¿PODEMOS SER SANTOS? Por Frank Duff ¿QUÉ ES UN SANTO? En el corazón de cada Católico de buena voluntad, Dios ha implantado el deseo de llegar a ser santo. Hasta Hasta hoy pocos han hecho un esfuerzo esfuerzo serio por entender esta aspiración. aspiración. La causa de esto, es el desaliento ocasionado por el concepto erróneo de lo que realmente es un santo. !u" !u" es un sant santo# o# La resp respue uest sta a habi habitu tual al a esta esta preg pregun unta ta es$ es$ algu alguie ien n que que hace hace penitencias e%traordinarias y milagros. &ero, "sta es una descripción incorrecta, ya que no son esenciales ni milagros ni grandes penitencias. El hombre que hace un milagro, no se engrandece ante los o'os de Dios por eso( y, si es verdad que la penitencia en alguna forma es necesaria, la doctrina de los santos en esta dif)cil cuestión es alentadora. Lo qu" ellos hacen no son penitencias corporales de un tipo espantoso, sino la anulación estricta de las delicadezas, consuelos, y comodidades. *os dicen que tengamos cuidado de no da+ar nuestra salud, y alimentarnos en forma suficiente, para permitirnos traba'ar y orar sin dificultad. Hay una amplia oportunidad para la mortificación ms severa en la moderación de los o'os, la lengua, y en la guerra contra los siete &ecados Capitales. -in embargo, hay otra definición de lo qu" es un santo. Esta es$ lguien que, con el ob'eto de agradar a Dios, hace sus deberes ordinarios, e%traordinariamente bien. /al vida puede realizarse sin una sola cosa e%cepcional en ella, sin despertar la atención de los dems, preocupado por los peque+os detalles, y esta es la vida de los me'ores amigos de Dios. Es obviamente un est)mulo para crecer en la santidad. Cuando vemos esas cosas que nos aterran en la vida de los -antos, es porque nos sentimos incapaces de hacerlas, pero eso no es la parte importante de la santidad, pues debemos sentimos alentados para empezar cada d)a y hacer un esfuerzo serio por una gran santidad. Estos son los prime primero ross paso pasoss dado dadoss en el plan plan que que realm realmen ente te se propo propone ne.. !uiz !uizs s las las pala palabra brass siguientes del Cardenal *e0man nos animen a dar un paso adelante en este camino$ 1-i me pregunta que se debe hacer para ser perfecto, yo le digo$ primero, no permanezca en la cama ms del tiempo debido( d" sus primeros pensamientos a Dios( haga una visita al -ant)simo -acramento( diga el 2ngelus devotamente( coma y beba para la gloria de Dios( rece rece bien bien el 1-anto 1-anto 3osari 3osario( o( recó'a recó'ase( se( ale'e ale'e los malos malos pensam pensamien ientos tos(( haga haga bien bien su meditación( e%am)nese diariamente( acu"stese a tiempo y usted ser perfecto1.
¿Quiénes están llaa!os a ser santos? Cada persona que nace es llamada a ser santo. Es cierto no importa que usted se sienta incapaz, incapaz, usted puede ser santo santo esta recibiendo recibiendo las gracias suficientes, suficientes, si corresponde corresponde a ellas, puede llegar a la santidad. 4a hemos visto que no se nos pide nada ms all de nuestras fuerzas( la santidad no es propiedad e%clusiva de cierta clase o manera de vivir. Entre los santos canonizados por la 5glesia hay reyes y mendigos, representantes de todo tipo de actividad mercantil, esclavos, ermita+os, personas de la ciudad, madres de familia, invlidos, soldados, y personas de toda raza y color. Como un -anto canonizado es un modelo propuesto por Dios, es evidente que la invitación para ser -antos se e%tiende a todos hombres y mu'eres de todo tipo. Es igua igualm lmen ente te un hech hecho o que que a aque aquellllos os que que inte intent ntan an seri seriam amen ente te resp respon onde derr a su invitación, Dios les da la ayuda suficiente hasta llevarlos a la meta.
"os !os é#itos 6bse 6bserv rvem emos os cómo cómo el anhe anhelo lo de fama fama o de riqu riquez eza a muev mueve e a los los homb hombre res. s. !u" !u" sufrimientos soportar)an por obtener una ganancia terrenal. 4 al fin, aunque defraudados, transmiten a sus hi'os los mismos anhelos de "%ito mundano, y as) cada generación sentir sentir 7 el mismo mismo golpe golpe cansad cansado o del p"ndul p"ndulo o 8la 'uventud 'uventud ambici ambiciosa osa y amarga amargada da 3ealmente vale la pena el esfuerzo# /antos impedidos por la falta de salud o de conocimiento o de inteligencia piensan, que no se 'ustifica tanta lucha. E%cepto para unos pocos, esforzarse es p"rdida de tiempo. De qu" diferente manera trata Dios a cualquiera que est" esforzndose para alcanzar la santidad. Eso es verdad. Cualquier esfuerzo recibe su recompensa. /odo es en nuestro favor( toda obra hecha con salud o enfermedad, pobreza, riqueza, bueno o malo a los o'os del mundo 7 puede al hombre de buena voluntad asegurarle una ganancia espiritual. toda petición razonable concedida, desaparecen los obstculos( con solo saber que ning9n esfuerzo es permitido ms all de nuestras fuerzas. los o'os del mundo, esto parecer)a un cuento de hadas, pero esta es la verdad sobre la forma como Dios trata a quien busca seriamente las riquezas celestiales. Ciertamente, como tantas personas buenas, ellas no tienen ninguna ambición de ser -antas, es lo que piensa una persona poco generosa. Cuando Dios tiene puesto su cora corazó zón n en noso nosotr tros os,, perm permitite e que que nos nos reso resolv lvam amos os a agra agrada dado do y a camb cambio io nos nos da generosidad por generosidad.
