen mantenimiento de los Estados cuanto más si no lo produce La difícil relación entre una autoridad supranacional que requiere el derecho internacional y el poder soberano de los Estados miembros es tal que cuanto se haga “uniéndonos a algunos hombres nos convertimos en enemigos del género humano ” 707 Por añadidura los pactos y alianzas sellados entre el pueblo sólo son frágiles retazos de papel A pesar de la inmensa virtud de las “grandes almas cosmopolitas” que hacen vibrar el amor del género humano el derecho internacional sin los mecanismos de sanción y sin la fuerza para imponerlas que exige un verdadero derecho jurisdiccional permanece como una vana palabra El derecho tiene necesidad de la fuerza para alcanzar su eficacia: necesita sanciones para mantener su verdad De manera más profunda aún la esperanza que quiere llevar dentro de sí el derecho internacional está corro mpida por el conflicto que enfrenta el género humano entre el patriotismo y el cosmopolitismo El universalismo institucional que apela a la internacionalidad del derecho en todas las instancias convierte al Estado en algo inope rante frente a los impulsos de los diversos patriotismos nacionales La antinomiaa es irreductible derecho de humano ; Rousseau finalmente tomar siempreyelel partido Catónse ve708obligado afirma: la locura de Catón es su propia sabiduría 709 Por todas estas razones una jurisdicción de tipo internacio nalista tiene desde la perspectiva de Rousseau el color de una la sociedad general del género humano Véase M Halbwachs ed ición del Contrat social Aubier p Extrait du Projet de paix perpétuelle p “Llevando su patria en el fondo de su corazón” Économie politique p ; Contrat social p [ Economía política p ; Contrato social
sur le p ] Catón en patriótica” fue ejemplar modelo del hastalegislador el punto que de Polonia RousseauConsidérations erige su “embriaguez gouvernement de Pologne p Véase Dernière réponse aux objections adressées au Discours sur les sciences et les arts t p «Me preparo para ir sobre los pasos de Catón» Verger de Madame de Warens t p
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aventura riesgosa y sin esperanza “Admiremos” dice “un plan tan bello como el del abad de Saint Pierre”; pero sepamos que “es demasiado bello para poder ser adoptado ” 710 Las relaciones inter estatales generan conflictos y un plan de paz perpetua conlleva siempre alguna absurdidad 711 Tender hacia un universalismo jurídico es participar en la ilusión de progreso de las Luces Cualesquiera que sea el estatuto jurídico elaborado con este sentido universalista se fragmentará en cuanto un socio crea ver su prestigio o sus intereses vitales amenazados Por otra parte para mantener las ligas federativas y dar eficacia al derecho internacional sería n necesario “medios violentos y temibles para la humanidad”: nada peor piensa Rousseau para las debili dades humanas que se exacerban con las ideas “esclarecidas ” que las “revoluciones” 712 Serían peores que el mal que se buscaba evitar Entonces él se pregunta: ¿quién se atreverá a decir si tales convul siones “son deseables o son de temer”? –La desesperanza política y jurídica de Rousseau es inmensa y su tormento alcanza bajo estas condicione s una profundidad metafísica vertiginosa La existencia humana en su conjunto le aparece desga rrada por la “contradicción manifiesta” 713 entre el ordenamiento jurídico interno de los Estados y el desorden a jurídico o incluso la anarquía que caracteriza las posibles relaciones entre ellos En esta contradicción se refleja la antinomia entre “la sumisión a las necesidades del AEstado y “la Estadopara de escala social” mundial estaindependencia antinomia es del insoluble naturaleza” 714 la humanidad Ella explica que el ciudadano sea el enemigo del género humano y que el particularismo de los Estados por lo tanto el pluralismo jurídico constituya el obstáculo insuperable para la erección de un derecho internacional eficaz La oposición entre patriotismo y humanidad es irreductible aunque el loco deseo de unidad que inquieta al universalismo jurídico no sea la vía del paci fismo sino el camino de la desdicha: en efecto si las instituciones Jugement sur le Projet de paix perpétuelle p Ibíd p Ibíd p L’ état de guerre p Fragments sur la guerre § p
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internacionales llegaran a aceptar extender un centro particular de beligerancia numerosos conflictos a menudo más terribles no tardarían en encenderse La guerr a se inscribe en la sustancia misma de las relaciones internacionales Los mismos tratados de paz reali zados entre las partes beligerantes no serán nunca otra cosa más que una “guerra continua ” Y Rousseau con una lucidez profética declara en el Emilio que toda la cuestión consiste en saber hasta qué punto se puede extender un derecho interestatal “sin dañar a la soberanía” 715 La cuestión hoy aún sigue siendo de actualidad Tras la agónica figura de las relaciones internacionales Rousseau descifra la señal del conflicto entre naturaleza y cultura: perpetua mente suscitado y nunca controlado este conflicto constituye un signo revelador a sus ojos de la dificultad que tienen los hombres para existir sobre esta tierra El fracaso que profetiza Rousseau respecto a las normas y las instituciones del derecho internacional futuro no hará más que traducir por medio de los sinsabores de la falta de éxito e incluso por medio de crueles tragedias la distancia metafísica del hombre entre su aspiración natural a la felicidad y su desdicha cultural y existencial Hasta en las normas del comercio entre las naciones la perfectibilidad a fuerza de racionalidad y de discursos causa con una interminable tensión una desgarradura ontológica irreparable Una vez más cuando el hombre cree trabajar por la paz falla en su orientación final hacia una libertad provee dora de seguridad Elcargado destinodeque prepara el derecho de paz está contradictoriamente conflictos Conclusión/ LA HISTORIA, UN LUGAR DE FRACASO PAR A LA VERDAD DEL HOMBRE Rousseau cuya alma está afligida en lo más profundo piensa que las empresas normativas de los hombres tropiezan y tropezarán siempre de manera inexorable contra la realidad y esto con mucha frecuencia puesto que los mayores males de la humanidad son aqué llos que ella misma se ha dado Es un error creer que el pesimismo de Rousseau preludia las reacciones individualistas del romanti Émile p
[Emilio p ]
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cismo o del nacionalismo El suyo es un pesimismo metafísico que procede de un tormento existencial: adorar a las “luces” de la razón creyéndolas generadoras de la paz mundial es acallar en la huma nidad todo “instinto divino” es preparar así se haga por temer los fracasos inevitables de las tentativas del derecho internacional la obstrucción inminente de la conciencia Aunque este pesimismo metafísico no tiene la fatalidad de un destino puesto que la perfec tibilidad del hombre lo deja libre tanto para el bien como para el mal expresa sin embargo más que la amargura y el desasosiego de un alma enferma la miseria y el desamparo que irremediablemente golpean a la humanidad: el destino histórico de los pueblos nunca se incorporará del todo a la sublime finalidad de la humanidad Cualquiera que sea la eminente nobleza de los esfuerzos inten tados por los hombres para avanzar hacia un horizonte de paz universal el tipo de relaciones jurídicas que modelan los modernos proyectos pacifistas desafortunadamente están vinculados con el problema de la cuadratura del círculo: “poner la ley por encima del hombre” Esta tentativa choca de manera ineludible con los límites insu perables que crea “la contradicción manifiest a” entre el estado social de los Estados y el estado de naturaleza Cualquier cosa que se haga esta contradicción subsistirá entre los Estados que siempre serán codiciosos de poder Ella misma va incluso empeorándose cuando “el arte humano” al querer construir la paz pretende regular sus relaciones Rousseau al tomar conciencia del lugar de fracaso que es la historia de los hombres quiso ser “inactual”: entre los “filósofos” de su siglo que elogiaban el progreso bajo t odas sus formas y muy especialmente la llegada de la democracia y la paz por medio del derecho se atabió como el “anti filósofo” es decir como un pensador “anti Ilustrado ” En absoluto le eran posibles prever en el conglo merado ascendente de las democracias los riesgos de desorienta ción e incluso de avasallamiento que causaría el crecimiento infla cionario de la opinión pública; del mismo modo no podía prever la amplitud hiperbólica y las desviaciones te rroristas que tomarían en el futuro los conflictos armados Pero categóricamen te se volvió iconoclasta: condenó las esperanzas democráticas que comenzaba a
