ESARROLLO,· GEOGRAFÍA Y ESARROLLO,· TEORIA ECONOMICA ,
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KUGMAN
CONTENIDO
Prefacio 1
Publicado por Antoni Bosch, edor Manuel Giona, 61 - 08034 Brcelona T! (93) 205 6 6 - Fax 93 80 48 0 email: antonibosch.edto@bcnsevcomes to@bcnsevcomes htp://wwwsekeres/nsie/ htp://wwwsekeres/ nsie/anonbosch anonbosch
1
La caída y el resugimento de a economía de desarollo
2
Geogafa pedda y encontrada
3
Modelos y metáforas
31
65
Tíuo origina de a obra: Oevelop111e1t, Goghy n Eco10i Eco10i Theory © 995, Massachusets ns ttute of echnology © edición en caseano: Anoni osch, edior, SA
Apéndce
ISN 8485855825 Depósto ega: B90997
Notas 07
Diseo de la cubiera Compaa de Dise'o lusacón de la cubea: SupeStock
Bibliogafía 09
oocomposición: Alemany, SCC mpresión: LibeDupe Encuadeación: NRSA
Índice analíico
87
No se pemte a repoduccón total o parca de ese ibro, n su ncorpoación a un sisema nformáico, ni su ransmisión en cuaquier forma o por cuauier medo, sea éste eecrónico, mecánco, eprográfco, gramofónico u oro, sin el pemiso pevio y por esc to del edto
l. LA CAÍDA Y E RESURGIMIENTO
DE A ECONOMÍA DE DESARROO
Un amigo mío, que combina su interés profesional por África con la afición a coleccionar mapas mapas antiguos, ha escrito un ensayo fascinan te sobre lo que él llama "la evolución de la ignorancia sobre África. Este ensayo describe la evolución de los mapas europeos del conti nente africano desde el siglo x al x1x x1x Cabría suponer esta evolución coo un proceso más o menos li neal: a medida que el conocimiento europeo del del continente avanza, los mapas son más precisos y detallados Sin embargo, no fue así En el siglo x los los mapas de África eran, coo es de esperar, ineactos en e n las
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CONTENIDO
Prefacio 1
Publicado por Antoni Bosch, edor Manuel Giona, 61 - 08034 Brcelona T! (93) 205 6 6 - Fax 93 80 48 0 email: antonibosch.edto@bcnsevcomes to@bcnsevcomes htp://wwwsekeres/nsie/ htp://wwwsekeres/ nsie/anonbosch anonbosch
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La caída y el resugimento de a economía de desarollo
2
Geogafa pedda y encontrada
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Modelos y metáforas
31
65
Tíuo origina de a obra: Oevelop111e1t, Goghy n Eco10i Eco10i Theory © 995, Massachusets ns ttute of echnology © edición en caseano: Anoni osch, edior, SA
Apéndce
ISN 8485855825 Depósto ega: B90997
Notas 07
Diseo de la cubiera Compaa de Dise'o lusacón de la cubea: SupeStock
Bibliogafía 09
oocomposición: Alemany, SCC mpresión: LibeDupe Encuadeación: NRSA
Índice analíico
87
No se pemte a repoduccón total o parca de ese ibro, n su ncorpoación a un sisema nformáico, ni su ransmisión en cuaquier forma o por cuauier medo, sea éste eecrónico, mecánco, eprográfco, gramofónico u oro, sin el pemiso pevio y por esc to del edto
l. LA CAÍDA Y E RESURGIMIENTO
DE A ECONOMÍA DE DESARROO
Un amigo mío, que combina su interés profesional por África con la afición a coleccionar mapas mapas antiguos, ha escrito un ensayo fascinan te sobre lo que él llama "la evolución de la ignorancia sobre África. Este ensayo describe la evolución de los mapas europeos del conti nente africano desde el siglo x al x1x x1x Cabría suponer esta evolución coo un proceso más o menos li neal: a medida que el conocimiento europeo del del continente avanza, los mapas son más precisos y detallados Sin embargo, no fue así En el siglo x los los mapas de África eran, coo es de esperar, ineactos en e n las
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l. LA CAÍDA Y E RESURGIMIENTO
DE A ECONOMÍA DE DESARROO
Un amigo mío, que combina su interés profesional por África con la afición a coleccionar mapas mapas antiguos, ha escrito un ensayo fascinan te sobre lo que él llama "la evolución de la ignorancia sobre África. Este ensayo describe la evolución de los mapas europeos del conti nente africano desde el siglo x al x1x x1x Cabría suponer esta evolución coo un proceso más o menos li neal: a medida que el conocimiento europeo del del continente avanza, los mapas son más precisos y detallados Sin embargo, no fue así En el siglo x los los mapas de África eran, coo es de esperar, ineactos en e n las distancias, en el perfil del litoral y demás Sin embargo, contenían bas tante información sobre el interior del continente, basada esencial mente en relatos de viajeros, de segunda o tercera mano De este modo, los mapas mostraban Tobuctú, el río Níger.. Níger.. Hay que admi tir que también contenían mucha información falsa como, por ejem plo, leyendas sobre regiones habitadas por hombres que tenían la boca en el estómago A pesar de todo, a principios del siglo x, África apa recía en los mapas europeos coo un espacio lleno Con el tiempo, el arte de la cartografía y la calidad de la informa ción utilizada para elaborar los mapas mejoró mucho El litoral de África fue eplorado y luego dibujado cada ve con mayor precisión , en el siglo XVII, ya se mostraba con una forma esencialmente indis tinguible de la de los mapas actuales. Las ciudades y pueblos a lo largo de la costa también aparecían representados represe ntados con gran fidelidad Por otro lado, el interior se vació as criaturas míticas y sobre naturales desaparecieron, pero también lo hicieron las ciudades ver-
Ln cnídn y el resrgi111e11/o de In eco10111ín del denrllo (c.1) / 7
6 / DESARROLLO, GORAFÍA Y TORÍA CONÓMICA
de George Gilder sobre riqueza y pobreza, resulta insufrble. No pue den entender en qué se basa ¿Por qué un argumento escrito de forma convincente, respaldado por observaciones tanto actuales como his tóricas, no es sufcientemente bueno? No es nada infrecuente que algunas personas que tienen opniones firmes sobre economía se sientan frustradas y atribuyan la falta de voluntad de los académicos ortodoxos para escucharlos, a ellos y a otros coo ellos, o bien a su negativa a considerar ideas que no vengan de otros académicos y no estén expresadas en la jer ga adecuada, o bien a razones ideológicas. Pero la verdad es menos smple. Los economstas, como todo el mundo, tenen sus sesgos políticos, pero éstos no suelen tener una influencia tan grande sobre lo que están dispuestos a escuchar como podría pensarse Se podría suponer que economistas claramente pro gresistas como, por ejemplo, James Tobin, serían por lo menos bene volentes con las opiniones de economistas radicales insprados en Marx, o de pensadores coo Galbraith Después de todo, en disc plinas coo la histora y la sociología, los pensadores marxistas o posarxistas hace mucho que r cben una atención respetuosa Y, sin embargo, vemos que no es así: los economistas _�gresst son casi tan tajan!es c10 sus colegas conservadores en condenar poabsur das las ieas hetrodoxas de izquierdas -precisamente fue Robert Solow, no Milton Friedman, quen defendió la ortodoxia en la a marga controversia del captal" frente a los radicales británcos De modo similar, habría poddo pensarse que los economistas conservadores estarían dspuestos a apoyar a sus aliados polítcos defensores de la llamada economía del lado de la oferta o, tal vez, a contratar a algunos de ellos para sus departamentos de economía Pero en realidad no lo hacen, ni squiera en departamentos tan fiera mente conservadores como los de Minnesota o CaegieMellon. Entonces, ¿se trata sólo de una mentalidad sectaria? ¿Es necesario tener un doctorado para poder ser escuchado? Bueno, tener un docto rado ncluso cuando se ha conseguido el reconocmiento profesonal no es garantía de que tus deas sobre economía vaan a ser tratadas con
8 / DESAROLO, GEOGAFÍA Y TA CNÓMIA
virtualmente mposbe expcar por qué es un probema a cuaque ra que no haya ntentado hacer modeos económcos en sero. sn embargo, e probema de a estructura de mercado fue a punta que mpdó que a geografía y e desarroo económcos se ncorpo raran a a corrente prncpa de a teoría económca.
respeto Vean sno a ohn Kenneth Galbrath o a ester hurow, ambos economistas muy reconocidos por el público en general, ambos posee dores de todos los títulos formales y ambos totalmente ignorados por la gran mayoría de los economistas académcos O piénsese en Robert Mundell, quien aún es respetado por sus contrbuciones a la teoría monetaria internacional, s bien su posterior encarnación como padre de la economía del lado de la oferta ha sdo s milarmente gnorada Por otro lado, vemos como un no académico, en determnadas circunstan cias, puede ser escuchado con respeto en los últimos años, Jane acobs, la inconformista especialista en temas urbanos, se ha convertido en una espece de santa patrona de la nueva teoría del creciüento Entonces, ¿qé )o qe hace que algunas ideas sean aceptables para la mayoría de economistas y otras no? a respuesta que es obvia para cualquier investigador, si bien misteriosa para los profa nos es que para que una idea pueda tomarse en serio ie ¡e sr �nodelizqbj. Una dea modelzada adecuadamente es, en economía moderna, el equvalente moral a lo que era una región adecuada mente agrimensurada para los cartógrafos del sglo XVIII. Por ahora, permítanme dejar a un lado la pregunta de qué es lo que constituye un verdadero" modelo económico -y de cómo nes tra interpretación de ello ha cambiado con el tempo-. (Volveré sobre este te1a más adelante, en esta conferenca, y aún lo elaboraré un poco más en la tercera) Lo que me parece claro es que la razón por la que la teoría del desarrollo, que emergió en los años cuarenta, y la geografía económca, que surgió más o menos en paralelo, no consguieron abrirse camno en la economía ortodoxa, fue la falta de habldad de sus creadores para expresar sus ideas de forma adaptable a las técnicas de modelizacón disponbles en ese momento. En ambos casos, desarrollo y geografía, el problema crucial fue, más concretamente, la falta de habilidad de los prieros investigadores en estos campos para hacer explícita la estrucua dl mecado -es decr, el Eº
de com �tenca que caracterizaba a las economías hpotéticas.q
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estaban descrbiendo Se trata de un problema sutil; de hecho, es
Ln cnídn y el rs1rgimet de In eoín del denrrol/ (c.1) / 9
De todas formas, es crecente e sentmento de que esta contra rrevoucón egó demasado ejos. Útmamente ha quedado patente que, durante os aos cuarenta y cncuenta, s urgó un núceo d deas sobre ex ternadades, compeentaredad estratégca y desarroo e c onómco, que contnan sendo nteectuamente vádas y que
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6 / DESARROLLO, GORAFÍA Y TORÍA CONÓMICA
de George Gilder sobre riqueza y pobreza, resulta insufrble. No pue den entender en qué se basa ¿Por qué un argumento escrito de forma convincente, respaldado por observaciones tanto actuales como his tóricas, no es sufcientemente bueno? No es nada infrecuente que algunas personas que tienen opniones firmes sobre economía se sientan frustradas y atribuyan la falta de voluntad de los académicos ortodoxos para escucharlos, a ellos y a otros coo ellos, o bien a su negativa a considerar ideas que no vengan de otros académicos y no estén expresadas en la jer ga adecuada, o bien a razones ideológicas. Pero la verdad es menos smple. Los economstas, como todo el mundo, tenen sus sesgos políticos, pero éstos no suelen tener una influencia tan grande sobre lo que están dispuestos a escuchar como podría pensarse Se podría suponer que economistas claramente pro gresistas como, por ejemplo, James Tobin, serían por lo menos bene volentes con las opiniones de economistas radicales insprados en Marx, o de pensadores coo Galbraith Después de todo, en disc plinas coo la histora y la sociología, los pensadores marxistas o posarxistas hace mucho que r cben una atención respetuosa Y, sin embargo, vemos que no es así: los economistas _�gresst son casi tan tajan!es c10 sus colegas conservadores en condenar poabsur das las ieas hetrodoxas de izquierdas -precisamente fue Robert Solow, no Milton Friedman, quen defendió la ortodoxia en la a marga controversia del captal" frente a los radicales británcos De modo similar, habría poddo pensarse que los economistas conservadores estarían dspuestos a apoyar a sus aliados polítcos defensores de la llamada economía del lado de la oferta o, tal vez, a contratar a algunos de ellos para sus departamentos de economía Pero en realidad no lo hacen, ni squiera en departamentos tan fiera mente conservadores como los de Minnesota o CaegieMellon. Entonces, ¿se trata sólo de una mentalidad sectaria? ¿Es necesario tener un doctorado para poder ser escuchado? Bueno, tener un docto rado ncluso cuando se ha conseguido el reconocmiento profesonal no es garantía de que tus deas sobre economía vaan a ser tratadas con
respeto Vean sno a ohn Kenneth Galbrath o a ester hurow, ambos economistas muy reconocidos por el público en general, ambos posee dores de todos los títulos formales y ambos totalmente ignorados por la gran mayoría de los economistas académcos O piénsese en Robert Mundell, quien aún es respetado por sus contrbuciones a la teoría monetaria internacional, s bien su posterior encarnación como padre de la economía del lado de la oferta ha sdo s milarmente gnorada Por otro lado, vemos como un no académico, en determnadas circunstan cias, puede ser escuchado con respeto en los últimos años, Jane acobs, la inconformista especialista en temas urbanos, se ha convertido en una espece de santa patrona de la nueva teoría del creciüento Entonces, ¿qé )o qe hace que algunas ideas sean aceptables para la mayoría de economistas y otras no? a respuesta que es obvia para cualquier investigador, si bien misteriosa para los profa nos es que para que una idea pueda tomarse en serio ie ¡e sr �nodelizqbj. Una dea modelzada adecuadamente es, en economía moderna, el equvalente moral a lo que era una región adecuada mente agrimensurada para los cartógrafos del sglo XVIII. Por ahora, permítanme dejar a un lado la pregunta de qué es lo que constituye un verdadero" modelo económico -y de cómo nes tra interpretación de ello ha cambiado con el tempo-. (Volveré sobre este te1a más adelante, en esta conferenca, y aún lo elaboraré un poco más en la tercera) Lo que me parece claro es que la razón por la que la teoría del desarrollo, que emergió en los años cuarenta, y la geografía económca, que surgió más o menos en paralelo, no consguieron abrirse camno en la economía ortodoxa, fue la falta de habldad de sus creadores para expresar sus ideas de forma adaptable a las técnicas de modelizacón disponbles en ese momento. En ambos casos, desarrollo y geografía, el problema crucial fue, más concretamente, la falta de habilidad de los prieros investigadores en estos campos para hacer explícita la estrucua dl mecado -es decr, el Eº
de com �tenca que caracterizaba a las economías hpotéticas.q
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8 / DESAROLO, GEOGAFÍA Y TA CNÓMIA
Ln cnídn y el rs1rgimet de In eoín del denrrol/ (c.1) / 9
virtualmente mposbe expcar por qué es un probema a cuaque ra que no haya ntentado hacer modeos económcos en sero. sn embargo, e probema de a estructura de mercado fue a punta que mpdó que a geografía y e desarroo económcos se ncorpo raran a a corrente prncpa de a teoría económca. Todo esto puede parecer muy abstracto. De manera que déjenme vover a m prmer ejempo: a hstora de a aparcón, a caída y a resurreccón de a economía de desarroo. Érase una vez una dscpna amada <�<1}a _de! desaJo -una rama de a economía preocupada por expcar por qué agunos países soncho más p ob e qe ots, y por recetar meddas para ñv;tr o aíses pobres en rco s- En s os cncuenta, s aos gorosos de esta dscpna, as deas de a economía de desa rroo eran tendas por revouconaras e mportantes, y conseguían un gran prestgo nteectua y una notabe nfuenca en e mundo rea Por todo eo, a economía de desarroo atrajo mentes muy creatvas y estuvo marcada por un gran entusasmo nteecta sa dscpna ya no exste Ha, caro está, gente de prmera fa que trabaja en a economía de os países en vías de desarroo Agu nos de os probemas que se pantean son esencamente comunes a todos os países, pero tambén hay probemas que son característcos de os países más pobres , por eo, exste toda un área de nvestga cón propa de a economía de subdesarroo Pero es un campo dfu so aqueos que trabajan en a economía, por ejempo, de a agrcu tura de Tercer Mundo concden poco con os que trabajan en e comerco de productos manufacturados de os países en vías de desa rroo, y éstos, a su vez, apenas haban con os que se especazan en teas acroeconócos y haban de a deuda y a hpernfacón. Muy pocos economstas de hoy se aventurarían a ofrecer grandes hpótess sobre por qué os países pobres son pobres, o qué es o que pueden hacer para remedaro n efecto, una contrarrevoucón borró de mapa a economía de desarroo. .
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estaban descrbiendo Se trata de un problema sutil; de hecho, es
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De todas formas, es crecente e sentmento de que esta contra rrevoucón egó demasado ejos. Útmamente ha quedado patente que, durante os aos cuarenta y cncuenta, s urgó un núceo d deas sobre ex ternadades, compeentaredad estratégca y desarroo e c onómco, que contnan sendo nteectuamente vádas y que puede tnuar tenendo apcacones práctcas ste conjunto de deas -a as que me voy a referr coo "teoría de ato desarroo 2: antcparon en certos aspectos as íneas maestras de a teoría moder na de comerco y e crecmento ero estas deas han tendo que ser redescubertas. ntre 960 y 980 a teoría de ato desarroo fue vrtuamente enterrada, esen camente porque os fundadores de a economía de desarroo no consgueron expresar sus deas con sufcente cardad anaítca como para comuncar su esenca a os demás economstas y ta vez ncuso para dfundra entre eos msmos Sóo recentemente, os cambos en a cenca económca han permtdo vover a consderar o que os teórcos de desarroo djeron, y han permtdo a recupe racón de deas vaosas que se habían perddo
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El Gran Empujón
Un buen punto de partda para empezar nuestra dscusón es e ensa yo con e que reamente empzó a dad de oro de a economa de desarroo "Probems of Industrazaton of aste and Southas ern urope", de au RosenstenRodan s n ensayo muy caro, pero que, sorprendentemente ha nsprado muchas nterpretacone dstntas Agunos economstas o ven coo esencamente keynesa no, basado en as nteraccones entre e mutpcador y e aceerador msmo RosenstenRodan parece haber tendo en a cabeza una dea más o menos keynesana sobre a demanda efectva, con bastante razón (ta como veremos) Otros economstas veron en este ensayo a afrmacón de que e crecmento tene que ser de aguna forma "equ
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8 / DESAROLO, GEOGAFÍA Y TA CNÓMIA
Ln cnídn y el rs1rgimet de In eoín del denrrol/ (c.1) / 9
virtualmente mposbe expcar por qué es un probema a cuaque ra que no haya ntentado hacer modeos económcos en sero. sn embargo, e probema de a estructura de mercado fue a punta que mpdó que a geografía y e desarroo económcos se ncorpo raran a a corrente prncpa de a teoría económca. Todo esto puede parecer muy abstracto. De manera que déjenme vover a m prmer ejempo: a hstora de a aparcón, a caída y a resurreccón de a economía de desarroo. Érase una vez una dscpna amada <�<1}a _de! desaJo -una rama de a economía preocupada por expcar por qué agunos países soncho más p ob e qe ots, y por recetar meddas para ñv;tr o aíses pobres en rco s- En s os cncuenta, s aos gorosos de esta dscpna, as deas de a economía de desa rroo eran tendas por revouconaras e mportantes, y conseguían un gran prestgo nteectua y una notabe nfuenca en e mundo rea Por todo eo, a economía de desarroo atrajo mentes muy creatvas y estuvo marcada por un gran entusasmo nteecta sa dscpna ya no exste Ha, caro está, gente de prmera fa que trabaja en a economía de os países en vías de desarroo Agu nos de os probemas que se pantean son esencamente comunes a todos os países, pero tambén hay probemas que son característcos de os países más pobres , por eo, exste toda un área de nvestga cón propa de a economía de subdesarroo Pero es un campo dfu so aqueos que trabajan en a economía, por ejempo, de a agrcu tura de Tercer Mundo concden poco con os que trabajan en e comerco de productos manufacturados de os países en vías de desa rroo, y éstos, a su vez, apenas haban con os que se especazan en teas acroeconócos y haban de a deuda y a hpernfacón. Muy pocos economstas de hoy se aventurarían a ofrecer grandes hpótess sobre por qué os países pobres son pobres, o qué es o que pueden hacer para remedaro n efecto, una contrarrevoucón borró de mapa a economía de desarroo. .
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De todas formas, es crecente e sentmento de que esta contra rrevoucón egó demasado ejos. Útmamente ha quedado patente que, durante os aos cuarenta y cncuenta, s urgó un núceo d deas sobre ex ternadades, compeentaredad estratégca y desarroo e c onómco, que contnan sendo nteectuamente vádas y que puede tnuar tenendo apcacones práctcas ste conjunto de deas -a as que me voy a referr coo "teoría de ato desarroo 2: antcparon en certos aspectos as íneas maestras de a teoría moder na de comerco y e crecmento ero estas deas han tendo que ser redescubertas. ntre 960 y 980 a teoría de ato desarroo fue vrtuamente enterrada, esen camente porque os fundadores de a economía de desarroo no consgueron expresar sus deas con sufcente cardad anaítca como para comuncar su esenca a os demás economstas y ta vez ncuso para dfundra entre eos msmos Sóo recentemente, os cambos en a cenca económca han permtdo vover a consderar o que os teórcos de desarroo djeron, y han permtdo a recupe racón de deas vaosas que se habían perddo
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El Gran Empujón
Un buen punto de partda para empezar nuestra dscusón es e ensa yo con e que reamente empzó a dad de oro de a economa de desarroo "Probems of Industrazaton of aste and Southas ern urope", de au RosenstenRodan s n ensayo muy caro, pero que, sorprendentemente ha nsprado muchas nterpretacone dstntas Agunos economstas o ven coo esencamente keynesa no, basado en as nteraccones entre e mutpcador y e aceerador msmo RosenstenRodan parece haber tendo en a cabeza una dea más o menos keynesana sobre a demanda efectva, con bastante razón (ta como veremos) Otros economstas veron en este ensayo a afrmacón de que e crecmento tene que ser de aguna forma "equ
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14 / DESARROLO, GOGRAFÍA Y TORÍA CONÓMICA
Tal coo lo hemos dibujado, esta condición no se cumple: a ningún empresario individual e resulta rentable empezar a producir de forma moderna. Por otro ado, supongamos que todas as empresas modernas empiezan a producir simultáneamente Entonces, cada empresa va a
Ln ídn y l resgimi/o d I comÍ1 o (c.1) / 15
de un trabajo tradicional a uno modeo como si no ignficara nin guna mejora de bienestar Incuso en este caso, e qilbrio con industrialización deja a los trabajadores indiferentes mientas están generando beneficios que de otra fo no existirían ero mucho más poderosos son los argumentos en términos de salaio de eficien
14 / DESARROLO, GOGRAFÍA Y TORÍA CONÓMICA
Ln ídn y l resgimi/o d I comÍ1 o (c.1) / 15
Tal coo lo hemos dibujado, esta condición no se cumple: a ningún empresario individual e resulta rentable empezar a producir de forma moderna. Por otro ado, supongamos que todas as empresas modernas empiezan a producir simultáneamente Entonces, cada empresa va a producir Q situándose en a producción y el empleo del punto B Otra vez, esto será rentable si la línea de salarios OW pasa por deba jo de B Tal y coo vemos en el gráfico, esta condición se satisface. Obviamente, hay otras tres posibles souciones. Si e salario de compensación w 1 es bajo, la economía siempre se "industrializa rá; si es ato, nunca se industriaizará y si toa un valor interme dio, tenemos dos equilibrios, uno a nivel bajo y otro a nivel alto Difícilmente se puede concuir de este modelo que la existencia de equilibrios mútiples sea altamente probable, incluso dados los supuestos de que estos equilibrios mútipes se darán sólo para determinados valores de los parámetros Y es fácil criticar la plausi bilidad de los supuestos. Aun así e modeo puede servir como un buen punto de partida para pensar sobre modelos de desarrollo. 2
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Algunas consecuencias analítcas
El C .�l 9eG a E:1jón se puede ver como una demostració _
1inimalist? de lpa p _el potencial que las externalidades pecuniaria§. � : JQ re esarroVo, d <!di ines necesarias para que se den f ternalidades y de loqu eu n m ¿del-¿;.xtenaÍidad;s� ebil
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Extealidades
Está claro que cuando hay dos equiibrios en este modeo, el paso de uno al otro exige unas externalidades significativas Esto es verdad incluso si toaos el salario de compensación del sector moderno como representativo de la desutilidad de la vida moderna, es decir, interpretamos la ganancia en salarios cuando los trabajadores pasan
] 6 / DESAROLLO, GOGAFÍA Y TEOA ECONÓMIA
mportanca pra todo el rgumento- habrá que aceptar la neces dad de modelizr e sector modeo como mperfectamente compe ttvo. En l forulcón de Murphy et al., se resuelve el problema suponendo un conjunto de monopolstas con capcdad lmtada para fjar precos En ste caso partcular el supuesto funcona aun
de un trabajo tradicional a uno modeo como si no ignficara nin guna mejora de bienestar Incuso en este caso, e qilbrio con industrialización deja a los trabajadores indiferentes mientas están generando beneficios que de otra fo no existirían ero mucho más poderosos son los argumentos en términos de salaio de eficien cia o de excedente de trabajo, qu conceden al aumento de sa larios al menos un valor parcial. Pero en este modelo no hay externalidades tecnológicas ¿Por qué las externalidades pecuniarias tienen importancia? Condiciones necesris
Hay dos condiciones necesarias para que se generen externalidades en este modeo La primera, es que tiene que haber economías de escala en la producción Esto es obvio si no hubiera costes fijos en el sector moderno, la rentabilidad de las empresas modernas no depen dería del número de otras empresas que estuvieran utilizando las técnicas modernas a segunda condición es que el sector modeo tiene que poder atraer trabajadores de un sector tradicional que paga saarios más bajos Me gustaría extenderme un poco más sobre este particular y considerar que lo básico de esta condición es e hecho de que haya una oferta elástica de trabajo en el sector moderno, trabajo que no se estaría empleando en ocupaciones alternativas igualmente producti vas (esto es lo que da al modelo su apariencia vagamente keynesia na) De manera que es la int _ ión entre l �nO(Í!S / intede ·producción lo que da pie, _e _ ns y una ofera elástica d�Ilb - o, } ;· t1/idfs: Modelización
Un último elemento que es cca Para escribir un modelo cohe rente del Gran Empujón, es necsario tratar de alguna forma el pro blema de la estructura del mercado Mientras haya economías de escala no aprovechadas en el sector moderno que son de crucial
L cí y el resurgimiento e I em el erroll (c.l) / 17
Economías de escala y externalidades
Una lectura rápda de la lteratura sobre desarrollo económco pare ce ndcar que haca 60 surge una ínea dvsora Antes de 60 los
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Ln ídn y l resgimi/o d I comÍ1 o (c.1) / 15
Tal coo lo hemos dibujado, esta condición no se cumple: a ningún empresario individual e resulta rentable empezar a producir de forma moderna. Por otro ado, supongamos que todas as empresas modernas empiezan a producir simultáneamente Entonces, cada empresa va a producir Q situándose en a producción y el empleo del punto B Otra vez, esto será rentable si la línea de salarios OW pasa por deba jo de B Tal y coo vemos en el gráfico, esta condición se satisface. Obviamente, hay otras tres posibles souciones. Si e salario de compensación w 1 es bajo, la economía siempre se "industrializa rá; si es ato, nunca se industriaizará y si toa un valor interme dio, tenemos dos equilibrios, uno a nivel bajo y otro a nivel alto Difícilmente se puede concuir de este modelo que la existencia de equilibrios mútiples sea altamente probable, incluso dados los supuestos de que estos equilibrios mútipes se darán sólo para determinados valores de los parámetros Y es fácil criticar la plausi bilidad de los supuestos. Aun así e modeo puede servir como un buen punto de partida para pensar sobre modelos de desarrollo. 2
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Algunas consecuencias analítcas
El C .�l 9eG a E:1jón se puede ver como una demostració _
1inimalist? de lpa p _el potencial que las externalidades pecuniaria§. � : JQ re esarroVo, d <!di ines necesarias para que se den f ternalidades y de loqu eu n m ¿del-¿;.xtenaÍidad;s� ebil
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Extealidades
Está claro que cuando hay dos equiibrios en este modeo, el paso de uno al otro exige unas externalidades significativas Esto es verdad incluso si toaos el salario de compensación del sector moderno como representativo de la desutilidad de la vida moderna, es decir, interpretamos la ganancia en salarios cuando los trabajadores pasan
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mportanca pra todo el rgumento- habrá que aceptar la neces dad de modelizr e sector modeo como mperfectamente compe ttvo. En l forulcón de Murphy et al., se resuelve el problema suponendo un conjunto de monopolstas con capcdad lmtada para fjar precos En ste caso partcular el supuesto funcona aun que, como vere1os, no sempre es un uen tuco. Lo mportante es darse cuenta de que hay que afrontar e problema de alguna mane ra S la teoría del alto desarrolo tene algo, ese alo está íntma mente lgado a la competenca mperfecta. S, como han hecho muchos economstas, se ntenta evtar esta cuestón se acaba enfan gado hasta as rodlas. Desgracadamente, no hay odelos generales, n squera plaus bleente manejabes, de competenca mperfecta os _o�elo trata bles sempre requeren un conjunto de supusto rb raos sobr gustos, tecnología, comportamto, o sobre os tres a a vez Esto sgnfca que para hacer teoría del desarrollo uno debe tener la valen tía de sentrse un poco tonto, escrbendo modelos que son nverosí mes en sus detalles, para llegar a obtener ntucones convncentes. Esta no es una lccón nueva os teórcos del conerco la apren deron hace más de doce aos, cuando se deron cuenta de que reconstrur la teoría de comerco para poder ncorporar rendmen tos crecentes reqería necesaramente abandonar toda pretensón de generadad; los economstas del crecmento aprenderon la msma leccón unos aos más tarde. La teoría del alto desarrollo fracasó por que no do e s1o salto. Los elementos de la teoría del alto desarrollo
En la útma seccón presenté u rón moderna del modelo del Gran Empujón con a ntencón de clarfcar el problema y motvar al lector Ahora voy a volver a la teoría del desarrollo más antgua, para extraer un conjunto más amplo de elementos clave.