So$ un ont%n !e !e&ili!a!es 1:e espanta pensar en una vida de esfuerzo constante para dominar mi naturaleza en una nueva forma. *o tengo fuerza de voluntad para intentarlo y es una vida ms all de mis capacidades1. Con tales razonamientos, nos endurecemos ante la llamada que tan frecuentemente o)mos. o)mos. *os *os olvida olvidamos mos que los mismos mismos labios labios santos santos que dicen, dicen, 1;en 1;en y s)guem s)gueme1, e1, tambi"n dicen a todos, 1:i yugo es suave y mi carga ligera1, entonces, -er que est equivocado con nosotros al llamarnos a que tomemos el yugo de Cristo# Es nuestro punto de vista. Las ideas insignificantes ocupan las fuerzas de nuestras mentes y forman nuestros pensamientos( mientras
Una nue'a (ers(e)ti'a El secreto para animarse a esto se contiene en pocas palabras( debemos enfrentar los hechos. De vez en cuando debemos darle una oportunidad a la mente para levantarse sobre las ideas en que se sumerge, poco importantes, y debemos enfrentar con serenidad las verdades austeras que se agrupan lrededor de los hechos centrales de la :uerte y la Eternidad. &iense en la inmortalidad del lma( la locura de preferir lo temporal a lo eterno( la brevedad de nuestra nuestra estancia en la tierra( la pro%imidad de ese momento momento que decidir decidir todo( la importancia de cada minuto que se aprovecha debidamente nos pone en contacto con lo fugaz del tiempo, tiempo, que da forma a nuestra nuestra vida eterna eterna ms all de la tumba. tumba.
6cuparse deliberadamente con estas consideraciones solemnes y permanecer todav)a indiferente es imposible. >amiliarizarse con estos pensamientos trae una nueva fuerza a nuestras vidas. s) se opera en nosotros un cambio maravilloso. Como si la agu'a de la br9'ula fuera a volverse al *orte y el punto debido es el sur, la voluntad busca lo mundano y la razón nos lleva delante de Dios. gregue un poco de amor y traba'ar para ser un santo. 4a refle%ionamos bastante. unque hemos estado dudando, 1los d)as preciosos se han marchado, y nosotros nos encontramos en los rpidos sobre las grandes aguas de la tumba y o)mos la ca)da de las aguas en el abismo inconmensurable, y sentimos la atracción de la eternidad1. ?La eternidad@@ @qu" pensamiento@@ s), en el *ombre de Dios, que nos permitió empezar, mientras todav)a tenemos tiempo, y mientras la sed de amarlo ardientemente todav)a est en nosotros.
Una nue'a a&i)i%n /eme posponer lo comenzado. &orque crece el fr)o de la indiferencia, y nuestro gran destino se olvida. ?6h, mi Dios@ Conc"deme que no tenga en m) indecisión, que permitas en este d)a verme a mi mismo. 4o confieso que tu traba'o nunca ha sido algo para mi por mis ocupaciones, por mis momentos ociosos. :i corazón ha estado fi'o en las cosas que pasan. &ero de aqu) en adelante me dar" completamente a /i. Devu"lveme los a+os que el gusano y la langosta han devorado( que yo pueda un d)a restaurados para ti, y avanzar en lograrlo. 4 no pido cosas grandes$ la vida del misionero o el mon'e, o aquellos otros que veo a mi alrededor con tanto compromiso. *o pido nada de esto( pero simplemente pon mi rostro firme e incansable para seguir la vida com9n que d)a a d)a est ante m). -atisfecho con esto yo te amo, e intento que seas amado. La naturaleza se rebela contra esta vida con su ronda interminable de tareas triviales y llena de tentaciones para tomar descanso en el entretenimiento o el cambio. &arece dif)cil ser grande en las cosas peque+as, ser heroico haciendo lo trivial( pero esta vida es /u ;oluntad para m). Debe haber un gran destino en ella. 4 yo estoy satisfecho. Estimado Aes9s, te ruego que me des la fidelidad hasta el final, para estar en mi puesto cuando llegue la 9ltima llamada, y descansar por fin en tu abrazo. =na vida valiente, y fiel hasta el fin. =n deseo peque+o, muy apreciado por Aes9s, y que lo abarca todo.
*a)erlo realente en serio La buena voluntad es la base de nuestro progreso. &or buena voluntad se entiende no un deseo vac)o de alcanzar la meta, sino una prontitud por esforzarse a lo largo del camino que nos lleva a ella. hora, el s)mbolo de nuestra religión es una Cruz. *uestro -e+or nos ha dicho que nosotros debemos llevarla diariamente si deseamos ser perfectos. &or consiguiente, qu" e%cusa puede haber para estar inconformes, cuando el 'uicio caiga sobre nosotros# El descorazonamiento evidentemente llega sin pensado. &ero quien se rinde, simplemente nunca lo har en serio. De tales ha dicho *uestro -e+or$ 1Estos no ten)an ra)cesB
"a (erse'eran)ia Hay normalmente dulzura al comienzo. Dios da esta ayuda libremente para animarnos, as) como se le da una mano a los ni+os que aprenden a caminar. *o es bueno para nosotros que siempre nos ayuden, porque despu"s de un rato la dulzura disminuye.
Entonces llega el momento cr)tico cuando nuestra resolución se pone a prueba. Los ngeles guardianes lloran por ver a tantos que ten)an esperanzas de alcanzar la santidad y pararon muy temprano en su curso. hora, rendirse porque nuestro fervor sensible se ha ido, es admitir que nosotros nunca tuvimos en la mira agradar a Dios, sino nuestro propio placer. -i nuestro gusto en el traba'o se ha ido, no volvemos a traba'ar. l parecer, poco nos importa el complacer a Dios en el traba'o 7 siempre es lo mismo 7 ms a9n, la ofrenda hecha de un corazón enfermo y un cerebro cansado siempre es lo ms preciado. La perseverancia es la 9ltima gracia que se nos da y lo ms grande. Es la prueba de nuestra buena voluntad. La e%citación, la novedad o una docena de otras cosas meramente humanas pueden empezar algo, pero no podrn continuarlo. !u" les pasa a aquellos que empiezan tan espl"ndidamente y se detienen tan pronto# Llame voluntarios para realizar cualquier buen traba'o. Hay muchos 7 llenos de entusiasmo 7 pero dif)cilmente uno que permanece firme, apenas uno que de'e sus manos en el arado hasta el fin... Hay alguna razón definida del por qu" todas estas personas carecen de la calidad de la perseverancia#. qu) esta la respuesta en las palabras del famoso &adre de 3avignan$ 14o afirmo que todas las deserciones, todas las deficiencias espirituales, todas las miserias, todas las faltas, e incluso el pensamiento ms serio sobre el camino correcto, proceden de esta sola fuente 7 la necesidad de constancia en la oración humilde y permanente1.
