Pavonado del metal El verdadero origen del pavonado, nadie lo sabe, pero utilizándo la lógica podemos elevar varias teorías al respecto. La suposición más símple es la protección contra la corrosión de toda la superficie expuesta de metal. Si bien el pavonado protege en buena medida, no aconsejo a nadie que descuíde la limpieza y engrase de sus armas. Un buen pavonado en su fabricación, hace que piezas como esta lleguen lozanas a nuestros tiempos. Lógicamente las zonas de contacto pierden el pavón gradualmente. Con una adecuada limpieza y almacenamiento se garantiza la pervivencia de la pieza.
Le siguen las consideraciones táctico-bélicas, para que el centinela no vislumbre por anticipado las intenciones de un ejército invasor. Aunque también consideraremos que este punto es novedoso, correspondiente correspondiente al siglo XIX, ya que anteriormente el comportamiento bélico ante el ataque era el de anunciarse con ruidosas fanfarrias, cornetas, gaitas, tambores e hímnos que enaltecían la bravura de la soldadesca, motivándoles en tal medida que en una sola batalla se contaban decenas de miles en bajas humanas. En Waterloo, con sus vistosos uniformes y pendones, murieron aproximadamente setenta y cinco mil (75.000) hombres, mientras sus Mariscales de Campo y Generales observaban el desarrollo del brillante combate desde un otero bien seguros a retaguardia. El oficio del herrero es uno de los más arcáicos de la historia y bien saben estos que el metal, al someterlo a altas temperaturas, una vez se enfría, este se torna de color azulado. Y si además se le dota de ciertos tratamientos t ratamientos o añadidos, tipo de carbón de la fragua, etcétera, este se vuelve duro y frágil como el vídrio, o elástico y maleable como el plomo. Pero esto ya se denomina "temple" y será motivo de otra sección.
El tono azulado no es más que el resultado de un proceso de oxidación de la superficie del metal. Eso es, no es otra cosa más que oxidación, y esta forma una finísima capa que recubre el metal y al mismo tiempo lo protege de los agentes externos. Pero no es homogénea, es decir, que en su superfície habrá poros o micro áreas que no se hayan oxidado, fundamentalmente debido a partículas de suciedad o grasa, y que son invisibles al ojo humano; y es aquí por donde será susceptible de un ataque aún más feroz, ya que el proceso de corrosión al verse limitada en superfície, lo hará hacia el interior. La respuesta a la primera es de Pero Grullo: Porque el agente oxidante que provocó el pavonado deja de actuar sobre el metal. La respuesta a la segunda es algo más técnica: Porque la capa de óxido derivada del pavón tiene una estructura molecular distinta a la del metal que recubre, por lo tanto, es casi invulnerable a los agentes externos que oxidarían el metal. La respuesta a la tercera: Por supuesto. Uno de los métodos que me enseñó mi abuelo era sumergir la pieza en vinagre (ácido acético) durante un cierto tiempo. Existe otra forma de proteger la superficie del metal que no es otra más que dejar que se oxide bajo control, es decir, controlando la oxidación mediante cepillado del óxido y posterior aceitado ligero de la superfície hasta que esta adquiere una tonalidad marrón mate más o menos uniforme. No se considera pavón y, además, no se lo recomiento a nadie. Pero habrá quién le guste. Esta pieza de mi propiedad, un Colt Lightning Slide Action 50-95 Express de Luxe, conserva su pavonado íntegro a pesar de su avanzada edad. Este caza-búfalos tiene 120 años.