de un trabajo tradicional a uno modeo como si no ignficara nin guna mejora de bienestar Incuso en este caso, e qilbrio con industrialización deja a los trabajadores indiferentes mientas están generando beneficios que de otra fo no existirían ero mucho más poderosos son los argumentos en términos de salaio de eficien cia o de excedente de trabajo, qu conceden al aumento de sa larios al menos un valor parcial. Pero en este modelo no hay externalidades tecnológicas ¿Por qué las externalidades pecuniarias tienen importancia? Condiciones necesris
Hay dos condiciones necesarias para que se generen externalidades en este modeo La primera, es que tiene que haber economías de escala en la producción Esto es obvio si no hubiera costes fijos en el sector moderno, la rentabilidad de las empresas modernas no depen dería del número de otras empresas que estuvieran utilizando las técnicas modernas a segunda condición es que el sector modeo tiene que poder atraer trabajadores de un sector tradicional que paga saarios más bajos Me gustaría extenderme un poco más sobre este particular y considerar que lo básico de esta condición es e hecho de que haya una oferta elástica de trabajo en el sector moderno, trabajo que no se estaría empleando en ocupaciones alternativas igualmente producti vas (esto es lo que da al modelo su apariencia vagamente keynesia na) De manera que es la int _ ión entre l �nO(Í!S / intede ·producción lo que da pie, _e _ ns y una ofera elástica d�Ilb - o, } ;· t1/idfs: Modelización
Un último elemento que es cca Para escribir un modelo cohe rente del Gran Empujón, es necsario tratar de alguna forma el pro blema de la estructura del mercado Mientras haya economías de escala no aprovechadas en el sector moderno que son de crucial
L cí y el resurgimiento e I em el erroll (c.l) / 17
Economías de escala y externalidades
Una lectura rápda de la lteratura sobre desarrollo económco pare ce ndcar que haca 60 surge una ínea dvsora Antes de 60 los economstas que escrbían sobre desarrollo daban por descontado que las economías de escala eran un factor lmtador de la posbl dad de establecer ndustras rentables en los países menos desarro lados, y que, en presenca de dchas economías de escala, as exter naldades pecunaras llegarían a tener un mpacto real en térmnos de benestar. Sn embargo, no parecen haberse dado cuenta de hasta qué punto las economías de escala presentan probleas a la hora de modelzar la competenca de forma explícta, y de hasta qué punto la cenca económca estaba exgendo, caa vez más, modelos formales expíctos Después de 60, en cambo, los expertos en desarrollo habían sdo educados en e formalsmo del equlbro general con rend mentos constantes, y no es que rechazaran la posbldad de que las economías de escala puderan ser mportantes, sno que n squera se les pasó por la cabeza En el modelo del Gran Empujón presentado más arrba, las o · nomías d escaa a nvel de emresa, por un ado, y la oferta Jac tors de produccón elástca, por otro, dan lugar a externaldades pecunars c9n una epercusón real en ténos de benestar n una vsón retrospectva, lama la atencón cómo descrpcones clara mente smares apareceron con bastante frecuenca en la era de la teoría de alto desarrollo, y tambén qué poco conscentes fueron muchos de sus autores de hasta qué punto sus concusones depen dían de forma crucal del supuesto noneocásco de a exstencas de mportantes economías de escala no expotadas Podemos comenzar con RosenstenRodan 43) n su ensayo orgna lustró su argumento a favor de la nversón coordnada, magnando un país en el que 20.000 (!) "trabajadores en paro .. son transferdos de la arcutur un mderna nna fa d
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mportanca pra todo el rgumento- habrá que aceptar la neces dad de modelizr e sector modeo como mperfectamente compe ttvo. En l forulcón de Murphy et al., se resuelve el problema suponendo un conjunto de monopolstas con capcdad lmtada para fjar precos En ste caso partcular el supuesto funcona aun que, como vere1os, no sempre es un uen tuco. Lo mportante es darse cuenta de que hay que afrontar e problema de alguna mane ra S la teoría del alto desarrolo tene algo, ese alo está íntma mente lgado a la competenca mperfecta. S, como han hecho muchos economstas, se ntenta evtar esta cuestón se acaba enfan gado hasta as rodlas. Desgracadamente, no hay odelos generales, n squera plaus bleente manejabes, de competenca mperfecta os _o�elo trata bles sempre requeren un conjunto de supusto rb raos sobr gustos, tecnología, comportamto, o sobre os tres a a vez Esto sgnfca que para hacer teoría del desarrollo uno debe tener la valen tía de sentrse un poco tonto, escrbendo modelos que son nverosí mes en sus detalles, para llegar a obtener ntucones convncentes. Esta no es una lccón nueva os teórcos del conerco la apren deron hace más de doce aos, cuando se deron cuenta de que reconstrur la teoría de comerco para poder ncorporar rendmen tos crecentes reqería necesaramente abandonar toda pretensón de generadad; los economstas del crecmento aprenderon la msma leccón unos aos más tarde. La teoría del alto desarrollo fracasó por que no do e s1o salto. Los elementos de la teoría del alto desarrollo
En la útma seccón presenté u rón moderna del modelo del Gran Empujón con a ntencón de clarfcar el problema y motvar al lector Ahora voy a volver a la teoría del desarrollo más antgua, para extraer un conjunto más amplo de elementos clave.
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Economías de escala y externalidades
Una lectura rápda de la lteratura sobre desarrollo económco pare ce ndcar que haca 60 surge una ínea dvsora Antes de 60 los economstas que escrbían sobre desarrollo daban por descontado que las economías de escala eran un factor lmtador de la posbl dad de establecer ndustras rentables en los países menos desarro lados, y que, en presenca de dchas economías de escala, as exter naldades pecunaras llegarían a tener un mpacto real en térmnos de benestar. Sn embargo, no parecen haberse dado cuenta de hasta qué punto las economías de escala presentan probleas a la hora de modelzar la competenca de forma explícta, y de hasta qué punto la cenca económca estaba exgendo, caa vez más, modelos formales expíctos Después de 60, en cambo, los expertos en desarrollo habían sdo educados en e formalsmo del equlbro general con rend mentos constantes, y no es que rechazaran la posbldad de que las economías de escala puderan ser mportantes, sno que n squera se les pasó por la cabeza En el modelo del Gran Empujón presentado más arrba, las o · nomías d escaa a nvel de emresa, por un ado, y la oferta Jac tors de produccón elástca, por otro, dan lugar a externaldades pecunars c9n una epercusón real en ténos de benestar n una vsón retrospectva, lama la atencón cómo descrpcones clara mente smares apareceron con bastante frecuenca en la era de la teoría de alto desarrollo, y tambén qué poco conscentes fueron muchos de sus autores de hasta qué punto sus concusones depen dían de forma crucal del supuesto noneocásco de a exstencas de mportantes economías de escala no expotadas Podemos comenzar con RosenstenRodan 43) n su ensayo orgna lustró su argumento a favor de la nversón coordnada, magnando un país en el que 20.000 (!) "trabajadores en paro .. son transferdos de la arcutur un mderna nna fa d
22 / DESARROLLO, GOGRAFÍA Y TOÍA CONÓMICA
Hirschman de lo que normamente se considera. Fleming (1954), en particular, argumentó que las externalidades "horizontales de Rosenstein-Rodan eran menos importantes que las externaidades "verticales que resultan cuando los bienes intermedios se producen bajo economías de escala, lo cua se parece mucho a la teoría de los
Ln cnídn y el res1gie/o de In eo0ín del denrrollo (c.1) / 23
que Hirschman se vera a sí msmo enfrentándose a Rosensten Rodan y Nurkse, cuando de hecho estaba n mucho más cerca los unos de os otros de o que cualquiera de eos estaba de la nueva orto doxia económica. En segundo lugar, la ectura de Hirschman parecía sugerir que examinando as tabas inpu-op podríamos identificar
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Hirschman de lo que normamente se considera. Fleming (1954), en particular, argumentó que las externalidades "horizontales de Rosenstein-Rodan eran menos importantes que las externaidades "verticales que resultan cuando los bienes intermedios se producen bajo economías de escala, lo cua se parece mucho a la teoría de los vínculos También es posible ofecer modelos formales simples que ilus tran os conceptos de vínculos hacia adelante y haca atrás. De hecho, el modelo de Gran Empujón de Murphy et al. se puede interpretar como el resutado de a existencia de vínculos hacia atrás entre be nes, de manera que cada bien producdo en e sector moderno aumenta e mercado de todos los demás productos. Los vínculos hacia adelante son un poco más difíciles de mode izar. Normamente surgen en el contexto de ndustrias que produ cen bienes intermedos (aunque no siempre, ta como se describe a continuación); esto requere una estructura más compeja que la de la versión del modelo del Gran E mpujón de Murph, Shleifer y Vishny. Igualmente, el supuesto de límite a los precios, que permite la com petencia imperfecta en e modelo del Gran Empuón, descarta inme diatamente cualquier víncuo haca adelante, ya que el ahorro en os costes nunca pasa a los clientes En cambio, hay modeos un poco más compicados en los que aparecen ambos víncuos hacia delante y hacia atrás. En particular, aparecen de forma natura en os modelos de geogra fía económica de los que hablaré en la ección siguente Como en e caso de Lewis, lama la atención que el trabao de Hirschman tuviera un impacto tan grande. No parece que como aná lisis general haya aportado mucho más que algunas sugerencias sobre a panfcación del desarroo. En prmer lugar, al concentrar se en os vínculos que implican bienes intermedios y no tanto en a demanda final, vno a sugerir que os esfuerzos para desarroarse debían concentrarse en unas pocas industrias estratégicas, en lugar de buscar un Gran Empujón a nivel de toda a economía de aquí
que Hirschman se vera a sí msmo enfrentándose a Rosensten Rodan y Nurkse, cuando de hecho estaba n mucho más cerca los unos de os otros de o que cualquiera de eos estaba de la nueva orto doxia económica. En segundo lugar, la ectura de Hirschman parecía sugerir que examinando as tabas inpu-op podríamos identificar las ndustrias cave del desarrollo (una sugerencia muy atractva para todo planficador dado a a cuantificación) En readad, e concepto de los víncuos, incluso en la versión de Hirschman, no implica nada e eso Pensemos, por eempo, en los vínculos hacia atrás o que da lugar a un vínculo hacia atrás signif cativo, en el sentido de Hirschman, no es sóo el hecho de que el sec tor A compre el oup de sector B es la afirmación de que la inver sión en A, aumentando e volumen del mercado de B, induce a un cambio de escaa en a producción de B que resulta más eficiente (o a la sustitucón de importacones por producción naconal). Pero para ello no basta con observar una cifra grande en la celda AB de a taba de inpuopu pede que B ya esté en una escaa eficiente, o puede incluso que esta expansón no o acerque a esa escala. Ni siquiera podemos sostener el argumento probabiístco de que las empresas con una forma particular de comprar inpu tengan una probabilidad superior de generar estos efectos. ¿Qué es mejor, una industria que compre sólo a unos pocos sectores y que, por esto, aumente mucho a probabilidad de que alguno de elos reciba un fuerte empujón y le gue a tener un volumen consderable, o una ndustra que compre poco de muchos sectores diferentes y que, por lo tanto, tenga más posibildades de empuar a aguno de ellos por encma de umbra? De hecho, si uno trata de utilizar la retórca de os vínculos sn entender que es un argumento que depende decisivamente de las economías de escaa, puede acabar dicendo disparates. Una vez escuché a un partidario de la política industrial activa defender que habría que promover aquelas industrias que vendieran o compraran a muchos sectores dstintos Me pregunto qué industrias pensó que podía excluir de esa defnición: ¿la cerámica artesana?
24 / DESARROLO, GOGRAFÍA Y TORA CONÓMICA
Ln cn(dn y el resurgimeto de In eoom(n dl denrrol/o (c.1) / 25
En general, ser a mejor ver los "v nc los" como na frase parti c larmente evocadora referida a las complement riedades estratégi cas q e � rgen c ando b enes ndivid les son prod cidos s etos a economas de esc la. Con eso q eremos decir que l contribución distintiva de Hirschman f e más de estilo q e de contenido, algo í
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r or se f e volvendo cada vez más mpopular ente el electorado de las n c ones rcas, y el valor real de d chas ayudas no sólo no consi g ó crecer l mismo rtmo que el pod cto m nd al br to, sino q e d sm n yó, la especalid d del desarrollo se conv rt ó en una carrera cho menos atact va También cabe pensar q e la econom a del i
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Hirschman de lo que normamente se considera. Fleming (1954), en particular, argumentó que las externalidades "horizontales de Rosenstein-Rodan eran menos importantes que las externaidades "verticales que resultan cuando los bienes intermedios se producen bajo economías de escala, lo cua se parece mucho a la teoría de los vínculos También es posible ofecer modelos formales simples que ilus tran os conceptos de vínculos hacia adelante y haca atrás. De hecho, el modelo de Gran Empujón de Murphy et al. se puede interpretar como el resutado de a existencia de vínculos hacia atrás entre be nes, de manera que cada bien producdo en e sector moderno aumenta e mercado de todos los demás productos. Los vínculos hacia adelante son un poco más difíciles de mode izar. Normamente surgen en el contexto de ndustrias que produ cen bienes intermedos (aunque no siempre, ta como se describe a continuación); esto requere una estructura más compeja que la de la versión del modelo del Gran E mpujón de Murph, Shleifer y Vishny. Igualmente, el supuesto de límite a los precios, que permite la com petencia imperfecta en e modelo del Gran Empuón, descarta inme diatamente cualquier víncuo haca adelante, ya que el ahorro en os costes nunca pasa a los clientes En cambio, hay modeos un poco más compicados en los que aparecen ambos víncuos hacia delante y hacia atrás. En particular, aparecen de forma natura en os modelos de geogra fía económica de los que hablaré en la ección siguente Como en e caso de Lewis, lama la atención que el trabao de Hirschman tuviera un impacto tan grande. No parece que como aná lisis general haya aportado mucho más que algunas sugerencias sobre a panfcación del desarroo. En prmer lugar, al concentrar se en os vínculos que implican bienes intermedios y no tanto en a demanda final, vno a sugerir que os esfuerzos para desarroarse debían concentrarse en unas pocas industrias estratégicas, en lugar de buscar un Gran Empujón a nivel de toda a economía de aquí
que Hirschman se vera a sí msmo enfrentándose a Rosensten Rodan y Nurkse, cuando de hecho estaba n mucho más cerca los unos de os otros de o que cualquiera de eos estaba de la nueva orto doxia económica. En segundo lugar, la ectura de Hirschman parecía sugerir que examinando as tabas inpu-op podríamos identificar las ndustrias cave del desarrollo (una sugerencia muy atractva para todo planficador dado a a cuantificación) En readad, e concepto de los víncuos, incluso en la versión de Hirschman, no implica nada e eso Pensemos, por eempo, en los vínculos hacia atrás o que da lugar a un vínculo hacia atrás signif cativo, en el sentido de Hirschman, no es sóo el hecho de que el sec tor A compre el oup de sector B es la afirmación de que la inver sión en A, aumentando e volumen del mercado de B, induce a un cambio de escaa en a producción de B que resulta más eficiente (o a la sustitucón de importacones por producción naconal). Pero para ello no basta con observar una cifra grande en la celda AB de a taba de inpuopu pede que B ya esté en una escaa eficiente, o puede incluso que esta expansón no o acerque a esa escala. Ni siquiera podemos sostener el argumento probabiístco de que las empresas con una forma particular de comprar inpu tengan una probabilidad superior de generar estos efectos. ¿Qué es mejor, una industria que compre sólo a unos pocos sectores y que, por esto, aumente mucho a probabilidad de que alguno de elos reciba un fuerte empujón y le gue a tener un volumen consderable, o una ndustra que compre poco de muchos sectores diferentes y que, por lo tanto, tenga más posibildades de empuar a aguno de ellos por encma de umbra? De hecho, si uno trata de utilizar la retórca de os vínculos sn entender que es un argumento que depende decisivamente de las economías de escaa, puede acabar dicendo disparates. Una vez escuché a un partidario de la política industrial activa defender que habría que promover aquelas industrias que vendieran o compraran a muchos sectores dstintos Me pregunto qué industrias pensó que podía excluir de esa defnición: ¿la cerámica artesana?
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En general, ser a mejor ver los "v nc los" como na frase parti c larmente evocadora referida a las complement riedades estratégi cas q e � rgen c ando b enes ndivid les son prod cidos s etos a economas de esc la. Con eso q eremos decir que l contribución distintiva de Hirschman f e más de estilo q e de contenido, algo sobre lo que voy a volver más adelante í
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El fracaso de la teoría del alto desarrollo
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¿Por q é la econom a del esarrollo se f e desvaneciendo? Uno p ede, co 1 alg n stificación, ofrecer la explicación c nica de q e desap ec0 al acabarse s fin nciac ón Después de todo, los exper tos en des rrollo eran consultados, o conseg an p estos mportan tes, sobre todo en relac ón con la a da exterio Como l a u
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En esta parte de la conferencia, he sosten do q e n buen número de tr baos sobre economía del desarrollo escr tos durante los aos c n c ent contení n, de n form más o menos expl cita y más menos consc ente, na teor según l cual l complementar eda est tég c ug b n pael clave en el des rrollo: l s exte lides s rg n de un relación circ lar en l q e la decisión de invert r en prod cción gran esc la dependí del vol men del mercado, y el vol men del mercado depend a de la ecisión de nvert r. Fue a cual fuere la relevanci práct ca de esta teoría, e a perfectamente lóg ca Pero esta teor a del es rrollo f e poster ormente abandon da hasta el p nto de q e los ensayos clásicos en este campo empezaro a parecer, tal como el f s co Wolfgang Pa li acost mbrab dec r, "ni tan s q ie equivoc dos"; simplemente incomprensibles A conti n ación disc t mos las razones q e llevaron a esta dec denci y abandono.
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Resumen
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En general, ser a mejor ver los "v nc los" como na frase parti c larmente evocadora referida a las complement riedades estratégi cas q e � rgen c ando b enes ndivid les son prod cidos s etos a economas de esc la. Con eso q eremos decir que l contribución distintiva de Hirschman f e más de estilo q e de contenido, algo sobre lo que voy a volver más adelante í
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L o que hizo que Myrdal y Hirschma n llamaran la atención no u e tanto la novedad de sus id eas c omo su p ostura estilística y metod o lógica. asta la aparición d e sus lib ros, los economistas de la t eora del alto desarrollo estuvieron intentando ser buenos economistas convencionales. N o pudieron desarrollar mod elos ormales c omple
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En esta parte de la conferencia, he sosten do q e n buen número de tr baos sobre economía del desarrollo escr tos durante los aos c n c ent contení n, de n form más o menos expl cita y más menos consc ente, na teor según l cual l complementar eda est tég c ug b n pael clave en el des rrollo: l s exte lides s rg n de un relación circ lar en l q e la decisión de invert r en prod cción gran esc la dependí del vol men del mercado, y el vol men del mercado depend a de la ecisión de nvert r. Fue a cual fuere la relevanci práct ca de esta teoría, e a perfectamente lóg ca Pero esta teor a del es rrollo f e poster ormente abandon da hasta el p nto de q e los ensayos clásicos en este campo empezaro a parecer, tal como el f s co Wolfgang Pa li acost mbrab dec r, "ni tan s q ie equivoc dos"; simplemente incomprensibles A conti n ación disc t mos las razones q e llevaron a esta dec denci y abandono.