El Se)reto !e la Perse'eran)ia es la Ora)i%n +uil!e l leer las vidas de los -antos, uno concluye que ellos pertenecen, apro%imadamente, a dos clases$ aquellos que se dieron a la contemplación, y aquellos que gastaron sus vidas en los traba'os activos. En realidad, ellos eran todos iguales. /odos eran almas cuyas vidas necesitaban de la oración. La oración era su negocio. -us buenas obras eran valiosas porque brotaban de la oración( y las buenas obras no pueden e%istir sin la oración. Como el tronco de un rbol lleva a las ra)ces. El presente es un tiempo en que los católicos estn mostrando con sus traba'os la caridad y la fe que hay en ellos. El acto ms ordinario puede ser santo cuando es inspirado por una santa intención, si se entienden bien las palabras el mismo Cristo, asegura$ 1Lo que hiciste por uno de estos mis peque+os hermanos, tu lo hiciste por mi1, eso nos atrae poderosamente a estar al servicio de nuestro pró'imo. Las posibilidades de santidad aqu) son inmensas. &ero no se entiende bien el equilibrio apropiado entre la oración regular y las buenas obras y esto es esencial para la perseverancia hasta el final. Hay una tendencia a considerar que las buenas obras son piadosas por si solas. -u variedad las hace fciles, mientras que la oración es dif)cil. dems, nos gusta ver los resultados y normalmente nosotros no vemos los resultados de la oración. s) que reducimos las oraciones a poco o nada y nos satisfacemos con las limosnas que damos como traba'o suficiente para nuestro pró'imo. Los lectores del Canónigo -heehan recordarn cómo una manera similar de razonar acabó en el desastre como el caso de Luque Delmege con la p"rdida completa de su espiritualidad. Claro, "ste es un caso e%tremo. &ero todos conocemos a muchos con nobles cualidades, santas intenciones y grandes promesas que sólo alcanzan un cierto punto y no llegan le'os, en cierto modo, estos proyectos de -antos que se dan por vencidos y no avanzan son la mayor)a y es de lamentar.
Es ms fcil sacar a un pecador del fango que inducir a tales personas a salir del estado de tibieza que nunca Dios quiso para ellos. La causa de todo este lastimoso fracaso es que no hay suficiente 6ración.
,Ore- ,Ore- ,Ore s) es como -anta /eresa resumir)a todas sus ense+anzas. Las personas no entienden la importancia de la oración. Ellos dicen que es dif)cil. !u" maravilla, considerando que ellos no hacen ning9n esfuerzo para aprender. El hombre que piensa que es bastante natural poner a su hi'o de a+os a aprender comercio, pensar)a que es absurdo gastarse horas leyendo un libro que podr)a ense+arle a orar. La oración debe ocupar un lugar prominente y definido en nuestras vidas. Esto no significa que tenemos que gastar muchas horas cada d)a hasta cansar nuestras rodillas. &ero ciertamente nosotros debemos rezar por lo menos dos veces al d)a, o incluso tres o cuatro veces por d)a. 6ra poco el que solo ora con sus rodillas. s) como una campana que puede permanecer todo el d)a en silencio con un solo golpecito ocasional suena, as) el alma que no se eleva en constante oración, si de vez en cuando aplica la palmadita de una inspiración, de un pensamiento, de una 'aculatoria. *unca permita que su mente este demasiado ale'ada de Dios. La gran desilusión para orar que la gran mayor)a siente es porque el tiempo que de'amos para la oración no obedece a un plan definido que nos lleve a permanecer en
E" D.A EN DETA""E "a (ie!ra an/ular -e debe tener en cuenta principalmente la importancia de nuestro d)a 7 y en una consideración aparte, 7 como la propia Cruz 7 debe e%istir la :isa diaria y la recepción de la -agrada Eucarist)a. Estos son obviamente los ms grandes medios de racia que se necesitan. La persona que puede fcilmente ir a la :isa de la ma+ana y no lo hace, sólo se enga+a a s) mismo si piensa que "l le est apuntando a la gran santidad. La :isa y la Comunión significan un d)a perfectamente empezado 7 y "sa es la mitad de la batalla 7 &ero fuera de este gran acto, dos obligaciones ms peque+as vienen$ aF sus vecinos pr"steles un libro( d)gales unas palabras sobre la asistencia a la -anta :isa para animarlos( hay muchos que faltan a la :isa Diaria. bF &ara s) mismo( lea un libro para aumentar el conocimiento y la perseverancia.
El ofre)iiento !e la a0ana El d)a debe empezar en la ma+ana con el ofrecimiento de todos nuestros pensamientos, palabras, y acciones a Aes9s a trav"s de :ar)a. Este ofrecimiento debe ser la idea que gu)e el d)a entero. *o necesitamos repetir muchas palabras muchas veces, pero el pensamiento debe quedar en el corazón, y gobernar nuestra vida diaria de tal modo que sintamos estar traba'ando para Dios y no para el mundo.
Nuestro tra&a1o !iario &rimero, no permita que nadie se enorgullezca de tener lo que se considera una ocupación privilegiada, despreciando al criado o al traba'ador manual. l hacer esto rompe con el Cristianismo alindose al paganismo que en todas las edades ha sido considerado como el ms grande de todos los males.
eneralmente los seguidores de nuestro -e+or fueron los ms humildes 'ornaleros manuales, y la ense+anza entera del Cristianismo tradicional ha sido e%altar el traba'o manual, y ense+ar a ser pobre, a esforzarse.
"a i(ortan)ia !e una i!ea )orre)ta !e tra&a1o Como la mitad de nuestro d)a lo gastamos traba'ando asiduamente, es evidente que tenemos la necesidad de entender la dignidad y la santidad del traba'o. En relación con esto, nuestro traba'o, cualquiera que sea, como costurera, 'ornalero, maestro, doctor o gran'ero nos lo dio Dios como un medio de santificación y como una penitencia por nuestros pecados. Ese es el fundamento de nuestra vida espiritual. !ui"n descuida su traba'o y todav)a piensa, que est llevando una vida santa, porque dice muchas oraciones, se enga+a.