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alimentar determinados credos doctrinarios y rechazó el pacifismo utópico que encantó a todo su siglo Obviamente sería un error enorme pensar que cree en las virtudes de las relaciones de fuerzas en la política o bien en la estrat egia militar No sólo siempre señaló que “la fuerza no hace derecho” sino que más específicamente unió su concepto de guerra a una antropología que está dominada por la idea de la finitud humana; pensaba sobre todo que la democracia y la paz –como la justicia y la libertad– son para el derecho polí tico ideas reguladoras: pertenecen a un horizonte trascendental y como tales en una perfecta y pura idealidad son inaccesibles a los hombres La coexistencia jurídica de los hombres y de los Estados que se pretende construir por medio del arte humano es incapaz de elevarse hasta este horizonte de sentido y valor De manera general Rousseau considera a la democracia y a “Europa” a la cual también se refieren y piensan los hombres de las Luces como los síntomas del mal que invade al mundo Sin duda hubo un tiempo en el cual él mismo elogió la virtud del pueblo y la de las “grandes almas cosmopolitas” 716; pero en el Emilio deplora estas formas de huma nitarismo tan ingenuas como grandilocuentes: cualquiera que se pretenda “el amigo del pueblo” o “el amigo del género humano” no es sino un impostor La humanidad en la dura prueba de su condición permanece expuesta en razón de la promoción jurídico política que ella misma no cesa de impulsar al terrible poder de los y las facciones así comosangre a los conflictos entregrupos los estatales; los unosinterestatales y los otros generan llanto y desamparo La política democrática y el derecho internacional que ambi cionan aquellos hombres que en nombre de las Luces y del progreso creen en la libertad del pueblo y en la paz mundial est án cargados de sofismas y “milagros” Los hombres no han nacido maduros para la libertad y debido a los límites intrínsecos a su natura leza probablemente nunca seran En cuanto a la erradicación de la guerra esto es imposible dentro del mundo humano Las riberas de la paz perpetua son inaccesibles ¿No habrá un punto que sea el Discours sur l’srcine de l’inégalité desigualdad p ]
p
[Discurso sobre el srcen de
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signo elocuente de la imposible redención de los h ombres y de las naciones que se declaran “civilizadas ”? Conclusión de la Segunda parte DESAPARECE EL HONOR DE SER HOMBRE Bajo la mirada de Rousseau la historia caótica que impulsan los hombres acumula perfidias e ilusiones Es patente que no responde a las exigencias racionales de la normatividad trascendental desti nada a fundar y legitimar el derecho político Pero hay algo mucho más grave La mirada filosófica de Rous seau descubre en los confines del mundo humano todas las señales de una anfibología lastimosa y aterradora: los hombres confunden sin cesardialéctica el objeto de la política y sus normas No hacen el suficiente esfuerzo para llevar a cabo una verdadera reflexión tras cendental por lo que creen posible transportar a la realidad lo que no es sino la exigencia más alta del pensamiento No toman conciencia de la diferencia entre “fundación” y “aplicación”; en consecuencia creen que es posible aplicar los principios del derecho político Su error reside en primer lugar en la confusión de los órdenes que les impide entender en su pureza la idealidad fundamental del derecho político; tal es indudablemente el srcen de sus infelices ilusiones Pero la mirada que dirige Rousseau no se detiene ahí; investiga con mayor profundidad la cadena de aberraciones que los ho mbres establecen y los Estados dirigen hacia su desdicha Descu bre que en su ceguera intelectual el mundo humano es incapaz de comprender que al arrancar de su orden ideal a los principios regulativos de la política para transponerlos al mundo real se provoca la aparición de sus contrarios: la idea pura de la democracia será substituida sin demora por el sometimiento del pueblo a la opinión pública; y la idea pura de la paz corre el riesgo de ser suplantada por las revoluciones La contradicción así generada constituye una herida abierta: la política se convierte en la historia de un desequilibrio que significa un fracaso Emilio después de un viaje por Europa deplora los inútiles esfuerzos que hacen los seres humanos para garantizar su libertad:
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“Cuanto más examino la obra de los hombres en sus institu ciones más veo que a fuerza de querer ser independientes se hacen esclavos y que717gastan su propia libertad en inútiles esfuerzos para garantizarla ” En cuanto al orden social y a la paz universal si ellas fueran “como se pretende la obra de la razón más que de las pasiones no tardado tanto tiempo en ver si hicieron demasiado o demasiado poco por nuestra felicidad que cada uno de nosotros estando en el estado civil junto con otros conciudadanos y en el estado de naturaleza con todo el resto del mundo que no hubié ramos tomado precauciones frente a las guerras particulares sino para encender las generales que son mil veces más terribles; y que uniéndonos a algunos hombres nos convertimos realmente en los enemigos del género humano ” 718 Es claro que no basta con pensar en el bien para poder realizarlo En consecuencia tanto las normas como las leyes corren el riesgo de ser inútiles si como se ve por todas partes los hombres no atinan ni saben utilizarlas bien De acuerdo con su significación racional ideal y puro las normas y las leyes son el nombre de los valores Pero en su debilidad los hombres corrompidos por otro lado por la comodidad no están atentos a los reclamos sagrados del espírit u humano Al “civilizarse” no superaron las tendencias paradójicas que los minan V an ciegos e impasibles alejándose de lo que deberían ser y de lo que habrían podido ser adentrándose en los caminos fangosos de la decadencia Es entonces cuando honor de ser hombre ¿Qué hacer? Un el soplo de angustia invadedesaparece el alma de Rousseau Entonces quejándo se por ser hombre y sin ser del todo misántropo en tanto que lo atormenta una preocupación metafísica de lo que debe ser el ser humano él se pasea en soledad a orillas del lago de Bienne
Émile p [ Emilio p ] Extrait du Projet de paix perpétuelle p
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EPÍLOGO EL ENCUENTRO DEL HUMANISMO CRÍTICO Y DE LA PREOCUPACIÓN METAFÍSICA