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Resumen
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Ln cnídn y el res1rgi1to d In eo10ín del dnrr/ (c.l) / 29
los teóricos
del desarrollo, su base empírica era débil, y la id ea de las sin duda más interesante P recisa1ente, como Lewis no mezcló economías de e sca la en su sistema, oreció a los teóricos alg o qu e podía n modelizar u ti ibl lizand las h ientas d isp externalidades/ complementariedad estratégica era
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L o que hizo que Myrdal y Hirschma n llamaran la atención no u e tanto la novedad de sus id eas c omo su p ostura estilística y metod o lógica. asta la aparición d e sus lib ros, los economistas de la t eora del alto desarrollo estuvieron intentando ser buenos economistas convencionales. N o pudieron desarrollar mod elos ormales c omple tos, p ero se ac ercaron a ellos ta nto c omo pudieron, i ntentand o man tenerse próximos a la corriente principal en economa que cada vez estaba más orientada hacia los mod el os Myrdal y Hirschman, en cambio, abandonaron este esu erzo , de hecho, acabaron posicio nándose en contra d e cualquier intent o d e ormaliza r sus id eas Hay que suponer que esta postura d ebió p rop orcionarles a ellos y a sus s eguidores una gran sensación de l iberación, si b en al i nal no sirvió para nada. La teoría económica es esencialmente una colección de modelos. Las i ntuiciones g enéricas que no se expresan en orma de modelos pu eden atraer la at ención durante un tiempo, e i nclus o ganar adeptos, p ero no perduran a m enos qu e se codifiquen de una f orma reproducible -y susceptible de ser enseñada. A uno pu ede no gustarle esta tendencia; ciert os economistas ti enden a s er demasiado rápidos al rechazar todo lo q ue no ha sid o ormalizado (a unque yo creo que el énasis en los model os es básicamente correcto) Nos guste o no, la inluencia de las ideas que no han sido embalsamadas en f orma d e modelos pronto desaparece Y ésta u e la suerte d e la t eo ra d el alto desarrollo La eficaz presentació n p or parte de Myrdal de la idea de causalidad circular y acumulativa, o la evocación d e los vínculos por parte de irschman ueron estimulantes e inmensa mente i nf luyentes en los años ci ncuenta y principios de los s esenta Hacia los setenta (cuando yo era u n estudiante de economía), estas ideas parecían, más que incorrectas, insensatas. ¿D e qué estaba hablando e sa gente? ¿Dónde estaban los m odelos? Y así, la teora del alto crecimiento, más qu e rechazada, ue simplemente ig norada. La excepción conf irma la regla El concepto d el e xcedente d e tra bajo de Lewis ue el model o que provocó un millar de ensayos; aun que los supuestos d el excedente de trabajo ya eran habituales entre
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los teóricos
del desarrollo, su base empírica era débil, y la id ea de las xt alidad es/ complementariedad estratégica era sin duda más e ern interesante P recisa1ente, como Lewis no mezcló economías de e sca la en su sistema, oreció a los teóricos alg o qu e podía n modelizar u ti lizando las herramientas d isponibles P ero el excedente de trabao no era una idea suicientemente robusta en q ue poder basar toda una especialidad Es ci erto que durante un tiempo los mod elos de e conomía dua co n rendimientos constantes y comp etencia p erecta ueron el ingrediente esencial de los cursos s obre desarrollo P ero al perder el dualismo su papel prin cipal en la ustiicación del Gran Empuón, estos m odelos d e econo nía dual empe zaron a carecer de sentido. Hacia 980 aproximada mente , casi todos los v estigios de la t eoría del alto desarrollo habían desaparecido de la economía del desarrollo En este sentido, t oda la av entura d e la teoría del a lto desarrollo ue un racaso La irona está en qu e la teoría del alto desarro lo era corrcta C on esto no quiero decir que la t eoría d el G ran Empujón uera realmente la d escripción correcta de có o tiene lugar el desarroll o, y ni siquie ra que los t emas q ue d estaca la teoría de alto d esarrollo sean las cuestiones clave para convertir los país es p obres en ricos L o que quiero decir es qu e los t emas poco convencionales pr esentados p or los teóricos del a lto desarroll o el énasis pu esto sobre la comple mentariedad estratégica en las decisiones de inversión y s obre l os all os de coordinación realm ente identiicaron posibilidad es impor tantes q ue son ignoradas en los m odel os d e equilibrio competitivo Pero los te óricos d el alto desarrollo no consiguiron convencer a sus colegas de la imp ortancia de esas posibilidades P eor aún, incluso racasaron en c omunicar claran ente de q ué estaba n haband o Y así, ideas b uenas e importantes ueron ignoradas por la g eneración pos terior a la qu e ls articuló por primera v ez ¿Fue un racaso de l os t eóricos d el a lto desarrollo, o de a p roe sión económica, o de ambos? ¿O no ue cula d e nadie, si no só o un cam ino predeterminado ue no podía ser e vitado Aún no esto pre
30 / DESARROLLO, GEORAFÍA Y TORA ONÓMICA
parado para responder a estas preguntas. rimero quiero echar una mirada a lo que pasó en un caso enormemente parecido que nos ayuda a ver las cosas desde una perspectiva algo diferente: el fraca so de la economía en e aspecto de tener en cuenta el espacio
2. GEORAFÍA PERDIDA
Y ENCONTRADA
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L o que hizo que Myrdal y Hirschma n llamaran la atención no u e tanto la novedad de sus id eas c omo su p ostura estilística y metod o lógica. asta la aparición d e sus lib ros, los economistas de la t eora del alto desarrollo estuvieron intentando ser buenos economistas convencionales. N o pudieron desarrollar mod elos ormales c omple tos, p ero se ac ercaron a ellos ta nto c omo pudieron, i ntentand o man tenerse próximos a la corriente principal en economa que cada vez estaba más orientada hacia los mod el os Myrdal y Hirschman, en cambio, abandonaron este esu erzo , de hecho, acabaron posicio nándose en contra d e cualquier intent o d e ormaliza r sus id eas Hay que suponer que esta postura d ebió p rop orcionarles a ellos y a sus s eguidores una gran sensación de l iberación, si b en al i nal no sirvió para nada. La teoría económica es esencialmente una colección de modelos. Las i ntuiciones g enéricas que no se expresan en orma de modelos pu eden atraer la at ención durante un tiempo, e i nclus o ganar adeptos, p ero no perduran a m enos qu e se codifiquen de una f orma reproducible -y susceptible de ser enseñada. A uno pu ede no gustarle esta tendencia; ciert os economistas ti enden a s er demasiado rápidos al rechazar todo lo q ue no ha sid o ormalizado (a unque yo creo que el énasis en los model os es básicamente correcto) Nos guste o no, la inluencia de las ideas que no han sido embalsamadas en f orma d e modelos pronto desaparece Y ésta u e la suerte d e la t eo ra d el alto desarrollo La eficaz presentació n p or parte de Myrdal de la idea de causalidad circular y acumulativa, o la evocación d e los vínculos por parte de irschman ueron estimulantes e inmensa mente i nf luyentes en los años ci ncuenta y principios de los s esenta Hacia los setenta (cuando yo era u n estudiante de economía), estas ideas parecían, más que incorrectas, insensatas. ¿D e qué estaba hablando e sa gente? ¿Dónde estaban los m odelos? Y así, la teora del alto crecimiento, más qu e rechazada, ue simplemente ig norada. La excepción conf irma la regla El concepto d el e xcedente d e tra bajo de Lewis ue el model o que provocó un millar de ensayos; aun que los supuestos d el excedente de trabajo ya eran habituales entre
Ln cnídn y el res1rgi1to d In eo10ín del dnrr/ (c.l) / 29
los teóricos
del desarrollo, su base empírica era débil, y la id ea de las sin duda más interesante P recisa1ente, como Lewis no mezcló economías de e sca la en su sistema, oreció a los teóricos alg o qu e podía n modelizar u ti lizando las herramientas d isponibles P ero el excedente de trabao no era una idea suicientemente robusta en q ue poder basar toda una especialidad Es ci erto que durante un tiempo los mod elos de e conomía dua co n rendimientos constantes y comp etencia p erecta ueron el ingrediente esencial de los cursos s obre desarrollo P ero al perder el dualismo su papel prin cipal en la ustiicación del Gran Empuón, estos m odelos d e econo nía dual empe zaron a carecer de sentido. Hacia 980 aproximada mente , casi todos los v estigios de la t eoría del alto desarrollo habían desaparecido de la economía del desarrollo En este sentido, t oda la av entura d e la teoría del a lto desarrollo ue un racaso La irona está en qu e la teoría del alto desarro lo era corrcta C on esto no quiero decir que la t eoría d el G ran Empujón uera realmente la d escripción correcta de có o tiene lugar el desarroll o, y ni siquie ra que los t emas q ue d estaca la teoría de alto d esarrollo sean las cuestiones clave para convertir los país es p obres en ricos L o que quiero decir es qu e los t emas poco convencionales pr esentados p or los teóricos del a lto desarroll o el énasis pu esto sobre la comple mentariedad estratégica en las decisiones de inversión y s obre l os all os de coordinación realm ente identiicaron posibilidad es impor tantes q ue son ignoradas en los m odel os d e equilibrio competitivo Pero los te óricos d el alto desarrollo no consiguiron convencer a sus colegas de la imp ortancia de esas posibilidades P eor aún, incluso racasaron en c omunicar claran ente de q ué estaba n haband o Y así, ideas b uenas e importantes ueron ignoradas por la g eneración pos terior a la qu e ls articuló por primera v ez ¿Fue un racaso de l os t eóricos d el a lto desarrollo, o de a p roe sión económica, o de ambos? ¿O no ue cula d e nadie, si no só o un cam ino predeterminado ue no podía ser e vitado Aún no esto pre externalidades/ complementariedad estratégica era
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parado para responder a estas preguntas. rimero quiero echar una mirada a lo que pasó en un caso enormemente parecido que nos ayuda a ver las cosas desde una perspectiva algo diferente: el fraca so de la economía en e aspecto de tener en cuenta el espacio
2. GEORAFÍA PERDIDA
Y ENCONTRADA
Cualquiera que tenga un atlas se habrá dado cuenta en algún momento de que la protuberancia brasileña de Sudamérica coincide casi con a mella de enfrente en la costa de África Hay alguna gente que hace mucho que es consciente de que, si recortamos los perfiles de los continentes e intentamos juntarlos coo en una especie de rompecabezas, as piezas encajan bastante bien dentro de una única masa de tierra gigante -y el encaje mejora considerablemente si incluimos las plataformas continentales además de la tierra emergi da Pero hasta mitad de los años sesenta esta observación fue cas ignorada por os geólogos Un hereje, coo Alfred Wegener, podía reivindicar que el encae era demasiado bueno coo para ser sólo una coincdencia, lo cual demostraba que los continentes eran trozos a la deriva de un supercontinente primitivo ero la corriente princi pal de la geología no podía concebir ningn mecanismo que explica ra un movimiento así, de forma que estas ideas fueron ignoradas Entonces, ¿cómo explicaban los geólogos las formas de los conti nentes? Es más, cómo respondían a la existencia de los continentes , de hecho, de todas las características de la superficie de la tierra que hoy en día creeos que son resutado de la tectónica de pacas -coo por ejemplo las fallas, los anillos de vocanes, e incluso las cordilleras? La respuesta, a grandes rasgos, es que los geólogos sim plemente dejaron estas cuestiones a un lado Estaba claro que las cor dilleras haban sido levantadas por algo; este algo se etiquetó como "fuerzas de a Tierra, que presumiblemente tenían su origen en el
1¡ 32 / DESARROLO, GOGAFÍA Y TORA CONÓMIA
a r inteo de la Tierra pero que carecían e explicación. A sí pues, los g eólogos s e concentraron en lo que entendían que eran, princi pamente, las fuerzas que erribaban monañas -la erosión, la acción e los glaciares, etc más que en las fuerzas que las construían c lo
Geogfín prdiln y 1ctln (c.2) 3
que las ap oraciones e los eóricos el desarrollo e los años cua renta y los cincuenta, fueron finalmente escaraas porque no po ían ser moeizaas e forma clara S in embargo, naie olvió que el continene tenía un interior; la economía el esarroo como is
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parado para responder a estas preguntas. rimero quiero echar una mirada a lo que pasó en un caso enormemente parecido que nos ayuda a ver las cosas desde una perspectiva algo diferente: el fraca so de la economía en e aspecto de tener en cuenta el espacio
2. GEORAFÍA PERDIDA
Y ENCONTRADA
Cualquiera que tenga un atlas se habrá dado cuenta en algún momento de que la protuberancia brasileña de Sudamérica coincide casi con a mella de enfrente en la costa de África Hay alguna gente que hace mucho que es consciente de que, si recortamos los perfiles de los continentes e intentamos juntarlos coo en una especie de rompecabezas, as piezas encajan bastante bien dentro de una única masa de tierra gigante -y el encaje mejora considerablemente si incluimos las plataformas continentales además de la tierra emergi da Pero hasta mitad de los años sesenta esta observación fue cas ignorada por os geólogos Un hereje, coo Alfred Wegener, podía reivindicar que el encae era demasiado bueno coo para ser sólo una coincdencia, lo cual demostraba que los continentes eran trozos a la deriva de un supercontinente primitivo ero la corriente princi pal de la geología no podía concebir ningn mecanismo que explica ra un movimiento así, de forma que estas ideas fueron ignoradas Entonces, ¿cómo explicaban los geólogos las formas de los conti nentes? Es más, cómo respondían a la existencia de los continentes , de hecho, de todas las características de la superficie de la tierra que hoy en día creeos que son resutado de la tectónica de pacas -coo por ejemplo las fallas, los anillos de vocanes, e incluso las cordilleras? La respuesta, a grandes rasgos, es que los geólogos sim plemente dejaron estas cuestiones a un lado Estaba claro que las cor dilleras haban sido levantadas por algo; este algo se etiquetó como "fuerzas de a Tierra, que presumiblemente tenían su origen en el
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calor inte o de la Tierra pero que carecían e explicaci ón . A sí pues, los g eólogos s e concentraron en lo que entendían que eran, princi pamente, las fuerzas que erribaban monañas -la erosión, la acción e los glaciares, etc más que en las fuerzas que las construían Claro que t odo c ambió en los años sesenta, cuano se descubrió la expans ión el fon do marino De re pente, se había a o con un ecanis que permiía explicar la eriva de los continentes y, tan pronto como ese mecanismo convirtió el concepto e la eriva de los conin enes en intelectualmente res petable , todo un nuevo con junto de hechos aquirió relevancia . ¿Brasi parece que encaa con mucha precisión con e l Golfo e Guinea? ¿L os Alpes ienen el aspec to de se r tierra que fue plegaa por una península ialiana que c hocó contra el coninente europeo, o el H iT1alaya e ser e resulao el encontronazo e la I nia con Asia? oas esas obs ervaciones que hasta enonces habían sio inútiles, e repene aquirieron sentio y se convirieron en una confirmación obvia e nuevo puno de visa Existen paralelismos claros entre a historia e c ómo l os geólogos ignoraron las formas de los continentes y la localización de las cor ileras e montañas, y la historia e cómo os cartógrafos europeos ignoraron oo el co nocimiento informal sobre el interior e África En cierto sentido, sin embargo, el caso de la geología es más para igmático Para empezar, la importancia e la necesia e modeli zar aparece e forma mucho más clara: la deriva continental fue una hipótesis inaceptable e hecho, casi incomprensibe porque los geólogos no concebían la manera e moelizar un proceso de este tip o . Y la respuesta e la profesión fue notable, a un que típica prác ticamente ignorar, incluso neg� la existencia d e las cuesio nes a las que no era capaz e ar respuesta En la conferencia anterior he descrio la evolución el pensa mieno en economía de esarrollo razano un parelelo con a h is toria e la cartografí a europea de África las escripcio nes etalla as, au nque poco fidedignas, de los primeros ex loradores, a l iual
34 / DESARROLLO, GORAFÍA Y TÍA ENÓMICA
sis espacial no consiguió llegar a establecerse en la, finalmente domi nante, escuela anglosajona. Pero ésta es una explicación demasiado fácil Po r un lado, ignora la sociología de la investigación económica de finales del siglo : en el mundo donde vivo, habitado por cien tos, si no miles, de investigadores técnicamente hábiles, desespera
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que las ap oraciones e los eóricos el desarrollo e los años cua renta y los cincuenta, fueron finalmente escaraas porque no po ían ser moeizaas e forma clara S in embargo, naie olvió que el continene tenía un interior; la economía el esarroo como is c ipina continuó sieno una área e rec onocia importancia, incluso si gran parte e su contenio istintivo se había p erio a h istoria e la geografía económica el esuio e la ocaliza ción e la activia econ óüca se p arece más a l a historia del p en samiento geoógico sobre l as formas y la localización e l os conti nentes y las cordilleras a localización e la prou cción es una caracterísica istintiva el muno económico D e hecho, empecé a ineres arme por l a economía en mi infancia, m ira no esos mapas e países, ahora pasaos e a, en que se ut iizaban símbolos pinto rescos para representar la acivida económica haces e trigo que representaban la agricutura, vagonetas ü neras para representar la extra cci ó n e rec urs o s, pe que ñas fábricas qu e repr esenab an la inustria , ec Y, sin embargo, la eco nomía h abiu al apenas se eiene a analizar el espacio Hace casi cuarenta años que Walter sar atacó el análisis económico por tener l ugar en u n "país e las maravillas sin imensiones espaciales", si bien su alegato en efensa e a econoía espacial queó prácicamente sin respuesta Consieren, per eemplo, el último e los libros e te xto e intro ucción a la economía: Economics, e Joseph Stigitz Es un libro que ha tenio mucho éxito y que, si se le puede reprochar ago, es su carácter exhaustivo, el que an razón s us más e 00 páginas Sin embarg o, su ínice no contiene ninguna referencia a las palabras "ocal ización" o "economía espacial", y tiene solamente una referen cia a "ciua es" que aparece en u na i scusión e las m igraciones rralesurbanas en los países menos desarrollaos ¿A qué se ebe esta negligencia? Mark B laug, en su magistral panoráüca el pensamiento económico, escribe a ausencia e os emas e spaciales coo un "veraero misterio" q ue, al final, explica V m,
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economía del desarrollo. En ésta, el papel que la teoría del alto de sarrollo asignó a los rendimientos crecientes era crucial para la teo ría, pero no necesariamente crucial para poder entender el desarrollo en general Uno puede teorizar con sentido sobre los países en desa rrollo, aunque no sea dentro de aquella tradición, si
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a r inteo de la Tierra pero que carecían e explicación. A sí pues, los g eólogos s e concentraron en lo que entendían que eran, princi pamente, las fuerzas que erribaban monañas -la erosión, la acción e los glaciares, etc más que en las fuerzas que las construían Claro que t odo c ambió en los años sesenta, cuano se descubrió la expans ión el fon do marino De re pente, se había a o con un ecanis que permiía explicar la eriva de los continentes y, tan pronto como ese mecanismo convirtió el concepto e la eriva de los conin enes en intelectualmente res petable , todo un nuevo con junto de hechos aquirió relevancia . ¿Brasi parece que encaa con mucha precisión con e l Golfo e Guinea? ¿L os Alpes ienen el aspec to de se r tierra que fue plegaa por una península ialiana que c hocó contra el coninente europeo, o el H iT1alaya e ser e resulao el encontronazo e la I nia con Asia? oas esas obs ervaciones que hasta enonces habían sio inútiles, e repene aquirieron sentio y se convirieron en una confirmación obvia e nuevo puno de visa Existen paralelismos claros entre a historia e c ómo l os geólogos ignoraron las formas de los continentes y la localización de las cor ileras e montañas, y la historia e cómo os cartógrafos europeos ignoraron oo el co nocimiento informal sobre el interior e África En cierto sentido, sin embargo, el caso de la geología es más para igmático Para empezar, la importancia e la necesia e modeli zar aparece e forma mucho más clara: la deriva continental fue una hipótesis inaceptable e hecho, casi incomprensibe porque los geólogos no concebían la manera e moelizar un proceso de este tip o . Y la respuesta e la profesión fue notable, a un que típica prác ticamente ignorar, incluso neg� la existencia d e las cuesio nes a las que no era capaz e ar respuesta En la conferencia anterior he descrio la evolución el pensa mieno en economía de esarrollo razano un parelelo con a h is toria e la cartografí a europea de África las escripcio nes etalla as, au nque poco fidedignas, de los primeros ex loradores, a l iual c lo
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que las ap oraciones e los eóricos el desarrollo e los años cua renta y los cincuenta, fueron finalmente escaraas porque no po ían ser moeizaas e forma clara S in embargo, naie olvió que el continene tenía un interior; la economía el esarroo como is c ipina continuó sieno una área e rec onocia importancia, incluso si gran parte e su contenio istintivo se había p erio a h istoria e la geografía económica el esuio e la ocaliza ción e la activia econ óüca se p arece más a l a historia del p en samiento geoógico sobre l as formas y la localización e l os conti nentes y las cordilleras a localización e la prou cción es una caracterísica istintiva el muno económico D e hecho, empecé a ineres arme por l a economía en mi infancia, m ira no esos mapas e países, ahora pasaos e a, en que se ut iizaban símbolos pinto rescos para representar la acivida económica haces e trigo que representaban la agricutura, vagonetas ü neras para representar la extra cci ó n e rec urs o s, pe que ñas fábricas qu e repr esenab an la inustria , ec Y, sin embargo, la eco nomía h abiu al apenas se eiene a analizar el espacio Hace casi cuarenta años que Walter sar atacó el análisis económico por tener l ugar en u n "país e las maravillas sin imensiones espaciales", si bien su alegato en efensa e a econoía espacial queó prácicamente sin respuesta Consieren, per eemplo, el último e los libros e te xto e intro ucción a la economía: Economics, e Joseph Stigitz Es un libro que ha tenio mucho éxito y que, si se le puede reprochar ago, es su carácter exhaustivo, el que an razón s us más e 00 páginas Sin embarg o, su ínice no contiene ninguna referencia a las palabras "ocal ización" o "economía espacial", y tiene solamente una referen cia a "ciua es" que aparece en u na i scusión e las m igraciones rralesurbanas en los países menos desarrollaos ¿A qué se ebe esta negligencia? Mark B laug, en su magistral panoráüca el pensamiento económico, escribe a ausencia e os emas e spaciales coo un "veraero misterio" q ue, al final, explica V m,
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sis espacial no consiguió llegar a establecerse en la, finalmente domi nante, escuela anglosajona. Pero ésta es una explicación demasiado fácil Po r un lado, ignora la sociología de la investigación económica de finales del siglo : en el mundo donde vivo, habitado por cien tos, si no miles, de investigadores técnicamente hábiles, desespera dos por encontrar teas interesantes que estudiar, cualquier territo rio intelectual obviamente disponible va a ser siempre explorado Aunque seguramente haya un sesgo excesivo hacia el cultivo del margen interno -en busca de pequeños 1atices en teas ya familia res o utilizando la artillería pesada econoétrica para sonsacar algún detalle nuevo de datos ya muy explotados- resulta inverosímil que un campo tan extenso coo la economía de la localización no reciba ninguna atención, simplemente porque no consiguió entrar en el índice de la economía hace un siglo. Además, aunque Ricardo y Mill puedan haber ignorado la eco nomía del espacio, no han faltado influyentes esfuerzos posteriores para situar la localización en el mapa intelectual de los economistas En particular, Walter Isard hizo un gran esfuerzo para conseguir que sus colegas toaran el espacio en serio, un esfuerzo que, entre otras cosas, implicaba digerir la tradición alemana en localización y tradu cirla, tanto en lenguaje coo en estilo, para hacerla inteligible al mundo de los economistas de lengua inglesa. Y, ciertamente, a fina les de los años sesenta y principios de los setenta hubo un pequeño boom en la "nueva economía urbana, cuyos modelos derivaban directamente del Estado aisldo de Vn Thünen Entonces, ¿por qué los teas espaciales continuaron ignorados por la profesión económica? No fue un accidente histórico: había algo en la economía espacial que la convertía en un terreno inheren temente hostil para la clase de modelización que saben hacer la mayoría de economistas Este algo fue, coo pueden adivinar, el problema de la estructu ra del mercado ante la existencia de rendimientos crecientes, un pro blema que incluso es má s agudo en la eorafía económica que en la 1
economía del desarrollo. En ésta, el papel que la teoría del alto de sarrollo asignó a los rendimientos crecientes era crucial para la teo ría, pero no necesariamente crucial para poder entender el desarrollo en general Uno puede teorizar con sentido sobre los países en desa rrollo, aunque no sea dentro de aquella tradición, si n tener que sacri ficar los supuestos convenientes de rendimientos constantes y com petencia perfecta. En economía del espacio, en cambio, no se puede ni siquiera empezar sin encontrar la forma de tratar las economías de escala de las empresas oligopolísticas La razón ha sido bien entendida por casi todos, si no todos, los economistas urbanos y del espacio, y algunas veces se la ha caracte rizado coo el problema del "capitalismo de la casita con jardín (backyard captls). La parábola va así imagínense (tal coo lo hacen a menudo los teóricos espaciales) que el mundo consiste en una llanura homogénea, sin rasgos distintivos; imagínense además que existen costes de transporte; y finalmente supongan por un momento que no hay economías de escala. ¿Podría u n mundo así dar lugar a la distribución de la actividad económica enormemente desi gual que observaos en la realidad, en la que l a mayoría de la gente vive en una pequeña fracción urbanizada del suelo, y en la que las propias áreas urbanas están altamente especializadas (Este párrafo fue escrito después de echar un descorazonador vistazo a los precios inmobiliarios en Palo Alto esto es, el atestado corazón del Silicon Valley). a respuesta, claro, es que no. Lo eficiente (y además fruto de la actuación del mercado, ya que éste sería un mundo sin distor siones y eficiente en el sentido de Pareto) sería que la producción de cada bien se repartiera de forma uniforme sobre la llanura, de forma que el transporte no fuera necesario En el caso de ausencia literal de economías de escala, ni siquiera veríamos un mundo de pueblos pequeños, sino que veríamos un mundo de cortijos autosuficientes. Sabeos que el mundo no es una llanura homogénea Aquellos haces de trigo y las vagonetas mineras de los mapas de mi infancia lo demuestran Sin embargo, poca duda cabe de que los recursos
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sis espacial no consiguió llegar a establecerse en la, finalmente domi nante, escuela anglosajona. Pero ésta es una explicación demasiado fácil Po r un lado, ignora la sociología de la investigación económica de finales del siglo : en el mundo donde vivo, habitado por cien tos, si no miles, de investigadores técnicamente hábiles, desespera dos por encontrar teas interesantes que estudiar, cualquier territo rio intelectual obviamente disponible va a ser siempre explorado Aunque seguramente haya un sesgo excesivo hacia el cultivo del margen interno -en busca de pequeños 1atices en teas ya familia res o utilizando la artillería pesada econoétrica para sonsacar algún detalle nuevo de datos ya muy explotados- resulta inverosímil que un campo tan extenso coo la economía de la localización no reciba ninguna atención, simplemente porque no consiguió entrar en el índice de la economía hace un siglo. Además, aunque Ricardo y Mill puedan haber ignorado la eco nomía del espacio, no han faltado influyentes esfuerzos posteriores para situar la localización en el mapa intelectual de los economistas En particular, Walter Isard hizo un gran esfuerzo para conseguir que sus colegas toaran el espacio en serio, un esfuerzo que, entre otras cosas, implicaba digerir la tradición alemana en localización y tradu cirla, tanto en lenguaje coo en estilo, para hacerla inteligible al mundo de los economistas de lengua inglesa. Y, ciertamente, a fina les de los años sesenta y principios de los setenta hubo un pequeño boom en la "nueva economía urbana, cuyos modelos derivaban directamente del Estado aisldo de Vn Thünen Entonces, ¿por qué los teas espaciales continuaron ignorados por la profesión económica? No fue un accidente histórico: había algo en la economía espacial que la convertía en un terreno inheren temente hostil para la clase de modelización que saben hacer la mayoría de economistas Este algo fue, coo pueden adivinar, el problema de la estructu ra del mercado ante la existencia de rendimientos crecientes, un pro blema que incluso es má s agudo en la eorafía económica que en la 1
economía del desarrollo. En ésta, el papel que la teoría del alto de sarrollo asignó a los rendimientos crecientes era crucial para la teo ría, pero no necesariamente crucial para poder entender el desarrollo en general Uno puede teorizar con sentido sobre los países en desa rrollo, aunque no sea dentro de aquella tradición, si n tener que sacri ficar los supuestos convenientes de rendimientos constantes y com petencia perfecta. En economía del espacio, en cambio, no se puede ni siquiera empezar sin encontrar la forma de tratar las economías de escala de las empresas oligopolísticas La razón ha sido bien entendida por casi todos, si no todos, los economistas urbanos y del espacio, y algunas veces se la ha caracte rizado coo el problema del "capitalismo de la casita con jardín (backyard captls). La parábola va así imagínense (tal coo lo hacen a menudo los teóricos espaciales) que el mundo consiste en una llanura homogénea, sin rasgos distintivos; imagínense además que existen costes de transporte; y finalmente supongan por un momento que no hay economías de escala. ¿Podría u n mundo así dar lugar a la distribución de la actividad económica enormemente desi gual que observaos en la realidad, en la que l a mayoría de la gente vive en una pequeña fracción urbanizada del suelo, y en la que las propias áreas urbanas están altamente especializadas (Este párrafo fue escrito después de echar un descorazonador vistazo a los precios inmobiliarios en Palo Alto esto es, el atestado corazón del Silicon Valley). a respuesta, claro, es que no. Lo eficiente (y además fruto de la actuación del mercado, ya que éste sería un mundo sin distor siones y eficiente en el sentido de Pareto) sería que la producción de cada bien se repartiera de forma uniforme sobre la llanura, de forma que el transporte no fuera necesario En el caso de ausencia literal de economías de escala, ni siquiera veríamos un mundo de pueblos pequeños, sino que veríamos un mundo de cortijos autosuficientes. Sabeos que el mundo no es una llanura homogénea Aquellos haces de trigo y las vagonetas mineras de los mapas de mi infancia lo demuestran Sin embargo, poca duda cabe de que los recursos
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camino de lo q ue normalmente quereos hacer en los modelos eco nómcos, y no es ni un análss completo de la axiizacón, n squiera un análisis de equlibrio parcial, lo cual resulta muy poco satsfactoro.