Una i!ea )orre)ta !el !e&er *os dicen que hagamos lo que es nuestro deber 7 y en el momento correcto. El deber no es algo que este fuera de nosotros como la ropa de traba'o, como tantas personas lo imaginan. =n deber va antes que las 1devociones.1 Es su deber lavar los platos# no se escape a cambio de una endición. Hay en el d)a muchos deberes que parecen menos importantes que otros, y por esta razón pensamos que es de muy poco monto al lado de otros, satisfacerlos en el momento oportuno tal conducta es equivocada, y no construye un carcter fuerte. El valor real de nuestro d)a est en el cumplimiento e%acto de todas nuestras obligaciones. Los mayores deberes cuidan de ellos 7 su importancia los hace fcil 7 Est" atento particularmente a las cosas peque+as. Considera tu d)a entero como un cuadro donde cada l)nea tiene su lugar apropiado donde los ms peque+os pueden ser los ms esenciales. Haz todo como te supones que debes hacerla, y no denigres del detalle ms diminuto 7 no porque alguien est dirigi"ndolo 7 simplemente porque se supone que t9 lo haces. Hay un proverbio$ 1La muerte es ligera como una pluma. El deber es tan fuerte como el plomo1, y una vida vivida en la devoción al deber es una vida dura. &ero es la vida de un Hombre. qu) est una lección del Le'ano 6riente. =n artesano 'apon"s fue observado por estar gastando muchos d)as perfeccionando un art)culo que estaba haciendo. -e le preguntó &or qu" gastaba todo ese tiempo# -i nadie ver)a su traba'o.
Oran!o en nuestro tra&a1o ;emos que el traba'o y el deber son cosas santas cuando la idea de Dios est en ellos. &ero, por s) solos, no son lo bastante santos, pero s) para aquellos que estn intentando ser -antos. Debemos tener a Dios ms cerca de nuestro traba'o no limitamos 9nicamente al ofrecimiento de la ma+ana. Debemos insistir que est" con nosotros el pensamiento frecuente de
El e)aniso !e la ora)i%n fre)uente En el esfuerzo por construir un esp)ritu de oración como "ste, hay que contar con peque+as resoluciones 7hechas en los momentos de fervor7 para orar frecuentemente. Las resoluciones no tienen influencia sobre las personas que se han ale'ado de la oración. Debemos preparar ciertas actividades cada d)a, como llamadas regulares, una palabra o pensamiento de oración. lgunos de estos recordatorios que ya tenemos$ el 2ngelus, el agradecimiento por las comidas, el pasar por delante de una 5glesia, y otros. Este n9mero de acciones pueden ser aumentadas, para que realmente varios elementos de nuestra vida diaria nos lleven al fin a una fcil y natural elevación de nuestra mente a Dios. El paso de un entierro, la reunión con un amigo, una muerte, el p"ndulo del relo', el sonido de la campanilla, escribir una fecha, afilar el lpiz, el enhebrar de una agu'a 7 se podr)a continuar. siempre con sugerencias para tal lista. &ero las ocupaciones de cada uno determinarn lo que es me'or. *o importa cómo parezcan de tontos sus asuntos, puede haber mucho amor en ellos. En cualquier caso nada es tonto si lleva a Dios. Es me'or que estos actos no sean demasiado frecuentes. Ellos podr)an cansar aunque las intenciones sean buenas, podr)an interferir atención en el traba'o. &ero todos los actos anteriores, deben, contribuir para que el principiante, est" definido. Es decir, la resolución debe tomar esta forma$ 1-iempre que mire mi relo' o cualquier cosa a mi alrededorF, dir" una 'aculatoria1. *o detenga esta prctica porque pueda parecer mecnica al principio y menos piadosa y aburridora. El hbito vendr pronto en su ayuda y lo har menos dif)cil. &ero siempre se necesitar la determinación, cuando el /entador haga esfuerzos para impedir tan e%celente prctica. :ientras se progresa en adquirir el esp)ritu de oración, esas cosas que son estorbo deben salir. Hasta que no logremos hacer silencio interior, no construiremos una verdadera vida espiritual real.
"OS O2ST34U"OS 5 "AS TRAMPAS EN E" 4AM6NO
El (e)a!o El pecado en sus diversas formas es claro, la mayor barrera. Cosas tan serias como la deshonestidad, hacer el mal al patrón o a aquellos que traba'an para uno, 'ugar apuestas, la intemperancia, maldecir, son el peor camino. &ero seguramente esto es innecesario. Estamos considerando una persona que est haciendo un esfuerzo serio por la santidad( qui"n es totalmente consciente de la gravedad de tales males, y qui"n probablemente ya las ha sacado de su vida. /ambi"n estn las faltas comunes como$ el amor propio, la mentira, la maledicencia, la vanidad, la envidia, el orgullo y de ah) en adelante, agresiones personales, de tal suerte que una vida podr)a gastarse con pobres resultados. =n "%ito ms seguro podr)a obtenerse calladamente si se desarrolla mucha oración y amor. Esto inducir a la mente a repudiar el mal. /ales fallas no vuelven a ser tentaciones, simplemente se desechan de la vida. /odo lo anterior simplemente es la clasificación del pecado. Cuando somos culpables de cualquiera de ellos, sabemos que es una ocasión para el arrepentimiento y la enmienda. &ero hay otros enemigos de la santidad que estn ms escondidos, y que constantemente incluso enga+an a las personas bien intencionadas asumiendo una inocente y loable apariencia. Entre "stos el respeto humano, el disgusto, una lengua desenfrenada, el temperamento enfermo, el desaliento, la presunción, pueden mencionarse. La gravedad de ellos es que son cometidos por personas buenas, cuando el pecado se comete, por ignorancia no es pecado.
El !es)ontento
4uan!o el !es)ontento se !estierra quellos que siempre han estado en la amistad )ntima con Dios no pueden valorar totalmente la grandeza de este tesoro, la paz de la mente, que ellos siempre han pose)do. &ara aquellos que han e%perimentado lo contrario, este sentimiento de calma, lleva un mensa'e pleno de la presencia del Esp)ritu -anto en el alma. Est en camino de esa tranquilidad que era un rasgo notable en las vidas de los -antos. &or e'emplo, en los escritos de -an ;icente >errer$ G-i en las calles, en el coro, en su propia celda, predicando, en una 'ornada, o en cualquier cosa que hiciera, siempre estaba tranquilo porque "l hacia un oratorio en su corazón, y all) conversaba continuamente con Dios sin que cosa alguna e%terior lo perturbara1 .