La relación de la filosofía y la política tomó por la personalidad multidimensional y frágil de Rousseau la amplitud y la gravedad de un drama Pero se trata de un drama filosófico que es metafísi camente profundo En este drama filosófico la voz del autor reflejó después de la iluminación súbita en que se le reveló que “todo en el mundo de los hombres está vinculado a la política” las contra dicciones de la condición humana tensada entre la llamada de las más altas exigencias del espíritu y la imposibilidad de trasponer los límites de la naturaleza h umana Por esta razón no se puede ver solamente en laesobra polítilascaestructuras de Rousseau el corpus doctrina cuyo objetivo exponer teóricas de delauna República
/ LA AUDACIA CRÍICA DE LA R AZÓN El contrato social se adentra indudablemente en las categorías principales del derecho político: el vínculo social la soberanía la voluntad general el trabajo legislativo la ciudadanía las relaciones entre el soberano y el gobierno los regímenes políticos la cuestión de la representación las relaciones internacionales la guerra y la pazy no Pero Rousseau no realizaque un hace trabajo de técnica jurídica:que no es quiere ser el legislador las leyes ni el príncipe está encargado de hacer que se apliquen Esto no impide que en su estudio de la arquitectura de la Repú blica el sabio se dedique al estudio de los conceptos rectores de la vida pública para obtener la esencia de un tratado de “ciencia polí tica” Sólo que para él no hay otra vía sino la que consiste en buscar los principios que fundan y legitima n el derecho político Es en esta tarea reflexiva que Rousseau es filósofo : al investigar las principales figuras institucionales del Estado busca al mismo tiempo que su más profunda raíz su sentido y su valor últimos Su filosofía polí tica conformada sobre la preocupación por la condición humana constituye una política filosófica Por medio de este movimiento que lleva la categoría de la polí tica a su más alto nivel de significado Rousseau sabe aunque sin
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armar mayor polémica 719 tomar distancia con relación a las filoso fías políticas del racionalismo dogmático y constructor que en la vía abierta por Hobbes culmina con los pensadores de las Luces En absoluto reniega de la razón pero frente a la razón muy intelectual de aquéllos a quienes llama “los razonadores” prefiere esta razón que después Kant denominará “crí tica” porque a sus ojos es sobre todo un tribunal ante el cual una vez descubiertas las condiciones de posibilidad y de validez de la experiencia política ésta puede juzgarse y el juicio dará lugar en cuanto a su sentido y su valor a un veredicto solemne El esfuerzo de racionalización que realiza Rousseau en su humanismo jurídico político no le pide nada al racionalismo triunfante de su tiempo; 720 participa de la mirada absolutamente nueva que el pensador echa sobre el universo polí tico y sus estructuras En primer lugar es por la renovación metodológica de la razón que Rousseau inaugura su política filosófica: su planteamiento inédito –“tratar los he chos por el derecho”– le permite descubrir el principio del derecho político es decir las potencias de normati vidad que sin el recurso o la ayuda de los misterios de la cosmología y de los argumentos teológicos de la tradición son inherentes según él al modo de pensar del h ombre En consecuencia la gran novedad de la política filosófica de Rousseau es hacer de la libertad –de la libertad autonomía por la cual el hombre sólo es verdaderamente humano si obedece a las leyes que él mismo se ha dado– el fin sublime a cual deben abrirse las instituciones de la República En este sentido la crítica de la sociedad y de las desigualdades que conlleva la esquematización del Estado tal como debiera ser: la rectitud de la soberanía del pueblo en su perfecta indivisibilidad la figura del ciudadano tal como él podría ser o hubiera podido ser el imperativo del orden público el régimen democrático en su pura La polémica con Hobbes y Grotius sigue siendo rara específica y relativamente fieltrada La controversia con Voltaire por áspera que haya de dos sido estátemperamentos menos vinculada cuyos con humores un combate erandeincompatibles ideas que con laLaconfrontación oposición a las Luces aunque constante no da lugar a u na exposición sistemática “El racionalismo de Rousseau no es el mismo que el de los racionalistas” escrito Éric Weil «Rousseau et sa politique» in Essais et conférences t p
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esencialid ad constituyen otros tantos temas incluidos dentro de la finalidad de la política Es pues necesario convenir que el propósito de Rousseau señalar lo que en el Estado civil debe ser la “invención de la libertad” constituyó un propósito audaz tanto por su conte nido como por su forma Pero para cualquiera que examine de cerca la historia del pueblo asignar a la miseria de lo político tanta pureza y potencia le parecerá como el gesto intelectual de un utopista un tanto loco Con todo Rousseau no creo una utopía No fue su imaginación quien trazó los caminos de un mundo político tan perfecto que no existe en ninguna parte y no existirá jamás El contrato social es de cabo a rabo la obra de una razón crítica casi judicial que confiere al humanismo jurídico político lejos de todos los dogmatismos tradicionales acentos inéditos De esta manera se explica de forma amplia los numerosos contrasentidos a los que dio lugar el pensa miento del filósofo Pero sobre todo porque la razón crítica no fue en Rousseau claramente consciente de ella misma de su proceso y de sus esquemas no llego a ser dueña de su verdadero dominio Todo sucede como si él no se hubiera comprendido a sí mismo o como si se hubiera asustado por la altitud trascendental de las exigencias de su propio pensamiento Sin llegar a decir con Éric Weil que “era necesario esperar a Kant para que Rousseau deviniera ex parte post un filósofo” 721 hay que reconocer que su filosofía –que por supuesto existe–Rousseau se abisma en un pensamiento desgarrado que desgarró al propio
/ LA DESGARR ADURA En efecto el pensamiento de Rousseau se acogió a un pavor casi religioso frente al abismo abierto entre el deber ser y el ser de la política entre la normatividad que debe animar las formas esen ciales y la facticidad que la lanza hacia la corrupción Rousseau quería comprender y hacer comprender porqué el hombre que nació libre se encuentra por todas partes encadenado; Ibíd p
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de este problema que es presentado al tribun al crítico de la raz ón El contrato social daba creía la solución –solución innegable a su modo de ver puesto que revelaba las más altas exigencias norma tivas del hombre Con todo Rousseau se abruma ante las contra dicciones y las aporías que su juicio descubre entre las sombras del deber ser jurídico político que firmemente formuló Nada cierta mente ninguna desventaja limitó la sublimidad de la soberanía de la voluntad general una e indivisible inalienable e incapaz de errar; sin embargo el pueblo quiere el bien y no lo ve; para manifestar su libertad se da r epresentantes y en ese mismo instante ya n o es libre 722 Nada ciertamente más homogéneo y mejor que la Cons titución democrática “donde el poder ejecutivo está junto al poder legislativo ”; empero “este gobierno tan perfecto sólo conviene a los dioses y no a los hombres”; la virtud en ellos no es bastante fuerte para evitar las “agitaciones internas” y las “guerras civiles” 723 En absoluto hay hombre más valeroso y más sabio que el Legislador “providencial” que emprendería la labor de instituir un pueblo; con todo su “razón sublime se eleva más allá del alcance de los hombres vulgares” que no lo pueden entender 724 Él está cierto de las más bellas esperanzas: la paz universal y eterna; no obstante las ligas federativas susceptible s de contribuir a su llegada harían “quizá más mal de un solo golpe que el que se daría por siglos ” 725… ¿Será errónea y por lo tanto inútil la solución del problema que creía