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la estru ctu ra del mercado La idea es bastante siple cada empresa se encuentra con que tene q ue escoger entre aprovechar las econo mías de escala, que empu jan hacia u n número limitado de emplaza metos de produ ccón, o minimizar los costes de transporte, qe se pueden reducir ltiplcando el número de ubicacones. Pero esta
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camino de lo q ue normalmente quereos hacer en los modelos eco nómcos, y no es ni un análss completo de la axiizacón, n squiera un análisis de equlibrio parcial, lo cual resulta muy poco satsfactoro. La teoría del emplazamiento central es, en m u chos aspectos, u na construcción intelectual mu cho más satisfactoria Explica cómo in teraccionan los agentes individuales, a saber, q ue el juego entre eco nomías de escala y costes de transporte lleva a los prodctores a con centrarse en una jerarq uía de c udades, sirvendo áreas de mercado anidadas y hexagonales Pero c uando la examinaos con c uidado, no está tan claro q ué es lo que se supone que está pasando ¿Q uén toa las decsones de localización? Lsch parece haber propuesto su s hexágonos coo óptmo, más qu e coo resultado del funciona miento del mercado. Chrstaller hablaba claramente de res ultado del funconamiento del mercado, pero sin u na descripción clara de la estrctura de ese mercado. La teoría del emplazamiento central pro porconó una especie de esq uema, u na forma de organizar las deas y los datos sobre sistemas urbanos, más qe u n modelo económco en el que la estructura observada p udiera ser expresada en térmnos de causas más profundas ¿Pero, por q ué ningún economsta nteligente de la tradcón anglosajona tomó la teo ra del emplazamento central y constr uyó un modelo formal? Por algn tempo, digamos q u e hasta mediados de los aos cncuenta, la smple gnorancia podía ser la explcación: la tradcón alemana de la localzacón simplemente no era accesible a los teóricos de habla no germánca Despu és del trabajo proselitista de Isard y otros, sn embargo, las deas esenciales de la teoría del emplazamiento central estaban a punto para la elaboracón teórica. Y, de hecho, algu nos teóricos de mu cho talento intentaron modeli zarlas Sn embargo, no lo consig uieron, por lo menos si nos atene mos al j uicio del mercado intelectual ¿Por q ué? Ya conocen la respuesta para q ue la teora del empla zamiento central t uviera sentdo, haba qe resolver el problema de
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la estru ctu ra del mercado La idea es bastante siple cada empresa se encuentra con que tene q ue escoger entre aprovechar las econo mías de escala, que empu jan hacia u n número limitado de emplaza metos de produ ccón, o minimizar los costes de transporte, qe se pueden reducir ltiplcando el número de ubicacones. Pero esta descripción mplca inmediatamente q ue nos encontra0s en n mundo en el que hay economías de escala no agotadas , por lo tanto, en un mundo de competencia imperfecta No podemos explicar co pletamente la formación del emplazamiento central a menos q ue estemos preparados para ofrecer u na descripción, por mu y estilza da que sea, de esa estructu ra del mercado imperfectamente competi tva Y esto, hasta hace relativamente poco, era algo q ue los econo mstas se sentían incapaces de hacer. Déjenme aclarar q u e todo esto no es de ningu na forma na con dena d los q ue desarllaron y elaboraron la teoría del emplaza miento central Por el contrario, deberan ser adirados por s u ins piradas ideas a pesar de s incapacdad para formalizarlas de forma efectiva Pero la teoría del emplazamiento central no va a tener enti dad propia hasta q u e se cruce la barrera de la formalzacón.
Física social
a metáfora de la geometra ermánica sería la de la mecánica del siglo xv1: el problema de la localizacón f ue representado directa mnte como el de un eq u ilibrio entre diversas fuerzas de atracción dscretas El problema de la localización de Webr se pede resolvr constryendo u n sistea de pesos y poleas En el sglo XIX, sin embargo, fu e cada vez ás coún que los ísicos representaran s us problemas no de una forma directa, coo la intracción de diferen ts elementos mecánicos, sino d forma indirecta, como la sol ucón de u n problema de máximo o nimo Resltó qu e mchos proble mas de físca podan pensarse como la minimización de u na canti dad llamada "acción una formu lación que simplfic no-
Geografía perdida y e1c1tnd (c.2) / 43
DESAROLO, GEOGAFÍA Y TOÍA CONÓMIA
te el análisis. También resultó conveniente representar los problemas dinámicos como el movimiento de un punto que caracerizaba el sis tema de localizaciones de poencial mínimo sobre una superficie imaginaria. Era inevitable que esas metáforas acabaran reflejándose
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camino de lo q ue normalmente quereos hacer en los modelos eco nómcos, y no es ni un análss completo de la axiizacón, n squiera un análisis de equlibrio parcial, lo cual resulta muy poco satsfactoro. La teoría del emplazamiento central es, en m u chos aspectos, u na construcción intelectual mu cho más satisfactoria Explica cómo in teraccionan los agentes individuales, a saber, q ue el juego entre eco nomías de escala y costes de transporte lleva a los prodctores a con centrarse en una jerarq uía de c udades, sirvendo áreas de mercado anidadas y hexagonales Pero c uando la examinaos con c uidado, no está tan claro q ué es lo que se supone que está pasando ¿Q uén toa las decsones de localización? Lsch parece haber propuesto su s hexágonos coo óptmo, más qu e coo resultado del funciona miento del mercado. Chrstaller hablaba claramente de res ultado del funconamiento del mercado, pero sin u na descripción clara de la estrctura de ese mercado. La teoría del emplazamiento central pro porconó una especie de esq uema, u na forma de organizar las deas y los datos sobre sistemas urbanos, más qe u n modelo económco en el que la estructura observada p udiera ser expresada en térmnos de causas más profundas ¿Pero, por q ué ningún economsta nteligente de la tradcón anglosajona tomó la teo ra del emplazamento central y constr uyó un modelo formal? Por algn tempo, digamos q u e hasta mediados de los aos cncuenta, la smple gnorancia podía ser la explcación: la tradcón alemana de la localzacón simplemente no era accesible a los teóricos de habla no germánca Despu és del trabajo proselitista de Isard y otros, sn embargo, las deas esenciales de la teoría del emplazamiento central estaban a punto para la elaboracón teórica. Y, de hecho, algu nos teóricos de mu cho talento intentaron modeli zarlas Sn embargo, no lo consig uieron, por lo menos si nos atene mos al j uicio del mercado intelectual ¿Por q ué? Ya conocen la respuesta para q ue la teora del empla zamiento central t uviera sentdo, haba qe resolver el problema de
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la estru ctu ra del mercado La idea es bastante siple cada empresa se encuentra con que tene q ue escoger entre aprovechar las econo mías de escala, que empu jan hacia u n número limitado de emplaza metos de produ ccón, o minimizar los costes de transporte, qe se pueden reducir ltiplcando el número de ubicacones. Pero esta descripción mplca inmediatamente q ue nos encontra0s en n mundo en el que hay economías de escala no agotadas , por lo tanto, en un mundo de competencia imperfecta No podemos explicar co pletamente la formación del emplazamiento central a menos q ue estemos preparados para ofrecer u na descripción, por mu y estilza da que sea, de esa estructu ra del mercado imperfectamente competi tva Y esto, hasta hace relativamente poco, era algo q ue los econo mstas se sentían incapaces de hacer. Déjenme aclarar q u e todo esto no es de ningu na forma na con dena d los q ue desarllaron y elaboraron la teoría del emplaza miento central Por el contrario, deberan ser adirados por s u ins piradas ideas a pesar de s incapacdad para formalizarlas de forma efectiva Pero la teoría del emplazamiento central no va a tener enti dad propia hasta q u e se cruce la barrera de la formalzacón.
Física social
a metáfora de la geometra ermánica sería la de la mecánica del siglo xv1: el problema de la localizacón f ue representado directa mnte como el de un eq u ilibrio entre diversas fuerzas de atracción dscretas El problema de la localización de Webr se pede resolvr constryendo u n sistea de pesos y poleas En el sglo XIX, sin embargo, fu e cada vez ás coún que los ísicos representaran s us problemas no de una forma directa, coo la intracción de diferen ts elementos mecánicos, sino d forma indirecta, como la sol ucón de u n problema de máximo o nimo Resltó qu e mchos proble mas de físca podan pensarse como la minimización de u na canti dad llamada "acción una formu lación que simplfic no-
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te el análisis. También resultó conveniente representar los problemas dinámicos como el movimiento de un punto que caracerizaba el sis tema de localizaciones de poencial mínimo sobre una superficie imaginaria. Era inevitable que esas metáforas acabaran reflejándose en la forma de pensar sobre geografía económica Y eso fue lo que pasó; la escuela que se desarrolló siguiendo esas líneas emergió en Esados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial La idea de hacer geografía por analogía con la física no era nin guna ontería Aquellos de nosoros que esamos profundamente adocrinados en la radición del análisis económico tradicional pode mos sentir la tenación de mofarnos de ello: ¿por qué no hacer geo grafía a parir de sus fundamentos económicos? Pero la teoría neo clásica fue, coo hemos visto, claramene incapaz de ayudar al desarrollo del análisis espacial, de forma que difícilmene puede cul parse a nadie por intenar algo diferene. Además, los geógrafos americanos que empezaron a estudiar los datos sobre ciudades se dieron cuena rápidamente de que en ellos había regularidades empíricas muy llamativas, de la clase que los científicos físicos estaban acosumbrados a ver, pero que eran rara mente observadas en economía No puedo resistir la tentación de mosrarles un ejemplo: la ley de Zipf, también conocida como la regla del tamaño-rango. La "ley" se refiere a la disribución del tama ño de las ciudades, y tiene la forma: k N· - 1 b, R J
donde N es la población de la ciudad j, R su rango (así, para Estados Unidos, Nueva York es 1, Los Ángeles 2, Chicago 3, etc.), y bes un exponente cercano a . En ciencias de la naturaleza uno suele encon rar relaciones de este ipo, que lueg o sirven de reto para los teóricos En ciencias sociales ese tipo de relaciones son muy poco frecuenes Pero mírenla (véase la fiura 2.1.
44 / DESARROLO, CEOGRAFÍA Y TEORÍA ONÓMIA
cercano a uno, aunque ahora la cosa no está tan clara. La ley de la gravedad no se cumple con tanta precisión como la regla del tama ño-rango, pero aun así es una buena aproximación; , como la regla del tamaño-rango, ha resultado ser extremadamente útil como forma
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0,5
1
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4,5
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Logaritmo del rango de la iudad
Figura 2.1
Por cierto, si piensan que voy a terminar esta conferencia mos trando cómo la teoría moderna puede explicar la ley de Zipf, van a tener una decepción. Creo que empiezo a tener una vaguísima idea de cómo explicarla, pero en este momento tengo que admiir que la regla del tamañorango le resulta erriblemente incómoda a la teoría económica es una de las relaciones estadísticas más fuertes que conocemos y, sin embargo, no tiene ninguna base clara en la teoría. Ora ley como las de la física es la "ley de la gravedad" que rela ciona las interacciones entre ciudades viajes, transporte de mercan cías, etc. con sus poblaciones y la disancia entre ellas Esa "ley" toma la forma siguiene
donde Tes el volumen de las transacciones entre las ciudades, D es la distancia entre elas, b es ota vez n xponnt -poiblmn
Geogfín prdida y 1cotn (c.2) 45
ron unos mapas impresionantes de potencial de mercado de Estados nidos, que mostraban una clara correlación entre un alto potencial de mercado y la concentración de la industria en las regiones industriales Más recientemente, estudios de potencial de mercado para la Comi
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DESAROLO, GEOGAFÍA Y TOÍA CONÓMIA
te el análisis. También resultó conveniente representar los problemas dinámicos como el movimiento de un punto que caracerizaba el sis tema de localizaciones de poencial mínimo sobre una superficie imaginaria. Era inevitable que esas metáforas acabaran reflejándose en la forma de pensar sobre geografía económica Y eso fue lo que pasó; la escuela que se desarrolló siguiendo esas líneas emergió en Esados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial La idea de hacer geografía por analogía con la física no era nin guna ontería Aquellos de nosoros que esamos profundamente adocrinados en la radición del análisis económico tradicional pode mos sentir la tenación de mofarnos de ello: ¿por qué no hacer geo grafía a parir de sus fundamentos económicos? Pero la teoría neo clásica fue, coo hemos visto, claramene incapaz de ayudar al desarrollo del análisis espacial, de forma que difícilmene puede cul parse a nadie por intenar algo diferene. Además, los geógrafos americanos que empezaron a estudiar los datos sobre ciudades se dieron cuena rápidamente de que en ellos había regularidades empíricas muy llamativas, de la clase que los científicos físicos estaban acosumbrados a ver, pero que eran rara mente observadas en economía No puedo resistir la tentación de mosrarles un ejemplo: la ley de Zipf, también conocida como la regla del tamaño-rango. La "ley" se refiere a la disribución del tama ño de las ciudades, y tiene la forma: k N· - 1 b, R J
donde N es la población de la ciudad j, R su rango (así, para Estados Unidos, Nueva York es 1, Los Ángeles 2, Chicago 3, etc.), y bes un exponente cercano a . En ciencias de la naturaleza uno suele encon rar relaciones de este ipo, que lueg o sirven de reto para los teóricos En ciencias sociales ese tipo de relaciones son muy poco frecuenes Pero mírenla (véase la fiura 2.1.
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cercano a uno, aunque ahora la cosa no está tan clara. La ley de la gravedad no se cumple con tanta precisión como la regla del tama ño-rango, pero aun así es una buena aproximación; , como la regla del tamaño-rango, ha resultado ser extremadamente útil como forma de ver los datos, tanto en economa espacial como en comercio inter nacional Pero ¿cómo fue que la observación de que la economía espacial exhibe relaciones parecidas a la física, y el deseo de los geógrafos de parecerse a los cientficos de verdad, diese lugar a una teora 1ás causal que descriptiva? Buno, en los años cincuenta los geógrafos americanos tuvieron la idea de que las empresas tienden, cteris paribus, a escoger localizaciones de máximo "potencial de mercado", donde el potencial de mercado de una localización se definía como un ndice de su acceso a los mercados, que involucraba tanto la capa cidad adquisitiva de todos los mercados en los que podan vender coo su distancia ellos Un ndice tpico del potencial de mercado para la localización es: P; L k-, =
.
.7
D. ;1 ·.
donde Y es el ingreso o poder adquisitivo de un mercado determi nado. La relación con la ley de la gravedad es obvia. ero aparte de esta especie de justificación formal, no es dicil pensar que un índi ce de este tipo tuviera que ser mnimamente útil para entender la ubicación las empresas después de todo, seguramente es cierto que las empresas intentan ubicarse donde tienen un buen acceso a los ercados, definido de una forma u otra Resulta, además, que el potencial de mercado realmente "funcio na", en el sentido de que los índices de potencial de mercado parecen explicar la localización de la industria en Estados nidos (o en Euro pa occidental) y la localización de actividades determinadas dentro de las áreas urbanas. En l H [954] y j-
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Causalidad acumulativa
Una consecuencia obva del análisis del potencial de mercado es la posbilidad de circularidad. Las empresas quieren situarse donde el
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Logaritmo del rango de la iudad
Figura 2.1
Por cierto, si piensan que voy a terminar esta conferencia mos trando cómo la teoría moderna puede explicar la ley de Zipf, van a tener una decepción. Creo que empiezo a tener una vaguísima idea de cómo explicarla, pero en este momento tengo que admiir que la regla del tamañorango le resulta erriblemente incómoda a la teoría económica es una de las relaciones estadísticas más fuertes que conocemos y, sin embargo, no tiene ninguna base clara en la teoría. Ora ley como las de la física es la "ley de la gravedad" que rela ciona las interacciones entre ciudades viajes, transporte de mercan cías, etc. con sus poblaciones y la disancia entre ellas Esa "ley" toma la forma siguiene
donde Tes el volumen de las transacciones entre las ciudades, D es la distancia entre elas, b es ota vez n xponnt -poiblmn
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ron unos mapas impresionantes de potencial de mercado de Estados nidos, que mostraban una clara correlación entre un alto potencial de mercado y la concentración de la industria en las regiones industriales Más recientemente, estudios de potencial de mercado para la Comi sión Europea han dado lugar a unos mapas similares que muestrn una relación clara entre "centralidad" y renta per cápita) Y, a diferen cia de la estructura rígida de la teoría de la localización de Weber, el enfoque del potencial de mercado tiene una fácil aplicación De manera que nos encontramos ante un dilema: la aplicación de la "sica social" a la economa espacial ofrece explicaciones plausi bles, algunas regularidades epricas impresionantes, y una base útil para el trabajo empírico. Incluso se puede utilizar coo base de algunos modelos de equilibrio ad hoc tal coo explicaré después. Siendo esto as, ¿por qué no forma parte de la caja de herramientas habitual de los economistas Ya saben la respuesta ero déjenme subrayar el problema con creto en ningún momento se deja claro qué es lo que se maximia cuando una empresa escoge un punto de áxi10 potencial de mer cado. De hecho, si uno medita sobre esto, es ácil darse cuenta de que toda la idea de calcular el mercado potencial tal y coo lo he descri to exige implícitamente tener unas determinadas ideas sobre la estructura del mercado. L as empresas no pueden tener rendimientos de escala constantes si no, bastaría con establecer una para cada mercado, y sabeos que no tendra sentido calcular el potencial de mercado para todo Estados nidos o la ni ón Europea Tampoco pueden producirse bienes que sean sustitutos perfectos en este caso habra áreas de mercado perfectamente definidas del estilo de las de Lsch, y no superficies de potencial sin bordes As pues, el enfoque del potencial de mercado parece escondr una descripción en térmi nos de competencia onopolística pero esta descripción es total mente implícita, y tena que serlo, ya que nadie saba cómo modeli zar la competencia onopolstica durante el apogeo del enfoque del .
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los equilibrios múltiples de su modelo como una molestia, no como una profundización en el conocimento del proceso de desarrollo espacial Pero si los geógrafos que trabaaban con el potencial de mercado
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cercano a uno, aunque ahora la cosa no está tan clara. La ley de la gravedad no se cumple con tanta precisión como la regla del tama ño-rango, pero aun así es una buena aproximación; , como la regla del tamaño-rango, ha resultado ser extremadamente útil como forma de ver los datos, tanto en economa espacial como en comercio inter nacional Pero ¿cómo fue que la observación de que la economía espacial exhibe relaciones parecidas a la física, y el deseo de los geógrafos de parecerse a los cientficos de verdad, diese lugar a una teora 1ás causal que descriptiva? Buno, en los años cincuenta los geógrafos americanos tuvieron la idea de que las empresas tienden, cteris paribus, a escoger localizaciones de máximo "potencial de mercado", donde el potencial de mercado de una localización se definía como un ndice de su acceso a los mercados, que involucraba tanto la capa cidad adquisitiva de todos los mercados en los que podan vender coo su distancia ellos Un ndice tpico del potencial de mercado para la localización es: P; L k-, =
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donde Y es el ingreso o poder adquisitivo de un mercado determi nado. La relación con la ley de la gravedad es obvia. ero aparte de esta especie de justificación formal, no es dicil pensar que un índi ce de este tipo tuviera que ser mnimamente útil para entender la ubicación las empresas después de todo, seguramente es cierto que las empresas intentan ubicarse donde tienen un buen acceso a los ercados, definido de una forma u otra Resulta, además, que el potencial de mercado realmente "funcio na", en el sentido de que los índices de potencial de mercado parecen explicar la localización de la industria en Estados nidos (o en Euro pa occidental) y la localización de actividades determinadas dentro de las áreas urbanas. En l H [954] y j-
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Causalidad acumulativa
Una consecuencia obva del análisis del potencial de mercado es la posbilidad de circularidad. Las empresas quieren situarse donde el potencial de mercado sea alto, es decr, cerca de los grandes merca dos. Pero los ercados tenden a ser grandes donde hay muchas empresas De manera que, de forma natural, se llega a considerar la posiblidad de que haya crecimento (o decrecimiento) regional auto reforzado. No tengo muy claro hasta qué punto los geógrafos lo entendie ron así. El ensayo pionero de Harris (1954) ciertamente indcó que las regiones con alto potencial de mercado, como por ejemplo los Esta dos industrales de Estados nidos, verían su ventaa reforzada a medda que un mayor número de empresas decideran trasladarse allí Que la posibilidad de equilibrios múltiples fuese considerada desde el prncpio es menos claro n buen eemplo de esto fue el esfuerzo de modelizacón de owry (1964) Lowry construyó un modelo extraordinariamente avanzado para su tempo: calibró un modelo numérco del uso de la tierra dentro de una ciudad (Pittsburgh), en el que muchas decisio nes de localización eran endógenas y en el que los rendimientos cre cientes mplicaban múltiples equilibrios. El modelo de Lowry no estaba basado en un c omportamiento maximizador -no podía haber sido así, dado el estado del arte de la modelización en ese tempo En su lugar impuso un conunto de reglas ad hoc plausibles Las decisio nes de localización por parte de las empresas, en particular, estaban determinadas en gran parte por el potencial de mercado El suyo fue, voy a repetirlo, un esfuerzo pionero extraordnaro, si bien hay ndcos de que el propio Lowry no entendió completa mente lo que estaba haciendo. Esto parece desprenderse involunta riamente de su afirmación según la cual es crucial resolver las ecua ciones en el orden correcto ¡S fueran resueltas en otro orden darían respuestas absolutamente diferentes! En otras palabras, interpretaba
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ron unos mapas impresionantes de potencial de mercado de Estados nidos, que mostraban una clara correlación entre un alto potencial de mercado y la concentración de la industria en las regiones industriales Más recientemente, estudios de potencial de mercado para la Comi sión Europea han dado lugar a unos mapas similares que muestrn una relación clara entre "centralidad" y renta per cápita) Y, a diferen cia de la estructura rígida de la teoría de la localización de Weber, el enfoque del potencial de mercado tiene una fácil aplicación De manera que nos encontramos ante un dilema: la aplicación de la "sica social" a la economa espacial ofrece explicaciones plausi bles, algunas regularidades epricas impresionantes, y una base útil para el trabajo empírico. Incluso se puede utilizar coo base de algunos modelos de equilibrio ad hoc tal coo explicaré después. Siendo esto as, ¿por qué no forma parte de la caja de herramientas habitual de los economistas Ya saben la respuesta ero déjenme subrayar el problema con creto en ningún momento se deja claro qué es lo que se maximia cuando una empresa escoge un punto de áxi10 potencial de mer cado. De hecho, si uno medita sobre esto, es ácil darse cuenta de que toda la idea de calcular el mercado potencial tal y coo lo he descri to exige implícitamente tener unas determinadas ideas sobre la estructura del mercado. L as empresas no pueden tener rendimientos de escala constantes si no, bastaría con establecer una para cada mercado, y sabeos que no tendra sentido calcular el potencial de mercado para todo Estados nidos o la ni ón Europea Tampoco pueden producirse bienes que sean sustitutos perfectos en este caso habra áreas de mercado perfectamente definidas del estilo de las de Lsch, y no superficies de potencial sin bordes As pues, el enfoque del potencial de mercado parece escondr una descripción en térmi nos de competencia onopolística pero esta descripción es total mente implícita, y tena que serlo, ya que nadie saba cómo modeli zar la competencia onopolstica durante el apogeo del enfoque del .