Otro o&stá)ulo /ran!e7 el res(eto +uano El peligro del 3espeto Humano no se reconoce suficientemente. En casi cada Católico e%iste un poco. En el caso de algunos, est fuera del asunto un defecto tan grave para la santidad real. El 3espeto humano puede definirse como tener en cuenta la opinión de otros en lugar de nuestra conciencia. La mayor)a considera rid)culo e impopular evitar el ir en contra de la verdad y de los principios de los dems. -e empieza por las cosas peque+as, si constantemente uno se rinde al 3espeto Humano se provoca una ba'a general de principios. -e alcanza un estado de mente diferente de la santidad, como la tiza lo es del queso. =sted siempre tiene el hbito de bendecir sus comidas. Cuando no esta en casa por vergIenza usted no lo hace. elipe *eri, leemos cómo el -anto ten)a la costumbre de imponer penitencias muy humillantes a sus disc)pulos en su ansiedad de destruir en ellos cualquier rastro de "se esp)ritu tan com9n. /ales prcticas en nuestros d)as ser)an terribles e%tremos. qu) est una sugerencia que no es e%trema. yudar a cualquiera que quiera la destrucción de este defecto. Lleve algo abiertamente Católico( alguna insignia devota o un peque+o emblema que lo identifiquen como Católico que no se avergIenza de ser reconocido como tal. El sentimiento de aversión para hacer esto que tendrn muchos, es la prueba me'or de su valor( es que el esp)ritu que usted busca matar est protestando. Las ob'eciones como$ 14o no creo en insignias7desgastadas1, y 1*i creo en las manifestaciones p9blicas de mi religión1, generalmente no son sinceras. quellos que hablan de esta manera rara vez tienen ob'eciones para llevar insignias pol)ticas o comerciales. -ea honrado. El problema es que no est muy orgulloso de ser Católico. Es natural que usted haga p9blico lo que es. El sacerdote y la mon'a anuncian al mundo lo que son. /ambi"n permita a los laicos, en alguna forma, confesar a Cristo ante los hombres para que "l pueda un d)a confesarlo ante -u &adre Celestial. &ero con una sana moderación. *o haga nada que gane el
nombre de e%c"ntrico, esto puede destruir mucho su influencia. Cubrir su ego con emblemas religiosos o hacer muestras innecesarias de devoción en la 5glesia son errores.
El !esaliento $ el or/ullo El valor espiritual de cualquier traba'o no lo 'uzgue por los peque+os o grandes resultados que ve, sino por la pureza de intención y el esfuerzo que ha puesto en "l. El sermón elocuente o el libro que convierte a muchos, podr)a tener menos m"rito para su autor que el ms peque+o acto de sacrificio. Es tonter)a descorazonarse por falta de resultados visibles como vanagloriarse por el "%ito aparente. :uchas personas calculan ver cosas maravillosas provenir de sus traba'os, mientras los -antos se enfrentan a menudo con el fracaso constante. Cualquier cosa que emprenda, hgala bien. &ermita que esto sea su 9nica preocupación. *o est" ansioso por resultados, le puede traer la presunción, y destruir la belleza de cualquier traba'o a la o'os de Dios. Evite algunos remordimientos a causa del "%ito por la presunción( el sentido com9n le dice cuan peque+o es usted cómo peque+a es su entrega( y cunto ms podr)a hacer fcilmente si le gustara. 4 entonces contrasta con esa multitud de personas buenas que hay en el mundo que han de'ado todo por causa del :aestro, y todav)a se cuentan como los ociosos en su presencia. -u oración frecuente debe ser$ 1Aes9s, manso y humilde de corazón, haz mi corazón seme'ante al vuestro1. -i usted es absolutamente humilde, Dios lo destinar ciertamente para alg9n gran traba'o. 6 Aes9s, yo deseo ser un santo, no que pueda ser grande, pero que /9 me ames inmensamente.
"AS ARMAS 5 A5UDAS "a !e'o)i%n a Mar8a 1:u"streme cómo dices a :ar)a slvame1, di'o un gran -anto, 1y yo te dir" cómo amar Dios1. La 7 yemas de los dedos de muchos -antos 7 se endurecieron por el paso de las cuentas de su 3osario 7 /enga la misma prctica. me inmensamente a :ar)a. Lea y ore, y ore de nuevo, hasta que consiga ese amor. 5mplórele a *uestro -e+or que le d" el amor por Ella que
San 9osé *uestro -e+or y -u :adre bendita necesitaban a -an Aos" para su diario sustento. lgunos se preguntan por qu" la 5glesia nos dice$ 1;ayan a Aos"1.
"a ne)esi!a! !e le)tura es(iritual Lea literatura buena( haga que otros tambi"n lo hagan( y despu"s, todos haremos buenas obras. Debemos formar un gusto por la literatura religiosa. 4 tener un lugar cada d)a para ella. s) adquiriremos un inter"s en nuestra religión( ampliaremos nuestro conocimiento de la doctrina de la 5glesia( y aprenderemos de su historia, las glorias, las instituciones, los antagonistas, y podremos contestar las innumerables preguntas y ob'eciones que constantemente proceden del amigo y del enemigo. Hay una carencia de literatura religiosa. &robablemente tendremos que comprar la mayor)a de los libros que nosotros deseamos leer. &ero hay poco inter"s, se compra ocasionalmente un libro y se lee completamente no ms de una vez. -i un autor ha puesto el pensamiento profundo en su traba'o, esto no se aprecia en una lectura. Despu"s de esto, entendamos que la misión de un libro no es recoger el polvo, pero s) almas. Env)elo en una ronda apostólica entre los amigos en que usted puede confiar que devuelvan el libro prestado. lguna revista religiosa debe llegar a nuestra casa regularmente 7 una que nos mantenga en contacto con el acontecer mundial de la 5glesia =niversal.
De&eos leer las 'i!as !e los santos Estamos acostumbrados a leer los titulares. 5nconscientemente, nosotros formamos nuestras vidas por algunos de ellos. El propósito de Dios al permitir la Canonización de los -antos es proporcionar un modelo que nos atraiga y aumente nuestra bondad y hero)smo. Los santos son la doctrina y la prctica de la santidad hecha visible. -i frecuentamos su compa+)a, imitaremos sus cualidades.
"a (re/unta !el (eri%!i)o *osotros nos inclinamos ms de lo necesario en leer los periódicos, para estar en contacto con lo que est pasando en el mundo. Debemos tener cuidado para que ello no nos apegue ms al mundo. El periódico moderno se escribe tan bien, tan atractivo a la vista que tiende a volverse absorbente. Es una tendencia de Hoy a vivir entre los periódicos. La discusión interminable, una perspectiva pre'uiciada, poco conocimiento, un hast)o por la literatura seria o buena, p"rdida del poder de concentración, memoria defectuosa tales son los productos de esas
horas gastadas in9tilmente, mientras que el 3eino de Dios podr)a avanzar poderosamente.