El contrato solucionar ? Rousseau se estremece: un doloroso divorcio rasga todas lassocial categorías políticas: los principios puros que deben ser el f undamento de la política son desconocidos como tales; su función rectora y reguladora permanece incomprendida Resulta que la vida de los Estados apenas iniciada se dirige en una pendiente degeneradora inevitable e irremediablemente a su muerte 726 A los ojos de Rousseau la irreparable desgarradura de la política no procede de influencias exteriores que desencadenan Le Contrat social p
[El Contrato social p ]
Ibid p [ Ibíd p ] Jugement sur le Projet de paix perpétuelle de l’abbé de Saint Pierre p p ]
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Le Contrat social et p
et
[ El Contrato social p y
una relación conflictual de fuerzas; se coloca incluso dentro de la misma racionalidad de la institución civil cuya idealidad perfecta no es y no será nunca accesible a los hombres Es desde esta distancia que refleja dentro de la condición de la humanidad los límites de su naturaleza donde Rousseau detecta más allá del drama de la política las características patéticas de la condición social Ahora bien para este drama interior no existe remedio: el corte abierto entre por una parte el imperativo racional de la ley y la libertad que son llamadas al orden y por la otra las determina ciones siempre dudosas de la realidad vivida no puede cerrarse Al constatar esto Rousseau llega al umbral de la “crítica de la razón práctica”: presiente que el orden y la libertad son la ratio essendi de la condición política pero que por su figura trascendental y pura su idea propia no corresponde a este mundo Sólo un juicio de tipo teleológico que buscara el universal bajo el cual se incorpora lo particular –lo que según Kant caracterizará al juicio reflexio nante– podría elevarse a la idealidad de los principios fundadores del derecho político; sólo este puede poner en evidencia el carácter categórico del fin último e incondicional en el que las ideas regula doras de la política –el contrato social el orden público la justicia la libertad la paz – son su indicación Solamente que Rousseau no tuvo el genio de Kant; el humanismo crítico cuyo presentimiento
ovo Entonces tuvo abortó en desgarrado él mismo como su pensamiento dirigió sus pasos sobre otro tanto camino / LA ERRANCIA MEAFÍSICA Al comprometerse con otro camino cuyo trazo se deja adivinar en las Confesiones en los Diálogues y sobre todo en las Ensoñaciones del paseante solitario Rousseau no se despide a pesar de las apariencias ni de la filosofía ni de su política filosófica Si puede parecer desde una primera lectura que después de la “expansión” crítica de un pensamiento abierto a lo universal él cedió como observa Henri
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Gouthier a su “reducción” intimista 727 no se trata de un movi miento de caída o del acor tamiento de la envergadura filosófica de su propósito Una lectura de los textos más fina y atenta pone de manifiesto que se trata más bien de un desplazamiento del centro filosófico de su meditación: es en efecto en el fondo de sí mismo que él encuentra a la vez en el dolor y en la alegría –por donde reencuentra la ambigüedad constante de su discurso incluso el más íntimo– la profundidad última del mundo y el sentido final del hombre En medio de las contradicciones en las que se debate Rous seau las dificultades se multiplican para él ciertamente y también para su lector En los Dialogues Rousseau emprende la tarea de juzgarlabrada a Jeanpor Jacques no separa asemeja a primera vista asela obra un locoy que dejar nada libre curso a su delirio protege detrás de “una muralla de tinieblas” La escritura que en un discurso quebrado se reanuda y se corrige sin cesar desconcierta sobre todo porque no se sabe si “Rousseau” disociado de “Jean Jacques” dialoga con su doble o se trata de un monólogo o de un atormentado soliloquio Sin embargo el horizonte platónico del primer Dialogue y la elevación hasta “los primeros principios de justicia” la mención obsesiva de la desviación que implica el amor de sí respecto al amor propio que recuerda el eterno conflicto del Mismo y del Otro la obses ión por los “crímenes” en la artificialidad del mundo social constituyen las señales con formulaciones cada vez más explícitas de la preocupación filosófica q ue sigue animando la febril pluma del autor Al menos importa para quien quiera comprender al mundo y al hombre eliminando el velo mistificador de las apariencias descubrir bajo sus repliegues la pureza de los orígenes Todo pasa en estos curiosos Dialogues como si Rousseau se dedicara a elaborar una reescritura de los dos primeros Discursos y suministrara la clave del idealismo intransigente de El contrato social : la dialéctica del movimiento que introduce la ilusión desfi gurando la naturaleza y del reposo que es la condición necesaria Henri Gouhier Les Méditations métaphysiques de Jean Jacques Rousseau p En el mismo espíritu Pierre Burgelin en Rousseau et la philosophie de l’existence habla de un «repliegue» del pensamiento
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para alcanzar el ser ; invierte y transpone el ideal racional puro del pacto social y sus derivados inevitables en imágenes metafísicas La aparente divagación de Rousseau es pues realmente su obsesión filo sófica: como dice Jean François Mattéi “después de haberse reen contrado con el sofista platónico figura ontológica de la ilusión Rousseau reencuentra el genio maligno cartesiano figura ética del mal ” 728 Ambos acaban por fundir sus respectivas naturalezas “en la figura metafísica de la errancia” Los diez paseos en los cuales Rousseau entre y se aban dona a sus ensoñaciones solitarias simbolizan esta errancia meta física una errancia que a decir verdad estaba presente ya desde El contrato social a la sombra de los análisis conceptuales y categoriales de su política filosófica Indudablem ente el delirio persecutorio que 729 no había mejorado y en el crepús sufrió Rousseau desde culo de su vida su soledad fue extrema: “Heme aquí sólo sobre la tierra ” Sin embargo busca lo que él es No lo busca por medio de la especulación sino en el abandono a la ensoñación lugar por excelencia de un pensamiento libre y sin amarras Ahora bien los “mil ensueños” que invaden su ser más íntimo cuando su barca se balancea al compás de los bamboleos del agua son “confusos” pero también “deliciosos ” Cuando todo calla y el silencio se hace cómplice de la soledad los paisajes se funden con las vibraciones del alma En ellas más allá de todas las figuras particulares del mundo se colma sentido universal Es ese instante que privilegiado entre todos y queelhace eco de la “calma fascinante” siguió al accidente de Ménilmontant 730: se suprime al mismo tiempo la antinomia entre la inmensidad del mundo y la singularidad del yo la patética contradicción que se establece entre el idealidad inac cesible de la idea trascendental de la perfección civil y la dolorosa realidad de la experiencia humana En ese momento de total lucidez
p
Jean François Mattéi Encyclopédie philosophique universelle t
générale dolor meVéase hizo perder Lettre laà Moultou razón” Correspondance del de diciembre de VII : “Elp delirio ; véasedel del mismo modo lettre à Malesherbes Ibíd p [Carta a Malesherbes] Rousseau relaciona en la segunda Promenade cómo después de haberse sido arrollado por un enorme perro en una calle de Ménilmontant se recupero la conciencia tras el choque con “una calma quieta”