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los equilibrios múltiples de su modelo como una molestia, no como una profundización en el conocimento del proceso de desarrollo espacial Pero si los geógrafos que trabaaban con el potencial de mercado no tenían las deas claras sobre la posbildad de crculardad, hubo otros geógrafos que fueron muy conscientes de ello, por una razón muy sencilla porque estaban muy cerca de los creadores de la teoría del alto desarrollo Consderemos la historia de los equilibrios múltiples que acabo de contar, en que cada empresa se ubca donde los mercados son gran des, pero los mercados son grandes donde se ubican las empresas ¿o es esencialment lo mismo que la teoría de del Gran Empuón, en que las empresas adoptaban las técnicas modernas si el mercado era suficientemente grande, pero el mercado era suficientemente grande si suficentes empresas adoptaban las técnicas modernas? Claro que lo es; y por eso fue natural llevar conceptos de la teoría del alto desa rrollo a la geografía económica De hecho, me atrevería a decir que las ideas de la teoría del alto desarrollo son más plausbles en el contexto de la localzacón que en su hábitat orginal El modelo del Gran Empuón en su versón origi nal dependía decisivamente de la disponibilidad de una oferta de trabao elástca procedente del sector rural con salarios baos Sin embargo la diferencia salarial del excedente de trabajo nunca fue realmente explicada, simplemente fue afrmada Era posible superar esta dfcultad invocando vínculos muy fuertes en los sectores de producción de bienes intermedios, pero ncluso observadores muy benevolentes tenían que acabar preguntándose si, dada la inelastici dad probable en los países en desarrollo de la oferta de factores de producción, los equlibrios múltiples de los modelos del tipo del Gran Empujón eran realmente plausbles En geografía económica, sin embargo, la oferta de factores de producción hci cualquier egión o loclización va a ser típcamente mu elástca porque pueden venir de cualquer luar Y en conse
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Causalidad acumulativa
Una consecuencia obva del análisis del potencial de mercado es la posbilidad de circularidad. Las empresas quieren situarse donde el potencial de mercado sea alto, es decr, cerca de los grandes merca dos. Pero los ercados tenden a ser grandes donde hay muchas empresas De manera que, de forma natural, se llega a considerar la posiblidad de que haya crecimento (o decrecimiento) regional auto reforzado. No tengo muy claro hasta qué punto los geógrafos lo entendie ron así. El ensayo pionero de Harris (1954) ciertamente indcó que las regiones con alto potencial de mercado, como por ejemplo los Esta dos industrales de Estados nidos, verían su ventaa reforzada a medda que un mayor número de empresas decideran trasladarse allí Que la posibilidad de equilibrios múltiples fuese considerada desde el prncpio es menos claro n buen eemplo de esto fue el esfuerzo de modelizacón de owry (1964) Lowry construyó un modelo extraordinariamente avanzado para su tempo: calibró un modelo numérco del uso de la tierra dentro de una ciudad (Pittsburgh), en el que muchas decisio nes de localización eran endógenas y en el que los rendimientos cre cientes mplicaban múltiples equilibrios. El modelo de Lowry no estaba basado en un c omportamiento maximizador -no podía haber sido así, dado el estado del arte de la modelización en ese tempo En su lugar impuso un conunto de reglas ad hoc plausibles Las decisio nes de localización por parte de las empresas, en particular, estaban determinadas en gran parte por el potencial de mercado El suyo fue, voy a repetirlo, un esfuerzo pionero extraordnaro, si bien hay ndcos de que el propio Lowry no entendió completa mente lo que estaba haciendo. Esto parece desprenderse involunta riamente de su afirmación según la cual es crucial resolver las ecua ciones en el orden correcto ¡S fueran resueltas en otro orden darían respuestas absolutamente diferentes! En otras palabras, interpretaba
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los equilibrios múltiples de su modelo como una molestia, no como una profundización en el conocimento del proceso de desarrollo espacial Pero si los geógrafos que trabaaban con el potencial de mercado no tenían las deas claras sobre la posbildad de crculardad, hubo otros geógrafos que fueron muy conscientes de ello, por una razón muy sencilla porque estaban muy cerca de los creadores de la teoría del alto desarrollo Consderemos la historia de los equilibrios múltiples que acabo de contar, en que cada empresa se ubca donde los mercados son gran des, pero los mercados son grandes donde se ubican las empresas ¿o es esencialment lo mismo que la teoría de del Gran Empuón, en que las empresas adoptaban las técnicas modernas si el mercado era suficientemente grande, pero el mercado era suficientemente grande si suficentes empresas adoptaban las técnicas modernas? Claro que lo es; y por eso fue natural llevar conceptos de la teoría del alto desa rrollo a la geografía económica De hecho, me atrevería a decir que las ideas de la teoría del alto desarrollo son más plausbles en el contexto de la localzacón que en su hábitat orginal El modelo del Gran Empuón en su versón origi nal dependía decisivamente de la disponibilidad de una oferta de trabao elástca procedente del sector rural con salarios baos Sin embargo la diferencia salarial del excedente de trabajo nunca fue realmente explicada, simplemente fue afrmada Era posible superar esta dfcultad invocando vínculos muy fuertes en los sectores de producción de bienes intermedios, pero ncluso observadores muy benevolentes tenían que acabar preguntándose si, dada la inelastici dad probable en los países en desarrollo de la oferta de factores de producción, los equlibrios múltiples de los modelos del tipo del Gran Empujón eran realmente plausbles En geografía económica, sin embargo, la oferta de factores de producción hci cualquier egión o loclización va a ser típcamente mu elástca porque pueden venir de cualquer luar Y en conse
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Mark Blaug dedica casi la mitad de su discusión de a economía del espacio a Von Thünen y sus sucesores (y eso sin tener en cuenta la influencia de Vo Thünen sobre los modelos de análisis de a estructur intea de las áreas urbanas, a los que me voy a referir más abajo). on Thünen ha conseguido una atención favorable por parte
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expicación ada maa de la otra mitad La razón, claro está, es que mietras que los enfoques que he descrito hasta ahora pueden haber sido acertados, no ofrecían ninguna oportunidad para que los eco nomistas pudieran utilizar las herramientas que tenían. Por contra, e modeo de Von Thünen parece haber sido diseñado para mostrar la
52 / DESAROLLO, GEOGAFÍA Y TEORA CONÓMIA
Mark Blaug dedica casi la mitad de su discusión de a economía del espacio a Von Thünen y sus sucesores (y eso sin tener en cuenta la influencia de Vo Thünen sobre los modelos de análisis de a estructur intea de las áreas urbanas, a los que me voy a referir más abajo). on Thünen ha conseguido una atención favorable por parte de muchos economistas modernos, desde Herbert Giersch hasta Paul Samueson. Todo esto está ampliamente ustificado. El modelo de Von Thü nen (incuso si, en realidad, fue obra de Launhardt) es muy bonito. Ilustra en un contexto sorprendente chos de os conceptos claves de la economía neoclásica: la idea de equiibrio; la idea de que el "valor" no es una cualidad inherente a una esencia escondida, sino una consecuencia emergent de un proceso de mercado (¡Si Marx hubiera leído a Von Thnen!); la determinació simutánea de los precios de los bienes y de los factores de producción; la habilidad de los mercados para conseguir resultados eficientes; y el pape de los precios, incluso para factores no producidos previamente, coo la tierra, en proveer los incentivos que promueven la eficiencia Una cosa de la que el modelo de Von Thünen nos habla poco, desgraciadamente, es de tema central de la economía espacial. Más precisamente si se considera esencial comprender por qué y cómo la economía evita e "capitalismo de la casita con ardín", e modelo de on Thünen no es de ninguna ayuda Simplemente, supone lo que se está intentado entender la existencia de un mercado central urba no De hecho, la fuerza del modelo reside en entender las fuerzas que dispersan a actividad ecoómica haci fer a partir de ese centro, las fuerzas "centrífugas" por así decirlo En cambio, no dice ni puede decir nada acerca de las fuerzas "centrípetas", as que crn los cen tros, untando la actividad económica en un mismo lugar. ¿Por qué un 0deo con tamaña limitación tuvo tanta infuencia en la teoría de la ocalización? En particular, ¿por qué un modelo que, en el meor de los casos, trata sólo de la mitad del problema ha recibido tanta más atención que otros intentos que no daban una
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expicación ada maa de la otra mitad La razón, claro está, es que mietras que los enfoques que he descrito hasta ahora pueden haber sido acertados, no ofrecían ninguna oportunidad para que los eco nomistas pudieran utilizar las herramientas que tenían. Por contra, e modeo de Von Thünen parece haber sido diseñado para mostrar la fuerza del paradigma competitivo de los rendimientos constantes Hay dos paraelismos obvios Primero, que on Thünen fue para la geografía económica lo que el modelo del excedente de trabao de Lewis fue para la economía del desarrollo. Es dec� fue la pieza única de un marco heterodoxo que se pudo manipular con los métodos ortodoxos , por elo, atrao un volumen de investigación despropor cioado en relación con sus méritos (Este paraleismo presupone que los otros enfoques que he descrito forman un marco común, co sa que puede no ser nada obvia; más adelante voy a ustificarlo). Segundo, la concentración en el enfoque de on Thüne recuer da la actitud de los geólogos en la era anterior al descubrimiento de la expansión de fondo marino. os geólogos entendían a erosión que destruye las montañas, pero carecían de un modelo que explica ra la construcción de las montañas -y así e núcleo de la teoría geo lógica era el tierno análisis de la erosión por el agua, el viento y el hielo os economistas entendían por qué la actividad económica se expande hacia fuera, pero no por qué se concentra, y por ello el modelo central de la econo1ía espacial trataba sólo de cómo la com petencia po el elo disperaba las actividades económicas leos del mercado eral. Pero o se puede hablar indefiidamente de anillos concétricos de utilización del suelo Por cho que el modelo de on Tüne obtuviera la arobación de la mayoría de economistas, esto no fue suficient ara alimentar u área d invstigación tan vital. Y así la ecooí e espacio fue languideciendo n la periferia de la cono ma propiamete dicha Lo que a gografía económica necesitaba -y aún necesita- para sr revitaizada es una síntesis que nos devueva la otra mitad de la
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Mark Blaug dedica casi la mitad de su discusión de a economía del espacio a Von Thünen y sus sucesores (y eso sin tener en cuenta la influencia de Vo Thünen sobre los modelos de análisis de a estructur intea de las áreas urbanas, a los que me voy a referir más abajo). on Thünen ha conseguido una atención favorable por parte de muchos economistas modernos, desde Herbert Giersch hasta Paul Samueson. Todo esto está ampliamente ustificado. El modelo de Von Thü nen (incuso si, en realidad, fue obra de Launhardt) es muy bonito. Ilustra en un contexto sorprendente chos de os conceptos claves de la economía neoclásica: la idea de equiibrio; la idea de que el "valor" no es una cualidad inherente a una esencia escondida, sino una consecuencia emergent de un proceso de mercado (¡Si Marx hubiera leído a Von Thnen!); la determinació simutánea de los precios de los bienes y de los factores de producción; la habilidad de los mercados para conseguir resultados eficientes; y el pape de los precios, incluso para factores no producidos previamente, coo la tierra, en proveer los incentivos que promueven la eficiencia Una cosa de la que el modelo de Von Thünen nos habla poco, desgraciadamente, es de tema central de la economía espacial. Más precisamente si se considera esencial comprender por qué y cómo la economía evita e "capitalismo de la casita con ardín", e modelo de on Thünen no es de ninguna ayuda Simplemente, supone lo que se está intentado entender la existencia de un mercado central urba no De hecho, la fuerza del modelo reside en entender las fuerzas que dispersan a actividad ecoómica haci fer a partir de ese centro, las fuerzas "centrífugas" por así decirlo En cambio, no dice ni puede decir nada acerca de las fuerzas "centrípetas", as que crn los cen tros, untando la actividad económica en un mismo lugar. ¿Por qué un 0deo con tamaña limitación tuvo tanta infuencia en la teoría de la ocalización? En particular, ¿por qué un modelo que, en el meor de los casos, trata sólo de la mitad del problema ha recibido tanta más atención que otros intentos que no daban una
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expicación ada maa de la otra mitad La razón, claro está, es que mietras que los enfoques que he descrito hasta ahora pueden haber sido acertados, no ofrecían ninguna oportunidad para que los eco nomistas pudieran utilizar las herramientas que tenían. Por contra, e modeo de Von Thünen parece haber sido diseñado para mostrar la fuerza del paradigma competitivo de los rendimientos constantes Hay dos paraelismos obvios Primero, que on Thünen fue para la geografía económica lo que el modelo del excedente de trabao de Lewis fue para la economía del desarrollo. Es dec� fue la pieza única de un marco heterodoxo que se pudo manipular con los métodos ortodoxos , por elo, atrao un volumen de investigación despropor cioado en relación con sus méritos (Este paraleismo presupone que los otros enfoques que he descrito forman un marco común, co sa que puede no ser nada obvia; más adelante voy a ustificarlo). Segundo, la concentración en el enfoque de on Thüne recuer da la actitud de los geólogos en la era anterior al descubrimiento de la expansión de fondo marino. os geólogos entendían a erosión que destruye las montañas, pero carecían de un modelo que explica ra la construcción de las montañas -y así e núcleo de la teoría geo lógica era el tierno análisis de la erosión por el agua, el viento y el hielo os economistas entendían por qué la actividad económica se expande hacia fuera, pero no por qué se concentra, y por ello el modelo central de la econo1ía espacial trataba sólo de cómo la com petencia po el elo disperaba las actividades económicas leos del mercado eral. Pero o se puede hablar indefiidamente de anillos concétricos de utilización del suelo Por cho que el modelo de on Tüne obtuviera la arobación de la mayoría de economistas, esto no fue suficient ara alimentar u área d invstigación tan vital. Y así la ecooí e espacio fue languideciendo n la periferia de la cono ma propiamete dicha Lo que a gografía económica necesitaba -y aún necesita- para sr revitaizada es una síntesis que nos devueva la otra mitad de la
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f era, desde s s casas en la periferi de Boston h cia el cint rón de ci dades q e ha crecido alrededor de Bstn, ig l q e lrededor de c lquier vieja metrópoli de Est dos Unidos La c estión es, cl ro está, q e el esquem de los nillos de Vn
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f era, desde s s casas en la periferi de Boston h cia el cint rón de ci dades q e ha crecido alrededor de Bstn, ig l q e lrededor de c lquier vieja metrópoli de Est dos Unidos La c estión es, cl ro está, q e el esquem de los nillos de Vn Thünen proyect n l z m y débil sobre la estr ct ra espaci l de las ci d des policéntricas. o q e necesit mos entender, primero y sobre todo, es dónde están loc lizados los centros que copiten entre sí -precisaente lo q e los modelos del tipo Vn Thnen evi t n responder Y l r zón por l q e no d n resp est es, s vez, porque se tr t de n cuestión íntim ente lig da los rendimien tos crecientes.
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nada lentador Pero lo q e sí tenemos hora son n conj nto de tr cos q e por lo menos nos permiten presentar ejemplos il str tivos de economías s etas rendiientos crecientes Ya h n visto n ejemplo de esos tr cos en la primera conferenci , donde mostré cómo Murphy et al tiliz ron un modelo simple de onopolist s simétricos con límites en los precios, p r abrirse c mi no entre l confusión de l histori del Gr n Ep ón. No todo el m ndo está satisfecho con es cl se de prestidigit ción an lític he oído q e por lo menos n premio Nobel re ccionó con desprecio nte su artíc lo, diciendo "no p ede ser tan simple. En mi opinión, sin embargo, Murphy et al. proporcionaron e ct mente lo que se nece sit b na il stración clara y simple que de pronto perite entender lo q e est b diciendo RosensteinRod n r los problem s de l economía del espacio, este tr co en par ticul r no sirve, por razones q e no considero neces rio describir dig mos, sol mente, q e he p esto mucho esf erzo en intent rlo, q e estoy b st nte seg ro de q e no h y ning n form de hacerlo. ero hay otros tr cos El que me parece más útil es l formaliz ción de l competenci onopolístic s gerida en 1977 por Dixit y Stiglitz n modelo n da realist , pero que yo (como t ntos otros teóricos en comercio internacion l, creciiento y otros c mpos) he encontr do f b losamente útil para constr ir eemplos clarific dores. En los últimos s he est do construyendo gr dualmente n modelo de una conomía espaci l q e se bas en el pl nteaiento de DixitStiglitz de l competenci monopolístic con el fin de "esterili z r el problem de la competencia imperfect No sostengo q e est sea l única forma de h cer econoía del esp cio, ni siq ier q e se un modelo coplet mente s tisf ctorio o que sí sostengo es q e el modelo de estra q e es posible cont r l cl se de histori s que son necesarias par hacer na geogr fí económica q e teng sentido, de n for q e l m yorí de los economist s p ede toler r. El odelo form l está en el péndice De lo que nos interes h bl r hor es de lg nos spectos generales de este pl nteamien a
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to. Imaginemos una economía con un a serie de ubicaciones separa das (También se puede tratar con un continuo de posibles ocaliza ciones; de hecho, hay bastantes formas muy interesantes de plantear se e tema de las aglomeraciones en una economía espacia continua, peo ahora no voy a entrar en elo) Supongamos dos sectores: el agr
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H st este momento he est do cont ndo histori s que terminan en fr str ción; teorí s sens t s que no f eron form lizadas de forma efectiv , o ide s for liz bles q e parecen no haber dado en el cl vo. Ahor voy explic r por q é creo q e todo esto va tener un final feliz razón esenci l de mi optimismo es q e los economist s de hoy en dí tienen n ev s herr mient s a s disposición. asta hor , c da intento de tr t r con cu lquier de l s c estiones q e involu cr ban econoí s de esc la a nivel de l empres individu l se encontr b con q e, o bien h bía de restringirse l c so del monopo lio puro, o bien un serie de modelos de d opolio m y poco m ne jables Básic mente, no h bí ningun forma de h bl r de equilibrio general Est situ ción no h cambiado del todo: ún no h y mode los generales de economí s con rendiientos crecientes y competen ci imperfect . En re lid d, ni siq ier eiste ningún modelo q e sea pl sible en sus pormenores. Si sted es de ese tipo de personas q e se resisten a los sup estos bs rdos hechos por p ra conveniencia n lític , el c adro q e estoy p nto de pintar no v p recerle
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Es más, resuta que as cuatro tradiciones son aspectos diferentes de a misma historia, formas diferentes de mirar lo mismo Esta con cusión puede no parecer sorprendente si nos referimos a a segunda, tercera y cuarta tradiciones Consideren primero una fotografa de a economía de mi modeo en un instante de tiempo, es decir, con una
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f era, desde s s casas en la periferi de Boston h cia el cint rón de ci dades q e ha crecido alrededor de Bstn, ig l q e lrededor de c lquier vieja metrópoli de Est dos Unidos La c estión es, cl ro está, q e el esquem de los nillos de Vn Thünen proyect n l z m y débil sobre la estr ct ra espaci l de las ci d des policéntricas. o q e necesit mos entender, primero y sobre todo, es dónde están loc lizados los centros que copiten entre sí -precisaente lo q e los modelos del tipo Vn Thnen evi t n responder Y l r zón por l q e no d n resp est es, s vez, porque se tr t de n cuestión íntim ente lig da los rendimien tos crecientes.
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Es más, resuta que as cuatro tradiciones son aspectos diferentes de a misma historia, formas diferentes de mirar lo mismo Esta con cusión puede no parecer sorprendente si nos referimos a a segunda, tercera y cuarta tradiciones Consideren primero una fotografa de a economía de mi modeo en un instante de tiempo, es decir, con una determinada distribución de la industria en e espacio Naturalmen te, vamos a ver que algunas ocaizaciones son más atractivas para a industria que otras Y no nos sorprenderá descubrir que e atractivo de as distintas ubicaciones se puede medir con un ndice de poten cia de mercado que, aunque es bastante más compicado que os que utiizaban os físicos sociaes, guarda un cierto parecido con eos A continuación, veamos cómo evouciona la economía a indus tria va a t rasladarse hacia las ubicaciones más atractivas y leos de as peores, pero al hacerlo va a cambiar e mapa de potencia de merca do, de forma que, tpicamente, se va a reforzar la ventaa de las ubi caciones que anteriormente ya eran as más favorecidas De esta forma el potencial de mercado se convierte en parte de una historia de causalidad circular y acumuativa Finamente, a agrupación de a producción que resulta de este proceso dinámico se puede ver como a consecuencia de una especie de externaidad pecuniaria, nada inconsistente con la descripción de Marshal. Lo que puede parecer más obscuro es cómo a teoría de empla zamiento central encaa en e mismo esquema De hecho, no encaa tan bien, en parte porque la teora del empazamiento central a menudo se expresa como si lo s empazamientos centraes satisficie ran sólo as demandas de una población agrícola distribuida unifor memente Pero pensándolo bien, los empazamientos centraes tam bién sirven a los mercados que proveen para s mismos y para todos os demás, lo que ya empieza a sonar un poco como lo que he des crito hasta ahora Pero, ¿hay algo que se parezca a a distribución reguar de los centros imaginada por Christaer y Lsch, que salga de os modeos acumulativos de Pred?
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La respuesta, inicial.ente sorprendente, es que sí He hecho una sere de expermentos de simulacón en una economía muy estilza da en la que las ubcacones están alineadas simétrcamente alrede dor de un círculo Para cada simulacón empecé con una asignación aeatora de la ndustra en las dstintas ubcaciones, y dejé que la
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to. Imaginemos una economía con un a serie de ubicaciones separa das (También se puede tratar con un continuo de posibles ocaliza ciones; de hecho, hay bastantes formas muy interesantes de plantear se e tema de las aglomeraciones en una economía espacia continua, peo ahora no voy a entrar en elo) Supongamos dos sectores: el agr cola, que es geográficamente inmóvil, y el industria, que se puede desplazar con e tiempo La reubicación geográfica de a industria, sin embargo, no es instantánea, por lo que resulta importante intro ducir por lo menos agún tipo de dinámica rudimentaria E sector industrial consiste en muchas empresas que producen bienes diferenciados; los rendimientos crecientes garantizan que no todos los bienes potenciales son efectivamente producidos, y que cada fábrica produce un solo bien (justificando el supuesto de Weber de que cada bien se produce en una soa ubicación) El supuesto de competencia monopolstica permite ibrarse de problemas como el del comportamiento estratégico de una forma simpe, si bien poco verosmil Todo lo que necesita hacer una empresa es escoger una ocaización óptima, teniendo en cuenta a distribución espacia de la demanda y los costes de transporte Tal como o he descrito, este modelo no parece nada extraordina rio De hecho, fue muy difícil conseguir obtener una estructura for mal que incuyera simutáneamente os rendimientos crecientes y la competencia imperfecta que resutaba de elos, los costes de trans porte y a movilidad de os factores -y con la que aún fuera posible trabajar Pero bueno, una vez tenemos esta estructura, ¿qué nos dice? Lo más importante que he aprendido es que mis cuatro primeras tradiciones de anáisis espacia -la geometría germánica (espe ciamente a teora del emplazamiento centra), la fsica social (con cretamente e enfoque del potencial de mercado), a causalidad acu mulativa, y as externaidades ocaizadas son perfectamente sostenibles en términos de un modelo económico riguroso No fu n cionan exactamente ta como sus creadores as presentaron, pero as ideas básicas se sostienen bastante bien
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H st este momento he est do cont ndo histori s que terminan en fr str ción; teorí s sens t s que no f eron form lizadas de forma efectiv , o ide s for liz bles q e parecen no haber dado en el cl vo. Ahor voy explic r por q é creo q e todo esto va tener un final feliz razón esenci l de mi optimismo es q e los economist s de hoy en dí tienen n ev s herr mient s a s disposición. asta hor , c da intento de tr t r con cu lquier de l s c estiones q e involu cr ban econoí s de esc la a nivel de l empres individu l se encontr b con q e, o bien h bía de restringirse l c so del monopo lio puro, o bien un serie de modelos de d opolio m y poco m ne jables Básic mente, no h bí ningun forma de h bl r de equilibrio general Est situ ción no h cambiado del todo: ún no h y mode los generales de economí s con rendiientos crecientes y competen ci imperfect . En re lid d, ni siq ier eiste ningún modelo q e sea pl sible en sus pormenores. Si sted es de ese tipo de personas q e se resisten a los sup estos bs rdos hechos por p ra conveniencia n lític , el c adro q e estoy p nto de pintar no v p recerle
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En la corriente principal
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profunda de la regla de tamao-rango, aunque puede que esto sea pedir demasado
La moraleja de a historia
Geogfín perdida y ecotdn
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to. Imaginemos una economía con un a serie de ubicaciones separa das (También se puede tratar con un continuo de posibles ocaliza ciones; de hecho, hay bastantes formas muy interesantes de plantear se e tema de las aglomeraciones en una economía espacia continua, peo ahora no voy a entrar en elo) Supongamos dos sectores: el agr cola, que es geográficamente inmóvil, y el industria, que se puede desplazar con e tiempo La reubicación geográfica de a industria, sin embargo, no es instantánea, por lo que resulta importante intro ducir por lo menos agún tipo de dinámica rudimentaria E sector industrial consiste en muchas empresas que producen bienes diferenciados; los rendimientos crecientes garantizan que no todos los bienes potenciales son efectivamente producidos, y que cada fábrica produce un solo bien (justificando el supuesto de Weber de que cada bien se produce en una soa ubicación) El supuesto de competencia monopolstica permite ibrarse de problemas como el del comportamiento estratégico de una forma simpe, si bien poco verosmil Todo lo que necesita hacer una empresa es escoger una ocaización óptima, teniendo en cuenta a distribución espacia de la demanda y los costes de transporte Tal como o he descrito, este modelo no parece nada extraordina rio De hecho, fue muy difícil conseguir obtener una estructura for mal que incuyera simutáneamente os rendimientos crecientes y la competencia imperfecta que resutaba de elos, los costes de trans porte y a movilidad de os factores -y con la que aún fuera posible trabajar Pero bueno, una vez tenemos esta estructura, ¿qué nos dice? Lo más importante que he aprendido es que mis cuatro primeras tradiciones de anáisis espacia -la geometría germánica (espe ciamente a teora del emplazamiento centra), la fsica social (con cretamente e enfoque del potencial de mercado), a causalidad acu mulativa, y as externaidades ocaizadas son perfectamente sostenibles en términos de un modelo económico riguroso No fu n cionan exactamente ta como sus creadores as presentaron, pero as ideas básicas se sostienen bastante bien
Es más, resuta que as cuatro tradiciones son aspectos diferentes de a misma historia, formas diferentes de mirar lo mismo Esta con cusión puede no parecer sorprendente si nos referimos a a segunda, tercera y cuarta tradiciones Consideren primero una fotografa de a economía de mi modeo en un instante de tiempo, es decir, con una determinada distribución de la industria en e espacio Naturalmen te, vamos a ver que algunas ocaizaciones son más atractivas para a industria que otras Y no nos sorprenderá descubrir que e atractivo de as distintas ubicaciones se puede medir con un ndice de poten cia de mercado que, aunque es bastante más compicado que os que utiizaban os físicos sociaes, guarda un cierto parecido con eos A continuación, veamos cómo evouciona la economía a indus tria va a t rasladarse hacia las ubicaciones más atractivas y leos de as peores, pero al hacerlo va a cambiar e mapa de potencia de merca do, de forma que, tpicamente, se va a reforzar la ventaa de las ubi caciones que anteriormente ya eran as más favorecidas De esta forma el potencial de mercado se convierte en parte de una historia de causalidad circular y acumuativa Finamente, a agrupación de a producción que resulta de este proceso dinámico se puede ver como a consecuencia de una especie de externaidad pecuniaria, nada inconsistente con la descripción de Marshal. Lo que puede parecer más obscuro es cómo a teoría de empla zamiento central encaa en e mismo esquema De hecho, no encaa tan bien, en parte porque la teora del empazamiento central a menudo se expresa como si lo s empazamientos centraes satisficie ran sólo as demandas de una población agrícola distribuida unifor memente Pero pensándolo bien, los empazamientos centraes tam bién sirven a los mercados que proveen para s mismos y para todos os demás, lo que ya empieza a sonar un poco como lo que he des crito hasta ahora Pero, ¿hay algo que se parezca a a distribución reguar de los centros imaginada por Christaer y Lsch, que salga de os modeos acumulativos de Pred?
Geogfín perdidn y e1co1tdn (c.2) / 63
62 / DESARROLLO, GORAFÍA Y TORÍA CONÓMICA
La respuesta, inicial.ente sorprendente, es que sí He hecho una sere de expermentos de simulacón en una economía muy estilza da en la que las ubcacones están alineadas simétrcamente alrede dor de un círculo Para cada simulacón empecé con una asignación aeatora de la ndustra en las dstintas ubcaciones, y dejé que la economía evolucionara Para agunos valores de los parámetros toda la ndustra acaba locazándose en el msmo sito Sin embargo, cuando los parámetros son tales que surgen dferentes centros indus trales, estos centros normalmente se reparten de forma muy smé trica sobre el círculo Es decr, esta economía lnea se organza espontáneamente en una sere de emplazamentos centrales con mer cados de más o menos el msmo tamao Tengo bastante caro por qué esto es así, pero aún no lo he desa rrollado del todo Dgamos solamente que as ubcacones con más "éxto, esas que acaban tenendo mucha industria, tienden a exten der una "sombra de aglomeracón a su alrededor, de tal manera que los centros rivales pueden desarrollarse si están suficientemente lejos; el resultado es pues una serie de centros situados a una dstan cia más o menos característca Por lo que estoy vendo, me da la impresón de que la dstanca entre los centros es tanto más regular cuanto más unforme sea la dstribucón inicial de la industra, y que una distribución espacial nicial casi uniforme da lugar a una distri bucón simétrca en la que la distancia entre los centros vene deter minada por los parámetros del modelo Todo esto se refere a una economía undimensional, pero, como Michael Mken diría, estoy convencdo de que el mismo modelo ampliado a dos direccones dará lugar a una retícula de empaza mientos centrales con áreas de mercado hexagonales: o sea que hemos revindicado a Lsch Tengo la esperanza, aunque no estoy tan seguro, de que un modelo con dos sectores industrales o más, caracterizados por economías de escaa o costes de transporte, dará ugar a unas jerarquías del tpo de Chrstaller Incluso me atrevo a soar que en un modeo con varos sectores su rja alguna justificacón
profunda de la regla de tamao-rango, aunque puede que esto sea pedir demasado
La moraleja de a historia Como sin lugar a dudas es fácl de adivinar, todo esto me apasona Pero mientras que para mí era mportante explica� por lo menos bre vemente, la clase de formalzacón que creo que confiere sentido a todas estas tradcones de la econo.ía del espacio, el objetivo de estas conferencias no es el destacar los modelos concretos que consttuyen mi nvestigacón actual El objetivo consste en destacar qe, en geo grafía económica así como en economía del desarrollo, a incapacdad de la mayoría de economistas de pensar sobre as cosas que no pueden formalzar los llevó a gnorar ideas que, en retrospectva, resultan ser muy buenas a teoría del emplazamento central es un principo organizativo muy poderoso para estudiar y pensar sobre los sistemas urbanos y sólo con unas pocas modificaciones se convierte en un modelo económco riguroso El potencal de mercado es un concepto empírico de gran utdad para medr el acceso a os mercados y tam bén él, con unas ligeras modficacones, resulta tener sentido en tér mnos de un modelo rguroso a causalidad crcular y acumulatva es una magen muy sugerente que nos ayuda a pensar sobre a evolu ción de las economías regonales y es perfectamente razonable en tér mnos de los modelos económcos modernos Sn embargo, todas estas ideas fueron esencialmente desterradas de a teoría económica, si es que alguna vez se les había permitido entrar en ella E único trabajo de economía del espacio que se ganó la aceptación de la mayoría de economistas fue el modeo de Vn Thünen de la utlizacón del suelo, que es realmente bonito; pero seguramente su atractvo se basaba más en su manejabidad que en su capacdad para expicar el mundo Entonces, ¿qué hay que aprender de todo esto? Hemos visto que la excesiva preocupacón por cumplir los niveles de rior exdos
64 / DESARROLO, GEOGRAFÍA Y TOA CONÓMICA
por la economía neocásica ha levado a abandono de ieas caramente vaiosas. ¿Significa esto que todo e énfasis que se pone en los modeos sea una equivocación? ¿Habra que promover na mayor abertura de a ciencia económica, reajando los criterios de lo que constitye un argmento aceptable?