Me!ita)i%n7 reali:a)i%n7 a))i%n La lectura es una preparación directa para la oración y la intimidad con Dios. &ara meditar en las materias religiosas, debe haber le)do algo para poder meditar despu"s. La lmpara no tiene el aceite. &ero, lea despacio y piense sobre lo que leyó. Libros le)dos rpidamente atravesados a la carrera en forma irrefle%iva tienen tanto valor como una comida sin digerir. /enemos por lo tanto que echamos la culpa a nosotros mismos de malgastar el tiempo, si leemos sin el deseo de aprovechar nuestra lectura. /odav)a esto es nuestra costumbre. -i no meditamos, no comprendemos. De'amos en las profundidades ine%ploradas de nuestras almas las verdades divinas que deben gobernar nuestra inteligencia y que servirn despu"s para grandes cosas. Hay una diferencia maravillosa entre creer simplemente y comprender. qu) hay algunas verdades que todos nosotros creemos$ J. La muerte es inevitable7 despu"s el 'uicio. K. La gracia es la ms grande posesión en el mundo. . El pecado venial7 es el ms grande infortunio en el mundo.
¿A+ora +asta ;ué (unto )o(ren!eos estas 'er!a!es $ a)tuaos !e a)uer!o )on ellas? 4 de nuevo. -abemos que el Dios 5nfinito se volvió Hombre por nuestra causa$ no un 3ey 7
"a e!ita)i%n es al/o u$ !if8)il Hay muchos que realmente son incapaces de meditar de una manera regular. &or esto no deben descorazonarse ni evitar la meditación. La meditación es muy aconse'able, y un m"todo como el siguiente puede usarse. &ara traer al :aestro vivamente ante nuestras mentes, debemos esforzamos en considerar atentamente a ese :odelo Divino. -u forma delgada, y su cara serena y encantadora, sus palabras, y sus acciones 7 tom"moslas una por una, y refle%ionemos en ellas con afecto.
?!ue una belleza incomparable nos refle'a a todos@ su suavidad, sabidur)a, pureza, paciencia, ternura y amor verdadero hacia nosotros a pesar de nuestra indocilidad y deslealtad. :ire, admire, y busque encontrar una inspiración en su encanto. *uestro consuelo es que no buscamos infructuosamente. Los tesoros de su perfección no estn como los tesoros del mundo, detrs de las barras o en los museos 7 para ser admirados pero no pose)dos. Cada perfección que brilla en Aes9s esta all) sólo para comunicarla a nosotros con todo su Corazón,
5o no (ue!o e!itar en a&soluto quellos a quienes incluso una forma simple de meditación es dif)cil, le ser ms 9til tomar alg9n libro espiritual ante el -ant)simo -acramento, y leerlo muy despacio 7 ms a manera de oración que de lectura ordinaria. >recuentemente haga una pausa 7 despu"s de todo, cada palabra representa una idea 7 y hable en la &resencia Eucar)stica. Es me'or que gaste mucho tiempo en cada frase. La habilidad de repetir la lectura es una forma muy satisfactoria de hacer meditación.
El tra&a1o (or nuestros (r%1ios El hecho de que Dios en -u &rovidencia nos haya de'ado en el mundo, en vez de darnos una vocación religiosa, indica que
"a influen)ia ;ue (o!eos e1er)er El poder que tenemos para influir sobre los dems para el bien o el mal, es tan grande que es casi sin l)mites. La e%plicación de esto es que cuando Dios encuentra una persona dispuesta, humilde, traba'adora y fiel, la utiliza como un canal para dar sus gracias a otros. 4 es horrible decir, hay muchos que se prestan de manera similar para ser instrumentos del diablo, y aceptan el destino terrible de ayudarle en su traba'o. =n pensamiento en hombres tales como -an &ablo, -anto Domingo, -an >rancisco de s)s y por otra parte, Lutero o ;oltaire, sirven para demostrar, lo que las ideas de un hombre pueden 7 influir en el mundo entero, siglo tras siglo. El hombre es peque+o, pero un hombre que toma en serio una idea no es peque+o.
Prue&as ;ue uestran el (ro/reso Ciertos 'uicios pueden esperarse. -eremos burlados, nos dirn con desprecio 1los supuestos -antos, cobardes1, y nos censurarn con estrechez de miras e intolerancia. La 9ltima acusación debe ser bienvenida. *os pone fuera de esa numerosa clase que es considerada de mente abierta cuando en realidad son sólo oportunistas. /odav)a el 'uicio posee simplemente algo de verdad que lo hace hiriente para nosotros. &or, tener reglas definidas de principios y conducta, significa que nosotros parecemos estrechos ante aquellos que les estorba seme'ante comportamiento. Es la contraprestación de ser correcto.