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–que también es el de una extraña felicidad– la libert ad canta como en la Edad de Oro de los inicios del mundo Y todo “vuelve a entrar en orden” ¿Acaso el manifiesto pesimismo de Rousseau conlleva un principio de optimismo? Probablemente sería falso interpret ar estos minutos de plenitud ontológica como la expresión escatológica de un horizonte divino finalmente entrevisto y ofrecido a la contemplación: el ritmo ternario del tiempo cristiano –Paraíso Caída Redención– no conviene al pensamiento de Rousseau a pesar de engañosas apariencias: nunca aceptó ni la idea del pecado srcinal ni la idea del mal radical; no es a Dios a quien es necesario imputar piensa las desdichas de la condición humana 731 Sólo los hombres son responsables de su mal y llevan el peso de su destino y sí la historia es caótica es que entre las torpezas del siglo se dejó corromper al punto de alterar el orden srcinal Por eso la teodicea de las grandes metafísicas que confían a Dios la redención del hombre caído cometen según Rousseau un error grave: no sólo la redención del hombre es imposible sino que es filosóficamente impensable Es imposible porque por una parte el curso del tiempo no remonta jamás 732 y por la otra la libertad una vez perdida no se recupera nunca 733 Es filosóficamente impen sable porque la naturaleza no se aparejará con la cultura El ideal regulador al cual se elevó el pensamiento de El contrato social es al igual que toda idea de la razón social política y culturalmente irrealizable lo supopara y alograr este respecto altera inclusoRousseau si sueña:siempre la tarea infinita el orden ynada la felise cidad pública que serían la expresión de la pura libertad no tiene medida común con los medios de la política así fueran estos los más desarrollados Por ello cuando Rousseau escucha el murmullo del agua cuando observa el cielo y las estrellas cuando se deja invadir por los aromas de la campiña y de los bosques colmado en su alma no cede menos a las “contemplaciones encantadoras” del “No veo que se pueda buscar la fuente del mal moral en otra parte
àque Voltaire en el hombre del delibre agosto perfeccionado de Pléiade y portconsiguiente IV p corrompido” Lettre “Nunca no se remontará hacia el tiempo de la inocencia y de la igualdad cua ndo una vez es distante” Rousseau juge de Jean Jacques troisième Dialogue Le Contrat social II VIII p [ El Contrato social p ]
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poeta que a la contemplación trascendente del místico Herboriza y descubre a pesar de sus “éxtasis cósmicos” que “la naturaleza entera” se estremece al menor movimiento de un “átomo vegetal” Tal es el tema del Quinto paseo en el cual se exalta el canto del naturalismo y cuyo relato podría hacer creer que la Isla de Saint Pierre es la estancia perfecta del panteísmo Con todo Rousseau no cede ni al naturalismo ni al panteísmo Un tormento existencial cada vez más áspero acompaña todos sus pasos Siempre contra dictorio señala que lejos de estar convirtiéndose en misántropo le agrada la compañía de los seres humanos –“no miente” como escribe a Brunetière al afirmar que no ha cesado de buscar entre murmullos de todo tipo d e especie la verdad del mundo hu mano Y gracias a su pensamiento ensoñado y vagabundo en sus elevaciones y rupturas se complace en afirmar la perpetua ambivalencia: la hipérbole omnipresente del yo cruza permanentemente la preocu pación de todo lo que es humano Por su amplitud metafísica el texto inacabado de las Ensoñaciones tiene el valor de un testamento filosófico por lo que es convienen descifrarlo
/ LA DIFICULAD DE SER Rousseau mismo tuvo la cruel experiencia: el mundo nunca dio a su “temperamen to ardiente” lo que él deseaba Pero más allá de la decepción de un alma cuya sensibilidad hipertrofiada está obse sionada con el sentimiento de la existencia lo que le preocupa y angustia es la condición de la humanidad entera cuyo flujo y reflujo se asemeja al movimiento de las aguas del lago de Bienne 734 Por todas partes en el mundo de los hombres el espectro de lo falso se infiltró: no tanto porque la opinión conlleve desconfianza y hostilidad sino porque desde los principios de la sociedad civil donde todo es molestia tensión perfidia los dados están cargados Por supuesto el vicario saboyano en su profesión de fe 735 puso de manifiesto que el moderno materialismo ateo el de Helvétius muy Rêveries du promeneur solitaire cinquième promenade p ensoñaciones del paseante solitario Quinto paseo p ] Émile livre IV p [ Emilio p ]
[Las
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especialmente es una impostura y que “la religión natural” expresa elocuentemente la existencia de Dios 736 Pero por vibrantes que sean estas célebres páginas no constituyen el punto focal del pensa miento de Rousseau Por otra parte él señala que hay demasiados hombres entre Dios y el corazón de cada uno 737 lo que impide ver que “las mayores ideas de la divinidad nos vienen por la sola razón”738 Ahora bien tal es el riesgo inevitable que inherente a la vida en sociedad corrompe toda la política: “el hombre del hombre” en el estado civil que debería ser el camino de su realización y libertad lleva siempre una máscara bajo la cual prefiere mostrarse indigente ante un deber ser puro La dificultad de ser está inscrita en el propio hombre: mientras que su razón al seguir la naturaleza se dilata hasta el horizonte del trascendental la vida al seguir la historia se marchita en esfuerzos inadecuados e ineficaces No obstante Rousseau no sostiene en sus ensoñados paseos más que en el Discurso sobre el srcen de la desigualdad una “vuelta a la naturaleza” tal y como lo había impuesto la moda intelectual en el siglo XVIII Sabe lo vano del naturalismo que pretende remontar hacia el estado srcinal de la humanidad como a una edad de oro Es pues difícil de mantener que la desgarradura existencial que señala en todos sus temas de reflexión el pensamie nto sociopolítico de Rousseau y que en conjunto determina su alma al punto de implicarlo en sus sueños hacia las armonías cósmicas condena su filosofía a un dualismo insuperable Sin duda Rousseau no termina obsesionado por los dos movimientos contrarios de elevación y caída que constituyen también en la ansiedad enfermiza que no alcanzó a superar los dos temas de lo puro y de lo impuro Pero su admiración por las bellezas de la naturaleza en las cuales le gusta perderse no está en contradicción con su concepción del hombre Decir que desde la perspectiva de Rousseau la condición sociopo lítica de los hombres es fea mientras que los cantos de la naturaleza son bellos es simplificar erróneamente Ciertamente Rousseau nunca vio en el hombre a un “animal Ver también Lettre à Christophe de Beaumont t IV p Christophe de Beaumont p ] Émile p [Emilio p ] Ibid p [ Ibid p ]
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[ Carta a