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3. MODELOS Y ETÁFORAS
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La respuesta, inicial.ente sorprendente, es que sí He hecho una sere de expermentos de simulacón en una economía muy estilza da en la que las ubcacones están alineadas simétrcamente alrede dor de un círculo Para cada simulacón empecé con una asignación aeatora de la ndustra en las dstintas ubcaciones, y dejé que la economía evolucionara Para agunos valores de los parámetros toda la ndustra acaba locazándose en el msmo sito Sin embargo, cuando los parámetros son tales que surgen dferentes centros indus trales, estos centros normalmente se reparten de forma muy smé trica sobre el círculo Es decr, esta economía lnea se organza espontáneamente en una sere de emplazamentos centrales con mer cados de más o menos el msmo tamao Tengo bastante caro por qué esto es así, pero aún no lo he desa rrollado del todo Dgamos solamente que as ubcacones con más "éxto, esas que acaban tenendo mucha industria, tienden a exten der una "sombra de aglomeracón a su alrededor, de tal manera que los centros rivales pueden desarrollarse si están suficientemente lejos; el resultado es pues una serie de centros situados a una dstan cia más o menos característca Por lo que estoy vendo, me da la impresón de que la dstanca entre los centros es tanto más regular cuanto más unforme sea la dstribucón inicial de la industra, y que una distribución espacial nicial casi uniforme da lugar a una distri bucón simétrca en la que la distancia entre los centros vene deter minada por los parámetros del modelo Todo esto se refere a una economía undimensional, pero, como Michael Mken diría, estoy convencdo de que el mismo modelo ampliado a dos direccones dará lugar a una retícula de empaza mientos centrales con áreas de mercado hexagonales: o sea que hemos revindicado a Lsch Tengo la esperanza, aunque no estoy tan seguro, de que un modelo con dos sectores industrales o más, caracterizados por economías de escaa o costes de transporte, dará ugar a unas jerarquías del tpo de Chrstaller Incluso me atrevo a soar que en un modeo con varos sectores su rja alguna justificacón
profunda de la regla de tamao-rango, aunque puede que esto sea pedir demasado
La moraleja de a historia Como sin lugar a dudas es fácl de adivinar, todo esto me apasona Pero mientras que para mí era mportante explica� por lo menos bre vemente, la clase de formalzacón que creo que confiere sentido a todas estas tradcones de la econo.ía del espacio, el objetivo de estas conferencias no es el destacar los modelos concretos que consttuyen mi nvestigacón actual El objetivo consste en destacar qe, en geo grafía económica así como en economía del desarrollo, a incapacdad de la mayoría de economistas de pensar sobre as cosas que no pueden formalzar los llevó a gnorar ideas que, en retrospectva, resultan ser muy buenas a teoría del emplazamento central es un principo organizativo muy poderoso para estudiar y pensar sobre los sistemas urbanos y sólo con unas pocas modificaciones se convierte en un modelo económco riguroso El potencal de mercado es un concepto empírico de gran utdad para medr el acceso a os mercados y tam bén él, con unas ligeras modficacones, resulta tener sentido en tér mnos de un modelo rguroso a causalidad crcular y acumulatva es una magen muy sugerente que nos ayuda a pensar sobre a evolu ción de las economías regonales y es perfectamente razonable en tér mnos de los modelos económcos modernos Sn embargo, todas estas ideas fueron esencialmente desterradas de a teoría económica, si es que alguna vez se les había permitido entrar en ella E único trabajo de economía del espacio que se ganó la aceptación de la mayoría de economistas fue el modeo de Vn Thünen de la utlizacón del suelo, que es realmente bonito; pero seguramente su atractvo se basaba más en su manejabidad que en su capacdad para expicar el mundo Entonces, ¿qué hay que aprender de todo esto? Hemos visto que la excesiva preocupacón por cumplir los niveles de rior exdos
64 / DESARROLO, GEOGRAFÍA Y TOA CONÓMICA
por la economía neocásica ha levado a abandono de ieas caramente vaiosas. ¿Significa esto que todo e énfasis que se pone en los modeos sea una equivocación? ¿Habra que promover na mayor abertura de a ciencia económica, reajando los criterios de lo que constitye un argmento aceptable? No, a moraeja de mi cuento no resulta ni de leos tan sencila. Los economistas a menudo peden ser singarmente obtusos, sin conseguir ver cosas qe están ante ss narices. Pero a veces ser obtuso no está ma de todo.
66 / DESARROLLO, GORAFÍA Y TOÍA CONÓMICA
una formación profesional en economía. Y sóo porque no se podían modeizar a os nivees cada vez más exgentes de las pubicaciones especializadas, fueron ignoradas ¿Habremos convertido e formals mo en una especie de fetiche? ¿Habrá, a profesión entera, tomado un
3. MODELOS Y ETÁFORAS
En las dos conferencias anteriores he presentado mi opinión persona sobre a historia de pensamiento en dos campos que vieron fracasados ss esfuerzos para hacerse un ugar en a corriente de pensamiento principal de a economía La economía del desarroo o, más concretamente, el conjnto de ideas que llamo la "teoría del alto desarrolo", tvo a principio una tremenda infencia Pero ego se fue apagando, legando a desaparecer casi por competo de discur so económico. La geografía económica ni siquiera consigió traspa sar el mbral; incuso hoy en día, el siencio de a economía en todo lo que respecta a la ocaización, e tamao o inclso la existencia de las ciudades, es asombroso En ambos casos he defendido que el probema básico no era ni de ignorancia ni de ideología. Los economistas no abandonaron las conclsiones de la economía de desarrolo porque se olvidaran del tema; no ignoraron las ideas de los geógrafos porque el reconocimiento del espacio estuviera de agna forma en conflicto con los prejuicios a favor del libre mercado Estos campos fueron dejados sin cltivar porque el terreno no era adecuado para as herramientas dis ponibles Los economistas se dieron cuenta de que no podían modelizar ni a teoría del desarrollo de tipo Gran Empjón, ni casi nada interesante en el campo de la geografa económica, manteniendo a mismo tiempo os niveles de rigor qe se esperaba de eos As qe dejaron estos temas a n ado. Todo esto seguramente suene a acsación contra la profesión económica. Despés de todo, haba unas ideas interesantes, básicamen b p l m q no
Modelos y mtfor (c.3) / 67
to ocurre en, por ejempo, un átomo de hidrógeno Pero la mayoría de las cosas que queremos anaizar, incluso en la física, no se pue den tratar a este nivel de competitud El único modelo exacto de un sistema meteoroógico global es ese sistema mismo Cuaquier
64 / DESARROLO, GEOGRAFÍA Y TOA CONÓMICA
por la economía neocásica ha levado a abandono de ieas caramente vaiosas. ¿Significa esto que todo e énfasis que se pone en los modeos sea una equivocación? ¿Habra que promover na mayor abertura de a ciencia económica, reajando los criterios de lo que constitye un argmento aceptable? No, a moraeja de mi cuento no resulta ni de leos tan sencila. Los economistas a menudo peden ser singarmente obtusos, sin conseguir ver cosas qe están ante ss narices. Pero a veces ser obtuso no está ma de todo.
66 / DESARROLLO, GORAFÍA Y TOÍA CONÓMICA
una formación profesional en economía. Y sóo porque no se podían modeizar a os nivees cada vez más exgentes de las pubicaciones especializadas, fueron ignoradas ¿Habremos convertido e formals mo en una especie de fetiche? ¿Habrá, a profesión entera, tomado un camino equivocado? No: mientras que muchos economistas son, en efecto, demasiado estrechos de miras, el hecho en sí de insistir en los modelos es correc to, incuso si a veces nos leva a pasar por ato, injustamente, algunas buenas ideas Para entender por qué, hemos de deternos un momento y preguntaos para qué necesitamos modelos económcos formaes
Los beneficios y costes de los modelos
Acabo de reconocer que la tendencia de os economistas a fiarse sobre todo en aquello que saben modelizar formalme nte puede crear lagunas importantes; sin em bargo también he defenddo que a insis tenca en modezar es báscamente correcta Lo que quero hacer ahora es pedir tiempo muerto y dscutir más ampliamente el pape de los modeos en la ndagación nteectual Se dice que aquellos que srven para hacer algo, lo hacen, mien tras que os que no sirven se dedcan a a metodoogía O sea que el propo hecho de que pantee un tema metodológico en estas leccio nes ya nos dice algo sobre e estado de la cienc ia económica Aunque, de alguna forma, los problemas de a economía y de las ciencas sociales en general son parte de un problema metodológico mucho más amplio, que afecta a bastantes campos a saber, cómo tratar con sistemas compeos. De alguna manera es una ma a suerte que, para muchos de noso tros, la disciplina científic por antonomasa sea la fís ica undamenta E objetivo de la física más fundamenta consiste en una descrpción completa de todo o que ocurre. En principio, y aparentemente en la práctca, la mecánca cuántica da una excación comleta de cuan-
68 / DESARROLLO, GEOGRAFÍA Y TEOÍA CONÓMICA
brevemente un ejemplo de predicción meteorológica anterior a ordenado: a cazoleta de Fultz. Dave Fultz era un investigador de la Universidad de Chicago, de principios de la posguerra, que buscaba una respuesta a algo que 1
3. MODELOS Y ETÁFORAS
En las dos conferencias anteriores he presentado mi opinión persona sobre a historia de pensamiento en dos campos que vieron fracasados ss esfuerzos para hacerse un ugar en a corriente de pensamiento principal de a economía La economía del desarroo o, más concretamente, el conjnto de ideas que llamo la "teoría del alto desarrolo", tvo a principio una tremenda infencia Pero ego se fue apagando, legando a desaparecer casi por competo de discur so económico. La geografía económica ni siquiera consigió traspa sar el mbral; incuso hoy en día, el siencio de a economía en todo lo que respecta a la ocaización, e tamao o inclso la existencia de las ciudades, es asombroso En ambos casos he defendido que el probema básico no era ni de ignorancia ni de ideología. Los economistas no abandonaron las conclsiones de la economía de desarrolo porque se olvidaran del tema; no ignoraron las ideas de los geógrafos porque el reconocimiento del espacio estuviera de agna forma en conflicto con los prejuicios a favor del libre mercado Estos campos fueron dejados sin cltivar porque el terreno no era adecuado para as herramientas dis ponibles Los economistas se dieron cuenta de que no podían modelizar ni a teoría del desarrollo de tipo Gran Empjón, ni casi nada interesante en el campo de la geografa económica, manteniendo a mismo tiempo os niveles de rigor qe se esperaba de eos As qe dejaron estos temas a n ado. Todo esto seguramente suene a acsación contra la profesión económica. Despés de todo, haba unas ideas interesantes, básicamen b p l m q no
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to ocurre en, por ejempo, un átomo de hidrógeno Pero la mayoría de las cosas que queremos anaizar, incluso en la física, no se pue den tratar a este nivel de competitud El único modelo exacto de un sistema meteoroógico global es ese sistema mismo Cuaquier modelo de menor escala de ese sstema va a incurrr, en cierta medda, en aguna fasedad, porque deja fuera aspectos de la rea lidad En estas circunstancias, ¿cómo hacen os meteoróogos para deci dir qué van a incuir en su modeo? ¿Y cómo deciden s el modeo es bueno? a respuesta a la primera pregunta es que a eleccón del modelo exige una mezca de sentido común y de compromisos El modelo tiene que ser de ta manera que se pueda construir. Es decir, se está restringido por as técncas de modelzacón así coo por los recursos dsponibles (el tiempo, el dinero y la pacencia no son ilimitados) Dadas estas restricciones, pede existir una amplia varedad de posibes modelos; cuál o cuáles se escoa depende de la propia intuición ¿Y cómo sabemos que e modelo es bueno? Nunca s erá correcto de la misma forma que la eectrodinámic cuántica lo es uede legar un momento en que sea suficientemente beno como para que sus pre dicciones leguen a tener un uso práctco, como sucede con os m ode los gigantes de predicción del tiempo instalados en os super ordenadores actuaes; en este caso, e éxto en la predcción se puede medir en términos de dólares y centavos, y la meora de los modeos se puede llegar a cuantificar. En los inicos de una cienci compeja, sin embargo, e crterio sobre lo que es un buen modelo es mucho más subetivo: un buen modeo lo es si consigue expicar o racionalizar parte de o que se ve en el mundo de una forma que nadie esperaba Fíjense que no he descrito exactamente o que entendo por un modelo. Quizás crean que me estoy refirendo sólo a un modeo matemátco, o ta vez a una simulación por ordenador Y de hecho es con esto, básicamente, con lo que tenemos que trabaar en economía Peo un modlo también p sr físco, m gaía cb
Modelos y metáforas (c.3) / 69
feris La fata de reaismo de ese modeo del mundo estaba dictada por o que los teóricos de a atmósfera queran o podían construir (de hecho, por las imitaciones de sus técnicas de modelización). Sin embargo, e modelo aportó una explicación muy valiosa sobre por qué e tiempo se comporta de a forma en q ue lo hace.
66 / DESARROLLO, GORAFÍA Y TOÍA CONÓMICA
una formación profesional en economía. Y sóo porque no se podían modeizar a os nivees cada vez más exgentes de las pubicaciones especializadas, fueron ignoradas ¿Habremos convertido e formals mo en una especie de fetiche? ¿Habrá, a profesión entera, tomado un camino equivocado? No: mientras que muchos economistas son, en efecto, demasiado estrechos de miras, el hecho en sí de insistir en los modelos es correc to, incuso si a veces nos leva a pasar por ato, injustamente, algunas buenas ideas Para entender por qué, hemos de deternos un momento y preguntaos para qué necesitamos modelos económcos formaes
Los beneficios y costes de los modelos
Acabo de reconocer que la tendencia de os economistas a fiarse sobre todo en aquello que saben modelizar formalme nte puede crear lagunas importantes; sin em bargo también he defenddo que a insis tenca en modezar es báscamente correcta Lo que quero hacer ahora es pedir tiempo muerto y dscutir más ampliamente el pape de los modeos en la ndagación nteectual Se dice que aquellos que srven para hacer algo, lo hacen, mien tras que os que no sirven se dedcan a a metodoogía O sea que el propo hecho de que pantee un tema metodológico en estas leccio nes ya nos dice algo sobre e estado de la cienc ia económica Aunque, de alguna forma, los problemas de a economía y de las ciencas sociales en general son parte de un problema metodológico mucho más amplio, que afecta a bastantes campos a saber, cómo tratar con sistemas compeos. De alguna manera es una ma a suerte que, para muchos de noso tros, la disciplina científic por antonomasa sea la fís ica undamenta E objetivo de la física más fundamenta consiste en una descrpción completa de todo o que ocurre. En principio, y aparentemente en la práctca, la mecánca cuántica da una excación comleta de cuan-
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brevemente un ejemplo de predicción meteorológica anterior a ordenado: a cazoleta de Fultz. Dave Fultz era un investigador de la Universidad de Chicago, de principios de la posguerra, que buscaba una respuesta a algo que puede parecer una pregunta muy difíci: ¿qué factores son esenciales para generar la compleidad y variabilidad del tiempo atmosférico en el mundo? ¿Se trata de un proceso que depende de toda la compei dad del mundo (la interacción de as corrientes oceánicas con a atmósfera, a situación de as cordileras, a aternancia de as estacio nes, etc) o, por e contrario, tiene unas races simpes, a pesar de su compeidad? Pero Fultz consiguió demostrar la simpicidad esencial de as causas del tiepo con un "modelo" que consistía en una cazoeta lena de agua coocada sobre un giradiscos que rotaba entamente, con un caentador eéctrico a su arededor Puso imaduras de aumi nio y un coorante en el agua, de forma que una cámara fotográfica cogada encima de a cazoeta y que giraba con ela podía tomar fotos de os flujos que se iban creando Este montae fue diseñado para reproducir dos características de sistema meteorológico globa e diferencial de temperaturas entre os poos y e ecuador, y a fuerza de Coriois que resulta de la rotación de a Tierra La gran variedad de detaes restantes de Planeta fueron suprimidos. Y, sin embargo, e invento dio lugar a unos fluos ininte rrumpidos cerca de borde que se correspondían caramente con os vientos aisios tropicales: unos grandes remoinos de mismo tamaño (en reación a pato) y forma que las tempestades ciclónicas de las regiones tempadas, e incluso una corriente serpenteante de agua que fluía muy rápidamente y que, inequvocamente, se correspondía con la recientemente descubierta jet stream. La cazoeta de Fultz, sin lugar a dudas, mostraba los elementos esenciales de tiempo meteoroógico. ¿Qué se podía aprender, de a cazoeta? Está claro que no estaba contando una historia competamente cierta la Tierra no es pana, e aire no es agua, el mundo real tiene océanos, cordie ras y dos hemis1
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la meteorología se iba desarrollando en el siglo XIX y principios del xx (a edida que haca descubrentos uy importantes, completa mente alejados de la sabiduría popular, como el que los vientos en una tempestad soplen de fora circular), prácticamente deó de prestar atención al aspecto del cielo. Los estudiosos del tiepo se
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to ocurre en, por ejempo, un átomo de hidrógeno Pero la mayoría de las cosas que queremos anaizar, incluso en la física, no se pue den tratar a este nivel de competitud El único modelo exacto de un sistema meteoroógico global es ese sistema mismo Cuaquier modelo de menor escala de ese sstema va a incurrr, en cierta medda, en aguna fasedad, porque deja fuera aspectos de la rea lidad En estas circunstancias, ¿cómo hacen os meteoróogos para deci dir qué van a incuir en su modeo? ¿Y cómo deciden s el modeo es bueno? a respuesta a la primera pregunta es que a eleccón del modelo exige una mezca de sentido común y de compromisos El modelo tiene que ser de ta manera que se pueda construir. Es decir, se está restringido por as técncas de modelzacón así coo por los recursos dsponibles (el tiempo, el dinero y la pacencia no son ilimitados) Dadas estas restricciones, pede existir una amplia varedad de posibes modelos; cuál o cuáles se escoa depende de la propia intuición ¿Y cómo sabemos que e modelo es bueno? Nunca s erá correcto de la misma forma que la eectrodinámic cuántica lo es uede legar un momento en que sea suficientemente beno como para que sus pre dicciones leguen a tener un uso práctco, como sucede con os m ode los gigantes de predicción del tiempo instalados en os super ordenadores actuaes; en este caso, e éxto en la predcción se puede medir en términos de dólares y centavos, y la meora de los modeos se puede llegar a cuantificar. En los inicos de una cienci compeja, sin embargo, e crterio sobre lo que es un buen modelo es mucho más subetivo: un buen modeo lo es si consigue expicar o racionalizar parte de o que se ve en el mundo de una forma que nadie esperaba Fíjense que no he descrito exactamente o que entendo por un modelo. Quizás crean que me estoy refirendo sólo a un modeo matemátco, o ta vez a una simulación por ordenador Y de hecho es con esto, básicamente, con lo que tenemos que trabaar en economía Peo un modlo también p sr físco, m gaía cb
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feris La fata de reaismo de ese modeo del mundo estaba dictada por o que los teóricos de a atmósfera queran o podían construir (de hecho, por las imitaciones de sus técnicas de modelización). Sin embargo, e modelo aportó una explicación muy valiosa sobre por qué e tiempo se comporta de a forma en q ue lo hace. Lo que conviene resaltar es que cuaquier tipo de modelo de un sistema compeo (un modelo físico, una simulación informática, o una representación matemática con ápiz y papel) viene a ser más o menos lo mismo Se considera un conunto de supuestos claramen te aeados de a reaidad para conseguir reducir e sistema a algo maneabe; esas simplificaciones están dictadas en parte por intuicio nes sobre o que es importante, en parte por las técnicas de modei zación disponibles Y, si el modeo es bueno, al fina permite una meor comprensión de por qué e sistema rea, que es muchísimo más compicado, se comporta como lo hace. Pero también hay costes: as omisiones estratégicas que se cometen al construir un modelo casi siempre significan desaprove char información rea Los océanos y las cordileras no van a dear de afectar el tiempo en a Tierra porque sean difciles de simular en un plato. Y una vez que se tiene el modeo, es virtuamente impo sible dejar de mirar el mundo a través de ese modeo, o que impli ca concentrarse en las fuerzas y efectos que nuestro modeo puede representar y, en cambio, ignorar o prestar poca atención a resto E resutado es que e propio acto de modelizar destruye conocimien to a a vez que o crea. Un buen modelo meora nuestra compren sión, pero a a vez puede crear lagunas importantes, por lo menos a principio E ciclo de a pérdida de conocimien to hasta que se pueda volver a recuperar parece ser una parte inevitabe del proceso formal de construcción de modeos Vamos a ver otro eemplo que nos ha pro porcionado la meteorooga la sabiduría popuar siempre ha soste nido que se puede predecir el tiempo a partir de aspecto de cieo, y ue ciertos tios de nubes resain to d
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plficados. Sin ebargo, cuando nos refermos a las ciencias socales, el tema de la modelzacón parece susctar pasiones De pronto, la idea de representar un sstema social edante un conunto de simplifcaciones que en parte vienen dictadas por las técnicas disponibles despierta no pocas obecones. Todo el mundo acepta como razonable que los ete
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brevemente un ejemplo de predicción meteorológica anterior a ordenado: a cazoleta de Fultz. Dave Fultz era un investigador de la Universidad de Chicago, de principios de la posguerra, que buscaba una respuesta a algo que puede parecer una pregunta muy difíci: ¿qué factores son esenciales para generar la compleidad y variabilidad del tiempo atmosférico en el mundo? ¿Se trata de un proceso que depende de toda la compei dad del mundo (la interacción de as corrientes oceánicas con a atmósfera, a situación de as cordileras, a aternancia de as estacio nes, etc) o, por e contrario, tiene unas races simpes, a pesar de su compeidad? Pero Fultz consiguió demostrar la simpicidad esencial de as causas del tiepo con un "modelo" que consistía en una cazoeta lena de agua coocada sobre un giradiscos que rotaba entamente, con un caentador eéctrico a su arededor Puso imaduras de aumi nio y un coorante en el agua, de forma que una cámara fotográfica cogada encima de a cazoeta y que giraba con ela podía tomar fotos de os flujos que se iban creando Este montae fue diseñado para reproducir dos características de sistema meteorológico globa e diferencial de temperaturas entre os poos y e ecuador, y a fuerza de Coriois que resulta de la rotación de a Tierra La gran variedad de detaes restantes de Planeta fueron suprimidos. Y, sin embargo, e invento dio lugar a unos fluos ininte rrumpidos cerca de borde que se correspondían caramente con os vientos aisios tropicales: unos grandes remoinos de mismo tamaño (en reación a pato) y forma que las tempestades ciclónicas de las regiones tempadas, e incluso una corriente serpenteante de agua que fluía muy rápidamente y que, inequvocamente, se correspondía con la recientemente descubierta jet stream. La cazoeta de Fultz, sin lugar a dudas, mostraba los elementos esenciales de tiempo meteoroógico. ¿Qué se podía aprender, de a cazoeta? Está claro que no estaba contando una historia competamente cierta la Tierra no es pana, e aire no es agua, el mundo real tiene océanos, cordie ras y dos hemis1
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la meteorología se iba desarrollando en el siglo XIX y principios del xx (a edida que haca descubrentos uy importantes, completa mente alejados de la sabiduría popular, como el que los vientos en una tempestad soplen de fora circular), prácticamente deó de prestar atención al aspecto del cielo. Los estudiosos del tiepo se faban en la dirección del viento y la presión atmosférica, pero no en las formas curiosas producidas por la condensación del vapor. No fue hasta 199 que un grupo de científicos noruegos se dio cuenta de lo que la sabiduría popular siepre haba sabido: que uno podía pre decir la aparición y el desarrollo de un ciclón de forma muy precisa con tan solo mirar la forma y la altura de la capa de nubes. o que quiero destacar no es que un siglo de nvestigacón me teorológica sirvera sólo para reafirar lo que todo el undo saba desde el prncipio. La eteorologa de 99 había aprendido muchas cosas que el folklore gnoraba y desentido muchos mitos. Tampo co quiero decr que los meteorólogos pecaran de alguna forma por no mirar las nubes en todo ese tiempo o que ocurró era siple mente inevtable durante el proceso de construcción de un odelo hay un estrechamiento de la visón impuesto por las limitaciones del propio marco de investigación y de las herraientas disponibles, u n estrechaento que sólo puede terinar definitivaente cuando se consgue obtener herramientas sufcientemente buenas como para superar esas limtacones Supongo que todo esto se presta a pocas controversas cuando se habla de entender sistemas naturales coo el del tiempo Pero, ¿qué pasa cuando nos fiamos los sistemas sociales coo la econoía? De repente ucha gente parece adoptar una actitud uy diferente
Modelizar en economía
Cuando hablaos de física, casi todo el mundo acepta la idea de que para estudiar sistemas comleos es necesaro construr modelos sm-
72 / DESAROLO, GOGAFÍA Y TORA CONÓMICA
que una cazoleta nos pueda ayudar a entender los fenómenos meteoroógicos puede no estar nada convencido de que un conjunto de ecuaciones nos enseñe ago útil sobre os fenómenos económicos. Existe un sector significativo de inteectuales que ven en la tradición de la economía una especie de aberración que algún día será final
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feris La fata de reaismo de ese modeo del mundo estaba dictada por o que los teóricos de a atmósfera queran o podían construir (de hecho, por las imitaciones de sus técnicas de modelización). Sin embargo, e modelo aportó una explicación muy valiosa sobre por qué e tiempo se comporta de a forma en q ue lo hace. Lo que conviene resaltar es que cuaquier tipo de modelo de un sistema compeo (un modelo físico, una simulación informática, o una representación matemática con ápiz y papel) viene a ser más o menos lo mismo Se considera un conunto de supuestos claramen te aeados de a reaidad para conseguir reducir e sistema a algo maneabe; esas simplificaciones están dictadas en parte por intuicio nes sobre o que es importante, en parte por las técnicas de modei zación disponibles Y, si el modeo es bueno, al fina permite una meor comprensión de por qué e sistema rea, que es muchísimo más compicado, se comporta como lo hace. Pero también hay costes: as omisiones estratégicas que se cometen al construir un modelo casi siempre significan desaprove char información rea Los océanos y las cordileras no van a dear de afectar el tiempo en a Tierra porque sean difciles de simular en un plato. Y una vez que se tiene el modeo, es virtuamente impo sible dejar de mirar el mundo a través de ese modeo, o que impli ca concentrarse en las fuerzas y efectos que nuestro modeo puede representar y, en cambio, ignorar o prestar poca atención a resto E resutado es que e propio acto de modelizar destruye conocimien to a a vez que o crea. Un buen modelo meora nuestra compren sión, pero a a vez puede crear lagunas importantes, por lo menos a principio E ciclo de a pérdida de conocimien to hasta que se pueda volver a recuperar parece ser una parte inevitabe del proceso formal de construcción de modeos Vamos a ver otro eemplo que nos ha pro porcionado la meteorooga la sabiduría popuar siempre ha soste nido que se puede predecir el tiempo a partir de aspecto de cieo, y ue ciertos tios de nubes resain to d
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plficados. Sin ebargo, cuando nos refermos a las ciencias socales, el tema de la modelzacón parece susctar pasiones De pronto, la idea de representar un sstema social edante un conunto de simplifcaciones que en parte vienen dictadas por las técnicas disponibles despierta no pocas obecones. Todo el mundo acepta como razonable que los ete orólogos representaran la Tierra, por lo menos en una primera apro ación, ediante una cazoleta, por ser ésta la forma más práctica de hacerlo. ¿Pero qué pensar de la decsión de la mayoría de economistas del perodo coprendido entre 820 y 970, que sólo sabían construir odelos de competencia perfecta, de representar la economa como un conunto de mercados perfectamente compettivos? Siendo básicamen te lo msmo provoca eclaaciones de indignación ¿Por qué teneos una acttud tan diferente cuando hablamos de ciencias socales? Hay algunos motivos poco honorables: al igual que los victorianos se sintieron ultraados por la idea de que el hombre descendiera del mono, algunos humanistas consderan que su dgni dad se ve amenazada cuando la sociedad huana es representada mediante el equvalente oral de la cazoleta sobre el tocadiscos Además, los críticos más feroces de los modelos económicos a menu do tienen intereses polticos Tienen deas muy claras sobre lo que queren creer; sus convcciones están más motivadas por los uicos de valor que por el análiss, pero en el omento en que un análisis aenaza sus valores, preferen atacar los supuestos del análsis antes que eaminar las bases de sus propias creencias. Sin embargo, hay motivos honorables para no disfrutar con los modelos económcos, o por lo menos, con el tipo de odelos que normalente anejan los econoistas Para ucha gente inteligen te el tono que se utiliza en economa resulta etraño y pretencoso. Por un lado, parece que haya una falta casi total de profundidad psi cológica o social (a los econoistas les nteresa ben poco lo que la gente realmente piensa o sente) Por otro lado, hay lo que mucha gente nterpreta coo una complicación mateática irritante, que vene acompañada por una etra\a erga. Incluso alguien que acepte