Al/unas res(onsa&ili!a!es !e santi!a! &ara penetrar en las mentes de personas piadosas, como quiere indudablemente si traba'a para ellos, involucra una responsabilidad. &uede ser sin razón para ellos, pero no obstante las personas 'uzgarn la religión en general por usted. -i tiene un aspecto definido, est haciendo un beneficio a la religión haci"ndola atractiva para otros. -i se hace un buen -amaritano para todos, cuya lengua como la de -an lfonso de Ligorio no dice cosas speras o sarcsticas, cuyos hechos lo demuestran 7 usted atraer a los hombres y ms todav)a, les har amar Dios, porque con su bondad ellos lo vislumbrarn. &or otro lado, si usted est descuidado en su traba'o, sucio en su vestido, incorrecto en su conducta, hace a su religión una lesión, postrndola con usted. Es una gran cosa que Cristo haya puesto su honor en sus manos. -i usted lo ha hecho a medias, esto puede estimularlo. dems, significa que el lado mundano de su vida$ su traba'o en la fbrica o en el hogar, o en la escuela t"cnica o en la universidad o en el sindicato, en el atletismo, la m9sica, la pintura, entusiasmado pueda decir que todo lo hace para
"os ata;ues )ontra la 6/lesia Dondequiera que est", en su traba'o o en el club o en sociedad, usted oye que las dificultades aparecen cuando aparecen las preguntas que quizs, golpee los fundamentos de la 5glesia o de la fe y tratando de ayudar a otros, no se olvide del peligro en que est. :uchas de estas ob'eciones puede responderlas efectivamente con sus propios conocimientos. 6tras pueden parecer tan fuertes que lo asuste. Es entonces 9til pensar$ 1&ara toda ob'eción, hay una respuesta. /odas estas dificultades se han suscitado y se han podido contestar. Los grandes hombres en todos los tiempos le han buscado los vac)os a la doctrina de la 5glesia, ellos y sus filosof)as han pasado, mientras la 5glesia se mantiene viva1. -iempre recuerde que la verdad de la doctrina católica no depende de su habilidad para demostrarla. Diez vidas no ser)an tiempo suficiente para contestarse a s) mismo cada punto. La prueba real de ellas, las mentiras en la declaración de la 5glesia que es el pilar y la tierra de la verdad. s) que no permita que alguien lo desv)e con lo que dice. &ermita su ob'eción 7 aun cuando levante una dificultad en su mente 7 sólo d"se la oportunidad para un cto de >e$ 14o no entiendo, mado -e+or, pero yo lo creo porque la 5glesia lo ense+a y la 5glesia es infalible1. Lea la promesa de *uestro -e+or$ 1-obre esta 3oca edificar" mi 5glesia, y las puertas del 5nfierno no prevalecern contra Ella1. Entonces oye las palabras del -e+or :acaulay que no era amigo de la 5glesia y ve cómo esa promesa est en pie despu"s de diecinueve siglos$ 1Cuando vemos los tremendos
ataques a que la 5glesia Católica ha sobrevivido, encontramos dif)cil de concebir como Ella pueda perecer1.
"a llaa!a a los &uenos tra&a1os En tiempo de descanso, de oración, o la invitación de un amigo aparece una llamada a un buen traba'o. &uede ser muy dif)cil, pero no lo reh9se fcilmente, porque puede perder la vocación de su vida. -an gust)n dice esta palabras solemnes$ 1/ema a Aes9s que pasa y no vuelve a pasar1
4%o (o!eos +a)er /ran!es )osas Con inteligencia, el propio sacrificio, y un poco de conocimiento de la naturaleza humana y la ayuda de Dios todos produciremos grandes resultados$ aF organizar 7 cosas por personas que nunca las hacen, preprelas para ello( bF Llamar a personas que nunca hacen nada que las beneficie( cF traer individualmente a las personas que nunca responden a una 1llamada general. En otros t"rminos, somos el puente que cubre el abismo entre Dios y aquellas personas que
eF. Conoce a alguien que tiene el don de hacer que sus amigos se alisten en traba'os sociales. &res"ntele personas. fF. =sted ha le)do un libro que le hizo bien# Compre uno o dos e'emplares y hgalos circular.
Proo'ien!o retiros !e fin !e seana =sted podr)a traba'ar por los 3etiros espirituales, son semilleros de perfección cristiana 7 como el 9ltimo &ont)fice los definió 7 produciendo dondequiera que e%istan, e'"rcitos de traba'adores incansables en la causa de la religión, santificando lo bueno, animando lo deca)do. -i desea hacer obras de largo alcance para el bien, aqu) tiene los medios para realizarlo en forma rpida y cierta. 6rganice estos retiros, e%tienda fuera la idea, y donde no est"n todav)a, propóngase hacerlo.
A&rien!o un nue'o )aino =sted puede asociar a otros para hacer algo bueno, y da el primer paso que -an ;icente llama el sagrado contagio de la caridad. 5nicie una peque+a organización. 3eco'a algunos de sus allegados para un buen traba'o. Celebre unas reuniones regulares 7 semanalmente, si es posible 7 y discuta sus peque+os esfuerzos ba'o los auspicios de la oración. =sted tiene sus propias palabras
Al/unas foras fá)iles !e +a)er un /ran tra&a1o Las siguientes son algunas de las formas en que una multitud de hombres y mu'eres han empleado su tiempo libre para servir a Dios. El D)a del Auicio se mostrar el gozo que ellos le han dado, y el bien que han hecho. lgunos e'emplos aclaran que tal traba'o est dentro de la capacidad de cualquier persona que persevere.
=a> El )ate;uista -u -antidad &)o M fue interrogado una vez por una se+ora deseosa de hacer algo realmente bueno por Dios,
=&> "a Santa 6nfan)ia 6rganice y ponga a funcionar, con el permiso de su &rroco una rama de la -anta 5nfancia. /enga un doble ob'etivo a la vista$ primero, e%tender la devoción a las misiones e%tran'eras 'unto con la ayuda financiera de ellas( y segundo, entre en sinton)a con los ni+os que seg9n el reglamento tienen que pagar su peque+a suscripción mensual y personalmente. Conózcalos bien. Ens"+eles peque+as devociones y cómo hacer sacrificios. D)gales que coleccionen estampillas usadas( la propia prctica es una oración y "stas son apreciadas en las :isiones E%tran'eras. /al traba'o puede ser un modelo de -antos. ;er repentinamente el progreso de los ni+os. isita a los enferos La primera preocupación de -an 5gnacio de Loyola y sus compa+eros al llegar a cada nueva población era visitar los enfermos en los hospitales, sabiendo que haciendo esto, lo hac)an al propio Cristo. Esco'a alg9n hospital, de preferencia un hospital de pobres, y encuentre uno o ms pacientes que no tienen amigos ni visitantes. -ea su amigo y visitante. ;is)telos regularmente. -u sonrisas y sus palabras alegres har que sus visitas sean anheladas. 4 qu" oraciones llegarn al Cielo por usted de estos sufridos pobres de Cristo a quienes usted ha socorrido. =!> Pro(a/ar la &uena literatura Hay muchos que act9an como los promotores de peque+as revistas religiosas periódicas, llenas de instrucciones simples e interesantes. Ellos buscan suscriptores, y mes por mes los visitan 7 y se las entregan. El &adre, la madre y los ni+os las leern y sentirn su influencia. Es en la casa un faro regular de la gracia. =na viuda pobre ten)a una familia grande y dif)cilmente traba'a durante el d)a para sostenerla. -iempre empezaba el d)a con la -anta :isa y la -agrada Comunión. Ella ten)a cien subscriptores a la revista. Las entregaba en sus casas que eran distantes, por las tardes cuando ella terminaba su traba'o. Conoc)a bien a todas las familias y usó esta amistad para interesarlos en esas cosas que eran tan apreciadas por su corazón como$ la :isa diaria y la Comunión, el postolado de la 6ración, la :isión de :aynooth en China. Hace algunos a+os en *ueva 4orN una lavandera negra que hab)a gastado su vida en esta misma forma, tuvo un funeral en medio del dolor de miles de personas a quienes constantemente recordaba sus deberes para con Dios. mar a Aes9s y hacerlo amar... ?Esta es la prctica@ !ui"n puede apreciar el verdadero valor de tales vidas# =e> El )ole))ionista al aire li&re !e&i!aente autori:a!o E%hibiendo en sus manos sus libritos, debidamente autorizado y aprobado por el prroco( llevando en la mano la aprobación del -acerdote de la &arroquia, podemos ver el coleccionista al aire libre, normalmente un domingo, caminando a paso largo, esforzndose rpidamente, subiendo los escalones de las habitaciones, anunciando en las calle'uelas y de'ando atrs los caminos donde viven 8 los pobres 7 que son muy caritativos. qu) "l consigue semana tras semana uno ó dos peniques para alguna 5glesia que se construye con este fondo, u otro traba'o caritativo aprobado por el -acerdote de la &arroquia.