Como ventaja, disponemos en el mercado de un buen número de productos que nos ayudarán a realizar un pavonado con todas las garantías, sin menoscabo de respetar las mínimas
normas de seguridad y protección. Recordemos que estamos hablando de productos químicos. Si no queremos perjudicarnos sin necesidad, hablemos con nuestro armero para que nos aconseje un buen producto y, dado el caso, nos dé instrucciones precisas de aplicación. Sobre todas las cosas, nos indicará que la limpieza deberá ser exhaustiva y sobre la superficie del metal no deberá quedar ni rastro de grasa. De lo contrario, el pavonado no servirá de nada y desaparecerá como si de tínta se tratara Limpieza previa de las piezas
1.- Se debe limpiar y pulir escrupulosamente la pieza a pavonar. 2.- En un recipiente mezclamos agua con sosa cáustica hasta la saturación. 3.- Sumergimos la pieza metálica en el recipiente que contiene la mezcla anterior y se calienta hasta la ebullición del líquido. Una vez comienza la ebullición, esta se le mantiene por período de una hora. Este procedimiento hará que el metal queda totalmente limpio de grasas. 4.- Se saca la pieza y se sumerge en un recipiente con cal viva para garantizar la total eliminación de grasas. 5.- Con cuidado de no tocar la pieza con las manos, se enjuaga con agua hasta retirar todo resto de la cal. 6.- Se seca la pieza, sin tocarla con las manos y sin que entre en contacto con cualquier cosa que tenga grasa o aceite. 7.- La pieza está totalmente límpia, seca y preparada. Tintura de acero
1.- En un recipiente de vidrio se realiza la siguiente mezcla con la ayuda de una varilla de vidrio: Ácido clorhídrico (88 gramos) Limaduras de acero (33 gramos) 2.- Se dejará reposar, removiéndo de vez en cuando la mezcla hasta que no queden resíduos de acero en el fondo. Pavón azul
1.- Se limpia escrupulosamente la pieza a tratar.
2.- En un recipiente de vidrio se realiza la siguiente mezcla con la ayuda de una varilla de vidrio: Nitrato sódico con dos partes de sosa cáustica y dos partes de agua en volumen. 3.- La mezcla se calienta hasta la ebullición fuerte. NO EMPLEAR RECIPIENTE DE ALUMINIO. 4.- Se introduce la pieza a pavonar en la mezcla y se mantiene la ebullición hasta que adquiera el color deseado. 5.- Se enjuaga la pieza con agua muy caliente y se deja secar. Pavón castaño
1.- Se limpia escrupulosamente la pieza a tratar. 2.- Se necesitan dos recipientes de vidrio. En un recipiente de vidrio se realiza la siguiente mezcla con la ayuda de una varilla de vidrio: Agua destilada (428 gramos) Sulfato de Cobre (3 gramos) Ácido nítrico (3 gramos) Tintura de hierro (12 gramos) 3.- En el segundo recipiente se realiza la siguiente mezcla con la ayuda de una varilla de vidrio: Muriato de Mercurio (6 gramos) Alcohol de 90º (12 gramos) 4.- El contenido del segundo recipiente se agita para que el muriato de mercurio se disuelva completamente en el alcohol. 5.- En un mortero se pulveriza Sal de Amoniaco y Sublimado Corrosivo a partes iguales. Téngase cuidado de no respirar el polvo, es muy venenoso y LA INHALACIÓN DE ESTE POLVO ES LETAL. 6.- Se mezclan los contenidos de los dos recipientes de vidrio y después se añade el polvo del mortero. Agitar hasta disolver completamente. 7.- Se aplica la mezcla a la pieza con una esponja y se deja secar. 8.- Se cepilla la pieza hasta retirar el resíduo de óxido. 9.- Se repite la aplicación hasta que la pieza adquiere el todo deseado. 10.- Se hierve la pieza en agua durante cinco minutos.
11.- Se seca con un trapo de algodón y se vuelve a aplicar otra vez el pavón. Se deja secar. 12.- Una vez seca, se sumerge en agua muy caliente durante unos segundos. 13.- Se saca la pieza del agua y se frota enérgicamente con un trapo de muselina hasta que se obtenga brillo. 14.- Aceitar las piezas pavonadas. Pavón especial
1.- Se limpia escrupulosamente la pieza a tratar. 2.- En un recipiente de vidrio se realiza la siguiente mezcla con la ayuda de una varilla de vidrio: Agua destilada (250 gramos) Cloruro ferrico (30 gramos) Alcohol de 90º (14 gramos) Cloruro de Mercurio (2 gramos) Ácido nítrico (20 gramos) Sulfato de Cobre (2 gramos) 3.- La mezcla se conserva tapada (con vidrio) en recipiente de vidrio. 4.- Con una muñequilla (bola de trapo de algodón) impregnada con la mezcla anterior, se unta la pieza a tratar sin que derrame líquido. Se deja actuar durante 24 horas. 5.- Sin tocar la pieza con las manos, se sumerge en agua a punto de ebullición fuerte durante 30 minutos. 6.- Se saca la pieza y se deja que evapore por sí sola todo el agua. 7.- Una vez seca, se cepilla y pule con lana de acero. 8.- Se repite la aplicación de untado y hervido hasta tres veces. 9.- Cuanto mejor se cepille y pula entre operaciones, de mayor calidad será el pavonado resultante. Pavón para fusiles
1.- Se limpia escrupulosamente la pieza a tratar.