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cómo sus actos se influirían mutuamente produce, a menudo, resul tados profundos y sorprendentes No hay mejor eemplo que e del modelo de Von Thünen. Para cuaquiera que no conozca ese modelo, la cuestión de cómo debería distribuirse la tierra entre una variedad de cultivos con costes de
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la meteorología se iba desarrollando en el siglo XIX y principios del xx (a edida que haca descubrentos uy importantes, completa mente alejados de la sabiduría popular, como el que los vientos en una tempestad soplen de fora circular), prácticamente deó de prestar atención al aspecto del cielo. Los estudiosos del tiepo se faban en la dirección del viento y la presión atmosférica, pero no en las formas curiosas producidas por la condensación del vapor. No fue hasta 199 que un grupo de científicos noruegos se dio cuenta de lo que la sabiduría popular siepre haba sabido: que uno podía pre decir la aparición y el desarrollo de un ciclón de forma muy precisa con tan solo mirar la forma y la altura de la capa de nubes. o que quiero destacar no es que un siglo de nvestigacón me teorológica sirvera sólo para reafirar lo que todo el undo saba desde el prncipio. La eteorologa de 99 había aprendido muchas cosas que el folklore gnoraba y desentido muchos mitos. Tampo co quiero decr que los meteorólogos pecaran de alguna forma por no mirar las nubes en todo ese tiempo o que ocurró era siple mente inevtable durante el proceso de construcción de un odelo hay un estrechamiento de la visón impuesto por las limitaciones del propio marco de investigación y de las herraientas disponibles, u n estrechaento que sólo puede terinar definitivaente cuando se consgue obtener herramientas sufcientemente buenas como para superar esas limtacones Supongo que todo esto se presta a pocas controversas cuando se habla de entender sistemas naturales coo el del tiempo Pero, ¿qué pasa cuando nos fiamos los sistemas sociales coo la econoía? De repente ucha gente parece adoptar una actitud uy diferente
Modelizar en economía
Cuando hablaos de física, casi todo el mundo acepta la idea de que para estudiar sistemas comleos es necesaro construr modelos sm-
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que una cazoleta nos pueda ayudar a entender los fenómenos meteoroógicos puede no estar nada convencido de que un conjunto de ecuaciones nos enseñe ago útil sobre os fenómenos económicos. Existe un sector significativo de inteectuales que ven en la tradición de la economía una especie de aberración que algún día será final mente rechazada; que nos ven a todos nosotros, ta como dio John Kenneth Galbraith, como una "profesión fracasada" Como pueden suponer, yo no comparto esa opinión. Es más, yo diría que os aspectos de la tradición económica que más repugnan a los profanos son, precisamente, sus principales virtudes La forma en que la economía considera a los individuos y sus motiva ciones es terriblemente primitiva y, sin embargo, sostiene una estructura enorme sobre estos fundamentos tan simples. ¿Es esto fruto de la ingenuidad? No, de hecho se trata de una actitud tre mendamente sofisticada En su base, la teoría económica descansa en dos observaciones: las oportunidades de beneficio obvias raramente se dejan sin explo tar, y las cosas cuadran. (O, tal como lo digo a veces, un billete de veinte dólares no permanece en e suelo de una calle transitada durante mucho tiempo, y cada venta es también una compra). Cuan do uno se propone construir un modelo matemático formal, estos principios tan toscos se convierten en las ideas mucho más exactas de maximización (de ago) y de equilibrio (de alguna forma) Sin embar go es aconsejable no olvidar su versión más imprecisa, por dos razo nes opuestas para acordarnos de no tomar ninguna formaización matemática particular demasiado en serio, y para acordarnos de que los principios básicos de la economía no son del todo estúpidos o poco razonables. o que hacemos cuando construimos un modeo económico es intentar utilizar esos dos principios para abrirnos paso entre as com plejidades de una situación Y lo más destacabe de todo es la fre cuencia con que ese esfuerzo da fruto Pensar atentamente sobre cómo individuos egoístas actuarían en una situación concreta, y
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ejemplo espectacular de emergencia. ¿Dónde está la idea de los ani llos de actividad en el supuesto de comportamiento maximizador de los agricultores? Y, sin embargo, es una consecuencia de ello ¿Quién hubiera podido pensar que el resultado de la libre competencia por la tierra se podría representar como la solución de un problema agre
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plficados. Sin ebargo, cuando nos refermos a las ciencias socales, el tema de la modelzacón parece susctar pasiones De pronto, la idea de representar un sstema social edante un conunto de simplifcaciones que en parte vienen dictadas por las técnicas disponibles despierta no pocas obecones. Todo el mundo acepta como razonable que los ete orólogos representaran la Tierra, por lo menos en una primera apro ación, ediante una cazoleta, por ser ésta la forma más práctica de hacerlo. ¿Pero qué pensar de la decsión de la mayoría de economistas del perodo coprendido entre 820 y 970, que sólo sabían construir odelos de competencia perfecta, de representar la economa como un conunto de mercados perfectamente compettivos? Siendo básicamen te lo msmo provoca eclaaciones de indignación ¿Por qué teneos una acttud tan diferente cuando hablamos de ciencias socales? Hay algunos motivos poco honorables: al igual que los victorianos se sintieron ultraados por la idea de que el hombre descendiera del mono, algunos humanistas consderan que su dgni dad se ve amenazada cuando la sociedad huana es representada mediante el equvalente oral de la cazoleta sobre el tocadiscos Además, los críticos más feroces de los modelos económicos a menu do tienen intereses polticos Tienen deas muy claras sobre lo que queren creer; sus convcciones están más motivadas por los uicos de valor que por el análiss, pero en el omento en que un análisis aenaza sus valores, preferen atacar los supuestos del análsis antes que eaminar las bases de sus propias creencias. Sin embargo, hay motivos honorables para no disfrutar con los modelos económcos, o por lo menos, con el tipo de odelos que normalente anejan los econoistas Para ucha gente inteligen te el tono que se utiliza en economa resulta etraño y pretencoso. Por un lado, parece que haya una falta casi total de profundidad psi cológica o social (a los econoistas les nteresa ben poco lo que la gente realmente piensa o sente) Por otro lado, hay lo que mucha gente nterpreta coo una complicación mateática irritante, que vene acompañada por una etra\a erga. Incluso alguien que acepte
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cómo sus actos se influirían mutuamente produce, a menudo, resul tados profundos y sorprendentes No hay mejor eemplo que e del modelo de Von Thünen. Para cuaquiera que no conozca ese modelo, la cuestión de cómo debería distribuirse la tierra entre una variedad de cultivos con costes de transporte y rendimientos distintos puede parecer un problema muy complicado, cuya solución exigiría un conocimiento exhausti vo de todos os detales. a cuestión de cómo el mercado repartiría la tierra puede parecer un problema completamente distinto, que requiriría conocimientos históricos e institucionales sobre la socie dad particular en a que se estuviera pensando Y, por lo que res pecta a a cuestión de cuánto recibirían los propietarios de la t ierra, parece que la respuesta debería plantearse en t érminos de luchas de clases o de reparto del poder, ¿no? Sin embargo, l os principios bási cos de la economía nos indican que existe un orden inesperado en los resultados, que es independiente de os detaes concretos as oportunidades obvias no quedarán sin expotar un agricultor paga rá más por cierta tierra si lo que tiene que pagar de más es menos de lo que ahorra en costes de transporte, o a revés, va a pagar menos si sucede o contrario as cosas cuadran los agricultores compiten por una determinada superficie de tierra en cada anilo concéntrico El resultado es que la agricutura se ordena en una estructura pre decibe de anios, el precio de la tierra disminuye desde el centro, a lo largo de una curva de precios por a tierra también predecibe y, ¡gran sorpresa!, el resutado del mercado es una asignación efi ciente. Un concepto que está muy de moda entre algunos científicos es el de "emergencia", un t érmino bastante impreciso que se refiere a la idea de que no rmas de comportamiento individual simples pueden producir resultados agregados complejos que no eran inherentes, ni siquiera de forma implícita, a esas normas; , por aadidura, estos resultados complejos pueden, a su vez, exhibir un orden subyacente sorprendente. Pues bien, resulta que e modelo de n Thünen es un
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vertido en una rama de la bioquímica, que a su vez se considera en principio, y a menudo en la práctica basada en la mecánica cuánti ca De hecho, a muy largo plazo, todo va a estar fundamentado en la mecánica cuántica. Sin embargo, como proposición empírica, vemos como los intentos de encontrar alternativas a la fórmula del interés
72 / DESAROLO, GOGAFÍA Y TORA CONÓMICA
que una cazoleta nos pueda ayudar a entender los fenómenos meteoroógicos puede no estar nada convencido de que un conjunto de ecuaciones nos enseñe ago útil sobre os fenómenos económicos. Existe un sector significativo de inteectuales que ven en la tradición de la economía una especie de aberración que algún día será final mente rechazada; que nos ven a todos nosotros, ta como dio John Kenneth Galbraith, como una "profesión fracasada" Como pueden suponer, yo no comparto esa opinión. Es más, yo diría que os aspectos de la tradición económica que más repugnan a los profanos son, precisamente, sus principales virtudes La forma en que la economía considera a los individuos y sus motiva ciones es terriblemente primitiva y, sin embargo, sostiene una estructura enorme sobre estos fundamentos tan simples. ¿Es esto fruto de la ingenuidad? No, de hecho se trata de una actitud tre mendamente sofisticada En su base, la teoría económica descansa en dos observaciones: las oportunidades de beneficio obvias raramente se dejan sin explo tar, y las cosas cuadran. (O, tal como lo digo a veces, un billete de veinte dólares no permanece en e suelo de una calle transitada durante mucho tiempo, y cada venta es también una compra). Cuan do uno se propone construir un modelo matemático formal, estos principios tan toscos se convierten en las ideas mucho más exactas de maximización (de ago) y de equilibrio (de alguna forma) Sin embar go es aconsejable no olvidar su versión más imprecisa, por dos razo nes opuestas para acordarnos de no tomar ninguna formaización matemática particular demasiado en serio, y para acordarnos de que los principios básicos de la economía no son del todo estúpidos o poco razonables. o que hacemos cuando construimos un modeo económico es intentar utilizar esos dos principios para abrirnos paso entre as com plejidades de una situación Y lo más destacabe de todo es la fre cuencia con que ese esfuerzo da fruto Pensar atentamente sobre cómo individuos egoístas actuarían en una situación concreta, y
74 / DESARROLLO, GEOGRAFÍA Y TEORÍA ECONÓMICA
ejemplo espectacular de emergencia. ¿Dónde está la idea de los ani llos de actividad en el supuesto de comportamiento maximizador de los agricultores? Y, sin embargo, es una consecuencia de ello ¿Quién hubiera podido pensar que el resultado de la libre competencia por la tierra se podría representar como la solución de un problema agre gado de minimización? Y, sin embargo ahí está, y descubrimos un principio organizador inesperado Si la emergencia realmente es una idea tan importante como algunos piensan, entonces Von Thünen tuvo esa idea un siglo y medio antes de que se pusiera de moda Y de hecho, toda la economía neoclásica puede interpretarse como una de las ciencias pioneras de la emergencia. Claro que el modelo de Von Thünen, así como la mayor parte de los modelos económicos del periodo comprendido entre 1820 y 970, se concentró en el caso de la competencia perfecta y los rendimientos constantes. En este caso el resultado del mercado es también la solu ción eficiente. Sabemos que esto no siempre será así Pero no hay nada en el método económico que nos restrina a examinar los mer cados perfectos y los resultados eficientes Es cierto que los modelos de mercados perfectos son más fáciles de construir, pero los mismos métodos aplicados a los mercados imperfectos pueden dar lugar a revelaciones sorprendentes e inesperadas Pero uno podría preguntarse ¿por qué restringirse a estos ele mentos concretos? ¿Por qué el razonamiento económico se tiene que basar en el supuesto de que la gente se comporta de forma egoísta y racional? ¿Por qué no podemos construir modelos basados en unas premisas psicológicas más realistas, o en una comprensión de las ins tituciones con un mayor fundamento histórico? o, ¿por qué no pode mos tener en cuenta el hecho de que los gustos y los motivos de la gente están determinados socialmente, y construir la disciplina de la "socioeconomía"? No tengo una respuesta fundamental a estas preguntas Podemos suponer que, a largo plazo, la economía formará parte de una cien cia social integrada, de la misma manera que la genética se ha con-
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que haba criticado su trabajo, afirmando que "Nordhaus, como odos los economisas, sóo piensa en términos de causalidad uni direccional; no eniende que las variabes pueden influirse as unas a as otras simutáneamente. En un nivel más ato, la idea de emer gencia escapa a la mayoría de a gente que no ha esudiado econo
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cómo sus actos se influirían mutuamente produce, a menudo, resul tados profundos y sorprendentes No hay mejor eemplo que e del modelo de Von Thünen. Para cuaquiera que no conozca ese modelo, la cuestión de cómo debería distribuirse la tierra entre una variedad de cultivos con costes de transporte y rendimientos distintos puede parecer un problema muy complicado, cuya solución exigiría un conocimiento exhausti vo de todos os detales. a cuestión de cómo el mercado repartiría la tierra puede parecer un problema completamente distinto, que requiriría conocimientos históricos e institucionales sobre la socie dad particular en a que se estuviera pensando Y, por lo que res pecta a a cuestión de cuánto recibirían los propietarios de la t ierra, parece que la respuesta debería plantearse en t érminos de luchas de clases o de reparto del poder, ¿no? Sin embargo, l os principios bási cos de la economía nos indican que existe un orden inesperado en los resultados, que es independiente de os detaes concretos as oportunidades obvias no quedarán sin expotar un agricultor paga rá más por cierta tierra si lo que tiene que pagar de más es menos de lo que ahorra en costes de transporte, o a revés, va a pagar menos si sucede o contrario as cosas cuadran los agricultores compiten por una determinada superficie de tierra en cada anilo concéntrico El resultado es que la agricutura se ordena en una estructura pre decibe de anios, el precio de la tierra disminuye desde el centro, a lo largo de una curva de precios por a tierra también predecibe y, ¡gran sorpresa!, el resutado del mercado es una asignación efi ciente. Un concepto que está muy de moda entre algunos científicos es el de "emergencia", un t érmino bastante impreciso que se refiere a la idea de que no rmas de comportamiento individual simples pueden producir resultados agregados complejos que no eran inherentes, ni siquiera de forma implícita, a esas normas; , por aadidura, estos resultados complejos pueden, a su vez, exhibir un orden subyacente sorprendente. Pues bien, resulta que e modelo de n Thünen es un
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vertido en una rama de la bioquímica, que a su vez se considera en principio, y a menudo en la práctica basada en la mecánica cuánti ca De hecho, a muy largo plazo, todo va a estar fundamentado en la mecánica cuántica. Sin embargo, como proposición empírica, vemos como los intentos de encontrar alternativas a la fórmula del interés egoísta más interacción (o, utilizando el título de un maravilloso libro de Thomas Schelling, Micromoives and Mcrobehavior) han fra casado notablemente Considérense, por ejemplo, los repetidos esfuerzos de pensado res económicos heterodoxos para encontrar alternativas a la empre sa racional, maximizadora de beneficios, como por ejemplo la idea de John Kenneth Galbraith de que las empresas modernas no están en manos de sus accionistas, sino de una "tecnoestructura" impulsa da por imperativos burocráticos ¿Llegaron a algo, estos intentos? La respuesta es que no: una vez asimilados los neologismos altisonan tes, teorías como las de Galbraith hacen muy pocas predicciones úti les; y lo que él proclamaba como grandes revelaciones, como por eemplo el aislamento de los directivos y los accionistas, resultaron ser observaciones frágiles que dearon de ser ciertas tan pronto como las hizo Claro que es verdad que los directivos de las empresas no siempre actúan de acuerdo con los intereses de los accionistas pero si algún progreso se ha hecho en relación con este hecho, ha sido a base de pensar a conciencia sobre el problema del principal y su agente, que es simplemente una ramificación del énfasis economicis ta sobre el comportamiento egoísta Dicho de otra forma, si bien el Hmo economicus es una caricatura implausible, si es, en cambio, muy productiva, y aún no se le ha encontrado ninguna alternativa Se da el caso de que muchos de los que critican la economía con vencional por su estrechez de miras no entienden ni lo que es esta disciplina ni lo que puede hacer En su nivel más primitivo, simple mente no tienen ni idea de qué va la economía Jay Forrester, el fun dador de la dinámica de sistemas contestó una vez a un econom
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ciones de a reaidad, puede sentir que desde su punto de vista se pierde más de o que se gana E problema es que no hay alternaiva a los modeos Todos pen samos siempre en forma de modeos simpificados. Lo verdadera mene profundo no es pretender acabar con ello, sino ser consciene
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ejemplo espectacular de emergencia. ¿Dónde está la idea de los ani llos de actividad en el supuesto de comportamiento maximizador de los agricultores? Y, sin embargo, es una consecuencia de ello ¿Quién hubiera podido pensar que el resultado de la libre competencia por la tierra se podría representar como la solución de un problema agre gado de minimización? Y, sin embargo ahí está, y descubrimos un principio organizador inesperado Si la emergencia realmente es una idea tan importante como algunos piensan, entonces Von Thünen tuvo esa idea un siglo y medio antes de que se pusiera de moda Y de hecho, toda la economía neoclásica puede interpretarse como una de las ciencias pioneras de la emergencia. Claro que el modelo de Von Thünen, así como la mayor parte de los modelos económicos del periodo comprendido entre 1820 y 970, se concentró en el caso de la competencia perfecta y los rendimientos constantes. En este caso el resultado del mercado es también la solu ción eficiente. Sabemos que esto no siempre será así Pero no hay nada en el método económico que nos restrina a examinar los mer cados perfectos y los resultados eficientes Es cierto que los modelos de mercados perfectos son más fáciles de construir, pero los mismos métodos aplicados a los mercados imperfectos pueden dar lugar a revelaciones sorprendentes e inesperadas Pero uno podría preguntarse ¿por qué restringirse a estos ele mentos concretos? ¿Por qué el razonamiento económico se tiene que basar en el supuesto de que la gente se comporta de forma egoísta y racional? ¿Por qué no podemos construir modelos basados en unas premisas psicológicas más realistas, o en una comprensión de las ins tituciones con un mayor fundamento histórico? o, ¿por qué no pode mos tener en cuenta el hecho de que los gustos y los motivos de la gente están determinados socialmente, y construir la disciplina de la "socioeconomía"? No tengo una respuesta fundamental a estas preguntas Podemos suponer que, a largo plazo, la economía formará parte de una cien cia social integrada, de la misma manera que la genética se ha con-
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que haba criticado su trabajo, afirmando que "Nordhaus, como odos los economisas, sóo piensa en términos de causalidad uni direccional; no eniende que las variabes pueden influirse as unas a as otras simutáneamente. En un nivel más ato, la idea de emer gencia escapa a la mayoría de a gente que no ha esudiado econo ma; a idea de que os mercados a veces pueden ser una forma des centralizada de conseguir resuados eficientes se inerpreta como una especie de prejuicio ciego, no como a profunda revelación sobre propiedades emergenes que en reaidad es. A su nivel más sofisica do, los críicos piensan que la competencia perfeca y los mercados perfectos son odo o que economistas pueden analizar. Ya he inentado describir cómo se puede utiizar el método eco nómico básico de egosmo-másinteracción en economía para enten der ideas aparentemente heterodoxas en materia de desarrolo y geo grafía; en breve hablaré un poco más sobre las consecuencias de esas ideas Pero primero déjenme preguntar por qué, a pesar de lo que he dicho, algunos pensadores acaban dando a espada de odo a a modeización o por lo menos eso creen Modelos y metáforas
Muchos de os que rechazan la idea de lo s modelos económicos están ma informados o incuso (ta vez inconscientemente) son intelec tuamente deshonestos. Sin embargo, hay pensadores muy inteligen tes y objetivos a quienes no les gustan los modeos simplistas por una razón mucho meor: porque son conscienes de que e acto de construir un modelo implica una pérdida además de una ganancia África no está vacía, pero el acto de construir mapas precisos puede hacernos caer en e hábio de imaginar que s o está L a construcción de modeos, especialmente en sus estadios iniciales, afecta tanto a la evoución de la ignorancia como a a de conocimiento; y alguien con una intuición poderosa, con un sentido profundo de as complica
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no, cualquiera de los autores que hablan sobre "competitividad", cuya retórica convincente enmascara la falta de comprensión de que la balanza comercial es, por definición, igual a la diferencia entre aho rro e inversión; o que defienden proteger las industrias de "alto-valor añadido" sin pararse a pensar por qué los mercados no han descon
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vertido en una rama de la bioquímica, que a su vez se considera en principio, y a menudo en la práctica basada en la mecánica cuánti ca De hecho, a muy largo plazo, todo va a estar fundamentado en la mecánica cuántica. Sin embargo, como proposición empírica, vemos como los intentos de encontrar alternativas a la fórmula del interés egoísta más interacción (o, utilizando el título de un maravilloso libro de Thomas Schelling, Micromoives and Mcrobehavior) han fra casado notablemente Considérense, por ejemplo, los repetidos esfuerzos de pensado res económicos heterodoxos para encontrar alternativas a la empre sa racional, maximizadora de beneficios, como por ejemplo la idea de John Kenneth Galbraith de que las empresas modernas no están en manos de sus accionistas, sino de una "tecnoestructura" impulsa da por imperativos burocráticos ¿Llegaron a algo, estos intentos? La respuesta es que no: una vez asimilados los neologismos altisonan tes, teorías como las de Galbraith hacen muy pocas predicciones úti les; y lo que él proclamaba como grandes revelaciones, como por eemplo el aislamento de los directivos y los accionistas, resultaron ser observaciones frágiles que dearon de ser ciertas tan pronto como las hizo Claro que es verdad que los directivos de las empresas no siempre actúan de acuerdo con los intereses de los accionistas pero si algún progreso se ha hecho en relación con este hecho, ha sido a base de pensar a conciencia sobre el problema del principal y su agente, que es simplemente una ramificación del énfasis economicis ta sobre el comportamiento egoísta Dicho de otra forma, si bien el Hmo economicus es una caricatura implausible, si es, en cambio, muy productiva, y aún no se le ha encontrado ninguna alternativa Se da el caso de que muchos de los que critican la economía con vencional por su estrechez de miras no entienden ni lo que es esta disciplina ni lo que puede hacer En su nivel más primitivo, simple mente no tienen ni idea de qué va la economía Jay Forrester, el fun dador de la dinámica de sistemas contestó una vez a un econom
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ciones de a reaidad, puede sentir que desde su punto de vista se pierde más de o que se gana E problema es que no hay alternaiva a los modeos Todos pen samos siempre en forma de modeos simpificados. Lo verdadera mene profundo no es pretender acabar con ello, sino ser consciene de que nuesros modelos son mapas y no la realidad Hay muchos escritores inteligentes en economía que consiguen convencerse a s mismos, y a veces ambién a un gran número de per sonas, de que han encontrado una forma de trascender e efeco res ricivo de la consrucción de modelos Invariablemente se esán engaando Si éen lo que escribe cualquiea que pretenda ser capaz de escribir sobre temas sociaes sin rendirse a la modelización res trictiva, se darán cuena de que sus ideas se basan esencialmente en e uso de meáforas. Y la metáfora es, a fin y al cabo, una forma improvisada de la técnica de modelización De hecho, odos somos consrucores y proveedores de simplifi caciones irreales Algunos de nosotros somos muy conscienes de eo utilizamos nuestros modeos como meáforas Oros, incuyen do personas que son indiscuibemene briantes y aparentemente sofisticadas, son como sonámbulos utilizan de forma inconsciente las metáforas como modelos Claro que hay gene que son meores sonámbuos que oros Las metáforas de agunos animodeladores resisten muy bien el paso del tiempo; por eemplo, la Strtegy of Economic Developent de Hirsch man aún hoy es muy leble y muy sugerente. Sin embargo, la mayor parte de los pensadores económicos que se imaginan que han ampliado su visión abandonando e esfuerzo de hacer modeos sim ples, en reaidad, no han hecho nada parecido Lo más que han hecho, en e fondo, ha sido uiizar una retórica alisonante para disimular, incuso ante elos mismos, su faa de comprensión cara Un buen indicador de los peligros de imaginar que uno puede hacero mejor a base de evitar un modelo específico es la frecuencia con la que os nomodeadores caen en errores simplones. Véase si
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la del desarrollo a base de metáforas sugerentes, realismo institucio nal, razonamientos interdisciplinarios y una actitud relajada respec to a la falta de coherencia interna. El resultado fueron algunos textos maravillosos, algunas intuiciones inspiradas , en mi opinión, desde el punto de vista intelectual, un callejón sin salida. a teoría del alto
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que haba criticado su trabajo, afirmando que "Nordhaus, como odos los economisas, sóo piensa en términos de causalidad uni direccional; no eniende que las variabes pueden influirse as unas a as otras simutáneamente. En un nivel más ato, la idea de emer gencia escapa a la mayoría de a gente que no ha esudiado econo ma; a idea de que os mercados a veces pueden ser una forma des centralizada de conseguir resuados eficientes se inerpreta como una especie de prejuicio ciego, no como a profunda revelación sobre propiedades emergenes que en reaidad es. A su nivel más sofisica do, los críicos piensan que la competencia perfeca y los mercados perfectos son odo o que economistas pueden analizar. Ya he inentado describir cómo se puede utiizar el método eco nómico básico de egosmo-másinteracción en economía para enten der ideas aparentemente heterodoxas en materia de desarrolo y geo grafía; en breve hablaré un poco más sobre las consecuencias de esas ideas Pero primero déjenme preguntar por qué, a pesar de lo que he dicho, algunos pensadores acaban dando a espada de odo a a modeización o por lo menos eso creen Modelos y metáforas