-iempre es un traba'o santo, con sus vueltas puede hacerse un apostolado genuino. amilia, y la manera en que se guardó la fe en los tiempos dif)ciles. -u referencia a las pró%imas :isiones ser ms poderosa que los carteles 7 que cubren las paredes. Es ms, las personas hablan sobre sus vecinos. s) que "l obtiene un buen conocimiento de su barrio, y su informe aunque un poco errado es 9til al -acerdote. 4 refiri"ndose a esto, su mismo paso, su rostro, sern como una aspiración de todos a la religión y un recuerdo especial para aquellos que son negligentes. Las personas irn a :isa o a recibir los -acramentos simplemente porque ellos lo vieron y les recordó su abandono.
E" SE4RETO DE 6NF"U6R EN "OS DEM3S Hay un arte para animar a los otros, y aquellos que traba'an para el pró'imo deben estudiarlo. *o diga 1yo no puedo1 o 1yo no tengo buena salud1 o 1*adie me considera1. &ero hay una cosa que puede revestirlo de poderes en sus relaciones con los otros 7 es el afecto para ellos.
D6OS EN SUS TRA2A9OS /odas las cosas son se+ales que conducen a Dios Hemos considerado ampliamente algunos m"todos de cómo servir a Dios. &erm)tanos intentar recordarle que son sólo m"todos. -iempre hay una tendencia a interesarse por cualquier traba'o que nos absorbe y olvidamos por qu" y para !ui"n lo hacemos. Es natural que esto pase. El traba'o es visible( lo sobrenatural no lo es( y las cosas visibles ayudan a lo sobrenatural de nuestras vidas. Esto disminuye el valor de nuestros actos como ofrendas a Dios.
En cambio, un poco de atención a las mismas cosas que nos inclinan o llevan fuera de Dios, nos recuerdan -u presencia en el mundo. Cuando nosotros vemos una 5glesia, aunque sea sólo una figura en la distancia, provoca un sentimiento de reverencia al pensar en su &resencia en la Eucarist)a. &ero las 5glesias son pocas. *ecesitamos ese sentimiento de reverencia en toda nuestra vida. &odemos hacerlo habitual si cultivamos la prctica de verlo en todas las cosas. l principio rancisco de s)s que hizo de todo en la naturaleza, un paso para subir al Cielo.
T@ eres te(lo !el Es(8ritu Santo !ue est en /i. -i pensamos que Dios est con nosotros en los traba'os, no debemos olvidamos de -u presencia. Es doctrina católica que el Esp)ritu -anto mora en cualquiera que est" libre del pecado mortal. La vida se aclarar)a inmensamente si pudi"ramos tener presente esta verdad maravillosa. ?Cómo podemos sentirnos tristes, o solos en la vida, o pensar que somos pobres@ -i consideramos a Dios en -u 3eino Celestial, nos inclinamos a pensar en
El 4ielo $ la Tierra están llenos !e tu loria La grandeza y el amor de Dios, siendo infinitos, no pueden ser medidos por nosotros. -ólo podemos imaginar vagamente una idea de ellos representndolos como la cima y lo me'or de lo que sabemos y luego tratar de elevar nuestras mentes por encima de dichos pensamientos. 6bserve al alrededor, todo es hermoso, poderoso, puro, e%quisito y glorioso. :)relos fi'amente y su belleza absorbe la respiración. &ero su belleza es sólo la sombra de la belleza de Dios.
la luz de esta verdad, la flor delicada, o el cielo coloreado con esplendor, nos hablan con un nuevo significado# ntes, nosotros los admirbamos por lo que eran( ahora ms bien, reverenci"moslos por lo que nos sugieren.
Dios o)u(án!ose !e los +o&res -u bondad est ms all de nuestra comprensión. La vida de nuestro -e+or en la tierra, la Hostia y el Cliz elevados en la :isa, deben damos una idea de la profundidad del amor que
4onfian:a )oo una )ara)ter8sti)a !e los Santos Con este esp)ritu de fe los -antos recibieron cualquier cosa que les negara. Ellos estaban envueltos en los brazos de una amorosa &rovidencia. Este esp)ritu hoy en d)a no es imitado por todos( hoy podemos verlo en los pobres, la calamidad ms grande se afronta con fortaleza. 1*o hay cruz que se rompa con el peso1, observemos entonces 7 aunque las lgrimas caigan rpidamente 7 1la voluntad de Dios se cumple( sea bienvenido lo que
Nuestro aor (or Él *uestros corazones fueron hechos para albergar el ms grande y el ms puro de los amores. &ara nada menos que para esto Dios los hizo. Es deshonroso tener estos vasos para contener un amor basado en premios o castigos, aunque esto sea as). 5ntentemos amar al uen &astor, hasta que lor &eque+a 7 clamemos anhelando$ 1?Aes9s@... ?Aes9s@... deseo amarte tanto... como nunca nadie podr amarte1. JOP 7 KQQ odas de 6ro LE5R* DE :3S :edell)n
>undada por el &resb)tero Aorge onzlez ;illegas en la &arroquia de -an Aoaqu)n El -enatus 5nmaculada de :edell)n, Celebra con '9bilo estas efem"rides gosto KT, KO, Q, J de KQQ :edell)n Colombia &ublicado en el 5nternet 000.legiondemaria.org