político” y rechazó la idea de una socialidad natural ideas que se combina hasta llegar a considerar que las convenciones socio políticas que están incluidas en el “arte” son contra natura Sin embargo siempre pensó que los hombres sólo son lo que ellos mismos hacen de modo que el “hombre del hombre” sólo se dife rencia del “hombre de la naturaleza” por el mal uso de su propia naturaleza Las desviaciones y las desdichas de su condición le son por entero imputables: desaprovechando la perfectibilidad que la naturaleza ya había puesto en él tomó e l mal camino sobre el cual la bifurcación entre el deber ser y su ser al acrecenta rse le ha sido tan perjudicial El destino sociopolít ico ideal del hombre y el desafortu nado uso que ha dado a las capacidades de su naturaleza revelan el fundamento ético de su finalidad Pol ítica y ética son indisociables a tal grado que el humanismo normativista y crítico de Rousseau se condensa en la idea de responsabilidad: lo propio del hombre repite es asumir su voluntad y transformarla en deber De esta manera la idea de responsabilidad se afirma durante sus paseos con más claridad aún que en sus obras teóricas como la clave que abre las vías de la libertad: corresponde al hombre decidir su objetivo trazar su propio camino y mantener el rumbo Los hombres sólo seguirán la ruta de la libertad a condición de quererla: en ellos la voluntad y el poder práctico de la razón se vuelven un único impulso He allí porqué deben darse ellos mismos sus propias leyes paraCuando devenir Rousseau propiamente humanos” en los senderos que bordean al “se extravía lago o que atraviesan los bosques no pierde de vista que la ley no se opone a la libertad sino que al contrario es obra y garantía de la libertad El balance que ella tiene a su cargo establecer entre los derechos y los deberes expresa bien la éticidad de la voluntad q ue como subraya E Cassirer Rousseau formuló: “la f orma más radical de ley que se haya elaborado antes del Kant” 739 Pero después de tantas decepciones y tormentos no tiene ya la fuerza de sistema tizar esta idea que durante toda su vida repitió En un proyecto de carta con fecha del año confiaba al marqués de Mirabeau: Ernst Cassirer « Le problème Jean Jacques Rousseau » in trad Citée Revue de métaphysique et de morale p
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“Los sistemas de toda especie están sobre mi; “no pongo ningún en mi vida y mi conducta Reflexionar comparar embrollar ya no es más mi asunto ” A decir verdad Rousseau incluso en el momento de redactar El contrato social nunca tuvo el proyecto de elaborar una doctrina socio política demostr ativa y sistemática Su estudio de la condición civil se presentaba incluso en el paso iconoclasta de su método como una “anti filosofía ” que que ría elaborar contra la voluntad de sistematicidad de los “filósofos” de las Luces La gran lección que él extrae y que tenazmente repite al final de su vida durante sus paseos solitarios sólo tiene sentido político porque es ética y metafísica Él hizo de la pregunta por hombre el centro de su meditación y el punto focal donde en la condición política se refleja la realización misma de la filosofía Ya pasó el tiempo en que la política más o menos tributaria de la teología era asunto de los príncipes; en adelante será en lo universal asunto de todos porque cada uno lleva en sí el verdadero arquetipo del hombre La intuición crítica de la política filosófica de Rousseau se trans formó dentro de su alma atormentada en un humanismo crítico que él vivió como un drama filosófico Dentro de la amplia apología de la responsabilidad y la autonomía del hombre que elabora no pudo dejar de asumir una dimensión metafísica Agotado por la inquietud existencial que lo minaba en soledad proyectó su angustia sobre la condición humana enteraenenla la cual ve que la necesidad de libertad de la razón se abisma autodestrucción Abrumado por el misterio ontológi co del hombre arrojado dentro del pozo sin fondo del pesimismo que se abre entre las necias pretensiones polí ticas de los hombres y los atisbos de optimismo que iluminan los montes y los bosques en una naturaleza que “no miente jamás” 740 Rousseau acaba su itinerario filosófico soñando sus pensamientos Pronto vendrá Kant quien mejor que Rousseau mismo pensará sus más altos pensamientos
Discours sur l’srcine de l’inégalité desigualdad p ]
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p
[Discurso sobre el srcen de
CONCLUSIÓN LA UNIDAD DE SENTIDO DE UN PENSAMIENTO DESGARRADO
Nunca se termina de leer una obra que se ofrece al lector a partir de puntos de vista perspectivas niveles y resonancias múltiples Pero cuando se trata de la obra de Rousseau y particularmente de su obra política es necesario resistir a la tentación de preguntarse en términos lógicos como lo hicieron muchos comentaristas si tiene o no unidad fundamental Su obra se desarrolla en efecto como la expresión de un pensamiento siempre en movimiento más que bajo el aspecto sistemático de una construcción doctrinal en la cual uno podría descubrir en el edificio arquitectónico cons truido sobre un falta cimiento y unitario la menor exige debilidad la más pequeña Leer macizo la obra escrita por Rousseau que seo respete el carácter estilístico que se piense con él que se encuentre el ritmo raramente sosegado de una meditación que coincidiendo con su vida se eleva hacia los más exigentes requerimientos críticos de la razón y en la cual todo el conjunto de su pensamiento se encuentra sin cesar corroído por un tormento metafísico Uno no puede comprender la política filosófica de Rousseau aislándola de la dinámica febril de su pensamiento
[ ] I / Una visión trágica La política filosófica de Rousseau que por medio de distintas investigaciones –sin embargo convergentes– hizo de la libertad según la expresión de Cassirer el “corazón del problema político social” 741 se despliega como una tragedia antigua: se puede observar como asciende a las claridades que destellan de tan sublimes para luego descender hacia los abismos sombríos de la desdicha Ese movimiento trágico no puede sino asombrarnos Por una parte el regreso a la antigüedad que nada tiene de excepcional a mediados del siglo XVIII indica una reacción contra la modernidad galo
p
Ernst Cassirer « Le problème Jean Jacques Rousseau » Trad Cit
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pante que se instala en su época Ahora bien Rousseau aterrado por los “progresos” que embriagan a los hombres modernos antepuso la fascinación que ejercían sobre él los mitos de antaño y los héroes de Plutarco Por otra parte más concretamente Rousseau sentía por la tragedia antigua por sus estructuras y desenlaces por sus temas y su profundo significado una afinidad casi esencial donde se alimentaba su extrema sensibilidad Nietzsche veía en la tragedia griega el patético conflicto de lo apolíneo y lo dionisiaco que afecta al conjunto de la inteligencia y la sensibilidad Rousseau es menos explícito pero se propone volver a hacer sonar en ella los acentos encantadores y dramáticos en los cuales él cree reconocer la sono ridad de los bandidajes que alrededor de él esparcía la letanía Sobre todo él retiene de la tragedia antigua –sea Edipo o Prometeo– que se trata de una historia arquetípica: la de un error monumental y cruel que acaecida la pasión y la culpa a sus héroes los expone a la furia de los dioses y los dirige hacia la desdicha ¿Cómo el alma enfermiza de Rousseau no se habría estremecido ante la errancia de los héroes que quiere huir de su destino bajo el peso inexorable ante el cual terminarán por sucumbir? ¿Cómo ella podría dejar de estar fascinada con las contradicciones y las ambivalencias del espacio sin lógica donde se despliega la tragedia? ¿Cómo no habría de estar subyugada por la imagen de la separación y el desgarramiento que en ella simboliza dentro la paradoja de la existencia humana el mal metafísico del mundo? El movimiento propio de la antigua tragedia pudo prefigurar en el pensamiento de Rousseau una clase de marcha fúnebre e inevitable subrayando la relación problemática y dolorosa entre lo divino y lo humano entre la necesidad y la libertad e incluso entre lo racional y lo irracional El mundo donde los hombres hipotecaron si no es que perdieron para siempre la pureza consti tuye un gigantesco escenario sobre el cual se representa la tragedia de la humanidad Cualquiera que sea la profundidad de la visión trágica del mundo y del hombre que atormenta y desgarra el alma de Rousseau es en verdad notable que incluso en sus Diálogos o en sus Confesiones no se aparte de esta posible fuente de su meditación sobre la finalidad político social Tampoco los excluye y sobre este punto abre un