2.- En un recipiente de vidrio se realiza la siguiente mezcla con la ayuda de una varilla de vidrio: Agua destilada (250 gramos) Sulfato de cobre (91 gramos) Alcohol de 90º (184.5 gramos) Sublimado corrosivo (33 gramos) Nitro dulce (204 gramos) Ácido nítrico (102 gramos) Elaboramos "Tintura de Acero" de la siguiene forma: Ácido clorhídrico (88 gramos) Limaduras de acero (33 gramos) Alcohol de 90º (119 gramos) No se añade hasta que el ácido y las limaduras se hayan mezclado totalmente. 3.- El pavón se aplica a brocha los más uniformemente posible y se deja actuar durante 24 horas. 4.- Se sumerge la pieza en agua a punto de ebullición durante 20 minutos. 5.- Se saca la pieza y se deja secar por sí sola. 6.- Se cepilla escrupulosamente la capa de óxido. 7.- El proceso de aplicación se repite cuatro veces. 9.- Se prepara una solución con 600 gramos de agua y 10 gramos de Sulfato Potásico. 10.- Después de completado el proceso por cuarta vez, se sumerge la pieza en la solución anterior. De esta manera se fijará definitivamente el pavón y eliminará los rastros de la cocción en agua. Pavonado de piezas pequeñas
Es uno de los más sencillos y prácticos que conocemos. 1.- Se obtiene arena de playa o sílice fino de cantera y se lava repetidamente con agua limpia hasta que quede exento de sales solubles. 2.- En un recipiente, se pone la arena al fuego hasta que se elimina todo el agua del lavado. 3.- Una vez seca la arena, se entierra el tornillo completamente en esta y se pone a calentar en el fuego.
4.- Trancurridos uns veinte minutos, desenterramos la pieza y observamos el color que va adquiriéndo. Si está a nuestro gusto, la sacamos y la dejamos enfriar lentamente. Si no, la volvemos a enterrar y esperamos otros veinte minutos. También puede obtenerse un resultado similar aplicando directamente el fuego sobre la pieza, aunque el pavonado no será tan uniforme y la pieza puede destemplarse. Pavón negro nº 1
1.- Se limpia escrupulosamente la pieza a tratar. 2.- En un recipiente de vidrio se realiza la siguiente mezcla con la ayuda de una varilla de vidrio: Agua destilada (125 gramos) Solución normal de cloruro férrico (15 gramos) Alcohol de 90º (7 gramos) Cloruro de Mercurio (1 gramo) Ácido nítrico (10 gramos) Sulfato de cobre (1 gramo) 3.- La mezcla se aplica a brocha sobre la superficie del metal y se deja actuar hasta que se seque, aproximadamente 18 horas. 4.- Una vez seca se sumerge en agua a punto de ebullición y se mantiene en esas condiciones durante 30 minutos. 5.- Se saca la pieza del agua y se deja secar. 6.- Se limpia la superficie del metal con lana de acero. 7.- Se repite el procedimiento hasta obtener el color deseado. Pavón negro nº 2
1.- Se limpia escrupulosamente la pieza a tratar. 2.- En un recipiente de vidrio se realiza la siguiente mezcla con la ayuda de una varilla de vidrio: Agua destilada (900 gramos) Bicloruro de Mercurio (16 gramos) Sulfato de Cobre (16 gramos) 3.- Con el recipiente tapado, se deja reposar hasta transcurridas 24 horas. 4.- En un segundo recipiente de vidrio se realiza la siguiente mezcla con la ayuda de una varilla de vidrio:
Alcohol de 40º (50 gramos) Subcarbonato de hierro (9 gramos) Ácido clorhídrico (9 gramos) 5.- Con el recipiente tapado, se deja reposar hasta transcurridas 24 horas. 6.- Se mezclan completamente los contenidos de los dos recipientes. 7.- Se aplica a brocha, dejándo secar durante 24 horas. 8.- Se lava la pieza con agua caliente y se deja secar. 9.- Una vez seca, se cepilla para eliminar la capa de óxido. 10.- El proceso de aplicación se repite tantas veces como se crea necesario, hasta obtener la tonalidad deseada. Pavón negro nº 3 [Negro Suízo]
1.- Se limpia escrupulosamente la pieza a tratar. 2.- En un recipiente de vidrio se realiza la siguiente mezcla con la ayuda de una varilla de vidrio: Agua destilada (360 gramos) Sulfato de Cobre molido (30 gramos) Ácido nítrico puro (15 gramoS) Espíritu de nitro dulce (30 gramos) Tintura de acero (60 gramos) Espíritu de vino rectificado (30 gramos) 3.- La mezcla se conserva tapada (con vidrio) en recipiente de vidrio. 4.- Con una muñequilla (bola de trapo de algodón) impregnada con la mezcla anterior, se unta la pieza a tratar sin que derrame líquido. Se deja actuar durante 24 horas. 5.- Sin tocar la pieza con las manos, se sumerge en agua a punto de ebullición fuerte durante 30 minutos. 6.- Se saca la pieza y se deja que evapore por sí sola todo el agua. 7.- Una vez seca, se cepilla y pule con lana de acero. 8.- Se repite la aplicación de untado y hervido hasta tres veces. 9.- Cuanto mejor se cepille y pula entre operaciones, de mayor calidad será el pavonado resultante.
Pavón negro nº 4 [Negro Belga]
1.- Se limpia escrupulosamente la pieza a tratar. 2.- En un recipiente de vidrio se realiza la siguiente mezcla con la ayuda de una varilla de vidrio: Agua destilada (100 gramos) Sulfato de hierro sólido (20 gramos) Percloruro de hierro (6 gramos) Sulfato de Cobre (20 gramos) Ácido nítrico (30 gramos) Alcohol de 90º (30 gramos) 3.- La mezcla se conserva tapada (con vidrio) en recipiente de vidrio. 4.- Con una muñequilla (bola de trapo de algodón) impregnada con la mezcla anterior, se unta la pieza a tratar sin que derrame líquido. Se deja actuar durante 24 horas. 5.- Sin tocar la pieza con las manos, se sumerge en agua a punto de ebullición fuerte durante 30 minutos. 6.- Se saca la pieza y se deja que evapore por sí sola todo el agua. 7.- Una vez seca, se cepilla y pule con lana de acero. 8.- Se repite la aplicación de untado y hervido hasta tres veces. 9.- Cuanto mejor se cepille y pula entre operaciones, de mayor calidad será el pavonado resultante. Pavón negro nº 5 [Negro Inglés]
1.- Se limpia escrupulosamente la pieza a tratar. 2.- En un recipiente de vidrio se realiza la siguiente mezcla con la ayuda de una varilla de vidrio: Agua destilada (97 gramos) Sulfato de Cobre (29.5 gramos) Espíritu de vino puro (34 gramos) Sublimado corrosivo molido (5.5 gramos) Espíritu de nitro dulce (34 gramos) Ácido nítrico (17 gramos) Tintura de acero (45 gramos) 3.- La mezcla se conserva tapada (con vidrio) en recipiente de vidrio.
4.- Con una muñequilla (bola de trapo de algodón) impregnada con la mezcla anterior, se unta la pieza a tratar sin que derrame líquido. Se deja actuar durante 24 horas. 5.- Sin tocar la pieza con las manos, se sumerge en agua a punto de ebullición fuerte durante 30 minutos. 6.- Se saca la pieza y se deja que evapore por sí sola todo el agua. 7.- Una vez seca, se cepilla y pule con lana de acero. 8.- Se repite la aplicación de untado y hervido hasta tres veces. 9.- Cuanto mejor se cepille y pula entre operaciones, de mayor calidad será el pavonado resultante.