Muchos de os que rechazan la idea de lo s modelos económicos están ma informados o incuso (ta vez inconscientemente) son intelec tuamente deshonestos. Sin embargo, hay pensadores muy inteligen tes y objetivos a quienes no les gustan los modeos simplistas por una razón mucho meor: porque son conscienes de que e acto de construir un modelo implica una pérdida además de una ganancia África no está vacía, pero el acto de construir mapas precisos puede hacernos caer en e hábio de imaginar que s o está L a construcción de modeos, especialmente en sus estadios iniciales, afecta tanto a la evoución de la ignorancia como a a de conocimiento; y alguien con una intuición poderosa, con un sentido profundo de as complica
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no, cualquiera de los autores que hablan sobre "competitividad", cuya retórica convincente enmascara la falta de comprensión de que la balanza comercial es, por definición, igual a la diferencia entre aho rro e inversión; o que defienden proteger las industrias de "alto-valor añadido" sin pararse a pensar por qué los mercados no han descon ado estos valores altos, , además, no se han dado cuenta de que, en la práctica, las industrias con alto valor añadido por trabajador están en sectores intensivos en capital, como por ejemplo el refinado del petróleo, y no en sectores de alta tecnología como la informática. Así pues, la modelización, aunque pueda parecer simplista, es en la práctica una disciplina que evita que uno sea aún más simplista Pero aún hay más: un modelo formal, que puede parecer una carica tura ridículamente estilizada de la realidad, a menudo sugiere cosas que, de otra forma, uno nunca podría haber pensado Consideren, por ejemplo, el caso de la teoría del desarrollo
La caída y el resurgimiento de la teoría del desarrollo, de nuevo Déjenme volver, una vez más, a la historia de la teoría del alto desarrollo que introduje en la primera conferencia Hacia finales de los años cincuenta, tal como he explicado, la teoría del alto desarro llo estaba en una situación difícil. La corriente principal de la eco nomía estaba desplazándose hacia una modelización cada vez más formal y cuidadosa. Aunque esta tendencia fue claramente exagera da en muchos casos, representaba un giro imparable , en última ins tancia, apropiado Pero a causa del problema de la estructura del mercado, era muy difcil modelizar la teoría del alto desarrollo de una manera más formal a respuesta de algunos de los más brillantes teóricos del alto desarrollo por encima de todos, Albert Hirschman fue simplemen te salirse de la corriente principal Iban a construir una nueva escue-
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ciones de a reaidad, puede sentir que desde su punto de vista se pierde más de o que se gana E problema es que no hay alternaiva a los modeos Todos pen samos siempre en forma de modeos simpificados. Lo verdadera mene profundo no es pretender acabar con ello, sino ser consciene de que nuesros modelos son mapas y no la realidad Hay muchos escritores inteligentes en economía que consiguen convencerse a s mismos, y a veces ambién a un gran número de per sonas, de que han encontrado una forma de trascender e efeco res ricivo de la consrucción de modelos Invariablemente se esán engaando Si éen lo que escribe cualquiea que pretenda ser capaz de escribir sobre temas sociaes sin rendirse a la modelización res trictiva, se darán cuena de que sus ideas se basan esencialmente en e uso de meáforas. Y la metáfora es, a fin y al cabo, una forma improvisada de la técnica de modelización De hecho, odos somos consrucores y proveedores de simplifi caciones irreales Algunos de nosotros somos muy conscienes de eo utilizamos nuestros modeos como meáforas Oros, incuyen do personas que son indiscuibemene briantes y aparentemente sofisticadas, son como sonámbulos utilizan de forma inconsciente las metáforas como modelos Claro que hay gene que son meores sonámbuos que oros Las metáforas de agunos animodeladores resisten muy bien el paso del tiempo; por eemplo, la Strtegy of Economic Developent de Hirsch man aún hoy es muy leble y muy sugerente. Sin embargo, la mayor parte de los pensadores económicos que se imaginan que han ampliado su visión abandonando e esfuerzo de hacer modeos sim ples, en reaidad, no han hecho nada parecido Lo más que han hecho, en e fondo, ha sido uiizar una retórica alisonante para disimular, incuso ante elos mismos, su faa de comprensión cara Un buen indicador de los peligros de imaginar que uno puede hacero mejor a base de evitar un modelo específico es la frecuencia con la que os nomodeadores caen en errores simplones. Véase si
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la del desarrollo a base de metáforas sugerentes, realismo institucio nal, razonamientos interdisciplinarios y una actitud relajada respec to a la falta de coherencia interna. El resultado fueron algunos textos maravillosos, algunas intuiciones inspiradas , en mi opinión, desde el punto de vista intelectual, un callejón sin salida. a teoría del alto desarrollo se fue simplemente desvaneciendo Una visión de la reali dad basada en rendimientos constantes y competencia perfect a inva dió la literatura del desarrollo , con el tiempo y a través del Banco Mundial y de otras instituciones, también tomó e l relevo en la políti ca de desarrollo del mundo real Y, sin embargo, al final resultó que la corriente principal de la economa acabó encontrando un lugar para la teoría del alto desa rrollo. Al igual que los noruegos que descubrieron que las formas de las nubes sí significaban algo, los economistas más ortodoxos descu brieron que, a medida que sus técnicas de modelización se volvían más sofisticadas, algunas ideas que habían sido olvidadas podían volver a ser incorporadas. Y no fue solamente una cuestión de redes cubrirlas la nueva presentación de la teoría del alto desarrollo, en modelos como la versión del Gran Empujón de Murphy et al., no sólo es más clara, sino que, en algunos aspectos es más profunda que la propia exposición original. En primer lugar, los nuevos modelos muestran que es posible contar historias, como las del alto desarrollo, en forma de modelos rigurosos os métodos de la corriente principal de la economa podían haber creado una cierta predisposición a favor de los mode los con rendimientos constantes y competencia perfecta, pero nada obligaba a restringirse a ese tipo de modelos. En segundo lugar, esos modelos, como la cazoleta de Fultz, muestran que la lógica de la teoría del desarrollo emerge incluso en un contexto muy simplficado. Aquellos que no hayan intentado construir un modelo, es muy común que afirmen que las trampas al subdesarrollo tienen que ser consecuencia de un conjunto complica do de factores como, por ejemplo, la irracionalidad o la miopía de los
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no, cualquiera de los autores que hablan sobre "competitividad", cuya retórica convincente enmascara la falta de comprensión de que la balanza comercial es, por definición, igual a la diferencia entre aho rro e inversión; o que defienden proteger las industrias de "alto-valor añadido" sin pararse a pensar por qué los mercados no han descon ado estos valores altos, , además, no se han dado cuenta de que, en la práctica, las industrias con alto valor añadido por trabajador están en sectores intensivos en capital, como por ejemplo el refinado del petróleo, y no en sectores de alta tecnología como la informática. Así pues, la modelización, aunque pueda parecer simplista, es en la práctica una disciplina que evita que uno sea aún más simplista Pero aún hay más: un modelo formal, que puede parecer una carica tura ridículamente estilizada de la realidad, a menudo sugiere cosas que, de otra forma, uno nunca podría haber pensado Consideren, por ejemplo, el caso de la teoría del desarrollo
La caída y el resurgimiento de la teoría del desarrollo, de nuevo Déjenme volver, una vez más, a la historia de la teoría del alto desarrollo que introduje en la primera conferencia Hacia finales de los años cincuenta, tal como he explicado, la teoría del alto desarro llo estaba en una situación difícil. La corriente principal de la eco nomía estaba desplazándose hacia una modelización cada vez más formal y cuidadosa. Aunque esta tendencia fue claramente exagera da en muchos casos, representaba un giro imparable , en última ins tancia, apropiado Pero a causa del problema de la estructura del mercado, era muy difcil modelizar la teoría del alto desarrollo de una manera más formal a respuesta de algunos de los más brillantes teóricos del alto desarrollo por encima de todos, Albert Hirschman fue simplemen te salirse de la corriente principal Iban a construir una nueva escue-
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la del desarrollo a base de metáforas sugerentes, realismo institucio nal, razonamientos interdisciplinarios y una actitud relajada respec to a la falta de coherencia interna. El resultado fueron algunos textos maravillosos, algunas intuiciones inspiradas , en mi opinión, desde el punto de vista intelectual, un callejón sin salida. a teoría del alto desarrollo se fue simplemente desvaneciendo Una visión de la reali dad basada en rendimientos constantes y competencia perfect a inva dió la literatura del desarrollo , con el tiempo y a través del Banco Mundial y de otras instituciones, también tomó e l relevo en la políti ca de desarrollo del mundo real Y, sin embargo, al final resultó que la corriente principal de la economa acabó encontrando un lugar para la teoría del alto desa rrollo. Al igual que los noruegos que descubrieron que las formas de las nubes sí significaban algo, los economistas más ortodoxos descu brieron que, a medida que sus técnicas de modelización se volvían más sofisticadas, algunas ideas que habían sido olvidadas podían volver a ser incorporadas. Y no fue solamente una cuestión de redes cubrirlas la nueva presentación de la teoría del alto desarrollo, en modelos como la versión del Gran Empujón de Murphy et al., no sólo es más clara, sino que, en algunos aspectos es más profunda que la propia exposición original. En primer lugar, los nuevos modelos muestran que es posible contar historias, como las del alto desarrollo, en forma de modelos rigurosos os métodos de la corriente principal de la economa podían haber creado una cierta predisposición a favor de los mode los con rendimientos constantes y competencia perfecta, pero nada obligaba a restringirse a ese tipo de modelos. En segundo lugar, esos modelos, como la cazoleta de Fultz, muestran que la lógica de la teoría del desarrollo emerge incluso en un contexto muy simplficado. Aquellos que no hayan intentado construir un modelo, es muy común que afirmen que las trampas al subdesarrollo tienen que ser consecuencia de un conjunto complica do de factores como, por ejemplo, la irracionalidad o la miopía de los
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El exilio de la geografía económica
regulación influida por Derida, ¡la geografía desconstuctivista!) Pero las tradiciones que he descrito en la segunda conferencia difí cilmente podían se de pesonas que no tuvieran ganas de pensa en términos de modeos Así pues, en el caso de a geografía económica uno se pregunta si
La historia de la geografía económic e s un poco diferente de la de la teoría del desarolo. Por un lado, la modelización es considerable
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El exilio de la geografía económica La historia de la geografía económic e s un poco diferente de la de la teoría del desarolo. Por un lado, la modelización es considerable mente más difícil. a historia del Gran Empujón de Murphy et al. tiene e aspecto de algo que se podía haber hecho cuarenta años antes, si alguien hubiera acertado en a foma de pensar sobre el pro blema. El modeo espacia pesentado en el apéndice no tiene ese aspecto Exige una serie de tucos técnicos que fueon desarolán dose uno a uno a lo largo de los útimos veinte años y, al final, me baso en unos ejercicios de simulación del tipo que sólo ha sido posi ble hacer con facilidad en los últimos años Y tengo que admiti que no todo el mundo opina que haya resueto el problema de cómo hacer economía espacial, o ni siquiera que haya hecho una contibu ción vaiosa con este tipo paicuar de modeo Además, los geógafos económicos no echazaon la modeliza ción de a forma en que o hicieron os teóricos del ato desarollo Cuando se encontraron con que no podían poducir modelos en los que e macrocomportamiento se pudiea explica a partir de la in teracción de micomotivos, básicamente se contentaon con lo que podían hacer: descripciones sistemáticas de los datos o de los pin cipios organizativos que intuitivamente tenían sentido y/ o paecían encaja bastante bien con os hechos, sin necesitar a lógica pofun damente satisfactoria de, digamos, el modelo de Von Thünen a teoría de emplazamiento centra, as eglas del tamaño-ango, las ecuaciones de la gravedad, los análisis de potencial de mecado: eran sin duda esfuerzos de modeización, incluso si no ecoieron todo el camino hacia la maximización y e equilibrio. Es cieto que duante los años setenta hubo una especie de eacción en conta de los modeos y a cuantificación en geografía económica, basándose un poco en Marx , más de lo que uno pudiera pensar, en Derida (lo que os descubre esuta se a frase "pos-Fordismo si a ves, sinifica ue estás tratando con un miembo de la escuea de a
84 / DESARROLLO, GOGRAFÍA Y TEORA ECONÓMIA
se trata de un análisis nteectualmente confuso, pero continuar ense ñándoo a a espera de una teoría coherente, o exilaro con la excusa de que no es teoría económica sera y restrngr as clases de macroe conomía a teas coo a hiperinfacón y el crecimiento a argo pazo? Ya saben lo que pienso: a argo plazo todos nuestros modeos serán tan
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regulación influida por Derida, ¡la geografía desconstuctivista!) Pero las tradiciones que he descrito en la segunda conferencia difí cilmente podían se de pesonas que no tuvieran ganas de pensa en términos de modeos Así pues, en el caso de a geografía económica uno se pregunta si se puede acusar a los economistas de tener una visión innecesaria mente estecha de lo que constituye una teoría útil. Supongamos que existe un tema de gan impotancia intínseca as ciudades y la loca lización de la producción o son, cietamente), y supongamos que hay un cuerpo de pensamiento sobe ese tema que parece tene bas tante sentido, que permite entender mejo agunas obsevaciones, pero que no paece que seamos capaces de construir limpiamente, en forma de modeos con micromotivos y 1acrocomportamiento per fectamente especificados ¿Deberíamos ignorar completamente ese cuepo de pensamiento? Yo ceo que no, y no dice mucho en favor de nuesta pofesión que seamos tan estrechos de mias No puedo esisti la tentación de estabecer un paraelismo con otra área de la economía, el estudio de los ciclos económicos La eco nomía keynesiana, de aguna forma, no es muy distinta de la ciencia regional Es una colección de modeos verosímiles sin buenos funda mentos microeconómicos, como e IS-LM, mezclados con relaciones empíricas que funcionan muy bien aunque no sepamos muy bien por qué, como la ey de Okun, y sazonados por unos pocos análisis, como el del comportamiento del consumidor, en que los modelos con un compotamiento completamente maximizado son a norma La ciencia regiona, fuea la que fuese su acogida académica, siempre encontró un mercado muy dispuesto en el mundo real De forma parecida, el moto de las poíticas monetarias y fiscales, de las pre dicciones y de a evauación de políticas en el mundo rea continúa siendo la macoeconomía keynesiana, independientemente de cua sea su prestigio en e mundo académico Así pues, ¿qué es o que os economistas académicos deberían hacer con especto a esta situación tan poco satisfactoria admiti que
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modeo, mponemos coherencia a unas ideas que debían de haber sido mucho menos coherentes en su momento. De manera que el triste exilio de a geografía económca tampo co tene cupables No se puede cupar a os geógrafos por no desa rrolar modelos competos de maximización y equibrio -aunque
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82 / DESARROLLO, GEOGRAFÍA Y TOÍA ONÓMICA
El exilio de la geografía económica La historia de la geografía económic e s un poco diferente de la de la teoría del desarolo. Por un lado, la modelización es considerable mente más difícil. a historia del Gran Empujón de Murphy et al. tiene e aspecto de algo que se podía haber hecho cuarenta años antes, si alguien hubiera acertado en a foma de pensar sobre el pro blema. El modeo espacia pesentado en el apéndice no tiene ese aspecto Exige una serie de tucos técnicos que fueon desarolán dose uno a uno a lo largo de los útimos veinte años y, al final, me baso en unos ejercicios de simulación del tipo que sólo ha sido posi ble hacer con facilidad en los últimos años Y tengo que admiti que no todo el mundo opina que haya resueto el problema de cómo hacer economía espacial, o ni siquiera que haya hecho una contibu ción vaiosa con este tipo paicuar de modeo Además, los geógafos económicos no echazaon la modeliza ción de a forma en que o hicieron os teóricos del ato desarollo Cuando se encontraron con que no podían poducir modelos en los que e macrocomportamiento se pudiea explica a partir de la in teracción de micomotivos, básicamente se contentaon con lo que podían hacer: descripciones sistemáticas de los datos o de los pin cipios organizativos que intuitivamente tenían sentido y/ o paecían encaja bastante bien con os hechos, sin necesitar a lógica pofun damente satisfactoria de, digamos, el modelo de Von Thünen a teoría de emplazamiento centra, as eglas del tamaño-ango, las ecuaciones de la gravedad, los análisis de potencial de mecado: eran sin duda esfuerzos de modeización, incluso si no ecoieron todo el camino hacia la maximización y e equilibrio. Es cieto que duante los años setenta hubo una especie de eacción en conta de los modeos y a cuantificación en geografía económica, basándose un poco en Marx , más de lo que uno pudiera pensar, en Derida (lo que os descubre esuta se a frase "pos-Fordismo si a ves, sinifica ue estás tratando con un miembo de la escuea de a
regulación influida por Derida, ¡la geografía desconstuctivista!) Pero las tradiciones que he descrito en la segunda conferencia difí cilmente podían se de pesonas que no tuvieran ganas de pensa en términos de modeos Así pues, en el caso de a geografía económica uno se pregunta si se puede acusar a los economistas de tener una visión innecesaria mente estecha de lo que constituye una teoría útil. Supongamos que existe un tema de gan impotancia intínseca as ciudades y la loca lización de la producción o son, cietamente), y supongamos que hay un cuerpo de pensamiento sobe ese tema que parece tene bas tante sentido, que permite entender mejo agunas obsevaciones, pero que no paece que seamos capaces de construir limpiamente, en forma de modeos con micromotivos y 1acrocomportamiento per fectamente especificados ¿Deberíamos ignorar completamente ese cuepo de pensamiento? Yo ceo que no, y no dice mucho en favor de nuesta pofesión que seamos tan estrechos de mias No puedo esisti la tentación de estabecer un paraelismo con otra área de la economía, el estudio de los ciclos económicos La eco nomía keynesiana, de aguna forma, no es muy distinta de la ciencia regional Es una colección de modeos verosímiles sin buenos funda mentos microeconómicos, como e IS-LM, mezclados con relaciones empíricas que funcionan muy bien aunque no sepamos muy bien por qué, como la ey de Okun, y sazonados por unos pocos análisis, como el del comportamiento del consumidor, en que los modelos con un compotamiento completamente maximizado son a norma La ciencia regiona, fuea la que fuese su acogida académica, siempre encontró un mercado muy dispuesto en el mundo real De forma parecida, el moto de las poíticas monetarias y fiscales, de las pre dicciones y de a evauación de políticas en el mundo rea continúa siendo la macoeconomía keynesiana, independientemente de cua sea su prestigio en e mundo académico Así pues, ¿qué es o que os economistas académicos deberían hacer con especto a esta situación tan poco satisfactoria admiti que
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84 / DESARROLLO, GOGRAFÍA Y TEORA ECONÓMIA
se trata de un análisis nteectualmente confuso, pero continuar ense ñándoo a a espera de una teoría coherente, o exilaro con la excusa de que no es teoría económica sera y restrngr as clases de macroe conomía a teas coo a hiperinfacón y el crecimiento a argo pazo? Ya saben lo que pienso: a argo plazo todos nuestros modeos serán tan eegantes coo e de Von Thünen, pero va a ser a largo plazo.. Y sin embargo, qué diferencia, cuando se encuentra un modeo claro Considérese la forma coo he presentado las dferentes trad ciones en economía de espaco con a teoría de empazamiento cen tra, el potencial de mercado, la causaidad acumuativa y las exter naidades, co o formas diferentes de ver el mismo proceso, en e que las empresas son atraídas por los mercados y por los suministros que proveen unas a otras. ¿Los que propusieron esas ideas, creían que estaban ofreciendo varacones sobre un msmo tema? No lo creo. Si uno mira un ibro de texto típico sobre ocazación, como Location in Space de Dcken y Loyd, o una visión de conjunto como Regions in Recession and Resurgence de Michael Chsho -os dos libros son excelentes y me han resultado muy útles va a ver cada una de esas formas de tratar el tema de a agomeración bajo un título dferente, como si fueran un conjunto de ideas nconexas La teoría del empla zamiento centra se presenta como una construccón neoclásca está tica, cuando es inconsistente con el supuesto neocásico de compe tencia perfecta y es dfícl maginar que pueda suceder excepto a través de un proceso dinámco El potenca de mercado aparece en una sección o capítuo sobre demanda; la causadad acumulativa en una seccón o capítuo sobre dinámca, a menudo tratada como ago reacionado con la economía keynesana y os mutiplcadores de a exportacón Y as externadades están colocadas en otro sitio distinto, más a menudo en a discusión de Weber y unto al proble ma de los tres puntos O sea que la mpresión que puedo haber trans mitido de una tradición untara y razonable en geografía económica es en parte artficial, tal vez ncuso hasta más que m visón retros pectva "rosa" de a teoría de alto desarrolo: ahora que tenemos un
86 / DESAROLO, GEOGAFÍA Y TEOÍA ECONÓMICA
modeo, mponemos coherencia a unas ideas que debían de haber sido mucho menos coherentes en su momento. De manera que el triste exilio de a geografía económca tampo co tene cupables No se puede cupar a os geógrafos por no desa rrolar modelos competos de maximización y equibrio -aunque uno ta vez pueda quejarse de que no se dieran cuenta de o ejos que se quedaban de ese deal. Y se puede entender a fata de voun tad de los economistas ortodoxos de enturbiar a caridad de sus ideas con os nebulosos esfuerzos de modeización de los geógrafos -aun que a fata de vountad de dedcar siquera una página de entre mi a os esfuerzos razonabes para dar sentido a un tema importante me parece excesiva Y, como con la teoría del desarrolo, creo que habrá un fina feliz a fina vamos a integrar os teas espaciaes dentro de a economía a través de modeos integentes (preferibemente, pero no por fuerza, míos) que den sentdo a as aportaciones de os geó grafos de una forma que cumpla con os nivees de exigencia de los economistas.
A modo de conclusión
Uno qusiera sacar aguna moraeja de es ta historia de ideas perdidas y encontradas. Es fácil dar conseos a la lgera. Para aquelos a quen la modelzación les mpacienta y preferen andar por su cuenta hacia os tesoros que e uso ibre de as metáforas parece abergar, e con seo sería que se pararan a pensar ¿Están seguros de que realmente sus ideas son tan profundas coo para permitirse dar a espada al discurso acumuatvo de tanta gente inteigente que constituye a economía moderna? ¡Pues caro que o están! Y para esos, como yo, que báscamente intentan entender e mundo a través de as metáforas que proporcionan los modelos, e conseo sería no dear escapar deas importantes tan soo porque no han sdo formuadas a nuestra manera Busquen a sabiduría
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84 / DESARROLLO, GOGRAFÍA Y TEORA ECONÓMIA
se trata de un análisis nteectualmente confuso, pero continuar ense ñándoo a a espera de una teoría coherente, o exilaro con la excusa de que no es teoría económica sera y restrngr as clases de macroe conomía a teas coo a hiperinfacón y el crecimiento a argo pazo? Ya saben lo que pienso: a argo plazo todos nuestros modeos serán tan eegantes coo e de Von Thünen, pero va a ser a largo plazo.. Y sin embargo, qué diferencia, cuando se encuentra un modeo claro Considérese la forma coo he presentado las dferentes trad ciones en economía de espaco con a teoría de empazamiento cen tra, el potencial de mercado, la causaidad acumuativa y las exter naidades, co o formas diferentes de ver el mismo proceso, en e que las empresas son atraídas por los mercados y por los suministros que proveen unas a otras. ¿Los que propusieron esas ideas, creían que estaban ofreciendo varacones sobre un msmo tema? No lo creo. Si uno mira un ibro de texto típico sobre ocazación, como Location in Space de Dcken y Loyd, o una visión de conjunto como Regions in Recession and Resurgence de Michael Chsho -os dos libros son excelentes y me han resultado muy útles va a ver cada una de esas formas de tratar el tema de a agomeración bajo un título dferente, como si fueran un conjunto de ideas nconexas La teoría del empla zamiento centra se presenta como una construccón neoclásca está tica, cuando es inconsistente con el supuesto neocásico de compe tencia perfecta y es dfícl maginar que pueda suceder excepto a través de un proceso dinámco El potenca de mercado aparece en una sección o capítuo sobre demanda; la causadad acumulativa en una seccón o capítuo sobre dinámca, a menudo tratada como ago reacionado con la economía keynesana y os mutiplcadores de a exportacón Y as externadades están colocadas en otro sitio distinto, más a menudo en a discusión de Weber y unto al proble ma de los tres puntos O sea que la mpresión que puedo haber trans mitido de una tradición untara y razonable en geografía económica es en parte artficial, tal vez ncuso hasta más que m visón retros pectva "rosa" de a teoría de alto desarrolo: ahora que tenemos un
modeo, mponemos coherencia a unas ideas que debían de haber sido mucho menos coherentes en su momento. De manera que el triste exilio de a geografía económca tampo co tene cupables No se puede cupar a os geógrafos por no desa rrolar modelos competos de maximización y equibrio -aunque uno ta vez pueda quejarse de que no se dieran cuenta de o ejos que se quedaban de ese deal. Y se puede entender a fata de voun tad de los economistas ortodoxos de enturbiar a caridad de sus ideas con os nebulosos esfuerzos de modeización de los geógrafos -aun que a fata de vountad de dedcar siquera una página de entre mi a os esfuerzos razonabes para dar sentido a un tema importante me parece excesiva Y, como con la teoría del desarrolo, creo que habrá un fina feliz a fina vamos a integrar os teas espaciaes dentro de a economía a través de modeos integentes (preferibemente, pero no por fuerza, míos) que den sentdo a as aportaciones de os geó grafos de una forma que cumpla con os nivees de exigencia de los economistas.
A modo de conclusión
Uno qusiera sacar aguna moraeja de es ta historia de ideas perdidas y encontradas. Es fácil dar conseos a la lgera. Para aquelos a quen la modelzación les mpacienta y preferen andar por su cuenta hacia os tesoros que e uso ibre de as metáforas parece abergar, e con seo sería que se pararan a pensar ¿Están seguros de que realmente sus ideas son tan profundas coo para permitirse dar a espada al discurso acumuatvo de tanta gente inteigente que constituye a economía moderna? ¡Pues caro que o están! Y para esos, como yo, que báscamente intentan entender e mundo a través de as metáforas que proporcionan los modelos, e conseo sería no dear escapar deas importantes tan soo porque no han sdo formuadas a nuestra manera Busquen a sabiduría
86 / DESAROLO, GEOGAFÍA Y TEOÍA ECONÓMICA
popular sobre las nubes: ideas que vienen de gente que no escribe modelos formales pero que sabe de lo que está hablando. Puede hber cosas interesantes por ahí fuera Sin embargo, aunque parezca extraño, no alcanzo a pensar en ninguna La verdad es, me temo, que poco puede hacerse para evitar el aparente despilfarro intelectual que tuvo lugar durante la caída y el resurgimiento de la economa del desarrollo, o durante el largo exilio intelectual de la geografía económica El surgimiento provisional de la ignorancia, una etapa durante la cual nuestra insistencia en mirar hacia unas direcciones determinadas no nos deja ver lo que tenemos justo delante de nuestras narices, tal vez sea el precio del progreso, resultado inevitable de lo que ocurre cuando intentamos dar algún sentido a la compleidad del mundo.
86 / DESAROLO, GEOGAFÍA Y TEOÍA ECONÓMICA
popular sobre las nubes: ideas que vienen de gente que no escribe modelos formales pero que sabe de lo que está hablando. Puede hber cosas interesantes por ahí fuera Sin embargo, aunque parezca extraño, no alcanzo a pensar en ninguna La verdad es, me temo, que poco puede hacerse para evitar el aparente despilfarro intelectual que tuvo lugar durante la caída y el resurgimiento de la economa del desarrollo, o durante el largo exilio intelectual de la geografía económica El surgimiento provisional de la ignorancia, una etapa durante la cual nuestra insistencia en mirar hacia unas direcciones determinadas no nos deja ver lo que tenemos justo delante de nuestras narices, tal vez sea el precio del progreso, resultado inevitable de lo que ocurre cuando intentamos dar algún sentido a la compleidad del mundo.