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lugar de enigmáticas perspectivas Como siempre su pensamiento es complejo Por una parte es innegable que ante la miseria del mundo moderno Rousseau reconoció en el mundo antiguo la figura ejemplar de la alterida d Por el otro el discurso de Rouss eau no es el de un historiador ni tampoco el de un historiador de las ideas: está atormentado por la preocupación de lo que es fundamental y tiene un valor fundacional para la obra y la existencia de los hombres: considera que buscar las fuentes efectivas o presuntas de la filosof ía es un planteamiento que permanece en la superficie Su obra no emprende este camino que no es el de un pensamiento que piensa Prefiere exponer su reflexión sus dudas sus descubrimientos y sus certezas multiplicando las opiniones sobre el mundo humano y situando su meditación en niveles diferenciados
/ El filósofo músico Descubriendo progresivamente entre varios niveles de lectura que corresponden a los distintos niveles de su reflexión la obra política de Rousseau revela en una pluralidad de perspectivas lo que cons tituye su única preocupación: situar la condición socio política del hombre en relación con su naturaleza inmanente Este planteamiento profundo sería poco srcinal si no reper cutiera en el movimiento de pensamiento que lo conduce y anima Así después de haber examinado los conceptos que estructuran las categorías de la ciencia y el arte político Rousseau se eleva a una política filosófica preocupada por los principios que fundan y legitiman el derecho de la República Este crescendo se continuó hasta alcanzar el horizonte de inte ligibilidad sobre el cual se perfila en su impresionante poder la norma trascendental del deber ser de la República De este modo en la meditación de Rousseau se unifican en una suerte de apoteosis de la normatividad la antropología de la libertad y la metafísica del orden La política filosófica de El contrato social culmina en el culto al valor que dejalaver través del uso la público de finalidad la razón que estructura y subraya vidaa de la Ciudad sublime del ciudadano y del hombre hacia la justicia y la libertad Es al término del primer libro de El contrato social que después de los escalofríos
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de inquietud de los dos primeros Discursos se eleva una oda a la alegría grave y potente hasta el horizonte del deber ser jurídico político Rousseau no se detiene mucho en explorar este horizonte de sentido y valor Prefiere mostrar cómo e n la Ciudad ideal la realiza ción de la humanidad del hombre sólo es posible por la mediación de las leyes civiles trascendentalmente fundadas De la sublimidad que acompaña a los prodigios de la ley dice que es una manera de ser que la siente que le gusta que la vive que resuena en él como un canto interior Todo ocurre en su pensamiento como si el filósofo músico siguiera en los recónditos rincones de su alma los ritmos más fuertes y los balanceos más amplios de la vida pública El análisis de la voluntad general soberana constituye en clave mayor el andante majestuoso de una filosofía de la libertad No hay duda que la música interior a la cual Rousseau estuvo tan atento conforma como en una elevación un himno a la grandeza de la República y a la nobleza de la ciudadanía Sin embargo es raro que Rousseau permaneciera mucho tiempo como un pensador feliz Su estudio de la democracia inclina su meditación política hacia otras tonalidades: porque en la sombra de los relámpagos enceguecedores de la Idea pura de un régimen tan perfecto que nunca habrá de realizarse y él cual no será jamás verdadera democracia el alma sensible de Rousseau suspira en un
adagio menor: esta forma de gobierno requeriríestán a a dioses para por poder ser viable; no conviene a los hombres quienes limitados su finitud De esta manera se desplaza el acento de la meditación de Rousseau: lejos de las exigencias puras que sólo se leen sobre el horizonte trascendental del pensamiento la condición socio política de los hombres se atasca en una vía degenerada Tal es la nota sensible que en adelante resonará en tono menor en el curso reflexivo del filósofo Y cuando su sonoridad llene el silencio con una soledad enso ñada que no llega a abandonarse al espectáculo de la naturaleza 742 No podríamos cuestionar aquí cualquiera que sea el interés del problema el buscar el “acontecimiento tan triste como imprevisto” que según él mismo Rousseau fue la causa de su proyecto de escribir sus Ensoñaciones del paseante solitario: véase Rêveries du promeneur solitaire
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ella será la señal de abismo que se abre entre el fin prodigioso del hombre hacia la libertad y su triste destino en la historia que inexo rablemente triunfa en un movimiento en declinación ¿La oda a la alegría que se elevaba sobre el horizonte trascendental del humanismo crítico modelado por Rousseau habr ía dejado lugar en su alma devorada por la soledad a un canto de desesperanza? ¿La política filosófica de Rousseau después de ser insuflada en un racionalismo que posee acentos críticos hasta los requerimientos puros del universal parece doble garse sobre los sueños de un yo que sufre y que para huir de los avatares de la historia busca perderse en el naturaleza? 743 Si esto es así parece difícil eludir la cuestión de sí la preocupación de sinceridad que sacude el alma desgarrada de Rousseau no lo condenó a la imposible unidad de su pensamiento Con todo esta cuestión no debe plantearse en términos de lógica y con ello ser referida a la estructura interna de la obra sino en términos del sentido e ir al movimiento del mismo pensamiento
/ La cohesión del sentido En tanto la obra de Rousseau expresa tan bien las certezas de una altiva razón orgullosa de sus exigencias normativas y de su poder regulador como los tormentos de una sensibilidad extrema mante nida por el aislamiento y la enfermedad casi siempre se ha desta cado su “impos ible unidad” Tal lectura es evidentemente tentadora Sin embargo al seguir la meditación política del filósofo en sus menores repliegues todo indica que el estremecimiento incesante de la ambivalencia y la paradoja en su itinerario intelectual o a veces en la alternancia de la tensión y la distensión que se insinúa a la sombra de la locura no oculta la cohesión de su sentido
Primer Paseo Pléiade t I p las emociónes del paseante solitario [ ] Para este problema de erudición pura remitimos al artículo de Jean Garagnon
Jacques Rousseau « Rousseau et la genèse n° des p Rêveries du promeneur solitaire » Etudes Jean “Todo se ha acabado para mi en la tierra” No se me puede hacer ni bien ni mal No me queda ya nada por esperar ni que temer en este mundo heme aquí tranquilo en el fondo del abismo pobre mortal infortunado pero impasible como Dios mismo” Pléiade t I p
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Todos los análisis todas las perspectivas descubiertas a partir de múltiples puntos de vista sobre el mundo humano son concor dantes: aunque el hombre lleva en sí las altas capacidades que la naturaleza le ha dado y entre ellas para diferenciarlo del animal la de una “perfectibilidad ilimitada” él mismo resulta incapaz de asumir la vocación de la humanidad que constituye toda su riqueza La plenitud ontológica y axiológica se le escapa a pesar de que le fue prometida la aurora del mundo 744 Esta tesis única y central decide la cadencia del discurso político filosófico de Rousseau Viendo muy pronto que “todo tiende radi calmente a la política” él no pudo abordar los problemas sociales morales y también metafísi cos que lo acosaban en su fuero interno sino recurriendo lo más posible a las estr ucturas de la Ciudad y del “imperio de la razón pública” Si adoptó claramente esta línea de investigación en sus Discursos en El contrato social e incluso en sus consideraciones sobre Córcega y sobre Polonia es a ella también a la que sigue a pesar de las apariencias cuando paseando por los sombríos bosques de Isla de Saint Pierre o escuchando el canto de los pájaros sobre los bordes del Lago de Bienne deplora en su lenguaje intimista las astucia s y los convencionalismos del mundo y cuando el vértigo de la nada est á cerca de sitiarlo ¿Se podría opo ner que sus razonamientos son a menudo cuestio nables? La objeción no tendría gran fuerza puesto que sueña Lo importante es que en la espontaneidad de susensueños la ideasocial del orden y jurídico sigue implicando como El contrato un social fragmento del orden universal que corresponde a la iniciativa de cada uno salvaguardar La razón práctica del hombre en las ensoñaciones del paseante solitario como en el racionalismo crítico del estado del contrato piensa la legitimidad del derecho político y el orden universal de la naturaleza según los mismos esquemas La razón según Rousseau no es una antinaturaleza Que razone o que sueñe la razón enseña Algunos comentadores han visto en la obra de Rousseau una “el pensamiento “escritura de la desesperación” de la desdicha”o Rousseau según la habría expresión cedido de aA laPhilonenko retórica de lo déplorable que implica una “filosofía de la caída” En apoyo de esta interpretación se puede obviamente alegar lo que el mismo escribió sobre una carta de juego: « En pis plus rien n’est possible» Pléiade t I p “ Peor Aun no es ya posible “
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que en este mundo en el que es imposible que rea parezca el perfecto naturalismo de los orígenes corresponde a los hombres dentro de los límites mismos de su constitución volverse los artesanos de su condición y de ellos mismos El discurso de la obra escrita de Rouss eau y su más allá pensado y vivido se juntan a través del estrecho ajuste de los conceptos en la patética unidad de su sentido y en una intuición crítica filosófi camente revolucionaria Ciertamente en la vía del critisismo Rousseau no será más que un precursor Per o no es un precursor vacilante Es notable que en El contrato social la fundación trascendental del Estado al definir la norma de la razón práctica asigne a la política una tarea ética arrai gada en terreno metafísico De nada sirve piensa Rousseau perderse en especulaciones sin fin sobre la felicidad o la desdicha sobre la esperanza o la desesperanza sobre el bien y el mal; sólo el hombre por los poderes prácticos de su razón tiene la responsabilidad de la condición socio política que construye para sí mismo y para su prójimo En este caso no se puede olvidar que los pensamientos de Rousseau –él mismo fue conciente– mal se pueden distinguir de su existencia marcada profundamente por conflictos interiores y el deseo metafísico Pero su tormento y su misma locura conllevan una energía creativa en la cual él antes de la Crítica de la Razón Práctica y de la Metafísica de las Costumbres de Kant hace de la responsabilidad deldesacuerdos hombre frente al tribunal de su la razón desti nada a superar los la idea central de meditación Sin tener una voluntad de sistematicidad él confiere a su obra una “unidad orgánica” que es más significativa que la ambigüedad de sus incertidumbres
/ Una “metafísica de las costumbres” Así aparecen las insuficiencias de una lectura de la obra Rousseau que sólo retiene de ella una “ciencia política ” incluso una “filosofía política” estudia estructural los mecanismos institucionales del Estado Tras ely análisis del estado del contrato se despliega novedosa y enérgica una filosofía donde el desafío fundamental desborda ampliamente el marco orgá nico y funcional de las normas
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que garantizan la “administración” de la República Al asignar nuevas bases a la f undación de la sociedad civil Rousseau reconsi deró completamente desde el punto de vista filosófico la cuestión de la legitimidad; al buscar los principios fundadores del derecho político estableció el Ideal de una sociedad de derecho; por medio del estudio meticuloso de cuestiones tan delicadas como la justicia y la libertad la democracia y la paz puso de manifiesto que este Ideal en su racionalidad pura es inaccesible e irrealizable para la humanidad tal como lo son las Ideas puras de la razón Y tomando distancia de las teorías políticas tradicionales Rousseau hizo de este ideal de la razón práctica el principio regulador que da sentido y valor a la vida de las Ciudades En el extraordinario impulso de su pensamiento reflexivo que las mismas “extravagancias” de sus sueños no detuvieron puso de relieve el indisoluble vínculo que uniendo la política a la ética significa que su valor consiste en ser imputable a la exclusiva responsabilidad de los hombres 745 Con este mismo movimiento puso de manifiesto que el apretado nudo que une a la política con la ética parte del poder práctico de la razón No sólo su filosofía política se convirtió en una política filosófica sino que se elevó a la dimensión de una metafísica del hombre y de su condición que después Kant denominará una “metafísica de las costumbres ” Nunca se repetirá bastante que Rousseau de ninguna manera ha pensadoa trazar programáticas sistemaelpolítico destinado rehacerlasellíneas mundo Ciertamentedenounaprecia absolu tismo monárquico que se impuso en su siglo; tampoco el nuevo despotismo de los monarcas ilustrados le agrada en forma alguna Pero el problema que está en el centro de su obra no versa ni sobre la ideología ni sobre la praxis política Inscribe su meditación en otra altura filosófica serena o febril según el caso dentro de la perspec tiva de un idealismo trascendental que no desarrolla por completo sino que es el primero en revelar No obstante su pensamiento es Lessing no tendrá culpa más allá de este concepto de responsabilidad de prolongar la antropodicea de Rousseau por la idea de una “educación del género humano” que como la pedagogía de Emile es absolutamente necesaria si se quiere evitar que los hombres entre los hombres no sean verdaderamente humanos
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balbuceante; si es cierto que contiene ambigüedades que habría sido necesario resolver manifiestas contradicciones que habría sido necesario eliminar lagunas que hab ría sido necesario colmar lo que en gran parte explica las interpretaciones divergentes a las cuales dio lugar tanto su fuerza como su esfera de influencia es impre sionante y su unidad dialéctica revela una v ía crítica que no se sabe aún tal pero que siempre reconoce la primacía y los límites de la razón práctica humana Será necesario esperara al genio de Kant para descartar los malentendidos y para completar el significado de un humanismo crítico que aunque no fue por entero consciente de sí mismo animó sin embargo de principio a fin la política filosófica de Rousseau Si por un momento este humanismo crítico pareció estar cerca de sucumbir bajo los asaltos de la inquietud metafísica en él perma nece la intuición pionera que él mismo no llegó a desplegar plena mente como autor de El contrato social Conformado la punta de lanza de un nuevo método de inte rrogación sobre la condición socio política de la humanidad él no termina de revolucionar la perspectiva del derecho político Rousseau juzga que Jean Jacque s no se equivocó al escribir: “En un siglo donde la filosofía no hace más que destruir sólo este autor edificó con solidez ” 746
Dialogues Rousseau juge de Jean Jacques IX p
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